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Rl VISTA DH MDSIC'

I
Año V - n." 42 - M a r / o 19SM)"- 450

TAHU INBAL

lENIAMINO GIGLI I

.EMPERFR
-•encuentro en ( 1)
PROYECTO C-2:
EL INVENTOR DEL COMPACT DISC CREA DE NUEVO.

ja

• lúe Philips quien revolucionó el mun-


do con el Compoct Disc.*- Y ahora es
ficador, doble platina, reproductor CD,
giradiscos y ecualizador opcional.»* To-
Vídeo Philips o del televisor que pueda
Vd. tener. *• Proyecto C-2 de Philips.»>
Philips también quien crea el Proyecto C-2: do magistrolmente integrado-** Y hasta Sólo el inventor del Compoct Disc podía
tres sistemas Hi-Fi perfectos pora el Com- 90 W. por canal *• Además, un mando a concebir algo asi. •* ••
poct Disc que realzan aún más localidad distancia que controlo todas los fundo-
TECNOLOGÍA Y DISEÑO
de su sonido.*- Con sintonizador, amplí- nes básicas de los sistemas, así como del

PHILIPS PHILIPS1
FáU
SCHERZO EDITORIAL. SA.
O Marques de Mondéjar, lt 4.c C
28Ü2G Madrid
Tdef. (91] 246 7 fe 22
Fax (91) 256 18 64

Gerardo Queipo de Llano Año V n.° 42 - MARZO 1990 - 450 ptas.


Director
Anloruo Moral
Director Adjunto
Javier Alfaya

Enrique Martínez Miura


SUMARIO
Consejo de Redacción
Javier Alfaya. Roberto Andrade Malde, Domingo del
Campo CasteJ, Samugo Martin BermudeJ. Antonio OPINIÓN • 4
Moral, José Lms Pztez de Arteaga, Ariuro Reverter, José
Luis Télíez.
TRIBUNA ABIERTA
— Tras las huellas de Julio Iglesias, Ramón Irigoyen 8
Secciones
RedacCKJn en Barcelona Fuger Aber. Redacción en Va- ACTUALIDAD 10
lencia1 Blas Cortés. Actualidad. Enrique Martínez Miu ENTREVISTA
ra y ¡avier Alfaya. Discos" Enrique Péreí Arfnzn Libros
Xosn Manual Car reirá. Alta fidelidad1 Alfredo Oroz — Ehahu Inbal: el titán reflexivo: José Luis Férez de Arteaga 43
co. Jazz: Ebbe Tnberg Música contemporánea. Manuai ACTUALIDAD DISCOGRAFICA 51
Rodero, Educación musical. Pliego. Danza: /esús
Castañar. DISCOS , 52
Colaboran en este número:
ESTUDIOS DISCOGRAFICOS
|avter Alfaya, Roger Atier. Julio Andrade Malde, Rober- — Vísperas de revoluciones; dulzura de vivir, Pedro Elias 70
to Andrade Malde, loaquin Arnsu Amo Teresa Ber- — Shostakovich imprescindible, Alfredo Brotóns Muñoz 71
ganza, Alfredo Brotan* Muñoz. Sansón Carrasco. Luis
Fernando Carvajal Blázquez, Jesús Castañar, Miguel An — Giulini: ¿un Brahms insuperable?, Roberto Andrade Malde 72
gel Coria, Blas Cortés, Ffedro Elias, Antonio Fernández — Un punto de partida, Roberto Andrade Malde 73
Cid, Fernando Fíaga. F lo rentmai Gracia, Utrillas, Fran
cisco Gutiérrez, Anton>a Hidalgo, Ramón Ingoyen. jo- — Voces de antaño, formas de hogaño, Fernando Fraga 74
sé Antonio Lacárcel, Giacomo Lauri-Volpi, Kenneth — Los cuatro temperamentos. F*edro Elias. . . 75
Loveland. Santiago Martin Bermudez. Joaquín Martin
de Sagarminaga. José María Martin Triara, Enrique Mar- — La maldición del reloj de cuco, Joaquín Arnau Amo 76
tme? Mrura. Francesc Xavier Mata i Bertrán. Blas Ma- — Tippet: una criatura de nuesiro tiempo, Santiago Martín Bermúdez 78
tamoro, Ángel Fernando Ma/o, Anton-o MoraJ, Luis
Morales d a c o m i n , Worfgang Amadeus Mozart. José — Horowitz o la apariencia sustancial, Joaquín Arnau Amo 79
Amonio Nieto de Miguel. Rafael Ortega Baaagoiti. Jo- — Un Wagner intensamente dramático, Ángel Fernando Mayo 80
sé Luis R?rez de Arteaga. Enrique Pérez Adrián, Anto-
nio de Raco, Arturo Reverter. |ordi Ribera i Bergás. LIBROS/VIDEOS 61
Manuel Rodeno, F'ablo Sorozábal Serrano. Ebbe Tra- LA GUIA 82
berg. Erizo Valenti Ferro. Albert VHardell. Francico Jo-
%é ViNalba DOSIER: Beniamino Gigli 83
— Un catedrático del canto, Roberto Andrade Malde 84
Coordirté el Dosier de este número-
Fernando Fraga
— Mis recuerdos de Gigli, Antonio Fernández-Cid 87
Diseño de portada.
— II tenore assoluto. Blas Matamoro 92
Arquetipo. — Cinco miradas sobre Gigli ' 94
foto de portada: EM| — Beniamino Gigli en España, Joaquín Martín de Sagarminaga 95
Maqueta: Arantza Quintanilla. — Las óperas completas, ¡osé María Martin Triana 98
Administración: — Cronología. Fernando Fraga . 101
Cristóbal Andúiar (Contabilidad). Cristina Millet (dis- — Discografía. Fernando Fraga 105
tribución y suscripción). Soma Viste '(secretaria)
LA OPERA DEL SIGLO X X
Doble Espacio — La traducción verista del simbolismo: Die tote Stadt de Cbrngold.
General Yague. 10 • 28020-Madnd Santiago Martin Bermúdez.
Teléis (91) 555 67 él 597 ll 83
Fax (91) SS6 13 07 DANZA 112
imprime MOVlEGRAF. S A. VOCES DE AYER Y HOY
Teléf. (91) ¿04 95 03 — Fiorenza Cossotto. el fin de una estirpe, Joaquín Martin de Sagarminaga 114
Fotocompos'Ciort Lumimar. SA MÚSICA CONTEMPORÁNEA
Albasanz. 48 50 • 29037 Madr-d.
Teléí. (91) 204 30 01 • Fax (91) 204 9* 46
— Martínez Fontana: la pasión por el equilibrio. Manel Rodeiro. . . . 116
Depós'to legal M-4IB22 1985
GRANDES INTERPRETES
ISSN 0213 4B02 — Reencuentro con Klemperer en CD, Enrique Pérez Adrián 121
JAZZ
SCHERZO es una publicación de carácter plural y n o
pertenece nt está adscrita a ningún organismo publico — Episodios, Ebbe Traberg 124
ni privado. La dirección respeta la libertad de expre- ALTA FIDELIDAD
sión de sus colaboradores. Los testos firmados son de
la excluwa responsabilidad de los firmantes no sien. — ART: Un pura sangre inglés, Francisco Gutiérrez 126
do por Tanto opinión oficial de la revista. EFEMÉRIDES, Luis Fernando Carvajal Blázquez 130

SCHERZÓ 3
Música para pobres y ricos

Q
ue la oferta musical en España, y más considere punto menos que inútil acercarse a
en concreto, en las grandes ciudades, una taquilla para comprar una entrada.
ha aumentado considerablemente es Fenómeno éste último también curioso y que tal
un hecho que nadie puede negar. vez tenga que ver con la necesidad de montar
Tanto que a veces se puede pensar algún tipo de campaña que demuestre a un
—y nosotros hemos reflexionado sobre ellos en público potencial que en muchos casos acudir a
otras ocasiones desde esta misma página un concierto es tan hacedero como ir al cine o
editorial— que la sociedad española no es capaz a un partido de fútbol.
de absorber toda esta oferta, debido a las
carencias culturales endémicas que padecemos, volvamos a nuestro tema principal: esa
acerca de las cuales empieza a ser aburrido diferenciación que los precios han impuesto en
insistir una vez más. el público musical. Resulta que no deja de
producir extrañeza que una sociedad como la
Paradójicamente, el aumento de la oferta ha ido nuestra se democratice en política, pero no en
acompañado de un curioso efecto que cultura. Lo que con notable pedantería se llama
necesitaría, sin duda, un análisis sociológico alta cultura es cada vez más inaccesible. La
riguroso, pero que es visible para cualquier música llamada clásica o seria entra plenamente
observador atento y que consiste en curiosa en ese pedantesco apartado. Y dentro de él la
estratificación del público musical. En palabras línea divisoria entre los espectáculos que se
más corrientes: cada vez hay más música, pero consideran de calidad pasa progresivamente por
cada vez es más cara. Y el efecto que eso tiene lineamientos de clase. Con un efecto también no
sobre el público es el previsible: las economías desdeñable y es que el concierto caro y el
más modestas han de conformarse con lo que verdadero interés por la música casi nunca se
les ofrece la programación de las dos orquestas hermanan. Sin temor a equivocarse mucho se
estatales, la de la RTVE y la ONE, mientras que puede decir que cuanto más alto se sitúa en la
el dinero —el gran dinero— se puede permitir escala social un concierto, cuando más es un
los elevados precios de los festivales o de la acto mundana menos interés partiápativo se
temporada de óperas, que entran en el terreno detecta en el pública
de lo prohibido para la mayor parte de los
ciudadanos. Pero las cosas no son tampoco tan Asi las cosas, quizá haya llegado el momento de
netas. Porque también el precio de las entradas plantearse en serio la necesidad de arbitrar los
para las orquestas estatales ha aumentado, con medios para que ese proceso de alejamiento
los efectos conocidos de retracción de una parte entre los consumidores potenciales de cultura y
del pública la música se reduzca. Está claro que la política
El resultado es que en España ha aumentado, de patrocinio —en otro lugar de la revista
como ya indicamos más arriba, la oferta musical, hablamos del asunto desde otra óptica— no ha
pero no así la demanda, ya sea por razones reportado el beneficio de una auténtica
económicas o porque se ha creado una leyenda popularización de lo musical, sino casi al revés.
de inaccesibilidad que hace que mucha gente Habría que preguntarse por qué.

SCHERZO
OPINIÓN

'EL DISPARATE MUSICAL'

La vida sigue igual

E
l famoso trovador-castigador Agos- Luisito dirige con talento, aunque la sin-
to Catedrales, cantaba aquello de La razón de tal aserto palidece al lado de la
'UNA BROMA MUSICAL vida sigue igual y hacía derretirse a del respeto a la concepción clásica, que
las qumceañeras de años ha. Hoy día. tro- provoca carcajadas incontenibles. Algunos
va y trova el trovador, con la innovación hasta defienden los menús de Luisito, di-

L o recuerdo perfectamente Tenia


yo once años. Nannerl era ya una
muiercita de buen ver Algún veci-
no le tiraba los tejos de ventana en ven-
tara. Lamento tener que deor que por
de su irresistible atracción (compartida
con su ex-señora) por los pavimentos ce-
rámicos. Por el caso es, losetas aparte,
que su famoso lema sigue vigente, por-
ciendo que toma lo que hay de aprove-
chable en las obras, asi que fíjense lo
mucho que el empalmista está contribu-
yendo a apreciar a los clásicos. En resu-
que la verdad es que uno repasa el patio men, que seguimos sin entender que no
aquellas fechas yo era famoso en gran
parte de Europa. Se me disputaban no- y, como decía no sé quién, casi siempre todo lo que se vende es bueno por ese
bles, aristócratas y la plebe cantaba al- pasa igual, sucede lo mismo. Luisito Po- hecho, y eso sin entrar en lo que refleja
gunas de mis melodías. Nannerl necajas. sin ir más le|os, se resiste a apear- el tal éxito de ventas, o sea. el elevado
disfrutaba de una cómoda posición. Al se de esta sección, y proporciona número de sordos potenciales que nos
amparo de mis éxitos, le llegaron las continuados motivos para convertirse en rodea y el nivel bajo mínimos que está
prebendas, los regalos, los conciertos estrella de la misma. Incapaz de defen- alcanzando la sensibilidad artística más
y hasta algún novio Yo sé que por den- derse en los medios especializados, su elemental.
tro rabiaba contra mi. contra nuestro multinacional recurre a terceros, con fre- También sigue igual, o sea. sin querer
todopoderoso padre, contra ella mis-
cuencia anónimos, que rompen lanzas en dejar esta modesta columna, el agudo
ma. Pero poder disfrutar de las mieles
del triunfo ajeno con beneficio propio, favor del pobre Luisilo en los medios más Don Simón, empeñado el hombre en ha-
era como un tráfico de mfluencias a la peregrinos; últimamente, fíjense qué co- cernos creer que el sol no es el sol y que
austríaca. Entre hermanos, las cosas son sas, en la prensa del hígado. Una desen- la reventa no es reventa, sino servicio.
así. se decía Nannerl. Ffero yo, un día teresada y habitual colaboradora me Porfía el tenaz Don Simón, experto en
estallé, le planté cara a Leopoldo y le remitió hace poco un jugoso ejemplo, en desliz y confusión, pero no voy a darle
dye que eso de que mi hermanísima es- el que se leen cosas tan sorprendentes el placer de hacerle otra publicidad que
tuviese siempre a mi lado, tocando so- como que Luisito ^respeta, ahora más no sea la de recordar de vez en cuando.
natas al socaire de mis aplausos, que que nunca, la concepción clásica de las que, quien puede, debería tomar medi-
se habia acabado. Que utilizar mi cla-
obras», que das ensambla con precisión das al respecto. Ftero claro, a ver quién
vecín y mi despacho en Salzburgo pa-
ra ligarse novietes y alumnos, no en un amenísimo potpurrís o que «el mé- diablos toma medidas si insistimos —y en
volvería a ocurrir. Y la verdad es que rito indiscutible de popularizar la música esto también seguimos igual— en pone
no sucedió nunca más. culta no puede negársele con criterios de al frente de los temas al primero que pa-
El final de la historia, ya lo conocen exagerado purismo». El anónimo plañide- sa, entienda o no. le guste o no, la joro-
Nannerl, poveretta. ha pasado a la his- ro acaba llorando, porque «no es justo be o no.
toria sólo como mi hermamta mayor que aquí haya quien todavia le niegue el El público, que de cuando en cuando
Pero su vida, a partir de mi plante, fue pan y la sal». Hombre, no se ponga así, también proporciona ejemplares jugosos,
sosa, difícil y sobre todo alejada de mi que rápidamente organizamos una colec- también sigue igual. El otro día. durante
actividad. Yo la quise a partir de enton- ta. Digo yo, mi dilecto y llorón plumífe-
ces un poco mas la primera función de La fiamma en el Li-
ro, que el pan y la sal es |usto lo que no ceo, un par de cotorras que confundie-
Y la verdad es que ahora, mientras
busco mi peluca en este caótico desor- se le ha negado a Luisito. que se ha pues- ron la peluquería con la ópera, fueron
den que rema en et pisito que me ha to las botas el hombre, y la cosa no tie- increpadas por la Caballé, que a pleno
puesto SCHERZO, no sé por qué les ne pinta de terminar en que no llegue a pulmón les dijo: «Hagan el favor de ca-
cuento esta historia, triste, personal e fin de mes. Además, nadie le niega el éxi- llar, que así no se puede trabajar». Y eso
intransferible. Acaso porque a veces es- to comercial. Lo que se le ha negado, y que fue bien educada, que si no, lo mis-
ta segunda vida que me ha tocado vi- al menos un servidor le seguirá negando, mo se escapa de «Se callen, cono» con
vir, no me gusta un pelo. Este puesto es un mérito artístico mínimo, que es dis- un par de soplamocos, y a vivir, que son
de observador desde la eternidad de tinta Y ello porque ensamblar con pre-
las miserias musicales españolas y euro- dos días.
cisión no requiere talentos privilegiados Tenía otra cosa divertida de Pavarotti.
peas, me pone de muy mal gas. De to-
das formas, si a alguien le es útil, me venidos del altísimo, y porque el potpu- pero se me acaba el espacio. Como ven,
doy por satisfecha Fbr cierto, me voy rri, además de ser de amenidad discuti- todo sigue igual, que diría Don Agosto.
a escuchar una sinfonía de Mahler pa- ble, no es mérito suyo, sino de Verdi y
ra ponerme a tono. sus colegas. Resulta hilarante afirmar. co-
mo hace el innominado panegirista, que Rafael Ortega
W.A.M.

SCHEHZO 5
OPINIÓN

BACHILLERÍAS' ÁNGULOS'

Los dineros delEstado


De pauperate
E
l Reino Unido es, como se sabe, un para la cultura: si no. es el primer sitio
país de instituciones algo arcaicas, de donde se quita. Y eso sin tener en
pero en general enormemente efi- cuenta las presiones ideológicas, los

L
a de músico es una profesión vergon- caces. No tiene una constitución escrita pre|uicios estéticos, etc., que pueden
zante, de un nivel similar a la de men pero sin embargo, su sistema es uno ejercer una influencia destructiva sobre
digo, porque, igual que este, vive de de los más democráticos que existen cualquier proyecto cultural transforma-
limosna (por otro nombre llamada sub- en el mundo. El e|emplo es de sobra dor. Los artistas de hecho evolucionan
vención o patrocinio). No hablo, por su- conocido pero conviene, recordarlo en el sentido de convertirse en corte-
puesto, de tenores, divos, funcionarios y porque eso nos ayudará a comprender sanos de los nuevos poderes que rigen
figurones, porque éstos pertenecen a algunas cosas. Entre ellas porque resulta el mundo.
otros estamentos, aunque en sus nego- tan acongO|ante que determinadas ins- En este país el régimen de patroci-
cios también utilicen los sonidos como tituciones entren en crisis en la vieja In- nio está en mantillas. Por eso no seria
materia prima Dicho de otra manera, en glaterra. mala cosa que quienes nos gobiernan
el inconsciente colectivo y reflejado en el Asi. hace poco la Poyal Shakespeare frenaran sus entusiasmos neoliberales
comportamiento de los que tienen po- y echaran un vistazo a cabezas a|enas.
Company, uno de los conjuntos teatra-
der, la música sigue siendo una actividad
les más prestigiosos del mundo ente- El deterioro relativo, desde luego, pe-
cercana a la mendicidad: quien se dedi-
ro, ha llegado al fondo de su decadencia ro que empieza a ser visible de la vida
ca a la música es porque no sabe hacer
nada rnás útil; si toca su música, es por- acelerada y su dirección ha tomado una cultural británica debía dar que pensar
que le gusta, por vocación, independien- decisión drástica para evitar el deterio- a quienes sostienen que el Estado de-
temente de que le paguen o no. La ro completo: durante cuatro meses al be ser prácticamente un mero espec-
sociedad, es cierto, sabe que necesita de año la RSC cerrará sus puertas. El mo- tador en estos asuntos. N o es sos-
la música para entretener ciertos momen- tivo inmediato es el formidable déficit tenible ni moral ni políticamente que
tos de ocio, pero ello no hace mejorar que arrastra. ¿Las razones? Entre otras, el Estado retire sus dineros de la cul-
a los músicos en consideración social, por- una muy clara: la aleatonedac! del pa- tura y deje que sean los dineros priva-
que también las putas ion necesarias para trocinio, eso que una generación de dos, si les peta, los que subvencionen
cierto ocio y no por ello su estimación horteras indocumentados con ínfulas un aspecto fundamental de la vida del
social es superior a la de los mendigos, de yuppies llaman la sponsorízaoón. país.
incluso es más baja, porque éstos pue- En efecto, el riesgo de depender úni- Al menos que se apueste por la bar-
den ser spobres pero honrados». ca y exclusivamente del patrocinio pri- barie, es decir, el cruzarse de brazos
¿Exagerada la comparación con las pu- vado es grande. En el Reino Unido el ante la galopante trivilización y embru-
tas y ' DS mendigos? Ni un ápice, y ah¡ van neoconservadurismo de la Thatcher ha tecimiento de la vida social, que tiene
unos pocos datos, no por sabidos me- llevado a una privatización de hecho de cada vez efectos más pavorosos en los
nos ciertos. casi toda la vida cultural, que paso a hábitos culturales de la gente. A lo me-
La reforma de la enseñanza musical es depender de grandes firmas. El Esta- jor es así. Sin duda un pueblo ignoran-
la asignatura pendiente con la que todos do se inhibe y como diría un neo-liberal te es más maneiable y manipulable que
los gobiernos repiten curso Los adminis-
o neo-conservador (los dos nombres otro que no lo es. Si es asi la sociedad
tradores opinan que los músicos de las
son intercambiables) y nde)a operar a debe defenderse. Lo cual quiere decir
orquestas son productos perecederos y
las fuerzas del mercado». El problema presionar frente a esa viejísima tenta-
lo demuestran pereciendo a la Orques-
ta de Valladolid sin que nadie se inmute estriba en que de ese modo la vida cul- ción totalitaria del «pan y circos que
lo más mimmo Enchufas TVE I y sale ei tural de un país queda al albedrío de padecen los gobernantes, cualquiera
Hermida en toda su pompa y esplendor, tal o cual grupo económico y necesa- que sea su signo,
pero pasas a TVE 2 y aparece La tira de riamente refle|a sus fluctuaciones finan-
música r|ue mcjur se podía llamar la cap- cieras. Si las cosas van bien se da dinero Javier Alfaya
ia de música por las estrecheces con las
que está hecha. Paralelo desequilibrio se
compositores A dicha asamblea asistieran cin-
observa entre RNE I y RNE 2. etc., etc. CARTAS co asociados (hace años que pasa lo mismo
Con un solo ejemplo se puede poner en todas las asambleas que se convocan). Ei
en cifras el interés por la música. A fines espectáculo era deprimente, ya que de una
del fenecido 89 había en el Ministerio de
Cultura 400.fXXD.000 ptas. para adquisi-
ción de obras de arte. El Museo Arqueo-
Compositores asociación de 150 miembros tan sólo estába-
mos diez, y de esos la mitad eran miembros
de la directiva, pese a que en los temas a
lógico solicitó 200.000 ptas. para la El pasado 16 de diciembre tuvo lugar en un decidir estaba nada mas y nada menos que
compra de un pianoforte de mediados aula del Conservatorio de Música de la ma- la reforma de los estatutos
del S. XIX. Solicitud denegada. Exacta- drileña calle de Amaniel, una asamblea de la Ante estos hechos conviene hacerse las si-
mente estamos por debajo del 0,05% de Asociación de Compositores Sinfónicos Espa- guientes preguntas.
interés. ñoles, a la cual asistí como asociado 1.a) ¡Es que a los sufridos compositores de
Con tal motivo quiero hacer unas reflexio- este país no les importa lo mas mínimo algo
Sansón Carrasco nes que creo de interés para esa parte im- que les concierne tan di réntame ni e'
portante de la música que somos los 2.J) ¿Por qué a la inmensa mayoría de los

SCHERZO
OPINIÓN

AL MARGEN co americana poco habituado a este reper-


torio, puede tratarse de una muy respetable
e impoluta interpretación de Janacek, pero no

¡Nene, caca! basta con una galería de gritos histéricos (Kos-


telnicka) o con intervenciones de tenor puc-
ciniano (Steva). N o se nos está dando asi a
|anacek en carne. Sólo se percibe aquí la su-

Y
Uds. disimulen la maternal excla- encerraban en todo semejantes
perficie, para no dar nunca la sensación emo-
mación que encabeza este articu- a «eso que escurre - c o m o dice cional, intensa (como puede ser t o d o el inicio
lo. Pero es que hay que ver cómo ítalo Calvmo— de las mesas de del Acto 2°, que se convierte a mano de los
se han puesto: que 51 trafican con marmol del depósito de ca- americanos en una simple y desangelada pues-
influencias —o. para decirlo en da ve res s. ta en música del drama), sin tener en cuenta
cristiano, que si comercian con re- ¿Qué a qué viene todo esto? nunca la presencia vigorosa, demoledora de
la sección de los metales, tan típica de la or-
comendaciones, una compraven- Pues a que la mala vida musical
questa |anacekiana por no hablar del insulso
ta de toda la vida, vamos—; que española refleja fielmente la rea- coro del Acto l.°. pobre-pobrisima o del acom-
si se benefician de informaciones lidad nacional. También entre no- pañamiento musical realmente asmático en la
privilegiadas —¿y quién no? ; que sotros, en este ruidoso y mefítico escena 7 el Acto l.° (Laca y jenufa). Todos los
51 malversan, que si prevarican, microcosmos, se compran y ven- grandes avances orquestales y vocales de es-
que... jAnda. mi madre! Fbr fin es- den influencias, se logran sustan- ta ópera en relación con las venideras (la tim-
brica vocaí de Laca, y sobre t o d o del Steva
tos exploradores de fortuna han ciosos beneficios merced al uso
de la escena 3. Acto 2°. en los que casi se
descubierto el Mediterráneo. indebido de información reserva- palpa el tono despojado de la casa de los
Lo peor es que han abierto la ca- da, se cometen óperas, se perpe- muertos)jse pierde en estaveraón. Me pregun-
ja de los truenos y tengo para mi tran diccionarios, se infligen sin to qué intenta hacer Peter Kazaras, altanero,
que a más de uno lo va a partir misericordia las propias ocurren- dibujando un papel verista cualquiera, está en
cias al respetable... las antipodas del mundo de janacek en con-
un mal rayo, porque tirar asi de
junto, salvo W. Ochman, que hace un muy
la manta no es JUICIOSO: esos brus- Pese a todo lo anterior —y más buen Laca, pienso que tocios los intérpretes
cos e inoportunos destapes sacan que por ahora dejo en el caen en un exceso de desgarramiento sobre-
siempre a luz generales vergüen- tintero— no faltan varones aten- cargando las tintas, con lo que se pierde el
zas, cuya vista a nadie beneficia tos que recomiendan dejarlo es- carácter principal de la obra de janacek: la vo-
ni conviene. Pero hete aquí que tar, no meneallo. y que cuando calización fiel al lenguaje hablado (aquí no tan
exprimido como en El aso Makropulos, pe-
los tartufos han dado en abrir, ya algún indiscreto postula lo contra-
ro si en visible puesta en marcha), La tostel-
digo, el tarro de las más rancias rio invariablemente avisan: jcaca. nicka de Leonie Rysanek, aunque menos
esencias de la moralma patria, en- nene! desentonada que Benackova en |enufa, no es
venenándonos a todos con la he- capaz de darnos todos los sutiles rnatices que
dieondez de los humores que Miguel Ángel Coria si abundaban en la versión de Randova de
Decca, aparte de, en su afán realista, faltarle
el aliento en más de una ocasión Desconoz-
co la antigua prestación de Benackova para
que al menos sobre los papeles figuran co- tras un par de atentas audiciones aún no acier- la versión de jilek, pero lo que aqui nos ofre-
mo socios no se preocupan de la Asociación to a comprender el tono caluroso con que ce poco tiene que ver con el equilibrio que
hasta el punto de llevar años sin pagar la mó- Santiago Martin saluda esta versión. Estoy de señala S.M.B. la gran escena de Jenufa del Ac-
dica cuota? acuerdo con él en que no ha de irse con pre- to 2 °. en la que Soderstrom nos seducía con
3.a) ¿Será tal vez porque muchos de ellos |UÍcio5, no tener en mente, la hasta ahora ina- una gama variadísima de matices y en un li-
pertenecen a las asociaciones de sus respec- tacable versión de Mackerras. pero por mucho rismo insostenible, queda en manos de Be-
tivas autonomías? que te olvides no puedes por menos que nackova como una simple aria donde no existe
Las respuestas tendrían que darlas los com- echar en falta en la presente grabación algo el menor énfasis, de forma que el oyente (es
positores. Sin embargo, yo creo que con la tan fundamental y tan connatural a janacek mi experiencia) ni se entera de lo que el per-
excepción de aquellos que están en situación como es la pasión y el vigor, la sensación de sonaje intenta comunicarnos.
privilegiada (muy pocos) el resto debería in- robustez, expresión de realismo y verdad des-
teresarse por la Asociación, pagar sus cuotas nuda, y que en la versión de Mackerras creo
y asistir a las asambleas, ya que si no la histo- que viene servida de sobra. Objetivamente.
ria de la Asociación demuestra que abando- la lectura de Queler es digna. Para un públi-
nando a las directivas (cuales quieran que éstas
Mercedes Valiente
sean) pueden producirse situaciones de todos
conocidas.
Por lo tanto yo desde estas paginas acon-
sejo a rras colegas que paguen sus cuotas y
participen en la administración de la Aso-
ciación

Francisco Cano
(Madrid)

Jenufa
Tras la «súbita aparición cual champiñones
inesperados», del comentario alabativo que
de la Jenufa. grabada en Nueva York, hace
S.M.B. en el n.° 40, y tras haberlo leído con
verdadero interés, me decidí con urgencia a
adquirir una copia de esta fascinante ópera.

SCHERZO 7
OPINIÓN

TRIBUNA ABIERTA

Tras las huellasde


Julio Iglesias
on la llegada de los socialistas al poder cundió la fie-

C
bre -según los expertos, necesaria- de la reconver-
sión laboral propugnada por el ministro Solchaga.
Reconvertirse o morir fue el lema de la época. Que-
riendo, pues, participar en aquel recicla|e. me acordé
una noche de que, hacia unos pocos años, había sido poeta
y, en consecuencia, pensé que. si me esforzaba, tenía alguna
posibilidad de reconvertirme de autor de poemas en escritor
de letras de canciones. También por aquellas fechas comenzó
a agudizarse en el pais la fiebre def oro y me puse a escuchar
de rodillas a ]ulio Iglesias, para ver si se me pegaba algo de su
facilidad para amasar fortunas. Empecé también a cuidar mu-
cho en esta línea el léxico de mi conversación y ya no calificaba
a un espectáculo como fantástico, sino que decía que era oro
molido. A partir del verano del 85 me puse a escuchar voraz-
mente miles de canciones y. de una ignorancia crasa en el tema
hasta esa fecha, ascendí al nivel de una cultunlla aceptable, pues
metí muchos cientos de horas de radto. Desayunaba a diario
con Los 40 Principales y me acostaba con las serenas melodías
de Radio 80. Los Rollmg, Lou Reed. Michael Jackson, Pnnce, Patti
Smith, Iggy Fbp, Bruce Springsteen, Kanna. El Dúo Dinámico,
Los Javaloyas. Radio Futura. Mecano, José Luis Perales, Gilbert
Bécaud. Lucio Dalla, y tantos otros cientos de cantantes y gru-
pos extranjeros y españoles, los escuché con deleite de recon-
verso en la más hacinada promiscuidad. Fue, en realidad, la
primera y total borrachera de música en mi vida y ahora siento
la felicidad de. salvo la restrictivamente llamada música clásica,
haber probado de todo. La exclusión de la música clásica, que
desconozco en todos sus compases, fue. en alguna medida, de-
liberada, como compensación por et exceso de escritores cla-
sicos que, comenzando, naturalmente, por los chicos de Hornero
y por los latinos, hay en mi vida. Dulce Safo, dime cuándo tú
vendrás, dime cuándo, cuándo, cuándo...

Ramón Irigoyen

8 SCHERZO
ACTUALIDAD

La Fijm premiada
El Premio Unesco de la Música ha sido
concedido a la Federación Internacional
de Juventudes Musicales «en reconoci-
miento de los eminentes servicios que es-
ta Federación ha prestado a la vida
musical en todo el mundos. Recogió el
Premio —consistente en una medalla de
oro diseñada por Joan Miró— Jordi Roch,
presidente de la FIJM y de las Juventudes
Musicales de España, que por otra parte
acaba de ser nombrado miembro del Co-
mité Consultivo de la Música en las Co-
munidades Europeas.

Loewe, cursos
y conciertos
José García de Paredes La Fundación Loewe ha organizado un
curso de interpretación de Bach y
Schoenberg que correrá a cargo de la
Cada muerte es una mutilación que nos afecta a todos. La de un hombre con profesora Edith Picht-Axenfeld, notable
la personalidad humana y profesional de José García de Paredes, doblemente. pianista y organista, ganadora del Premio
Para la música española ha sido una de las peores noticias imaginables, porque Chopm en 1937 y disdpula de Rudolf Ser-
la realización de los mejores trabajos arquitectónicos destinados a ella en los últimos kin y Albert Schweitzer. El curso se dará
años han sido obra de este hombre singular. José Garcia de Paredes fue el creador como complemento al Concurso de Pia-
del Auditorio «Manuel de Falla» de Granada, del Auditorio Nacional de Madrid, del no Infanta Cristina y se desarrollará en-
Palau de la Música valenciana. Cuando muñó estaba trabajando en los proyectos de tre los días 7, 8 y 9 de mayo para Bach
los Auditorios de Murcia y Cuenca. y los cffas 10 y II para Schoenberg en el
Garcia de Paredes fue un gran arquitecto y además un amante apasionado de la Instituto Internacional de España, calle Mi-
música. Quizá ésa sea una de las claves que explica la alta calidad de sus trabajos. guel Ángel, 8, de Madrid. Al mismo tiem-
Teorizó sobre esa unión de música y espacio arquitectónico en su discurso de ingreso po la Fundación Loewe ha iniciado un
en la Academia de Bellas Artes. Primer Encuentro con jóvenes Artistas.
Un emotivo acto en el Auditorio Nacional fue el primer homenaje al ilustre falleci- que se inauguró el pasado día 13 de fe-
do. Un nombre, una obra, que quedará para siempre inextricablemente unido al de brero y concluirá el próximo día 22 de
la música española. mayo. Los conciertos irán acompañados
de otras actividades como exposiciones
de pintura y recitales de poetas |Óvenes.

Pavarotti: llegar, ver y vencer


La voluminosa humanidad de ese gran multitudinario en un lujoso hotel del cen-
cantante de Módena que se llama Lucia- tro de Madrid fue el punto culminante de
no Pavarotti aterrizó en Madrid en un una visita a España que llevó a cabo en-
avión particular para recibir el homenaje tre unas vacaciones y un viaje de trabajo
por todo un record de ventas: el del dis- a Asia, a Hong-Kong para ser más exac-
co Tuíto Pavarotti, producido por la fir- tos. Pavarotti se mostró simpático y co-
ma Decca. Pavarotti es una especie de municativo en sus encuentros con la
fuerza de la Naturaleza y que en España prensa y aunque no dijo —ni nadie lo
ha tenido un éxito que ha bordeado lo esperaba— cosas sensacionales, mostró
sensacional y lo inesperado: la venta de su respeto hacia sus colegas españoles —
su disco ha alcanzado los mas de trescien Kraus, Carreras. Domingo y sobre todo
tos mil ejemplares, lo cual bate cualquier Aragall. Recibió su disco de platino, son-
marca de difusión en nuestro país en el rió y gesticuló ante las cámaras, pero no
campo de la llamada música clásica. Pa- cantó. Lo cual, sin duda, habrá defrauda-
varotti -que dicho sea de paso está a do a algunos de sus incontables admi- Luitjf),

régimen— llegó, vio y venció. Un acto casi radores.

10 SCHFRZO
ACTUALIDAD

Concurso en Schveningen
SCHEVENINGEN

i INTiniiTIONAAl MIJ7IF1 CONCOUHS


INTERNÍTlíNAt MU5ICC0*IPETITI0«
COKCOUflS INTERNflTIONAI. DEHUSIOUE
INTERNATIOIUUH MUS*WCTTBfWERg

rVIOLIN-
Como cada año, intérpretes pvenes
del mundo entero tienen su cita en la
ciudad balneario holandesa de
Schvenmgen, donde se celebra un
concurso musical creado en 1948 por
el fallecido Anthony Adama Zi|lstra.
Este año el concurso —que se celebra
entre los días 25 de marzo y 5 de
abril— estará dedicado al violín: La
cuantía de los premios es de 25.000
florines el primer premio; 15.000 el
segundo; 10.000 el tercero; 5.000 el
cuarto, y 5.000 y 2.500 los dos
premios especiales. El |urado está
formado por una sene de
personalidades de relevancia
internacional, entre las que se cuentan
Wolfgang Schneiderhan. Max Rostal.
Hermán Krebbers, Ida Haendel, etc.

Los escrúpulos
Una noticia y algunos rumores de Rostropovich
Hombre pío el gran vio I o nc el lista so-
Un antiguo y estimado conocido nues- viético ha puesto el grito en el cielo al
tro, ese espléndido director de orquesta contemplar la versión cinematográfica de
que se llama Peter Maag, vuelve con fuer- la genial ópera de su paisano Modesto
za a los estudios de grabación. Ya hace Mussorgsky, Boris Godunov, cuya direc-
un tiempo firmó unas cuantas excelentes ción musical ha corrido a su cargo. Ros-
grabaciones para el sello Pickwick con su tropovich se ha sentido mortalmente
orquesta actual, la Sinfónica de Berna. dolido porque el director de la película,
Ahora ha firmado un contrato con la fir- el polaco Andrzej Zulawski, se ha permi-
ma británica Decca para grabar una in- tido ciertas licencias que él considera pun-
tegral de los Conciertos para vioiín y to menos que intolerables. ¿Cuáles? Por
orquesta de Mozart, acompañando ajos- e|emplo, menoscabar el honor del pue-
hua Bell. Y seguimos hablando de futu- blo ruso —encarnado en la ópera por el
ras grabaciones: la misma multinacional personaje del Inocente— haciéndole
del disco tiene en cartera un álbum de mear en un cubo ante una imagen de la
música de Falla, en el que al parecer se Virgen María; o presentar a ía hermosa
incluirían El amor brujo, El sombrero de dama a la que la célebre Galina Vichmes-
tres picos, el Concierto para clave y No- kaia (esposa, como se sabe, de Rostro-
ches en los jardines de España, los intér- povich) presta su voz en la película,
pretes serian Charles Dutoit y su exhibiendo sus apetecibles carnes y en-
orquesta, la Sinfónica de Montreal, que Charlea DtilO't tregándose a un desenfrenado erotismo.
visitó España hace unos años. En cuanto que circulan con insistencia en algunos am- En fin: un cúmulo de horrores para los
a rumores: se habla de ciertas dificulta- bientes. Lo que se puede decir con segu puritanos sentimientos de ruso ortodo-
des de dos grandes directores al frente ridad es que en Covent Garden se xo de Bostropovich, tan gran artista co-
de sus respectivos teatros de la ópera; respiran aires de una cierta crisis, a lo cual mo suspicaz ciudadano en las cosas que
seria ése el caso de Bernard Haitmk, ya no es ajena, ni mucho menos, la política atañen a la religión y al sexo. Qué le va-
definitivamente ale|ado de la que duran- cada vez más restrictiva de la célebre mos a hacer. Llevado a los tribunales el
te años fue su orquesta, la del Concert- Dama de Hierro, es decir, la divina Mar- asunta la primera sala del tribunal de gran
gebouw de Amsterdam, con la Royal garet Thatcher, la nnvia mundial de los instancia de París ha dictaminado que la
Opera House (Covent Garden), y Riccar- ultraconservadores, con su política de película lleve un texto de advertencia, in-
do Muti con la Scala de Milán. Por supues- constantes restricciones de subvenciones serto entre los títulos de crédito y las pri-
to son rumores sin confirmación, pero estatales para ía cultura. meras imágenes.

SCHERZO 11
ACTUALIDAD

Sinfónica de Madrid: En honor


seis programas a Mozart
Nueva edición de la Mozartiana
Odón Alonso con un programa bastan-
barcelonesa, organizada por las
te extraordinario —una selección de La
Joventuts Musicals de Catalunya,
verbena de la Paloma de Bretón más la
Xavier GüeN, al frente de la orquesta
Sinfonía Lenmgrado de 5hostakovich—
Solistes de Catalunya tendrá a su
inauguró en el Auditorio Nacional el Ci-
cargo todos los conciertos, que se
clo de conciertos de la Orquesta Sinfóni-
celebran entre el 17 de enero y el 4
ca de Madrid, futura titular del Teatro de
de junio, con la excepción de uno de
la Opera. Le seguirán C. Halffter —con
los programas, que dirigirá Choo
su Fandango para ocho violonchelos, la
Hoey. Como solistas un plantel de
Quinta Sinfonía de Tomás Marco y la Pri-
artistas de primera fila como los
mera de Mahler—. Manuel Galduf —con
pianistas Misha Dichter, Ingríd
obras de Palau, Julio Gómez y Rimsky
Haebler y Carme Vilá, las sopranos
Korsakof—, Max Bragado Darman —J, M.
Sumi Jo y Luciana Serra, y el flautista
O. Morales y Dante de Enrique
Jean-Pierre Rampal. Un festival
Granados—, José Ramón Encinar —Bre-
atractivo por su programación y por
tón. José LUÍS Turina y Liszt— y Rafael
la calidad de los artistas que en él
Frühbeck de Burgos, que dirigirá La in-
intervienen.
fancia de Cristo de Berlioz el día cuatro
de |umo, en un concierto en la Catedral
de San Isidro con el que culminará el cicla
Odón Alonso

La JONDE: concursos y conciertos


Convocado el tercer premio de Com-
posición de la Joven Orquesta Nacional
de España, una institución musical que se
ha convertido en una de las más prome-
tedoras y dinámicas del país. En esta edi-
ción el premio se desdobla en tres
modalidades: Sinfónico, que tendrá como
fecha tope en el plazo de admisión el 28
de marzo de 1990, con una cuantía eco-
nómica de un millón de pesetas para el
primer premio y de quinientas mil el ac-
césit; Sinfónico-Coral, cuyo plazo de pre-
sentación expira el 28 de febrero de 1991
y tiene la misma dotación; y de Opera
de Cámara, que será hasta el 28 de fe
brero del 92 y con una cuantía mayor que
los anteriores: un millón y medio en su
premio único. No existe límite de edad
para los concursantes, aunque el jurado
- citamos textualmente- «podrá esta-
blecer Menciones Especiales para aque- í dirwnd L olorrw ensayando tan te ¡ONDt
llas obras de compositores que no hayan
sobrepasado la edad de 35 años», Quien agosto), con Edmon Colomer al frente y torio habitual y muestran dos cualidades
desee más datos sobre el concursa diri- obras de Henze. Haydn y Hmdemith: por nada desdeñables: ambición y espíritu de
girse a la JONDE. Auditorio Nacional de Valencia (noviembre) con un programa innovación. Junto a esas actividades, con-
Música. Principe de Vergara. 136, 28002 que incluye a Martmu, Debussy y Stra- ciertos de grupos formados por ex-
Madrid. Por otra parte la orquesta tiene vmsky. Por otra parte, la JONDE dará el miembros de la JONDE (Atabal Percu-
ya en marcha su temporada de concier- concierto inaugural del I Festival Interna- sión, Grupo Manon, etc.). Encuentros, Ta-
tos, con actuaciones en Asturias —bajo cional de Primavera en Canarias, con Co- lleres (de música escénica, de
la dirección de Juan de Udaeta— con lomer, su titular, y un programa con obras Improvisión), conferencias, cursos espe-
obras de Darías, Mahler, Bernstein y Ra- de Bemaola, Bartok y Beno. Como se ve, ciales (Pedagogía de los instrumentos de
vel: por Galicia (en los meses de julio y programas que se alejan del gran reper- cuerda, Técnica Alexander).

12 SCHERZO
ACTUALIDAD

Veladas con Szymanowski


Echar un vistazo de vez en cuando a los programas del South
Bank Centre londinense siempre nos pone los dientes largos.
Londres sigue siendo la ciudad con la oferta cultural —no sólo
musical— más rica de Europa y posiblemente del mundo ente-
ro. Y lo que le pone los dientes aún más largos a uno es que
no se trata de un problema de fastuosos presupuestos para
montar grandes eventos de cara a la galería, sino que es resul-
tado de no mucho dinero pero maneado con esos ingredien-
tes tan poco frecuentes entre nosotros: modestia, eficacia y
sentido común. Hay muchas cosas para resaltar en el último
programa que ha caído en nuestras manos, pero tal vez lo más
destacable, por cuanto se trata de la recuperación plena de un
músico relativamente poco conocido en Europa Occidental, es
la sene de conciertos bajo el nombre de Poland s Last Roman-
tic. The Inspiration of Karol Szymanowski (excusamos la traduc-
ción porque parece innecesaria). Entre los meses de marzo y
el seis de junio en el Royal Festival Hall, Queen Elisábeth Hall
y la Purcell Room, se celebrarán conciertos sinfónicos y de cá-
mara de la obra del gran compositor polaco. El ciclo se inaugu-
rará con la versión de concierto de su maravillosa ópera El rey
Roger, bap la dirección de Andrew Davis, y finalizará con un
Concierto de la Philharmoma, dirigida por el excelente músico
que es el checoslovaco Libor Pesek. que interpretará la Cuarta
Sinfonía para piano y orquesta, con Janina Fialkowska como so-
lista. Y en medio ciclos de canciones, obras para piano, para
cuarteto de cuerda, sinfonías, conciertos, etc. Si tienen unos
duros de sobra y van a Londres en primavera no se lo pierdan.

Masur para
presidente Siempre
La situación en los países del Este de
Europa evoluciona contradictoriamente
y a ritmo vertiginoso. Los intelectuales, Beethoven
esos señores que empezaron a dejar Andrés Ruiz Tarazona dirige el ciclo
oír su voz en la política europea a Beethoven, genio del arte musical que
partir del celebérrimo afíaire con patrocinio de Mare Nostrum se
Dreyfus, están desempeñando unos está celebrando en el Aula que lleva el
papeles en la vida de sus respectivos nombre de esta firma en el número I
países que rebasan el marco de su del madrileño Paseo de la Castellana.
dedicación profesional y van mucho En el ciclo se incluyen una serie de
más allá. Tal es el caso de obras camerísticas del compositor
Checoslovaquia, donde un conocido —sonatas para piano, para violín y
escritor ha asumido la presidencia de piano, para cello y piano, tríos,
(a recién reinstaurada república. Y cuartetos, las Danzas alemanas, la
ahora algo similar puede ocurrir en la Gran Fuga y el Septimino. El primer
RDA. si es que ésta no es simplemente concierto estuvo a cargo de Cristina
absorbida por Alemania Occidental. Bruno y el segundo del violinista
Ya hemos hablado del papel que un Pedro León y del pianista Julián López
gran director. Kurt Masur, ha Gimeno. Los siguientes contarán con la
desempeñado en el proceso de colaboración de Rafael Ramos. |osep
democratización de Alemania Oriental. Colom, Víctor Ardelean. Paul
Pues bien, ahora parece que hay una Fnedhoff, Almudena Cano, el
fuerte corriente de opinión que quiere Cuarteto Arcana y el Ensamble de
llevar al director de la Gewandhaus de Madrid. El ciclo concluirá el día 20 de
Leipzig a la presidencia de la república junio con la actuación de este último
—si es que esa república subsiste, con] unto.

SCHERZO 13
ACTUALIDAD

Kubelik vuelve a casa


Rafael Kubelik estaba en Gran Bretaña, El retorno de la democracia a Checoes-
dirigiendo en Glyndebourne Don Giovan- lovaquia después de la experiencia frus-
m, cuando se produjo lo que ha sido his- trada por la intervención de las trapas del
tóricamente llamado el golpe de Praga. Pacto de Varsovia en 1968, y ha servido
es decir, la toma del poder por parte del para que el veterano y gran director vuel-
PC checoeslovaco, que no satisfecho con va a casa con todos los honores. Tanto
haber conseguido en las urnas un 38 por es así que en (a próxima edición del in-
ciento de los sufragios en las ultimas elec- ternacionalmente famoso festival de la
ciones democráticas celebradas en el país, Primavera de Praga, que se inaugura
forzó las cosas, fiel a la política estalmista siempre con la actuación de la Filarmó-
de hechos consumados. I4ibelik no vol- nica Checa interpretando Ma Vlást de Be-
vió nunca más a su país de origen y se dnch Smetana. este año el concierto
exilió, primero a los EE.UU.. luego a Ho- correrá a cargo de Kubelik. como hace
landa, a Gran Bretaña y a Alemania Oc- exactamente cuarenta y cuatro años,
cidental, consiguiendo la reputación cuando se inició el citado festival. El cual,
internacional de todos sabida. Retirado por otra parte, se cierra con la interpre-
de la dirección de orquesta y dedicado tación de la Novena Sinfonía de Beetho-
en su lugar de residencia, Suiza, a la com- ven. que este año correrá a cargo de otro
posición, Kubelik había anunciado última- grande. Nada menos que Leonard
mente que realizaría algunos video-disc. Bernstein.
Rabel Kubelik

La II Bienal de Munich
Un gran compositor contemporáneo.
Hans Werner Henze, ha fundado y diri-
ge actualmente uno de los festivales mu-
sicales más atractivos que se pueden
encontrar hoy en el panorama europeo:
se trata de la Bienal de Munich, cuya se-
gunda edición se celebrará este año de
1990. Los organizadores del festival son
el Servicio Cultural de la Ciudad de Mu-
nich y el Spielmotor Múnchen e.v. La Bie-
nal se celebrará entre el 25 de abril y el
17 de mayo y en ella estarán presentes
compositores de la República Papular
China, Francia, Gran Bretaña, Hungría,
USA. Israel, URSS y la República Federal
Alemana. Presentado como «festival in-
ternacional del nuevo teatro musical»
- cuya primera edición es de 1988—, en
la programación se incluyen cinco gran-
des producciones y seis más pequeñas,
amén de cinco conciertos sinfónicos y un
concierto coral. El propósito de la Bienal
—que se sitúa gustosamente en la estela
de los conciertos de Música VIVÍ, crea-
dos por otro gran compositor, Karl-
Amadeus Hartmann. que contribuyeron Haní Werne' Hemr
de modo decisivo al relanzamiento de la
vanguardia musical alemana tras el público más importante, más consciente tos del Extremo Oriente». En los
nazismo— es sumamente ambicioso. En y ávido de novedades. El abanico que se conciertos sinfónicos participarán, entre
palabras de los organizadores »se trata de está constituyendo va desde místenos otros, Beño al frente de la Filarmónica de
facilitar el camino a los jóvenes poetas y hasta opera jazz metropolitana, de tragi- Munich, con un programa de obras su-
compositores hacia su manera de expre- comedias magiares y psicodramas hasta yas y de Maderna, y nuestro compatrio-
sión personal con la ayuda del teatro y la comedia social franco-a I emana, del es- ta Arturo Tamayo, con la Orquesta
ganar para la música contemporánea un pectáculo de funámbulos hasta los cuen- Filarmónica de la Juventud Alemana.

14 SCHERZO
ACTUALIDAD

Si vas a París
papá...
París sigue siendo Paris, se diga lo que
se diga. Echar un vistazo a su
cartelera de espectáculos sigue siendo
reconfortante... para quienes puedan
permitirse el lujo de hacer una
escapada a la en su día llamada
Ciudad Luz. En París tal vez no tengan
la vida musical de Londres, por
ejemplo, pero no se lo pasan mal del
todo. Si no echen un vistazo a la
cartelera del Chatelet para los
próximos meses. Si buscan ópera se
encontrarán con acontecimientos
como unos Maestros cantores de
Richard Wagner con Lucia Popp y jóse
van Dam. más la Orquesta Filarmónica
de Radio Francia, dirigida por Marek
Janowski. O un Malade Imaginatre
(comedia en la que se mezclan música
la Puerto de BrandemOurgo en Berlín y danza, como dice su subtítulo) de
Fiesti en
Moliere y Charpentier, con dirección
musical de William Christie. O un
Moses und Aron de Arnold
Schoenberg — ¡qué todavía no se ha

Bernstein en Berlín estrenado en Madrid!— donde el


mismo Janowski dirige a Theo Adam y
a Wolfgang Neumann en los papeles
Leonard Bernstein es un hombre de un concierto dado por el gran principales. Y dos Mozart
reconocida conciencia cívica. Tanto es director en una iglesia neoyorquina relativamente poco frecuentados
así que durante el maccarthismo la para pedir el fin de la intervención dirigidos por John Eliot Gardmer:
mquisión senatorial norteamericana norteamericana en Vietnam. Ahora Idomeneo y La demenza di Tito. En
desencadenó contra él sus iras por sus acaba de aparecer un disco con la otras manifestaciones pueden escuchar
conocidas posiciones de izquierda. Novena Sinfonía de Beethoven. a fbgorelich, al Cuarteto Alban Berg
Bernstein fue amigo, por ejemplo, del procedente de otra grabación en vivo interpretando a Smetana, Mozart y
maestro de la novela negra de un concierto para celebrar la caida Lutoslawski, al trío formado por Isaac
norteamericana, Dashíell Hammett, del muro de Berlin. Bernstein contó Stern, Yo Yo Ma y Emanuel Ax con
que sufrió un año de cárcel por con un conjunto orquestal excepcional obras de Brahms, Shostacovich y
negarse a declarar ante el tristemente formado por miembros de la Beethoven. al ya citado Janowski que
célebre Comité de Actividades Staatskapelle Dresden, la Orquesta del sigue su ciclo de las Sinfonías de
Antiamencanas y fue, además, una de Teatro Kirov de Leningrado, la London Bruckner —trufado, por cierta con
las escasas personas famosas que Symphony, la Filarmónica de Nueva obras de Berg y de Schoenberg— y
asistió al entierro del gran novelista. York y la Orquesta de Paris. Los un ciclo titulado La Europa musical, en
Durante la guerra de Vietnam. solistas fueron June Anderson, Sarah el que intervienen con|untos Como
Bernstein apostó valientemente por la Walker, Klaus Koenmg y Jan-Hendrik The Academy of Ancient Music, The
retirada de las tropas norteamericanas Rootenng. Un bello documento Sixteen, el Concentus Musicus de
de aquel país y por la paz. Un artístico de un músico extraordinario Viena, Les Arts Flonssants. la
conmovedor testimonio de su actitud que es también un luchador por la Orquesta de Cámara Checoeslovaca y
lo constituye una hermosa grabación paz. solistas y directores como Kenneth
de la Misa m tempore belli de Hydn, Gilbert, Hamoncourt. Rílling, Lazar
que estuvo en el catálogo de CBS. y Berman, Hogwood. etc. ¿No está mal.
que recogía una grabación en vivo de verdad?

SCHERZO 15
ACTUALIDAD

VALENCIA

Spivakov, siempre bien recibido Beethoven modélico


Valencia- Palau de ía Mústca. 4 de febrero de 1990. Gubaidulma Las siete palabras, para vwloncello. bayan Vileneii. Palau de la Musita 14-1-90 Beetrioven Ober
cuerda' Bruten Las Iluminaciones para rerior y cuerda. Op IS. Schuberi Sinfonía n.° 5, en Si bemol mayoi i^ita Fidelio'Cuarta Sinfonía Glazunov Conoerlo pa-
D. 485. Fnedrich Lips (bayan). Mihail Milrmn (cello). Neil Mackie (ten.). Virtuosos de Moscú. Director" Vladtrrn ra violin y orquesta Ríjussel1 Suite n ° de ¿tacdrus e\
Spivakov Anane. Ingolf Turban, v^olin Orquesta Nacional de
Francia Director Lorm Maazel

Como excelente violi- La Cuarta de Beethoven, de Lorm Maa-


nista y director de sus zel. fue. por su naturalidad y solidez in-
Virtuosos, Spivakov se ha terpretativas, modélica. Una de las
convertido ya en un ha- meiores que recuerdo desde hace tiem-
bitual para el público va- po (y llamo, de paso, la atención hacia la
lenciano, que siempre le excelente Cuarta grabada por Hogwood).
ha recibido con gran en- La Orquesta Nacional de Francia se mos-
tusiasmo. Esta vez en tró en el Palau de Valencia en espléndi-
principio sólo venia co- do momento, con homogénea calidad en
mo director, faceta en la todas sus secciones, si exceptuamos algu-
que ha conseguido hacer nas imprecisiones de las trompas en am-
de su orquesta un instru- bas obras de Beethoven. La Obertura de
mento tan obediente a él Fidelio fue buena sin más. Pero en la
como acaso sólo pueda Cuarta Maazel volvió a confirmar su
serlo su violin. En tal sen- asombrosa capacidad técnica y su solidez
tido, tampoco esta vez y elegancia en la exposición. Todo movi-
defraudó. miento, tanto de la batuta como de la
Dicho esto, y como mano izquierda, jamás es gratuito. Hay
una cosa no quita la otra, una aparente libertad de compás, pero
la verdad es que no nos una imperiosa exigencia manifestada en
gustó su Schubert, mejor los momentos esenciales de cada pasaje,
dicho, la concepción de en los que la Orquesta se pliega a la per-
Schubert que expuso. Si, fección. Sobre estos puntos esenciales
como muy bien dice An- despliega Maazel un discurso tenso, sin
drés Ruiz Tarazona en el efectos espectaculares, contenido y refi-
programa de mano ci- nado: vibrato íntimo en el Adagio, cor-
tando a Stefan Kunze. la dialidad en el tercer movimiento, energía
Quinta de Schubert es sin estrépito en el Allegro final. Exacta-
un «homenaje a Schu- mente, hay en Maazel una inteligencia y
bert» o nMozart a la ma- una experiencia enorme (¡qué bien con-
nera de S c h u b e r u , tuvo a los metales, adecuado a la pecu-
cabría lógicamente esperar que se inter- que afronta esta obra, por ejemplo, Ro- liar acústica del Palau!). que no necesita
pretara un oSchubert a la manera de Mo- bert Tear. El concierto se había abierto estrépitos en ningún sentido. La impor-
zart». Pues bien, nada de esto se vio en con una muestra de arrojo bien entendi- tancia de Maazel, los muchos aciertos de
la trepidante interpretación de los mos- do con que. acierte o no, pero siempre su amplia discografía son bien conocidos
covitas. Especialmente errónea nos pare- puramente con la música como norte, y, sin embargo, ante el gran público qui-
ció la elección del tempo en el primer aborda Spivakov su trabajo: una obra re- zá no tenga esa aureola mística ni el to-
movimiento, allegro, quizá aún más rápi- ciente (¡982) de una compositora sovié- no a veces estridente de un Mehta.
do que el allegro vivace final, sin dejar tica que anadia a su vanguardismo la La brillantez de la Su/fe de Roussel fue
apenas huecos para los acentos y suspi- novedad del acordeón cromático ruso. sutil y de timbres puros, stravinshana en
ros prescritos en la partitura. Los aficio- manos de Maazel, nunca estridente. El
nados asiduos aún recordarán la gracia Concierto de Glazunov. aparte de su
con que, salvando las diferencias de ins- Propinas agradable melodismo, sólo podía propor-
trumenta presentó hace unos pocos años cionar al solista la exhibición de un buen
esta obra Eduardo Cifré al frente de la Como propinas, el final de la Sinfonía sonido redondo. Singular resultó la ver-
Orquesta Municipal. n.° 2-? de Mozart. esta vez sí con un ri- sión del Preludio de La Artesiana, lejos de
gor muy oportuno, una muestra frivola, todo aire ma|estuoso o solemne, que ha-
pero siempre valiosa, del sonido que es- bitualmente lo acompaña. Maazel, con un
La música como norte te gran intérprete obtiene de su violin, tempo rápido y una expresión luminosa
y finalmente un afarde de cohesión or- y cortante, pareció ofrecer una declara-
Fbr lo demás, la orquesta prestó un questal en la fblca de Shostakovich. £1 pú- ción, como un Bizet leido desde el diti-
acompañamiento exquisito a un tenor blico aplaudió todo con la generosidad rambo nietzscheano, de exaltación del
muy en la linea de los cantantes británi- acostumbrada por estos pagos. Sur.
cos bnttenistas. subgrupo de los delicio-
sos, esto es, lejos de la agresividad con Alfredo Brotóns Muñoz B.C.

16 SCHERZO
{ACTUALIDAD

Lección pedagógica Obertura lírica para el 92


VUenoa. Palau de la Música. 9 II 90 F Boietóieu Ober La obertura lírica para el 92 consiste en nes de Tosti. muy bien matizadas. A par-
lura de La d¡me Minche, Beethovm Concertó para cinco recitales de canto programados por
pierio y orqueste n.° I, Berhoz. 5mfonia Fantástica. In-
tir del Fblo de Falla la voz tuvo la frescura
gnd Haebler piano Orquesta Municipal de Valencia. el Palau aparte del ciclo habitual de con- que siempre le ha caracterizado y en las
Directar |ean Fournel ciertos. Como su propio nombre indica, canciones de Puccmi logró momentos ex-
es una promesa de una futura tempora- celentes, sobre todo en Mentí alfavviso.
Tercer concierto de la Orquesta Muni- da lírica, por fin. amplia e importante en
cipal en el presente año. Interesante y esa solemne tierra de promisión del 92.
Segundo recital
convincente. Más aún si se piensa en una Tendremos tiempo, pues, de hablar con
condición al margen, pero influyente: el detalle del proyecto Las Cuatro Estacio- El segundo recital, acompañado por la
día anterior hablamos vivido la imponen- nes, que intentará convertir a Valencia en Orquesta Municipal, dirigida por Manuel
te experiencia del recital de Sviatoslav el centro musical del fastuoso año. De Galduf, ofreció un bello programa ope-
Richter. La magnifica mozartiana Ingrid rístico Isabel Rey, la joven soprano valen-
Haebler ya nos había ofrecida en una an- ciana, confirmó las expectativas que
terior visita a Valencia, un recital de so- despierta como futura primera figura,
natas de Beethoven, idiomáticas pero particularmente en el Caro Nome, en el
tocadas por la peculiar aura mozartiana dúo de Rigoíetto, ¡Figlia! mío padre y en
de la pianística. No es casualidad que el ana de Lakmé, en la que logró preci-
Haebler escogiera para este concierto el siones en el sobreagudo a lo Mado Ro-
Primero para piano de Beethoven. con bín. El registro agudo ha ganado en fuerza
su indiscutible referencia mozartiana. La y tiene una pureza admirable, aunque en
belleza del sonido, la claridad y el buen el registro medio, aparte de una solidez
gusto del fraseo de Haebler. siempre pre- todavía en evolución, le falte un acento
sentes, se complacieron tanto en poner expresivo que seguramente potenciará en
de relieve la personalidad de la obra de escena. El bajo Miguel Ángel Zapater
Beethoven como la gracia mozartiana que abordó arias de La juive, Simón Bocea-
!a recorre. Aqui la fuerza de Beethoven negra, I Vespri Siciliani, con voz interesan-
obedece, como los momentos más dra- te, todavía falta de la necesaria proyección
máticos y violentos de Mozart, a esa in- sonora. Juan Fbns, siempre intencionado
dicación tan hondamente mozartiana en su interpretación, exhibió sólida expe-
«con violenza gentile* (un afortunado ver- riencia, su timbre no siempre grato, y des-
so de Ungaretti). Asi lo entendió la pia- tacó en Di Provenza il mar y el dúo de
nista en el Allegro con brío: siguió con un La Forza, Invano, Alvaro, ti celasti con An-
impecable Largo, esta vez con una or- tonio Ordóñez. El tenor sigue despertan-
questa contenida y no dormida, y con un momento, la prometida formación de un do interés por tratarse de un spinto, hoy
rondó final equilibrado (piano-orquesta), taller de ópera parece que ha sido revo- raro, con resonancias dramáticas (hubo
bajo la dirección de Fburnet. cada incomprensiblemente. Por ahora, el momentos en que me recordó a Core-
Palau corrige con estos recitales líricos una lli), y porque ha refinado su fraseo, con
carencia desde su inauguración, compen- uso de reguladores y medias voces. Creo
Sinfonía fantástica sada por la excelente serie de cantantes que para su futuro le convendría aiustar
que ha programado la Sociedad Filarmó- su gama expresiva (dosificar los esfuerzos
|ean Fournet dio una de esas lecciones nica en los últimos años. Los más recien- extremos, sean medias voces o tensos
de tono pedagógico en su forma de ex- tes han sido los recitales de Lucia Popp agudos de pecho). Cantó muy bien el dúo
poner, de oficio y experiencia en las obras y de Thomas Quasthoff, éste con Wtn- de La Forza. La Orquesta no siempre
francesas. En la obertura de La dame terreise. El ciclo de la Obertura linca lo acompañó a los cantantes, como última-
blanche. pieza en la que. pese al propósi- abrió |osé Carreras con enorme expec- mente sí lo ha hecho cuando ha actuado
to de independencia del compositor, si- tación y éxito Resumiendo virtudes e in- en foso. El tercer recital a cargo de Tere-
guen asomando gestos rossimanos. Y en suficiencias hay que señalar que Carrera; sa Berganza merece un comentario apar-
la Sinfonía fantástica, que Fournet logró demostró, tras el forzoso descanso de su te y más extenso Sólo señalaré que en
extraer de la orquesta con notable natu- voz, una mayor inteligencia en el manejo esta ocasión, en el Palau de Valencia, la
ralidad. Sin caídas de tono y sin cumbres de sus medios, evitando, por una parte, cantante estuvo en estado de gracia, so-
excelsas, la obra tuvo unidad, no va por mantener la tensión en el agudo (que si- bre todo en las siete propinas del final.
el conocido tema que la sustenta, sino gue forzado a partir del paso) y logran- En Pergolesi. Rossini (muy bien en la difí-
por la facihdd con la que fue desarrolla- do bellísimas y auténticas medias voces cil cantata Giovanna dArco y perfecta en
da acorde a las posibilidades de ta Or- y pianísimos, matizando más su fraseo de Di tanti palpiti), Bizet, Strauss, Rodrigo.
questa. En esta ocasión toda la sección indiscutible musicalidad. La voz. en prin- Respighi, Offenbach, Bizet, Falla y en las
de viento tuvo control y corrección, los cipio, ha perdido mordente, esa lumino- piezas de La Gran Vía y La Tempranica,
acordes de los timbales, regulación y al- sidad tímbrica en el registro central de dio fundamentalmente una lección esti-
gunas excelentes intervenciones solistas: antaño, aunque a medida que progresó lística Los recitales previstos de Paata
•el corno inglés en el Adagio, el oboe, el el concierto llegó a recuperarlos notable- Burchuladze y de Montserrat Caballé ce-
fagot y el clarinete. mente. Me pareció destacado en el Pie- rrarán este ciclo lírico.
tá Stgnore de Stradella, contrastado y
B.C. efusivo: en Massenet y en algunas cancio- Blas Cortés

SCHERZO 17
ACTUALIDAD

CANARIAS

De sorpresa en sorpresa
VI Festival d« Cuianas Tenerife, sala Teobaldo Power ción de continuidad, comienza allí don-
de La Orotava Orquesta Filarmónica Checa Direc- de acaba su Cuarta, en la referencia que
tores 1 V. Neumann y J. Behlolavek O b r u de Mahler.
Marco, Tthaikovsky y Janacek. 26 y 27 de enero el compositor madrileño hacía a la cabe-
cera del Zaratustra de Richard Strauss.
Sin duda, los dos conciertos de la Or- Transparente y bien construida timbrica-
questa Filarmónica Checa se nos presen mente, la partitura funciona de principio
taban entre lo más granado de la última a fin sin que se produzcan momentos va-
edición del Festival Internacional de Mú cíos ni excesos gratuitos. Tampoco Mar-
sica de Cananas, que se ha celebrado en- co busca el lucimiento fácil ni se complica
tre el 7 de enero y el 4 de febrero en Las la vida con formas o contenidos comple-
Palmas de Gran Canana y en La Orota- jos. Estamos ante una obra clara y direc-
va de Tenerife y cuya inauguración ya fue ta, comunicativa y rica en claroscuros e
comentada en el último número de imágenes. Al igual que ocurriera con Pul-
SCHERZO. La indudable categoría de una sar. Espacio quebrado o la Cuarta Sinfo-
de las orquestas más reputadas y con ma- nía, la Quinta es una partitura en la que
yor tradición en Europa, la presencia en Marco explora lo que él denomina «Mo-
uno de sus programas del viejo Neumann delos cosmológicos». Según explicación
como director en la Tercera de Mahler del propio compositor, para su compo-
y el estreno mundial en el otro de una sición ha utilizado vanas teorías sobre el
nueva sinfonía, la Quinta, del compositor universo -teoría de Hawking— a la ho-
madrileño Tomás Marco, justificaban con ra de construir los siete movimientos que
razón la enorme expectación desperta- le dan forma y que representan cada una
da entre el público y los diferentes me- de las siete islas en sus nombres origina-
dios de comunicación canarios les: «La sinfonia va así de lo universal a
Evidentemente, ninguna de las tres pre- lo canario en una constante dialéctica».
misas defraudó al auditorio, aunque des- La obra se nos presenta como un gran
cartaría el descubrimiento de una cuarta ostinato rítmico claramente diferenciado
no incluida en un principio, y que de nin- en siete bloques que están ligados entre
guna manera sería justo no destacar. Se sí mediante una referencia irónica del tim-
trata de la buena impresión que nos cau- bal a las cuatro primeras notas de la Quin-
só el ¡oven director checo jin Behlolavek, ta de Beethoven. En cada uno de estos
en la actualidad titular de la Orquesta Sin- movimientos o bloques sonoros. Marco
fónica de Praga, la segunda más impor- \foctev Neuinann utiliza un proceso de tensión-relajación de
tante del país, y a partir de la próxima la música, a veces impregnado de un rit-
temporada máximo responsable de la le- mente bella, aunque posiblemente su te- mo titánico —quinto movimiento—, otras
gendaria centuria checa en sustitución de situra se acomodaria mejor al Urlicht de algo más complejo —sexto—, de gran li-
Vaclav Neumann, que se jubila. A sus 44 la Segunda que al delicado y tierno lied rismo —cuarto— o danzable —comienzo
años, Behlolavek se perfila como un di- con texto de Nietzsche que Mahler in- del séptimo—. A lo largo de la obra, To-
rector sólido, poseedor de una buena téc- cluyó en su Tercera. Tan sólo discreto el más Marco huye de hacer cualquier re-
nica de dirección y excelente musicalidad. coro femenino de la Filarmónica Checa. ferencia al folclore canario. En definitiva,
Su versión del Taras Bulba de Janacek fue En fin, un Mahler muy por debaio de lo creo sinceramente que el compositor ma-
sin lugar a dudas lo mejor que se oyó en que otras veces hemos podido degustar drileño ha realizado uno de sus me(ores
esta nueva visita del conjunto checo al fes- en estos intérpretes, no sólo a través de! trabajos sinfónicos de los últimos años y
tival canario. Con Behlolavek, la Filarmó- disco, que poseen uno de los mejores y así también lo entendió el público asisten-
nica Checa volvió a sonar con la habitual más interesantes ciclos grabados, sino te en la sala Teobaldo Ftawer de La Oro-
plenitud y empaste de siempre, y que sin también en vivo. No obstante, debe que- tava. que le dispensó una de las mayores
embargo en el Mahler del día anterior - dar claro que estuvimos ante un Mahler ovaciones que nunca antes pude oir al
precisamente con Neumann- echamos de muchos kilates y, en cualquier caso, término de un estreno contemporáneo.
un poco de menos. Sólo el adagio final muy difícil de escuchar en concierto asi. Tomás Marco se vio obligado a saludar
de la Tercera tuvo carácter de excepción Sin embargo, uno de los sucesos más en numerosas ocasiones, al igual que Jiri
en manos de ese gran mahlenano que se esperados, no sólo de estos conciertos, Behlolavek, el otro gran triunfador de la
llama Vaclav Neumann. El resto, aunque sino de la presente edición del festival, era noche. El presente programa se comple-
bien planificado, tuvo una ejecución de- el estreno mundial de la primera obra en- tó con unas rutinarias Variaciones roco-
sigual por parte de la orquesta, muy in- cargo que realizó el certamen musical ca- có de Tchaikovsky, servidas de manera
segura en los metales y las maderas, y una nario a un compositor en activo. Se trata poco convincente por el |oven cellista che-
lectura carente de tensión y contrastes de la Quinta Sinfonía. «Modelos de Uni- co Daniel Veis.
por parte de Neumann. Muy bien la in- verso», de Tomás Marco. La nueva obra,
tervención de la contralto holandesa Jard de poco más de 30 minutos de duración
van Ness, que lucio una voz oscura real- Antonio Moral
y escrita en siete movimientos sin solu-

18 SCHERZO
ACTUALIDAD

VALLADOUD

Zimerman o la genialidad humanizada


Vallidolid. Teatro Lope de Vega I diciembre 1989. Schubert. 4 Impromptus Op ¡42 (D. 935). Debussy. 6 Prelu tual sin pruritos de progresismo vanguar-
dios del bbro II. Bacewicz. 5on¿¡¿ II. Asociación Cultural Salzburgo (con el patrocinio de la ¡unta de Castra
y León y la colaboración de El Corte Ingles. Caía Salamanca y Hazen).
dista mane, y, sobre todo. 5eis Preludios
del libro II de Debussy, no sólo rompie-
Que el aficionado asistente a este reci- promptu en fa menor, hasta la viveza ron la idea de un Zimerman insuperable
tal iba a ser testigo de un acontecimien- expresiva y contagiosa del último fen es- (aunque insistente) en Chopm. sino que
to musical difícilmente repetible, era algo ta misma tonalidad) en un Allegro Scher- materialmente levantaron al público de
que se percibía en el ambiente antes de zando difícilmente igual a ble. sus asientos: humor, irania, sensaciones,
comenzar el concierto: desde aquella tar- impresiones; música de agua en Ondme
de memorable en el Teatro Real de Ma- No obstante la profundidad de la lec- y explosión de luz en Feux d artífice; pin-
drid, actuando con la Filarmónica de tura y la perfección de la ejecución en tura que se hace música y música que
Viena y la dirección de Bernstein («vie- Schubert, fue para muchos asistentes la consigue hacer por unos momentos in-
nen a ver a la Filarmónica pero va a ser segunda parte del recital todo un descu- necesaria la pintura...: todo surge de las
Zimerman quien va a impresionarles», ha- brimiento de una dimensión del Zimer- manos de Zimerman natural, exacto, con
bía dicho el polémico director), cualquier man menos conocido y que tuviera el 18 un virtuosismo que humaniza y hace cá-
persona medianamente culta sabe perfec- de agosto del 88, en el Festival de Salz- lida la técnica y una genialidad sin estri-
tamente quién es Krystian Zimerman y burgo, en el estreno del Concierto para dencias al servicio de la belleza
la posición que ocupa la genialidad de sus piano de Lutoslawski —encargo del humanizada.
versiones en la primera línea del panora- Festival— dirigido por el mismo compo- Dos Mazurkas de Chopin, fuera de
ma de la interpretación pianística, excep- sitor y compartiendo programa con programa, fueron la última causa del fi-
cional, por otra parte, en estos Anne-Sophie Mutter, uno de sus momen- nal apoteósico de este recital difícilmen-
momentos en los que brilla por derecho tos más significativos: una sonata de la te olvidable.
propio toda una constelación de grandes compositora polaca contemporánea
nombres. Pero en este panorama excep- Grazyna Bacewicz, leída en su diseño ac- j.A. Nieto de Miguel
cional la genialidad de Zimerman tiene
una dimensión diferente: los parámetros
de humanidad en que se mueve son una
nota tan característica que hace que su
personalidad arrolladora se imponga en-
tre el auditorio como algo natural, no hi-
riente, cercana y cálida. Y el resultado es
sorprendente: la empatia entre público
y artista es al mismo tiempo causa y efec
to de un éxito que se agiganta por la en-
trega total de la genialidad de! pianista y
la satisfacción sin limites del auditorio.
Ocupaban la primera parte del progra-
ma los Cuatro Impromptus del Opus 142
(935 en el Catálogo Temático de O.E.
Deutsch). Estas cuatro delicias de Schu-
bert. de cuya dificultad ya se había he-
cho eco en su momento el editor Schott
por su brevedad y tonalidades no fáciles,
rezuman una belleza sublime escondida
en los estratos preacústicos y que sólo la
profundidad de estudio de ¡os géneros ro-
mánticos, en los que Zimerman es un
auténtico fuera de serie —no hay que ol-
vidar ni su origen, ni su triunfo clamoro-
so en su momento en el Concurso
Chopm, ni su amistad ennquecedora con
Rubmstein, el otro genio polaco conoce-
dor medular de la obra del romántico por
excelencia—, puede hacer audibles. Y si
versiones como las de Kempff. Tan, Radu
Lupu, Haebler o Badura-Skoda pueden
resultar convincentes, Zimerman descu-
brió un Schubert sorprendente e inédi-
to, cuya humanidad gigantesca conectaba
con el genio del pianista y afloraba apa-
bullante desde la nostalgia del Primer Im-

SCHERZO 19
AUDITORIO NACIONAL Día 22 d e Mayo d e 1990
PROGRAMAN.^
Día 27 d e Marzo d e 1990 Director: JOSÉ RAMÓN ENCINAR
5
PROGRAMAN. 3 I
Director MANUEL GALDUF Escenas andaluzas T.Bmn
Mareta; Sonata
i
Coocierlo para viobn y orquesta J.LTuma
Marcha Burlesca M.Paba
Soleta: Víctor Marín'
SuiteenLa, M. F. 16 J. Gómez
Preludio; intermedio; Canción Popular, FnL D m
Feslklange (poema sinfónico) S, I F.Usd
II
Shehereíade (ante sinlbnica)
Op.35 N.A.Rñníiiy-KMsakoy
B mar \ h na te de Sentad: H roen» det prócipe Kaknder.
Ojoten principe y h joven princesa Fiesta en Bagdad £1 mar. IGLESIA CATEDRAL DE
U Sin se estittía contri te mas magnéticas
Día 2 5 d e Abril d e 1 9 9 0 SAN ISIDRO
6
PROGRAMAN. 4 (Entrada Libre)
Director: MAX BRAGADO DARMAN
Dfi 4 d e Junio d e 1 9 9 1
I 9
PROGRAMAN. 6
España (obertura) J.M.O.Morate Director: RAFAEL FRUHBECK DE BURGOS
(Solista a deternÉi»)
Las Bodas de Camacto (Svüe dd balel) J. M. 0. Morales
La infancia de Crista (Trilogía sagrada)
II Op.25 H.Berfaz
Danle {poema sinfónico) Op. 21 E. Granados EJsuet>o<klierodes:LíhukiiiEgipiKÍAlkgidiiS»is
(Solista i determinar) Sofistas a determinar. Coral de Cámara de la Coaunidid de Madrid
ÍAtnú de Dme y VirgHota ttmñemo: Pauto v Fratasa Director Migad Graba
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ACTUALIDAD

LICEO

Agravio escénico
La sugestión
de los bises Barcelona. Gran Teatre del Liceu. 5. 8 y 16 de enere de [990. Manon Lemáut de Giacomo Puccirii, Mirella
FrFru. Peler Dvorsky, Enríe Serra, Alfredo Manotti y losé Ffjjiz. Escenografía y vestuario: Maunzio Baló, njeva
producción del Uceo, i o n dirección de escena de Lorenzo Marianí Orquesta y Coro del Gran Tealre del Liceu
Dirección del coro: Romano Gandoffi y Vittono Srcuri Oreclor: Silvio Varvisa
Barcelona. Gran Teatro del Liceo. 15-1-90 Alfredo
Kraus. tenor Edefmrro Arnaltes. piano. Obras de Mas
sene!, Duparc Bizet. Tosti, Falla. Mompou. Qlaño, Tu- non tuvo las grandes cualidades
rma y O b r a d o r . de la cantante, su estilo depu-
rado, su voz inmaculada, el sa-
Un recital del tenor canario siempre ber estar en escena en todo
tiene un gran aliciente, máxime cuando momento y ese fraseo delicado,
no está prevista su actuación próxima- pero a la vez intenso, dentro de
mente en el Liceo a pesar de sus éxitos las características de su voz, que
recientes. El plantear dicho recital con la hacen una intérprete excep-
canciones tiene la ventaja de poder oir cional. Interesante su primer ac-
al artista en otra faceta y, como era lógi- to, en el que aparecía inocente
co, Kraus volvió a demostrar sus grandes y juguetona: más hecha en el se-
cualidades, que fueron m crescendo a me- gundo, donde cantó de forma
dida que transcurría el recital, en cuya pri- admirable In quelle trine mor-
mera parte pudimos oír Elegie y Ouvre bide, para dar la fuerza necesa-
tes yeux bleus de Massenet, L'invitation ria en los postreros actos, rfeter
au voyage de Duparc y La chanson du fou Dvorsky cantó en el Liceo un
y Ouvre ton coeurde Bizet, donde Kraus único Edgardo, y los que tuvi-
corroboró su gran integración con la mú- mos la suerte de oírlo queda-
sica francesa, de la que siempre se ha de- mos entusiasmados por su bello
mostrado exquisito intérprete. La primera y potente timbre vocal; poste-
parte del recital acabó con cuatro can- nrmente, el tenor ha ido am-
ciones de Tosti: Segreto, lo vogho amar- pliando su repertorio a obras
ti. Tormento y L'alba dalia luce alfombra, más de spinto y a juzgar por lo
fraseadas como sólo él sabe hacerla aun- oído lo ha hecho sin el suficiente sopor-
Aunque el que suscribe lleva muchos
que quizá les faltó una cierta intensidad te técnica lo que ha perjudicado a su voz,
años asistiendo a espectáculos operísti-
en la emisión. restándole segundad, y haciendo que sus
cos, es la primera vez, en Barcelona, que
asiste a una repulsa unánime a la puesta actuaciones no sean regulares; así, el pri-
en escena, que se materializó el primer mer día cantó un primer acto francamen-
Punto álgido
día al saludar los autores de la misma, y te mal, calando notas, con dificultades en
ella en mi opinión, de un modo total- el paso de la voz, y adaptando la parti-
La segunda parte la componían auto-
mente merecido por la falta de respeto tura a sus condiciones, aunque mejoró al-
res españoles, con la brillante Jota de Fa-
demostrada al argumento y a la partitu- go en posteriores funciones. Completa-
lla, la bellísima Pastoral de Mompou, el
ra. Ya en el primer acto, la muchedum- ban el reparto el siempre eficaz Enric Se-
Fbema en forma de canciones, para aca-
bre que se agolpaba, una equilibrista rra en Lescaut. hermano de la protagonis-
bar el programa oficial con tres cancio-
sobre unos zancos haciendo ruido duran- ta, y José Ruiz como Edmondo. a pesar
nes de Obradors: Del cabello más sutil,
te las arias, y la diligencia rodante visible de la situación escénka incómoda en que
Con amores la mi madre y Las coplas de
antes de entrar y después de irse, anun- fue colocada
Curro Dulce, cantadas por Kraus con es-
tilo, fuerza y sutileza. ciaban una falta de visión operística; en La presentación de Silvio Varviso era
Pero el punto álgido del recital estuvo el segundo acto plantearon una doble es- muy esperada, y su labor fue muy eficien-
en los bises, que dieron lugar a una ter- cena dormitorio-jardín que mantenía los te, logrando brillantez en la orquesta, con
cera parte no oficial, donde el cantante defectos escénicos, que llegaron a su pun- matizaciones en cuerdas y maderas, dan-
se situó ya en su terreno más habitual, to álgido en los últimos actos. En el ter- do una versión muy contrastada, que en
alternando piezas de ópera y canciones, cero, unas re|as se pasaban todo el acto ocasiones se excedía en volumen, y que
con un delicado Lamento di Federico de moviéndose y descomponiendo la esce- tuvo precisamente su punto más débil en
UArlesiana, de Ciléa. cantada con ese fra- na, y el cuarto nos mostró un desierto el intermezzo del tercer acta Correcto
seo desgranado que le ha hecho famoso, con buque y otra vez. rejas. Lo que de- el coro en una obra no especialmente di-
un M'appiri de Martha cantado con ben aprender los autores es a amar a la fícil para él.
maestría, dos nuevas canciones, así co- ópera y a respetar el texto, como hacen
mo dos fragmentos que normalmente in- los grandes directores como Strehler Fag- Albert Vi/ardelt
cluye en sus bises, como son la romanza giom con verdaderas creaciones mante-
de La tabernera del puerto de Pablo So- niéndose feles a la obra.
rozábal y la concidísima La donna á mo- Dentro de la trilogía de obras que es-
bile de Rigoletto. te año nos ha ofrecido Mirella Freni, en
este período de su carrera en que asu-
AM me un repertorio más dramático, su Ma-

22 SCHERZO
I ACTUALIDAD

LICEO

«Cosí fan tutte» o el juego de las parejas


Barcalona. Gran Teatro del Licea Cosí fin ruífe(Moiart). Eudardo Giménez (Ferrando); Verónica ViBarroel (Fior- si no es muy bella, es muy homogénea
diligr). Margarita Zjmrriermann (Dorabella), Dale Duesing (GuglieLmo), Tom Krause {Don Alfonso); Gwendolyn y precisa en la afinación y en la musicali-
Bradley (Despina) Coro y Orquesta del Gran Teatro del Liceo Dreccion dpi coro Romano Gandolfi y Vittono
Sicun. Producción del Théátre Rcyal La Monnaie (Munt) de Bruselas}. Escenografía y luces Karl Ern$T Herrmann. dad. La soprano chilena, Verónica Villa-
^ s l u a r i o : Jorge Jara. RealiTactón y dirección escénica Lukas Hemleb. sobre una idea de Luc Bondy. rroel, que debutaba en el Liceo, dio al
principio una pésima impresión por sus
Uno de los juegos snob que se practi- mo grito escenográfico cuando en reali- desajustes y su desafinación tan patente
ca usualmente en torno a esta deliciosa dad era un recurso decimonónico para que estropeó —con el concurso de su
ópera de Mozart es el de establecer cuá- presentar, por ejemplo, el paso sin inte- hermana escénica, el bello trio Soave sia
les son las parejas que se forman al final rrupción del primer al segundo cuadro de il vento—. Por fortuna, se centró a partir
de la obra, ya que Mozart y Da Ponte, los actos I y III Parsifal. Lástima que el ves- del aria Come scoglio y gustó muchísimo
a pesar de su talante mujeriego, no lo es- tuario no estuviera a la altura del marco. en el resto de la bora.
pecificaron, sin duda porque sólo conce- La dirección escénica, cuidada, respondía
bían —Antiguo Régimen imperante— un a un concepto poco menos que de mo-
final: el retorno a las parejas originales, vimiento perpetuo, obligando a los
Un Cosi lento y maduro
es decir, que Ferrando debe volver con cantantes-actores a moverse sin cesar du-
DorabeHa y Guglieimo con Fiordiligi. rante sus arias, sobre todo a Guglielmo.
El montaje de la Monnaie (Munt) de Una hábil distribución del espacio escé No podemos decir lo mismo de Mar-
Bruselas, realizado por Luc Bondy. resuel- nica, que incluía al foso de orquesta y los garita Zimmermann, una Dorabella dis-
ve este anecdótico, pero en el fondo ilus- dos primeros palcos de proscenio, com- creta de voz oscura y pesante, tendente
trativo problema con una ambigüedad pletaba esta labor que no seria posible también a calar, aunque también me|oró
que es la que preside el montaje. Ya en sin la admirable versión de Peter Maag. al avanzar la representación. Dale Due-
su primer encuentro para despedirse, y que adapta los recitativos al lenguaje nor- sing obligado a sustituir a Stephen Dixon
al término de la obra, todos acaban en- mal de unos personajes vivos, en lugar de con pocas horas de antelación, cantó un
trelazándose brazos y abrazos, de modo desarrollarse, como es la pésima costum Guglielmo agilísimo y simpático, con unos
que hay que suponer que un inmenso bre anglosajona, a toda prisa. Peter Maag medios vocales sólo medianos. Menos
ménage é quatre será el resultado de la integra su pensamiento musical en la pro- que medianos en cuanto a potencia los
loca ¡ornada, peor aún que la de las bo- ducción —como debe ser - el resultado de la soprano Gwendolyn Bradley, que in-
das del señor Fígaro. es muy alto, por lo que a la música se re- terpretó con gusto el papel de Despma,
Ambigüedad también en las relaciones fiere, incluso aunque los intérpretes no es- lo que la redimió de la pequenez de su
entre la criada, muy apropiadamente de tén todos a la misma altura. voz.
color, ya que lo es la soprano Gwendolyn
Bradley encargada del papel, y sus seño-
ras, con las que se toma excesivas con-
fianzas, y en las relaciones de la misma
criada con Don Alfonso, a pesar de la fra-
se «un vecchio come leí non puó farnu
Has que lo descalifica de entrada en la
obra.

Presentación espectacular

La presentación de la obra resulto es-


pectacular por el uso de una técnica es-
cenográfica hoy obsoleta, y realizada con
brillantez por Karl-Ernst Herrmann con
admirable habilidad: un panorama móvil,
formado por una inmensa tela pintada
que después de pasar por el fondo del
escenario a modo de un gigantesco ciclo
Prottuioon Barcelonesa del -Coi- tan mué-
rama, se enrolla en unos rodillos situados
a ambos extremos del frente.
Escénico, con lo que. al enrollarse, el Fbr su calidad y cantidad se destaca en Fteter Maag dirigió con precisión y acier-
paisaje del decorado se mueve simulan- primer lugar el célebre bajo finlandés Tom to, dándonos un Cosi lento y maduro, pa-
do el traslado de los personajes del es- Krause, que hizo un Don Alfonso gigan- ra el que intentó —y logró bastante bien—
cenario. Con el concurso de unas luces tón y astuto, eminentemente musical y sacar bellas sonoridades del conjunto del
magistralmente empleadas (aunque en al- muy bien representado. Espléndido de Liceo.
gunos momentos demasiado brillantes), forma y musical hasta el tuétano el Ferran-
el efecto era sugestivo y parecía el últi- do de Eduard Giménez, con una voz que, Roger Alier

SCHERZO 23
ACTUALIDAD

UCEO

Una «Elektra» de desagravio


Barcelona: Gran Teairo del Liceo. 27 (Je enero de 1990. StrajEs: Elektra. Principales intérpretes Eva Marton, res en ese aspecto han sido el segundo
Sue Paicheil. MignonDunn. Hermann Winkler. John Brocheler Dirección musical UweMund Dirección esc éni careo con Chrysothemis (Escena Vil) y la
ca. Nuria Espert Estenógrafa Ezio Fngerio Vestuario: Franca Squarcí apiño. Diseño de luces Bruno Boyer
Producción: Ttieátre Royal de La Monnaie. Bruselas escena del reconocimiento con Orest (Es-
cena VIII). La materia vocal, carnosa y re-
cia, de la Marton, ha contrastado muy
Varios son los motivos que han hecho la Escena X y última, la protagonista no adecuadamente con la más luminosa, de
de esta versión de Elektra un aconteci- sólo debe bailar, sino «conducir la dan- soprano lírica, de Sue Patchell, notable
miento importante: el retorno de Eva za» de los sirvientes, ¿no habria sido po- Chrysothemis. Mignon Dunn, como
Marton al Liceo, la presentación en el mis- sible este enfoque —que más de un Klytámnestra. ha exibido una potente voz
mo de la importante mezzo norteameri- regista olvida— a pesar del cambio de de mezzo, quizá no de las más ricas en
cana Mignon Dunn y el feliz debut época? el aspecto timbrico, pero utilizada con in-
barcelonés de Nuria Espert como direc- teligencia. La suya, afortunadamente, no
tora de escena... Pero, ante todo, y co- Poderosa lectura es una Klytámestra tremendista, sino só-
mo consecuencia de esto último, esta Desde el foso, la Espert ha hallado en lo un ser torturado y supersticioso.
Elektra significa para nosotros algo asi co- Uwe Mund a un óptimo interlocutor mu- Menos interesante ha sido, del capitu-
mo un acto de desagravio, una indemni-
zación que el Consorcio del teatro nos
ofrece por la horrible puesta en escena
de esta misma ópera hace seis anos.

Traslado de la acción

La ilustre actriz catalana ha trasladado


la acción de la ópera de la época griega
clásica a los tiempos de ia Segunda Gue-
rra Mundial. El patio del palacio de Mi-
cenas se ha convertido en el de un
vetusto palacio romano de estilo barro-
co -admirable escenografía la de Ezio
Frigerio y no menos admirable su reali-
zación técnica— en el que Elektra ha si-
do confinada a habitar un automóvil
destartalado y abunda el personal con bo-
tas, gorra, correales y uniforme fascista.
El cambio de época funciona por lo ge-
neral bastante bien, y la actitud de la Es-
pert para con el conflicto entre Elektra
y Klytámestra es altamente sensato: no
intenta dar la razón a nadie (retroceda-
mos hasta Sófocles, base del libreto de
Hofmannsthal: Oitemestra y Egisto ma- sical, tanto por su poderosa lectura de la lo vocal, fa labor de los principales intér-
taron a Agamenón, pero, ¿no era éste res- estremecedora y expresionista partitura pretes masculinos. John Brócheler ha
ponsable del sacrificio de Ifigenia?): con de Strauss como por el óptimo rendi- dado vida a un Orest falto de misterio,
razón afirma nuestra actriz en el progra- miento de la orquesta del teatro. Y, ya con una voz algo incolora y no totalmen-
ma de mano que «Busqué para Elektra en el capitulo vocal, destaquemos la mag- te a punto; Hermann Winkler ha inter-
(...) un entorno que desdibujara los per- na y agotadora labor de Eva Marton en pretado correctamente a Aegisth, es
files de buenos y malos, creando así una el rol principal; de la totalidad de su co- decir, sin caricaturizarle en exceso, pero
confusión enriquecedora». Los gestos y metido debe deducirse que es una de las es un tenor de escaso volumen para un
el movimiento, asi como la claridad de la pocas sopranos actuales —¡cuatro o cin- teatro como el nuestro. El rendimiento
acción, han sido también cuidados al má- co?— que pueden hacerle justicia a la des- de las segundas partes ha vanado de lo
ximo. Dos reparos, en cualquier caso, de- dichada hi|a de Agamenón. Con una voz excelente a lo mediocre. En definitiva, ésta
beríamos hacerle: al final de la Escena III, imponente sobre todo en los registros ha sido la Elektra de Marton, Espert y
Strauss describe magistral mente el tumul- medio y agudo, ha ofrecido, desde el mo- Mund: una triada de categoría que ha
tuoso c o r t e p de Klytámestra, reempla- nólogo de entrada hasta la escena y dan- conseguido dar vida a un espectáculo im-
zado aquí por la bella, pera discutible za final, una desgarrada versión de su portante.
aparición de un jinete montado en un cor- personaje, pero con los momentos líricos
cel blanco (¿una victima propiciatoria?); en vertidos con gran reinamiento: eiempla- jordi Ribera i Bergós

24 SCHERZO
harmonía mundi

h a r m o n í a m u n d i ibérica *vaa Px<Mv»m 2* oe9?o SAMT JQ*W PESW


ACTUALIDAD

BARCELONA ta ocasión la escenografía y la dirección


escénica no han aportado riada nuevo
que no se pudiera hacer en casa; algunas
cosas parecían ideadas en el último mo-
Sumi-Jo, soprano coreana mento y a veces utilizando recursos de
urgencia, como el sistema de luces para
aislar a unos personajes que no tenían
Sumi-Jo soprano Orquestra deis Solistes de Catalun- que estar, en principio, aislados en abso-
ya. Ciclo • Mazartiana». Dirección Xavier Guell-
luto y que dicen bien poco en favor del
Mozartiana reabrió sus puertas para el responsable de la dirección escénica.
ciclo de este año con un concierto mix-
to en el que participó la soprano Sumi- Es una lástima que para esto se tuvie-
)o que antaño ganó un premio Viñas con ra que hacer venir a un profesional de fue-
otro nombre igualmente difícil de recor- ra, cuando, en este aspecto, lo que se
dar para nuestra mentalidad occidental: precisa es potenciar a la gente del pro-
Myong-Sook-Lee. pio país.
Esta diminuta soprano coreana ha lle-
vado a cabo en pocos años una carrera
muy respetable, con vanos premios en su Una Mimi creíble
haber y el detalle de haber sido llamada
por el anciano patriarca de la Filarmóni- En el aspecto vocal se destacó la so-
ca de Berlín, Herbert von Karajan, para prano Inma Egido, de Salamanca, que hi-
cantar el Osear de Un bailo in maschera zo una Mimi creíble. Su voz de un timbre
de Verdi y la posterior grabación del rol agradable y con una fuerza suficiente pa-
para la Deutsche Grammophon. ra cantar el papel, se destacó ya en el co-
El concierto incluyó seis anas de Mo- nocido y esperado fragmento Mi
zart en las que Sumi-Jo demostró una téc- chiamano Mimi, que cantó con el vete-
nica de respiración admirable y un gusto rano pero siempre eficaz Joan Lloverás,
depurada con una voz flexible y ágil. Las quien hizo el papel de Rodolfo con unos
f
distintas anas que cantó resultaron brillan- $umt-)O O10 ÜC agudos muy brillantes que llenaron de sa-
tes y a pesar de algún leve desajuste que listes de Catalunya interpretó, además, tisfacción al numeroso público.
se produp al principio, la soprano se de- dos oberturas de óperas mozartianas: tu-
senvolvió con elegancia, especialmente en c o Silla y El rapio en el serrallo y dos sin- Una agradable confirmación del buen
la pieza que cerraba la primera parte, N a fonías de la etapa juvenil de Mozart. En momento que atraviesa Mana Angels Sa-
che non sei capace. escrita por Mozart todas estas piezas de orquesta sola, el rroca lo tuvimos en su papel de Muset-
para Aloysia Weber (que, como es sabi- conjunto, bajo la batuta de Xavier Güell, ta. que cantó con mucha gracia y gran
do, tenía un instrumento de amplio re- evidenció haber entrado por una senda profesionalidad. evidenciando que posee
gistro) en 1783. como lo fue también la de decidida seriedad y prafesionalidad, la técnica y los recursos vocales necesa-
última ana del concierto Ah. se in ael, que mereció al conjunto unos aplausos cá- rios para cantar este tipo de papeles y
benigne stelle de 1788. lidos y prolongados. otros de mayor importancia. Carlos Ber-
Los aplausos dedicados a la joven so- gasa, en su poco vistoso y sacrificado pa-
prano cerraron un concierto en el que So- R.A. pel de Marceilo, secundó al trío de
cantantes principales con eficacia. El res-
to de personajes, con Manuel Garrido y

«La Bohéme», Carlos J. García a la cabeza, sacaron sus


papeles con gran dignidad y contribuye-
ron con ello a que esta Bohéme sea un

un nuevo paso hacia delante paso adelante dentro de las realizaciones


de Opera a Catalunya y de las iniciativas
de los Amics de I'Opera de Sabadell.
Sibidell. Teatro de la Farándula. U Bohéme. de Gia aficionados a la ópera acudiesen puntual-
f o m o Puccini. Inma Egido fMimi). Joan Lloverás (Ro
dolfo), Mana Angels Sarroca (Musetta). Carlos Bergasa mente a la cita con Puccini. Maunzio Di Pobbio condujo a la Joven
(Marcelki). Manuel Garrido (SthaunanJ). Carlos J. Gar- Esta obra, que contaba con dos elen- Orquesta del Valles con una gran solven-
cia (Colime), Ramón Pupl (Beroit y Alcindoro), etc. Co-
ro de los Amics de 1'Opera de SabadeN. Escenografía cos distintos, estuvo encabezada, en la cia, logrando momentos de notable bri-
y dirección escénica. Vanni Valenza. Director. )osep Fe función inaugural, por el veterano tenor llantez: sin embarga hubo otros pasajes,
rre. Orttuesta Sinfónica de Sabadell- Director 1 Mauri- como el inicio del tercer acto, que resul-
ÍFO Di RobbJO.
|oan Lloverás y la soprano Inma Egida de
Salamanca, acompañados por una brillan- taron más discretos. No obstante, pue-
te y muy eficaz Musetta de María Angels de calificarse de muy positiva su dirección
El VIII festival de Opera de Sabadell se
Sarroca. y su labor.
inauguró brillantemente con una repre-
sentación de La bohéme de Giacomo Habia una cierta expectación por ver
Puccini. El Teatro de la Farándula de Sa- cómo se habla resuelto el aspecto esce-
nográfico de la obra, ya que siempre ha
F.X.M.
badell estaba lleno hasta los topes, ya que
hace mucho tiempo que el Gran Teatro sido uno de los puntos más discutibles de
del Liceo no programa esta ópera y es- las diferentes producciones que han pa-
to, en parte, fue la causa de que muchos sado por el Teatro de la Farándula. En es-

26 SCHERZO
I ACTUALIDAD

Monográfico ruso Cherkassky


Barcelona. 29-1 90 Palau de la Música Orquesta Nacional de la URSS Evgem Svetlanov. director Obras de Proko
fiev y Tchaikovsky
electrizó al Palau
Con la visita del gran director ruso Ev- fección. produce una cierta envidia. De Barcelona. Palau d i la Música Catalana 26-1-90 Or-
questra Ciutat de Barcelona Shura Cherkaísky. piano
geni Svetlanov y su Orquesta Nacional de hecha la Orquesta Nacional de la URSS Fran; Paul Decker, director Obras de LiíZi. Antón Ru
la URSS finalizaba un mes de enero muy es una formación compacta, rigurosa y ni- •instem y Mendelssohn
movido en el campo musical de Ibercá- tida, que puede pasearse por todo el
mera, durante el cual los melómanos ca- mundo con la cabeza bien alta. Es una en- La Orquesta Ciudad de Barcelona, en
talanes han podido ver en acción a tres tidad que, evidentemente, proviene de un los conciertos especiales que ofrece al pú-
prestigiosos directores: Lorin Maazel. Vá- universo totalmente diferente al nuestro. blico, nos ha favorecido con la actuación
clav Neumann y Evgeni Svetlanov, con sus Evgeni Svetlanov, que sin lugar a dudas del extraordinario pianista ucraniano re-
orquestas respectivas —todas ellas de pri- era la vedette del espectáculo, dirigió a sidente en EE.UU. Shura Cherkassky en
mer orden y de gran prestigio interna- su formación con una gran maestría, con el cuarto de los conciertos para piano de
cional. una precisión de gestos y una elegancia Antón Rubinstem (1829-1894). el que fue
Si la visita, a primeros de enero, de Lo digna de la fama que posee, consiguien- omnipotente director del conservatorio
nn Maazel suscitó una gran expectación, do momentos de gran belleza y elegiaca de San Rstersburgo y en sus últimos años
que se manifestó e incluso aumentó con penetración en el Vívate de la Sinfonía compositor oficial de la corte del zar. ade-
la de Václav Neumann y la Orquesta Fi- núm. 7 de Prokofiev. y en el Allegro con más de pianista excepcional. Un concier-
larmónica Checa, esta expectación llegó fuoco de la Sinfonía núm. 3 de Tchai- to que, aunque no es una obra mayor, es
a su grado máximo con la llegada por se- kovsky, aportando una especial profundi- agradable de escuchar de vez en cuan-
gunda vez en el ciclo Ibercámera del di- dad a las interpretaciones, sin do, especialmente si la versión que se es-
cucha es de esta categoría.

Interpretación vital

Excepcional resultó, en efecto, Shura


Cherkassky en este concierta que es muy
de conservatorio, ya que insiste mucho
en pasajes técnicos, escalas, arpegios y
saltos a gran distancia y velocidad, ade-
más de recorrer sin cesar todo el piano.
Cherkassky. que está a punto de cumplir
79 años de edad, dio del concierto una
interpretación vigorosa, vital, estupenda,
casi inimaginable en una persona de su ya
poco menos que provecta edad, combi-
nando su impecable agilidad, sus veloces,
vertiginosos saltos y sus poderosos acor-
des con los pasajes de maravillosa leve-
dad, con una perfección coronada por un
hálito de exquisito gusto y consumada
musicalidad.
La Orquesta Ciudad de Barcelona
acompañó con corrección —y en el se-
gundo movimiento incluso con una nota-
ble elegancia—, bajo la batuta de
•e/ir $ve¡l¿nav
Franz-Raul Decker. Anteriormente al con-
rector ruso Evgeni Svetlanov y la entretenerse en aspectos puramente cierto de Shura Cherkassky, la OCB ofre-
Orquesta Nacional de la URSS. formales. ció una correcta interpretación de una
Continuando en el mismo criterio de El elemento negativo de la noche fue, obra muy poco profunda de Listz, De la
programar un concierto exclusivamente sin duda, otra vez. el escenario del Pa- cuna al sepulcro, y una mediocre versión
dedicado a compositores rusos, que tan- lau. La numerosa formación rusa hubo de de la Sinfonía n.° 5 «de la Reforma' de
to éxito les proporcionó en su concierto distribuir a sus familias instrumentales co- Félix Mendelssohn. en la que parecía que
de presentación en este ciclo el 24 de mo pudo —por culpa del iluminado al el director se conformaba con que no hu-
marzo de 1988 con obras de Balakirev y que se le ocurrió la genial idea de partir biera imprecisiones patentes en la labor
Rachmanmov—, el programa que han pre- el escenario, dejándolo inadecuado para de la orquesta, dejando para otra oca-
sentado en esta ocasión se ha centrado las grandes formaciones sinfónicas—. El sión el pulir la interpretación.
en dos figuras principales de la música metal tuvo que ser colocado en un lugar
rusa. inhabitual y el resultado afectó conside- R.A.
Observar desde nuestro país, tan po rablemente a la sonoridad del conjunto.
co favorable en materia de formaciones
sinfónicas, una de estas orquestas extran-
jeras que funcionan con seme|ante per- F.X.M.

SCHERZO 27
JOVEN ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA

PRUEBAS DE ADMISIÓN
LQ JOVEN ORQUESTA NACIONALOE ESP AÑA «
una ¡njtiíueión de naluraleio eminaniernenTe
ca% «i fin d i que puadan pafamonar u> téaiko • *
nunvtal y camplatoriu (ormodón ocodómica Paro
qm al Minstorio de Cubun o irovs dd •lodtfptmdt un •qufio ODcanlB »rnójomo nivd
Nadanal dt ku Art« Esoankai y de la ortWco JÍ padogóaicD ccn «I que daandfa ÜT pro-
, pane d tervibo áe los músicoi «fnñoin gramo qut atiendo tanto o la formaban individual
durante la «lapa preña al ejerácio de tu prsfescm la prócüco dt conjunto.

JOVEN ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA


AUDITORIO NACIONAL DE MÚSICA
28002 MAMO

NOMBRE Y APELUDOS
INSTRUMENTO
CAUE/PLA2A N5
CO0H3OPO5TAI CRIDAD _.._..
PROVINCIA MS _...- _
THfFONO ( ) .
Con el patrocinio de í<&h£
Joven Orquesta Nacional
cenar tmam untan ***» i THO
JUW H UMfM R M t W M
de España
MIStSTERHD DE CULTURA

Avance óe
Programación JUKVMOnD
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ACTUALIDAD

TEATRO LA ZARZUELA

El placer de la verdadera ópera


Midrid. tossini Itturcom lufa. TeatroLinco Nacional LaZarzuela Madrid, 20 de enero 1990 Dirección musí - manejar, sin embarga con inteligencia el
ídl AI be r i o Zedda. Dirección de escena Lluis Pasqual-Escenografía Ezio Fngena figurines FraníaSquarciapi' personaje, y aunque sin entusiasmar, currv
no Diseño de luces1 Pascal Merat. Reparto: Selim Willard White: Fionda lella Cuberli Don Geronio £i!o
Dará, Narciso Frank Lopardo. t i Ffeera Alberlo Rinaldn Zaida Susanna Anselmi. Alcázar Juan Laque plío su cometido con profesionalidad
Su encarnación de Ftonlla resultó muy
personal. Más que una napolitana de rom-
Con excelente pie ha comenzado su an teria del Turco se vea inmerso en la acción pe y rasga fue la suya una Fiorilla a lo jean
dadura la Temporada de Opera 1990 del de la ópera merced a ía mano inteligente Haríow. sofsticada, un personaje extraído
Teatro Lírico Nacional La Zarzuela. Prime- del creador-poeta, es ingenioso y válido. de una comedia de Cine americano de los
ro por la elección del título, una obra bellí- Con Pasqual, con Rossmi, el poeta en bus- años veinte, caprichosa, irresponsable.
sima, casi desconocida para el público, en ca de una Historia para escribir un libreto En el polo opuesto, el Geronio de Enzo
la que Rossim nos ofrece una vez más una es el verdadero eje de la acción. El propon Dará, ajustado en lo vocal, pero excesivo
partitura arrolladora, brillante, exultante de cíona las anas a los cantantes, él impulsa la aunque eficaz en lo escénico.
ingenio, servida por un texto divertido, in- trama y después la reconduce en un cons- Estupendo el Poeta de Alberto Rinaldi,
teligente, a veces amargo y, en manos de tante juego de ambigüedades en las que rea muy musical y notable actor. Como Zaida.
Lluis Pasqual, una sátira sobre la condición lidad y ficción llegan a confundirse en la única Susanna Anselmi comenzó muy insegura,
humana de sorprendente actualidad. Qué verdad del arte teatral Sobresaliente el tra- pero fue entonándose poco a poco y con-
a|ados resultan los libretos de óperas mu- tamiento de la gran escena final de Fiorilla. siguió una apreaable interpretación en con-
cho más conocidas del romanticismo y no en la que la soprano, delante del cora m1 junto de su personaje.
digamos del insufrible melodramón verísta, terpreta su lamento canoro como si de un Los siempre ingratos papeles de tenor de
comparados con estas comedias del diecio- concierto se tratase. Y es que este aria dra- Possini estuvieron cumplidamente servidos,
cho cínicas, descreídas, criticas, llenas de sa- mática es un simple pretexto para el luci- lo que ya es bastante, por Frank Lopardo
na comprensión para a fragilidad humana, miento de la soprano, ajeno al discurso de como Narciso y por Juan Luque, que dibu-
con estos cantos a la felicidad efímera, hi- la ópera y gratuita concesión de Rossim a jó su única aria, como Albazar.
jos de la razón y el buen sentir, productos la moral de cualquier época y a la diva de El maestro Zedda. fue a mi gusto lo me
de un mundo en el que las pasiones no pa- turno. Y como este, tantos otros acuerdos nos acertado del espectáculo. Ya en la be-
san de burla y la belleza se encuentra en de virtuosismo teatral y dominio de la es^ llísima Sinfonia con que se inicia la partitura,
la armonía, no en la desmesura ni en la exa- cena. Una verdadera exquisitez digna de la orquesta sufrió numerosos desajustes y
geración. cualquier teatro de primera categoría. careció de vivacidad. Al resto de la repre-
Fngeno y Squarcipino, la extraordinaria El cantante Willard White, que me había sentación el maestro tampoco le imprimió
pareja de teatro que ha creado en los últi- causado rnuy buena impresión como el Os- esa armonía chispeante que pide la parti-
mos años algunos de los espectáculos mas min del Rapto del Serrallo mozartiana en tura; estuvo, eso si, atento a les cantantes
bellos que se han visto en los teatros del Glyndebourne, posee una voz grande. pe- y al coro, pero su intervención quedó muy
mundo, una vez más. con el Turco, han da- ro no es un rossiniano: las agilidades voca- por debajo de lo que de él se podía esperar.
do muestra de su talento. Un precioso pa
tío barroco con arcos y paredes pintadas
con una perspectiva del Vesubio y la incom-
parable bahía de Ñapóles, Ventanales que
al abrirse nos de|an ver la misma perspec-
tiva pintada, pero esta vez, tal como es en
realidad. El vestuario de Squarciapmo ex
célente, adaptándose al juego teatral de
anos veinte, principios del dieciocho, fanta-
sía oriental con extrema sutileza.
Sobre este fondo Lluis Pasqual da una lec-
ción de buen teatro, de excelente teatro.
Lo que ha hecho Pasqual es lo que se debe
hacer con los textos de opera, generalmen
te endebles, aunque en este caso se trate
de un verdadero bombón para un hombre
de su inventiva. La farsa de Romam, basa-
da en un libreto de Catenno Mazzolá, co- ••<> IUUO

bra vida merced al ingenio de Pasqual con


una vital idd contagiosa les que requiere el personaje de Selim le Con todo, una representación en conjun-
Es un juego teatral en su más alta esen- resultan dificultosas, su materia sonora no to fuera de serie, que para si querrían tan-
cia, heredero de la Comedia del Arte sin sabe aligerarse y esto en la música del maes- tos teatros de campanillas. Un bravo, sin
renunciar a esa dualidad Pirandelliana del Asi tro de Pesara es capaz de deslucir una in- condiciones esta vez, al Teatro Lírico Na-
es SÍ asi os parece Nada es gratuito. Que terpretación dfgna, pero insuficiente. cional La Zarzuela y a su dirección.
un grupo de Turistas, quizá de un crucero Como Fiorilla. Lella Cuberli. con una voz
de lujo, al ir a almorzar en Ñapóles a la O¡- a veces inaudible y corta en el aguda supo Francisco]. Villalba

30 SCHERZO
ACTUALIDAD

Da la luz, Flora Entre los comprimarios hubo de todo,


eficacia y deficiencias. En el primer orden
anótense Muñiz, Farrés y Balboa.
La versión flaqueó sobre todo, por falta
de direcciones apropiadas. Gómez Mar-
tínez solfeó demasiado y no cantó casi na-
da, salvo en los andantes de los preludios
Su orquesta, a veces, tuvo un volumen
impertinente y los conjuntos (sobrema-
nera, el del tercer acto), carecieron de
equilibrio. E|emplo: Ah fors'e luí, con un
clarinete machacado sobre la voz de la
so p rana
Pero resultado obtuvo Nuria Espert,
cuya propuesta fue errática y de una pro-
fesionalidad teatral modestísima. Las fies-
tas transcurrieron en una penumbra
fúnebre que, en el tercer acto, impidió ver
los decorados corpóreos y un vestuario
bello de cromatismo y fiel de diseño ro-
mántico. Menos mal que se encendieron
Madrid. Teatro de la Zarzuela, 16 de lebrero de 1990 como se comprenderá, la incursión en la las baterías para agradecer los aplausos
La Twata de Giijseppe Verdr Mynam Gaua (Violef
ta), Franccsca Roig (Flora), Adriana Diaz Aninar Fran-
coloratura al final del primer acto, los y entonces nos pudimos enterar de los
cisco Araiza (Alfredo), Wolfgang Brendel (Germont), adornos en el primer dúo con el tenor, excelentes aportes de Frigeno y Squar-
Ricardo Muñí; (Gastone|. ffedrn Parres (Duphaul). Mi los trinos del último cuadro. Fero, y de ciapmo.
guel Sola {D Obigny), Fernando Balboa (doctor Gren-
ville), Ángel Pascual (Giuseppe). Fernando Martlriez (un ahí otra dificultad, Violetta, con ser un pa- Fbr otra parte, un escenario Un poco
criado), Efrarn Botta (un men$ajero} Saltarín Gabriel pel vocalmente lírico, es teatralmente profundo, dividido en dos espacios de los
Heredia Coros y orquesta de la Zarzuela dirigidos por
Miguel Angef Gómez Martínez Dirección escénica Nu-
muy dramático, a menudo melodramáti- cuales el posterior no se usa apenas, que
ria Ésperi. Decorados Enzo Fngeno. VestuarJO1 Fran- co. Gauci, con un instrumento bello si no da reducido a nada. Para colmo, en el pri-
ca Squarciapmo excepcional, una emisión límpida y |uve- mer cuadro, una enorme mesa se comió
nil, una afinación impecable, pasó con as- un buen bocado del proscenio y el cora
¿Una Travista más' Focas razones exis- tucia sobre el pavimento de cristales rotos tuvo que apelmazarse sin gran posibilidad
ten para exhumar este cachivache de Ale- del Sempre libera y entró en zonas más de actuación. Rondas evocativas de la sar-
xandre Dumas sublimado por quien es. calmas de la partitura. dana y un brindis cantado por la sopra-
quizás, el mayor genio operístico de to- En ellas, quizá por escasez de empuje no sobre la mesa (por suerte, sin vacila)
dos los tiempos. Si hubiera una soprano en el órgano (sobre todo en un registro sembraron el desconcierto en el aterido
capaz de arrebatar plateas saltando so- agudo bien hallado pero blanducho) co- personal. Más sopresas sobrevendrían en
bre las dificultades vocales y psicológicas mo por falta de envergadura dramática, casa de Flora, victima de un apagón te-
de la protagonista, un director intimo y su Dama de las Camelias se fue desdibu- nebnsta: las gitanillas aparecieron con una
conmovedor, un puestista imaginativo y lando, hasta remontar un tanto en el Ad- peana cargada de claveles y el torero era
conducente que obviara los abusos de- dio delpassato, cantado con sensibilidad un bailarín andaluz, afortunadamente gua-
corativos y el culto a lo bonito de Fran- y discreto vocalismo. En general, su Vio- po y habilidoso, que taconeó sobre Ver-
co Zeffirelh, tal vez la Traviata justificaría letta fue anodina y, oculta en las frecuen- di con mucho tronio. Al final, los coristas
su reposición. De otra forma, una histo- tes penumbras de la escena, pasó marcaron el tres por cuatro como en una
ria discografica abundante de aciertos su- inadvertida. Grave flojera que se hizo apoteosis de La Latina y entonces todos
premos nos evitaría ciertos deberes o. cruel en la escena con el baritono del se- aprovechamos para cachondear con la
por m e p r decir, servidumbres a la Dio- gundo acto, obra maestra que es, ella so- ayuda de Espert y a pesar de Dumas,
sa Rutina. la, toda una ópera. Verdi, Piave, los bacilos de Koch y la mo-
En la función de la Zarzuela se com- Araiza es un excelente mozartiano y un ra! patriarcal que hacia creeer a las da-
prometieron nombres de cierta solidez buen intérprete de concierto. En Alfre- mas de antaño que el sexo no era sublime
profesional. Si el resultado no fue satis- do lució su sana emisión, su musicalidad y la renunciación sí lo era.
factorio se debe a que no conjuntaron de- y un extremo agudo brillante {sobre to- Hacia el final, Violetta, que no puede
bidamente o armonizaron mal sus pro- do en la caballetta del segundo acto). Su vestirse, se pone de pie en la cama y di-
puestas, pero no a ligereza de la entidad timbre mórbido y embotado no es pre- vaga por un corredor (en pleno febrero
productora. Quizás, en estos casos, con- cisamente verdiano y su actuación pecó de París) descalza. La miseria se ha lleva-
vendría soslayar piezas tan trilladas, con- de ausencia y monotonía, salvo en Ques- do hasta sus pantuflas.
fiando excesivamente en el favor del ta donna conoscete (tercer acto), cuan- Pero, damas y caballeros, la melodía
pública cuando no se pueden recoger en do desempacó un empuje que echamos verdiana es invulnerable, y el genio dra-
el mercado, tan languideciente, de la ópe- de menos en el resto de su faena. mático de don Giuseppe. un ejemplo que
ra actual, los elementos necesarios para Brendel tiene el material y la emisión se agiganta con el eco de un siglo largo.
el entusiasmo. ideales para Germont. Su instrumento es N o hay directivo desnortado que pueda
La noche que juzgamos, Diana Sovie- timbrado, imperioso, de volumen y ex- con ellos y. al salir a la calle, el maestro
ro. indispuesta, fue sustituida por Gauci. tensión más que solventes. Lástima fue de Busetto sigue a nuestro lado, prote-
Se trata de una cantante digna, de un de- que su brusquedad germánica echara al giendo a su temblorosa Dama.
finido registro de soprano linca, en prin- suelo un fraseo que debió ser verdiano
cipio adecuado a Violetta. Salva sea, y no lo fue. B.M.
SCHERZO 31
T
ACTUALIDAD

La música debe ser algo así Música del norte


Madrid. Teatro Monumental. 9 II 90. Segerstam. Mo
numptirsl thoughts. Sibeliifi. Concierta para vtolín / or-
queste en Re menor; NteKen. Sinfonía n° 2 'Los cuatro
temperamentos' Leónidas Kavados violín Orquesta
de RTVF Director Leit Segerstam.

Este interesante y equilibrado progra-


ma de música escandinava nos presentó
a Leíf Segerstam en sus facetas de crea-
dor y director de orquesta. Se escuchó
una de sus páginas más recientes, escrita
como homenaje a la memoria del gran
bap finlandés Martti Talvela. Monumen-
tal Thoughts es un desgarrado grito de
dolor, cuyas salvajes sonoridades, nacidas
de un acabado dominio de la orquesta,
acaban remansándose antes del final en
una suerte de resignación confiada a la
cuerda. El joven violinista griego Leónidas
Kavakos mostró un sonido algo pequeño
y una afinación muy ajustada. Sus agudos
fueron cristalinos y sus graves muy cáli-
dos. Se inclinó por una visión romántica
del Concierto de Sibelius, Estuvo espe-
cialmente acertado en la clarificación de
las dobles cuerdas. El acompañamiento
de Segerstam no fue nada tradicional. Se
preocupó por destacar los aspectos mo-
dernos e irónicos de la partitura, aleján-
dose así de las lecturas convencionales.
Una sinfonía de Nielsen en los atriles de
una orquesta española es de por sí todo
un acontecimiento Aunque la Segunda no
Madrid. Auditorio Nacional Orquesta Filarmónica de la Scala de Milán. Drector. Cario Mana Giulini. Obras
de Schumarin. Ravel y Slravmsky 29 de enero de 1990.
sea totalmente representativa del estilo
de madurez del compositor, es una obra
o sencillamente sentir que la música de- sólida y atractiva. Segerstam extrajo una
La presencia de Cario María Giulmi en
be ser algo así. respuesta suficiente del coniunto, señalan-
el Auditorio madrileño, dentro del Festi-
do de nuevo las implicaciones hacia el fu-
val Italia-España, fue como una bocana- Y asi debe ser el preludio del último
turo de esta música. Esto se hizo
da de aire fresco entre tanta polución acto de La traviata, ma mere ¡Oye, El pá-
especialmente evidente en la manera de
musical que solemos padecer. Concier- /aro de fuego o, por qué no, la Renana
plantear el Andante malincomco. el mo-
tos como el que aquí se reseña suelen ser de Schumann, aunque para muchos fue-
vimiento sobre el que pesa más la tradi-
generalmente imponderables. No son ni ra discutible, no tuviera la temperatura
ción, donde el director renunció a
buenos ni malos, ni tampoco importa de- necesaria o los tempí empleados no fue-
entregarse a un patetismo decimonóni-
masiado si el enfoque del director fue sen al gusto de todos... Pero, sobre to-
co. Impetuosidad en el collerico, cierta
acertado o no. o si la respuesta de la or- do, Ma mere ¡Oye sí debe ser asi. Como
mordacidad en el flemmatico y decisión
questa tuvo la limpidez y transparencia se la oímos a Giulini: enigmática, mis-
rítmica en el sanguíneo fueron valores in-
necesarias. Este tipo de conciertos, co- teriosa, evocadora, extraña, seductora...
negables de esta lectura.
mo éste de Giulmi. o aquéllos de Celibi- mágica. Y fue allí, en el jardín mágico,
dache. del pasado mes de octubre, o cuando el principe despierta a la prince-
aquél otro de Carlos Kleiber. de hace un sa con un beso -según cuenta Fferrault—. E.M.M.
par de temporadas, pertenecen a un gé- cuando Giulmi y las cuerdas de sus filar-
nero cada vez menos frecuente en estos mónicos italianos nos abrieron las puer-
tiempos. Y es que, estos conciertos, que tas de la fantasía, de la inocencia infantil,
no son ni buenos ni malos, suelen exal del país de las maravillas. Después, tras
tar el delirio de muchos —esos que nun- el estremecedor final, ya de toda la or-
ca se pierden el acontecimiento questa, volvimos de nuevo a la sala, tuvi-
socio-musical—, confunden y provocan a mos que aplaudir y esperar unos minutos c/Hutrlíi, J7 -.Ttl.. « 9 29 47
otros —los snobs— y suelen dejar mudos para que Giulmi y sus filarmónicos italia- Todos los días Minie* Cláiic» en dtrftlu
a los más sabios, músicos con gusto mu- nos comenzaran otra fábula, aquella que
De lunes a jueves y a las 23.30 CICLOS
sical, melómanos poco intoxicados por el cuenta las andanzas de un pájaro mara- DE M 1 S K A CLASICA, dedicados a un
disco y críticos musicales en sus más exó- villoso de oro y fuego. Sólo que esta vez ¿muir, a un csiilo o a un periodo de la
HMoria de la Músit»
ticas variedades. El resto, lo poco que ya no fue lo mismo.
Viernes, sábados v domingos, dos actua-
queda, los conciertos de Giulim, Celibi- ciones, a las 20,30 v las 23,30
dache o Kleiber. les hacen sonreír, llorar A.M.

Í2 SCHERZO
ILIPS ¿/ff.i)¿rj

Riccardo Muti

lllllíJíll'lll;'
flnsnu
^^^^^r RICCARDO

GUGUELMOTELL

t
i' • ••*.

_ i

PolyGram
ACTUALIDAD

Temperamento
vasco,
Veteranía
temperamento
ruso Madrid. Auditorio Nacional. A-, 1 -90. Brahm5. Concertó para piano n . ' 2'.
5Trau$s. A$t hablaba Zaralhusta Orquesta Naoonal Ardré Watts, piano.
Director Fer-iimand Leitnpr
A n d a n t e , d o n d e d¡O
con un convincente
tono lineo. Aquí Leit-

•^^^^^^•^
Madrid. Auditorc Nacional. 26 I 90 ONE" Walrer V
ller (director). Obras de Sorozábal y Tchaikovsky. ^^^^^H|^| ner no le siguió total-
T^P^^BjVfl mente en la medita-
cion
"50W ^ * í • • < aunque al me-
Durante la presente temporada la ONE n
S^Rwy H °s la parte del vio-
nos ha ofrecido algunas ejecuciones de
bastante interés. Cabe recordar la Cuar lüiiiw "£ •flflEkvttttafl
^ H K f l H
loncello solista fue
cálidamente expues-
ta de Beethoven con Weller del concier
to inagural, una Primera de Rachmanivox, ümv ÉL j^^^^^^^^H
^j^j^l^l^l^l^H
ta por el profesor de
la orquesta. En casi
una semana después, con el mismo direc
tor y. sobre todo, fetrushka de Stravinsky
con Inbal. En el concierto ahora comen-
Hl^lwfaSiJLHBI |^|^|^|^|^|^|^H
^^H^^^^H
^^^^^SVAV
ningún instante logró
el director hacer can-
tar a la cuerda de la
tado, sin embargo, la volvió a enfilar los |VflB^I^|Vfl centuria. Lo mejor
derroteros de la rutina, ofreciendo unas ^B^^.^/^^H del acompañamiento
ejecuciones apresuradas y de escasa ela- B^ ^ ^ ^ ^ | d e Leitner se concre-
boración. jV^áH^jrAfAfJ tó en la ligereza del
Con todo, el inicio del concierto no ca- PH^^^^^B último movimiento.
reció de equilibrio. Fue un obligado ho- ^^^J«'«'«W Programar Asi habla-
menaje a Sorozábal la inclusión de sus ^^^^|B ba Zarathustra, obra
Dos Apuntes Vascos, de títulos tan ex-
presivos como En el monte y Txtstulans,
y atmósfera impresionista bien captada
1 A !£* i
i escogida también
por Leitner para su
último concierto con
por Weller. como demostración palpable
de que el impresionismo fue la tentación
irresistible para un buen número de núes
tros músicos, desde Mompou al Padre
•• -
-

i
la Orquesta de
RTVE, sin contar con
un órgano en condi-
- ciones es comprome-
Donostia, incluyendo a Sorozábal.
Lo no tan bueno empezó con la com-
parecencia del autor ruso y su Concier
•rife ter gravemente el
resultado sonoro. Fl
Amanecer acabó con
to para violin. Weller plegó la orquesta un acorde ridiculo
al volumen relativamente limitado del so- La presencia en el podio del vetera- por mucho que el director se apresu-
lista. U t o Ughi, y la agrupación se tomó no maestro berlinés Ferdinand Leitner rase a cortarlo. O t r o tanto ocurrió en
algo parecido a unas intermitentes vaca- era el mayor atractivo del concierto de la explosión sonora en El convalecien-
ciones. Ughi no posee un sonido parti- la ONE que se comenta. Tampoco ca- te. La versión careció de fuerza y vir-
cularmente redondo ni hermoso, y en el recía de interés la intervención de tuosismo orquestal. Ya que no el lado
primer movimiento mostró algunas rugo- Watts, muy asiduo de la vida madrile- dramático de la obra, fue mejor dicho
sidades. Raro como la técnica es buena ña hace unos años, en el Segundo Con- el irónico en La canción del baile, aun
hizo que ésta acabara mandando y du- cierto de Brahms. Lamentablemente. con la deficiente intervención del violin
rante todo el Concierto supo encontrar pianista y director no parecieron enten- solista. De manera incomprensible, no
la manera de ir a más. Al final del primer derse. El clima poético del primer tiem- tuvimos el golpe de campana en el pa-
movimiento no hubo las habituales pal- po se quebró desde su mismo comien- so de La canción nocturna a La canción
mas reunidas entre cuatro o cinco distraí- zo, con una entrada muy tosca de la del viajero nocturno. La riqueza orques-
dos, sino una ovación cerrada en toda trompa. Watts, siempre con una técni- tal de Richard Strauss tuvo esta vez una
regla digna del Metropolitan. Ughi se cre- ca impecable pero con una sonoridad lectura muy pobre.
ció y acabó mostrándose como un vir- algo dura, estuvo confuso en ciertos
tuoso notable en lo que restaba de la momentos de los dos primeros movi-
obra, En el lento su fraseo pudo en oca- mientos. Se centró mucho más en el E.M.M.
siones no ser del todo lógico pero jamás
fue lineal o apático. Con todo, es paten-
te la enorme dificultad de decir algo nue- mo ataque de las trompas en la concierto. La orquesta no siempre fue a
vo o personal en un concierto tan trillado, introducción de la Sinfonía. Mal destino. tempo y en la coda del primer tiempo
Tchaikovsky tiene tantas ideas que a Weller intentó poner orden y cuidado en remó cierto barullo, lográndose momen-
menudo se estorban unas a otras. Sus sin- la ejecución, aunque, en general, no aca- tos de autenticidad apenas sólo en el
fonías conservan un sabor coreográfico bó de dar con el tono de la obra, la cual scherzo, técnicamente mucho más fácil.
y sugieren una suerte de sketchs unidos no sonó ni occidental ni mucho menos ru-
por una trabazón muchas veces abrup- sa, como la Tercera del mismo autor es-
ta. Esta Cuarta comenzó ya con un pési- cuchada acto seguido a Svetlanov en otra J.M.S.

34 SCHERZO
= •£••'

MARL¿\

CALLAS
«LA DI VI NA»

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ACTUALIDAD

El gran nos aparatoso o atractivo en principio, ha


reflejado con mejor propiedad el moti-
dia. Su voz ha ganado anchura, se ha he-
cho algo más oscura, pero sigue sonando
vo de la convocatoria: un músico espa- falta de apoyo, en el aire. Cuando canta
ventrílocuo ñol (aunque vasco, su obra no posee
carácter regionalista: es universal) tocado
forte se destimbra; el agudo suena me-
nos brillante, el grave es hueco; el fiato,
Madrid. Auditorio Nacional. 7-H90. Ruggero Raimon-
di (ba|o). Orquesta del Comervaíono Tchaikowsky de
por músicos italianos; un compositor ita- corto, pero se disimula con astucia o ha-
Moscú. Leonid Nikolaiev (director). Obras de Rimsky, liano que trabajó en España y aquí com- bilidad. Sin embargo, la Gasdia demostró
Glinka. Mussorgs-kr. Borodin. Verdi y Rossini puso esa bellísima obra que es su Stabat dos cosas: que su voz suena perfectamen-
Mater, menos frecuentado de lo que la te, es ideal, para una sala pequeña y que
El arte del bajo Rugger Raimondi se de
calidad de la obra merece: Boccherini. La este repertorio dieciochesco se lo cono-
fine por su fundamental escisión. Una es-
velada fue redonda, pues. El Quartetto ce perfectamente: es en él una maestra,
cisión triple en la que los diversos factores
Della Scala dio a la obra de Amaga toda 5u coloratura sonó aguda y clara; los tri-
no encuentran posible conciliación. Fbr un
la tensión, color y contraste que la pági- nos, si no perfectos, elaborados y atrac-
lado tenemos el material vocal en si: un
na tiene, con una lectura firme y nítida, tivos; las medias voces, los pianístmos,
instrumento ni de ba]O auténtico ni de ba-
que en el primer movimiento, sin embar- irresistibles. Estuvo particularmente gene-
rítono dramático, por mucho que haya
go, careció de cierta redondez en el so- rosa en E/a Mater y Virgo virginum, asi
buscado acomodo indistintamente en
nido, por causa del primer violin, que como en el número final Quando corpus,
cualquiera de las dos categorías. Después
sonó despegado del conjunto, algo desar- que bisó como propina (con una Amen,
viene la técnica de emisión; el cantante
ticulado. donde hizo una regulación de voz real-
ha estudiado con Campogalliani y se vé
Después de su debut operístico con La mente notable). Tuvo una gran acogida,
que el tema algo le preocupa, pero la fo-
Sonnambula (abril de 1986) y de su es- y la joven soprano se la mereció.
nación es tan deficiente que los sonidos
emitidos parecen más próximos al cue- pantada de hace unas semanas (no se
llo de su camisa que a los centros de re- presentó al recital Banesto), reaparecía en
sonancia canónicos. Por último, está la Madrid la soprano de Verona Cecilia Gas- F.F.
capacidad expresiva del Raimondi que se
vale de los recursos del buen actor que
incuestionablemente es. Esta, aunque mu-
cho menos controvertido que los demás
aspectos, se ve también per|udicada por
Con Verdi llegó el fervor
las rarezas fonatonas y las muecas facia- Madrid Sala Fénit. 14 de febrero Recital de Renato Bruson. barítono Andreas Juffinger, piaña Páginas de Scar-
les que le aseme|an a una especie rara latli, Gluck. Martmi. Lisít. Scnubert. Mozarí. Donizetti y Verdi.
dentro de los ventrílocuos.
Después de Kats Ricciarelli e lleana Co- Giovanni (de la ópera mozartiana daría
Allí donde la expresión y el gesto man-
trubas una voz masculina, la densa y pig- dos bises, desiguales, en sendas partes del
dan, Raimondi triunfa —el inicio del aria
mentada de Bruson, se suma al ciclo protagonista), donde el barítono contras-
de Susanm o el monólogo de Felipe II,
Encuentros con el Bel Canto, que orga- tó con el entusiasmo un tanto nervioso
más interpretado que cantado—. Su ám-
niza Banesto a niveles de pais desa- del joven e inexperto pianista, pasó 8ru-
bito natural es el recitativo y sus domi-
rrollado son al esperado Donizetti. Con este
nios se extienden hasta el propio Bons.
El bartítono de Padua abrió su recital compositor consiguió el cantante, tar-
Cuando hacen su aparición personajes co-
con dos páginas pretéritas: gia il solé del díamente, una bien merecida fama. Sin
mo Attila y Silva —de Ernani—, deudo-
Gange de Alessandro Scarlatti (de su ópe- embargo, aunque hubo estilo y conoci-
res del mejor belcantismo, el artista
ra L'honestá degli amanti) y Oh del mío miento del tema, ahora que Bruson ha
naufraga debido a la ausencia de un con-
dolce ardore de París y Elena de Gluck, estirada dado mayor volumen a la voz,
trol respiratorio ortodoxo.
cantadas con aplicación, pero ausentes el los andantes de Donizetti (el del Alfon-
Poco o nada significativos los demás in-
estilo y el clima. Algo que luego imperó so Vien Leonora de La Favorita; el de Ca-
tegrantes del festeío. pese al entusiasmo
en el resto del programa de esa primera moens en Don Sebastiano) va le quedan
de más de un instrumentista. El director
parte, porque, indudablemente, es un te- menos fluidos, más fastidiosos. Rsro lle-
de esta orquesta soviética de Conserva-
rreno donde el cantante operístico de la gó el Cortiggian de Rigoletto y luego la
torio, alumno de Luis Cobos —o maes-
categoría y maneras de bruson es dificil muerte de Fbsa en Don Cario y a pesar
tro, no se sabe bien—, no siempre ayudó
que encuentre la disciplina adecuada. Asi, de algún descuido, Bruson demostró sin
a que pudiera escucharse con auténtica
en el manido Plaisir d'amour de Martini fisuras que es uno de los barítonos ver-
nitidez la voz del veterano cantante
evidenció el barítono problemas en la zo- dianos, hoy día. imprescindibles. Fbr lec-
italiana
na grave. En los Tres Sonetos de fhtrarca ción de canto, exhibición vocal
J.M.S. de Liszt (cantados en su orden habitual (homogénea, firme, soberana) y talante
y no en el que se indicaba en el progra- dramático. Algo que luego revalidó su-
ma) no encontró Bruson una concentra- premo, en el neta, rispetto, amore del
Amistosa combinación, ción apropiada (digamos que hubo
externos que lo impidieron, fuera del es-
Macbeth, Público y artista estaban, en-
tonces, ya conectados (el cuarto bis. la

agradable velada cenario). Sola al finalizar la primera par-


te, y en la cantata buffa de Schubert. //
meliflua canción de Massenet, sobraba).
La fusión llegó, lamentablemente, tarde.
modo di prender moglie, evidenció Bru- Pero los tres Verdi le fueron suficientes
Madrid. Sala de Cámara del Auditorio Nacional 26 de
enero. Cecilia Gasdra. soprano. Quartetto Della Scala son porte y maneras, caldeando el am- a Bruson para ganarse a la sala e instalar-
Leonardo Colorirá, contrabajo Amaga: Cuarteto pa biente. se en los mejores recuerdos.
ra cuerda n.° I en fíe menor Boccherini Stabat Mater
Todo ópera en la segunda parte. Lue-
Dentro de las celebraciones musicales go del Catálogo de Leporello de Don F.F.
Italia-España este concierto, quizá el me

36 SCHERZO
I ACTUALIDAD

«Demustraciones» Un brahmsiano
incipiente
Madrid- Auditorki Nacional: 25 de enero, jorg Demus (piano). Obras de Bach, Mozart, Beelhoven. 5churnann.
Schuberí y Debowy 6 de febrero Nikita Magabff (piano). Obras de Scarlatti. Beethoven. Stravinsky, Chopm
y Schubert. Madrid. Auditorio Nacional. 8/2/1990. Brahms: Cua-
tro Baladas. Opus 10: Sonáis, Opus t: Variaciones
y fuga sobre un tema de Haendel. Opus 24 Ger-
Por vez primera decir «hasta el año har-ij Oppitz, piano CKJO «Piano 2000», organizado
las obras de Schubert más espinosas téc- por Ibermúsica.
2.000» suena cercano Fbr ello, es de su- nicamente. Hubiera sido más convenien-
poner que la discusión sobre el uso o no te la elección de otras obras de este autor Un programa con obras infrecuentes
de instrumentos originales se prolongará —Improntus, Momentos Musicales—, con de Brahms, a cargo de un pianista pro-
hasta bastante más tarde. En el caso con- igual abandono melancólico y menos di- m o ció nado por Deutsche Grammop-
creto de Bach. el entrañable Jórg Demus ficultades técnicas. En la V&nderer, espe- hon (su reciente disco con Sonatas de.
es uno de los que más vivamente ha in- cialmente, pesa demasiado sobre el juicio Beethoven fue bien recibido por RE. en
sistido en que el gran compositor fue du- la interpretación de Fischer, uno de los el número anterior) y que ha tocado ya
rante un tiempo representante de la casa maestros que tuvo Demus. Aunque fue- la obra completa del músico hambur-
de pianos Silbermann —como prueba, un ra tocada antes he dejado la Op. 12 de gués, era la atractiva propuesta que
diario de Leipzig de la época—, y esto Schumann para el final por la sencilla ra- Ibermúsica formulaba el pasado 8 de
autoriza hoy a emplear este instrumen- zón de que tue algo antológico. Un ejem- febrero.
to. Sin embarga no es la elección del ins- plo de adherencia total entre las
Al término de las Baladas que abrían
trumento, como muy pronto pudo demandas expresivas de un gran compo-
el programa ya había quedado claro
comprobarse, algo que influyera irrevo- sitor y las virtudes de un intérprete. Fue-
que Oppitz todavía no es un buen
cablemente en la calidad de los logros. ron éstas el rubato justo, la elocuencia sin
brahmsiano, pese a que en la Cuarta
Su Bach de textura gruesa y sonoridades énfasis, las sonoridades bellas y equilibra-
existieron calidades en lo que se refire
amazacotadas por el uso poco prudente das y el logro expresivo irrepetible.
al sonido cálido y delicado, de acuer-
del pedal lo demostró. Forzando algo la comparación, el pos- do con la página, y en lo que atañe a
Mayor demostración aún. y por vía in- terior recital de Nikita Magaloff puede línea y estila Pero la primera pieza de
versa, fue su acercamiento a la famosa So- considerarse como el reverso de la tra- esa Opus 10 había sido decepcionante,
nata 'Claro de luna» de Beethoven. Fue ma urdida por Demus. El ruso ofreció un tanto en su introducción plana y poco
tocada en un fortepiano, presumiblemen- programa mastodóntico. muy en su línea, poética (Kempff, maestro de Oppitz,
te de la colección del propio Demus, y pero en el que casi nadie (como no fue- era ejemplar ahí) como en su climax na-
rezumaba impotencia por tres de los cua- ra Púchter) puede brillar a idéntica altu- da culminante y de pasión contenida en
tro costados al fijarse más el pianista en ra. Entre otras cosas tocó la Sonata n.° exceso. Era de prever que el arrebato
lo que Beethoven escribió que en lo que 30 en Mi mayor de Beethoven, exponien- romántico del primer Brahms no iba a
acertó a entrever. Sin embargo, tampo- do bastante confusamente la compleja hallar respuesta en la sensibilidad de
co es justo descalificar todas las premi- polifonía del primer movimiento, que so- Oppitz. Y así fue: la infrecuente y atrac-
sas de trabajo de Demus, ya que en el nó poco claro, con escaso rigor en la ex- tiva Sonata, Opus I resultó también de-
mismo fortepiano acababa de ofrecer mi- posición de las ideas. En el otro platillo cepcionante, alicorta, expresiva y
nutos antes una Fantasía de Mozart cin- de la balanza estuvieron las obras de Stra- técnicamente, a muchas leguas de dis-
celadísima. Ningún hábito, pues, hace al vinsky, más mecánicas, más secas —en es- tancia de lo que Katchen o Zimerman
monje. Y mientras se dirima por comple- pecial el furibundo Cuarto Estudio—, resé han grabado.
to la cuestión, Bach puede nuevamente a sus ocultas señas de identidad stravins-
La segunda mitad del concierto co-
sentarse al clavicordio —por muchas fo- kianas estuvieron más cerca del espíritu
menzó con mejores auspicios: el pianista
tocopias que sigan apareciendo en de Magaloff.
parecía más asentado, y la sonoridad ri-
Leipzig—. pero al repertorio creado por También los 24 Preludios de Chopm ca y el entusiasmo con que expuso el
Haydn y sus continuadores no le sienta forman parte de lo más granado de su tema haendeliano prometía una acer-
en absoluto mal ser interpretado en un repertorio En los de la otra noche tuvo tada interpretación, que se mantuvo du-
piano actual. Lo contrario, además, seria algunos problemas articulatorios en los rante buena parte de la obra. N o
renunciar a los logros de Richter, Fbllim más veloces y cierta falta de compromi- obstante, la proximidad de la temible
y Benedetti-Michel angelí y. sinceramen- so en otros, aunque sea de justicia reco- fuga alteró algo sus nervios y las tres va-
te, esto es pedirnos demasiado. nocer cierto afán de superación en el riaciones (números 23 a 25), que la pre-
Mejor, muchisimo me|or, la Fantasía Chopin más spianato. asi como en los úl- ceden, fueron precipitadas e inseguras
Wanderer de Schubert contenida en la timos preludios en general. Con todo, y el contrapunto de aquélla resultó pla-
segunda parte. Todo el programa —ahora aunque yo venere a los pianistas vetera- no y confuso. Oppitz dio fuera de pro-
ya al piano—, estuvo integrado por diver- nos, si todos fueran como Magaloff abo- grama el Cuarto Intermezzo, Opus 116,
sas fantasías, una forma musical muy en garía con más entusiasmo aún por el también de Brahms. en el que, si bien
consonancia con el talante soñador de "frente de juventudes Zimerman- le¡os de los modelos citados, hubo cali-
Demus. Su versión fue altamente emoti- rbgorelich-Kissin». dades que hicieron arreciar los aplausos.
va, aunque no siempre los dedos salie-
ran airosos ante las dificultades de una de J.M.S. Roberto Andrade

SCHERZO 37
tRQUESTA Ya
¡ORO NACIONALE!

TEMPORADA 1989/19»

2/3/4 MARZO CICLO III CONCIERTO 22


Director: Laopotd Hagar
Solista: María Joao Pires, piano
Menctetesoíin Las Hébridas. Op 26
Moart Conaertt para paño rún. 23 en La maya K 4BS
SeOnoven Sinfonía nüm 3. en Re ma>or. Op. 36

MARZO CICLO IV CONCIERTO 23


Director: Víctor Pablo Pérez
. • •?» f i .-»- > Solista: David Golub, paro
Marca Sintonía núm 4.
Grieg "Sgurd Josalfar. Op 66
Rachmaninw Concierto para piano y orquesta núm 2,
en Do mena Op. 18
' Eüre™ Oe la ONE

1W7/1S MARZO CICLO II CONCIERTO 24


OiquMtay Coro NadonalMi d» EspaAa
Director WaHsr WWtef
Solistas Lynda Russell. soprano Lynda Finnie
mezzo. Horts Laubenthal. lanor Starrfford Dean,
)**.. bata
>» Beettioven Misa Sdemrus en Re mayor, Op. 123.

23/24/25 MARZO CICLO III CONCIERTO 25


Director: Jan Krwiz
Solista: Oscile OuSSet, piano
Pneto Fandango de Sotet.
Chopin Concertó nüm 2. en Fa menor Op. 21.
Barber Adagio para cuerdas, Op 11.
Roussel. Sinfonía nüm 3, en Sol menor. Op 42.

3(V31 MA. 1 AR CICLO IV CONCIERTO 26


Director: Han» Vonh
Solista: José Feghali. pana '
Moiarl Concierto para piano y onjuesta núm. 21. en
Do mayor, K 467
Ctiaikovski. Sinfonía núm. 5, en Mi menor, Op 64
Hoailo de Conowtos «mes y sStxá? 1930 h.
Dcmngo- H X h

Con el pairara de WGROUEKO

MINISTERIO DE CULTURA
XII CICLO DE
CÁMARA Y POLIFONÍA
TEMPORADA 1989/1990 J
6 HARZO OCIO C CONCIERTO 36 27 MARZO OCIO C CONCIERTO 42

Sntf|ka taakwtc, cía** Orquaata da Cámara Vita da Madrid


Pacheibel Ana Seoaktna Directora M i r c a d a í PadlHa
Anonino del Monasterio de la isa * Kr* (Yu- Soleta. Miguel Ángel Colmenero, trompa.
goslava) [S XVIII) Sonata per cémbalo. Ros»™ Sonata para cuerda nüm 3. en Do
Anórwno del Monasterio Francracano de Za- mayor
greb (S. XVM). Sonata per cl»ecin Ucean Concedo para trompa y orquesta en
C P h E Bach 1 í ^ i a o r e a i i c í e F t * e d £ & Mi Bemol mayor K 477
pagne l i m a La oración del lorero
J S Bach Tbccata e-mol Falta El amor btujo (tersún ononal. 1915).:
Scartatn Sonala F-dur (K 44) Sonata Adur {K
206). Sonata f-mo« (K 239)
Sote Sonaa g/fnd Sonata d-mol Fandango
29 MARZO CICLO A CONCIERTO 43

Brtttsn Quartat
• MARZO CICLO B CONCIERTO 37 Hayan. Cuarteto en Re tnern* Op 76.num.2s
\ferdi Cuarteto en Mi mere* J
lamal Strlng Quartat Ravel Cuarteto en Fa.
Amaga. Cuarteto rijm. l Cuarteto nüm 2
Hindamilh Cuarteto nüm a
Mendelssohn Cuarteto en Fa menor, Op 80.
Horario Oe Coxal**» 1930 h

Ctx>
13 MARZO CICLO C CONCIERTO 3a "

Joaquin Achucano, piano


Chopm Sonata nüm 3 en Si menor. Op 56
Brahms Tres Intermeza. Op 117
Schumarm. ESuotos Sinfóncos. Op 13

15 MARZO CICLO B CONCIERTO 39

Haw Landon Conaort


Manuacmo Carmina Burana
{Hacia 1300) {Colección tabana de poetó K-
rca medieval).

20 MAAZO CICLO A CONCIERTO 40

lito Schubart da Madrid


SctiuDef. Trio para piano, vwéín y violonchelo
núm LenS" bemol. Op. 99. {D 896). Tito pa-
ra piano, v x * i y violonchelo, núm. 2. en Mi
bemol. Op 100 (D 929)-

22 MARZO CICLO A CONCIERTO 41

Conjunto Barroco Zarabanda


Manar* Concierto en Mi menor para Rauta
de peo. dos vofcnes y cap continuo
felemann Conoerto di camera en Sol menor.
Naudot Concierto en Sol mayor para flauta
de peo, dos woinee y bafo conanuo
Bach Trio en Do mayor para Rauta de pea
dos vnlmes y bajocontnua BWV 1037
ViVBldi. Conoierto en La menor para flauta de
peo, dos viCÉneS y bajo contmuQ RV 108

A MINISTERIO DE CULTURA
ACTUALIDAD

COVENT GARDEN

Vuelve la verdadera ópera


Londr<eS- Poyal Opera House Covent Garden 1-11-90 exactamente lo que hizo Sabiamente, to- lovtsianas fue espléndidamente desinhibi-
Borodrn1 Principe Igor do el tratamiento concernía con lo que da, pero por todas partes había un
verdaderamente es la obra. Un espectá- lirismo cálido y apasionado. Vocalmente,
Signos de consuelo por todos lados. Es- culo resplandeciente, expansivo y orgu- fue la noche más señalada que hemos te-
ta no ha sido una temporada feliz para lloso, m o t i v a d o por ambiciones nido en el Covent Garden desde hace
la Ftoval Opera. Después del comienzo primitivas, el tema histórico, con una mú- tiempo. La magnífica voz de Paata Bur-
prometedor con La Walkina de Gótz sica concienzuda y espléndidamente ru-
Fnedrich en septiembre, siguió una Me- sa, una narración sin compilaciones
dea aburrida y nada aconsejable, el la- pintada con sangre y crueldad, aunque to-
mentable Idomeneo de Schaaf. y una cada por el honor. Nadie insultó a Boro-
reposición de la bella producción de Fne- din tratando de encontrar mensa|es
drich de Der Freischutz, que de algún ocultos o recreándose en trucos autoin-
modo no renovó su impacto original. El dulgentes de época o lugar. Fue una ópe-
Poyal Ballet, planeado para añadir brillo ra épica, franca y desvergonzada, tocada
a una prestigiosa producción a gran es- y cantada con toda entrega.
cala de Príncipe Igor, se sumergió profun- La escenificación de Andrei Serban, en
damente en las angustias de una disputa colaboración con Niky Wolcz, hizo un uso
industrial, de modo que parecía poco creativo del espacio disponible. Sólo de
probable que tuvieran éxito. vez en cuando había alguna intromisión
Raro lo lograron, y el arreglo de Chris- inoportuna, como cuando una visión de
topher Newton de la famosa coreogra- Yaroslavna revoloteó alrededor de Igor
fía de Fokine de las Danzas fhlovtsianas, durante su aria. Generalmente, la comu-
y la vigorosa ejecución que se hizo de nicación sin ambigüedades y ¡a acción ex-
ellas, fueron dos de las varias caracterís- plícita estuvieron a la orden del día.
ticas que han hecho de este Príncipe Igor Los tra|es de Deidre Clancy se a|usta-
algo de lo que la Boyal Opera está urgen- ban idealmente a este tipo de produc-

H c e i j de 'El Pnnope Igor'

chaladze llenó completamente la sala de


manera triunfal con la música de Konchak,
que raramente podría haber sido inves-
tida con mayor autoridad, en tanto que
Sergei Lieferkus fue un noble Igor que re-
veló claramente tanto el remordimiento
como el dilema. Nicolai Ghiuselev. como
el Principe Gahtsky, fue constantemente
el conquistador arrogante, arrebatando
vorazmente los frutos de la victoria allí
donde se encontrasen. Alexei Steblianko
no perteneció totalmente a este grupo
como Vladimir. La categoría dramática de
Anna Tomowa-Sintow hizo de ella una Ya-
roslavna creíble. Hubo un descubrimien-
to excitante en Elena Zaremba, la mezzo
rusa que hizo su representación en el Co-
vent Garden como Konchakovna. He aquí
temente necesitada, un éxito artistico y ción, llenos de colorido, brillantes, una voz seductoramente oscura, pero
popular redondo. flameantes y —lo que es de agradecer- agudamente penetrante, la extensión es
Era la primera vez que Príncipe Igor se de acuerdo con la época. Los decorados amplia y flexible, las notas más bajas po-
ha cantado en ruso en el Covent Garden. de LIVIU Giuleí, pelados y adustos, no per- seen una firme verdad, su presencia es-
y la primera vez que se escenificaba la tenecían realmente a este lujoso espec- cénica tiene autoridad, ella es bella y se
obra en el teatro desde 1937, siendo en- táculo, pero al menos eran prácticos. mueve con facilidad. Uno siente un toque
tonces cantada en francés. El nuevo mon- La dirección de Bernard Haitink resu- de aristocracia. Si desarrolla con sensibi-
taje estaba destinado a celebrar el mió la virtud principal del montaie. Cla- lidad estas cualidades tendrá los teatros
centenario de la primera representación ramente él creía en cada compás y este de ópera del mundo a sus pies.
de la ópera en el Teatro Maryínsky de San compromiso inspiró todas las secciones.
R?tersburgo en 1890, y celebrarlo fue La ejecución orquestal de las Danzas Po- Kennech Loveland

40 SCHERZO
¡ACTUALIDAD

Música en París
F^rii. Salte Pleyí! 18-1-90 OrqueEta deParis. dirigida por Kurt Sanderhng. Concierto parj vtoiin. Opus 77- Solis-
ta. Miriam Fned. Segunda Sinfonía. Opus 71 de Brahms.

Dos conciertos por el programa, atrac- En cuanto a la Sinfonía, lo mejor fue el


tivo e inteligente, y además porque se es- tercer tiempo Teniendo en cuenta su gra-
tima que esta orquesta tiene un óptimo cia y su belleza, las sutilezas rítmicas y las
rendimiento ba|o dos batutas: Giulmi y consiguientes transformaciones temáticas,
Sanderling. hay que concluir que Sanderling conoce
Espero tener la oportunidad de com- muy bien a Brahms y que sabe contár-
probarlo. Fbr el momento, y a tenor de noslo. Pequeñas deficiencias (como en la
lo escuchado, la Orquesta responde a los exposición del segundo tema, en el pri-
requerimientos de Sanderling, que cuida mer movimienta un abortado accelleran-
especialmente dinámica y fraseo, asi co- do, al final del segundo) no empañan la
mo la adecuada |erarquia de los planos lectura, en su conjunto. Aunque los tem-
sonoros, aunque a veces el metal sobre- pi son siempre cuestiones opinables, dis-
sale en exceso. crepo de ja excesiva lentitud del segundo
Tal vez los cobres parisinos no sean de movimiento del Concierto y, sobre todo,
una especial calidad tímbrica; sin embar- en el último de la Sinfonía, en el pasaje
go, algunas intervenciones aisladas de la marcado como largamente. Apruebo el
trompa han resultado del mejor efecto ensanchamiento del tempo (¡Furtwán-
(segundos tiempos de Concierto y Sin- gler!), y repruebo que muchos directores
fonía). También me parecieron de buena de gran notoriedad hagan caso omiso a En suma: dos versiones que en conjun-
calidad las maderas en los pasa|es indivi- la indicación; pero es necesario que la di- to me han parecido estimables, pero que
dualizados, sobre todo en las texturas del latación se produzca en una justa medi- no han llegado a cautivarme Esperare-
segundo tiempo del Concierto y en el da (haciendo un rallentando en el motivo mos a Giulini.
tercero de la Sinfonía. descendente anterior) para que el pasa-
Destacaría sin duda el oboe y el fagot je no resulte descontextualizado. Julio Andrade Malde
en el segundo movimiento de ésta. La
cuerda, excelente, con una bella sonori-
dad de conjunto y una notable capacidad
para la regulación dinámica.
Sanderling ha debido realizar un ex-
La Perestroika y la orquesta
traordinario trabajo previo con la Or-
questa. Su lectura de Brahms no ha del Estado de la URSS
podido ser más respetuosa y precisa. Bien El 14 y el 15 de enero estuvo en la Salle Pteyel la Orquesta del Estado de
es verdad que con maestros de la talla la URSS, dirigida por Svetlanov. Con tal motiva el diario Le Monde publicó una
de Furtwangler, Klemperer o Kleiber el crítica en que el titular-no se limitaba a enjuiciar los conciertos, sino que además
discípulo forzosamente aprende a descu- se extendía en interesantes consideraciones sobre la situación de la música en
brir «todo lo que se halla detrás de las la Unión Soviética.
notas». Respecto de lo primero, destacaba las calidades de la Orquesta añadiendo
Nadie podrá negarle una profesionali- una vigorosa descripción de la técnica rectora de Svetlanov, dedicándole los más
dad admirable; acaso su forma un poco attos calificativos. Ftersonalmente, estimo al director ruso como uno de los más
desmañada de expresión e incluso una grandes, entre los actualmente vivos. N o olvidaré su concierto en La Coruña,
deliberada contención de los ademanes con una asombrosa versión en una Sinfonía de Scnabm que mantuvo al audito-
no contribuyan a establecer ese puente rio en una tensión como pocas veces he podido presenciar en un hecho artística
ideal entre público y orquesta, que es sin Pera en cuanto a lo segundo, hay que reconocer que la programación de
duda una de las más importantes funcio- dos sinfonías y dos conciertos de Khrenninkov (Primera y Tercera; Segundo para
nes del director. Hubo aclamaciones, por piano y Concierto para violirí), acompañadas por la Segunda Sinfonía de Rach-
supuesto, pero la sala no alcanzó el entu- maninov y la Tercera de Tchaikovsky, es por lo menos insólita.
siasmo. El crítico nos recuerda que Tikhon Khrenninkov permanece como presiden-
Me gustó la versión de la violinista, a te de la Unión de Compositores Soviéticos desde 1948, que para este puesto
pesar de que el concierto necesita en mu- lo nombró Stalin, que tiene hoy setenta y siete años y que hizo todo lo posible
chos momentos más fuerza en el solista para hundir a Prokofíev y a Shostakovich, cuyas dificultades con el régimen so-
y que a veces se toma unas libertades con viético de entonces —incluida la abjuración de sus desviaciones— son bien cono-
el tempo que producen leves desajustes; cidas. Por eso, afirma: «Al parecer el viento reformista no ha conseguido alcanzar
en el último tiempo, incluso, fueron algo hasa ahora las altas instituciones musicales soviéticas».
más leves. Sin embarga la belleza tímbn-
Hay que reconocer que todas las transiciones —incluso las musicales— son
ca, el refinado frasea el cuidado en el ata-
difíciles...
que y resolución, la capacidad para el
cantabile confieren a su Brahms un bello
J.A.M.
intimismo.

SCHERZO 41
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ENTREVISTA

Eliahu Inbal,
el titán reflexivo

La conversación que se transcribe tuvo lugar en Madrid, el 9 de diciembre pasada y se realizó con
destino al programa El mundo de la fonografía, cíe Radio 2 de Radio Nacional de España: la
publicación en estas páginas se efectúa mediante acuerdo con la otada emisora de radia
La charla se desarrolló durante las actuaciones de Eliahu Inbal con la Orquesta Nacional de España,
los días 8, 9 y 10 de diciembre, en programa, ya comentado en SCHERZO, que incluía páginas de
Tchaikovsky y Stravinsky. El maestro israeli se mostró muy satisfecho del traba/o llevado a cabo con la
Nacional, cuya buena forma glosó, y admirado de la disciplina observada en los ensayos («He
preguntado a algunos profesores si es que ya no se consideran una orquesta latina'). Visitante asiduo
de nuestro país —Inbal. como se cita en el diálogo, debutó en España, con la misma Orquesta
Nacional, hace dieciocho años—, artista que rehuye el vagabundeo internacional del estrellato —lleva
dieciséis años al frente de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt. una titularidad que cederá,
al término de esta temporada, al ruso Dimitri Kitaienko, tras despedirse este 25 de mayo del conjunto
con los Gurre-Lieder de Schónberg—, fabuloso traductor de Mahler y recreador de las genuinas
primeras versiones cíe las Sinfonías Brucknenanas, este artista era objeto, en el número de febrero de
Le Monde de la Musique de un extraño y durísimo ataque personal firmado por el Director Ceneral
de la Música de la primera legislatura Miterrand, Maurice Fleuret (Zhdanov en Frankfurt era el título),
a cuenta de unas supuestas declaraciones conservadoras publicadas en el Frankfurter Allegememe
Zeitung, cinco días después de la entrevista que reproducimos. Reaccionarismo. por otra parte,
totalmente ausente de las manifestaciones madrileñas de este músico tranquilo, inteligente, cuyo reposo
esconde una energía formidable, pues Inbal, como él mismo señala, está entre la meditación y la
lucha.

SCHERZO 43
ENTREVISTA

S
CHERZO:—Si yo le digo la palabra 'Bruck- sionado que ha llegado a decir «no hay una sola nota en todo
ner», ¿cuál es la primera asociación mental que ese Finale que no halle justificación en sí misma». Y bien, uno
usted tiene? de esos músicos de los que antes le hablaba, que no alcanzaba
ELIAHU INBAL.-Meditación. a comprender la música de Bruckner, me reconocía que siem-
S.—¿Y si le digo la palabra «Mahler»? pre trataba de escuchar a Bruckner como si se tratara de un
E.l.—Mahler... lucha interior. compositor clásico de la escuela beethoven i ana, esto es. de los
S —¿Podríamos hablar un poco acerca de es- que practican el desarrollo intelectual a partir de una célula;
tas dos ideas? Fbr ejemplo, la ¡dea de medita- bien, como él no podia encontrar eso en Bruckner, estaba de-
ción en Bruckner. cepcionado Yo le he dicho a este hombre: *Bruckner es la me-
E.l.—Si, pues verá, me gustaría contarle que ditación, pero la meditación no siempre es algo apacible, puede
hay músicos a los que yo estimo mucho, grandes músicos, que tratarse de la meditación sobre el fin del munda pero siempre
no aman la música de Bruckner. que no alcanzan a compren- la meditación: repita no siempre es la meditación estática, pue-
der a Bruckner; yo he hablado con ellos para tratar de hallar de ser la meditación diabólica, pera la idea de la meditación
la razón, y he descubierto que escuchan a Bruckner de mane- está siempre ahí: es como una roca, es algo totalmente cósmi-
ra poco apropiada, porque tratan de encontrar en él lo mismo co, presenta una ¡dea. y luego otra, y luego otra, o sea. que
que pueden oír en Beethoven. Schubert o en Mahler. esto es, es necesario emerger de ese estado único para poder com-
la idea de desarrollo (marcando con especial énfasis esta últi- prender esa música y disfrutarla. De niño, yo tuve la suerte,
ma palabra). Naturalmente, usted sabe que la base de la músi- a través de la religión, a través de una parte de la religión he-
ca sinfónico-clásica alemana, asi como de otras naciones, es braica que es la Kábala, y a través de un verdadero santo, una
la tdea de desarrollo, sobre todo
a través de la forma de sonata,
que es como un drama: tenemos
un tema, tenemos un contratema,
quizá tengamos más de dos, con
un planteamiento diverso entre
ellos, y sobre todo con un desa-
rrollo en el que se produce la ba-
talla entre estos temas, batalla
que se resuelve al llegar a la reca-
pitulación. Es esta una ¡dea total-
mente occidental, ya que estamos
hablando del desarrollo dinámico.
como el que hallamos en la indus-
tria y que perdura después de
trescientos o cuatrocientos años.
y que se basa en un siempre más.
siempre más...
Se da aquí un contraste máxi-
mo con la idea de estabilidad, tal
como la podemos hallar en los
países orientales, digamos el Ja-
pón, o la China, válida y durade-
ra hasta hace, aproximadamente,
una decena de años, me estoy re
finendo ahora al Japón, que, du-
rante la última década, ha aprendido en gran parte el sistema persona como no he conocido otra ¡gual en mi vida, mi tio.
occidental de desarrollo dinámico. Y bien, mientras, en Bruck- que era el principal de los rabinos de la Kábala, tuve la suerte,
ner, ¿qué encontramos en Bruckner?, hay una presentación de digo, de tener un contacto duradero e intenso con la medita-
bloques, en estado de concentración, en estado meditativa fara ción; creo que por eso puedo comprender el mundo bruckne-
entendernos, hay una ¡dea que nos presenta, la termina, hace riano como meditación, como religión, como estado cósmica
una pausa, respira, y nos presenta otra ¡dea; hay excepciones Mahler. de otra parte, es la personalidad efervescente, ge-
a esto que digo, claro, pero en la mayor parte de las obras de1 nial, cargada de contradicciones, de lucha interior, de elemen-
Bruckner es asi. Y por la interacción, por la relación entre es- tos que luchan los unos contra los otros, la búsqueda del miedo,
tos bloques de dimensión altamente espiritual, se crea un mo- de la banalidad, de Dios, del diablo, de la belleza, ¡todo es efer-
vimiento sinfónica El desarrollo, tal como lo encontramos... por vescencia en la personalidad fascinante de este compositor!, y
poner un ejemplo en la gran Sinfonía en Do mayor de Schu- su música es tan personal, tan autobiográfica, como un comen-
bert, celular, basado en células, como... (tararea el tema prin- tario a su vida misma, bueno, su vida está ahí en la música, yo
cipal de la exposición del primer movimiento de la sinfonía creo que no. puede haber una biografía mejor de Mahler que
schubertiana) ¿lo ve?, esta célula, como tal, es casi banal... ta- sus propias sinfonías jtoda su vida está en ellas! es la biografía
tán tatán, titín titin (de nuevo el tema, una parte del mismo), más precisa. Naturalmente, usted me puede preguntar, ¿cómo
¡bueno!, la música como tal es poco interesante, no nos enga- es que interpreta usted paralelamente la música de Bruckner,
ñemos, pero sólo con esto, Schubert construye un monumen- que es meditativa, y la de Mahler, tan caótica? Yo creo que mi
to. Esto no ocurre en Bruckner, esta no es su manera de trabajar, persona está más cerca de la música de Mahler, esto es el caos
de componer; ¡sí ocurre en Mahler!; piense usted, por ejem- interior, el miedo, la lucha, la esperanza, la búsqueda continua,
plo, en el Finale de la Sexta Sinfonía, ¡qué trabajo tan fantástico esto es, en verdad, mi persona, desde niño, desde la infancia,
de desarrollo!, hasta el mismo Schoenberg estaba tan impre- pero, como ya le he dicho, conozco ese otro mundo, el mundo

44 SCHERZO
ELIAHU ÍNñAL

de la meditación, al que también he tenido acceso de niña es-


to es. son dos polos que tienen un profundo fundamento en
mi, y por ello yo me encuentro perfectamente a gusto tanto
en la música de Bruckner como en la de Mahler Y lo mismo
me pasa con Ravel, o con Berlioz, y la verdad es que con este
- Para ampliar y reforzar
último tengo una relación m u / especial, porque, fi]ese en Ber-
lioz hay elementos que también se dan en ese otro composi-
el equipo junto a
tor, quiero decir en Bruckner, a modo de anticipo, como es,
por ejemplo, la presentación de las ideas igualmente en blo-
Emmanuel Krivine
ques, de partes que son una entidad en sí mismas presentadas
una después de la otra, este es un rasgo característicamente
beriioziana Este mismo rasgo se encuentra también en Honeg-
ger, y, como ya he dicha también en Bruckner, pero también
se puede detectar en Messiaen. e igualmente en Stravmsky; de
La Orquesta
otra parte la línea que comienza con Mozart y Haydn, como
padres de ese desarroHo clásica y que halla sus primeras cimas
en Beethoven, esa línea que sigue con Schubert, con Schumann.
Nacional
con Mendelssohn, con Brahms. y que ciertamente llega hasta
Mahler, esa línea, digo, encuentra, tal como yo lo veo, su cénit
en Mahler, que es un beethoveniano absoluto, puesto que en
él. la expresión, si es romántica al ciento por ciento, pero el
de Lyon (FRANCIA)

método, es por entero beethoveniano: el color, la orquesta en


conjunto, son de Berlioz, pero el método intelectual en Mahler necesita
proviene de Beethoven.
S.—Ha hecho usted una observación muy interesante, con la DOS VIOLINES
que estoy plenamente de acuerdo, la de que Bruckner está se-
parado de la tradición occidental del desarrollo sinfónico a la
UNA VIOLA
manera habitual, pero usted ha indicado'una diferenciación en- UN VIOLONCELO)
tre Bruckner y Schubert, adscribiendo a este último a esa gran UNA FLAUTA
línea del desarrollo sinfónico clásico romántico; esto me hace UN FAGOTT
recordar que un gran director de orquesta, actualmente reti-
rado, Rafael Kbbelik, siempre hacía preceder sus interpretacio- UN CLARINETE
m
•i,
nes brucknerianas —no me refiero a las de las sinfonías más (vanos puestos de soliste! •i

extensas, como la Octava o la Quinta—, de alguna de las sinfo-


nías de Schubert, y recuerdo que esto tuvo lugar en sus con-
ciertos de Munich cuando interpretó las sinfonías Cuarta, Tercera
o Novena de Bruckner. ¿Es que no hay una conexión entre es-
UN DIRECTOR TÉCNICO
UN BIBLIOTECARIO
i
tos dos autores austríacos? UN ATRILERO
E.I.—Ciertamente que la hay, hay una conexión, una cone-
xión a través del lenguaje, del lenguaje sonoro, porque ahí está
el Schubert de los üeder. o el de los espacios de ese segundo UN COMPOSITOR
movimiento de la Novena Sinfonía que antes le indicaba, hay
ese mismo espacio cósmico, la longitud cósmica de Schubert, RESIDENTE
como a veces se dice, ahí se puede decir que hay un parentes-
co entre ambos; pero no creo que haya ese mismo parentesco
Poner a pruebo, cotidianamente, el Intento musical
en el plano intelectual, lo hay en el plano existencial, pero en
Comprometerse con un proyecto musical ambicioso.
lo otro son plenamente diferentes. Eso sí, los dos provienen Defender y confrontar las tradiciones para seguir innovando.
de la misma parte del mundo, los dos hablaban la misma len- Construir una empresa sinfónica presente en todos
gua, y en ese caso se puede decir que hay una similitud entre tos frentes de la imagen y del sonido.
ambos. Claro es, de Schubert siempre podremos decir que es
el más íntimo, por sus canciones, su música de cámara, aunque
Si crees que todo esto es también
en la misma música de cámara y al final de su música sinfónica hoy una orquesta te esperamos en Lyon.
haya una cierta propensión a la monumentalidad, a la grande-
za, grandeza y monu mentalidad que siempre podremos predi- AUDICIONES:
car, desde el comienzo, de Bruckner, que es como una roca,
una verdadera roca (todo esto acompañado de gestos con las DEL 19 AL 26 DE MAYO DE 1990
manos, que ha cerrado con fuerza al referirse a la intimidad
de Schubert y que ha abierto, trazando un arco en el aire, al
establecer la diferencia con Bruckner). Todo esto no quiere decir
que en Bruckner no haya momentos de intimidad, claro que
los hay, pero no creo que ahí esté la esencia de Bruckner, veo
a Bruckner más cerca de lo colosal, de lo granítico jes que es
una verdadera montaña de granito! (con gestos no menos ex- Información v candidaturas: Orchestre National de Lyon
presivos, triando sobre el aire el perfil de una montaña, y gol- 82, me deBonnet, 69431 LYON Cedex 03, FRANCIA
peando fuertemente la mesa, frente a sí, al referirse al granito). TeL 78 60 0151, Fax 786013 OS
jCon Bruckner partimos hacia las estrellas, hacia el cosmos, es

SCHtRZO 45
7
ENTREVISTA

como si eleváramos las montañas hacia el cosmos!, creo que El—{Entregrandes risas). ¡Sí, la verdad es que hoy ya da mie-
en él no se da exactamente esa escala de lo intimo, la escala do hablar de Ur-fassung porque pueden salirte hasta ocho! ¡Es
de lo íntimamente humano que si podemos apreciar, casi to- un verdadero caos! Pero sí, creo que habría que hablar de las
car, en Schubert. de la escena de lo cotidiana de lo de todos primeras Primeras ediciones, o versiones originales genuinas.
los días. Ftero déjeme decirle algo todavía, quisera señalarle una Y. sí, es cierto, soy muy fiel a estas primerísimas ediciones, en
diferencia entre Bruckner y Mahler, que he recordado mien- el sentido real de la palabras Ur, pero señalando una diferencia
tras hablábamos, y quizá sea la mayor diferencia entre ambos: importante, y es que yo creo que esa primerísima versión de
quisiera precisar que en Mahler podemos escuchar nítidamen- la Tercera Sinfonía, en el caso concreto de esta obra, es la real-
te el proceso de esa lucha interior, de esa batalla, y percibir mente justa, la perfecta, la mejor, porque las versiones que él
igualmente los resultados, mientras que en Bruckner. la lucha realizó posteriormente, con correcciones un poco azarosas, he-
interior —que la hay, ciertamente— se la guarda para si mismo, chas deprisa y bajo presión, como esos gestos de cortar una
y nosotros nos hemos de conformar con los resultados de la secuencia y enlazar lo anterior con un trémolo de timbal, o
misma; naturalmente, hay excepciones a esto que digo, pero una nota de trompa a modo de punto y coma, o esa obsesión
creo que ésta es la regla del |uego, pero creo que en conjunto por aligerar el segundo movimiento, todo ello no me parece
ésta es la diferencia más importante entre uno y otro, entre en absoluto homogéneo, y por todo ello no me gustan las ver-
Bruckner y Mahler: Mahler nos arrastra a su propia lucha inte- siones segunda y tercera, de las tres que en total realizó, de
rior, a su lucha privada, a la vida privada de todos los días, ron Mta obra, y sigo pensando que la primera de todas las versio-
sus problemas, alegrías y tristezas,
nos arrastra a la esfera de lo más
privado de su ser, en tanto que
Bruckner nos mantiene a distan-
cia, o sea, llega por su cuenta a
una conclusión, a la fe o a la es-
peranza, o a lo que sea, y nos lo
presenta.
S.—¿Recuerda usted cuál fue el
primer director brucknenano que
le causó una impresión? Quiero
decir que si consena el recuerdo
de la primera impresión fuerte
que recibiera con la música de
Bruckner, que me imagino sería
a través de la orquesta.
E.I.—Bueno... yo escuché mu-
cho Bruckner de pequeño, con la
Orquesta Filarmónica de Israel,
que, ciertamente, tenía una tradi-
ción propia en torno al gran sin-
fonismo centroeuropeo, pero no
fue en Israel —por el contrario
eso sí me ocurrió en Mahler—
donde yo recibí la primera impre-
sión decisiva acerca de la música de Bruckner. La primera im- nes es la adecuada. Pero en el caso de las Sinfonías Cuarta y
presión realmente decisiva en favor de la música de Bruckner Octava, ahí no mantengo el mismo punto de vista, porque en
la tuve al contemplar y estudiar la partitura de la Tercera Sinfo- estos dos casos yo creo que él, al reconstruir, al recrear estas
nía, quiero decir la auténtica Ur-fassung, la primera versión de obras, que no se limitó meramente a corregir, hizo sinfonías
la obra, a través del propio manuscrito bruckneriano, y es ahí verdaderamente geniales, hizo otra cosa distinta, y desde lue-
donde por vez primera yo descubrí a un Bruckner pura, y com- go lo hizo con un gran sentido de la homogeneidad, as! que
prendí, en aquellos momentos, que la mayor parte de la tradi- sí pienso que es perfectamente válido interpretar la Cuarta o
ción interpretativa que me era familiar, no hacía justicia a su la Octava en las versiones corregidas, y yo mismo tengo la in-
música, tradición que siempre me había presentado a Bruck- tención, después de haber tocado y grabado las versiones ab-
ner como un producto propio del ultra-romanticismo, con gran- solutamente originales, de interpretar también en el futura estas
des e infinitas longitudes, con lentitudes insostenibles, con un otras variantes. Por ejemplo, en el caso de la Cuarta, tengo ya
sentido permanente del rubato. tradición que acababa por con- el proyecto de interpretarla en tournée, en la tercera versión
vertir la mayor parte de las sinfonías de Bruckner en poemas con la Sinfónica de Viena. un proyecto que seguramente lleva-
sinfónicos y no en verdaderas sinfonías, tal como su autor las remos también al disco. Asi que. como usted ve, yo no soy hostil
concebía. Esto es. el sinfonismo de Bruckner convertido en Ton- a las segundas y terceras versiones de las obras de Bruckner,
dichtung, y yo comprendí todo esto a partir del momento en esas que a veces se llaman Ur-Fassungen, pero creo que es a
que estudié esa Ur-fyssung de la Tercera Sinfonía. Así que. no través de las auténticas versiones originales como descubrí la
fue una audición ni un concierto, sino el estudio directo de una sustancia de Bruckner. su aspecto revolucionario, su aspecto casi
partitura lo que me hizo decir: «¡Dios mío, hay que redescu- diría salvaje, el carácter que lo avecina, de una parte a Stra-
brir a este compositor! Lo que hacen con él. quizá sea muy vinsky. y lo hace, de otra, heredero de Berlioz. y creo que los
bonito, ¡pero no es lo que él quería!» (entre risas). intérpretes tradicionales han dado de lado por entero esta fa-
S.—¿Es por esto por lo que interpreta siempre las... no me ceta, este aspecto revolucionario de Bruckner que hizo que
atrevo a decir Ur-fassunger, porque hay muchas, quizá las Echt- Hanslick le llamara, en un cierto momento, renovador peligro-
Ur-fassungen. so. ¿Por qué?: a causa de esto, de su talante revolucionario, pe-

46 SCHERZO
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ENTREVISTA

ro no me cabe la menor duda de que si interpretamos a y me ha llevado a la decisión de dirigir, finalmente, para el dis-
Bruckner como algunos artistas han pretendido difundirlo, con co esta Sinfonía, pero, voy a tratar de hacer algo muy parecido
esas longitudes y lentitudes que muchas veces le son a|enas ¡co- a lo efectuado para la radio, es decir, no quiero que forme par-
rremos el nesgo de terminar convirtiéndolo en un «renovador te del ciclo Mahier, porque entiendo que es otra cosa, es, exac-
peligroso» por aburrimiento? (riendo). tamente, lo que Deryck Cook anotó una •perfomance versión»,
S.—Una pregunta que muchos melómanos se hacen: ¿Cómo una «versión ejecutabie» del material dejado por Mahier, y es,
es posible que Inbal, que se ha mostrado tan estricto a la hora de hecho, una bellísima Sinfonía, un gran trabajo, y en ella hay
de interpretarlas genumas primeras versiones, aquellas que no verdaderamente música grande, sobre todo en el Finale, con
contienen corrección alguna de otra mano que no sea la de pasajes extraordinarios, y con un Adagio que es ciertamente
Bruckner, haya podido grabar con su Orquesta de la Radio de de Mahier, así que, en resumen, yo ahora ya no estoy en con-
Frankfurt un Finale de la Novena Sinfonía reconstruido por otros tra de esta reconstrucción, y voy a interpretarla más veces.
autores, un Fmale a partir de los bocetos del propio Bruckner? S —volviendo al esquema de las primeras preguntas de esta
E.l.—Lo primero de todo es que, como usted sabe bien, ese conversación, ¿cuál sería su primera asociación mental ante la
Finale no se encuentra en la grabación de la Novena Sinfonía, palabra «Berlioz*?
sino que va en el álbum de la Quinta. Y soy yo quien ha esta- E.l—En este caso, y de inmediato, una obra, la Sinfonía Fan-
blecido esa condición, dado que yo no considero que ese Fina- tástica, porque es ésta la primera obra que yo escuché de Ber-
le sea un final de Bruckner, Luego, hay mucho que hablar de hoz, y fue para mí una impresión colosal, porque, mire, cada
ese Finale, puesto que, usted también lo sabe, hay tres o cua- uno de nosotros tiene, en su vida, la posibilidad maravillosa de
tro intentos, quizá más, de reconstruir ese manuscrito de Bruck- escuchar una música por primera vez... bueno, después de oír-
ner, así que yo me aproximé a ese proyecto de Nicholas Amale la, ¡ya se ha acabado, es una pena! (suspirando, riendo a conti-
y Giuseppe Mazzuka, comparándolo con el manuscrito y con nuación). ¡Piense usted lo que es oír por primera vez la Quinta
las otras versiones que conozco a partir del mismo, y conside- de Beethoven, o la Tenzera, qué mundos nuevos descubrimos
ré que era el traba|O más fidedigno y meticuloso, es decir, un cuando eso se produce, como cuando se escucha por vez pri-
traba|o muy seria Ftero, aun así, queda un problema: y es que mera la Cuarta de Brahms, qué experiencia! Lo mismo acerca
el Finale en conjunto no es de Bruckner. Bruckner lo habría de Berlioz, ¡y cómo no, de Mahier, todavía recuerdo la impre-
pulido, retocado y cambiado en gran medida, como era su cos- sión que me hizo la primera vez que escuché música de Mah-
tumbre, o sea quiero con ello decir que. aunque Amale y Maz- ier! Es que estos descubrimientos son algo revolucionario, es
zuka han hecho un trabajo muy serio a lo largo de los años, como si se te abriera la puerta de algo que antes no existía
a partir de un material casi caótico, con todo se han visto obli- en tu vida; Beethoven y sus sinfonías, Berlioz, Mahier, claro es,
gados a componer una parte, y todo eso, evidentemente, no también La Consagración de la Primavera de Stravmsky..., pe-
es de la mano del propio Bruckner, no le pertenece. Pero, en ro esto no se aplica sólo a la música: todavía me acuerdo lo
fin, yo me dije: «de acuerdo, creo que es interesante tocar es- que fue la primera vez que pisé la plaza de San Marcos, en Ve-
te Finale, al menos para mostrar los últimos bocetos, las piezas necia, fue una impresión colosal, quizá haya otras plazas, más
finales de Bruckner, no para tocarlo permanentemente, como íntimas, más bellas, pero aquello fue irrepetible... y con Berlioz
una pieza establecida de concierto, sí para interpretarlo dos. también fue extraordinaria la experiencia del descubrimiento,
o tres veces, como una base de conocimiento; pero, eso sí, porque si Beethoven ha abierto la música a todas las razas y
con la condición de que no vaya a continuación de la Novena a todas las clases sociales, es decir, ha hecho realmente, verda-
Sinfonia en los discos, como si diéramos a entender que ese deramente la revolución social de la música, Berlioz ha hecho
es el verdadero final de la obra, sino como una pieza indepen- otra revolución diferente, la revolución de los medios, qué" se
diente». Y así se hizo, y tales son los resultados. podría traducir también como la revolución del color, o la re-
S.—Otra pregunta que muchos melómanos se hacen, y está volución sin límites: quiero decir que Berlioz ha ensanchada
relacionada directamente con la anterior, es cómo usted no ha ha llevado mucho más lejos los límites de la expresión perso-
incluido en su integral de las sinfonías de Mahier para Denon nal. Todo se puede decir, quiero decir que el compositor tiene
la «Performance versión», la «Vbrsión ejecutable» de la Sinfo- el derecho de expresar cualquier idea propia, y es sólo des-
nía n ° 10 realizada por Deryck Cooke que es la página con la pués de Berlioz que eso ha sido posible, sólo después de Ber-
que usted se presentó en España, en el año 72, dirigiendo a lioz hemos podido tener a Listz, a V^tgner, a Bruckner sin duda,
la Orquesta Nacional de España- Por cierto, es la única vez que naturalmente Mahier, y sobre toda sobre todo, Stravinsky. Shos-
la edición de Cook de la Sinfonía se ha tocado entre nosotros. takovich. Penderecki... sin Berlioz todo esto es inimaginable, por-
E.L—¡Es cierto, si, es así! no sabia que no se hubiera vuelto que él ha abierto el mundo musical, él ha abierto el cosmos
a tocar. Buena déjeme decirle: yo toqué mucho esa versión musical, de manera increíble, y es bueno recordarlo hoy, por-
de la Décima de Deryck Cook, la hice en Londres, en Berlin que creo que Berlioz está algo preterido y es uno de los más
¡en muchos sitios! Pero me pasó una cosa muy curiosa: a medi- grandes genios de la historia de la música. Fbr eso me he em-
da que yo iba tocando, más y más, las otras sinfonías de Mah- barcado en este ciclo Berlioz, que trato de que tenga una cali-
ier, menos me identificaba con la Décima; porque, lo mismo dad igual o superior a la de mi ciclo Mahier, porque casi siento
que sucede con el Fmale reconstruido de la Novena de Bruck- este ciclo Beriioz como una misión,
ner, y ai margen de que sea una sinfonía muy interesante y muy S.—Usted me indicó anteriormente que sus primeras expe-
bella, si usted pasa del Adagio inicial, es irrefutable que el resto riencias con la música de Mahier si habían tenido lugar en Is-
de la obra no le pertenece directamente a Mahier. Ese fue el rael ¿puede hablarme de ello?
problema, así que yo me distancié de la pieza. Ftero ocurre otra E.l.—Sí, lo que pasa es que no estoy seguro al cien por cien-
cosa: que hace dos años la he vuelto a tocar, la dirigí concreta- to, completamente seguro, de si la primera interpretación que
mente en un concierto con la Unión Europea de Radiodifusión, oí de música de Mahier, naturalmente en Israel, se debió a Ra-
que se difundió a través de la radio por muchos países, y yo fael Kubelik o a Horenstein, o ... a un importante director mah-
en ese concierto hice una cosa muy especial: dirigí en la prime- leriano, apenas conocido en el extranjero, que tenemos en Israel,
ra parte el Adagio, el primer movimiento, en la versión original que es Georg Singher. Stngher, me consta, lo recuerdo, ha in-
de Mahier, y en la segunda toda la Sinfonía en la edición de terpretado sinfonías como la Primera, la Quinta o la Cuarta,
Deryck Cook. Fue una experiencia muy interesante, apasionante pero... bueno, no importa quién dirigiera aquella primera ver-

48 SCHERZO
ELÍAHU INBAL

sión. lo cierto es que la música hizo una impresión sobre mí. el cosmos, pero a una escala muy personal, muy pequeña, en
y creo que con Mahler, en general, el intérprete es casi secun- miniatura, miniaturizada —ahí está la palabra—, y bien, esa es
daria y fí|ese que yo he podido escuchar a hombres como Kletz- la primera impresión que tuve y que todavía hoy permanece
ki, como Ancerl, Bernstein un poco más tarde, o Solti después, en mí. Naturalmente, hay excepciones, en todo lo que hemos
pero la música es lo fundamental, la música de Mahler casi so- hablado hoy se dan excepciones, seguro, y le diré una respecto
brevive a los intérpretes, incluso a los más malos: no ocurre de Ravel: La tótee... (Tras unos momentos de silencio) La Valse
así con la de Bruckner, cuando se le intenta añadir esa profun- es totalmente vienesa, es casi Wiener Schulle, Escuela de Vie-
didad extra, innecesaria, porque la música de Bruckner es pro- na, si Escuela de Viena: esa obra podría haber salido de la plu-
funda en si misma, o sea, que un intérprete sí puede destruir ma de Alban Berg en un cierto momento de su vida, quizá
¡a impresión que cause la música de Bruckner por un exceso podría ser de Schónberg, del primer Schónberg. o de un cier-
de lentitud, o de profundidad añadida, lo que yo llamo la pro- to Mahler... No es, en absoluto, música típica de Ravel: la ma-
fundidad superficial, la profundidad falsa, de esos que, cuando nera de trabajar, a partir de pequeñas células, sí es raveliana,
hablan, ralentizan todo para simular una hondura inexistente, pero la expresión no es la que encontramos en el resto de su
y., hablan... así... muy,., lentamente (con un impresionante ru- obra. Y también están los Valses nobles y sentimentales, que
bato verbal sobre cada palabra), y esto mismo se puede apli- guardan poca distancia en el tiempo, pero que contienen com-
car a la música, usted puede machacar por este sistema binaciones sonoras y armónicas, en ciertos momentos, e ins-
cualquier cosa, incluso la Eme Kleine Nachtmusik de Mozan (ta- tantes expresivos que... (Dudando un poca como si temiera
rarea los primeros compases con una lentitud tremenda, co- hacer la afirmación subsiguiente)... ¡parecen de la Lulu de Al-
mo si fuera un disco de 45 revoluciones tocado a 16), ¿h ve? ban Berg, y sé que esto parece increíble! Apenas hay una míni-
(entregrandes risas). Esto es la falsa profundidad, la profundi- ma distancia de tiempo, y sin embargo... Es decir, que hay una
dad añadida, para dar una impresión de profundidad, que le calidad virtualmente vienesa en la música, con la capacidad de
sobra a quien conoce la música o la partitura. Y eso es lo que penetrar en ese mundo ¡y luego salir de él para crear el univer-
a veces ocurre con Bruckner, que se le añade una profundidad so sonoro que le es propio! Y Ravel ha hecho lo mismo con
basada en la lentitud y en el engolamiento que sobra, que la la música española, lo mismo, porque ha penetrado en la esen-
música no necestta para nada. cia misma de la música de España, como ha hecho, por ejem-
S.—¿Cuál es la primera asociación mental que le sugiere el plo, en la Rapsodia española, con momentos que son alucinantes,
nombre «Ravel *? que parecen concentrar toda la mentalidad y el mundo espa-
E.I.—Intimidad, y el cosmos a pequeña escala. Es... como un ñol en unos compases, con esa combinación asombrosa entre
reloj suizo, podríamos decir, porque huye de lo colosal, no es el erotismo y el temor de la muerte, con esa calidad especial
Mahler, no es Bruckner, pero todo está ahi, a escala reducida. de tristeza que a veces hallamos en la música española más pro-
En cierta medida, es como si comparáramos a Webern con funda, y todo eso está ahi, en su partitura, porque Ravel ha
Schónberg: cada nota tiene su por qué. es la intimidad del co- tenido la capacidad de penetrar en ello.
lor, de los motivos, la intimidad de la construcción; pero luego,
si usted va más lejos y lo mira desde fuera, ahi también está José Luis Pérez de Arteaga

SCHERZO 49
NOVEDADES
DE OPERA

| ROSSJNI: IL BARBIERE DI SIVIGUA

R O J S [Vi

i IL BARBIERE
I DI SlVIGLIA
N u c e : - BMITÜLI - MATTF.UZZI
F
iiiil
VERDI: RIGOLETTO

Verdi
DICEP R1GOLETTO
Pavarüttt- Nucci -Andeiíin
Venen • Ghiaurov • Chailly

i VERDI: SIMÓN BOCCANEGR*

(IÍII/ IE DI SlVIGLIA
B(.iK("lli;i.AlV> 'AiUlULL

1
VT"!
S¡Rl".ilil«". Si 11.11

NUCCI-luWi-
ULAD^E

VERDI: SIMÓN BOCCANEGRA


ROSSINI: IL BARBIERE DI SlVIGLIA
VERDI: RIGOLETTO
I f-O NUCCI SIR GEORG SO LUCIANO PAVAROTTI
CECILIA BARTOLI KÍRI TE KANAWÁ" [iíNE ANDERSON
JAIME ARAG RICCARDO CHAILLY
DISCOS

ACTUALIDAD DISCOGRAFICA

La serie
Orfeo D'Or
L
a firma alemana Orfeo va a
enriquecer próximamente su
;olección titulada Orfeo de Oro
con una serie de grabaciones que
conmemorarán los cuarenta años de
existencia de la Orquesta Sinfónica de
la Radiodifusión Bávara. Los directores
que protagonizarán estos discos son.
entre los más significativos, los
siguientes: Clemens Krauss, Dimítri
Mitropoulos, Ernest Ansermet. O t t o
Klemperer. Sir Colín Davis. Eugen
|ochum, Perene Fricsay. Rafael Kubelik,
Eugéne Ormandy y algún que otro
compositor dirigiendo sus propias
obras (Stravmsky, Hindemith). Los
cuatro primeros compactos, que serán
distribuidos en breve por Harmonia
Mundi, estarán compuestos por obras
de Richard Strauss (Sinfonía
doméstica), Haydn (Sinfonía 88) y
Ravel (Rapsodia española) dirigidas por
Clemens Krauss; Stravinsky dirigido
por él mismo (Apollon Musagéte, jeu
de caites); von Einem (Capricho),
Rave! (La valse), Hindemith (Mathis
der Maler) y Roussel (Suite) bajo la
batuta de Eugéne Ormandy y,
finalmente, Hindemith dirigiendo su
Sinfonía en Si bemol, Los Cuatro
Temperamentos (con la inolvidable
Clara Haskil) y el Concierto de
cámara de Alban Berg. Excepcionales
documentos, en definitiva, algunos de Eugen Jochvm FOTO QG
los cuales nos permitirán comprobar
otra vez que hoy no se dirige mejor

Contratos

P
lácido Domingo acaba de firmar con que será acompañado por la Orquesta
EMI Classics un nuevo contrato que Filarmónica de Berlín dirigida por Clau-
le obliga a grabar con la firma ingle- dio Abbado. También Pierre Boulez ha
sa seis registros. El primero, un recital, es- vuelto a fichar por la etiqueta amarilla
tará compuesto por anas de Giulio Ce- (para la que ya había grabado Rarsifat, Lulu
sare y Ezio de Hándel. La Clemenza di y diversas obras de Stravinsky); con la Sin-
Tito, La Vestale, Norma, Benvenuto Ce- fónica de Chicago grabará la Cantata pro-
Ibni, Rienzi, Attila, Tosca y Nerone, Mien- fana de Bela Bartók; con la Orquesta de
tras tanto, Maunzio Fbllim firmó otro Cleveland las obras orquestales de De-
contrato de larga duración con Deutsche bussy y algunas de Messiaen (Chronocro-
Grammophon. sello para el que graba mie. La Ville en haut y los Fuémes pour
desde 1971. Bach, Beethoven, Chopm, Mi). También registrará la obra completa
Schumann, Debussy, Bartók y Stockhau- de Webern (esperemos que esta vez con
sen serán los compositores elegidos por mejor fortuna que en CBS) y composi-
el pianista italiano, además de los Con- ciones propias entre las que destaca una
ñÁado Domingo ciertos de Schumann y Schónberg, en los nueva página para piano y orquesta-

SCHERZO 51
DISCOS

Novedades Polygram Noticias


EMI publicará en breve Las vísperas
sicilianas, la ópera de Verdi que

L o más destacable en Decca es la graba-


ción ¡ritegra del Peer Cynt de Gneg y un
programa Strauss (Sinfonía alpina y Don
Juan) por la Orquesta Sinfónica de San Fran-
cisco y Herbert Blomstedt; la Cuarta de
na rd Bernstein hizo de la Novena de Beet-
hoven en Berlín el pasado 25 de diciembre
con ocasión del derribo del Muro El disco lleva
por titulo Ode an die Freiheit (Oda a la li-
bertad) y en el cuarto movimiento de la obra
inauguró la presente temporada de La
Scala dirigida por Riccardo Muti.
Barenboim ha grabado las Venaciones
Bruckner por Chailly al frente de la Orques- Coldberg. de ].S. Bach, en concierto
la palabra Freude (alegría) ha sido cambiada
ta del Concertgebouw: el Concierto para or- por Freiheit (libertad), una licenoa que era casi público en el Teatro Colón de Buenos
questa de Bartók y el de Lutoslawski (ambos necesaria. Aires, Erato será la firma que
en un CD) por la Orquesta de Cleveland y En Philips: Serenatas y Marchas de Mozart comercializará este registro.
Chnstoph von Dohnanyi; un programa De por Marrmer; la Sinfonía Praga y la obertura ElianLi Inbal y su Orquesta de la Radío
bussy por Dutoit y su Sinfónica de Montreal; de Las bodas de Fígaro por Srüggen y la Or- de Fnankfurt grabarán un nuevo ciclo
la continuación del nuevo ciclo Beethoven de questa del Siglo XVIII: un disco Debussy por Shostakovich para Denon. Bernstein, a
Solt¡ (Séptima y Octava). Schiff / Végh prosi- Zoltan tocsis: un recrtal Schumann, Brahms su vez. lo hará para DG con diversas
guen su ciclo de los Conciertos de Mozart (K. y Prokofiev por Peter Schreier acompañado orquestas,
271 y 415). Y en ópera se anuncia una nueva al piano por Wolfgang Sawallisch. Mana Stuar-
versión de la Opera de tres peniques de Kurt da. de Donizetti (con Gruberova. Araiza. Balt- Arturo Benedetti-Michelangeli ha
Weill, con Milva, Lemper. Dernesch y tollo. sa y la Orquesta de la Radio Bávara dirigida dado su consentimiento para que
En sene económica se reeditarán oratorios por el recientemente fallecido Giuseppe Pa- salga al mercado su C D con dos
dirigidos por Múnchinger. tané). La Misa en Si menor de Bach por Brúg-
conciertos de Mozart: K. 566 y K.
gen. Una nueva versión de las Variaciones
Deutsche Grammophon anuncia la Segun- Diabelli por Atfred Brendel; los Conciertos pa- 503. Le acompaña la Orquesta de la
da de Charles Ivés dirigida por Bernstein a la ra dos y tres pianos de Mozart por las her- NDR y Cord Garben.
Filarmónica de Nueva York. Las Sinfonías 25 manas Labéque, Semyon Bychkov y la Nuova Era, la empresa discográfica de
y 29 de Mozart. también por Bernstein, pe- Filarmónica de Berlín. Cuartetos de Beetho- los conciertos y óperas en vivo, acaba
ro esta vez a la cabeza de la Filarmónica de ven por el Guarnen. Sonatas del mismo autor
de publicar una interesantísima
Viena; la Séptima de Bruckner por Karajan y por Claudio Arrau (que continúa asi su últi-
la Filarmónica de Viena (una de sus últimas mo ciclo de Sonatas beethovenianas). Un dis- Walküre con Karajan al frente de la
grabaciones); los Cuentos de Hoffmann diri- co Mozart por Sir Colin Davts al frente de la Orquesta del Metropolitan de Nueva
gidos por Ozawa (Dominga Gruberova, Bac- Staatskapelle de Dresde (Haffner y Praga). Fi- York. Las voces: Nilsson, Vickers,
quier, Christa Ludwig, |ustmo Díaz) y diez nalmente, un compacto con música de cámara Talvela, Crespin, Adam... (eran otros
nuevos títulos de la serie «tres D». También de Fauré por el Beaux Arts (Trio, Op 120 y tiempos).
se acaba de publicar la nueva versión que Leo- Cuarteto. Op. IS con Kim Kashkashian).
Roger Norrington prosigue su serie
de Conciertos de Beethoven con
Melvyn Tan al pianoforte. Ambos
acaban de grabar el Emperador y la
Fantasía Coral. El director inglés
también ha registrado con sus London
Classical Players la Sinfonía Grande be
Schubert.
André Previn ha grabado un disco de
su propia música para Decca. Con la
Fioyal Philharmonic y Eduardo
Fernández ha registrado su Concierto
de guitarra, y con la misma orquesta
y Vladimir Ashkenazy su Concierto de
piano.
Decca continúa publicando en
compacto su importante legado de
Ben|amin Bntten. Próximamente
aparecerán The tum of the s o w ,
Death m Venice y Lucretia.

Una nueva versión del Winterreise


se hube ruano será protagonizada
próximamente para EMI por Bngitte
Fassbaender y Aribert Reimann al
piano.
También en EMI se publicarán
próximamente los recitales históricos
de Conchita Supervia y Victoria de los
Angeles, además del celebrado recital
de Schwarzkopf, Fischer-Dieskau y de
los Angeles en el concierto-homenaie
Leonird Bemsiem roiaoc. a Gerald Moore.

52 SCHERZO
DISCOS

REFERENCIAS

Violeta y los Germont,


notas sobre «La Traviata» discográfíca
C
omencemos delimi- prano. según el acta Esto
tando la materia. En es un poco exagerado: en
esta valoración dis- realidad Violetta es una so-
cográfíca se impone la pru- prano lírica con una colo-
dencia; excluimos por tan- ratura muy elaborada o
to las versiones no italianas trabajada. La soprano co-
de la ópera y las seleccio- noce, a lo largo de la obra,
nes, simplificando asi una una evolución importante
tarea ingente, ya que Tra- y esto se halla descrito en
viata, junto a Carmen, Bo- su canto. De este m o d a
héme y Rigoietto, es el en el primer acto aparece
título más frecuentado por como una mujer frivola,
el disco, sea oficial, sea pi- mantenida de lujo en un
rata. De similar manera, F^rís bullicioso y magnífico
en las apreciaciones que si- y, coincidiendo por una
guen se incide con mayor vez bajo el término de li-
puntual ización, siempre gera la cantante y la mujer,
brevemente, en aquellas la soprano debe reflejar
ediciones que mayor difu- esa vida alegre y desenfa-
sión tienen (o han tenido) dada a través de su canto
en el mercado. ornado de vocalizaciones.
Ya desde la primera frase,
Flora, amia. Ftero, a lo lar-
Los personajes y las voces go de este acto, en el dúo
Un di, felice (segunda es-
En Traviata la categoría trofa del tenor; la soprano,
vocal deriva espontánea- en canon, Non ardan tro-
mente de la psicología de verete) comienza Violetta.
los personales. Así: Alfre- tocada por el entusiasmo
do, un muchacho provin- de Alfredo, a dar inequívo-
ciano, sencillo y bueno, cos signos de cambio de
queda fascinado por la carácter. Y de reflexión vi-
mujer experimentada y tal después, en Ahí fórse
brillante (además, por la luí, para, repentina y dis-
enferma también) que es puesta, retornar al clima
Violetta y su amor se defi- anterior con esa endiabla-
ne por melodías largas y li- da cabaletta Sempre libe-
gadas, donde la voz del ra, que es el terror de
tenor se mueve cómoda- todas las sepranos, que no
mente por su registro me- sean ligeras, que se enca-
dia Es a partir del encuen- ren con Traviata. De hecho
tro con el padre en el final suelen bajarla de tono y
de la escena octava del Ac- omitir el agudo final (que.
to II y de la frase Ahí elle por cierto, no está escri-
Í T Id producción de Visconti dp 1955 to). Este momento del fi-
alia fasta, cuando Alfredo
comienza a precisar un slantio vocal que nal del acto I animó a las sopranos lige-
tante. Precisa entonces una voz con arro-
luego en la fiesta de Flora tendrá su ma- ras a incluir el papel en su oferta, siendo
gancia, de canto persuasivo (tiene dos
yor consecuencia: Questa donna conos- el personaje, durante cierto periodo de
andantes de una belleza eiemplar), de
cete?. Alfredo, pues, necesita un tenor la historia de! canto, asociado a este tipo
timbre noble y, si es bello. me|or. Prácti-
lírico que sepa comunicar a la melodía de cantante. Sin embargo, en el resto de
camente, un barítono lírica de canto se-
ductilidad y elegancia por un lado; casi el la partitura no precisa Violetta más colo-
guro y convencional, como el personaje
registro de un tenor mozartiano. Fbr otra ratura hasta el último acta unos mínimos
representada en lineas melódicas ampias
aunque momentáneamente, un vigor vo- compases, cuando ella cree mejorar y se
y regulares.
cal e impulso dramático, ambos sin fisu- siente como en el momento en que co-
ras (toda la escena en casa de Flora). noció a Alfredo (magnífica descripción
Germont padre es un personaje, dramá- musical, utilizando Verdi un recurso tan
Desde todos los ángulos es Violetta la sencillo y convencional). Resumiendo: Vio-
ticamente hablando, monocorde. pero
figura esencial de la ópera. Se ha dicho letta es una soprano lírica que puede, en
con una presencia vocal siempre impor-
que e) personaje precisa tres tipos de so-

SCHERZO 53
DISCOS

cierto momento, exhibir una opulenta co- ni que además canta con gusto y entu- Otra edición Uve, con un sonido más
loratura. Una soprano linca, además, de siasma Anna Rosza pasará a la historia bien malo, del Covent Garden de 1939,
amplio registro, por arriba y por abajo del canto por haber grabado alguna pá- es la que se rescata por la presencia im-
ítem: dramáticamente, con amplitud de gina con Pertile y no por esta su Viofet- pagable de Beniamino Gigli, tenor lleno
modales. Un personaje complejo y riquí- ta, cortita de aliento. Borgonovo tiene de efectos discutibles, pero de una atrac-
simo, pues, que. correlativamente, de- oficio y algo de sinceridad. ción canora por todos conocida, que en-
manda una cantante e intérpre- cuentra en Alfredo vehículo idó-
te de agallas. Algo difícil de en- neo de comentario. Camglia,
contrar en una misma cantante. que no prodigó obviamente es-
De ahí que la valoración siem- te papel, está exagerada y des-
pre se haga laboriosa en un per- pistada, pero es de agradecer
sonaje que, por esa misma com- tanto entusiasmo y afición. Ba-
plejidad, es un cebo irresistible siola es un barítono del montón
para todas las cantantes de ca- y Ornara dirige con la rutina co-
da generación. Aquí, a continua- mo emblema.
ción, vamos a intentar la ardua
tarea de valorar lo que el mun-
do del disco hasta hoy ha con- Los años cuarenta
seguido con esta obra perpe-
tuar. La grabación completa de
1946 está dominada por la pre-
sencia omnipotente de su direc-
Los primeros registros tor, Arturo Toscanmi. La batuta
es aquí, como acostumbra
La primera edición de Travia- quien la detenta, la que mueve
ta con una difusión internacio- todos los hilos hasta el punto de
nal fue la de 1928 y contaba con llegar a convencernos (algo, na-
una protagonista típica del esti- turalmente, disparatado) de la
lo del momento en que Violet- secundariedad del equipo cano-
ta era encomendado a una so- r o Es decir, que cuando Tosca-
prano ligera: Mercedes Capsir. nini dirige y las voces no son
La barcelonesa, por esas carac- especialmente brillantes (lo cual
terísticas, consigue su mejor em- ocurre a menudo en el legado
pleo en el acto primero, donde discográfico de este director), el
se la escucha rutilante y preci- oyente está más pendiente de
Victori» de los Angeles, como ViofeU. en tos inicios de su minera la orquesta que de la voz. Al-
sa, con un Ah forse luí un tanto
caótico. El resto de la obra, banese, no obstante, aparece
Capsir, con voz cristalina, emitida con un Rosa Ponielle como una Violetta respetuosa, pero un
squillo especial, da una epidérmica defi- tanto fuera de estilo (a pesar de la férrea
nición de lo que es Violetta Valery. Una dirección, que le marca todo), con mo-
forma de interpretación que hoy día pue- De I93S es una versión en vivo del Me- mentos destacables en el dúo con Ger-
de resultar hasta grotesca, si el oyente tropolitan que es la única obra completa mont. Jan Fuerce, se sabe, es un excelente
parte de premisas dramático musical es. (hay otras, pero no al alcance de todos) tenor, pero su voz caprina, decididamen-
(Ftor esas fechas, la Muzio ya había dado que se dispone de la mítica y espectacu- te fea, poco se puede asociar con el per-
un giro de noventa grados a la interpre- lar Rosa Ponselle. La Violetta de Fbnselle sonaje de Alfreda Roben Merrill inicia
tación del papel. Lástima que de la ge- es, empero, irregular. Su voz es siempre aquí su ¡arga lista de Germonts y suena
nial soprano no seto nos queden fragmen- impresionante (de color, de riqueza, de |oven la voz y menos experto el artista
tos aislados, aunque uno de ellos sea el extensión), pero el personaje aparece de como le escucharemos años después.
Addio del Passato. una interpretación de desdibujado, lleno de exageraciones (co- Esta edición es importante por la presen-
la Muzio aún no superada). Con la Cap- mo cuando estropea la intervención del cia del director italiana una de las perso-
sir hallamos a un barítono de extraordi- tenor en Ogm suo aver tan femmina llo- nalidades de la dirección operística más
nario calibre, Cario Galeffi, de voz y estilo rando estentóreamente). Además, los importantes del siglo.
verdiano puntuales, que, a pesar de ren- cantantes se toman, todos, una serie de No hace mucho se ha publicado una
dir mejor en personajes de fuerza, su licencias y familiaridades para conseguir edición en vivo del Metropolitan, con un
Germont es de calidad extraordinaria. Al- el aplauso fácil. Algo en lo que es perito sonido tirando a sádico, con dirección
fredo es un tenor australiano, nada des- el barítono Lawrence Tibbett, de voz im- muy a lo Toscanmi de Giuseppe Antoni-
tacable en una época de oferta infinita presionantemente varonil y bella. Frede- celli y con un equipo importante. Giusep-
para este papel (piénsese aunque sea sólo rick Jagel (que cantó a veces bajo el pe Di Stefano. a pesar de algunos detalle;
en Schipa), de nombre Lionello Cecil (el nombre italianizado de Federico leghelli) discutibles de un canto siempre demasia-
verdadero era Cecil Sherwood), correc- es un buen Alfredo, aunque su mejor te- do espontáneo, tiene el timbre ideal pa-
t o y seguro, sin más. rritorio estaba en el de papeles de ma- ra Alfredo y la voz suena sana, limpia, el
La versión dirigida por Sabajrto en 1935 yor envergadura tenoril. Es ésta una agudo entonces bien emitido. Merrill es-
con su habitual solvencia, a falta de ma- grabación histórica, imprescindible, aun- tá contagiado por el calor del público y
yores dispendios poéticos, cuenta con un que las maneras de cantar de la época da un personaje más contrastado de lo
equipo modesta poco interesante salvo y lugar nos hayan permitido esas críticas que acostumbra. Es injusto que la sopra-
el bello instrumento de Alessandro Zilia- formuladas. no Eleanor Steber no conozca mayor glo-

54 SCHERZO
DISCOS

ria por estos lares. La soprano amentaría, do de ia heroína verd'ana realizado por mensaje de Tebaldi es el antitético a Ca-
discutible el estila poco disciplinada a ve- Callas, que cuenta, además, con una si- llas: aquélla persuade por la seducción del
ces la intérprete, es en esta edición de tuación vocal inmejorable. Luego de esta canto, la italianidad del timbre, la calidez
Travista una cantante espléndida de alien- edición, la soprano siguió cantando Vio- de la extraordinaria voz. Su personaje no
to, suficiente (incluso generosa) de me- letta. incidienda como consecuencia de crece demasiada pero tiene cuerpo y ga-
dios, sensible y poética. Prepotente y su deterioro vocal paulatina en la fragili- rra. La noche de Met en 1957, arropada
segura en el acto primera con trinos y dad (enfermedad) del personaje, y cuya la Tebaldi por el calor del público, hace
cadencias seguras y brillantes, consigue en mejor realización es la del Covent Gar- un magnífico acto It. a dúo con Warren
el resto de la obra dar en cada momen- den de 1958. En esta fecha, un 20 de ju- y un conmovedor y hasta efica2 acto III,
to el talante necesario a la heroína. Di- nio, Callas es, por última vez en disco una el de su muerte, donde convence por el
gamos, además, que en el último acto conmovedora Violetta, aun con proble- canto más que por el drama. Leonard
consigue cambiar el color de la voz. Es mas vocales notorios (o quizá precisa- Warren es un Germont extraordinario,
más: en el canto de la Steber hay siem- mente por ellos) como los dos agudos, medible por parámetros pretéritos, tipo
pre como algo de vital, de sincera que el de Sempre libera y el del Addb del pas- de Luca. Battistini, el aludido Galeffi.
el oyente atento y sin prejuicios inmedia- sata pianisima los cuales se quiebran. (Sin Campera es Alfredo de digna rutina y
tamente acusa. embargo, creemos que esta Traviata por Cleva dirige con su peculiar brío en esta
parte de Callas es superior a la más di- edición difundida no generosamente, pe-
fundida de se*s meses atrás con Kraus. lo- ro que merece ser tenida muy en cuen-
Callas y Tebaldi zano y espléndido, en Lisboa, donde la ta. Emulas de Tebaldi fueron en los
soprano, aciertos parciales, no logra ca- cincuenta Antonietta Stella y Rosanna
Los años cincuenta contaron con dos lentar la voz). Pero, se dija es en Milán Carten, las cuaies dejaron constancia de
Violetta de excepción, de dispar desarro- en 1955 con Visconti (y habría que su- respectivas Violetta. Carteri. elegante y
llo y alcance: Maria Callas y Renata Te- mar a Giulini), donde Callas da la mejor dúctil, parece superior en canto y línea
baldi, las dos legatarias con el disco de estatura a Violetta, con momentos feis- a Stella, que resultaba convincente en la
suficiente y variado refleja La primera de- tas, sin duda, dictados más por valores pintura dramática del papel. A Carteri
jó casi la media docena de ejemplos, don- dramáticos que musicales. Destacar mo- acompañaban eficaces Cesare Valletti y
de aparece de diversas maneras mentos mágicos de esta versión llevaría el ínclito Warren. A la Stella. dos habi-
dramáticas. En una primera etapa la Vio- tiempo y espacio cj'ie no tenemos. Di tuales de Callas. Di Stefana de nuevo ge-
letta de Callas (Raí, México) es prepoten- Stefano da una vensta réplica, intentan- neroso y descuidada y Gobbi, dueño de
te y con cierta agresividad vocal, dentro do destacar al precio que sea (luego aban- la frase pero con voz para otros reper-
torios. Monteux y Serafín dirigieron con
envidiable oficia respectivamente, las ver-
siones.
No nos detenemos en las otras versio-
nes de la época porque carecen de ge-
neral interés y. frente a tas comentadas,
no admiten la más mínima competencia.
Inicia la década ia versión de Victoria
de los Angeles, que hace de Violetta un
ser candoroso, como alguien desborda-
do por unos acontecimientos externos
que no puede dominar, refinada la sopra-
no y con una musicalidad impecable. Fal-
ta de medios Victoria en algunos
momentos (Sempre libera. Amami. Alfre-
do) que la grabación en estudio enmas-
cara (en teatro la cantó poco la exquisita
soprano), su versión, globalmente hablan-
d a es poco italiana, menos verdiana, pe-
ro nunca nos deja insensibles: éste es el
truco de una gran artista. El resto del
equipa muy modesta
En ese mismo 1960 aparecen dos ver-
siones: la de Virginia Zeani, esforzada y
cálida, con un equipo de teatro provin-
ciano: y la de Anna Moffa que era para
ver y menos para escuchar, aunque siem-
flenau Scollo y tucano Pntrctb en I» pmduccion det Coueni G*rdtn de 1965.
pre la soprano domina el estilo y las ra-
de contar ya con un importante estudio donaría ei equipo por celos profesionales) zones del personaje, |unto a un buen
psicológico del personaje, que falta por y Bastía ni ni es un Germont implacable tenor como Richard Tucker, demasiado
pulir globalmente. Es en su encuentro con por voz, pero parco de expresión. heroico para Alfredo, y el siempre hábil
Visconti para ia edición de la Scala de y monocorde Robert Merrill, que fue
1955 cuando del binomio surge esa esca- De los cuatro legados de Tebaldi. to- Germont para tres generaciones de so-
lofriante Traviata que, felizmente, el dis- dos entre 1954 y 1957, quizás el más des- pranos. Previtali es el buen director ita-
co live ha perpetuada Aquí es donde se tacable es el que está en vivo en el liano, segura conocedor y atenta
encuentra el estudio más cabal y profun- Metropotitan. del último año citado. El La edición DGG de 1962 cuenta con la

SCHERZO
DISCOS

destacable Violetta de Renata Scotto, tituye uno de los legados más importan- con una edición en cuatro discos, publi-
quien con su voz de lírico-ligera logra, con tes de la soprano, amén de ser una de cada en fascículos en Italia, con algo res-
la esforzada disciplina, estirar para aco- las versiones más recomendables de los catable: la fantástica información que
meter prestaciones onerosas y complica- últimos años. Caballé es un prodigio de acompaña a los discos.
das, como ésta que se comenta. La belleza timonea, canto oportuno y facili- Beverly Sills es la antítesis de Caballé.
Scotto siempre suplió sus muchas caren- dad (o habilidad) de inflexión musical. Su voz es ingrata, el timbre es de sopra-
cias con una sensibilidad musical y dramá- Abusa del pianisimo. es verdad, y el per- no vieja, el vibrato es algo descontrola-
tica, inspirada en Callas, imaginativa y sonaje no está profundizado, pero con do y su mejor disposición se resolvía en
convincente. Asi en esta edición alcanza aquellas premisas le basta a la cantante la media voz y en el canto de coloratura.
verdaderos momentos de inspiración, co- para convencer en su Violetta de encaje Pero Sills tenía imaginación y era artista
mo en el dúo con Germont, y de hon- y porcelana. Modélico Alfredo el de Ber- trabajadora y voluntariosa. Así su Violetta
dura psicológica en la escena final. Muy gonzi con la voz más hecha (ya cantaba registrada en 1971 convence a la postre,
bien arropada por Votto y con la réplica repertorio pesado). Shenll Milnes es un a pesar de vulgaridades y cursilerías aquí
impactante de un Bastianini pletórico es- buen Germont. de sana y poderosa vo- y allá. Gedda no tiene voz italiana, pero
ta versión hubiera podido ser importan- calidad entonces. Prétre dirige con alien- canta tan bien (el inicio piano del aria es
te si se contara con un tenor mediana- to y sin genialidad. magnífico) que puede hacernos olvidar el
mente inspirada Gianni Raimondi en un La versión 1968 de Decca es un tanto color vocal y algunas emisiones feas. Pa-
Alfredo de una vulgaridad ofensiva, inca- inútil; Lorengar nunca será una creíble nerai está un poco viejo y de voz cansa-
paz del menor matiz, en la mas mínima Violetta. por el timbre gélido, aunque la da, pero cumple con solvencia. Aldo
noción de línea de canto. cantante es siempre musical y sincera. Ceccato está correcto como acom-
En el 63, con la aparición de la versión Aragall sustituyó al previsto Wunderlich pañante.
(1.a) de Sutherland se inicia la plausible y presta la bella voz (y nada más) a Al- El disco pirata da a conocer, en estos
costumbre de grabar completa (con re- fredo. Fischer-Dieskau es un gran cantan- años, versiones sobre Violetta que me-
peticiones, cabalettas) la ópera verdiana. te, lleno de matices y aciertos, pera aquí recían estar ocultas. Tales como la de
Joan Sutherland poseía la tesitura com-
~- pleta de Violetta (con menos comodidad
la grave), pero es difícil aceptarla (a pe-
sar de la brillantez del acto I) con una dic-
ción, extravagante y esotérica, como la
que exhibe. Es asi una Violetta ajena a to-
do y que no comunica nada, como si can-
tara un robot. Algo que está en franca
contradicción con el Alfredo de Cario
Bergonzi, uno de los mejores presenta-
dos por el disco {Bergonzi da. incluso, un
aire nuevo a páginas normalmente des-
cuidadas: Ah si che fea). Merrill es otra
vez un sólido Germont. Todos dirigidos,
discretamente, por Pntchard.
Varias versiones Uve de la época se co-
mentarán rápidamente; la del famoso Tas-
co de la Freni en la Scala con Cioni, Serení
y la dirección germanizada de Karajan. ini-
cia, en cierto sentido, la crisis actual de
Violettas. Freni es como la hermana me-
nor vistiendo un ropaje de la hermana
mayor, que le queda ancho y demasiado
holgado. (Freni, con una voz más llena,
grabó años después, con Bonisolli y Brus-
cantim, una versión de estudio, que sólo
tiene interés por el buen oficio del barí-
tono). Una edición mumquesa con Stra-
tas, llena de carencias, Wunderlich. el
rescatable, y Prey, poco interesante en es-
te repertorio, con Votto queriendo po-
ner algún orden en el maremagnum,
loan Suihertend y Alfreda Kraits en /975.
constituye una versión circunstancial de la
obra verdiana. suena fuera de órbita. Maazel es el direc- Sass. que parecía prometer un futuro es-
La de Scotto y Pavarotti en el Covent tor mconformista de siempre, que logra plendoroso pero que no fue asi; Mana
Garden tiene el calor de la interpretación descubrir colores nuevos, aunque a ve- Chiara. con medios notables no utilizados
en vivo, aunque es preferible escucharlos ces no necesarios (el No! en forte a la res- al máximo por una artista poco sutil: Ka-
con las facilidades de un registro en estu- puesta del coro a Alfredo: Questa donna tia Ricciarelli, la soprano todo terreno, im-
d i o Lo mismo se podría decir de la in- conoscetef de la escena del insulto a prudente y mimada por un público
terpretación de Dallas de Caballé, con el Violetta). complaciente, sensible a su bien orques-
torpe Bonisolli. de 1965. Caballé realizó La década termina (como empezó con tada promoción. DGG y Decca terminan
una edición de estudio en 1967 que cons- una versión de 1961 sin valor apreciable) la década ofreciendo sendas grabaciones

56 SCHERZO
DISCOS

discográficas de La Travista. La marca ale- como buen donizettiano que es. este pa-
mana acude a la rumana lleana Cotrubas, pel de Germont, que es para un baríto-
DISCOGRAFIA COMPLETA
musical y luminosa voz, pero que en es- no lineo, de bellos medios como el
(en Italiano)
ta ópera verdiana suena más como An- cantante posee. Muy bien dirigida la edi-
(VioleEIa Vaiery AtfníOQ Germoni. Gtorgio Germoni
nina que como VJoletta. Domingo no está ción por Muti. no obstante, no es capaz Orquesta y Coro Director. Año de grabación).
cómodo en un repertorio donde precisa de darle un interés como para recomen- - Bev(n*ni. Turnmmello. Badtfii- Scala tle r-Han. Sabir
dar sus resultados. no (1918).
unas cualidades canoras (legato, porta- - Capar. Cecí. Gaieff. Scala * Milán Molar* (I9¡9)
mentó, medias voces) que nunca tuvo (y Ese mismo 1982 se rodó un film sobre - &Hza. Zriíant. Borgonow Scaia * Mrlan. Sabajno
como van las cosas nunca tendrá). Y Mil- Traviate con Zeffirelli tras la cámara. (Años (1935).
- fonselle. jjgci. Tibbelt Metnjpolilan N I Pinna
(1935)
- Canrglia. G>gk Basiola. Co^riT Gerden Cimara
(1939)
•• Altantit Feerte. Mernll. NBC. ToMamni (IWé)
- Swber.DiStefanaliernl.MeVopobtinNY. Amo-
niell (19491.
- Guerr.ni. Inlanrrr». Sdven Opera Roma Bellera
(1950)
- Callas. Villero. Taddei Helias Arles M Í Í Í O De Fa
bnln (1951)
- Noli. Campan. Tagliabue. Opera Rema. Berreteni
(1952).
- CaAu, Albanese. Savarne. Raí de Turin 5anlmi
(1952).
- CalUí, Di Slefcno, Campolongh' Befln Aries Méxi-
tti Mugnai (rMÍ)
- SchKnwin. R5I4. Monach». Opera Rwna fticci
(1*53)
-- íebaW,, Rsggi. Prolli. Academia Sta Cecilia Moldan.
Pfadelli (I9S4).
- Callas. Di S»fer<Q SastianiiK Scala de Milán. Guita»
(19551-
- CaNis, Rdimondi. BasUanni. 5cala de MHAn Giui+ni
(1956).
- Caneri Wlleni. \r^rTen. Opera de Roma Maoteui-
(I95t).
- TetulOi PnndeUi, Orlandn. RAÍ de Milán Giulim
Kleiber es ei valor primordial de su registra (1956).
- Tebairtfi. Filacundi, Savarese. Mag^a Fiorenüno. Se
nlin (1956)
nes repite, en peor condición vocal, su antes se rodó con Moffo, Bonisolli, en plan - Tetukli, Campera. Warren. Metropolclan N.V. Cíe-
Germont de años atrás. Carlos Kleiber menos rico). La banda sonora apareció u (1957).
- CatK Kraia. Serení. San Carlos Luboa- Gtiionr
es el valor primordial del registro, quizás en disco inmediatamente, lo cual ha sido ¡1958).
demasiado minucioso en el detalle. un craso error: Stratas. que daba gusto - Callas. WlleMi. Zanuí Co«nT Gardín. ReKigno
La marca inglesa invita de nuevo a Sut- verla, da horror oírla; Domingo está a su (I95S)
- Angeles. Oe| Konie. Serení. Opera Roma Serafín
herland a demostrar que su Violetta es altura, con la voz mejor, obviamente; (1960).
impresentable. La voz ha perdido ahora MacNeil. el gran barítono de fuerza, es- - Motfe TudiiT. Merr* Opera temí Prwilafc (1960).
- Zeani. Sam, GDTI. Opera de Hamburgo AnnObazli
aliento y brilla la dicción es más claramen- tá aquí sin fuerzas, dados los años y el (1960)
te borrosa y la noción de que la soprano abuso vocal. - Tedewf.. Vsertir.. Ceiari Operatfrena.RMJ« (1961)
ignora lo que canta, particularmente apre- . ScolId, fljtfnontii. r^banni Scala de Mían ^fetto
Hoy día cantan La Travtata sopranos tan (1962).
ciable. Luciano Ravarotti estaría perfecto modestitas como Cecilia Gasdia (que en - SutheUand. Beigon». Wern#. Miggio Fiorenuna Pnt-
en un papel que es el ideal para la voz otro repertorio puede quedar brillante), cl«rfl (1963)
- Freni, Con. Serení. Scala de Milán Karajan (l)fri).
si fuera un poco más cálido de acentos Catherina Malfitano. la impertérrita Ka- - Stratu. Wuraerlrth. Prey. Opera de Munich. Milio
y Manuguerra es un modestísimo Ger- tia Ricciarelh. Diana Soviero (que la can-
mont en el plano vocal, aunque sabe - Stottrj. Pavarotli. GloHop. Cchtnl Garden CilUrio
tó este año en Madrid), la Gruberova y ÍI965)
cantar. un largo etcétera. Alguna de éstas aca- Caballé. Bonnolli. Zanai Opera de Dallas. RíKig-
bará grabándola en disco. (Fosalind Plow- no (1965)
- Catate Berjonü. Mrlnes BCA Italiana Prétie (1967).
nght iba a hacerlo con Giulini; el director, - Lcivngar. Aragarl. Fischer-Oieskau. Opera de fier.
Las últimas, los últimos prudente, desistió). De momento quien Im. Maaiel (1968).
- Hijhelli. LucchelU. DOnrt. Ópera de Napolei Bri.
ha tenido la suerte de llegar a este me- no (1969).
Alfredo Kraus fue partenaire en algu- dio ha sido la soprano siciliana Lucia Alí- - S4v Gedoa. Pina*, "oral (Wharmcm (ofm All
dn coro C K U I O (1971)
nas ediciones piratas antes relacionadas. berti. En vivo en Tokyo. en una gira por
- Fren!. Bonooli. BruKamr-. Opera Berlín GardeSi
El tenor canario, junto a Bergonzi. fue el el país oriental, se grabó esta versión de
mejor (habría que aclarar aún es el me- concierto donde la soprano estuvo ro- - Cnar». Raimondi. CaopuHiai V Sanli (1976).
- RiCtiarelIi. Carrerai Zanunaio. \*rti de Trieste Bar-
ior) Alfredo de los últimos veinticinco deada por Ffeter Dvorsky, tenor de me- loMti (1976)
años. En estudio grabó el papel con Muti dios más que notables al servicio de un - Snv trun. BniHHi. Co«r« Ganlen Oílitolte
profesional desmañado y falto de prepa- (1977)
en 1982. demostrando una vez más que - CoTrubas, Dwningct Miln« Fitací oBauaro C Kleí
su voz pierde cuando entra en un lugar ración, y con el siempre seguro y climáti- Ber (1977).
co Renato Bruson. Con una dirección - Sulherland. rV^foni. Mam^uerra. Naional Philiar
cerrado e incomunicado del pública Ade- monre. Lorkclon Op Chorui- Bonynge (J979)
más, Muti coartó su generosidad con el chata de Roben Paternostro. Lucia Aliber- Ricciareli. Krjus. Sardinero " Frjncí (1979)
aguda lo cual es reprochable. Renata ti conf rmó nuestros miedos: voz desigual, Scoilo. Kraus. 6>uson Frlarmonia. ArnbtHJan Op
Ch Muli ( W Í )
Scotto, en un estado vocal penosísimo, a emisiones discutibles, artista roma y sin
- SlraUl. Dommga MacNeil Melropolitan N.I. levi-
duras penas saca adelante el papel, acla- atractivo Malos tiempos para Violetta se ne (I9BI).
avecinan. Alfcei-ti. Dvorskf IVuson Filarmónica Te*m Fu(i-
rando siempre que la cantante es una ar- -ara Op Ch Paiemoitro (1988).
tista y consigue frases, períodos, de una F.F.
intensidad tocante. Renato Bruson canta. Fernando Fraga

SCHERZO 57
DISCOS

RARTÓK: Mikrokosmos, piezas progresivas


para piano en seis cuadernos Cuarenta y cua-
tro dúos para dos viohnes. Loránt Szüos y
Komél Zempléni. pianos. Wanda Wilkomirska
y Mihály Siüci. violines. HUNGAROTON.
3 CD ADD. Duración: 7318", 6 9 3 4 ' y
5811". resp. (Distribuido por Ferysa).
Bach-Hurford
E stas grabaciones proceden de la
integral de la obra de Bela Bartók
Integral de referencia
publicada por Hungaroton en los
años setenta, distribuida por Hispavox en
aquel entonces. En muchas ocasiones hemos
alabado aquella iniciativa y su niwl medio Eso ganos históricos (de Silbermann o de Schnit-
no nos impide que, en determinados casos ger. según el carácter de cada obra), lo que
concretos, creamos no encontrarnos ante in- supone un intento de acercamiento histórico
terpretaciones ideales de las obras propues- Hurford prescinde en general de las amplias
tas. Es cierto que Mikrokosmos, mas aún que articulaciones, no siempre fieles, de un Rich-
los 44 Dúos, son obras muy especiales don- ter y por tanto de un Bach a través del órga-
de el factor interpretativo puede ser limita- no romántica Ello no significa que Hurford
do, al menos en los cuadernos iniciales. Pero prescinda de la plenitud sonora y de una
también es verdad que no se trata tan sólo concepción eminentemente orquestal, con
de complejidad y progresiva adquisición de vir- un notable sentido de la variación del co-
tuosismo, sino también de propuestas estéti- lor y una expresiva emotividad, nada fria por
cas concretas. Después de este registro los tanto. He señalado como otro punto de re-
propios húngaros aportaron otro de mayor ferencia a Marie-Claire Alain y basta para con-
interés, el protagonizado en solitario por Des- firmarlo la animación y claridad con la que
zó Banki. EMI había publicado poco antes una Hurford interpreta las Soriatas trío y que le
excelente lectura del también húngaro Geor- aproximan a la encantadora versión de Alatn.
ge Solchany. Curiosamente, la versión que re- No es paradójico que el moderno espíritu de
señamos ahora mejora en los cuadernos BACH: La obra para órgano. Peter Hurford, autenticidad en la recuperación barroca, en
finales y resulta poco convincente en los más órgano. DECCA Ovación, Volumen I: 421 el caso de la obra organística de Bach, parta
sencillos. Precisamente es Zempléni quien in- 337-2ADD(3CD)yVolumen2:42l 341-2 del auge de la escuela barroca francesa de esta
terpreta los números cinco y seis, mientras ADD (3 CD). Duraciones: Volumen I, segunda mitad de siglo y no de la propia tra-
que Szucs brega con menor habilidad e inspi- 7IPS2", 73S2-; Volumen 2: 64'52", 72'9" dición alemana, mediatizada por el enorme
ración con los cuatro primeros. y 75'38" Grabación: entre 1977 y 1981 en peso del dilatado romanticismo alemán. Bach
Tan correctos y poco inspirados como Szücs los órganos de la capilla del New Collegt de es esencialmente heredero del gótico alemán,
aparecen los violinistas que protagonizan los Oxford, capilla del Colegio Knox Grammar pero es también, obviamente, fundamental-
Dúos, de semeíante intención pedagógica pro- de Sidney, iglesia de Our Lady of Sorrows de mente barroco El fraseo, más aligerado el
gresiva. También en este caso habrá que acu- Toronto y de la catedral de Ratzeburg. Pro- sentido de la ornamentación y su gracia en
dir a otra parte si queremos lo mejor: ductor: Chris HazeH. Ingenieros: Míchad Mai* equilibrio con la gran arquitectura, se plasma
Suk-Gertler (Supraphon). Ve$\-Lysf (Astrée). les, Simón Eadon. Colin Moorfoort. Andrew en la sensacional segunda integral de Alain,
Supongo que inencontrables, por el momen- Pfnder. Sun GoodaH y Davod Marreti. publicada en Erato. en torno a 1980. «La mú-
to Pero, atención, estas versiones de hoy son sica trasciende el instrumento y su utilización»
válidas y honestas si no es posible acudir a La integral de la obra para órga- declara la propia Alain. Sí pero a partir de
esas otras alternativas. no de Bach fue grabada por Pe- un riguroso estudio musicológlco y de un es-
ter Hurford entre 1977 y 1982, píritu de aproximación histórica que han per-
S.M.B. habiendo sido ya publicada en 8 álbumes, en mitido diferenciar estilísticamente la riqueza
un total de 25 LP Se trata de una de las más del Barroco. No es aquí lugar para entrar al
completas, pues incluye obras consideradas en trapo del debate sobre versiones históricas
el catálogo bachano como dudosas o espunas. e instrumentos originales, aunque el uso de
BEETHOVEN: integral de las Sonatas para Las obras que se recogen en estos dos pri- estos últimos sólo sea un aspecto más de
vtolonceik) y piano, Variaciones sobre La flauta meros volúmenes se agrupan por series de aquella corriente musical actual arriba seña-
mágica WoO 46 y Op 66. Variaciones sobre obras contrastadas por su carácter musical lada. Naturalmente, la interpretación del ór-
un tema de judas Macabeo WoO 45. Evzen y no con un criterio cronológico El primer gano de Bach sigue siendo algo apasionante
Rattay (cello), Sunislav Bogunia (piano). 1 volumen incluye preludios y fugas, tocatas y y abierto La elección de los registros («Na-
CDs CALUOPE CAL 9693/4 grabación 1983 fugas, fantasías y fugas, fantasías, fugas, die como Bach era mejor conocedor de los
ADD. Dirección técnica: Georges Kiaelioff. trios, !a Passaclagia y fuga 8WV 582, la Toca-registros. Ese conocimiento murió con ¿I* se-
64'04"y 65'46". Distribuido por Harmonía ta, adagio y luga, la Kleines harmonisches gún la famosa declaración de su hijo Carlos
Mundi. Labynnth y el fedal Exerotium El segundo vo- Felipe Enmanuel), con la importancia del |ue
lumen incluye el tercer libro del Clavierúbung, go de fondos, entre otros aspectos, constitu-
Rattay y Bogunia intentan algo que es decir, los 21 Preludios de coral *Kimber- yen un inquieto y permanente reto para el
no es frecuente en estas Sonatas, ger* y las seis Sonaras trio (BWV 525-530). intérprete moderno En esta enorme tarea y
las presentan como si fueran una Es decir, obras desde 1700 a 1739. Tras este ante músico tan grandioso, sigo consideran-
especie de taller o de cocina del compositor obligado inventario hay que señalar que la ver- do como referencia —a la espera de su ter-
(y tal vez lo sean) y enfocan su interpretación sión de Hurford se sitúa en lineas generales cera integral en curso— de la citada versión
no sobre ia expresión (es un aspecto de la en una voluntad de equilibrio o en un punto de Marie-Claire Alain. Tras ella, y complemen-
composición) beethoveniana. sino sobre una que se aleja de las interpretaciones altiguas taria en algunas obras, esta integral de Hur-
relación histórica: tratan el Opus fi.° S (Sona- tradicionales a la alemana y se aproxima al ford es la más importante y recomendable.
tas I y 2) tanto en sus aspectos haydnianos Bach moderno representado en el estilo de La calidad del sonido es, además, magnífica.
como en la originalidad formal común a las Marie-Gaire Alain. Se aleja por tanto de la
primeras obras y que Beethoven utilizará en interpretación tradicional de Helmut Walcha,
sus últimas; en la Sonata Op 102, el dúo ue tiene, con todo, el mérito de recurrir a ór- B.C.
Rattay-Bogunia trata ei fugato como una pre-

58 SCHERZD
DISCOS

figuración (la demostración es brillante) de las nunca, tampoco la libertad formal de estas grandes referencias de esta afortunada obra
grandes fugas: Cuarteto Op 130, que Rattay fantasías ha sido reconocida con tanta carga —a las que nos hemos referido repetidas ve-
conoce bien (es el cello del Cuarteto Talich), sorpresiva. ces y que tienen a Rostropovrch como prota-
y Sonata Op 106. gonista con Tahch, Kara|an y Ozawa, más a
La fluidez de los lempos, la interioridad ex- P.E. Casáis con Szell y a Fournier con este mismo
presiva (un poco como Piatigorsky-Solomon) director, aparte de la versión auténticamen-
acentúa esta impresión divulgativa: atenerse te nacionales Sádlo y Neumann— pero pue-
a pocos y no todos los aspectos de la obra: BLOCH: Schelomo, rapsodia hebraica para de situarse por derecho propio como una vi-
y en esta proposición intelectual mente revé violonceüo y orquesta. DVORAK: Concier- sión propia de obra tan conocida. En cualquier
ladora. la versión comentada no tiene rivales. to parí violoncello y orquesta en Si menor. caso, es importante y constituye una hermo-
Pleeth-Tan (CDs Hypenon con instrumen- sa experiencia el escuchar ese tenso ralenti
Op 104 Mischa Maisky. viotoncello. Or- del violoncello de Maisky cuando lo hemos
tos originales) y Perennyi-Kocsis {CDs Hunga- questa Filarmónica de Israel. Director: Leo- oído siempre de tan distinta manera.
roton) resaltan con más brío el aspecto nard Bernstein. DEUTSCHE GRAMMO-
rítmico; Dupré-Barenboim. la expresión vital PHON 427 347-2 DDD. Duración: 6819" Bernstein ya había grabado Schelomo con
(carnal). Para quienes buscan la perfección (sin f43"45" y 24'34", respectivamente). Rostropovich y la Orquesta Nacional de Fran-
doctoralismo) existe un dsco sublime que reú- cia. Ahora, con la de Israel y con Maisky el
ne todos los aspectos y difícil de encontrar: Obras plenamente integradas en disco se hace mucho más deliberadamente ju-
el de Erhng Blondal Bengtson (chelo) y Anker elrepertono concertante para vio- dio en un gesto de afirmación de buena ley.
Blyme (piano), CDs Danacord. loncello y orquesta, las dos piezas La interpretación del Concierto de Dvorak era
aquí grabadas constituyen ápices de la espe- implícitamente virtuosistica: no es fácij llenar
P.E. cialidad y han sido grabadas de manera me- de contenido una música tocada más lenta de
morable muy a menuda La versión de Maisky lo habitual. Complementariamente, la de
y Bernstein del Concierto de Dvorak supo- Schelomo es de un virtuosismo manifiesto. En
ne una opción muy especial, la de un lirismo efecto, pocas veces se hacen tan evidentes las
BEETHOVEN: Sonatas para el pianoforte en mayor a fuerza de mantener una lentitud del bel leas y cualidades de esta obra que, en mi
Mi mayor Op, 109, en La bemol mayor Op tempo llena de tensión poética. No creemos opinión, supera considerablemente al acaso
110, en Do menor Op II. Paul Badura-Skoda que esta bella lectura vaya a desbarrar las más famoso Concierto para violln del mismo
(Hammerflugel de Graf 1824) CD ASTRÉE
Auvidis E 8699 grabación AAD (y excelen-
te) efectuada en Viera en 1976 y 1980 por
Thomas Gallia y Paul Déry. Productor: Mi-
chel Bernstein. 59'25. Distribuido por Har-
monía Mundi.

Segunda reedición de este volu-


El primer Beethoven de Barenboim
fitf men: aparece hoy como último
número de una integral de las So-
natas de Beethoven. realizadas con instrumen- obras mayores, como la Hammerklavier, no
tos originales (no copias de). No me gustaría nos impide reconocer que hay ciclos históri-
hablar de la necesidad (¡y no la obligación!) cos indiscutibles que van más allá de lo con-
de utilizar los instrumentos adaptados a su seguido por Barenboim en sus jóvenes años.
repertorio, como principio (estético • ético) No vamos a abrumar su meritorio nombre
sino hablar de la coherencia absoluta entre ni la paciencia de los lectores con apellidos ilus-
la interpretación de Baura-Skoda y los diver- tres de ayer, anteayer y ahora mismo. Baste
sos instrumentos seleccionados para esta in- con decir que el ciclo de Barenboim se en-
tegral, desde los frágiles fortepianos para las cuentra entre los inmediatamente posterio-
primeras Sonatas hasta el Hammerflugel de res a los grandes y que algunos de estos
Graf para estas últimas obras. Badura-Skoda pueden ser apartados por algunos aficiona-
no ofrece una música abstracta, abordada des dos (como ha sucedido con el de Backhaus,
de arriba, con una técnica trascendental: es- por ejemplo, y prometo no pronunciar más
ta integral está ba|o el signo de la lucha, y del nombres) en favor del de este músico inte-
esfuerzo: el intérprete da siempre la impre- gral de nuestro tiempo. Las características del
sión de conquistar a duras penas un mundo BEETHOVEN: Las Sonatas para piano, com- pianismo de Barenbotm están ya aquí: ese fue-
sonora paso a paso, y resolver problemas de pletas. Daniel Barenboim, piano. EMI CZS 7 go especial que a veces es enfático (y que lo
toda Índole: parece que su técnica se forja con 62863 2. 10 CD ADD Duraciones: vid. infra. será más en el segundo ciclo beethoveniano.
Fecha de grabación: 1966-70. el grabado para Deutsche Grammophon, al
las sucesivas obras, apenas resueltos los pro-
blemas técnicos de una Sonata, se enfrenta menos en las partes que concaco), ese pri-
a los nuevos problemas que plantea la siguien- El sorprendente nivel medio (te la moroso sentido de la frase que es mis pro-
te Sonata: siempre abordando la obra con una integral de Sonatas para piano de pio del pianista que del director de orquesta.
técnica inferior y que se foria en el acto pia- Beethoven grabadas por Baren- esa exterioridad que rehuye el misterio y tien-
nístico; la elección de los pianos sigue el mis- boim entre 1966 y 1970 no nos pilla de nue- de siempre a lo explícito, esa delicadeza en
mo enterra: los instrumentos parecen siempre vas. Lo sabíamos, pero no por recuerdos, si- el tacto que nunca pretende ser sutil pero que
al límite de sus posibilidades (el Graf de 1824 no porque, en rigor, nunca habíamos dejado se convierte en magistral sugerencia, eia ex-
hubiera dado otro resultado sonoro en la Pa- de escucharla. Barenboim nació en noviem- traña madurez que le ha permitido a Baren-
tética, Badura-Skoda ha pretende* y escuchan- bre de 1942. así que echen ustedes la cuenta boim destacar siempre con obras de enver-
do la integral se entiende el porqué, el frágil de la edad que tenía el angelito cuando em- gadura más que en piezas ligeras (aquí, me-
modelo Walter de 1790). Una tensión cons- prendió esta empresa, a partir del registra jor en la Op. lil que en las sonatas clásicas;
tante domina esta aventura dtscográfica sin en noviembre de 1966 (sería para feste|ar sus en el foso, con Tfistán; en la orquesta, con
precedentes: el material composic>onal bru- 24 años), de la inevitable tríada, Patética, Cla- Bruckner)... Y así sucesivamente. En resumen:
to aparece en todo su resplandor, su violen- ro de luna y Appassionata. Ese considerable ni-serie económica y calidad garantizada. Un
cia, su sensibilidad... vel, que en nuestra opinión se mantiene bas- regala
Todas estas cualidades concurren en es le tante a lo largo de todo el ciclo y que tiene
último volumen de la integral: nunca las tres momentos especialmente logrados en las S.M.B.
últimas Sonatas han parecido tan inacabadas.

SCHERZO
DiSCOS

bertazzi); Andrea Martin, bar. (Bonifacio).


Orquesta y coro de la Radiotelevisión de la
Suíia Italiana. Director: Marc Andreae.
Una novena distinta NUOVA ERA 6778/79, álbum de 2 CD.
DDD Duraciones: 6614" y 55'58". Graba-
ción: Lugano, 1989. Productor: Danilo Pre-
movimientos I y III y el célebre Alia Marcia fumo Ingeniero: Pasquale Soggiu. Distribui-
del IV. En general, puede decirse que allí do por Harmonía Mundí.
donde coinciden los dos directores británi-
cos Norringtoíi consigue una realización más Dentro del extensísimo catálogo
depurada, seguramente gracias a su me|or donizettiano esta ópera es de las
ofcio directorial. Hogwood admite en su menos representadas desde su
Novena más sonoridades agrias que su co- estreno en 1830 y. por consiguiente, de las me-
lega. El efecto de trueno del recitativo del nos conocidas Quizás la proximidad compo-
cuarto tiempo es mucho más poderoso en sitiva con Ana Bolena, donde el músico
la lectura de la Academy que en la de los encuentra en la heroína trágica una inspira-
London Classical Players (EMI, no remitida ción más personal, modelo que luego repeti-
rá hasta el hastio.haya dañado a esta Imelda.
para critica). Desde luego. Norrington es más
que no es una obra maestra obviamente, pe-
delicado en su fraseo del Adagio-Andante, lle-
ro si posee cualidades suficientes para asegu-
vado como decíamos a velocidad desacos- rarle una presencia más estable en los
tumbrada, pero que se impone por su lógica escenarios. Lo que llama la atención es el ca-
(además de respetar lo indicado en la par rácter rossiniano de la partitura, tanto en las
titura). Los cantantes son mejores en la gra- escenas de conjunto (de tipo guerrero evo-
bación EMI, sobre todo por la pobre can las de esta índole de tancredi) como en
BEETHOVEN: Sinfonía N° 9en Re menor intervención de Reinhart frente a la estre- la distribución vocal (el enamorado es voz gra-
Op. 125. Aríeen Auger (sop), Catherine mecedora de Salomaa. Sólo Rolfe Johnson ve: un barítono) y en las exigencias de los in-
Robbin (con), Anthony Rolfe Johnson (ten), es verdaderamente destacable con Hog- térpretes (el primer tenor. Lamberto, precisa
Gregory Reinhart (bajo). London wood. Ambos se muestran contenidos en una octava aguda muy exigente). Por ende, es
Symphony Chorus. The Academy of An- la dirección del coro, pero Hogwood usa la menos donizettiana de las óperas del maes-
cient Music. Director: Christopher Hog- uno más numerosa Como alternativa a la tro de Bérgamo, que a sus treinta y tres años
wood. LOISEAU-LYRE 425 517-2. CD. literalidad textual de Norrington. Hogwood se debate entre la todopoderosa influencia del
DDD. 63'I7". Grabación: Londres, sep- dobla los instrumentos de viento, según la autor de moda y los rígidos, pero sabios con-
tiembre. 1966 Productor: Peter Wadhnd. propuesta, que distribuye solos y tutti de sejos de su maestro Mayr. (De cualquier for-
los instrumentos, del musicólogo Clive ma, para el interesado, el documentado trabajo
Ingeniero: John Dunkeriey.
Brown. Para esta solución, se ha basado que se incluye en el libreto que acompaña a
Brown en interpretaciones de la época. Se los discos, exime al critico de entrar en ma-
Hogwood y Nornngton parten yor hondura de detalles a este respecto).
de presupuestos similares —sal- entra aqui en especulaciones, pues el nú-
Esta versión, registrada en VÍVQ cuenta con
vo en un punto que veremos mero de los músjcos pudo depender en
un plantel de voces italianas jóvenes y fervo-
luego— para la interpretación de la Nove- ocasiones de su calidad. La polémica sigue
rosas, que enmascaran con entusiasmo su
na Sinfonía de Beethoven. Ambos siguen las abierta en este punto, si bien Norrington inexperiencia o escasez de medios. Al menos
indicaciones metronómicas del compositor ha demostrado con su versión que la No- el color (y el calor) latino está presente, así
(abstenerse, por lo tanto, los que piensen vena de Beethoven, sin corregirle la plana como el talante y la lozanía. La parte del león
que Beethoven se equivocaba y estén de al creador, es perfectamente posible... y so- está, a partes iguales, en el terceto protago-
acuerdo con la tradición añadida), que se bre cogederamente bella. nista, el clásico trio operístico: los enamora-
apartan de lo establecido de manera más dos y el rival (digamos que el tema es el de
llamativa en los tempi más rápidos de los E.M.M. Romeo y Julieta, güelfos y gibelinos). De los
tres, la Sevilla es quien consigue mejores mo-
mentos, con base en una voz bonita y afec-
tuosa que recuerda la de Gasdía. D'Auna, el
compositor. Pocas veces un acto de afirma- terpretativa. Aun con el intento de hacerse malvada llega al agudo con facilidad (a veces
ción israelita ha llegado a la altura artística de con un estilo medieval, la emisión canónica del con artimañas) y canta con fluidez, pero está
Schelomo. al margen de determinadas obras canto y la limpia técnica instrumental produ- algo inmaduro Martin, el protagonista, es una
de Schoenberg. Ftacos artistas más adecuados cen aqui un efecto contraproducente. Los can- voz fea e indisciplinada, con un registro agu-
que los que protagonizan este disco para tra- tos goliardicos quedan encerrados dentro de do insufrible.
ducirlo con su mejor sentido. limites demasiado estrechos. Hablar de frial- El interesado por la ópera italiana en gene-
dad es sólo establecer una primera aproxi- ral, y por Donizetti en particular, puede sen-
S.M.B. mación a la recreación del New London tirse satisfecho por esta publicación de Nueva
Consort. Estos Carmina Burana carecen de Era.
la fuerza telúrica que nos descubrió la inter-
CARMINA BURANA Vols. III y IV. Cathe- pretación de Rene Clemencic. Pickett los ha F.F.
rine Bot (sop.). Miehael George (bar). New civilizado al eliminar el desgarro en el canto
London Consort. Director: Philip Pickett. 2 o el tañido gruesa Se trata, en el fondo de
CD LOISEAU-LYRE 425 117-2 DDD. una opción cultural, pues asi se borran las re-
62*30" y 61*13". Grabación: Londres, ene- ferencias a la influencia árabe.
ro 1987. Productor: Peter Wadland. Ingenie-
ro: Stan Goodall. E.M.M.
GERSHWIN: Naughty baby. Maureen McGo-
En su momento, fueron comenta- vern sings Gerswhin. Con Jeff Harris. piano
dos en SCHERZO los discos pre- y dirección. Jay Leonhardt. Acoustic Bass.
cedentes de la versión de Pickett DONIZETTI: Imelda de Lambertazzí. Fterb- Grady Tate. percusión. Lou Marini, lengüe-
de los Carmina Burana. La presente entrega na Sevilla, sop. (Imelda); Diego D'Auria, ten. tas (maderas). Mark Shercnan, percusión y vi-
sigue, como era previsible, la misma línea in- (Lamberto): Fausto Tenzí, ten. (Orlando Um- brifonos. CBS MK 45608. CD. 58: 14 mns.

60 SCHERZO
DISCOS

Se trata de una sesión realizada el


pasado 20 de noviembre de 1988
en los estudios de grabación Clin-
ton, de Nueva York, para mayor (y mereci-
da) gloria de la magnifica cantante Maureen
McGovem. con arreglos de canciones de
Gluck según Berlioz
Gershwin. él mismo afirma, en su artículo contenido en
Mi admiración por la música de Gershwin el libreto que acompaña al cofrecillo, que <la
es, mod esta mente, no incondicional. Consi- primera versión es la mejor»?_¡Por qué, pues,
dero sus comedias musicales como las de cual- no seguir el camino iniciado por Neumann y
quier otro, como algo difícilmente soportable Muti. que optaron por aquélla? ¡Por qué Gar-
en su totalidad. Pero las canciones, fuera de diner, tan purista, tan amante de los mal lla-
su contexto, suelen ser magnificas. El mundo mados instrumentos originales, ha empleado
del jazz ha arreglado muy a menudo ese pu- una orquesta de foso digna, es cierto, pero
ñado grande de preciosidades, desde The no especialmente dúctil ni transparente? Y lo
man I ¡ove hasta I got rythm, sin olvidar Sum- que es más grave, ¿por qué su lectura de la
mertime (de procedencia más noble, operís- obra, sin duda galante y preciocista, está más
tica) y Óf Thee I sing, todas ellas, por cerca de la azione teatrale de 1762 que de
supuesto, incluidas en este CD la época que le tocó vivir a Beriioz, ferviente
En el registro que comentamos compren- adalid de la estética romántica?
demos perfectamente el porqué de ese fa- Planteados todos estos interrogantes —a los
vor, y al mismo tiempo entendemos por qué que tan sólo Gardiner podría responder— no
se dice a menudo que la música comercial nor- puede negarse que. en el plano vocal, este
teamericana es la me|or del mundo. Fbrque Orphée ofrece interpretaciones muy estima-
nadie debe llamarse a engaño: este disco con- GUJCK: Orphée el turydicc Anne Sofie von bles. Gardiner ha contada en primer lugar,
tiene música comercial de la mejor ley: pero. Otter. cont, (Orphée); Barbara Hendricks, con una protagonista más sólida que la de su
eso sí, con una interpretación que en reali- sop. (Eurydice): Brígítte Fournier, sop. anterior aventura gluckiana con los músicos
dad constituye el meollo creativo del regis- (LÁniour). Coro Monteverdí. Orquesta de la de Lyon (Diana Montague para Iphigénie en
tro. Como decia nuestro colega |osé Ramón Opera de Lyon. EMI7 4983-42, álbum de dos Tauride, grabada por Philips). La sueca Anne
Rubio del |azz, en este caso la interpretación disco! DDD. Duraciones: 4I'45" y 46'SI". Sofie von Otter es un Orphée de color y pro-
(o sobre todo ella) es la obra. El amplio re- Grabación: Lyon. Auditorium Maurice Ravel, yección notables, más en la linea de una con-
gistro, la capacidad de vocalización y agilida- enero-febrero de 1989. Productor: Alain Du- tralto de coloratura que en la de las regias y
des, el sentido del humor de esta chen>in. ingeniero: Míchel Lepage. graves contraltos capitaneadas por la excelsa
show-woman consiguen una recreación fasci- Kathleen Ferrier (¿para cuándo la edición en
nante del mundo de Gershwin, Ha sido para ¡Un Oriéo mas!, exclamarán para si muchos CD de su Orieo con su esposo f ritz Sttedry?}.
nosotros, humildes comentaristas de música melómanos, e incluso la reducida minoría his- Hay, sobre toda en la von Otter. un impor-
culta, el descubrimiento de una gran artista pánica de gluckianos adictos. Sí, pero un Or- tante esfuerzo por una correcta pronuncia-
a través de un disco gratificante en lo inme- feo distinto, porque nos hallamos ante la ción francesa y por una veraz declamación
diata y bastante divertido. Por supuesto; na- versión de Berlioz sin la consuetudinaria re- gluckiana, intentando mantener la linea por
die busque nada parecido a la linea vocal de traducción al italiano del texto del ibreto porel propio peso y valor de las palabras. Exce-
Bess o al registro de Sarah Vaughan. por mo- él usado, es decir, la traducción francesa, de-lente en las difíciles agilidades de la citada su-
nero dos maneras gershwimanas. ftero escu- bida a Pierre-Louis Moline —con destino a la puesta aria de Bertoni (debidas, como se ha
chando el disco uno cree que Maureen versión parisiense de 1774— del libreto origi- dicha a Berlioz, Samt-Sáens y Viardot). ofre-
McGovern podria hacerlo como ambas, sin nal italiano de Ranien da Calzabigi. ¡Qué más ce también una destacada interpretación de
que aquellas (los dioses del jazz me perdo- hizo Berlioz? Ante todo, reescribió la parte ¡'ai perdu mon Eurydice, admirable por inten-
nen por la parte que le toca a la Vaughan) principal para contralto (destinatana: la gran ción y expresividad dramática. Barbara Hen-
puedan acercarse a lo que ella consigue. Paulme Viardot, para unas representaciones dricks dibuja una apasionada Eurydice, con un
en el Teatro Lineo de París en 1859). dese- esforzado francés, demostrando hallarse en
S.M.B. chando al tenor muy agudo de la versión fran- un momento de su carrera especialmente bri-
cesa y teniendo presente que el creador llante, aunque sin conseguir empañar el re-
vienes de la obra era un castrado (Gaetano cuerdo de otras relevantes intérpretes del
GOUNOD: Mireilte. Andrée Espówto. » p . Guadagni); pero, eso sí, adaptó a la tesitura mismo papel (como por ejemplo nuestra Pi-
(Mireilte); Alain Vanzo. ten. (Vincent); Gabriel lar Lorengar). Completa el trío vocal el Amour
de contralto los recitativos y arias nuevas aña-
Bacquier, bar. (Ourríasj; Suzanne Darbans, didas por Gluck en París. Asimismo. Berlioz de Brigitte Foumier; lógicamente es quien me-
mei. (Taven). Coros de la RTF y orquesta suprimió los baifets presentes en el epilogo jor pronuncia el texto, demostrando además
Radio-Lyrique. Director: Jules Gressier. de dicha versión, y el coro final LAmour poseer una voz clara y agradable y un ade-
CHANT DU MONDE LDC 27B92I. ADD tnomphe, considerado un poco banal y que cuado dominio de las agilidades. Por su par-
Duración: 113'. Grabación: París, 1959. Pro- te, el Coro Monteverdí cumple su cometido
fue reemplazado por el de Echo el Narcisse.
ducción; Ingeniero: No figuran (Proviene del con voces frescas, de afta calidad y sin histrio-
archivo de Radio Franee). | Distribuido por Le dieu de Paphos et de Cmde. En fin, escri-
nismos.
bió una dificilísima cadencia para el aria de bra-
Harmonía Mundi.
vura del protagonista Amour. viens rendre i La toma de sonido merece destacarse por
mon ame, puesto que, creyendo que era obra su transparencia y profundidad. El libreto tra-
Mtreitle ocupa un honroso tercer de Ferdmando Bertoni y no de Gluck', consi- ducido sólo al inglés y al alemán, está acom-
puesto dentro de la producción de deró que podía permitirse esta libertad. Co- pañado por interesantes artículos: el citado
Gounod en merecer atención por de Gardiner y los debidos a la pluma de Gé-
laboraron en la escritura de la mtsma la propia
parte de la escena linca y la grabación disco- Viardot y el joven Camille Saint-Saéns. quien rad Conde y Max Loppert.
gráfica, aunque a cierta distancia de las dos además se cuidó de rehacer la instrumenta-
primeras. Fuera de las fronteras francesas es ción del aria. Jo.fí.B.
raro ver programada esta ópera algo nail. de Todo lo dicho anteriormente es necesario
elegante melodía y eficaz progresión dramá- para comprender la contradicción en la que ' (En la actualidad, la suposición de que dicha
tica. Durante algunos años la única versión dis- ha incurrido el director John Eliot Gardiner. ana pueda ser de Bertoni está desechada casi
ponible que ofrecía el mercado del disco era ¡Por qué recurrir a la versión de Berlioz. si totalmente).
la que dinge|André Cluytens.|con un equipo
de cantantes muy idóneos (Vivalda, Gedda.

SCHERZO 61
DISCOS

Dens). reunidos previamente para una edición integridad a compositores españoles, con la HAYDN: Los tres tríos para violín, viohnce-
de los Festivales de Aix-en Provence, origen sola excepción del argentino |ulio Sagreras, llo y piano: núms. 38 en fíe mayor Hob XV.
teatral del registra Luego vino la edtción de Naturaímenle, nada de lo que hay aquí 24: 39 en Sol mayor. Hob XV. 25, y 40 en
1979. dirigida por Plasson y su Ca pito le de constituye novedad alguna al tratarse de una Fa sostenido menor. Hob XV. 26. London For-
Toulouse. a la que. para ciarle alguna promo- compilación de material que apareció ante- tepiano Trío: Monica Huggett, violín; Timothv
ción internacional, se sumó en la protagonis- riormente siendo ampliamente conocido y di- Masón, violoncello; Linda Nicholson, forte-
ta a Mirella Freni junto a un reparto típico y fundido. El compacto tiene precisamente la piano. HYPERION CDA66297, DDD Du-
exclusivamente francés. La edición que aho- finalidad de la celebración del 25 aniversario ración: 47'74". Grabación: Londres (?). 30
ra se comenta surge con un pequeño incon- de la primera edición, referido naturalmen- y 31 de enero de 1988. Productor: Cecile
veniente; las limitaciones que imponía el te, en este caso, a las grabaciones en Nueva Kelly y Edward Perry. Ingeniero: Antony
medio radiado para el que se programó, es York del año 1964. Howell Distribuido por Harmonía Mundi.
decir, que las retransmisiones tenían un tope La calidad de grabación es óptima y el pa-
temporal y ello obligaba a efectuar cortes. Los so a disco compacto reafirma y actualiza un
que aquí se realizan están hechos con mucha material que es de la más alta calidad inter- Valorar este compacto obliga an-
prafesionalidad. afectando solamente a par- pretativa. te todo a efectuar algunas adver-
tes recitadas y nunca a los números solistas, Un compacto muy recomendable, con mé- tencias acerca de la potencia y
[jera a veces, el cambio de una escena a otra ritos sobrados para engrosar las discotecas calidad sonora de los instrumentos utilizados
es de tal brusquedad (no tiene el ritmo pro- más exigentes. por los intérpretes. La violinista Momea Hug-
pio impuesto por los silencios o las pausas que gett toca una réplica de un Amati realizada
definen el devenir teatral de una ópera) que por Rcwland Ross en 1987. Instrumento, pues,
pierde esta versión bastante atmósfera dra- LMG. demasiado nuevo como para haber alcanza-
mática. Se nota demasiado que está canta- do la sonoridad ideal; la afinación no siempre
da, no actuada. Este es el único inconveniente es impecable, y falta más víbralo y una ma-
a priori a la edición, por el resto, muy equili- yor tensión en el arca El violoncelista Timothy
brada en voces, todas de profesionales que Masón usa un instrumento construido por Wi-
HAENDEL fephta. Nigel Robson (ten),
dicen muy bien, cantan con el estilo y la mu- Lynne Dawson (sop.). Anne Sophie von Ot- lliam Foster en 1766, y de los resultados se
sicalidad requerida y cuentan con una direc- ter (con.), Miehel Chinee (contraten). Step- deduce una falta notoria de redondez sono-
ción que auna brillo e intimidad. Concretando hen Varcoe (bar), Ruth Holton (sop.). ra. ft>r su parte, la pianista Linda Nicholson
algo más: es necesario destacar la presencia Monteverdf Choir. English Baroque Soloists. recurre a un fortepiano obra de |ohann
siempre interesante de Alain vanzo, Vincent John Eliot Gardiner. 3 CD PHILIPS 422 Schantz (Viena, 1797), de menor potencia y
de inmaculado fraseo, cálido en la mezzavo- 351-2. DDD I5S'2I". Grabación: en direc- resonancia más amortiguada que un piano ac-
ce. siempre impecable de línea. to, Stadthalle GótUngen, 13-16 junio 1968. tual. Esta es la opción, respetable, pero no
La partitura elegida es la que restituyó Rey- Productor: Wilhelm Hellweg. Ingenieros: ideal: quien avisa no es traidor.
naldo Hahn en 1939, con el final trágico y pa- Hein Dekker y Stan Taal. Ahora bien, la interpretación de los Tres
ra soprano lírica (con lo que el vals Legere Tríos para violin, cello y piano de Haydn —
hirondelle brilla por la ausencia). ¡ephta, escrito en 1751, es el últi- que. publicados en Londres en I79S. mere-
La presentación de Chant du monde corres- mo oratorio compuesto por cen conceptuarse como la aportación más im-
ponde al sistema de doble duración, con lo Haendel y prácticamente su úl- portante dentro del capítulo camerístico de
que los 113 minutos de duración figuran en un tima obra de importancia. Puede decirse que este compositor, hecha la salvedad, natural-
solo CD con esta página el músico consigue una maes- mente, de sus setenta y siete cuartetos— ofre-
tría extrema en el tratamiento de un texto cida por el London Fortepiano Trio muestra
F.F. dramática La psicología de los personajes, so- una serie de cualidades raras de hallar en otras
bre todo |ephta y su hi|a Iphis (a la que debe versiones de obras con instrumentos origina-
sacrificar por un voto a la divinidad), nos es- les (¡qué expresión tan inexacta y absurda!),
descrita en transformación por la música, al como por ejemplo la elegancia y buen gusto
irse enfrentando aquéllos con los hechos da- en el fraseo y la adecuación al lenguaje del
GRANADOS: Danza española N.° 5. Valses ves del drama. Clasicismo vienes. Eso se advierte ya en el ex-
Poéticos. La Maja de Coya. FALLA: Home- tenso Allegro del Trío núm. 38 y también en
na/e a Debussy. Danza del Corregidor. Can- Como en sus otras interpretaciones de ora-
torios haendehanos, Gardiner evidencia en es- el encantador Andante del núm. 38. cuyo Po-
ción del pescador Danza del molinero. co Adagio está por otra parte vertido con to-
ta lectura un hondo sentido del discurso
ALBENIZ: Sevilla. Asturias. Tanga Córdoba. do el aliento lírico necesario.
Recitativos, arias y coros son integrados en
TURINA: Fandanguitlo, Soleares. Ráfaga. un todo progresivo. En especial, los coros tie-
SANGRERAS: El Colibrí. RODRIGO: Fan- nen una gran fuerza narrativa. El arco de ten- jo-R.B.
dango ALBENIZ: Sonata. ANÓNIMOS CA- sión va siempre en aumento El núcleo trágico
TALANES (Arr- Miguel Uobet): El testamen de la obra, escenas tercera y cuarta del Acto
de Amelia. La nit de nadal. El noy déla mare. II. se presenta con una extraordinaria cohe-
John WMiims, guitarra. Disco compacto sión, donde inflexiblemente suceden los acon-
ADD CBS Record*, wrie Maíterworks. MK tecimientos dictados por el fatum. MONTEVERDI: tespro delta Beata Vérgme.
44794. Compilación de grabaciones d d 30 La CapeHa Rea). Coro dd Centro Música An-
th Street Studk> de Nueva York de 1964 y Frente a esta opción de Gardiner. sólo otra üca di Padovi. Director: Jordi Savall. ASTREE
del Síshopigate I ni t ilute de Londres, año versión, también con criterios históricos, re-
E 8719 2 CD DDD 95' Grabación: Man-
sulta de un nivel comparable, la de Nikolaus
1969. Producido por Paul Myers. Duración: tua, Basílica de Sanu Barbara, noviembre
Harnoncourt (Teldec). El director berlinés se
74-02". muestra incluso más dramático que el britá- 198B. Productor: Micüel Bemstein. Ingenie-
nico, algo comedido en su pintura de la tra- ros: María y Michel Bemstein. Distribuido por
Este compacto es una reedición gedia. Harnoncourt crea sonoridades más Harmonía Mundi.
de éxitos de grabación que el cé- acidas con el Concentus Musicus y, en gene- MONTEVERDI: Vespro delta Beata Vergine.
lebre guitarrista australiano rea- ral, cuenta con mejores contribuciones voca- Monique Zanetti, GuMIlan Fisber (sop.), Da-
lizara en los años de 1964 y 1969. les, sobre todo por las intervenciones de vid Cordier {contratenor), John Elwes. Wi-
No obstante la ve/ez de las versiones, este VJemer Hollweg (Jephta) y Raúl Esswood. cu- INain Kendall. Nko van der Meei (ten.). Peter
compacto hace frente al momento actual sin yo color y caracterización lo sttúan muy por Kooy, Philippe Cantor (bajo). Música Fiata
pérdida alguna de categoría y entidad. encima de Michael Chance. Kóln. Kammerchor Stuttgart. Choralschola
El neo timbre y el amplio espectro de ma- der Niederaheicher Scholaren. Director:
tices de este guitarrista, se enseñorea a to- Frieder Berniui. DEUTSCHE HARMONÍA
da lo largo del compacto dedicado en su E.M.M. MUNDI. RD 77760. 2 CD DDD 92'39".

62 SCHÉRZO
DISCOS

como fotografía de una realidad sonora —


espacialidad, efectos de estereofonía—, la ver-

Gigli, íntimo y original sión de jordi Savall de las Vísperas supone una
notable contribución a nuestro conocimien-
to y aprecio de la obra.
llante. La facetti es una de las últimas sopranos
dramáticas italianas que ha dado este siglo.
E.M.M.
Más controlada que la Caniglia, cuyo timbre
recuerda, da a Nedda sobre todo tempera-
menta destacando del personaje su lado du-
ro e insolente (en el dúo con Ionio); le falta MOZART Casación en Sol mayor, KV 63 y
acaso algo de lirismo para el aria y un poco Serenata en Re mayor KV 203 (IB96). J«*n-
de sensualidad para el dúo con Silvia Pero la Jacques Kantorow (violin). Orquesta de
Pacetti arrastra por su timbre resonante y su Auvergne. Director: Leopold Hager. DE-
entusiasmo controlado (por la batuta, pero N O N CO-73676 CD Digital. Duración:
lamben, parece, por el media que la cantante 6925" Grabación: Iglesia de Sainie-Chapele,
desconoce. Con Gigli ese coqueteo con el mi- Vk le Comte. mayo de 1988. Director de
crófono es obvio). Nessi canta muy bien su grabación: Yoshiharu Kawaguchi. Ingeniero:
Serenata de Arlequín, que no acaba con no- Yuko Takahashi. Distribuido por Ferysa.
LEONCAVALLO: Pagttaca. Beniamino Gigli. ta aguda y Pací hace un Silvio cercano a lo co-
ten (Canio); Iva Pacetti, sop. (Nedda): Ma- rrecto, Sexta entrega de las obras com-
rio Bastóla, bar. (Tonio): Leone Pac!, bar. (Sil- Gigli cantaba por primera vez completo el pletas para violín y orquesta de
vio). Orquesta y coro del Teatro alia Scala personaje de Cania En escena lo haría ocho Mozart, la primera de las obras
de Milán. Director: Franco Ghkme. EMICDH años después. Prudencia e inteligencia son dos aquí reunidas justifica su presencia por el con-
7633092, I CQ A D D Duración: 7236". bienes escasos en una carrera canora: hay certante del quinto movimienta Adagio, y la
segunda por el concierto casi cabal para vio-
Grabación: Milán, 1934. Productor: Fred ejemplos múltiples de lo contraria Gigli par-
lín y orquesta que constituyen sus movimien-
Gasberg. Ingeniero: N.N. Precio económico. te de dos premisas para encarar su Canio. el tos 2-4 (Andante, Menuetto y Allegro).
color (oscuro y espeso) que imprime a su voz Compuesta en 1769. la Casaoón, en siete mo-
Hace unos meses se publicaba en y la línea de canto que, sin perder perfiles de vimientos, cumple los requisitos mínimos de
CD la Cavallena rusticana sin su ortodoxia, se hace más rígida. El resultado es la serenata austríaca representada en Salzbur-
frecuente compañera Payasos, un Canio de fuerza patética más que de des- go por Michael Haydn: una marcha de intro-
presentada ahora por EMI en lo que parece garro inmediato, un ser que. movido por las ducción (o despedida) y uno al menos de los
ser, dado que este año es el del centenario circunstancias, actúa en contra de sí mismo movimientos lentos concertantes. La Serenata,
del lenor, el proyecto de incluir en aquel so- y de sus deseos. Como movido por una fuerza fechada en 1774, es la tercera de las mozar-
porte todas las grabaciones completas de Gi- extraña. Es curiosa esta lectura que, posible- tianas en que hay movimientos de concierto,
gli. Un plan tan oportuno como plausible. mente, se deba tanto a la casualidad como y fue tal vez una Finalmusik (música compuesta
Estos Payasos, los segundos en el listín disco- a la intención del intérprete. Quedan en Gigli para celebrar el final de curso de la Universi-
gráfico de microsurco (la primera versión es algunos resabios de la época, verbigratia: los dad) o bien compuesta para la onomástica de
de cuatro años atrás, con la Pampanini. Merh Infamia del postludio orquestal luego de l*s- Colloredo (se la ha llamado Serenata Colh-
y Galleffi) son destacables no sólo por la pre- ti la giubba. No empañan para nada a este redo). Aunque compuesta aparte, no hubie-
sencia del tenor, que es la estrella indiscuti- Canio de Gigli. intimo y original, uno de los ra estado de más que en este caso se hubiese
bte del registro, sino también por el resto del más excitantes de la historia del disco (el de añadido su correspondiente Marcha KV 237
equipo, homogéneo y muy representativo de Bergonzi, treinta años después, participa de (189c). siquiera como apéndice ilustrativa Se
su época. Mario Basiola canta con su slancio algunas semejanzas, aunque con mayor ela- echan, asimismo, de menos en esta interpre-
tación muchas de las repeticiones previstas en
ejemplar el Prólogo, con su voz amplia, a lo boración y menos categoría vocal).
la partitura. En cuanto a la ejecución, la or-
largo y ancho de la gama, de timbre noble Ghione dirige al equipo escalígero con el questa suena empastada, con unos tempi muy
y robusta En el resto de la ópera se echa a oficio que se conoce y con la suficiente inspi- bien elegidos por Leopold Hager. de larga ex-
faltar, empero, dada las características del pa- ración. periencia y reconocido prestigio en estos pen-
pel algo de intencionalidad y dramatismo, den- tagramas. Notable en general la intervención
tro siempre de una presencia vocal y desco- F.F. del solista, especialmente cálido en el concer-
tante de la Casación, y sobresaliente el anó-
nimo oboe en su diálogo con la orquesta en
el Trio de la Serenata.
Grabación: iglesia evangélica de Gónnfngen, verdaderamente mediterráneas. La pasión en
enero 1989. Productor: Wolf Eríchson. In- el decir, la sensualidad del sonido instrumen-
geniero: Andrea» Neubronner. tal, presentes en la recreación de SavaJI, son
elementos que se le escapan casi por com- A.B.M.
Dos nuevas grabaciones de tas Ws- pleto a Bernius. El Kammerchor de Stuttgart
peras monteverdianas que supo- se muestra además mucho más masivo que
nen aportaciones muy distintas a el Coro de Padua. Las partes gregorianas son
la discografia de la obra. Mientras Bernius nos más tímidas en esta versión, dando una ima- MOZART: Las bodas de Fígaro. Wixe». Nor-
ofrece una lectura correcta, dentro de estilo gen más conventual, en tanto que la Schola man. Freni. Ganzarolli, Minton. Casula.
y con aciertos parciales. Savall se ha enfren- Gregoriana que interviene con Savall es os- Grant, Tear. Lennox, Vfrtson, Hudson, Pal-
tado audazmente al genio de Monteverdi y cura y rocosa, creando un efecto de enorme mer, Clarke. Orquesta Sinfónica y Coro de
lo que ha hecho sólo puede ser definido co- belleza. La decisión de los cantantes es tam- la BBC. Director: Sir Colin Davis. PHILIPS
mo una revolución de nuestro entendimien- bién muy superior en el disco de Astrée. Fi- 426 195-2 ADD Grabación: abril de I97t,
to de la pieza. El director catalán ha contado jémonos, por ejemplo, en su expresiva manera Londres. 2. 54'40". Precio económico.
con unos medios instrumentales y. sobre to- de acometer los melismas. aspecto en el que
da vocales —extraordinario el coro de se desorientan un tanto los cantantes de Ber- En su día esta versión fue coloca-
Padua— superiores a los reunidos para el re- nius. En cuanto a la claridad de texturas en da en un digno segundo plano de-
gistro alemán. Pero la diferencia no es sólo los con|untos, también es mayor en la inter- trás de las clásicas de Busch
de calidad técnica. Las Vísperas de La Cape- pretación de Savall que en la de éste. Aun- (Tumabout. 1935), Kara|an I (EMI. 1949). Ktei-
Ha fieial son las primeras del sonido grabado que estemos ante un caso extremo del disco ber (Decca, 1955) o G<uimi (EMI. 1960). Po-

SCHERZO 63
DISCOS

día codearw con ellas s¡n hacer ningún ridiculo Con esta compilación, que ofre- fonías juveniles de Mozart, separadas ya entre
y mantenía perfectamente la comparación con ce como novedad las grabaciones si por cinco años (lo cual en este autor es mu-
la de Bóhm II (DG. 1968). algo menos nota- de los Conciertos No¡ 24 y 27, cho), con el último de sus conciertos.
ble que las anteriores, e incluso ¿ventajaba a se presenta la ocasión de valorar la integral
lasdeGui(EMI, I95S) y Posbaud (Fathé, 1955). de Bilson y Gardiner, Desde luego, dados A.B.M.
Y lo hacia con base en una excelente disposi- sus presupuestos —edición utilizada, medios
ción teatral de todos sus elementos, en un ágil instrumentales— estamos frente a una nue-
movimiento escénicn en un general equilibrio va imagen sonora de la excepcional colec-
orquesta-voces y en una claridad de repro- ción mozartiana que no será fácilmente DIE GROSSEN MESSEN: Misaí de Mozart,
ducción más que estimable. La dirección de asimilada por los oídos hechos a las inter- Se hube rt, Hummel. Bruckner
Davis. llena de verbo y firmeza, es resuelta, pretaciones tradicionales. El fortepiano tie-
decidida, contundente (en ocasiones, dema- ne una sonoridad más delicada y crea, por MOZART: Misa N.° 14, en Do •Kronungsmes-
siado) y briosa: prosaica en el mejor de los consiguiente, una relación distinta con la or- se>KV220. Pi1arLorengar(KV3l7)y Agnes
sentidos, de sensualidad un tanto gruesa, Que- Giebei (KV 220) Marga Hoffgen (ms) (osef
questa, resuelta aquí espléndidamente por
da falta por ello de sutileza, de gradación en Traxel (t) Karl Kohn (b). Coro de la Catedral
Gardiner. Se trata de un equilibrio más ajus- de St. Hedwig. Sinfónica de Berlín. Karl Fors-
los matices (planos, reguladores, dinámicas), tado, pero también de la recuperación de ter ADD, Berlín 1959. Productor: F. Ganss.
de finura. No posee, por eiemplo, el perfu- contrastes más acusados con los tutti or- Ingeniero: H. Lindner.
me acendradamente mozartiano de la de questales. Las texturas aparecen más claras,
Busch, la elegancia de la de Karajan (ambas ganado sobre todo las maderas en signifi-
lamentablemente sin recitativo seco), la con- cación (escúchense, por ejemplo, los cam- SCHUBERT: Misa, Op. 80. EHsabeth Speiser
cisión y multiplicidad de sentidos fia profun- bios de color en el Allegretto del Concierto (í) Helen Watts (m-s), Kurt Equiluz <t), Sig-
didad, en una palabra) de la de Kleiber o la n." 26). Bilson demuestra que el fortepiano mund Nimsgern (b) Cora de Niños Hymnuí
fastuosidad napolitana de la de Giulini. Ni al- es capaz de brindar las matiadones preci- de Stuttgart. Conjunco Instrumental Werner
canza el cuidado en las texturas y luminosi- sas para las obras, El solista es juguetón Keltsch. Director: Gerhard Wilhelm. ADD
dad de la de Muti (EMI, 1986); o la potencia cuando debe y recogido y entregado a la 1969. Schwaígem. Productor: Gerd Berg. In-
y transparencia de la de Solti (Decca, 1982); reflexión en los tiempos centrales. Su fra- geniero: W. Gulich.
ni siquiera el valor sugerente de la segunda seo es seductor precisamente en los lentos.
de Karajan ¡Decca. 1979). Ni descubre tam- exquisito en un movimiento como el Larg-
poco nuevos horizontes y atractivas pulsiones hettodel Concierton°27, Gardiner le se- BRUCKNER: Misa N° 3 en Fa menor (ver-
como la de Oestman (LOiseau Lyre, I9B8). cunda con un Mozart total: animado, iión origial). Pitar Lorengv (%). Chrbta Lud-
aunque pueda ser más estimulante que la de elegante, grandioso, no menos dramático, «•g (m-s). Josef Traxel (t). Walter Berry (b).
Marriner (Philips, 1986), Las dos últimas y la como en el sobrecogedor comienzo del Coro de la Catedral de St. Hedwig Sinfóni-
debida a rtuti fueron examinadas, respecti- Concierto N.° 24. ca de Berlín Karl Forster. ADD 1962 Ber
vamente, en los números 32. 9 y 20 de Sin entrar en polémicas con la otra for- li'n. Productor: Fritz Ganss. Ingeniero; Horst
SCHERZQ Para que nada falte habria que ci- ma de tocar estas obras, lo inocultable es Lindner
tar también la excelente dirección de Haitmk que ésta no puede ser ignorada. EMI. 3 CDS 2 52160-2.
(EMI, 1988), mas completa que la de Davis,
aunque gobernando un poco más que discre- E.M.M.
to equipo de cantantes. Grabadas en los años sesenta, es-
Qué duda cabe que una de las bazas de la tas interpretaciones de las Misas
versión ahora reeditada —con muy buen so- son los últimos coletazos de una
nido por cierto— en compacto es. por el con- representación sonora que fue llevada hasta
trario, un sólido reparta con nombres MOZART Sinfonía n." 27 en Sol mayor, KI99, sus más altas consecuencias por Von Karajan:
importantes. A destacar sobre todo la inme- Concierto para clarinete y orquesta en L¿ ma- Mozart. Schubert, Bruckner... son interpre-
jorable —en lo puramente vocal, porque en yor, K622 y Sinfonía n.° 21 en La mayor, KI34. tados dentro de una misma técnica, un mis-
lo expresivo podrían preferirse una Seefried. Mkhel Portal (clarinete). Orquesta de Cáma- mo estilo, un mismo sonido estándard; hablo
una Gúden (más amorosas y sensuales), una ra Vienen Director: Phillppe Entremont. tanto de la emisión vocal como del tratamien-
HARMONÍA MUNDI HMC-901304. Dura- to instrumental; se podría añadir que las dis-
Popp o una Battle (mas traviesas)— presta-
ción: 61*33". Dirección artística y toma de tintas formas compositivas se resuelven idén-
ciones de Freni. que hace una Susanna deli- sonido: Heinz Windhagen.
ciosa y matizada, fresca y cálida. La Norman, ticamente, sean fugas, fugatos. polifonía ge-
algo fuera de sitio, brinda su timbre suntuo- neral... Durante una tarde entera, escuché los
SOi en aquel momento todavía intacto su fra- Bien conocido por el público es- tres discos seguidos, sin notar la mínima dife-
seo inteligente, su musicalidad y su vanada pañol al piano, y aun como intér- rencia entre Mozart y Bruckner: este criterio
acentuación (que la batuta no siempre resal- prete destacado de Mazart en ese interpretativo se justificaba en una época en
ta); es discutible, no obstante su estilo mo- instrumento, Philippe Entremont se nos pre- la cual se descubría las obras: se solía |untar
zartiano, y canta en ciertos instantes un poco senta en esta grabación como director de la a excelentes y célebres cantantes, orquestas
a las bravas. Eficaz, aunque con un timbre na- Orquesta de Cámara Vienesa. que interpre- y directores... Hoy el público es más exigen-
da atractivo y evidentes durezas de emisión, ta dos sinfonías salzburguesas y acompaña a te (o refinado, o caprichoso), y quiere más por
Ganzarol'i: elegante, con centro interesante, Michel Portal en el Concierto para clarinete, su dinero
a lo Dieskau, y agudos abiertos, Wixell. un todas obras de Mozart. A nuestro entender, EMI ofrece para la Misa de la Coronación,
Conde de buena factura. Desigual, sin com- los resultados no pasan de discretos; es de- una versión más atenta a la perspectiva his-
poner un Cherubino demasiado creíble, la cir, sin desafinar ra incurrir en estridentes al- tórica: solistas y Collegium Cartusianum, P&-
Minton, bien la Casula y excelente Tear — teraciones de lempa Las versiones de obras ter Neumann. Quienes temen aún a los
por actitud más que por voz—, que constru- tan repetidas (que no trilladas, especialmen- conjuntos con instrumentos originales se pue-
ye un inteligente Basilio, te el Concierto), sin ninguna aportación ori- de tranquilizar; durante los años cincuenta y
ginal que abra nuevos horizontes en la visión tal vez los primeros sesenta, algunos grupos
A.R que de ellas comúnmente se tiene, han de presentaban deficiencias técnicas, compensa-
considerarse al menos como superfluas. Tam- das por la alegría del descubrimiento; hoy, y
poco el solista goza de un timbre especialmen- no se si es motivo de regocija parece que la
MOZART Conciertos para pianos No> te dulce y además, análogamente a lo que ya perfección se sitúa de este lado, dada la prisa
20-27. Malcolm Bilson, fortepiano. The En- hemos dicho de la orquesta, sin cometer erro- con la que graban las grandes orquestas de
glish Baroque Soloisu. Director: John Eliot res de bulto, en algunos pasajes se perciben toda la vida.
Gartfiner. 4 CD. ARCHIV 427 846-2. DDD. algunos apuros en la digitación. Por otro la- La Misa de Bruckner es una obra maestra
<57 38". 59147", 61*15". 6 r 0 3 " ) . do, no parece muy razonable reunir dos sin- (ya se sabe), y hoy aún. parece que la versión

64 SCHERZO
DISCOS

de Jochum (en su álbum de 4 CDs DG) no


haya sido alcanzada (ver comentarte de Ra-
fael Onega en SCHERZO de diciembre).
Die Crossen Messen es un álbum valtosísi-
mo (lo escribo sin ironía), ya que cumple con
Auténtica delicia
uno de los deberes de la discografia: atesti- a los de la maskarade. Sólo que las auténti-
guar la evolución de los estilos interpretativos. cas maskarades. como The Fairy Queen. sur-
gen a partir de masques que se intercalan
RE. dentro de la acción, y Dido y Eneas, en su
brevedad, ofrece una continuidad musical
completa, lo cual es una excepción en la obra
PONCE: Criaciones y Fuga sobre las Folias. escénica de Purcell.
BROWER; Decamerón negro. TOSAR:
Gandhara. LAMARQUE-PONS: Sonatina Con esta versión de Les Arts Florissants son
SAVIO: Batucada. Eduardo Fernandez, gui- ya tres, si no me equivoca las versiones fo-
tarra. Disco compacto DDD. DECCA « I nográficas de The Fairy Queen. Después de
816-2. Henry Wood Hall de Londres, junio Deller y Gardiner (Harmonía Mundi y Archiv,
de 1988. Ingeniero de sonido: Sttnley Goo- respectivamente) nos llega esta versión que
dall. Duración: S6'3I". nos hace pensar que vamos de mejor en me-
|or. Lo pensamos, pero no nos atrevemos a
asegurarlo categóricamente. La escucha de
Los registros de Eduardo Fernán- aquéllas es un placer, y la de Les Arts Floris-
é dez, siempre novedosos, desplie-
gan aquí una faceta más de su PURCELL: The Fairy Queen. Con Njncy Ar- sants, tanto da. es un auténtica delicia. Fbr
genta, Charles Daniels, B«rnard Loonen, su sentido de lo cómico y de lo lírica por su
personalidad, ampliamente compenetrada de pequeña teatralidad (que no puede ser ple-
los autores contemporáneos / latinoame- Francote Bazola, Jéróme Correas y otros so
na en una obra de estas características), por
ricanos. Nstai vocales. Les A r a Floriuants. Director: su musicalidad tan original (quien escuche la
Se conjugan en este compacto nombres de William Christie. HARMONÍA MUNDI verdión de Gardiner y la que comentamos pue-
compositores ya célebres, caso de ftjnde y FRANCE. 2 CD DDD. HMC 1308.09. Du- de creer que se encuentra ante obras distin-
Brower, con otros menos célebres como los ración: M H f l " y 63'54". DiitribuWo por tas), consistente en un endiablado sentido del
uruguayos Tosar, Lamarque-Fbns Y Savio. Harmonía Mundi. tempo, mucho más francés que Gardiner. que
Mención aparte merece Héctor Tosar, el no es necesariamente el más british, y que
más grande compositor uruguayo vivo, injus- Obras como Kmg Arthur. The In- a veces se pasa por lo contrario fero tam-
tamente desconocido, o escasamente cono- dian Queen o The Fairy Queen bién por la gracia especial de ese plantel de
cido, sobre todo en los circuitos europeos. son ejemplos de ese típico géne- voces del que nos hemos limitado a reseñar
Representado aquí con su obra Gandhara (di- ro inglés de los siglos XVII y sobre todo XVIII los primeros nombres de cada cuerda (sopra-
ferencias sobre si bemol-mi), una pieza guita- en Inglaterra, la maskarade, nos, contraten ores, tenores, barítono —sólo
rristica que dala de 1984, confirma la evidencia fara comprenderlo hay que acudir al género hay uno— y bajos). Obra que admite la escu-
de que estamos frente a un auténtico genio zarzuela, más que al del Smgspiel. cha separada, en números netamente inde-
musical. Identificado con las corrientes más Y nos referimos a la zarzuela del XIX, no pendientes que acompañen a una versión más
modernistas. Tosar es, como lo fuera Villa- a la del XVII, que era auténtica ópera a la es- de £1 sueño de una noche de verano del que-
Lobos y lo es Brower, un autor de bases pañola. Se trata de una pieza dramática con rido Guillermo, su escucha parcial o continua
auténticamente latinoamericanas, dueño de incrustaciones musicales. Esa música es lo que garantiza el gozo sonriente de los mayores pla-
un lenguaje mu/ personal de gran riqueza y ceres del oído, no incompatibles, ni mucho
se registra cuando se nos ofrece una produc-
poderío expresivo Aunque no publicada aún, menos, con los del resto de la carne,
ción discográfica de una de estas obras, co-
no pasará mucho tiempo sin que esta obra mo en este caso. Algo muy distinto a Dido
maestra de gran envergadura, se constituya y Eneas, que es una ópera continental, aun-
el clásico ineludible del repertorio guitarrlstico
que con procedimientos musicales loénticos S.M.B.
Lamarque-Rxis. compositor uruguayo falle-
cido en 1982, pertenece a las corrientes na-
cionalistas de fuertes tintes modernistas. En
su producción se conjugan muy efectivamen- más por una memorable interpretación de las mero dos de su catálogo fcxrste, no obstan-
te elementos del Tango, la Milonga y los rit- Variaciones y Fuga sobre las Folias de España te, una pequeña selección que RCA incluyó
mos africanos, con la música europea. Su de Fbnce y la mas evocadora del Decamerón como complemento a su registro de (973 de
Sonatina para guitarra es una pequeña joya Negro de Brcwer. Recomendamos muy es- Le Villi y que protagonizan Barry Morelt y
guitarrística merecedora de mayor divulga- pecialmente este registro, símbolo de inteli- Nancy Stokes, edición ya ausente del rrierca-
ción, propuesta inteligentemente por Fer- gencia, musicalidad y maestría, do y con un nivel discreto Esta que propone
nández. CBS pertenece al grupo de óperas inusuales
El compacto se cierra con la Batucada de LMJS. que la marca americana registró en colabo-
Isaías Savio, guitarrista, compositor y, sobre ración con el Carnegie Hall, a finales de los
todo, maestro uruguayo, responsable forma- setenta, tales como Aroldo. Gemma di Vergy
dor de toda una generación de guitarristas in- PUCCINI: Edgar. Renata Scotto, lop. (Fide- o le Cid. De todas estas grabaciones en vivo
ternacionales, como el relevante caso de lia); Cario Bergonzi. ten. (Edgar): Gwendolyn y en sesión de concierto es, sin duda, la más
Carlos Barbosa-Lima. Largamente estableci- KiHebrew. mez. (Tigrana); Vicente Sardinero, lograda esta desigual, pero interesante obra
do en Sao Paula Brasil, en cuyo Conservato- bar. (Frank); Mark Munkittick. baj. (Guakie- puccmtana. No podía entonces (ni ahora) con-
rio fundara en 1948 la cátedra de guitarra, ro). Orquesta de Opera de Nueva York. Di- tare con una pareja protagonista más idónea
muere en la misma ciudad en 1978. Esta deli- rección: E « Queler CBS M2K 79213, álbum ni característica que la reunida para la presente
ciosa Batucada es la N.° 7 y última de una se- de 2 CD ADD Duraciones: 52'30" y 4 2 W . edición. Scotto da a Fidelia todo el encanto
rie titulada Senas Brasikiras, basada en ritmos Grabación- Nueva York, 1977. Producción: y experiencia de una carrera versátil y suges-
populares del Brasil, partícipe de una belleza Sleven Spxtein y Piul Myers. Ingenieros: Ton- tiva. La soprano, aún en plena forma, encuen-
expresiva fresca y espontánea, indagadora de kel, Cherin y RossTrevor tra en el personaje, tierno y trágica de la
la riqueza rítmica y melódica del acervo bra- heroína de Puccini un vehículo perfecto para
sileño, con tal maestría, que emparenta con Primera y única, hasta el momen- sus medios de soprano lírica (en un momen-
las mejores creaciones de Ginastera. to, grabación completa de esta to, sin embarga en que la soprano de Savo-
Un compacto muy jugoso, conformado ade- ópera puccimana. que hace el nú- na estaba embarcada ya en cometidos que

SCHERZO 65
DISCOS

excedían sus posibilidades vocales). Bergon- RESP1GHI: Belfagor. SylviaSa». Giorgio Lam- Grabación: octubre de 1988 y febrero de
zi. en una tesitura musical bastante incómo berti. Lajos MiHer, Liszló Polgír. Klára Tacacz, 1989. Ingeniero y productor: Jesper Jor-
da para su registro tenoril como es este Magda Kalmár, Márij Zemptóni. Pal Barany, gensen. Distribuido por Nehuel Records.
personaje de Edgar siempre incidiendo peli- Zita Komaraiczky, Marta Lukun, jinos Totn.
grosamente en el zona de paso al agudo, es Jószef Modvay y Zoltín Damián. Orquesta Dentro de la considerable canti-
el genial cantante de siempre: impecable de y coros de la Radio-Televiíión de Hungría (Fe- dad de obras escritas por Schu-
emisión, cálido de linea, musical y neo en el renc Sapzon) y Orquesta del Estado Húnga- bert para conjuntos de cámara,
fraseo. Una lección. Sardinero da alguna pres- ro (Lamberto Gardelli). HUNGAROTON la mayor parte de ellas son infrecuentes tan-
tancia sonora a un personaje desdibujado y HCD 12850-51. Duración: miV. Distri- to en concierto como en disca salvanda cla-
con poco material de lucimiento. La Kíllebrew buido por Ferysa. ro está, los Quintetos y algunos Cuartetos.
es intérprete entusiasta con medios desigua- Fbr esta razón, siempre se recibe con agra-
les v dicción imposible de seguir. La Queler La obra operística de Respighi es do cualquier iniciativa tendente i divulgar las
dirige con claridad y brillo, más atenta a la be poco frecuentada por el disco, casi composiciones schubertianas dentro de este
Iteza del sonido que al énfasis dramático Téc- tan escasamente como por los es- género. El sello danés Kontrapurikt ha inten-
nicamente, la realización es sobresaliente. cenarios, Esta es la primera grabación com- tado con este compacto colaborar en esta po-
pleta de Belíagor. estrenada en 1920 sobre un sitiva divulgación musical. Digo «ha intentado»
F.F. libro de Claudio Guastalla. basado en una co- porque, de las obras en él contenidas, sólo
media de Ercole Moreselli. una de ellas es totalmente original. Me refie-
RACHMANINOV: Concierto núm. 3 en Re
Respighi. fuera de su mundo orquestal des- ro al Cuarteto para flauta, viola, guitarra y vio-
menor, Op. 30. para piano y orquesta. Rap-
criptivo v colorista, suele hallarse incómodo loncello. En el caso de las otras dos —Sonata
sodia sobre un Tema de Pagaron, Op. 43. Vla-
En esta ópera, la incomodidad es evidente, sal- Arpeggione e Introducción y variaciones
dimir Feluman, piano. Orquesta Filarmónica vo en los momentos impresionistas, como un «Trockne Blument— se trata de una transen-
de Israel Director: Zubín Mehta. CBS MAS- amanecer o la situación orquestal que per- ción para flauta, en el primer caso, y de una
TE RWORKS MK 44761, DDD Duración: mite evocar una plaza aldeana, etc. Allí la instrumentación para octeto, en el segundo
64'54". Grabación: Auditorio Mann efe Tel maestría instrumental y secuencial de Respight Todos estos arreglos han sido realizados por
Aviv. 1988 jen directo). Productor: Georges brillan con su acostumbrado y seguro res- Toke Lund Chnstiansen. solista de flauta en
Kadar. Ingeniero: no consignado. plandor. todas estas composiciones. Mi pregunta inme-
BeKagor no tuvo una acogida excesivamente diata es la siguiente: ¡Qué sentido tienen es-
Tras la experiencia de las versio-
cálida en su estreno, aunque contó con el pro- tos arreglos} Personalmente, pienso que la
nes grabadas por Ashkenazy/
tagonismo del ilustre Mariano Stabile. Luego, única finalidad perseguida con ello es el luci-
Ormandy, Ashkenazy/Solti. Vá- su suerte en ios teatros ha s¡do avara. Con- miento del propio solista. Esto podría enten-
sáry/Ahronovich y Berman/Abbada uno no tribuye a esta historia la ineficacia del libreta derse en el caso de la transición para flauta
puede deiar de preguntarse acerca del senti- reiterativo y literario, con un personaje cen- de la Sonata Arpeggione. pero no en el de
do que pueda tener volver a las andadas con tral un tanto demoniaco, pero desleída ro- la instrumentación para octeto de la Introduc-
el celebérrimo Tercer Concierto de Rachma- deado de figuras tópicas. Respighi oscila entre ción y variaciones tTrockne Blument, puesto
ninov. como no sea el de utilizarlo como ve- un recitativo pucciniano sin la verba melódi- que esta obra, ya en su origen, está escrita
hículo de presentación del pianista Vladimir ca de Pucdni y una apelación a formas del can para flauta y. por consiguiente, tratándose de
Feltsman: para tal fin nada mas fácil que ins- to hablado que recuerdan a Mussorgsky y De la ejecución por el propio solista, carecen de
talar los micros en la sala de conciertos /cap- bussy. con todos los inconvenientes que estos
todo sentido las adiciones instrumentales.
tar incluso algunos aplausos'. El resultado es modelos tienen al traducirse al italiano. La obra
es correcta y aburrida, y su exhumación tie- Además, creo que todos estos arreglos y
un disco apañadito que por lo que a la toma
ne más de documento que de recreación pro- transcripciones en música, aparte de resultar
de sonido respecta, distancia a veces dema-
piamente dicha. innecesarios, son muy discutibles desde el
siado a la orquesta: típico de las grabaciones
punto de vista estético y. desde luego, des-
Uve.
La lectura aquí comentada se centra en el virtúan la idea original de la obra y del pro-
Feltsman elige una lectura refinada y casi in- sonido, de una presencia realmente inquietan- pio compositor.
timista; ello se percibe ya en el tratamiento te, y en la conducción de Gardelli. que domi- Para que no todo sea negativo en este co-
del largo tema vagante, meditativo y bellísi- na el estilo con minucia y limpidez. Los mentario, debo señalar que la interpretación
mo con el que se inicia el primer movimiento protagonistas son competentes, aunque sue- de las obras es excelente y que Toke Lund
(Allegro ma non tanto), y en su impártante nan, un tanto como ecos de grandes figuras Christiansen realiza una lectura nítida y per-
cadencia, en la que las demostraciones de agi- del cincuenta. Sass recuerda a Callas. Lambertí fectamente equilibrada. A pesar de ello, yo,
lidad y fuerza sólo se las permite el pianista a Del Monaco y Miller (BeHagor) a Gobbi. Fbl- personalmente, buscaría, a ser posible, las in-
en los momentos más estrictamente necesa- gar y Takacs, en roles menos comprometidos, terpretaciones originales.
rios. En el segundo movimiento (Intermezzo: se parecen a si mismos.
Adagio), merece destacarse el relieve que Felt-
En su afán por rescatar la metadla de la mú- FC.U.
sman sabe dar. con un primoroso sustento sica y acercarnos a obras inasequibles en vi-
proporcionado por Mehta y sus huestes, al vo, el comparto está cumpliendo una Urea
breve episodio en estilo de vals cadenciado de precisión histórica muy encomiable y vaya
que Rachmaninov intercala en las variaciones este reconocimiento a grabaciones como la
de aquél. En fin, en el tercer movimiento (Fi- presente. SCHUBERT: Sonata para piano en La menor.
nale: Alia breve) el solista se muestra debida- Op. 42, D 845. Sonata para piano en Mi ma-
mente incisivo ante la fuera rítmica de los yor, D 157, Extractos (12) de los 34 valses sen-
B.M.
dos temas principales. En conjunto, y a pesar tímenteles. Op, 50. D 779 y Vals en La bemol
de lo dicha se echa a faltar en la Filarmónica mayor. D 978. Míchel Dalberw. DENON
de Israel la amplitud sonora de una Orques- CD-73787 CD Digital. Duración: 6BI0".
ta de Filadelfia o de una Sinfónica de Londres, SCHUBEKTi Cuarteto para flauta, viola, gui- Grabación: Sala de ChStonnyre, Corseaux
pero el trabajo de Mehta para resaltar la ri- tarra y violoncello Sonata Arpeggione. Intro- (Suiza), febrero de 1989. Director de la gra-
queza sonora de la parte sinfónica es ejemplar. ducción y variaciones •Trockne Blumeni. Toke bación: Yoshtharu Kawaguchi. Ingeniera: Hl-
Acompañan al Concierto las casi inevitables Lund Chrlstiansen, flauta. Eliubeth Wetten- rashi Goto. Distribuido por Ferysa.
Variaciones Paganini, en una brillante versión holz, piano. Tutter Gibvskov. violin. Henrik
muy bien secundada por Mehta y los músi- Obe". viola. Asger Lund Chriitlansen y Nieb Parece mentira, pero es así: a sie-
cos israelitas, quienes —esta vez si— ejecu- Ulkner. violoncillos. Ingolf Olsen, guitarra. te años vista del bicentenario del
tan un importante trabajo, especialmente las Nieis Thomjen. clarinete. Per Jacobsen, nacimiento de Schubert. en mu-
maderas. trompa. Aiger Svendsen, fagot. KONTRA- chos aspectos de su producción sigue siendo
Jo.R.B. PUNKT 32024. D D D Duración: 7339". un perfecto desconocida Y ello es, sobre to-

66 SCHERZO
DISCOS

do, verdad referido a la obra para piaña Fren- nación de los. por otra parte escasos y no muy
te 3 la popularidad de las senes de inspirados, tedias. Entre el aluvión de valses,
Impromptus o de los Momento! musicales, marchas y galopes que asaltan al oyente, si ca-
las Sonatas permanecen aún en la noche del
olvido para el gran público Por eso hay que Brendel, be, sin embargo, destacar una curiosa cita ve-
lada del tercer movimiento de la Sinfonía n,"
celebrar cuantas grabaciones se publiquen con
la intención de rellenar esa grave laguna y
cuantos recitales incluyan alguna de estas
perfecto •10 de Mozart en el Pas de deux del segundo
arto La interpretación de la Metropolitana de
Tokio nos parece en conjunto correcta en
obras. El disco que nos ocupa constituye, ade- cuanto al estilo, comedida en el empleo de
más, la primera entrega de la integral de So- los efectos especiales requeridos y aun bri-
natas de Schubert. por lo que justo es que llante en algunos pasaies. coma por ejemplo,
los fastos de bienvenida se vean redoblados el solo de violin que acompaña a la princesa,
en número y pompa. Y hay también que feli- Rano Sonata bi A n * m DJM5" también en el segundo acto. Muy de agrade-
citar a los responsables de la edición por em- cer la minuciosidad con que se explica el ar-
pezar por el principio (más o menos, pues con ALREDUEWEL gumento y con que Ken|i Kaneko analiza la
Schubert nunca se sabe a ciencia cierta): la obra en los textos que acompañan el disco.
Sonata en La menor D 845 fue la primera en
publicarse (1825-1826) y la Sonata en Mi ma- A.B.M.
yor D IS7 (inacabada: falta el cuarto movi-
miento) la primera en componerse. La,
contrapartida inevitable en este caso es el STRAUSS: Veinte canciones. Gwyneih Jones
marcado contraste en cuanto a contenido que y Geoffrey Panora. Grabado en RÍAS de Ber-
lín en 1988. Productor: Helgejóns. Ingenie-
la distancia en el tiempo comporta: mientras
ro: Sóren Pehrs. CAPRICCIO digital 10258.
que la una es un tanteo (serio, pero tanteo Duración: 57'SS". Distribuido por Feryu.
al fin) de las posibilidades de la forma, la otra
refleja la madurez de quien ya está a punto
de abordar la composición, por ejemplo, del Jones fue una de las grandes vo-
SCHUBErH: Sonata en La menor D845. Tres ces de los años sesenta. Dotada
Cuarteto La muerte y la doncel/3 (jcuanias di- Klavterstucke (Impromptus). D 94é. AHred de un instrumento voluminoso y
ferencias y cuántas similitudes en el tema del Brendel, pono. CD PHILIPS 423 075-2 DDD timbrado, de un vibrato amplio, pero suges-
segundo movimiento, Andante poco mofo!) 50'42" Grabación: Neumarkt, 1987. Pro- tivo, profundo en el grave y generoso en el
y anuncia el profundo ptanismo de un Brahms. ductor: Vblker Straus. Ingenieros: Cees Heij- agudo, destacó en los papeles spinti de Vvag-
El valiente ejecutante es el ¡den (35 años) con- koop y W. van Leuuwen. ner y Verdi. a los que sirvió con una musicali-
certista francés Michel Dalberto, técnicamen- dad depurada y un dominio del volumen que
te irreprochable, pero más inclinado por una Decir que Brendel, en Schubert, le permitía filar y sostener frases comprome-
interpretación ligera que trascendental y por es perfecto entra en las banalida- tidas sin perder color ni afinación. Partes te-
ello más cómodo en la Sonata juvenil y en la des de base de todo oyente (los mibles, como Medea y Turando!, fueron
selección <ie latees con que a modo de pro- ligeros desajustes de las reexposiciones pue- servidas con señorío por la soprano galesa.
piras se completa este compacto. den ser entendidos como refinada fantasía. La plataforma de conciertos no la cuenta
Sin embargo, el compositor Boucourechliev entre sus habituales. Va sabemos que unos
A.B.M. ve ahí un signo de cansancio); perfecto, Bren- medios poderosos son difíciles de manejar y
del lo es tres veces. Su primera integral (Vbx) adaptar al repertorio de cámara.
nos mostarba un Schubert próximo a Liszt (al
Las facultades de jones han declinado sen-
Liszt de Horowitz); su segunda integral pin- siblemente y ello no la convierte en soprano
STRAUSS: Schtagobers. ballet en dos actos, taba un Schubert en la hierba de alguna ber-
Op 70. Orquesta Sinfónica Metropolitana de de Lieder. El centro y el grave están robustos
gene dieciochesca: en su tercera integral, que y timbrados, pero el agudo tiene un color
Tokio- Director: Hiroshi Wakaxugi. DENON incluye el disco que tendría que comentar,
CO-73414 CD Digital. Duración: 74'45". agrio y el vibrato excesivo va en detrimento
Brendel alcanza una cierta serenidad, un equi- de la precisión en alturas y ataques. Se abusa
Grabación: Saitama, 1988. Director de gra-
bación: Yosiharu Kawaguchi. Ingeniera: No- librio, una seguridad, una lógica (la lógica del del portamentQ de la apoyatura inferior y. en
ria Okada. Distribuido por Feryu. discurso, dice Nono, tiene algo de terrorífi- lugar de apianar, se recurre a chirriantes no-
co). Fbr ejemplo, en el problema de las repe- tas blancas.
ticiones. Brendel no las efectúa siempre y
El 9 de mayo de 1924, el sorpren- Por lo tanto, el fraseo y el idioma son co-
explica: «Exposición y reexposición son casi
dente Richard Strauss no tuvo me- rrectos, como no podía esperarse menos de
siempre idénticas, así que encuentro super- una intérprete tan experimentada. El reper-
|or ocurrencia que estrenar en la fluo y hasta nefasto hacerlas..., aquí encuen-
Opera Nacional de Viena, con libreto suyo torio reúne las páginas más conocidas de
tro un placer particular en renunciar a esta Strauss (Dedica tona, Cecilia, Invitación secre-
y ante un público abrumado por la carestía transición, cuyo carácter vehemente y sacu-
y las cartillas de racionamiento de una durísi- ta, Mañana, Serenata. Canción de cuna. Mal
dido no tiene reiación lógica (¡f) con la atmós- tiempo, etc.). sin excluir la peliaguda (y sobrea-
ma posguerra, un ballet titulado (en dialecto fera del principia..». Jacques Drillon sugiere guda) Fiesta de primavera, sobre versos de
vienes) Nata batida y cuyos personajes reci- que tal vez Schubert hubiera tenido, pues, que Heme, que Jones debió evitar en las circuns-
ben nombres tales como la Princesa Praliné, escribir: «esta repetición, escrita por mi mis- tancias. La maestría de Parsons y su conoci-
los Príncipes Café y Cacao, Don Azúcar. Ma- mo, Franz Schubert. compositor de esta obra, miento del repertorio quedan refrenados, por
demoiseUe Chartreuse. etc. Ni que decir tie- tiene que ser tocada, contrariamente a otras si hiciera falta, una vez más.
ne la virulencia con que público y crítica repeticiones indicadas sin pensarlas demasia-
recibieron esta obra, desde entonces justa- do...». Richter es más tajante (pero es un poe-
mente caída en el olvido y cuya recuperación ta, y toca siempre todas las repeticiones):
B.M.
discográfica sólo parece que pueda tener in- «¿Sabéis por qué los intérpretes no las tocan
terés para estudiosos y fanáticos de Strauss. todas? ¡Porque no aman a la música». ¿Y cuan- TELfMANN: Sonatas para nauta de pica Vfc-
dada la intrascendencia de su argumento (los do Brendel toca las sonatas con todas las re- ki Boeckman, flauta. Finn Hansen, viola da
ensueños de unos niños que acuden a meren- peticiones? El clima general sigue siendo el gamba. Lars Ulrik Martensen, clavicémbalo.
dar a una bien abastecida pastelería) y de su mismo: la sonata se vuelve afirmación con KONTRAPUNKT 32014, DDD Duración:
partitura. La obra, en la línea del Cascanue- Brendel, deriva con RJchter, 50'00". Grabación: septiembre de 1988. Pro-
ces de Tchaikovsky o de la Princesa de las mu- ductor: Lars Ulrik Mortensen. Ingeniero: Jes-
ñecas del casi desconocido Bayer. está PE. per Jorgenscn. Distribuido por Nahuel Re-
compuesta con indudable oficio en la combí- cords.

SCHERZO 67
DISCOS

«La posteridad hizo pagar caro a I. ANÓNIMO; Romance. Narciso Yepes. Los Sonetos del Petrarca musicados por
é Telemann la insolente victoria que, Guitarra. Compacto ODD 423 699-2. Liszt son un comentario verbal a unas piezas
en vida, consiguió sobre J.5 Bach. DEUTSCHE GRAMMOPHON. Duración: pianísticas y el canto extrovertido de Bruson
Este hombre, cu/a música era admirada en 59'IO". Grabación: Hamburgo. enero de no se adecúa del todo a la propuesta. En las
todos los países de Europa, es hoy olvidado, 1989. Ingeniero de sonido: Heinz Wíkjhagen. canciones de Ravel {Don Quijote a Dulcinea)
desdeñado La gente no se molesta siquiera hay cierto desfase lingüístico y estilístico.
en conocerle...'. Estas palabras de Ftomain Rc- Con el titulo: «Romance de En todas las páginas, la prestación de Creed
lland, escritas hace más de medio siglo, indi- Amor», este ya legendario guita- es adecuada y solvente,
can con claridad la suerte que ha corrido la rrista, intenta una visión panorá-
música de Telemann durante mucho tiempo. mica de la de la música española de todos los B.M.
Telemann fue, posiblemente, el más prolifico de tiempos, compuesta para guitarra. En otros
los compositores alemanes de su época, to- casos se trata de transcripciones, justificadas
có todos los géneros y, demostrando poseer plenamente por tratarse de composiciones na- ALFREDO KRAUS: Recitalcon canciones de
un espíritu totalmente abierto a las nuevas cidas siempre de una inspiración guitarn'stica. Üszt. Donizetti, Mascagni. Respighi y Verdt
tendencias, llegó incluso a componer, al final El viejo maestro demuestra en este com- Edelmiro Arnaltes al piano. Productores: Mi-
de su vida, obras en las que abrazaba abier- pacto que el tiempo madura, asienta y pule. chael Horwath y Christa MüHer Ingeniero:
tamente las últimas conquistas musicales de Sus versiones gozan de serenidad y reposada Hansjórg Saladin. CAPRICCIO-RIAS, digital
la época. A pesar de todo esto y de la exce- madurez, hechos que no siempre constituye- stereo 10272. Duración: 67"37". Distribui-
lente calidad de su música, el compositor pa- ron su principal característica. El tiempo pa- do por Ferysa.
só al olvido después de su muerte. A partir rece haberle otorgado un color de tonos más
de mediados del presente siglo, aunque de cálidos y ricos, como si ahora se escuchara
manera muy lenta, su figura ha sido reivindi- más a sí mismo. Varios incisos señalan a este com-
cada con (usOcia. A traías del concierto y. sobre pacto como una pieza curiosa: que
Las Cantigas de Santa María de Alfonso X
todo, del disco, se han ido conociendo algu- Kraus se prodigue poco en las pla-
el Sabio, aunque discutibles siempre desde un taformas de concierto, que aborde cierto re-
nas de sus obras. Este conocimiento sigue sien- punto de vista musicológtco, conservan bien pertorio infrecuente y que (esto con menos
do parcial e insuficiente, dada la enorme el espíritu de las mismas, en una transcripción sorpresa) exhiba tal lozanía de medios no obs-
extensión de su obra. Seria por ello mu/ en- inteligente en lo guitarrístico y musical. tante haber cumplido sus primeros sesenta
comiable una mayor dedicación del disco y. Madroños de Moreno Torraba está plasma- años.
en especial, del concierto, a este autor. da de manera muy personal, aunque parece
Con la publicación de las Sea Sonatas para La voz del tenor canario {excúsese la redun-
alejarse un punto de la indicación Allegretto
flauta de pico, el sello discográfico danés fon- dancia en el canto) está firme, sólida, timbra-
Grazioso det autor. Yepes lo encara algo len- da, suficiente de fiato, y le permite mostrar
trapunkt nos ofrece la posibilidad de ampliar to y reconcentrada pero tiene la particulari- sus aquilatadas cualidades: nitidez en la emi-
un poco el conocimiento restringido sobre es- dad de convencernos con un |uego inteligente sión, dicción cristalina, articulación impecable,
te músico. Estas páginas, dentro del más pu de matices y densidades. afinación indefectible.
ro estilo barroco, son deliciosamente Un compacto que no aporta novedades pe-
interpretadas por Vicki Boeckman, acompa- El repertorio aquí abordado, italiano en lo
ro que conserva el interés, y que decae con
ñada por la viola da gamba y el clavicémbalo, verbal, salvo un par de páginas donizettianas,
la inclusión del inmerecidamente célebre Ro- contiene algunas rarezas, como Tres Sonetos
a cargo de Finn Hansen y Lars Ulrilc Morten- mance anónimo. de fetrarca de Liszt y tres arietas de Mascag-
sen. respectivamente, En algún otro comen-
ni. El intérprete destaca, como no podía ser
tario discográfico ya he hecho referencia a la LMG. menos, en las obras del bel canto ochocen-
excelente musicalidad demostrada por Lars tista, zona de su sensibilidad y de su experien-
Ulrik Mortensen. En cuanto a Vicki Boeckman cia cantable en la cual se siente más a gusto
y Finn Hansen. su nivel interpretativo se en- y para la que cuenta con más fuertes bazas.
cuentra muy en primera linea, debiendo des- Su dominio del desarrollo melódico, su acari-
tacarse la perfecta labor de coordinación RENATO BRUSON: Recital de canciones: ciante cantilena, su legato y su señorío sobre
puesta de relieve por los tres ejecutantes. Los Beethoven, Mozart, Gluck, Alessandro Scaf-- el volumen del instrumento lucen especial-
instrumentos utilizados son copias de mode- tatti. Schubert, Domzetti, Líszt y Ravel. Mar- mente en Donizetti, En todo casa Arnaltes
los barrocos originales, lo cual influye positi- cus Creed al piano. Producción: Mlchael es un acompañante atento y competente.
vamente en el sonido. El disco, muy bien Horwath y Christa MüHer Ingeniero: Wai-
grabado, permite una audición sumamente ler MüHer. Grabado en la Opera de Berlín
el 22 de diciembre de 1988. CAPRICCIO- B.M.
grata de estas páginas. Compacto, en defini-
RIAS digital stereo 10295. Duración: 59'Or".
tiva, muy recomendable. Distribuido por Feryía.
ñG.U.
Bruson es uno de los barítonos
italianos de primera magnitud de
la actualidad (y no sobran), des-
tacando como verdiano y, en menor grada
como bekantista. Sus medios son calificados,
RECITALES timbre esmaltado, centro sólida agudo expan-
siva sonido roturvdo En la zona alta su ins- c/Huertas, 57 • Tel.: « 9 19 47
trumento ha perdido color y robustez, pero
recuerda, aún. tiempos mejores. Todos los dili
Mfaka Cliiica en directo
ALFONSO X EL SABIO: Cantigas de Santa El repertorio de cámara no es habitual en
María. ALBENIZ: Malagueña. SAINZ DE LA su trabajo, acaso porque la generosidad vo-
MAZA: ftítenera para guitarra. Andaluza. cal no siempre es cómoda en un concierto De lunes a jueves y a las 23,30: CICLOS
MORENO TDRROBA. Madroños. ALBE- con piano y resta intimidad a la interpretación. DE MÚSICA CLASICA, dedicados a un
NIZ: Sonata. PUJOL: Canción de cuna. El También, tal vez, por limitaciones de idioma. amor, a un estilo o a un periodo de la
Historia de la Música.
abe/orro ANÓNIMO (Verdón Miguel Uo- En esta serata hay de todo. Lo mejor es la Viernes, sábados y domingos, dos actua-
b«): La filia del Marxant. SOR: Tema con va- zona del programa que se acerca a la expre- ciones: a las 20,30 y las 23,30.
riaciones Op. 9. MONTSALVATGE: sividad operística: Mozart (Un bacio di ma-
Habanera. GRANADOS: Danza española N° no) Gluck (O del mío dolce ardor), Scariatti,
5. FALLA: Homenaje a Debussy. Danza del una página italiana de Schubert y tres cancio-
molinero. RUIZ PIPO: Canción y Danza N." nes de Donizetti en napolitano.

68 SCHERZO
SONY

CLASSICAL

CBS MASTERWORKS
r—^

I
TCHAIKOYSKY
STRAVINSKY
BACH
0 Z A
H A Y D N
B RAHM$
1
S T R A U S S
VIVAI-DI"
M A S DE 1 0 0 C O M P A C T D I S C S DE N O V E D A D
Y T O D O EL C A T A L O G O I N T E R N A C I O N A L D E C O M P A C T D I S C S
CBS M A S T E R W O R K S
EN O F E R T A E S P E C I A L L I M I T A D A
EN S U E S T A B L E C I M I E N T O H A B I T U A L D E D I S C O S D EM Ú S I C A CLASICA
DISCOS

ESTUDIO DISCOGRAFICO

Vísperas de las revoluciones: dulzura de vivir


I) Proposición cioso en el besa Se mezclaba, en la más pu- dad para con su nueva patria que recuerda
ra tradición de la Segunda de Elgar. con los la de Jackson ft>llock hacia sus primeros cua-

S i la música inglesa (y británica) moderna


{del principio de siglo) ha encontrada o
se ha encontrado contemporáneamente,
con su público; si el compositor inglés no es
el arista alucinado, maldito o rechazado de
cadburys (frutt n'nut) que comia yo. entre pi-
pa y cervea.
De las fbmpas y Circunstancias, glorificadas
por Elgar, hasta A child ofour time, está to-
do el itinerario de un pensamiento, de una
dros figurativos, que violentó hasta llegar a la
abstracción que conocemos. Escuchemos có-
mo en la sexta Variación Enigma. Ysobel. Sol-
ti queda totalmente insensible a la ternura
explayada por el viola... ¡Insensible? ¿Qué di-
y por la sociedad, como en el resto de la Euro- actitud al munda El salto fue previsto por el go? Sir Georg. olvidándose de su nueva con-
pa occidental, tal vez sea. y según la observa- mismo Elgar en su Segunda Sintonía: descom- dición nobihar o tal vez acordándose de ella,
ción de Elie Faure. por esta razón: el posición, intento de recomposición, agarrar- le escupe literalmente encima.
compositor francés, para olvidar su raciona- se (es licuó) a lo que irremediablemente se
lismo, sueña con su razón; el compositor ger- va. Drama, drama cultural, drama vital que
mano actúa (escribe) con su ensoñación; nos atañe, drama vivido y fuertemente, ya que
mientras, el compositor inglés (británico) sue- Pedro Elias
encontramos la misma identificación en las in-
ña con su ensoñación y actúa (escribe) con terpretaciones, al menos las que tengo que
su razón. comentar.
Cuando el compositor francés (y me ade- Encontramos una primera generación DRl l l EN: Spnng Symphony. Op 44 Jenni-
lanto, hablando de música contemporánea, (Bouli, en este lote de discos) completamen- fer Vyvyan, Norma Procter, fcter Pears. Or-
quedándome er> los tópicos) construye un edi- te identificada con la música, pero sin ilusión questa y Coro de The Royal Opera House,
ficio estético (no hablo dé los ffanrfes): cuan- ya. (Me gustaría oír unas interpretaciones an- Covent Garden, Coro de niños de Em anual
do .el compositor germano se realiza dentro teriores a la de Boult, para el gozo de la glo- School. Britten (director). Cantata Académi-
de una intuición panteista; cuando el misticis- rificación). Boult conoce la iondon Symphony ca. Op 62. Hym to Sí. Cecilia. Coro y Or-
mo pasional del compositor ibénco (Falla, pe- de Vaughan Williams, este tierno adiós: y co- questa de la Sinfónica de Londres. George
ro sobre todo Mompou) se transforma en una noce la Sexta del mismo autor. Identificación, Malcolm. CD LONDON 425 153-2 ADD.
impresión de voluptuosidad física; cuando la pues, pero en un segundo grada sin inocencia. 1961. 74'30". Precio medio.
embriaguez eslava vapulea la inteligencia en- ELGAR: Enigma Vánations. Op 36. Sinfóni-
Una segunda generación (interpretativa y
tre la mcertídumbre del saber y las certezas ca de Chicago. Solti. Faktaff, estudio sinfóni-
compositiva) formada por los Tippett. Bnt-
del amor; cuando el compositor italiano es ca Op 68 Filarmónica de Londres. Sorti. CD
ten... pertenece al rechazo político (comu-
indiferente a todo lo que no es furor (o dol- LONDON 425 155-2. ADD 1976 y 1980.
nismo, objeción de conciencia) y durante un
cezza) de vivir; el compositor inglés (británi- 64'IO". Precio medio.
tiempo a Id marginación social (alejamiento
co) construye una potente y rígida máquina, GRAINGER (SALUTE TO PERCY). Peter
temporal de la vida musical tradicional: las pri-
sin mística, depurada de los impulsos del sen- Pears, John Shirley-Quirk. English Chamber
meras experiencias musicales obreras de Tip-
timienta los arrebatos del corazón. Orchestra. Ambrosian Singers, Wándsworth
pett, por ejemplo); a la marginación sexual
(Isherwood, Foster han escrito mucho y muy Boys Choir, Linden Singers. Benjamín Brit-
bien sobre este tema). Estas marginaciones wn. Sieuan Bedford CD LONDON 425
temporales (muchos obtuvieron el título de 159-2-ADD. 1969 y 1978. 73'IB" Precio
2) Comentario Sir) se traducen en una cierta violencia en las medio.
composiciones contemporáneas de la rebel-
Lo que distingue al compositor inglés (y ci- día (A child ofour time) y después, en la in- HOLST. The nanea Filarmónica de Londres,
to otra vez a Elie Faure) tal vez sea que escri- terpretación, en una cierta distancia; Bntten voces femeninas del Coro de Filarmónica de
be solamente cuando tiene algo que decir; la ama profundamente la música de Elgar (Op Londres. Sir Georg Soki. The Perfect Fool.
lista de tas músicos fracasados es mucho más 47) como a toda la música inglesa, pero no Egdon Heath. Filarmónica de Londres. Sir
restringida en Gran Bretaña que en el resto quiere (o no puede) acercarse como lo hace Adrián Bouk. CD LONDON 425 152-2.
de Europa; y si estas islas tienen menos com- BoulL La música inglesa, sin embarga no ha ADD 1979 y 1962- 73'32". Precio medio.
positores que otros países, éstos (los compo- cumpltdo con una de sus cualidades cultura- TIPPt I I: A child ol our time. Elsie Morrison,
sitores), quedan por la originalidad de su les la violencia desenfrenada y creadora que Pameb Bovuden. Richard Lewó, Richard Sun-
pensamiento, por la energía de su lenguaje encontramos en su teatro y poesía contem- den. Orquesta y Coro de la Real Filarmóni-
La inmensa poesía que encuentran en el gus- poráneos, desde los Angry young men hasta ca de Liverpool. Sir John Pntchard. The
to por las cosas, penetra en su música como la Fbesía-Basura de un Orton, y que encon- Weeping Babe April Cantello Coro John All-
un cordial intercambio entre ellas (las cosas) tramos en otra música (Se* Pistols, por dis. Sir Colín Davis. ADD 1958 y I96S CD
y el ser humano Fbr encima de una aparien- ejemplo), LONDON 425 158-2. 69'2<r. Precio medra.
WALTON: Belshaziar's feast Benjamín Lu-
cia a veces ñoña, un gran y fuerte sabor, di-
non (bar). Coro y Orquesta de la Filarmóni-
vertido o áspero pero siempre recio, circula A la primera integración (recuperación o ca de Londres. Sir Georg Solti. Coronation
sin cesar en las obras, habitadas por el perfu- aceptación de los nativos marginados) corres- Te Deum. Coros de las catedrales de Salis-
me del mar. de la aventura, de la evasión; poe- ponde la integración de los foráneos. Inglate bury. Winchester y Chichester. Orquesta Fi-
sía de las vías lácteas, de los espacios helados; rra representa, para el imaginario colectiva larmónica de Londres. Sir Georg Solti. CD
eco del vuelo lineo de Shakespeare hasta Mil- a tal punto el pueblo de la aventura, que fue LONDON 425 154-2, ADD 1977. 49'20".
ton: de Swift a Defoe; de Stevenson a Wells la única cultura (o el único país), con la ex- Precio medio.
o a Kipling. La orgia de pasiones, la violencia cepción de la España del Greco, en haber in-
sin remordimientos, el egoismo sin culpabili- tegrado un extranjero tan lejano como puede
ser un judío polaco (Conrad) en su más car MUSIC FOR STRINGS: PURCELL: Chacony
dad, la brutalidad justificada por la moral, que para cuerdas. ELGAR: Introductton and Alle-
caracterizan a la epopeya británica se encuen- nal substancias, y hacer de este supervivien-
te de pogroms un príncipe de la acción y de gro (cuarteto y orquesta). BRITTEN: Prelu-
tran intactas en la música. dio y Fuga para 18 cuerdas. Simple Symphony.
la ensoñación identificadas. A este judio po-
Adriana, como las leen agers de su época, laco corresponde en la música otra pero hún- DELIUS: Dos acuarelas. BRIDGE: Sir Roger
bebía, en los puos cerca de los docks londi- garo esta vez: el hoy Sir Georg Solti. de Coveríey. English Chamber Orchestra.
nenses, lima con vodka, fumaba Woodbmes Integración, es cierto, pero con una agresivi- Benjamín Britten. CD LONDON 425 160-2.
o Players. creo, un tabaco rubio ácido y deli- ADD 1969 y 1977. 5802". Precio medio.

70 SOHERZO
DISCOS

ESTUDIO DISCOGRAFICO

Shostakovich imprescindible
takovich es muy relevante en

D mitri Shostakovich
(1906-1975) compuso
esta ópera entre
1930 y 1932 con libreto es-
crito en colaboración con
las dos versiones, con ese
satuo eclecticismo formal ca-
racterístico Rsra como no
podía ser de otra manera,
en la segunda las tesituras
Alexander Preis sobre una son menos tensas vocal e
historia del clásico ruso Ni- instrumenta I mente, la diso-
kolaiLeskov (1831-1895), y la nancias armónicas resultan
estrenó en el Pequeño Tea- menos rudas y en conjunto
tro de Opera de Lenmgra- todo pierde en emoción.
do el 22-1-1934 y dos días Ello se refleja en la inter-
más tarde en el Teatro Sta- pretación: no es lo mismo
nislavsky de Moscú, en am- habérselas con un prototipo
bos casos con gran éxito femenino universal que con
Este se prolongó hasta que lo que en ningún caso hubie-
un articulo aparecido en se pasado de ser un eslabón
PraVtia el 26-1-1936 (reflejo al más en la cadena de la ópe-
parecer del disgusto que a ra realista rusa. Rostropo-
un tal José Stalin, presente vitch, sus solistas, coros y
en una de las representacio- orquesta están a la altura de
la versión elegida y logran sin
nes, le produjeron tanto la
duda una auténtica graba-
música como la acción) cali- ción de referencia por el vi-
ficó la obra de «caos en lu- gor y el entusiasmo con que
gar de música», «basurero se aplican a la transmisión de
de ruidos sin rima ni razón», los ambientes trágicos, satí-
y al autor de «formalista ricos o ambas cosas a la vez
burgués». (Curiosamente, (como «tragedia satírica» la
también en Estados Unidos definió su autor) en que se
conoció esta ópera primero mueve la acción: Vishneska-
el triunfo y, antes aún que en ya presenta una VO7 redon-
la Unión Soviética, el repu- da pero lo suficientemente
dio: una revista neoyorkina flexible para expresar con igual sensibilidad
acuñó para esta obra el término «pornofo- tivamente, con cinco interludios orquestales tanto la fuerza trágica como el lirismo de Ja
nía» en 1935). Lo que a continuación sucedió entre éstas, el argumento es básicamente el protagonista; el Sergey de Gedda es empala-
es de sobra conocido, el autor abandonó el mismo: Katenna, la insatisfecha esposa de un goso en la justa medida que requiere este per-
proyecto de una especie de Anillo soviético neo mercader de provincias (Zinoví) con quien sonaje frivola egoísta y mezquino; el Boris de
dedicado a la mujer rusa, en diciembre del no consigue tener descendencia se convierte Petkov es avasallador cuando se muestra cruel,
mismo año retiró de los atriles su Cuarta Sin- en amante de un asalariado de su mando (Ser- pero luego sabe matizar muy bien en mezzo-
voce la naturaleza de las flaquezas de su per-
fonía el dia previo a su anunciado estreno y gei), con cuya complicidad mata primero al
sonaie, Zinovi ofrece menos oportunidades
presentó la Quina dos anos más tarde con tiránico suegro (Bons) y luego al marida cri- de lucimienta pero Krenn logra con acierto
el curioso subtitulo de «Respuesta de un ar- men por el que son deportados a Sibena, parecer un tenor (el hijo) que quiere ser un
tista soviético a una critica justa». Lady Mac- donde la protagonista arrastra consigo a la bajo (el padre): en los números satíricos ca-
betn no volvió a ver la luz de los escenarios muerte en las profundidades de un lago a So- be destacar como antológica la ductilidad vocal
hasta enero de 1963 en Leningrado, revisada nia, nueva amante de Sergei. Las diferencias de Roben Tear como campesino borrachín;
tanto en su música como en su texto y ahora de la segunda versión respecto a la primera los coros acompañan perfectamente, sufrien-
titulada Kalenna Ismaitova. De esta versión re- en cuanto a argumento son pocas, pero muy do o participando de la danza según se re-
visada hay una grabación sin fecha (3 CD LE significativas y en general encaminadas a cam- quiere: y. por ultima la orquesta consigue
CHANT DU MONDE) debida al elenco del biar el bovarismo sexual de Katenna por otro convertirse en un perfecto comentarista de
Teatro del Estado de Kiev bajo la dirección más casto de corte intelectual (el sugerente la acción. En una palabra: imprescindible.
de Stepan Tourtchak. La que ahora motiva diálogo con Sergei sobre las bondades de la
estas lineas es el paso a digital técnicamente maternidad en la escena tercera, por citar solo
impecable en CD del homenaje dedicado por el eiemplo más palmario dada la escasez de
ftostropovich (con su esposa Galina Vishnevs- espacio, se convierte en una reflexión sobre Alfredo Brotóns Muñoz
kaya encarnando a la protagonista) a la me- los beneficios de la lectura: de «si fuese ca-
moria de su amistad con el compositor. paz de lener un hi|a.» a «si fuese capaz de SHOSTAKOVICH: Lidy Macbeth de Mtsensk
Galina Vishneikaya (iop.), Nikobi Gedda (ten.),
De entrada, el álbum de EMI presenta la leer un libra..»), en el cual la pasión se ve sus- Dmitri Peckov (bajo). Wferner Krenn (ten.). Ro-
venta|a práctica de disponer de una transcnp tituida por la intrepidez de los amantes y los ben Tear (ten.). Coros de la Opera Ambrosia-
ción del texto ruso en caracteres latinos, con remordimientos a postenori También es de na. Orquesta Filarmónica de Londres. Director:
sus correspondientes traducciones al inglés, destacar el guiño de esperanza social (la obra Mstislav Rostropovich. 7 CD EMI CDS 7 49955
alemán y francés, mientras que quien adquiera discurre hacia 1840) con que uno de los cam- 2 ADD. Productor: Suvi Raj Gmbb Ingenieros:
el de LE CHANT DU MONDE tendrá que pesinos deportados viene a cerrar la obra for- Stuart El Tham y Michad Sheady Grabación ori-
conformarse con el texto simplemente en mulándoles a los espectadores u oyentes una ginal: Abril de 1978. Estudios Abbey Road de
francés. Divididas ambas versiones en cuatro especie de ¿hasta cuándo! Londres. Traspaso a digital: 1990 Duración:
77 « " y 7f54".
actos de tres, dos. tres y una escenas respec- El trabajo estrictamente musical de Shos

SCHERZO 71
DISCOS

ESTUDIO DISCOGRAFICO

Giulini: ¿un Brahms insuperable?


P or f n EM1 ha reeditado el ciclo sinfónico
Brahms que Giulini grabó con la Filarmo-
nía, en su mayor parte entre 1961 y 1962.
completándolo años más tarde (1968) con la
Cuarta Sinfonía. Su primera edición españo-
dad especial para que todas las líneas musi-

más mediterránea de Brahms. en la que los


directores italianos han dado lo mejor de sí.
Giulini no es excepción, por supuesta y re-
do con que cada instrumento canta la célebre
cales canten. Se trata, sin duda, de la Sinfonía melodía.
Idénticas alabanzas cabe aplicar a otra obra
que también parece reflejar las luces del Me-
diterráneo que Brahms visitó durante la época
la completa tuvo lugar en 1986 y fue comen- sulta modélico en un asunto siempre crucial de su composición las Variaciones Opus 56a,
tado brevemente por EPA en el número 12 como es la elección de tempi. En el amplio siempre designadas como «sobre un tema de
de SCHERZO: allí se recogían fragmentos de Allegro inicial, el director ha de establecer un Haydnt. aunque la investigación haya proba-
una apasionante conversación que Bernard Ja- tempo prácticamente constante que permi- do que la atribución de paternidad es inco-
cobson mantuvo con Giulim a propósito de ta el despliegue clara ordenado y apacible de rrecta. Giulini, al frente de una Filarmonía
Brahms y que se publicó en el libro Conduc- la enorme riqueza melódica que encierra. Así espléndica, sabe conferir a cada episodio su
tors on condocting (MacDonald and Janes. lo hicieron dos de los máximos intérpretes de luí, sus colores, su ambiente e integrarlos en
Londres 1979). Remito al lector a estos jugo- esta Optis 73 (Furtwángler aparte). Monteux un todo orgánico y coherente. De nuevo una
sos extractos o, mejor aún, a la entrevista (con la Filarmónica de Viena. Decca) y Bru- versión de referencia junto con las de Mon-
completa, si le es accesible. no Walter. Giulini comparte con ellos ese es- teux. Walter y Furtwángler.
En cuanto a la calidad de las versiones. EPA píritu rela|ado y apacible que sabe extender Dentro de este nivel de excelencia, la Cuar-
afirmaba que eran dignas de Furtwángler y a los episodios marcados "tranquillo» en el ta Sinfonía señala, en mi opinión, el punto me-
Bruno Walter, opinión que suscribo. Respec- brillante Final y también a la Coda del primer noc alto del cicla Entiéndase: se trata de una
to de la Primera Sinfonía, seguramente tam- movimiento, abierta por un memorable solo versión sobresaliente, en que los dos prime-
bién estarán de acuerdo quienes la hayan visto de trompa. Como es habitual, la textura or- ros movimientos son admirables. El tan difícil
dirigida por Giulim. ya fuera de España, ya en questal es muy dará, con particular relieve pa- arranque de la obra; el pasaje de suspensión
Barcelona con la Filarmónica de Los Angeles ra el tejido de las maderas y para las en que el tiempo parece haberse detenida
hace años, ya en Madrid con la Orquesta de intervenciones del metal, siempre nítidas pe- justo antes de la Recapitulación; y la apasio-
La Scala en otoño de 1987. Esta última fue, ro integradas. Giulini concilla de modo ejem- nada Coda del Allegro non troppo pertene-
para mí, la Primera de Brahms más emocio- plar claridad y empaste, merced también a cen a la antología de la interpretación
nante que haya escuchado en concierto, aún un especial cuidado en la articulación de los brahmsiana. Otro tanto cabe decir del An-
más que cualquiera de las varias oídas a Celí- motivos básicos de la obra. En tal sentida su dante moderato. en particular de su sección
bidache. y con un grado de perfección cons- exposición del tejido orquestal es muy supe- central, en que Giulini paladea el tema de los
tructiva apenas inferior. Giulini conduce la rior a la de Karajan (en cualquiera de sus tres cellos arropados por cuerdas y fagot, como
obra, al igual que su colega rumano, con ple- integrales para DG). brillante pero demasia- si de música de cámara se tratase. También
no entendimiento de su progresión inexora- do empastado y amigo en exceso del legato, la Coda es memorable. Pero el Scherza en
ble hacia el amplio emotivo y bellísimo Finale. que aplica aun donde no debe, como en la el que Giulini emplea 7 minutos largos (poco
Este movimiento, que hizo sudar tinta a frase del oboe que abre el tercer movimien- más de 6 es lo habitual), queda algo desliga-
Brahms durante 20 años, resuelve las tensio- to: compárese la precisa ejecución del mor- do del resto de la obra, y la Coda de la pas-
nes musicales y emocionales generadas en el dente en Giulini con el arrastre que tanto sacaglia final contiene unos ritardandos que
inicial, que se prolongan, más o menos ocul- gustaba al maestro de Salzburgo. no encajan con la indicación «Piú allegros y
tas, durante los dos intermedios. Pero a dife- La Tercera Sinfonía de Brahms por Giulmi que restan energía a la conclusión. No obs-
rencia de Celibidache. Giulim sabe dar a éstos, es un clásico de la historia del fonógrafo De tante hay muchísimo que admirar en este mo-
especialmente al tercera el adecuado sabor nueva con la excepción de Furtwángler ¡Fi- vimiento; citemos tan sólo el solo de flauta
agridulce mediante un suave toque pastoral, larmónica de Berlín. EMI). nadie ha rea I liado (variación 12). junto con la sección lenta que
casi popular —memorable solo de clarinete—, tan bien esta Sinfonía, la menos espectacular sigue, y las poderosas interjecciones de los
tipico de Brahms. Al comentar en el número de las cuatro, pero también la más personal trombones en las número 24 y Ib. Apenas
24 de SCHERZO los Conciertos para piano y la más difícil de llevar a buen puerta El pro- un año postenor a esta Cuarta con la New
con , Giulini y Arrau ya apuntamos | estas pio Furtwángler en 195-4. ya al final de su ca- Philharmoma es la más perfecta, espléndida,
ideas. rrera, manifestó en cierta ocasión que «creía que Giulmi grabó con la Chicago Symphony.
Los tempi son amplios, aunque menos que por fin haberla comprendido plenamente.. El en la cual buena parte de las reservas formu-
en la versión con Los Angeles para DG (1982). número de fiascos en esta obra es elevada ladas no son aplicables. Creo que EMI hubie-
también reeditada en CD de precio medio. empezando por Karajan, que en ninguna de ra hecho mejor publicando esta última,
Ftersonalmente prefiero la de EMI, que me pa- sus cuatro versiones ha conseguido resultados aunque asi hubiese roto la unidad orquestal
rece una de las más grandes Primeras de correctos, y siguiendo por Abbada Maazel, del ciclo.
Brahms en disca acaso superada sólo por la Horenstm y otras grandes batutas. Parte del
irrepetible de Furtwángler con la Filarmóni- secreto de Giulmi consiste en una atinadísi- Roberto Andrade
ca de Berlín (CD DG económico) y digna ma articulación de las células básicas genera-
compañera de las firmadas por Walter (CBS) doras de la obra (el motto Fa - La • Fa que
o Sanderling (RCA-Anola). La vigorosa y vi- la abre; el tema que sigue inmediatamente, BRAHMS: Las Cuatro Sinfonías Obertura Trú-
brante Obertura Trágica es de calidad similar etc.), cuyo crecimiento orgánico desemboca gic¿Op.B\ Variaciones Haydri. opus 56a. Or-
y constituye referencia absoluta, aun por en- en la construcción de este magno edificio sin- questas Philarmonia y New Philharmonía
cima de Bruno Walter (CBS). fónica También es vital sintonizar con el mun- (Sinfonía 4). Director: Cario María Giulini.
La altísima calidad de la interpretación no do íntima recogido del Brahms de los Escuche de 3 CD ADD EMI CZS 25.2168.2.
decae en el resto del cicla como tampoco la Intermezzi que constituyen los dos movimien- Duraciones: 46 1 45",4l'ir. 3436" y 43T02"
soberbia ejecución de la Orquesta Philharmo- tos centrales, en particular el tercera el cé- (Sinfonías). I8'43" (Op. 56a) y I 3 ' I 2 " ( ° P -
nia, por aquellos años en forma espléndida, lebre Ftoco Allegretta Giulim acierta de pleno 81). Grabación: Kingsway Hall. Londres
máxime ba|O una batuta bien conocida y apre- en la elección del tempa moderado pero no 1961-62, excepto la Cuarta Sinfonía (I96B).
ciada por los músicos. La Segunda Sinfonía se lento; en la articulación de los motivos: en la Productoreí: Walter Legge y Christopber Bis-
caracteriza por un enfoque simple, directa con exposición diáfana y ordenada del tejido or- hop (Cuarta). Ingenieros de sonido: Douglas
un lirismo fresco y espontáneo y una habili- questal: en el color delicado pero bien defini- Larter y Alan Stagg (Cuarta).

72 SCHERZO
DISCOS

ESTUDIO DÍSCOGRAFICO

Un punto de partida
A firma certeramente PhilipGossett, di-
rector de la edición completa de las
obras de Vferdi, que publican Ricordi. de
Milán, y The University of Chicago Press, que
la edición critica de Rigalelto utilizada en es.
y Martha Senn no es la Cossotto con que Ku-
belik contó en 1964 (DG) Pero, al menos, la
parte de mezzo en el Cuarteto, esencial rít-
micamente, es audible con nitidez. Reparta-
mos el mérito por tercios entre la Senn. Mut
La toma de sonido es clara y eficaz y resul-
ta cómodo el acceso a los puntos clave de ca-
da acto. La ópera se ofrece completa, pero,
como ya se ha dicho, sin añadidos. El texto
figura en italiano y traducido a tres idiomas
te registro no es sino un punto de partida para y los técnicos de sonido. (español excluido), al igual que los excelentes
que los ejecutantes puedan recrear lo que \fec En disco, la voz de Dámela Dessi no acaba ensayos de Julián Budden y Philip Gossett.
di imaginó Para Muti, en cambio, el texto pa- de resultar del todo grata ni uniforme, y sin En conjunto, una versión de interés pero
rece tener las características de las Tablas embargo uno piensa que tiene calidades tim- menos lograda que la de Kubelik y La Scala
mosaicas, ni una coma debe ser alterada; ni bncas que en teatro, o con otra toma de so- (DG 1964) con Dieskau. Scotto. Cossotto y
una sola nota ha de añadirse a las escritas. Y nido, pueden dar buen juego Aparte de ella Bergonzi. De otras cabe destacar la perfec-
asi nos vemos privados de los numerosos agu- canta una Gilda más que correcta, bien dicha, ción instrumental de la Sutherland, que. com-
dos y sobreagudos que la tradición de casi si- matizada y sentida, que encuentro muy atrac- binada con la dicción y la intensidad de Callas,
glo y medio fue acumulando en los papeles tiva. Giorgio Zancanaro es. en conjunto, el me- formarían una Gilda perfecta, parcialmente
ior del reparto y alcanza aqui su contribución materializada en Scotto o Gencer (Buenos
de Rigoletto y Gilda (f nal del Parí siamo y del
fonográfica más importante hasta la fecha. La Aires. 1961). Entre los tenores, Pavarotti y
Caro nome; final de los Actos 2 y 3...)- Hasta Kraus (3 registros oficiales y al menos otros
ahi, la pérdida no es grande e incluso se agra- voz. de barítono lírico, bien ernitida e impos-
tantos piratas) son los Duques por excelen-
dece que la conclusión del maravilloso Cuar- tada —sobre todo en centro y agudo— es ca-
teto sea la original en vez del horrendo Re
bemol 5 que el matrimonio Sut herían d-
Bonynge nos propinó en dos registros Dec-
ca. fi;ro que el tenor omita las fermatas de
sus romanzas de los Actos I / 3 va contra las
leyes del bel canta que todavía operan, par-
cialmente al menos, en Rigoletto. En una aria
bipartita como las citadas, el remate de la se-
gunda estrofa debe adornarse con alguna ca-
dencia que dé variedad a la repetición y brillo
al final. En tal sentido, la que habitual-
mente corona La donns é tnobile, con Si i
incluido, es correcta filológicamente y teatral-
mente necesaria. Todo esto. Muti debe saber-
lo; pero sigue en sus trece.
Y, a la postre, uno daría por bien perdidas
cadencias, adornos y sobreagudos si los can-
tantes respetasen de verdad los numerosos
signos de expresión que figuran en la partitu-
ra, ya en la edición de siempre, ya en la críti- paz de matizar y exhibe un legato sólo cía junto al otado Bergonzi. En cuanto a los
ca, que a la postre no diferen en nada ocasionalmente empañado por alguna hache barítonos, el esplendor vocal y artístico de
sustancial. Rsro no es así. y Vincenzo La Seo- intercalada (Pan siamo, por ejemplo). Este los Amato, de Luca. Danise. Galeffi, Ruffo y
la carece de la calidad vocal, no digo del Pa- conjunto de cualidades lo convierten en una Stracciari en el primer cuarto de este siglo no
varotti de los años 60 y 80, sino de la de su especie de Straccian de la hora actual, con se ha vuelto a repetir. Tras ellos hay que si-
maestro Bergonzi. a cuya estupenda voz siem un Cappuccilli en lógico declive tras 30 años tuar los primeros registros de MacNeil (con
pre se le han puesto reparos. Además, el jo- largos de carrera y un Bruson vocalmente Sanzogno para Decca: y en Buenos Aires, 1961.
ven tenor es incapaz de una emisión correcta, agostado. Es lamentable que Zancanaro eco- para Melodram) y la contribución algo exóti-
especialmente en la zona de paso, en que los nomice unos pianos que Verdi pide (dúos con ca pero admirable de Fischer-Dieskau con Ku-
Fa y Fa sostenido 3 varían entre lo regular y Gilda) y que. fatigosos en teatro, en estudio belik para DG. Renato Bruson. en el registro
lo peor (el recitativo anterior a É ¡I sol detíani- debiera prodigar más. Con las Vísperas sici- dirigido por Sinopoli (Philips. 1985), exhibe óp-
ma es penoso): y tampoco acierta a matizar lianas, que Radio 2 transmitió desde La Scala timas cualidades artísticas que una voz discreta
las muchas facetas de un personaie brillante, el pasado 7 de diciembre. Muti revalidó cum impide desarrollar plenamente.
sensual, cínico o romántico, según los casos. laude su título de catedrático verdiano. No
Tan sólo oimos un relativo Ímpetu |uvenil y puede sorprender que, pese a algunas rigide- Roberto Andrade
un registro agudo que, pese a todo, parece ces o violencias excesivas, su actuación sea la
estar ahi. Parte de la culpa en todo esto co- mejor de este registro y su razón de ser Pá-
rresponde a Muti. quien, por ejemplo en ginas como el Preludio, la gran escena del ba-
Questa o quella, da un curso de rigor metro- rítono en el Acto 2 (fulminante el Cortigiam),
nómico apenas alterado por un rubato me- el cuarteto o la tormenta resultan antológi- VEROl: Rigoletto Giorgio Zancanaro, bar
cánico que en nada ayuda al cantante. En cas, Pero también es sensible a la vena lírica, (Rigoletto); Daniels Dessí. sop. (Gilda); Mart-
suma, este Duque de Mantua es bien poco lo que nos da tres dúos padre-hija directos ha Senn, mezzo (Maddalena); Víncenzo La
fiel a Verdi. pero elocuentes Por eso es lástima que la ri- Scola, ten. (Duque); Paau Burchuladie, ba-
Los papeles Oe los hermanos siniestros — gidez conceptual desluzca a veces una contri- |O (Sparafucile}. Coro y Orquesta del Teatro
en los que la tradición no quitó ni puso— no bución de altísima categoría. Muy bien en alia Scala, Milán. Director: Riccardo Muti. 2
propician los alardes. Empero, cantantes emi- conjunto la Orquesta de la Scala. aunque me- CD EMI DDD CDS 7.49605.2 Grabado en
nentes como Siepi y Simionato (con Erede, tal y madera están por debajo de la cuerda, La Scala. Milán, 6 y 10/1968. Productor: Da-
Decca 1954} les dieron el relieve previsto por como se pudo comprobar en el reciente con- vid Grovei. Ingeniero de sonido: Michael
Verdi. Aqui. Burchuladze hace extempóreas cierto que dio en Madrid con Giultni. Bien el Sheady. Duraciones: Acto 1, 54'3é"; Acco
exhibiciones de susurros y torrentes de voz. coro y aceptables los secundarios. 2, 3007"; Acto 3, 3 1 W .

SCHERZO 73
DISCOS

ESTUDIO DISCOGRAFICO

Voces de antaño, formas de hogaño

U na aplicación de lectura por láser a gra-


baciones históricas parece estar impo-
niéndose. Luego de las entregas, sis-
temáticas y variadas, de La Voz de su Amo
en su serie Ñéférences, ahora la marca ingle-
en pleno apogeo del tenor, que dilató dema-
siado su carrera, trabajando un repertorio am-
plio y variopinta Esta diversidad de estilos y
ropajes aparece en el disco donde Martinetli
pasa del tenor lineo que precisa Alfredo en
de El Barbero de Sevilla, espléndida de soni-
do y agilidad (1917). Eva Turner en el Ritorna.
vinotor de Aída (1928) convence menos que
en su Turandot, donde es particularmente cé-
lebre. Adelina Patti, con sesenta y tres años
sa Nimbus continúa aquella iniciativa con la La Traviata (1917) o Lensky en Eugenio One- canta en español La Calesera de Yradier
publicación de cinco discos, en los que se re- gin (1921), donde evidentemente el cantante (1906), que es un prodigio del disparate naíf.
cogen grabaciones de voces representativas sólo pone el juego su persuasión vocal, a los Lotte Lehmann cual Leonora del Fidelio es la
del primer tercio de la lírica de este siglo, La voz que probablemente todos asociamos con
arrebatos heroicos de Guillermo Té", Payasos
colección no puede llevar mejor nombre que dicho papel. Menos impactantes que las se-
el de Prima Voce. o Trovatore. Martmelíi es en todas las versio-
ñaladas, el resto de las voces presentes en el
nes el genuino tenor italiano de fuerza, que disca siempre sólidas y ejemplares cantantes,
El alarde técnico es sobresaliente. De cual- hace primar siempre la insolencia del acento son: Eide Norena. delicada Juliette de corte
quier forma, ya en las últimas reediciones en al abandono lírico (Es interesante comparar lineo más que ligera que canta el popular vals
vmilo los resultados se notaban en calidad so- las versiones de Celeste Aída, ambas inclui- de Gounod (1928): Mana Nemeth, como co-
nora. Las voces se escuchan con una presen- das en los discos respectivos; la de Caruso rrecta (en términos de la época, lo cual es mu-
cia sorprendente, suenan con una riqueza y de 1911. noble y serena: la de Martinelli. de cho decir) Leonora de II Trovatore (1927) en
brillo casi milagrosas. Hay quienes opinan que 1926. autoritaria y tajante). la primera intervención solista de la ópera: Ne-
con tanto mane|o y filtro pierden armónicos La soprano de sopranos. Rosa Ronselle. es- llie Melba canta un fragmento de Mimi en Bo-
los instrumentos. Es otra manera de enfocar héme (1909). con la seguridad y aliento que
tá representada en su disco exclusivo por las
la disputa (innecesaria) entre el vi ni lo y el CD se conoce, pero que la hubiéramos preferi-
A la postre, lo que importa es que este es- grabaciones ya difundidas y habituales: Nor-
ma (1928-1929), La Vésfa/e (1926). Ernani con do en otra intervención más adecuada en lu-
fuerzo en presentar tales voces únicas, en unas gar de esta pucciniana. La rusa Nina Koshetz
condiciones que la técnica, en principio, pre- el mítico trino de su insuperada cabaletta
(1924), La forza del destino con Ezio Pinza canta dos fragmentos de obras de su tierra
tende mejorar, en el caso que ocupa son mas con voz rara y atrayente. fbnsdie es ahora una
los éxitos que los fracasos. El ruido de fondo (1928). Menos conocidas, están presentes en
el disco cinco canciones de repertorio inter- Butterfly (1919) opulenta.
(en general, pues las tomas originales no son
uniformes) continúa aunque menguado, pe- nacional. Todas las tomas son de su período
ro esto mantiene la atmósfera propia de los áurea de 1923 a 1929. salvo dos de aquellas En el segundo de los discos en grupo de esta
registros, algo que un habitué agradece. Esta canciones que llevan fecha de 1939, grabadas colección Nimbus hay también bastante que
entrega de Nimbus. que esperamos tenga luego de su (prematuro retiro. La Ponselle lo puntualizar, aunque se haga a vuela pluma. El
continuación, va destinada exclusivamente al tenía todo: graveí, centro carnoso y exube- Brindis de Lucrezia Borgia de Donizetti no tie-
que se interese por la voz humana y por la rante, agudo lumínico e incisivo (no obstan- ne desperdicio en la excepcional voz de Er-
historia del canto Los demás, que busquen te, su talón de Aquiles por el tríe que la nestina Schumann-Heinck (el registro es de
a la cantante mona de moda o al tenor sim- consumió). Emisión justa, talento desbordante, 1909): citemos los formidables trinos que,
pático de turno (y los que rastreen las tres morfológicamente, parecen imposibles para
figura atractiva y moderna: era la soprano que
DDD mágicas), deben abstenerse de adqui- una voz de contralto como la suya, y la agili-
todos soñamos. Cincuenta años después, su dad, asimismo John McCormack canta II mío
rir cualquiera de estos cinco monumentos lí- arte continúa inmarcesible. No hay duda de
ricos, tres dedicados a sendos cantantes en tesoro del Octavio de Don Ciovanni. en la
que si la personalidad más influyente de este que resulta quizás una de las mejores y más
solitario: los otros dos, una miscelánea de ios
cuarenta primeros años de este siglo. sigla en terreno sopranil. fue la Callas, como viriles versiones que existen en disco (1916).
material vocal y disposición canora para la Dos baritonos diversos, en mecanismos y al-
ópera Italiana, la Fbnselle fue la más impor- cance. Ricardo Straccian y Lawrence Tibbett,
£1 disco de Ennco Caruso presenta ínter tante que ha dado la centuria. (Además, se están representados respectivamente como
prefaciones del tenor napolitano de 1904 a puede comprobar la estela que ha dejado en Fígaro (del Barbero) y Renato (del Bailo), ima-
1920, ofreciendo asi una perspectiva completa Callas. Escúchese Norma, sobre todo el re- ginativo y clásico el primero; generoso y me-
de lo que fue su evolución vocal. La belleza citativo cortada y La éstate, del disco co- nos formal el segundo (1917 y 1929).
de la voz del joven Caruso aparece con una mentado).
nitidez palpitante en las tomas, por ejemplo Los dos discos-miscelánea se intitulan Divas El canto disciplinado, laborioso (en esta edi-
de L'eltsir o Manon de 1904. La fascinación de ción de 1928). siempre intrépido de Giaco-
y Grandes Cantantes. El primero compren-
su canto está presente en Magische note de mo Lauri-Volpi en A te, o cara de Puntam es
La reina de Saba de Goldmark (1909), mien- de grabaciones de 1906 a 1935. Se inicia con
la Tetrazzini (Luisa) cantando el Saper vorreste diverso del estilo concentrado y distendido
tras que el dramatismo y el vigor vocal se ma- que Beniamino Gigli derrocha en el racconto
nifiestan evidentemente en Payasos (1907-190) de Osear en Un bailo m maschera (1911). con tenoril de Bohéme (I93t): dos mondos igual-
o La /udia (1920). donde Caruso parece un un alarde de trinos, cadencias y exhibición de
Tato que es un auténtico espectáculo, aparte mente valiosos.
barítono con esplendorosos agudos de tenor.
Todo este disco es como una electrizante ex- de reflejar una concepción del canto que se Tetrazzini y Galli-Curcí, de nueva represen-
cursión a tos orígenes y presupuestos del canto ha perdida Esta ostentación de Tetrazzmi con- tan a las fulgurantes sopranos ligeras del pe-
impostada trasta con la intensidad que la Muzio desplie- ríodo las dos en cometidos bel límanos:
ga en el aria de Margarita de Metistofele de Sonnambula la primera, de 1911; Puntani. la
Si el sonido carustano puede evocar el de Boito (1935). También debe hablarse de es- segunda de 1923.
la trompeta (en el_ recitativo del Celeste Aída pectáculo, desde cualquier óptica que se mi- Eva Turner es ahora la Turandot de In questa
está patente), la voz de Martinelli nos sugiere re, la versión de Fneda Hempel de la segunda reggia, que la coloca en cabeza de las mejo-
el del clarin. El tenor de Padua poseía un ins- ana de la Rema de la Noche de Die Zauber- res intérpretes de este endemoniado papel.
trumento contundente (bastante nasal, en La flóte (1911). con unos agudos gratuitos y capa- Dos voces graves, opuestas en color y pre-
maschera), con agudos squtllanti y emisión fácil ces de cortar el aliento (al oyente, a ella tensiones, son las de Marian Anderson, re-
que corría fluida y segura. El disco Nimbus presentada por una educada e impecable
obviamente no). A su vez, la Galli-Cura da
presenta registros realizados entre 1915 y 1928. (musicalmente) Dalila de Saint-Saens, que can-
su versión sopranil y de virtuosa a la ños i na

74 SCHERZO
DISCOS

ta en inglés con esa su voz de terciopelo um- ESTUDIO DISCOGRAFICO


broso: y la de Conchita Supervla. que a falta
de Resina o Isabella, está suficientemente re-
presentada por su Habanera de Carmen
(1930). llena de vida y penetración psicológi-
ca del persona|e. Tito Schipa y Mafalda Fave-
ro cantan el Dúo de las Cerezas de LAtnico
Fritz de Mascagni. donde la lección canora del
tenor (la frase Tullo tace es de éxtasis) ad-
Los cuatro temperamentos
quiere oportuna réplica en el arte, cálido y
estimulante, de la soprano (1937). Se cierra
la recopilación con Richard Tauber, impeca- Allegro cómodo e fiemmatico y Allegro san- Los Conciertos de Stanford están servidos
ble lamino en Dies Buldnis de La Flauta má- guíneo. por una solista de primer plano, y quienes no
gica, de voz no muy bella, pero llena de se molesten por el clima semi-Brahms semi-
sugerencias que ya se conoce Anteriormen-
te, Caruso y Ponselle vuelven a cantar las pá-
ginas de ft^asos y Norma que figuran en sus
recitales en solitario, lo cual no es muy gene-
E n el articulo Vísperas de revolución, dul-
zura de vivir (en este mismo número)
apunté, para la música británica, una po-
sible presentación de los estilos interpretati-
vos de los directores también británicos: la
Raimamnov del Segundo Concierto se deja-
rán seducir por el brío y sucumbirán en la fre-
nética danza final.
Los Nonetos de Parry y de Stanford. escri-
tos en 1877 y 1905. por encima de sus refe-
roso ni inteligente por parte de Nimbus (pa- identificación (Boult); el rechazo, o al menos
ra el/la que quiera adquirir los cinco discos). rencias un poco convencionales (Brahms.
un cierto distanciamiento (Britten): la integra- Schumann y ¡Wagnerí). poseen una innegable
Claudia MUZIO figura aquí cantando la sosita ción (Solti): eran los directores que me tocó
Ombra di nube del igualmente sosito Refice: originalidad: la estructura de la recapitulación
comentar, y hoy dos directores, de genera- (Parry) y la superposición de fraseo, de mé-
se precisaba algo más excitante, ción posterior, Bryden Thompson y Vernon trica y de tempi (Standford). Si el grupo Ca-
Moraleja: Totalmente recomendables Es co- Handley. cierran un circula elevando a otra pricorn es menos conocido que el Orpheus,
mo un aire puro y saludable para la discote- potencia los criterios de sus predecesores. por ejemplo, se debe únicamente a criterios
ca, en un momento en que se editan tantas extramusi cales.
cosas sin interés, caracterizadas por la ordi- Vernon Handley continúa el estilo de Boult.
nariez y la falta de preparación. cruzándolo con el de Solti: encontramos la Leighton murió hace dos años, y su obra
misma energía, pulsión vital, no solamente en dentro de la tradición británica no demues-
los clásicos, sino en los compositores que tra, en un primer contacto, un deseo de ori-
Fernando Fraga (redescubrimos; Stanford, Bax. Brian... el mis- ginalidad: a través de los filtros introducidos
mo amor, la misma rudeza (Boult), el mismo por el compositor se puede reconocer, o in-
ENRICO CARUSO: Arias de Manon, Tos- sentido del tempo (Solti), Interpretación im- tuir, una elaboración personal entre los len-
ca, L'elisir d'amore. II Trovatore, (¿africana, Pa-plicada en primer grado; es nuestro Allegro guajes de Walton y de Dallapiccolla.
gliacó, Don Sebastiana Rigoletta La Reina de sanguíneo. La riqueza de las interpretaciones y de las
Saba, La lorza del destina Aída, Un bailo m Bryden Thompson, al contrario, sigue por obras son una muestra más del envidiable ni-
maschera. Lo Schiavo, Manon Lescaut, II Du- una parte las huellas de Britten, se distancia vel musical británico.
ca d'Alba, La /uive. NIM8US NI 7803. Dura- más que Handley; y por otra parte coincide
ción: 7S'02'\ con algunos directores que no son ni nativos,
ni lo intentan, como Smopoli, por ejemplo Es- Pedro Elias
GIOVANNI MARTINELLI: Canta páginas
de Cavallena rusticana, Ernán, Iris, La Travia- coge unos tempí muy anchos que le permi-
ta. Eugene Onegm, Cuglielmo Tell, Aída, Fe- ten una reflexión sobre el objeto sonoro, ver
dora, Andrea Chenier, La forza del destino, las obras a través del recuerdo Es la interpre- BAX: Obras corales. Enchanted Summer.
Pagliaco, II trovatore- Con de Luca, Pinza, Pon- tación más ambigua (que ya hemos aplaudi- Walshinghane. Fatherland. Anne Wllliams-
selle. Anthony. NIMBUS NI 7804. Duración: do en otras reseñas): interior y exterior a los
King, Lynore McWhirter (sop.). Martyn Hill
mundos musicales evocados. Se trata de un
76'3 2". (ten). Brighton Festival Chorus. Royal Phil-
inmenso director, modernísima tanto en el
ROSA PONSELLE: Canta La Gioconda. repertorto nacional como en el foráneo (su harmonic. Vernon Handley. DDD Londres
Otello, Aída, Ernani, La Vestale, La forza del Bruckner. por ejemplo). 1988. CD CHANDOS CHAN 8635 SrS9".
destina Norma Cinco canciones. Con Ma- LEIGHTON: Concierto para cello y orques-
rión Telva. NIMBUS NI 780S. Duración: ta. Sinfonía n." 3. Raphael Wallfisch (cello).
76'42". Orquesta Nacional de Escocia- Bryden
DIVAS 1906-1935: Tetraizini. Melba, Pat- Allegro collerico y Andante malinconico Thompson. DDD. Glasgow 1989. CD
t¡, Hempel. Galli-Curci. Ponselie, Lotee Leh- e invi dioso CHANDOS CHAN 8741. S9136".
mann. Turner, Koshetz. N oren a. Nemeih y PARRY: Noneto para flauta, corno inglés, fa-
Muzio cantan fragmentos de Un bailo in mas- Envidia produce tanto el nivel de las inter- gots, trompas.
enera. Rigoletta Mignon, La Bohéme, L3 flauta pretaciones como el del repertorio No con- STANDFORD: Noneto para flauta, dárme-
mágica. Don Cesar de Bazan, El barbero de tentos con las excelentes versiones de los te, fagot, trompa, violmes. viola, cello y con-
Sevilla, Madama Butterfly, Fidelio, Aída, Sad- compositores de nuestra Edad de Ora las trabata Capricom. DDD 1987 Londres.
ko, El principe Igor. II Trovatore, Mefistofele. músicos británicos están grabando más o me- Productor: M. Brown. Ingeniero: A. Howell.
Canciones. NIMBUS NI 7802. Duración: nos todo su repertorio, la integral de las trein- CD HYPERION CD A66291. 53*16".
7702" ta y pico sinfonías de Brian está en marcha, STANDFORD: Concierto para piano y or-
GREATSINGERS 1909-1938: Luisa Terra- las de Standford y de Bax acabadas. Una vez questa n" 2 Variaciones concertantes sobre
zini (La Sonnabula), Enrico Caruso (Payasos), realtzada esta labor, se empiezan a editar las un tema inglés. Margaret Fingerhut (piano).
Schumann-Heink (Lucrezia Borgia), McCor- obras menos conocidas de estos composito- Ubter Orchestra. Vemon Handley. DDD Bel-
mack (Don Giovanm). Galli-Curci (I Puntam), res: el disco consagrado a Bax ofrece obras fast 1989 CD CHANDOS CHAN 8736.
Riccardo Stracciarí (El Barbero de Sevilla), Ro- corales, pero (es el colmo) no Mater ora fi-
sa Ponselle (Norma), Evi Turner (Turandol), Para los discos Chandes: Productor: Brtan
lium, quizá su obra maestra, sino Fatheriand.
Couzens. Ingeniero: Ralph Comeos.
L. Tibbett (Un bailo m maschera), Conchita Walsmghame y Enchanted Summer (esta úl-
Supervia (Carmen), Beniamino Gigli (La Bo- tima, novedosa estamos en 1910—}. Las
héme), Marian Anderson (Samson el Dalila), obras son indispensables para profundizar en
Tito Schipa y Mafalda Favero (Cárnico Fntz), el conocimiento de su autor, anuncian Tinta-
Claudia Muzio (Ombra di nubbe) y Richard gel y su Sexta Sinfonía, y recuerdan algunas
Tauber (La flauta mágica). NIMBUS NI 7801. obras contemporáneas (Flos Campí de Vaug-
Duración: 7S"I2". han Williams).

SCHERZO 75
DISCOS

ESTUDIO DISCOGRAFICO

La maldición del reloj de cuco


C uando Orson Welles, tritagonista de El
tercer hombre, formulaba la odiosa
comparación entre la cruel Italia de los
Borgia. floreciente de arte, y la apacible Sui-
za democrática, productora del reloj de cu-
Aunque la toma de sonido es buena. »quae
natura non dat...».
Incomparables, en cambia los amorosísimos
triosonaten —cuatro— del joven Emanuel
Bach, no desprendido aún. pero despegado
mas, la galantería como desahoga todo esto
y mucho más viene comunicado con magnifi-
co equilibrio, intimidad justa e increíble com-
penetración, por los violines jacek Klimkiewicz
y Laurentius Bonitz. la viola Hideko Kobayas-
co, emitia probablemente un juicio temerario ya. de la tutela paterna, con 17 a 20 años, y h¡ y el cello Emil Klein. El registro hace honor
—el genio suele serlo—. Sin embargo, sea por revisados más tarde. El oboe de Ingo Gontz- a la interpretación.
su redondez, sea por la credencial de su autor, ki sustituye sin menoscabo al presunto violín Por último, en la sección de repertorio clá-
el malentendido estaba destinado a prosperar. y la flauta de Renate Greiss suena ardorosa, sica el pianista Eugen Indjc, y yugoeslavo de ma-
El lote de II CDs que la firma Claves — como debe ser. Acaso el trio —violoncello y
Suiza— lanza al mercado, tiende con bazas se- dre rusa y padre serbia nacionalizado
contrabajo más clave— que articula el conti-
guras a desmantelar aquel malentendida Pe- americana crea, secundado por la fragancia
nuo, en trance de desalojo en la obra de Bach
ro vayamos por partes: porque el lote |r. abusa la disciplina del puro oficio de de una Filarmónica de Varsovia muy en su si-
comprende, al menos, cuatro categorías de ground. Es una opción legítima, en todo ca- tio, dirigida por Kasimierz Kord, los dos Con-
producciones, que analizaremos con más co- so, que acentúa la sombra del viejo y se atie- ciertos de Chopm, Opus II y 21. en una
modidad por separado, a saber: una prime- ne a la cronología, sin aventurar anticipaciones. versión limpia, cristalina, que, sin descalificar
ra de clásicos, sin más, que entra en otras opciones, se hace querer por su fres-
competencia con la flor y nata del gran mer- Pero la joya de la colección, tanto en esta cor mozartiano y un cierto toque angélico que
cado, con cuatro autores —Vivaldi. Emanuel sección como en el conjunto que comento, descarta el lado mundano de la leyenda ha
Bach. Mozart y Chopm—. y medio —Albinoni, es. con mucho, el CD consagrado a los seis puesto alrededor del idola Indjic ignora el sa-
en fugaz asomo—, en cuatro CDs: una segun- Cuartetos milaneses de Mozart, admirable- tanismo que parece suponerse a la vena ro-
da, de 2 CDs monográficos de dos notables mente revividos por el Cuarteto Sonare, don- mántica y hace un Chopin en perpetuo estado
compositores suizos poco conocidos — de gracia, donde el piano hace honor a la sua-
Othmar Schoeck, I8B6/I9S7. y ¡ulien-Francois vidad de su nombre. Sin malicia, sin neura, sin
Zbinden, nacido en 1917—. servidos por men- cuento O casi. Y la grabación no pierde gota
sajeros de tanto lujo como Dietrich Fischer- de lo imperceptible de ese batir de alas.
Dieskau (los años no perjudican al mito) y la
Orquesta de Cámara de Lausanne; una ter-
cera de versiones inusuales —Johann Strauss
Compositores suizos
al teclado a cuatro manos— por el Dúo Crom-
melynck. de transcripciones y arreglos para
el violin de Ingolf Turban, y otro tanto para En el capítulo de compositores suizos. 2
los dos violoncellos de los hermanos Derrien- CDs para 2 nombres: Othmar Schoeck y
ga —suizos—. en 3 CDs: y una cuarta de 2 Julien-Francois Zbinden. Del primera Dietrich
CDs conteniendo sendas especies de curio- Fischer -Dieskau, fiel a su gusto impecable, can-
sidades y habilidades, las de la trompa alpi- ta, acompañado al piano por Hartmut Hóll,
na, por un lado, y las de varios instrumentos el ciclo de Lieder Das stille Leuchten —El ra-
mecánicos —organillos, cajas de música, pá- yo silencioso— compuesto por 28 piezas en
jaros mecánicos, relojes musicales (dése a Or- dos grupos titulados Misterio y Parábola y
son Welles su parte de razón) y el mismísimo Montaña y Lago. Son microformas épicas —
fonógrafo de Edison—, por otro. por paradójico que pueda parecer—, poco go-
losas, alambicadas a veces, con inclinación al
recitado, sutiles y elaboradas como minúscu-
las joyas. Se inserta a Schoeck en el hilo que
__ '""•'ZBtNDEN discurre de Schubert a Wolf, pero yo entien-
Contarte poarorttimn gp. 67 do que planea, sobre este ciclo al menos, la
Redentora perfección Conctnepotr!*uttiointcintitt6iiatn*i op.56
Ontabu ctanampsu>iMAaMr*iilicA(i7iAf> <*i 3 8 sombra mosaica del autor de los Gurrelieder.
Musiche Véneziane es el título del CD de- fW « H t M i f j i M <anhwl*mm ti tn/mm op « En todo casa este original CD nos persuade
dicado a Vivaldi —3 Conciertos per arcbi e a que prestemos atención a la obra de
cémbalo, 2 Sinfonía per archi, 1 Conaertopa- Schoeck, hijo del pintor, formado en Zunch
ra 2 trompas y I Concierto para 2 y Leipzig y autor de más de un centenar de
trompetas— y a Albmoni —3 Conciertos per valiosos Lieder. ¡Tal vez la sutil voz del baríto-
archi e cémbalo y uno recuerda lo que se no y su estilo de canto sobrecargan la sutile-
dice que dijo Dallapiccola de Vivaldi: no cien- za original de las composiciones?
tos de conciertos, sino cientos de veces el mis- El talento versátil de |ulien-Fran(o»s Zbin-
mo concierto. Por supuesto, esto no es den, músico abierto a todos los géneros, poe-
verdad. Pera para evidenciar la malicia de Da- ta, filósofo, astrólogo y piloto —para citar al-
llapiccola es menester algo más que correc- gunas tan sólo de sus credenciales— discurre
ción y dignidad. Son notables los trompetas en la órbita de las Orquestas de la Suisse Ro-
Gerd y Zapf y Miroslav y Kejmar, y tiene buen mande y de Cámara de Lausanne: ésta es la
temple el violoncello Heinrich Klug, pero el de concurren en felicísimo concierto destinatana de su Orchalau-Concerto —
conjunto introvierte a este par de músicos ge- -concierto es aquí armonía y certidumbre- obsérvense las siglas—, una breve obra maes-
nerosos si los hubo e incurre en monotonías instrumentistas procedentes de Varsovia, Mi- tra para una conmemoración —1963—. don-
de fraseo fuera de tono —donde Vivaldi es- lán (un vinculo oportuno). Tokio y Bucarest. de concurre al lado de Malipiero entre otros.
cribe «allegro ma poco», tales caballeros leen La psicología huidiza de estas inefables piezas De Zbinden puede predicarse el talante, que
«poquísimo»—. De todo ello redime la per- maestras, su desconcierto de dolor y guiños, no el estila de Hindernith —si se quiere to-
fección, guste o no guste; pero no es el caso. su drama y su juego, su confestón y sus bro- mar una referencia fácil de reconocer es cla-

76 SCHERZO
DISCOS

ro y ama el contrapunto Es moderno, sin incisiones en discos, en cartón plegado o en


neura de modernidad. Y acredita que, en la cilindros. El via|e concluye con el fonógrafo de
segunda mitad de nuestro sigla se viene pro- Edison y es un ref nado placer oir rematada-
duciendo un retorno a la saludable práctica
del arte por encargo. A ella obedecen los tres
WIENERWALZER mente bien lo rematadamente mal que sue-
na el adán de tales cachivaches.
conciertos —amén del citado, uno para oboe
y otro para orquesta, ambos de finales de los Joaquín Arnau Amo
70— / el poético Divertissement para con-
trabajo. Opus 10. del año 51. Una muestra,
pues, adecuada para conocer a un músico de MUS1CHE VENEZIANE. VIVALDI: Concierto
nuestros dias que, no lo duden, merece ser para dos trompas en Fa mayor. Concierto para dos
conocido trompetas en Do mayor, 3 Conciertos para arcos
y cémbalo, en La, fíe y Sol mayor. Sinfonía en Si me-
Tres CDs corresponden al apartado terce- nor para arcos. ALBINO NI: Conciertos Opus 7/1
ra que he descrito en cabeza de este comen-
tario. Patnck Crommelynck — Bruselas/Mos-
CÚ/Viena— y Taeko Kuwata —Tokio/Viena—
DÚO CROMMELYNC y 4, en Re y Sol mayor y Opus 10/1 en Si belmol
mayor. Klamand y O. Schmfti —trompas—. G. Zaol
1 M. Ke|mar — trompeta»—. JE. Dahler
unen sus cuatro manos al teclado, bien con-
Klavierzii4H —cémbalo—. Accademií Initrumentalis Ctaudto
jugadas, para un Johann Strauss de gabinete, Monteverdi. Director: H.L. Hirsch. CLAVES C D
50-601 A D D 6255". Grabación: Munich IM97S.
cerca de nuestras abuelas y lejos del florido Producción Claves. Ingeniero: Alfons Seúl.
Neüe/ahreskoraert. En la premura inevitable-
mente histérica de esos valses reducidos del SCHOECK C.PE. BACU: Sonatas en trio en Sol mayor WQ
144. Re menor WQ 145. Do mayor WQ 147 y Re
gran salón a la alcoba, se apercibe un filón freu-
mayor WQ 151. Merlin Ensemble. CLAVES CD
diano que obliga a una elección sociológica y 50-6902 DOD 54'27". Grabación: Radío Bramen
no musical. Táchese lo que no proceda —por 1989. Coproducción Radio Bremen y Claves. In-
descontada la técnica, ingeniería incluida, es geniero: Klaus Schumann.
impecable—. MOZART Cuartetos milaneses K. 155 a 160. So-
Igolf Turban —vioün bávaro—. con Jean- nare Quartett. CLAVES CD 50-A9I6 D D D 6627".
Jacques Dünki —piano suizo—. se divierte y Grabación: Dannnadt 7/1989. Producción Clavel.
nos divierte, si aceptamos el juega con 20 go- Ingeniero. Remund Grimm.
losinas —éste sí que es Año Nuevo— al hilo CHOP1N: Conciertos para piano n.° I en Mi me-
de la nostalgia, que titula el CD Las más sor nor Opus II y n° 2 en Fa menor, Opus 2t. Eugen
transcripciones: cruces, a la vez inocentes y Indjic —piano—. Orquesta Filarmónica de Varso-
perversos, tales corno Albéniz/Kreisler. Valle DIETRICH rTSCHER-DieSKAU via. Director Kiwnierc Kord. CLAVES CD 50-8911
KAKTT1UT HÓLL. KLAV1EK D D D 7O'I7". Grabación: Varsovia 4ÍI9B9. Produc-
de faz/Heifetz, Moszkowski/Sarásate o Fau- ción Claves. Ingeniero: Tci)e van Getst
ré/Casals, El jazz comparece vía Martinu y el
SCHOECK: Das stille Leuchten. Ciclo de 28 Lie-
Dios salve a la Reina, vía Paganini. Otras pie- der. Dletrich Ftscher Dieskau —barítono— y Hart-
zas son originales y poco comunes, amén de en 1805. Trátase de un cuerno d e madera, cu- mut Hall - p i a n o - . CLAVES CD 50-8910 D D D
golosas: el no tan quietoso Andantino quie- ya longitud sobrepasa la estatura de un pas- 5I'O6". Grabación: Beríin 2/I9B8. Producción Cla-
toso de Franck, La Caprideuse de Elgar, el ves. Ingeniero: Teije *an Geest.
t o r suizo. C o m o t r o m p a natural que es —sin
Capricao-Valse de Wieniawski o la Pantomi- llaves, por supuesto—, la gama de sonidos que ZBINDEN: Di&rt&sement, para contrabap y or-
ma de Schntttke. Una atmósfera como de Bie- se obtiene de ella es reducida y la razón de questa, Opus 10. Conciertos tOrnhalau* para or-
dermeier recorre todo este CD que se questa de cámara, Opus 38, para oboe, Opus 56
su encanta Derivaciones u otras variedades
y para orquesta. Opus 57. B. Schenkei —oboe—.
empieza oyendo a saltos y se acaba oyendo son el Búcheí. cuyo pabellón se pliega c o m o F. Petracchi —contrabajo—. Orquesta de Cámara
entero. Y paladeándolo —la calidad de soni- el de una trompeta, la Tibí cónica y de hie- de Lausanne. Director: Arnwi Jordán. CLAVES CD
do nada deja que desear—. rro, y la trompeta de v i d r i a Este C D reúne S0-89I9 ADD 59'03". Grabación: Radio Suiue Ro-
muestras de todas ellas, al aire libre, con sus mande. Coproducción Suisse Romande/Claves. In-
ecos, y en concierto, con el aliño, inclusa de geniero: Phílippe Rosiel
un coro o de un armomum d e iglesiuca — STRAUSS: tóíses de Viena. Dúo Crommelynck
Transcripciones simbiosis deliciosa de naturaleza y misterio—, —piano a cuatro manos—, CLAVES CD 50-8915
Brahms le ha rendido tributo al comienzo del D D D 5 8 ' 5 I " Grabación: Thun 1989. Producción
Patríele y Thomas Derrienga, cellistas am- movimiento final de su Primera Sinfonía y Claves. Ingeniero: Jakob Siimpfli.
bos, suizos ambos, formados cerca de prime- Mahler le ha rondado en el postillón de su
VERACINI/SIBELIUS/SCHUBEfiT/POLDINI/PA-
ras espadas —|anigro, Rostropovich— y Tercera, GANINI/MARTINU/KREISLER.'PARADIS/CO-
partenaires de otros primeras espadas — LLE T/ FRANCK.'S A R ASAT E / E LG A R/ST RAWINS-
Kremer. Holliger— navegan con fortuna el KI/ALBENIZíVALLE DE PAZ/KORNGOLD/WIE-
controvertido mar. asimismo, de las transcrip- Nl AW5K1/MOS2K.OWS KlíFAURE/SCHNITTKE.
ciones, siendo ellos sus propios transcripto- Piezas originales y transcripciones para violm Ingolf
Artilugio* musicales Turban —violin— y fean-Jacques Dünkl —piano—.
res. Sospecho que Falla aprobaría de buen CLAVES CD 50-B9I7 D D D 6I 1 49". Grabación:
grado su Danza ritual del fuego y si Paganini Londres 8/1989. Producción Claves. Ingeniero:
no lo hiciera con sus Variaciones sobre un te- De la vendetta de Rigoletto/Gilda a los ca- Georg-Albrecht Eckte.
ma de Rossini —el inspirado tema procede del zadores del Freischütz, todo cabe en una ca- BARRIERE/PAGANNINI/FURREB-MUNCH/FA.
Mosé—. peor para Paganini. En uno y otro ca- |ita de música. A ella, al organillo en sus LLA/DEMENGA/POPPER: Piezas originales y trans-
so, el dúo da la óptima medida de su etérea especies vanas —de carrusel, de mendiga de cripciones para dos violoncelos Patnck y Thomas
ligereza y de su pathos profunda levedad y salón, de reloj (el inevitable reloi suizo da a Oemenga. CLAVES CD 5O-B9O9 D D D 62'52" Igle-
gravidez maravillosamente equilibradas. En el Orson Welles su parte de razón)—, a la 7/3- itade Blumemtein. 3/1989. Producción Claves. In-
resto del recital, junto a títulos originales de batiére o caja de pájaros mecánicos, a la cita- geniero. Tei^e van Geest.
Barriere —1705-47—. Popper -1843-1913- y ra Orpheo —especie de pianola— y otros ANONIMOS/L. MOZART/VON WARTEN-
Furrer-Münch. inscriben una creación de su artilugios semejantes da cabida este CD va- SEE/ISOZ A la gloria de la trompa de los alpes.
propia cosecha, del 54, no ajena al hipersen- riopinto que nos recuerda que Haydn y Mo- CLAVES CD 50-500 ADD 4011". Grabación. Thun
y otros lugares 1974/75. Producción Claves Inge-
sible universo pos-weberniano. Interesantes el zart no tuvieron a menos componer para
niero: jakob Stámp/Ii.
fondo y la factura y competente la grabación. ellos. Sus nombres son tan diversos como sus
Caías de Música y Órganos Mecánicos. 32 mues-
A la gloria de la trompa de los Alpes es la paternidades, a veces oscuras: Sennette. He- tras en diversos instrumento». CLAVES CD 50-815
divisa grabada en la medalla conmemorativa rophon. Aristón. Orchestrion. Órgano de Ber- A D D 47'I3". Grabación Thun. Producción Cla-
de la primera Fiesta de los pastores alpinos bería son algunos de ellos. Y funcionan con vel. Ingeniero: Jakob Siimpfli.

SCHERZO 77
DISCOS

ESTUDIO DISCOGRAFICO

Tippett: una criatura de nuestro tiempo

L a sinfonía, desde Beethcven, se convirtió en


ámbito sonoro en que ponderar cuestiones
humanas. Desde Ivés —tardiamente recono-
cido— fue reflejo e incluso residencia-del acon-
tecer aparentemente caótico de nuestro tiem
las máximas de Delfos: nada en exceso: la otra
—conócete a ti mismo— es precisamente el ar-
gumento de las cuatro sinfonías, las cuatro ópe-
ras, y las demás obras de Tippett. Una difícil
síntesis esta Segunda Sinfonía, permitida por una
po y de las detenciones del movimiento que
conducen a la soledad introspectiva. Desde Mah- forma venerable, rigurosamente respetada, la sin-
ler era ámbito de lucha, a veces de precario sos-
tenimiento, a menudo de caída. Las formulacio-
TiPPeTT 'onia; de igual modo que otra leyenda también
venerable permite algo muy pareado en la ópera
Kmg Priam.
nes clásicas del siglo XX no terminan con las ma-
Idientes tendencias humarustas de la sinfonía, co- Con el privilegio de nuestra perspectiva po-
mo demuestra el caso de Sir Mrchael Tippet; al demos aventurar que las tendencias ya señala-
contrario, la lección de Stravmsto. contra la pro- das —que se desarrollan mas explícitamente en
pia premisa, permite un lenguaie que refuerza las obras de carácter dramático—alcanzan su am-
la tendencia. De ahí que junto a compositores IHK SYMmONlES plia expresión en la Tercera Sinfonía. Con los con-
como Messiaen o Lutoslawski. Tippett se cons- ceptos de Arrest («energia comprimida») y
tituya en traductor musical {sea en música pura Movement («explosión de energia») formula el
o impura, sea sinfonía o sea drama) de profun- —a esas alturas— un heterodoxo respetuoso. Fi- propio Tippett la dialéctica presente en el pri-
das cuestiones humanas tratadas mediante la dia- nal del primero de los cuatro actos: testo se lla- mer movimiento un doble Allegro (Anest = non
léctica abstracción-referencia que tanto enriquece ma sinfonía, pero yo estoy francamente inquieto» troppo e pesante, Movement: molto e con gran-
a ese aspecto sonoro estéticamente controlado (y. si no, escuchemos el final, esa terrible fuga de energía). Este primer movimiento encabeza
que llamamos música, en una síntesis que ofus- abatida a hachazos por una brutal percusión). el tríptico de la llamada primera parte de la Sin-
ca a los partidarios del pentagrama, la nota pu- Si The mídsummer marnage es trasunto de fonía. El segundo es otro típico Adagio sobre-
ra, las cuartas y las terceras, la forma sonata o la Primera Sinfonía. Kmg Priam lo es de la Se- cogedor, amplisimo. sugerente. cuya aparente
su ausencia, la tonalidad o su suspensión, y que gunda (o al contrario). De nuevo nos encontra- morosidad está cargada de tensión. Como los
en lo demás sólo ven —a veces no les falta ra- mos ante una dialéctica dasfásmo-renojación. que de las dos anteriores sinfonías, y en mayor me-
tón, desde luego—, puro camelo. El excelente no es compromiso ni síntesis, sino algo previo dida, es una música que evoca nocturnidades,
y amplio estudio de nuestro compañero Fran- a esta última: en rigor, enfrentamiento y yuxta- desolación, un dolor oculto, no explícito, expre-
cisco Ramos (En tos 85 años de Michael Tippett. posición activa de elementos de estilo y de con- sado en sutiles sonoridades donde la percusión
SCHERZO núm. 41, p. 98-105). síntesis del itine- tenidos de discurso. El concertó barroco, !a afinada tiene mucho que hacer —sobre todo,
rario creativo de nuestro compositor, nos per- sinfonía beethoveniana y la más violenta de las timbricamente— y las gamas dinámicas se man-
mite acceder a estas sinfonías con amplio composiciones neoclásicas stravinsloanas —la Sin- tienen casi siempre bajas, en un acecho en el que
conocimiento de causa. Remitimos a él nuestros fonía en tres movimientos— parece estar pre- no existen ternas, sino sólo ideas que se trans-
lectores y lo damos por leido. sente aqüi. \femos que la forma sonata (Allegro forman, creceny se desmienten en un continuo
vigoroso inicial) le sirve a Tippett. sobre toda que les da sentido.
para plantear la lucha, para sugerir las fuerzas
No hay metimientos especialmente lirkos en el en presencia. El implacable tema nervioso prin-
Tippett sinfonista. La clave es lo dramárco En La segunda parte se divide en otros dos mo-
cipal con protagonismo del metal y la constan-
su evolución estética las cuatro sinfonías se pre- vimientos, el primero de los cuales es un breve
cia del bajo ostmato aportan una agilidad
sentan alrededor de otras tantas óperas de com- Scherza oposición al mundo sonoro del Adagio
fundamental al movimiento En profundo contras-
posición inmediata, con cu/o sentido se en su vivacidad, alegría, multiplicación de efec-
te, el segundo movimiento. Adagio, es un típico
empare|an (ver cuadro). Por lo tanto, es lógico tivos, valores mínimos en rápida carrera... El am-
tempo lento del compositor, sin especial lirismo,
adjudicarles a las primeras ufas intenciones dra- plio Finale introduce diversos elementos
con una sensación inquietante que viene no
máticas cuando menos latentes. El enfrentamien- procedentes del blues (no hemos quendo sobre-
sólo del recreado clima de misterio, sino
to se da entre acción y reflexión (alteración y cargar las anteriores referencias sinfónicas con el
amor de Tippett hacia las citas, lo hace mejor
que nosotros Francisco Ramos en el articulo ci-
Fechas de las cuatro sinfonías yde lis cintro óperas de Tippecc tado). Curiosamente, el tránsito del Scherzo al
primer blues. un blues lento, se realiza median-
Primera Sinfonía 1944-1945 The midsummer marnage 1946-1952 te una cita de la Novena de Beethoven. rápida
Segunda Sinfonía 1956-1957 King Priam 19581961 Tiente desmentida por el clima del primero de
Tercera Sinfonía 1970-1972 The Knot Garden 1966-1969 los cuatro poemas cantados en la Sinfonía. Era
Cuarta Sinfonía 1976-1977 The Ice Break 1973-1976 lógico que en esta obra decisiva introdujera Tip-
pett la palabra. Se trata de poemas del propio
compositor. El sentido de los mismos —
ensimismamiento, en terminologia orteguiana). también de que las frases sean esbozadas y provisionalmente, y pidiendo disculpas: el estu-
entre despliegue y repliegue, entre expresión e nunca concluidas: un movimiento bellísimo, una por ante el dolor transmitido en el amor de los
introspección-, y esto es lo característico dd sin- dolo rosa ensoñación a cuyo alrededor se plan- padres, el doloroso itinerario de nuestro cuer-
fomsmo de Tippett. lo que es preciso advertir tea el discurso sinfónica pero que transcurre fue- po, la comprensión y también el olvido del do-
para empezar a comprenderle. Ése planteamien- ra de él. La novedad rítmica del Presio («una lor ajeno, la alucinante visión de un mundo en
to lleva al perfecto equilibrio formal, y por ello especie de scherzo en forma de espep>) no im- que el amor y el mal se desarrollan en medio del
espiritual de la Primera Sinfonía. ¡Qué se advierte pide la ortodoxia formal: en su brevedad tene- dolor— constituye un discurso contrario al de
ya? Que no se suspende sine die la tonalidad, mos una estructura tripartita de sonoridades Beethoven-SchiIler. y por eso la Novena es cita-
sino que se la respeta; que se han asimilado las stravinskianas. con una culminación a manera de da en varias ocasiones. Vivimos tiempos menos
lecciones politonales de los últimos treinta años trio, e implacable secuencia. El clima del Alle- optimistas, más desengañados e informados, y
(ver fecha); que es un discurso original, sin con- gro regresa en el Finóle, con seme|ante carácter el discurso se hace menos utópico y más univer-
cesiones al sentimentalismo: que debe a los neo- decisivo del bajo ostmato y del enfrentamiento sal, mas concreto y menos ideológico Y a Beet-
clásicos tanto como a la propia tradición sinfónica de temas (que. además, lo es de tonalidades). hoven se opone el blues. música de raices negras,
romántica, que si no conoce a (ves no tiene im- Pero tienen lugar claras evocaciones del clima del modos extraeuropeos. La voz de la soprano
portancia, que cualquier elemento expresivo pue Adagio Finalmente: ni Apolo ni Dionisos: nada - -veintitantos minutos de música— continúa, en
de ser adecuado para el discurso sinfónico, que de dioses, héroes si acaso, como Orfeo o Hera- rigor, el discurso emprendido en el Allegro de
se trata de un músico que parece pretenderse cles. Drama, tragedia inclusa pero con una de

78 SCHERZO
DISCOS

la primera parte y se constituye en personaje


dramático-lineo óe un cuadro que recuerda King
Priam. fero estamos mas bien en cuanto al con-
junto de la Sinfonía, en la complejidad y el senti-
Horowitz
do de la medida de The Knot Garden. Como
en la Segunda, un inicio y un frnale se reparten
el discurso, aunque no la totalidad de su sentido.
o la apariencia sustancial
S
La Cuarta Sinfonía se desarrolla en un solo mo- e ha dicho —y es verdad— que todo la cuerda floja de unas grabaciones remo-
vimtento de una media riora de duración: for- arte es esencialmente moderna Lo es tas, anticuadas, supone et encuentro con las
ma sonata con intermedios fpor llamarlos asi), criaturas de Chopin, de Debussy, de Schu-
por su acuse de recibo: ló es porque,
según el siguiente esquema: tema-intermedio I-
antiguo o no. de origen, su destino es siem- mann, de Listz, bajo especies y semblantes
lento-intermedio II scherzo-Ínter medio III-
reex posición. Fbse a la continuidad del discurso, pre nueva y, por ese destino, acredita su |u- no registrados en archivo histórico alguno.
las siete partes están plenamente diferenciadas. ventud renovada. Y de sus dedos demoniacamente ágiles no
Los intermedios son un tributo a la tradición in- Pongo pues, a Vladimir Horowitz por tes- se habla, cuando el milagro se hace natu-
glesa que culminará en Purcell y en ellos no de- tigo de que esto es así. Lo de menos es que ral, segunda naturaleza o quién sabe si pri-
jará Tippett de realizar nuevas citas. Al margen el álbum triple de la EMI que reúne graba- mera. Todo gran pianista hace milagros:
de los elementos formales, o sustentándolos tal pero Horowitz los hace sin que se tome en
cines de Horowitz a lo largo de 21 años
vez. la Cuarta Sinfonía es el original ¡simo De 'a cuenta de ellos, porque el asunto es otro
—1930/1951—rememore al joven y primeri- y transciende el milagro. Si los hubo —que
cuna a la tumba de Tippett. una biografía abs-
tracta sin concesiones al descnptivismo. un nue- zo genio del piano en su edad virginal. Lo los hubo— Horowitz nos los hace olvidar.
vo drama donde lo secuencia I se impone a lo que importa —nos importa ahora— es que
dialéctico (la oposición se da en cada una de las su hacer de aquellos años no ha envejeci- Puestos a destacar —menester arduo
siete partes). Insistiremos en algo que acaso nos do: no envejece, a condición, tan sola de cuando de criaturas vivas y de rostros sin-
atrae como una debilidad- hay otro bellísimo mo- que le abramos el oído (oven. La virginidad gulares ^p. trata—, cabe decir que la Sonata
vimiento lento —la más amplia de las siete del arte y su paraíso difieren de sus parale- de Listz vale con creces todo el álbum. Si
partes— de estremecedora sugerencia. Pero los naturales y terrenales, ponqué una y otro en todo es diferente y único, en Listz Ho-
frente a él. se destapa la súbita violencia del In- son recuperables y no irremisiblemente per- rowitz despeja y barre sus posibles alrede-
termedio II. dores y se queda solo. Le cree, lo crea y.
didos. Para el arte auténtico —Horowitz es
la prueba— todas las veces son primeras más que creible, lo hace evidente: porque
Como complemento al registro de las cuatro lo toma en el lugar adonde él vino a parar:
sinfonías de Tippet. se incluye también la Suite veces.
el tierno y tremendo instrumento llamado
en Re mayor, como en el elepé original de 1982 Lo que ocurre —acontece, más bien—
piaña
dirigido por Solti. Se trata de una obra de es- cuando Horcwttz encuentra en el piano —él
tricto clasicismo, compuesta con motivo del na- puede decir, como Picasso, que no busca: Se ha dicho que, para Horowitz, el piano
cimiento del principe Carlos en 1948. halla— a Bach, a Scarlatti, a Haydn, a Cho- fue un fin en sí misma Su Listz, por el con-
Las interpretaciones, al no haber comparación pin, a Beetnoven, a Schumann. a Listz. a traria revela que acaso lo fue para el mis-
posible, no podemos considerarlas simplemen- Rachmaninoff. a Rimski. a Stravmski o a Pro- mo Listz. no para Horowitz: para éste, es,
te de referencia, pero desde luego si creemos Itofiev, ocurre por primera vez: es música más bien, el principia La omega de Listz
que son de garantía. No se puede hablar de una virgen. Y lo es, porque la suya no es la ver- coincide con el alfa de Horowitz. Y la tradi-
integral por la diferencia de intérpretes, pero al dad abstracta de un conocimiento dado de ción se perpetúa.
fin y al cabo esa cuarta en discordia está puesta Tan sólo una advertencia final. Cuando el
una vez por todas, ni la verdad lógica de una
en sonido por la orquesta y el director que la
partitura escrita, rigurosa en su hibernación autor — Rachmaninoff— reverencia al intér-
encargaron y estrenaron. Como, por otra par-
te, la Tercera (incluida la inigualable Heather Har- impresa, con carácter indeleble. prete —Horowitz— está de más la más li-
per. en un movimiento de bravura que es toda La verdad de Horowitz es la verdad del gera reserva.
una prueba de recursos interpretativos). Junto arte, que no es tal —como advirtió Aristó- No obstante, los limites de una técnica
a la solitaria aportación de Solti. las tres prime- teles en su tiempo—, sino verosimilitud, es rudimentaria son tanto más sensibles cuan-
ras sinfonías suenan en manos de Colín Davis de decir, semejanza de verdad —algo que es- to es más complejo el aparato instrumen-
acuerdo con esas premisas dramáticas que tam- candaliza al espíritu lógico, de suyo farisai- tal. De ahí que la fruición del Tercer
bién ha defendido en el foso (recordemos sus co y escandalizare—. Concierto —compacto tercero— no iguale
grabaciones de The mídsummer marriage y The su interés. Y en todo caso, el melómano de-
Knot Garden para Philips, sello del que. por otra
Sehilter llama tapariencia sustancial! a
esa verosimilitud que es la verdad del arte, be saber que habrá de proveerse el opor-
parte, proceden los registros de las grabaciones tuno filtro —no es asunto físico, sino
de las Sinfonías I y 3 incluidas en este álbum de una verdad que el lógico —Hegel, por
psicológico— para acercarse a la plena frui-
Decca). En cualquier caso, esa garantía la dedu- ejemplo— considera disminuida y que, no
ción de este Horowitz de leyenda.
cimos de un magnifico despliegue sonoro que obstante, podemos entender con más me-
ha permitido, al reeditarse en un álbum de tres nta realizada. Verosimilitud es. en efecto se-
CD. nuestra modesta aproximación i las sinfo- mejanza de verdad y su semblante Joaquín Arnau Amo
nías de Sr. Michael Tippett. —semblante es semejanza—: la verosimiíi-
BACH/BUSONI: Coral BWV/734 SCARLATTI. So™
tud es, en suma, el rostro de la verdad, o Os K. 87,l2i/l8S,'i22. HAYDN: HAYDN Sonaa Mob
uno de los rostros, porque —y esa es la re- XVI Sí CHOP»! Estudia Opus W4-Í-81 Opm 25/3
Santiago Martín Bermúdez velación del arte verdadero, el be Horcwitz. Impromptu n.° í. Nocturno Opus 72/> MBZWZÍS Opus
por ejemplo— la verdad dispone de muchos 711. *ti2 y 5Of3 Sc>*rm-.°3.Oi>ljs51 DEBUSSY: £ i -
TIPPETT: Las Cuatro Sinfonías. Suite en Re ma- ajdhn.'lltpourlBtrpégeicoinposett POuLENC
yor. Orquesta Sinfónica de Londres (I, 2 y 3). rostros. FistourrUe y Toccia n° 2. M Í T H O V Í N : 32 Vtrucia-
Orqueaa Sinfónica de Chicago (4 y Suite). Heat- Una interpretación —recreación, en ne¡ en Da menor WOO SO SCHUMANN: Anaeme.
her Harper, Soprano (3). Dirección: Sin Colín rigor— de Horcwitz es el hallazgo de un ros- Opus 18. Tbc&a en Do mayor. Opus 7 Trjumeswrren.
Dwii(l. 2y 3); SirGeorgSolti (4 y Suite). Gra- tro —uno: irrepetibte— para la verdad de Opus 12/7 Fruí original de t¡ Sanan n" 2. Opus 22
baciones- 1975(1), 1967(2). 1973(3), 1979(4). UCTZ: furiente! (Htnrwtts poetices / /rtyfioat. n.°
un pensamiento cifrado en una partitura. 7). So™» en S menor RACHMANINOFF: Centeno
1981 (Suite). Productores: V. Negri (I y 3), Ja- Tamo da que la partitura sea prolija o sim- pin puna n°3enfte "tenor. Opus JO Prelud>o en Sol
mei Malltraon (4 y Suite). Ingeniero*: K. Wit- ple, farragosa o tenue: Horowitz aprehen- menor Opus 23/5 ftACHMANINOFF Concierto pin
teveen (I y 3). Jantes Look (4 y Suite). atino n" 3 en fíe menor Opus 30 Preludia en Sal me
Ingenieros: K. Witteveen (I y 3). James Look de en ella un rostro y lo describe vivo, con
nor.Opus23/S KJMSKI-KORSAKOV ( v n ( k > R x h m i -
(4 y Suite). 3 CD ADD (I. 2 y 3) DDD (4 y sus señas de identidad olvidadas tras la apa- ntoofl): II vuelo del moscirtkx, STRAVtJSKI Peinjchía
Suite). DECCA 42S 646-2. Libreto explicativo riencia sustancial del gesto hic et nunc. Fbr- Dina &s* PKOKOFIEV TÓÍÍJU Optra u Vluímir
en inglés, francés, alemán e italiano. Poema de que una obra de arte —una Sonata de Honrma — piano- OrquBa Snlónici de Ujn*tt O
la Tercera Sinfonía, sólo en versión original in- Scarlatti. por ejempla o un Estudio de rector AltwrtCoiui 3 CD ADO EMI 76J5362 CD
Gntuciow, Londrtl 1*30-1*51 y B*rl(n Monu'[>|>.
glesa. Duraciones: J6'3I" (I). JJ34" (2). Chopin— no posee un carnet, sino infinitos ttl npnxendo. lng*n*eros ót tocMo dvtconocidoi.
S505 1 (3). 30'37" (4), I4'46" (Suite). Escuchar, por eso, a Horowttz, aun sobre

SCHERZO 79
DISCOS

ESTUDIO DISCOCRAFICO

Un Wagner intensamente dramático


U n desaforado romanticismo baña esta
ópera de la primera madurez wagne-
riana. romanticismo heredado — y ya
transformado— de una tradición en la que be-
bieron Mozart o Weber y que impulsó la co-
Hay, sin duda, muchas bellezas en la parti-
tura. Y Ktemperer las extrae con sabia pacien-
cia. Nadie como él ha dado sentido y
trascendencia, sin caer en la pedantería, a las
intervenciones de los marineros e impulsado
ticamente, ayudado por su característica voz
de bajo barítono, oscura y amplia, aunque po-
bremente timbrada: es relativamente expre-
sivo y resulta, como es habitual en él. poco
variado en su canto. Cortito Unger y pasable
rriente surcada también por los Hoffmann. sus cantos y danzas con tanto vigor y ampli- la Burmeister, Un 10 para el coro.
Spohr, Lortzmg, Marschner o Nicolat. El te- tud hasta el punto de convertir, y de qué con- La versión hasta aquí comentada que, co-
ma legendario, el paisaje brumoso, el entor- vincente manera, en un siniestro y solemne mo se deduce de lo dicho, atesora grandes
no fantasmagórico era lógico que pudieran baile, que preconiza el fatal desenlace, lo que valores, es claramente aventajada en lo tea-
tentar todavía al joven Wagner. que venia de normalmente no es sino un saltarín y alegre tral, como es lógico, por otras que tienen su
tratar la grande opera y, antes, de bucear en motivo. Apoyado en una espléndida y majes- origen en representaciones y que en algún su-
sujetos mágicos y maravillosos siempre caros tuosa Phi¡harmonía (en su etapa con el New puesto provienen directamente del viva En-
a los creadores centroeuropeos y que, a la delante), la batuta, precisa y elocuente, mo- tre ellas convendría destacar, por encima de
postre, determinarían el hallazgo de la mito- rosa y contundente, intensamente dramática la de Nefsson (Bayreuth. 1986; Philips) o la de
Karajan (1985; EMI), la de Bóhm (Bayreuth,
logía en la que descansan algunas de sus obras
1972; DG). no muy bien cantada pero exci-
mejores. Este Holandés, conocido asimismo tante. Mirando hacia atrás, con mucho peor
con el titulo de El buque fantasma, es una sonido, naturalmente, son más importantes
composición irregular, con largos instantes te- que aquéllas, y que las posteriores de estu-
diosos, repeticiones y pasajes en los que fal- dio —Dorati (1962, Decca), con espléndidos
tan tanto la sustancia escénica como el genio London y Rysanek, y Solti (¡977, Decca igual-
musical; pero hay en ella una potencia de es- mente)—, la de Keilberth, arrebatada y ner-
critura, un halo de nervioso y trascendente viosa, quizá demasiado (Decca), y la de
dramatismo, una fuerza de expresión y una Knappertsbusch. de muy sereno y transido
sabiduría narrativa tan grandes que aquellas dramatismo (Cetra), ambas, tan distintas en-
zonas de sombra —peligrosamente cercanas tre sí, provenientes del Festival de Bayreuth
a la rutina— aparecen frecuentemente ilumi- del 55 e incorporando prácticamente los mis-
nadas e integradas en una acción que discu- mos cantantes, con ventaja para la segunda
rre ante nuestros ojos y oídos con unidad de contar con el Enk de Wmdgassen. Las dos
temporal y casi espacial con ritmo y celeri- emplean, además de a una Varnay algo fuera
dad cinematografieos, que. a la postre, alimen- de sitia al alucinado Holandés de Hermann
tan la llama en la que se consume el amor Uhde, que nos comunica todo el patetismo
de la vidente Senta y del sufriente Holandés (un dramatismo de corte más trágico que pro- y lancinante humanidad del personaje a pe-
sar de su canto algo tosco y de su cortedad
y otorgan sentida ya en esta ópera, a uno de piamente romántico: más olimpico que hu-
en la zona aguda. Más atrás en el tiempo en-
los temas recurrentes del autor cual es el de mano; más sereno que desgarrado, todo ello contramos una versión, adquirible hoy en el
la redención por el amor. con muchos entrecomillados) del maestro de sello Acanta, de notable interés, que recoge
Entre las cosas positivas de esta versión en Breslau consigue un fraseo y unos efectos tím- una representación de la Opera de Munich
estudio de Klemperer. felizmente reeditada bricos sensacionales, una coloración oscura y de 1944 Vale la pena hacerse con ella, sin re-
en compacto —que mantiene el excedente so- densa que otorgan un valor y sentido muy parar en la pobre calidad sonora, porque agru-
nido original—, figura, precisamente, la de, sin particulares a su interpretación, cargada de pa, al lado de la experta y magnífica batuta
perder una coherencia y rigor musicales muy significados y de una solidez musical extraor- de Clemens Krauss, a un equipo de cantan-
propios de su batuta, saber alcanzar paulati- dinaria. Es así que. como contrapartida (y no tes de relieve: la Ursuleac (un tanto insegura
namente, con pulso magistral, esa culminación es demérito), otras características, también de afinación), Hann, gran Daland; Ostertag.
sobrenatural, construyendo paso a paso, no- definitorias de la obra, no aparecen o no se digno Enk. y, por y sobre todos. Hans Hot-
ta a nota, el largo proceso psicológico de los destacan en primer plano, sobre todo por el ter, completísimo protagonista, el mejor de
dos personales. Además, el gran director ale- hecho de que el romanticismo que la susten- los grabados con diferencia (incluso superan-
mán, siempre amigo de las cosas bien hechas ta se nos muestra a veces un tanto congela- do a London en arte de canto y en mati-
y bien pensadas, articula de mano maestra las da Claro es que este matiz no podría venir zación).
transiciones, flexibiliza elegantemente los tem- casi nunca explícito en las voces de los solis-
pi —dentro de un discurso sin fisuras—, pla- tas elegidos, valiosos pero lejos de la perfec-
nifica adecuadamente los contrastes y hace ción o al menos de la idoneidad en algún casa
y deja cantar a las voces, que se mueven a Como Anja Silja. instrumento agresiva en
sus anchas a pesar de lo férreo de la recto- punta, que echa bastante carne en el asador, Arturo Reverter
ría, llegando incluso a establecer sin proble vigorosa y valiente, pero con un canto plaga-
mas los lazos que la obra mantiene en tal do de incorrecciones, un agudo poderoso pe-
sentido con las formas italianas, de las que ro estridente y un temperamento caliente
Wagner fue siempre, de uno u otro modo, pero ayuno de lirismo; o como Martti Talve-
deudor. Y no hay más que escuchar, por ejem- ia. que no acaba de encontrar, pese a su enor- WAGNER: Der fliegende Hollánder (El ho-
plo, la manera en la que la orquesta prepara me y recia voz de bajo, su sitio en una parte landés errante). Adam, Silja, Talvela. Koiub,
el terreno a Theo Adam para que. a despe- que le exige escaladas ingratas a lo alto y fra- Unger, Burmeister. Coras de la BBC. Or-
cho de sus indudables limitaciones, inicie co- sear en zonas incómodas; o como Ernst KD- questa New Philharmonia. Director: Oteo
mo en un susurro y dentro de una línea de zub. timbrada homogéneo potente y extenso Ktemperer, EMI CMS 7 63344 2. 3 CD ADD
canto bastante canónica el mágico Wie aus instrumento de tenor spmto. fácil arriba (co- grabados en 1989 recogiendo las tomas rea-
der Femé; o la tranquila y muelle forma en sa más bien rara en los que suelen cantar Wag- lizadas en febrero y marzo de 1968 en los
la que es expuesta la doméstica cantilena dei ner). pero escaso de legato y de delicadeza estudios Abbey Road de Londres Productor:
prosaico Daland: o la medida expresividad en el decir. Fbr su parte Adam incorpora un Peter Andry. Ingenieros de sonido: Alien Stag
que anima la balada de Senta.. convincente Dutschmann. bien visto dramá- 'y Roben Gooch. 2. 31"54".

SO SCHERZO
VIDEOS / LIBROS

Los vídeos de ópera comienzan su to y Fecha de muerte, cuando el libro se inicia


VIDEOS
V incursión —por ahora algo lími-
da— en las parcelas menos fre-
cuentes del gran repertorio En este sentido
con una breve exposición bibliográfica, por lo
que es difícil creer que el lector vaya a bus-
car esos datos por esas entradas. Otros te-
PUCCINI: La Bohéme. Mirella Freni (Mimí).
Luciano Pavarotti (Rodolfo). Gino Quilico la difusión de estos iombardi verdianos es un mas tratados son también poco comentes:
(Marcello). Sandra Pacetci (Musetia). Nico- acierta Fbr lo demás, la escenografía de Agos- Autor proliTica Proceso creador, \fenta. Se
lai Ghiaurov (Colime). Stephen Dickson tmucci es extremadamente funcional Alter- echa, en cambia en falta un aspecto funda-
(Schaunard). ítalo Tajo (Benoit, Alcindoro). na colores mortecinos con rojos vivos, sin mental, el de la interpretación vivaldiana. Kbl-
Coro y Orquesta de la Opera de San Fran- detenerse demasiado en objetos o señales neder ha omitido su historia y problemas
cisco. Director: Tiziano Severini. Decorados: que puedan definir la época de las Cruzadas, actuales, así como las menciones a los intér-
David Mitchell Vestuario: Jeanne Button y Pe- por lo demás muy vagamente sugerida. Ga- pretes vivaldianos. En esta linea, el autor tam-
ter J. Hall. Producción: San Francisco. 1989. vazzem —que fue protagonista de la mítica poco ha recogido ninguna indicación
Realización para TV: Brian Large. Duración; versión de la RAÍ del año 69. con Pavarotti discográfica. Finalmente, el Catálogo resulta
160*. Distribuida por VISUAL (26 VM). y Scotto—, las riendas de la orquesta con re- poco útil. Se detiene en las obras con núme-
lativa apatia, sin la garra ni el slancio que po- ro de opus. pero no detalla los cientos de
Recentísima producción que reú- ne Riccardo Muti en el 'Vferdi de |uventud. composiciones que están fuera de esta cate-
ne, después de algunos años, a Digamos que se trata de una dirección tan fun- goría. En vanos casos, se remite a la entrada
una pareja célebre en esta obra cional como la misma puesta en escena. En que se dedica a cada uno de los géneros.
pucciniana: Freni y Pavarotti Soprano y te- cambio, no ocurre lo mismo con los coros
nor acusan el paso de los años y, en especial, —supervisados por Bertola—. cuya participa- EM.M.
el cambio de repertorio, lo cual repercute ne- ción es tan fundamental en las obras del pri-
gativamente en la adecuación a los persona- mer periodo verdiano. Música y dirección son
íes Aquella frescura y lozanía de las voces que de estimable calidad, llevándose, sin embar-
cuadraban a la perfección con sus respecti- go, el gran abucheo de La Scala. cuyo muy
singular público parece protestarlo todo. PAOLO FABBRI: Monteverdi. Traducción de
vos papeles se suple ahora con mayor inten- Carlos Alonso. Turner Música. Madrid, 1989.
sidad dramática, pero también por medio de Ghena Dimttrova no está a la altura de su
fama. Esto se ve. sobre toda en la tosque- 596 páginas.
trucos y exageraciones. Sin embargo, la pa-
reja sigue funcionando musicalmente, trans- dad de los filados, en los que el sonido está
mal apurado, sin un verdadero control de la Disponemos de una bibliografía musical en
miten en la pantalla mucho encanto y castellano que, cuando se ocupa de figuras con-
sugestión. Esto hace que se olviden los de- respiración. En los pasajes de bravura van no-
tándose los años y sus antaño famosos caño- cretas de compositores, raramente va más atrás
fectos de fraseo, los excesos expresivos. La del clasicismo Bach sería, tal vez, la excepción.
puesta en escena, convencional y poco bri- nazos son ahora mucho menos incendiarios;
cte lodas formas. Dimitrova es una soprano pero la falta de traducción del clásico Spitta
llante, cuenta con una movilidad escénica bas- o del estudio actualizado de Basso dejan el
tante lograda en los momentos cómicos de que siempre gana algo con la segunda audi-
ción. Carreras adapta su bella voz a la ade- panorama muy incompleto. El libro de Hog-
los actos I y IV asi como el problemático ac- wood sobre Haendel, siguiendo con el barro-
to II, que queda bastante bien resuelto (y co- cuada y central tesitura de Oronte y omite
algunos agudos que ha impuesto la tradición. ca no es totalmente satisfactorio (y tiene una
mo era de esperar de la veterania de Large. traducción poco cuidada). Mozart y Beetho-
muy bien fotografiado) Pero nuestro tenor suele cantar casi siempre
fuerte, con múltiples durezas y acentos áspe- ven (ambos en Turner) de los Massin son po-
A la pareja protagónica, que es el reclamo siblemente las monografias más completas
de la edición, acompaña un equipo discreta ros que desequilibran la compostura belcan-
tista de su personaje. Finalmente, Carroli hace sobre creadores musicales ahora disponibles
donde destaca ítalo Taja en los dos papeles en las librerias españolas. Se une ahora este
de viejo burlado. Este animal de teatro roba lo que puede con su buena voz bantonal. que
suena algo agarrotada en muchos momentos, Mortteverdi de la misma editorial, que es el
pantalla (y escena) cuando él aparece, con sus me|or estudio aparecido en español sobre un
setenta y cuatro años. Gino Quilico da muy por ser el estilo de / Lombardi de signo muy
diverso al de las Cava/lenas y Fanciul/as que compositor barroca Fruto de la moderna mu-
bien la talla de Marcello por físico y adema- sicología italiana, el libro sigue las coordena-
nes, no tanto por voz, que es más bien mo- le han dado alguna notoriedad. No merece
la pena hablar de los demás, en general bas- das de estos estudios del país cercano: es
desta desde cualquier ángulo que se tome La decir, ubica con total claridad el producto mu-
Musetta de (a Pacetti es chillona y cortita co- tante flojos.
sical en la sociedad y el momento histórico
mo casi todas las que circulan por ahi, pero en que nació. Fabt>ri detalla las relaciones de
simpatiquísima de ver Ghiaurov es una som- J.M.S.
Monteverdi con sus clientes de la nobleza o
bra vocal de si mismo, además de aparecer la Iglesia y nos pinta con claridad los ambien-
cansado y poco divertido. El Schaunard de tes ciudadanos conocidos por el músico Man-
Dickson es flojisimo. desafina, solfea mal. es tua, \fenecia. Hasta donde es posible siguiendo
aún muy |Oven. parece. Como el director. Se- las fuentes de que disponemos, la biografía
venni. a quien le queda camino por recorrer, LIBROS
del hombre Monteverdi es reconstruida tam-
aunque su labor general es meritoria, propia bién en este texto El trabajo del musicólogo
del que conoce y gusta de la obra. Recomen- WALTER KOLNEDER: Guia de Vivaldi. Tra- italiano se apoya en una columna fundamen-
dable el video si musicalmente uno no es de- ducción de Carmen Bas Alvarez. Alianza Edi- tal, el numeroso aporte documental. Las cir-
masiado exigente. (Viene con libreta bilingüe, torial. Madrid, 1989. 132 páginas. cunstancias que dieron pie a las obras, los
y con detallada información). propósitos de los dos estilos, las disputas, las
Como en la anterior Guía de Mozart. debi- remuneraciones económicas y muchos otros
F.F- da a Ench Valentín, editada por Alianza, este h aspectos son asi dados a la luz en el marco
bro consagrado a Vrvaldi reúne una abundante de este vasto propósito. Como es lógico, el
información sobre Vivaldi bajo la forma de un autor se detiene a analizar los dos grandes
diccionario. Las entradas hacen referencia a los bloques de la creación monteverdiana. ma-
VERDI: I lombardi Ghena Dimitrova (Gisel- títulos de las obras, los géneros practicados drigales y óperas, estudiados con gran rigor.
da). José Carreras (Oronte). Silvano Carroli por el maestro y otras materias relacionadas Se ofrece, finalmente, un catálogo exhausti-
(Pagano). Luigi Roni {Pirro}, etc. Orquesta y con el músico durante su vida o en la poste- vo de las obras del compositor, con indica-
Coros del Teatro La Scala, Milán. Gianandrea ridad. Evidentemente, el libro nos ofrece una ción de las ediciones históricas, antiguas y
Gavazzeni (director). Dirección de escena: G. buena cantidad de datos y por ello su utili- modernas, que han conocida La bibliografía
Agostinucci. Producción: Milán 19B4. Direc- dad no puede negarse. Con todo, algunas de recogida por Fabbn es también completísima.
ción para TV: Brian Large. VHS-Beta (com- las decisiones del autor son cuando menos cu-
patible). Distribución: VISUAL. riosas. Concede entradas a fecha de nacimien- E.M.M.

5CHERZO 81
LA GUIA DE SCHERZO

ian 9. II. 13. 15, le. 18. 20. 9: Franz-Paul Deíter. Slrauss, ger. Marra Joao Pir«, piaña lencia. Manuel Galduf. Maun-
OPERAS 24 de marzo MahEer. Mendehsohn, Mozart, BeetTid' ce André, Rimsky Korsakov.
I?. 18; FrsnzPaul Decker ven 12: Cuarteto de la Filarmóni-
NUEVA YORK Korngold, Rachmanmov, Ooh- 9, IO> I I : Víctor Pablo Pérez. ca de Berlín.
BARCELONA
nanyi. Strau» Jorge Bolet, piano M a t a 13: Ramón Coll. piano.
Gran T*jtro dd Litio Metropolion Opera 23h 24, 25: Franz Paul Decker. Gneg, Rachmaninov Brahms.
MANON LESCAUT (Puccn¡| Nigel Kennedy, vusUn, Hmde- 16. 17. IB: Coro Nacional 15: St. Paul Chamber Orcbes-
I PURITANI (Bellmi) Sagi. Llo- Vfyiter V^ller. Beethoven, Mi-
ns, Blake Con. Echeverría 2h Fulíon. Menotti. Freni, mith. Elgar. DebuBy, tra ChnstOpber Hogwood.
Dvorsky. Taja 1,6. 13. 17.23 30: Franz-Paul Decker. Pai^ sa sofemne Diamond. Mozan. StravinsJcy,
5. B. II. I I de m i n o . 23, 244 25: jan Kreuz.
BORIS GODUNOV (Mus de mano. Tortelier, violoncillo. Scnoen Haydn.
berg. TorTelieT. Haydn, Slran$$. 30.31, ldeabrf:Hans Vbnk. \é: Orquesta MunK¡pal de Va
íorgsk)') Kulka. Ghnurov. Ran- DIE ENTHFUERUNG AUS José Feghali, piaña Moíart.
dova, Donati. R>til, Hiester- DEM SERAIL (Mozart) Levine. lencia. Manuel Galduf. Renata
Orquesta del Teatre LHw-E Tchaikovslty. Scotto. Vicente Ombuena,
manri. Stutzman. Wirnberger. Denler Deva, Kildútt, Win-
EgeP. Rubio. Boldnni 14, 17, 29. \. 5. SdeibríL Orquesta ^ r d i . Donizetti, Pucfini
bergh, Magnusson. 2. 8. IS. Ciclo de Cimara y Polifonía
19 de mano. I, 4. 7 de abril. 21. 24. 27. 30 de mano. Juvenil del Conservatorio de 21: London Phifriarmontf:. Gen-
BadaJona. Coro Infantil dej B d* marzo: Cuarteto de Is- nadi Rozhdestvensky. Schu-
OTELLO (\*rd¡) Klerber. Zeffi- rael 5<n delermmar.
reHi. Ricciarelli, Domingo, Are Britten Et arca de Noé bert, Dvofak, BrahmS'Schoen-
LAS PALMAS 13: jorge Bolel. piano berg.
McCauly. Díaz. S. 9. 12. I i . H IS: New Lordon Consort,
de mano. Fundación Caja de Pensiones
XXII Fenlval de Opw? Carmina Burse* 23: Orquesta FiEarmónica de
7 de marzo: Cuarteto de I*- Bonrr Henben Beissel Beet
AÍDA (\*?rd¡l Rut™ Zefinaro raef. Gertiard, RaveL Brahms 20: Trío Schubert de Madrid
Chiara. Martinucci, Cosotlo SctHjbert. hoven. Medek. Mozart.
PARÍS 14: Trevor Pmnock. clave 25: June Anderson, Micbael
Manuguerra 7, 10 de mano. Fardik. Haendel, Rossini. De-
Opera de la Bastilla Bach. 22: Conjunto Barroco Zara-
SUOR ANGÉLICA. GIANNI 21: Bracha Edén, Aloander banda. Alvaro Marías. ScarJat- bussy. Briíten. Thomas.
SCHICHI (Puccim) Rubio. Ro- LES TROYENS (Berlioz)
Oiung. PIZII Bkimbry, ^ r r e t t , Tamir. prarKíS. Brahíns, Stra ti. Mancim. Telemann, Naudot,
drigiíez Aragón. D'AnHccO'Bal- vinsk/, Bach. Vivaldi.
da™. Herrera, ftjos. Ruiz. 22, Louga;. CourtB. 17, 20. 21, BERLÍN
24, 26. 27. 28. 29. 31 de 28: New American Chamber 27: Orquesta de Cámara Vi Na
24 de marzo. de Madrid. Mercedes Padilla. Orquesta de la Radio
NORMA (Bdlini) |jr¡. Hayashi, mano.
Haydn, janacek, CerveHó. Rowmi. Hauff. Turma. Falla 3. 4 de mano: Bernhard KLee
Dupuy. Lindroos, Graold. 30 Pilak Garnler 29: Cuarteto Glinka. Beetrio Michere Campanella, piano.
de mano, I de abril. Fundadón Joan Miró ven, Shiostakovrch. Franck,.
ORFEO (Manlevertti) Herre- Henze, V^ber, Beethoven.
IS de mano: Caries Santos, I I , 12: Rrccardo Chailly. Bngit-
MADRID meghe. Banditelli Elwes. Me- piano. OrquetQ de RTVE
llon. Boucriot. Paya, Fagotto. 9 22, 23 de n u n o : Arpad Joó. te Fassbaender. Siegtned Lo-
léairo de la Zarzuela de mano. Teatro del Liceo De Pablo, Strauss, renz, Haydn, Mahler,
EL VIAJERO INDISCRETO (De 30 de mano: Orquesta, del 29, 30: Coro FÍTVE. Ffcer
Chacaiei Teatro, ton Maim june An- LISBOA
Pablo) Entinar. Suárez. Cid. Ta- Dreer. Gneg, ffeer Cynt.
rrés. \fergara. Gómez. Alvares. LE MALADE I MAGÍN Al RE de rson
(Charpentier) Chrislie. Viile- Centro para la difusión Fundición GulbenkLan
I I , 14. 16. IS. 10 de marzo. I de mano: Pinchas Zuker-
gier. Les Arts Florissanis. Za- de la música contemporánea
netti. Brua. Rime, Crook. BILBAO mann, violin; Marc Neikrug,
4 de mano: Música Verticale. pnano. Beethoven.
BOLONIA Vise 17, 20.21.22. 23. 24. Sinfónica de Euskadt Bianchmi. Guaccera Ceceare 2: Janos Starlter. ceta. Bach,
27. 28. 39. 30. 31 de n u n o .
Teatro Comurule b de marzo: Édmon Colomer, Ih, Lupone (CircuJo de Beílas Cassadó, rCoda*/
'SIEGFRIED (Wagr*r| Schnei- ügane, Mozart, Artes). 7: flaltet Gulbenkian,
der. Allí. Behrens, Brcht. Pam- ROMA 14: Ensemble Modern. Rinm. 12: St. Paul Chamber Orches-
pudv Rytdl. lerjsalem. 3. 6. 9, Teatro de la Opera LAS PALMAS {Auditorio Nacional}. tra. CnnstOpner Hogwood.
11. 17 de mano. WERTHER (Massenet) Rescig 20-24: Músicos canarios en Diamonds, Mozart, Haydn,
Filarmónica Madrid. 5travinak^
no. Fa«¡ni. Kraus, Bruscantini.
BRUSELAS Senn 10. 13. 17.21. IS.27de I de mario; Pinchas Zkiker- Orquesta Sinfónica de Madrid 13: teter Serkm. piano Brahms
mano. mann, violin: Mark Neikrug, 27 de mano: Manuel Galduf. Busom. Goehr, Beethoven.
Teatro de la Moneda violin. Bwthoven. Palau, Gómez, Rimsky- Bach, Knussen, Lieberson,
DIE ENTHFUERUNG AUS 13: Cuarteto Alexander. Enríe Chopm,
VFENA Lluna, clarinete. Mozart. Korsakov
DEM SERAIL (Mozart| Zender. 22, 23: Orquesta Gulbenkian.
Herrmarm. Winska. Streil, Staaciopera Silva F^rerra. Myung Wha
Sznytka. Korn, Triatt 3, 6, 8, TARRASA Qiung. cello. Braga Santos.
LUISA MILLER (verdi) García
II de nana. Navarra Onenthal Burriiulad- MADRID Dvorak.
Centro Cultural Calxa
ze, CiannelLa, Hinlermeier, D'Estalvts 29. 30; Orquesta Gulbenkian.
LONDRES Rydl. Brendel Ghazanan. 17, Ibermúska Michef Suvierczn^kL Berlioz,
2, 24, 27 de marzo. 6 de marzo: Orquesta Gulben- 22 de mano: Orquesta Filar Lato Weill
Enjliih National Opera DIE MEISTERSINGER VON kian Muhai Tang. Mana joao mónita de Bonn Henbert
THE MIKADO (Gilbert y Sulli- NÜRNBERG (Wagner) Stein Pires, piano Beethoven. Me^- Berssd. Beethcwen, Moart,
van) Bfcwn. Cunnmham. Ga- LONDRES
Schenk. Adam. Rydl. Hornk, delssohn.
rrett. felly. Banks. Nieoll. Donslh. |ahn. 18. 22. 25 de 13' St. Paul Chamber Orches TENERIFE The South Bank Centr*
Angas, Wjlker. « n Alian 2, 7. marzo. tra Chriítopher Hogwood 3 d i mano: Orquesta y Coro
8. 10. 13. lé. 22, 24. IB, 30 Sinfónica de Tcnerfíe BBC Andrew Oavis. Szyma
Adams, Moiart. Slravmsky,
de mano. ' 9, 10 d« m*no Adam Gate nowski. fiey Roger (versión de
CONCIERTOS 17: Filarmónica de Londres. house Lluis Oaret, cello. Bo- concierto).
Covent Gardan Gennadi Roihdestvcrisk/- rodm, Shostakovch. Tchai-
ELEKTaA (Strauss) Solti. Scha kovsk/. 4: PhHharmonia Orchestra
Schubert. Dvorak. Branms- Cario Maria Giuhm. Brartms,
vernoch. friedricr.. Bainbrrdge, Barcelona Schoenberg. 22. 2Í: Víctor Pablo Pérez RaveJ, Stravinsky.
Marton, Lipovsek. Tear. 3. 7, Dmrtn Basnkirov. piaña Fauré. S: Cuarteto Metos. MstisJav
12. I*. 20. 23 de marzo. Ib* re amera nano 2000 Franck. Postropovitch, ceilo 5chubert.
CTELLOfverdi) Downes. Mos- 2 de marzo: Pinchas Zuker- 10 de mano: Mana |cao Pir« 6: English Baroque Solo-sis.
chmsky. Leggate, GilleT. uan Schubert. VALENCIA Monieverdi Cnoir John Eiiot
Alien, Caproni 5. 9. 14. 19 de no. Schuben Gardiner. Bach.
mana, 16: Dinitri Bashkirov. Weber, Palay de la Música
I * St. Paul Chamber Orches- Schurnann. Proltofiev. Debusíy II: Filarmónica de tündres,
I de mano: Sinfonía Varsovia Gennadi Rozhdeswenslty.
tra of Nert York. Christopher Kr?/sztof Ffenderecki. Shosta-
MILÁN Hogwood. Ada/ns. Mozart. Ciclo de la U^vercídid Schubert, Prokofiev, Brahms-
Autónoma kovich. Ffenderecki, Men- Schoenberg.
Slravinsk/. Haydrir ddssohn.
alia Scala lé: Sinfónica de Londres. Gen- 13. 14 de marzo: Orquesta df — KonstanTy Kulka. v.ohn lam
DIE MEISTERSINGER VON nadi Rfthzdestvflnsky. Schu- Cámara de Viena, Phikp^ £n 2: Orquesta Municipal de Va- Burnshde, piano Szymanowski.
NÜRNBERG (Wagnet) Sawa- bert. Dvorak. Brahms tremont. Mozart. rencia. Eduardo Cifré. Men- I2 r Philharmonia Orchestra
ll«ch. lehnhoff Gustafson, Síhoenfterg. IB: Orquesta Fílarmón-ca Oá- delssorin, Debussy. Franck. Giuseppe Sinopofi. Misha
Runfcel, Davies, Rootermg, 14: Rafael Orozca p«ana Schu ^ica de Bonn. Heribert Beissel. 3: Orquesta de Cámara Santa Maisky. cello Elgar
Weikl. Prey. Caizaniga 3. 4. bert. Albéni?. Ravel. Schuberi, Mozart. Cecilia de Roma. Ajesso Vlad. 13: London Phdharmonic, Gen-
10. 14. 17 de mano. 31; Niñoí Cantores de Viena. Haydn. Mozart nadi Rozhdestvensky. Shlomo
LA O.EMENZA Di TITO (Mo Orquesta Oufad de Barcelona 5: Mana Joao Pires, piano. Mintz, violin. ftachmaninov'
zart) Muti. Romans. Winberg. 1 JF 4 de marzo: |o«ph &lwen- Orquesta Nacional 6: Ramón ColL piano. Brahm^. Respighi. Prokofiev. Dvorak,
Menlier, Murray. Sluder, Sur tem. Haydn, Mozart, Ivés 2, X 4 de mano: Leopold Ha 9: Orquesta Municipal de W-

82 SCHERZO
DOSIER

Beniamino Gigli:
Una voz, un siglo

Como Jufddu en Cavallerw Rust'Cána

V
oz de oro, sentimentalidad, lirismo, valentía, sollozos y
terciopelo: ¿Ecos de un siglo de oro que quizás no vuelva a
repetirse? Los homenajes a los grandes del pasado son, a la
vez, un encuentro con los modelos y un ejercicio de melancolía,
Reescucharlos. compararlos, disfrutarlos y discutirlos significa
revivirlos. Gigli puede aceptarse o cuestionarse, pero sin dejar de
mantener elevada la visión, a la altura de las cumbres. Partiendo de
estas premisas, SCHERZO propone a sus lectores este informe.

SCHERZO 83
DOSIER

Un catedrático del canto


La sucesión de Caruso dosier— permite, mediante comparaciones, observar la evolu-
ción de su voz y de su estilo y aquilatar virtudes y defectos,

B
eniamino Gigli fue uno de los tenores que, durante capacidades y limitaciones. Escuchando los primeros discos de
los veinte o treinta años postenores a la prematura Gigli es patente la perfecta impostación, desde el límite grave
muerte (1921) del gran Ennco Caruso, aspiraron a su- del registro de tenor (Re 2. más o menos) al agudo, que en
cederle o. más bien, fueron saludados por el público el primer Gigli no sobrepasaba el Si 3. En toda esa gama la
como posibles herederos de la fama y dominio de la voz es igual, homogénea, suave y cálida; la facilidad de emisión
escena que caracterizaron al tenor napolitano. En Estados Uni- es asombrosa e inmejorable la precisión de los ataques, tanto
dos, y durante los años 20. Gigli y Martmelli se repartieron más en forte como en piano. Así se aprecia, por e|emplo, en uno
o menos equitativamente la mayor parte del amplio reperto- de sus primeros registros, un memorable Dai campi. dai prati
rio en el que Caruso había sido rey y señor. Para aquél, Elisir, de Mefistófeles. Como en todos los tenores de técnica sobre-
Africana. Tosca y Marta; para éste, Verdi en especial, |unto con saliente, referirse a la zona de paso es ocioso, pues el oído es
Carmen, Sansón, La ¡uive y Payasos. El tiempo acabó por se- prácticamente incapaz de hallar la menor discontinuidad tim-
ñalar a Gigli como el heredero más legítimo, por lo menos en brica entre centro y agudo. Atribuir todas estas capacidades
lo que atañe a afecto del público fno en balde se llamaba ben-
laminj y a la copiosa fonografía que ya en aquella época era
base de la popularidad. En este pleito por la herencia de Caru-
so participaron, entonces y después, numerosos contendien-
tes que Laun-Volpi designa en Voces paralelas como sus
epígonos. Visto deste hoy, el litigio tiene tan escaso sentido co-
mo la rivalidad Callas-Tebaldi de los años 50 o la actual de Do-
mingo y Pavarotti. La realidad es que un cantante grande tiene
admiradores numerosos, unos cuantos imitadores y ningún su-
cesor. Asi sucedió con Caruso y Gigli. con Schipa y Tauber, con
Melchior y Rosvaenge; y. para nuestra desgracia, tal parece que
vaya a ocurrir con Kraus y Pavarotti.

Voces paralelas: Gigli y Caruso

Exagerando, dinamos que lo fueron plenamente, por carecer


de punto común alguno. Es cierto que en sus primeros regis-
tros (Milán 1918-19), Gigli recuerda ocasionalmente al Caruso de
los comienzos (Milán 1902-04) por la espontaneidad de la emi-
sión, por el brillo de su timbre y por la facilidad en el agudo.
Pero la evolución de una y otra voz limitó los puntos de con-
tacto a uno bien poco relevante; el uso del sollozo como re-
curso expresivo. El paso de unos pocos años reveló que Caruso
era, ya en origen, una voz más sensual, robusta y broncínea.
más squtllante. con más metal que la de Gigli y, por tanto, más
proclive al estilo y al repertorio heroico (Verdi). para el que
Gigli fue inadecuado. La voz de éste reflejo siempre sus orige- tnr/co Ciruso, colegí de Gigli.
nes como niño cantor durante los que consolidó una técnica
segurísima que no renunciaba al uso de la voz de cabeza, ni a la naturaleza —que, a no dudarla fue generosísima con Gigli—
a los sonidos mixtos, m al íalsetón reforzado, como Lauri-Volpi supone, omitir buena parte de la verdad. Las enseñanzas de
se complacía en señalar. Por supuesto, esta técnica excepcio- Antonio Cotogni y la inteligencia, disciplina y tesón del joven
nal, que Gigli jamás olvido ni aun al abordar al verismo—. Gigli fueron artífices directos de ese milagro vocal que, a los
que le permitía descansar mientras cantaba y que le garantizó 24 años, deslumbró al jurado del Concurso en Parma, que con-
una asombrosa longevidad vocal, era contradictoria con la vis- cluyó asi su evaluación: «Hemos encontrado al tenor».
ceral idad de un animal de escena como Caruso que, entregán- Mediante la emisión ortodoxa y el control perfecto de la res-
dose sin reservas, agotó pronto su capital Fbr el contrario, Gigli piración (rara vez se le oye tomar flato a destiempo) Gigli ad-
solía decir que siempre cantaba con los intereses haciendo va- quirió una excepcional capacidad para regular el sonido (eso
ler su timbre delicado y suave, rico en irisaciones y matices. que los teóricos llamaban messa di voce), del forte al piano
y viceversa, en todas las alturas. Un sonido que podía ir desde
el corpóreo y poderoso, pero nunca abierto o forzado, de que
La voz de Gigli hace gala en Paghacci (1934), hasta los limites mismos del false-
te que usa en su registro del aria de Nadir (Pescadores de fer-
V j o m o es norma, el examen detenido del legado discográfico ias), pasando por la media voz paradisiaca como la llama
del cantante que el lector hallará en otra parte de este Celletti— de sus anas de Mefistófeles o el célebre Sueño de

84 SCHÉRZO
&ENIAMINO GÍGLl

Des Gneux (1931). cantado a flor de labios con modulaciones


que recordaron a muchos al legendario Masini.

El repertorio

E n su dilatada carrera escénica, de 191-4 a 1955, Gigii nunca


abandonó los personajes que le dieron fama en sus años jóve-
nes: Enzo, con el que se presentó en Rovigo, Cavaradossi, Lio-
nel (Marta), el Fausto de Boito, Des Gneux. Rsro Gigli (legó
a alternarlos, avanzada ya su actividad, con Canio, Turiddu y
Chenier —su rol favorito— de los que nos ha dejado excelen-
tes y completos testimonios discográficos. Y es bien sabido que
todas estas criaturas no pueden convivir bajo el mismo techo
sin quebrantar los cimientos de la organización vocal del artis-
ta, salvo si ésta es solidísima y su repertorio sabe espaciar con
prudencia los papeles más dramáticos, como hizo Gigli, que
hasta bien rebasados los 50 años no cantó en escena Payasos.
Bellmi y Domzetti no fueron autores especialmente frecuentes
en sus actuaciones, a excepción de Lucia y Elisir. No obstante
Gigli cantó Norma y Pirata —a cuya exhumación contribuyó—
y también Favorita, Lucrezia y fbliuto. De Verdi, las óperas más
idóneas fueron Rigoletto y Traviata, aunque en su madurez abor-
dó también Trovatore, Forza, Bailo y Aída; de estas dos Últi-
mas poseemos grabación completa. Del repertorio francés tuvo
especial afinidad con Romeo y Julieta y Mignon. De Puccini con-
servamos registros completos de Bohéme, Butterfíy y Tosca,
aunque también cantó La roadme. Y el verismo, triunfante en
Italia durante los primeros treinta años del siglo, fue parte esen-
cial de su carrera: Adriana, Fedora. Cbenier, Zaza, Payasos, Ca-
vallena. Lodoletta, Fritz. Iris... Anotemos aún la presencia
esporádica de la más italiana de las óperas de Wagner: Lo-
hengrin. ftrtiie (1885-1952) como Edgardo en Luoá de Lunmermoor

SCHERZO 8}
DOSIER

gusto, casi siempre cercano al sentimentalismo. Gigli fue hijo de


su tiempo. La importantísima presencia del verismo en su re-
pertorio nos lo ha confirmado ya. y también el entusiasmo con
que grabó mil y una canciones de salón (Tosti y otros), napoli-
tanas o melodras populares de la época. Justo es decir que tanto
Caruso como los coetáneos Fleta. Laun-Volpi. Schipa o Tauber
también lo hicieron. Pero en este repertorio, Gigli no tuvo el
temperamento de Caruso o Fleta, ni la suprema elegancia de
Tauber, ni la inteligencia penetrante y la capacidad evocadora
de Schipa. Gigli se de|ó arrastrar demasiado por la comerciah-
dad, por el gusto popular y cayó ocasionalmente en efectos de-
magógicos muy del favor de sus seguidores, que siempre
esperaban, ya en sus conciertos o tras la Furtiva lagrima, que
Gigh la repitiese y ofreciera como bis Mamma o, acaso. Fumcu-
li, funiculá.
Estas limitaciones estilísticas se vieron favorecidas en parte
por el dudoso gusto de ciertos ambientes musicales en que Gi-
gli se movió durante los años 20 (EE.UU) y 30 (la Italia fascista).
Frente a ellas, en cualquier grabación del tenor hallamos no sólo
a un óptimo cantante sino también a un intérprete capaz de
caracterizar vocalmente a su persona|e. Asi, el Rodolfo de Gi-
gli es una criatura entusiasta, juvenil, vital y apasionada, como
también lo es su Pinkerton. A Chenier, sabe imprimirle el ade-
cuado énfasis y el justo punto demagógico para que sus inter-
venciones en casa de Magdalena o ante el tribunal popular
cobren sentido; y en el Bel di di maggio, no cabe duda de que
quien nos habla es un poeta. También, su Canio es patético,
sincero e inspira lástima sin resultar lacrimógeno ni recurrir a
violencias innecesarias. Naturalmente, las caracterizaciones de
Gigli son siempre más acabadas en las Óperas completas (y con
mayor razón aún, lo eran en teatro) que en las arias sueltas.
uo Ldurt \&*p> zoma Aun asi, se deben mencionar entre sus registros primeros (Mi-
lán, 1918-19) las anas de Mefistófeles y un vibrante Cielo e mar.
que Gigli no superaría en ocasiones posteriores.
El estilo

A l reconsiderar el repertorio de Gigli llama la atención que Conclusión


en él esté casi ausente el bel canto cuando el tenor poseía to-
dos los recursos técnicos y vocales precisos para sentar cáte- E n suma, Gigli poseyó una de las mejores voces de tenor en
dra en la materia. Pero Gigli nunca fue un hombre especialmente este siglo (para John Steane. autor de The granó tradition, pro-
preocupado por los problemas de estilo, y así su Rossmi es casi bablemente la más bella) por calidad intrínseca y, sobre todo,
inexistente y su Mozart (dos anas de Donjuán), defectuoso. por perfección técnica, que le aseguró una larga carrera cuyo
Entre 19-17 y 1949. grabó una docena de arias de los primitivos declive afectó sólo a unos pocos años finales, cuando el tenor
operistas italianos: Monteverdi. Cesti, Carissimi. Caldara y Ales- había rebasado los 60 de edad. Su técnica magistral y la sabia
Sandro Scarlatti, con resultados poco o nada satisfactorios si administración de recursos le permitieron abordar un amplísi-
los juzgamos con criterios actuales. N o obstante, es meritorio mo repertorio —en el que figuraron óperas más dramáticas de
el simple hecho de haber conocido y cantado estas anas, aun las que. en origen, correspondían a su voz— sin renunciar a
en las ediciones espurias de Pansottt. Por supuesto, las batutas los presupuestos básicos de la correcta emisión.
acompañantes, segundonas y con escasos conocimientos esti- Gigli fue una cátedra de canto permanente aplicada a una
lísticos, poco contribuyen al éxito de la empresa cuyo único voz muy hermosa. ¿Qué la faltó, entonces, para ser no sólo
mérito se debe a Gigli, pues aunque se le pueda tildar de lagri- el heredero de Caruso. sino el tenor italiano más destacado
moso y blando, pone en |uego una calidad vocal, un dominio de nuestro siglo? Un mayor rigor estilístico, como tuvieron Schipa
técnico y una dicción excepcionales. Estos factores, en todo o o Pertile, unido a una más amplia cultura musical y a una selec-
en parte, faltan en los llamados especialistas de la hora actual. ción de repertorio más cuidadosa, evitando concesiones al (mal)
muchísimo más cultos que Gigli pero, a menudo, semianalfabe gusto de épocas y ambientes en que desarrolló su carrera. Co-
tos en materia canora y en la leguna del Dante. mo siempre, es digna de meditación la paradoja formulada ha-
Es de lamentar que ira estos registros - y. en general, du- ce vanos siglos: «las voces se dividen en bellas y buenas».
rante toda su carrer. -, Gigli no contase con la colaboración Aceptando esta simplificación. Gigli perteneceria al primer grupo
de un productor de categoría (como lo fue Walter Legge en y Schipa o Pertile al segundo.
el repertorio alemán), que hubiera encauzado me|or el innega- Con todo, el nombre de Beniamino Gigh figura para siempre
ble talento interpretativo de Gigli. pulido su estilo y evitado las en lugar privilegiado dentro de la historia de la linca y su disco-
frencuentes aspiraciones (o haches) intercaladas en los melis- grafia, aunque a menudo anticuada estilísticamente, es fuente
mas. que vician un legato por lo demás ejemplar, tanto más perenne de enseñanza sobre cómo aplicar el arte del canto a
admirable cuanto que en 1947 Gigli se acercaba ya a los sesen- la ópera italiana.
ta años de edad. En este aspecto, en el uso del sollozo como
recurso expresivo y en la exhibición de un pathos de dudoso Roberto Andrade

86 SCHERZO
BENIAMÍNO GIGU

Mis recuerdos de Gigli


A
llá por 1929 compró mi padre un gramófono. Trajo
con él unos discos y entre ellos varios de ópera: tres
o cuatro del Tnstán wagnenano; los del dúo y la
muerte; algunos de Aida. bastantes con romanzas
del Titta Ruffo y el final de Lucia de Lammermoor,
cantada por Bemamino Gigli. Es de entonces el conocimiento
de la voz húmeda, cálida, dulcísima del gran tenor. Su Alma
innamorata fue regalo de horas juveniles y de primeras etapas
en el fervor lineo.
Un año después de iniciada mi actividad critica, en 1944, una
información de agencia daba cuenta del fallecimiento de Benia-
mmo Gigli. En la calle, cada encuentra dio margen para un cam-
bio de impresiones, precedido por la escueta frase: «Ha muerto
Gigli». Casi puedo asegurar que la apostilla resultó invariable:
«Hemos perdido al mejor tenor del mundo. ¡Y sin conocerlo
en Madrid!». Hablé con aficionados puros, insobornables a to-
da tentación superflua. Después, con operófilos impenitentes
más preocupados del intérprete que de la música, del divo que
de la obra. Dos mundos muy distintos, opuestos, incluso, que
convergían para, identificados, lamentar la desaparición del ar-
tista. Luego, antes de cualquier otra reacción, sugerí a los ami-
gos el homenaje: «¿Queréis? Vamos a escuchar algunos discos
impresionados por Gigli. Así nuestro recuerdo se elevará hacia
él conducido por el mejor vehículo: su propia vozn.
Veinticuatro horas más tarde la información fue desmentida.
Gigli no sólo vivia, sino que continuaba dispuesto a persistir en
su labor artística con bríos y afanes, parejos a los derrochados
hasta entonces, en plena actividad y a rendimiento pleno, pre-
miado con triunfos invariables. El comentario, entonces, fue otro:
«¿Será posible que Madrid continúe sin oír su voz inigualable?».
Quedaban excluidos, claro, los aficionados antiguos, los vetera-
nos de la filia operística y. en general, cuantos habían tenido
la fortuna de presenciar sus actuaciones sensacionales fuera de
España, Foto de G'gli dedicada 3 Antonio Fernández Gd.
La emoción que despierta un disco, una retransmisión radio-
fónica, no puede compararse a la sentida cuando se asiste al
recital o a la representación en que interviene el artista. Son moma nupcial. Algo facilitaba las cosas: que en octubre pensaba
pocos, muy pocos los nombres que perduran con intensidad estar en España. Algo, en cambio, lo impidió: que en la misma
en nuestra memoria 51 no hemos podido ser testigos directos fecha cantaba Aída, en Zaragoza, Guardo su telegrama: «Riña
de su valía. Los de verdad excepcionales: Toscanini, Horowitz, ed 10 siamogli vicmi con cuore. Dovendo cantare cui Aída urna-
Heifetz. Gigli... La relación no seria muy amplia ciertamente. ñámente imposibilítalo presenziare cenmonia. Tutto il nostro
Gigli vencía hasta la prueba de la distancia, de la reproducción affetto copia felice.—Riña Beniamino Gigli.t
mecánica. Cuando en esa reunión mortuoria, por fortuna in- Si: no fue un conocimiento más. una relación cordial entre
motivada, seguiamos silenciosamente el curso de su interpre- tantas la que me unió a Gigli, a su hija Riña. En el momento
tación, la melodía que la voz de Gigli desgranaba, pensábamos de elegir una figura linca que represente a las no españolas que
en los comentarios admirados de tantas ocasiones, en la ro- se adentraron en mi afecto no vacilo en la selección. Trataré
manza repetida una y otra vez. en la película, cuya proyección de reflejar los sentimientos y recuerdos que el gran artista sus-
se vuelve a contemplar quizás sólo para disfrutar de nuevo el cita en mí.
aria, el lied, la canción determinada. Sobre la configuración humana del divo se ha escrito mucho
Dos años más tarde, allá por junio de 1946 y en ocasión me- Se habla de sus exigencias e irascibilidades, de sus desplantes
morable, se cumplieron nuestros anhelos. Vino Gigli a Madrid. y nervios injustificados, de sus peregrinas reacciones y, sobre
Actuó en un recital, en dos representaciones de ópera. Pudi- todo, del aire petulante, del gesto olímpico, del pretencioso ade-
mos escucharlo directamente. Y pude también conocer al hom- mán, del tono de superioridad que mortifica y ofende.
bre, establecer con él una relación profesional de mteviuvador Yo deseaba conocer a Bemamino Gigli, recoger las impresio-
y entrevistado, que desembocó pronto en un afecto reciproco, nes de sus primeras horas madrileñas. Y sentí un cierto nervio-
en una comprensión inmediata, sostenida pese a la distancia, sismo justificado. ¿Cuál sería su recepción7 ¡Hasta qué punto
alimentada en cada nueva excursión suya por nuestro país. Gi- cordial su acogida? Siempre ha/ algo molesto en las vecindades
gli. conocedor del acontecimiento familiar que se avecinaba para de toda estrella, cualquiera que sea la especialidad: sus guar-
el nuevo amigo que meses más tarde cambiaba de estado, no daespaldas, sus parientes, secretarios o servidores que, en parte
dudó en ofrecer el máximo regalo, condicionado sólo a la po- por la previa consigna, en parte porque se exceden al cumplir
sibilidad material de cumplirlo: cantar unos motetes en la las órdenes recibidas, hacen del todo intransitable el acceso.

SCHERZO 87
DOSIER

La primera sorpresa es que nadie puso trabas a mi acercamiento Interroga usted al padre, que responde con todo su corazón.
Y menos que nadie, el propio Gigli. Transcribo la entrevista que No quiero que se produzca jamás la impresión de que con mi
publiqué entonces con las impresiones del momento. prestigio intento sostenerla en el terreno musical. Fui del todo
«Pase usted, siéntese, por favor. Estoy a su disposición. Sin contrario a sus deseos artísticos hasta 1943. Después hube de
prisas. No se preocupe. Hablaremos cuanto quieras. ceder. La admirable Ftosina Storchio, fallecida hace apenas un
Frente a mi un hombre sencillo, cordial. La mirada serena. año, y el gran director Tulho Serafín, me hicieron ver la respon-
La palabra fácil, reposada. El gesto sonriente, esbozado apenas sabilidad en que incurria de oponerme. Captaban cualidades
un tinte de melancolía. El aspecto bondadoso. La corrección artísticas excepcionales y la Storchio redondeó con las últimas
exquisita Nada recuerda —¡qué molesto ese recuerdo hecho pinceladas la formación de Riña... Tuve que ceder, pero no sin
de frialdades y despotismo!— que Gigli es un cantante excep- exponerla a la prueba más difícil: cantar La Travtata ante el pú-
cional: que en su torno se te|en estos días las ilusiones máxi- blico de Parma, tildado de intelectual e intransigente. Yo fui el
mas del Madrid operístico. Alfredo. Habla que sostener a la pobre Violeta. Pero me sen-
—Estoy muy satisfecho. Al fin vuelvo a Fspaña, luego de una tía más emocionado que ella,
ausencia prolongada en exceso. ¿Habría nacido usted? En todo —¿Y triunfó?
caso no puede acordarse. Fue por 1917. En el Real. Canté Me- —Sí, si. ¡Triunfó! Tiene una linea de canto...! Pero, excúseme.
fístófeies. Desde entonces me ha sido imposible venir de nue- ¡Ya la escucharán! Son ustedes los que deben opinar, no yo. Le
vo. Yo actuaba, turnándome. en Norte y Suraménca. Sólo me regalo una fotografía en la que padre e hija nos miramos amo-
concedía un descanso de cuatro meses, coincidente con el ca- rosos. Es del famoso debut en Parma. Riña compone una Vio-
lor. No se celebraban aquí funciones. Ahora llego muy leta convincente. Yo un Alfredo que parece retratado después
contento... de comer...
Un coro de sonrisas abiertas apoyadas en la sencillez de Gi-
—Si; tengo un gran respeto a los maravillosos cantante? que gh acogen su frase. Cuando se apagan, ya en pie, ruego:
un dia llevaron triunfal por el mundo el nombre de España. Su —¿Caemos en la anécdota? ¡Es un tópico tan sabroso!
tierra ha sido cuna de las mejores sopranos ligeras del orbe, —Llegué a una ciudad italiana. Dos muchachos me aborda-
de tenores admirables. ¿Cómo olvidar a la Galvany, a María Ba- ron a la puerta del hotel, Su padre, gravemente enfermo, que-
rnentos. a Gayarre. Viñas, Lázaro. Fleta, Cortis? Además, yo ría verme. Le habian amputado las piernas días antes. Fui. Me
me siento embajador del arte italiano, me creo digno repre- captó su simpatía. Sufrí ante sus deseos de ir al teatro aquella
sentante de mi país y le encuentro con el suyo grandes afinida- noche. Y para obtener la renuncia a su propósito temerario
des en lengua, arte y carácter. ¡Lástima grande que el viaje haya canté para él un Spirto gentil emocionado. Esto es todo. Me
de ser tan rápido! pide una anécdota y prefiero el recuerdo que todavía me im-
—Fiero podremos oírle más de una vez... presiona.
—Sí: en el concierto, en Aída y además —ahora mismo aca- Es el propio cantante quien rompe el silencio. Desvia nues-
ba de concertarse— en el Mario Cavaradossi. de Tosca. tros pensamientos hacia un ángulo más risueño:
—La impaciencia de nuestro público no es para descrita. (Cuál -Cuando estuve en España la otra vez me regaló «El Gallo»
es su impresión sobre nuestros aficionados? una oreja. La tomé sin saber qué hacer con ella. La tuve vanas
—¡Oh! Usted puede interrogarme sobre lo que quiera. Pero horas. Luego el aroma me obligó a prescindir de su compañía.
mire, querido; primero yo he de cantar: luego, podríamos ha- Pero los toros, ¡qué bella fiesta! España, ¡qué hermosa es!
blar del público. ¡Es el juez supremo! Yo lo miro con respeto Inicio unas corteses palabras de despedida. Apenas me deja;
y simpatía. —Yo soy el reconocido. Mil gracias. Hasta mañana. No falta-
A nuestro lado Ercole Casali, en funciones de empresario, rá al concierto ¿verdad?
se irrita por teléfono. Gigli, antiguo amigo suyo, sonrie afectuo- Y yo protesto en mi interior: «¡Hasta ahi podían llegar las
so, guiña un poco el ojo izquierdo y tatarea: bromas!».
—Paríate d'amore, caro. He preferido transcribir, con todos los inconvenientes del tra-
Ustedes habrán oido hablar de la reserva y el mutismo a que bajo urgente de actualidad, la entrevista que estableció mi re-
se someten los cantantes cuando se encuentran próximas sus lación inicial con Gigli, Se cumplía el deseo de conocer en
actuaciones. Yo. desde este momento, negó. Gigli no regatea persona a uno de los artistas mundiales a quienes más admiraba.
las palabras que salpica con impresionantes apoyaturas líricas. Gigli —recordemos ahora con brevedad su historia— nació
Su repertorio es muy amplio, casi tanto como el que domina en Recanati el 20 de marzo de 1890. Desde niño, cuando co-
escénicamente. En el transcurso de la conversación me habla menzó a cantar en el coro de la Iglesia de su pequeña ciudad,
de que ha vivido sesenta y dos óperas; de que sus programas sorprendió la voz. Realizó trabajos en el negocio paterno y luego
de conciertos son numerosos. Pero no queda ahi la cosa. Se con un fotógrafo, en busca de medios con los que pagar sus
permite ciertas escapadas a lo frivolo. lecciones de canto. Es ya en 1911 cuando se ve admitido en el
—Esta noche en el ensayo— dice alguien. Conservatorio de Santa Cecilia, y tres años más tarde, en 1914,
—aEsta noche me emborracho bien...»— completa él. cuando alcanza el primer decisivo triunfo: el premio, entre ciento
Luego, ya recobrada la seriedad: cinco aspirantes, del Concurso Internacional de Parma. Premio
Me han llamado el cantor del pueblo. Y me gusta el titulo. de importancia, que liga su nombre al de una ciudad temible
Las napolitanas son mi debilidad —señala su figura nada para los cantantes que saben hasta qué punto en las actuacio-
esbelta—, Y no se olvide el —a plena voz entonada—: Te quie- nes pueden ser victimas, ya no sólo del silencio, de las protes-
ro, morena... tas o siseos de los oyentes, sino también de sus frases oportunas,
Gigli rubrica la frase con uno de sus guiños peculiares. Yo asien agudas, que pulverizan y destrozan los nervios del más tem-
to con malicia. Me corta rápido: plado. Es el propio Gigh quien me contaba la situación de aquel
—¡Hablo de la música, amigo! barítono de voz endeble, con sólo dos notas brillantes, calidad
Restablezco la gravedad perdida. y musicalidad nula y gran ftato, que cifraba su éxito en la inten-
—¿Le importaría hablarme de su hija? sidad y prolongación de la frase de Amonasro en Aída, en la
—En absoluto. De Riña Gigli como artista y enviciada con que confiesa que es Suo patre. Al parecer, el interesado aguar-
espintu artístico no hubiese querido contestar. De mi hija, si. daba el momento con verdadera impaciencia, y cuando llegó.

88 SCHERZO
BENIAMINO GIGLI

situado en el fondo de la escena como si se tratase de la popu- comodidad. Pronto renace la demanda. Es por esa época cuan-
lar vendetta del Rigoletto, aspiró con fuerza, y lenta, despacio- do viene a Madrid, en la visita de que antes se habló. Después
samente, comenzó a moverse hacia las candilejas mientras lo aplaudimos en tres o cuatro viajes más. En 1954. su concier-
prolongaba hasta lo inverosímil la intervención: Suo paaaatre. to en Nueva York es motivo de un triunfo indescriptible. Los
Lo malo es que no bien concluyó de hacerlo, un típico par- de su gira de adiós a Inglaterra en 1956, inmediatamente antes
mesano en la ferocidad lirica, le preguntó a voz en grito: ¿qui?. de su retirada en ese mismo año, están refrendados también
Claro es que apenas pudo concluir el acto entre risas, cuchu- por el éxito más completa En 1957 muere.
fletas y coméntanos jocosos. Desaparece con él un tenor que constituye un hita un sím-
Parma. pues, punto de partida. Uno de los jurados se pro- bolo en la historia linca del orbe. Ftor la voz, por la personali-
duce categórico: <No es suficiente darle el máximo de puntos. dad que desata, en más de treinta años, imitaciones y seguidores
Finalmente, hemos encontrado el tenor». múltiples; por la capacidad inverosímil de abordar todos los re-
Luego es ya todo fácil. En el mismo año, el 14 de octubre, pertorios. He tenido la ocasión de oirle en buen número de
la presentación como tenor de La Gioconda. Un año después, óperas, bien diversas entre si. La oportunidad también de leer
Mefistófeles, con el suceso de apoteosis que le acompañará tan- referencias y comentarios sobre su actuación en otras muchas.
tas veces canta el Dai campi. daiprati. La Scala se le abre, nada Sin la m e p r voluntad de agotar la relación, sin ni aun ordenar-
menos que de la mano de Toscanini con esta misma obra, en la, para simple e|emplo de fuerza probatoria incuestionable, co-
1918. América le espera, dos años después. El Colón de Bue- pio los títulos, aun segura de que habrán sido otros muchos
nos Aires sirve para escalar inmediatamente el Metropolitan los beneficiados por tan excepcional vehículo.
de Nueva York. Comienza ya a designársele como «Caruso lio. La Gioconda, Mefistófeles, Madame Butterfly, El amor de los
En realidad hereda el cetro y la primacía del fabuloso tenor. tres reyes, Mignon, El amigo Fntz. Zarza. Marta, La fuerza del
destino, Wferf/ier; El pescador de perlas,
Tosca, Manon, Lucia de Lammermoor,
Ladoletta, Rondine, Adriana de Lecouv-
reur, Fausto, La Traviata, redora, Andrea
Chenier, La Bohéme, Caballería Rustica-
na, Fbyasos, Aída, La Africana, Elixir de
amor, Manon Lescaut, Loreley, Lohengrin,
Francesca de Rimini, Rigoletto, Un baile
de máscaras. El trovador, Lucrecia Bor-
gia, Guarany, El pirata, Donjuán de Ma-
nara, Romeo y Julieta, Don Juan, La
sonámbula, La artesiana, La favorita...
¿Cómo es posible un tan impresionan-
te muestrario de obras, autores y esti-
los? Creo que por la voz. sí, por la
materia prima; pero antes por el carác-
ter, talismán que todo lo facilita. Sólo así
puede explicarse tan largo trecho en ac-
tivo, tan extenso catálogo.
Retornó Gigli a España, después de
1946, en distintas ocasiones. Actuó en
Madrid, en Barcelona, en provincias: den-
tro de la Quincena Donostiarra, y en
temporadas que lo tenían a él como fi-
Grgti con si nitor del articulo.
gura básica. Mis impresiones más vivas
Gigh no está muy de acuerdo con la relación que establecen se orientan a dos visitas madrileñas —Teatro de la Zarzuela y
quienes le comparan. «Preferirla, simplemente, llamarme Gigh Teatro Fontalba — y una en San Sebastián, anterior a esta última.
I, antes que Caruso II». De una u otra forma, han de ser doce Bordeaba ya Gigli los sesenta años, pero el carácter se man-
años de popularidad, triunfo y absoluto dominio sobre los pú- tenia muy alegre y cordial. Conservo una fotografía de su lle-
blicos, en la escena, y los empresarios y organizadores, en las gada al aeropuerto de Barajas, en pleno verano. A su lado, tras
exigencias. Por no aceptar la reducción general acordada en las él —abierta la camisa blanca sobre la americana de sport, una
revisiones de 1932, Gigh decide el abandono del teatro que había gorra de visera para protegerse de los rayos solares—, un raro
sido su pedestal máxima con|unto de seguidores: el maestro Conrado del Campo, criti-
Desde entonces multiplica sus giras y actuaciones por el mun- co por entonces de El Alcázar, María Llácer, empresaria. ami-
do: Berlín. Buenos Aires, San Francisca Roma.. Corre el tiempa ga, esposa de Ercole Cassali. un niño y... hasta un perro
Ha pasado ya mucho desde que a sus diecisiete años, todavía filarmónico. Se colgó de mi brazo. Cuando le pregunté cómo
con voz de soprano cantó en su debut escénico vestido con venía me dijo.
ropas de mu|er, la protagonista de La fuga di Angélica, de Ales- -¡Más joven que nunca! ¡Y con menos preocupaciones! ¡Verá
sandro Billi. Ha de transcurrir todavía mucho más hasta la reti- cómo estoy de voz! Y. al margen de la expectación y sorpresa
rada. La de Titta Ruffo. la muerte de Chaliapme le convierten, que causaba en quienes pasaban a uno y otro lado, cercanos
sin posible discusión, en el mayor artista lírico de su tiempo. a él curiosos de la proximidad de tan admirable artista, cantó
Un período en que son muchas más las grandes voces que en a plena voz la primera estrofa del O solé mió.
el nuestro. Fiero Gigli se impone. Idolatrado por los públicos Esa fue una de las características permanentes de Gigli. En
alemanes, una falsa interpretación de sus triunfos como signo cualquier momento el derroche de su voz. Bastaba incitarle con
de vinculaciones políticas no existentes, le crean durante un par una referencia para que se arrancase con La donna é mobile,
de años, los inmediatos a la conclusión de la guerra, cierta in- con el O paradiso. con el Addio alia mamma... o con la Vaca

SCHERZO 89
DOSIER

lechera. ¡Qué divertida su versión adornada, con efectos ins- compensar al pobre tenor de las estupideces del libreto.
trumentales y de ambiente'. II mío tesoro, el Lamento di Federico, el comienzo del Spirto
Pero Gigli era todo menos un frivolo, un payaso superficial gentil, el Amor ti vieta. Una furtiva lágrima... ¿Quién podría
e inconsciente. El explicaba muy bien su posición. superar, igualar su dicción? Al borde, si. del sentimentalismo,
—Ha llegado el momento en que yo no debo preocuparme. en el punto justo que desemboca en la cursilería, con una voz
Sé que me queda «X» tiempo, ya no mucho, de voz. Puedo bañada en lágrimas, timbrada, suavísima. ¡Qué delicia! Eso. y
permitirme el lujo de ofrecerla sin reservas... hasta que dure. tantas frases, inadvertidas con otros, a las que él daba realce
Mire usted: yo antes cantaba con el interés: ahora ya canto con singular.
el capital. Cuando se agoten las existencias, a casita, y en paz. Gigli tenia el afán, aun a pesar de lo poco beneficiado que
Antes elegía las obras cómodas, las que no me cansasen, para se veía por su fisico de relativa estatura y línea ventruda, de
resistir más tiempo. Ahora lo canto todo. No hay problema, servir a los personajes con la mayor autenticidad posible. £1,
¿Qué desean oírme en una misma noche: Cavalleria y Payasos!" que filaba con rara facilidad, se negaba, por ejemplo, a utilizar
Y, ¿por qué no darles tal gusto a los aficioandos. si en el fondo este recurso con el Adiós a la vida.
me gusta a mi la prueba y el temperamento me pide esa en- —Quien se despide para siempre de este mundo no está pa-
trega dramática, mucho tiempo vedada? ra fiorituras y delicadezas. Yo canto el fragmento a voz, con
Puede ser que eso lo aclare todo. dramatismo e intensidad. Otra cosa es en el bis. Si me exigen
En cierta oportunidad, y no sin un íntimo rubor, sin un ma- la repetición, interrumpida ya la escena, no cuenta sino la mú-
lestar grande por el atrevimiento, llegué a pedirle que se aso- sica. Y entonces puedo conceder al público lo que busca.
mase a uno de mis programas de Radio Nacional, a la Revista En los últimos años, aunque la voz se conservaba con brillo
de Música qut entonces dirigía. Se trataba de rogarle unas pa- y calidad milagrosa, el diafragma, el fíalo ya no respondían de
labras, unas declaraciones, puesto que era figura de actualidad. manera perfecta. Incluso algún período agudo le preocupaba,
Ya me parecía demasiado, tratándose de un tan gran artista, sin que él mismo quisiese confesárselo. Por otra parte, su senti-
no joven, al que podía suponérsele deseoso de reservar fuer- do de la responsabilidad, su propia estimación, su deseo de
zas para la actuación misma. La sorpresa no es para descrita. responder al prestigio y la cotización, le hacían pasar ratos In-
—De acuerdo. Yo iré a Radio Nacional con usted, pero sólo cómodos.
si me permite cantar, Cuando en Madrid cantó en tres memorables actuaciones,
—Ya somos demasiado famosos como cretinos los tenores, una. Lucia, con Marimí del Pozo, de magnífica protagonista: una,
ya tenemos demasiada fama de estúpidos, como para que nos Manon, y una Bohéme, con Victoria de los Angeles, que se pre-
resistan si no damos lo único bueno que se espera de noso- sentaba, el triunfo extraordinario de nuestra compatriota en
tros: la voz. Lo dicho: o canta o no voy con usted. la obra de Massenet. llegó a excitarle demasiado, sin que ni aun
¡No queria creerlo! Cuando llegó la hora en los muy reduci- su afán de ensalzar los méritos de la joven diva pudiese impe-
dos estudios de Martínez de la Rosa que entonces empleába- dir el reflejo del malestar. ¡No era envidia, no! Era una última
mos, se habían congregado más de un centenar de aspirantes voluntad de mantener un cetro que no dejaba escapar: de pro-
al placer de oír tan de cerca al gran divo. Mis intentos de que bar que Gigli en escena de ninguna forma podía ser eclipsado
el local fuese desalojado, bien rubricados por las órdenes del por nadie, ni aun con voz maravillosa.
Jefe de Emisiones, resultaban estériles. Para colmo alguien dis- Algo recuerdo todavía más significativa En esos últimos años
traia la espera fumando. La atmósfera, densa por momentos, Gigli cantaba, un día sí y otro no, obras tan distintas como las
se hacía irrespirable. Cuanto más dispuesto me sentía a plan- de Mascagni y Leoncavallo en el mismo programa; la de Pucci-
tear con rigor la orden general de abandono, llegó Gigli. Falta- m, que acabamos de citar, en el sucesivo. Esperaba la reacción
ban treinta minutos para el comienza Intenté disculparme, del público afanosa con tanto interés y nerviosismo como un
prometer que todo se remediaría en unos instantes, que ven- novel que todo se lo juega en el debut. Por eso, a pocos días
tilaríamos el estudio. No me dejó seguir. vista, podíamos verle completamente cambiado en la versión
—¿Para qué? —dijo—. No se preocupe. A mi voz ya no le de la misma obra. Fui testigo directo de la experiencia. Había
afectan estas cosas. Que se queden sin quieren. Que fumen. cantado en la Quincena Donostiarra La Bohéme. El éxito re-
¿Qué más da? Eso era cuando no me encontraba fuerte. Aho- sultó sensacional. Con esos antecedentes la repetición madri-
ra, ¡soy un coloso! leña en el Fontalba se anunciaba de apoteosis. Ftero el público
Y para demostrarlo envió al aire, con cualquier melodía im- acudió al teatro a juzgar al superdivo sin considerandos. Hasta
provisada, en tesitura muy aguda, mi propio nombre, soste- la romanza, sus frases fueron aceptadas como de simple trámi-
niendo la última nota: Antonio Fernandez-Ciiiiid. te. Se mascaba en la atmósfera la exigencia expectante. Los más
Cantó Gigli la romanza de Werther y Core ingrato, una can- rigurosos no se lo perdonaron. A los tibios aplausos se mezcla-
ción napolitana que nadie |amás ha dicho ni dirá con la emo- ron algunos muy audibles siseos. Y Gigli se derrumbó, literal-
ción, la gracia, la belleza de timbre, la expresividad y carácter mente. Continuó en toda la obra de forma no brillante, apagado
que él sabía darle. Departió con unos y otros. el timbre como la expresión, muy lejos de resaltar los contras-
—Ahora, vamonos a cenar unos ¡paguetti. ¡Ayudan a con- tes en que abunda. Y la reata fue para los espectadores un
servar la buena salud! motivo cierto de clara desilusión. Para él, de franco disgusto...
La suya, a prueba de concentraciones y de pastas italianas, Pocos, sm embargo, podriamos registrar en su carrera. Des-
se mantenía sólida. Como la calidad. Nadie que haya escucha- de 1914 a 1956, cuarenta y dos años de ininterrumpidos triun-
do a Gigli podrá olvidar muchas de sus versiones. Un ejemplo, fos conseguidos con el talismán de su arte, de su voz, de su
que pude conocer en audición privada: las anas del Don Juan rara simpatía, suponen bagaje más que suficiente para que los
mozartiano. El, después de ofrecérmelas, explicó: meses de pasividad, antes del definitivo adiós, se viesen col-
—Siempre que he podido evité cantar en público Don Juan. mados por gratos recuerdos. El personal quiso exaltar como
representar la ópera. El personaje de Don Octavio me parece se merece la estampa del gran tenor que supo, al tiempo, ser
un verdadera cretino que trenza el rigodón, muy cogidito de un hombre lleno de calidades, hasta esa, tan rara en la familia
la mano de Doña Ana y Doña Elvira, mientras Don Juan se dis- musical de que formaba parte, que es la sencillez.
pone a bírlale la novia. ¡Ah!. pero, ¡qué maravilla de música1 Can-
tarla en conciertos si es un placer grande, porque Mozart quiso Antonio Fernández-Cid
90 SCHERZO
Orquesta Sinfónica
y Coro de RTVE

Marzo
Concierto extraordinario
de Música Española actual
Viernes, 9 de Marzo de 1990 - 20,00 h.

Jorge Fernández Guerra Los ojos verdes


Armando Blanquer Concierto para cuatro trompas y orquesta
Solistas: Luis Morató, José V. Puertos, Enrique Asensi
y Miguel Guerra
Carmelo Bernaola Nostálgico para piano y orquesta
Solista: Joaquín Soriano
Alejandro Yagüe Sinfonía núm. 2. «Gadea»

Director: Árpád Joó

T A Jueves, 22 De Pablo: Senderos del aire


I / I Viernes, 23 R. Strauss: Don Quijote
Sofista: Arturo Muruzábal (violonchelo)

Director: Árpád Joó

15
Jueves, 29 Grieg: Peer Gynt (música incidental completa)
Solistas: Marianna Hirsti (soprano)
Per Vallestad (barítono)
Coro de RTVE

Director: Per Dreier

Horario de los conciertos


Ensayo general
Jueves, a las 20 horas
Jueves, a las 11,00 horas
Viernes, a las 20 horas

Teatro Monumental
MADRID
Los conciertos impares corresponden al Abono A
Los conciertos pares corresponden al Abono B
DOSIER

II tenore assoluto

L
a voz de tenor, tal como la conocemos hoy en dia, es
una adquisición relativamente tardía en la historia del
canto, Sólo en el romanticismo, a partir de Manuel Gar-
da, se desenvuelve el registro tenonl completo, equi-
valente, en escritura, al de la soprano, pero que resuena
una octava más grave que aquélla. El desarrollo de una técnica
de resonadores nasales y craneanos amplia la extensión de la
voz aguda varonil y la empareja con la de quien, hasta ese mo-
mento, había sido la protagonista del espectáculo vocal: la
soprano.
La misma etimología de soprano sugiere, a partir del adver-
bio sopra (arriba) que luce más quien llega más alto en la esca-
lera imaginaria de la voz. la escala. Los tenores románticos,
servidos por las partituras condignas de Rossim, Bellini y Doni-
zetti, escalaron posiciones hasta ponerse igualmente sopra que
las sopranos. Desde ese momento, el protagonismo vocal de
la ópera es compartido por las voces agudas, las dos eminen-
cias de la población cantante.
Una especialización creciente hace que las sopranos se incli-
nen a lo dramático o ligero, lo lírico o lo spinto, y algo similar
ocurre con los tenores: los habrá heroicos, líricos, de gracia,
de medio carácter, etc. Cada uno llevará al extremo el perfil
de sus caracteres vocales. Un tenor de gracia será galante y
espiritual, acariciante pero no penetrante, servirá para evocar
a los principes azules que turban los sueños de las muchachas
pero sin dejarse tocar por ellas. Un héroe predador y comba-
tivo será mejor servido por tenores dramáticos. Un galán algo
alocado y con entusiasmos de diverso talante será la presa del
tenor lírico. Y asi sucesivamente.
Cuando Beniamino Gigh aparece en la palestra operística el
rodaje de la voz de tenor tiene, en ese sentido moderno, unos
cien años. Período, como se ve, más que generoso para hacer
un balance. Y para algo más: para repartirse la herencia de En-
nco Caruso.
En efecto, por razones intrínsecas (su extraordinaria y anó-
mala valía como voz y como canto) y extrínsecas (su promo-
ción en el mercado norteamericano) Caruso se convierte en
el gran mito tenonl de la época. Lo curioso del asunto resulta
que Caruso es, como fisiología de tenor, una gloriosa anorma-
lidad. Los laringólogos (recuerdo ahora mismo al doctor De Lu-
ca, que oteó las gargantas de la ópera durante medio siglo en
el teatro Colón de Buenos Aires), observaron que sus cuerdas
vocales eran blancas como las de un barítono, y no sonrosadas
como las de un tenor. Escuchando al gran napolitano se ad-
vierte que su centro es de una solidez y, a veces, de una sono-
ra pastosidad baritonal. Recuérdense sus grabaciones del
prólogo de I pagliacci. en tesitura de barítono, y sus dúos con
Titta Ruffo, en los cuales, a veces, produce perplejidad la con-
fusión de los timbres.
La herencia de Caruso se divide según especialidades y ca-
racteres de vocalidad y repertorio. En esos tiempos, en la dé-
cada de los veinte, el panorama operístico italiano está
dominado por el verismo, no sólo porque están en activo sus
principales compositores, sino porque el criterio de interpre-
tación hegemónico apela a nociones como verdad, naturalidad,
autenticidad, etc, propias de un enfoque n atura lista- ven sta del
teatro musical. Ni éxtasis wagnenano. ni pasión verdiana, ni su- D05 p&sonáfes de G>gl> Arnbs (orno
Guóltier en «El Piralá* de Bellini. ába¡o
blirne lirismo virtuoso del bel canto, ni serenidad clásica: ver- como Efvmo en *La Sonámbula» tembien
dad, desgarrada y entrañable verdad. de Seto

92 SCHERZO
&ENIAMÍNO GIGLI

de gracia, confidencial y sedante, privilegiando la elegancia del


decir sobre la expresividad, entendida como volcado hace afue-
ra de la vivencia musical.
¿Dónde queda Gigli en este panorama esplendoroso de la
historia tenoril? Curiosamente, en un periodo donde los teno-
res dominaron el mercado operístico, desplazando a las sopra-
nos, es decir, en un tiempo que exigía perfilarse y especializarse,
Gigli tendió a no hacerlo, es decir a describir el mito del tenor
absoluto, que es todos los tenores a la vez y ninguno en parti-
cular. Fbr otra parte, su carrera fue tan extensa que pudo asis-
tir a un nuevo renacimiento sopranil en la década del cincuenta
(la del tándem Callas-Tebaldi). sin sospechar que el divismo pa-
saría a los directores de orquesta en la década del sesenta (con
Karajan como modelo) y que hoy estaríamos sometidos al Olim-
po de los directores de escena, con su constelación de técni-
cas escenográficas y lumínicas de mágica perfección.
Gigh (otros los explicarán m e p r en este informe) era un te-
nor esencialmente lírico, pero ello debido a que la cuerda te-
noril italiana, salvo las excepciones apuntadas, lo es. A partir
de su lirismo, asentado en un centro vocal a la vez ancho y ater-
ciopelado, de una maestría de emisión que iba del sonido abier-
to y de amplio vibrato a la voz mixta que une la emisión franca
con el falsete, Gigli irradiaba sobre repertorios muy generosos.
Pero en ninguno penetraba como especialista, lo cual le habili-
tó para superar las limitaciones expresivas del verismo, que tor-
nan un tanto anticuadas las prestaciones de algunos ilustres
colegas suyos.
Gigli era apasionado en Verdi, pero era romántico en los ve-
ristas, daba vibración contemporánea a los héroes donizettia-
nos y evocaba a los clásicos con delectación ochocentista. No
era un estilista perfilado, pero matizaba su central sentimentali-
dad y su linsmo acariciante según se lo exigieran las diversas
partituras.
Su Andrea Chénier (¿su mejor encarnación como persona-
je?) es un cantor cegado por el lirismo. Su Radamés es un sol-
dado perdido por la fe en su propio heroísmo. Su Ricardo en
Un bailo in mascbera es un seductor seducido por sus propias
artes irresistibles, algo ambiguo en su acercamiento al pa|e y
al amigo que es el mando de su amada. Su payaso es un rufián
envejecido y quejoso, al cual una muchacha cachonda y desa-
prensiva obliga al crimen. Su Tunddu es un chico atolondrado
que, de última, sabe asumir su responsabilidad y hacerse casti-
gar en un acto de primitiva caballerosidad. El arrebato de su
Des Gneux y su Don |osé pertenecen al ejercicio más vasto
y compiejo de la maquinaria melodramática.
Y aqui llegamos, tal vez, al meollo del arte interpretativo gi-
gliano: Beniammo fue el mayor de los artistas de melodrama
y de los pocos que entendió la ópera como definitivamente
melodramática, en el sentido de drama articulado en situacio-
nes contrapuestas y peraltado por la mediación enfatizante de
la música. Gigli entiende que el tenor operístico ha de transmi-
tir sus confidencias con la exterioridad suficiente como para que
acaricien el oido de quien está en el paraíso del teatro. Se tra-
ta, justamente, de elevar el dolor y la ufanía del cantante a las
Arriba como Nemorvio •LBhsM d'Amore* de Dorntetti. ibsjo como Alfredo alturas del Paraíso.
en «¿j Travista* de Verdi
El tenor absoluto es. evidentemente, un mito. Psro basta con
Giovanm Martinelli hereda el heroísmo vocal carusiano. des- creer en él para que empiece a tener existencia real. Gigh des-
tacando en los papeles de tenor dramático o, por m e p r decir, pachó papeles pesados con eiemplar gallardía (los ya citados
spinto. siendo que, rigurosamente, tal vez sólo el Fbllione de más don Alvaro, por ejemplo), pero empezó y terminó en ple-
Norma y el verdiano Ótelo son, en la ópera italiana, partes no medio lineo: Enzo Grimaldo y Nemonno, pasando como
heroicas. Aureliano Ffertile es el tenor vensta por antonoma sobre ascuas por el reatado vensta y el arrebato cantable del
sia. cuidadoso del decir, la intencionalidad y el fraseo exigido Lons Ipanov de fedora. Todo con maestría incomparable y ca-
por la situación dramática. Giacomo LaunA/blpi es, con una te- lidad vocal inconfundible, fatto alia Gigli, convirtiendo su tarea
situra amplia y poco definida. el tenor como el dominador es- en un universo.
cénico, preocupado por la eficacia y pregnancia de sus agudos.
Tito Schipa. en la línea de Garbín y Anselmi. restaura el canto Blas Macamoro

SCHERZO 93
DOSIER

Cinco miradas sobre Gigli


Recogemos aquí, en este aparcado, impresiones y juicios sobre Benia-
mino Gigli formulados por ilustres personalidades: Teresa Berganza, Gia-
como Laurí-Volpi, el pianista Antonio de Raco, el musicólogo Enzo Valenti
Ferro y el músico y escritor Pablo Sorozábal Serrano.

m j,cuché a Ggli en el teatro Colón de Buenos Aires, a po-


A - f co de terminar la Segunda Guerra Mundial. Fbr supues-
* J to, conocía y reconocía su voz, tantas veces registrada por
el disco y oída en emisiones de radia pero me encontraba con
Cigli «en vivo y en directo" por primera vez.
El tenor había cantado en numerosas temporadas porteñas.
La sala estaba expectante. Largamente cincuentón, tal vez sus
medios estuvieran disminuidos. Fbr otra parte, sus simpatías
fascistas tenían descontento a un sector del público. Otros pen-
saban que su arte estaba más allá o más acá de sus posiciones
políticas.
Salió Cigh como Radamés y, a los pocos compases, atacó la
Celeste Aída. Le bastó una romanza para unificar la opinión
de la sala. Su voz. si no especialmente grande, tenía una vibra-
ción constante que recordaba la capacidad del mercurio de li-
garse con todas las materias y meterse en todos los huecos.
Era una voz dorada, acariciante aún en el forte, de registros
generosos, poderosa de presencia hasta en el pianissimo, y que
conservaba toda su lozanía timbnca.
En el cartel siguió Tosca. Tras E lucevan le stelle estalló una
ovación de veinte minutos. Entre bambalinas, se consultó al di-
rector del teatro para que autorizara el bis. prohibido severa-
mente en el Colón y la excepción histórica tuvo lugar.
Gigli es el más grande tenor que yo haya oído. Si Tito Schipa
resultaba insuperable en la media voz y en su elegante expresi-
vidad di grazia. Beniammo lo excedía en registra y en calidad
de medios.

Antonio de Raco

ientras en la voz de Caruso bajos, centros y agudos

M constituían una metálica y varonil urdimbre, en la de


Gigli quedaban escindidos, por emisión y color, acen-
tuando el carácter melifluo de los sonidos, que es una peculia-
ridad del tenor de Recanati. Este, de }ovencito, frecuentaba la
Schola Cantorum de la Santa Casa de Loreto. donde había ejer-
citado su voz blanca de falsetón reforzado, que un dia sabría
utilizar de maravilla.
N o podía, pues llamarse heredero de Caruso quien segura
un método completamente distinto y se proponía una finali-
dad artística completamente distinta. Aunque en Loreto la can- A Gigli se le reconoce la prioridad en la introducción del fal-
dida voz ignoraba la técnica del smgbiozzo (sollozo), que más sete como método de fonación en la escuela italiana, convali-
tarde, ya adulta y célebre, la tendría, a veces, deformada y mor- dándolo al nivel del misto clásico y de la media-voz, peculiares
tificada. El sollozo, como recurso, logra dos objetivos: produce de la vieja escuela, practicada en el 800, después de la apari-
la ilusión de un sentimiento profundo en quien escucha y la sen- ción de la voz viril de tenor en Duprez, vencedor del híbrido
sación, a quien lo utiliza, de asegurar el ataque de la nota. Es. Nournt, que. no obstante, sólo en los agudos y sobreagudos
en suma, un golpe de glotis exagerado y, al mismo tiempo, una se servia del mal gusto de los sonidos indeferenciados.
forma engañosa de efusión lírica. El canto no es un juego de
recovecos y de artificios pour épater les bourgeois. De todo
lo cual el recanatés era perfectamente consciente para no abusar. Giacomo Lauri-Volpí

94 SCHERZO
BENÍAMINO GIGU

do plano, ocupado el primero por la expresividad


dramática y por una sobria y precisa musicalidad,
parecida a la de nuestro genial Pavarotti. En el dúo
final creí morirme yo también (María Canigha da-
ba una espléndida réplica a Gigli). Aquella música
estremecedoramente bella, la del citado dúo, me
hacia morir. De puro placer. Sí, no veo razón para
no decir que aquella tarde morí. ¿Fbr qué no iba
a morir?

Pablo Sorozábal Serrano

.acorto PüCCift

a mediatización ha invadido también -por

L desgracia— el mundo de la linca y particu-


larmente el mundo del canta La valorización
de nuestro arte se encuenta siempre ba|O peli-
gro inminente de alud informativo. Voces buenas
y voces malas utilizan la relación pública y de pren-
sa para realizar un comercio, innoble la mayoría
de las veces. A este fenómeno no es ajena la per-
sonalidad de Beniamino Gigli.
Como tantos otros en su época. Gigli llegó a
la escena bajo la sombra aplastante de Enrico Ca-
ruso y buscó liberarse a toda costa de la inevita-
ble comparación. Fue un industrial de la voz y un
especialista de la publicidad, trazando un camino
que después ha sido seguido lastimosamente por
muchos otros tenores, en especial los contemporáneos. Yo siem-
j Qué era Gigli? ¿Sólo una voz? ¿Una voz y una técnica? ¿Un in-
pre ha creído que las voces buenas se acreditan por si mismas
térprete?
y no tienen por qué descender a la arena comercial. La voz
Si, una voz bellísima, extensa ¡aunque no sin alguna limita-
de Gigli, guardada en numerosas grabaciones y que yo pude
ción), homogénea, tersa; una técnica de primer orden que la ex-
todavía escuchar una vez en mi |uventud. era óptima. Tenía color
periencia —y en su momento la necesidad— fueron enriquecien-
cálido, maravilloso en el registro central pero siempre justo y
do gradualmente con recursos ad-hoc, y un intérprete vocal (no
equilibrado en los extremos; su timbre probablemente irrepe-
podemos adjudicarle cualidades de actor que de ningún modo po-
tible en la semejanza, sorprende por la exquisita musicalidad
seía) musical y sensible que sabía aplicar a cada frase la inflexión
que lo reviste y acompaña. Una sola recomendación: deleitar-
vocal y el color más adecuado, del mismo modo que el gran violi-
se en su interpretación de La Gioconda de Fbnchieli. Nadie le
nista maneja el vibrato de acuerdo con el tipo de expresión que
ha superado todavía.
requiere el carácter de determinado pasaje. Si. Gigli era ciertamente
eso y aún más: era un estilo de canto. Un estilo que le era absolu-
Teresa Berganza tamente propio, inconfundible e intransferible y una actitud per-
manente de apasionada entrega. Un canto mórbida palpitante que
se adornaba con cautivantes modulaciones expresivas. El uso de
la media voz fue uno de los grandes atractivos de su canta aun-
enía yo doce años cuando dos gozosos privilegios me fue-

T ron concedidos: conocer Buenos Aires {ciudad mágica,


fascinante) y ver. por vez primera en mi vida, una ópera,
Aída, protagonizada por Benammo Gigli, en el Teatro Colón.
que a veces se tratara de genuinos falsetes magistral mente enmas-
carados, así como la colocación nasal de algunos sonidos y el uso
frecuente del stnghiozzo como recurso expresivo, pusieron alguna
mácula en el misma Toscanini sostenía que Gigli tenía una voz «con
Vi la representación desde un palco semisótano. El escenario
el sollozo a flor de piel» y ésta fue la causa por la cual lo descartó
se divisaba en escorzo, pero la acústica era excelente.
como probable intérprete del rol de Calaf en el estreno de Tíiran-
Aquella tarde sufrí tres terribles coups de foudre: me ena-
dot. que confió a Fleta. Por otra parte, es bien sabido que Gigli
moré perdidamente de una bailarina que salía semidesnuda,
no era un tenor agudo F^ro era tal el cúmulo de virtudes que ate-
me enamoré de Gigli y me enamoré de Verdi. Gigli era un vie-
soraba esa magnífica gola, que nada podía empequeñecer su
jo tripón y calvo, pero cantaba como Dios. Su voz, muy lírica,
grandeza.
muy redonda, de timbre dulce, conservaba, pese a la edad,
potencia y un vibrato perfectamente controlado.
La manejaba con maestría, pero ésta quedaba en un segun- Enzo Vahntí Ferro

SCHERZO 93
DOSIER

Beniamino Gigli en España


eniammo Gigli debuta en España el 17 de marzo de 1917. dificultades se hacen abrumadoras para todos cuando un apa-

B En el Teatro Real de Madrid canta Mefistófeles, lo que


supone su primera actuación fuera de Italia. De ahi pasa
a la temporada de Volpini, en el Liceo de Barcelona, donde
gón inoportuno deja casi en sombras, con resplandores tenues
escenario y foso del Albéniz y Argenta dirige a impulsos de su
enorme decisión y titánica voluntad el difícil cuadro de la apo-
canta La Gioconda el 7 de abril al lado del barítono José Segu- teosis de Radamé5». En la siguiente función no estuvo tampo-
ra Tallién y la soprano (ulIien-Ventunni, quien sustituye a la in- co ausente el lado pintoresco. Ante la súbita indisposición de
dispuesta Fbli-Randaao. El Diario de Barcelona hablaba del tenor Gigli fue encargado de sustituirle a última hora el baritono Eduar-
en los siguientes términos: «el Sr. Giglt lució una voz bonita y do Ordóñez, a quien su maestro Luis Arnedillo habia encauza-
bien timbrada, especialmente en las notas que no se apartan do hacia los cometidos de tenor, más adecuados a sus
del registro central. Fraseo con gran claridad y obtuvo un fran- características vocales. Además de tenor. Ordóñez era aboga-
co éxitos. Por su parte, La Vanguardia señalaba: sla novedad do, centrocampista del Atlético de Madrid, profesor de canto
fue el |oven tenor Gigli, artista discreto, pero excelente cantan- y, más tarde, entrenador del equipo de fútbol de La Habana,
te, de voz segura y timbrada, que causó una excelente im- El Diario ABC recoge en sus páginas dedicadas a espectáculos
presión». un pintoresco anuncio de esta función: «Domingo, 9 de junio.
El II de abril canta de nuevo Meftstófeles al lado de Ofelia Extraordinaria y última Aída, por los eminentes divos Mana Ca-
Nieto y Luigi Nicoletti. El Diario de Barcelona tributa grandes níglia. Ebe Stignani y Gino Bechi. y los ¡lustres Eduardo Ordó-
honores al tenor y a la soprano, y es La Vanguardia quien en ñez y Giulio Nen. Butaca 100 pesetas». En verdad, resulta
esta ocasión muestra su dureza con los |óvenes cantantes: «el curioso el matiz diferenciador que convierte a unos en eminentes
Sr. Gigli y la Srta. Nieto tienen bonitas voces, pero insuficien- y a los demás simplemente en ¡lustres.
tes para despertar entusiasma Gigli tiene la suya hermosamente
timbrada y canta con afinación; sin embargo, no la mantiene
igual en todos los registros y desmerece en los graves. Es, ade-
más, artista de escasos recursos». Firma la critica el muy seve-
ro Antonio Massisimo, pero José María Barcena rompe una lanza
a favor del tenor, afirmando que fue el artista requerido en ma-
yor número de funciones. Y añade: «cantó tres veces La Gio-
conda y cinco Mefistófeles. Las dos últimas de Mefistófeles. ante
el enorme éxito obtenido, se ofrecieron desplazando a las pre-
vistas de Roberto Devereux».
Beniamino Gigli tardó veintinueve años en regresar a nues-
tro pais, un hecho harto incomprensible. Francisco Gutiérrez
Llano (I), experto en temas relacionados con el canto, sugiere
la posibilidad de que el triunfo sostenido del tenor durante los
años veinte y treinta hizo a Gigli olvidar completamente nues-
tro país y no volver a caer en la cuenta de su existencia hasta
después de la II Guerra Mundial, en que el cierre de muchos
teatros italianos y la caída del fascismo de Mussolini bien pu-
dieron refrescarle la memoria.
El I de ¡unió de 1946 redebutó Gigli en el Teatro Albéniz de
Madrid, acompañado por su hija Rma, con la que cantó un dúo
de LAmico Fntz supuestamente memorable. Dirigió la orques-
ta Ataúlfo Argenta, un acompañante de excepción, quien acom-
pañó a Gigli al piano en las populares napolitanas ofrecidas en
calidad de propinas. Para Regmo Sainz de la Maza, que escribía
entonces en ABC. Gigli era el más esperado de todos los te-
nores: «tenía esa naturaleza fabulosa —dice—, esa calidad de Gtgli preparándose para cantar La Bonéme con ÍU htp Rtns

vibración que enriquece la melodía con inflexiones y acentos


purísimos, lo que pudo comprobarse en páginas como Aman- El 29 de agosto debuta Gigli en el Teatro Amaga de Bilbao,
lli. Nina o ei Vestí la Ciubba, que fue obligado a bisar. con Manon. Para el crítico de El Correo Español, la actuación
Dos dias después canta Tosca, al lado de Caniglia y Bechi, de Gigli fue un éxito, pero se esperaba más calor y brillantez
e inaugura aquella gloriosa temporada de ópera del Albéniz. en los agudos de quien venia precedido por la fama de ser el
Fue un triunfo colosal, en toda regla, y según las crónicas de mejor tener del mundo. El día 31 encabeza Gigli un memora-
la época superó su propia marca en el E lucevan le stella, pro- ble reparto de Bobéme. al lado de Favero. Torrentó y Raimun-
digando toda suerte de filigranas. El dia 4 canta una Aída junto do Torres. El critico de El Correo dice que meioró su actuación
a Caniglia, Stignani. Bechi. Neri y Ataúlfo Argenta, según todos de Manon y bisó con fortuna la romanza, pero persiste en su
los testimonios, histórica. El reparto habla por s! solo. El crítico obsesión por la falta de brillantez en los agudos El critico se
Antonio Fernández Cid refiere una anécdota ocurrida el dia del referia en términos más entusiastas a la Cavallena y los Paya-
estreno que pone de relieve la gran preparación musical de Ar- sos cantados por el tenor el 3 de septiembre: «por fin en Bil-
genta. «El maestro dirigirá en única demostración al frente de bao se oyó el Gigli esperado, se prodigó sin tasa y bisó las arias*.
una compañía de ópera, a todo el conjunto de superdivos del Él 5 de septiembre canta La Bonéme en Santander y vuelve
Real de Roma, que cantan Aída por él gobernados: la Caniglia, a bisar la romanza. El 7 del mismo mes, ahora en San Sebas-
la Stignam. Beniamino Gigli. Gmo Bechi y Giulio Nen (2). Las tián, canta Manon, el 10 Tosca y el 12 Cavallena y Payasos, en

96 SCHERZO
BENIAMÍNO GIGU

escenarios, En realidad. Gigh era un divo en el más absoluto


sentido de la palabra, sabia perfectamente dónde le convenia
cantar y no dejaba mucho espacio al altruismo. La famosa so-
prano Gma Cigna solia decir que Gigli tenia vocación de pri-
madonna y que era capaz de hacer cualquier jugarreta a un
compañero de reparto a fin de que no sobresaliera por enci-
ma de él. Oportunamente, unas lineas más abajo, la propia Vic-
tona de los Angeles nos dará su versión a este respecto (4).
La última visita española de Bemamino Gigli se inició con un
recital en el Teatro Calderón de Madrid, que tuvo lugar el 22
de marzo de 1947. Fue el preludio de su debut en el Teatro
de la Zarzuela, donde el 25 cantó Manon, unos días más tarde
Lucia di Lammermoor —con Marimi del Pozo— y finalmente
La Bohéme. Además de la presencia de Giglí. lo que hace his-
tóricas a las funciones de Manon y Bohéme es nada menos que
el debut operístico de la joven soprano catalana Victoria de
los Angeles al frente de un espléndido reparto que completa-
ban el barítono Giuseppe Manacchim y el bajo Chano Gonza-
lo. El testimonio de la propia Victoria de los Angeles es un
manifiesto elocuente del modo en que han vanado los méto-
dos si comparamos la época de Gigli con la nuestra. La sopra-
no afirma que conoció a Beniammo Gigii en el momento en
que se alzó el telón y dio comienzo la Manon. En las funciones
que cantó con Gíglí jamás cruzaron palabra que merezca la pe-
na ser recordada, lo que en la actualidad, aunque el divismo
no haya muerto del todo, nos resulta cuando menos insólito.
Las instrucciones escénicas las transmitía Gigli a la compañía
por conducto del Maestro Zamboni, director de la orquesta,
lo que evitaba al gran divo tener que acudir a los ensayos.
Todo ello explica los monumentales celos de Beniammo al
Como Mario en Tosa efe Pucant. comprobar que la crítica habló casi más de la |Oven debutante
que del todopoderoso tenor, Efectivamente, en su critica del
día siguiente paraíASCRegmo Samzde la Maza consagra la ma-
la que además de los bises correspondientes cantó también el yor parte del espacio a la glosa del debut de la soprano catala-
interno de Arlequín. El 16 volverá a los atriles La Bohéme, el na, mientras que Antonio Fernández Cid. por su parte, en su
18 el Réquiem de Verdi con el Orfeón Donostiarra y el 22 ofre- sección dedicada a la figura del dia, se refiere también a Victo-
cerá un concierto acompañado por Mafalda Favero. ria y no a Giglr. Él pasado y el presente eran de Gigli, pero Fer-
Vuelve el divo a Madrid a primeros de octubre para ofrecer nández Cid. con buen ojo, se dio cuenta de que el futuro per-
un recital en el Palacio de la Música y vanas óperas en el Teatro tenecia a artistas como Victoria de los Angeles, capaces de
Fontalba. En Manon, que abria la serie, el público puesto en conectar íntimamente el mensaje estético con los medios
pie y aplaudiendo frenéticamente le obligó a repetir el Sueño sonoros.
y el ana de San Sulpicio. En La Bohéme que vino después su Unos dias después las tres óperas se ofrecieron en Sevilla,
actuación global no fue tan brillante, pero de la nueva Manon- el 5. 7 y 9 de abril concretamente. Los humos de Gigli no pare-
que cantó el día 14 en el Tivoli con el teatro repleto, el critico cían haberse disipado. Cuando Victoria se disponía a entrar en
de La Vanguardia U.F. Zanm dirá entusiasmado: «el aumento el teatro para la función de Manon, acompañada por su her-
de precio de las localidades quedó justificado, ya que el tenor mana, apareció Gigli y dando un empellón a Victoria franqueó
convenció plenamente. Las aclamaciones tras el Sueño le lleva- antes que ella la entrada del recinto. He aquí casi el último re-
ron al bis y en la escena de San Sulpicio remató con un re» (sic.) cuerdo de las visitas de Gigli a España.
En los últimos días de octubre cantó también en Zaragoza,
en Valencia y de nuevo en Barcelona, en el Palau, y todos coin-
ciden al subrayar la fibra de uno de los pocos cantantes capa- Joaquín Martín de Sagarmínaga
ces de alternar brillantemente las obras dramáticas con las más NOTAS:
lincas. LDS ovetenses, quienes micialmente tenían intención de
CI > En todo cuanto hace referencia a fechas, repanos y reseñas criticas han srdo
contratarlo durante estas fechas, perdieron la oportunidad de de gran utilidad para mi los apuntes de un libro actualmente en prepararon sobre
escuchar a Gigli a causa de las reformas efectuadas por enton- Gigh y España, al que he tenido acceso. Su autor. Francisco Gutiérrez Llano, se ha
apoyado para su confección en unos apuntes sobre el tema cedidos por la viuda
ces en el Teatro Campoamor (3). de fosé María Barcena, a quien se alude también en este articulo
(2^ La otra función lúe dirigida por el maestro Napoleone Anovazzi
[~í) El ex-cantante y maestro de canto Miguel Barrosa afirma que. en el curso
del año 46. y ante La súbita indisposición de Gigli. su concurso inmediato llevo a que
La última visita lo pudiera sustituir sin previo aviso al Tenor vasco Cristóbal AITube Refiere Barrosa
que el barítono Afro Ftalf y él fueron a buscar a Altube a su hotel y para evitar su
nefasta costumbre de vocalizar una hora entera tumbado sobre la alfombra le obli-
I j i g l i no canto demasiado en España, esa es la verdad. A las garon a entrar en un ia>< en pijama. Afirma que AITube tanto la mejor función de
razones aludidas al comienzo de este trabajo viene a añadirse su vida al no tener la voz fatigada p e aquellas vocalizaciones, pero no puede recor-
el hecho de que el gran tenor nos visitó seguramente un poco dar nn el mulo de la opera ni la 'echa exacta
pronto la primera vez y un poco tarde las otras dos. El Gigli (4) r>se a todo son muchos los que afirman que Ggli poseía una naturaleza franca
y simpática Vitalizaba cantando Tengo una vaca lechera, se servia de las anchoas
en apogeo, el vocalista inmenso de los años veinte, treinta e como remedio eficaz contra las flemas y cullivaba la imagen de lenore del popoh.
incluso principios de los cuarenta, estuvo ausente de nuestros fórmula que hoy ensayan con mayor o menor fortuna los Pavarotti. Domingo etc.

SCHERZO 97
DOSIER

Las óperas completas

C
uando en 1934 La \toce del Padrone ofreció a Benia- milagro de su asombrosa técnica, suena aún como un hombre
mino Gigli la oportunidad de grabar en su totalidad joven, a pesar de tener 40 años el tenor (también todo ello
una ópera —en este caso, Payasos, de Leoncavallo—, puede deberse a ese raro fenómeno que nadie sabe cómo se
el tenor llevaba ya veinte años cantando, había con- da y que sólo acontece muy de vez en cuando: el de los micró-
quistado Europa y América desde Argentina a los fonos enamorados de una voz). A su lado, Licia Albanese nos
Estados Unidos —de donde había regresado tras no aceptar da una Mimi refinada y bastante alejada de la concepción calle-
una reducción de su fabuloso salario con el Metropolitan neo- ¡era de su amante. Oliviero de Fabritus dirige Tosca y en ella
yorquino, debido a la crisis económica que asolaba al podero- aparece por vez primera la que seria compañera obligada de
so pais septentrional—, y era el tenor favorito no sólo de Benito Gigli en sus últimas grabaciones de óperas completas. Mana Ca-
Mussolim, sino de Italia entera, con cuya vena popular había niglia. Si bien el acto I es un derroche de simpatía, incluso de
sabido conectar corno sólo Caruso lo hiciera antes que él. frescura, por parte del tenor, en los II y III no hay limites para
(Antes de seguir conviene decir que para el que escribe es- sus sollozos, gemidos y suspiros, pero siempre, por encima de
tas líneas, Gigli presenta dos problemas insuperables: su falta todos estos defectos, brillan sin posible crítica sus virtudes vo-
de calidad como actor, hecho que sólo le puede perdonar de- cales: musicalidad, timbre aterciopelado, un falsete que casi pa-
bido a su rutilante, cálida y áurea vor. y su indiferencia hacia rece innato —no en vano LauriAtolpí decía que éste había llegado
las indicaciones de expresión y dinámica incluidas por los com- a ser la segunda naturaleza de Gigli— y una emisión espontá-
positores en sus partituras). nea (¡ojalá que en la actualidad hubiera un solo tenor al que
Con estos Payasos se inicia la colaboración más fructífera y la voz le corriese la mitad de bien que al creador de Lodoletta!).
pródiga en títulos -nada menos que ocho óperas completas Al año siguiente, le toca el turno a Madamma Butterfly tam-
en el espacio de doce años (no es cierta la afirmación hecha bién dirigida por de Fabritns y cuya principal importancia no
por Laun-Volpi en su libra Voces paralelas de que Gigli registró radica en la caracterización descarada de Gigli, sino por com-
decenas de obras lincas en su integridad— registrados por un prender una de las primeras personificaciones mediante la voz.
cantante en la época anterior a la invención del LR hecho sin lo que se podría llamar un retrato fonográfico, de toda la histo-
posible parangón dentro de la historia del disco ni en Italia ni ria del sonido grabado: la Cío-san de Totí dal Monte, la que.
en ningún otro pais europeo o americano. Salvando las distan- sin contar con los medios ideales para el papel, ha dejado un
cias, se puede decir que Gigli se anticipó —dentro de unas coor- recuerdo indeleble contra la cual hay que comparar a todas
denadas más lógicas que las que en la actualidad rigen a la pauta, las intérpretes de la desgraciada japonesita, a pesar de la im-
cada vez más en boga a partir de la década de 1950, de reper-
torios casi completos grabados por un mismo artista o equipo
de intérpretes, ya que en el caso del tenor de Recanati. éste
también se vio rodeado por un grupo de cantantes que. una
y otra vez, le acompañaran en sus labores discográficas, princi-
palmente en las últimas (Mana Canigha. Gmo Bechi).
Del Payasos de 1934, dirigido por Franco Ghione
recientemente reeditado en discos compactos (al igual que ca-
si todas sus óperas completas) por EMI y a un precio muy
asequible—, sólo se puede decir que es la grabación más per-
fecta de Gigli. A pesar de los gemidos y sollozos a que tan pro-
clive era, no sólo para ocultar su mediocre fibra de actor, sino
porque también la estética de la época, sobre todo en Italia,
así lo pedía —y en este defecto incurrieron todos los tenores
del momento, llámense Laun-Volpi, Pertile o Merli, con la úni-
ca excepción de Schipa—, su convencional caracterización de
Canio tiene, por lo menos, la honradez de la sinceridad popu-
lar. En el plano netamente vocal, Rodolfo Celleti, con muchos
más conocimientos y experiencia que el autor de estos párra-
fos, afirma que es el cénit de la carrera de Gigli, aserto que
hay que suscribir sin posible duda.
Casi a su altura. Mario Basiola da también una lección de Ve-
rismo —con todos sus defectos y virtudes— bien cantado. N o
así la soprano, Iva Pacetti, que no supera la medianía.
Cuatro años más tade. Gigli graba dos de sus óperas predi-
lectas: La Bohéme y Tosca, En la primera, dirigido por Umber-
to Berrettom, el tenor, sin profundizar para nada en el lado
poético de Rodolfo, vuelve a enamorar por la belleza de la voz,
un' fraseo no muy ref nado que se diga, pero lleno de esponta-
neidad, una dicción cristalina, un ataque perfecto y una pro-
yección de la voz realmente antológicos. asi como por la
concepción eminentemente popular del personaje que, por un L<OA Albanese es MITU ¿unto a

98 SCHERZO
bENIAMINO GIGLÍ

na Rasa —al borde de su jubilación de los escenarios cuando


sólo contaba 33 años debido a problemas vocales— y Gmo Be-
chi —en plena juventud—, Gigli, como bien dice Celletti, «desi-
lusiona en la Siciliana, con frecuencia emite sonidos robustos,
aunque menos squillanti que en el pasado. En la acentuación
se echa en falta acometividad, lo que da pie a un Tunddu más
flexible y sentimental que dramático». A pesar de esta mínima
disminución de sus facultades, ésta es la mejor interpretación
que Gigli nos ha dejado en discos. |unto a la de Payasos. Ftor
otra parte, hay que afirmar que esta versión de la madre del
Verismo es una de las dos o tres grabaciones realmente anto-
lógicas que la misma ha recibido.
Un año más tarde, se registra otro de los papeles favoritos
y más cantados por el tenor que, para su época, fue el único
digno sucesor de Caruso: Andrea Chenier de Giordano, bajo
la dirección de Oliviero de Fabritiis. En este registro ya aparece
constituido el equipo que flanquearía a Gigli en sus últimas gra-
baciones completas, formado —como ya he señalado— por la
desigual y a veces forzada Camglia que, en este caso, nos ofre-
ce su mejor interpretación en discos, y por el barítono Fino
Bechi. El tenor, con 51 años ya cumplidos, nos da el más vivo
retrato del poeta revolucionario, en el que quizá se eche de
menos una mayor aristocracia y sutileza, compensada por su
sentido popular, detalle que dentro del contexto de la obra le
sienta muy bien al personaje. Sus versiones de Come un bel
di di maggio y de muchos otros momentos, sobre todo del ac-

Arriba. Una Bruna-Rasa es Santuiza en IA edición del cincuente-


nario del estreno de CavaNena Rusticana, dirigida por el rnúíiox
Maná Canigbá es Maddalena de Co/gny en Andrea Chenier.

pronta verista que resuena en sus momentos más


dramáticos. La contribución del tenor no puede
ser más desacertada, a pesar de volver a deslum-
brarnos en ella con todas las calidades ya apun-
tadas: su Pmkerton es, como ya he anticipado,
descarado, gimoteante, insoportablemente ma-
chista y cargado de amaneramientos. Sin embar-
go, el cantante supo otorgarle a algunas frases del
Dúo de amor una sensualidad irresistible que se
repite en la mente mucho tiempo después de ha-
ber dejado de escuchar los discos, por ejemplo:
nimba dagli occhi plient di malla..., matriz que só-
lo tenores poseedores de un buen gusto innato
(léase Jussi Bjórling, Cario Bergonzi), han sido ca-
paces de igualar, pero no superar.
En 1940 —y siempre bajo contrato con La Vo-
ce del Padrone—, Gigh graba otra de sus grandes
interpretaciones. La de Turiddu en Cavallena Rus-
ticana, dirigida en esta ocasión por el propio Pie-
tro Mascagm en homena|e al cincuentenario del
estreno de la opera. Acompañado por Lina Bru-

SCHÉRZO 99
DOSIER

to II, no se han visto todavía igualados, según


Celletti. Fbr otra parte, a su Un diall'azurro spa-
zio le falta poesía e inspiración sublime, lo que
le despo|a de su carácter de improvisación. Con
esta interpretación, casi a la misma altura que
sus aportaciones a Payasos y Cavallena rustica-
na, se cierra el triángulo de ora de las óperas
completas grabadas por Gigh.
En plena conflagración mundial (1943). se graba
el primer Bailo m Maschera completo de la his-
toria del disco, dirigido por Tullio Serafín y en-
cabezado por el triunvirato ya señalado, versión
que a todas luces es testimonio de la traición
infligida al estilo de Verdi no sólo desde la pri-
mera década del siglo, sino hasta nuestros pro-
pios días, y caracterizada por un enfoque vensta.
histérico y superficial del llamado canto espres-
sivo del maestro de Le Roncóle. Aunque muy
considerable desde el punto de vista de salud
meramente vocal del tenor y el barítono, este
Bailo, sobre todo cuando interviene Gigli, alcan-
za sus más altas cumbres en aquellos momen-
tos caracterizados por un sabor popular, por
ejemplo, el cuadro II del acto I (hecho lógico)
en manos de unos intérpretes servidores de la
escuela más populachera, el Verismo), y se hun-
de sin remedio en otros en los que predomi-
nan los sentimientos Íntimos, nobles,
aristocráticos de los protagonistas (cuadro II del
acto III). no obstante el buen canto presente en
todo instante. A este respecto merece leerse
el comentario irónico, sutil, pero cargado de ver-
dad, hecho por Celletti en su libro // teatro
d"opera in disco.

Con la grabación de Aída en 1946, bajo la di-


rección de Serafín y con un Radamés de nada
menos que 56 años, se cierra la discografía de
óperas completas de Gigh. acompañado, como es Carmen frente a! Don losé de Gigli
en otras ocasiones, por Camglia y Bechi. y con
la presencia extraordinaria de Ebe Stignani. Las
palabras ya dichas respecto al aspecto estilístico empleado en se da acoplado a una gran voz y a una deslumbrante técnica.
Un bailo son también aplicables en este caso, agravadas por Gigh, que no sólo registró ocho óperas completas {en esta
el hecho de que el soldado egipcio iamás fue una de las gran- evaluación no se ha tenido en cuenta la grabación de La Travia-
des creaciones del tenor, cuya voz. sin haber perdido todavía ta, procedente del Covent Garden londinense, anterior a la Se-
sus verdaderos oros, a pesar de carrera tan larga y activa, ya gunda Guerra Mundial, con Caniglia y Basiola, bajo la dirección
suena demasiado madura para el papel, y no muestra ningún de Pietro Ornara, debido a la paupérrima calidad sonora, que
respeto para las muchas indicaciones de dinámica con que Verdi casi no permite calibrar las voces), sino que, además, interpre-
matizó al personaie, hecho, por otra parte, también presente tó multitud de películas en la Italia Fascista y grabó cientos de
en Un bailo y en Id grabación completa del Réquiem de Verdi, piezas de todo tipo —arias, canciones napolitanas, sacras, po-
realizada en 1939. bajo la misma batuta de Serafín, con Caní- pulares, etc.—. fue, como acertadamente ha señalado Lauri-
glia, Stignani y el verdadero protagonista de este registro, el mag- Volpí, «en una época industrial y comercial, el más grande in-
nifico e insuperado Ezio Pinza dustrial de la voz y la publicidad», encarnado en la garganta
más resplandeciente y seductora de toda la historia del canto
Queda bien claro a partir de los juicios emitidos en este bre- italiano, con la excepción de la de Caruso.
ve ensayo discográfico que Gigh fue un excelente cantante cul- (De la que iba a ser la banda sonora de una película, realiza-
tivador del \Asnsmo más a flor de piel, al que otorgó sus mayores da en 1949, editada por EMI, y con Gigh, padre e hi|a, Stignani
interpretaciones, interpretaciones que. sin embargo, en la mú- y Bechi, sólo se puede decir que su carácter italianizante y la
sica del más fino seguidor --sólo parcialmente— de esta escuela. madurez del tenor confirman su disposición antiestilistica co-
Puccim. ya se resienten por su falta de matizaciones dramáticas mo intérprete de Don José. Teniendo en cuenta, por supuesto,
y su ausencia de refinamiento en la delineación de los persona- las ya mencionadas, en juicios anteriores, cualidades intrínse-
jes, defectos que llegan a adquirir grandes dimensiones —casi cas de su canto, en una voz que muestra ya signos inequívocos
gigantescas se podría decir - al acometer otro estilo de canto de cierto cansancio).
(el de Verdi) que exige todavía mucho más del actor que todo
buen cantante debería llevar dentro y del estitista que casi nunca José María Martin Triaría

100 SCHERZO
BENÍAMINO GIGU

Cronología dela vida deGigli


1890. Nace Gigfi en Recanati, provincia la conquista de Libia. Conoce a Constan- lermo, con Blanca Lenzi y Giacomo
de Macerata. el 20 de marzo. Su padre za Cerroni. Rímini, Se casa con Constanza en Roma
era zapatero y su madre hi|a de un maes- 1912. Licenciado, intenta, sin éxito, en- el 9 de mayo. El 23 de mayo Italia entra
tra rural. Era el hip menor de seis, cua- trar en la administración municipal. Su an- en la guerra. Debut en Bolonia con Me-
tro varones y dos hembras. tiguo amigo del ejército, el coronel fistófeles de Boito en octubre y en diciem-
(896. El padre es nombrado campane- Delfmo, le aconse|a acuda al Liceo Santa bre en Ñapóles con Cavalleria rusticana,
ro de la Catedral de Recanati. Primeros Cecilia de la ciudad romana. Gana una dirigida por el compositor, Mascagm.
contactos con la música religiosa del ni- beca, cantando arias de Marta. Luisa Mi- 1916. Nace su hija Esther, luego cono-
ño Beniammo. ller y Mefistófeies. Estudia con el barlto cida como Riña, que hizo una corta ca-
no Antonio Cotogni en e! Liceo, pues rrera de soprano a la sombra del famoso
1897. El organista de la Catedral. Laz-
consigue la beca, a pesar de no tener no- padre. Debut en el teatro Bellim de Ná-
zanm, invita a 8emamino a formar parte
ciones de piano (que se exigían). Luego poles como Fernando en La Favorita.
de la Schola Cantorum. Con el maestro
se pasa a la clase de Ennco Rosarn. Este Canta por vez primera Edgardo de Lucia
Lazzarini aprende los rudimentos de la
música y el canto.
1902. Después de barajarse posibles ofi-
cios para el niño Gigli, es empleado co-
mo ayudante en la farmacia de Recanati.
Beniamino pasará cinco años así. cantan-
do en sus ratos de ocio, hasta que cono-
ce a Z e r r i un cocinero melómano que
le guiará, aunque imprecisamente en sus
primeros pasos de estudios senos del
canto. También entretanto actúa como sa-
xofomsta en una banda de música local,
dirigida por un tal Battelli. Contactos pri-
meros, pues, con partituras operisticas,
que la banda interpretaba en oportunos
arreglos: Como la voz aún no la tenia for-
mada, con quince años, en 1905 debuta
como Angélica en una opereta italiana
muy popular entonces.
1907. Conoce a Giovanni Zerri, que ha-
bía trabajado para Alessandro Bonci, que
lo anima a trasladarse a Roma para estu- de fíecaum. prcwtnoa de Macerara.

diar canto. A finales de año se va a la excelente profesor completó la formación di Lammermoor en el Teatro Ristori de
capital. de Gigli y le preparó para su debut. Verona, Sucesivas actuaciones en Bérga-
1908. Es rechazado como cantante en 1914. Gana el primer puesto en los exá- mo, Brescia. y Turin. En Roma, en diciem-
el coro de la Capilla Sixtma, por superar menes de fin de curso en el Liceo, en el bre y en el Teatro Costanzi canta Fausto
la edad límite, obviamente. Pietro da Ste- grupo de tenores, con O Paradiso de de Mefistófeies.
fanni lo acepta como alumno de canto. VAfncana. Se presenta a un concurso de
1917. En marzo viaia por vez primera
Será sólo por dos meses. Luego acudirá canto en Parma, compitiendo con más de
al extranjero: a España, en Madrid y Bar-
a las clases de Agnese Bonucci. quien, da- cien concursantes, de los que treinta y dos
celona, en una compañía organizada por
da la situación económica del alumno, le eran tenores. Gigli canta tres páginas: una
Serafín. Incorpora a su repertorio dos
concederá crédito. Con ella aprende Gi- de Sigurd de Reyer, un fragmento de 77a-
óperas de Mascagm: Ins. y Lodoletta, és-
gli los fundamentos de la emisión vocal. viata y de nuevo O Paradiso. Ganó Gigli
ta en estreno de Livorno con Blanca
1909. Es llamado a filas, pero consigue el concurso, y se dijo que era una autén-
Bellincioni-Stagno y Giuseppe N o t a
un destino en la capital italiana lo cual le tica revelación. El 15 de octubre debuta
permite continuar sus estudios. Es nom- en Povigo, como Erizo de La Gioconda. 1918. Es contratado por Emma Carelli.
brado telefonista del Comando Territo- con Tina Poli-Randaccío. José Segura Tai- antigua soprano, para una temporada en
rial, un puesto cómodo y con tiempo llén y Aída Zizolfi. Después del éxito, del Roma. Gigli incorpora dos papeles nue-
libre. Gigli cumple dos años de servicio que es testigo Tullio Serafín, es invitado vos: Ruggiero de La Rondine de Puccini,
militar obligatoria por el director a cantar en Genova Ma- estrenada el anterior ano, y Maunzio de
1911. Flirtea con una joven de prome- non de Massenet. Problemas de compa- Adriana Lecouvreur de Cilea. Con Lodo-
tedor nombre para un estudiante de can- ñerismo con Rosina Storchio, la letta se presenta de nuevo en Ñapóles,
to: Aida. Se libra por los pelos, y en protagonista. Genova, Turín, Bérgamo y. por vez pri-
circunstancias no muy claras, casi milagro- 1915. Canta por primera vez una ópe- mera, en Milán, no en la Scala aún, sino
sas, de ser embarcado en Ñapóles para ra pucciniana, Tosca, en febrera en Pa- en su Teatro Linca Se habla de Gigli ya

SCHERZO 101
DOSIER

como el tenor nuevo que esperaba Ita Río. San Paolo y Buenos Aires, donde en Flotow con Alda y de Luca. Participa en
lia. En octubre y noviembre, de la mano el Coliseo hace II piccolo Marat de Mas- el estreno americano de / Compagnaca
de Fred Gaisberg, graba sus primeros re- cagni por primera vez. De regreso a Nue- de Primo Riccitelli, discípulo predilecto de
gistros para La voz de su amo. Participa va York se instala en un piso de lujo de Mascagm, con Rethberg, Didur y Bada.
en el Scala en la función-homenaje a Boi- la calle 57 del West Side. número 140, con 1924. Debut en Berlín en el varano co-
to, fallecido en junio, en diciembre en Me- su familia llegada de Italia, cerca del Car- mo Rodolfo en La Bohéme; luego canta
fistófeles, con Linda Cannetti Nazzareno negie Hall. Caruso había muerto en So- Tosca y Rigoletto (el duque de Mantua es-
de Angelis, dirigidos por Toscanini. rrento el 2 de agosto: campañas de taba en su haber desde 1921). Recital en
1919. Loris de Fedora de Giordano por prensa donde se barajan varios nombres Copenhague. Gigli canta en un homena-
vez primera para el San Cario de Nápo- como sucesor del tenor napolitano, en- je a Puccim, fallecido el 29 de noviembre,
les. En marzo, para el teatro de la ópera tre ellos el de Gigli, con gran malestar su- donde cantó un aria de Manon Lescaut
de Montecarlo, canta dos obra? nuevas: yo, parece. Difícil adaptación de la familia y el dúo del acto I de Tosca con la jent-
La Bohéme y La Traviata, encontrándo- a la vida cotidiana americana. Participa Gi- za. Recibe anónimos, que nunca tuvieron
se con dos famosos colegas: Lucrezia Bori gh en un homenaje en memoria de Ca- aclaración.
y el maduro Mattia Battistmi. En mayo se ruso en el Metropolitan, junto a Alda,
Galli-Curci, Farrar, Martinelli, De Luca y 1925. Canta Fenton de Falstaf junto a
embarca en Ñapóles para una gira de cin-
Mardones. el bajo valenciano. En diciem- Scotti y Tibbett, que canta Ford, inician-
co meses en Buenos Aires.
bre canta por primera oportunidad con do así su prodigiosa carrera baritonal.
En Buenos Aires debuta como Cava- Canta en la Casa Blanca, ante el presiden-
Rosa Fbnselle en Cavaliena, y con Maria
radossi en Tosca y canta un nuevo papel, te de la nación. En febrero añade a su re-
jentza en Tosca, con quien tendrá Gigli
luego escasamente frecuentado, Genna- pertorio el papel de tenor del Réquiem
incompatibilidades de hecho en posterio-
ro de Lucrezia Borgia, junto a Esther Maz- verdiano. Dos meses de actuaciones por
res encuentros profesionales, debido a su
zolem. En la capital porteña se ve con su Alemania y los Países Nórdicos. El I de
difícil carácter.
hermano Edigio, emigrado al pais unos julio es recibido en audiencia privada por
años atrás. En junio, Constanza da a luz 1922. Un nuevo papel para el Met: de el papa, por la mañana: por la tarde, por
a un niño, llamado Enzo, en honor al per- Le rol d'Ys de Lalo, con Alda, fbnselle Mussolmi. De nuevo en Buenos Aires,
sonaje de La Gioconda. (Margared), Danize y Rothier, Participa en canta con la Muzio (antigua conocida de
1920. Siguen las actuaciones peninsula- la despedida de escena de Geraldine Fa- Tosca y Andrea Chenier) y aprende un
res, después de un viaie a Munich y lue- rrar. En marzo incorpora a su catálogo nuevo rol: Giannetto de La cene delie bef-
go a Montecarlo: Trieste, Milán, Turín, el Des Grieux de la Manon Lescaut puc- fe de Giordano. Nuevo aniversario de ce-
Ñapóles y Florencia. Amistad con Gior- cmiana. Tournés, luego en sucesivos años lebración en Nueva York: centenario de
dano. En junio emprende una segunda gi- habituales, por ciudades americanas con la introducción de la ópera italiana en la
ra por Sudamérica: Rio de Janeiro donde la compañía del Met: Baltimore. Atlanta, ciudad. Canta en radio por vez primera,
canta Lohengnn y Loreley, dos primicias Cleveland. En verano, descanso de la fa- el 27 de diciembre.
en su haber con poco futuro, y Sao Pao- milia Gigli en Italia. Conoce en las fuen-
1926. Veinticinco aniversario del falleci-
lo, que conoce su primica de Francesco tes termales de Agnano a Ernesto de
miento de Verdi: Gigli canta el Réquiem
en Francesco de Rimmi de Zandonai. En Curtís, autor de conocidas canciones co-
en el Met. Debut en La Habana. Canta
Buenos Aires, en el Teatro Coliseo y no mo Torna a Surnento. Canta para sus
en la boda de la hija del presidente Ma-
en el Colón, incorpora a su oferta Pm- conciudadanos en Recanati. al aire libre.
chado. Un año más de recitales america-
kerton de Madame Butter/ly, A punto de Contrato de tres años con Nueva York.
nos, descansos europeos y actuaciones
regresar a Italia recibe una suculenta ofer- Tiene dificultades (menores) de salud y
aisladas en ciudades europeas,
ta de Gatti-Casazza. empresario del Me- le aconsejan que haga deporte. Canta
tropolitan. Gigli desembarca en Nueva Mefístófeles. en una memorable función 1927. Un nuevo papel para el Metro-
York pocas semanas después: permane- neoyorkma junto a Cnaliapin, Canta el Ro- politan: Wilhelm Meister en Mignon de
cerá doce años afecto al teatro ame- mero de Gounod por vez primera con Thomas. Ese verano Gigli se multiplica ac-
ricano. Lucrezia Bori. Canta en Sing-Sing para los tuando en su patria; recitales de benefi-
presos el día de Acción de Gracias (el úl- ciencia. conmemoraciones (ex-alumnos
Debuta en Nueva York el 20 de no-
timo jueves de noviembre). Es nombra- del Liceo Santa Cecilia). Organiza una re-
viembre con Mefístófeles con Adamo Di-
do Capitán Honorario de la Fblicia de presentación de Bohéme en su pueblo
dur y Francés Alda, la mujer del empre-
Nueva York. natal. Ese mismo verano el tenor ve con-
sario. En diciembre cania Bohéme con Al-
cluida su casa de verano (un auténtico pa-
da y Scotti. Días después Tosca con Des- 1923. Hace su presentación como Vas- lacio) en Recanati, de sesenta habitaciones
tmn y Scotti. Sustituye a Caruso enfermo co de Gama de LAfricana, junto a Fbn- y veintitrés cuartos de baño.
de muerte. selle. La temporada habitual en el Met
compatibiliza Gigli con recitales en ciuda- 1928. El 24 de febrero canta Gigli por
1921. El I de enero canta por vez pri-
des americanas y grabaciones discográfi- vez primera en una transmisión de radio
mera en el Met y en su carrera el rol de
ca5 (ver, si interesa, lista de grabaciones de una ópera completa: La Traviata, |un-
Avito de L'amore dei tre re de Monte-
de esta época). En verano a Italia otra to a Lucrezia Bori y Giuseppe de Luca.
mezzi. El 27 de enero fallece su padre en
vez, pero no de total vacación, puesto Estreno en Nueva York de La Rondme,
Recatani. noticia que recibe mientras can-
que el tenor actúa de vez en cuando. En con Bori. Fleischer y Tokatyan. En la visi-
taba Mefístófeles. Con un grupo de can-
septiembre inaugura la nueva tempora- ta al Colón del año Gigli hace dos nue-
tantes del Metropolitan visita a Caruso
da de San Francisco, que impulsaba el di- vas adquisiciones canoras: Riccardo de Un
enfermo. Con MUZIO como Magadalena
rector de orquesta Gaetano Merola. En bailo in maschera y Nemormo de L'etisir
de Coigny debuta como Chenier en la
el fern conoce a una jovencita italiana que d'amore.
ópera de Giordano, con un éxito apoteó-
sico (esa obra estaba programada para canta ópera: se llamaba Lina Pagliughi, 1929. Giras por Europa: Zurich. Buda-
Caruso). Renovación de contrato con el que luego cantarla con Gigli en Italia. Can- pest. Praga. Viena. Crisis de Wall Street
Met. Nueva temporada por Sudamérica, ta Lyonel por vez primera de Marta de que no afectó a la economía del tenor.

102 SCHERZO
bENÍAMINO GIGU

trnzo, Consigna, Riña y mosa Romy): No me olvides. Conoce a


Beniammo en ¡921 en Nueva
York Richard Strauss y Franz Lehar,
1936. El tenor, se siente italiano y deci-
de no cantar en Inglaterra, luego de la
conquista de Abismia y las sanciones. FSr-
ticipa en un homenaje a Cilea en La Sca-
la. Debut de su hi|a Rma, en un recital
benéfico en Roma. Filma dos películas
más durante abril y mayo. Canta La ser-
Toda la compaña en la primera va padrona de Pergolesi.
gira d Sudamenca en 1933.
1937. Canta por primera vez Radamés

que tenía todo su dinero a buen recau-


do. En noviembre canta (sin éxito) el Oc-
tavio del Don Ciovanni mozartiano
Participa en el adiós de Francés Alda con
Manon Lescaut. Gran tourné de Canadá
a Méjico, recitales.
1930. Tardia presentación parisina, en
la Sala Pleyel. en un recital de modesta
acogida. Debut en Covent Garden de
Londres con Andrés Chenier, al lado de títulos, aparte de Chenier. Rigoletto, Ma- de Aída en la Opera de Roma con Cani-
Margarte Shendan. Muere su madre en non y Tosca. Luego Roma y Turin. Más glia y Serafín. Otro nuevo papel es el de
septiembre. Comienza a sentirse la crisis recitales. Nuevo viaje a Sudaménca. Fun- Rery de li Guaran/ de Gomes, en abril.
financiera en el Metropolitan. ción de la gala por el cincuentenario de Otra visita a Alemania, donde es escu-
1937. Gigli canta en el debut america- Colón. El 5 de julio canta un nuevo pa- chado por los jerarcas nazis, que lo con-
no de Lily Pons, Lucia di Lammermoor pel: Don Alvaro en La forza del destino. sideran la gloria de la música italiana. Con
Luego en el de Grace Moore en Manon. En octubre, con la compañía de La Scala. Totí dal Monte inaugura los festivales de
Vuelve a Londres y Paris, donde ai Tin con- va a Berlin. Entre los asistentes a las re- las Termas de Caracalla. con Lucia di Lam-
sigue rendir al público francés. De nuevo presentaciones están Hitler, Goebbels y mermoor, el I de agosto. Organiza una
en el Metropolitan. Gigli se da cuenta de Hess. Vuelve a Londres, donde sus fans temporada propia en Porto Recanati.
la crisis económica que amenaza el por- le organizan un recibimiento apoteósico Con Licia Albanese estrena otro papel:
venir del teatro. en la Victoria Station. En el ensayo gene- Kobus de LAmico Fntz. Canta música de
ral de Lucrezia Borgia, que Gigli canta en Perossi en una emisión de Radio Vaticana
1932. En marzo canta por primera vez
Roma con Gionnma Arandi-Lombardi, es-
Elvmo en La sonnambula con Lily Pons.
tá presente Mussolini con su cohorte: El 1938. Canta (debut) Clona de Cilea el
La crisis no pudo ocultarse: el teatro pa-
tenor de Recanati es una gloria nacional. 5 de enero en Roma, junto a Caniglia y
saba por senas dificultades de financia-
Tito Gobbi, quien iniciaba una gran ca-
ción. Gigli decide romper su contrato y
rrera. Visita de Hitler a Roma. Canta Gi-
regresar a Italia. Muy criticado por esta 1934. De enero a mayo Gigli cumple
gli en espectáculo en su honor. Vuelve a
actitud. El I de abril abandonó Nueva por algunas ciudades de Italia un contra-
Covent Garden, ya no tiene el tenor pro-
York: estrenando antes una ópera apala- to con el Gobierno que le obligaba a dar
blemas de patriotismo. Grabación com-
brada ya, Evangelme de Marcacci. representaciones fi|as de óperas al mes.
pleta de Bonéme. Luego se graba Tosca,
Comienza una intensa actividad por Ita- Un buen contrato, económicamente ha-
de nuevo con Canígha, que sustituyó a
lia: Livorno, Torre del Lago (el festival puc- blando. En Paris logra reunir a diez mil
Mafalda Favera por indisposición. Regre-
ciniano), Parma, Verona. Boma. Una gira personas en el velódromo de invierno.
so en otoño a Estados Unidos. Recitales
por Alemania. Holanda, Dinamarca y Sui- Actividad febril del cantante. Graba su pri-
de costa a costa, de norte a sur de USA.
za le ocupa todo el otoño. En Roma, al mera ópera completa, Payasos. Octubre
acabar el año, conoce al compositor Lo y noviembre los dedica Gigli a cantar por
1939. De nuevo en el Met, Gigli canta
renzo Perossi, a quien Gtgli reverenciaba. Inglaterra.
Aída, con Rethberg, Castagna y Tagliabue,
Canto para Víctor Manuel y Elena, los re-
con Pamzza en la batuta. Interviene en las
yes de Italia en su Villa Saboya. Vuelta a
1935. Canta // Pirata por el centenario temporadas de Londres y las Termas de
La Scala. tras catorce años de ausencia,
de Sellim. En mayo hace su primera pelí- Caracalla. Celebra las bodas de plata co-
con Andrea Chenier.
cula, dirigida por Augusto Genma, con mo cantante en Rovigo, con Luoa di Lam-
1933. Quince veces en La Scala en tres Marta Schneider (la madre de la luego fa- mermoor y no Gioconda como el tenor,

SCHERZO 103
DOSIER

lógicamente, quería. Debut como Man- bia grabado ocho años atrás. En mayo 1947. Retorno a La Scala de Milán, en
rique en // Trovatore para la Opera de Po- canta la parte de tenor en la Fétitte Me- enero, con Lucia y Chenler. D e nuevo en
ma, con Caniglia, Stignani. Bechi y Tajo, se Solennelle de Rossini, Siguen las repre- Lisboa: Oporto donde debuta con un re-
dirigidos por Oliviero de Fabritiis. sentaciones operísticas y recitales por cital. Vuelve a Madrid, debuta en Sevilla,
1940. La guerra le impide cantar en el toda Italia. recitales en Cádiz y Gibraltar. Turné de
extranjero: giras por toda Italia. En Ná- cinco meses por América del Sur. De re-
1943. Desembarco aliado en Italia. Cae greso a Europa, finaliza el año con una
poles vuelve a cantar su único papel wag-
Mussolmi. El armisticio... etc. Interviene gira por Suiza, Inglaterra y Bélgica.
neriano: Lohengrin. En la Scala presenta
Gigli en la temporada romana que, curio-
dos nuevos cometidos: Dufresne en Za-
samente, tiene un impropio esplendor. Al
za de Leoncavallo con la Favero y Giovan- 1948. Otra vez a Lisboa y después a Su-
acabar el 3 de junio de 1944 la represen-
ni de Marístella de Pietn. En Florencia, damérica. Participa, al regreso, en dos ho-
tación de Un bailo m mascnera comen-
con Mascagni a la batuta, conmemora el menajes postumos: Giordano y Mascagni.
zó la retirada de las tropas alemanas. Gigli
cincuenta aniversario del estreno de Ca-
es investigado por los aliados y rechaza-
valtena rusticana, con Lina Bruna Rasa y 1949. Siguen los recitales incansables,
do por sus compatriotas acusado de ha-
Cario Tagliabue. Italia entra en guerra en por parte de Europa, así como las repre-
ber cantado para los nazis.
el mes de jumo. Inaugura la temporada sentaciones (en menor medida) operísti-
de La Scala. 26 de diciemre (ahora, co- 1945. El 2 de marzo vuelve Gigli a can- cas. Marsella, Monte cari o. Estocolmo,
mo se sabe, la función inaugural es el día tar, superados los problemas políticos: re- Oslo, Copenhague, como ciudades de las
7 del mismo mes. dia de San Ambrosio. cital en el Teatro Adriano de Roma .en que Gigli estuvo ausente largo tiempo o,
el patrono), con Püliuto de Donizetti. favor de los refugiados. En mayo canta La simplemente, realiza en ellas su debut.

1950. Gigli faltaba ser escuchado en


África. Así en febrero y marzo llena este
vacío debutando en El Cairo y Alejandría.
Vuelve al norte europeo y regresa a un
Berlín destrozado. Continúan sin tregua
los viajes y las funciones y recitales. El te-
nor no muestra el menor desfallecimien-
to, a pesar de tener ya sesenta años.

1951. Es en febrera y en Ñapóles, can-


tando LAmico Frítz. cuando Gigli acusa
la larga e incansable actividad: sufre un co-
lapso en escena. Seis semanas hospitali-
zado, A finales de marzo canta en
Sudáfrica. De ahi va a Ciudad del Cabo
y Pretoria. Luego otra gira hispanoame-
ricana, será su última visita a América del
Sur. Cierra el año con una extensa gira
por Alemania.

1955. De 1952 a 1955 continúa nuestro


Vistd de fa wlla de tenor prodigándose por escenarios y sa-
las de concierto. En el 53 estrénase en la
1941. Nuevo papel incorporado: Fede- forza del destino en la Opera de Roma parte de tenor de un oratorio de Cans-
rico de LArlesiana de Cilea, para Roma, y el papel de tenor en el Stabat Mater simi Ezechia. En el 55. en el Carnegie Hall
con Gianna Ftederzini y Tito Gobbi, per- (debut) de Rossini. en la Academia Santa de Nueva York, dio dos recitales de des-
sonaje que preparó musicalmente con el Cecilia. Luego Ñapóles, Cerdeña, Caglian. pedida, días 17 y 24 de abril, Unos me-
compositor. Viaja a Berlin, donde actúa En Catania. en el Teatro Bellim, añade un ses antes, en diciembre de 1954, canta en
en recitales y en la temporada del teatro nuevo papel a su repertorio; Fbllione de los conciertos radiados Martmi Rossi, |un-
de ópera de Charlottenburg, y luego Norma, |unto a Caniglia. to a Maria Callas. Continúa luego con re-
vuelve a intervenir en el maggio Música- citales de despedida por USA y Canadá.
le Florentino, donde, entre otras óperas, En Washington, el 25 de mayo, hace su
1946. En mayo canta en el San Cario de
canta Donjuán de Manara de Franco Al- despedida definitiva. Su carrera, pues,
Lisboa; en junio en Madrid. Después, en
fano. En el mes de |unio va a la Croacia comprendió cuarenta y un años de acti-
Suiza, un mes de recitales y algunas fun-
a cantar Alda en Zagreb y Traviata en vidad. Se retiró a su lujosísima casa de Re-
ciones de ópera. En el Teatro Lauri Rossi
Ljuvlíana. Filma en Roma otra película, la catani.
de Macerata canta después de 41 años:
sexta (?)• En Roma canta por primera vez
allí había debutado, en un papel femeni-
la parte de tenor en el Réquiem de Mo-
no, siendo un adolescente, en una ope- 1957, Bemamino Gigli fallece repentina-
zart, en la iglesia de Santa María de los
reta italiana Nueve semanas de mente en Roma el 30 de noviembre. En
Angeles. Debut como Don José de Car-
actuaciones en España, con su hija Riña: sus funerales. Giacomo Lauri-Volpi, como
men, Roma 23 de diciembre.
Bilbao, Santander, San Sebastián, Madrid, él mismo relata, cantó el Pañis Angelicus
Zaragoza, Valencia y Barcelona. En no- de Cesar Franck y Salve Regina de Mer-
1942. En febrero canta por vez prime- viembre en Covent Garden con Bohéme. cadante.
ra en escena Canio de Payasos, que ha- Luego gira inglesa con Riña. Fernando Fraga

104 SCHERZO
. bENIAMíNO GIGLt

Discografía
T ¡ñas observaciones' La BBC radió una interpretación de Florencia de L'elisir d'amore CESTI; Orontea: In torno ali'idol mió (L.,
I / con Cigli y Carosio. Han pasado los años y, al no publicarse este documento, hace 1947).
KS pensar que haya sufrido cualquier tipo de pérdida. Algo que también puede exten- CILEA: Adriana Lecouvreur Le dolcissi-
derse a ejecuciones del tenor para la radio italiana, como son, las que a continuación se me efiggie (con Olivero) (R.. 1939), LArle-
relatan: Lehsir d'amore con Pagliught. Roma 1937: Adriana Lecouvreur. con Olivero (publi- «ana: E la sólita storia (B., 1936: M.. 1941;
cada un aria hasta la fecha) de 1939: Manon Lescaut con Pampanmi y La Forza del destino S.R.. 19547.
con Pednni de 1940: II Trovatore con Caniglia y Lodoletta con Dal Monte: Gloria de Olea DONIZETTI; Lfclisir d'amore: Quante é
con Guernni. 1943. Son expectativas que quizá algún día puedan ampliar la oferta de gra- bella (NY, 1925; L. 1949)7 Chiede al rio
baciones completas del tenor. (con R. Gigli) (M.. 1951). Una furtiva lagri-
Los registros realizados entre 19/8 y 1924 son acústicos. A partir de 1925, eléctricos. ma (N.Y. 1929, L, 1933). La Favorita: Spir-
Las letras que preceden a las fechas de grabación corresponden a las ciudades donde se to Gentil (M.. 1918; N.Y, 1921). Addio, fuggir
realizaron, asi. M. es Milán; NX. Nueva York: B.. Berlín; L, Londres; R.J., Rio de Janeiro: mi lascia (con E. Casazza) (M.. 19187. Lucia
R., Roma: S.R., San Rema di Lammermoor: Lucia, perdona (con M
Talley) (1927). Sexteto (con GalliCur-
Operas completas ci, Homer. De Luca, Pinza, Bada)
(N.Y, 1927). TombedegTav¡m¡ei(NY.
BIZET: Carmen ¡Don José). Con R. 1925; N.Y. 1927). Giusto cielo (con
Gigli. Stignaní, Bechi. Opera Roma. Pinza){N.Y, 1927). Tuche a Dio (N.Y.
Bellezza (Roma. 1949). 1925: N.Y. 1927).
G1ORDANO: Andrea Chenier FLOTOW Martha: M'appari tutto
(Chenier). Con Canigha, Bechi Sea amor (NY, 1923 I y II. N.Y. 1929).
la. Fabritus (Milán, 1941) GIORDANO: Andrea Chenier: Un
LEONCAVALLO: Pagliaccio (Ca di all'azzurro spazio (NY, 1922; M..
nio). Con Pacetti, Basida. Scala. Ghio- 1941: S.R.. 1954). Si, fui soldara (M..
ne (Milán. 1934). 1933). Come un bel di di maggio (NY,
MASCAGNI. Cavalleria rusticana 1922). Fedora: Selección, con Nico-
(Turiddu). Con Rasa. Bechi. Scala. lai, Fortas. Municipal Sanzogno (R.J..
Mascagm (Milán. 1940). 1951). En vivo Amor ti vieta (M.. 1919.
PUCCINI: La Bohéme (Rodolfo). M., 1940). Vedi io piango (M. 1919).
Con Albanese, fienotti, Poli. Scala. Marcella: lo conosco un giardino (L.
Berretoni (Milán. 1938). Madama But- 1949).
lerfly (Pinkerton). Con Dal ftonte, GLUCK: Paride ed Elena: O del
Ba;iola. Opera Coma. Fabntis (Roma, mió dolce ardore (M.. 1935).
1939). Tosca (Cavaradossi). Con Ca- GODARD Jocelyn: Caches dans
niglia, Borgiok Opera Roma. Fabritus cet asile (L. 1947).
(Roma. 1938). GOMES. Lo schiavo: Quando na-
VERDI: Aída (Radamés). Con Ca cestitu(R.J., 1951; N.Y. 1955). H Gua-
niglia, Stignam, Bechi. Opera Roma. ran/: Vanto io pur (R.J., 1951).
Serafín (Roma. 1946). Un bailo in mas- GOUNOD: Faust: Salve dimora
chera (Riccardo) Con Canigha. Bar (M.. 1918; N.Y. 1921: L. 1931). Dúo
bien, Bechi. Opera Roma. Serafn con Margarita (con M. Zamboni) (M.,
(Roma 1943). La Traviata (Alfredo). 1919). Romeo y Julieta: Ah leve toi.
Con Caniglia. Basiola. Covent Gar- soleil(N.Y, 1923) Ange adorable (con
den. Ornara (Londres, 1939). En vi- L Bon) (N.Y, 1923). Ah ne fuis pas
vo. Messa da Réquiem. Con Caniglia. > . encoré (con L. Bon) (N.Y. 1923).
Stignam. Pinza. Opera Roma. Serafín
(Poma, 1939).
7'/ HAENDEL: Serse: Ombra mai fu
(L. 1933; N.Y. 1951). Atlanta: Care
selve (L.. 1949).
HALEVY: La Juive: Rachel. quand du Seig-
Fragmentos operísticos neur (L.. 1946).
HERBERT. Naughty Marietta: Ah sweet
ALFANO: Don Juan de Manara. Tu vedi compresso (con R. Gigli) (M.. 1951) mystery of life (L . 1947).
in bel creí (L. 1948) BOITO Meñstofele: Dai campi, dai pra-- LALO Le roí d'Ys: Vainement. ma bien
BALFE: The bohemian girl: When other ti(M, 1918, NY. 1921; N.Y.. 1927). Se tu mi aimée (NY. 1922; L. 1946).
lips (L., 1954). doni un'ora di riposo (con C. Scatola) (M., LEONCAVALLO- Pagliacci: Vesti la giub-
BELLINI- I Puriuni: A te, o cara (1934) 1918). Lontano, lontano (con G. Bosim) (M.. ba(NY. 19227. Prólogo (B. 1943). O Co-
(cortada y con pal abras locutor). 1918) Id. (con R. Gpgli) (M., 1951). Giumo lombina (con Pacetti) (M.. 1934). No.
BIZET Carmen: I fior che averi a me tu sull'passo stremo (M., 1918). Id. (N.Y, 1921). Pagliaccio non son (L., 1933).
dato (M . 1935) Dúo con Micaela (con R. Id. (N.Y.. 1927).
MASCAGNI LAmico Friti: Suiel, buon
Gigli) (M.. 1942). I pescaroti di perle: Del BONONCINI: Griselda: Per la glona di y Tutto tace (con N. Baldisern) (M.. 1919).
cempio al limitar (con A Pacim) (ML 1919) d'adorarvi (L . 1949). O amore, o bella luce (L. 1948). Ah! Dite-
Id (condeLuca)(N.Y.. 1927). Mi par dudir CATALANI Loreley: Nei verde maggio la per me! (con R Gigh) (M., I9SI7. Cava-
ancora (N.Y., 1929). Id. (L., 1931). Non hai (N.Y.. 1923). heria rusticana: O. Lola (L., 1947). Dúo con

SCHER2O 105
DOSIER

Santuzza (con D Giannini) (M.r 1932). Viva ROSSlNI: Stabat mater: Cuius animam BIZET: Agnus Dei (B.. 1936).
il vino spumeggiante (N.Y., 1928). Mamma. (M., 1932). BLANC: Giovineiia M., 1937).
quel vino (M . 1919; M., 1933). Iris: Apri la SELVAGGI La Maggiolata Veneziana: BONESSI: Notte e mare (L.. 1952).
tuafinestra (M., 1918, N.Y., 1921). Isabeau: Maggio sereno il cor y Bal I ata (L. 1954). BRAHE. Bless this house (L., 1947).
Non Colombelle y E passera la viva crea- THOMAS; Mignon: Ah. non credevi tu BRAHMS. Nun dir gehort mein hertí
tura (M.. 1941) Lodoletta: Ah ritrovarla nella y Adcüo. Mignon (N.Y., ¡928). (M . 1938). Wiegenlied(ri., 1938, L , I9S4).
sua capanna (M . 1918; M.. 1941). VERD1' Aida; Celeste Aída (L, 1937). At- BUCHARDO Canción del carretero (L.
MASSENET: Manon' O dolce incanto (L. tila: Terceto Tu sol quest'anima (con fteth- 1947).
1931; N.Y.. 1955). Ah dispar visión (L. 1946) berg y Pinza) (N.Y., 1930). La forza del BUZZI-PECCIA: Paquita (N.Y. 1923). ft>-
Werther Ah non mi ridestar (L, 1946; S.R., destino: La vita é inferno (M.. 1941). Solen- vera Puicinella (N.Y. 1924). Torna amore
[954: N Y , 1955) nein quest' ora ¡con Ruffo)(NY, 1926) Id. (N.Y, 1926). Lolita (M.. 1940).
MEYERBEER LAfricana: O paradiso (con de Luca) (N.Y, 1927). I Lombardi: Qual CACCINI. Amanlli(L., 1939; N.Y, 1955).
(N.Y.. 1923; N.Y.. 1928; S.R., 1954; N.Y.. volucta trascorrerá (con Rethberg y Pinza) CALDARA. Come raggio di sol ÍL, 1947).
1955) (N.Y., 1930). Otello; Gia nella notte !con R Selve amiche (L . 1947). Sebben crudele (L,
MOZART Don Giovanni; II mío tesoro Gigli) (M., 1951). Rigoletto: La donna é mo- 1949).
(L. 1939). Dalla sua pace (L. 1939; N Y . bile (M.. 1934). Cuarteto (con Gallí-Gurci. CAMPAN1NO: Luntananza (M.. 1950).
1955). Homer y de Luca) (N.Y. 1927). La Traviata: Notte do'core (L , 19531.
PIETRI: Maristella: lo conosco un giardi- Un di felice y Parigi. o cara (con Canigiía) CAMPESE. Canario cantatore (L, 1953).
no (M., 1940; L., 1953). (L, 1939). Demieivolentispiriti(NY., 1928). CANNIO 1 O surdato inamurato (M..
PONCHIELLI: La Gioconda: En zo Gri- II Trovatore: Di quella pira (M., 1940). Ai 1918).
maldo (con C. Zani)(M.. 1918). Id."(con Ruf nostri monti (con Elmo) (M.. 1940). DICAPUA Maria, Mari (N.Y. 1923: N.Y,
1925). O solé mió (M.. 1934, N.Y. 1955).
CARABELLA; Ninna Nanna. Ninna oh
(L. 1954).
CARDILLO. Coremgrato (L, 1946).
CARLINI: Questo foulard (L. 1955).
CARNEVALl Come love with me {N.Y,
1925, N.Y, 1955). Ave María (L, 1949).
CASLAR: Con la pioggia o con la luna
(M., 1950). Qtta silente (M., 1950)
CASTALDON Música proibita N.Y,
1930).
CÉCCONI: Barcala triste (L . 1949). Tre
parole (L, 19537. Ave Maria (L, 1953). Ma-
rión (L.. 1954).
CINQUE.Mattinataveneiiana(M., 1938).
CIOFFI: Tre rose (M.. 1942). Nostalgia
d'amore (L., 1947). Quando I'amore nasce
(L. 1949) Alia danza (L. 1949). Canzone
senza parole (L , 1952). Nostalgia riccordo
(L. 1952). Serenau española (L. 1952). E
sempre notte (L.. 1953). Nisciuno (L.. ¡954).
CITTADINI: Ninna, nanna(L, 1947) Nos-
talgia d'amore (L., 1947). Nostalgia d'amo-
re (L., 1947). Quando l'amore nasce (L.,
1949) Alia danza (L, 1949) Canzone sen-
za parole (L., 1952). Nosulgia riccordo (L.,
1952). Serenata española (L , 1952). E sem-
La Hondine en Nueva York lácreos Hrf- Hemamino l,/p. Aimjnd Tokalyart y Edithi Fleischer
pre notte (L. 1953). Nisciuno (L, 1954).
COSTA. Luna nuova (I. . 1953).
fo) (N.Y, 1926). Id. (Con de Luca) (N.Y. WAGNER. Lohengrin: Cigno gentil (N.Y. COTTRAU. Addio a Napoli (N.Y, 1927).
1927). Cielo e mar (M.. 1918; N.Y, 1921; N.Y. 1955). Santa Lucia (L. 1933; L, 1949).
1929). Laggiu nelle nebbie (con Casazza) (M., DI CRESCENZO: Quando a femmena vo
19187. (N.Y. 1925). Rondine al nido (NY. 1926;
PUCCINI: La Bohéme: Che gélida mani- Canciones (populares, sacras) N.Y, 1955). Triste maggio (N.Y. 1932) Not-
na (L., 1931). O soava fanciulia (con Zam te d'amore Í L , 1939).
boni)(M.. 1919). Id. (conCamgl¡a)(L, ¡937). ALBENlZ: Quisiera olvidar tus ojos (N.Y, CURCt Notte a Venezia(B., 1936; N.Y.,
O Mimi, tu piú non torni (con RuHo) (N.Y., 1932). 1955).
1926). Id. (con de Luca) (N.Y, 1927). La fan- ANÓNIMO; Adestes fidelesfL, 1947). A CURRAN. Life (N.Y. 1955).
ciulla del West: Ch'ella mi creda (N.Y, 1955). casinha pequeninna (R.J.. 1951).
DE CURTÍS. TU sola (N.Y, 1921). Sentinella
Manon Lescaut: Selección con Guernni, Bo BACH-GOUNOD. Ave Maria (B., 1936)
(N.Y. 1925). Sco'pezando a Maria (N.Y.
mello (Raí. 1950). Donna non vid) mai (N.Y. BASSANI: Pósate, dormite (L, 1949).
1926). Ah, Manon mi tradisceíM.. ¡941) No. 1925). Good-bye, Mary (NY, 1925) Voce
BtCCE. Tu sei la mia vita (B., 1936).
pazzo son (M., 1940). Tosca: Recóndita ar- BIXIO Solo perce Lucia (M.. 1934) Nin- e notte (N.Y, 1928) Canta peme (NY,
monia (M , 1918; N.Y, ¡921, N.Y, 1926). O na Nanna della vita (M., 1938). Desiderio 1928). Carmela (N.Y, I930Í Lucia Luci (M.,
dolci mani (N.Y, 1922). E lucevan le stelle •;M.. 1938;. Mamma (M., 1940; NY, 1955). 1932). A canzone a Napule (M.. ¡932). Torna
(M . 1918; N.Y. 1921; M.. 1934; N.Y. 19551. Se vuoi goder la vita (M , 1940). Cinefollia a Surriento (M . <935i Non ti scordar di
RIMSKY-KORSAKOV. Sadko. Canción hin- •R.. 1943). Dimmi tu primavera (R , I943V me(B. 1935) Soltanto tu Maria (B , 1935).
dú (N.Y., 1932). Sema pié serénate (M.. I9S0). Ti voglio tanto bene (M , .938). Maria, tu

106 SCHERZO
BENÍAMÍNO QGU

sei per me la vita (M.. 1940). PUCCINI- Inno a Roma


SonachitarrafL. 1949). Pae- (M., 1937)
se ch'encantena {L.. 1949). RAFFA' Ave Maria (L..
Autunno (L . 1953). Ultima 1954).
speme (L. 1954). RENDINE Nuttata (L..
DE CHIABA. La spagnola 1953).
(L. 1939). RICCI. Ninna nanna (L.,
CHIPOLLONI; Rosi, R051 1953).
(L. 1954). ROSSATI. Parla (L . 1954).
CHOPIN. Reviens. mon ROSSINI: U dama (L,.
amourlL.. 1947. N.Y., 1955). 1938).
Omaggio a Bellini (L, 1949). SAINT-SAENS; El canto del
Inno alia patria ( L , 1949). cisne (NY. 1923).
DENZA Funiculi, funicula SANDOVAL:Erestú(NY.
(NY, 1924; L, 1949). Se(NY. 1932).
1929). Occhi turchini (NY.. SARDI; Tutti i miei sogni (L..
1930). Occh.difata(L, 1938). 1954).
DODA. Notte lunare (N.Y., SCARLATTI: O cesate di
1929). piangarmi (L., 1948). Gial il so-
DONAUOY O bei nidi lé (L.. 1949).
d'amore (N.Y, 1927). O del SCHUBERT. Serenata (M.,
mió amato ben (M., 1939;
NY, 1955)
QUATTRO 1932; M.. 1938). Mille cheru-
bim in coro (B., 1935). Ave
DRIGO: Notturdo d'amo-
re (I y II, NY, 1922, NY. GIACO Maria (L, 1947).
SCHUMANN: I fior di lo-
1926).
DURANTE: Vergin turto
amor (L . 1947.
ILLICA to (B., 1936).
SELVAGGI. Nostalgia ( L .
1952). Stornellata (L. 1952).
• 'ESPOSITO; Anima e Doie «elle (L. 1953).
cuore (L , 1952). SILVERI'Senza te (L . 1953).
FALVO: Dicintencello vuie SIMONS. Marta ( N Y .
(L. 1946) 1932).
FASO LO Cangia, cangia STRADELLA. Pieta Signore
tue voglie (L, 1949). (M., 1932).
FEDRI Ninna, nanna (L. SULLIVAN: The lost chord
1952). Bambina bruna (L . (L.. 1931)
1953). lo t'ho cercato ( L TAGLIAFERRI. Manddinata
I9S4). donnaMile<ia(L, 1955). a Napule (N.Y. 1923; N Y ,
Senz'amore (L., 1955). Valzer 1925).
carmagnolo (L. 1955). TOSELLI: Serenata (NY,
FRANCK. Pañis angelicus 1922; N.Y. 1926)
(B.. 1936). TDSTh Good-bye (L, 1931).
FROES. Mimosa {R.J., 19511. Serenata (M., 1938). L'ultima
GARRONE O pittore e tuito 'o mun- 1953). canione (L.. 1938) Marechiare (L. 1938).
do (L. 1954). MASSENET: Elegie (M., 1935). Aprile (L.. 1939). Parted (L. 1946). Segre-
GIBILARO:Carretiere(L, 1949). Alba e MAZZIOTTl Matinata srciliana (L., 1947). to (L, 1947).
tramonto (L . 1949). Madrigale villereccio Rítorno (L, 1948). TUFFANO. Surriento (L, 1954).
(L . 1952). Amicu ventu (L.. 1952). Ave Ma- MELICHAR: Serenata veneziana (B., VALENTE' Passione (M , 1942). Troppo
ria{L. 1953). Tango notturno(L, 1954). Se- 1935). Anima mia (B , 1936). 'nnamurato (M.. 1942).
renata amara (L , 1954). MENOTTI Ninna nanna (L, 1953) VANUZZI Dolcecrepuscob(L., 19547,
GIORDANI: Caro mió ben (L. 1947) MILITELLO: Ninna nanna, grigio verde DI VEROLI: Casarella (L., 1949). Chesso
GIORDANO: Serenata malincolica (L.. (M.. 1941). Tenerezza (M., (941). turnatoafah.L.. 1949). Suonno (L.. 1952).
1949). MILLÓCKER. Valzer del I a felicita (B. O grande sommo Iddio (L., 1952). Ritorna
GRIEG; Un réve (B.. 1936; N.Y. 1955). 1943). amore (L, 1952: NY, 1955). Pecche'Mari
GRUBER; Silent mght (L, 1947). MONTEVERDI: Lamento de Ariadna (L, (L.. 1953). Havaiana ( L . 1953). Ritornero
KHAN Ave María (L, 1952). 1947). stasera (L . 1954) Love stay with me (L..
KREISLER- Vecchio ritomello (NY . 1930) MOYA. Song of songs (L.. 1947). 1954). Notte sul mare (L.. 1954) Ritorna
DI LEO. Ave Mana (L . 1955) MOZART Le Violette (L, 1947). ancor (L, 19551.
LEONCAVALLO Mattinata (M , 1935). MURRAY Til walk beside you (L, 1946).
LIVIABELLA Ave Maria (L.. 1954). NARDELLA Surdate (M.. 1942). VISCO Leterna canzone fL . 19557.
MANGIERI Barca lucente (L. 1953). NEVIN. The rosary (L., 1954). VOLONNINO Canzone a stornello (L..
MARCELLO: Quella fiamma che m'ac- NUTILE: Mamma mia che vo sape (N.Y, 1954). Luntano. luntano (L . 1955).
cende (L. 1949) 1930). WECKERLIN. Begere légere(N.Y. 1955).
MARIO: Santa Lucia luntana (NY. 1921. PARISOTTI fde Ce;ti); Tu mancarvi ator- WILLIAMS. Vidalita IL. 1947)
I y II: N Y . 1926). mentarvi (L. ¡949). YOUNG: Mother Macheree (L, 1954).
MARLETTA. Terra straniera (L, 1954). PENN. Smilin throught (L . 1947). YPADIER. La Paloma (M.. 1939).
MARTINI Plaisir damour (M.. 1935). PICCINELLI. Canción moresca (L . 1949).
MASCAGNh Stornellimarini(N.Y, 1926). Questa canione(L.. 1953) Ninna nanna(L..
MASCHERONI. Papaveri e papere (L.. 1954). Fernando Fraga

SCHEBZO 107
OPERA DEL SIGLO XX

La traducción verista del simbolismo


Die tote stadt de Korngold

A
fínales del año pasado publicaba desarrolla su libreto el Dr. ]ulius Korngold dramaturgo acaso más ilustre, Maunce
Valdemar Ediciones una nueva tra- y su hijo, el |ovencísimo compositor Ench Maeterlink, también belga y premio No-
ducción de la novela Brujas, la Wolfgang... Pero ha pasado demasiado bel en 1911. Y en donde no aportó prác-
muerta de Georges Rodenbach, vertida tiempo desde la publicación de Brujas, la ticamente nada fue en narrativa. Sin
por Agustín Izquierdo Sánchez. Al mis- muerta o el estreno de Le mirage y la pre- embargo, Rodenbach sigue siendo leído
mo tiempo. RCA publicaba en toda Euro- miére de Die tote Stadt a finales de 1920. aún hoy por su novela Brutas, la muerta.
pa, y también en España, la reedición en Entre otras cosas, la primera gran guerra. Hugues Viane, el protagonista, ha per-
soporte C D de La ciudad muerta, ópera Pero, además, el olvido del Simbolismo. dido hace tiempo a su mujer, pero no la
de Erich Wolfgang Korngold, en la lectu- En música, o al rnenos en el terreno del puede olvidar. Mantiene su recuerdo en
ra de Ench Leinsdorf, reseñada al final de teatro lírico, se ha producido un auge, que una especie de santuario dedicado a ella
estas lineas. Esta coincidencia puede ser empieza a remitir, de un imposible, al ve- en su propia casa, retirado en la fantas-
disculpa más o menos apropiada para de- rismo. Pero al verismo, que parecía pre- mal ciudad de Bru)as. El conocimiento de
tenernos a hablar de esta obra de un tender una traducción del realismo una mujer exactamente igual a la falleci-
compositor realmente singular. naturalista a la escena operística, es algo da le lleva a romper su clausura y su fide-
que se compadece muy poco con las en- lidad. El desengaño vendrá de la muy
soñadoras visiones simbolistas. Al menos, diferente naturaleza de la doble. No po-
Rodenbach: simbolismo y ensueño eso es lo que en principio se podría creer drá soportarlo más el día en que la lige-
con sólo hacer caso de los postulados de ra y alegre Jane se empeñe en adornarse
El poeta belga Georges Rodenbach ambos movimientos, con la larga trenza de la muerta, que el
(1855-1898), uno de los muchos intelectua- Ya hemos adelantado que el Simbolis- mórbido Viane conserva en su mausoleo.
les y artistas de su pais con clarísima vo- mo tiene como ámbitos preferentes de El protagonista da muerte a la doble con
cación francesa, es tal vez uno de los creación la poesía y el teatro. Será un mo- esa misma trenza. Alrededor de la acción,
muchos nombres casi olvidados del mo- vimiento decisivo para la primera, y al evocada por la enfermiza obsesión de
vimiento que él fue pionero en dar a co- Simbolismo hay que acudir para com- Víane, está siempre presente la ciudad de
nocer con sus obras, el Simbolismo. prender la lírica más significativa del siglo Brujas, con sus canales, campanarios, igle-
Significativo de ese olvtdo es. por ejem- X X . aunque hay una serie de grandes sias, con su carga de pasado, de miste-
plo, el silencio que pesa sobre su nom- nombres franceses que le preceden en es- rio, con su sugerencia de pretérito
bre en obras especializadas como la por te sentido: Baudelaire, Rimbaud. Mallar- embalsamado.
otra parte interesante & movimiento sim- mé. Pero su huella no fue importante en El drama Le mirage tuvo durante años
bolista de Anna Balakian (Guadarrama. el teatro, y para comprenderlo basta con un éxito equiparable al de la novela ori-
Madrid, 1969). Se trata de un movimien- que pensemos en el destino actual de su ginal, pero, como ya hemos advertido, la
to que se opone al naturalismo entonces
de moda y pretende, mediante un cons-
tante viaje interior, la reutilización de las
palabras en inusitadas evocaciones y la re-
miniscencia de elementos del clasicismo
en tanto que símbolos, una renovación
de la escritura poética y dramática. Para
situar a Rodenbach hay que advertir que
florece en el París de Mallarmé, cuya obra
permite que exista el simbolismo, pero
que por su parte no es un poeta simbo-
lista en sentido estricto. Rodenbach com-
puso sus libros más importantes en la
última década de su breve existencia. Su
poesía es refinada, sugerente. mesuradi
sima, interiorizada, melancólica, nostálgi-
ca, de ensueña.. Y su novela Brutas, la
muerta, publicada en 1892, es en reali-
dad un relato donde se sugiere constan-
temente el ensueño, la ilusión, la creación
de la realidad a partir de la bruma inte-
rior del protagonista, donde la ciudad.
Bru|as, parece un pretexto. Menos suge-
rente, pero con mayor claridad, el dra-
ma Le mirage (estrenado después de ia
muerte del autor), adaptación de la no-
vela, explícita ese ensueño como tal, sin
ambigüedad especial. Y de esa manera
Enth Woitgang Karngotd. en los J/IOÍ

108 SCHERZO
KORNGOLD

que no ha desaparecido por completo en


nuestros días. Sin embargo, Korngold no
fue nunca político a la hora de entregar
partituras al cine, al contrario que sus con-
temporáneos Max Stemer, Alfred New-
man. Dimitri Tiomkm o Victor Young (los
dos primeros fueron también pioneros,
|unto con Korngold. incluso grandes apor-
tadores, pero en nuestra opinión el se-
llo, la esencia, la aportación esencial es la
de nuestro austríaco de hoy).
Nada más llegar a Hollywood en 1934,
Korngold adaptó la música mendelssoh-
niana de El sueño de una noche de vera-
no, dirigida por William Dieterle y Max
Remhardt. con un reparto de lujo enca-
bezado por James Cagney. |ean Muir, Oli-
via de Haviland y Dick Powell. En once
años pondría música original a diecinue-
ve películas, entre Captam Blood (1935)
y Escape me never (1946). con títulos tan
conocidos como Las aventuras de Robín
Hood (1938) o The sea hawk (1940). Tan
sólo volverla al cine en 1954, tres años
antes de su muerte, con arreglos wagne-
rianos para Magic fire. En sus últimos años
se dedicó a la música orquestal y de cá-
Carol Neblett como M¿r>ew¿ en ü producción de la New York O¡y Opera mara, con obras como sus Conciertos pa-
ra violín o para violonchelo, la Sinfonía en
ambigüedad cede en este caso. Brujas, la de los dos países checos. Es uno de los fa mayor, el Tercer cuarteto de cuerda...
muerta, admite en principio una lectura muchos austriacos nacidos en tierras es- Su estilo postro man tico, más declara-
literal: por una u otra razón. Viane cree lavas, como Mahler, como Kafka, como da y decididamente vuelto o más bien an-
haber encontrado a la doble de su mu- Rilke. como Werfel. Hijo del crítico mu- clado en el pasado que el de su
|er y termina estrangulándola una vez que sical Julius Korngold. empezó a componer compatriota Zemlinsky. que fue su maes-
aquella inquieta y vivaz personita defrau- con increíble precodidad en un estilo ple- tro, ha sido tal vez causa del olvido en
da al ensueño, la idealidad forjada, la hui- namente adulto. La Opera de Viena es- que ha permanecido su obra a pesar de-
da de la realidad enfermiza y paulatina- trenó su ballet Schneemann en 1907, la resonancia de sus éxitos operísticos y
mente construida durante años. En el dra- cuando Ench Wolfgang tenía sólo trece a pesar también (aunque, en este caso,
ma el equivoco del protagonista dura muy años. Esta afición a lo dramático será per- tal vez a causa de ello), de sus éxitos ci-
poco en el tiempo El ensueño se ha des- manente, hasta después de la segunda nematográficos, que le valieron el Osear
plazado. Al referirnos a Die tote Stadt lo guerra mundial. En 1916. a los diecinueve en un par de ocasiones. La recuperación
veremos. años, estrenó su breve ópera Violanta. En de Die tote Stadt, en cualquier caso, su-
En cualquier caso. Brujas, la muerta, 1921 se produjo el éxito clamoroso de Die puso en la segunda mitad de los 70 y pri-
permanece como uno de los raros casos tote Stadt, estrenada en diciembre del mera de los 80 el reencuentro con una
de narrativa simbolista. Én España ha ha- año anterior en Hamburgo y Colonia. En obra singular que ha sido muy del agra-
bido constantemente traducciones y ree- los años veinte se dedicó a la enseñanza do del público, pero que no deberíamos
diciones de esta obra, siempre leída, de música dramática en la Academia de sobrevalorar. El éxito neoyorquino de
aunque nunca haya constituido un autén- Viena. En esa década y hasta 1934, en que 1975 permitió el registro fonográfico de
tico éxito de masas. Es una novela de cier- se va a Hollywood con Max Remhardt. esta obra, dirigida por Leinsdorf para
ta belleza, que basa su encanto en la sin saber que va a permanecer allí tanto RCA.
evocación de un permanente estado tiempo, compone obras como su primer
mórbido, cuya lectura puede resultar hoy Cuarteto de cuerda, el Concierto de pia-
lejana, algo pasada..., pero mucho menos no para la mano izquierda y la ópera Das Una encendida teatralidad
que. por eiemplo ese curioso género lla- Wunder der Heliane.
mado novela gótica, que. en mi opinión, Fue a Hollywood en calidad de arre- La opera Die tote Stadt se divide en
está mucho más lejos, mas pasado y más glista, puesto que como tal habia traba- tres actos. En rigor, sólo uno de ellos es
muerto, y aún sigue mereciendo reedicio- jado con Remhardt Pero los acción real, el primero, aunque esto se
nes y lectores. acontecimientos políticos se precipitaron supone que lo sabemos sólo al final de
en el viejo continente y se quedó en Ca- la pieza. El contenido de los actos segun-
lifornia. No es exagerado decir que la pre- do y tercero, excepto los últimos minu-
Korngold: de Europa Central sencia y labor de Korngold en el mundo tos de este última están constituidos por
a Hollywood del cine fue decisiva para la creación de el ensueño del protagonista.
un estilo, de una manera de composición De los dos actos, sólo el segundo se
Ench Wolfgang Korngold nació en ple- musical cinematográfica, de un mundo so- desarrolla en un exterior, en la ciudad a
no Imperio Austro-Húngaro, en Brunn, es noro que hoy reconocemos como pro- la que alude el titulo, fantasmagórica en
decir, en Brno. capital de Moravia. uno pio del cine, una fórmula que creó él y su realidad y en la recreación subjetiva

SCHERZO 109
OPERA DEL SIGLO XX

que realmente es el desarrollo de la ac- nado; la persomta que le ha inspirado A tal dramaturgia responde una encen-
ción. No es sencillo traspasar lo subjeti- todo esto vuelve, porque se le ha olvida- dida puesta en música, una constante ten-
vo de la narrativa a uno de los medios do algo: estamos en la estricta continua- sión en lo sonoro que se mueve entre un
dramáticos. La objetividad de la presen- ción del acto primero. Paul se irá de amplio porcentaje de escenas turbulen-
cia humana o de la imagen fílmJca es al- Brujas, se dejará de fantasmagorías, de tas y una pequeña serie de situaciones li-
go esencial por lo tangible, por lo explícito conservar su museo de los recuerdos, de ncas: las primeras corresponden a la
y evidente, como para jugar con las am- morbidez, de sombras, de muerte, de re- relación con Manetta en el ensueño (es
bigüedades que permite un texto narra- cuerdos estancados. El ensueño, podría- decir, en el desarrollo de lo que podría
tivo. Por eso. al pasar de la novela al mos decir, ha sido la gran terapia para la ser una consecuencia de su intento de re-
drama ha habido un cambio decisivo en neurosis de Paul. Conclusión tal vez libé- sucitar a Mane a través de ella), y las se-
la trama: en la novela Huguer Viane man- rrima, pero no descartable en la infinita gundas se dan cuando el espectro, la
tenia el punto de vista, a pesar de estar polisemia de las obras de arte. En cual- imagen, la figura de Mane sale del cua-
narrada la historw en tercera persona; en quier caso, algo muy poco simbolista, en dro en que fue retratada para siempre y
la pieza teatral, hay una corporeidad ob- verdad. Salvo que caigamos en la pedan- se dirige a Paul. Aunque toda (a obra es,
jetiva insoslayable, pero a partir del mis- tería de señalar el Simbolismo como pa- como sabemos, una ensoñación, el ám-
mo inicio del acto segundo se configura tología... Si empezamos así. podemos ir bito sonora es sobre todo crispado, una
lo real como aparente, lo físico como ima- demasiado lejos y hospitalizar o encerrar especie de compromiso entre los mun-
ginado, lo circundante como percibida a la mayoría de los poetas. dos dispares, pero hijos ambos del mis-
mo padre, de Elektra y El caballero de
la rosa.
Porque, en efecto, un aspecto esencial
de Die tote Stadt es que no existiría si
no existiera antes Richard Strauss. El mi-
metismo hacia Strauss y Puccini es eviden-
te. En cuanto ai italiano, diáfano en
determinados momentos de la linea vo-
cal de la soprano protagonista.
Los preludios orquestales (en el acto se-
gundo, antes del tercera, y en la proce-
sión de este último), son realmente
espectaculares, de luiuriosa orquestación.
La orquesta es, desde luego, un personaje
más, algo que era así desde Wagner, que
fue quien introdujo la orquesta sinfónica
en el foso teatral y la convirtió en uno de
los protagonistas del drama. La instru-
mentación es riquísima: importante co-
metido evocador de tubas o trombones.
uso del piano dentro de la orquesta, pun-
teo de las maderas..., toda una sene de
pautas que son antecedente de lo que se-
rá habitual en la mejor música cinemato-
£ricfl Lemsdart ensayando con la Orquesta de l¿ /tacto de Munich
gráfica.

Para ello se ha producido una transición D/e tote Stadt es obra de dos perso-
dramatúrgica y sonora que pretende tras- najes, o mejor dicho, de dos cantantes, Romanticismo tardío
ladarnos del mundo de la acción real (pri- porque los personajes serían tres: sopra-
mer acto: Paul ha conocido una mujer, no {que tiene a su cargo los cometidos La música de Die tote Stadt es tardo-
Manetta. que ve como doble de su mu- de Manetta, la bailarina de Lille que romántica, efectista, y desde luego muy
jer. Mane, y pretende recomponer el pre- irrumpe en la vida del protagonista, y Ma- eficaz. Fue este tipo de música lo que lle-
sente a la manera del pasado) al mundo ne, la anterior esposa, la fallecida) y Te- vó a Korngold al cine, como ya hemos di-
del ensueño (segundo acto: la imagen de nor (Paul). El peso de canto y acción en cho. Lo que en una ópera como la que
Mane, presente en un entorno, se apa- ambos es abrumador, prácticamente ex- tratamos es efectista, exagerado e inclu-
rece a Paul y le sugiere que continué ade- clusivo. En casi todas las escenas apare- so insuficiente, en un mundo que echaba
lante, para ver las consecuencias a que le cen ellos. Hay, es cierto, una escena inicial a andar como el cine se convirtió en el
llevarán sus actos; tercer acto: tras la te- que cumple la función de introducirnos más exigente de los idiomas musicales po-
rrible escena de la procesión, traspasa- en el planteamiento, entre el ama de lla- sibles.
da de ta novela al teatro y de éste a la ves y el amigo intimo de Paul. Brigitta y Pero en la ópera hay un habitual desa-
Ópera con gran aparato y considerable Franck. Estos personajes no aparecerán juste entre la acción y la música, entre las
chirrido, la escena de la trenza y la muerte después más que episódicamente. Los palabras y el acompañamiento, entre el
de Manetta). Pero el ensueño es desmen- amigos de Manetta. gentes del teatro, jue- significado de la situación y su traducción
tido de nuevo por la acción real: tras la gan tan sólo un importante cometido en sonora. Veamos, por ejemplo, el tercer
muerte de Manetta, Paul queda tendido una escena, la visión de Paul ante un mue- acto, que es un largo enfrenta miento en-
en el suelo, pero al despertar ve que la lle de Brujas, cuando miman junto con tre ambos protagonistas, Manetta y Paul:
trenza sigue en su sitio, que no hay cadá- Marietta la escena de la resurrección de el enfrentamiento es excesivo, es épico:
ver alguno por allí, todo ha sido imagí- Pobert le dable. la danza de Manetta no es el coqueteo

110 SCHERZO
I KORNGOLD

burlón con que pretende el personaje dar y trascenderlo. Hoy hemos olvidado casi sonaje tan comprometido —que le hace
muerte a la imagen de la fallecida, es más a Maeterlink. pero recordamos Peiléas el sudar tinta y le lleva a tesituras agudas
bien la danza de una bacante; la proce- Me//s¿nde gracias a aquél. En cambia re- realmente diabólicas, en constante
sión no la hubiera soñado mejor ni siquie- cordamos tanto a Debussy como a Ma- tensión— aun podía responder más o
ra Rubén Darío, ni el mismísimo Verdi de liarme, cada uno de los cuales nos dio su menos adecuadamente, pese a puntos
La (orza, es un chirrido amplio, tensísimo. fauno Korngold desconoce el simbolo y débiles inmediatamente reconocibles;
Es cierto que se supone que todo es ima- aplica recetas tomadas del realismo a lo Neblett. cuya breve aparición en el mun-
ginado, como sabemos inmediatamente Richard Strauss. Este compositor tomó do de la alta linca tendrá ese registro co-
después. Pera ¿no es excesivo ad|udicar como libretista a un supuesto simbolista, mo testimonio de lo que era capaz de
esa constante pulsión a la secuencia dra- Hofmannsthal. que en realidad demostró hacer, en un desdoblamiento espléndido,
mática del ensueño? ser un neoclásico refinado, Korngold. con con una versatilidad encomiabie: no sólo

Boceto ctf< -?Í ro

En resumen, Die tote Stadt es una ópe- la lección constante de Strauss y Puccini. señalaríamos la famosa canción con laúd
ra bella, seductora, estupefaciente inclu- Le gusta una maniera realista, a pesar del del primer acto, sino en especial sus lar-
so, pero... Ese pero es la ausencia de un mantenimiento de punto de vista. gos parlamentos, desde la frivola intimi-
idioma musical adecuado al drama, y de dada de la primera aparición, la desafiante
un drama excesivamente mórbida Valo- seductora del segundo y la ligera e irres-
remos la obra en lo que vale y no pre- Una versión discográfica ponsable tentadora del última Se trata
tendamos resucitar nada en vano, como de una grabación ampliamente recomen-
su protagonista. Korngold, además, nun- Esta ópera, tan comprometida para los dable que en su momento pudo hacer-
ca estuvo muerto, por eso no debemos protagonistas, fue grabada en 1976 por nos creer que iba a haber una
volvernos hacia esta obra como si se tra- RCA, ba|0 la batuta de Ench Lemsdorf y espectacular resurrección de la música de
tara de un tesoro oculto por el paso y el concurso solista de Carol Neblett y Pe- Korngold. Poco después CBS grabó Vio-
el poso del tiempo. Es una de las mayo- né Kollo. Continuando con un reparto de íanta, pero la tendencia no ha continua-
res muestras de aplicado aprendizaje de luja los papeles secundarios estaban con- do. Pero, ante los vaivenes del público y
una caligrafía sonora tan sorprendente fiado a Benjamín Luxon. Rose Wagemann la inexistencia de política por parte de las
que puede recordar a los maestros, pe- y Hermann Prey. El Coro de la Radio de empresas fonográficas (que, probable-
ro en ningún momento superados ni de- Bavíera y el Coro infantil de Tólz ayuda- mente, no tienen por qué tenerla, pues-
cir nada que ellos no hubieran dicho ya. ban a definir el clima fantasmagórico de to que sus objetivos y limites están en
Es muy probable que 51 Debussy hubie- la trama. La contundente envoltura so- otro ámbito), nunca podremos saber lo
ra adaptado la novela y la pieza teatral nora era debida a la Orquesta de la Ra- que puede suceder con este repertorio
de Rodenbach el resultado hubiera sido dio de Munich. que se encuentra entre dos fronteras del
más adecuado. Sabemos de sobra que Creo que hay aquí tres protagonistas: tiempo.
habria sido distinto. Debussy estaba en Lemsdorf, que hace uno de los meiores
ese mundo, supo tratarlo musicalmente discos de su carrera: Kollo, que en per- Santiago Martín Bermúdez

SCHERZO 111
DANZA

Romeo y Julieta huyen del estereotipo


do gala de unas extensiones y pies virtuo goce, de la risa al gemido o al sonido ono-
sos, su Mercuzío está muy bien dibujado, matopéyico en una acertada elección de
pasando de la comicidad a la femineidad los textos llenos del sentimiento que quizá
o a la potencia y alegría que sólo un gran el lenguaje corporal no puede transmitir.
histrión como él puede interpretar. En definitiva, un trabajo muy bien ela-
La narración de Gabnella Bartolomei borado y cuidado por parte de todos
se alterna equilibradamente con la músi- muy agradable de contemplar.
ca de Berlioz y su voz pasa del llanto al J.C.

La operación de Estado
Madrid. Tealro Español. ¡9. 20, 21-1-90. Gala de Danza de lulia Participantes. Luciana Savrgnano. Marco P?err
ni. Toni Candeloro, Má^a Grazia Galante. Mauricio Bellezza. Renaia Caldenm, Marzía Fakoa Luig< Bonino.
Barbara Griggi. Giorgio Mancim y otros Proyecto" Alberto Teíta y Paola Calvett,.

Compañía: Aterballeto Pieza: Romeoy¡ulteta. Coreo-


grafía Amadeo Amodio Música1 Berlioz. Escenogra-
fía1 Marto Ceroíi. Escritura Vocal Gabnella Bartolomei.

A
rdua empresa la de redactar coreo-
gráficamente hoy dia Romeo y Ju-
lieta teniendo como antecedentes
a jacobson. Lavrosky, Grigorovich. Ast-
hon, Cranko, Me Millan y Nureyev. Todos
ellos con éxito en su momento, toman-
do ideas unos de otros y sobre todo
usando un nexo común: la partitura de
Prokofiev.
La obra de Aterballetto huye valerosa-
mente del tópico —lugar común refe-
™ perrener;enre di *Apoto MusageM"
rencia conocidos y ofrece algo

D
artísticamente comprometido y que no entro de una gran operación de con una poesía rara en los |óvenes de
huele a refrito. Amadeo Amodio no se intercambio cultural entre Italia hoy. mucho más preocupados por el
esclaviza literalmente al texto shakespe y España, las tres noches de Ba- salto y la pirueta, que Candeloro tam-
nano y prefiere organizar una secuencia llet en el Teatro Español inauguraban el bién realiza admirable y perfectamen-
de escenas que responden a una inten- evento de una manera refinada, pero te. La Gríggí es una joven que se
ción dramática sin de|ar atrás el hilo con- con un programa que estuvo lleno de sobrepone a su físico y sobre sus casi
ductor de la obra, desarrollando y dificultades técnicas poco achacables a rudas puntas exhibe unos pies poten-
profundizando en dos personajes: Julieta la organización italiana. Los que más su- tes y hermosos, siendo una artista que
y Mercuzío. frieron estos desa|ustes fueron, como se entrega totalmente en escena.
La escenografía de Mari Ceroli tiene un siempre, los artistas, Fue interesante ver la pieza de Roland
papel activo; unas logias asociadas a fa- Ftero. con todo, fue la oportunidad de Petit {El/oven y la muerte) bailada por
chadas renacentistas realizadas en madera acercarse a algunos grandes intérpretes Bonnino y Savignano. Es esta obra una
sin barnizar que guardan una adecuada de danza, como la Savignano. aun es- de las joyas del baile premoderno fran-
proporción entre su tamaño y el de los pléndida y llena de carácter, a Bonmo, cés y quizá una de las mas inspiradas de
bailarines, y según palabras del coreógra- con sus detalles de fuerza y gestualidad su creador
fo: «Es una plaza que respira». De hecho latina; y al descubrimiento para la es- Las galas estuvieron concebidas co-
tiene una respuesta a la acción del baile cena española de otros valores jóvenes. mo una recuperación panorámica del
en su movimiento frontal. como Candeloro y Gnggi. quehacer de los artistas italianos por el
Toní Candeloro. que actualmente de- mundo, idea de Testa brillante en sí mis-
Ehsabetta Terabust interpreta una Julieta
sarrolla su carrera en Suiza dentro del ma y arropada por una escenografía he-
plena de madurez y sensibilidad, con po-
Ballet de la Opera de Zunch, es un pe- cha para la ocasión que reproducía un
tencia en su danza, bordando su papel lle-
queño gran virtuoso que tiene mucho frontal del Teatro Olímpico de Palladio.
no de dificultades tanto en la parte
ángel y sabe usar sus recursos con sa-
técnica como en la de carácter. Vladimir
bia espontaneidad. Interpreta los pasos Jesús Castañar
Derevianko brilló con luz propia, hacien-

112 SCHERZO
Comunidad de
ENSEÑANZA PROFESIONAL DE LA MÚSICA
Madrid IV CICLO DE CURSOS SOBRE
Consejería de Educación
DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN

Dirigido a profesores de Conservatorios y centros de enseñanzas musicales, asi como alumnos de últimos cursos de las
diversas especialidades.
PROGRAMA
INTERPRETACIÓN Y PEDAGOGÍA DE LA - INTRODUCCIÓN A LA INFORMÁTICA Y
VIOLA ELECTRÓNICA MUSICAL
Profesor: Jean Philippe Vasseur (En colaboración con el Centro de Música Contem-
Fecha: Del 26 al 31 de marzo poránea)
GUITARRA Y ESTILOS MUSICALES Profesor: Adolfo Núñez
Fecha: De! 23 al 27 de abril
Profesor: Gerardo Amaga
Fecha: Del 2 al 6 de abril - INTERPRETACIÓN Y TÉCNICA PIANÍSTICA
TÉCNICA ALEXANDER Profesor: Josep Colom
Profesora: Barbara Hamüton Fecha: Del 7 al 11 de mayo
Fecha: Del 19 al 21 de abril
Información e inscripciones: Conservatorio de Música de la Comunidad de Madrid (Calle Ferraz. 62; 28008 Madrid.
Teléfono Í42 81 21 y 541 49 25), de lunes a viernes, de 10 a 13.30 horas).

ASOCIACIÓN A M A N A DE AMIGOS DE LA OPERA


convoca el
I CONCURSO DE CANTO CIUDAD DE OVIEDO
Premio Femenino Premio Masculino
1.000.000 ptas. 1.000.000 ptas.
Contratación parapersonaje o rol a determinar en el XLTV Festival de Opera de Oviedo
Recital durante el XLIII Festival de Opera de Oviedo
Fecha limite de inscripción: a las 24 horas del día 10 de mayo de 1990
JURADO
Dmo.Jír. D. Antonio Masip Hidalgo D. José Antoniodel
Sobreintendente Campos
Teatro
io. Ayuntamiento de Oviedo Lírico Nacional de la~Zarzuela
Mdme. Ileana Cotrubas Mr. Brian Me Master
Cantante Director General de la Welsh
Maestro Alberto Zedda
National Opera
**"• ^W*FRossini de Pesaro D. Carlos Caballé
D. José Ramón Gutiérrez Arias Director del Festival Internacional
:n(e de la Asociación de Amigos de la Opera de Música de Perelada
Pianista Oficial
Mx. Al&old Bossman. Maestro del Teatro Comunal de Bolonia
Todas las pruebas de selección serán abiertas al público, y tendrán
lugar en el Teatro Campoamor de Oríedo entre los días 13 al 15 de junio de 1990
• K • ] l ' \ n n \ riASFSE INSCRIPCIONES
, -sociacion Asturiana de Amigos de la Opera
Melquíades Alvarez 20 1." 33003 OVIEDO. ESPAÑA
— Tetf.: (985) 21 17 05 Fax: (985) 21 24 02'
VOCES DE AYER Y HOY

Cosiolto como Amnens. en l¡ producción de Alda de la Arena de Wrona de 1986.

Fiorenza Cossoto, el fin de una estirpe


Fiorenza Cossotto saltó a la fama en 1962 al tener que sustituir Simionato en La Favorita, con (a que al-
a la Simionato sin previo aviso en una Favorita de la Scala. Durante canzó un éxito apoteósico. Lo refrendó
en la misma temporada cantando el Paje
muchos años ha sido la mezzo italiana por excelencia, alternando casi de Los hugonotes en una milagrosa repre-
desde sus inicios el belcantismo de Donizetti y Bellini con los más fo- sentación al lado de Corelli, Simionato y
gosos personajes verdianos, el verismo y los grandes roles del reper- Sutherland, algo análogo a lo que le su-
torio francés. cedió a su compañera de cuerda Gianna
Pederzmí en otros Hugonotes de 1933,
donde esta ¡oven mezzo triunfó al lado
La trayectoria artística ña parte en la ópera de Prokofiev El Ángel de los míticos LaunAfolpí, Raisa y Pasero.
de Fuego, también en la Scala.
El Covent Garden solicita sus servicios

L
a gran mezzosoprano Fiorenza Cos- en 1959 para cantar Medea |unto a la Ca- Desarrollo pleno
sotto nació en Crescentino (Piamon- llas, mientras la Piccola Scala le ofrece el
te) en 1935. Su maestra de canto en papel de dance en 1.a pietra del para- A partir de aquí la carrera de la Cos-
el Conservatorio de esta ciudad fue Pao- gone de Rossmi. En esta época la joven sotto conoce un desarrollo pleno, Se
la della Torre. Posteriormente amplió es- mezzo contrae matrimonio con el bajo afianza en Favorita y va incorporando, jun-
tudios en Milán con el famoso Ettore italiano Ivo Vinco. to a Carmen y Sansón y Dahla. los gran-
Campogalliam. Su debut en un papel im- Pero el año clave en la trayectoria ar- des roles verdianos que la consagran en
portante se produjo en 1957 en el Tea- tística de la Cossotto es 1962. El 4 de ene- todo el mundo como la primera mezzo
tro de la Scala con la Sor Matilde de los ro de este año fue llamada desde la Scala italiana de la generación post-Simionato:
Diálogos de Carmelitas de Fbulenc. An- con sólo hora y media de antelación pa- Azucena, Eboli y Amneris. No hay que
teriormente había encarnado una peque- ra sustituir nada menos que a Giulietta olvidar tampoco otros caballos de bata-

114 5CHERZO
FIORENZA COSSOTO

lia como Norma —donde coincidirá con emerge ancha y poderosa, pero a cam- to tan peculiar e mconfudible. es una cier-
ía Callas en la Opera de París con moti- bio de alterar la homogeneidad del co- ta calidad blanca del timbre, que le ha
vo de sus últimas intervenciones lor vocal. N o quiero exagerar la llevado, por ejemplo, a grabar unas Bo-
operísticas—. Adriana Lecouvreur o su importancia de este detalle: emitir una das de Fígaro con Giulini donde es per-
gran creación en el terreno de los roles nota grave impecablemente enmascara- fecta la simulación de una voz adolescen-
de soprano: Santuzza. da, sin alterar el color y manteniendo al- te. Pero no es sólo aquí donde se obser
En todos los lugares se la aplaude con ta la resonancia, es distintivo de muy van estas calidades vocales, lo insólito es
entusiasmo, y algunos teatros se convier- pocas mezzosopranos. Pero la Besanzo- que, sin perder sus caracterizaciones un
ten pronto en sus feudos: la Arena de Ve- ni lo hacía y la Simionato también, lo que ápice de dramatismo, el timbre continúa
rana, la Scala de Milán o el Liceo de es comprobable en el caso de la segun- siendo claro en buena parte de la gama
Barcelona. da oyéndole el citado pasaje de Trovador. vocal también cuando interpreta a Azu-
Hoy la Cossotto sigue cantando con ga- Al margen de otras consideraciones, la cena y Amneris.
rra, con valentía, fiel a sí misma, pero ha raracteristica más sorprendente de la voz Mas si algunas voces disidentes se han
comenzado a insinuarse una oscilación en de la Cossota la que hace a su instrumen- alzado diciendo que la Cossotto no es
su voz que suele ser ave de mal agüero una verdadera mezzo. el mera repaso de
en las voces veteranas. Quizá ahora co- la nómina integrada por sus colegas
mienzan a pesarle los treinta años largos (Bumbry, yjrrett, Ludwig, 8erganza, etc.).
SELECCIÓN
de una carrera en la que ha alternado los demuestra que su color ha sido el más
más vanados estilos y la presencia cons- D15COGRAFICA puro y legítimo de todos, lo cual queda
tante en representaciones al aire libre avalado por el hecho de que muchas de
—siempre arriesgadas—, en coliseos co- — Puccini: Madame Butterfly. Con ellas hayan terminado cantando definiti-
mo la Arena de Verona. Tebaldi, Bergonzi. Serafín. DECCA. vamente como sopranos.
(1958).
— Ponchielli: La Gioconda. Con Ca-
Voz, técnica e interpretación La mujer y la diva
llas, Miranda Ferraro, Cappuccilli. \fota
Heredera de la gran escuela de las Be- EMI. (1959). 1964. Se representa El barbero de Se-
sanzoni. Elmo. Stignani (especialmente), — Mozart: Las bodas de Fígaro, Con villa en la Scala. Fígaro, una vez más, es
Barbieri (menos), y Simionato, el critico Taddei, Wáchter. Schwarzkopf, Moffo. el irrepetible Bruscantim. Para ambientar
Enrico Stinchelli la define como «una voz- Giuiíni. EMI. (1960), la escena en que la Cossotto canta el ana
instrumento de precioso esmalte tímbn- — verdi: Don Carlos, Con Labó Ste- Una voce poco fa hay dispuesta en el es-
11a. Bastianíni. Chnstoff, Vinca Santini. cenario una jaula con ocho periquitos,
co. vibrante e incisiva en el registra agu-
DG. (1961). que al ponerse a alborotar a lo loco es-
do, delicada en la mezzavoce. apasionada
— Verdi1 Rigoletto. Con Bastianini. tán a punto de dar al traste con la afina-
en el fraseo y en los recitativos». Rodol-
Scotto Kraus, Vinco Gavazzeni. Ricordi. ción de la mezzosoprano en tan difícil
fo Celletti —siempre más hipercrítico—. (1961).
señala algunas limitaciones en el piano de página. Este poco afortunado detalle de
— Verdi: El Trovador. Con Bergon- realismo propició un enfado antológico
la expresión, pero acaba también rindién- z\, Stella, Bastan™. Serafín. DG. (1962).
dose ante el luminoso instrumento de la por parte de la Cossotto, y una anta pi-
— Verdi: Rigoletto. Con F.-Dieskau,
cantante piamontesa. rata de la representación da fe de la
Scotto. Bergonzi. Kubelik. DG. (1963).
La voz de la Cossotto es muy extensa, autenticidad de la anécdota.
— Mascagni: Cavallena Rusticana.
ella misma afirma encontrarse muy cómo- Con Bergonzi. Guelfi. Karajan. DG, Ciertamente, quienes la conocen bien
da al cantar papeles de soprano y ya he- (1965). aseguran que nuestra cantante es una mu-
mos dicho que ha obtenido un gran éxito — Bellini: Norma. Con Suhotis, Del jer exigentísima en todo cuanto concier-
con su encamación de Santuzza. La tesi- Monaco. Varviso. DECCA. (1967). ne a su profesión. Fbsee plena conciencia
tura media de una mezzosoprano es de — Cherubim: Mecha. Con Jones, Lo- de haber sido la mejor mezzo italiana de
dos octavas, y abarca aproximadamente rengar. Prevedi. Gardelli. DECCA. su generación y la última representante
desde el La2 al La4 —Es claro que habla- (1967). de una gloriosa estirpe, cuyos secretos
mos siempre de sonidos emitidos cómo- — Verdi: El Trovador. Con Domin- •ortodoxa técnica de emisión, plastici-
da y no forzadamente—. Pues bien, la go. Pnce, Mi Inés, Giaiotti. Me lita. RCA. dad del fraseo, etc.— posiblemente mo-
Cossotto sobrepasa con creces esta pre- ¡1969). rirán con ella tras su retirada de los
— Bellini: Norma. Con Caballé, Do- escenarios.
determinación en lo que respecta al re-
mingo. Raimondi. Gllario RCA. (1973). Detrás de esta artista a la que, consi-
gistro agudo. Para comprobarlo basta
— Puccini. Sor Angélica. Con Riccia- guientemente, el papel de diva ofrece in-
escuchar el impresionante si bemol 4 con
relli. Bartoletti. RCA. (1973). numerables tentaciones, hay sin embargo,
el que remata a placer la cabaletta de La — Verdi: Un giorno di regno. Con
Favorita de 1967, que cantó junto a Kraus una mu|er arrolladura y simpática, que
Carreras, Norman, Wixell, Ganzaroilt,
en el Colón de Buenos Aires. ocupa buena parte de su escaso tiempo
Sardinero. Gardelli. Philips. (1974).
Los graves impresionan más por la bra- libre en coleccionar objetos de arte y an-
— \ferdi: Aída Con Caballé. Domin-
vura con que son mantenidos que por la tigüedades.
ga Cappuccilh, Ghiaurov. Muti. EMI.
extensión del registro en si misma. Sobre- (1974), Además de esto es una incomparable
coge especialmente en el I_a2 con que fi- — Verdi Un bailo in mascbera. Con profesional, cuya condición de astro del
naliza la frase dnzzarsi ancor, Arroya Domingo. CappucciHi, Grist. canto no la exime de ser puntualísima en
perteneciente a un dúo del Acto II de El Muti. (1975). todos los ensayos, que repasa al piano to-
Trovador, lo cual es venficable cada vez — Donizetti; La Favorita. Con Pava- da su parte —por estudiada que esté—,
que lo canta en directo. rotfi. Bacquier. Chiaurov. Bonynge. y busca una y otra vez sacar a la luz de-
Sin embargo, la emisión de las notas DECCA (1974). talles que enriquezcan su visión de los va-
graves no es del todo canónica. El soni- — Verdi: Macbeth. Con Milnes. Rai- nados personales a los que da vida.
mondi, Carreras Muti. EMI. (1976).
do está reforzado pectoralmente y la nota Joaquín Martín de Sagarmínaga

SCHERZO ¡13
MÚSICA CONTEMPORÁNEA

Martínez Fontana,
la pasión por el equilibrio

S
e confiesa vanidoso y dice componer ra ser exactos soy quevediano y poqui- J.C. Martinez Fontana considera que su
porque no soporta el desorden, «Ca- tas cosas más». Piensa que la literatura estética musical se haya muy próxima a
da vez que veo un desequilibrio ten- también puede ser una fuente de inspi- la de Francisco Guerrero, debido a su ju-
go la necesidad de arreglarlo». Con este ración para la música, a pesar de que en ventud y a la gran influencia que genera
ánimo compensatorio y un enorme de- un sentido técnico se haya más lejos. «La la enorme personalidad del compositor
seo de reordenar el mundo, |uan Carlos literatura también puede ser un arte abs- andaluz. Aun así. cada día tiende a per-
Martinez Fontana consiguió ser el gran tracta lo que ocurre es que normalmente sonalizar más su técnica, siendo Zéjel 4
triunfador de la pasada edición del Festi- nos pendemos en lo que se dice y nos ol- y Pieza para orquesta las dos obras que
val de Alicante, en lo que al apartado de
encargos se refere. Su obra para dos vio-
lines, Ze/el •?, entusiasmó a la critica y a
la audiencia por la concisión formal y la
riqueza de los acontecimientos. Próxima-
mente esta obra se volverá a interpretar
en las IX Xornadas de Música Contem-
poránea de Santiago de Compostela, y
su Pieza para Orquesta, estrenada el pa-
sado verano en Ginebra como encargo
del Festival Eté Espagnol se reinterpreta-
rá en Madrid por una orquesta japone-
sa. Además su inclusión en el concierto
de percusión En torno a Francisco Gue-
rrero le confirman como uno de los nom-
bres más interesantes del panorama de
la joven música contemporánea española.
Juan Carlos Martinez Fontana se inició
en el mundo de la composición de una
forma autodidacta hasta que se encon-
tró con Francisco Guerrero, un compo-
sitor que ha formado muchos de los
pvenes nombres que aparecen ya regu-
larmente en los programas de los festi- fuan Carlos Martínez Fontená-
vales de música contemporánea,
mostrando un rigor compositivo del que vidamos de cómo se juega con la métri- participan de preocupaciones algo más
suelen carecer la media de compositores ca y de cómo se relacionan las ideas. En distantes de las que caracterizaron sus
formados en los conservatorios o con esto la literatura es tan abstracta como composiciones de la etapa de aprendizaje.
otros maestros. Juan Carlos Martínez la música si se quiere. Quevedo quizá sea "Ahora estoy inmerso en el trabajo con
Fontana opina: «Pero esto no es sólo evi- el literato más abstracto del que yo ten- planos individuales que tienen una vida
dente respecto a la media normal de ga noticia. Con esta óptica se puede mi- interna, pero que no son continuos —
compositores en España, sino que podría- rar cualquier cosa, el tronco de un van rotos y entrelazados con otros pla-
mos ir más lejos, quiero decir que la for- árbol..., y el resultado será parecido». nos y así se va consiguiendo que la ten-
mación que se adquiere trabajando con Cuando ya hemos comenzado la últi- sión de la música sea un resultado del
Guerrero es comparable con muy pocas ma década del siglo X X se tiende a ha- cruce de ideas, porque cada una es in-
cosas. Incluso a mi me parece prodigio- cer conjeturas y a jugar un poco a dependiente de las demás». J,C. Martinez
so que haya personas capaces de conse- visionarios, tratando de resolver cuál es Fontana no cree que la ínterrelación de
guir que la música funcione con los la gran encrucijada en la que está envuel- ideas en las que fundamenta, su discurso
precarios medios técnicos de que dispo- ta la música hoy en día. J.C. Martínez Fon- obedezca plenamente a la noción de de-
nen. Para mi el mayor lastre técnico de tana opina. «Para mí el problema en la sarrolla «si algo tiene de desarrollo el tra-
la mayoría de la gente joven que compo conducción de tensiones y en la noción tamiento de los planas es porque el grado
ne es que piensan la música nota a nota de causa efecto. Las grandes curvas de la de similitud de muchos de ellos y su com-
y lo que suena no se oye de esa forma. tensión romántica que sobrevivieron has- posición interna, que es complicada y está
Se da un desequilibrio técnico muy im- ta los maestros de la postguerra, se han hecha también con planos, implica una va-
portante». disuelto lentamente. Ahora esas curvas se riedad. Además, al descomponer una
Pese a reconocerse como un guerrena- sienten, pero ya no se oyen. Los jóvenes idea que aparece bap diferentes formas,
no de pro, no se siente muy atraído por intentamos fundamentar la tensión y la se- ves cómo esas formas en las que ha apa-
el pensamiento científico y matemático cuencia de acontecimientos en la mterre- recido originalmente la idea se van entre-
para la formulación de estructuras musi- lación, superposición y entrechocar de las lazando y relacionando con ideas que al
cales. «A mí la ciencia no es algo que me ideas. Ahora la tensión es un producto principio no parecían ser comunes y lue-
haga mucho tilín, yo soy más literario, pa- de la forma y no su causa». go resulta que sí lo son. Por lo tanto, el

116 SCHERZO
\ MÚSICA CONTEMPORÁNEA

juego en la relación de ideas acaba sien- romántico y por supuesto Várese Más realizada y su carácter extrovertido se
do muy complejo y es lo que dota a la adelante Luigi Nono, algo Xenakis y na- aunan para la creación <3e una música ca-
música de cierto interés en ese juego de turalmente Guerrero». rente de toda afectación y en donde un
implicaciones de unas cosas con otras». juego lúdico de relaciones dota a su dis-
Ante la cuestión de si existe un nom- J.C. Martínez Fontana ha realizado hasta curso de frescura y buen humor. i L o que
bre que haya abierto de alguna forma una el momento actual casi una docena de a mi música le quita dramatismo es la
via hacia el tipo de discurso que él persi- obras, de las que un concierto para seis ausencia de las grandes curvas de tensión,
gue se muestra algo escéptico. «No hay bombos y orquesta es la última. En su es- que son las que crean este efecto típica-
un músico que haya apuntado por ahí. Pa- tética cobran vida cierto sentimiento caó- mente romántico. Yo pienso que el tipo
ra mí sólo hay obras, como grandes pa- tico que a él le gusta definir como de emoción de hoy en dia es distinto, más
sajes del Canto de los Adolescentes, equilibrio inestable junto al máximo rigor quebrado, más duro, menos evidente, en
donde la tensión es completamente que- estructural, que poco a poco van confi- definitiva».
brada, asi como algunas obras de Schoen- gurando un lenguaje personalizado y co-
berg. donde la emoción no es de tipo herente. Su fe en la obra de arte bien Manel Rodeiro

La sensibilidad a través de la electrónica


Madrid Centro Cultural de la Villa. Viernes. 1 de febrero de 1990. Obras de Francisco Guerrero. )uan Carlos incluso efectuar por medio de éste los
Martínez Fontana y Manel Rodeiro Presentación en España del arpa eleclrónrca dentro de las I Jornadas Nacio- cambios de pedales.
nales de Arpa Susana Cermeña arpa electrónica

S.—¿Fbdria provocar este arpa un re-


En la Semana del 29 de enero al 4 de do mediante pedales de efectos como el chazo por parte de los arpistas?
febrero se celebraron en el Centro Cul- Delay, el Marmonizer, etc. S.C-—Boeno, cualquier intento de cam-
tural de la Villa las I jomadas Nacionales bio encuentra siempre una oposición.
de Arpa, organizadas por la Asociación S.—¿Crees que este arpa puede impo- Cuando Erard en 1811 inventó el sistema
Arpista Ludovico. En este marco se hizo nerse a la actual? de pedales de doble movimiento se en-
la presentación en España del arpa elec- S.C.—Creo que hoy en día no se pue- contró con no pocas críticas, pero las exi-
trónica, en un concierto a cargo de Su- de hablar de imposiciones, sino que es gencias musicales acabaron imponiéndo-
sana Cermeño, quien realizó un sobrio más conveniente hablar de convivencias. se. La música ha cambiado mucho desde
concierto compuesto por obras dificiles Cada época ha tenido su música, cada entonces y muy rápidamente El hecho de
a las que supo imprimirles carácter, de- músico sus instrumentos. El arpa electró- que el arpa evolucione para adaptarse a
mostrando una gran capacidad de con- nica puede convivir perfectamente con la nuevas necesidades es signo de que está
vicción. convencional, e incluso con la barroca de viva.
Con este concierto. Susana Cermeño dos órdenes, la renacentista, la céltica,
Logró acercar el intimo y sutil S— ¿as deficiencias del arpa
mundo del arpa al inagotable uni- convencional han influido creo en
verso proporcionado por la trans- que la literatura para el instrumen-
formación electrónica, situándose to sea muy escasa en lo que va
de esta forma como la primera de siglo. ¿Solucionará el arpa elec-
arpista española pionera en este trónica este vacío?
tipo de iniciativas. SCHERZO S.C—Indudablemente, el arpa
mantuvo con ella la siguiente en- convencional presenta muchos
trevista. problemas para el compositor. El
arpa electrónica resuelve en prin-
SCHERZO.—¿Qué característi- cipio al menos uno de los proble-
cas tiene el arpa electrónica? mas, que es el de la falta de
SUSANA CERMEÑO.- volumen que se le ha achacado
Básicamente no es muy distinta el habitúa I mente y por medio de los
arpa convencional: tiene la misma pedales de efectos puede disimu-
forma, el mismo sistema de pe- lar sus deficiencias en cuanto a
Cermeño
dales, el mismo timbre.... la única cromatismos y tonalidades. Rero
diferencia es que en el arpa electrónica etc.... pudiéndose interpretar en cada una insisto en que la verdadera revolución, y
hay un pick-up en cada cuerda, que co- de ellas la música que le ha sido destina- es asi como lo entienden los constructo-
nectado al amplificador le da al arpa el da. Quizá el arpa electrónica sea el pri- res, que siguen trabajando en este senti-
volumen que se desee. Lo más interesante mer paso para llegar al arpa def siglo XXI, do. En último caso, son los compositores
y lo que más puede atraer al composi- Está aún en plena experimentación y de- los que tienen la palabra.
tor a escribir para este nuevo instrumento sarrollo, y el siguiente paso será proba-
es la posibilidad de transformar el soni- blemente conectarla al ordenador, e M.R.

SCHERZO 117
MÚSICA CONTEMPORÁNEA

Un feliz cumpleaños zo alarde de una gran técnica y


maravillosa sonoridad al percutir manual-
mente los toms y bongos de la cadencia
de la obra. A modo de concierto parti-
Madrid: Auditorio Nacional de Música. Miércoles 31 de enero de 1990. Luis de Pabkx Dé¡ame hablar Cristóbal
Halffter: Mizar Luis de Pablo: A modo de concierta Cristóbal Haflffter1 Rxjrquoi' Concierto homenaje 60 ani-
cipa del intenso colorido y el tono relaja-
versario Orquesta de támara Peina Sofía. Rsdro Estevan. percusión. María Antonia Rodríguez, flauta: Rafael do habitual de la estética de Luis de F^blo,
Bewert, flauta. Jdse Ramón Entinar, director. recurriendo también a un lenguaje repe-
titivo muy marcado por las influencias de
El concierto homenaje a Luis de Pablo músicas no occidentales que otorgan a la
y Cristóbal Halffter constituyó uno de los obra singular interés.
mejores del ciclo organizado por el Cen- El concierto se cerró con Fuurquoi? de
tro para la Difusión de la Música Contem- Cristóbal Halffter, una obra que intenta
poránea. Al valor intrínseco de las obras la comunión entre dos sonoridades en
ejecutadas debemos sumar el buen ha- principio enfrentadas, como son la con-
cer de la Orquesta de Cámara Reina So- sonancia perfecta y un espectro sonoro
fia y de José Ramón Encinar que se que participa de todas las posibilidades
confirma como uno de los grandes direc- que pueden ofrecer los instrumentos tra-
tores españoles. dicionales. Cristóbal Halffter pasa de un
Tomás Marco indica en las notas al pro- universo a otro sirviéndose de agregacio-
grama del concierto, que sin Luis de Pa- nes y disminuciones dentro de la densi-
blo y Cristóbal Hatffter la música española dad de la masa sonora. Pese a tratarse
y la propia generación compositiva hubie- de una obra realizada entre 1974 y 1975
ra sido muy distinta y mucho más pobre. Pourquoi? ya presenta innumerables ele-
Probablemente esto revista su verdad, ya mentos estéticos que identifican al Half-
que hay que tener en cuenta que entre fter actual.
Luis de Pablo y Cristóbal Halffter y el res-
to de compositores de su generación el M.R.
abismo es increíble. Ftero sin embargo, re- Cristóbal
sulta sintomático que en relación a sus
equivalentes generacionales en el resto de
Europa, presentan cierta recesión en el
lenguaje y renuncian a la búsqueda tanto
formal como expresiva que caracterizó
Prieto: El éxito a cualquier precio
sus primeras obras. Déjame hablar de Midrid: Teatro Monumental 22 de enero de 1990. Presentación pública de la grabación dtstográfica de
Luis de Fablo fue la obra con la que dio los Tríos de Claudio Prieto. Trío en Sol (1986-1989), Glnlo ilpoela de los sonidos (1986 1989) Canto-Danza-
Canción. Trío Mompou de Madnd Luciano G. Sarmiento, piano. Joan Luis Jordá. violín, Mariano Melguizo.
comienzo el concierto. Originalmente es- uioloncello.
crita para once instrumentos de cuerda,
fue compuesta en 1974 y su estreno tu- Claudio Prieto obtuvo un clamoroso éxito en la presentación del disco com-
vo lugar en Royan el 27 de marzo de pacto que incluye la grabación de sus Tríos. El público congregado en la sala asi-
1975. La obra presenta una gran homo- miló sin dificultades un lenguaje fácil que busca ante todo la comunicación
geneidad desde el punto de vista formal, inmediata.
apoyándose su estructura sobre recurren- El programa estaba constituido por dos obras, el Trío en Sol y el Canto al
das del material sonora Aquí también Poeta de los Sonidos, una especie de recreación sobre la estética de Mompou.
emplea Luis de Pablo un recurso muy ha- El Trío en Sol aunque no está escrito en la tonalidad funcional constituida sobre
bitual en su producción como es el em- dicho acorde, recurre a polarizaciones y gestos interválicos relacionados con di-
pleo de ciertas notas a modo de fónicas cha tonalidad. A pesar de que Claudio Prieto procura evitar toda jerarquizaron
que funcionan como referencia auditiva. en las relaciones de los sonidos, este tratamiento desemboca a menudo en ca-
muflados gestos típicamente tonales, que situados fuera de su contexto contri-
A continuación pudimos oir Mizar de
buyen a crear un lenguaje conflictivo y de poca autenticidad desde un punto de
Cristóbal Halffter, para con|unto instru-
vista estético.
mental, dúo de flautas y tres percusionis-
tas. Aunque la plantilla instrumental haga En la obra de Claudio Prieto el empleo a ultranza de consonancias restringe
pensar en un papel solista de las flautas, el campo de posibilidades tanto armónicas como melódicas, encerrándonos en
éstas no se limitan a un rol concertante un mundo vulgar y trillado, que nos lleva por momentos a situaciones de una
e integran su propio devenir en la estruc- ingenuidad tal, que el tratamiento del piano recordaba cierta música ligera.
tura general de la obra. Mizar se mues- El Trío en sol adolece también de un defecto muy extendido en la última
tra muy rica por la diversidad de los producción del compositor palentino, como es la simpleza formal: la falta de in-
acontecimientos sonoros, que dotan a la genio para conseguir relaciones complejas y ricas. La obra está estructurada en
obra de cierto carácter descriptivo, aun- seis secciones, confiando la 2.a. la 4.a y la 6.a a los instrumentos a solo que gene-
que el autor se pierde momentáneamen- ralmente desarrollan un material de naturaleza lírica, en busca de una supuesta
te en la fascinación sonora del discurso belleza romántica y trasnochada. Las secciones de tutti están desarrolladas so-
alargando demasiado los aconteci- bre determinados tipos de intervalos o de ritmos que no vienen a liberar la mo-
mientos. notonía de las otras secciones. El Canto al poeta de los sonidos se estructura
en tres partes muy diferenciadas, utilizando en la última un tema extraído de
La segunda parte del concierto se ini-
la Tercera Canción de Mompou basada en la popular melodía catalana El noi
ció con A modo de concierto de Luis de
de la mare.
Pablo, una especie de concierto para per-
cusión solista en donde Ffedro Estevan hi-
MR.

118 SCHERZO
Vil muestra

MÚSICA j r

ANTIQJJA
SEVILLA, 1 AL 9 De MARZO 1990
ALCÁZAR». TEATRO LOPE DE VEGA

I DlMMZO
GUIDHALL STRING ENSEMBLE
Tuno Lan DI

1 DI MA1W
TIES SAGBUTTS AND CORNETTS
RMUS AicAuMt

1 M MAUO
ST. jAMES'S BAROQUE PLAYERS
TEATRO LOFE DE VBCA

THE HILLIARD ENSBMBLE


. RJALEÍ ALCÁZARES

RQUESTA BARROCA DE LA COMUNIDAD EUROPEA


DTOR.: ROY GOODMAN
TtATUo LOPE DE VEGA

7 DI Umio
TALLER ZIRYAB
REALES ALCÁZARES \>-

I H MA*IO
THE SIXTEEN
.: HARRT CHRISTOPMERS
TEATRO LOPE DE V E G A ' .

9DIMAMD
THE PARLEY OF INSTRUMENTS
REAUÍ ALCAZMK

í
DE SitILLA. A l & DE CULTUU
N UNIVIUAL SEVUA 1991
JUNTA D I ANDALUCÍA. CONSEJE»!* DE CULTURA
LA Cmuí DIL CAMPO S. A-
. , , hatomo. ImiruMim-os MUMCALU
III Concurso Internacional de Canto
Julián Gayarre
27 agosto - 2 septiembre 1990
Presidente: José Carreras
Normas Generales 2. Pruebas
2 . 1 . El concurso PREMIO INTERNACIONAL DE
A. EL PREMIO INTERNACIONAL DE CANTO «JU- CANTO «JULIÁN GAYARRE" se resolverá en tres etapas
LIÁN GAYARRE- se otorgará cada dos años. Su III edi- eliminatorias.
ción tendrá lugar en los Festivales de Navarra de 1990, en-
El orden de intervención en cada una de ellas se realizará
tre los días 27 de agosto y 2 de septiembre.
mediante sorteo.
B . EL PREMIO INTERNACIONAL DE CANTO -JU-
2.2. El Jurado comunicatá, por escrito, a los concursantes
LIÁN GAYARRE- está abierto a la participación de can-
inscrito* o seleccionados, antes del 30 de junio de 1990, el
tantes de todas las nacionalidades. La edad de los concur-
lugar, día y hora en que tendrá lugar el sorteo que corres-
santes, en la fecha del concurso, deberá »ei: entre 20 y 35
ponda a la primera prueba eliminatoria.
años para las voces masculinas y entre 18 y 32 años para las
voces femeninas. 2.3. Todo concunante tendrá derecho a participar en
las pruebas con su propio acompañante. En otro caso, la or-
C. EL PREMIO INTERNACIONAL DE CANTO -JU- ganización pondrá a disposición de cada concursante, una
LIÁN GAYARRE" está dotado con los premios siguientes: vez realizado el sorteo, un plantara acompañante para ensa-
• Primer Premio de l.OOO.OOOde ptas. yar durante 30 minutos antes de cada prueba, y establecerá
• Segundo Premio de 500.000 ptas. el orden de los ensayos. ^ F
• Tercer Premio de 250.000 ptas.
• Premio Especial «jof¿ Carreras» de 250.000 ptas. a Todas las pruebas serán públicas.
mejor voz de tenor. La dotación de este Premio Especial
podrá ser. acumula ble a los otros. 3. P r i m e n prueba eliminatoria
El jurado podrí dejar desiertos el premio o los premios
que estime oportuno, 3.1. F3 Concursante elegirá, para la prtanera prueba, una
canción clásica y un aria de ópera del repertorio ^>or él pre-
D. Los premiados participarán en un condeno en los visto.
• Festivales de Navarra- correspondiente al año siguiente al Según Is duración de esta prueba, el jurado se reserva el
de la celebración del concurso. derecho a suprimir una de las obras.
E. La Organización del Concurso se hará cargo de los J J . AL finalizar la última sesión, el lecretario del jurado
gwtos que ocasionan a los finalistas su estancia en Pamplo- dará a conocer el resultado de esta primera prueba y nai<
na a los efectos de participar en el Concurso. público d día, hora, lugar y orden de actuación de los selec-
F. El Consejero de Educación y Cultura del Gobierno de cionados para la siguiente prueba eliminatoria, previo el co-
Navarja designará un jurado de siete miembros, formado rrespondiente sorteo.
por personalidades eminentes en el campo de la música y la
interpretado'n vocal. 4. Segunda prueba eliminatoria
Uno de los miembros del jurado realiiará, por elección de
sus compaña©!, las funciones de secretario del mismo. 4.1- El concursante elegirá, para la segunda prueba eli-
minatoria, una canción clásica y dos aria! de ópera del re-
i pertorio por él previsto y que no hayan st<$o interpretadas
Procedimiento en la prueba anterior.
Según la duración de esta segunda prueba, el jurado se
1. Inscripción reserva el derecho a suprimir una de las obras.
1.1. Los aspirantes a participar en el concurso PREMIO 4-2. Al finalizar la última sesión, el secretario del jurado
INTERNACIONAL DE CANTO «JULIÁN GAYARRE. dará a conocer el resultado de esta segunda ptueba y hará
presentarán en el Registro üeneral del Gobierno de Nava- público el día, hora, lugar y orden de actuación de los fina-
rra, Carlos III 2, 31002, Pamplona; o remitirán al mismo, listas, previo el correspondiente sorteo.
por Correo certificado, antes del día 31 mayo de 1990, lo»
datos siguientes:
a) Nombre, apellidos, nacionalidad, domicilio, teléfono y 5. Prueba final
edad, esta última documentación acreditada. 5.1. El concursante elegirá, para la prueba final, una de
b) Curriculum artístico con referencia expresa a estudios las piezas del repertorio por él previsto. El jurado elegirá, del
cursados, títulos, premios, becas, etc., yjustificado docu- mismo repertorio, las que precise para mejor fundar su deci-
menta Itnente. sión. La elección del jurado será comunicada al concursante
c) Repertorio mínimo de 6 piezas vocales (4 arias de ópera al final de la segunda prueba eliminatoria.
y 2 canciones de autores clásicos), de una duración no La prueba final se interpretará con acompañamiento de
inferior a 30 minutos. orquesta.
1.2. El jurado se reserva el derecho de seleccionar los 5.2. Al término de la prueba final, el Presidente del ju-
concursantes inscritos que hayan de participar en las prue- lado hará público el nombre de los premiados en acto con-
bas eliminatorias. vocado al efecto.

i Gobierno de Navarra
Departamento de Educación y Cultura
Oficina del 111 Concurso Internacional de Canto JULIÁN GAYARRE - Dirección General de Culrura-]nsntucuín Príncipe de Viana
(Actividades diluíales! • C/ Ansoleaga. 10 (Tfnc: 948 - 22 72 00, ext. 3162) • 31001 PAMPLONA
GRANDES INTERPRETES

Klemperer, reencuentro en CD

E
n el n.° 40 de SCHERZO. pág. 81. bien que en esta grabación han sido cui- musical. Los puntos claves de esta inter-
comenzamos a reseñar las formida- dadas de forma ejemplar las intervencio- pretación: racionalidad, claridad, lucidez,
bles grabaciones de Otto Klempe- nes corales y las texturas de la orquesta, carácter dramático incisivo y certa dis-
rer para EMI en la nueva modalidad de como siempre uno de los puntos más tancia (que no frialdad) en determinadas
disco compacto. Hablábamos entonces atractivos en los registros de este Maes- escenas; los matices dinámicos están muy
de un singular Mozart y de un Mahler trá- tro. Espléndido plantel de solistas, tanto diferenciados y las acotaciones agógicas
gica angustioso y solemne que fue, sin du- vocales como instrumentales y. finalmen- fielmente respetadas. En cuanto al equi-
da, uno de los pilares de toda la te, digamos una vez más que. con los me- po de cantantes, digamos una vez más
discografía (citemos otra vez su Novena dios de reproducción de que dispo- que hoy no se podría encontrar otro
o La cancón de la tierra). Ahora, la em- nemos, el disco compacto gana una vez igual: |on Vickers, de voz poderosa y fle-
presa británica prosigue editando en so- más en claridad y fidelidad, bastante por xible a la vez, hace una inteligente apro-
porte de disco compacto el imponente encima de la grabación analógica en LR ximación a Florestán: Christa Ludwig,
legado fonográfico de este importantísi- algo apurada por razones obvias, encar-
mo Maestro, publicando grabaciones de na a una Leonora dramáticamente impe-
Johann Sebastian Bach, Beethoven, Contra corriente cable y correctamente cantada, aunque,
Bruckner, otra vez Mozart y, finalmente, Y pasemos ahora a una de las versio- en opinión del abap firmante, no consi-
Richard Strauss (aparte del célebre Ho- nes más hermosas del Fidelio de Beet- ga alcanzar a la sentida y sufriente Leo-
landés errante wagnenano que Arturo hoven. Si Furtwángler abordaba la única nora de Martha Módl o a la imponente
Reverter hace en comentario aparte den- ópera beethoveniana con actitud de vi- de Kirsten Flagstad (ambas con Furtwán-
tro de estas mismas páginas). Y vayamos sionario genial (fuertes contrastes diná- gler); excelentes los tres bajos del regis-
ya. sin más dilación, con la primera de las micos, enérgicos sforzati y acentos tro: Frick, Berry y Crass, lo mismo que
grabaciones de Klemperer: la obra más agudos que irrumpen violentamente en la pareja formada por Hallstein y Unger.
vigorosa y grandiosa deJ.S. Bach. su Mi- la uniformidad musical, creando tensio- Modélico el coro preparado por el irre-
sa en Si menor. nes de energía que llevaban el pulso vi- petible Wilhelm Pitz y magistral respues-
En el n.° 36 de nuestra revista, pág. 52. tal al más alto grado de intensidad). ta orquestal de la Philharmonia. En
recomendábamos calurosamente la ver- Klemperer lo hizo como arquitecto con definitiva, otra diana del tándem Legge-
sión de Klemperer de La festón según San procedimientos propios. Una vez más se Klemperer, lo cual implica que hay que
Mateo, diciendo que su dirección era un pone de manifiesto la característica pri- hacerse necesariamente con esta graba-
impresionante con|unto de claridad, di- mordial de este director: resaltar lo es- ción, que, como todas las aquí comen-
sección, tensión interna y con un claro tructural por encima de lo emotivo, no tadas, ha ganado en el nuevo sistema de
predominio del contenido espiritual de la dejándose llevar nunca por la corriente lectura por láser.
música por encima de la
sensualidad sonora. O t r o
tanto cabria predicar de
esta versión de la Misa en
Si menor, para quien esto
escribe la cima interpreta-
tiva absoluta en lo que a
esta partitura se refiere
(dejemos aparte la cues-
tión, un tanto manida, de
los instrumentos origina-
les). La obra, además, no
posee esa unidad que es la
característica más bella de
La Pasión según San Mateo
(por eiemplo. existe una
evidente desproporción
entre el Chnste ele/son es-
crito para dúo y el primer
y último Kyrie eleison pa-
ra coro); sin embargo, y
gracias al peculiar sentido
de los ternpi de Klempe-
rer, todos esos fragmentos
quedan perfectamente en-
garzados. Digamos tam- otto fOTO- M*C DOMNIC

SCHERZO 121
CRÁNDES INTERPRETES

«Sehe jeder, wie er's treibe» (Que mente. el ciclo de O t t o tClemperer con 69. III 120, 69. 56, 60, 120. IV 80, 80, 80.
cada uno decida cómo hacerlas) la Philharmonia {otra producción de VJa\- Furtwángler:
ter Legge) se inscribe por derecho pro- I 54, 54. 96. II 56, 52, 56, 60. 63. 60,
Esta ata de Goethe nos viene como pio entre los anco o seis imprescindibles 58. III 120, 44, 40. 46, 128. IV 69. 76, 69.
anillo al dedo para el espinoso y nunca a pesar de sus aparentes singularidades Las diferencias son muy curiosas. La
def nitivamente resuelto tema de cómo interpretativas. Lo primero que llama la duración del primer movimiento es. en
aproximarse al mundo sinfónico de Beet- atención, los tempi elegidos para algunas consecuencia: 12' en Klemperer, IO'45"
hoven; de hecho hay tantas recreaciones sinfonías, impresionantemente lentos, só- en Erich Kleiber, H'25" en Carlos Klei-
de Sinfonías como directores de las mis- lo superados por algunos de Furtwángler, ber (descontando el ntornello. que es el
mas han existido o existen. Recordemos si bien los de éste son más vanados. Se- único en hacerlo), II'I8" en Kara|an y
a Furtwángler, a Vi&lter, a Schuricht, a gún Zurletti (I), en la Séptima encontra- I2'52" en Furtwángler. Las duraciones
Szell. Ench Kleiber. Carlos Kleiber, Tos- mos en Klemperer los siguientes datos del segundo movimiento son: 910" en
canini, Karajan I y II {III y IV m e p r olvi- metronómicos: Klemperer, 6 3 5 " en Ench Kleiber, 8'02"
en Carlos Kleiber, 7'58" en Karajan y
IO'2I" en Furtwángler. Desgraciadamen-
te no podemos determinar las diferen-
cias de densidad sonora, que sobre-
pasarían incluso las de Furtwángler y
pondrían de manifiesto el carácter par-
ticularmente pesante de la ejecución de
Klemperer. También las fluctuaciones in-
ternas aparecen menos amplias que en
los otros, casi arraigadas a un plano na-
rrativo fundamental. Al final de la Sépti-
ma, como al final de la Heroica, tenemos
la sensación de haber cumplido un itine-
rario de densidad única. La adopción de
tempi generalmente uniformes, la extre-
mada parsimonia en el uso de medios ex-
presivos, la renuncia al ennoblecimiento,
dan en Klemperer una particular idea de
objetivismo, son una expresión de aquella
objetividad que constituyó para muchos
músicos de los años 30 el principal im-
perativo categórico.» (2)
Todas las Sinfonías beethovenianas son
en manos de Klemperer ejecuciones
arrolladuras, interpretaciones para ser
degustadas reposada y serenamente, que
reflejan la personalidad decididamente
dialéctica de este Maestro único. Así
pues, ciclo imprescindible |unto a los de
Furtwángler. Szell, Schuricht y las versio-
nes sueltas de Ench Kleiber. Anotemos
también el excelente sonido y la excelen-
cia interpretativa de las obras que sirven
de relleno (no cabe aqui sentido peyo-
rativo) a las Sinfonías, sobre todo la in-
tensa y monumental Gran Fuga.

Un músico de 24 años y o t r o de 82

darse), Kubelik, Fricsay, Giulini, e incluso La historia de la grabación de los Con-


Celitodache, de quien se anuncia un nue- I 66, 69, 96. íl 54, 60. 66, 76, 60, 63. ciertos para piano y orquesta de Beel-
vo ciclo para Decca en modalidad de 66. III 108, 60, 56, 56, 116. IV 63. 69, 63. hoven por Daniel Barenboim y O t t o
Video-Disc (ya veremos, pues sabido es «Confrontemos estos datos metronó- Klemperer es bien conocida. De todas
que el maestro rumano ha caldo vanas micos con los de otras versiones. Ftor formas, y al coincidir básicamente con los
veces en la tentación de grabar alguna ejemplo, Erich Kleiber: juicios vertidos por el productor de es-
que otra obra, pera a la hora de escu- I 69, 69, 100. II 66, 72, 69. 69, 76. 80. tos registros, Suvi Ra| Grubb, en el libre-
char las cintas del registra nunca queda- 76, III 120. 50. 58, 56, 126. IV 66, 76, 72. to que acompaña al álbum, nos permi-
ba satisfecho). Hemos mencionado las Carlos Kleiber: timos traducirlos en extracto para dar al
versiones que, a nuestro JUICIO, han sen- I 66, 63, 100. II 72. 72, 69. 69, 72. 72. lector una somera idea de la importan-
tado cátedra en Beethoven (también po- 69. III 132. 63. 63, 63, 138. IV 72. 76, 76. cia de los mismos.
dríamos añadir a Stokowski, Sanderhng. Karajan: «Cuando Klemperer grabó el Concier-
Kempe. Jochum o Bemstem II). Natural- 166,63, 104.1169. 72. 69. 69, 72. 72, to de violín de Beethoven con Menuhin

122 SCHERZO
KLEMPERER

en 1966. ya habia grabado la mayor par- Mozart, Bruckner y Richard Strauss tor: Otto Klemperer. EMI 63354/59
te de la música orquestal de Beethoven, 2, 6 discos ADD. Duraciones:
exceptuados los Conciertos de piano. El disco con Serenatas para instrumen- 70'45". 73*21". 69*57", 67*32",
Siempre habla deseado grabar estas tos de viento del salzburgués es un im- 68'56" y 71*57". Grabaciones rea-
obras, y durante los años en los que co- presionante estudio de claridad, hasta el lizadas en la Kingsway Hall y en los
laboramos juntos habia hecho vanos pro- punto de que se pueden diferenciar ca- estudios Abbey Road, Londres, en-
yectos que por una razón u otra no habia da uno de los trece instrumentos en la tre 1957 y 1969, Productor: Walter
llevado a la práctica. Todavia no había Serenata K. 361 (sugerimos seguir con Legge (Suvi Raj Grubb para la ober-
aparecido el colaborador ideal de Klem- partitura esta audición). Otra vez hay que tura Prometeo). Ingeniero: Douglas
perer para estos Conciertos. A la edad admitir la prioridad del sonido del com- Larter. Precio medio.
de 24 años. Daniel Barenboim habia al- pacto, comparado obviamente con el de
canzado ya una gran reputación como un equipo normal de calidad standard. BEETHOVEN: Fidelio. Christa Lud-
músico de gran sensibilidad y poderosa La Sexta de Bruckner siempre fue ver- wig, mez. (Leonora); John Vickers,
imaginación en sus interpretaciones. En sión de referencia, o sea que poco tene- ten (Florestán): Gottlob Frfck, ba-
1966 firmó un contrato en exclusiva con mos que añadir, a no ser la recomen- jo (Rocco); Walter Berry, bajo (Don
EMI,realizandola primera grabación con dación calurosa del registro. En cuanto Pizarro); Franz Crass. bajo (Don Fer-
nosotros en el mes de septiembre del al disco Richard Strauss, ácido y expre- nando); Ingeborg Hallstein, sop.
mismo año. Este registro incluia tres de sionista, es otra de las lecciones magis- (Marrelline); Gertiard Unger, ten. (Ja-
las Sonatas más populares de Beethoven, trales de Klemperer, Tres grabaciones quino). Coro y Orquesta Filarmonía.
demostrando que era un intérprete ex- impresionantes que completan este es- Director: Otto Klemperer. EMI 7
cepcional de la música de este Maestro pectacular lanzamiento. Esperamos pró- 69324 2, álbum de 2 discos ADD.
y un pianista cuyo talento musical iguala- ximas reediciones (Don Ciovanm, Duraciones: 56'39" y 71*32". Gra-
ba al de Klemperer, ya que poseia la mis- Séptima de Mahler. oberturas de Beet- bación: Kingsway Hall, Londres, fe-
ma espontaneidad e igual sentido de la hoven. etc.). brero y mano de 1962. Productor:
aventura con las que Klemperer se acer- Walter Legge. Ingeniero: Douglas
caba a una obra familiar, de modo que Larter. Precio medio.
Enrique Pérez Adrián
el oyente podía pensar que escuchaba la
obra por primera vez. BRUCKNER: Sinfonía n° 6 en La
mayor Orquesta Nueva Filarmonía.
Klemperer habia oido hablar de la re- Referencias de los discos comentados Director: Otto Klemperer. EMI 7
putación de Barenboim, y cuando se en- 63351 2. ADD. Duración: 54"54".
contraron se estableció en seguida entre - J.S. BACH: Misa en Si menor. BWV. Grabación: Kingsway Hall. Londres,
ellos una importante compenetración. A 232. Agnes Giebel (sop. I), Janet Ba- noviembre de 1964. Productor; Pe-
principios de 1967, grabaron el Concier- ker (sop. II. con.), Nicolai Gedda ter Andry, Ingeniero: Robert Gooch.
to K, 503 de Mozart, y poco después el (ten.). Hermano Prey (bar.), Franí Precio medio.
mismo Klemperer insistia en preparar la Crass (bajo). Coros de la BBC. Or-
grabación de los Conciertos de Beetho- questa Nueva Filarmonía. Director: MOZART Serenatas para instrumen-
ven. Los conciertos se grabaron en 9 se- Otto Klemperer. EMI 7 63364 2. ál- tos de viento, K. 361 y K. 375. Con-
siones y en orden inverso. Se grababan bum de 2 discos ADD. Duraciones: junto de Viento de Londres.
generalmente movimientos enteros, pues 67'29" y 68*11". Grabación: King- Conjunto de Viento de la Orquesta
Klemperer, al igual que Barenboim, de- sway Hall, Londres, octubre y no- Nueva Filarmonía. Director: Otto
testaba ser interrumpido y prefería co- viembre de 1967. Productor: Suvi Klemperer. EMI 7 63349 2, ADD.
rregir los errores realizando una nueva Raj Grubb. Ingeniero: Roben Duración: 75"29". Grabaciones: Es-
toma del movimiento completa Sólo el Gooch. Precio medio. tudios Abbey Road, Londres, diciem-
hecho de que el primer registro del Em- bre de 1963 y noviembre de 1971.
perador, con todos sus pasajes particu- - BEETHOVEN: ios 5 Conciertos pa- Productores; Ronald Kinloch Ander-
larmente difíciles, no sufriese repetición ra piano y orquesta. Fantasía para son y Suvi Raj Grubb. Ingenieros:
alguna nos da ¡dea de la unidad de vi- piano coro y orquesta. Daniel Baren- Douglas Larter y Michael Gray. Pre-
sión de ambos artistas. Este director de boim (piano). Coro John Alldis. Or- cio medio.
82 años y este pianista, que no tenía ni questa Nueva Filarmonía. Director:
siquiera la tercera parte de esa edad, es- Otto Klemperer. EMI 7 63360 2, ál- R. STRAUSS: Don Juan, Op. 20.
taban unidos por una obsesión común: bum de 3 discos ADD. Duraciones: Muerte y transfiguración. Op. 24. Sa-
encontrar el sentido profundo y la ver- 6T22". 77*17** y 64'11". Grabacio- lome. Op. 54 (Danza de los siete ve-
dad de esta música tan querida a su nes: Abbey Road Studios. Londres, los). Metamorfosis para 23 ins-
corazón.» octubre-noviembre de 1967 y ¡unió trumentos de cuerda. Orquesta Fi-
de 1968. Productor: Suvj Raj Grubb. larmonía, Director: Otto Klempe-
Digamos para finalizar este apartado Ingeniero: Robert Gooch. Precio rer. EMI 7 63350 2, ADD. Duración:
que Barenboim y Klemperer lograron su medio. 76'46", Grabaciones: Kingsway Hall,
sueño, y estas versiones han pasado a la Londres, entre 1960 y 1961. Produc-
historia como modelos representativos - BEETHOVEN: Las 9 Sinfonías. Gran tores: Walter Legge y Walter Jelli-
de una tradición Complemento idónea fuga. Op. 133. Música de escena de nek. Ingenieros: Douglas Larter y
creemos que imprescindible, a las revo- Egmont. Obertura de Prometeo. Aa- Neville Boyling. Precio medio.
lucionarias recreaciones de Gilels y Szell se Normo Lovberg (sop.}, Christa
también para la empresa británica (pró- Ludwig (mei), Waldemar Kmentt
(I) Michetangelo Zurletti. La dirtzione d'Orchestra,
ximamente serán reeditadas en com- (ten.), Hans Hotter (bajo). Coro y Flwenea. 1985. pigi. 190-191.
pacto). Orquesta Nueva Filarmonía. Direc- 12) Zurleui. Id., pígs. 191 y 191.

SCHERZO 123
JAZZ

Episodios
L
as encuestas suelen engañar Cual- sin embargo, es aquí, y en otras forma- sies. Quest siempre se ha movido en un
quiera que sea su contenido o su ob- ciones similares, donde se cuece el jazz ambiente musical que es como una pro-
|etivo, no son casi nunca de fiar. La más interesante, en el umbral de la nue- logactón de los conceptos de un dúo,
que Down Seat —una de las revistas es- va década. Buena prueba de ello tuvimos puesto que hemos tocado juntos, y el dúo
pecializadas que goza de más prestigio e hace un par de meses cuando Quest nos en sí va un poco más allá en cuanto a lo
influencia entre la gente del |azz a pesar visitó ofreciendo un concierto tan memo- conceptual. En el transcurso de tres o
de su disminuida seriedad— organiza ca- rable como aquel que dio en el madrile- cuatro años esa música y esos conceptos
da año entre sus lectores, no es ninguna ño Club San Juan Evangelista el año se han inclinado hacia un cuarteto. Quest
excepción. No es que su Readers Fbll anterior. ha atravesado dos o tres encarnaciones
mienta descaradamente, pera de mane- Esta importante formación lleva ya diez diferentes. La primera de ellas fue con el
ra casi inevitable entrega los primeros años funcionando como una cooperati- bajista George Mraz y el batería Al Fos-
puestos a músicos y productos discográ- va donde no hay un músico que desta- ter. Luego Eddie Gómez tocó con noso-
ficos altamente sospechosos. Los ganado- que sobre otro Sus miembros han tenido tros durante una época hasta que Mraz
res de cada categoría son normalmente un desarrollo musical y personal bastan- se voh/ió a integrar. Billy Hart se unió al
individuos que, convertidos en figuras, se te similar. De allí vienen la fuerza y la fres- grupo después de Foster, y finalmente
empeñan en hacer concesiones que da- cura de la música que producen, libre de Ron McCIure sucedió a Mraz en el año
ñan su valor artístico. Y si no. se encarga- los clichés que abundan en el jazz de la 1984. Desde esa fecha hemos seguido
rán de ello los promotores en su afán de actualidad, basada en un vocabulario co- siendo los mismos...
aumentar constantemente la venta pro-
duciendo una música que. en muchos ca-
sos, resulta una caricatura de lo que es
o debiera ser el |azz. ba}o el siempre dis-
cutible pretexto de seguir una supuesta
exigencia masiva,
De este modo se ven condenados a la
segunda o tercera fila una larga serie de
jazzmen que forman la vanguardia sin la
cual no puede progresar la música. Les
cuesta salir de esta sombra, y la mayoría
no lo consigue nunca, Rsro sobreviven y
tienen el apoyo de un público tan fiel co-
mo minoritario que afortunadamente pa-
rece aumentar paulatinamente.
Bien es verdad que consuela ver la or-
questa del pianista Sun Ra en el primer
puesto del último Fbll publicado hace es-
casas semanas. Su álbum más reciente,
grabado en diciembre de 1988, fi'ue De-
light (A&M CD 5260). es todo un acon-
tecimiento A la banda de Sun Ra le siguen D Liebrmn. R McCIure. R Beirsch y B Htrt forman Quest.
a gran distancia las formaciones obsole- mún y un nivel muy alto de comunicación. Liebman: la filosofía de nuestro gru-
tas de tres líderes ya fallecidos (Count Ba- Los cuatro norteamericanos participa- po es que todos somos iguales, que to-
sie. Mel Lewis y Gil Evans), y la lista no ron en el IX Seminario Internacional de dos procedemos de la misma generación,
incluye novedad alguna. Lo mismo ocu- jazz que en el mes de noviembre organi- que todos disfrutamos de las mismas in-
rre con la casi totalidad de secciones, y zó el Taller de Músicos, en El Escorial. Allí fluencias, respetamos la misma música y
es lamentable ver. por ejemplo, un ya des- mostraron sus dotes pedagógicas ante tenemos unos valores muy similares, pa-
prestigiado Osear Fteterson como vence- unos setenta alumnos, y tuvimos la oca- recidos a los valores que tendrían hom-
dor entre los pianistas, con tantos votos sión de charlar con ellos. Dejemos a los bres de nuestro mismo grupo de edad.
que los nuevos talentos Marcus Poberts. dos fundadores del grupo, Liebman y Bei- Esa es la fuerza de Quest, es decir, es más
Gen Alien, Mulgrew Miller, Don Pullen y rach, explicar el origen de su formación bien un grupo de personas iguales que un
Kenny Kirkland suman entre ellos. y el carácter de la música que crea. grupo donde existe un personaje más im-
Muchos nombres de enorme peso pa- Beirach: Quesí es realmente la conti- portante que los demás, y músicos de
ra el af donado europeo no parecen exis- nuación de un dúo que Dave y yo man- menor edad que le acompañan, tenien-
tir para los lectores de la mencionada tuvimos durante aproximadamente veinte do mucha capacidad de trabajo pero me-
revista americana. Tal es el caso del gru- años. Empezamos a tocar juntos en el año nos experiencia. Todos nosotros somos
po Quest y sus cuatro componentes: el 1969 en su loft (buhardilla) de Nueva York la experiencia de este grupo, y todos in-
saxofonista David Liebman, el pianista Ri- (en aquella época existía lo que se llama- tentamos mantener viva esa tradición de
chard Beirach, el contrabajista Ron ba loft/azz) y tocábamos sin cesar hasta jazz. De ahí precisamente viene la pala-
McCIure y el batería Billy Hart. Ninguno que finalmente lanzamos nuestro primer bra Quest, que es buscar, investigar, ave-
de ellos figura entre los diez primeros álbum en dúo, en el año 1975, paca el se- riguar... Cada vez que se toca, se crea una
puestos de sus respectivas categorias. Y, llo Honzon. Se titulaba Forgotten Fanta- nueva experiencia. No tenemos un show,

124 SCHERZO
E-JAZZ

a decir verdad tenemos muy poca músi- yo realmente no podía tocar, que no te-
ca programada, sólo el 10% de ella se es-
cribe o se compone, se especifica, e
nia idea de lo que estaba hacienda El era
el primero que me criticó severamente, Discografía
incluso está música cambia de una vez a y fue algo absolutamente necesario para
otra. Fbr lo tanto, es un grupo en la tra-
dición que nos encanta, es decir: jazz ba-
mí. Me hizo cantar los solos de Lester
Young, las canciones de Billie Holiday y
seleccionada
sado en la improvisación. Frank Sinatra. Dave también estudió con DAVID LIEBMAN
(nacido el 4 de septiembre de 19-46. en
Beirach: La mayoría del jazz de los años Tristano. y estará sin duda de acuerdo Brooklyn, Nueva York)
60 era como éste. Es decir, el que toca- conmigo en que éramos demasiado jó-
First Visit. West 54-8012 (1973)
ba Miles Davis o John Coltrane o Bill venes e inmaduros. Su sentido del tiem- Lookout Farm. ECM 1039 (1973)"
Evans o Thelonious Monk u Omette Co- po era, por ejemplo, muy sofisticado, muy Open Sky Trio: Sptrit In The Sky, P.M. PMR
leman, y que casi siempre era la inversa parecido a Charlie Parker que básicamen- 003 (1973)
de la música que normalmente se busca- te era el único que respetaba. La forma forgotlen íanüsies. A 4 M Monzón SP 709
en que usó la mano derecha sigue tenien- (1975)'
ba. Ellos buscaban elementos nuevos, pe-
Pendulum, Artist s House AH 8 (1978)
ro poco a poco se volvieron más do una influencia en mí hoy en día... Pe-
Dedkations. CMP 9 (1979)
conservadores, y ahora nosotros somos ro no sólo estudié con Tristano o con la Dom't It Agam. Timeless 101-10 (1979)
la excepción. música de Parker, sino que empecé con 'The Opal Heirt. En(a 3065 (1979)
Para estos dos magníficos instrumentis- Bach, incluso con la época previa a Bach, If They Only Knew, Timeless 151 (1980)
tas no hubo durante los años de juven- Orlando Lassus y Orlando Gibbons, por Quest. Palo Alto 8061 (1981)*
ejemplo, para luego progresar hasta Mentones. Dreams, Refíections, RM. PMR
tud y aprendizaje mejor cosa que hacer
022 (1981)
en este mundo que calcar a sus respecti- Stockhausen.
Double Edhe. Storyville SLP 4091 (1985)"
vos maestras —John Coltrane por un la- Hace un par de años. David Liebman ñcture Show RM. PMR 023 (1985)"
do, y por otro Bill Evans y Paul Bley, sobre publicó un fascinante libra (Self-portrait The Duo Uve, Advance Music 86101 (1985)"
todo. Ambos lo reconocen con toda sin- of a ¡azz-artist, Advanee Music 1988) que. The Lonelmess Ofi Long Distance Runner
ceridad. aparte de describir su carrera, incluye sus CMP 24 (1985)
Quesr II, Storyville 4132 (1986)-
Liebman: Todos sabemos lo difícil que pensamientos acerca del desarrollo del Homage To/ohn Coltrane, OWL046(1987)
resulta encontrar su propio camino y de- jazz. Su lectura nos ayuda a conocer me- A Tribute To/ohn Coltrane, Paddie Wheel
sarrollar una personalidad. Yo. al menos, jor a este gran músico, pero más impor- K28P-6473 (1987)*
confieso que Coltrane fue mi gran influen- tante aún es naturalmente escuchar sus Quest/Midpoint. Storyvílle SLP 4121 (1987)*
cia y que le imité. Muchos no admiten es- numerosas grabaciones. Cada una de ellas Quest/NY.Nites. PAN Music PM-IIOi (1988)*
revela un singular artista rabiosamente en- Tno+One. OWL 051 (I9B8)
to. Pero he de decir también que creo
(': con Richard Beirach)
haber podido apartarme de su sombra tregado a su música. Son obras impreg- con ELVIN JONES-
durante los últimos diez años. He apren- nadas de una pulida dicción y una Genestó, Blue Note 84369 (1971)
dido su música enteramente, de arriba a impresionante coherencia, llenas de rit- Merry Go Round, Blue Note 84414 (1971)
abajo, justamente para encontrar mi pro- mos complejos, cambios bruscos y signi- Mr. yones, Blue Note LA II0-F (1972)
pia expresión que creo que es el proce- ficativos silencios. Su sonido en el saxo Uve At The Ltfythouse. Blue Note LA OIS-G
so correcto, artísticamente hablando, ya soprano es claro y directo, a menudo in- (1972)
The Mam forcé. Vanguard 79372 (1976)
que a la larga consigues una gran base fun- tensamente lírico, con una notable pre-
Earth jones, Paolo Alto 8016 (1981]
damental para actuar. En Coltrane había ferencia por los agudos, mientras que su
con MILES DAVIS:
algo espiritual, un valor que va más allá estilo en el tenor suele ser mucho más On The Comer, Columbia KC 31906 (1972)
de las palabras, un cometido a la música, vehemente rozando a veces lo angustio- Geí Up With It. Columbra PG 33236 (1974)
una sinceridad, una profundidad, una se- samente rabiosa con MIELS-HENNING ORSTED PE-
riedad que he valorado por encima de En Beirach volvemos a descubrir la ri- DERSEN:
t o d a Realmente fue la fuerza de empuje queza armónica y el delicado fraseo de Dancing On The Tibies, SteepleChase SCS
que me indujo a tocar tanto de forma 1125 (1979)
Bill Evans, unidos a un gusto evidente por
emocional como de inspiración. En él la con TEO MACERO:
la libertad tonal muy a la manera de Paul
Impreííions Of Charles Mingus, Palo Alto
energía estaba enfocada de manera in- Bley. Saxo y piano logran crear un am- 8065 (1981)
creíble, y me gusta mantenerlo asi. Sigue biente denso, junto con sus dos compa-
con KIP HANRAHAN:
siendo un ideal para mí. ñeros que les apoyan con inteligencia y Coupe De Tete. American Clavé 007 (1987)
Beirach; Todos somos una suma de flexibilidad —Ron McCIure con su amplio
con TOLVAN BIG BAND:
aprendizajes, y no hay nada malo en ella sonido al contrabajo y Billy Hart con su Guided Dream. Dragón 120 (1985)
Estamos influidos por todo lo que hemos fraseo percusivo y su juego sutil o poten- con BILLY HAPT:
hecho, visto y oído en nuestras vidas. te, según el material elegida Rab, Gramavision 18-8802 (1987)
Cuando estudias la música, estudias el Los cuatro miembros de Quest, todos RICHARD BEIRACH
punto de partida de la misma. Yo toqué ellos técnicamente impecables, se mues- (nacido el 23 de mayo de 1947. en Nueva
música clásica desde los seis hasta los tre- tran siempre capaces de adaptarse al con- York)
ce años. ¡Ni siquiera había oído hablar de texto y de mantener intacta su aportación fon. ECM 1179 (1980)
jazz hasta que cumplí los trece años! Mu- creativa. Escucharles en un club de Nue- Elegy For Bill Evans. Palo Alto 8065 (1981)
chas de mis influencias —Webern, Hinde- va York, donde el cuarteto toca con ma- Breathmg Of Statues. Magenta MA-O2O2
(1983)
mith. Satie, Paul Bley. Lennie Tristano...— yor concentración, si cabe, que en
Antárctica. Patríinder (1986)
son oscuras en comparación con la im- Europa, y con frecuencia se convierte en
portancia que John Coltrane ha tenido quinteto o incluso sexteto resulta una ex- con JOHN SCOFIELD:
Uve. Enja 3013 (1977)
para todos nosotros. Con Tristano estu- periencia maravillosa que se recomienda
con ¡OHN ABERCROMBIE
dié durante seis meses durante mi ado- a todo buen aficionada Abercrombie Quartet, ECM 1164 (1979)
lescencia, y fue una experiencia muy dura. M. ECM 1191 (1980)
El era la primera persona que me dijo que Ebbe Traberg

SCHERZO 125
ALTA FIDELIDAD

Ecualizador Ecler
Los aficionados a este género de obje-
tos disponen de una novedad importan-
te, el modelo QEM 16-2 de 16 bandas de
octava por canal según la norma ISO, que
permite un margen de amplificación-
atenuación de 12 dB en cada una de ellas.
Las principales características de este
nuevo ecuahzador son. potenciómetros
de ganancia de cada banda, conmutado-
res bypass con indicadores luminiscentes,
LED indicador de clip a +17 decibelios,
entradas y salidas balanceadas con conec-
tores XLR 3, filtro subsónico conmuta-
ble y sistema de Q constante.
El nuevo ecualizador se presenta en
módulo rack de 19 pulgadas de anchura. lüerQIM Ib 2

Marantz: nueva generación


Ba|O el mando del CD-12. que es el modelo más evoluciona-
do, la lista es como sigue: CD-94/II. CDA-94 (Convertidor DA),
CD-80. CD-60, CD-50 y CD-40. Los tres últimos relacionados
constituyen la Jínea más económica, pero no por ello la menos
interesante. En particular, ei modelo CD-50 ofrece una intere-
santísima relación calidad-precio.
CL> 40

Amplificador wegr<st3o Prolon AM

exactas de los instrumentos y la voz. To-


Protón: nuevo integrado do ello según declaraciones del fabricante.
Lleva control de volumen motorizado
con posibilidad de control remoto, Higb
Curreni Capability (Capacidad de sumi-
Es el modelo Am-656 especificado a 60 de salida (240 vatios por canal a 8 ohmios) nistro de comentes elevadas), posibilidad
vatios por cana!. Se trata de una unidad cuando el aparato se ve obligado a re- de eliminar la actuación de los controles
técnica y económicamente destinada al producir transitorios. de tono.
campo de audiófilos. El diseño 5e debe También, según informe del fabricante. Todas estas cosas constituyen las carac-
a Rhemhold Weiss. Según nota del fabri- el AM-656 presenta, por primera vez en terísticas esenciales de un amplificador in-
cante, el AM-656 incorpora el sistema un aparato doméstico, el sistema Apex tegrado llamado en principio a lugar un
PDP (Dynamic Power on demand). cir- Aural Exciter utilizado por los estudios papel importante para combinar equipos
cuito exclusivo de Protón que proporcio- profesionales consistente en un circuito de tipo medio Firma importadora: No-
na hasta cuatro veces más de potencia que sintetiza y restaura las características va Systems, de Barcelona.

126 SCHERZO
ALTA FIDELIDAD

Nuevo sistema Dolby


El llamado sistema S vendrá a ser la versión doméstica del
sistema SR (Spectral recordmg System). Dolby preconiza
que con este sistema de reducción de ruidos las pletinas a
cassette van a igualar e incluso superar al resto de las
fuentes de sonido de tipo analógico. Este método es el
resultado de vanos años de minuciosa investigación en los
Laboratorios que Dolby tiene instalados en San Francisco.
Del nuevo sistema se predica que va a mejorar los
resultados obtenidos por el va consagrado Dolby C, y
comprende varias de las técnicas utilizadas en el sistema SR
y muy en particular el procedimiento Spectral Skewmg, un
sistema complementario record/play que se centra en las
ba|as y altas frecuencias básicamente. Otra faceta del
Pjpt¿lt¿¡ OHM MR I6O1
invento es denominada Antisaturatton. Viene a consistir en
que en las altas frecuencias, que- es donde el ruido se hace
más patente y molesto se van a emplear bandas de
reducción fijas y deslizantes, mientras que en las bajas
OHM: pantallas acústicas
frecuencias, donde el ruido se hace menos patente se va a Se trata de las pantallas acústicas MR-I6O1. Estas pantallas
emplear una sola banda fija de reducción. de tan solo 28x19x18. y con un peso de 2,5 kg., soportan
Se dice del nuevo invento que se va a traducir en menores potencias hasta 50 vatios. Su impedancia es de 16 Ohms y
niveles de distorsión y una reproducción ambiental de su respuesta de frecuencia se sitúa entre los 110 Hz y los
mejor calidad que lo hasta ahora oído. En lo que concierne 20 KHz. Al decir de su fabricante debido a su respuesta de
a cifras, el sistema S podrá conseguir un nivel de reducción frecuencia muy plana, estas pantallas pueden utilizarse sin
de 10 dB en bajas frecuencias y de 24 dB en el nivel de ecualizador. Dice también su fabricante que su uso resulta
agudos. Los prototipos que incorporan el sistema de muy adecuado para divulgar la señal procedente de un
reducción Dolby S han sido ya presentados en la CES de micrófono. La firma O H M está representada en España por
Las Vegas, celebrada en los primeros días de enero. ECLER-

Así. entre sus funciones se cuenta la de


selección de pistas favoritas (FTS), me-
diante la cual el reproductor asigna un nú-
mero de identificación al disco favorito.
Cuando se quiera escuchar o contemplar
éste basta con introducir el disco, ya sea
C D o CDV, y el aparato reproducirá las
pistas seleccionadas. Otra de las presta-
ciones es la reproducción aleatoria (RAN-
DOM), mediante la cual se pueden repro-
ducir en una secuencia aleatoria las pis-
tas de los discos CD y CDV. Existen tam-
bién las posiciones prefijadas, en un total
de 10. que se utilizan para la programa-
ción de prestaciones específicas, activa-
das automáticamente por el reproductor.
CD Video 195 di Cada posición se prefija a voluntad me-
diante el mando a distancia y el display

Láser CD visualizador en pantalla.


El CDV 495 está dotado del nuevo Sis-
tema Láser CDM-10, cuya clave es el pro-
La denominación Laser-Disc (LC), con sal de discos compactos con lectura láser cesador de señales de video TEA 7650H.
la que se conoce un sistema de audio y que comprende los formatos Compact- en cuyos 19 m m ' están almacenados
video en disco óptico, ha pasado a ser Disc (CD), Compact-Disc-Video (CDV) y unos 2.000 componentes individuales, es
de dominio público por voluntad de la Laser-Disc (LD). decir, con una densidad de almacena-
empresa creadora de ese sistema: Pio- Fbr otro lado, la firma Philips ha lanza- miento tres veces superior a la normal.
neer Electronic Co. Esta firma únicamente do el CDV 495, en el que se aunan las El TEA 750H utiliza un suministro de 5V
quedará como propietaria exclusiva del calidades del audio con el video, en una y la temperatura de funcionamiento está
logotipo de LD, mientras que el término fórmula que está teniendo una amplia por debajo de 100 C. También incorpo-
podrá ser utilizado por cualquier fabrican- acogida en el mundo entero. El CDV 495, ra el sistema de compensación perpetua
te de este formato sin tener que abonar por sus características, es un reproduc- MTF (Función de Transferencia de Modu-
regalías. Como se sabe. Pioneer ha pues- tor que ofrece al público novedades lación), que permite que se mantenga
to en el mercado un reproductor univer- auténticamente interesantes. constante el equilibrio de imagen.

SCHERZO 127
ALTA FIDELIDAD

ART: Un pura sangre inglés Musicalidad


Afirmar de entrada que nos encontra-
mos ante un pura sangre inglés. Se advier-
Sólo hay una cosa válrda en arle lo que no se puede los años hayan agotado su vida, y sin nin- te inmediatamente la dulzura tan agra-
explicar. (Braque) dable al oido del llamado sonido inglés;
gún problemas de ceses de fabricación.
Sobre el tema de la potencia cabe dete- sobre el tema existen lógicamente con-
omo si de un regalo de Navidad

C nerse. Dos EL34 por canal, son capaces troversias; Alemania produce su sonido.
se tratara, los aficionados a la Hifi, 1
también Francia. Estados Unidos e Ingla-
per se de suministrar una potencia entre
especialmente a las válvulas, vemos terra poseen igualmente el suyo propio
38 y 50 vatios; sin embarga la etapa ART.
estos días ampliada la ya extensa familia (Cuál es el ideal?, cada cual siente más afi-
trabajando en ultralmeal suministra sola-
asentada en España, con una nueva apor- nidad por cada uno sobre la base de su
mente 25 vatios en pura clase A y si se
tación, la firma inglesa ART. Empresa ar- propia personalidad; he observado, no
opta por la fórmula triodo ésta se redu-
tesanal. como resulta frecuente en el obstante, sin sentar cátedra, que los
ce aún más hasta los 15 vatios. El fabri-
Reino Unido, produce dos previos y tres amantes de la llamada música clásica sien-
cante aconseja el uso de esta última
etapas de potencia. ten más inclinación por las fórmulas in-
opción, a través de un conmutador pos-
El presente artículo se centra exclusi- terior, si se pretende acceder a la máxi- glesas en términos generales; confieso
vamente en el modelo pequeño de las ma calidad. Parece ser que el triodo hallarme entre estos últimos.
etapas de potencia, 25 Vatios por canal,
¿para qué más? Hubiera sido mi intención
realizar el análisis del conjunto previo-
etapa, mas un imprevisto de última hora
no ha permitido que esto fuera asi. In-
formar, no obstante, en cuanto al previo
se refiere que éste ha sido analizado por
un afortunado poseedor de un Audio Re-
search SP II (rey entre reyes), informán-
dome sobre la bondad del presente
diseño en términos absolutos; todo una
confesión entre audiófilos no encadena-
dos a ideas prefijadas.

Construcción y características técnicas

No puede hablarse sino de un magní-


fico acabado, manufacturado con sumo
cuidado en todos y cada uno de sus de-
talles. Los transformadores perfectamente
blindados, el chasis con la robustez pre-
cisa a fin de soportar las temperaturas
pertinentes. El interior revela asimismo,
componentes de máxima calidad. Todo
ello, nos induce a suponer un buen soni- constituye la fórmula ideal conocida de Se trata, asimismo, de un sonido puro
do al tiempo que una larga vida para el amplificación. abandonada en cierto mo- de válvulas. La polémica válvula-transistor,
ingenio. Insistir que las etapas de válvulas do en base a conseguir mayores poten- con sus defensores y sus detractores se
están sometidas a temperaturas elevadas, cias con los mismos elementos: si suscita de nuevo. Existen fórmulas de vál-
con lo cual sufren más que cualquier otro pensamos, asimismo, que la EL34 goza de vulas muy controladas, manipuladas de mo-
componente de la cadena, la exigencia de la fama de constituir la más musical de do que se aproximen bastante al sonido
una robusta construcción es imperiosa. las válvulas, suponer, a pnon. encontrar- transistor, inclusive, existen fórmulas de
El diseño posee una estructura doble nos ante el sistema más perfecto de am- tecnología híbrida que pretenden gozar
mono, a fin de conseguir una óptima ima- plificación disponible no resulta atrevido. de ambas virtudes simultáneamente. La
gen estéreo y una adecuada separación Ror último, para aquellos que se sientan etapa ART posee el sonido puro de vál-
entre canales. Los transformadores, per- alarmados con la modesta cifra de 15 va- vula por el que confieso poseer más afi-
fectamente blindados, como se dijo, son tios debemos asegurar rotundamente la nidad y predilección, aun reconociendo
ultralmeales; los mejores, sin duda, al capacidad de producir presencias sono- sus VICIOS y defectos, que los tiene lógi-
tiempo que los más costosos en fabrica- ras importantes desplazando un poco camente. Como en todo, hay que tomar
ción, en tanto que su desarrollo es más más el volumen del previo. El trauma del partido, ya que el instrumento perfecto
exigente en los entrehierros y los bobi- buscador de vatios (kilovatios en ocasio- no existe.
nados, obviamente más elevados en pre- nes) resulta obsesivo, merecería la pena Goza la presente etapa de un sonido
cio también, pero en definitiva superiores profundizar desde estas lineas en el te- muy natural, con una Imeahdad destaca-
en prestaciones. ma, a fin de aclarar muchos conceptos ble, recorre la gama de frecuencias des-
Las válvulas reguladoras de comente lo desfigurados. de el extremo grave al alto agudo de
constituyen dos ECC82 y dos ECC83, El conjunto, para terminar, se remata modo totalmente ejemplar. Su capacidad
cuatro EL34 las encargadas de suministrar con una estupenda placa con el nombre de ofrecernos los sonidos más graves, lle-
la potencia en sí. Todas ellas encontrables y modelo, lo cual le imprime una elegan- gando hasta las octavas más bajas hace
con facilidad en cualquier comercio espe- cia de la cual, en ocasiones, se hallan dis- preciso disponer de un buen sistema de
cializado, a fin de reponerlas cuando con tantes los modelos ingleses. cajas, capaz de controlarle suficientemen-

128 SCHERZO
ALTA FIDELIDAD
MUSICAL*
HFIDEUTY
te. Asismismo, su recorrido por la gama te de opinión; la dulzura, suavidad y
de frencuencias se produce de un modo realismo ofrecido por éste me resultan
totalmente suelto, no apelmazando ni gratas en extrema mas la superioridad del
tampoco discontinuo como acostumbran Pink Tnangle aplastó (existe proyecto de
numerosos transistores. elaborar un dosier sobre esta joya tan po-
Existen virtudes que llevadas a exceso co conocida en España).
se convierten en defectos de ultracorrec- Las cápsulas examinadas han sido la ex-
ción. tal es el caso de la transparencia y celente Denon 103, antigua pero insusti-
la eficacia. La música, no cabe duda, po- tuible, que cierra la fórmula Thorens de
see una gran transparencia, sin embargo un modo absolutamente fantástica y una
al tiempo es entretelada y compacta, Van den Hull Me one montada en el Lmn
¿dónde se halla el punto óptimo? En cierto y en el Pink. Con la etapa analizada ha re-
modo, el abuso de estas cualidades aca- sultado más de mi gusto ésta última (qui-
ban por deshumanizar la música, ya que zá más debido a la combinación cápsula
como humana que es debe ser imperfec- plato que a la • combinación i cápsula-
ta, incurre en frialdad y el oído, en últi- etapa).
ma instancia acaba por detectarla. La He combinado, asismismo, ia etapa pre-
etapa objeto de este estudio no goza de sente de este estudio con un previo
gran transparencia pera confieso que me Counterpoint SA 7, un Conrad Jhonson
he aproximado más a la música que con Pv5 y un Croft Mega Micro: con el pri-
otras muchas fórmulas analizadas, Tam- mero he obtentdo resultados satisfacto-
poco puede hablarse de un sonido apel- rios con música más ligera, mas con gran
mazado ni perezoso, ni mucho menos, orquesta y ópera se han desenvuelto me-
simplemente ¡en su punto! jor los dos últimos; globalmente el Croft
Destaca el ambiente generado, la sen- me resulta más equilibrado y agradable,
sación de volumen que envuelve, el efec- con una naturalidad pastosa.
to estéreo conseguido es soberbio. Fbr último, las cajas han sido los mo-
Cualidad que aunada con la anteriormen- delos SPI y SIDO, ambas de la firma Spen-
te comentada nos puede permitir una es- dor y ambas fantásticas.
cucha prolongada, sin fatiga. Globalmente, cualquiera de las combi-
En definitiva, el equilibrio logrado es en- naciones han gozado de su atractivo. En
comiable. todos aquellos que buscamos ningún momento la etapa ART ha mos-
una fórmula real, sin ficciones ni exceso trado inferioridad en relación con el res-
podemos hallarnos ante una opción. to de los componentes.
Resumiendo, hay que dar la bienveni-
da a una tecnología totalmente equilibra-
Pruebas realizadas da y homogénea en todas sus partes, con
un precio, todo hay que decirla 180.000
Resulta curioso casar los componentes pts, simplemente sin rival a la vista del res-
de unas firmas con otras a fin de consta- t o de componentes ofrecidos en España;.
tar las diferentes identidades del conjun- una relación cal i dad-precio sin pre-
to. Como plato he empleado tres: Un cedente. El B1 no se parece en
Thorens 521 Super con brazo SME 3012. Buenos augurios para tan excelente nada a su homólogo el
un Linn Sondek LPI2 con brazo Itokk y producto del cual podremos disfrutar en bombardero, excepto en
un Pink Triangle con brazo SME Serie V: el futuro. una cosa: vuela a mayor
confieso mi debilidad por la fórmula Tho- altura que los otros.
rens. aun a sabiendas de ir contra corrien- Francisco Gutiérrez
" A l juzgar los resultados
Relación de discos con los cuales han sido realizadas las pruebas.
después de dos horas de
escucha. MUSICAL FIDELITY
BACH. Conciertos clave y orquesta. Trevor Pinnock. ARCHIV. Conciertos tiene un "CAMPEÓN"
para violín. Alice Harnoncourt. TELDEC, Obra para órgano. Peter
Huríord. DECCA. Hi-FI-News y Record Re-
MAHLER . . Sinfonía N.° 9, Giulini. DG. view, septiembre 1989.
MOZART Divertimentos para cuerda. Octeto de viena. DECCA.
jOSQUIN Misas Tallis Scholars. GIMMELL. MUSICAL FIDELITY B1
PURCELL Oda para la Reina Mary. Gardiner. ERAÍQ
RAMEAU Obra para cámbala Kenneth Gilberi. ARCHIV. "Best budget amplifier
STRAUSS Una vida de héroe Karajan D.G. awards."
TELEMANN Oberturas DarmstArdt Harnoncourt. TELDEC
PROKOFIEV Alexander Nevsky. Atibado D.G. What Hifi. Awards 1989.
VERDI Réquiem. Solti. RCA Don Cario Solti. DECCA.
WAGNER Tratan e ¡¡oída. Carlos Kleiber DG

Los discos señalados, todos lógicamente en vmila si se quieren probar las bondades Distribuidor exclusivo para
de los aparatos reseñados. Constituyen, a mi |uicio, un ejemplo donde se hallan España
aunados calidad interpretativa con pura calidad técnica; jSiempre la técnica al ser- SARTE-AUDIO-ELITE
vicio del Arte!
Padre Joffre, 22 b
Teléfono 351 07 98
46007 VALENCIA
EFEMÉRIDES

derarlo como el segundo himno nacional sitor italiano Giovanm Battista Pergolesi.
MARZO
inglés. 18/111/1870: Fallece en Madrid el compo-
13/111/1860: Nace en Windischgraz. Esti- sitor y director de orquesta Joaquín Ro-
I/III/I980: Estreno en el Teatro Real de ria. el compositor austriaco Hugo Wolf. mualdo Gaztambide y Garbayo.
Madrid del Concierto para piano y or- La mayor parte de su producción está 19/111/1913: Arturo Toscanim dirige en
questa n.° I de Luis de Pablo. destinada al lied, Sus canciones, que se Nueva York la primera interpretación in-
2/III/I920: Nace en Madrid el musicólo- aproximan a las quinientas, están agrupa- tegra de Sons Godunov, ópera de M.
go y critico musical Ennque Franco. das en varios ciclos, la mayor parte de los Musorgsski. Estrenada en 1874 en San Fte-
3/111/1860: joseph Joachim dirige en Ha- cuales están inspirados en textos de los tersburgo, conoció toda suerte de cor-
nover la primera audición pública de la grandes dramaturgos y poetas (entre tes y cambios a manos de la censura de
Serenata para orquesta n.° I, en re ma- otros Schiller, Goethe y Moerike). Utili- la época. Rimski-fcbrsakov efectuó una re-
yor, op. II de J. Brahms. zó también autores españoles en sus Spa- visión de la obra nada afortunada.
4/IM/I947: Fallece en Roma el composi- 20/111/1820: En la catedral de Colonia se
tor y pianista Alfredo Casella. celebra la entronización del archiduque
S/lll/1868: Arngo Boito dirige en el Tea- Rodolfo de Austria como arzobispo de
t r o de la Scala de Milán la primera repre- Olmütz (Moravia). Para esta ocasión
sentación de su ópera Mefistófele. Esta Beethoven tenia previsto presentar su
obra conoció varias versiones: Bolonia, Missa Solemnis. op. 123, pero el compo-
1875; Venecia, 1876 y, de nuevo, en Mi- sitor, por su precario estado de salud, no
lán en 1881, donde se ofreció la versión pudo completarla a tiempo. La Missa es-
definitiva. tá dedicada al Archiduque, discípulo y
amigo de Beethoven. al que también es-
6/III/19I0: Sergei Prokofiev interpreta en
tán dedicadas otras obras: Conciertos pa-
Moscú el estreno de su Sonata para pia-
ra piano Cuarto y Quinto, la Gran Fuga,
no n,° I, en fa menor, op. I.
Trio Archiduque y la última Sonara para
7/111/1897: Ba|O la dirección de Hans Rich-
violin. La Misa Solemnis fue estrenada
ter se celebra un concierto en homenaje
cuatro años después en San Petersburgo
a (ohannes Brahms. Fue la última vez en
(26 de marzo de 1824).
la que el compositor hamburgués asistió
21/111/1928: El Gobierno francés otorga a
a un programa integrado por sus propias
Manuel de Falla la Legión de Honor.
obras.
22/111/1839: Félix Mendelssohn dirige en
8/III/I7I4: Nace en Weimar el composi-
Leipzig la primera audición de la Sinfonía
tor Cari Philipp Emanuel Bach, segundo
Hugo Wolt por Carmelo n." 9 (denominada «La Grande») de Franz
de los hi|os de johann Sebastian. Fue apa-
Schubert. Esta Sinfonía, que data de 1828,
drinado en su bautizo por Georg F. Te-
fue ofrecida por el compositor a la So-
lema nn. nuches Liederbuch (colección de 44
ciedad de Amigos de la Música de Vie-
9/HI/I960: Fallece en Berna el director de canciones sobre poesía española) y de Pe-
na. que por su «extensión y dificultad»,
orquesta rumano O t t o Ackermann. dro Antonio de Alarcón adaptó El som-
rechazaron interpretarla.
10/111/1749: Nace en Ceneda (actual Vit- brero de tres picos para transformarlo en
23/111/1905: Estreno en el Teatro Apolo
t o n o Véneto) el poeta y libretista italia- Der Corregidor, ópera de 1896. En 1897
de Madrid de Sangre Pop, zarzuela en
no Lorenzo Da Ponte (seudónimo de comenzó a escribir otra ópera basada en
un acto de Amadeo Vives con libreto de
Emanuele Conegliano). Autor de medio Manuel Venegas, también de Alarcón, pe-
Linares Rivas.
centenar de libretos entre los que desta- ro un ataque de locura, complicado con
can los destinados a las óperas de W.A. otras graves enfermedades, le apartaron 24/111/1903: Gustav Mahler dirige en Vie-
Mozart: Las bodas de Fígaro (1786), Don definitivamente de cualquier actividad na la primera representación de Louise,
Giovanm (1787) y Cosi fan tutte (1790). Es hasta su fallecimiento (Viena, 1903). ópera del compositor francés Gustave
también autor de los libretos de // ricco 14/111/1930: En el Teatro Calderón de Ma- Charpentier.
d'ungiomo de A. Salien (1784) y de Una drid tiene lugar el estreno de La rosa del 25/111/1967: Nace en Parma el legenda-
cosa rara (1786), ópera del compositor va- azafrán, zarzuela en dos actos del maes- rio director de orquesta italiano Arturo
lenciano Vicente Martin y Soler que ob- tro Jacinto Guerrera, libreto de Federico Toscanmi.
tuvo tal éxito que llegó a eclipsar al Fígaro Romero y Guillermo Fernández Shaw. 26/111/1930: Nace, en Madnd el compo-
de Mozart. En 1805 se establece en los 15/111/1835: Nace en Viena el composi- sitor y director de orquesta Cristóbal
Estados Unidos, donde alterna vanas ac- tor y director de orquesta Eduard Strauss. Halffter.
tividades: catedrático de italiano en el Co- Tercero de los hijos de Johann Strauss. 27/111/1945: Dirigida por Ignaz Assmayer
lumbia College, empresario teatral en el fundador de la célebre dinastía. Aunque se estrena en Viena la Misa en re mayor
Italian Opera House y editor. Falleció en su producción supera las trescientas de OUo Nicotai.
Nueva York en 1838. obras, fue en su actividad como director 28/111/1837: Matrimonio de Félix Mendels-
11/111/1886: Max Erdmannsdórfer dirige donde consiguió mayores éxitos. Al frente sohn con Cecile Jeanrenaud.
en Moscú la primera audición de Manfre- de la Orquesta Strauss recorrió toda 29/111/1982: Fallece en Munich el compo-
do, op. 68. poema sinfónico de Rl. Tchai- Europa y Estados Unidos. En 1902, des- sitor Cari Orff.
kovsky basado en la obra homónima de pués de un concierto celebrado en Nue- 30/111/1510: Fecha aproximada del naci-
Lord Byron. va York, disuelve la orquesta que su padre miento en Castnllo de Mata|ud¡os, Bur-
12/111/1710: Nace en Londres el compo- habla creado ochenta años atrás. Falle- gos, del compositor y organista Félix
sitor Thomas Augustm Arne. De su ex- ció en su ciudad natal en 1916. Antonio de Cabezón.
tensa producción para la escena destaca 16/111/1935: Nace en Madrid la mezzoso- 31/111/1887: Nace en San Sebastián el
Rule britannia (del ballet Masque Alfred prano Teresa Berganza. compositor José Maria de Usan dizaga.
de 1740), página que ha llegado a consi- 17/111/1736: Fallece en Pozzuoli el compo- L.F.C.B.

130 SCHERZO
•i
opivios

sonido europeo
AL SERVICIO (RM) DE LA MÚSICA

REAL MUSICAL
CARLOS III, 1
(Frente al Teatro Real)
Tels.: 241 30 09 - 241 31 06
28013 MADRID

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