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Asertividad

En esta página encontrarás un método preciso y sencillo para


poder decir no, negociar lo que deseas, etc. Son técnicas
simples y precisas para entrenarse en asertividad

Algunos componentes básicos de la asertividad


Dr. José Antonio García Higuera
Miembro del equipo de Psicoterapeutas.com
Consúltale en el
Centro de Psicología Clínica y Psicoterapia
C/ Hermosilla, 114. 1ºC Madrid 28009
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La Asertividad se define como: "la habilidad de expresar nuestros deseos de una manera amable,
franca, abierta, directa y adecuada, logrando decir lo que queremos sin atentar contra los demás.
Negociando con ellos su cumplimiento". Está en el tercer vértice de un triángulo en el que los otros
dos son la pasividad y la agresividad. Situados en el vértice de la pasividad evitamos decir o pedir
lo que queremos o nos gusta, en la agresividad lo hacemos de forma tan violenta que nos
descalificamos nosotros mismos.

Emplear la asertividad es saber pedir, saber negarse, negociar y ser flexible para poder conseguir lo
que se quiere, respetando los derechos del otro y expresando nuestros sentimientos de forma clara.
La asertividad consiste también en hacer y recibir cumplidos, y en hacer y aceptar quejas.

La asertividad y la ansiedad
El elemento básico de la asertividad consiste en atreverse a mostrar nuestros deseos de forma
amable, franca, etc., pero el punto fundamental consiste en lanzarse y atreverse. Lo que se expone
en esta página puede ayudarnos a mostrar lo que sentimos y deseamos, porque sabemos que lo
estamos haciendo de forma adecuada, que nadie se puede ofender. Esto nos ayudará a atrevernos a
hacerlo.Pero cuando la ansiedad y el miedo son demasiado grandes hasta el punto de que nos
dificultan o impiden expresar nuestros deseos, hemos de plantearnos una estrategia para superarla.
En este enlace puedes encontrar las formas en las que la psicología cognitivo conductual ayuda a
superar la ansiedad y en este otro enlace un curso para enfrentar y superar los límites que nos
imponen nuestras ansiedades y nuestros miedos. En este curso entenderás la aparente paradoja de
que la práctica de la asertividad conduce a una reducción notable de la ansiedad.

Con el afán de hacer asequibles a todo el mundo los medios terapéuticos más avanzados de los que
se dispone, hemos publicado un pequeño libro (86 páginas): "Entiende y maneja tu ansiedad" en
formato electrónico a un precio muy asequible (2,99€), también está en formato papel. Lo que contiene
sobre la ansiedad y su manejo está aplicado en concreto a la ansiedad social. Emplea en la explicación
del problema, de su solución y de lo que no son soluciones los medios más eficaces de comunicación:
las metáforas, acompañadas, además, de magníficas ilustraciones que las hace más eficaces y fáciles
de leer y recordar. Para el manejo de la ansiedad social propone ejercicios experienciales que
concretan los expuestos en esta página. Tiene también interés para los profesionales porque muestra
una forma de involucrar al paciente en el tratamiento y para entienda lo que le ocurre y conozca con
detalle los ejercicios experienciales que le ayudarán a solucionarlo. Consulta el libro
enhttp://www.gestopsicologia.com/entiende_maneja_ansiedad.html.

Reglas básicas para ejercer la asertividad


Existen técnicas y reglas que aprendidas y aplicadas nos permiten ejercer la asertividad de forma
eficiente. Para ello hay que prepararse a negociar y hay que cumplir las reglas que implican una
negociación eficiente. Existen también técnicas simples como el banco de niebla o asentir en principio,
y el disco rayado, que nos facilitan su ejercicio concreto y cotidiano.

Para poder ejercitar la asertividad tenemos que tener capacidad de negociación. En la negociación se
intenta conseguir lo que se quiere con el beneplácito del otro, que lógicamente también va a tener
algunos beneficios.
La realización de una negociación comprende varias fases. La primera, es la de preparación. En ella
tenemos que pensar la estrategia que tenemos que seguir en el encuentro con el otro en el que se va
a plantear los problemas y se va a hacer la negociación propiamente dicha.

Fase de preparación
Para poder conseguir cualquier cosa tenemos que saber como hacerlo y para ello hay que prepararse.
Ir a un encuentro sin tener una mínima guía de comportamiento, cuando, además, no somos
negociadores experimentados, nos expone a no lograr para nada los objetivos que perseguimos. Por
tanto hay que preparar lo que se va a decir y a hacer en la negociación cara a cara con el otro.
Dentro de la preparación habría que distinguir dos subfases. La primera de preparación personal para
evitar caer en la pasividad o en la agresividad y la segunda de preparación del diálogo que vamos a
plantear al otro.

Fase de preparación personal


Se trata de una fase previa, necesaria para
Tener muy claros los objetivos que perseguimos en el encuentro. Es lo que nos motiva a la
negociación. Cuando negociamos tenemos que tener la vista puesta en nuestros objetivos. Hay
algunas cosas que nos pueden distraer de ellos y hacernos fracasar. Por ejemplo, nuestra emoción.
No podemos confundir la emoción con el objetivo. Nos gustaría quedar bien, pero normalmente ese
no es el objetivo. Nos gustaría machacar al otro, pero así no lograremos lo que realmente queremos.
Nos gustaría que el otro reconociese que tenemos razón y que él estaba equivocado, pero nos
tenemos que preguntar si ese es nuestro objetivo o si así solamente conseguiremos una recompensa
de tipo emocional, mientras que nuestro objetivo se pierde. No hay que olvidar la máxima: “lo que
cuenta son los hechos y no las palabras”. Si nos explayamos y nos descargamos emocionalmente
puede que hayamos conseguido una recompensa a corto plazo, pero la pregunta que tenemos que
hacernos es si hemos conseguido nuestros objetivos.
Hay que huir de juicios de intenciones. Si juzgamos las intenciones de la otra persona y nos
basamos en ellas para plantear la relación con el otro, corremos el riesgo de contestar y reaccionar a
las intenciones que pensamos que tiene el otro y perdemos de vista nuestros objetivos. Así podemos
llegar a ser agresivos o a ser pasivos. Si nos han hecho algo que nos ha dolido y pensamos que lo ha
hecho con buenas intenciones, podemos estar tentados de dejarlo pasar y no decir nada. Si juzgamos
que lo ha hecho con mala intención, vamos a atacar su “maldad” y no los hechos y seremos agresivos.
En una negociación no se trata de agredir y someter al otro, aunque lo veamos como un rival. Hay
que darle una salida, más o menos airosa porque si no se revolverá contra nosotros. Querer que nos
reconozca lo equivocado que está y se someta completamente a nuestros deseos puede ser un
objetivo emocional, que compense la humillación que hemos sentido, pero ¿es realmente nuestro
objetivo? Sí tenemos que intentar entender que cosas son las pueden motivar al otro para hacer lo
que nosotros queremos que haga.
Tenemos que pensar en como crear la oportunidad de la negociación. Si es algo pendiente desde
hace mucho tiempo y que queremos abordar, hay que buscar al otro y plantear un tiempo y un espacio
en el que se pueda dar la negociación. Es lo primero que tenemos que conseguir del otro. Sin ellos
no se consigue, no es posible hacer la negociación. En muchas ocasiones no hay que buscar la
oportunidad, es la propia situación en la que se genera el problema. Pero en ella nos puede ocurrir
que cuando el otro se va es cuando se nos ocurre aquello teníamos que haber dicho. Recuerda:
Siempre hay una segunda oportunidad aunque haya que crearla. Crear la oportunidad es buscar
al otro y plantear, aunque sea por enésima vez, el tema que nos ocupa. Cualquier frase introductoria
como decirle, “de lo que hablamos ayer me gustaría comentarte algo” o frases parecidas para iniciar
la conversación son ayudas inestimables para crear la oportunidad.
Con los objetivos claros podemos controlar nuestra agresividad y motivarnos para dejar de ser
pasivos, con la oportunidad creada y el entendimiento de lo que el otro espera podemos preparar el
momento concreto de la negociación.
Preparación del diálogo
Sin perder de vista que lo importante es lo que hagamos y lo que decimos solamente puede ser una
guía para que el otro sepa cuales van a ser nuestros siguientes pasos, tenemos que preparar aquello
que vamos a decirle. El diálogo que tengamos con él tiene que cumplir los siguientes requisitos para
ser un diálogo asertivo:

1. Describir los hechos concretos. Se trata de poner una base firme a la negociación, en la
que no pueda haber discusión. Cuando describimos hechos que han ocurrido el otro no
puede negarlos y así podemos partir de ellos para discutir y hacer los planteamientos
precisos. En este punto es donde más tenemos que evitar hacer los juicios de intenciones.
No se trata de decir “eres un vago” sino decir, “vengo observando que te levantas desde
hace ya varias semanas a la hora de comer”. Diremos me has dicho 10 veces “no sirves
para nada” en lugar de “me quieres denigrar y hundir” (juicio de intenciones.)
2. Manifestar nuestros sentimientos y pensamientos. Es decir comunicar de forma
contundente y clara como nos hace sentir aquello que ha ocurrido y que juicio moral o de
pensamiento nos despierta. Es el momento de decir “estoy hasta las narices de esta
situación y no la soporto más”, o “me he sentido humillado y denigrado”. Hay que recordar
que no se trata de que el otro lo encuentre justificado o no. Le puede parecer
desproporcionado, o injusto, o... pero es lo que nosotros sentimos y tenemos derecho a
hacerlo así, no aceptaremos ninguna descalificación, defenderemos nuestro derecho a
sentirnos tal y como le decimos. Le estamos informando, no le pedimos que nos entienda o
nos comprenda, por eso no puede descalificarnos ni aceptaremos críticas a nuestros
sentimientos, emplearemos la técnica del banco de niebla combinado con el disco rayado
(ver más abajo.)
3. Pedir de forma concreta y operativa lo que queremos que haga. No se trata de hablar
de forma general o genérica, “quiero que seas más educado”, “quiero que me respetes”
“quiero que no seas vago”; sino que hay que ser concreto y operativo: “quiero que quites los
pies de mi mesa”, “quiero que cuando hablo me mires a los ojos y contestes a lo que te
pregunto”, “quiero que estudies tres horas diarias”. Son conductas concretas que el otro
puede entender y hacer.
4. Especificar las consecuencias. Es decir, aquello que va a ocurrir cuando haga lo que se
le ha pedido. Se le podría plantear también las consecuencias que tendrá para él no
hacerlo, pero es preferible especificar lo que va a obtener de forma positiva. De otra manera
lo que planteamos es un castigo y los castigos son mucho menos efectivos que los premios
o refuerzos. Muchas veces se trata solamente de una forma de presentación, hay que tener
en cuenta que frecuentemente algo que puede ser planteado como un castigo, si no lo
hace, se puede ver como algo positivo si lo hace. “Si no lo haces tendrás un castigo” se
puede convertir en “Si lo haces evitarás que haga lo que no quiero hacer que es lo que
supone un castigo para ti, que es algo que, por supuesto, yo tengo que hacer para ser
consecuente con mis objetivos y los sentimientos que ya he expresado”.

Ensayo
Lo que se ha preparado, preferentemente por escrito, se tiene que ensayar hasta aprendérselo de
memoria. Cuando vamos a un examen nos ponemos nerviosos y se nos olvidan muchas cosas, puede
pasarnos lo mismo en este caso y por eso hay que aprendérselo de memoria.
Si la situación nos causa alguna ansiedad, es una razón más para el ensayo. Cuando nos imaginamos
la situación de la negociación nos estaremos exponiendo a ella en la imaginación y al menos cuando
pensemos en hablar con el otro no nos pondremos nerviosos y comenzaremos nuestra negociación
en mejor posición anímica. Si nos ponemos nerviosos podemos acogernos al diálogo que hemos
preparado en la seguridad de que vamos a expresar nuestros deseos de forma completa. Cuando la
ansiedad es demasiado grande hasta el punto de que nos impide expresar nuestros deseos, hemos
de plantearnos una estrategia para superarla. En este enlacepuedes encontrar las formas en las que
la psicología cognitivo conductual ayuda a superar la ansiedad y en este otro enlace un curso para
enfrentar y superar los límites que nos imponen nuestras ansiedades y nuestros miedos y en forma
de autoayuda en "Entiende y maneja tu ansiedad"

Ejecución
En la fase de ejecución hay que tener en cuenta algunas técnicas básicas que nos permiten llevar a
cabo lo que hemos preparado. No hay que olvidar nunca que nuestros objetivos están plasmados en
el diálogo que hemos preparado y que nuestra meta inmediata es decirlo. No se trata de contestar a
todas las digresiones que nos hagan, no es necesario ser rápido y agudo para poder responder de
forma inmediata a todo lo que nos digan. Se trata de emplear la técnica del banco de niebla, que
también se llama aceptar en principio, seguida de la del disco rayado.
La forma de hacerlo es diciendo que “puede que lleves razón; pero...” (banco de niebla) lo que yo
quiero decir es que.. “ y se sigue con el diálogo en el punto en el que fuimos interrumpidos o
repitiéndolo desde el principio (disco rayado.) Puede parecer muy limitado y que vamos a hacer el
ridículo, pero es sorprendente lo efectivo y natural que resulta. Si saca otros temas, también
importantes, no perdamos de vista nuestro objetivo, tenemos que acabar con lo que ha motivado la
negociación para poder seguir más tarde con lo que acaba de plantear: en ningún momento hay que
perder de vista nuestro objetivo, plasmado en el diálogo preparado.

Ejemplos
PRACTICA

Situación 1:
Un amigo acaba llega a cenar, pero una hora más tarde de lo que había dicho. No ha llamado
para avisar que se retrasaría. Estás irritado por la tardanza. Tienes estas alternativas:
1. CONDUCTA PASIVA. Saludarle como si tal cosa y decirle “Entra la cena está en la mesa”.
2. CONDUCTA ASERTIVA. He estado esperando durante una hora sin saber lo que pasaba
(hechos). Me has puesto nervioso e irritado (sentimientos), si otra vez te retrasas avísame (conducta
concreta) harás la espera más agradable (consecuencias).
3. CONDUCTA AGRESIVA. Me has puesto muy nervioso llegando tarde. Es la última vez que te
invito.

Situación 2:
Un compañero de trabajo te da constantemente su trabajo para que lo hagas. Decides terminar
con esta situación. Puedes crear la situación preguntándole como lleva su trabajo o esperar a
que el la cree cuando te pida otra vez a le ayudes haciéndole algo. Las alternativas podrían
ser:
1. CONDUCTA PASIVA. Estoy bastante ocupado. Pero si no consigues hacerlo, te puedo ayudar.
2. CONDUCTA AGRESIVA. Olvídalo. Casi no queda tiempo para hacerlo. Me tratas como a un
esclavo. Eres un desconsiderado.
3. CONDUCTA ASERTIVA. Muy frecuentemente me pides que te eche una mano en el trabajo
que te asignan, porque no te da tiempo o porque no sabes hacerlo (hechos). Estoy cansado de hacer,
además de mi trabajo, el tuyo (sentimientos), así que intenta hacerlo tú mismo (conductas), seguro
que así te costará menos la próxima vez (consecuencias).

Situación 3
Vas a un restaurante a cenar. Cuando el camarero trae lo que has pedido, te das cuenta de que la
copa está sucia, con marcas de pintura de labios de otra persona. Se trata de llevarse bien con el
camarero para que nos sirva bien, pero eso no es un buen servicio, podrías:
1. CONDUCTA PASIVA. No decir nada y usar la copa sucia aunque a disgusto.
2. CONDUCTA AGRESIVA. Armar un gran escándalo en el local y decir al camarero que como el
servicio es asqueroso nunca volverás a ir a ese establecimiento.
3. CONDUCTA ASERTIVA. Llamar al camarero y, mirándole a la cara y sonriendo, pedirle que por
favor le cambie la copa.

Plantilla para construir un diálogo asertivo


Hechos
_____________________________

_____________________________

_____________________________

Sentimientos

_____________________________

_____________________________

_____________________________

Conductas

_____________________________

_____________________________

_____________________________

Consecuencias

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_____________________________

_____________________________

Qué es la asertividad

Según el doctor Marco Eduardo Mureta Reyes de la Universidad Nacional Autónoma


de México (UNAM), se defin asertividad como 'la habilidad para actuar o expresar las
ideas y sentimientos propios de manera adecuada, es decir, en forma serena, sin
manifestar ansiedad o agresividad ante una o más personas'.
El experto considera de gran importancia la asertividad ya que produce una satisfacción
personal por un lado acatando los problemas y situaciones conflictivas y por el otro
estableciendo relaciones positivas con los demás.
Existen dos tipos de asertividad, según explica el doctor Mureta en la página web de
laAsociación Mexicana de Alternativas en Psicología (AMAPSI). La primera es
la asertividad de aprobación, cundo se expresa el agrado hacia el comportamiento de los
demás o hacia la situación que acontece alrededor. La segunda es la de rechazo,cuando
el adulto o el niño es capaz de mostrar su disconformidad sobre la actitud de otras
personas o sobre acontecimientos sin causar daño.

Asertividad en los niños


Es importante saber transmitir a los niños una conducta asertiva que permita fomentar
sus habilidades sociales. La asertividad comprende una forma de actuar y de
comunicarse en cuyos extremos se encuentra la pasividad y la agresividad.
Los niños pasivos son aquellos que no consiguen actuar frente a aquellas situaciones
que les son incomodas o ante las que se sienten agredidos, por ejemplo cuando permiten
que los compañeros de colegio se burlen de ello. Esta actitud daña la autoestima del
pequeño.
En el lado contrario se encuentra el comportamiento agresivo infantil. En este caso el
niño sabe defenderse, pero lo hace de forma violenta y dominante, sin tener en cuenta
los sentimientos de los demás.
Por ese motivo es fundamental que los padres eduquen a sus hijos en la asertividad,
enseñarles a defender sus opiniones y derechos sin causar daño al resto, y también a
expresar críticas constructivas y a saber reconocer los errores propios. Aquí tienes más
información sobre cómo educar en la asertividad.
¿Qué es la asertividad?
La asertividad es un componente esencial de las habilidades que necesitamos para
convivir en sociedad de forma positiva. Se trata de una forma de ser y actuar, más allá
de un estilo de comunicación, es una actitud vital que nos ayuda a defender nuestros
derechos personales a la vez que nos autoafirmamos siendo fieles a lo que sentimos y
pensamos.

image: https://www.educapeques.com/wp-content/uploads/2016/02/asertividad-
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La asertividad favorece las emociones positivas de


uno mismo y de los demás formando parte del conjunto de habilidades sociales que,
niños y mayores, debemos aprender a poner en práctica. Necesitamos ser asertivos para
poder decir lo que pensamos, sentimos o queremos sin sentirnos culpables pero también
sin herir, molestar o agredir a los demás.
La asertividad nos ayuda a mantener relaciones interpersonales más satisfactorias y
aumenta las posibilidades de obtener aquello que necesitamos sin necesidad de
chantajear, manipular ni menospreciar a nadie, formas de interacción absolutamente
inadaptadas y rechazables.
¿Cómo educar la asertividad en nuestros hijos?
La asertividad, como cualquier otra habilidad social se aprende y, por tanto, es
susceptible de enseñar. A diferencia de lo que podríamos pensar, esta habilidad no es
innata. Se aprende con la práctica y se desarrolla en la medida que tenemos la oportunidad
de poner en práctica modelos adecuados de interacción social.
Durante el proceso de socialización del niño la asertividad puede desarrollarse o no en
función de nuestro estilo educativo y de los modelos de interacción que les ofrezcamos.
Errores que cometemos y que anulan la asertividad.
Padres y educadores cometemos sin querer algunos errores que anulan la capacidad de
aprender o de poner en práctica la asertividad, como por ejemplo:

1. Ofrecer modelos de interacción social inadecuados (agresivos o pasivos) que los niños
acaban por imitar. Modelos que observan de sus padres, maestros, profesores,
compañeros o personajes de ficción cuando se comunican a base de gritos, amenazas o
sumisión a las órdenes o demandas desmesuradas de terceros.
2. Premiar la sobreadaptación a las necesidades de los demás. Muchos niños se
sobreadaptan a lo que los demás esperan de ellos para agradar a sus padres, maestros u
otros referentes, olvidándose de sí mismos.
3. Premiando conductas agresivas que permiten obtener cierta ventaja sobre los
demás.
4. Elogiar a los niños obedientes, quietos o callados en clase, reforzando de este modo su
comportamiento inhibido en lugar de reforzar comportamientos más asertivos como sería
preguntar adecuadamente, ayudar a los compañeros o expresar sus opiniones respetando
al resto de compañeros.

Formas de educar la asertividad en nuestros hijos.


La asertividad se puede enseñar de forma indirecta (influir en el niño sin que él se dé
cuenta, elogiando y premiando su comportamiento asertivo) o directa (con técnicas
concretas).
Una forma directa de poder enseñar a un niño a ser asertivo es mediante el diálogo. Es
importante hablar con nuestros hijos de las conductas adecuadas o erróneas que
observamos en terceros y en nosotros mismos. Este diálogo puede surgir de cualquier
escena que veamos en la calle o de algún acontecimiento diario que haya sucedido en el
cole o en nuestro trabajo.

El juego de roles es otra de las formas en las que padres y maestros podemos enseñara a
neustros hijos o alumnos a ser personas asertivas.

En este tipo de juego planteamos diferentes situaciones en las que deban comportarse de
forma asertiva, por ejemplo decir que no a algo que no quieren hacer o pedir información
sobre algo que necesitan saber. Este mismo juego lo podemos aplicar para afrontar
situaciones problema como por ejemplo llegara a acuerdos sin que ninguna de las partes
pierda.

Así pues, educar a nuestros hijos para que tengan actitudes asertivas supone:
1. Enseñarles a expresar sus sentimientos, sus deseos y decidir acerca de lo que quiere y no
quiere hacer.
2. Enseñarles a respetar la individualidad de cada uno, incluida la propia, respetando las
libertades y derechos de los demás y defendiendo los propios.
Conseguir que un niño aprenda a ser asertivo aumentará sus posibilidades de éxito en
la vida
Lo alejaremos de problemas tan graves como está siendo hoy en día el acoso escolar.

Juegos para trabajar la asertividad en


los niños
Los juegos para trabajar la asertividad forman parte de las habilidades de
la inteligencia emocional. Cuanto antes y de mejor forma la desarrollen los niños, más
posibilidades tendrán de ser adultos íntegros desde el punto de vista emocional y
psíquico.
La importancia de la comunicación asertiva
La comunicación asertiva nos ayuda a expresar nuestras opiniones de forma adecuada.
Con frecuencia un adulto deberá enfrentarse a situaciones donde deberá actuar de forma
equilibrada para comunicarse de la manera correcta, respetando las opiniones del resto.

image: https://www.educapeques.com/wp-content/uploads/2016/02/juego-
asertividad.png

Juego: El dragón, la tortuga y la persona


El juego resume 3 formas que tienen las personas de expresarse. Así el dragón
representa la forma agresiva de relacionarse, la tortuga expresa la forma pasiva y la
persona representa la forma asertiva.

Explicación de los personajes del juego:

En este juego habrá tres tipos de personalidad o formas de comunicación diferentes.

Formas de comunicación
Dragón: el dragón transmite sus propios sentimientos, pensamientos, ideas y opiniones
propias y desmerece la de los demás.

Generalmente mantiene un tono de voz elevado y a veces agresivo. No sugiere, más


bien impone su punto de vista.

Tortuga: la tortuga es opuesta al dragón. En vez de expresar sus propias opciones, se


esconde en su propio caparazón. Tampoco puede defender sus intereses ni expresar sus
opiniones o sentimientos. En pocas palabras, acepta la opinión de los demás
incondicionalmente.

Persona: este es el personaje que representa una comunicación asertiva. La persona


expresa sus ideas y opiniones empleando las palabras adecuadas de manera tal que
exprese sus propios pensamientos, sentimiento e ideas pero respetando y escuchando las
ideas ajenas.

Materiales:

 3 figuras o fichas:
 1 dragón
 1 tortuga
 1 persona

Cantidad de niños: mínimo 6

Edades de los niños: mayores de 6 años

Dinámica del juego: Se divide a los niños en 3 grupos y se reparte a cada uno, una de
las tarjetas sin que el resto de los grupos se entere de cuál tarjeta tiene cada equipo.

Luego se les plantea un problema. Por ejemplo:

“Te encuentras en la escuela.


La maestra pide a cada niño que pase al frente para repasar la clase anterior pero tú
no has hecho los deberes aunque recuerdas lo que han hablado la última clase.
La maestra se molesta con aquellos que no han hecho los deberes.
Te toca el turno de pasar al frente. Escoge cómo reaccionas dependiendo de la tarjeta
que tengas:
1. Decides expresarle a la maestra tu angustia por no haber cumplido con la tarea pero
decides también contarle que sí recuerdas lo hablado la última clase. Pasas al frente y
expones lo que recuerdas. Utilizas tizas o marcadores y expones la clase de la mejor
manera posible.
2. Te quedas callado y no respondes. Solo bajas la cabeza y te entristeces.
3. Respondes que no has hecho los deberes y que consideras injusto que tú tengas que
hacerlos. Te opones siempre a la idea de hacer los deberes”

Puedes escoger otros ejemplos.

Una vez que los niños puedan personificar cada una de las tarjetas puedes debes
proponer que “ellos mismos evalúen las posibles reacciones en cada uno de los 3
casos”. De este modo ellos comprenderán cómo reacciona cada persona y como se
siente cada uno actuando de manera asertiva o con falta de asertividad
Lea más en https://www.educapeques.com/escuela-de-padres/asertividad-educa-ninos-
asertivos.html#hm5ucdv2L36eKLed.99

Valores

OBJETIVO:

Reflexionar acerca de la importancia de los valores en la vida familiar.

DESARROLLO DEL TEMA

Los Valores familiares entre los miembros de una familia se establecen


relaciones personales que entrañan afinidad de sentimientos, de afectos e
intereses que se basan en el respeto mutuo de las personas.

La familia es la comunidad donde desde la infancia se enseñan los valores y el


adecuado uso de la libertad. Las relaciones personales y la estabilidad familiar
son los fundamentos de la libertad, de la seguridad, de la convivencia, del
respeto, de la fraternidad en el seno de la sociedad. Es por esto que en la familia
se inicia a la vida social.

Es en la familia donde se enseñan los primeros valores; valores que serán


sustento para la vida en sociedad y a lo largo de la vida de la persona , de ahí la
importancia de que se transmitan adecuadamente desde éste primer agente
socializador.

ACTIVIDADES:

Por equipos realizar un cartel donde se evidencie la importancia de la práctica


de los valores y luego se socializará.

Lectura: Reflexión La Tienda.

Tiempo atrás caminaba por el sendero de la vida y encontré un letrero que


decía "LA TIENDA". Me acerque a la puerta y la misma se abrió lentamente.

Cuando me di cuenta, ya estaba adentro.

Vi muchos ángeles parados por todas partes. Uno de ellos me entrego una
canasta y me dijo:

"Elige tranquilo, todo lo que un buen hijo de Dios necesita se encuentra en esta
tienda".
Primero compre paciencia. Luego, vi que el amor estaba en la misma fila y
también lo tome. Más abajo había comprensión, que siempre se necesita.
Compre dos cajas de sabiduría y dos bolsas de fe. Me llamo mucho la atención
el empaque del perdón y decidí llevar seis o siete de ellos.

En otros estantes me detuve a comprar fuerza y coraje para ayudarme en esta


carrera de la vida. Cuando ya tenía la canasta casi llena, recordé que
necesitaba un poco de gracias. Tampoco me podía olvidar de la salvación que
ese día la ofrecía gratis.

Camine hasta la caja para pagar mi cuenta pues creí que ya tenía todo lo que
necesitaba.

Al lado de la caja vi la oración y la puse en un rincón de mi canasta, pues sabia


que apenas dejara el lugar la iba a utilizar. La paz y la felicidad estaban en los
estantes pequeños y tome también un envase de cada una.

La alegría colgaba del techo y arranque una para mí.

Llegue al cajero y le pregunte ¿Cuanto le debo?

Con una amplia sonrisa, el me contesto:

"El Señor ya pago tu cuenta... hace mucho, mucho tiempo".

Creo que el Señor, al salir nosotros de "La Tienda" espera de nuestra parte el
agradecimiento, la alegría en el vivir cotidiano, llenos de esperanza y solidarios
en el amor fraterno.
COMUNICACIÓN , ESTILOS

A la hora de relacionarnos podemos emplear tres estilos de comunicación , cada uno


tiene una serie de características y efectos en nuestro día a día.

1.Estilo de comunicación
Pasivo
 Es una forma de “no expresarse”. Con este estilo de comunicación (“oír, ver y
callar”) no se corren riesgos y uno se deja hacer, plegándose a las decisiones
de los demás sobre las suyas propias.

 Las personas que utilizan este tipo de comunicación se dejan pisotear y


manejar por los demás. Dejan que ot ros les digan lo que tienen que hacer,
aunque las peticiones les parezcan abusivas.

 No son capaces de expresar sus sentimientos, opiniones, necesidades, deseos,


derechos, o bien lo hacen con poca confianza y seguridad. Generando en ellos
mismo gran malestar

COMUNICACIÓN NO VERBAL

 Expresión de la cara: asustada, tímida, triste

 Mirada evitativa: ojos mirando al suelo

 Voz temblorosa y floja

 Hombros caídos, cuerpo encorvado o agachado

 Gestos inadecuados

COMUNICACIÓN VERBAL
“Quizás, supongo, me pregunto si podríamos, te importa mucho que, solamente, no
crees que, eeh, bueno, realmente no es importante, no te molestes…”

EFECTOS

 Conflictos interpersonales

 Depresión

 Desamparo

 Imagen pobre de uno mismo

 Se hace daño a sí mismo

 Pierde oportunidades

 Tensión

 Se siente sin control

 Soledad

 No se gusta a sí mismo ni a los demás

 Se siente enfadado

2.Estilo de comunicación
Agresivo

 Expresan sus ideas, sus sentimientos, necesidades, opiniones, de forma


inapropiada y dañando los derechos de los demás.

 Pueden lograr lo que quieren, pero a costa de humillar a las demás personas,
de amenazarlas (con palabras, gestos, miradas…) o de obligarlas a realizar
cosas en contra de sus deseos.

 Comunicarse de esta forma puede romper o destruir relaciones de amistad, de


pareja, de colaboración laboral…
COMUNICACIÓN NO VERBAL

 Expresión de la cara: enfadada y tensa.

 Mirada desafiante.

 Voz alta, gritona.

 Gestos exagerados o amenazantes

COMUNICACIÓN VERBAL

Harías mejor en, ten cuidado, debes estar de broma, si no lo haces…, no sabes,
deberías, mal “Por tu culpa…”, “Más te vale…”, críticas en segunda persona
(“Eres…”, “Pareces…”, etc), “Deberías”, “Tienes que”, invalidación de los
sentimientos del otro, verbalizaciones negativas hacia su persona, anotaciones
sarcásticas y/o humillantes

EFECTOS

 Conflictos interpersonales

 Culpa, frustración

 Imagen pobre de sí mimos

 Hace daño a los demás

 Pierde oportunidades

 Se siente con tensión, enfado

 Se siente sin control

 Soledad

 No le gustan los demás, ni a los demás les gusta él.

3.Estilo de comunicación
Asertivo
 Se expresan las ideas y los sentimientos de una forma adecuada, respetando
los derechos de los demás y los propios.
 Es una forma de comunicarse eficaz. La persona habla claramente a los demás
y con franqueza, y es capaz de pedir lo que desea, de expresar lo que siente
sin herir a los demás y de negarse a hacer lo que no le apetece o no le parece
razonable.

 De esta forma, se logra que la relación con otras personas sea satisfactoria y a
la vez no acumula tensión constantemente.

COMUNICACIÓN NO VERBAL

 Expresión de la cara: tranquila y amable.

 Mirada directa.

 Voz clara y firme.

 Cuerpo erguido.

 Gestos adecuados.

COMUNICACIÓN VERBAL

“Me siento … cuando tú te comportas ….”(hechos), “Yo creo, yo pienso, yo me


siento….” (primera persona), “Comprendo que tú…. pero yo….”, ¿Qué
piensas?”, “Qué te parece?”, “¿Tú qué opinas?”, “A mi me gustaría…”,
verbalizaciones positivas, validación de los sentimientos del otro.

EFECTOS

 Resuelve los problemas

 Se siente a gusto con los demás

 Se siente satisfecho

 Se siente a gusto consigo mismo.

 Relajado

 Se siente con control

 Crea y fabrica la mayoría de las oportunidades

 Se gusta a sí mismo y a los demás

 Es bueno para sí y para los demás

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