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PRÁCTICA PSICOTERAPéUTICA.

CO-TERAPIA
Adriana Pedrals, Matías Fernández, Germán Morales, Gino Ravera, Constanza Recart, Lilian Tuane
PSYCHOTHERAPY PRACTICE. COTHERAPY

PRÁCTICA

Práctica psicoterapéutica:
el desafío de la co-terapia
(Rev GPU 2007; 3; 3: 327-330)

Adriana Pedrals, Matías Fernández, Germán Morales, Gino Ravera, Constanza Recart, Lilian Tuane

En el campo de la salud mental lo habitual es el trabajo multidisciplinario. La co-terapia ha sido una


práctica clínica frecuentemente utilizada con múltiples objetivos destinados a asistir el sufrimiento
humano. Un organismo se presenta al clínico como un entidad biopsicosocial y genera la posibilidad
de intervenciones terapéuticas desde una multiplicidad de dimensiones. Varios profesionales se
coordinan para un trabajo multidisciplinario. Algunos de los aspectos de esta organización terapéutica
se refieren al que se realiza entre dos especialistas: un fármaco-terapeuta y un psico-terapeuta.
Reconociendo que la co-terapia es un concepto amplio, en este artículo focalizaremos el trabajo
común que realizan sólo estos dos profesionales, los que frecuentemente están representados por
un psiquiatra-no terapeuta y un psicólogo-terapeuta.
La co-terapia nos plantea incógnitas tales como: ¿Son necesarios dos terapeutas para un
mismo problema? ¿Cuál es el verdadero terapeuta? ¿Si un terapeuta está en lo correcto el otro está
equivocado? ¿Cómo se relaciona una modalidad con otra? (1).

¿Que es la co-terapia? descrita entre psicoterapeutas y farmacoterapeutas en


el tratamiento de nuestros consultantes.

L a co-terapia podemos definirla como el arte de


complementar la acción terapéutica desde diversos
campos de tratamiento con un objetivo común, y con el
Podríamos describir dos formas de inicio a la co-
terapia. En un primer caso el psicoterapeuta le ofrece
al paciente ante conductas, tendencias o compulsio-
particular desafío de apuntar todos en la misma direc- nes que no puede controlar y le acarrean problemas,
ción. Se trata de integrar los esfuerzos en la dirección ya la posibilidad de consultar a un farmacoterapeuta; en


Médico Psiquiatra Adulto Universidad de Chile.

Psicólogo Clínico Universidad Católica.

Médico Psiquiatra Adulto Universidad de Chile.

Médico Psiquiatra Infanto-Juvenil Universidad de Chile.

Psicóloga Clínica Universidad de Chile.

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Práctica psicoterapéutica: el desafío de la co-terapia

el segundo caso el paciente viene asumiendo un trata- Los mismos autores señalan que desde la orienta-
miento médico en el control de su sintomatología, y la ción psicoanalítica la co-terapia es un medio que permi-
indicación de psicoterapia se hace con el fin de resol- te estimular y controlar los procesos de transferencia.
ver dinámicas psicológicas del cuadro, adaptarse a una
enfermedad. Se requieren ciertas condiciones básicas Ventajas y Desventajas
para que un trabajo en coterapia sea beneficioso como
parte del proceso terapéutico. Debe existir un equipo a Si bien podemos pensar en las condiciones para que
cargo de un caso, individual o familiar, que tenga una una co-terapia sea más eficaz, ésta por lo general no
definición de roles clara pero flexible, con el objetivo de deja de estar exenta de tensiones que dificultan el pro-
ejercitar roles complementarios y/o sinérgicos en rela- ceso terapéutico.
ción a los objetivos que se persiguen. Berger (7) menciona que los aspectos emociona-
De acuerdo a Kaplan-Sadock (2), co-terapia es un les que surgen en la relación entre ambos terapeutas
sistema en donde a la terapia farmacológica se agrega la dependerán de su función y de la manera en que cada
terapia individual, ambas están integradas y son sinér- uno percibe al otro. Ella destaca los sentimientos de en-
gicas. Según estos autores, en muchos casos los resulta- vidia y generosidad entre los terapeutas, los relaciona
dos son superiores a los de cualquier terapia por sí sola. con la diferencia o diversidad entre ellos. Una relación
Existen autores que plantean que el trabajo tera- co-terapéutica es generosa, se caracterizaría por poder
péutico no incluye psicofármacos ya que éstos no apor- reconocer las limitaciones y necesidades de cada uno
tarían y serían incompatibles al trabajo psicoterapéu- sin sentirse ansiosos o amenazados; poder depender
tico (3). del otro sin sentirse despojado de sus propios recursos;
Por otro lado Juan Pablo Jiménez plantea que los considerar que las dificultades y conflictos que surgen
psicoanalistas deben acercarse a la psiquiatría (4); esto entre los terapeutas son una parte esencial del proceso
al observar que a un grupo de psiquiatras se les hacía de crecimiento y una posibilidad para profundizar las
más difícil aceptar que algunas terapias analíticas se habilidades de contención.
hagan sin co-terapia medicamentosa. Sus argumentos Bradley (8) describe el impacto positivo y negati-
eran que la psicofarmacología ha hecho importantes vo que tiene la psicoterapia en la farmacoterapia y vice
avances en el tratamiento de patologías psiquiátricas. versa; como por ejemplo, la farmacoterapia por medio
Hay consenso entre los clínicos que los casos de ma- de la disminución de los síntomas del sistema nervioso
yor complejidad requieren un tratamiento multimodal; central permite que el paciente esté más asequible a las
para estos clínicos el tratamiento multimodal consiste intervenciones psicoterapéuticas; como que la psicote-
en intervenciones farmacológicas, psicoterapéuticas rapia puede tener un impacto beneficioso en la adhe-
individuales y familiares. La intervención de distintos rencia al tratamiento con fármacos.
profesionales permitiría disminuir la sobrecarga de los Autores como Ellison y Harney (9) plantean al-
terapeutas e incluso también disminuir el tiempo de gunos factores que pueden entorpecer el trabajo en
tratamiento. Implementar un tratamiento multimodal co-terapia en pacientes con diagnóstico de depresión
es posible de hacer en el ámbito de la salud pública y resistente. Desde aquí podemos concluir que uno de
privada, donde la diferencia sería el mayor costo que estos factores es la falta de comunicación y de respe-
significa en la clínica privada (5). to entre los dos terapeutas, lo que puede amenazar el
Extrapolando lo que plantean Simon, Stierlin y vínculo terapéutico. Por el contrario, plantean que la
Wynne (6) desde el campo de la terapia familiar, exis- co-terapia puede ser un aporte al manejo del paciente
tirían tres razones para que el trabajo en equipo o co- debido a la contribución que ambos terapeutas hacen
terapia sea especialmente eficaz: en las dudas diagnósticas y en el manejo de los efectos
adversos de los psicofármacos.
1. En el transcurso de la terapia es difícil para una sola Trabajar en coterapia nos permite poder compar-
persona percibir y procesar toda la información tir la responsabilidad de un caso y disminuir el estrés
que se presenta. asociado que puede significar ser responsable único
2. La supervisión y observación de la interacción en- del tratamiento de un paciente de mayor complejidad.
tre el terapeuta y la familia se favorece cuando otro El trabajo conjunto hace posible que los terapeutas
puede usar ese lugar. puedan rescatarse de actuaciones antiterapéuticas o
3. Los co-terapeutas pueden asumir con mayor facili- aportar otra mirada al caso en el cual están trabajan-
dad y flexibilidad roles complementarios que faci- do. El trabajo co-terapeútico de un farmacoterapeuta
litan el cambio. y un psicoterapeuta es más que la suma del trabajo

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de cada uno por separado. Permite una visión inte- 1995 la revista Academic Psychiatry (14) publicó un ar-
gradora y muchas veces innovadora del paciente(10). tículo que describe un estudio con 5.702 profesionales,
El complemento de psicoterapia y farmacoterapia ha miembros de la American Psychiatry Association; se
demostrado una mayor adherencia a tratamiento y les consultó acerca de la importancia del tratamiento
una mejor conciencia de enfermedad. Finalmente se psicoterapéutico y farmacológico. Lo relevante de los
puede plantear que la inclusión del tercero, ya no en resultados fue que los profesionales que tenían menos
la fantasía del paciente sino en la situación real actual, años de práctica valoraban en igual medida los aspectos
facilita un mayor interjuego entre las proyecciones e biológicos y psicoterapéuticos a diferencia de los profe-
introyecciones y su posterior comprensión por parte sionales con más años de experiencia clínica que valora-
del paciente. ban más las intervenciones y métodos psicológicos.
Contrario a lo que se podría pensar, Goldman (11)
comparó los costos de una terapia integrada, donde un Integrar, Suma
psiquiatra se hacía cargo del tratamiento farmacológi-
co y psicoterapéutico, y un trabajo en co-terapia donde A partir de la definición propuesta y de nuestras pro-
dos profesionales trabajaban en conjunto con un mis- pias reflexiones se desprende que trabajar en co-tera-
mo paciente, llegando a concluir que el tratamiento en pia es una experiencia creativa que emerge principal-
co-terapia no era más oneroso que el tratamiento efec- mente en base a los requerimientos determinados por
tuado por un mismo profesional. cada paciente y sus necesidades específicas. Pretender
Son varios los autores que destacan la importancia determinar un modus operandi carece de sentido; cada
de entrenar a los residentes de psiquiatría en el trabajo co-terapia es única, y determinada por un escenario
en co-terapia (1, 10). Ellison describe una serie de situa- triádico y sus dificultades tanto a un nivel práctico
ciones clínicas donde el manejo de co-terapia beneficia como simbólico.
el tratamiento del paciente; se podría elaborar mejor la Tenemos claro que el trabajo en co-terapia debe
conciencia de enfermedad, la adherencia al tratamien- permitir la integración de las tres áreas que abarca
to farmacológico sin contar el alivio de los terapeutas la co-terapia, donde los tres campos son vistos como
al compartir la responsabilidad del manejo de pacien- necesarios, eficaces y no excluyentes. El primero es el
tes complejos (12). El entrenamiento permitiría que los campo de la psicoterapia, en donde la relación con un
profesionales trabajen en forma fluida y respetuosa sin psicoterapeuta permitiría lograr una mayor integración
descalificar al otro (13). y expresión placentera de sí mismo en el mundo de los
No existe una clasificación formal de tipos de co-te- otros, sin perder la necesaria integración y aceptación
rapia que sea aceptada por la comunidad de salud men- social. O vise versa, integrarse y adaptarse al mundo
tal. Pensamos que una clasificación posible y habitual compartido sin perder el placer de sentirse vivo y prota-
en la práctica clínica es la co-terapia entre psicólogo y gonista de la propia existencia. El segundo campo es el
psiquiatra y co-terapia entre psiquiatra y psiquiatra. Otra de la farmacoterapia, donde la evaluación, diagnóstico
clasificación posible es la que se basa en el tipo de psi- y administración de fármacos permite el manejo de en-
coterapia aplicada; como por ejemplo farmacoterapia y fermedades propiamente tales o el manejo de síntomas
psicoterapia de orientación analítica o farmacoterapia y que interfieren con el normal curso de la vida del con-
psicoterapia de orientación sistémica, etc. sultante y con el progreso en la psicoterapia. Por último,
está la estructuración del mundo externo: a través del
análisis e intervención en distintos grados del contexto
PROFESIONAL vital del paciente se pueden propiciar condiciones que
favorezcan los objetivos terapéuticos.
Reconocemos que el trabajo en co-terapia no está
exento de tensiones, conflictos, interrogantes y en mo-
mentos confusionales. Nuestra reflexión apunta a que
PSICÓLOGO PSICÓLOGO PSIQUIATRA las tensiones habituales en co-terapia son la idealiza-
PSIQUIATRA PSICÓLOGO PSIQUIATRA ción/denigración de los terapeutas por parte del pa-
ciente; la dispersión/sinergia rígida donde el paciente
puede tender a dispersar la acción de los terapeutas
Es importante considerar los marcos teóricos de generándose confusión en los roles, poniendo a prue-
los profesionales y el valor que le dan a la psicoterapia, ba la comunicación entre los terapeutas. Por último, el
la farmacoterapia y al concepto de enfermedad. El año valor-saber/jerarquía se refiere a que el paciente puede

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tender a desequilibrar la acción de los terapeutas, ads- ten que el trabajo se complejiza o se alivia al trabajar
cribiendo experticia y conocimientos, poniendo a los junto a otro coterapeuta? ¿Son capaces de elaborar las
terapeutas en una suerte de jerarquía en su fantasía. dificultades entre ellos o involucran al paciente?
La comunicación se constituye así en una de las piedras Podemos concluir que, siguiendo el ejemplo de
angulares de esta modalidad. otros países, nosotros debiéramos implementar pro-
Desde la práctica el trabajo en co-terapia implica gramas de entrenamiento en el trabajo co-terapeútico,
el dialogar y eventualmente consensuar objetivos co- lo que es enriquecedor tanto para el paciente como
munes, metodología para éstos, y acuerdo sobre roles y para los mismos terapeutas.
énfasis de los mismos. Para que este trabajo sea posible
no es necesario un marco teórico idéntico sino que exis- REFERENCIAS
ta una sintonía teórica global. Cada profesional debe
respetar el estilo de trabajo del otro, complementándo- 1. Khan D. The dicothomy of drug and psychotherapy . Psychiatric
Clinics of North America 1990; 13(2)
se. Cada profesional trae un enfoque propio frente a lo 2. Kaplan Sadock. Sinopsis de Psiquiatría. Editorial Médica Pana-
que significan ciertas prácticas en relación al uso de la mericana, Buenos Aires, 1996
autoridad, la información, la percepción de la crisis, etc. 3. Ruiz A. La Narrativa en la Terapia Cognitiva Post-Racionalista.
También es importante saber pedir y dar apoyo al otro Instituto de Terapia Cognitiva INTECO. Santiago, Chile. 1999
Publicación en línea Copyright 1996-2002
terapeuta, para lo cual debe existir una información 4. Jiménez JP. El método clínico, los psicoanalistas y la institución.
fluida. Si bien es cierto ambos profesionales, psicólogos Revista de Psicoanálisis; Abril 2000–No 4
y psiquiatras, tenemos una formación, idiosincrasia, y 5. Riquelme R, Varela T. Trastornos de Personalidad. Sociedad Chi-
experiencia diferentes, la praxis nos demuestra una y lena de Salud Mental, Santiago, 2003
6. Simon, Stierlin, Wynne. Vocabulario de terapia familiar. Gedisa,
otra vez la complementariedad y enriquecimiento mu- Buenos Aires, 1984
tuo en nuestro quehacer 7. Berger M. “Envy and Generosity between Cotherapits” Group;
Intentando contestar las interrogantes que nos Vol 26, No 1, 2002, Págs 107-121.
planteamos en el comienzo, podemos decir que no 8. Bradley S, Eric M. Combination of psychotherapy and psycho-
pharmacotherapy with treatment-resistant inpatients with
son necesarios dos terapeutas en todas las situaciones dual diagnoses. Psychiatr Clin North Am 1990; 13(2): 209-214
clínicas, pero en algunos casos es de gran ayuda y en 9. Ellison J, MD, MPH, Harney P, PhD. Treatment-Resistant Depres-
otros imprescindibles. Al trabajar dos profesionales, sion and the Collaborative Treatment Relationship. J Psychothe-
ambos son los terapeutas, cada uno importante en el rapy Practice Res 9:1, Winter 2000
10. Bradley S. Nonphysician psychotherapist-physician pharma-
ámbito que le corresponde. El respeto es un elemento cotherapist: a new model for concurrent treatment. Psychiatry
vital en el trabajo en equipo, si éste existe no puede Clinics of North America 1990; 13(2): 307-322
haber un terapeuta que esté en lo correcto y el otro 11. Goldman W, McCulloch J, Cuffel B, Zarin DA, Suárez A, Burns BJ.
equivocado, son diferencias de mirada, incluso de pa- Outpatient utilization patterns of integrated and split psycho-
therapy and pharmacotherapy for depression. Psychiatry Servi-
radigma cuya resolución depende de los profesionales ces 1998; 49(4): 477-482
sin involucrar al paciente. La co terapia por definición 12. James M. Ellison. Teaching Collaborating Between Pharmaco-
es un trabajo complementario, coordinado donde las therapist and Psychotherapist. Academic Psychiatry 2005; 29:
distintas modalidades se conjugan para el beneficio 195-202
13. Dewan M, Yohai N. The combine Short-Term Psychotherapy-
del paciente. Psychopharmacology Fellowship. Academic Psy­chiatry 1999;
Las interrogantes que pueden plantearse después 23: 103-104
de esta discusión son: ¿Qué valor le dan los profesiona- 14. Berman I, MD, Fried W, PhD, Berman SM, MD, Lengua JA, Alpert
les a trabajar en co-terapia? ¿Cuán frecuente practican M, PhD. Biology vs. Psychology. Academic Psychiatry 1995; 19:
87-93
co-terapia? ¿Con qué frecuencia se comunican? ¿Sien-

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