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PROCEDENCIA, SENTIDO E INSTRUMENTO .........................................................................

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Preámbulo....................................................................................................................................... 1
1 Ensamblando un campo ...................................................................................................... 2
2 Formación, un sentido ......................................................................................................... 5
3 Investigación, el instrumento ........................................................................................... 8

PROCEDENCIA, SENTIDO E INSTRUMENTO

Preámbulo

Al enseñar ingeniería mecánica me he ido adscribiendo a una postura en desarrollo,


postura que he venido intentando con las ideas que repito una y otra vez de distintas
maneras, soy un formador que estudia la formación que pudo haber tenido. Oriento la
repetición como lo hace el artesano, gesto sobre gesto que va a parar al material con el
que trabajo sin parar, aun cuando no sepa que lo hago y con satisfacción siempre
insatisfecha. Como reflexión sobre la enseñanza, una postura me escoge, aquella postura
que considera la de noción de bildung tal como la llaman los alemanes románticos: la
forma que se adquiere al ingresar a una cultura desde el nacimiento, a la forma que se
encuentra entre las ofertas de una cultura y su influencia.
A un ingeniero mecatrónico amigo mío –Víctor- que ha vivido muchos años en Alemania le
pregunté por la diferencia entre Educación (Erziehung) y Formación (Bildung) y me
escribió lo siguiente, “Erziehung es lo que hacen los papás con uno cuando es chiquito,
educar. Educar en el sentido de formar la persona, enseñar buenas maneras, valores,
etcétera. Bildung es lo que hace la universidad o los institutos, transmitir conocimiento,
cultura, un saber…”

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Hablar alemán hoy se separa un poco del parecer de los filósofos del siglo XIX pero me
beneficia para precisar Bildung como formación universitaria en un saber que introduce a
la cultura, lo dice el ingeniero Casas desde Alemania. Una universidad, como escuela,
forma en una amplitud de ofertas de saber dentro de la que está la elección por cada uno
va haciendo. La formación no se agota en la instrucción, la instrucción es necesaria, la
formación es contingente, se sabe de ella por sus efectos, posteriormente.
Una institución como la escuela, hoy es para toda la vida. Hasta no hace mucho la escuela
encontraba encumbramiento social en la formación de bachiller (en El Quijote, el Bachiller
Sansón Carrasco es El Caballero de la Blanca Luna), ahora es muy común que los
profesores de más de cuarenta años sigamos estudiando en la institución, porque ahora
estudiamos toda la vida (de cero a siempre). Ningún conocimiento es suficiente porque el
conocimiento se ha vuelto mercancía, susceptible de intercambio y diversificada en
volumen y género. Nunca se termina la producción de datos, el ritmo es tan rápido que no
se alcanza a estar pendiente de todo, aunque en ninguna época ha sido posible. Al mismo
tiempo, es imposible abandonar el aumento del ritmo de crecimiento como necesidad
estructural. Imposible quiere decir que es susceptible de problematizarse y obtener
posibles soluciones. Imposible es lo contrario de impotente, paralizado, compadecido de
su miseria.

1 Ensamblando un campo

Quiero decir la ingeniería mecánica como creo profesarla, organizando los análisis a partir
de lecturas y discusiones variadas, mientras, tomo como objeto a la máquina y a la
formación de ingenieros mecánicos que diseñan máquinas mecánicas. En cada ocasión
que relato voy diciendo cómo va la cosa, hago pequeños ajustes afinando cada vez más la
aplicación de categorías teóricas a las formas en que me relaciono lo que hago.
He sido encardo, por convergencia, conveniencia o coincidencia, para considerar con más
cuidado el concepto de campo, un campo que he ido ajustando a la formación en
ingeniería mecánica. Reconozco dos ámbitos, podría llamarlos, un ámbito donde domina

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la profesión de ingeniero mecánico, que para mí es distante por lo que me ocupo a tiempo
completo en la formación universitaria. Otro ámbito donde la que domina es la docencia
universitaria misma y este será en el que insistiré, en el que insistiremos.
Lo que en este texto cuento es el presente continuado de una investigación, es el estado
de un cauce. En estos momentos ha cobrado mayor importancia decir que la investigación
es un ejercicio, una realización, una aplicación en la disciplina de la ingeniería mecánica.
Ejercicio que como repetición deja una producción de sentido en el propósito
materializado de un modelo aplicado. Modelo que se formaliza con un protocolo de
cálculo y fabricación, con un grado determinado de garantía en el desempeño de los
ejemplares de máquinas fabricadas realizando dicho protocolo.
Aún tengo en formación las discusiones donde participo, discusiones en primera persona
del singular y discusiones en primera persona del plural. Cuento detalles de mi historia de
formación, el relato tal como me llama al recuerdo, tal vez como quiero recordarla, una
tanto cruel, un tanto exigente. En otros lugares del texto funciona en una posición extraña
o extranjera donde adopto la tercera persona del plural para decir lo dicho con otros. Soy
responsable de lo que digo con otros y eso no me exonera del decir colectivo de una
cultura. Cuando hablo de campo, cuando trato de buscar la procedencia de una formación
en máquinas estoy diciendo “decimos” porque es con otros, todo lo que sabemos. Puedo
hablar de los dos (parodiando a Borges), aquel que habla solo convencido de que habla
con otros y del otro que habla con otros, en plural, convencido de que habla solo. Puedo
hablar, en primera persona, de algunos pasajes de mi vida asociados a la formación, un
poco como una educación sentimental, otro poco como educación racional. Tal vez en
vana reincidencia, pero ¿quién sabe qué resuena? En este texto, lejos de sugerirme yo
mismo como modelo de formación, sugiero una forma de tramitar las preguntas por la
formación, con la certeza diluida del recuerdo, dentro de un relato de formación. Este
texto también es un ejercicio porque pone en acto, forma de la acción, acción solidificada
que deja un producto, algo que sobrevive a la acción. Un texto es una carta lanzada en un
botella, desde que es lanzada al mar ya tiene destinatario, está destinada a llegar. Lanzar

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esta botella es ya un impulso de muchos, aunque la letra sea mía y mío el delirio
fundamental.

Soy hijo de una de aquellas maestras de ciencia de la revolución cubana formadas en el


rigor del trabajo, con el adoctrinamiento del profesor soviético Antón Makárenko. Fui niño
rural, adolescente pueblerino, universitario urbano. La primaria la cursé a unos pasos de la
casa, la segundaria como alumno de mi madre tomando un bus y la secundaria superior
internado, la universidad internado en la capital.
En la secundaria superior, ingresé al Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencia
Exactas (IPVCE) en la especialidad de física, después de pasar los exámenes académicos de
admisión. El campus del instituto estaba dividido en industrias, huerta, complejo
deportivo, albergues, laboratorios y aulas. El instituto tenía más de 3000 alumnos y estaba
enclavado en la zona periurbana de la capital. Tenía el nombre de Vladimir Ilich Lenin. Fue
inaugurado, en la primera transmisión de televisión satelital cubana, por el ingeniero
metalúrgico Leonid Brézhnev, el por entonces presidente de la URSS y secretario general
del PCUS.
Al final del grado doce aprobé los exámenes de ingreso a la universidad pero tuve que
pasar antes un horrible año de Servicio Militar Obligatorio.
Soy ingeniero mecánico desde el pregrado -antes de eso intenté ser Físico-, por mi
actividad literaria, al graduarme de ingeniero mecánico, me dejaron trabajando como
cuadro político de la extensión universitaria. Posteriormente me fui formando en
educación y las diversas investigaciones en las que he participado después de 17 años en
Colombia, han sido también investigaciones en educación.
Estoy construyendo, como texto, la búsqueda de un objeto de estudio colectivo. Es
colectivo, al menos, al interior de los códigos de las discusiones académicas en las que
participan estas palabras. Fíjense como digo, búsqueda de un objeto de estudio, esto
quiere decir que el objeto no estaba previo a la investigación que “emprendimos”, lo
construyo, participo en su construcción dada la necesidad, la posibilidad y la tendencia de
una serie de decisiones formativas. Siempre se toma un grupo de decisiones en la

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investigación, no importa la investigación que sea. Puedo fortalecer la toma de las
decisiones con el diseño de un aparato conceptual, para el doctorado diseño un aparato
que llamo formación porque es un doctorado en Educación, para mí además, diseño el
aparato que llamo máquina ¿Qué resulta entonces? – Una investigación de la formación
en máquinas, de la formación de ingenieros. Al final, la investigación es el diseño de una
bicicleta en la formación de ingenieros mecánicos, una máquina pública de uso
compartido. Investigar para mí tiene el efecto de no poder dejar de hablar de la bicicleta.
Llego a los estudios doctorales con el exceso de saber del que habla el maestro Estanislao
Zuleta. Llegué con el enunciado de investigación en los requisitos del formato preferido de
los departamentos de investigación, -con la conocida tautología de tener que declarar ya
saber lo que se va a investigar-. En el formato ya sabemos la teoría, esperamos los
resultados, conocemos y cuantificamos el preciso derrotero de las acciones. He tenido que
ir regurgitando lo que creía saber, aquello de la inducción, de las categorías nativas, que
primero era el corpus y después se decidía qué se hace con él. A cambio he estado
fortaleciendo una postura teórica que funcione como instrumento para la aplicación en la
formación de ingenieros mecánicos de un estudio de procedencia, o sea, a pesar de la
circunstancia de los corpus. Ahora creo que no hay tal plan de cumplimientos que se
apegue al acto investigativo, al menos yo nunca he podido lograrlo. La formación como
objeto de un proyecto de investigación me requiere entenderla en el más riguroso sistema
de categorías que alcanzo a conseguir.
Siguiendo el conejo blanco y loco, entré por un disimulado y larguísimo agujero.

2 Formación, un sentido

La formación siempre es efecto de formación, por lo tanto doy cuenta de ella en


retrospectiva, nunca como propósito. Ahora, es trivial que la formación se favorece
enriqueciendo la oferta cultural, la disposición de unas posibilidades de elección.
Recuerden que a Immanuel Kant se le asignó disertar en Pedagogía como cátedra
complementaria de la Universidad de Königsberg. Desde el inicio del tratado que
resultado de esas disertaciones, el filósofo declara que el hombre es la única criatura que

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ha de ser educada1 y llama educación al cuidado, la disciplina y la instrucción. La disciplina,
políticamente incorrecta en la actualidad, es el límite creativo, la ley, las restricciones que
producen las posibilidades. El profesor Guillermo Bustamante ha dicho muchas veces que
la hiperactividad es una invención de las farmacéuticas, el año pasado murió el inventor
del Ritalin® (el tristemente célebre metilfenidato), antes de morir confesó la creación de
un síndrome (Trastorno Déficit de Atención con Hiperactividad) para vender un producto
residual del diseño químico. La hiperactividad es un efecto de la falta de límites, de la
devaluada disciplina. Noto que hay una grupo de palabras, cuando no son conceptos, que
han venido en desuso porque encierran una especie de vergüenza, nos avergüenza la
palabra conducta, sin saber qué es eso, tradición, sin conocerla, castigo sin estudiarlo.
Como traen una vergüenza, cosa que no pertenece al campo de la investigación, la
vergüenza no modifica el estado de cosas, lo pospone. A cambio de la vergüenza ofrezco
la posibilidad estética de la responsabilidad. Como los griegos, que son procedencia del
occidente que somos, la responsabilidad es la excelencia aristocrática, estar a la altura de
nuestros actos ¿qué hacemos cuando erradicamos la disciplina como acto? La disciplina se
hace necesaria porque cuando no está, la impotencia es la que construye sentido. Sin la
disciplina no hay deseo, no hay meta, solo satisfacción sensible, poco esfuerzo para
conseguir un objeto. La ley es una estructura de restricciones que posibilita un esfuerzo
por ir consiguiendo un sentido. Dice Gastón Bachelard en Filosofía del no, “…todo lo que es
fácil de enseñar es inexacto.”. La exactitud tiene mucho peso en la investigación, al menos
en un tipo de investigación que funciona desde una postura, que aplica unos aparatos
conceptuales. Pensamos, pienso, que la disciplina es como en la película Los coristas de
Christophe Barratier, a propósito del saber, en este caso la música coral, el maestro se
servía de la disciplina, los horarios, las posturas, el ensayo, la afinación, la coordinación,
las partituras. A propósito del saber, en la formación musical cada uno de los niños
encontró su lugar en el coro, hasta el que no pudo afinar.

1 En el texto de la traducción de Lorenzo Luzuriaga y José Luis Pascual, editorial Akal, se utilizan
indistintamente pedagogía y educación. Puede ser que Immanuel no le interesara la distinción, que la
pedagogía se encarga de la instrucción dentro de una educación que considera además el cuidado y la
disciplina.

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En cambio el cuidado es hacerse cargo, acompañar el crecimiento. El cuidado es lo que el
Víctor llama Erziehung. La criatura humana es vulnerable por mucho tiempo y esto es un
rezago de la conciencia, de la forma superior de organización de la materia como decían
Carlos Marx y Federico Engels y dicen algunos de sus seguidores. El animal prematuro
necesita que alguien se haga cargo de su indefensión e imprudencia. El Otro, diría Jacques
Lacan con mayúsculas, la escuela que es una institución de ese Otro, asume la
responsabilidad de torcer la indigencia de ser del lenguaje en un sentido, sobre todo
cuando el sentido viene siendo el saber. Las ciencias positivas han constatado la muerte
de la frágil criatura humana sin el abrazo materno. Hacerse cargo de la instrucción y de la
disciplina es el cuidado. Las escuelas no serían guarderías o parqueaderos de niños o
clubes deportivos, serían escuelas. Vi un video donde la lectura que hacen algunos
investigadores norteamericanos del éxito del sistema educativo finés es que, entre otras
cosas, la escuela expulsó todo asunto que no fuera el saber. Eso es cuidar con el saber, no
con cámaras o detectores. Se los dice un ingeniero.
Entonces tenemos la formación como vértice de un triángulo kantiano. Después de
Inmanuel Kant y en el mismo alemán voy a entender formación como Bildung, tal como le
dieron relevancia Alexander Humboldt 2 y Hans-Georg Gadamer, la diferencia entre
instrucción y formación radicará, si me lo permiten, en que la formación como Bildung
incluye la disciplina y el cuidado. La Bildung -la formación- no puede ser sólo instrucción.
Como ya he señalado, el profesor colombiano Carlos Augusto Hernández3 , partidario de
considerar más de cerca a la Bildung, la formación es aquello que le da forma a nuestras
capacidades y potencialidades humanas, a nuestro entendimiento, imaginación, voluntad,

2 El profesor Jorge Arias de Greiff rescatada una carta en Berlín de Francisco José de Caldas dirigida a
Alexander Humboldt, “Cuánto puede el entusiasmo y la gloria sobre el corazón de los hombres grandes! Me
parece que con justicia podemos añadir al glorioso título de Mártir voluntario del galvanismo el de Mártir
voluntario de los conocimientos humanos. Mi admiración y mi respeto para con V.S. se aumenta por
instantes, y desespero por saber las observaciones y trabajos que haya verificado en la capital de Perú. Pero
seré ya tan feliz que lo consiga? Conozco demasiado la desproporción de luces y de mérito que hay entre los
dos, y estoy íntimamente persuadido que sólo debo esperar estas cosas de la bondad del corazón de V.S.”.
Como Caldas, también salvando la inmensa distancia, me reconozco como aprendiz de estos amigos con los
que converso ante ustedes y que traigo con sus nombres.
3 En su tesis doctoral, el profesor Carlos Augusto, nos presenta una bonita relectura de las nueve musas de
la formación, las musas de la voluntad, la imaginación y la palabra. Carlos Augusto extrapola la formación
estética del siglo XIV a la formación en general, la actualiza.

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autonomía y concepto de la belleza. La escuela, de cualquier nivel educativo, se ocupa del
saber en primer orden, de la instrucción, del acceso a una cultura. Pero esta organización
que tiene sus propósitos educativos dispone la disciplina y el cuidado para trabajar en la
dirección de los propósitos que son universales o particulares pero nunca singulares. Con
lo singular se responsabiliza el sujeto, el efecto que es el sujeto se comprende de forma
retrospectiva, ¿qué resultó de mi formación? Formado en el sistema educativo cubano y
colombiano tengo una particularidad, ahí, puedo hablar desde donde soy formado para
entender la formación del que forma, es posible que alguien que me escucha pueda sacar
algo útil de lo que digo.
Hablo desde donde soy formado -como el hombre nuevo- para entender la formación del
que forma, esa es esta investigación. Al repetir la frase le agregué una prescripción entre
guiones, como el hombre nuevo. Esta idea del hombre nuevo, que toma Ernesto Guevara
de Vladimir Ilich Lenin, está muy detallada en los discursos del primero y en su libro: El
socialismo y el hombre en Cuba (que leo en una edición del Centro de Estudios Che
Guevara, Ocean Press). Como ya he sostenido, el proyecto de hombre nuevo de la
revolución es declarado por su principal ideólogo. El hombre nuevo es un hombre de
vocación por la ciencia, de estudio y sacrificio, de desarrollo, internacionalista4. El hombre
nuevo es el héroe de la abundancia igualitaria. De esta época la novela cubana de
formación por excelencia es En el cielo con diamantes, de Senel Paz y la película Una novia
para David, de Orlando Rojas. Así se formó el que forma. Cuento de lo que pudo llevarme
a estar investigando en formación, con la composición de un ensayo. Ahora, la
investigación, ¿qué noción es esa?

3 Investigación, el instrumento

Investigar es hacerse de una postura, de un sistema de categorías con que ensayar una
regularidad como patrón, extrapolable a escenarios posibles. Con la investigación

4 Hay un profundo interés en Cuba por exportar la revolución intelectual, para esto Aideé creó muy
temprano La Casa de las Américas. Excepto México todos los países Latinoamericanos rompieron relaciones
con Cuba y La Casa de las Américas, cumple las funciones de portal intelectual, antena para América Latina.

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alumbramos una parte del universo, por lo tanto la investigación tiene contornos,
alcances, delimitaciones. La silueta de la investigación hay que producirla, es una especie
de producción de homeostasis, de organismo. En una concepción de sistema la frontera es
un elemento más del conjunto que hay que producir y mantener. En las fronteras ocurren
selectivos los intercambios, hay que producir esa selectividad.
Alguien con formación en biología no me dejará mentir, los retrovirus producen códigos
de simulación para penetrar las membranas citoplasmáticas, se hacen pasar por lo que
garantiza el paso. De esa misma manera hay simulaciones de investigación, rituales de
reproducción y recontextualización, ideologizados con uno de los conceptos más mal leído
que existe, la democracia. Democracia que generalmente se reduce a una inclusión
abstracta en el Estado y una exclusión concreta en la distribución de riqueza. Todos no
pueden hacer investigación, porque muchos se satisfacen con la inercia de la cómoda
supervivencia. El esfuerzo de la investigación es paradójico, es colectivo pero personal, es
la actividad de un campo de investigación sostenido por las pugnas entre sus propios
enunciados, sostenido con esa energía se producen los contornos de un campo. La
investigación siempre se hace en un campo. En el campo de una investigación me ha
escogido la máquina, un objeto de estudio. La máquina tiene una procedencia, mi
ocupación tiene una clinamen: definir el perfil epistemológico de la noción de máquina
por mí, que formo ingenieros ¿cuánto de realismo ingenuo, cuánto de empirismo claro y
positivista? Y finalmente, ¿cuánto del racionalismo clásico de la mecánica racional? Para
esto aplico el estudio de la filosofía del no de Gaston Bachelard. Mi investigación versa
sobre el estudio de las formas en que las máquinas que heredamos con una disciplina
fueron produciendo el tipo de mundo que ahora estamos impelidos a restaurar. El
encuentro con el concepto de perfil epistemológico de una noción está fuera de los
alcances iniciales de la investigación. El plan inicial no contemplaba un hallazgo de esta
magnitud, por eso digo que ha sido un encuentro, afortunado, agregaría.
Esta investigación ha ido tomando unos matices abstractos porque creemos que es la
mejor formación para el máximo alcance de la producción de enunciados de diseño en un
campo, diseño de máquinas mecánicas desde su procedencia como concepto. La máquina

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capitalista, aquella que aparece en el siglo XVII y que tiene su hito en el reloj cicloide de
Huygens inaugura una nueva época en la historia de la humanidad (aparece incluso casi
simultáneamente con cierto humanismo). La máquina desde el siglo XVII, en su estructura
económica, sigue siendo la misma que la de nuestros días, automática, ruidosa y con una
utilización sofisticada de la energía para aumentar el tiempo en que el valor del trabajo
humano es expoliado. Esta máquina es primero productora de plusvalía, dice Marx. En la
procedencia de la noción voy perfilando y entendiendo los cambios en el diseño de
máquinas mecánicas produciendo y producidas por un modo económico dominante. La
máquina y la lógica que en ella opera, como captadora de destrezas, como fetiche, como
objeto de acumulación, desecho y asimetría en la distribución de la riqueza, alienada.
Como la máquina es simbólica, es protocolo de propósitos, un arreglo inercial y topológico
de información, un enunciado de un campo, como la máquina pareciera estar en todas
partes; mi propuesta es enriquecer su efecto de formación con esta investigación. Mi
investigación alumbra una máquina en particular, la bicicleta y los posibles efectos
ralentizadores de esta máquina en la vida de una ciudad.
El plural es porque digo con otros, unas veces repito lo que otros dicen, desecho lo que
dicen otros y lo que digo lo digo ahí, donde tiene lugar el decir en la cultura. Repetir,
imitar, variar, multiplicar, reducir, torcer, desplegar, difuminar, dispersar, componer,
alinear, proyectar, balancear, rotar, mover son operaciones con que al material inteligible
le damos una forma, la forma de su propia inteligibilidad.
El recuento historiográfico que hago es más para ordenar que para iniciar una ampliación
o enriquecimiento del perfil epistemológico de una noción, tal como lo enseña Gastón
Bachelard (2009). La máquina no es la noción única pero hasta ahora es la más general.
Intento que esta noción vaya adquiriendo una estructura con apoyo en las fechas de los
sucesos vinculables con la ingeniería mecánica y con la ingeniería en general.
Lo que digo, diciendo “decimos”, es aquello que en unos talleres, hicimos y dijimos con un
grupo de profesores del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Central.
Es justo su mención, su agradecimiento. Digamos que el tiempo plural en parte del texto
es un homenaje a lo que trabajamos juntos en largas jornadas de lectura, discusión y

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retroalimentación. El texto es ya una puesta en escena de la máquina en el programa de
formación, a la manera de los ingenieros. Lo hago así porque es lo que soy, aplicando,
sacando con astucia el balance de la existencia de la manera en que resultó. Balanceo el
texto entre aquello con lo que me responsabilizo directamente y aquello que pudo ser la
convergencia progresiva de las interacciones en el lenguaje.
Trabajo en la formación de ingenieros mecánicos y me encargo de la fundamentación del
programa de estudio. De este lugar aparece un texto de fundamentos, uno más, con la
ventaja de ser el que reposa en la dirección del departamento y próximamente en las
instancias de regulación del estado. Digo ventaja porque es un texto que va encontrando
reacciones que alcanzan a ser asimiladas, por eso también la oscilación esquemática de la
primera persona del singular y la primera persona del plural.
Hacer una bicicleta en el discurso está en lo que digo y llego a ella a lo largo de un camino,
camino que ahora llega en esta oportunidad narrativa, pero no antes. Pensábamos en la
formación en Cuba que los propósitos de la revolución era producir al hombre nuevo,
cada uno de nosotros tomo ese propósito e hizo cosas con él. Yo lo traje a Colombia, otros
amigos aún lo mantienen a su forma en la isla, otros se lo llevaron a EE.UU, a Europa o a
Latinoamérica, un amigo se llevó el propósito a la muerte y otra amiga lo tiene aquí
cerquita, en el mismo Bogotá. Con ese propósito yo diseño una bicicleta, conozco sus
partes, su dinámica, su estática, su resistencia su antropometría y sus aprovechamientos.
Con los estudiantes calculo una posibilidad y la realizamos. Para llegar ahí pasamos por
esta historia, la máquina, los sumerios, los egipcios, los chinos, los americanos, los griegos,
los holandeses, los judíos, los cristianos, los modos de producción, el capitalismo y el
diseño. La realización del campo es la máquina, la bicicleta, una que está en los
enunciados, en el protocolo y la otra, la montamos.

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