You are on page 1of 5

Comunicación Asertiva: Propuesta de solución a Conflictos

Pedro Antonio Ruiz Martinez. México


IBERCIENCIA. Comunidad de Educadores para la Cultura Científica.

Resumen: La persona que no emplea la comunicación asertiva hace sentir a los demás
culpables o superiores: depende de cómo sea el otro, tendrá la constante sensación de
estar en deuda con la persona no asertiva o se sentirá superior a ella y con capacidad
de "aprovecharse" de ella. Presentan a veces problemas somáticos; otras veces, estas
personas tienen repentinos estallidos desmesurados de agresividad, incontrolado.
Fruto de una acumulación de tensiones y hostilidad y no son manifestados con habili-
dad social.

De cuántas maneras hemos entablado una conversación con cualquier persona en cualquier lu-
gar y ha surgido, sin más, el tema del acoso escolar, porque cada uno de nosotros tendrá una his-
toria que explicar. Cada una de estas historias es única y nos refleja mucho sobre el acoso escolar
y el inmenso dolor que provoca.
El mensaje esta muy claro: los centros educativos deben permanecer completamente inmersos
en el desarrollo de un entorno seguro. Lo que hacen las escuelas es mucho más importante que lo
que dicen, ya que el acoso escolar ha ocasionado un interés cada vez mayor entre los psicólogos y
los educadores, y cada año se aplica a todo este cuerpo de trabajo nuevas e innovadores perspecti-
vas de este complejo comportamiento. Partiendo entonces de este conocimiento colectivo, y em-
pleando nuestra propia experiencia y observaciones, se originan algunos principios básicos sobre
el acoso escolar: se considera un comportamiento impredecible que surge sin seguir ningún pa-
trón y se convierte en conflicto para, aproximadamente, uno de cada seis estudiantes; ocurre en
todo tipo de escuelas; no presenta restricciones por factores de raza, género, clase, cultura y de-
más diferenciaciones naturales; se ha comprobado que su impacto deja consecuencias debilita-
doras para toda la vida.
De esta manera, podemos percibir una posible inconsistencia en el proceso de comunicación
dentro del desarrollo escolar; en las relaciones alumnos–alumnos, alumnos–docentes, alumnos–
con iguales, alumnos–padres de familia, alumnos–autoridades escolares, docentes–docentes. En-
tonces, podemos subrayar que la comunicación representa un valor significativo respecto al
aprendizaje de los estudiantes, sobre todo en la orientación personal. Una buena comunica-
ción brinda por tanto un instrumento básico para: profundizar, matizar y mejorar la información
sobre las causas y las posibles soluciones de los conflictos; establece una retroalimentación esti-
lo (feedback) con el alumno para poder dar el apoyo necesario en el momento oportuno. Es de-
cir, dentro del proceso educativo, la autonomía del alumnado en el estudio ha de ser progresiva.
Se aprende a solucionar los conflictos haciéndolo. El docente es el que presta asesoría al alum-
nado a aprender a partir de sus conocimientos, prevé inconvenientes específicos y brinda estra-
tegias de solución y apoyo a cada estudiante. Sin la retroalimentación generada mediante la co-
municación, esta tarea no sería posible.
Con base en lo anterior, la vida en el aula acontece gracias a la comunicación. El periodo de
clase es el espacio de encuentro interhumano por excelencia en los colegios. El proceso formati-
vo depende en parte del tipo de comunicación que se establezca entre los distintos participantes,
de este punto nace la reflexión sobre las relaciones personales, inherentes al acto educativo y que
éstas sean totalmente necesarias. Las relaciones humanas permiten que la persona se desarrolle
como tal. La asociación que se establece entre el docente y los educandos cuenta con gran tras-
cendencia en toda reflexión educativa. Por ello, se ha incursionado en la implementación de la
inteligencia afectiva en la escuela, la cual nace de la necesidad de atender íntegramente a la per-
sona. La desatención durante un lapso prolongado de tiempo en relación con la vertiente emocio-
nal pone de manifiesto la visible deficiencia de la institución escolar y probablemente sea una de
las causas que en la actualidad nos obligan a asistir al espectáculo del acoso escolar en sus diver-
sas modalidades.
Los resultados obtenidos tras la aplicación de ciertos programas enfocados a desarrollar el
aprendizaje social y emocional en algunos colegios revelan que los educandos participantes son
más responsables, asertivos, colaboradores, comprensivos, eficaces, pacíficos, respetuosos, sen-
sibles y prosociales que aquellos alumnos que no han participado en ningún programa estratégico
especial. Sin embargo, de todas estas actitudes mencionadas me llama la atención el concepto de
asertividad, ¿qué es? ¿en qué consiste? ¿cómo la practico? Para dar respuesta a estas interrogan-
tes, iniciemos definiendo el concepto, definiéndose éste como la habilidad social gracias a la cual
un individuo es capaz de expresar: “Yo soy así”, “eso es lo que yo pienso, creo, opino”, “éstos
son mis sentimientos sobre este tema”... Y expresa todo esto respetando a los demás y respetán-
dose a sí mismo. La conducta asertiva comprende lo que se dice y cómo se dice, es decir, emplea
la prudencia para distinguir las formas verbales como las no verbales: mirada, gestos, tono de
voz, actitudes, etc. Por consiguiente, la conducta asertiva compromete siempre el respeto a la in-
tegridad del individuo y el respeto a la integridad del otro, y en este sentido es una habilidad so-
cial también vinculada con la comunicación.
La conducta asertiva no es la llave mágica con la que podemos lograr siempre lo que uno
quiere, pero poder actuar de modo asertivo permite que el individuo esté bien consigo mismo y
con los demás. Es decir, existe un nivel de satisfacción personal porque el individuo logra mani-
festar lo que quería sin contradecirse ni humillarse, y al mismo tiempo ha sido respetuosa con el
otro. La conducta asertiva responsabiliza al individuo al asumir el compromiso de lo que dice y
hace, y por tanto asume las consecuencias, positivas y negativas, de sus actos.
En este sentido, la asertividad por sí misma no resuelve los conflictos o dificultades, sin em-
bargo, plantea la argumentación de una forma más satisfactoria para las partes implicadas. La
conducta asertiva favorece al individuo que la practica y a su vez a sus interlocutores. Con fre-
cuencia se dice que con el empleo de la conducta asertiva cada uno logra conseguir lo que consi-
dere mejor para él y, al mismo tiempo, lo que considera más justo, ya que siempre valora los de-
rechos de los demás.
Al entender la asertividad como una conducta, se comprende que puede ser aprendida a partir
de un entrenamiento. La asertividad no es un rasgo de carácter o de personalidad, no tiene ningu-
na relación con la herencia ni es genética. Simplemente es una conducta aprendida a partir de los
diferentes elementos socializadores presentes desde el nacimiento hasta la edad adulta y también
en esta edad es una conducta que puede ser aprendida. Por ejemplo, en cualquier situación que se
te presente eres tu quien elige ser asertivo, agresivo o por el contrario condescendiente. Tu elec-
ción depende de una diversidad de factores, pero casi siempre es mejor optar por un comporta-
miento que demuestre seguridad y firmeza. Cuando tomas una decisión, tienes tres opciones al
menos si consideras los tres factores mencionados con anterioridad.
a) Si tomas tu decisión basada ésta en la información de que dispones y en tus propias nece-
sidades, entonces estás actuando asertivamente.
b) Si tomas tu decisión basada en tu potencial para influir sobre los demás o sin tener en
cuenta tu posible impacto sobre los mismos, estás actuando de forma agresiva.
c) Si permites que las decisiones las realicen los demás o tomas decisiones para evitarte po-
sibles conflictos, entonces estás actuando de forma condescendiente o pasiva.
Por lo anterior, podemos concluir, que la comunicación asertiva nos permite expresar nuestras
necesidades, pensamientos y sentimientos con sinceridad y sin rodeos o ambigüedades, respetan-
do, valorando y sin violar los derechos de los demás; asimismo, nos permite: mejorar nuestra au-
toestima expresándonos de manera honesta y directa; obtener confianza experimentando el éxito
generado por ser firme; defender nuestros derechos cuando sea necesario; negociar provechosa-
mente con los demás; fomentar nuestro crecimiento y realización personal; adoptar un estilo de
vida en el que podamos proceder ante nuestros deseos y necesidades sin conflictos; responsabili-
zarnos de la calidad de las relaciones existentes con los demás en cualquier contexto de convi-
vencia en el que interactuemos.
Cuando se aprende a actuar con asertividad se puede proceder ante los propios deseos y nece-
sidades. Puede que no consiga siempre lo que desee, pero tener el valor, seguridad y firmeza para
exigirlo te hará sentirte mucho mejor. Durante el proceso, te convertirás en una persona más ple-
na y más feliz.
Para saber más

Güel Barceló, Manuel.(2006) ¿Por qué he dicho blanco si quería decir negro? Técnicas asertivas
para el profesorado y formadores. Desarrollo personal del profesorado. Barcelona. Editorial
GRAÓ, de IRIF, S.L.

Shelton, Nelda y Burton Sharon. (2004) Haga oír su voz sin gritar: Asertividad. España. Editorial
Fundación Confemetal.

Martínez-Otero, Valentín (2007) La buena educación: reflexiones y propuestas de psicopedagogía


humanista. Libros de la Revista Anthropos. Barcelona, España. Editorial Anthropos.

Casamayor, Gregorio; Antúnez, Serafín; Armejach, Rita; et al. (2007) Cómo dar respuesta a los
conflictos. La disciplina en la enseñanza secundaria. Barcelona, España. Editorial GRAÓ, de ser-
veis Pedagògics C/ Francesc Tàrrega.

Sullivan, Keith; Cleary, Mark y Sullivan, Ginny. (2005) Bullying en la enseñanza secundaria. El
acoso escolar: cómo se presenta y cómo afrontarlo. Barcelona, España. Ediciones Ceac

You might also like