IDENTIDAD DEL YO

La adolescencia, entre los 12 a los 18 años, es la etapa en la que tenemos que encarar y
resolver la crisis básica de la identidad del yo, es cuando formamos nuestra autoimagen, es
decir, integramos lo que pensamos de nosotros mismos y lo que la gente piensa de nosotros. Si
este proceso se resuelve de forma satisfactoria, el resultado será una imagen congruente y
constante. (Shultz D. & Shultz S. 2010)

Esta etapa es una pausa psicológica, momento oportuno para descubrir su propia identidad
con el fin de evitar futuros problemas o fracasos. Es necesario saber quién eres para la toma de
decisiones en un futuro, cuando no hay una idea clara sobre nuestra identidad, es muy difícil la
resolución asertiva de las dificultades que presenta las etapas posteriores de nuestro
desarrollo.

Según Erikson, al no saber quiénes son o qué son, a dónde pertenecen, ni a dónde quieren ir.
Se alejan de una secuencia de una vida normal.

Es decir, alteran su desarrollo psicosocial, y apresuran la ocurrencia de responsabilidades que

aún no les compete encarar. También podrían aferrarse a conductas poco favorables, como las
adicciones. El hecho de sentirse aceptado en un grupo social, hacen crear una autoimagen
basada en las necesidades e intereses de los demás, mas no en el propio.

Erikson advirtió el efecto potencial tan fuerte de los grupos coetáneos pueden tener en el
desarrollo de la identidad del yo y en la adolescencia.