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Autor: Juan Francisco Gaimaro

RESUMEN DE

DERECHO AGRARIO
(Según programa de estudio de la materia)

BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA
 VIVANCO, Antonio; Teoría de Derecho Agrario; Ed. Librerías Jurídicas, La
Plata, 1967.
 PASTORINO, Leonardo Fabio; Derecho Agrario Argentino, 2da edición
actualizada, Ed. Abeledo Perrot, año 2011.
 OSSORIO, Manuel; Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, 36°
edición, Ed. Heliasta, año 2010.
 Guía de Estudio de Recursos Naturales, 2da edición, Ed. Estudio, año 2008.
 BREBBIA, Fernando; Derecho Agrario, Ed. Astrea, 1997.

Este resumen es a fines de poder tener un conocimiento, aunque sea mínimo, de cada
punto del programa.

Se recomienda complementarlo con las leyes enunciadas en las bolillas


correspondientes, algún libro de texto, y el Código Rural de la Provincia de Buenos
Aires.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

BOLILLA I
1. Importancia del Derecho Agrario. Actividad y actos agrarios. Resolución de la Asamblea de
la F.A.O. para América Latina. Méjico 1960.

Importancia del Derecho Agrario. El Derecho Agrario es un instrumento de la política


agraria, existe una evidente comunión inescindible entre ambos. Vivanco hacía derivar de los fines
de la política agraria los principios del Derecho Agrario, influido principalmente por la economía, la
sociología y la política. Así, acorde a la política que se aplique en un Estado determinado, el
derecho agrario puede adoptar una fisonomía diversa.

La actividad agrícola ha sido, a través de los tiempos, base fundamental en el desarrollo de


la civilización, permitiendo satisfacer plenamente además de la necesidad alimentaria, otros
derechos sociales tales como la salud, la vivienda, la seguridad social, un ambiente sano, etc.

Evolución del Derecho Agrario en Argentina. Acorde al criterio de Pastorino, se pueden


distinguir distintas etapas:

Etapa del derecho rural. Se vincula a los inicios mismos de la colonización, condicionada
por las características naturales de la región del Plata, que permitieron la subsistencia de las
colonias a través de la cría extensiva del ganado, especialmente vacuno, y la manufactura del cuero.
Los primeros antecedentes jurídicos agrarios se vinculan a problemas con el ganado.

En 1610 tenemos un antecedente de lo que luego conoceremos como policía sanitaria: la


primera prohibición de tener animales en la ciudad por cuestiones de higiene y seguridad en materia
de daños.

Durante los primeros gobiernos patrios se consolidó la estancia como organización


productiva y social.

Como antecedente muy remoto del fuero agrario, encontramos la figura del juez de paz
lego, en 1821, quien resolvía cuestiones de vecindad, policiales y de pequeños negocios.

El desarrollo de la ganadería permitió paulatinamente el desarrollo de otras actividades


pecuarias y también de la agricultura, fundamentalmente cuando se comienza a exportar carne
congelada o enfriada para consumo a Europa. Comienza la búsqueda del mejoramiento de la
calidad, a través de la cruza entre especies y mejores pasturas, naciendo para estos fines los
cultivos de grandes extensiones de alfalfa, maíz, lino y cebada.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Por otro lado, la Constitución de 1853 fue una apuesta firme a la inmigración europea y a la
colonización y población del extenso territorio argentino, primer política agraria nacional propuesta
por Juan Bautista Alberdi.

Vivanco es quien se esfuerza por distinguir los vocablos rural y agrario, dado que se
hablaba de lo rural por oposición a lo urbano. Al vocablo rural le da un concepto estático y
espacial, identificado con el espacio no urbano, mientras que al vocablo agrario le da un
sentido productivo, económico y dinámico, vinculado a determinadas técnicas de producción.

Etapa de la legislación agraria. Comienza en las primeras décadas del siglo XX como
consecuencia de grandes transformaciones en el campo social, económico, ideológico y político
(inmigración, poblamiento, llegada de nuevas ideas como el marxismo, el comunismo, anarquismo,
surgimiento de los frigoríficos, concentración del capital en manos de los grandes terratenientes,
explotación de trabajadores, etc.)

Es común decir que la ley 11.170 de 1921 sobre Arrendamientos, donde se legislan por
primera vez los contratos agrarios, da nacimiento al Derecho Agrario Moderno en la Argentina. No
menos importante es la ley 3965 de 1902 sobre Sanidad Animal, que abre el debate político sobre la
importancia de la ganadería para el desarrollo del país.

Derecho Agrario Científico. Los años transcurridos entre 1940 y 1960 son considerados
como la “Etapa de Oro” del Derecho Agrario Argentino. Se vincula con el intento doctrinario de
sistematizar esta novedad legislativa que fue las primeras legislaciones agrarias. Aquí podemos
enmarcar la teoría agrobiológica de Carrera y Ringuelet, la cual desarrollaré en otro punto de la
bolilla.

Período de declinación – Etapa de los Recursos Naturales. El Derecho Agrario se redujo a


la enseñanza casi exclusiva referida a la distribución de la tierra, creyendo muchos la innecesaridad
de su enseñanza. Se trató de cambiar el enfoque de la materia, tomando influencia Cano y Pigretti,
que proponían la creación de una nueva orientación bajo el nombre de “Legislación de los recursos
naturales”. Proponían, sobre la base de la idea de interdependencia de todos los recursos naturales,
el tratamiento legal integrado y omnicomprensivo de todos los recursos, unificando institutos
comunes a muchos de ellos, etc. En la Universidad de Buenos Aires se crearon en 1968 cátedras
con esta orientación.

La cuestión ambiental – Nuevo surgimiento. Al descubrirse las relaciones existentes de los


recursos naturales entre sí, lo cual sostiene la idea de interdependencia, y también aflora la idea del
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ecosistema, y del hombre como parte de ese ecosistema. Estamos en los años 70, donde toma
cuerpo la cuestión ambiental, con la Conferencia de Estocolmo de 1972, donde muchos ven el
nacimiento de una nueva disciplina como es el Derecho Ambiental. Así, se podría identificar al
Derecho Ambiental con la protección del ambiente y al Derecho Agrario con la producción,
pudiendo extenderse su objeto más allá de la actividad primaria para alcanzar a la comercialización
y la industrialización.

Actividad y actos agrarios. Para Vivanco, la actividad agraria constituye una forma de
actividad humana tendiente a hacer producir a la naturaleza orgánica cierto tipo de vegetales o
animales con el fin de lograr el aprovechamiento de sus frutos y productos.

Esta definición enmarca un aspecto importante, que puede pasar desapercibido, el que es un
hecho en el cual el hombre interviene, decide y guía la producción; como así también que se refiere
a la naturaleza orgánica, por lo que excluye –correctamente- la actividad extractiva de los recursos
naturales inorgánicos o no renovables. La clasificación de las actividades agrarias se desarrollará en
el punto siguiente de la bolilla.

Resolución de la Asamblea de la F.A.O. para América Latina (México 1960). La F.A.O.


es la Organización para la Agricultura y la Alimentación (“Food and Agriculture”), un organismo
especializado de Naciones Unidas, creado en 1945, entre otras cosas, para combatir el hambre y la
desnutrición, tras los estragos que ocasionó la Segunda Guerra Mundial en materia de producción,
transporte y comercialización agrícolas.

La Sexta Conferencia Regional de la FAO para América Latina, que se realizó


conjuntamente con la Quinta Conferencia Interamericana para la Agricultura en México D.F., del 9
al 20 de agosto de 1960, aprobó la Resolución 20/60 que se denomina "Impulso a los Estudios de
Derecho Agrario". Dicha resolución establece que el Derecho Agrario es una disciplina jurídica
autónoma, de contenido específico, diferenciada de las otras ramas del derecho y agrega que sus
características hacen posible la elaboración de una doctrina jurídica y una legislación agraria que
permiten establecer la relación hombre-tierra-comunidad sobre la base de una verdadera justicia
social agraria en beneficio de los hombres que trabajan la tierra. Señala asimismo que la doctrina
jurídica elaborada por institutos de derecho agrario de varios países latinoamericanos no se ha
concretado aún en la correspondiente legislación orgánica, homogénea y coherente y que ese retraso
en la sanción de una legislación agraria de fondo se presenta como un gran obstáculo para la
humanización, democratización, tecnificación y mejoramiento de las condiciones generales de vida
y trabajo en el agro de América Latina. Agrega que mientras las normas de derecho positivo que
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rigen la vida del agro no se sustituyan por las que aconsejan las nuevas figuras jurídicas del
Derecho Agrario, será muy difícil que las resoluciones, declaraciones y recomendaciones de estas
conferencias internacionales puedan ser realidad en nuestros países.

Por esta resolución también se recomendó a los gobiernos que empleen especialistas en la
materia, a las universidades y centros de enseñanza de alto nivel que den impulso a los estudios del
Derecho Agrario.

También que el objeto de la disciplina lo constituye la “actividad agraria como industria


genética de producción”, concepto que desarrollaré más adelante en el punto 3.

2. El ciclo productivo y su incidencia en la normativa agraria. Clasificación de las actividades


agrarias: propias, accesorias, conexas y vinculadas.

Carrozza centra el objeto del derecho agrario en la actividad agraria, la cual define en el
marco de su teoría del ciclo biológico. Define a la actividad agraria como el “desarrollo de un ciclo
biológico, vegetal o animal, ligado directa o indirectamente al disfrute de las fuerzas y de los
recursos naturales, la que se resuelve económicamente en la obtención de frutos – vegetales o
animales – destinados al consumo directo, o bien previa una o más transformaciones”.

Vivanco distingue o clasifica la actividad agraria en:

- Actividad propia: incluye la actividad productiva (identificada con la agricultura y la


ganadería); la actividad conservativa (regulación del uso de los recursos naturales); la
actividad preservativa (prevención y defensa de los productos o frutos agropecuarios).
Dentro de la agricultura se puede incluir la silvicultura, es decir el cultivo del bosque, lo
que Vivanco identifica con el término “reforestación”.
- Actividad accesoria: puede ser la actividad extractiva (como el talaje o la actividad
apícola); o la actividad capturativa (caza y pesca).
- Actividades conexas: son la manufactiva, la transportativa, la procesativa y la lucrativa.
Vivanco establece distintos criterios para definir la agrariedad de este tipo de actividades:
 De la necesidad: todo aquello necesario e indispensable para el cultivo pertenece a la
actividad agraria. Es un criterio muy subjetivo, de difícil aplicación.
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 De la prevalencia: cuando la transformación o la venta adoptan un carácter prevalente,


esta actividad entra en la categoría de industrial o comercial, no agraria. La prevalencia
se mide en términos matemáticos. Es el sistema adoptado por el Código Italiano.
 De la autonomía: si la actividad transformativa o de venta puede realizarse en forma
autónoma de la actividad productiva, entonces no es agraria sino comercial. Es un
criterio no válido.
 De la ruralidad: criterio espacial, será agraria si se desarrolla en el espacio rural.
 De la normalidad o habitualidad.
 De la accesoriedad: la actividad transformativa y de venta serán actividad agraria
cuando sean “un simple accesorio de lo productivo” y no la actividad principal. Cuando
la producción en el fundo sólo es un medio para lograr el fin esencial de la
transformación y la venta, es comercial y no agrario. Es el criterio más adoptado.
- Actividades vinculadas: son las anteriores cuando no puede separarse su naturaleza
comercial. Carrera por su parte considera que son aquellas que no se vinculan con el
Derecho Agrario sino que tienen independencia (ej: frigoríficos, mataderos, molinos, etc.).

3. Objeto y contenido del Derecho Agrario. La teoría agrobiológica y la determinación del


objeto del Derecho Agrario. Actividades comprendidas dentro del concepto de Derecho
Agrario. Fuentes formales y materiales. Importancia de los usos y costumbres como fuentes
del derecho.

Pastorino, tomando en cuenta la obra de Carrozza, clasifica los distintos modos en que el
Derecho Agrario ha sido identificado a partir de un objeto principal de regulación.

Derecho de la agricultura. Para Carroza es una forma incompleta de presentar al Derecho


Agrario, dado que la palabra agricultura hace pensar solamente en el cultivo, es decir el trabajo
sobre plantas, lo cual excluye la cría de animales. A esto hay que agregarle que para gran parte de la
doctrina internacional y ordenamientos jurídicos, el derecho agrario no regula todo acto de cultivo o
cría, sino únicamente aquellos realizados en forma organizada.

Derecho de las cosas o de los bienes agrarios. Es visto el derecho agrario como la
regulación del fundo, de los productos agrarios y de algunos bienes en particular (ganado,
maquinaria, aguas, etc.). Se le critica que no puede reducirse al derecho agrario como la regulación
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de los objetos, ya que existen además regulaciones con respecto a los sujetos agrarios y la actividad
desarrollada por éstos (por ejemplo, la contratación de trabajo dependiente).

Derecho de la propiedad de la tierra. Esta idea tiene gran desarrollo en América Latina y
otros países donde se ejerció la Reforma Agraria. Se considera al fundo como el objeto central de
regulación. Se critica que no es el único objeto agrario regulado por la disciplina. Hablar de un
derecho del fundo o fundiario, que sólo contemple la distribución de la tierra o las relaciones de
vecindad, se acercaría más al primigenio derecho rural que al moderno derecho agrario.

Derecho de los contratos agrarios.

Derecho de los recursos naturales o de la naturaleza.

Derecho agroalimentario.

Tomando en cuenta las enseñanzas de Carrozza, éste centra el objeto del derecho agrario en
la actividad agraria, la cual fue definida en el punto anterior.

La teoría agrobiológica y la determinación del objeto del derecho agrario. Esta teoría
pertenece a los platenses Andrés Ringuelet y Rodolfo Carrera. Para Ringuelet “la agricultura es una
industria esencialmente biológica, que crea con un germen o embrión”. Para él, la agricultura se
basa en dos ciencias: la biología, que estudia la vida de la planta, y la ecología, que estudia el
ambiente donde ésta se desarrolla y las condiciones para que viva. Sin naturaleza, la agricultura y
toda actividad agraria serían imposibles. La naturaleza predetermina la actividad agrícola y el
hombre, si bien modifica el hábitat agreste para sacarle provecho, debe hacerlo respetando las leyes
bioecológicas, donde el factor tierra y el clima constituyen elementos esenciales.

Carrera hablaba de que la tierra y la vida son dos elementos constitutivos de la actividad
agraria y que sin ellos no existe acto agrario; a los cuales se le debe sumar la actividad del hombre.
Para él, la actividad agraria se constituye por “aquellos actos que el hombre realiza en la tierra, por
medio de una explotación que se cumple a través de un proceso agrobiológico, con el fin de obtener
de ella frutos o productos para consumirlos, industrializarlos o venderlos en el mercado”.

Estas ideas fueron ratificadas en la VI Conferencia Regional de la F.A.O. para América


Latina (México, 1960) donde luego de declararse la autonomía didáctica, científica y legislativa del
D. Agrario se establece que “su elemento esencial constitutivo es la actividad agraria como
industria genética de producción, diferente a otras industrias” y que “el contenido que le da
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especialidad es la necesaria presencia de dos factores, la naturaleza y la vida, que se expresan por
medio de un proceso agrobiológico realizado en la tierra por el hombre”.

Fuentes formales y materiales del Derecho Agrario. Vivanco al definir al Derecho


Agrario (tema de la siguiente bolilla), lo hace diciendo que es un “ordenamiento jurídico”, lo cual
da a entender que descarta la visión o enfoque estrictamente positivista de creer que el derecho son
sólo las normas.

Para el “Maestro”, las fuentes formales se hallan constituidas por los hechos creadores de la
norma jurídica agraria, es decir, de la forma específica que necesariamente debe revestir la norma
para pasar a formar parte del ordenamiento y considerarse obligatoria; mientras que las fuentes
materiales expresan una tendencia social a lo jurídico.

La Constitución Nacional. Nuestra Constitución señala un proyecto integral de país,


basado en la inmigración europea y el poblamiento del extenso territorio, para el trabajo de la tierra.
El mismo Alberdi estudia en uno de sus libros las “bases constitucionales del derecho agrario
argentino”, donde desarrolla las cuestiones recién mencionadas.

Además, resulta fundamental para el derecho agrario ya que marca las pautas para la
división de competencias entre los Estados provinciales y el Estado Federal (tema a desarrollar en la
siguiente bolilla).

La ley. Con respecto a la codificación, se hablará en la bolilla siguiente en lo referido a los


problemas para su codificación. Por lo pronto, se sabe que por nuestro régimen o sistema federal,
existirán leyes agrarias en el orden federal como en el orden provincial.

Vivanco decía que la ley agraria requiere un fundamento sociológico, económico, técnico y
antropológico, y que si la ley no responde a las características y modalidades que configuran la
idiosincrasia de la gente de campo (y su forma de vida y de trabajo), difícilmente sea una norma
aplicable.

El derecho internacional. Es fuente del derecho agrario argentino, especialmente en dos


campos compactos: el derecho surgido en la Organización Mundial del Comercio (O.M.C.) y el
surgido del Mercosur. A su vez, existen convenios vinculados a la agricultura, el uso de
agroquímicos, el trabajo agrícola y muchas otras temáticas.

La jurisprudencia. En su función de interpretar el texto de la ley, la jurisprudencia ha


tenido ocasión de contribuir enormemente el desarrollo del derecho agrario argentino,
Autor: Juan Francisco Gaimaro

especialmente en momentos históricos claves, marcando fuertemente cambios de paradigma.


Algunos casos relevantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación son, relacionados a la
potestad del Estado de intervenir en las actividades agrarias y agroindustriales, “Swift de La Plata v.
Estado Nacional” e “Inchauspe v. Junta Nacional de Carnes”. También se puede citar el
renombrado caso “Fernández Arias v. Poggio”, en el que la Corte declaró la inconstitucionalidad de
las Cámaras Paritarias de Arrendamientos y Aparcerías Rurales, prohibiéndole al Ejecutivo
arrogarse facultades jurisdiccionales tal como manda la Constitución, salvo que exista “control
judicial suficiente”, como se estudió en Derecho Administrativo.

La doctrina. La doctrina es importante en derecho agrario, cumpliendo una doble función:


por un lado, explicativo del ordenamiento actual; por el otro, de proyección y propuestas.

Los usos y costumbres y su importancia para el derecho agrario. A pesar de que


Vivanco discute el carácter de fuente de la costumbre, la realidad para Pastorino es que tiene, y
seguirá teniendo, un lugar destacado en el derecho agrario.

En un campo como el del derecho agrario argentino, en el que la costumbre pesa porque
traduce lo “fáctico” de la actividad, el campo normativo es aún insuficiente y el extenso territorio
no permite que las leyes abarquen todas las modalidades de la práctica agraria, la costumbre tiene
un alto valor integrador para nada despreciable.

En algunos casos, la misma ley deriva o nos remite hacia ella para terminar de establecer un
instituto (costumbre secundum legem), como es el caso del artículo 34 de la ley de Arrendamientos
y Aparcerías: “Cuando la cosa dada en aparcería fuese solamente animales, los frutos y productos o
utilidades se repartirán por mitades entre las partes, salvo estipulación o uso contrario”.

En otros casos, la costumbre le sirve al juez para reconstruir un contrato que no se ha


celebrado por escrito, al indicarle las modalidades de pago, muchas veces según la región y el
cultivo sembrado.

También en algunos casos actúa contrariamente a la ley (costumbre contra legem), en


contra de la especialidad, por ejemplo en algunos departamentos judiciales donde no se aplica el
decreto del fuero agrario, dec. Ley 21.209/57 que impone procedimientos especiales en materia
agraria, aplicándose directamente el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

BOLILLA II
1. Definiciones del derecho agrario: diferentes criterios. Autonomía o especialidad. Requisito
fundamental. A) Autonomía Científica. B) Autonomía didáctica. C) Autonomía jurisdiccional.
D) Autonomía legislativa: la legislación agraria en Argentina. Los problemas para su
Codificación. Distribución de poderes entre la Nación y las Provincias en materia agraria.

Para conceptualizar el derecho agrario se deben tomar en cuenta su evolución histórica,


desarrollada en la bolilla I. A esta variable histórica, se le deben agregar también las variables
geográficas (realidades naturales y climáticas) y las sociales, económicas y políticas de cada región,
las cuales harán que el contenido específico de lo que se entiende por derecho agrario varíe. Esta
variabilidad se expresa en el sinfín de definiciones que se han dado sobre la materia. En mi caso,
sólo enunciaré la de Catalano y la de Vivanco, esta última recogida por Pastorino.

Catalano define al derecho agrario como aquel “conjunto de normas de derecho público y
de derecho privado que regulan los derechos y obligaciones entre los sujetos agrarios, entre sí,
vinculados a actos agrarios y a la propiedad agraria, en sus distintas formas de manifestación”.

Por otro lado, Pastorino se queda con aquella que formulara Vivanco, quien decía que el
derecho agrario es “el orden jurídico que rige las relaciones sociales y económicas que surgen entre
los sujetos intervinientes en la actividad agraria, con referencia a objetos agrarios y con el fin de
proteger los recursos naturales, fomentar la producción agropecuaria y asegurar el bienestar de la
comunidad rural”.

Vivanco veía al derecho agrario como un ordenamiento jurídico, dado que no está
compuesto sólo por normas escritas sino que su sistema de fuentes es rico, por ejemplo, en usos y
costumbres, impregnados del hecho técnico que los orienta. También implica la idea de
“sistematización”, difícil de lograr en Argentina por no contar con un Código Agrario Nacional,
siendo fundamental por lo tanto el aporte de la doctrina. Por último, al referirse a su conformación
por relaciones sociales y económicos, ve al derecho agrario como un instrumento para plasmar los
fines de la política agraria que eran justamente sociales (vinculados con el desarrollo de la
comunidad de la campaña), económicos (relacionados con el fin último de la agricultura que es
generar riquezas) y conservativos (conservar los recursos naturales para que mantengan su
capacidad productiva).
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Autonomía o especialidad del derecho agrario. La discusión sobre la naturaleza y


autonomía del derecho agrario se dio principalmente en Italia entre 1920 y 1930, debate académico
que se dio entre los defensores de la autonomía (como por ejemplo Bolla, que partía de las
características propias y el objeto particular del fenómeno económico de la hacienda) y sus críticos
(principalmente civilistas y comercialistas), que entendían que la autonomía estaba relacionada a
que un derecho se baste a sí mismo, no siendo este el caso ya que si bien constituía un conjunto de
normas especiales, dependía de los principios, teorías e instituciones de las demás ramas,
principalmente el derecho civil, administrativo y comercial.

Vivanco, por su parte, partía de los fines de la política agraria, de los cuales nacían los
principios del derecho agrario, los cuales según él tenían vigencia universal e influencia en todo el
ordenamiento jurídico agrario, naciendo de éstos otros principios y así sucesivamente. Quienes
critican su posición lo hacen considerando que sus principios pueden ser comunes a otras
regulaciones, no bastando para considerar la autonomía.

Gran parte de la doctrina es más propensa a hablar de la especialidad del derecho agrario
por sobre su autonomía, ya que si por autonomía se entiende “bastarse a sí mismo”, ninguna rama
del derecho podría tener tal pretensión, ni siquiera el derecho civil. Es en este sentido que Carrozza
afirmó que la autonomía no puede entenderse sino en un sentido relativo, marcado justamente por
esta dependencia entre las ramas del derecho.

Por otra parte, para estudiar la autonomía, se suele dividir a ésta en fases o aspectos
(científica, didáctica, legislativa, etc.).

Autonomía didáctica. Se dicta como materia en los planes de estudios de las


Universidades del país, particularmente en las facultades de Derecho y de Ciencias Económicas.
Algunos critican que en un país eminentemente agrícola-ganadero su enseñanza se haga anexándola
con el Derecho Minero. Actualmente hay una tendencia a hablar de un derecho más global, el del
“Régimen de los Recursos Naturales”, donde el Derecho Agrario es sólo una parte. En la
Universidad Nacional de La Plata y la Universidad de Rosario, por ejemplo, la materia Derecho
Agrario se dicta en forma independiente.

Autonomía científica. Está relacionada con si cuenta con principios, método y objeto
propios, requisitos constitutivos de todas las ciencias.

Autonomía jurisdiccional. Problema vinculado con el fuero agrario, cuestión desarrollada


en la última bolilla del programa.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Autonomía legislativa. La legislación agraria en Argentina y el problema de su


codificación. Es menester hablar del Código Rural de Alsina, sancionado en 1865, por lo tanto
anterior al Código Civil de la Nación de Vélez. Este código es más -como se define en su art. 1- un
“conjunto de disposiciones referentes a las personas rurales y a la propiedad rural” o una
compilación de disposiciones o normas, que un verdadero código, ya que carece, por ejemplo, de
sistematicidad y principios generales, limitándose a dar definiciones.

Este código es un código provincial (Buenos Aires) del cual se inspiraron muchos otros
códigos provinciales, algunos aún vigentes, como así también de otros países como el primer
Código de Derecho Rural de Uruguay y el Código Rural Paraguayo. En general se considera al
Código Alsina y los demás provinciales como cuerpos administrativos de policía, reguladores de
cuestiones principalmente relacionadas con la seguridad, salubridad e higiene, conflictos entre
vecinos, etc. El tema sanitario animal tenía su lugar en un capítulo específico, donde se establecían
las tres obligaciones sobre las que gira este régimen hasta nuestros días: comunicar la enfermedad a
la autoridad, curar a los animales enfermos separados en potreros y sepultar a los muertos. También
se contemplaban normas de derecho penal como la figura del abigeato y el hurto de ganado; como
así también normas de derecho laboral que regulaban las relaciones entre patrones y peones.

El Código de Alsina rigió hasta 1970/1, cuando se aprobó un proyecto elaborado por
Eduardo Pigretti, el cual incorpora los recursos naturales a su contenido. Previamente, en 1890,
Manuel B. Gonnet había elaborado un proyecto de modificación, el cual contenía normas referidas a
las expropiaciones, vialidad, aguas, industrias manufactureras y fabriles, etc.

Vivanco también elaboró su proyecto, considerando que un Código Rural no puede


limitarse a ser un conjunto inocuo de normas de policía, sino que debe ser un verdadero instrumento
de desarrollo económico social. Su ambicioso proyecto incluía distintas secciones: producción y
fomento en general, industria agropecuaria, comercio agropecuario, enseñanza técnica, ingeniería,
veterinaria, etc. También incorpora el fuero agrario, ya que entiende que el derecho sustancial
agrario debe formar un todo inescindible con el derecho procesal.

En 1983 se sanciona el Código Rural vigente (decreto ley 10.081, con sus respectivas
modificaciones).

También hay señalar la existencia de un Código Rural para los Territorios Nacionales,
de 1894, dado la existencia en aquella época de la organización de más de la mitad del país en
territorios nacionales, en los que el Congreso Nacional era competente para dictar la legislación
Autor: Juan Francisco Gaimaro

local, es decir, la que normalmente dictan las provincias. Con la provincialización de los territorios
nacionales se inaugura un período anómalo denominado de “descodificación del derecho rural”,
dado que muchas de las nuevas provincias no han sancionado aún su código rural, ni tampoco han
derogado al viejo Código para los Territorios Nacionales.

En cuanto al debate para su codificación en el orden nacional, éste gira, según Pastorino,
en torno a dos cuestiones: por un lado, la oportunidad, y por el otro, la competencia del Congreso
Nacional. En cuanto a la oportunidad, considera que se trata meramente de una decisión política. En
cuanto a la competencia, se habla tanto de la no inclusión -en al actual 75 inc. 12 de la Constitución
Nacional- del Código Agrario entre los facultados para dictar por el congreso nacional; como así
también de la cláusula de reserva del art. 121 de la C.N. por el cual las provincias conservan todo el
poder no delegado a la Nación.

Estos argumentos hoy se caen un poco, dado que en realidad el Congreso tiene facultad para
dictar normas de derecho agrario, aunque de carácter privado, por derivación de la facultad de dictar
el Código Civil y el Comercial. A su vez, por la reforma de 1994, los códigos pueden estar hechos
en cuerpos unificados o separados. También se han dictado códigos no enumerados en el art. 75 inc.
12 como el Aeronáutico y uno importante en la materia, a desarrollar en otro punto de la bolilla,
como es el Código Alimentario.

Pastorino considera que el debate sobre resucitar la idea de la codificación debería girar más
en torno a los contenidos, lo cual lleva al tema de cuál es el objeto que debe regular un código
agrario nacional. Toma como ejemplo códigos extranjeros para comparar: Código Uruguayo y
Paraguayo (se asemejan al de Alsina); Code Rural Francés (comenzó como una recopilación de
leyes del suelo, de policía sanitaria y de arrendamientos, para regular los distintos sujetos de la
actividad agraria bajo la visión de cadena productiva); Código Italiano (unificó todo el derecho
privado en un único código, organizando el derecho agrario nacional alrededor del concepto de
empresa agraria); Estatuto da Terra Brasileño y Ley Agraria Mexicana (se concentran en la idea
general de la reforma agraria y el reparto de tierras).

Distribución de poderes entre Nación y Provincias en materia agraria. En materia


agraria, como de recursos naturales en general, hay una facultad concurrente entre la Nación y las
provincias, la cual surge de la lectura e interpretación del texto de la Constitución Nacional,
pudiendo ser legislado en ambas esferas, nacional y provincial, aunque con alcance diverso.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Lo referido a los aspectos jurídicos tradicionalmente considerados, legislación de fondo o


derecho común, se legislan por leyes nacionales (por ejemplo, derechos reales: dominio, usufructo,
etc.; derechos personales: contratos, seguros; materia penal: abigeato, delitos por contaminación,
delitos contra la fauna silvestre). En cambio, la reglamentación a través de los institutos propios del
derecho administrativo está destinada a las normas provinciales (uso, restricciones, concesión,
permisos, registros, etc.).

2. Recursos Naturales y Derecho Agrario: Relaciones y contenidos. Clasificación de los


Recursos Naturales. Recursos naturales, culturales y humanos. Dominio y jurisdicción sobre
Recursos Naturales. Dominio originario y eminente. Derecho Agrario y Derecho de los
Recursos Naturales. Derecho Alimentario. Derecho Ambiental. Derecho Ecológico.

Los recursos como tales son medios de subsistencia, elementos necesarios para satisfacer
una necesidad. El término natural está determinado por la referencia o la pertenencia a la naturaleza.
Por lo tanto, serán recursos naturales aquellos materiales que se encuentran en la naturaleza –no
transformados por el hombre- que son esenciales para satisfacer sus necesidades. Antiguamente se
enumeraba una lista de siete recursos naturales (agua, suelo, aire y espacio aéreo, minerales y rocas,
energía, fauna y flora, y bellezas panorámicas).

Por recursos humanos se entiende al hombre y su trabajo transformador de los recursos


naturales.

Por recursos culturales podemos entender aquellos que surgen de la capacidad creadora y
transformadora del hombre sobre los recursos naturales (productos de la actividad agraria, minera o
industrial).

Los recursos naturales suelen clasificarse en recursos renovables y no renovables, tomando


en consideración el grado o capacidad de regeneración. Son recursos renovables aquellos que
cuentan con una capacidad mayor de regeneración, que en principio no son agotables y que suelen
reaparecer en forma natural (ejemplos: agua, animales) Por otro lado, son no renovables aquellos
estables en el tiempo, que no se regenerarían o que, pudiendo hacerlo, lo harían en tiempos
extremadamente largos para la historia humana, por lo cual deberían ser administrados teniendo en
cuenta su existencia limitada (ejemplos: minerales, petróleo).
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Dominio y jurisdicción sobre recursos naturales. El dominio se ejerce sobre las cosas; la
jurisdicción sobre las relaciones. Los recursos naturales se encuentran en el territorio de los estados,
que es un elemento esencial de éstos. Así surge la idea del dominio ejercido por el Estado (nacional
o provincial) de donde la cosa, en este caso el recurso, se encuentre. Esta idea de dominio es distinta
al concepto clásico de dominio como derecho real de propiedad; ya que está relacionada con la
teoría política de los Estados, más precisamente con los conceptos de dominio eminente y dominio
originario, que son derivaciones del concepto de soberanía.

Dominio eminente es aquel que extiende un Estado por sobre todo su territorio, excluyendo
así el poder de decisión de otros Estados. Este dominio se mantiene siempre y se ejerce sobre las
personas y cosas del territorio, aunque las cosas tengan un dueño según el carácter del Derecho
Civil. Este poder se traduce en la facultad de legislación, jurisdicción, imposición, intervención,
regulación, disposición, etc. En nuestro esquema federal, algunas competencias legislativas,
jurisdiccionales o impositivas, originariamente en cabeza de las provincias, fueron traspasadas a la
Nación.

A su vez, el Estado es el dueño originario de las cosas de su territorio, como primer dueño
originario de éste. En nuestro país, los terrenos se fueron privatizando y transmitiendo así de
generación en generación, también vendiéndose, cambiando la titularidad de los inmuebles, ya sea
por actos entre vivos como una compraventa o mortis causa como una sucesión. Por ejemplo, en el
caso de una herencia vacante, el bien vuelve al poder del dueño originario, que es el Estado. Se
entiende que este dominio existe antes y después del dominio privado, pero jamás durante.

El dominio originario sobre los recursos naturales corresponde a las provincias,


conforme art. 124 de la C.N, cuestión aclarada con la reforma de 1994. Paralelamente, la provincia
de Buenos Aires, también reafirmó esta cuestión su constitución (art. 28), reivindicando el dominio
eminente provincial sobre el ambiente y los recursos naturales de su territorio.

Volviendo al dominio y la jurisdicción, no deben necesariamente coincidir; así, por


ejemplo, los ríos son del dominio público del Estado provincial donde se encuentren y, sin embargo,
el control de la navegación fluvial está a cargo del Gobierno Nacional.

Derecho Agrario y Derecho de los Recursos Naturales. Los recursos naturales han sido y
son la base de sustentación de la economía agraria nacional, por lo que muchos autores han tratado,
como se vio en la primer bolilla, de evolucionar desde el derecho agrario hacia una nueva
disciplina: la del Régimen de los Recursos Naturales.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Derecho Agroalimentario. Se desarrollará en el siguiente punto de la bolilla.

Derecho Ambiental. Se desarrolló en la primera bolilla. En resumen, Así, se podría


identificar al Derecho Ambiental con la protección del ambiente y al Derecho Agrario con la
producción.

3. Derecho Alimentario o Agroalimentario. Seguridad Alimentaria. Código Alimentario


Argentino. Comisión Nacional de Alimentos (CONAL). Responsabilidad del productor en el
sistema agroalimentario. La actividad agraria y agroalimentaria. La trazabilidad.

El Derecho Alimentario es aquella rama del Derecho que estudia y regula la industria
alimentaria, surgiendo como defensa contra las adulteraciones y fraudes alimenticios. Existen
anteceden históricos muy remotos de intervención de la autoridad con el objeto de proteger a los
ciudadanos en materia de alimentación, salubridad e higiene, pudiendo encontrar disposiciones en el
Código de Hammurabi (Babilonia) o en las Leyes de Manú (India) que ya sancionaban las
adulteraciones alimentarias.

En Argentina comienza a hablarse con fuerza del “derecho de la alimentación” a partir de


la década de 1980. Beatriz Nuñez Santiago define a este derecho como un “sistema de principios y
de normas que regulan las relaciones que derivan de las actividades comprendidas desde la
producción hasta el consumo de alimentos para el ser humano, a fin de proteger la salud del
consumidor, los productos alimenticios y alimentarios, y la buena fe en las transacciones
comerciales sobre ellos”.

La actividad agraria y agroalimentaria. La relación entre las denominadas actividades


primarias y las vinculadas de transformación y venta se hace cada vez más estrecha. Se tiene la
sensación de que el campo siempre produce acorde a las exigencias de las industrias y de los
consumidores. Se comienza a ver a la actividad agraria bajo la idea de la cadena de producción
hasta llegar al consumidor.

Seguridad alimentaria. Es un concepto establecido por la F.A.O. Existirá cuando “todas


las personas tengan, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes,
inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias
para llevar una vida activa y sana”.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

El Código Alimentario Argentino es la norma fundamental de lo que se conoce como


Sistema Nacional de Control de Alimentos. Este Sistema está integrado por la Comisión Nacional
de Alimentos (CONAL), el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y
la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).

El Código Alimentario Argentino rige a partir de 1969 por la ley 18.284 que sustituyó uno
anterior que databa de 1953. Se aplicará y hará cumplir por las autoridades sanitarias nacionales,
provinciales o de la Ciudad de Buenos Aires, en su respectiva jurisdicción (art. 2). Contiene normas
higiénico-sanitarias, bromatológicas y de identificación comercial, como así también disposiciones
referidas a las condiciones generales de las fábricas y comercios, la conservación y el tratamiento de
los alimentos, normas para la rotulación y publicidad de los alimentos. La autoridad de aplicación
es el Ministerio de Salud.

La CONAL es la Comisión Nacional de Alimentos, un organismo técnico de


asesoramiento y seguimiento, que tiene por objeto principal lograr el cumplimiento del Código
Alimentario.

La responsabilidad del productor en el sistema agroalimentario. Responde por su


actividad, bajo las reglas de la responsabilidad civil y la Ley de Defensa del Consumidor. El
productor se encuentra condicionado en su actividad al cumplimiento de las normas sanitarias y
fitosanitarias, las relativas a agroquímicos y todas aquellas derivadas del Código Alimentario. El
productor puede hacer valer sus defensas que puedan responsabilizar –total o parcialmente- a otros
actores de la cadena, como contra el propio consumidor que debe respetar ciertas pautas de
consumo (por ejemplo, las referidas a las fechas de vencimiento).

La trazabilidad. Es un sistema de gestión de información de un producto, desde su origen


hasta su comercialización y llegada al consumidor final. En Europa comenzó a exigirse masiva y
obligatoriamente luego de la conocida “crisis de la vaca loca”.

Se trata de establecer una especie de “historia clínica” del producto, en forma conjunta con
el productor, pudiendo identificar y monitorear todas las operaciones y actores a lo largo de la
cadena productiva. Se pretende hacer un seguimiento del animal, los lugares de cría, los productores
a quienes pudo haber pertenecido, frigoríficos, sujetos que actuaron en la comercialización, etc. La
finalidad de la trazabilidad es mejorar la eficacia del sistema de control de la inocuidad de los
alimentos a lo largo de la cadena alimentaria.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Se puede lograr a través de distintos medios y con distintos grados de eficacia y costos:
sistemas electrónicos incorporados a los animales, registros domésticos, sistemas informáticos, etc.

Un papel importante cumple el rotulado de los alimentos, adherido al envase del producto,
el cual suministra o debería suministrar al consumidor las características del alimento, sus
contenidos, aportes nutricionales, su fecha de vencimiento, el origen del producto, individualización
del importador, etc.

La trazabilidad es aplicada no sólo a la industria agroalimentaria, sino fundamentalmente


también a la industria farmacéutica y cosmética. El ANMAT y el SENASA cumplen un papel
importante en materia de fiscalización y regulación de este instituto.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

BOLILLA III
(La más fea del programa. Puede generar aneurismas)

1. Política Agraria. Concepto. Caracteres. Elementos. Aplicación de la política agraria.


Enunciación de los instrumentos: Tributación Agraria; créditos agrarios; emergencias y
desastres agropecuarios. Reforma agraria. Colonización. Reconversión o promoción agraria.
Reformas financieras e impositivas. Transformación agraria. Planificación agraria.
Concentración y reagrupamiento parcelario. Asociacionismo. Asociación en defensa de
intereses sectoriales y gremiales.

Conforme Vivanco, la política agraria es “la acción propia del poder público (el Estado) o
de los factores de poder, consistente en la elección de los medios adecuados para influir en la
estructura y en la actividad agraria, a los fines de alcanzar un ordenamiento satisfactorio de la
conducta de quienes participan o se vinculan con ella, con el propósito de lograr el desarrollo
económico y el bienestar social de la comunidad”.

La política agraria no es más que una manifestación de la política general, que se traduce en
instrumentos o planes de acción orientados a un sector en particular, el sector agrario y la
comunidad agraria, que indirectamente terminan influyendo en toda la comunidad en su conjunto.

Política agraria estatal y sectorial. En la práctica, esta política va a estar impuesta por el
Estado. Comúnmente, o por lo menos así debería ser, debería proyectarse a través del Poder
Legislativo, siendo el Congreso el ámbito de debate donde se encuentran las distintas posiciones y
expresiones políticas, partidarias, ideológicas, filosóficas, etc., como así también la representación
de los distintos sectores que realizan la actividad, que serán en definitiva los destinatarios –ya sean
beneficiarios o perjudicados- de ésta.

A su vez, estos sectores tendrán su propia política agraria: una política más sectorial,
generalmente mucho más definida que la estatal, que representa los intereses de un grupo más
parcial y reducido que termina influyendo en las decisiones gubernamentales.

También entra aquí el rol del Poder Ejecutivo que deberá, a la par de su función de
reglamentación, afinar los instrumentos puntuales para cada situación específica, como también
coordinar junto con los actores de la cadena de producción distintos ajustes, propuestas,
seguimiento de planes y negociaciones intersectoriales donde el Estado no puede dejar de lado su
función esencial de mediador hacia el bien común.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Entre sus caracteres podemos decir que es:

a) una actividad ideológica (supone la adopción de ideas que se llevan a la práctica mediante una
acción determinada tendiente a lograr el bienestar de la comunidad);

b) actividad ordenadora de la vida social;

c) es una actividad eminentemente práctica (sin la practicidad, es sólo una teoría);

d) es de manifiesta tendencia teleológica (aspira siempre a alcanzar un fin y siempre adopta una
dirección determinada);

e) es de modalidades cambiantes;

f) medios múltiples para alcanzar sus cometidos

El fin último y esencial de la política agraria siempre debe ser alcanzar el bien común, el
bienestar de la comunidad.

Cuando hablamos de elementos de la política agraria nos referimos tanto a los sujetos que
intervienen en ella, como a los objetos y los vínculos ideológicos.

Sujetos. Se trata del hombre, del conjunto de hombres en la sociedad, de sus relaciones de
diversa índole y de su actuación permanente dentro de un grupo comunitario (Vivanco).

Pastorino, en un capítulo específico de su libro (págs. 337-347) ordena los sujetos agrarios
en entidades privadas y en órganos públicos. A simple modo de enunciación, entre los órganos
públicos se encuentran órganos de decisión y ejecución (en el ámbito nacional, la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos); órganos de control (por ejemplo, el SENASA);
órganos de asesoramiento (el INTA –Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria- y el Consejo
Federal Agropecuario); y órganos de promoción (Instituto de Promoción de Carne Vacuna). Otros
organismos específicos son, a modo de ejemplo, el Instituto Nacional de Semillas (Inase) o el
Instituto Nacional de Vitivinicultura.

Las entidades privadas están relacionadas con el asociacionismo o asociativismo agrario en


Argentina, el cual tiene la particularidad de haber surgido primero entre los terratenientes para
luego nuclear con posterioridad a los trabajadores dependientes. Las organizaciones representativas
del sector productivo agrario más tradicionales en nuestro país son:
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Sociedad Rural Argentina (SRA). Fundada en 1866, tiene como fin “velar por el
patrimonio agropecuario del país y fomentar su desarrollo tanto en sus riquezas naturales como las
incorporadas por el esfuerzo de sus pobladores; promover el arraigo y estabilidad del hombre en el
campo y el mejoramiento de la vida rural en todos sus aspectos; coadyuvar o cooperar el
perfeccionamiento de las técnicas, métodos y procedimientos aplicables a las tareas rurales y al
desarrollo y adelanto de las industrias complementarias y derivadas, y asumir la más férrea defensa
de los intereses agropecuarios”.

Reunió originariamente a los ganaderos, terratenientes e invernaderos con base


principalmente en la provincia de Buenos Aires. Fue mutando tras los diversos cambios o
transformaciones que se fueron dando en el sector agrario argentino y tras la aparición de distintas
sociedades rurales del interior del país que se fueron nucleando en la Confederación Rural
Argentina (CRA). Presta varios servicios a los productores agropecuarios, como por ejemplo
asesoramiento o análisis de laboratorio de suelos y agua, poseyendo actualmente la mayor cantidad
de registros genealógicos de animales de raza, como así también cuenta con una importantísima
biblioteca sobre cuestiones agrarias.

Confederación Rural Argentina (CRA). Nace en 1943 a partir de la creación de


sociedades rurales del interior que, si bien fueron creciendo a la par de la SRA, no se sintieron
representadas por ésta. Para Pérez Llana, la principal diferencia con la entidad de Capital Federal es
en cuanto a los intereses en principio representados; la CRA representa a las sociedades del interior,
representadas por medianos productores directamente involucrados en la dirección del
establecimiento, estimando también que muchos ni siquiera son propietarios sino arrendatarios.

La polarización asociativa entre grandes y pequeños patrones rurales, comenzó a


desdibujarse con la fundación de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y
La Pampa (CARBAP) en 1932, en un momento histórico en el que la crisis mundial de 1929
afectó profundamente la exportación de carnes argentina, y que llevó al polémico Pacto Roca-
Runciman, firmado en 1933. CARBAP se creó en ese momento con el fin de defender, en la crisis,
los intereses específicos de los criadores, el sector más vulnerable y menos rentable de la ganadería,
mientras que el otro sector, los invernadores, económicamente más concentrados y socialmente más
poderosos, continuaron como núcleo de la Sociedad Rural Argentina.

En 2008 la CRA formó la Mesa de Enlace Agropecuaria, junto a la Sociedad Rural


Argentina, la Federación Agraria Argentina y CONINAGRO, y a través de esa instancia fue una de
las protagonistas del paro agropecuario patronal de 129 días, que se realizó ese mismo año contra el
Autor: Juan Francisco Gaimaro

gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, con el fin de derogar el sistema de


retenciones móviles a la soja y el girasol establecidas por la Resolución 125, objetivo que
finalmente fue logrado.

Federación Agraria Argentina (FAA). Nuclea a pequeños y medianos productores


reunidos en 1912 luego del hito histórico de nuestro país conocido como “el Grito de Alcorta”, que
consistió en una rebelión de los pequeños y medianos arrendatarios rurales de la provincia de Santa
Fe, en su mayoría chacareros y extranjeros, durante la presidencia de Roque Sáenz Peña, para
protestar frente a las condiciones a las que los propietarios de las tierras sometían a los arrendatarios
y la falta de regulación especial, más allá de la locación civil.

Tiene sede en Rosario y sus ideas fueron plasmadas y difundidas a través del periódico “La
Tierra”. Uno de sus lemas es “Por la agricultura con agricultores”, rechazando las políticas que
dejan de lado el modelo empresarial familiar para favorecer a aquellas grandes empresas de
concentración de capitales.

Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada. Más conocida por sus siglas


CONINAGRO, es una organización que agrupa al sector cooperativo agrario de Argentina,
fundada en 1956. Se trata de asociaciones sin fines de lucro que cumplen una función gremial,
nucleando a empresarios o productores, como así también de representación ante las autoridades.

Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE). Es el sindicato que


reúne a los trabajadores rurales dependientes, como a los estibadores, que son quienes tienen la
labor de carga y descargue en los buques. Es uno de los sindicatos más grandes del sindicalismo
argentino.

Su origen se remonta a las grandes luchas sindicales de finales del siglo XIX y principios
del siglo XX, siento uno de los principales hitos históricos las grandes luchas de peones rurales en
la Patagonia, en los inicios de la década de 1920, que constituyera la llamada “Patagonia Rebelde”.
Como dato de color, el actual hotel de UATRE lleva el nombre "Facón Grande", en memoria de uno
de aquellos líderes sindicales.

Los primeros sindicatos de trabajadores rurales, antecedentes de UATRE, fueron la


Federación de Obreros Rurales, Estibadores y Anexos de la provincia de Córdoba, en 1933, y luego
la Federación Sindical Santafesina de Trabajadores Rurales, en 1937.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Instrumentos de la política agraria. Podemos enumerar la política crediticia, la


tributación agraria, la transformación agraria, la colonización, la reforma agraria, los regímenes de
promoción, el asociacionismo, entre otros.

Política crediticia o de créditos agrarios. Se trata de una forma de adelantar, mediante el


instrumento del crédito, capitales a los productores para que dispongan de él durante un
determinado plazo y se comprometan a devolverlo en la forma y plazo que se estipule, con su
respectiva tasa de interés fijada y/o garantías reales o personales establecidas.

Su otorgamiento representa un estímulo al trabajo individual y colectivo, constituyendo uno


de los instrumentos más importantes o fundamentales de la política agraria de un país. Es
promovido por el Estado principalmente a través de entidades bancarias tanto privadas como
públicas (por ejemplo, el Banco Nación). Los créditos pueden adoptar distintas modalidades (largo,
mediano y corto plazo), estar destinados a la colonización, a la explotación, de tipo inmobiliario o
hipotecario, etc.

Tributación agraria. Se busca alcanzar los fines de la política agraria mediante la


aplicación de un régimen tributario adecuado. A través de la tributación, se obtienen importantes
ingresos fiscales que pueden ser destinados a la realización de obras o prestación de servicios
esenciales para el interés público. Es una forma de incorporar riquezas al patrimonio del fisco, pero
también un valioso instrumento para lograr la equitativa distribución de la riqueza entre los
miembros de la comunidad.

También sirve para redireccionar conductas e inducir la mecánica del agro en el país: por un
sistema de tributación agraria se puede limitar y restringir el uso abusivo de la propiedad, puede
incentivar a la producción y condenar la baja productividad, permitir el descanso de suelos y su uso
más adecuado, limitar la especulación, etc.

La colonización. Es una forma de política agraria destinada a poblar ciertas tierras


deshabitadas o poco habitadas, vírgenes o incultas, introduciendo en ella la infraestructura necesaria
para organizar un sistema de parcelamiento de tierras que permita su racional aprovechamiento o
utilización, como así también la introducción de servicios públicos y privados adecuados para el
asentamiento de una población campesina, con fines productivas.

Es una forma de transformación agraria, de transformar la tierra inerte o no aprovechada


en campos productivos, como así también de poblamiento.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Sigue existiendo, pese a las distintas reformas de nuestro código agrario (provincia de Bs.
As.) una sección acerca de la “Transformación Agraria”, habiendo un título específico referido a la
colonización (Sección Segunda – Título I – Capítulos 1-8- a partir del art. 58).

ARTICULO 58°: El Poder Ejecutivo afectará al régimen de colonización regulado por este
código las tierras fiscales que considere aptas para tal fin y las privadas que por cualquier título se
incorporan a este régimen, a cuyo efecto desarrollará su cometido con sujeción a las presentes
normas y a las que concordantemente establezca por vía reglamentaria.

ARTICULO 59°: Las tierras para colonizar serán divididas en lotes que constituyan
unidades económicas de explotación. Se organizarán colonias de adjudicatarios acordes con los
dictados de la economía, de la convivencia social y de la técnica y ciencia agrícola.

ARTICULO 60°: En cada colonia podrán reservarse las superficies que se consideren
necesarios para instalación de escuelas, centros cívicos, institutos de investigaciones, chacras
experimentales puestos camineros, cooperativas, comercios o cualquier otra unidad conveniente
para el interés común.

ARTICULO 64°: Sólo podrán expropiarse con fines de colonización, previa declaración de
utilidad pública, por ley especial en cada caso, aquellos inmuebles que sean insuficientemente
explotados. Se consideran como tales cuando la inversión realizada en ellos no alcanzara al 50 % de
su valuación fiscal actualizada, comprendiéndose como inversión toda mejora, cultivo, plantación o
cualquier clase de gasto de explotación, incluyendo el valor de las maquinarias y de los animales
que allí se mantengan.

Reforma agraria. Consiste en una transformación agraria, una modificación de la


estructura agraria de un país o de una zona determinada, mediante la ejecución de cambios
fundamentales en las instituciones jurídicas agrarias, en el régimen de tenencia de la tierra y la
división de las mismas.

Se materializa en un conjunto de medidas políticas, económicas, sociales y legislativas


impulsadas con el fin de modificar la estructura de la propiedad y producción de la tierra en un
lugar determinado. Las reformas agrarias buscan generalmente solucionar dos problemas
interrelacionados: la concentración de la propiedad de la tierra en pocos dueños (fenómeno
conocido como latifundismo) y la baja productividad agrícola debido al no empleo de tecnologías o
a la especulación con los precios de la tierra que impide o desestima su uso productivo.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Vivanco formula una definición amplia y general de qué se entiende por reforma agraria:
“consiste en una acción pública tendiente a modificar el régimen legal e institucional agrario, a fin
de lograr con ello el cambio de la estructura agraria, eliminando los latifundios y parvifundios,
perfeccionando los regímenes de tenencia de la tierra y la organización administrativa agrícola en
todo lo referente a la construcción de obras y prestación de servicios, a fin de lograr mejores
condiciones de vida y de trabajo de la comunidad rural”.

Jurídicamente, esta reforma agraria se puede definir, conforme también Vivanco, como “la
modificación de las instituciones jurídicas mediante leyes y reglamentos y la implantación de una
organización administrativa y judicial agraria que permita crear una estructura jurídica capaz de
regular y garantizar de manera adecuada la división racional de la tierra, las mejores formas de
tenencia de la misma y asegurar la asistencia técnica, social y económica a los agricultores por
medio de los servicios públicos correspondientes, a fin de lograr la protección jurídica de los
recursos naturales, de la producción agropecuaria y del bienestar de la comunidad rural”.

Formas de realización de la reforma agraria. Se puede realizar tanto por vías de hecho
como por vías de derecho. Las vías de hecho suponen una verdadera ruptura del orden jurídico, se
manifiesta a través de levantamientos o verdaderas revoluciones, de las cuales surge necesariamente
a posteriori un ordenamiento ad hoc, ya que sin ordenamiento jurídico desaparece el Estado
entendido como la sociedad políticamente organizada. Un ejemplo es la reforma agraria mexicana,
con la revolución de Emiliano Zapata en 1910.

La reforma agraria también puede realizarse por vías de derecho; por la aplicación de
reformas a la normativa jurídica vigente, por ley, por los medios legales normales, por ejemplo a
través de la reforma de la Constitución de un determinado Estado y así la readecuación gradual y
progresiva de todo el ordenamiento jurídico del mismo.

Emergencias y desastres agropecuarios. Existe una ley nacional de Emergencia


Agropecuaria (ley 26.509) del año 2009, por la cual se crea el Sistema Nacional para la Prevención
y Mitigación de Emergencias y Desastres agropecuarios.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

SISTEMA NACIONAL PARA LA PREVENCION Y MITIGACION DE


EMERGENCIAS Y DESASTRES AGROPECUARIOS

TITULO I

Objeto

ARTICULO 1º — Créase en el ámbito de la Secretaría de Agricultura, Ganadería,


Pesca y Alimentos del Ministerio de Producción el Sistema Nacional para la
Prevención y Mitigación de Emergencias y Desastres Agropecuarios con el objetivo
de prevenir y/o mitigar los daños causados por factores climáticos, meteorológicos,
telúricos, biológicos o físicos, que afecten significativamente la producción y/o la
capacidad de producción agropecuaria, poniendo en riesgo de continuidad a las
explotaciones familiares o empresariales, afectando directa o indirectamente a las
comunidades rurales.

TITULO II

Del Sistema Nacional para la Prevención y Mitigación de Emergencias y


Desastres Agropecuarios

ARTICULO 2º — La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos


establecerá la estructura y la forma de implementación del Sistema Nacional para
la Prevención y Mitigación de Emergencias y Desastres Agropecuarios. A tal fin se
creará un Consejo Consultivo de Emergencia Agropecuaria, integrado por un (1)
representante de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos que lo
presidirá, por la Comisión Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios, un
(1) representante por cada una de las regiones agroecológicas establecidas en el
Consejo Federal Agropecuario, dos (2) representantes de las universidades
nacionales, y hasta dos (2) representantes de otros organismos que su presidencia
considere pertinente invitar a formar parte, quedando ésta facultada por sí para
solicitar también la opinión ad hoc de expertos provenientes del sistema científico-
tecnológico nacional e internacional.

La misión del Consejo Consultivo será formular observaciones y propuestas con


relación a los mecanismos de monitoreo y evaluación del Sistema creado por la
presente ley, para lo cual:

a) Deberá reunirse al menos una vez por año para examinar: planes, informes de
monitoreo y evaluación, y cualquier otro asunto que le sea sometido por su
presidencia, quedando facultado para ello, a requerir información sobre los
balances y aplicaciones del Fondo creado por la presente ley;

b) Podrá proponer a la autoridad de aplicación planes y revisar circuitos


administrativos, procedimientos internos, formas y formularios, modalidades de
contratos, sistemas de información y todas aquellas actividades que permitan el
cumplimiento de los objetivos para los que se constituye el Sistema.

ARTICULO 3º — Créase la Comisión Nacional de Emergencias y Desastres


Agropecuarios que estará integrada por un (1) representante titular y un (1)
suplente de los ministerios de Producción, de Economía y Finanzas Públicas, del
Interior, de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, del Servicio
Meteorológico Nacional, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, del
Banco de la Nación Argentina, del Banco Central de la República Argentina, de la
Administración Federal de Ingresos Públicos, un (1) representante de cada una de
Autor: Juan Francisco Gaimaro

las entidades del sector agropecuario con personería jurídica nacional, las que
serán determinadas por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos
y un (1) representante de las provincias afectadas.

ARTICULO 4º — Los integrantes de la Comisión Nacional de Emergencias y


Desastres Agropecuarios podrán ser reemplazados en cualquier momento por los
organismos y entidades que representan.

Los representantes suplentes reemplazarán a los titulares en caso de ausencia o


impedimento de los mismos.

Los representantes del sector agropecuario, serán designados por la Secretaría de


Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos a propuesta de las entidades sindicadas
en el artículo 3º de la presente ley.

La Comisión Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios podrá incorporar


para su integración transitoria y en la medida que lo considere necesario,
representantes de entidades nacionales, provinciales y privadas.

Los integrantes de la Comisión Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios


no recibirán honorarios ni retribuciones por sus funciones, y sólo podrán recibir
viáticos porgastos de traslado.

ARTICULO 5º — Serán funciones de la Comisión Nacional de Emergencias y


Desastres Agropecuarios:

a) Proponer al Poder Ejecutivo nacional, a través de la Secretaría de Agricultura,


Ganadería, Pesca y Alimentos la declaración de emergencia agropecuaria de la zona
afectada con delimitación del área territorial, cuando factores de origen climático,
meteorológico, telúrico, biológico o físico, que no fueren previsibles o siéndolo
fueren inevitables, por su intensidad o carácter extraordinario, afectaren la
producción o la capacidad de producción de una región dificultando gravemente la
evolución de las actividades agropecuarias y el cumplimiento de las obligaciones
crediticias y fiscales;

b) Deberá proponer asimismo la fecha de iniciación y finalización, en función del


lapso que se estime abarcará la emergencia y/o desastre agropecuario y el período
que demandará la recuperación de las explotaciones.

ARTICULO 6º — Los estados de emergencia agropecuaria o zona de desastre


deberán ser declarados previamente por la provincia afectada, que deberá solicitar
ante la Comisión Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios, la adopción
de igual decisión en el orden nacional, debiendo ésta expedirse en un plazo no
mayor de veinte (20) días.

ARTICULO 7º — No corresponderá la declaración de emergencia y/o desastre


agropecuario, cuando del análisis que determina el estado de emergencia
agropecuaria se concluya que la situación es de carácter permanente.

ARTICULO 8º — Para gozar de los beneficios emergentes de la presente ley:

a) Los productores comprendidos en las zonas de emergencia agropecuaria


deberán encontrarse afectados en su producción o capacidad de producción en por
lo menos el cincuenta por ciento (50%);
Autor: Juan Francisco Gaimaro

b) Los productores comprendidos en las zonas de desastre deberán encontrarse


afectados en su producción o su capacidad de producción en por lo menos un
ochenta por ciento (80%);

c) Los productores comprendidos en las zonas de desastre que se encontraren


afectados en su producción o capacidad de producción en menos del ochenta por
ciento (80%) gozarán de los beneficios establecidos para las zonas del inciso a) en
las condiciones establecidas por el mismo. Las autoridades competentes de cada
provincia deberán extender a los productores afectados un certificado que acredite
las condiciones precedentemente enumeradas, quienes tendrán que presentarlo a
los efectos del acogimiento a los beneficios que acuerda la presente ley.

Para gozar de los beneficios de la presente ley los gobiernos provinciales deberán
adoptar en sus respectivas jurisdicciones medidas similares a las aquí establecidas.

Procedimientos de actuación del Sistema Nacional para la Prevención y


Mitigación de Emergencias y Desastres Agropecuarios

ARTICULO 9º — La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos


gestionará ante el Poder Ejecutivo nacional la declaración del estado de emergencia
y/o desastre agropecuario propuesto por la Comisión Nacional de Emergencias y
Desastres Agropecuarios.

Declarado el estado de emergencia y/o desastre agropecuario la Secretaría de


Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, deberá:

a) Asignar y/o reasignar los recursos humanos, financieros y otros que el estado de
situación demande;

b) Gestionar ante la Jefatura de Gabinete de Ministros los recursos presupuestarios


complementarios;

c) Asistir técnica y financieramente a los productores para restablecer la capacidad


financiera, productiva y económica.

d) Asistir técnica y, financieramente a los entes públicos durante el estado de


emergencia y/o desastre agropecuario. Se entiende por entes públicos a aquellas
dependencias del Estado o entes descentralizados o desconcentrados del Estado
nacional, de las provincias o municipalidades que desarrollen planes, programas o
acciones en el marco de la presente ley para disminuir la vulnerabilidad de los
productores agropecuarios y las poblaciones rurales;

e) Coordinar con las provincias, municipios, Banco de la Nación Argentina, agentes


financieros provinciales o municipales, la asistencia al productor agropecuario
afectado por los fenómenos adversos, facilitando, con sujeción a las condiciones
que establezca la autoridad de aplicación, la provisión de los recursos en tiempo y
forma.

ARTICULO 10. — La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, en


forma directa y/o conjuntamente con los Estados provinciales, municipales o
comunales, implementará acciones con posterioridad al lapso comprendido en la
situación de emergencia y/o desastre agropecuario para:

a) Asistir financieramente a la reconstitución del aparato productivo;


Autor: Juan Francisco Gaimaro

b) Control y monitoreo del sistema de asistencia para que los recursos asignados
sean destinados a los fines propuestos por la presente ley;

c) Asistir a los productores agropecuarios para reducir las pérdidas durante la


emergencia y/o el desastre agropecuario, recuperar la capacidad productiva de los
sistemas de producción y reducir la vulnerabilidad para eventos futuros.

ARTICULO 11. — La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos


organizará junto con las jurisdicciones provinciales las actuaciones que
correspondan a efectos de prevenir y reducir los posibles daños por futuras
emergencias y/o desastres agropecuarios, para lo cual se realizará:

a) Planificación, organización e implementación de acciones de determinación y/o


monitoreo y/o prevención y/o morigeración de los riesgos que puedan derivar en
eventuales emergencias y/o desastres agropecuarios, como así también todas las
medidas y actividades desarrolladas para reducir y/o impedir la vulnerabilidad y las
pérdidas potenciales;

b) Identificación y evaluación del nivel de vulnerabilidad, sistemas de alertas, el


uso de la tierra, protección actual de sitios más vulnerables;

c) Establecer las directrices de actuación previa a la ocurrencia de los eventos


climáticos, meteorológicos, biológicos, telúricos o físicos que puedan
potencialmente crear situaciones de emergencia y/o desastre agropecuario;

d) Colaborar con los gobiernos provinciales para la asistencia a los productores


agropecuarios para organizar y poner en funcionamiento programas integrales de
prevención y reducción de los niveles de vulnerabilidad ante las situaciones de
emergencia y/o desastre agropecuario y preparar a la población rural para actuar
ante la ocurrencia de los mismos;

e) Colaborar con los gobiernos provinciales en la elaboración y coordinación de los


subprogramas provinciales destinados a preparar a la población para las
emergencias y/o los desastres agropecuarios.

ARTICULO 12. — Los recursos asignados en la ley general de presupuesto


destinados a las acciones de prevención, y los recursos del Fondo creado por la
presente ley para mitigar y/o reparar los daños causados por las situaciones de
emergencias y desastres agropecuarios contemplarán:

1. Gastos de inversión y funcionamiento de los entes públicos que desarrollarán los


sistemas de prevención, ordenamiento de tierras, medidas de mitigación y
preparación de los productores agropecuarios para reducir la vulnerabilidad;

2. Gastos de inversión y funcionamiento de los beneficiarios directos que se deriven


de medidas de mitigación o para reducir la vulnerabilidad de sus unidades
productivas con mayor riesgo de posibles emergencias y/o desastres
agropecuarios.

3. Programas específicos permanentes de prevención y mitigación de emergencias


y/o desastres agropecuarios desarrollados por la Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Pesca y Alimentos.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

ARTICULO 13. — Los recursos asignados en la ley general de presupuesto


destinados a las acciones de prevención y los recursos del Fondo creado por la
presente ley para mitigar y/o reparar los daños causados por las situaciones de
emergencias y desastres agropecuarios para entes públicos serán:

a) Subsidios por única vez para la elaboración de proyectos, organización de la


comunidad beneficiaria, sistemas de monitoreo y transferencia de la información,
obras de protección, realización de mapas de riesgo, entre otras acciones de
preparación para la posible ocurrencia de eventos adversos;

b) Subsidios para gastos de funcionamiento de los sistemas de alerta conformados


durante los primeros tres (3) años.

ARTICULO 14. — Para la implementación del Sistema Nacional para la Prevención


y Mitigación de Emergencias y Desastres Agropecuarios la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos podrá establecer acuerdos de asistencia
técnica y económica con entes públicos descentralizados, jurídicamente habilitados
en el orden nacional, provincial o local para cumplir actividades de prevención y
actuación durante y después de la emergencia y/o desastre agropecuario, con
sujeción a las condiciones que establezca para ello la autoridad de aplicación.

ARTICULO 15. — Los gastos que demande la implementación de todas las


acciones y la política de prevención establecidas en la presente ley, serán
solventados con los recursos que anualmente asigne la ley general de presupuesto
y no afectará en ningún caso los recursos previstos en el Fondo creado en el
artículo 16.

TITULO III

Del financiamiento del sistema

ARTICULO 16. — Créase el Fondo Nacional para la Mitigación de Emergencias y


Desastres Agropecuarios (FONEDA), cuyo objetivo es financiar la ejecución del
Sistema Nacional para la Prevención y Mitigación de Emergencias y Desastres
Agropecuarios. La administración de dicho Fondo estará a cargo del Ministerio de
Producción.

ARTICULO 17. — Los recursos del Fondo se conformarán con:

1. Los que se asignen anualmente por ley de presupuesto general para la


administración pública nacional. Los recursos del fondo permanente deben ser
como mínimo un monto anual equivalente a pesos. QUINIENTOS MILLONES ($
500.000.000).

2. Los que reciba mediante herencias, legados y donaciones.

3. Las multas cobradas por infracciones a la presente ley.

4. Los provenientes de préstamos nacionales e internacionales y otros que


disponga el Estado nacional al momento de atender situaciones de emergencia y/o
desastre agropecuario.

ARTICULO 18. — Los recursos del Fondo Nacional para la Mitigación de


Emergencias y Desastres Agropecuarios estarán exclusivamente destinados a
Autor: Juan Francisco Gaimaro

financiar los programas, proyectos y acciones del Sistema Nacional para la


Prevención y Mitigación de Emergencias y Desastres Agropecuarios para mitigar y
recomponer los daños ocasionados por la emergencia y/o desastre agropecuario,
mediante acciones aisladas o programáticas dispuestas con carácter concomitante
y posterior, según el caso, a la ocurrencia de la emergencia y/o desastre
agropecuario.

ARTICULO 19. — Toda la información será de carácter y acceso público. La


Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos publicará en Internet toda
la información sobre el funcionamiento de la Comisión, la asignación y uso de los
recursos del Fondo y estará sujeta al contralor de la Auditoría General de la Nación.

TITULO IV

De los beneficiarios y beneficios

ARTICULO 20. — Son beneficiarios directos los productores agropecuarios


afectados por eventos adversos en sus unidades productivas, que deban
reconstituir su producción o capacidad productiva a raíz de las situaciones de
emergencia y/o desastre agropecuario, y también los más vulnerables que a raíz de
las mismas, deban emprender acciones de prevención o mitigación en el marco de
la presente ley, especialmente aquellos productores cuya capacidad de producción
haya sido afectada en tal magnitud que dificulta su permanencia en el sistema
productivo sin la asistencia del Sistema Nacional para la Prevención y Mitigación de
Emergencias y Desastres Agropecuarios.

ARTICULO 21. — Los recursos del Fondo Nacional para la Mitigación de


Emergencias y Desastres Agropecuarios asignados a los beneficiarios directos para
mitigación serán para:

a) Aportes no reembolsables para gastos de inversión para construir instalaciones,


equipamiento, mejoras fundiarias u otras inversiones que reduzcan la
vulnerabilidad de los pequeños productores agropecuarios;

b) Establecer líneas de crédito especiales, o garantizar por sí o través de


sociedades de garantías recíprocas tales créditos destinados a financiar gastos de
inversión y capital de trabajo para las medidas estructurales de mitigación en el
establecimiento agropecuario y períodos de gracia de hasta dos (2) años incluso
estableciendo bonificaciones de tasas o tramos no reembolsables de capital.

ARTICULO 22. — Declarado el estado de emergencia agropecuaria o desastre el


Fondo Nacional para la Mitigación de Emergencias y Desastres Agropecuarios podrá
brindar:

1. Asistencia financiera especial para productores damnificados: las instituciones


bancarias nacionales, oficiales o mixtas, concurrirán en ayuda de los productores
agropecuarios comprendidos en la declaración de emergencia o zona de desastre,
aplicandode acuerdo a la situación individual de cada productor y con relación a los
créditos concedidos para su explotación agropecuaria, las medidas especiales que
se detallan seguidamente:

a) Espera y renovaciones a pedido de los interesados de las obligaciones


pendientes a la fecha en que fije como iniciación de la emergencia o desastre
agropecuario y hasta el próximo ciclo productivo, en las condiciones que establezca
cada institución bancaria;
Autor: Juan Francisco Gaimaro

b) Otorgamiento, en las zonas de emergencia o desastre agropecuario, de créditos


que permitan lograr la continuidad de las explotaciones, la recuperación de las
economías de los productores afectados, y el mantenimiento de su personal, con
tasas de interés bonificadas en un veinticinco por ciento (25%) en las zonas
declaradas en emergencia agropecuaria y en un cincuenta por ciento (50%) en las
zonas de desastre sobre las vigentes en plaza para estas operaciones conforme con
las normas que establezcan las instituciones bancarias;

c) Unificación previo análisis de cada caso de las deudas que mantengan los
productores con cada institución bancaria interviniente, en las condiciones que
establezcan estas últimas;

d) Suspensión de hasta noventa (90) días y/o ciclo productivo después de


finalizado el período de emergencia agropecuaria o zona de desastre de la iniciación
de juicios y procedimientos administrativos por cobros de acreencias vencidas con
anterioridad a la emergencia o desastre agropecuario.

Los juicios ya iniciados deberán paralizarse hasta el plazo fijado en el párrafo


anterior. Por el mismo período quedará suspendido el curso de los términos
procesales de la caducidad de instancia y prescripción;

e) El Banco Central de la República Argentina otorgará los pedidos de asistencia


crediticia que le formulen las instituciones oficiales nacionales, provinciales y
privadas, que hayan implementado las medidas previstas en el inciso b) del
presente artículo o relacionado las tasas de redescuento a lo dispuesto por dicho
inciso.

2. Asistencia técnica y financiera realizando aportes no reembolsables para gastos


de inversión y operación para recomponer la capacidad productiva, con preferencia
a productores familiares con pequeñas escalas de producción y subsistencia.
Facilitando en tales casos el cumplimiento de los requisitos formales exigidos para
el acceso a los beneficios del sistema.

ARTICULO 23. — Se adoptarán las medidas impositivas especiales que


seguidamente se indican, para aquellos responsables que con motivo de la
situación de emergencia y/o desastre agropecuario vean comprometidas sus
fuentes de rentas, siempre que la explotación agropecuaria se encuentre ubicada
en ella y constituya su principal actividad:

a) Prórroga del vencimiento del pago de los impuestos existentes o a crearse, que
graven el patrimonio, los capitales, o las ganancias de las explotaciones afectadas,
cuyos vencimientos se operen durante el período de vigencia del estado de
emergencia agropecuaria o zona de desastre.

Las prórrogas para el pago de los impuestos mencionados tendrán un plazo de


vencimiento hasta el próximo ciclo productivo a aquel en que finalice tal período.
No estarán sujetas a actualización de los valores nominales de la deuda;

b) Se faculta al Poder Ejecutivo nacional para que pueda eximir total o


parcialmente de los impuestos sobre los bienes personales y a la ganancia mínima
presunta sobre aquellos bienes pertenecientes a explotaciones agropecuarias e
inmuebles rurales arrendados respectivamente, ubicados dentro de la zona de
desastre y afectados por esa situación extraordinaria.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Para graduar las mencionadas exenciones el Poder Ejecutivo nacional evaluará la


intensidad del evento y la duración del período de desastre, pudiendo extenderse el
beneficio hasta el próximo ciclo productivo después de finalizado el mismo;

c) Cuando se produzcan ventas forzosas de hacienda bovina, ovina, caprina o


porcina podrá deducirse en el balance impositivo del impuesto a las ganancias, el
cien por ciento (100%) de los beneficios derivados de tales ventas. Esta deducción
se computará en los ejercicios fiscales en que las ventas hubieran tenido lugar.

A los fines de la deducción prevista en este artículo, se tomará el importe que


resulte de restar al precio neto de venta de la respectiva hacienda, el valor
impositivo que la misma registraba en el último inventario.

Se considera venta forzosa la venta que exceda en cantidad de cabezas, el


promedio de las efectuadas por el contribuyente en los dos (2) ejercicios anteriores
a aquél en el cual se haya declarado la zona en estado de emergencia o desastre
agropecuario, considerando cada especie y categoría por separado y en la medida
en que dicho excedente esté cubierto por operaciones realizadas durante el período
dentro del año fiscal en que la zona fue declarada en estado de emergencia o
desastre agropecuario. Si la explotación se hubiere iniciado en el ejercicio anterior,
se tomará como índice de comparación las ventas realizadas en ese ejercicio.

Los contribuyentes responsables que hagan uso de estas franquicias, deberán


reponer como mínimo, el cincuenta por ciento (50%) de la cantidad de cabezas
vendidas forzosamente de la misma especie y categoría, a más tardar al cierre del
cuarto ejercicio, contado a partir del ejercicio en que finalice el período de
emergencia o desastre agropecuario y mantener la nueva existencia por lo menos
dos (2) ejercicios posteriores a aquél en que debe efectuarse la reposición.

En caso de no cumplirse con estos requisitos deberá reintegrarse al balance


impositivo del año en que ocurra el incumplimiento, la deducción efectuada que
proporcionalmente corresponda al importe obtenido por las ventas forzosas, no
reinvertido en la reposición de animales o a la reposición no mantenida durante el
lapso indicado;

d) Liberación en las zonas de desastre, del pago arancelario del Mercado Nacional
de Hacienda, a las haciendas que ingresen en dicho mercado procedentes de zonas
de desastre;

e) La Administración Federal de Ingresos Públicos suspenderá hasta el próximo


ciclo productivo después de finalizado el período de emergencia o desastre
agropecuario, la iniciación de los juicios de ejecución fiscal para el cobro de los
impuestos adeudados por los contribuyentes comprendidos en la presente ley.

Los juicios que estuvieran en trámite para el cobro de impuestos comprendidos por
la franquicia deberán paralizarse hasta el vencimiento del plazo fijado en el párrafo
anterior.

Por el mismo período quedará suspendido el curso de los términos procesales, de la


prescripción y de la caducidad de instancia;

f) La Administración Federal de Ingresos Públicos dictará las normas


complementarias pertinentes para la aplicación y fiscalización de los beneficios
acordados por la presente ley.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

En el orden de las obras públicas, se procederá, con carácter de urgencia, a la


asignación de partidas con la finalidad de llevar a cabo la reparación y/o
construcción de las obras públicas afectadas o que resulten necesarias como
consecuencia de los factores que dieron origen a la declaración del estado de
emergencia agropecuaria o de la zona de desastre, previo estudio del conjunto de
las mismas que permita establecer prioridades para el empleo de los fondos
disponibles.

ARTICULO 24. — La ayuda económica establecida en las medidas preventivas y


de mitigación, debe considerar el principio de equidad y dar prioridad a los
productores agropecuarios considerados como agricultores familiares.

TITULO V

De las penalidades

ARTICULO 25. — El que obtuviera alguno de los beneficios de la presente ley


mediante la falsificación de un documento o la adulteración de uno verdadero será
sancionado con una multa que corresponderá hasta diez (10) veces el equivalente
de la suma del beneficio obtenido.

ARTICULO 26. — El que diere a los beneficios establecidos en la presente ley un


destino, en todo o en parte, distinto a la finalidad para la que fueron otorgados será
reprimido con una multa que corresponderá hasta diez (10) veces el equivalente de
la suma del beneficio obtenido.

ARTICULO 27. — El que se valiera de instrumentos falsos o adulterados,


documento falsificado, adulteración de documento, con el fin de respaldar gastos
de los beneficios establecidos en la presente ley será sancionado con una multa
equivalente en hasta veinte (20) veces los montos respaldados fraudulentamente.

ARTICULO 28. — Resulta aplicable a la obtención indebida de los beneficios


fiscales que establece la presente ley, además de las disposiciones de los artículos
precedentes, los artículos 4º y 5º de la Ley 24.769. La denuncia del ilícito deberá
ser efectuada por la autoridad de aplicación, siendo aplicables las normas de la
citada ley penal tributaria.

TITULO VI

De la aplicación

ARTICULO 29. — Ámbito de aplicación. La presente ley será de aplicación en la


totalidad del territorio de la Nación Argentina.

ARTICULO 30. — Autoridad de aplicación. Será el Ministerio de Producción el


organismo de aplicación de la presente ley, y administrará el Fondo creado por la
misma.

ARTICULO 31. — Los productores declarados en situación de emergencia o


desastre agropecuario podrán, siempre que la explotación no se realice en zonas
consideradas ecológicamente no aptas para el desarrollo de la actividad
agropecuaria, hacer uso de los beneficios emergentes de la presente ley, en casos
excepcionales debidamente fundados cuando los riesgos y/o daños puedan estar
cubiertos o amparados bajo el régimen de seguros, con sujeción, esto último, a la
Autor: Juan Francisco Gaimaro

reglamentación que dicte la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y


Alimentos de la Nación.

ARTICULO 32. — Los recursos del Fondo creados en el artículo 17 y no utilizados


al final de cada ejercicio, serán afectados en el ejercicio siguiente para financiar el
sistema de prevención enunciado en la presente ley.

ARTICULO 33. — Invítase a todas las provincias a que adhieran a la presente


normativa, sancionando leyes dentro de su jurisdicción que tengan un objeto
principal similar al de la presente ley.

ARTICULO 34. — Derógase la Ley 22.913 y sus modificatorias y cualquier otra


norma que regule la materia.

Deróganse los artículos 1º y 2º del decreto 632 del año 1987.

ARTICULO 35. — La presente ley deberá ser reglamentada en el plazo de los


noventa (90) días de ser promulgada.

ARTICULO 36. — Comuníquese al Poder Ejecutivo nacional.

2. Granos. Breve referencia a los entes reguladores (Juntas e institutos). Desregulación.


Régimen actual. Mercados de granos: funcionamiento actual.

La Junta Nacional de Granos fue un organismo público de regulación del mercado de


granos en la Argentina.

Fue creado en 1933 bajo la presidencia del gobierno conservador de Agustín P. Justo, con el
nombre de Junta Reguladora de Granos. Compraba el trigo, el maíz y el lino que se le ofreciera a
precios establecidos por el Gobierno para venderlos a los exportadores. Si las operaciones dieran
lugar a quebrantos, se cubrirían con recursos del Fondo de Cambios del Banco de la Nación. El
propósito consistía en que los agricultores tuvieran precios compensatorios sin finalidades estatistas
y monopólicas.

El organismo fue transformado en 1946, bajo la presidencia de Juan D. Perón, en el IAPI


(Instituto Argentino de Promoción del Intercambio) y se lo habilitó para comprar y vender todos los
bienes agrarios y también industriales.

Fue luego reorganizado en 1963, bajo la presidencia de José María Guido, como Junta
Nacional de Granos y entonces compraba granos en competencia con cooperativas, acopiadores y
otras organizaciones privadas a condición de pagar precios mínimos. A partir de entonces, pasaron a
tener gran relevancia los elevadores y silos de donde nacieron la Comisión Nacional de Granos y
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Elevadores y la Dirección Nacional de Granos y Elevadores. La Junta Nacional de Granos fue


creciendo para transformarse en un organismo burocrático que llegó a tener 8000 agentes.

Fue disuelto en 1991 por el decreto Nº 2284/91, de desregulación de mercados, elaborado


por el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo, bajo la presidencia de Carlos Menem.

La idea de su restablecimiento fue propuesta en el año 2014 por Jorge Capitanich, jefe de
gabinete en este momento de Cristina Fernández de Kirchner, la cual fue apoyada en parte por
pequeños y medianos productores, muchos pertenecientes a la Federación Agraria Argentina, como
así también resistida por sectores más ligados a la Sociedad Rural Argentina.

Sistema de inscripción de operadores de granos. Las personas físicas y jurídicas que


pretendan llevar a cabo actividades relacionadas con la comercialización y/o industrialización de
granos, sus productos, subproductos y/o derivados deberán inscribirse en el "Registro de
Operadores del Comercio de Granos" y cumplir con los requisitos, condiciones generales y
particulares que para cada actividad se establezcan tanto para obtener como para mantener su
inscripción.

Los demás operadores, tales como titulares de explotaciones agropecuarias, bolsas de


cereales, transportistas de productos, subproductos y/o derivados y cualquier otra actividad que
participe en la cadena de comercialización y que no se encuentre contemplada expresamente en la
presente resolución, estarán igualmente sometidos al régimen de obligaciones y responsabilidades
que esta norma establece para los inscriptos, lo que habilita a la Oficina Nacional de Control
Comercial Agropecuario a fiscalizar su accionar.

En cumplimiento de la Resolución 7/2007 de esta Oficina Nacional, los operadores del


Comercio de Granos pueden inscribirse en todas las categorías habilitadas mediante esta aplicación
que, luego de instalada y completada con los datos requeridos, generará un archivo para ser enviado
por correo electrónico y una declaración jurada en papel, a la cual se le anexará la documentación
requerida según las actividades.

La Bolsa de Cereales es una asociación civil sin fines de lucro, típica entidad intermedia
prestataria de servicios. Sus principales objetivos son:

- Propender al desarrollo de la actividad económica de la República Argentina, manteniendo con tal


objeto, las relaciones que correspondan con instituciones análogas establecidas dentro y fuera del
país.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

- Ofrecer un lugar de reunión a sus asociados y facilitarles las condiciones generales de seguridad y
legalidad en la concertación de las operaciones que se inscriban en la entidad.

- Promover dentro de su seno la formación de cámaras y/o adhesión de entidades representativas de


todos los gremios vinculados al quehacer agroindustrial.

Modalidades de mercado. La actividad de la Bolsa y la de las Entidades adheridas y adherentes, se


realiza en un marco de amplia libertad de comercio y asociación. Así la estructura agroindustrial y
su representatividad en la Bolsa de Cereales comienza con la etapa de apoyo a la producción,
primer eslabón del comercio agrario. Los productores de cada zona remiten su mercadería a quien
ejerce la función de acopio, generándose de esta forma una primera concentración zonal,
ocupándose el acopiador o cooperativa además del depósito, el acondicionamiento y ulterior
distribución de la producción. Una posterior concentración de carácter operativo se genera en los
principales centros comerciales donde están ubicados los mercados de compra-venta. En esta etapa
participa principalmente el corredor, quien tiene a su cargo la representación de las partes
contratantes en dicho centro, realizándose por su intermedio la concentración de operaciones en
condiciones de adecuada eficiencia y seguridad.

3. Carnes […]

La Junta Nacional de Carnes (JNC) fue un organismo público de regulación del mercado
de carnes en la Argentina, creado por ley en 1933 bajo el gobierno conservador del presidente
Agustín P. Justo. De la Junta Nacional de Carnes dependía la CAP (Corporación Argentina de
Productores de Carne), creada en 1934. Tenía como funciones intervenir en el mercado de la carne,
establecer "precios sostén", reglamentar los cortes y clasificaciones, y regular las exportaciones.

Fue disuelto en 1991 por el decreto Nº 2284/91, de desregulación de mercados, elaborado


por el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo, bajo la presidencia de Carlos Menem.

Historia de la Junta Nacional de Carnes. Después de la gran depresión mundial de 1929,


que llevó a la crisis de los mercados internacionales, las exportaciones de carne y las ganancias de
los ganaderos argentinos se vieron fuertemente afectadas. Ello llevó a los gobiernos conservadores
de la llamada década infame (1930-1943) a adoptar una serie de medidas y de acuerdos
internacionales, caracterizadas por la intervención del Estado en la economía, destinadas a preservar
Autor: Juan Francisco Gaimaro

mercados y niveles de ganancia de los ganaderos, como el conocido Pacto Roca-Runciman entre
la Argentina y Gran Bretaña.

En el marco de esa política, el gobierno del presidente Agustín P. Justo envió al Congreso
en 1932 dos proyectos de ley para crear una Junta Nacional de Carnes que regulara el mercado, y un
frigorífico estatal. Los dos proyectos fueron unificados y sancionados en septiembre de 1933 como
Ley Nº 11.747, conocida con el nombre de "Ley de Carnes".

La dirección de la Junta Nacional de Carnes fue atribuida a una mesa directiva de nueve
miembros integrada del siguiente modo: a) Dos miembros elegidos por la Sociedad Rural
Argentina; b) Dos miembros elegidos entre las demás sociedades rurales; c) Un miembro elegido
por los frigoríficos privados; d) Un miembro que no tuviera intereses en la producción y comercio
de la carne; e) Tres miembros elegidos por los industriales y comerciantes de carne del interior del
país y por los transportistas marítimos y terrestres.

La JNC establecía las normas de clasificación de las carnes y los cortes, y podía intervenir
en los mercados para regular precios, mediante el establecimiento de "precios sostén" y otras
medidas. En 1934 fue creada la Corporación Argentina de Productores de Carne (CAP), dirigido
por la Junta y financiado por los ganaderos. La CAP otorgaba los cupos de exportación.

En 1941 la JNC estableció el Sistema de Clasificación y Tipificación Oficial de Carnes


Bovinas.

En la década de 1940, se modificó la composición corporativa de la JNC, estableciéndose


que la misma sería elegida por el Poder Ejecutivo Nacional con acuerdo del Senado.

En 1991, como parte de la reforma económica dispuesta por el presidente Carlos Menem y
llevada a cabo por el ministro Domingo Cavallo, siguiendo los lineamientos desreguladores del
Consenso de Washington, por el decreto Nº 2284/91 se disolvió la Junta Nacional de Carnes, junto
con otras entidades similares, como la Junta Nacional de Granos, el Instituto Nacional de
Vitivinicultura (I.N.V.) y el Instituto Nacional del Algodón.

El Pacto Roca – Runciman y el asesinato en el Senado. El Pacto Roca-Runciman,


firmado entre la República Argentina y el Reino Unido el 1 de mayo de 1933, fue un polémico
acuerdo comercial de nuestra historia argentina, tendiente a evitar en la Argentina los efectos de una
política comercial británica favorable a los países de la Commonwealth (organización internacional
fundada en las décadas de 1920 y 1930, de países que compartían lazos históricos con el Reino
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Unido), ya que sólo compraría carnes a sus colonias y ex-colonias; a cambio de la disminución de
impuestos para productos importados desde el Reino Unido. Fue firmado por el vicepresidente de la
Argentina, Julio Argentino Roca (hijo) —a instancias del presidente Agustín Pedro Justo— y el
encargado de negocios británico Walter Runciman.

El Reino Unido se comprometía a continuar comprando carnes argentinas en tanto y en


cuanto su precio fuera menor al de los demás proveedores mundiales. Como contrapartida,
Argentina aceptó la liberación de impuestos para productos británicos al mismo tiempo que tomó el
compromiso de no habilitar frigoríficos de capitales nacionales. Paralelamente, mediante cláusulas
secretas, se creó el Banco Central de la República Argentina con competencias para emitir billetes y
regular las tasas de interés bajo la conducción de un directorio con fuerte composición de
funcionarios del Imperio Británico. No obstante todas estas concesiones, se le adjudicó además al
Reino Unido el monopolio de los transportes de Buenos Aires.

En 1935, Lisandro de la Torre, senador por Santa Fe, denunciaba en la Cámara las
consecuencias del pacto Roca-Runciman. Los ministros de Agricultura, Luis Duhau, y de Hacienda,
Federico Pinedo, concurrieron durante trece días consecutivos al Senado para contestar los cargos.

En un momento, de la Torre abandonó su banca y se dirigió hacia la mesa ministerial,


donde fue empujado por Duhau y cayó de espaldas. Bordabehere, senador y compañero de éste, se
dirigió hacia el sitio donde se hallaba su compañero de banca. En ese momento apareció Ramón
Valdez Cora, un matón a sueldo ligado a Federico Pinedo, que revólver en mano, disparó dos
proyectiles en la espalda de Bordabehere, asesinádolo en pleno recinto.

Mercados de productos agropecuarios. Remates. Ferias. Los principales centros de


venta del ganado vacuno se concentran en los remates y ferias del interior del país, que abastecen el
consumo regional y en el Mercado de Hacienda de Liniers, que abastece con una crecida presencia
de animales el mercado de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano. Dicho mercado congrega
especialmente la hacienda de Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y Córdoba.
Este mercado, además de contribuir a la formación de los precios, lleva un estricto control sanitario
de los animales que se subastan. En 1992 fue privatizado y se otorgó la concesión por 10 años a la
firma Mercado de Liniers S.A.

Los remates se anuncian con una campana y se realizan, a un promedio de 14 por día,
previa exhibición de la mercadería, terminados los cuales los animales pasan por las básculas para
establecer su peso definitivo, hasta su carga en los camiones para su destino final.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

La carne es un producto perecedero que requiere el cumplimiento de normas higiénico-


sanitarias en todos los establecimientos en donde se elaboren o depositen sus productos. La
existencia de mataderos clandestinos, donde se faena el ganado fuera de toda precaución sanitaria y
del estado de salud del animal pone en serio riesgo el bienestar de los consumidores. Los productos
elaborados sin control pueden venderse a menores precios, en competencia desleal con los
establecimientos que respetan las normas sanitarias y comerciales.

Los mataderos deben reunir los requisitos mínimos que fijan las reglamentaciones: poseer
certificado de habilitación sanitaria, contar con cámaras frigoríficas habilitadas, llevar el libro de
movimiento de haciendas y carnes rubricado por la ONCCA (Oficina Nacional Control Comercial
Agropecuario), comunicar la lista de matarifes, carniceros y demás usuarios que faenan en el
establecimiento, etc.

También los abastecedores de carne para el suministro a los comercios deben presentar una
solicitud de inscripción con los antecedentes de la firma y la opinión de la cámara respectiva. Las
cámaras frigoríficas, de despostaderos, fábricas de chacinados, de carnes y de productos
conservados deben inscribirse en el Registro de Matriculados. Del mismo modo son controlados los
consignatarios de carnes, los comisionistas de ganados, los matarifes abastecedores, etc.

Todas estas inscripciones deben solicitarse ante la Oficina Nacional de Contralor Comercial
Agroalimentario, dependiente de la Secretaría de Agricultura, y lo son sin perjuicio de la
habilitación higiénico-sanitaria que requiera el establecimiento, la que debe cumplimentarse
previamente ante el SENASA.

Cuota Hilton. Concepto. La Cuota Hilton es un cupo de exportación de carne vacuna sin
hueso de alta calidad y valor que la Unión Europea (UE) otorga a países productores y exportadores
de carnes.

El Reglamento de la Unión Europea que se encuentra vigente es el Nº 810/2008; Argentina


es el país que mayor porcentaje de cuota posee, con 28.000 toneladas anuales, lo que representa casi
la mitad de la Cuota Hilton que otorga Europa.

La cuota se cubre con cortes de carne de vacuno procedentes de novillos, novillitos o


vaquillonas que han sido alimentados exclusivamente a pasturas desde su destete; y las medias reses
de novillos que se clasifican dentro de las categorías “JJ”, “J”, “U” o “U2”, y novillitos y
vaquillonas que se clasifiquen como “AA”, “A” o “B” conforme el Sistema de Tipificación Oficial
establecido.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Los cortes que integran la cuota son: Cortes enfriados deshuesados de Bife Angosto, Bife
Ancho, Cuadril, Lomo, Nalga, Bola de Lomo, Cuadrada y Peceto.

El origen de la Cuota Hilton proviene de un acuerdo comercial dado en el marco de las


Negociaciones Multilaterales Comerciales del GATT (Acuerdo General de Aranceles y Comercio)
en la llamada Rueda de Tokio, en el año 1979. En esa rueda la Unión Europea acordó asignar un
cupo para realizar exportaciones a su mercado de cortes vacunos de alta calidad a otras naciones.

Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). El acuerdo de los


actores de la cadena cárnica argentina ha dado lugar a la creación del IPCVA, ente de derecho
público no estatal, creado en 2001.

Fondo de Promoción. El Instituto funciona con fondos privados que aportan de manera
conjunta productores ganaderos y frigoríficos de todo el país. La ley establece que los productores
efectúen una contribución equivalente a 20 céntimos por ciento del valor índice de res vacuna en
plaza de faena ($1,25), y la industria 9 céntimos por ciento de dicho valor ($ 0,55), totalizando hoy
$ 1.80 por animal destinado a faena.

El rol del Instituto en la cadena de la carne vacuna. El IPCVA se orienta a mejorar y


consolidar la imagen de los productos cárnicos argentinos, aprovechando la historia y tradición del
país en la materia y el prestigio ganado en los mercados internacionales. En este sentido, el manejo
sectorial del IPCVA (producción, industria y Estado), la transparencia en el destino de los fondos
aportados y el profesionalismo de sus recursos humanos, constituyen los valores centrales que
persigue la organización de cara a los desafíos de su misión.

Trazabilidad. Concepto. Importancia. Objetivos. La trazabilidad del ganado nos permite


seguir la ruta del animal, desde que se faena, aportando datos tales como fecha y lugar de
nacimiento, propietario, raza, así también como sus movimientos. Es un sistema que permite seguir
la ruta del alimento, sus componentes desde el origen hasta el punto de destino final o viceversa. Es
un instrumento del Derecho Agroalimentario desarrollado anteriormente en la bolilla II.

Dado las características de la carne y modalidades en su producción y comercialización,


ésta técnica se califica como de real relevancia en la actividad ganadera. Esto es así, por tratarse de
un alimento básico de innegable exposición sanitaria; los cambios evidenciados en el consumo,
principalmente en comunidades exigentes como la Unión Europea, aspiran a satisfacer
determinados requerimientos nutricionales, calidad y seguridad, factores que pueden cerciorarse
mediante la referida metodología.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Si bien en el “Viejo Mundo” la trazabilidad ya se venía implementando en otro tipo de


alimentos, las exigencias en el rubro de las carnes se tornaron más rigurosas a partir de los casos de
la “enfermedad o mal de la Vaca Loca”, que afectó a la ganadería norteamericana y repercutió en
Europa con una drástica caída del consumo.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

BOLILLA IV
1. Recurso suelo: concepto. Importancia. Regulación del uso del suelo. Diferentes dimensiones
de la propiedad de la tierra.

Según Pastorino, correspondería hablar de la tierra como un recurso natural, ya que ésta
puede utilizarse en muchísimos sentidos, y al suelo como como una parte infinitamente menor de
aquella. Sin perjuicio de esto, en Derecho Agrario y en relación con la actividad agraria, suele
hablarse mucho más del suelo por ser la parte más aprovechable.

Concepto de suelo. Siguiendo a Pastorino, el suelo es el sector de la corteza terrestre que


puede tener unos pocos centímetros de espesor, ubicado en la parte más superficial, y que contiene
el humus. El humus es la capa superficial del suelo, constituida por la descomposición de materiales
animales y vegetales.

El suelo constituye un recurso finito, escaso, ya que si bien para la pedología (rama de la
geología que estudia el suelo) está en una constante evolución cíclica, este ciclo es lo suficiente
largo en relación con la vida humana como para llevarnos a pensar que debería manejarse más
como un recurso no renovable (Hurtado, Martín; “El recurso suelo: su degradación”). A su vez, no
todos los suelos tienen la misma calidad, siendo pocas las regiones reconocidas, como la Pampa
Húmeda, por sus condiciones excepcionales; también las actividades que se realicen sobre él
(urbanizaciones, asentamientos industriales, la calidad de los cultivos y ganados que se practiquen o
críen) influirán en su calidad.

Importancia del suelo. Siguiendo a Hurtado, se puede inferir la importancia del suelo
considerando los múltiples usos que se le dan a éste, de los cuales se pueden distinguir cuatro
funciones:

- Función biológica: por el gran número de especies de hongos, bacterias, animales y


vegetales, organismos que resultan esenciales en el ciclo biológico del suelo.
- Función alimentaria: relacionado con la función anterior, donde se forman grandes
cantidades de nutrientes disponibles para las plantas.
- Función de filtro: al ser el suelo un medio poroso, controla la circulación de agua y
gases, la penetración de raíces y las funciones nutricionales, siendo el encargado
además de depurar las aguas utilizadas de origen agrícola, urbano o industrial.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

- Función de soporte: sobre él se asientan desde viviendas hasta estructuras de grandes


dimensiones como edificios, carreteras, represas, etc.

A su vez, la conservación del suelo agrícola está declarada en el Código Rural de la


provincia como de interés público (art. 47), entendiéndose por aquella el mantenimiento y la mejora
de su capacidad productiva. La regulación del uso del suelo cuenta con un título específico en el
Código Rural de la provincia (arts. 47-57).

Dimensiones de la propiedad de la tierra. Uno de los objetivos de las consideradas


reformas agrarias es combatir el latifundio y otras formas dañinas o perjudiciales de la propiedad
agraria como pueden ser el minifundio y el parvifundio. A simple modo de dar una idea muy vaga o
general, se puede decir que el latifundio es la gran extensión y concentración de tierra
insuficientemente trabajada. El minifundio, por su parte, es una forma patológica de tenencia de la
tierra, traducida en parcelas de escasas dimensiones que dificultan su correcta explotación, el
movimiento de la maquinaria, etc; equivale a fundo mínimo, o sea la unidad económica mínima
admisible para que un predio rural pueda rendir económicamente. Es una realidad de varias
regiones del norte del país, caracterizada también por el uso intensivo de mano de obra (ejemplos
los cultivos intensivos de arroz, tabaco, vid, caña de azúcar). Más extremo es el parvifundio, donde
la parcela es fragmentada al extremo, es el fundo de extensión superficial inferior a al mínimo
aceptable (o sea, inferior al minifundio).

2. Unidad económica: concepto. Determinación. Su eliminación. Normativa vigente. Fijación.


Obligaciones, derechos.

Desde que el hombre se hizo sedentario, para sobrevivir ha trabajado la tierra a través de la
agricultura, la ganadería y otras actividades productivas, estableciéndose en ella con su familia
agraria a fin de procurarle un desenvolvimiento armónico.

En la medida en que la población fue creciendo, se hizo necesario encontrar una dimensión
del terreno que pudiera ser asignada a cada uno de esos productores, a fin de que éstos puedan
explotarla y asegurar sus principales necesidades. Así, en el derecho argentino, la unidad económica
nace en las leyes de tierras públicas, donde en un primer momento, con la ley de Avellaneda (Ley
de Inmigración y Colonización, en el año 1876), se determina con una cantidad de hectáreas, sin
tomar ningún criterio. Esta ley dividía los territorios en lotes de 100 hectáreas; luego, en 1882, pasó
a dividirse en lotes cuyas medidas iban entre las 25 y las 400 hectáreas. Ya en 1940 con la ley
Autor: Juan Francisco Gaimaro

12.636 de Colonización, pasó a dividirse teniendo en cuenta las características del terreno y la
técnica de explotación.

Antes de la conocida reforma de la ley 17.711 resultaba dificultoso impedir la subdivisión


de un predio rural aunque tal circunstancia tornare su uso antieconómico, dado que los inmuebles
resultan ser bienes divisibles conforme a la legislación de fondo y se concebía al derecho real de
dominio como un derecho absoluto, sin limitaciones.

Con la reforma se plasma legislativamente por primera vez la noción de unidad económica
como una limitación al derecho de propiedad, tal como quedó ilustrado en el segundo párrafo del
art. 2326 del Código de Vélez, referido a cuándo una cosa es divisible: “no podrán dividirse las
cosas cuando ello convierta en antieconómico su uso y aprovechamiento. Las autoridades locales
podrán reglamentar, en materia de inmuebles, la superficie mínima de la unidad económica”.

Concepto de unidad económica. Está relacionado íntimamente con la propiedad del fundo
agrario. Es la dimensión que puede tener un fundo agrario o rural, para que la explotación que se
realiza en el mismo no resulte antieconómica. Se toman en cuenta las características del predio y de
la zona en la cual se halla (ubicación, dimensiones, precipitaciones, tipo de actividad, etc.), para
optimizar los recursos y, en definitiva, realizar una actividad sustentable. Se concibe a la superficie
que debe poseer un fundo rural en vinculación directa a que éste resulte productivo, en relación con
las técnicas agrícolas de cada región.

Determinación. Unidad económica en el Código Rural.

ARTICULO 43°: El organismo competente ejercerá el contralor de la subdivisión de


inmuebles rurales destinados a la explotación agropecuaria, asegurando que los lotes resultantes no
estén por debajo de las superficies mínimas que el Poder Ejecutivo determine mediante
reglamentación, como constitutivas de la unidad económica de explotación. La determinación de
las superficies constitutivas de la unidad económica, deberá efectuarse teniendo en cuenta las
características de la zona, la calidad de la tierra, el tipo de cultivo y la existencia o falta de
riego, estableciéndose su extensión de modo de permitir una explotación próspera.

ARTICULO 44°: A los efectos del artículo anterior toda subdivisión de inmuebles que se
realice, con destino a la actividad agropecuaria, deberá ser aprobada por el organismo competente,
sin cuyo requisito previo no procederán las inscripciones correspondientes en las dependencias
provinciales ni su protocolización en los registros notariales. Los titulares del dominio que deseen
obtener la aprobación a que se refiere este artículo, deberán acompañar al plano que
Autor: Juan Francisco Gaimaro

proponen un estudio agroeconómico demostrativo de la conveniencia de la subdivisión


suscripto por profesionales matriculado especializado.

ARTICULO 45°: El organismo competente elevará al Poder Ejecutivo, para su aprobación,


la determinación que efectuará de partidos o zonas agrarias, obteniendo las dimensiones que en
cada caso correspondan a la unidad económica. En tal supuesto, los interesados en efectuar
subdivisiones podrán solicitarlas sin presentar el estudio agroeconómico a que se refiere el artículo
anterior, siempre que se acredite que la subdivisión no altera las dimensiones señaladas en la
precitada reglamentación.

ARTICULO 46°: Los particulares que demuestren mediante el estudio citado que las
dimensiones de unidad económica del inmueble que procuran dividir son diferentes de las
establecidas por el Poder Ejecutivo, podrán deducir recurso administrativo contra la decisión
denegatoria que pueda dictar el organismo competente, pudiendo entablar en su oportunidad
demanda contencioso administrativa.

Disposiciones provinciales. En la provincia de Buenos Aires la ley 8912 de Ordenamiento


Territorial y Uso del Suelo, al clasificar las áreas en urbanas, complementarias y rurales, dispone
que para las áreas rurales las parcelas no pueden ser inferiores a una unidad económica de
explotación y que sus dimensiones mínimas serán determinadas en la forma establecida en el
Código Rural.

Expropiación y Unidad Económica. La Ley de Expropiaciones 21.499 establece, en su


artículo 8, que “cuando se trate de una expropiación parcial de un fondo rural y la parte que quedase
sin expropiar fuera inapropiada para un uso o explotación racional, el expropiado podrá exigir la
expropiación de la totalidad del inmueble […] Tratándose de inmuebles rurales, en cada caso serán
determinadas las superficies inadecuadas, teniendo en cuenta la explotación efectuada por el
expropiado”, es decir, analizar qué tipo de actividad se realizaba en ese predio.

3. Conservación y manejo de los suelos: erosión, degradación, agotamiento y decapitación del


suelo. Fomento. Régimen legal nacional y de provincia. Sanciones. Explotaciones ecológicas,
biológicas u orgánicas, agroquímicos, tierras de baja productividad. Régimen legal.

Las distintas actividades sobre el suelo, así como también ciertos fenómenos naturales,
pueden llevar a diferentes “patologías”, es decir, las enfermedades del suelo y sus distintas
Autor: Juan Francisco Gaimaro

exteriorizaciones o síntomas, como así también las alteraciones o cambios de condiciones que lo
pueden tornar simplemente distinto. El Código Rural bonaerense establece cuáles son estas
patologías (arts. 48 y 50).

Erosión: remoción y transporte notorio de las partículas del suelo por acción del viento y/o
del agua en movimiento, que determinan la pérdida de su integridad.

Agotamiento: disminución notoria de su aptitud productiva por excesiva extracción de


nutrientes y sin la debida reposición de éstos. Se produce generalmente por la propia producción
agrícola y las prácticas de monocultivo. Se suele combatir con la rotación de cultivos diferentes o
con la utilización de abonos de origen animal u orgánicos, como así también con la utilización de
fertilizantes.

Degradación: ruptura del equilibrio de las fuerzas físico-químicas del suelo, la cual va a
condicionar su productividad. Se origina por su explotación inadecuada, el abuso o mal empleo de
fertilizantes o agroquímicos, el mismo régimen o ciclo hidrológico. Hay subtipos: la salinización (a
veces se produce por el aporte salino que puede acompañar el riego artificial), la alcalinización y la
acidificación (exceso o disminución del nivel de Ph –potencial de hidrógeno- respectivamente).

Decapitación: eliminación de la capa del suelo cultivable, que anula sus condiciones
naturales para la producción agrícola. Se produce normalmente por la acción del hombre:
extracciones con maquinarias para uso de la tierra en carreteras y fábricas de ladrillo, las canteras a
cielo abierto, etc. “El Poder Ejecutivo puede prohibir o limitar temporariamente la decapitación del
suelo agrícola para fines industriales cuando ello implique riesgo para el mantenimiento de reservas
hortícolas vecinas a centros urbanos”.

ARTICULO 51°: Podrán declararse de utilidad pública y sujeta a expropiación las tierras de
propiedad privada erosionadas, agotadas o degradadas o que en ellas se hallen dunas, médanos,
lagunas permanentes o estén ubicadas en las nacientes de los ríos. La disponibilidad de las mismas
queda circunscripta única y exclusivamente a la aplicación de planes de recuperación y su
explotación deberá efectuarse bajo regímenes conservacionistas. El Poder Ejecutivo concretará la
expropiación mediante el régimen legal vigente.

Obligaciones de los propietarios u ocupantes: son, entre otras, las de denunciar la


existencia de las patologías; ejecutar los planes oficiales de prevención y lucha que se establezcan;
realizar en el predio los trabajos necesarios para luchar contra la erosión o degradación por
Autor: Juan Francisco Gaimaro

salinización; soportar, en caso de incumplimiento de los trabajos anteriores, que sea el Estado el que
los realice.

Fomento. Existe una ley nacional de conservación de suelos (ley 22.428), con el objetivo
de concientizar y responsabilizar a las provincias respecto del manejo del suelo, obligando a
aquellas que se adhieran al régimen de la ley a crear un organismo técnico especializado en el
manejo de suelos; a cambio de beneficios o estímulos de carácter impositivo, subsidios, créditos,
etc.

Explotaciones ecológicas, biológicas u orgánicas. Es un sistema para cultivar basado en la


explotación óptima de recursos naturales, sin emplear productos químicos u organismos
genéticamente modificados (ni para abono ni para combatir las plagas), con el objetivo de lograr
obtener alimentos orgánicos, conservando la fertilidad de la tierra y respetando el medio ambiente,
en forma sostenida y equilibrada. El principal objetivo es la obtención de alimentos saludables, de
mayor calidad nutritiva, sin la presencia de sustancias químicas, como la conservación natural del
suelo.

Agroquímicos. Toda sustancia química de síntesis de uso agrario. Es una fórmula genérica
para abarcar insecticidas, fertilizantes y herbicidas, sin perjuicio de que la lista de especialidades es
más amplia, tal como lo prescribe el artículo 2 de la Ley Provincial 10.699 de Buenos Aires, que
cita además bactericidas, antibióticos, repelentes, atractivos, etc., y a todos aquellos productos de
acción química y/o biológica no contemplados por tal clasificación, pero utilizados para la
protección y desarrollo de la producción vegetal.

Se trata de sustancias peligrosas que deben ser autorizadas, manipuladas, y tratadas con
especial cuidado, inclusive respecto de sus residuos, pues ocasionan daños a la salud, al suelo, aire y
agua, y a las propias plantaciones. De allí que se sostenga que son generadoras de riesgos, los cuales
pueden ser “administrados”.

La legislación nacional los contempla en las leyes 18.073, 18.796 y 20.418, que se titulan a
sí mismas como de plaguicidas, y que datan de los gobiernos de facto. En general, prohíben ciertas
sustancias, regulan el uso de otras, y establecen límites de tolerabilidad; pero en general no tuvieron
en cuenta la división de competencias federales y locales, pretendiendo una aplicación global en
todo el territorio.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

En 1958, aparece el Primer Decreto Ley (3489/58), que regula la venta de éstos productos,
estipulando que deben comercializarse en envases cerrados e identificados, y previamente
registrados. Al año siguiente, se efectiviza un Listado de Productos, por decreto.

LEY 18.073 (Año 1969) -> Prohíbe el uso de ciertas sustancias que menciona,
distinguiendo sí son para el tratamiento de praderas artificiales o naturales; o para aplicación en
especies bovina, ovina, caprina, porcina y equina. Estas sustancias también se prohíben (su uso y su
tenencia) en establecimientos que elaboren o tengan en depósito productos de origen animal o
vegetal destinados a la alimentación. En igual sentido, los cultivos tratados con ellas no pueden
utilizarse como alimentos de las personas y/o animales, sino después de un lapso de tiempo que
debe fijar la reglamentación. Habilita al SENASA a autorizar el empleo de las sustancias
mencionadas cuando su uso no supere los máximos de tolerancia residual determinados, y su uso
resulte imprescindible.

LEY 18.796 -> Modifica a la anterior, y lleva un cuadro anexo de productos y subproductos
agropecuarios con el máximo de plaguicidas tolerados, permitiendo a la autoridad de aplicación a
actualizarlos, pudiendo también incluir nuevos productos.

Faculta a la autoridad de control a fijar normas para el uso, elaboración, industrialización,


venta, transporte y almacenamiento de plaguicidas, su tránsito, el faenamiento de animales y la
industrialización de productos y subproductos animales o vegetales en su relación con ellos.

Asimismo, establece la clausura como infracción, e impone a los laboratorios (los cuales
son registrados), la obligación de denunciar en 24 horas la existencia de algún residuo en cantidad
superior a la permitida.

LEY 20.418 -> (De tolerancia y límites administrativos de residuos de plaguicidas). Regula
la máxima concentración de residuos de plaguicidas legalmente permitida, la “tolerancia cero”, es
decir, la que deriva de la prohibición de la aplicación de un plaguicida, y los límites administrativos,
es decir, los niveles máximos de concentración de residuos con el que pueden,
EXCEPCIONALMENTE, comercializarse ciertos productos y subproductos agropecuarios.

Los Agroquímicos en la Provincia de Buenos Aires:

En el ámbito provincial, Buenos Aires se rige por la ley 10.699, que gira en torno a una
RECETA LLAMADA “AGRONÓMICA”, que, avalada por un profesional, garantiza la licitud
Autor: Juan Francisco Gaimaro

de la compra o de cualquier otro sistema de acceso al agroquímico, pero que no logra garantizar la
licitud del uso de éstos ya que nadie sigue el modo en que el productor hace las aplicaciones.

El artículo 4 de la Ley obliga a inscribirse en Registros especiales a cargo de la autoridad de


aplicación (Ministerio de Asuntos Agrarios y Producción), a los
fabricantes, formuladores, fraccionadores, distribuidores, expendedores, aplicadores por cuenta de
terceros, transportistas y depósitos o almacenamiento de los productos mencionados.

Además, obliga a contar con un Asesor Técnico a estas mismas personas, salvo los
transportistas, locadores de aplicación y depósitos o empresas de almacenamientos.

De acuerdo al artículo 7, los agroquímicos se clasifican en:

a) De uso y venta libre: son aquellos cuyo uso de acuerdo a las instrucciones, prevenciones y modo
de aplicación aconsejado, no sean riesgosos para la salud humana, los animales domésticos y el
medio ambiente.

b) De uso y venta profesional: son aquellos que por sus características, su uso resultare riesgoso
para los aplicadores, terceros, otros seres vivos y el medio ambiente. Requiere la RAO.

c) De venta y uso registrado: son los no encuadrados en las categorías anteriores, cuya venta será
necesario registrar a los fines de permitir la identificación de los usuarios. Requiere la RAO.

La ley contiene especificaciones relativas al ejercicio del poder de policía en todas las
etapas que trata, y sobre los productos agrícolas en general, los que no pueden contener más de los
límites de sustancias permitidas por la reglamentación de la ley. Asimismo, establece el
procedimiento de la ley de faltas agrarias.

En materia de Agroquímicos, hay tres grandes conceptos por puntualizar:

 El “Uso Racional” -> La racionalidad tiene que ver con el paso por un proceso de entendimiento,
ha sido analizado y logró arribarse a una conclusión. El uso racional en materia agroquímica, tiene
que ver con la problemática de los residuos.

 El “Período de Carencia” -> Es el tiempo entre que se aplicó el producto, y el efectivo consumo.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

 El “Uso Sostenible” -> Se vincula con la posibilidad del ambiente de valerse por sí mismo, con lo
que su entorno genera.

Análisis de la Ley 10.699:

 OBJETIVOS DE LA LEY: Protección de la salud humana, los recursos naturales y la producción


agrícola a través de la correcta y racional utilización de los productos mencionados en el artículo
siguiente, como así también evitar la contaminación de los alimentos y del medio ambiente (art. 1)

 El artículo 2 realiza una enumeración de los productos comprendidos, delegando en el organismo de


aplicación la posibilidad de ampliar la lista cuando surjan nuevas especialidades no contempladas.

 El organismo de aplicación es el MAA, debiendo coordinar su acción con el Ministerio de Salud,


pudiendo además hacerlo con otras reparticiones estatales y con Universidades y entidades oficiales
y privadas.

 REGISTROS DE INSCRIPCIÓN OBLIGATORIA: Creados por el organismo anteriormente


citado. A nivel nacional, lo llevan el SENASA y la ANMAT.

 RECETA AGRONOMICA OBLIGATORIA -> Confeccionada por un técnico profesional


ingeniero agrónomo u otro título habilitante matriculado en el Consejo Profesional de jurisdicción
provincial. Queda prohibida la venta directa al usuario y/o la aplicación de los productos b) y c) (ver
más arriba), sin este tipo de instrumento. El MAA retendrá, a través del BPBA, un porcentaje del
arancel de la RAO que fije el Consejo profesional de jurisdicción provincial (es el 20%, de acuerdo
al Decreto 499/91)

 Cuando el organismo de aplicación estimara desaconsejable el empleo de determinados


agroquímicos por su alta toxicidad, prolongado efecto residual y/o por cualquier otra causa que
hiciere peligroso su uso, gestionará ante la Subsecretaría de Estado de Agricultura, Ganadería y
Pesca de la Nación, su EXCLUSIÓN DE LA NÓMINA DE PRODUCTOS AUTORIZADOS,
sin perjuicio de adoptar en forma inmediata las medidas necesarias para el resguardo y preservación
del medio ambiente, personas y bienes.

 ARTÍCULO 14°: Toda persona física o jurídica, cuya actividad quede comprendida en el objeto de
esta ley, está obligada a PERMITIR Y FACILITAR LA INSPECCIÓN de las instalaciones,
Autor: Juan Francisco Gaimaro

inmuebles y medios que utilice en cualquier etapa de su correspondiente actividad, a todo


funcionario autorizado al efecto por el organismo de aplicación, quien en caso de negársele el
acceso pertinente, recurrirá al auxilio de la Fuerza Pública.

 Las transgresiones a la presente ley y a su reglamentación serán juzgadas y sancionadas por el


Ministerio de Asuntos Agrarios, atendiendo a la Ley de Faltas Agrarias.

 Los fondos provenientes de la aplicación de multas, retención de recetas o por cualquier otro
concepto derivado de la aplicación de la presente ley, ingresarán a una cuenta especial a crearse.
Dichos fondos estarán destinados fundamentalmente al apoyo de las tareas de fiscalización, como
así también a la creación y mantenimiento de Centros de Toxología, Análisis de Residuos y al
Desarrollo de Programas de Capacitación e Investigación.

¿Qué instrumentos jurídicos regulan a esta Ley?

- DECRETO 8785/77 -> Ley de Faltas Agrarias.

- DECRETO 499/91 -> Dispone en su artículo 1º que el organismo de aplicación de las


disposiciones de la Ley 10.699 será el Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos
Aires, por intermedio de la Dirección de Sanidad Vegetal y Fiscalización Agrícola.

Establece que los profesionales Ingenieros Agrónomos matriculados en el Colegio de


ingenieros de la Provincia de Buenos Aires, deberán realizar obligatoriamente cursos de
capacitación y/o actualización.

Además, dispone que toda persona física o jurídica que fabrique, formule, fraccione,
distribuya, expenda y tenga en depósito productos agroquímicos y/o plaguicidas, deberá solicitar su
habilitación ante Dirección de Sanidad Vegetal y Fiscalización Agrícola del Ministerio de Asuntos
Agrarios, acompañando la siguiente documentación:

a) Solicitud de habilitación.

b) Título de propiedad del local, contrato de locación o cualquier otro título que acredite la legítima
tenencia del mismo.

c) Certificado de funcionamiento expedido por el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos


Aires cuando correspondiere.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

d) Si se tratare de sociedad, copia autenticada del contrato social debidamente inscripto.

e) Permiso municipal de radicación.

f) Plano del local y sus instalaciones.

g) Descripción del proceso de elaboración y depósito.

h) Contrato de prestación de servicios del Director o Asesor Técnico, quedando exceptuados de la


obligación de dicha dirección o asesoría técnica los depósitos o empresas de almacenamiento.

El capítulo 5 del presente decreto se dedica a las Empresas de Aplicación de Agroquímicos.


A tal efecto, circunscribe dentro de éstas a todas las empresas comerciales que realicen aplicación o
locación de equipos dedicados a ello, tanto aéreas como terrestres.

Las empresas aplicadoras deberán inscribirse como tales en el Registro que a tal fin se
habilitará en la Dirección de Sanidad Vegetal y Fiscalización Agrícola, debiendo actualizar tal
inscripción anualmente. Es obligación de la empresa aplicadora contar con el seguro
correspondiente a la responsabilidad civil hacia terceros vigente en el momento de aplicación.

Concretada la inscripción, se extenderá un certificado de habilitación, el que será


presentado por el personal que realiza la aplicación ante la autoridad competente toda vez que sea
solicitado.

Dichas empresas, como así también los productos con equipos propios, están obligadas a
suministrar el personal dedicado a tareas de aplicación, el siguiente equipo de protección. A fin de
preservar la salud de los mismos: mamelucos impermeables a sustancias tóxicas, máscaras con
filtros adecuados al producto a utilizar, y guantes y botas de goma.

Las empresas establecerán las condiciones técnicas bajo las cuales se realizarán los trabajos
fitosanitarios en formularios especiales o actas de trabajo, que a tal efecto proveerá la Dirección de
Sanidad Vegetal y Fiscalización Agrícola.

El Organismo de Aplicación estará facultado, cuando lo considere necesario, a realizar


inspecciones con el fin de verificar el cumplimiento de la presente reglamentación, pudiendo
asimismo inhabilitar a las empresas que no cumplan con dichos requisitos.

Empresas de aplicación terrestre.


Autor: Juan Francisco Gaimaro

Los equipos de aplicación terrestre no podrán circular por centros poblados. En caso de
extrema necesidad, podrán hacerlo sin carga, limpios y sin picos pulverizadores. La realización de
los tratamientos de control de plagas en el radio urbano deberán contar con autorización del
Organismo Municipal competente y con la Receta Agronómica correspondiente.

Empresas de Aplicación Aérea.

Las empresas aplicadoras deberán operar a una distancia no menor de 2 Km. de centros
poblados, no pudiendo sobrevolarlos aun después de haber agotado su carga.

Se exceptúa de esta prohibición a las aplicaciones aéreas destinadas al control de plagas


urbanas autorizadas específicamente por el Organismo Municipal competente, así como los casos
que establezcan los organismos oficiales. La misma deberá contar con la Receta Agronómica.

De la receta agronómica. Este decreto también reglamenta la RAO que instituye la Ley
10.699. Dispone que el Organismo de Aplicación, por intermedio de la Dirección de Sanidad
Vegetal y Fiscalización Agrícola, tendrá a su cargo la confección, distribución y venta de los
formularios de la Receta Agronómica obligatoria como así también su fiscalización.

La Receta Agronómica comprenderá dos cuerpos: el primero destinado al diagnóstico y


prescripción del agroquímico y el segundo al diagnóstico, prescripción y forma de aplicación del
mismo. En todos los casos, la misma deberá ser confeccionada por el Ingeniero Agrónomo de su
puño y letra.

Las Recetas Agronómicas se confeccionarán numeradas y por triplicado: el original quedará


en poder del productor (ambos cuerpos), el duplicado para el profesional ingeniero agrónomo
(ambos cuerpos) y el triplicado para el Organismo de Aplicación (ambos cuerpos).

En el cuerpo de adquisición deberán constar los siguientes datos:

a) Nombre del Ingeniero Agrónomo y número de matrícula profesional.


b) Nombre del comprador y su domicilio.
c) Localización del predio a tratar: Partido, Circunscripción y Superficie.
d) Cultivo a tratar y diagnóstico.
e) Principio activo, dosis y cantidad total.
f) Firma del Ingeniero Agrónomo.
g) Lugar y fecha.
En el cuerpo de aplicación deberá constar lo siguiente:
Autor: Juan Francisco Gaimaro

a) Nombre del comprador.


b) Localización del predio.
c) Cultivo a tratar y diagnóstico.
d) Principio activo, dosis y cantidad total.
e) Recomendación técnica.
f) Firma del Ingeniero Agrónomo.
g) Lugar y fecha.

El establecimiento habilitado para la venta, de acuerdo a la presente reglamentación, deberá


archivar la Receta Agronómica por el término de dos años, en la cual deberá consignar el número de
remito y factura de venta.

El profesional Ingeniero Agrónomo podrá a los fines de producir un diagnóstico real y


precisar el tratamiento racional, realizar la visita al campo, quedando librado a su propio criterio y
responsabilidad dicha decisión.

- Resolución del MAA de 2006 -> Permite el “A REMITO”, firmado por el profesional. Hizo que
se perdiera todo atisbo de control.

- DECRETO 161/14 -> Implementa la Receta Agronómica Digital. Entre sus considerando, señala
que esta normativa permitirá no sólo actualizar el instrumento acorde a los cambios tecnológicos del
sector agropecuario, sino también viabilizar una herramienta ágil para el profesional en ciencias
agronómicas, y permitir al Estado disponer de información acerca de las aplicaciones en tiempo
real para el control de un adecuado desarrollo de la actividad, suministrando la información a
quienes la soliciten con mayor celeridad y precisión.

- DECRETO 596/2002 -> Incorpora los productos domi-sanitarios, que deben ser autorizados.

- DECRETO 40/2014 del Organismo Provincial del Desarrollo Sostenible (OPDS) -> Dispone
el triple lavado, el aplastamiento y el embolsado de los residuos agroquímicos. Establece que toda
persona física y/o jurídica que utilice y manipule agroquímicos en predios y establecimientos
agroindustriales deberá cumplir con el procedimiento de triple lavado o lavado a presión de los
envases vacíos de agroquímicos que se generen como consecuencia de dicha actividad.

Se prohíben las siguientes conductas: a) Reutilizar envases de agroquímicos. b) Enterrar


cualquier tipo de envases de agroquímicos. c) Quemar a cielo abierto cualquier tipo de envases de
agroquímicos. d) Comercializar e intercambiar envases de agroquímicos de cualquier tipo.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

BOLILLA V
1. Mensura. Deslinde. Amojonamiento. Confusión de los predios. Medianería y cercos rurales.
Régimen legal. Jurisprudencia.

Estas figuras se pueden considerar limitaciones o restricciones al dominio inmueble, en


virtud del poder de policía correspondiente a las provincias y a la facultad de reglamentación.
Restricciones al dominio se encuentran en el Código Civil, en el Código Rural y en otras leyes
provinciales.

La mensura es un procedimiento cuyo objeto es determinar por medio de una operación


técnica los límites de un terreno; es la aplicación del título de propiedad al terreno propiamente
dicho y se materializa a través de un plano geométrico, el cual debe ser realizado por un profesional
habilitado a tal fin, como por ejemplo un ingeniero agrónomo, un agrimensor, etc. Es la operación
hecha por un profesional que tiene por objeto medir un terreno y verificar si dichas medidas
coinciden con las expresadas en el título de propiedad

La mensura es la generadora de la unidad catastral denominada parcela, entendiéndose por


tal al bien inmueble urbano, suburbano o rural designado como lote, fracción o unidad de propiedad
horizontal, en un plano de mensura inscripto en el organismo catastral competente al tiempo de su
registro.

El deslinde es un derecho y una obligación que tiene el propietario de un inmueble rural, el


cual puede hacerse en forma judicial o a través de escritura pública si los colindantes la suscriben.
Se trata de distinguir formalmente los límites del inmueble.

Existe una acción de deslinde contemplada en el Código Civil y Comercial de la Nación en


el art. 2266: “cuando exista grado de incertidumbre acerca del lugar exacto donde debe pasar la
línea divisoria entre inmuebles contiguos, la acción de deslinde permite fijarla de manera cierta,
previa investigación fundada en títulos y antecedentes, y demarcar el límite del terreno”. Se utiliza
esta acción cuando hay confusión de límites de los terrenos.

El amojonamiento es otra obligación del propietario del inmueble rural, consecuencia del
deslinde, y consiste en plasmar físicamente los límites de la propiedad a través del uso de mojones o
hitos fronterizos, que son señales de tipo permanente (tradicionalmente de piedra, aunque se pueden
utilizar otros materiales). Conforme al art. 10 del Código Rural, es el P.E. quien tiene la facultad de
Autor: Juan Francisco Gaimaro

reglamentar las distancias y modo de colocación de los mojones, como así también sus materiales y
demás condiciones exteriores (forma, altura, etc.).

ARTICULO 9°: Todo propietario de un inmueble clasificado como establecimiento rural


está obligado a tenerlo deslindado y amojonado.

ARTICULO 11°: El deslinde y amojonamiento podrá hacerse judicial o extrajudicialmente.


En este último caso se hará por escritura pública suscripta por los colindantes.

ARTICULO 12°: La remoción y reposición de mojones se hará con la intervención del


organismo competente y citación de los colindantes. De la operación se levantará un acta y se
entregará una copia a los interesados que la soliciten, archivando el original en su poder. Esta
disposición no rige para los casos de mensura judicial.

ARTICULO 13°: El propietario que encuentre removido uno o más mojones podrá requerir
que se practique una inspección ocular con la presencia de dos testigos. Cumplida la diligencia se
labrará un acta, entregándose una copia al propietario, a los efectos de la reposición.

ARTICULO 14°: Quien no diere cumplimiento a las disposiciones de deslinde sin causa
justificada, será sancionado con una multa, sin perjuicio de ser emplazado para que realice los
trabajos bajo apercibimiento de ser efectuados a su costa.

Cercos rurales. Todo establecimiento rural debe cercarse por su límite y frente a caminos
públicos, siempre que el gasto del cerco no sea superior al 10 % de la valuación fiscal del inmueble
(art. 15). Los colindantes están obligados a mantener los cercos en buen estado, repararlos en caso
de deterioro o destrucción, y soportar los gastos en la proporción lineal en que se aproveche el
cerco. Quien cerque su establecimiento deberá además soportar y respetar las servidumbres que se
hayan constituido a favor de los otros predios.

Es el P.E. el que debe determinar el plazo para cercar los predios y los elementos o
materiales a emplearse y tipos de tranqueras.

Los propietarios de inmuebles rurales colindantes están obligados al pago de la medianería


al propietario colindante que construya o tenga construido un cerco que contribuya a cerrar su
propiedad, determinándose la cantidad a pagar por cada lindero en función de la extensión lineal de
que se aproveche (art. 23); para Brebbia, estas disposiciones eran de difícil armonización con las
incluidas en el Código Civil sobre condominio de muros, cercos y fosos.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

2. Caminos: concepto. Naturaleza de los caminos. Cesión y apertura de calles en subdivisiones


privadas. Régimen legal.

Un camino es una vía que se construye con una finalidad de tránsito. Conforme al art. 31,
todos los caminos de la Provincia son públicos, salvo que comiencen y terminen dentro de una
misma heredad. No obstante, un camino será considerado público si de hecho ha estado pública o
notoriamente entregado al uso común. La naturaleza jurídica de los caminos públicos es la de
bienes públicos del Estado.

Cesión y apertura de calles en subdivisiones privadas. El mismo artículo 31 señala que


“cuando para poder tener acceso a un camino público sea imprescindible utilizar un camino
privado, los propietarios de los fundos respectivos están obligados a permitir el paso”. A su vez, los
propietarios de un fundo rural están obligados a permitir en su fundo distintas situaciones (art. 26)
relacionadas con la construcción, conservación, reparación y limpieza de los caminos.

Otras obligaciones de los propietarios. ARTICULO 32°: Es obligación de los propietarios


mantener en buen estado de conservación los accesos de sus fondos a los caminos públicos.
ARTICULO 33°: Queda absolutamente prohibido a los particulares realizar cualquier tipo de obra,
construcción o instalación que de algún modo dañe, cierre, obstruya o desvíe en forma directa o
indirecta un camino público o el tránsito público.

El camino de sirga y su naturaleza jurídica. Es aquel que deben dejar los propietarios
ribereños a orillas de los ríos y canales, para uso público y con fines navegables.

La denominación “camino de sirga”, proviene de las cuerdas conocidas como sirgas, con las
que se remolcaban los barcos desde la orilla, contra la corriente, por lo cual se necesitaba un espacio
en la orilla para efectuar esa tarea. Actualmente casi no se utilizan las sirgas o cuerdas pues existen
remolcadores.

Antiguamente la extensión de este camino era de 35 metros; con la sanción del C.C.C.N.
pasó a 15 metros, y está receptado en el art. 1974: “Camino de sirga. El dueño de un inmueble
colindante con cualquiera de las orillas de los cauces o sus riberas, aptos para el transporte por agua,
debe dejar libre una franja de terreno de quince metros de ancho en toda la extensión del curso, en
la que no puede hacer ningún acto que menoscabe aquella actividad. Todo perjudicado puede pedir
que se remuevan los efectos de los actos violatorios de este artículo”.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

La naturaleza jurídica del camino de sirga constituye una restricción o limitación al


dominio, tal como se pronunció la Corte Suprema de Justicia de la Nación (fallo “Ferrando A. R. c/
De Urrierepon, J. B.”). Este criterio no es compartido por doctrinarios de la talla de Marienhoff,
Bielsa y Villegas, quienes sostienen que el camino de sirga es una servidumbre administrativa. Sin
ánimo de entrar en una discusión doctrinaria, lo cierto es que se encuentra regulado en el actual
C.C.C.N. en un capítulo denominado “Límites al dominio” y así también lo estuvo en el Código de
Vélez

3. Servidumbres de tránsito. Concepto. Constitución. Derechos y obligaciones. Régimen


indemnizatorio. Extinción. Prescripción. Régimen legal. Jurisprudencia. Servidumbres de
acueducto, de sacar agua y de paso de aguas. Régimen legal. Otras servidumbres
administrativas. Régimen legal.

Las servidumbres son derechos reales que constituyen restricciones al fundo rural,
encontrándose reguladas en el Código de Vélez y actualmente en el Código Civil y Comercial,
aunque en el primero se encontraban tipificadas las servidumbres especiales y actualmente se
establece que pueden adquirir cualquier modalidad.

Constitución de las servidumbres. Se constituyen por contrato gratuito u oneroso,


pudiéndose sujetar a cualquier modalidad. Pueden ser personales o reales, y se consideran otorgadas
en forma vitalicia y/o perpetua, respectivamente. Se extinguen por la desaparición de toda utilidad
para el inmueble dominante y/o por el no uso durante diez años.

La servidumbre de tránsito es, conforme Mariani de Vidal, el derecho que tiene el


propietario del fundo (o el titular de otro derecho real sobre él) de pasar por un inmueble ajeno.
Existe un fundo dominante, que es el beneficiado, y un fundo sirviente, que es el que debe soportar
la carga. Estaba regulada en el Código de Vélez desde el art. 3068 al 3081.

La servidumbre de acueducto es aquella por la cual una heredad debe soportar el


acueducto (y permitir la entrada de aguas que provengan de propiedades ajenas) a favor de otra que
no tenga las aguas necesarias para el cultivo o plantaciones, o a favor de un pueblo que las necesite
para el servicio doméstico de sus habitantes, o en favor de un establecimiento industrial, con el
cargo de una justa indemnización (conf. Art. 3082, Código de Vélez). Se consideraba real en caso
de duda. Estaba regulada en el Código Civil desde el art. 3082 al 3092.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

La servidumbre de sacar agua estaba regulada entre los arts. 3104 y 3107 del C.C. Se
consideraba personal en caso de duda y consiste en sacar agua de la fuente, aljibe o pozo de un
inmueble ajeno.

Otros derechos reales de interés agrario regulados en el Código Civil son, a modo de
ejemplo, el usufructo de monte y el usufructo de ganado. El usufructo de monte es un derecho real
por el cual el usufructuario de un monte disfruta de todos los provechos que pueda producir según
su naturaleza. El usufructo puede consistir también en ganados, en cuyo caso el usufructuario tiene
obligaciones como la reemplazar con las crías que vayan naciendo, los animales que mueran
ordinariamente o falten por cualquier causa.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

BOLILLA VI
1. Fauna Silvestre: Concepto. Clases. Interés Público. Animales comprendidos y excluidos.
Dominio de la fauna. Régimen Legal. Caza: concepto, clases, regulación. Cotos. Especies
depredadoras, perjudiciales y dañinas. Régimen legal nacional y provincial. Pesca: concepto,
dominio, criaderos. Régimen legal. Fauna ictícola.

El concepto de fauna silvestre está dado por la ley nacional 22.421 (Protección y
Conservación de la Fauna Silvestre y Caza) al establecer su ámbito de aplicación, e incluye:

1. Los animales que viven libres e independientes del hombre, en ambientes naturales o
artificiales;
2. Los bravíos o salvajes que vivan bajo el control del hombre, en cautividad o
semicautividad;
3. Los originalmente domésticos que, por cualquier circunstancia, vuelven a la vida
salvaje, convirtiéndose en cimarrones.

Quedan excluidos expresamente los animales comprendidos en las leyes de pesca. Un


criterio inverso es el caso, por ejemplo, de La Pampa, que en su legislación provincial legisla sobre
toda la fauna en su conjunto, con todos sus componentes, para luego abocarse a regular la caza y la
pesca como actividades que se ejercen sobre la fauna.

Por su parte, el Código Rural de la provincia de Bs. As, al regular la caza, establece en el
art. 264: “Declárase de interés público la fauna silvestre, que incluye a todas las especies animales
que viven fuera del contralor del hombre, en ambientes naturales o artificiales con exclusión de los
peces, moluscos y crustáceos”.

El Código Civil de Vélez se refiere a la fauna en relación con su dominio, modo de


adquisición de éste por la vía de apropiación y los litigios que pueden suscitarse entre dos cazadores
o un cazador con el dueño del fundo; esto es reflejo de que por mucho tiempo se identificó la
legislación referida a la fauna con la de la caza y no sobre la base de un concepto biológico.
Tomando en cuenta el Código Civil de Vélez y el actual C.C.C.N., los animales silvestres son
considerados res nullius, es decir, cosas sin dueño, adquiriéndose el dominio privado a través de la
apropiación de los animales que sean objeto de la caza y la pesca.

La legislación especial referida a la fauna tendió a ocuparse particularmente de la actividad


de la caza. En 1950 se sancionó una ley nacional, la 13.908, que prohibió la caza de animales de la
Autor: Juan Francisco Gaimaro

fauna silvestre en los territorios nacionales y lugares de jurisdicción nacional, estableciendo


excepciones clasificando a la caza permitida en deportiva, comercial, plaguicida y científica.

Con la ley 22.241 sobre “Protección y Conservación de la Fauna Silvestre y Caza” se trató
de cambiar la perspectiva, declarándose en su art. 1 a la fauna silvestre como de interés público e
imponiéndole una obligación a todos los habitantes de protegerla (Aspectos importantes de esta ley
en la Guía de Estudio de Recursos Naturales, Ed. Estudio, 2da Edición, año 2008, págs. 44-47).

Será el decreto 666/1997 el que impone a la autoridad de aplicación catalogar o clasificar a


todas las especies de la fauna silvestre sobre la base de la siguiente clasificación:

- Especies en peligro de extinción


- Especies amenazadas
- Especies vulnerables
- Especies no amenazadas
- Especies insuficientemente conocidas

Caza. Dado que la provincia de Bs. As no adhirió a la ley 22.241, las disposiciones
referidas a la caza son las provinciales. Será el Código Rural, a partir del art. 264 al 291, donde se
encuentre la principal regulación acerca de ésta.

ARTICULO 265: Se entiende por acto de caza todo arte o técnica que tiende a buscar,
perseguir, acosar, apresar o matar los animales silvestres, así como la recolección de productos
derivados de aquéllos, tales como plumas, huevos, guano, nidos o cualesquiera productos o sub-
productos de dichos animales.

ARTICULO 267: Prohíbase la introducción de animales vivos de especies foráneas, ya sea


en libertad o en criadero, salvo que medie autorización expresa y previa del organismo competente.

Clases de caza: se encuentran reguladas en el Código Rural.

ARTICULO 276: Se entiende por caza deportiva el arte lícito de cazar animales silvestres
con elementos permitidos y sin fines de lucro.

ARTICULO 278: Se entiende por caza comercial aquella que se practique sobre animales
silvestres, con fines de lucro y por lo medios permitidos.

ARTICULO 279: Se entiende por caza plaguicida aquélla que se practica con el propósito
de controlar especies declaradas plagas o circunstancialmente perjudiciales o dañinas.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

ARTICULO 283: Se califica como caza científica por este código a toda aquélla que
efectúa con fines de investigación o para la exhibición zoológica de las piezas cobradas y sin fines
de lucro. Para el ejercicio de esta caza se requerirá un permiso otorgado por el organismo
competente

Requisitos para ejercer la caza. Para que la caza sea lícita debe partirse del principio de
que sólo puede realizarse de acuerdo a sus reglamentaciones; e incluso es de destacar que estas
disposiciones deben ser cumplidas también por el propietario que practique la caza en su propio
fundo. En forma sintética, entre sus requisitos se encuentran:

- Contar con licencia, específica según el tipo de caza (deportiva, comercial, plaguicida o
científica), la cual será personal e intransferible y debe portarse al momento de la caza.
- Contar con autorización del ocupante legal en caso de practicarse en un terreno privado.
- Cumplir con las reglamentaciones referidas a las especies permitidas (todavía rige un
decreto del año 1981) y la veda (territorios y períodos donde la caza está prohibida; el
P.E. deberá fijar las zonas y períodos de caza. Los períodos tienen como finalidad la
posibilidad de reproducción de los animales).
- Usar armas, calibres y artes permitidos por el P.E.

Prohibiciones: están receptadas en el art. 273, entre las que se encuentran, entre otras, las
siguientes:

- Uso de hondas, redes, trampas, sustancias tóxicas o venenosas, explosivas, armas


nocivas, armas de calibre no autorizado.
- Practicar la caza en el ejido de las ciudades, pueblos, lugares urbanos, caminos
públicos, áreas concurridas por público, a una distancia mínima a fijarse por
reglamentación.
- Perseguir y tirar sobre animales desde vehículos automotores, aeroplanos y
embarcaciones, a excepción de botes o canoas a remo.
- Actuar en zonas declaradas parques, reservas, refugios o santuarios, y todo otro lugar
prohibido.
- Cazar en horas de la noche o con luz artificial.
- Disparar sobre animales inmovilizados o atascados; disparar con armas provistas de
infrarrojo o silenciador.
- Utilizar perros galgos en la caza de liebres.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Cotos de caza. El art. 285 del Código Rural prevé la posibilidad de autorizar los cotos de
caza. Es “todo predio o lugar debidamente delimitado, cercado y señalizado, con poblaciones
suficientes de animales de valor cinegético, apto para el ejercicio de la caza deportiva controlada”.
Se trata de campos cerrados, gestionados, generalmente utilizados como una actividad rentable,
ofreciendo una variada gama de servicios como el de guía o acompañante, hospedaje, capacitación,
etc.

Pesca. Su regulación dentro del Código Rural fue derogada en 1994 por la ley provincial
11.477.

Art. 5º: Entiéndase por Pesca a los efectos de la presente Ley a todo acto, procedimiento de
apropiación o aprehensión por cualquier medio o sistema de los recursos vivos que habitan
permanentemente en el agua o transitoriamente fuera de ella durante el reflujo.

Art. 1º: La Provincia de Buenos Aires ejercerá jurisdicción y dominio en sus aguas
interiores y en el mar territorial adyacente a sus costas y hasta la máxima distancia que la
Legislación Nacional atribuya como Soberanía Argentina, sin perjuicio de la competencia atribuida
a la Nación para las materias específicamente delegadas e insertadas en la Constitución Nacional.

En el ámbito federal, en el año 1998 se sancionó la ley 24.922 sobre el “Régimen Federal
de Pesca”:

ARTICULO 3°- Son del dominio de las provincias con litoral marítimo y ejercerán esta
jurisdicción para los fines de su exploración, explotación, conservación y administración, a través
del marco federal que se establece en la presente ley, los recursos vivos que poblaren las aguas
interiores y mar territorial argentino adyacente a sus costas, hasta las doce (12) millas marinas
medidas desde las líneas de base que sean reconocidas por la legislación nacional pertinente.

ARTICULO 4°- Son de dominio y jurisdicción exclusivos de la Nación, los recursos


vivos marinos existentes en las aguas de la Zona Económica Exclusiva argentina y en la plataforma
continental argentina a partir de las doce (12) millas indicadas en el artículo anterior.

Clases de pesca. La pesca puede ser fluvial o marítima, dependiendo de si se realiza en


agua dulce (río) o en el mar. A su vez, acorde a los medios empleados y a su finalidad, se puede
clasificar en doméstica, deportiva, artesanal y comercial.

Breves consideraciones. La pesca en ríos y arroyos públicos es libre (regulada a través de


reglamentos que establecen límites de épocas y horas, instrumentos, lugares, etc.). La pesca en ríos,
Autor: Juan Francisco Gaimaro

arroyos y lagunas de propiedad privada está prohibida (bajo pena de secuestro de lo pescado y
multa). Si no hay cercos ni carteles a la vista alertando de la prohibición, la pesca es libre. En el
caso de ríos y arroyos de uso público no navegables, es permitida sólo a los dueños ribereños, hasta
la mitad de las aguas. Está prohibida la utilización de dinamita, explosivos o sustancias químicas.

2. Flora. Concepto. Clasificación. Dominio. Prevención y lucha contra incendios. Regímenes


de promoción. Preservación y conservación del bosque nativo. Estabilidad fiscal en la
actividad forestal. Inversiones para bosques cultivados. Régimen legal nacional y de
provincia. Derecho real de superficie forestal: régimen jurídico.

Debe entenderse por flora silvestre al conjunto de especies o individuos vegetales que
crecen en una región, no por acción u obrar del hombre, sino por la acción espontánea de la
naturaleza. En cuanto a su dominio, al igual que la fauna silvestre, es considerada res nullius o cosa
sin dueño.

Dentro de la producción vegetal, es de interés público (conforme al Código Rural de la


provincia) la conservación, mejora, defensa y ampliación de una en particular: el bosque.

En cuanto a su regulación en el ámbito nacional, existe una ley de bosques y tierras


forestales (13.273), leyes de fomento a la forestación (24.857 y 25.080; se suprimió en la década de
los 90 el Instituto Forestal Nacional), ley de presupuestos mínimos (26.331), entre otros. En cuanto
a su regulación en el ámbito provincial, la provincia adhirió a la ley 13.273, sin perjuicio de que
sus preceptos fueron incorporados al Código Rural, a partir del art. 205, como así también a la
25.080 y ha dictado también sus propias leyes en materia forestal.

Concepto y Clasificación de los bosques según el Código Rural.

ARTICULO 206°: Se entiende por bosque a toda formación leñosa natural o artificial con
los distintos estratos vegetales que lo integran incluyendo el herbáceo que, por su contenido o
función, sea declarado por el Poder Ejecutivo sujeta a las normas contenidas en este título.

ARTICULO 209°: Clasifíquense los bosques en protectores, permanentes, experimentales,


montes especiales y de producción a cuyo efecto podrá el Poder Ejecutivo confeccionar el mapa
forestal.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

ARTICULO 210°: Bosque protector es aquél que por su ubicación fuere necesario para
proteger el suelo, caminos, riberas fluviales, orillas de lagos, lagunas, islas, canales, acequias y
embalses; prevenir la erosión de las planicies y terrenos en declive, regular el régimen de las aguas,
fijar médanos y dunas; contrarrestar la acción del viento, agua y otros elementos; asegurar
condiciones de salubridad pública y proteger a determinadas especies de la flora y fauna, cuya
conservación se declare necesaria.

ARTICULO 211°: Bosque permanente es aquél que por su constitución, destino o


formación de su suelo debe mantenerse y en p articular el que forma parques y reservas provinciales
o municipales o se destine a uso público, o el que tuviere especies cuya conservación se considere
necesaria. Se incluyen en esta categoría el arbolado de los caminos y los montes de embellecimiento
anexos.

ARTICULO 212°: Bosque experimental es el que se destina para estudios forestales de


especies indígenas o los artificiales afectados a estudios de acomodación, aclimatación y
naturalización de especies indígenas o exóticas.

ARTICULO 213°: Monte especial es el de propiedad privada, destinado a la protección u


ornamentación de explotaciones agropecuarias.

ARTICULO 214°: Bosque de producciones aquél natural o artificial del cuál sea pasible
extraer periódicamente, productos o sub-productos forestales de valor económico mediante su
aprovechamiento raciona

Prevención y lucha contra incendios. En el año 2012 se sancionó una ley nacional
(26.815) de presupuestos mínimos de protección ambiental en caso de incendios forestales y
rurales.

ARTÍCULO 2° — Ámbito de Aplicación. La presente ley se aplica a las acciones y


operaciones de prevención, supresión y combate de incendios forestales y rurales que quemen
vegetación viva o muerta, en bosques nativos e implantados, áreas naturales protegidas, zonas
agrícolas, praderas, pastizales, matorrales y humedales y en áreas donde las estructuras edilicias se
entremezclan con la vegetación fuera del ambiente estrictamente urbano o estructural. Asimismo
alcanza a fuegos planificados, que se dejan arder bajo condiciones ambientales previamente
establecidas, y para el logro de objetivos de manejo de una unidad territorial.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

En el marco de esta ley se prevé la creación de un Sistema Federal de Manejo del Fuego
conformado por un Sistema Nacional de Manejo del Fuego y la Administración de Parques
Nacionales, siendo la Autoridad Nacional de Aplicación de esta ley la Secretaría de Ambiente y
Desarrollo Sustentable de la Nación o el organismo que la reemplace.

Se señalan también las obligaciones de los particulares, como por ejemplo la de denunciar
inmediatamente ante la autoridad más cercana el conocimiento de un incendio, como así también
enumera una serie de infracciones y de sanciones (éstas de aplicación supletoria, ya que
corresponde a cada provincia fijar las sanciones en virtud del poder de policía).

Estabilidad fiscal. Se trata de unos de los tantos beneficios impositivos contemplados en


las leyes de fomento de la forestación (25.080 y 24.857), por la cual las personas físicas y jurídicas
sometidas al régimen de inversiones no podrán ver incrementada su carga tributaria por
determinado plazo (30 años, prorrogable a 50), permitiéndole al productor o inversor de la actividad
forestal lograr seguridad económica y jurídica, y un cálculo de sus gastos. Otros beneficios son la
devolución del IVA por compra e importación de maquinaria para contribuir a la modernización,
regímenes de amortización del impuesto a las ganancias, etc.

Derecho real de superficie forestal. Vélez Sarsfield determinó en su Código Civil un


número cerrado (numerus clausus) de siete derechos reales, enumeración taxativa donde se dejaba
fuera -explicación en la nota del artículo de por medio- por ejemplo a la superficie o la enfiteusis.
En el año 2001, con la ley 25.509, y por influencia de la Ley de fomento 25.080 y la política en
materia de inversiones en la actividad forestal, se crea el derecho real de superficie forestal,
incorporándose como el inciso 8° del art. 2503 del C.C.

Se trata del derecho real que sólo pueden constituir los titulares de dominio (o los
condóminos, de común acuerdo) sobre un inmueble susceptible de forestación o silvicultura, con el
exclusivo y efectivo destino a estas actividades. Es un derecho real temporario, con un máximo de
cincuenta años, sobre cosa propia (lo plantado) y sobre el uso, goce y disposición sobre la superficie
de un inmueble ajeno.

Se adquiere por contrato, el cual puede ser oneroso o gratuito, instrumentado por escritura
pública y tradición de posesión. Deberá ser inscripto, a efectos de su oponibilidad frente a terceros,
en el Registro de la Propiedad Inmueble de la jurisdicción correspondiente.

Se extingue por vencimiento del plazo, renuncia expresa, cumplimiento de una condición
resolutoria pactada, confusión o su no uso por tres años. Producida la extinción, el propietario del
Autor: Juan Francisco Gaimaro

inmueble afectado extiende su dominio a aquellas plantaciones que subsistan, por lo que deberá –
salvo pacto en contrario- indemnizar al superficiario en medida de su enriquecimiento. No se
extingue este derecho real por la destrucción total o parcial de lo plantado, cualquiera fuese su
causa, siempre que el superficiario realice nuevas plantaciones en el plazo de tres años.

Para ampliar este punto del programa, recomiendo la lectura del capítulo II del Séptimo
Módulo de “Derecho Agrario” de Leonardo Fabio Pastorino.

3. Recursos panorámicos y escénicos. Parques. Reservas y Monumentos Naturales. Propiedad


de la fauna. Limitaciones del dominio privado. Enajenaciones. Régimen legal.

Cuando hablamos de recursos panorámicos y escénicos nos referimos a bellezas naturales


tales como glaciares, cascadas, reservas, entre otros; lugares cuya belleza sirve para la recreación y
promueven riqueza con la actividad turística, y que a su vez merecen protección y conservación,
motivo por el cual surge la figura de los Parques Nacionales en el marco de un Sistema Nacional de
Áreas Protegidas, para justamente conservar la diversidad biológica, el patrimonio cultural y
natural, los paisajes, etc.

En nuestro país, los parques nacionales surgen en 1903, cuando el perito Francisco P.
Moreno dona una porción de tierra que el Estado Argentino le había cedido por su actuación en la
Patagonia durante la delimitación de la frontera con Chile. De allí nació, en 1922 y bajo el gobierno
de Hipólito Yrigoyen, el parque nacional “Del Sud” (actual “Nahuel Huapi”) que abarca territorio
de las provincias de Neuquén y Río Negro, primer parque nacional de América Latina.

En el año 1934 se sanciona la ley 12.103, primera ley destinada a administrar los parques,
por la cual se creó la Dirección de Parques Nacionales primer como autoridad de aplicación (hoy
Administración Nacional de Parques) y el Parque Nacional Iguazú (Misiones). En 1970 se sanciona
la ley de Parques Nacionales, Monumentos Naturales y Reservas Nacionales (ley 18.594). En 1980
se sanciona la ley 22.351, creándose formalmente el Sistema de Áreas Protegidas, buscando mejorar
y afianzar la relación con las provincias y buscando estrategias de conservación conjunta.

La ley 22.351 regula la creación de los parques nacionales, monumentos naturales y


reservas nacionales, estableciendo que los motivos para la protección de áreas naturales deben ser la
riqueza escénica, la riqueza en flora o fauna autóctona, y/o interés científico determinado. Por otro
lado, los fines de la conservación y la protección son el interés educativo y científico, y el goce para
las generaciones presentes y futuras.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Para crear un área protegida se necesita la completa cesión de dominio y jurisdicción por
parte de las provincias a la Nación, sobre todo la jurisdicción (necesaria para que la Administración
Nacional de Parques pueda ejercer libre y plenamente el poder de policía y control dentro del
parque), ya que para el dominio hay otros medios (ej: la expropiación o la compra si es de un
privado). Si la tierra es fiscal se necesita la cesión por parte de la provincia a través de una ley
provincial, pudiéndose pactar previamente esas cuestiones en un convenio bilateral.

Categorías de áreas naturales. Son tres:

Artículo 4: Serán Parques Nacionales las áreas a conservar en su estado natural, que sean
representativas de una región fitozoogeográfica y tengan gran atractivo en bellezas escénicas o
interés científico, las que serán mantenidas sin otras alteraciones que las necesarias para asegurar su
control, la atención del visitante y aquellas que correspondan a medidas de Defensa Nacional
adoptadas para satisfacer necesidades de Seguridad Nacional. En ellos está prohibida toda
explotación económica con excepción de la vinculada al turismo.

Artículo 8: Serán Monumentos Naturales las áreas, cosas, especies vivas de animales o
plantas, de interés estético, valor histórico o científico, a los cuales se les acuerda protección
absoluta. Serán inviolables, no pudiendo realizarse en ellos o respecto a ellos actividad alguna, con
excepción de las inspecciones oficiales e investigaciones científicas permitidas por la autoridad de
aplicación, y la necesaria para su cuidado y atención de los visitantes.

Un ejemplo de monumento natural es la ballena franca austral.

Artículo 9: Serán Reservas Nacionales las áreas que interesan para: la conservación de
sistemas ecológicos, el mantenimiento de zonas protectoras del Parque Nacional contiguo, o la
creación de zonas de conservación independientes, cuando la situación existente no requiera o
admita el régimen de un Parque Nacional. La promoción y desarrollo de asentamientos humanos se
hará en la medida que resulte compatible con los fines específicos y prioritarios
enunciados. Artículo 10: En las Reservas Nacionales recibirán prioridad la conservación de la
fauna y de la flora autóctonas, de las principales características fisiográficas, de las bellezas
escénicas, de las asociaciones bióticas y del equilibrio ecológico.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

BOLILLA VII
1. Aguas. Dominio y jurisdicción sobre las aguas. Aguas públicas y privadas. Régimen legal.
Código de Aguas de la Provincia de Bs. As. Uso pecuario. Aguas subterráneas, régimen.

Concepto de agua. Desde un punto de vista científico, se trata de un compuesto incoloro,


inodoro e insípido, formado por dos moléculas de hidrógeno y una de oxígeno, presente en la
naturaleza en forma líquida (lluvias, mares), sólida (nieve, hielo) o gaseosa (vapor, humedad).

Según la ley 25.688 (2002) de “Presupuestos Mínimos Ambientales para la preservación,


aprovechamiento y uso racional del agua” o “Régimen de Gestión Ambiental de Aguas”, se
entiende por agua “aquella que integra el conjunto de cursos y cuerpos de agua naturales o
artificiales, superficiales y subterráneas, las contenidas en los acuíferos, ríos subterráneos y las
atmosféricas”.

Con respecto al régimen dominial de las aguas, el Código Civil de Vélez y el actual
C.C.C.N nos permiten clasificar a las aguas según sean de dominio público o de dominio privado.

Son de dominio público (conforme al artículo 235 C.C.C.N):

- Mar territorial
- Aguas interiores
- Bahías, ensenadas, golfos
- Ríos, estuarios, arroyos y demás aguas que corran por cauces naturales
- Lagos y lagunas navegables.
- Aguas subterráneas, sin perjuicio del derecho del propietario del fundo a extraer
aguas subterráneas en la medida de su interés y con sujeción a las disposiciones
locales.
- Glaciares.

Los bienes públicos del estado son inajenables, inembargables e imprescriptibles. Las
personas tienen su uso y goce, sujeto a las disposiciones locales . El carácter nacional, provincial o
municipal de los bienes públicos estarán determinados por la Constitución Nacional, las leyes
federales y el derecho público local.

Son de dominio privado de los particulares: las aguas que surgen en los terrenos de los
particulares. Los dueños del terreno pueden usar libremente de ellas, siempre que no formen cauce
Autor: Juan Francisco Gaimaro

natural. No se pueden utilizar en perjuicio de un tercero. Si forman un cauce natural, serán de


dominio público, y los particulares deben abstenerse de alterar los cursos de agua (conf. Art. 239
C.C.C.N).

Son de dominio privado del Estado: los lagos no navegables que carecen de dueño (conf.
Art. 236 C.C.C.N).

Normativa en la provincia de Buenos Aires: el Código de Aguas. Se sanciona en 1998 el


primer Código de Aguas en la provincia de Bs. As (ley 12.257), que pretendió contemplarlas en
forma integral, regulando la “protección, conservación y manejo del recurso hídrico” (art. 1). Deja,
correctamente, todo lo referido al régimen dominial y las restricciones al dominio a cargo del
Código Civil. Se ocupa del uso, cuidado, gestión, aprovechamiento del recurso y restricciones
administrativas.

Se crea la Autoridad de Aguas como “ente autárquico de derecho público y de naturaleza


interdisciplinaria” (art. 3). Contiene disposiciones además con respecto a la planificación
hidrológica (art. 5), inventario físico (art. 10), evaluación de impacto y auditorías para la realización
de obras (art. 93 y ss.), la confección de cartas hídricas para prevenir inundaciones (art. 6), declarar
vedas sanitarias en caso de corresponder para cuidar la salud pública (art. 7).

Aguas para uso pecuario. La Autoridad del Agua es la que regula su cantidad de uso a
través de resoluciones administrativas, conforme lo establece el Código:

Artículo 65: Será objeto de permiso de uso el agua destinada a abrevar (darles de beber) y
bañar ganado propio o ajeno en la cantidad que indique la Autoridad del Agua, la cual establecerá
asimismo la obligación o no de inscribirse en los registros respectivos.

Aguas subterráneas.

Artículo 83: Todos pueden por sí o autorizando a terceros explorar aguas subterráneas en
suelo propio, salvo prohibición expresa y fundada de la Autoridad del Agua. La exploración en
suelo ajeno o del dominio público o privado sólo podrá realizarse previa autorización expresa de la
Autoridad del Agua, quien notificará en forma fehaciente al titular del terreno la autorización
otorgada.

Cuando las tareas a desarrollar impliquen la ejecución de perforaciones, sean éstas de


cualquier diámetro o profundidad para estudio, extracción de agua, protección catódica o cualquier
otro fin, deberá solicitarse el correspondiente permiso de perforación.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

2. Cursos de aguas. Concepto. Elementos. Naturaleza jurídica. El cauce. Su limitación.


Fijación de la línea de ribera. Régimen legal. Propietarios ribereños: margen de los ríos y
canales navegables. Camino de sirga: concepto, delimitación. Régimen legal. Jurisprudencia.
Cauces abandonados. Dragados y corrección del curso. Ubicación de sedimentos sobre
propiedades ribereñas. Responsabilidad de los ribereños por accidentes ocurridos en cursos
de aguas públicos.

Cursos de aguas. Se denominan los caudales de agua, como son los ríos, arroyos y canales.
Pueden ser navegables o no. Son bienes de dominio público del Estado (naturaleza jurídica).

Cauce. Es el lecho del río, la superficie de tierra cubierta por las aguas, cuando esta circula
con su mayor caudal. El cauce de las corrientes naturales pertenece al dominio público.

Línea de Ribera. Fijación.

Artículo 18: La Autoridad del Agua fijará y demarcará la línea de ribera sobre el terreno, de
oficio o a instancia de cualquier propietario de inmuebles contiguos o de concesionario amparados
por el Código de Aguas.

Si la demarcación se realizare de oficio, será a cargo del Estado y si lo fuere a petición de


parte, a su exclusivo cargo.

Se considerará crecida media ordinaria a aquella que surja de promediar los máximos
registrados en cada año durante los últimos cinco años.

A falta de registros confiables se determinará conforme a criterios hidrológicos, hidráulicos,


geomorfológicos y estadísticos evaluados a la luz de una sana y actualizada crítica.

Cauce abandonado. Es el que queda cuando las aguas desvían su curso por cualquier
causa, es el cauce que ha quedado en seco. Quedan, en principio, de propiedad de los dueños de los
terrenos ribereños.

El camino de sirga. Concepto. Su naturaleza jurídica. Delimitación. Régimen y


jurisprudencia. Es aquel que deben dejar los propietarios ribereños a orillas de los ríos y canales,
para uso público y con fines navegables.

La denominación “camino de sirga”, proviene de las cuerdas conocidas como sirgas, con las
que se remolcaban los barcos desde la orilla, contra la corriente, por lo cual se necesitaba un espacio
en la orilla para efectuar esa tarea. Actualmente casi no se utilizan las sirgas o cuerdas pues existen
remolcadores.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Antiguamente la extensión de este camino era de 35 metros; con la sanción del C.C.C.N.
pasó a 15 metros, y está receptado en el art. 1974: “Camino de sirga. El dueño de un inmueble
colindante con cualquiera de las orillas de los cauces o sus riberas, aptos para el transporte por agua,
debe dejar libre una franja de terreno de quince metros de ancho en toda la extensión del curso, en
la que no puede hacer ningún acto que menoscabe aquella actividad. Todo perjudicado puede pedir
que se remuevan los efectos de los actos violatorios de este artículo”.

La naturaleza jurídica del camino de sirga constituye una restricción o limitación al


dominio, tal como se pronunció la Corte Suprema de Justicia de la Nación (fallo “Ferrando A. R. c/
De Urrierepon, J. B.”). Este criterio no es compartido por doctrinarios de la talla de Marienhoff,
Bielsa y Villegas, quienes sostienen que el camino de sirga es una servidumbre administrativa. Sin
ánimo de entrar en una discusión doctrinaria, lo cierto es que se encuentra regulado en el actual
C.C.C.N. en un capítulo denominado “Límites al dominio” y así también lo estuvo en el Código de
Vélez.

3. Canales. Concepto. Naturaleza jurídica. Dominio. Uso y goce. Deslinde con predios
colindantes. Mantenimiento y limpieza.

El término canal se utiliza para designar a aquellos conductos de agua estrechos por los
cuales se puede navegar o que pueden servir para redireccionar el curso de agua de otros espacios
naturales como el mar o el río.

Son siempre artificiales, ya que son creados por el hombre a partir de reglas de la hidrología
y de la ingeniería. Son bienes públicos del Estado.

Todo lo que falta de esta bolilla es porque no lo encontré ni en la bibliografía ni en la


legislación.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

BOLILLA VIII
1. Propiedad inmueble: propiedad de la tierra. Evolución histórica. La propiedad privada como
derecho natural. Posición de Santo Tomás de Aquino. Doctrina social de la iglesia.

La propiedad ha sido entendida, conforme el sentido que la ha dado la Corte Suprema de


Justicia al art. 17 de la C.N., como “todo aquello que el hombre pueda poseer fuera de sí mismo, de
su vida y de su libertad” (Caso “Bourdie”).

Otra acepción que tiene el término es como aquella que se refiera al derecho real de
dominio. Así se puede hablar de propiedad en sentido fundiario (inmueble), dominio mueble,
propiedad intelectual, etc.

En relación a la propiedad inmueble rural, ha existido una evolución terminológica y


conceptual de lo que se entiende por fundo. Vivanco dice que es “conjunto de bienes y servicios
agrarios que se asientan sobre un predio rural propio o ajeno y que se hallan organizados en función
de la producción agropecuaria, en cualesquiera de sus formas o especializaciones, y cuya dirección
la realiza un sujeto agrario”.

El Código Rural nos dice que es establecimiento rural “toda forma de explotación derivada
directa o indirectamente de la actividad rural, esté ubicado o no dentro de los ejidos urbanos y tenga
o no domicilio rural”.

La propiedad privada como derecho natural. Se la considera una prolongación de la


persona individual en el mundo material; sin ella el hombre no puede subsistir ni realizarse como
tal, ni tener una esfera jurídica propia y exclusiva. Cumple una doble función: garantizar la paz y el
orden social, y garantizar la libertad social del ser humano.

Para que la propiedad privada sea considerada derecho natural debe cumplir una función
social. No basta con la sola acumulación de propiedades por el hecho de tener propiedades, sino que
debe ser puesta al servicio de la comunidad.

La propiedad privada ha sido reconocida y protegida por la Doctrina Social de la Iglesia,


pero nunca la ha aceptado como un derecho absoluto e intocable, por lo que a lo largo de sus
enseñanzas ha alentado a reconocer la función social que la inviste. Considera que como derecho
Natural, el Estado lo que hace es reconocernos un derecho fundado en nuestra naturaleza y no en
una concesión suya.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Santo Tomás de Aquino no defendió sólo con argumentos bíblicos la posesión privada de
Bienes. Él, y la Escolástica en general, también la defendió desde un punto de vista económico: los
Bienes propios se usan mejor que aquéllos que se tienen en Propiedad común. Planteó que la
correcta interpretación cristiana de la actividad privada consiste -en pocas palabras- en no valorar
las riquezas más de lo que se valora a Dios. En este sentido, propuso que desde un punto de vista
moral, los cristianos no deben preocuparse de la existencia o inexistencia de bienes propios, sino de
cómo usarlos. Señaló que los Bienes privados son más productivos, ya que las personas cuidan más
lo propio.

2. Propiedad intelectual agraria. Su régimen legal. Ley de semillas y creaciones fitogénicas.


Regalías. Concepto. Sistema de regalía extendida, forma de percepción. Uso de semilla propia.
Excepción del agricultor.

La labor intelectual no sería, stricto sensu, actividad agraria, ya que no guarda relación con
el ciclo biológico; sin perjuicio de esto, a ciertos casos particulares de propiedad intelectual los
vamos a considerar agrarios en virtud de estar intrínsecamente vinculados con los llamados bienes
agrarios, los cuales son incluidos en la definición de Vivanco de Derecho Agrario.

Pastorino considera que no todo bien o invención agraria debe incluirse dentro del estudio
del derecho agrario (sin perjuicio de que éste luego se utilice en dicha actividad), sino que serán
incluidos cuando la particularidad del bien haga que sea necesario un régimen jurídico especial. Por
ejemplo, una cosechadora es un invento del hombre y queda protegido por las normas de
invenciones; es un bien agrícola, pero no fue necesario crear un régimen especial para proteger a su
creador, estamos en el campo del derecho comercial. Por el contrario, el régimen más conocido de
propiedad agraria por el momento es el de las obtenciones vegetales (la creación de nuevas
variedades de plantas a través de innovaciones en la misma planta) que por la particularidad de su
naturaleza viviente hizo que se genere un régimen distinto.

Régimen legal. La ley vigente en Argentina es la 20.247, denominada “Ley de Semillas y


Creaciones fitogenéticas”. Regula las semillas en cuanto lo referido a tales creaciones. El término
“fito” está vinculado al reino vegetal. Semilla es “toda estructura vegetal destinada a la siembra o
propagación” (art. 2), dando un definición legal más alejada de una concepción biológica y más
vinculada con la capacidad o efecto reproductivo, y englobando todo tipo de estructuras como
tallos, rizomas, esporas.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Por “creación fitogenética” se entiende cultivar por descubrimiento o aplicación de


conocimientos científicos para el mejoramiento de las plantas. Esta creación debe ser nueva (que no
haya otro creador), distinguible (diferente a otras variedades preexistentes), homogénea (que la
semilla no de ejemplares distintos) y estable (en relación al tiempo)”.

Esta ley tiene tres objetivos: la tutela de la propiedad intelectual, la tutela al agricultor-
consumidor y el fomento al desarrollo de nuevas tecnologías bajo un criterio de interés común e
incluso a veces de orden público (por ejemplo cuando los descubrimientos pueden tener una
aplicación en el campo de la salud o para garantizar la suficiencia alimentaria).

La inscripción de los bienes intelectuales agrarios se debe realizar en el “Registro


Nacional de la Propiedad de Cultivares” (prevista su creación en el art. 19 de la ley), el cual
depende de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (¿hoy, 2016, Ministerio de
Agroindustria?). Luego de todas las verificaciones realizables, se otorga un título de propiedad con
validez de 10 a 20 años (luego pasa a ser de uso público), el cual puede ser cedido o vendido a un
tercero; también se pueden otorgar licencias para su uso en determinadas regiones o países, o
simplemente aprovechar la nueva variedad haciéndola producir o vendiendo las semillas, etc.

Excepción del agricultor. Es un derecho del agricultor, previsto en el art. 27. Por este, el
agricultor no está lesionando el derecho de propiedad del inventor, cuando reserva y siembra
semilla para su propio uso, o usa o vende como materia prima o alimento obtenido del cultivo de tal
creación fitogenética.

Las semillas (conf. Art. 9) deben estar debidamente identificadas, donde cumple una
importante función el rotulado de las mismas, indicando una serie de requisitos previstos en dicho
artículo. Así se cumple la tutela de los agricultores, en cuantos usuarios de la semilla.

(Más información capítulo IV del Séptimo Módulo de Derecho Agrario de Pastorino).

3. La propiedad de la tierra agraria y las sociedades de capital. Planteo doctrinal. Propiedad


de la tierra y sociedades o personas extranjeras. Legislación vigente. Propiedad de la tierra y
régimen sucesorio.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

BOLILLA IX
1. Dominio agrario mueble: propiedad, enajenación y tránsito de semovientes. Disposiciones
del código civil y códigos rurales. Cuestión constitucional. Régimen actual. Registros.
Registración de más de una marca: efectos, importancia. Fuerza probatoria. Adquisición,
pérdida y transferencia de marcas y señales. Marcación y señalada. Requisitos. Organismos
de aplicación. Régimen legal. Equinos. Régimen legal (documento único equino). Equinos
pura sangre de carrera.

El caso de la propiedad del ganado es particular. Tanto por su calidad de cosa mueble
semoviente (según la clasificación del Código Civil), la cual hace que tengan autonomía tal de
poder liberarse del control y posesión de su propietario; como así también tener capacidad
reproductiva y dar lo que se comprende en nuestro derecho como “frutos”; también el hecho de
estar vivos, poder contraer y transmitir enfermedades y otros vicios que el derecho llama
“redhibitorios”; por estas cosas es que el ganado ha forzado un régimen especial.

En el caso del usufructo de ganado, el usufructuario debe compensar los animales que
perecieren con las crías que naciesen, tomando el ganado como una universalidad. Distinta solución
se toma en el caso de que los animales se entreguen individualmente considerados. Tampoco está
previsto expresamente una solución para el caso de los ganados aportados como propios al
matrimonio. La jurisprudencia se basa en la naturaleza particular del ganado y lo sigue
considerando mayoritariamente como una “universalidad de hecho” (naturaleza jurídica).

Si bien se denominan cosas “semovientes”, se les aplica el régimen común de dominio de


las cosas muebles, por lo que la posesión de buena fe de una cosa mueble crea a favor del poseedor
la presunción de tener la propiedad de ella (posesión vale título), y el poder de repeler cualquier
acción de reivindicación, salvo que la cosa fuese robada o perdida. Por ejemplo, el sólo movimiento
o tránsito del animal que por su cuenta se pasa al fundo ajena o cuando no pueda demostrarse la
mala fe, se corre el riesgo de perder la propiedad.

Para contrarrestar esto, es que los Códigos Rurales comenzaron a contemplar una
institución de la época de la Conquista en la zona del virreinato del Río de La Plata: el sistema de
marcas como medio de identificación del ganado y forma de acreditar la propiedad del ganado. Acá
hay un choque de competencias y de gradación de las normas, ya que las disposiciones provinciales
no podrían ir en contra del Código de Fondo, materia exclusiva del Congreso de la Nación.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

La cuestión se resuelve en 1983, con la sanción de la ley 22.939 de “Marcas y Señales” y


sus posteriores modificaciones.

La marca es una impresión que se realiza sobre el animal; es un dibujo o diseño aplicado
por medio de hierro candente, de marcación en frío o cualquier otro medio autorizado por la
Secretaría de Agricultura y Ganadería que asegure su permanencia clara e indeleble. Este sistema es
aplicable al ganado considerado mayor: bovino (vacas, toros, bueyes) y el equino. Se debe marcar el
ganado mayor durante el primer año de vida del animal.

La señal consiste en un corte, incisión, perforación o grabación hecha a fuego en la oreja


del animal. Se aplica para el ganado considerado menor (ovino, porcino y cabrío). Se debe señalar
el ganado menor antes de llegar a los seis meses de edad.

La ley presume, salvo prueba en contrario, que quien tiene registrado a su nombre el diseño
de la marca o señal aplicado al animal es el propietario del mismo. La titularidad sobre una marca o
señal se prueba con el título que expide la autoridad provincial o con las constancias registrales.
También contempla otra presunción: las crías no marcadas o señaladas que se encuentren al pie de
la madre, salvo prueba en contrario, pertenecen al propietario de la misma. Si un animal está sin
marcar o ésta no es lo suficientemente clara, se aplica el régimen de las cosas muebles.

Las provincias son las que establecen los propios requisitos y formalidades para la
registración de las marcas, lo referido al tiempo de duración y condiciones para la prórroga o
pérdida. Algunos requisitos son que no pueden existir dos marcas iguales o que se puedan confundir
en una misma zona de la provincia o del territorio nacional.

¿Cómo se obtiene una marca? Se presenta una solicitud de marca nueva o renovación ante
la Dirección de Ganadería, junto con el pago de una tasa y constancia de CUIT. Una vez iniciado el
trámite, ese constatará de que no exista una marca igual (si existe, deberá modificarse para poder
registrarla). Si se aprueba, se entrega un boleto de marca, título que sirve como medio de prueba, el
cual durará 10 años, siendo renovable y transmisible por actos entre vivos.

Otros medios de identificación y prueba. La ley 26.478 del año 2009 introdujo la
posibilidad de reemplazar, en el caso del ganado porcino, la señal por otros medios alternativos,
como por ejemplo: la caravana (es un dispositivo que se coloca en la oreja), el tatuaje (impresión
hecha sobre la piel del animal de números y/o letras mediante el uso de puntas aguzadas, con o sin
tinta) y el implante (dispositivo electrónico de radiofrecuencia que se coloca en el interior del
animal). También se corrió el plazo de señalar a los porcinos, debiendo realizarse dentro de los
Autor: Juan Francisco Gaimaro

primeros 45 días (y no seis meses como el resto del ganado menor). Todas estas modificaciones
fueron impulsadas tras la denominada “gripe porcina”, por cuestiones sanitarias y para favorecer la
trazabilidad, permitiendo el seguimiento más detallado no sólo de la propiedad del ganado sino
también de otros datos como la vacunación. Se prevé que con el tiempo, y en forma gradual (por
cuestión de costos y adaptación de los productores), se introduzcan estos sistemas alternativos al
resto del ganado menor y mayor.

El caso de los animales de raza. Están sujetos a un régimen especial, un sistema de


identificación individual, debido a su valor y al uso generalmente destinado (competición en
torneos, venta de esperma, etc.), por lo que se le pone un cuidado y un sistema de custodia distinto,
corriendo riesgos distintos a los del ganado común.

La ley nacional establece en su art. 11 que “la propiedad de los ejemplares de raza se
probará por el respectivo certificado de inscripción en los registros genealógicos y selectivos
reconocidos […]”. La mayoría de los principales registros genealógicos son propiedad, desde hace
más de un siglo, de la Sociedad Rural Argentina. Sin perjuicio de esto, el art. 6 dispone que en los
ejemplares de pura raza la marca y señal pueda ser reemplazada por tatuajes o reseñas. Pastorino
entiende que el sistema de registros genealógicos es facultativo, pudiendo optar el propietario por
uno u otro sistema.

Los equinos y el Documento Único Equino (DUE) en la provincia de Buenos Aires. En


2007 se publicó la ley 13.627, la cual implementa un nuevo sistema para la identificación
individual, control sanitario y tránsito de caballos en el ámbito de la provincia. Pastorino considera
que esta ley reemplaza las guías de tránsito previstas por ley 10.891 aunque no puede reemplazar, a
su juicio, el sistema de marcación previsto por la Ley Nacional de Marcas y Señales, como así
tampoco el reglamentado en el Código Rural, el cual sigue siendo obligatorio (salvo para los casos
comprendidos por la ley especial 20.378 para caballos de carrera de pura sangre).

La ley crea el Registro de Identificación Equino (art. 3), al cual delega en la reglamentación
la confección y uso del Documento Único Equino, del cual sólo indica que debe ser “individual,
único, inviolable y auditable” (art.4), manteniéndose necesario el certificado de adquisición.
También se prevé la promoción de algún tipo de acuerdo con el SENASA para poder certificar, a
través de este documento, el cumplimiento de las normas sanitarias, buscando que sea el único
documento necesario donde se concentren todas las constancias para la circulación del animal.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

La ley incluye a todos los caballos, sean de raza o no, sin hacer ningún tipo de distinciones,
tratando de lograr que su identificación sea a través de un sistema informático-electrónico. El DUE
debe ser una cartilla, la cual contará con las páginas y formato que establezca la autoridad de
aplicación (Ministerio de Asuntos Agrarios – Subsecretaría de Control Alimentario y Uso de los
Recursos Naturales; u organismo que lo reemplace), sin perjuicio de que un anexo de la ley se
incluye un modelo.

Esta cartilla o DUE debe contener: datos identificatorios del equino, sus características
físicas (tanto por escrito como dibujadas), fotos del equino en ambos perfiles, lugar para colocar el
troquel con el código del microchip que se les debe colocar, espacio para los datos del propietario y
médico veterinario, registro de bajas por muerte o faena, espacio para anotar las intervenciones
veterinarias, entre otros requisitos.

2. Enajenación y/o transferencia de semovientes. El certificado. Contenido. Características.


Formalización de la transferencia. Requisitos. Registración. Naturaleza jurídica del
certificado.

Los certificados de adquisición están regulados en la Ley de Marcas y Señales y son


medios o instrumentos para acreditar la transferencia de un animal, dado que la marca y señal sólo
prueban la propiedad originaria del animal, no la derivada.

Los códigos rurales a su vez reglaron la obligación de del enajenante de dar al adquirente un
certificado que acredite la operación, debiendo expresar datos como el nombre del comprador, el
número, la marca y señal, etc. Su naturaleza jurídica es la de un instrumento público, ya que debe
estar firmado y sellado por un oficial público competente, el cual “autenticará” el documento.

Requisitos. Debe contener:

- Nombre y apellido de las partes, junto con otros datos como el DNI

- Lugar y fecha de emisión

- Especificación del tipo de operación, matrícula de título de marca o señal,


diseño de estas o tatuaje en caso de animales de raza.

- Cantidad de animales comprendidos en la operación, sexo, especie.

- Firma del transmitente.


Autor: Juan Francisco Gaimaro

- Firma y sello del oficial público competente.

Los certificados vinieron a reemplazar el mecanismo que antiguamente se conocía como


“contramarca”, que consistía en imprimir en el animal la misma marca pero invertida, como
prueba de que ese animal ya no pertenecía a su propietario originario y que se había realizado una
transferencia sobre el mismo, realizando luego el adquirente su propia marca sobre el animal.

Formalización de la transferencia. Para la mayoría de los autores, la transferencia no se


perfecciona hasta el momento de la tradición, sin perjuicio del valor probatorio de los certificados.
La transmisión de ganado debe inscribirse registralmente.

3. Guías de tránsito de animales. Guías de cueros. Régimen legal. Transportistas.


Obligaciones. Responsabilidades […]

La Ley de Marcas y Señales regula también el instrumento de las guías de tránsito, el cual
sirve para acreditar la licitud del transporte. Es necesaria para la licitud del tránsito de ganado y
tratar de evitar el crecimiento cada vez mayor de delitos vinculados con el hurto y robo de ganado
(como por ejemplo el abigeato).

Según el art. 16 de la ley, para que el tránsito de ganado sea lícito, se deben usar
obligatoriamente estas guías, las cuales cumplen la función similar a la de un “pasarte del animal”,
en la forma que establezcan las disposiciones locales de cada provincia.

En la provincia de Buenos Aires están reguladas por una ley provincial del año 1990, la ley
10.891 de “Guía Única para el Tránsito de Ganado”. Entre algunos requisitos y obligaciones para
los transportistas, se establecen:

- Tener las puertas del camión precintadas con precintos numerados y de colores
determinados, los cuales van a ser otorgados por la autoridad municipal.

- Cargar la hacienda y colocar los precintos controlando que el número de estos


coincida con el que figura en la guía de tránsito.

- Los transportistas deben anotar en la guía sus datos personales (nombre,


apellido, DNI, número de licencia de conducir) y los del camión y acoplados,
como así firmarla.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

- Entrega de la guía y los precintos al destinatario; la policía local debe hacer un


control de que no falten animales y/o que se sean los correctos, y luego
acreditar en la guía que el traslado fue cumplido.

- Los camiones deben tener en ambos lados visible el nombre del partido donde
están ubicados, como así también llevar en el techo de la cabina el número de
catastro del partido donde esté radicado, a fines de poder controlarlo por aire.

- Si por motivos de fuerza mayor (como muerte o lastimaduras de los animales,


choque, etc.) debe romper los precintos, debe hacer la denuncia en el puesto
policial más cercano, donde se pondrán nuevos precintos.

- El transporte de equinos para eventos deportivos no se debe precintar.

- El incumplimiento de las disposiciones de la ley hace aplicable el régimen de la


Ley de Faltas Agrarias.

Animales perdidos y orejanos. Todo aquel que encontrase en su campo animales ajenos,
que no sean de sus colindantes, está obligado a dar aviso a la autoridad local, dentro del término de
ocho días.

Se trata de ubicar a los propietarios. Si no se ubican, el Intendente o Jefe político del


departamento hará publicar por quince días, distintos avisos en los diarios (uno de la Capital y otro
de Rosario) los cuales llevarán el diseño de la marca y la inscripción de la señal.

La última instancia es el remate público, realizado por el Juez de Paz.

Animales invasores. El dueño de una propiedad rural, aunque no estuviese cercada, que
encontrase animales sueltos, debe dar parte a la autoridad administrativa más inmediata. El
procedimiento es similar al de los animales perdidos.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

BOLILLA X
1. Sanidad. Facultades nacionales y provinciales en cuanto al poder de policía sanitario.
Régimen legal. Debate. Jurisprudencia. Antecedentes normativos. Códigos Rurales. Sanidad
Animal. Enfermedades comprendidas. Obligaciones y derechos. Procedimiento.
Responsabilidad. Importación y exportación. Sanciones. Régimen de indemnizaciones.
Reclamo. Trámite procesal. Prescripción. Recursos. Autoridad de aplicación.

La sanidad, ya sea animal, vegetal o alimentaria, es natural o espontáneamente tratada bajo


la institución del poder de policía. De hecho, las leyes se refieren en innumerable cantidad de
oportunidades a la “policía sanitaria”. El poder de policía se va a introducir en el campo de la
limitación y la reglamentación de los derechos, en este caso el derecho de propiedad y del ejercicio
de toda actividad económica o industria lícita.

El Código Rural de la provincia de Buenos Aires en 1865 regló en el Título Tercero las
medidas a adoptarse ante enfermedades contagiosas, estableciendo que todo estanciero, labrador y
dueño de ganado, particularmente ovejuno, que vea o sospeche haber en él alguna peste o
enfermedad que sea o pueda ser contagiosa, debía rigurosamente comunicar el hecho a la autoridad
local, separar y conservar los animales sospechosos en corrales o potreros, y sepultar los animales
muertos.

Las normativas de los códigos provinciales fueron insuficientes y tras un arduo debate
parlamentario (el cual continúa hasta la actualidad, referido a a si es competente o no el Congreso
Nacional en materia sanitaria o si es facultad de las provincias por no ser una materia delegada) ,se
sanciona en 1900 la ley 3959 por la cual se encomendaba al P.E. Nacional la acción de defensa de
los ganados ante enfermedades contagiosas exóticas ya existentes en el país, las cuales debían ser
atacadas por el administrador central (hoy hablamos del SENASA) de conformidad a una
nomenclatura que debía realizar el P.E.

Sanidad animal. Enfermedades comprendidas. El Poder Ejecutivo es quien debe realizar


la nomenclatura de enfermedades contagiosas exóticas (foráneas) y epizootias ya existentes en el
país.

Obligaciones del productor. Las más fundamentales son aislar a los animales enfermos
(art. 6), destruir los despojos de los que murieran (art.5) y dar aviso a la autoridad (art. 4).
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Reclamos e Indemnizaciones. Se prevén indemnizaciones para los supuestos en que se


deban destruir animales, objetos o construcciones para evitar la propagación de la enfermedad, las
cuales consistirán en el valor de los bienes al momento de su eliminación, con la salvedad de que si
hay algo que se pueda aprovechar, se descontará ese valor. Se fija un plazo de caducidad de tres
meses para reclamar indemnización.

Esta indemnización se puede perder por no cumplir otras obligaciones de la ley como la
vacunación de los animales u otras reglamentaciones sanitarias, o en el caso de que el animal
igualmente hubiese muerto por la enfermedad.

Autoridad de aplicación. Es el SENASA, que es el Servicio Nacional de Sanidad y


Calidad Agroalimentaria, quien tiene amplias facultades para la eliminación y erradicación de
enfermedades, establecer zonas y fronteras epidemiológicas, fijar todas las medidas técnicas
apropiadas, inclusive el sacrificio de animales, ejercer la fiscalización higiénico-sanitaria de los
productos y subproductos de origen animal, el control de los establecimientos, solicitar órdenes de
allanamiento y requerir el auxilio de la fuerza pública, formular y recibir denuncias, etc.

Exportaciones e importaciones. Aplicación de la ley 3959 no sólo en los territorios


nacionales, sino también a las operaciones de exportación e importación de ganado, tráfico de
ganado de una provincia a otra.

Jurisprudencia. Fallos de la CSJN: “Frascalli, José v. SENASA s/ Acción de Amparo”;


“Ganaderos del Oeste S.A. s/ acción de amparo”; “Molinos Río de La Plata S.A. v. Prov. Bs As s/
acción declarativa”.

(Ver 10° Módulo, Capítulo I, pag. 661 de Pastorino, Leonardo Fabio, Derecho Agrario Argentino).

2. Sanidad vegetal: antecedentes normativos. Régimen legal: obligaciones y derechos.


Sanciones, régimen de indemnizaciones, procedimiento, prescripción, recursos. Autoridad de
aplicación. Sanidad de la fauna silvestre.

Los mismos debates contradictorios generados respecto a la competencia para legislar en


materia de sanidad animal, son igualmente aplicables a la sanidad vegetal, sin perjuicio de que ésta
última tuvo menor oposición en cuanto a los reparos constitucionales.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Actualmente, su régimen legal es el dec. Ley 6704/1963, aunque los antecedentes respecto
a la toma de medidas frente a plagas nos remonta a 1878 con la ley 2384 (lucha contra la filoxera en
el sector vitivinícola) y a 1898 con la sanción de la ley 3708 (lucha contra la langosta).

La ley delega en el P.E., al igual que en materia de sanidad animal, la facultad de establecer
cuáles son las plagas, es decir, microorganismos (infectación) u organismos (infestación) capaces de
invadir un cultivo y multiplicarse en él, y que son perjudiciales para la producción agrícola, y,
consecuentemente, qué métodos son los aconsejados para erradicarlas o controlarlas.

Obligaciones del productor. Comunicar a la autoridad la existencia de una plaga y tomar


medidas necesarias tanto en erradicación como en control de éstas. Si cumple estas obligaciones,
podrá ser pasible de una indemnización por los perjuicios ocasionados, salvo que sean inevitables
como consecuencia de la plaga.

Prohibiciones. Se prohíbe la importación, exportación y tránsito de vegetales, productos y


subproductos, tierras, abonos, envases o cualquier otro material que pueda tener una plaga, con el
objeto de erradicar su propagación.

Autoridad de aplicación. Es el SENASA, a través de la Dirección Nacional de Protección


Vegetal. Nuestro país, a su vez, ha creado el Sistema Nacional Argentino de Vigilancia y Monitoreo
de Plagas Agrícolas (Sinavimo).

3. Sanidad animal y vegetal. Régimen en la provincia de Buenos Aires. Derechos y


obligaciones. Autoridad Sanitaria. Sanciones. Indemnizaciones. Prescripción. Procedimientos.
Recursos. Jurisprudencia. Sanidad en carnes. Facultades nacionales y provinciales. Régimen
de aplicación.

En cuanto a la sanidad animal, para aquellas enfermedades no incluidas en la


nomenclatura del P.E., será de aplicación el Código Rural de la provincia de Bs. As, que contiene
una sección dedicada a la producción ganadera, donde se establece el interés público de la lucha
contra enfermedades infectocontagiosas, parasitarias, exóticas y enzoóticas.

Las indemnizaciones que pueden solicitar los propietarios de los animales, objetos o
construcciones que se hubiere ordenado destruir, están previstas en el código, cuyo monto será
establecido por el P.E. provincial en la suma que a su juicio considere como justa compensación,
Autor: Juan Francisco Gaimaro

sin perjuicio de los recursos judiciales que pudieran corresponderles. Si alguna parte del animal
fuese aprovechable, se descontará del valor.

La indemnización no procederá cuando no se hubiese cumplido las normas del código rural
o reglamentos sanitarios dictados o cuando la enfermedad fuese mortal.

Hay un plazo de 60 días para accionar, transcurrido, perderá el derecho.

La fiscalización sanitaria en la provincia de Buenos Aires la lleva la Dirección de


Ganadería, dependiente del Ministerio de Asuntos Agrarios.

En cuanto a materia de sanidad vegetal, también las normas están contenidas en el Código
Rural de la provincia de Buenos Aires. El P.E., a través de un organismo técnico competente,
enumerará las principales causas adversas a la vegetación y de estas sólo podrá declarar plagas
aquellos para cuyo control se determinen procedimientos técnicos, económicos y de eficacia
reconocida, a la par que excluye aquellas materias regladas por leyes nacionales en las que deberá
actuarse de conformidad a lo en ellas establecido.

Obligaciones. El Código obliga a los propietarios, arrendatarios, usufructuarios u ocupantes


de tierras fiscales o privadas a destruir dentro de los inmuebles las plagas declaradas por el
organismo competente, acción que deberá ser practicada sin derecho a retribución alguna,
mediante procedimientos idóneos y el empleo de medios y recursos conducentes a ese fin. También
se impone la obligación de notificar de inmediato la aparición de la plaga.

El P.E. podrá disponer la destrucción total o parcial de la vegetación y de sus partes, aun sin
previa declaración de plaga, cuando verifique la existencia de causas adversas y medien motivos de
interés general.

También quedan sujetas a control sanitario las personas que se dediquen a la cría, venta de
plantas o sus partes con fines de propagación, las que realicen trabajos de lucha contra las plagas
con fines de lucro y las que desarrollen actividades vinculadas con la sanidad vegetal cuya
autorización y registro considere el P.E., debiendo inscribirse en un registro especial.

Procedimiento. el organismo competente comprobare la existencia de plagas no sometidas


o controladas deficientemente, intimará a los responsables. Si no cumplen, podrá realizarlos por su
cuenta, con cargo a los responsables, sin perjuicio de la aplicación de pasibles sanciones. En caso de
haberse dispuesto la destrucción total o parcial de la vegetación, se podrá gozar de una
Autor: Juan Francisco Gaimaro

indemnización, la cual debe reclamarse en un plazo de 60 días (no se cobrará si hubiese sido
inevitable su destrucción por la plaga o si no se cumplieron las órdenes de lucha impartidas).

Autoridad de aplicación. La Dirección de Sanidad Vegetal, dependiente de la Dirección


Provincial de Agricultura del Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Bs. As.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

BOLILLA XI
1. Los contratos agrarios: Noción. Especialidad. Clasificación. A). Contratos Nominados:
Arrendamientos: Concepto. Destino. Plazos. Cesión, subarriendo y muerte del arrendatario.
Derechos y obligaciones de las partes. El orden público. Precio: su reajuste, cláusulas
prohibidas y cláusula mercancía. Causales de extinción. Aparcerías: Concepto. Plazos.
Derechos y obligaciones de las partes. Muerte, incapacidad o imposibilidad física del
aparcero. Distribución de los frutos: utilidades y pérdidas. Prescripción. Causales de
extinción. Clases: a). Aparcería agrícola. Concepto. Régimen legal; b). Medierías agrícolas y
pecuarias: Concepto. Régimen legal; c). Aparcería pecuaria: Concepto. Modalidades.
Distribución de utilidades. Plazo. Obligaciones y derechos. Disposición de los frutos y
productos. Causales de extinción.

Los contratos agrarios son aquellos cuya función es constituir y ejercer una empresa
agraria. Hasta la sanción del Código Civil de Vélez, el sector agropecuario regía sus relaciones a
través de los Usos y Costumbres, fuente importante en la materia, casi sin formalismos, forma de
vida de la gente de campo. Sin perjuicio de esto, con la sanción del Código no se soluciona la
cuestión de los contratos rurales, ya que Vélez consideró que la aplicación de los principios de la
locación civil sería suficiente.

Posteriormente se dictó en 1921 una ley de arrendamientos agrícolas, la ley 11.170, la cual
es derogada en 1932 por la ley 11.627. La ley que rige actualmente, con sus respectivas
modificaciones, es la ley 13.246 de 1948 de “Arrendamientos y Aparcerías Rurales”. Esta ley se
aplica a “todo contrato, cualquiera sea la denominación que las partes le hayan asignado y sus
distintas modalidades, siempre que conserve el carácter substancial de las prestaciones correlativas,
conforme a sus preceptos, y su finalidad agroeconómica” (art.1).

Contrato de arrendamiento.

ARTICULO 2° — Habrá arrendamiento rural cuando una de las partes se obligue a


conceder el uso y goce de un predio, ubicado fuera de la planta urbana de las ciudades
o pueblos, con destino a la explotación agropecuaria en cualesquiera de sus
especializaciones y la otra a pagar por ese uso y goce de un precio en dinero.

Plazo mínimo.

ARTICULO 4° — Los contratos a que se refiere el Artículo 2º tendrán un plazo


mínimo de tres (3) años. También se considerará celebrado por dicho término todo
Autor: Juan Francisco Gaimaro

contrato sucesivo entre las mismas partes con respecto a la misma superficie, en el
caso de que no se establezca plazo o estipule uno inferior al indicado.

No se considerará contrato sucesivo la prórroga que se hubiere pactado,


originariamente, como optativa por las partes.

Cesión, subarriendo y muerte del arrendatario.

ARTICULO 7° — El arrendatario no podrá ceder el contrato ni subarrendar, salvo


conformidad expresa del arrendador. Si ocurriere la muerte del arrendatario, será
permitida la continuación del contrato por sus descendientes, ascendientes, cónyuge o
colaterales hasta el segundo grado que hayan participado directamente en la
explotación, o su rescisión, a elección de éstos. La decisión deberá notificarse en
forma fehaciente al arrendador dentro de los treinta (30) días contados a partir del
fallecimiento.

Derechos y obligaciones de las partes.

ARTÍCULO 18: Son obligaciones del arrendatario y arrendador además de las


establecidas en el Código Civil:

Del arrendatario:

a) Dedicar el suelo a la explotación establecida en el contrato con sujeción a las leyes


y reglamentos agrícolas y ganaderos.

b) Mantener el predio libre de plagas y malezas si lo ocupó en esas condiciones y


contribuir con el cincuenta por ciento (50 %) de los gastos que demande la lucha
contra las mismas, si éstas existieran al ser arrendado el campo.

c) Conservar los edificios y demás mejoras del predio, los que deberán entregar al
retirarse en las mismas condiciones en que los recibiera, salvo los deterioros
ocasionados por el uso y la acción del tiempo.

Del arrendador:

d) Contribuir con el cincuenta por ciento (50 %) de los gastos que demande la lucha
contra las malezas y plagas si el predio las tuviera al contratar.

e) Cuando el número de arrendatarios exceda de veinticinco (25) y no existan escuelas


públicas a menor distancia de diez (10) kilómetros del centro del inmueble,
proporcionar a la autoridad escolar el local para el funcionamiento de una escuela que
cuente como mínimo un aula para cada treinta (30) alumnos, vivienda adecuada para
el maestro e instalación para el suministro de agua potable.

ARTICULO 19. — El abandono injustificado de la explotación por parte del


arrendatario o la falta de pago del precio del arrendamiento en cualquiera de los plazos
Autor: Juan Francisco Gaimaro

establecidos en el contrato, son causales que dan derecho al arrendador a rescindir el


contrato y exigir el desalojo del inmueble.

El incumplimiento de las obligaciones especificadas en los incisos a), b) y c) del


Artículo 18, facultará al arrendador para pedir su ejecución o la rescisión del contrato,
pudiendo reclamar los daños y perjuicios ocasionados.

El incumplimiento de la obligación especificada en el inciso d) del Artículo 18


facultará al arrendatario a compensar el crédito por las sumas invertidas con los
arrendamientos adeudados, sin perjuicio de la facultad de exigir su pago inmediato.

ARTICULO 20. —Vencido el término legal o el término pactado, si este último fuera
mayor, el arrendatario deberá restituir el predio sin derecho a ningún plazo
suplementario para el desalojo y entrega libre de ocupantes.

Aparcerías.

ARTICULO 21. — Habrá aparcería cuando una de las partes se obligue a entregar a
otra animales, o un predio rural con o sin plantaciones, sembrados, animales, enseres o
elementos de trabajo, para la explotación agropecuaria en cualesquiera de sus
especializaciones, con el objeto de repartirse los frutos.

Los contratos de mediería se regirán por las normas relativas a las aparcerías, con
excepción de los que se hallaren sometidos a leyes o estatutos especiales, en cuyo caso
les serán, asimismo, aplicables las disposiciones de esta ley, siempre que no sean
incompatibles con aquéllos.

Contratos de mediería. Es el contrato por el cual una parte (dador) se obliga a darle a la
otra (mediero) un predio rural, un conjunto de aninales, semillas o elementos de trabajo, ya sea en
forma independiente o en conjunto, para que realice la explotación agropecuaria, haciéndose cargo
los dos, en forma equivalente, de los gastos y dirección del negocio y repartiéndose por igual los
frutos y utilidades. Esto último es el rasgo distintivo que distingue estos contratos del de aparcería.

Obligaciones del aparcero y del dador.

ARTICULO 23. — Son obligaciones del aparcero y del dador:

Del aparcero:

a) Realizar personalmente la explotación, siéndole prohibido ceder su interés en la


misma, arrendar o dar en aparcería la cosa o cosas objeto del contrato;

b) Dar a la cosa o cosas comprendidas en el contrato el destino convenido o en su


defecto el que determinen los usos y costumbres locales, y realizar la explotación con
sujeción a las leyes y reglamentos agrícolas y ganaderos;
Autor: Juan Francisco Gaimaro

c) Conservar los edificios, mejoras, enseres y elementos de trabajo que deberá restituir
al hacer entrega del predio en las mismas condiciones en que los recibiera, salvo los
deterioros ocasionados por el uso y la acción del tiempo;

d) Hacer saber al aparcero dador la fecha en que se comenzará la percepción de los


frutos y separación de los productos a dividir, salvo estipulación o usos en contrario;

e) Poner en conocimiento del dador, de inmediato, toda usurpación o novedad dañosa


a su derecho, así como cualquier acción relativa a la propiedad, uso y goce de las
cosas.

Del aparcero dador:

f) Garantizar el uso y goce de las cosas dadas en aparcería y responder por los vicios o
defectos graves de las mismas;

g) Llevar anotaciones con las formalidades y en los casos que la reglamentación


determine. La omisión o alteración de las mismas constituirá una presunción en su
contra.

Pérdida de los frutos.

ARTICULO 24. — La pérdida de los frutos por caso fortuito o de fuerza mayor será
soportada por las partes en la misma proporción convenida para el reparto de aquéllos.

Rescisión como causal de extinción.

ARTICULO 25. — Cualquiera de las partes podrá pedir la rescisión del contrato y el
desalojo y/o entrega de las cosas dadas en aparcería si la otra no cumpliese las
obligaciones a su cargo.

En los casos de abandono injustificado de la explotación por el aparcero o si el


incumplimiento se refiriese a la entrega de la parte de los frutos que correspondan al
dador, éste tendrán derecho a exigir en juicio sumario el desalojo del predio y/o la
restitución de las cosas objeto del contrato.

ARTICULO 26. — Vencido el término legal o el término pactado, si este último


fuera mayor, regirá para las aparcerías en las que se conceda el uso y goce de un
predio rural, lo dispuesto en el artículo 20.

Muerte o incapacidad del aparcero.

ARTICULO 27. — El contrato de aparcería concluye con la muerte, incapacidad o


imposibilidad física del aparcero. — El contrato no terminará, salvo opción contraria
del aparcero, por muerte del dador o por enajenación del predio.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

De las aparcerías agrícolas.

ARTICULO 30. — Las partes podrán convenir libremente el porcentaje en la


distribución de los frutos. — Ninguna de las partes podrá disponer de los frutos sin
haberse realizado antes la distribución de los mismos, salvo autorización expresa de la
otra.

ARTICULO 32. — Prohíbase convenir como retribución el pago de una cantidad fija
de frutos o su equivalente en dinero.

ARTICULO 33. — El aparcero tendrá derecho para destinar sin cargo una parte del
predio para el asiento de la vivienda, pastoreo y huerta, en las proporciones que
determine la reglamentación según las necesidades en las distintas zonas
agroecológicas del país.

De las aparcerías pecuarias.

ARTICULO 34. — Cuando la cosa dada en aparcería fuese solamente animales, los
frutos y productos o utilidades se repartirán por mitades entre las partes, salvo
estipulación o uso contrario.

ARTICULO 35. — El dador de animales que sean objeto del contrato estará obligado
a mantener al aparcero en la posesión de los mismos y en caso de evicción a
substituirlos por otros.

El aparcero no responderá de la pérdida de animales producida por causas que no le


sean imputables, pero debe rendir cuenta de los despojos aprovechables.

ARTICULO 36. — Salvo estipulación en contrario ninguna de las partes podrá


disponer, sin consentimiento de la otra, de los animales dados en aparcería o de los
frutos y productos de los mismos.

ARTICULO 37. — Los contratos de aparcería pecuaria en los que no se conceda


además de los animales el uso y goce del predio necesario para la explotación, regirán
por el plazo que las partes convengan o en su defecto por el que determinen los usos y
costumbres locales.

ARTICULO 38. — Salvo estipulación o uso contrario, los gastos de cuidado u cría de
los animales correrán por cuenta del aparcero.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

2. Disposiciones comunes: Explotación irracional. Bienes inembargables e inejecutables.


Cláusulas nulas. Estipulaciones prohibidas. Mejoras: convención expresa, diferentes
circunstancias, normas aplicables. El orden público. Forma y prueba de los contratos. Orden
de prelación de normas para la interpretación de estos contratos. Cláusulas prohibidas.
Cláusulas nulas. Fianzas.

Explotación irracional.

ARTICULO 8° — Queda prohibida toda explotación irracional del suelo que origine
su erosión o agotamiento, no obstante cualquier cláusula en contrario que contengan
los contratos respectivos. En caso de violarse esta prohibición por parte del
arrendatario, el arrendador podrá rescindir el contrato o solicitar judicialmente el cese
de la actividad prohibida, pudiendo reclamar en ambos casos los daños y perjuicios
ocasionados. Si la erosión o agotamiento sobrevinieren por caso fortuito o fuerza
mayor, cualquiera de las partes podrá declarar rescindido el contrato.

Bienes inembargables e inejecutables.

ARTICULO 15. — Se declaran inembargables, inejecutables y no afectados al


privilegio del arrendador, los muebles, ropas y útiles domésticos del arrendatario; las
maquinarias, enseres, elementos y animales de trabajo, rodados, semillas y otros
bienes necesarios para la explotación del predio; los bienes para la subsistencia del
arrendatario y su familia durante el plazo de un (1) año, incluidos semovientes y el
producido de la explotación, dentro de los límites que reglamentariamente se fijen.

Los beneficios que acuerda este artículo no afectarán el crédito del vendedor de los
bienes declarados inembargables e inejecutables y no comprenderán a los
arrendatarios que sean sociedades de capital.

Cláusulas nulas.

ARTICULO 17. — Son insanablemente nulas y carecerán de todo valor y efecto las
cláusulas que obliguen a:

a) Vender, asegurar, transportar, depositar o comerciar los cultivos, cosechas,


animales y demás productos de la explotación con persona o empresa determinadas;

b) Contratar la ejecución de labores rurales, incluidos la cosecha y el transporte o la


adquisición o utilización de maquinarias, semillas y demás elementos necesarios para
la explotación del predio, o de los bienes de subsistencia con persona o empresa
determinadas;

c) Utilizar un sistema o elementos determinados para la cosecha o comercialización de


los productos o realizar la explotación en forma que no se ajuste a una adecuada
técnica cultural;
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Quedan excluidas de las precedentes prohibiciones los contratos en que sean parte
criaderos, semilleros o establecimientos multiplicadores de semillas selecta, sometidos
a fiscalización del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación.

Serán asimismo insanablemente nulas y carecerán de todo valor y efecto cualesquiera


cláusulas que importen la prorroga de jurisdicción o la constitución de un domicilio
especial distintos del real del arrendatario.

Estipulaciones prohibidas.

ARTICULO 42. — Prohíbase convenir como retribución, además de un porcentaje


fijo en la distribución de los frutos o suma determinada de dinero, un adicional a
abonarse en dinero o especie y de acuerdo con la cotización o la cantidad de frutos
obtenidos, o en trabajos ajenos a la explotación del predio arrendado a efectuarse bajo
la dependencia del arrendador por el arrendatario, aparcero o sus familiares.

Forma y prueba de los contratos.

ARTICULO 40. — Los contratos a que se refiere la presente ley deberán redactarse
por escrito. — Si se hubiese omitido tal formalidad, y se pudiere probar su existencia
de acuerdo con las disposiciones generales, se lo considerará encuadrado en los
preceptos de esta ley y amparado por todos los beneficios que ella acuerda. —
Cualquiera de las partes podrá emplazar a la otra a que le otorgue contrato escrito. —
El contrato podrá ser inscripto por cualquiera de las partes en los registros
inmobiliarios a cuyo efecto bastará que el instrumento tenga sus firmas certificadas
por escribano, juez de paz u otro oficial público competente.

Orden de prelación de las normas para su interpretación.

ARTICULO 41. — En los contratos a que se refiere la presente ley se aplicarán en el


orden siguiente:

a) Las disposiciones de la presente ley.

b) Los convenios de las partes.

c) Las normas del Código Civil, en especial las relativas a la locación.

d) Los usos y costumbres locales.

Plazo máximo de los contratos.

ARTICULO 45. — Los contratos en los cuales el arrendatario o aparcero se obligue a


realizar obras de mejoramiento del predio tales como plantaciones, obras de desmonte,
irrigación, avenamiento que retarden la productividad de su explotación por un lapso
superior a dos (2) años, podrán celebrarse hasta por el plazo máximo de veinte (20)
años.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

El orden público. Los preceptos de esta ley son de orden público, sus beneficios son
irrenunciables, y son insanablemente nulos y carentes de todo valor cualesquiera cláusulas o pactos
en contrario o actos realizados en fraude a la misma.

3. Contratos accidentales: Contratos hasta dos cosechas. Contrato de pastoreo.


Características. Plazos. Precios. Calificación y homologación. Multa.

Los encontramos en el art. 39 de la Ley de Arrendamientos, el cual dice que quedan


excluidos de las disposiciones de esta ley:

a) Los contratos en los que se convenga, por su carácter accidental, la realización de hasta
dos (2) cosechas, como máximo, ya sea a razón una (1) por año o dentro de un mismo año agrícola,
cuando fuera posible realizarla sobre la misma superficie, en cuyo caso el contrato no podrá exceder
el plazo necesario para levantar la cosecha del último cultivo.

b) Los contratos en virtud de los cuales se concede el uso y goce de un predio con destino
exclusivo para pastoreo, celebrados por un plazo no mayor de un (1) año.

“En caso de prórroga o renovación entre las mismas partes y sobre la misma superficie,
mediante la cual se totalicen plazos mayores que los establecidos en el presente artículo, o cuando
no haya transcurrido por lo menos el término de un (1) año entre el nuevo contrato y el vencimiento
del anterior, se considerará incluido el contrato en las disposiciones de esta ley.”

“La calificación y homologación del contrato será efectuada a pedido de parte por la
autoridad judicial competente, debiendo expedirse simultáneamente el correspondiente testimonio.
— Al vencimiento del contrato la presentación de dicho testimonio ante la autoridad judicial
competente será título suficiente para que se ordene la inmediata desocupación del inmueble por el
procedimiento de ejecución de sentencia vigente en la jurisdicción respectiva. — Además de
ordenar la desocupación, dicha autoridad a pedido de parte impondrá al contratista que no haya
desocupado el predio una multa equivalente al cinco por ciento (5 %) diario del precio del
arrendamiento a favor del propietario, por cada día de demora en la restitución del inmueble hasta
su recepción libre de ocupantes por parte del propietario. — En caso de que el contrato se presente
para su calificación hasta quince (15) días antes de la entrega del predio al contratista y la autoridad
Autor: Juan Francisco Gaimaro

judicial que intervenga no efectuare en ese lapso la calificación y homologación, se presumirá que
el contrato ha quedado calificado como accidental”.

CONTRATOS DE HASTA DOS COSECHAS. Los contratos hasta dos cosechas


pueden ser de cosecha única o de dos cosechas.

El contrato de cosecha única es aquel por el cual una de las partes entrega a la otra
un predio rural o porción de campo, para que la otra realice un cultivo agrícola, a cambio de
un precio en dinero o una participación en los frutos o utilidades al realizar la cosecha de
dicho cultivo.

Este contrato puede realizarse una sola vez, ya que de reiterarse entre las mismas partes y
por el mismo predio, se toma como una aparcería agrícola, cuyo plazo mínimo es de tres años.

El contrato por dos cosechas es aquel por el cual una de las partes le entrega a la otra un
predio o fracción de campo para que realice en él dos cosechas, a cambio de un precio en dinero o
en especies (frutos o utilidades), según lo pactado.

El plazo suele ser de uno o dos años, y esas dos cosechas pueden ser del mismo cultivo o de
diferentes (por ejemplo, trigo y maíz). Generalmente quien cultiva es la que se hace responsable de
sus maquinarias y demás equipos de trabajo.

CONTRATO DE PASTOREO. Es aquel por el cual una de las partes entrega a la otra un
predio rural o parte de un campo para que ésta lo use en forma exclusiva para alimentar a sus
animales, a cambio de un precio cierto en dinero y con plazo de no más de un año (sino se
consideraría arrendamiento rural, con plazo mínimo de tres años).

Suele usarse cuando el ganadero tiene una gran cantidad de animales y desea que coman en
otro campo. En cuanto al precio existe libertad en cuanto la forma de pago.

En cuanto a la responsabilidad, es responsable el dueño de los animales por sus animales


como por el predio o campo, el cual debe conservar en buen estado y así responder ante cualquier
daño causado por él o por sus dependientes.

En caso de vencimiento del contrato, el dueño del inmueble puede pedir el desalojo
inmediato, más una multa del 5% del alquiler por cada día de demora.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

CONTRATO DE PASTAJE. Es también denominado contrato de pasturaje o pensión de


animales. Si bien no está nombrado específicamente dentro de la ley, es aceptado por la doctrina.

Es el contrato por medio del cual una de las partes (dador de pastaje) recibe animales de la
otra (tomador de pastaje) para alimentarlos con pasto de su campo, a cambio de un precio en dinero
por dicha alimentación (o sea, por cabeza de ganado alimentado) en el tiempo que dure dicho
contrato.

Diferencia con el contrato de pastoreo. Si bien en ambos contratos la finalidad es darle de


pastar a los animales, en el pastoreo se otorga la tenencia del campo en donde está el pasto, para que
los animales así se puedan alimentar; mientras que en el pastaje, no se da el uso y goce del campo
sino que se comercializa el pasto contenido en él.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

BOLILLA XII
1. Contrato laboral agrario. Ámbito de aplicación. Concepto. Disposiciones generales de la ley
laboral agraria. Actividades incluidas y excluidas. Contratistas, subcontratistas y cesionarios.
Solidaridad. Modalidades contractuales del Trabajo Agrario. Jornadas. Descanso semanal.
Vacaciones. Remuneración. Horas extraordinarias. Estabilidad. Suspensión por graves
contingencias. Poder disciplinario. Extinción del contrato: Causales. Preaviso. Ocupación de
vivienda. Seguridad. Riesgos, Seguridad Social. Accidentes de Trabajo y Enfermedades
Profesionales. Órganos. Prescripción. Privilegios: Irrenunciabilidad. Autoridad de Aplicación
y otras.

2. Libreta del Trabajador Rural: Concepto. Atributos de la Libreta. Definición de trabajador


y empleador rural. Obligaciones del empleador y del trabajador. Registro Nacional de
Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA). Objeto. Atribuciones. Recursos.
Sanciones. Sistema Integral de Prestaciones por Desempleo. Régimen legal.

Todo lo que se pide en los dos primeros puntos de la bolilla está en la ley 26.727 de Trabajo
Agrario del año 2011.

TRABAJO AGRARIO

Ley 26.727

Apruébase el Régimen de Trabajo Agrario.

Sancionada: Diciembre 21 de 2011

Promulgada: Diciembre 27 de 2011

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza
de Ley:

REGIMEN DE TRABAJO AGRARIO

TITULO I

DISPOSICIONES GENERALES

ARTICULO 1º — Ley aplicable. La presente ley regirá el contrato de trabajo agrario y los derechos y
obligaciones de las partes, aun cuando se hubiere celebrado fuera del país, siempre que se ejecutare en el
territorio nacional.

ARTICULO 2º — Fuentes de regulación. El contrato de trabajo agrario y la relación emergente del mismo se
regirán:

a) Por la presente ley y las normas que en consecuencia se dictaren;

b) Por la Ley de Contrato de Trabajo 20.744 (t.o. 1976), sus modificatorias y/o complementarias, la que será
de aplicación en todo lo que resulte compatible y no se oponga al régimen jurídico específico establecido en
la presente ley;
Autor: Juan Francisco Gaimaro

c) Por los convenios y acuerdos colectivos, celebrados de conformidad con lo previsto por las leyes 14.250
(t.o. 2004) y 23.546 (t.o. 2004), y por los laudos con fuerza de tales;

d) Por las resoluciones de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) y de la Comisión Nacional de
Trabajo Rural aún vigentes;

e) Por la voluntad de las partes; y

f) Por los usos y costumbres.

ARTICULO 3º — Exclusiones. Este régimen legal no se aplicará:

a) Al personal afectado exclusiva o principalmente a actividades industriales, comerciales, turísticas, de


transporte o servicios, aunque se desarrollaren en empresas o establecimientos mixtos, agrario-industriales
o agrario-comerciales o de cualquier otra índole;

b) A los trabajadores que fueren contratados para realizar tareas ajenas a la actividad agraria;

c) Al trabajador del servicio doméstico regulado por el decreto 326/56, o el que en un futuro lo reemplace,
en cuanto no se ocupare para atender al personal que realizare tareas agrarias;

d) Al personal administrativo de los establecimientos;

e) Al personal dependiente del Estado nacional, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, provincial o
municipal;

f) Al trabajador ocupado en tareas de cosecha y/o empaque de frutas, el que se regirá por la ley 20.744 (t.o.
1976), sus modificatorias y/o complementarias, salvo el caso contemplado en el artículo 7°, inciso c) de esta
ley; y

g) A los trabajadores comprendidos en convenciones colectivas de trabajo con relación a las actividades
agrarias incluidas en el régimen de negociación colectiva previsto por la ley 14.250 (t.o. 2004) con
anterioridad a la entrada en vigencia del Régimen Nacional de Trabajo Agrario, aprobado por la ley de facto
22.248.

ARTICULO 4º — Condiciones pactadas en los convenios y acuerdos colectivos de trabajo. Los convenios y
acuerdos colectivos que se celebren en el marco de las leyes 14.250 (t.o. 2004) y 23.546 (t.o. 2004),
establecerán su ámbito de aplicación tanto personal como territorial y su modo de articulación, teniendo en
consideración las características propias de los distintos sectores, ramas y áreas geográficas que comprende
la actividad agraria.

ARTICULO 5º — Actividad agraria. Concepto. A los fines de la presente ley se entenderá por actividad
agraria a toda aquella dirigida a la obtención de frutos o productos primarios a través de la realización de
tareas pecuarias, agrícolas, forestales, hortícolas, avícolas, apícolas u otras semejantes, siempre que éstos
no hayan sido sometidos a ningún tipo de proceso industrial, en tanto se desarrollen en ámbitos rurales.

ARTICULO 6º — Ambito rural. Definición. A los fines de la presente ley, se entenderá por ámbito rural aquel
que no contare con asentamiento edilicio intensivo, ni estuviere efectivamente dividido en manzanas, solares
o lotes destinados preferentemente a residencia y en el que no se desarrollaren en forma predominante
actividades vinculadas a la industria, el comercio, los servicios y la administración pública. Sólo a los efectos
de esta ley, se prescindirá de la calificación que efectuara la respectiva autoridad comunal.

ARTICULO 7º — Actividades incluidas. Estarán incluidas en el presente régimen siempre que no se realicen
en establecimientos industriales y aun cuando se desarrollen en centros urbanos, las siguientes tareas:

a) La manipulación y el almacenamiento de cereales, oleaginosos, legumbres, hortalizas, semillas u otros


frutos o productos agrarios;

b) Las que se prestaren en ferias y remates de hacienda; y

c) El empaque de frutos y productos agrarios propios.

ARTICULO 8º — Orden público. Alcance. Nulidad. Todas las disposiciones que se establecen en la presente
ley, en los convenios y acuerdos colectivos que se celebren en el marco de las leyes 14.250 (t.o. 2004) y
23.546 (t.o. 2004), y en las resoluciones de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) y de la
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Comisión Nacional de Trabajo Rural vigentes, integran el orden público laboral y constituyen mínimos
indisponibles por las partes.

En ningún caso podrán pactarse condiciones o modalidades de trabajo menos favorables para el trabajador
que las contenidas en la presente ley, en los convenios y acuerdos colectivos que se celebren en el marco de
las leyes 14.250 (t.o. 2004) y 23.546 (t.o. 2004), y en las resoluciones de la Comisión Nacional de Trabajo
Agrario (CNTA) y de la Comisión Nacional de Trabajo Rural vigentes. Esas estipulaciones serán nulas y
quedarán sustituidas de pleno derecho por las disposiciones de esta ley y las demás normas que
correspondieren conforme lo establecido en el presente artículo.

El presente régimen prevalece de pleno derecho sobre todas las normas nacionales o provinciales cuyo
contenido se opusiere a sus disposiciones.

ARTICULO 9º — Condiciones más favorables. Los convenios y acuerdos colectivos que se celebren en el
marco de las leyes 14.250 (t.o. 2004) y 23.546 (t.o. 2004) y las resoluciones de la Comisión Nacional de
Trabajo Agrario (CNTA), que contengan normas más favorables para los trabajadores serán válidos y de
aplicación.

La normativa referida en el párrafo anterior, que reúna los requisitos formales exigidos por la ley y que
hubiera sido debidamente individualizada, no estará sujeta a prueba en juicio.

ARTICULO 10. — Aplicación analógica de las convenciones y acuerdos colectivos de trabajo y resoluciones
de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario. Su exclusión. Las convenciones colectivas de trabajo y las
resoluciones de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) no son susceptibles de aplicación extensiva
o analógica, pero podrán ser tenidas en consideración para la resolución de casos concretos según la
actividad o tarea del trabajador.

TITULO II

DEL CONTRATO DE TRABAJO AGRARIO EN GENERAL

ARTICULO 11. — Contrato de trabajo agrario. Definición. Habrá contrato de trabajo agrario, cualquiera sea
su forma o denominación, siempre que una persona física se obligue a realizar actos, ejecutar obras o
prestar servicios en el ámbito rural, mediante el pago de una remuneración en favor de otra y bajo su
dependencia, persiguiera ésta o no fines de lucro, para la realización de tareas propias de la actividad
agraria en cualquiera de sus especializaciones, tales como la agrícola, pecuaria, forestal, avícola, apícola,
hortícola u otras semejantes.

ARTICULO 12. — Contratación, subcontratación y cesión. Solidaridad. Quienes contraten o subcontraten


con terceros la realización de trabajos o servicios propios de actividades agrarias, o cedan, total o
parcialmente, a terceros el establecimiento o explotación que se encontrare a su nombre, para la realización
de dichas actividades, que hagan a su actividad principal o accesoria, deberán exigir de aquéllos el adecuado
cumplimiento de las normas relativas al trabajo y de las obligaciones derivadas de los sistemas de la
seguridad social, siendo en todos los casos solidariamente responsables de las obligaciones emergentes de la
relación laboral y de su extinción, cualquiera sea el acto o estipulación que al efecto hayan concertado.

Cuando se contraten o subcontraten, cualquiera sea el acto que le dé origen, obras, trabajo o servicios
correspondientes a la actividad normal y específica propia del establecimiento, y dentro de su ámbito, se
considerará en todos los casos que la relación de trabajo del personal afectado a tal contratación o
subcontratación está constituida con el principal.

La solidaridad establecida en el primer párrafo tendrá efecto aun cuando el trabajador demande
directamente al principal sin accionar contra el contratista, subcontratista o cesionario.

No resultará de aplicación el presente artículo a aquellos propietarios que den en arrendamiento tierras de su
titularidad que no constituyan establecimientos o explotaciones productivas, en los términos del artículo 5º
de la presente ley.

ARTICULO 13. — Empresas subordinadas o relacionadas. Solidaridad. Siempre que una o más empresas,
aunque tuviesen cada una de ellas personalidad jurídica propia, estuviesen bajo la dirección, control o
administración de otras, o de tal modo relacionadas que constituyan un grupo económico de cualquier
índole, de carácter permanente o transitorio, o para la realización de cualquiera de las actividades previstas
en los artículos 5º y 7º de la presente ley, serán, a los fines de las obligaciones contraídas por cada una de
ellas con sus trabajadores y con los organismos de seguridad social, solidariamente responsables.

ARTICULO 14. — Cooperativas de trabajo. Sin perjuicio de las facultades propias de la autoridad de
Autor: Juan Francisco Gaimaro

fiscalización pública en materia cooperativa, el servicio nacional de inspección de trabajo estará habilitado
para ejercer el contralor de las cooperativas de trabajo a los efectos de verificar el cumplimiento de las
normas laborales y de la seguridad social en relación con los trabajadores dependientes a su servicio, así
como a los socios de ella que se desempeñaren en fraude a la ley laboral.

Estos últimos serán considerados trabajadores dependientes de quienes contraten, subcontraten o cedieren
total o parcialmente trabajos o servicios que integren el proceso productivo normal y propio del
establecimiento a los efectos de la aplicación de la legislación laboral y de la seguridad social y serán
responsables con sus contratistas, subcontratistas o cesionarios del cumplimiento de las normas relativas al
trabajo y a la seguridad social.

Si en el ejercicio de sus funciones los servicios de inspección de trabajo comprobaren que se ha incurrido en
una desnaturalización de la figura cooperativa con el propósito de sustraerse, total o parcialmente, a la
aplicación de la legislación del trabajo, sin perjuicio del ejercicio de su facultad de constatar las infracciones
a las normas laborales y proceder a su juzgamiento y sanción, deberán denunciar esa circunstancia a la
autoridad específica de fiscalización pública a los efectos del artículo 101 y concordantes de la Ley de
Cooperativas 20.337, y sus modificatorias.

Las cooperativas de trabajo no podrán actuar en el ámbito de la presente ley como empresas de provisión de
trabajadores para servicios temporarios, ni de cualquier otro modo brindar servicios propios de las agencias
de colocación.

ARTICULO 15. — Empresas de servicios para la provisión de trabajadores temporarios. Prohibición. Se


prohíbe la actuación de empresas de servicios temporarios, agencias de colocación o cualquier otra empresa
que provea trabajadores para la realización de las tareas y actividades incluidas en la presente ley y de
aquellas que de cualquier otro modo brinden servicios propios de las agencias de colocación.

TITULO III

MODALIDADES CONTRACTUALES DEL TRABAJO AGRARIO

ARTICULO 16. — Contrato de trabajo agrario permanente de prestación continua. El contrato de trabajo
agrario se entenderá celebrado con carácter permanente y como de prestación continua, salvo los casos
previstos expresamente por esta ley. No podrá ser celebrado a prueba por período alguno y su extinción se
regirá por lo dispuesto en el Título XII de la ley 20.744 (t.o 1976) y sus modificatorias.

ARTICULO 17. — Contrato de trabajo temporario. Habrá contrato de trabajo temporario cuando la relación
laboral se origine en necesidades de la explotación de carácter cíclico o estacional, o por procesos
temporales propios de la actividad agrícola, pecuaria, forestal o de las restantes actividades comprendidas
dentro del ámbito de aplicación de la presente ley, así como también, las que se realizaren en ferias y
remates de hacienda.

Se encuentran también comprendidos en esta categoría los trabajadores contratados para la realización de
tareas ocasionales, accidentales o supletorias.

ARTICULO 18. — Trabajador permanente discontinuo. Cuando un trabajador temporario es contratado por
un mismo empleador en más de una ocasión de manera consecutiva, para la realización de tareas de
carácter cíclico o estacional o demás supuestos previstos en el primer párrafo del artículo 17, será
considerado a todos sus efectos como un trabajador permanente discontinuo. Este tendrá iguales derechos
que los trabajadores permanentes ajustados a las características discontinuas de sus prestaciones, salvo
aquellos expresamente excluidos en la presente ley.

El trabajador adquirirá los derechos que otorgue la antigüedad en esta ley a los trabajadores permanentes
de prestación continua, a partir de su primera contratación, si ello respondiera a necesidades también
permanentes de la empresa o explotación.

ARTICULO 19. — Trabajo por equipo o cuadrilla familiar. El empleador o su representante y sus respectivas
familias podrán tomar parte en las tareas que se desarrollaren en las explotaciones e integrar total o
parcialmente los equipos o cuadrillas.

Igual derecho asistirá al personal permanente sin perjuicio de las restricciones legales relativas al trabajo de
menores, encontrándose en tal supuesto sus familiares comprendidos en las disposiciones de la presente ley.

Cuando las tareas fueren realizadas exclusivamente por las personas indicadas en el primer párrafo del
presente artículo, no regirán las disposiciones relativas a formación de equipos mínimos o composición de
cuadrillas.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

En ningún caso podrán formar parte de los equipos, o las cuadrillas que se conformen, personas menores de
dieciséis (16) años.

ARTICULO 20. — Trabajador temporario. Indemnización sustitutiva de vacaciones. El trabajador temporario


deberá percibir al concluir la relación laboral, además del proporcional del sueldo anual complementario, una
indemnización sustitutiva de sus vacaciones equivalente al diez por ciento (10%) del total de las
remuneraciones devengadas.

ARTICULO 21. — Trabajador permanente discontinuo. Indemnización. Daños y perjuicios. El despido sin
justa causa del trabajador permanente discontinuo, pendientes los plazos previstos o previsibles del ciclo o
temporada en los que estuviere prestando servicios, dará derecho al trabajador, además de las
indemnizaciones previstas en el Título XII de la ley 20.744 (t.o. 1976) y sus modificatorias o las que en el
futuro las reemplacen, a la de daños y perjuicios provenientes del derecho común, la que se fijará en función
directa con los que justifique haber sufrido quien los alegue o los que, a falta de demostración, fije el juez o
tribunal prudencialmente, por la sola ruptura anticipada del contrato. La antigüedad se computará en función
de los períodos efectivamente trabajados.

En los casos del párrafo primero de este artículo, si el tiempo que faltare para cumplir el plazo del contrato
fuese igual o superior al que corresponda al de preaviso, el reconocimiento de la indemnización por daño
suplirá al que corresponde por omisión de éste, si el monto reconocido fuese también igual o superior a los
salarios del mismo.

ARTICULO 22. — Trabajador permanente. Indemnización mínima por antigüedad o despido. El trabajador
permanente en ningún caso podrá percibir como indemnización por antigüedad o despido un importe inferior
a dos (2) meses de sueldo, tomando como base la mejor remuneración mensual, normal y habitual
devengada durante el último año o durante el tiempo de prestación de servicios si éste fuera menor.

ARTICULO 23. — Modalidades especiales. La Comisión Nacional de Trabajo Agrario fijará las condiciones
generales de las modalidades contractuales previstas en la presente ley, en los convenios colectivos de
trabajo o en las resoluciones dictadas por aquélla.

TITULO IV

DE LA VIVIENDA, ALIMENTACION Y TRASLADO

ARTICULO 24. — Vivienda. Requisitos mínimos. La vivienda que se provea al trabajador deberá ser sólida,
construida con materiales adecuados que garanticen un adecuado estándar de confort y habitabilidad,
debiendo reunir los siguientes requisitos mínimos:

a) Condiciones de seguridad, higiene, abrigo y luz natural, debiendo garantizarse medidas de prevención y
saneamiento relativas a los riesgos sanitarios, epidémicos o endémicos según la zona de que se trate;

b) Ambientes con características específicas que consideren el tipo y el número de integrantes del núcleo
familiar, con separación para los hijos de distinto sexo mayores de ocho (8) años;

c) Cocina-comedor;

d) Dormitorios, en función de la cantidad de personas que la habiten;

e) Baño para cada grupo familiar, dotado de todos los elementos para atender las necesidades de higiene
básica de la familia y que deberá como mínimo contener: inodoro, bidet, ducha y lavabo; y

f) Separación completa de los lugares de crianza, guarda o acceso de animales, y de aquellos en que se
almacenaren productos de cualquier especie.

ARTICULO 25. — Infraestructura. La Comisión Nacional de Trabajo Agrario determinará las condiciones de
infraestructura que deberán respetar las viviendas que se provean a los trabajadores, observando los
requisitos previstos en el artículo anterior.

ARTICULO 26. — Empleador. Deberes específicos. El empleador deberá instrumentar las acciones
necesarias a fin de que la vivienda del trabajador se mantenga libre de malezas a su alrededor y se
encuentren controladas las fuentes de riesgos eléctricos y de incendios, así como la posibilidad de
derrumbes.

ARTICULO 27. — Alimentación. La alimentación de los trabajadores rurales deberá ser sana, suficiente,
Autor: Juan Francisco Gaimaro

adecuada y variada, según el área geográfica y la actividad que desarrollen.

Cuando a los trabajadores no les sea posible adquirir sus alimentos por la distancia o las dificultades del
transporte, el empleador deberá proporcionárselos en las condiciones establecidas en el artículo 39 de la
presente ley.

ARTICULO 28. — Agua potable. El empleador deberá suministrar agua apta para consumo y uso humano,
en cantidad y calidad suficiente, alcanzando esta obligación a su provisión en las viviendas de los
trabajadores y lugares previstos para el desarrollo de las tareas.

Todo establecimiento dispondrá de servicios sanitarios adecuados e independientes para cada sexo, en
cantidad suficiente y proporcional al número de personas que allí trabajen.

ARTICULO 29. — Penalidades. El incumplimiento por el empleador de los deberes previstos en los artículos
24, 26, 27 y 28 de la presente, lo hará pasible de las penalidades previstas en las normas vigentes que
sancionan las infracciones a la legislación laboral. Las obligaciones a cargo del empleador establecidas en las
disposiciones referidas precedentemente no serán compensables en dinero ni constituirán, en ningún caso,
remuneración.

ARTICULO 30. — Traslados. Gastos. Si el trabajador fuere contratado para residir en el establecimiento, el
empleador tendrá a su cargo el traslado de aquél, el de su grupo familiar y las pertenencias de todos ellos,
desde el lugar de contratación al de ejecución del contrato cuando se iniciare la relación y de regreso al
extinguirse el vínculo.

ARTICULO 31. — Obligación de proporcionar traslado. Supuesto. Cuando entre el lugar de prestación de las
tareas y el de alojamiento del trabajador mediare una distancia igual o superior a tres (3) kilómetros y no
existieren medios de transporte público, el empleador deberá proporcionar los medios de movilización
necesarios, los cuales deberán reunir los requisitos de seguridad que determinen las normas vigentes.

Los trabajadores rurales no podrán ser trasladados en camiones. Los vehículos a utilizarse deberán haber
sido construidos con destino al transporte de personas.

En caso de ser trasladados en vehículos de carga o en utilitarios, solamente podrán viajar en los lugares
diseñados para el traslado de personas.

La cantidad máxima de trabajadores que podrán viajar en cada vehículo estará determinada por la cantidad
de asientos fijos provistos, sea cual fuere la distancia a recorrer.

TITULO V

DE LA RETRIBUCION DEL TRABAJADOR AGRARIO

CAPITULO I

De la remuneración y su pago

ARTICULO 32. — Remuneraciones mínimas. Las remuneraciones mínimas serán fijadas por la Comisión
Nacional de Trabajo Agrario, las que no podrán ser inferiores al salario mínimo vital y móvil vigente. Su
monto se determinará por mes, por día y por hora.

De la misma manera se determinarán las bonificaciones por capacitación.

ARTICULO 33. — Formas de su determinación. El salario será fijado por tiempo o por rendimiento del
trabajo, y en este último caso por unidad de obra, comisión individual o colectiva, habilitación, gratificación o
participación en las utilidades e integrarse con premios en cualquiera de sus formas o modalidades,
correspondiendo en todos los casos abonar al trabajador el sueldo anual complementario.

El empleador podrá convenir con el trabajador otra forma de remuneración, respetando la mínima fijada.
Cuando el salario se determine por rendimiento del trabajo, el empleador estará obligado a garantizar la
dación de trabajo en cantidad adecuada, de modo de permitir la percepción de salarios en tales condiciones,
respondiendo por la supresión o reducción injustificada de trabajo.

ARTICULO 34. — Remuneración mínima por rendimiento del trabajo. Salario mínimo garantizado. La
remuneración por rendimiento del trabajo se determinará en la medida del trabajo que se haya efectuado,
pero en ningún caso podrá ser inferior, para una jornada de labor y a ritmo normal de trabajo, a la
remuneración mínima que la Comisión Nacional de Trabajo Agrario fije para la actividad y para esa unidad de
Autor: Juan Francisco Gaimaro

tiempo.

En los casos de actividades cuyas remuneraciones no hayan sido fijadas o actualizadas conforme lo previsto
en la presente ley, se aplicarán las dispuestas con carácter general.

La remuneración mínima sustituirá a la que por aplicación del sistema de rendimiento del trabajo pudiere
corresponder cuando el trabajador, estando a disposición del empleador y por razones no imputables al
primero, no alcanzare a obtener ese mínimo y aun cuando ello ocurriere a causa de fenómenos
meteorológicos que impidieren la realización de las tareas en la forma prevista o habitual.

ARTICULO 35. — Períodos de pago. El pago de las remuneraciones deberá realizarse en uno de los
siguientes períodos:

a) Al trabajador mensualizado, al vencimiento de cada mes calendario;

b) Al trabajador remunerado a jornal o por hora, por semana o quincena;

c) Al trabajador remunerado por rendimiento del trabajo, cada semana o quincena, respecto de los trabajos
concluidos en los referidos períodos, y una suma proporcional al valor del resto del trabajo realizado,
pudiéndose retener como garantía una cantidad que no podrá ser mayor a la tercera parte de aquella.

ARTICULO 36. — Lugar de pago. Los empleadores comprendidos en el presente régimen deberán abonar
las remuneraciones mediante depósitos en cuentas abiertas a nombre de cada trabajador en entidades
bancarias habilitadas por el Banco Central de la República Argentina en un radio de influencia no superior a
dos (2) kilómetros en zonas urbanas y a diez (10) kilómetros en zonas rurales, debiendo asegurar el
beneficio de la gratuidad del servicio para el trabajador y la no imposición de límites en los montos de las
extracciones. El trabajador podrá exigir que su remuneración le sea abonada en dinero efectivo en lugar de
hacerlo conforme al sistema previsto en el primer párrafo.

La Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) podrá, mediante resolución fundada, establecer excepciones
al sistema de pago de haberes previsto cuando, por las características del lugar de trabajo y las condiciones
particulares de contratación, el mismo resulte gravoso para el trabajador o de imposible cumplimiento para
el empleador.

ARTICULO 37. — Prohibición. Prohíbese el pago de remuneraciones mediante bonos, vales, fichas o
cualquier tipo de papel o moneda distinta a la de curso legal y corriente en el país.

ARTICULO 38. — Bonificación por antigüedad. Además de la remuneración fijada para la categoría, los
trabajadores permanentes percibirán una bonificación por antigüedad equivalente al:

a) Uno por ciento (1%) de la remuneración básica de su categoría, por cada año de servicio, cuando el
trabajador tenga una antigüedad de hasta diez (10) años; y

b) Del uno y medio por ciento (1,5%) de la remuneración básica de su categoría por cada año de servicio,
cuando el trabajador tenga una antigüedad mayor a los diez (10) años de servicios.

El trabajador que acredite haber completado los cursos de capacitación con relación a las tareas en las que
se desempeña, deberá ser retribuido con una bonificación especial acorde con el nivel obtenido, que será
determinada por la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA).

CAPITULO II

Prohibición de retenciones por mercaderías

ARTICULO 39. — Retenciones, deducciones y compensaciones. Prohibición. El empleador podrá expender a


su personal mercaderías, no pudiendo en ningún supuesto retener, compensar, descontar o deducir del
salario en forma directa el valor de las mismas. Para el expendio autorizado deberá observar las siguientes
condiciones:

a) Que la adquisición fuere voluntariamente solicitada por el trabajador;

b) Que el precio de las mercaderías producidas en el establecimiento fuere igual o inferior al corriente en la
zona y que sobre el mismo se acordare una bonificación especial al trabajador; y

c) Que el precio del resto de las mercaderías guarde razonable relación, a criterio de la autoridad de
Autor: Juan Francisco Gaimaro

aplicación de la presente ley, con los precios de mercado de la localidad más próxima.

TITULO VI

DE LA JORNADA DE TRABAJO Y EL DESCANSO SEMANAL

CAPITULO I

De la jornada

ARTICULO 40. — Determinación. Límites. La jornada de trabajo para todo el personal comprendido en el
presente régimen no podrá exceder de ocho (8) horas diarias y de cuarenta y cuatro (44) semanales desde
el día lunes hasta el sábado a las trece (13) horas.

La distribución de las horas de trabajo diarias y su diagramación serán facultad privativa del empleador,
debiendo respetar las correspondientes pausas para la alimentación y descanso de los trabajadores, según la
naturaleza de la explotación, los usos y costumbres locales; sin perjuicio de lo que pueda establecer al
respecto la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA).

La distribución semanal desigual de las horas de trabajo no podrá importar el establecimiento de una
jornada ordinaria diurna superior a nueve (9) horas.

ARTICULO 41. — Jornada nocturna. Jornada mixta. La jornada ordinaria de trabajo integralmente nocturna
no podrá exceder de siete (7) horas diarias ni de cuarenta y dos (42) horas semanales, entendiéndose por
tal la que se cumple entre las veinte (20) horas de un día y las cinco (5) horas del día siguiente.

Cuando se alternen horas diurnas con nocturnas se reducirá proporcionalmente la jornada en ocho (8)
minutos por cada hora nocturna trabajada o se pagarán los ocho (8) minutos en exceso como tiempo
extraordinario.

ARTICULO 42. — Horas extraordinarias. Límite. El número máximo de horas extraordinarias queda
establecido en treinta (30) horas mensuales y doscientas (200) horas anuales, sin necesidad de autorización
administrativa previa y sin perjuicio del debido respeto de las previsiones normativas relativas a jornada,
pausas y descansos.

CAPITULO II

Del descanso semanal

ARTICULO 43. — Prohibición de trabajar. Queda prohibida la ocupación del trabajador desde las trece (13)
horas del día sábado hasta las veinticuatro (24) del día siguiente, salvo cuando necesidades objetivas
impostergables de la producción o de mantenimiento lo exigieren. En tales supuestos, el trabajador gozará
de un descanso compensatorio dentro de los siete (7) días siguientes.

Estarán, asimismo, exceptuadas de la prohibición establecida en el primer párrafo del presente artículo,
aquellas tareas que habitualmente deban realizarse también en días domingo por la naturaleza de la
actividad o por tratarse de guardias rotativas entre el personal del establecimiento. En estos casos, el
empleador deberá otorgar al trabajador un descanso compensatorio de un (1) día en el curso de la semana
siguiente.

ARTICULO 44. — Mejores condiciones establecidas. Lo dispuesto en la presente ley en materia de jornada
laboral no afectará las mejores condiciones horarias pactadas por las partes o establecidas en resoluciones
de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) o de la Comisión Nacional de Trabajo Rural que se
mantuvieren vigentes.

TITULO VII

DE LA SEGURIDAD Y LOS RIESGOS EN EL TRABAJO

ARTICULO 45. — Higiene y seguridad. El trabajo agrario deberá realizarse en adecuadas condiciones de
higiene y seguridad a fin de evitar enfermedades profesionales o accidentes de trabajo.

El empleador deberá hacer observar las pausas y limitaciones a la duración del trabajo establecidas en esta
ley y demás normas reglamentarias o complementarias, y adoptar las medidas que según el tipo de trabajo,
la experiencia y la técnica sean necesarias para tutelar la integridad psicofísica y la dignidad de los
trabajadores, debiendo evitar los efectos perniciosos de las tareas penosas, riesgosas o determinantes de
vejez o agotamiento prematuro, así como también, los derivados de ambientes insalubres o ruidosos.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Asimismo, estará obligado a observar las disposiciones legales y reglamentarias pertinentes sobre higiene y
seguridad en el trabajo.

El trabajador podrá rehusarse a la prestación de trabajo, sin que ello le ocasione pérdida o disminución de la
remuneración, si el mismo le fuera exigido en transgresión a tales condiciones, siempre que exista peligro
inminente de daño o se hubiera configurado el incumplimiento de la obligación mediante constitución en
mora o si, habiendo el organismo competente declarado la insalubridad del lugar, el empleador no realizara
los trabajos o no proporcionara los elementos que dicha autoridad establezca.

ARTICULO 46. — Elementos de seguridad. Suministro por el empleador. Será obligación del empleador la
provisión de elementos de seguridad y protectores personales cuando por razones derivadas de las formas
operativas propias del trabajo, fuere necesario su uso.

Igual obligación le corresponde respecto de los elementos de protección individual cuando, el trabajador
realizare tareas a la intemperie, en caso de lluvia, terrenos anegados u otras situaciones similares, de
acuerdo a lo que dispusiere la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA).

Cuando el trabajador debiere realizar tareas peligrosas para su salud, el empleador deberá instruirlo sobre
las adecuadas formas de trabajo y suministrar los elementos de protección personal que fueren necesarios.

ARTICULO 47. — Limpieza de ropa de trabajo. Obligación del empleador. En aquellas tareas que impliquen
la realización de procesos o manipulación de sustancias tóxicas, irritantes o agresivas en cualquiera de sus
formas, la limpieza de la ropa contaminada estará a cargo del empleador.

ARTICULO 48. — Envases de sustancias tóxicas. Almacenamiento. Los envases que contengan o hubieran
contenido sustancias químicas o biológicas deberán ser almacenados en lugares especialmente señalizados.
El tratamiento de residuos peligrosos deberá efectuarse de conformidad con la normativa vigente y las
resoluciones que a tal efecto dicte la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) en consulta con los
organismos competentes.

ARTICULO 49. — Condiciones. La Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) establecerá las condiciones
de higiene y seguridad que deberán reunir los lugares de trabajo, las maquinarias, las herramientas y demás
elementos de trabajo, sin perjuicio de lo previsto en la ley 24.557 y sus normas modificatorias y
complementarias, o las que en el futuro la reemplacen, y de la consulta que en esta materia deba realizar a
la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, en el marco de sus atribuciones.

TITULO VIII

DE LAS LICENCIAS

CAPITULO I

De las licencias en general

ARTICULO 50. — Aplicación de las licencias de la ley 20.744 (t.o. 1976) y sus modificatorias. Resultan de
aplicación a los trabajadores comprendidos en la presente ley las licencias previstas por la ley 20.744 (t.o.
1976) y sus modificatorias, sin perjuicio de las establecidas en el presente título y lo prescripto para los
trabajadores temporarios con relación a las vacaciones.

CAPITULO II

Licencias especiales

ARTICULO 51. — Licencia por maternidad. Personal temporario. El personal femenino temporario también
tendrá derecho a la licencia por maternidad, cuando esa licencia debiere comenzar durante el tiempo de
efectiva prestación de servicios y hubiere, en forma fehaciente, hecho la correspondiente denuncia al
empleador.

La trabajadora tendrá estabilidad en su empleo durante la gestación y hasta el vencimiento de la licencia por
maternidad, y gozará de las asignaciones que le confieren los sistemas de seguridad social, que garantizarán
a la misma la percepción de una suma igual a la retribución que corresponda al período de licencia legal y
del que exceda el tiempo de trabajo efectivo correspondiente a las labores para las que fuera contratada,
conforme lo determine la reglamentación que en consecuencia se dicte.

La violación de estos derechos obligará al empleador al pago de una indemnización, cuyo importe será
equivalente al que hubiere percibido la trabajadora hasta la finalización de dicha licencia.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

ARTICULO 52. — Licencia parental. Establécese para el personal permanente de prestación continua una
licencia con goce de haberes de treinta (30) días corridos por paternidad, la que podrá ser utilizada por el
trabajador de manera ininterrumpida entre los cuarenta y cinco (45) días anteriores a la fecha presunta de
parto y los doce (12) meses posteriores al nacimiento.

CAPITULO III

De los accidentes y de las enfermedades inculpables

ARTICULO 53. — Enfermedad y/o accidente. Aviso. En los casos de accidente o enfermedad inculpable,
salvo casos de fuerza mayor, el trabajador deberá dar aviso al empleador de la enfermedad o accidente y del
lugar en que se encontrare, en el transcurso de la primeras dos (2) jornadas de trabajo respecto de la cual
estuviere imposibilitado de concurrir por alguna de esas causas. Mientras no lo hiciere, perderá el derecho a
percibir la remuneración correspondiente, salvo que la enfermedad o accidente y la imposibilidad de avisar
resultaren inequívocamente acreditadas. Si el trabajador accidentado o enfermo permaneciere en el
establecimiento, se presumirá la existencia del aviso.

TITULO IX

PROHIBICION DEL TRABAJO INFANTIL Y PROTECCION DEL TRABAJO ADOLESCENTE

CAPITULO I

Edad mínima de admisión al empleo o trabajo

ARTICULO 54. — Prohibición del trabajo infantil. Queda prohibido el trabajo de las personas menores de
dieciséis (16) años en todas sus formas, exista o no relación de empleo, y sea aquél remunerado o no. La
inspección del trabajo deberá ejercer las funciones conducentes al cumplimiento de dicha prohibición.

CAPITULO II

Regulación del trabajo adolescente

ARTICULO 55. — Trabajo adolescente. Las personas desde los dieciséis (16) años y hasta los dieciocho (18)
años pueden celebrar contrato de trabajo con autorización de sus padres, responsables o tutores, conforme
lo determine la reglamentación que en consecuencia se dicte.

Si el adolescente vive independientemente de sus padres se presumirá la autorización.

ARTICULO 56. — Certificado de aptitud física. El empleador, al contratar trabajadores adolescentes, deberá
exigir de los mismos o de sus representantes legales, un certificado médico extendido por un servicio de
salud pública que acredite su aptitud para el trabajo, y someterlos a los reconocimientos médicos periódicos
que prevean las reglamentaciones respectivas.

ARTICULO 57. — Certificado de escolaridad. El empleador, al contratar al trabajador adolescente, deberá


solicitarle a él o a sus representantes legales el certificado de escolaridad previsto en el artículo 29 de la ley
26.206.

ARTICULO 58. — Trabajo en empresa de familia. Las personas mayores de catorce (14) años y menores de
dieciséis (16) años de edad podrán ser ocupados en explotaciones cuyo titular sea su padre, madre o tutor,
en jornadas que no podrán superar las tres (3) horas diarias, y las quince (15) horas semanales, siempre
que no se trate de tareas penosas, peligrosas y/o insalubres, y que cumplan con la asistencia escolar. La
explotación cuyo titular sea el padre, la madre o el tutor del trabajador menor que pretenda acogerse a esta
excepción a la edad mínima de admisión al empleo, deberá obtener autorización de la autoridad
administrativa laboral de cada jurisdicción. Cuando, por cualquier vínculo o acto, o mediante cualquiera de
las formas de descentralización productiva, la explotación cuya titularidad sea del padre, la madre o del tutor
se encuentre subordinada económicamente o fuere contratista o proveedora de otra empresa, no podrá
obtener la autorización establecida en esta norma.

ARTICULO 59. — Jornada. Trabajo nocturno. La jornada de trabajo prevista para el trabajo adolescente
deberá realizarse exclusivamente en horario matutino o vespertino y no podrá ser superior a seis (6) horas
diarias y a treinta y dos (32) horas semanales. La distribución desigual de las horas laborales no podrá
superar las siete (7) horas diarias. La autoridad administrativa laboral de cada jurisdicción podrá extender la
duración de la jornada de tareas hasta ocho (8) horas diarias y hasta cuarenta y cuatro (44) horas
semanales cuando razones excepcionales lo justifiquen, debiendo considerar en cada caso que la eventual
extensión horaria no afecte el derecho a la educación del trabajador adolescente.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

No se podrá ocupar a personas menores de dieciocho (18) años en trabajos nocturnos entendiéndose como
tal el comprendido entre las veinte (20) horas y las cinco (5) horas del día siguiente.

ARTICULO 60. — Prohibición de abonar salarios inferiores. Por ninguna causa podrán abonarse al
trabajador adolescente salarios inferiores a los que se fijen para el resto de los trabajadores agrarios, con
excepción de las reducciones que correspondan en razón de la duración de la jornada.

ARTICULO 61. — Licencias. Los trabajadores menores de dieciocho (18) años tendrán derecho al goce de
todas las licencias previstas en el Título VIII de la presente ley, en las condiciones allí establecidas.

ARTICULO 62. — Prohibición de trabajos peligrosos, penosos e insalubres. Queda prohibido ocupar
menores de dieciocho (18) años en los trabajos que revistieren carácter penoso, peligroso o insalubre,
conforme lo determinado por la reglamentación y las normas específicas en materia de trabajo infantil y
adolescente peligroso.

ARTICULO 63. — Accidente o enfermedad profesional. En caso de accidente de trabajo o de enfermedad


profesional de un trabajador adolescente, si se comprueba que su causa fuera alguna de las tareas
prohibidas a su respecto o efectuada en condiciones que signifiquen infracción a sus requisitos, se
considerará por ese solo hecho al accidente o a la enfermedad como resultante de la acción u omisión del
empleador, en los términos del artículo 1072 y concordantes del Código Civil, sin admitirse prueba en
contrario.

Si el accidente o enfermedad profesional obedecieren al hecho de encontrarse circunstancialmente el


trabajador en un sitio de trabajo en el cual fuere ilícita o prohibida su presencia, sin conocimiento del
empleador, éste podrá probar su falta de responsabilidad.

CAPITULO III

Prevención del trabajo infantil. Espacios de contención para niños y niñas.

ARTICULO 64. — Espacios de cuidado y contención. En las explotaciones agrarias, cualquiera sea la
modalidad de contratación, el empleador deberá habilitar espacios de cuidado y contención adecuados a fin
de atender a los niños y niñas a cargo del trabajador, durante todo el tiempo que dure la jornada laboral y
poner al frente de los mismos a personal calificado y/o con experiencia en el cuidado de la infancia.

Este servicio deberá atender a los niños y niñas que aún no han cumplido la edad escolar y también, en
contra turno, a los que asisten a la escuela hasta cubrir la jornada laboral de los adultos a cuyo cargo se
encuentren.

La reglamentación establecerá los requisitos mínimos que deberán cumplir los espacios de contención para
niños y niñas, así como la cantidad de trabajadores a partir de la cual se exigirá a los empleadores la
obligación establecida en el párrafo primero, teniendo en cuenta las particularidades locales y regionales y
las peculiaridades de la actividad agraria respectiva.

TITULO X

DE LA PROMOCION DEL EMPLEO DE LOS TRABAJADORES TEMPORARIOS

CAPITULO I

Del servicio público de empleo para trabajadores temporarios de la actividad agraria

ARTICULO 65. — Creación del servicio de empleo para trabajadores temporarios de la actividad
agraria. Créase el Servicio Público de Empleo para Trabajadores Temporarios de la Actividad Agraria, que
comprenderá a todos los trabajadores temporarios que desarrollen tareas en actividades de carácter cíclico o
estacional o aquéllas que por procesos temporales propios lo demanden.

ARTICULO 66. — Uso obligatorio del Servicio de Empleo para Trabajadores Temporarios de la Actividad
Agraria. El Servicio Público de Empleo para Trabajadores Temporarios de la Actividad Agraria será de
utilización obligatoria para los empleadores y funcionará en las gerencias de empleo y capacitación laboral
de la Dirección Nacional del Servicio Federal de Empleo de la Secretaría de Empleo del Ministerio de Trabajo,
Empleo y Seguridad Social. La reglamentación podrá establecer excepciones a la utilización obligatoria de
este servicio, sustituirlo o disponer mecanismos de promoción a favor de aquellos que lo utilicen.

ARTICULO 67. — Celebración de convenios. Autorízase a la Secretaría de Empleo del Ministerio de Trabajo,
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Empleo y Seguridad Social a celebrar convenios con los municipios a fin de implementar el Servicio Público
de Empleo para Trabajadores Temporarios de la Actividad Agraria en las respectivas jurisdicciones.

ARTICULO 68. — Facultades del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Facúltase al Ministerio
de Trabajo, Empleo y Seguridad Social para dictar las normas complementarias y aclaratorias que resulten
pertinentes.

CAPITULO II

De las bolsas de trabajo a cargo de las asociaciones sindicales

ARTICULO 69. — Bolsas de trabajo. Las bolsas de trabajo a cargo de las asociaciones sindicales de
trabajadores con personería gremial proveerán a los empleadores del personal necesario para la realización
de las tareas temporarias en las actividades contempladas en la presente ley, conforme las resoluciones que
a tal efecto dicte la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA).

Ello, sin perjuicio de la vigencia de las normas que actualmente prevén la obligatoriedad del uso de las
bolsas de trabajo para el ámbito rural en determinadas actividades y jurisdicciones.

ARTICULO 70. — Funcionamiento de las bolsas de trabajo. El funcionamiento de las bolsas de trabajo
referidas en el artículo anterior se ajustará a lo dispuesto por el presente régimen, sus normas
reglamentarias y las resoluciones dictadas por la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA).

ARTICULO 71. — Designación de veedores. Las entidades que agrupan a empleadores del sector rural, con
representación en la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), quedan facultadas a designar veedores
ante las bolsas de trabajo a cargo de las asociaciones sindicales de trabajadores con personería gremial.

La Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) establecerá la forma de designación y las funciones de los
mencionados veedores.

TITULO XI

DE LA CAPACITACION Y FORMACION PROFESIONAL

CAPITULO I

Responsabilidad de los empleadores

ARTICULO 72. — Derecho a la capacitación. Los trabajadores tendrán derecho a capacitarse con los
programas que se implementen, para un mayor desarrollo de sus aptitudes y conocimientos que atiendan a
una progresiva mejora de las condiciones y del medio ambiente de trabajo de la actividad productiva en la
que laboran.

ARTICULO 73. — Actividades específicas. Programas de capacitación. A los fines de promover la


capacitación y el desarrollo del personal se deberán desarrollar programas de tipo general destinados a cada
actividad específica, los cuales serán implementados en instituciones y/o por modalidades de formación
definidas al efecto, con el acuerdo de la asociación sindical con personería gremial de la actividad.

ARTICULO 74. — Formación. Acceso equitativo. Deberá garantizarse a todos los trabajadores el acceso
equitativo a la formación y/o certificación de competencias laborales, con independencia de su género,
categoría profesional, ubicación geográfica o cualquier otro parámetro. Las acciones formativas y/o de
evaluación de competencias se llevarán a cabo dentro o fuera del horario de trabajo, según las
características e implementación de aquéllas. En el caso de serlo dentro del horario de trabajo, el tiempo
durante el cual los trabajadores asistan a actividades formativas determinadas por la empresa, será
considerado como tiempo de trabajo a todos los efectos.

ARTICULO 75. — Calificación profesional. Certificación. En el certificado de trabajo previsto por el artículo
80 de la ley 20.744 (t.o. 1976) y sus modificatorias, que el empleador está obligado a entregar al momento
de extinguirse la relación laboral deberá constar la calificación profesional obtenida en el o los puestos de
trabajo desempeñados, hubiere o no realizado el trabajador actividades regulares de capacitación.

CAPITULO II

Responsabilidad del estado

ARTICULO 76. — Formación profesional. Capacitación. El Poder Ejecutivo Nacional, por intermedio del
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, arbitrará las medidas y recursos necesarios para concretar
Autor: Juan Francisco Gaimaro

una política nacional de capacitación técnica intensiva de los trabajadores agrarios, contemplando la
naturaleza de las actividades, las zonas en que éstas se realizaren, los intereses de la producción y el
desarrollo del país. A este efecto, el mencionado ministerio deberá impulsar la programación de cursos de
capacitación y de perfeccionamiento técnico.

ARTICULO 77. — Convenios. Facúltase al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social para concertar
con el Ministerio de Educación, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y organismos educacionales
técnicos, estatales o privados, convenios que aseguren el eficaz cumplimiento de los objetivos enunciados en
este capítulo.

TITULO XII

DEL REGIMEN DE SEGURIDAD SOCIAL

ARTICULO 78. — Beneficio jubilatorio. Los trabajadores incluidos en el ámbito de aplicación de la presente
ley tendrán derecho a la jubilación ordinaria con cincuenta y siete (57) años de edad, sin distinción de sexo,
en tanto acrediten veinticinco (25) años de servicios, con aportes.

ARTICULO 79. — Cómputo de los años de servicios. Cuando se hubieren desempeñado tareas en el ámbito
rural y alternadamente otras de cualquier naturaleza, a los fines de determinar los requisitos para el
otorgamiento de la jubilación ordinaria, se efectuará un prorrateo en función de los límites de edad y de
servicios requeridos para cada clase de tareas o actividades.

ARTICULO 80. — Contribución patronal. La contribución patronal respecto de las tareas a que se refiere la
presente ley será la que rija en el régimen común —Sistema Integrado Previsional Argentino—,
incrementada en dos puntos porcentuales (2%), a partir de la vigencia de la misma.

ARTICULO 81. — Reducción de aportes patronales. El empleador que contrate trabajadores temporarios y
permanentes discontinuos, gozará por el término de veinticuatro (24) meses, de una reducción del cincuenta
por ciento (50%) de sus contribuciones vigentes con destino al sistema de seguridad social.

Las condiciones que deberán cumplirse para el goce de este beneficio, así como los subsistemas objeto de la
reducción, serán fijadas por la reglamentación.

La reducción citada no podrá afectar el financiamiento de la seguridad social, ni los derechos conferidos a los
trabajadores por los regímenes de la seguridad social.

El Poder Ejecutivo Nacional, en base a las previsiones que efectuará el Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social, adoptará los recaudos presupuestarios necesarios para compensar o equilibrar la reducción
de que se trata, quedando facultado para prorrogar por única vez su vigencia por un lapso igual.

ARTICULO 82. — Aplicación ley 24.241. Para los supuestos no contemplados en el presente Título,
supletoriamente rige la ley 24.241, sus complementarias y modificatorias.

ARTICULO 83. — Acreditación de servicios rurales. Por vía reglamentaria se podrán reconocer los servicios
rurales contemplados en la presente ley, prestados con anterioridad a su vigencia, a través del
establecimiento de nuevos medios probatorios y sujeto a un cargo por los aportes omitidos, el que será
descontado en cuotas mensuales del haber obtenido al amparo de este régimen previsional.

TITULO XIII

DE LOS ORGANOS TRIPARTITOS DEL REGIMEN DE TRABAJO AGRARIO

CAPITULO I

De la Comisión Nacional de Trabajo Agrario

ARTICULO 84. — Comisión Nacional de Trabajo Agrario. Integración. La Comisión Nacional de Trabajo
Agrario (CNTA) será el órgano normativo propio de este régimen legal, la cual estará integrada por dos (2)
representantes titulares y dos (2) suplentes del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social; uno (1)
representante titular y uno (1) suplente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca; uno (1)
representante titular y uno (1) suplente del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas; dos (2)
representantes de los empleadores y dos (2) representantes de los trabajadores, cada uno de ellos con sus
respectivos suplentes.

La Presidencia de la Comisión se encontrará a cargo de uno (1) de los representantes del Ministerio de
Trabajo, Empleo y Seguridad Social. En caso de empate en las respectivas votaciones, el presidente tendrá
Autor: Juan Francisco Gaimaro

doble voto.

ARTICULO 85. — Sede. Asistencia. El organismo actuará y funcionará en sede del Ministerio de Trabajo,
Empleo y Seguridad Social, pudiendo constituirse en cualquier lugar del país cuando las circunstancias que
sus funciones específicas así lo requieran.

ARTICULO 86. — Designaciones. Los integrantes de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) serán
designados por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.

Los representantes de los empleadores y trabajadores serán designados a propuesta de las entidades más
representativas de cada uno de ellos.

Los representantes de los organismos estatales serán designados a propuesta de la máxima autoridad de
cada ministerio.

ARTICULO 87. — Duración en las funciones. Los integrantes de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario
(CNTA) durarán dos (2) años en sus funciones, pudiendo ser renovados sus mandatos a propuesta de cada
sector.

ARTICULO 88. — Asistencia legal y técnico administrativa. El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad
social tendrá a su cargo la asistencia legal y técnico administrativa necesaria para el funcionamiento de la
Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) para lo cual lo dotará de un presupuesto anual propio e
incluirá dentro de la estructura orgánica estable del ministerio las funciones de coordinación y asistencia que
le corresponden.

ARTICULO 89. — Atribuciones y deberes. Serán atribuciones y deberes de la Comisión Nacional de Trabajo
Agrario (CNTA):

a) Dictar su reglamento interno y organizar su funcionamiento;

b) Dictar el reglamento y organizar el funcionamiento de las comisiones asesoras regionales, determinando


sus respectivas jurisdicciones conforme a las características ecológicas, productivas y económicas de cada
zona;

c) Establecer las categorías de los trabajadores permanentes que se desempeñen en cada tipo de tarea,
determinando sus características, modalidades especiales, condiciones generales de trabajo y fijando sus
remuneraciones mínimas;

d) Establecer, observando las pautas de la presente ley, las modalidades especiales y las condiciones de
trabajo generales de las distintas actividades cíclicas, estacionales u ocasionales y sus respectivas
remuneraciones, con antelación suficiente al comienzo de las tareas, teniendo especialmente en cuenta las
propuestas remitidas por las comisiones asesoras regionales. Cuando correspondiere, determinará la
inclusión en las remuneraciones del sueldo anual complementario y vacaciones;

e) Tratar las remuneraciones mínimas de aquellas actividades regionales, cuando, vencido el plazo
establecido en el calendario de actividades cíclicas, las comisiones asesoras regionales no las hayan
acordado;

f) Determinar la forma de integración de los equipos mínimos o composición de cuadrillas para las tareas que
fueren reglamentadas, cuando resultare necesario;

g) Dictar normas sobre las condiciones mínimas a las que deberán ajustarse las prestaciones de alimentación
y vivienda a cargo del empleador teniendo en consideración las pautas de la presente ley y las
características de cada región;

h) Promover el cumplimiento de las normas de higiene y seguridad en el trabajo rural;

i) Aclarar las resoluciones que se dicten en cumplimiento de esta ley;

j) Asesorar a los organismos nacionales, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, provinciales, municipales o
autárquicos que lo solicitaren;

k) Solicitar de las reparticiones nacionales, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, provinciales,


municipales o entes autárquicos, los estudios técnicos, económicos y sociales vinculados al objeto de la
presente ley y sus reglamentaciones;
Autor: Juan Francisco Gaimaro

l) Intervenir en los conflictos colectivos de trabajo que se susciten entre las partes y actuar como árbitro
cuando de común acuerdo lo soliciten las mismas;

m) Celebrar acuerdos de cooperación con entidades públicas y privadas, tanto nacionales como
internacionales; y

n) Encarar acciones de capacitación de los actores sociales que negocian en las comisiones asesoras
regionales dependientes de la misma y de difusión de la normativa aplicable a los trabajadores
comprendidos en el ámbito de aplicación de la presente ley.

ARTICULO 90. — Composición de conflictos. Sin perjuicio de la competencia del Ministerio de Trabajo,
Empleo y Seguridad Social, la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) promoverá la aplicación de
mecanismos de composición de conflictos colectivos, instando a negociar conforme el principio de buena fe.

Este principio importa para las partes los siguientes derechos y obligaciones:

a) La concurrencia a las negociaciones y a las audiencias citadas en debida forma;

b) La realización de las reuniones que sean necesarias, en los lugares y con la frecuencia y periodicidad que
sean adecuadas;

c) La designación de negociadores con idoneidad y representatividad suficientes para la discusión del tema
que se trata;

d) El intercambio de la información necesaria a los fines del examen de las cuestiones en debate;

e) La realización de los esfuerzos conducentes a lograr acuerdos que tengan en cuenta las diversas
circunstancias del caso;

f) La obligación de abstenerse de realizar durante el transcurso del proceso de negociación del conflicto,
cualquier acción por medio de la cual se pretenda desconocer u obstruir los consensos alcanzados hasta ese
momento; y

g) La obligación de abstenerse de introducir nuevos temas de debate que no hubieran sido planteados al
iniciarse la instancia de negociación de conflicto.

ARTICULO 91. — Proceso sumarísimo. Cuando alguna de las partes presentare una conducta que no se
ajuste a los deberes y obligaciones establecidos en el artículo precedente, se considerará que la misma ha
vulnerado el principio de buena fe negocial, quedando la parte afectada por el incumplimiento habilitada a
promover una acción judicial ante el tribunal laboral competente, mediante el proceso sumarísimo
establecido en el Art. 498 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, o equivalente de los Códigos
Procesales Civiles provinciales.

El tribunal competente dispondrá el cese inmediato del comportamiento violatorio del deber de negociar de
buena fe y podrá, además, sancionar a la parte incumplidora con una multa de hasta un máximo equivalente
al veinte por ciento (20%) del total de la masa salarial del mes en que se produzca el hecho,
correspondiente a los trabajadores comprendidos en el ámbito personal de la negociación. Si la parte
infractora mantuviera su actitud, el importe de la sanción se incrementará en un diez por ciento (10%) por
cada cinco (5) días de mora en acatar la decisión judicial. En el supuesto de reincidencia, el máximo previsto
en el presente inciso podrá elevarse hasta el equivalente al cien por ciento (100%) de esos montos.

Sin perjuicio de ello, el juez, a petición de parte, podrá también aplicar lo dispuesto por el artículo 666 bis
del Código Civil.

Cuando cesaren los actos que dieron origen a la acción entablada, dentro del plazo que al efecto establezca
la decisión judicial, el monto de la sanción podrá ser reducido por el juez hasta el cincuenta por ciento
(50%).

Todos los importes que así se devenguen tendrán como exclusivo destino el Servicio Público de Empleo para
Trabajadores Temporarios de la Actividad Agraria creado por la presente ley y los programas de capacitación
y difusión de normativa que lleve adelante la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), conforme las
facultades conferidas en el inciso n) del artículo 89 del presente régimen.

CAPITULO II

De las comisiones asesoras regionales


Autor: Juan Francisco Gaimaro

ARTICULO 92. — Comisiones asesoras regionales. Determinación. En las zonas que determine la Comisión
Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) se integrarán comisiones asesoras regionales. A tal fin podrá requerirse
dictamen del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca u otro organismo público vinculado a la materia.

ARTICULO 93. — Lugar de funcionamiento. Las comisiones asesoras regionales funcionarán en


dependencias de las Delegaciones Regionales del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social que la
Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) determine como sedes. En éstas se dispondrán las oficinas de
apoyo legal, técnico y administrativo de carácter permanente y se las dotará del personal necesario a fin de
garantizar su correcto funcionamiento.

ARTICULO 94. — Integración. Las comisiones asesoras regionales se integrarán de la siguiente manera:

a) Por el Estado nacional: dos (2) representantes del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, de
los cuales uno ejercerá la presidencia;

b) Por el sector empleador: cuatro (4) representantes de la o las entidades empresarias más representativas
de la producción o actividad para la cual ésta se constituya;

c) Por el sector trabajador: cuatro (4) representantes de la asociación sindical más representativa de la
producción o actividad para la cual ésta se constituya.

ARTICULO 95. — Representantes ante las comisiones asesoras regionales. Los representantes de los
sectores trabajador y empleador serán designados por el Presidente de la Comisión Nacional de Trabajo
Agrario (CNTA) a propuesta de cada uno de los sectores.

ARTICULO 96. — Representantes empleadores y trabajadores. Duración de mandatos. La Comisión


Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) establecerá la duración de los mandatos de los representantes de los
trabajadores y empleadores.

ARTICULO 97. — Acreditación de representatividad. La Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA)


determinará la forma y mecanismos mediante los cuales se acredite la representatividad en cada producción
o actividad regional específica.

ARTICULO 98. — Atribuciones y deberes. Serán atribuciones y deberes de las comisiones asesoras
regionales:

a) Elevar a la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), por cada producción, actividad o ciclo agrícola y
en tiempo oportuno, un dictamen por cada uno de los acuerdos alcanzados o propuestas formuladas
relativas a los incisos d), e), f), g) y h) del artículo 89 de la presente ley;

b) Remitir anualmente a la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) el calendario de actividades cíclicas
de cada producción o actividad;

c) Informar a la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) sobre el estado de las negociaciones;

d) Realizar los estudios que le fueran encomendados por la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) y
aquellos que por sí dispusiere efectuar en su zona, fueran ellos referentes a tareas ya regladas u otras que
estimare necesario incorporar, elevando los informes pertinentes;

e) Asesorar a la autoridad de aplicación o a los organismos públicos que lo requirieran mediante informes,
remitiendo copia de los mismos a la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA); y

f) Proporcionar la información y realizar las acciones conducentes conforme la forma y mecanismos que se
establezcan para acreditar la representatividad en cada producción o actividad regional específica.

TITULO XIV

DE LA AUTORIDAD DE APLICACION Y OTRAS DISPOSICIONES

CAPITULO I

De la autoridad de aplicación.

ARTICULO 99. — Autoridad de aplicación. El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social será la
Autor: Juan Francisco Gaimaro

autoridad de aplicación del presente régimen.

CAPITULO II

Disposiciones complementarias

ARTICULO 100. — Ley de contrato de trabajo. Su aplicación. Las disposiciones de esta ley son de orden
público y excluyen las contenidas en la Ley de Contrato de Trabajo 20.744 (t.o. 1976) y sus modificatorias
en cuanto se refieran a aspectos de la relación laboral contempladas en la presente ley, conforme lo
establecido en el artículo 2º.

ARTICULO 101. — Disposiciones complementarias. Vigencia. Las estipulaciones contenidas en los convenios
y acuerdos colectivos de trabajo que se encuentren vigentes a la fecha de promulgación de la presente,
mantendrán su plena vigencia en todo aquello que no vulnere lo establecido en los artículos 8º y 9º de esta
ley.

ARTICULO 102. — Vigencia de las resoluciones. Las disposiciones dictadas por la Comisión Nacional de
Trabajo Agrario (CNTA), la Comisión Nacional de Trabajo Rural, o por el Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social, mantendrán su vigencia en todo en cuanto no fuere modificado por la presente ley.

ARTICULO 103. — Antigüedad. Reconocimiento. La antigüedad que tuvieren los trabajadores agrarios al
tiempo de la promulgación de esta ley se les computará a todos sus efectos.

ARTICULO 104. — Modificación régimen de contrato de trabajo. Alcances. Sustitúyese el texto del inciso c)
artículo 2° de la Ley de Contrato de Trabajo 20.744 (t.o. 1976) y sus modificatorias, por el siguiente:

c) A los trabajadores agrarios, sin perjuicio que las disposiciones de la presente ley serán de aplicación
supletoria en todo lo que resulte compatible y no se oponga a la naturaleza y modalidades propias del
Régimen de Trabajo Agrario.

ARTICULO 105. — Modificación de la ley 24.013. Incorporación. Sustitúyese el texto del artículo 140 de la
ley 24.013, por el siguiente:

Artículo 140: Todos los trabajadores comprendidos en la Ley de Contrato de Trabajo 20.744 (t.o. 1976) y
sus modificatorios, en el Régimen de Trabajo Agrario, de la Administración Pública Nacional y de todas las
entidades y organismos en que el Estado Nacional actúe como empleador, tendrán derecho a percibir una
remuneración no inferior al salario mínimo, vital y móvil que se establezca de conformidad a lo preceptuado
en esta ley.

ARTICULO 106. — Modificación de la ley 25.191. Sustitúyense e incorpóranse los artículos de la ley 25.191
que a continuación se detallan:

a) Sustitúyense los artículos 1º, 4º y 7º de la ley 25.191, los que quedarán redactados de la siguiente
manera:

Artículo 1º: Declárase obligatorio el uso de la Libreta del Trabajador Agrario o del documento que haga sus
Autor: Juan Francisco Gaimaro

veces en todo el territorio de la República Argentina para todos los trabajadores que desarrollen tareas
correspondientes a la actividad agraria en cualquiera de sus especializaciones, comprendidas en el ámbito de
aplicación del Régimen de Trabajo Agrario. Tendrá el carácter de documento personal, intransferible y
probatorio de la relación laboral.

En caso de duda sobre la inclusión o no en el ámbito del Régimen de Trabajo Agrario de una tarea o
actividad, corresponderá al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social resolverlo y determinarlo.

Artículo 4º: A los efectos de esta ley, será considerado trabajador agrario todo aquél que desempeñe labores
propias de la actividad agraria, dirigidas a la obtención de frutos o productos primarios a través de la
realización de tareas pecuarias, agrícolas, forestales, hortícolas, avícolas, apícolas u otras semejantes,
siempre que éstos no hayan sido sometidos a ningún tipo de proceso industrial, y en tanto se desarrollen en
ámbitos rurales, con las excepciones y conforme lo establecido por el Estatuto especial que consagra el
Régimen de Trabajo Agrario.

Artículo 7º: Créase el Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA), como entidad
autárquica en jurisdicción del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. El RENATEA absorberá las
funciones y atribuciones que actualmente desempeña el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y
Empleadores (RENATRE), a partir de la vigencia de la ley que aprueba el Régimen de Trabajo Agrario.

Deberán inscribirse obligatoriamente en el RENATEA los empleadores y trabajadores agrarios comprendidos


en el ámbito de aplicación del Régimen de Trabajo Agrario, según lo determinado por el artículo 3º de la
presente ley.

b) Incorpórase el artículo 7º bis a la ley 25.191, el que quedará redactado de la siguiente manera:

Artículo 7º bis: El personal del RENATEA se regirá por la Ley de Contrato de Trabajo 20.744 (t.o. 1976) y sus
modificatorias, y la situación de quienes se desempeñaban para el RENATRE hasta la entrada en vigencia de
la ley que aprueba el Régimen de Trabajo Agrario, será determinada por la reglamentación, garantizándose
la continuidad laboral del personal no jerárquico en las condiciones que se establezca en la misma.

c) Sustitúyese el artículo 8º de la ley 25.191, el que quedará redactado de la siguiente manera:

Artículo 8º: El gobierno y la administración del RENATEA estarán a cargo de un director general y de un
subdirector general que reemplazará a aquél en caso de ausencia o impedimento temporarios.

Ambos funcionarios serán designados por el Poder Ejecutivo nacional, a propuesta del Ministerio de Trabajo,
Empleo y Seguridad Social y sus cargos serán rentados.

d) Incorpóranse los artículos 8º bis y 8º ter a la ley 25.191, los que quedarán redactados de la siguiente
manera:

Artículo 8º bis: El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social designará un síndico titular y un suplente
que tendrán por función fiscalizar y vigilar todas las operaciones contables, financieras y patrimoniales del
Autor: Juan Francisco Gaimaro

RENATEA y tendrán los derechos y obligaciones que establezca la reglamentación.

Artículo 8º ter: El RENATEA propenderá a reflejar en su estructura la representación de los distintos sectores
sociales, productivos y gubernamentales que integran y/o se relacionan con la actividad agraria en
cualquiera de sus especializaciones en todo el territorio nacional. Para el cumplimiento de sus fines contará
con una red de oficinas regionales dependientes técnica y funcionalmente del mismo, constituyendo sus
cabeceras en el ámbito de las delegaciones regionales y/o gerencias de empleo y capacitación laboral u otras
dependencias del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y la cantidad de subsedes que considere
necesarias a efectos de lograr el fiel cumplimiento de sus funciones, para lo cual podrá celebrar acuerdos con
las autoridades de las jurisdicciones provinciales y/o municipales.

e) Sustitúyese el artículo 9º de la ley 25.191, el que quedará redactado de la siguiente manera:

Artículo 9º: El Registro contará con un Consejo Asesor integrado por igual número de representantes de los
empleadores y de los trabajadores de la actividad agraria, por representantes del Ministerio de Economía y
Finanzas Públicas, del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y del Ministerio de Ciencia, Tecnología e
Innovación Productiva, así como por representantes de otros sectores sociales vinculados a la actividad
agraria en cualquiera de sus especializaciones, conforme lo determine el Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social.

f) Incorpóranse los artículos 9º bis y 9º ter a la ley 25.191, los que quedarán redactados de la siguiente
manera:

Artículo 9º bis: Los miembros del consejo asesor serán designados por el Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social a propuesta de las organizaciones o entidades representativas de los trabajadores,
empleadores y sectores sociales y a propuesta de la máxima autoridad de las carteras de Estado que lo
integran, en los supuestos de los representantes gubernamentales.

El número de miembros del consejo y el término de duración de sus funciones, serán establecidos en la
reglamentación.

Artículo 9º ter: El consejo asesor será presidido por el Subdirector General del Registro. En caso de ausencia
del mismo será presidido por un presidente suplente designado a esos efectos por el director general.

El consejo sesionará con la presencia de la mitad más uno de sus miembros y cada uno de ellos tendrá uno
(1) voto. Las decisiones se adoptarán por simple mayoría de votos. En caso de empate el presidente tendrá
doble voto.

Dentro de los primeros treinta (30) días de funcionamiento, el consejo asesor deberá dictar su reglamento
interno.

g) Sustitúyense los artículos 10, 11 y 12 de la ley 25.191, los que quedarán redactados de la siguiente
manera:
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Artículo 10: Para ocupar los cargos de director general y de subdirector general e integrar el consejo asesor
regirán los requisitos establecidos por la Ley Marco de Regulación de Empleo Público Nacional 25.164.

Artículo 11: El Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA) tendrá por objeto:

a) Expedir la Libreta de Trabajo Agrario y/o documento que haga sus veces, sin cargo alguno para el
trabajador, procediendo a la distribución y contralor del instrumento y asegurando su autenticidad;

b) Centralizar la información y coordinar las acciones necesarias para facilitar la contratación de los
trabajadores agrarios;

c) Conformar las estadísticas de todas las categorías, modalidades y especializaciones del trabajo agrario en
el ámbito de todo el país;

d) Proveer la coordinación y cooperación de la Nación con las provincias y los municipios en la actividad
laboral agraria;

e) Brindar al trabajador agrario la prestación social prevista en el Capítulo V de la presente ley;

f) Dictar la reglamentación interna por la cual se integrará y regirán los distintos estamentos constitutivos
del RENATEA;

g) Controlar el cumplimiento por parte de los trabajadores y empleadores de las obligaciones que les impone
la presente ley. El RENATEA podrá además desarrollar otras funciones de policía de trabajo que le sean
delegadas por los organismos nacionales o provinciales competentes.

Artículo 12: El Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA) tiene las siguientes
atribuciones:

a) Atender todas las erogaciones que demande su funcionamiento con los recursos establecidos en la
presente ley, así como administrar los recursos establecidos en la misma de acuerdo con el objeto previsto
en el artículo 11 y su funcionamiento. Asimismo podrá fijar aranceles por la prestación de servicios
administrativos ajenos al objeto de esta ley. El gasto administrativo no podrá exceder el diez por ciento
(10%) de los recursos;

b) Abrir y usar a los fines de la gestión encomendada, una cuenta especial denominada “Registro Nacional de
Trabajadores y Empleadores Agrarios” (RENATEA), a la cual ingresan los fondos provenientes en virtud de la
presente;

c) Invertir sus disponibilidades de dinero en títulos emitidos por la Nación o en colocaciones a plazo fijo en
instituciones financieras oficiales;

d) Aprobar su estructura orgánica, administrativa y funcional, así como la dotación de su personal y el


número y carácter de sus empleados zonales;
Autor: Juan Francisco Gaimaro

e) Inscribir y llevar el registro de todas las personas comprendidas en la presente norma de acuerdo a lo
establecido en el capítulo I, otorgando constancias fehacientes de las presentaciones que efectúen los
obligados;

f) Exigir a todo empleador la exhibición de sus libros y demás documentación requerida por la legislación
laboral aplicable a la actividad al solo efecto de verificación del cumplimiento de lo establecido por la
presente, de acuerdo con las normas reglamentarias previstas en el inciso g) del artículo 11.

h) Incorpóranse los artículos 13 bis y 13 ter a la ley 25.191, los que quedarán redactados de la siguiente
manera:

Artículo 13 bis: Los bienes muebles, inmuebles, créditos y fondos que sean de titularidad del RENATRE,
quedan transferidos de pleno derecho, en propiedad y sin cargo alguno al RENATEA a partir de la vigencia de
la ley que aprueba el Régimen de Trabajo Agrario. El patrimonio inicial del RENATEA queda constituido por el
patrimonio del RENATRE transformado conforme lo dispuesto en esta norma.

La totalidad de los fondos y bienes de terceros que administre el RENATRE se transferirán, a partir de la
instancia indicada en el párrafo precedente, a una cuenta especial denominada “Registro Nacional de
Trabajadores y Empleadores Agrarios” (RENATEA), que se abrirá en el Banco de la Nación Argentina.

Artículo 13 ter: Créase un comité auditor integrado por funcionarios del Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social y de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), el que en un plazo de sesenta (60) días,
contados a partir de la promulgación de la presente ley, deberá emitir un informe técnico contable del estado
patrimonial y financiero del RENATRE.

i) Sustitúyese el artículo 16 de la ley 25.191, el que quedará redactado de la siguiente manera:

Artículo 16: Institúyese el Sistema Integral de Prestaciones por Desempleo, el que se regirá por las
disposiciones establecidas en este capítulo.

Las siguientes prestaciones formarán parte de la protección por desempleo:

a) La prestación económica por desempleo;

b) Prestaciones médico-asistenciales de acuerdo a lo dispuesto por las leyes 23.660 y sus modificatorias y
23.661;

c) Pago de las asignaciones familiares que correspondieren a cargo de la Administración Nacional de la


Seguridad Social (ANSES);

d) Cómputo del período de las prestaciones a los efectos previsionales, con los alcances de los incisos a) y b)
del artículo 12 de la ley 24.013.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

j) Incorpóranse los artículos 16 bis, 16 ter y 16 quater a la ley 25.191, los que quedarán redactados de la
siguiente manera:

Artículo 16 bis: Créase con carácter obligatorio el Seguro por Servicios de Sepelio, para todos los
trabajadores agrarios comprendidos en el ámbito de aplicación de la presente ley.

Artículo 16 ter: Los empleadores deberán retener un importe equivalente al uno y medio por ciento (1,5%)
del total de las remuneraciones que se devenguen a partir de la vigencia de la ley que aprueba el Régimen
de Trabajo Agrario, depositando los importes resultantes en una cuenta especial que a tal efecto abrirá el
RENATEA.

Artículo 16 quater: El Seguro por Servicios de Sepelio establecido por la presente ley absorberá de pleno
derecho y hasta su concurrencia cualquier otro beneficio de igual o similar naturaleza que se encuentre
vigente y aplicable a los trabajadores agrarios, provenientes de cualquier fuente normativa.

La reglamentación establecerá los alcances del presente beneficio social.

ARTICULO 107. — Establécese que el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE)
y el Sistema Integral de Prestaciones por Desempleo, serán denominados en adelante Registro Nacional de
Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA) y Sistema Integral de Prestaciones por Desempleo y
Servicio de Sepelio, respectivamente.

ARTICULO 108. — Aplicación de otras leyes. Serán de aplicación supletoria al presente régimen las
disposiciones establecidas en las leyes 24.013, 25.013, 25.323 y 25.345 o las que en el futuro las
reemplacen.

ARTICULO 109. — El Poder Ejecutivo reglamentará la presente ley en el plazo de sesenta (60) días desde
su promulgación.

ARTICULO 110. — Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.


Autor: Juan Francisco Gaimaro

3. Contrato de Maquila: Concepto. Partes. Elementos contractuales. Cláusulas nulas.


Controles. Acciones y trámites procesales. Contratos agroindustriales. Registro. Cuestión
tributaria. Maquila y régimen sobre concursos y quiebras.

En Argentina, el contrato de maquila es un contrato agroindustrial, de colaboración, y está


regulado por la ley 25.113, sancionada en el año 1999, definiéndola como el acuerdo voluntario por
el cual un productor agropecuario se obliga a dar al procesador o industrial cierta cantidad de
materia prima, que puede consistir en cualquier producto agropecuario, como carne, leche, madera,
granos, etcétera (con la sola excepción del vino que se rige por leyes especiales), obteniendo el
derecho de participar en los productos resultantes en las proporciones que se convengan. El que
tiene a su cargo la elaboración de la materia prima se denomina maquilero, que se convierte en
depositario de las manufacturas de propiedad del productor que entregó las materias primas,
debiendo identificarlas, y ponerlas a disposición de sus titulares.

Ley 25.113

Sancionada: Junio 23 de 1999.

Promulgada: Julio 8 de 1999.

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso,


etc., sancionan con fuerza de Ley:

ARTICULO 1º — Habrá contrato de maquila o de depósito de maquila cuando el


productor agropecuario se obligue a suministrar al procesador o industrial materia
prima con el derecho de participar, en las proporciones que convengan, sobre el o
los productos finales resultantes, los que deberán ser de idénticas calidades a los
que el industrial o procesador retengan para sí.

El productor agropecuario mantiene en todo el proceso de transformación la


propiedad sobre la materia prima y luego sobre la porción de producto final que le
corresponde.

El procesador o industrial asume la condición de depositario de los productos finales


de propiedad del productor agropecuario debiéndolos identificar adecuadamente;
estos productos estarán a disposición plena de sus titulares.

En ningún caso esta relación constituirá actividad o hecho económico imponible.

ARTICULO 2º — El contrato del artículo anterior además de los elementos


expresados en el mismo deberá contener con carácter esencial los siguientes:

a) Nombres y domicilios de las partes;


Autor: Juan Francisco Gaimaro

b) Cantidad de la materia prima contratada;

c) Lugar de procesamiento;

d) Lugar en que se depositarán los productos elaborados que correspondan al


productor agropecuario;

e) Facultades de control establecidas a favor del productor agropecuario;

f) Fecha y lugar de entrega del producto elaborado;

g) Lugar de celebración y firma de las partes.

ARTICULO 3º — Serán nulas las cláusulas incluidas en el contrato que impongan


al productor agropecuario la obligación de vender parte o la totalidad de los
productos finales de su propiedad al industrial elaborador o que traben la libre
comercialización del mismo por cuenta exclusiva del propietario.

ARTICULO 4º — Los contratos establecerán sistemas y procedimientos de control


del procesamiento del producto, que podrá ejercer el productor agropecuario
contratante, que le permitan verificar las calidades y cantidades de lo pactado y lo
entregado al finalizar el contrato, y asimismo las condiciones de procesamiento y
rendimiento de la materia prima conforme pautas objetivas de manufacturación
durante su realización.

ARTICULO 5º — Las acciones derivadas de la presente ley tramitarán por juicio


sumarísimo, o por el trámite abreviado equivalente. La prueba pericial, en caso de
no haberse ofrecido por las partes, podrá disponerse de oficio por el juez
interviniente. Las partes quedan facultadas para designar consultores técnicos que
las representen en la producción de la prueba pericial.

ARTICULO 6º — Las disposiciones de la presente ley serán de aplicación también


a todos los contratos que tengan por objeto la provisión de materia prima de
naturaleza agropecuaria para su procesamiento, industrialización y/o
transformación.

ARTICULO 7º — Los contratos agroindustriales referidos en la presente ley


deberán inscribirse a pedido de parte en los registros públicos que se crearen en la
jurisdicción de cada provincia. Las provincias establecerán las disposiciones
necesarias para los procedimientos y aseguramiento según la naturaleza u objeto
de cada actividad asignándoseles las condiciones de autoridad de aplicación local.

Se registrarán ante la misma autoridad todas las medidas cautelares que afecten
los productos de propiedad de los productores agropecuarios elaborados con
motivo de los contratos mencionados en el artículo 1º de la presente ley.

ARTICULO 8º — Agrégase al primer párrafo del artículo 138 de la Ley 24.522:

“Se incluyen en esta norma los bienes obtenidos de la transformación de productos


elaborados por los sistemas denominados ‘a maquila’, cuando la contratación
conste en registros públicos”.

ARTICULO 9º — Los contratos de elaboración de vinos previstos en la Ley 18.600


se regirán por sus normas y supletoriamente por la presente.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

BOLILLA XIII
1. Contrato asociativo de explotación tambera: Naturaleza jurídica. Sujetos. Objetos.
Duración. Derecho y obligaciones. Entrega y restitución de vivienda. Resolución y rescisión
del contrato. Retribución. Disposiciones en materia de obligaciones laborales, previsional,
fiscal y de seguridad social. Homologación. Derogación de normas anteriores. Derechos
adquiridos. Jurisprudencia. Fuero. Régimen legal y jurisprudencia. Régimen especial para la
elaboración de la masa para mozzarella.

Concepto. Contrato por medio del cual una parte propietaria, poseedora, arrendataria o
tenedora por título legítimo de un predio rural y de sus instalaciones, bienes o hacienda (vacas
lecheras) afectada a la explotación tambera, lo entrega a la otra (tambero-asociado) para que éste
ejecute las tareas necesarias destinadas a la explotación del tambo (desde ordeñar y contribuir con
equipos, maquinarias, tecnología o personal a su cargo), a cambio de un porcentaje del producido de
la explotación de dicho tambo (pactado libremente entre las partes, al igual que el tiempo de
duración).

CONTRATO ASOCIATIVO DE EXPLOTACION TAMBERA

Ley 25.169

Régimen contractual especial. Naturaleza jurídica. Sujetos. Objeto.


Duración. Obligaciones del empresario-titular y del tambero-asociado.
Obligaciones comunes. Cláusulas contractuales. Resolución del
mencionado contrato asociativo. Rescisión del mismo. Retribución al
tambero-asociado. Disposiciones en materia previsional, fiscal y laboral.

Sancionada: Septiembre 15 de 1999

Promulgada de Hecho: Octubre 6 de 1999

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso,


etc. sancionan con fuerza de Ley:

CONTRATO ASOCIATIVO DE EXPLOTACION TAMBERA

ARTICULO 1º — La explotación del tambo se organizará, a partir de la vigencia de


la presente ley, bajo el régimen contractual especial que se crea para tal fin,
adoptando la denominación de contrato asociativo de explotación tambera.

ARTICULO 2º — Naturaleza jurídica. El contrato asociativo de explotación tambera


es de naturaleza agraria, que configura una particular relación participativa. A todo
lo no previsto en esta ley le son de aplicación las normas del Código Civil. Las
dudas que se planteen entre las partes se dirimirán ante el fuero civil.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

ARTICULO 3º — Sujetos. Son sujetos del contrato asociativo:

a) Empresario-titular: es la persona física o jurídica, que en calidad de propietario,


poseedor, arrendatario o tenedor por cualquier título legítimo, dispone del predio
rural, instalaciones, bienes o hacienda que se afecten a la explotación tambera;

b) Tambero-asociado: es la persona física que ejecuta las tareas necesarias


destinadas a la explotación del tambo, pudiendo para tal fin contribuir con equipos,
maquinarias, tecnología, enseres de su propiedad y con o sin personal a su cargo.
Dicha tarea es personal e indelegable.

ARTICULO 4º — Objeto. Será objeto exclusivo de la explotación, la producción de


leche fluida, proveniente de un rodeo, cualquiera fuera la raza de ganado mayor o
menor, su traslado, distribución y destino.

Dentro del objeto se incluye como actividad anexa la cría y recría de hembras con
destino a reposición o venta.

Convencionalmente podrá incluirse como otra actividad anexa al producto de las


ventas de las crías machos, reproductores que se reemplacen y los despojos de
animales muertos

ARTICULO 5º — Duración. Los contratos que se celebren entre sí, empresario-


titular y tambero-asociado, serán por el término que de común acuerdo convengan.
Cuando no se estipule plazo se considerará que el mismo fue fijado por el término
de dos (2) años contados a partir de la primera venta obtenida por la intervención
del tambero-asociado.

No se admitirá la tácita reconducción del contrato a su finalización.

ARTICULO 6º — Obligaciones del empresario-titular:

a) El empresario-titular tiene exclusivamente su cargo la dirección y administración


de la explotación tambera, pudiendo delegar parcialmente dichas funciones, pero
no las relativas a la responsabilidad jurídica por las compraventas, créditos y
movimientos de fondos;

b) El empresario-titular está obligado a proporcionar una vivienda, para uso


exclusivo del tambero-asociado y su familia;

c) El empresario-titular como sujeto agrario autónomo será responsable por las


obligaciones emergentes de la legislación laboral, previsional, fiscal y de seguridad
social por los miembros su grupo familiar y sus dependientes;

d) El tambero-asociado deberá prestar conformidad en la elección de la empresa


donde se efectúe la venta de lo producido. Ante la falta de conformidad el
empresario-titular asumirá el riesgo por la falta de pago en tiempo y forma de la
empresa.

ARTICULO 7º — Obligaciones del tambero-asociado:

a) El tamboero-asociado tendrá a su cargo las tareas necesarias para la


explotación;
Autor: Juan Francisco Gaimaro

b) Será responsable del cuidado de todos los bienes que integren la explotación
tambera;

c) El tambero-asociado deberá observar las normas de higiene en las instalaciones


del tambo, implementos de ordeñe y animales;

d) Deberá, asimismo, aceptar las nuevas técnicas racionales de la explotación que


se incorporen a la empresa;

e) El tambero-asociado como sujeto agrario autónomo será responsable por las


obligaciones emergentes de la legislación laboral, previsional, fiscal y de seguridad
social por los miembros su grupo familiar y sus dependientes;

f) El empresario-titular deberá prestar conformidad al tambero-asociado para la


incorporación del personal que estará afectado a la explotación.

ARTICULO 8º — Obligaciones comunes:

a) Ambas partes están obligadas a prestar diligencia en el desarrollo de la


explotación aportando las iniciativas técnicas y prácticas que coadyuven a su mejor
funcionamiento;

b) En los casos en que cualquiera de las partes contratara personal para afectarlo
en la explotación tambera, que funciona con sujeción a la presente ley, está
obligada, en forma individual cumplimiento de las obligaciones laborales,
previsionales y fiscales vigentes, sin que exista solidaridad entre las partes o ante
terceros;

c) Ambas partes serán solidariamente responsables del cumplimiento de las normas


sobre sanidad animal.

ARTICULO 9º — Cláusulas contractuales. Los contratos que se celebren de


acuerdo al presente régimen, estarán sujetos a las normas que se establecen a
continuación:

a) El empresario-titular está obligado a proporcionarle una vivienda en condiciones


normales habitabilidad y uso funcional adecuado a las condiciones ambientales y
costumbres zonales. La vivienda proporcionada será ocupada exclusivamente por el
tambero-asociado y su núcleo familiar u otras personas que presten servicios en
explotación, dependientes del tambero-asociado. El tambero-asociado no podrá
alterar el destino del inmueble en forma parcial o total, gratuita onerosa, ni cederlo
ni locar su uso a terceros. violación de esta norma será causal de rescisión de
contrato;

b) Los derechos del tambero-asociado a los que se refiere el inciso anterior, cesan
automáticamente al concluir el contrato o producirse rescisión, con o sin causa. En
ningún caso la desocupación de la vivienda, podrá extenderse por más de 15 días
corridos desde la notificación rescisión, y no más de 10 días de vencido plazo de
vencimiento del contrato. Cumplidos los plazos señalados el empresario-titular
podrá solicitar el lanzamiento judicial.

Estas normas son de orden público e irrenunciables.

ARTICULO 10. — Resolución del contrato asociativo de explotación tambera:


Autor: Juan Francisco Gaimaro

a) Salvo estipulación expresa en contrario, contrato queda resuelto por la muerte o


incapacidad sobreviniente del tambero-asociado;

b) Salvo estipulación expresa en contrario, muerte de una persona física que es


parte como empresario-titular o como integrante de una sociedad, que actúe como
empresario-titular, dicha muerte no resuelve el contrato, continuando su vigencia
con los causahabientes hasta su finalización.

ARTICULO 11. — Rescisión del contrato asociativo de explotación tambera:

a) Cualquiera de las partes puede pedir la rescisión del contrato cuando la otra
parte no cumpliere con las obligaciones a su cargo, violase las disposiciones de esta
ley, o de normas reglamentarias a las que estuviera sujeta la actividad, o lo
pactado entre ellas, en cuyo caso considerará rescindido por culpa de la parte
incumplidora.

Serán causales para rescindir el presente contrato:

1. Daños intencionales o en los que medie culpa grave o negligencia reiterada en el


ejercicio las funciones que cada una de las partes desempeñe.

2. Incumplimiento de las obligaciones inherentes a la explotación tambera.

3. Mala conducta reiterada para con la otra parte o con terceros que perjudiquen el
normal desarrollo de la empresa;

b) Cualquiera de las partes podrá rescindir contrato sin expresión de causa,


debiendo la parte que así lo disponga, dar aviso fehaciente a otra con treinta días
de anticipación. Dicho plazo deberá ser reemplazado por una compensación
equivalente al monto, que la parte no culpable rescisión dejara de percibir en dicho
mes, siempre que hubiesen transcurrido más de 6 meses de ejecución del contrato
y faltase más de un año para la finalización del mismo.

La parte que rescinda deberá abonar a la otra una compensación equivalente al


15% de lo que la contraparte deje de percibir en el período no cumplido del
contrato. El porcentaje a compensar calculará sobre el producido del tambo,
tomándose como base el promedio mensual de los ingresos devengados en el
trimestre calendario anterior a la fecha de rescisión del contrato.

En caso de rescisión del contrato por parte del empresario-titular, el tambero-


asociado entregará de inmediato a éste la hacienda, y todos los elementos
provistos para el desempeño de la explotación tambera. Deberá facilitar
comodidades habitacionales para el tambero sustituto si así solicitare, sin perjuicio
de lo establecido en artículo 9º, inciso b).

ARTICULO 12. — Retribución al tambero-asociado.El tambero-asociado percibirá


la participación que le corresponda, de acuerdo al modo, forma y oportunidad que
hayan convenido entre las partes.

ARTICULO 13. — Disposiciones en materia previsional, fiscal y laboral. A todos los


efectos previsionales, fiscales y laborales, se considerará los sujetos del contrato
como titulares de explotaciones independientes. Tanto el empresario-titular como el
Autor: Juan Francisco Gaimaro

tambero-asociado serán considerados exclusivamente como autónomos frente a


legislación previsional, laboral y fiscal a todos sus efectos.

ARTICULO 14. — El contrato asociativo de explotación tambera deberá ser


homologado, a petición de cualquiera de las partes, en el tribunal civil que tenga
competencia en el domicilio del lugar de celebración del mismo.

ARTICULO 15. — La presente ley entrará vigencia a partir del primer día del mes
siguiente de su publicación.

A partir de la vigencia de la presente ley queda derogado el decreto 3750/46 sin


perjuicio de los derechos adquiridos hasta el presente.

ARTICULO 16. — A todos los efectos legales de la presente ley entenderá en


forma exclusiva el fuero civil, correspondiente al lugar de cumplimiento de las
obligaciones emergentes del contrato de la presente ley.

Régimen especial para la elaboración de la masa para mozzarella. En la década de 1990


fue muy famoso un caso denominado “el caso del juez de la mozzarella”. En 1991, la mozzarella
fue protagonista de un escándalo. El entonces juez de Lomas de Zamora, Daniel Llermanos, sembró
la duda en la sociedad sobre si la mozzarella para pizzas estaba contaminada con materia fecal,
principalmente la producida en Bolívar, Carlos Tejedor o Pehuajó, esta última conocida como la
“Capital del Narcocuajo”. Con esta premisa ordenó la clausura de varios establecimientos debido a
que no adoptaban las normas de higiene adecuadas y se secuestró un importante stock de
mozzarella del depósito de la fábrica “La Farfalla”, ubicada en el Gran Buenos Aires, que fue
finalmente enterrado en el cinturón ecológico.

Mientras la investigación del juez Llermanos denunciaba que entre un 20 a un 30% de la


mozzarella estaba contaminada y salió por todos los medios de comunicación, la noticia de que un
hombre se había intoxicado luego de comer este queso, los comerciantes pizzeros de la Capital
Federal empezaron a sufrir el impacto de esta noticia que generó un caída muy importante en las
ventas.

Esto trajo como consecuencia o reacción política la sanción de una ley especial, la 11.089,
donde se establecen los requisitos necesarios para la habilitación de explotaciones tamberas, las
condiciones que deben tener las salas de ordeñe, elaboración, y de almacenaje y/o empaque, etc.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

LEY 11089

EL SENADO Y CAMARA DE DIPUTADOS DE LA PROVINCIA DE

BUENOS AIRES SANCIONAN CON FUERZA DE LEY

CAPITULO I

REGIMEN ESPECIAL

ARTICULO 1°: Establécese un régimen especial para aquellas explotaciones tamberas que deseen
realizar una semi-elaboración de su leche, bajo la forma de masa para Mozzarella, antes de
entregarla a las fábricas que elaboran el producto denominado queso mozzarella, argentino, u otras
formas como queso Calcio Cavallo (de mozzarella), o trenzas, lenguas o bolitas.

ARTICULO 2°: El cumplimiento y la fiscalización de la presente ley, estarán a cargo del Ministerio
de Asuntos Agrarios y Pesca, quienes a tal efecto recibirán, de ser necesario, la colaboración de la
Fuerza Pública en el ámbito provincial.

ARTICULO 3°: El Ministerio de Asuntos Agrarios y Pesca, estará facultado para resolver los
aspectos técnicos derivados del cumplimiento de la presente ley.

CAPITULO II

DE LA HABILITACION DE EXPLOTACIONES TAMBERAS PARA ELABORAR MASA


PARA MOZZARELLA

ARTICULO 4°: Las explotaciones lecheras incluidas dentro de la presente ley, son todos aquellos
tambos mecánicos, espina de pescado, tándem o brete a la par, etc., que por una línea de leche
perfectamente higienizable, puedan llevar la leche de las ubres de las vacas a una Sala de
Elaboración adjunta, ó muy cercana a la Sala de Ordeñe.

ARTICULO 5°: Las explotaciones citadas en el artículo 4°, deberán solicitar la inscripción y
habilitación en el Registro de Establecimientos de la Dirección de Calidad y Producción de Leche,
del Ministerio de Asuntos Agrarios y Pesca, el número de inscripción deberá constar en el envase.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

ARTICULO 6°: En la solicitud a que se hace mención en el artículo 5°, los productores deberán
hacer constar la superficie de la explotación, número de vacas de ordeñe, secas y categorías
menores, razas, número de ordeñes, plano del tambo, Sala adjunta en escala de 1:100, fuente de
calor, tina y "destino exclusivo del suero para crianza de animales" y descripción de la máquina de
ordeñe.

ARTICULO 7°: Para adecuar la Empresa al presente funcionamiento la Dirección de Calidad y


Producción de Leche, puede otorgar habilitaciones temporarias de hasta un plazo de nueve meses,
siempre que la presente situación no afecte las condiciones sanitarias que debe tener el producto.

CAPITULO III

DE LA UNIDAD TAMBO

ARTICULO 8°: Las construcciones de unidad tambo, deberán satisfacer las siguientes condiciones
en la Sala de Ordeñe, de elaboración y de almacenaje y/o de empaque:

a- Que la construcción no se encuentre en lugar inundable.

b- Que la construcción sea exclusivamente de mampostería.

c- Las paredes interiores de la Sala de Ordeñe y de motores deberán ser, preferiblemente, de


azulejos, admitiéndose las paredes de revoque lisos lavables.

d- La Sala de elaboración donde va la tina, y la adjunta de almacenamiento y empaque, debe


tener indefectiblemente, azulejos en todo su perímetro y altura.

e- Las Salas de elaboración y de empaque, deben poseer cielorrasos lavables, las paredes unidas
del piso al techo, y además de las puertas y ventanas comunes, puertas y ventanas de alambre
denominado mosquitero.

f- La casilla para tubo de gas o sala de calderas, deberá poseer, como mínimo, revoque fino.

g- Se acepta como fuente indirecta de calor, la caldera, debiéndose en este caso, cumplimentarse
con lo dispuesto para industrias por la Ley 7.229 y su Decreto- Reglamentario 7.488/72. Para el
caso de que la fuente de calor fuere directa, se aceptará un quemador industrial exclusivamente a
gas, para lo que deberá proveer de la correspondiente casilla externa para los tubos, y cañería fija de
gas hasta el quemador.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

h- La dependencia de elaboración deberá poseer la correspondiente tina de acero inoxidable o de


cobre estañado y mesa de acero inoxidable. Fácil y abundante agua inocua y limpia para la
limpieza.

i- La dependencia adjunta de almacenaje, deberá estar provista de estanterías de madera, y


fuente de agua limpia e inocua para la limpieza.

j- La leche ingresará a la Sala de elaboración indefectiblemente por cañerías de las provistas por
las máquinas de ordeñe actuales.

ARTICULO 9°: El rodeo de vacas deberá tener reacción negativa de tuberculosis y brucelosis, y
cumplir todas las vacunaciones oficiales de S.E.L.S.A.

ARTICULO 10°: La fiscalización de la presente norma legal, será realizada por personal de la
Dirección de Calidad y Producción de Leche, al que se le permitirá el libre acceso al tambo para
revisar leche, producto intermedio, envases, instalaciones y la cumplimentación de las reglas de
higiene y sanidad.

ARTICULO 11°: El no cumplimiento de lo especificado en la presente ley, será penado con las
disposiciones legales vigentes: Código Alimentario Nacional, Resoluciones del Ministerio de
Asuntos Agrarios y Pesca, y Decretos del Poder Ejecutivo.

ARTICULO 12°: Comuníquese al Poder Ejecutivo.

2. Compraventas: a). Inmuebles rurales. Requisitos. Régimen legal; b). Muebles: semovientes,
maquinarias agrícolas, insumos, etc.; c). Cosas y frutos futuros. Concepto. Régimen legal.

3. Fideicomisos agrícolas y ganaderos. Régimen aplicable. Inseminación artificial: Régimen


legal.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

BOLILLA XIV
1. Contratos innominados: Pastaje y Pasturaje. Concepto. Modalidades. Jurisprudencia.
Capitalización de hacienda. Concepto. Clases. Distinción con otros contratos. Juicio crítico.
Jurisprudencia. Feed-lot: Concepto. Modalidades. Aspectos ambientales y alimentarios.
Importancia actual en la actividad ganadera. Normativas. Jurisprudencia. Pools de siembra.
Concepto. Modalidades. Aspectos financieros.

2. Contratistas agrarios. Concepto. Modalidades. Sujetos. Objeto. Vínculos. Obligaciones.


Plazo. Responsabilidades. Diferencia con los contratos accidentales, de arrendamiento y de
aparcería. Jurisprudencia.

3. Otros: Contratos de integración vertical y horizontal. Concepto. Modalidades.


Experiencias. Juicio crítico. Contratos de integración de sembrados. Concepto.
Características. Contrato de utilización de tranquera. Concepto. Utilidad.

Los contratos de pastaje y pasturaje fueron mencionados y explicados en la bolilla XI.

El contrato de capitalización de hacienda es aquel en virtud del cual una parte se obliga a
entregar ganado a otra, que se obliga a recibirlo en un predio rural, para cuidarlo y atenderlo, con el
objeto de lograr su reproducción, o ponerlo en condiciones para su favorable colocación en el
mercado, haciéndose cargo una de las partes de determinados gastos, con el propósito de repartirse
las crías o las utilidades.

Las partes son el capitalizador (es quien se obliga a entregar el ganado o hacienda) y el
propietario (quien recibe en su campo el ganado; no necesariamente tiene que ser el dueño del
predio rural).

Hay distintas clases: 1) Capitalización de Crías: cuando tiene por finalidad la reproducción
del ganado objeto del contrato; 2) Capitalización de invernada o de desarrollo: cuando lo que se
pretende es engordar el ganado ara que llegue al mercado en óptimas condiciones.

Contrato de Feed – lot. Este contrato es también conocido como contrato de engorde a
corral. Es aquel por el cual una persona se compromete a engordar a los animales de otra,
teniéndolos encerrados en corrales con instalaciones apropiadas para alimentarlos con una dieta
especial.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

El objetivo es producir un kilo de carne al menor costo, mejorando la relación entre el


alimento que consume el animal, por el kilo de carne producido, en el menor tiempo posible. “Feed
lot” significa “lote de alimentación”.

Es un sistema de engorde intensivo que consiste en una tecnología de producción de carne


con los animales en confinamiento, y dietas de alta concentración energética y alta digestibilidad.

El rápido crecimiento de esta actividad tiene su explicación en la fuerte demanda de


inversores, frigoríficos y matarifes que encontraron, en este sistema, una forma de agilizar el
proceso de cría.

La intensificación ganadera permite aumentar la carga invernal (cuando escasea el pasto)


para luego aprovechar al máximo el pico de pasto de la primavera. De este modo, los feed lots van
ganando cada vez mayor espacio en la ganadería, alentados por la necesidad de intensificar la
producción, aumentar el giro del capital hacienda y disminuir la incidencia del costo financiero.

Ocupan pocas hectáreas que albergan muchos animales y corrales provistos de comederos y
bebederos. El terreno en el que pernoctan los animales deben disponer de una estructura de suelo
necesaria para un buen drenaje, con terrazas y canales de escurrimientos adecuados para ese fin.
Deben además contar con programas preventivos que garanticen el control de enfermedades y una
mayor eficiencia en la conversión alimento/carne.

Los alimentos que se suministran son preparado diversos, muchos en base de maíz, soja,
afrechillo de trigo, pellets de soja y girasol, se le suman núcleos vitamínicos y minerales.

El responsable de la producción debe ser, un médico veterinario, quien recorre los corrales
relevando el estado de los animales y las normas de manejo del sistema.

En un método que se afianza ya que en la actualidad entre el 15 y 20 por ciento de los


bovinos son de feed-lots. Se trata de una producción eminentemente de exportación, debido a que
existen mercados que demandan este tipo de carne.

El feed- lot ha acelerado todos los procesos y ha puesto en juego un factor que nunca se
había tenido en cuenta que es el tiempo; no es lo mismo hacer las cosas en tres meses que en dos
años. Si Argentina tuviera que sacar toda la hacienda que sale por feed-lot necesitaríamos miles de
hectáreas y se tardaría mucho más, la terminación del animal a corral permite una mayor
disponibilidad de espacios para la ganadería extensiva o la práctica de la agricultura.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Desde el punto de vista del consumidor, la carne de feed-lot es más tierna y tiene mayor
concentración de grasa intersticial (marmóreo) que hace que el producto sea más tierno. También
puede tener mejor color.

Como se trata de sistemas muy intensificados suelen tener limitaciones de tipo ambiental.
Cuando se intensifica, y aumenta la densidad de animales en un lugar relativamente chico se puede
contaminar el ambiente. La concentración de heces, y sobre todo de orina, provocan un impacto
ambiental severo. La cantidad de nitrógeno y fósforo que los animales producen y eliminan por
orinas y heces pueden percollar a los acuíferos y producir contaminación de suelos y napas
freáticas. El "engorde intensivo de ganado bovino también provoca contaminación del aire y malos
olores, presencia de insectos como moscas, deterioro del paisaje y poblaciones afectadas por esos
emprendimientos.

Los pool de siembra. Contratos por los cuales una de las partes denominada “la
administradora”, contrata por un lado la utilización de la tierra a propietarios o titulares legales del
uso del suelo; y por el otro los servicios de contratistas agrícolas, para efectuar cosechas; por medio
de gestores o promotores; y a su vez obteniendo financiación para el proyecto común que se lleva a
cabo por las cinco partes intervinientes, de las cuales sólo dos, administradora y financistas, asumen
el “álea agraria” o riesgo propio de la agricultura.

Son partes intervinientes de esta modalidad de asociación empresaria: a) Financistas o


inversores (son bancos, financieras, empresas o particulares que quieren invertir en el proyecto); b)
Administradora del pool (es la que contrata, por un lado con los propietarios de la tierra y por el
otro, con los contratistas agrarios); c) Gestores o promotores; d) propietarios de la tierra o del
predio; e) contratistas agrícolas (prestan servicios de maquinarias agrícolas, como la cosecha de lo
sembrado).

Es una moderna forma de explotación agrícola mediante la intervención de las cinco partes
referenciadas. Una administradora aporta la tecnología y las semillas contratando mediante gestores
o promotores el uso de la tierra y la maquinaria necesaria para llevar adelante siembras extensas que
son financiadas por inversores que aportan los fondos necesarios para la movilización de equipos,
combustibles, repuestos, semillas, herbicidas, personal y seguros, recibiendo por ello un porcentaje
o interés variable conforme le rendimiento final de los cultivos implantados en la forma descripta.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Como se puede advertir el riesgo de la cosa lo asume en gran medida la administradora y


los inversores, aunque es perceptible que en caso de obtener rindes adeudados, las ganancias serán
importantes tanto para los financistas como para la administradora.

Contrato de utilización de tranquera. Contrato por medio del cual una parte dueña de un
predio se pone de acuerdo con la otra parte, dueña del predio vecino, para instalar una tranquera en
el alambrado medianero de ambos predios, para ser usada por ambas partes, ya sea para el acceso de
personas, rodados, animales, etc., de un predio al otro.

No es un camino publico sino la posibilidad entre ambos fundos de traer de vuelta un


animal que se pasó al terreno vecino, acceder para buscar animales perdidos, usar la tranquera en
caso de incendio, inundación de los caminos por los que se accede al fundo, por urgencias
veterinarias, etc.

La tranquera se utiliza para fines específicos y se da a personas determinadas.

Integración vertical. Es la realización de varios procesos correspondientes a períodos


anteriores o posteriores a la producción del bien que originariamente realizaba. Cuando una
empresa, por sí misma o conjuntamente con otra, realiza procesos sobre el bien producido, que
corresponden a procesos anteriores o posteriores, está ante una integración vertical. Así, si una
industria láctea se asocia a una empresa tambera, o explota ella misma un tambo, está realizando un
proceso anterior al que hacía que era elaborar la leche. Está incorporando otro proceso que es
previo.

También puede asociarse o realizar la actividad comercial vendiendo los productos que
elabora con la leche. Así, la empresa láctea adquiere un supermercado, procederá a la venta de sus
productos directamente al consumidor. En este caso, está realizando un proceso posterior al de la
elaboración de la leche.

En todo el proceso, que se inicia con la materia prima (cría de vaca, ordeñe) y que finaliza
cuando ese producto elaborado es adquirido por el consumidor final (compra de un helado o leche),
cualquier productor intermedio (productor tambero, industrial, comerciante, transportista, etc.) que
lleve a cabo una fase anterior o posterior al objeto de su empresa está realizando una integración
vertical.

El objetivo principal es reducir costos, asegurarse el producto de la fase anterior, tener un


mayor control sobre la calidad y estar más conectado con el mercado.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

Integración Horizontal. Es la extensión del proceso que la empresa estaba haciendo.


Ocurre cuando una empresa se asocia con otra, o ella misma procede a realizar otras actividades que
aumentan o facilitan la producción de bienes.

A diferencia de la integración vertical, en la horizontal la empresa no busca realizar un


proceso anterior o posterior, sino reducir sus costos mejorando el mismo proceso productivo que
estaba haciendo, pudiendo aumentar su producción o mejorar la calidad de la misma. Siguiendo con
el mismo ejemplo anterior, si la industria láctea se asocia con otra industria láctea para ingresar a un
nuevo mercado en expansión o para producir envases de plástico para yogures estará haciendo una
integración horizontal tendiente a mejorar su producción o aumentarla, pero no estará realizando
una actividad anterior o posterior a la elaboración de la leche.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

BOLILLA XV
1. Fuero agrario: importancia del fuero propio. El fuero agrario en la provincia de Bs. As.
Antecedentes. Régimen actual. Tribunal competente. Materias que le competen.
Procedimiento. Consignaciones. Recursos.

Se entiende por “fuero” a una particular forma de administración de justicia que, además de
contemplar la división de trabajo en razón de la materia que la rige en el ámbito judicial,
comprende:

- Órganos especiales y especializados

- Una materia propia que recoge una particular situación social que debe ser
tratada con la especialidad del caso

- Un procedimiento también propio orientado al logro de dicho cometido

El fuero agrario está destinado a entender aquellas relaciones que surgen de la actividad
agraria, ya sea que involucren a sujetos particulares entre sí, a éstos con el Estado, o a los sujetos
con las cosas (por ejemplo, la conservación de los recursos naturales). Este último supuesto da la
posibilidad de analizar la inclusión en el fuero agrario de las cuestiones ambientales y la
preservación de los recursos naturales, en interés colectivo.

El fuero agrario en la provincia de Buenos Aires. Antecedentes. Inicialmente en nuestra


provincia se les había asignado competencia en materia agraria a los juzgados de primera instancia
en lo civil y comercial.

Posteriormente se crearon a nivel nacional las Cámaras Paritarias de Arbitraje y Aparcerías


Rurales, el cual desembocó en un importante debate doctrinario y jurisprudencial acerca de la
constitucionalidad de estas cámaras, dado que dependían del Poder Ejecutivo, contrariando el
principio de independencia y división de poderes, como también atacaban la autonomía de las
provincias. Estas cámaras fueron disueltas en 1960 por el Gobierno Federal, luego del reconocido y
leading case en materia de Derecho Administrativo “Fernández Arias v. Poggio”, por el cual se
declaró la inconstitucionalidad de aquellas, por arrogarse el P.E. facultades jurisdiccionales, las
cuales están expresamente prohibidas en nuestra Constitución Nacional, y no garantizar lo que se
llama el “control judicial suficiente”.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

En la provincia de Buenos Aires se creó unos años antes, en 1957, el fuero agrario, con los
denominados “tribunales rurales”, con organización, competencia y procedimiento propios.

La demora en la instalación del fuero agrario en la provincia hizo que, en 1958, se


establezca la competencia a los tribunales del trabajo para entender en materia agraria.

En 1997 se sanciona la ley 11.911, la cual quitó la competencia a los tribunales laborales,
pasando la competencia en algunos casos a la justicia civil y comercial, y en otros, a los juzgados de
paz. Esta ley hizo modificar la Ley Orgánica del Poder Judicial, más precisamente su art. 50,
quedando redactado de la siguiente manera: “Los juzgados de Primera Instancia en lo Civil y
Comercial ejercerán su jurisdicción en todas las causas de las materias Civil, Comercial y Rural de
orden voluntario o contradictorio, con excepción de la que corresponde a los Juzgados de Familia y
de Paz”.

La materia agraria. Está determinada en el art. 13 del decreto ley 21.209/1957, donde se
establece la competencia del fuero agrario:

1. Aquellas cuestiones que versen sobre materia legislada en el Código Rural, leyes que lo
complementan o que legislan sobre materia rural, entre las que se encuentran (carácter enunciativo):

- Prenda, crédito y seguro rural

- Conflictos por obras nuevas y/o modificación del curso natural o artificial de las aguas en zonas
rurales

- Leyes de sanidad animal y vegetal, seguridad rural.

- Comodato, uso y habitación sobre predios rústicos

- Caza, pesca, apicultura y forestación

- Tránsito de productos forestales y agropecuarios en general

- Marcas, contramarcas y señales

- Servidumbres de tránsito y caminos que afecten a predios rústicos

- Alambrados, muros, cercos, fosos en predios rústicos

- Cuestiones entre cooperativas, asociaciones e instituciones agropecuarias


Autor: Juan Francisco Gaimaro

- Juicios de desalojo de predios rústicos

2. Juicios de expropiación que entable la provincia, de tierras destinadas a los fines de la Ley
Orgánica de Colonización.

3. Cuestiones originadas en motivo de la aplicación de la Ley Orgánica de Colonización.

4. Conflictos suscitados entre arrendadores y arrendatarios y/o aparceros, con motivo de los
respectivos contratos de arrendamiento y/o aparcería.

Así, la competencia se ha extendido no sólo a conflictos surgidos de la actividad agraria


propia, sino a actividades conexas como el tránsito de productos u otras cuestiones que podrían
haber sido englobadas como comerciales.

También entiende como alzada o apelación acerca de las infracciones regidas por el dec-
ley 8785/1977 sobre Faltas Agrarias.

Lo referido con conflictos suscitados en relación con la división de la unidad económica


por debajo de la superficie mínima reglada será competencia de la Justicia Contenciosa
Administrativa.

Lo referido al trabajo agrario dependiente, es competencia de los Tribunales del Trabajo


(el fuero agrario sólo inmiscuye al trabajo realizado a través de un contrato autónomo).

Procedimiento. El dec-ley 21.209/1957 sigue en vigencia y contiene disposiciones


generales y un capítulo con los procedimientos especiales (cuestiones vinculadas con los
arrendamientos y aparcerías rurales). Se pueden extraer algunas notas esenciales:

- No se admite la recusación sin causa

- Se instaura el impulso procesal de oficio

- El juez tiene facultar para instar a la conciliación

- Se inclina por la oralidad y la cercanía del juez a las partes.

En cuanto a los procedimientos especiales, se trata de un procedimiento sumarísimo donde


se consagran los principios de la oralidad, inmediatez, celeridad y concentración y, salvo la
demanda y contestación, será verbal y actuado.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

La concentración se manifiesta en un sistema de doble audiencia: una primera audiencia


donde el juez invita a las partes a conciliar; de no lograrse, y si es necesario la apertura de la causa a
prueba, habrá una segunda audiencia donde se producirán las pruebas y las partes formularán sus
alegatos.

2. Cuestiones agrarias con múltiples fueros y procedimientos: sanidad, granos, laboral,


explotación tambera, etc.

3. Régimen legal provincia de Bs.As. sobre Faltas Agrarias: ámbito de aplicación, autoridad
de aplicación; penas, prescripción, actuaciones sumariales, defensa y prueba, procedimientos,
recursos.

Concepto de falta agraria. La falta alude a una infracción a una norma legal que acarrea
una sanción, y a la facultad de establecerlas como un complemento natural e inseparable del
ejercicio de poder de policía. Su similitud con los delitos ha llevado a usarlos como términos
sinónimos, pero existen evidentes diferencias:

FALTAS DELITOS
Su legislación incumbe a las provincias. Sólo legislará la Nación Su legislación incumbe a la
en relación a territorios nacionales Nación
Tienen en mira transgresiones relacionadas con el ambiente Trasunta sobre un hecho de
particular de cada localidad o provincia posible realización en todo el
país
Según su estructura, participan de la constitución de los tipos Existen delitos dolosos y
penales pero sin configurarse alusiones a la intencionalidad culposos
(dolosa – culposa)

Faltas agrarias -> Tutelan bienes y persiguen objetivos propios de la actividad agraria.

Normativa -> DECRETO LEY 8785/1977 y reglamentario 271/1978. A las faltas


agrarias se le aplica un procedimiento determinado, extensivo no sólo a las transgresiones del
Código Rural, sino a otras reglamentaciones y regímenes especiales que se refieran a la sanidad,
Autor: Juan Francisco Gaimaro

explotación, producción, industrialización y comercialización de productos y subproductos de


origen agropecuario.

Supletoriamente, se aplicará:

 Código de Faltas de la Provincia de Buenos Aires (8031/73)


 Parte general del Código Penal
 CPP

Autoridad de Aplicación -> Ministerio de Asuntos Agrarios, junto con las


Municipalidades, en aquellos casos en que se proceda a la descentralización de funciones y
servicios.

Ámbito de aplicación: ARTICULO 1°: ) La presente ley se aplicará a las faltas o


transgresiones a las normas del Código Rural de la Provincia y demás reglamentaciones y a los
regímenes especiales que se refieren a la sanidad, explotación, producción, industrialización y
comercialización de productos y subproductos de origen agropecuario, aun en aquellos supuestos
en que habiéndose previsto una pena especial, no se hubiere regulado un procedimiento para su
aplicación.

ARTICULO 16°: Cuando fuere necesario la EXTRACCIÓN DE MUESTRAS DE MATERIAS


PRIMAS, o de productos en fases de elaboración o terminados, se aplicará el siguiente
procedimiento:

a) Se extraerán TRES (3) MUESTRAS REPRESENTATIVAS DEL LOTE, las que serán
precintadas por medio de sellos o lacros que eviten cambios o sustituciones;

b) De estas tres (3) muestras, una considerada ORIGINAL, se empleará para el análisis en primera
instancia, la segunda, considerada DUPLICADO, se reservará por la autoridad de aplicación, para
una eventual pericia de control, y la tercera, TRIPLICADO, quedará en poder del interesado, para
que se analice con el duplicado en la pericia de control;

c) El acto de las extracciones de muestras se consignará en acta que se levantará al efecto, en


triplicado-original y copia para la autoridad de aplicación, y la restante para el responsable de las
muestras extraídas, debiéndose asentar en dicha acta las rotulaciones, etiquetas, atestaciones,
denominación del material o producto y todo dato que sirva para establecer la autenticidad de las
muestras;
Autor: Juan Francisco Gaimaro

d) La autoridad de aplicación en la aludida acta fijará el día y hora en que se dará a conocer el
resultado del análisis, sirviendo de suficiente notificación. El responsable, en dicho día y hora
fijados para conocer el resultado del análisis podrá solicitar la pericia de control, la que se llevará a
cabo dentro de los cinco (5) días, con la presencia del o de los técnicos que designe, quienes
suscriban el protocolo de análisis con el funcionario técnico oficial a cargo de la pericia;

e) El resultado de la pericia de control se agregará a las actuaciones para la iniciación del sumario,
si correspondiere;

f) El resultado del análisis se tendrá por válido y se considerará plena prueba de la responsabilidad
del imputado si el día y hora fijados para la notificación del resultado del análisis no compareciera a
solicitar la pericia de control, o si producida la pericia de control su resultado fuera infracción al
igual que el análisis de la muestra originaria.

El procedimiento para faltas agrarias – decreto ley 8785/1977

1. Ante una eventual falta, la ACCIÓN de la Administración puede ser promovida por una
denuncia verbal o escrita ante la autoridad administrativa competente (la legitimación es
amplísima, pudiendo presentarla directamente un particular, sin necesidad de ser
damnificado por el hecho, o cualquier sujeto privado o público que haya tenido contacto
con ésta); o de oficio por la autoridad administrativa (el hecho que constituye una
pretendida falta debe resultar documentado por un funcionario competente)

2. FUNCIONARIO COMPETENTE: agentes públicos, investidos de poder de policía


preventivo y represivo (art. 13)

3. FACULTADES DE TAL FUNCIONARIO:

 Detener preventivamente al imputado por el término indispensable para aclarar su


situación; la que no podrá exceder de doce (12) horas.
 Secuestrar los elementos probatorios de la infracción;
 Inspeccionar vehículos de todo tipo, viveros, criaderos, depósitos y sitios de preparación,
industrialización, almacenamiento, consignación o venta de productos y/o subproductos
agropecuarios.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

 A dichos efectos podrán exigir la presentación de la documentación respectiva;


 Penetrar e inspeccionar campos y cuerpos de agua privados, salvo que se tratare de
viviendas o moradas, en cuyo caso deberán solicitar orden de allanamiento al Juez, en lo
Penal competente.

4. Situado el funcionario ante una posible infracción, debe documentar la falta a los fines de
iniciar el procedimiento correspondiente, asentando el hecho en un ACTA, las cuales hacen PLENA
FE de su contenido, elevándolas a la categoría de instrumento público sólo controvertibles por el
proceso especifico (redargución de falsedad)

5. REQUISITOS DEL ACTA:


 Por triplicado donde constará lugar, fecha y hora, apellido y/o razón social del presunto
infractor
 Descripción de los hechos motivo de la infracción.
 Si estuviera firmada por el presunto infractor valdrá además como notificación fehaciente.
 Firma del funcionario actuante

 Requisitos que no acarrean nulidad:

 Triplicado.
 Conocimiento del presunto infractor del derecho que le asiste de presentar descargos y
ofrecer pruebas dentro de los cinco (5) días de notificado y de la normativa que ha
transgredido.

El funcionario actuante procederá en todos los casos al secuestro preventivo de las artes y/o
elementos utilizados para cometer la infracción, pudiendo designar depositario al propio infractor si
las circunstancias del caso así lo aconsejaren.

Cuando los elementos secuestrados preventivamente no fueran retirados por el infractor


dentro de los dos (2) años de notificada la resolución, el organismo competente podrá disponer de
los mismos. Es por cuenta del infractor la conservación y mantenimiento de los elementos
secuestrados, eximiéndose la Provincia o el municipio interviniente de responsabilidades por los
deterioros que pudieran sufrir por tal causa.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

6. Cuando ingresa el acto o la denuncia, TRAMITARÁ POR EXPEDIENTE


ADMINISTRATIVO. Por ello rigen los principios administrativos, y los penales constitucionales
(como la inocencia o la legalidad)

7. Respecto al DOMICILIO del infractor, consignado en él acta, servirá a todos los efectos legales
como constituidos. Si el domicilio denunciado en el acta se encontrare fuera de la provincia de
Buenos Aires, el presunto infractor deberá constituirlo en jurisdicción de ésta; en caso de no
cumplir con tal carga quedará automáticamente constituido en la sede del organismo competente.

8. La autoridad de aplicación impulsará DE OFICIO LAS ACTUACIONES, pronunciándose sobre


la admisibilidad de las pruebas ofrecidas por el imputado y sobre su producción, pudiendo tomar a
su cargo ésta última. Además, está facultada a INCOPORAR Y PRODUCIR MEDIOS DE
PRUEBA para la búsqueda de la verdad material.

9. Analizando lo recolectado y previo dictamen del ASESOR GENERAL DE GOBIERNO (no es


obligatoria su intervención ni opinión pero da mayor respaldo y seguridad a la decisión
administrativa), la Autoridad resolverá la absolución o condena del imputado

10. SANCIONES:

 Pena de multa hasta doscientos sueldos mínimos de la Administración Pública


 Accesoriamente: decomiso, inhabilitación o clausura temporal, total o parcial, o publicidad
de la parte dispositiva de la resolución, a costa del infractor.

11. GRADUACION DE LAS PENAS: Según las circunstancias del caso, la naturaleza y la
gravedad de la falta cometida, las condiciones personales y cualquier otro hecho que contribuya a
formar juicio acerca de la mayor o menor responsabilidad del imputado.

12. REINCIDENCIA: Podrá incrementarse el monto fijado hasta un cien por cien, si habiendo sido
condenados por una falta incurran en otra dentro de un año contado desde la fecha en que quedó
firme la resolución condenatoria anterior.

13. Luego de notificado, el infractor deberá abonar la multa dentro de los CINCO DÍAS desde que
la resolución quedo firme. Si no se hace, la multa podrá ejecutarse por el PROCESO DE
APREMIO. Se puede solicitar al Juez Penal la conversión de la multa en arresto, a razón de un día
por el equivalente al diez por ciento de la multa, sin exceder de treinta días.
Autor: Juan Francisco Gaimaro

14. PRESCRIPCION: La acción y la pena prescriben a los TRES AÑOS, contados a partir de la
fecha en que se cometió la falta o en que quedó firme la resolución condenatoria, respectivamente.
La prescripción de la acción se interrumpe por la sustanciación de las actuaciones administrativas o
por la comisión de una nueva falta (en el caso de la acción); y por la ejecución judicial (en el caso
de la pena).

15. INSTANCIA RECURSIVA: Deberá recurrir directamente al ámbito jurisdiccional mediante el


recurso de apelación. Dicho recurso deberá interponerse dentro de los cinco días de notificado del
pronunciamiento y previo pago de la multa. Se considerará con efecto suspensivo, salvo que pueda
resultar grave riesgo para la población o la sanidad animal y vegetal. Concedido el recurso, la
Autoridad de Aplicación deberá elevarlo al órgano judicial competente.

¿Cuál es ese órgano judicial? Pastorino entiende que en cabeza de los Juzgados de Paz y
supletoriamente en los Juzgados Civiles y Comerciales donde estos no existieren.

SITUACIÓN PARTICULAR DE LA LEY 11.477 DE PESCA. Originariamente la


regulación de la actividad pesquera se encontraba dentro de las disposiciones del Código Rural.
Posteriormente, se sustrae esta materia de tal cuerpo, regulando por ley 11.477 tal actividad. Esto
acarrea el siguiente inconveniente: no se puede encuadrar la pesca dentro del artículo 1 del
DECRETO LEY 8785/1977, por lo que no es viable tal procedimiento, y además, la ley 11.477 no
hace referencia alguna a su aplicación supletoria. Por eso, hasta tanto se reglamente, resultaría
viable la aplicación del decreto 3707 aplicable a las faltas o transgresiones a las leyes y
reglamentaciones provinciales y/o nacionales que carezcan de un procedimiento específico para su
aplicación.

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