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Ecuación Macroeconómica: Relaciones entre sus componentes.

La formulación de la ecuación macroeconómica fundamental es la siguiente.

PBI + Importaciones = Consumo + Inversión + Gasto Público + Exportaciones.

El lado derecho se denomina oferta agregada o global y el derecho demanda


agregada o global, haciendo referencia a que todos los bienes y servicios disponibles
en una economía (oferta agregada) fueron generados dentro de las fronteras del país
(PBI), o bien provienen del exterior (Importaciones, M). Por su parte el destino de
dichos bienes y servicios (demanda agregada) es para consumo de las familias (C),
inversión de las empresas (I), consumo o inversión del sector público (gasto público,
G) o bien son demandados desde el exterior (exportaciones, X).

Este conjunto de variables se condicionan recíprocamente y junto con otras que no


aparecen en esta versión simple de la ecuación como por ejemplo el nivel de tipo de
cambio o la tasa de interés determinan el comportamiento de corto plazo de una
economía, que es objeto de estudio de la macroeconomía.

A continuación se exponen brevemente algunas de las vinculaciones entre estas


variables sobre las que opera la política económica con el objeto de generar pleno
empleo, estabilidad de precios y crecimiento económico con plena utilización de los
recursos productivos disponibles (también llamado equilibrio macroeconómico). De
acuerdo al enfoque de política económica vigente se pueden incluir metas de
redistribución progresiva del ingreso y equilibrio del balance de pagos.

Todas las decisiones que desde el estado se tomen en materia de política económica
van a tener un impacto directo o indirecto en los distintos componentes de la ecuación
macroeconómica. Una primer aproximación a los enfoques generales de política
económica (que son de corto plazo) consistentes con modelos de desarrollo (de
mediano y largo plazos) permite distinguir entre enfoques que hacen incapie en la
oferta agregada lo cual supone priorizar objetivos de corto plazo de estabilización de la
economía como condición para generar inversiones, crecimiento y pleno empleo.

Este enfoque hoy conocido como neoliberal, ortodoxo, conservador o expresiones


similares es el mayormente imperante a nivel mundial y se integra con mediadas de
mayor alcance temporal usualmente denominadas reformas estructurales
(privatizaciones, desregulación de los mercados, rebajas de costos laborales salariales
y previsionales). Las mismas, según la perspectiva indicada, estarían dedicadas a
aumentar la rentabilidad de las empresas y en un entorno macroeconómico de
estabilidad alcanzar los mencionados objetivos de crecimiento y pleno empleo. Nótese
que así formulada esta política económica y reformas estructurales pro mercado
supone una redistribución regresiva del ingreso, es decir una disminución de los
ingresos de los sectores de la población con ingresos ingresos fijos (trabajadores
activos y pasivos) hacia el sector empresario.

Por su parte un esquema de política económica de tipo heterodoxo, afin a un enfoque


keynesiano, que priorice el estímulo a los componentes de la demanda agregada,
sobre todo a los componentes internos (C, I, G) plantea que mejoras en estas
variables de manera tal que la evolución positiva de las mismas genere un efecto en
igual sentido en el nivel de actividad económica. Bajo esta perspectiva el crecimiento
no está fundamentelamente asentado como en la perspectiva neoliberal en la mejora
de la rentabilidad empresaria, aunque obviamente no la exluye, sino en medidas
impulsadas desde el estado tendientes a una redistribución progresiva del ingreso que
permita ampliar el tamaño del mercado interno.

Los instrumentos mediante los cuales se llevan adelante estas políticas serán
desarrollados en la segunda parte del curso. Por ahora interesa presentar las
relaciones entre las variables en juego y algunas referencias para ilustrar como
pueden ser afectadas por las decisiones públicas.

Es importante tener en cuenta que tanto la economía mundial como la economía de


los países individualmente considerados en la medida que estén integrados al
mercado internacional tiene un comportamiento cíclico con períodos de expansión y
contracción. Esto es particularmente cierto para la economía argentina y es importante
tenerlo en cuenta porque el comportamiento de las variables de la ecuación
macroeconómica es muy distinto según sean las fases del ciclo. En la misma medida
son divergentes las medidas propuestas por el enfoque ortodoxo (neoliberal) o
heterodoxo (keynesiano) para afrontar una y otra etapa.

Las relaciones entre los pares de variables que se expondrán a continuación serán
expuestos suponiendo que los demás componentes de la ecuación macroeconómica
así como otras variables que están fuera de la ecuación no sufren modificaciones, es
un enfoque simplificador para aislar los efectos que se pretende exponer sabiendo que
la realidad económica es mucho más compleja y que dichas variables se mueven en
simultáneo influyendo unas sobre otras.

1) Relación consumo (C) - PBI.


El aumento del consumo tiene un impacto directo y de corto plazo en la evolución del
nivel de actividad económica. Asi, medidas como la fijación de salarios mediante
paritarias en cuanto implican un piso mínimo a los ingresos de trabajadores activos
incentivan el consumo y el nivel de actividad económica. Lo mismo una baja en las
tasas de interés1 que estimula el crédito de consumo (v.gr. tarjetas de crédito, planes
de pagos en cuotas, préstamos personales).

Estos efectos resultan más significativos en momentos de caída del nivel de actividad
económica (fase descendente del ciclo económico) como medidas de política
contracíclica, es decir, para reactivar la economía en tanto que para fases
ascendentes del ciclo económico deben ir acompañados de aumentos en la inversión
puesto que si la economía se encuentra cerca de la plena utilización de sus recursos
el mayor poder de compra de la población puede no verse totalmente satisfecho por la
oferta de bienes y servicios disponibles y generar inflación.

2) Relación inversión (I) - PBI.

Los aumentos en la inversión también generan incrementos en el nivel de actividad


económica pero este efecto no se agota en el corto plazo como en el caso del
consumo sino que a mediano plazo tiene la capacidad de expandir la capacidad
instalada de producción de bienes y servicios y por tanto sostener un proceso de
crecimiento del PBI.

El nivel de inversión también esta afectado por la tasa de interés así como por las
expectativas de los empresarios sobre la rentabilidad de los proyectos que se pueden
financiar con un un nivel de tasas de interés dados.

Esta distinción es importante porque los efectos del consumo sobre el nivel de
actividad son de corto plazo y más importantes en situaciones de recesión. En tales
coyunturas los aumentos en el consumo pueden ser cubiertos desde la oferta con
mayor producción dado que hay recursos ociosos por la misma recesión, mientras que
en una situación cercana a la plena utilización de los recursos productivos de la
economía la expansión de la misma sólo puede sostenerse con aumentos en la
inversión.

1
En un sentido estricto para la macroeconomía el consumo no sólo depende de la tasa de interés (en
forma negativa, es decir si sube la tasa de interés baja el consumo y viceversa) sino también del ingreso
disponible de las familias (ingreso menos impuestos) y de los ingresos futuros esperados (en ambos
casos el consumo depende de estas variables en forma positiva, es decir si suben el ingreso disponible o
el ingreso esperado de las familias se incrementa el consumo).
El efecto de estos aumentos no es inmediato por cuanto producir nuevos bienes de
capital no equivale automáticamente a que estos estén en funcionamiento,
normalmente los proyectos de inversión demandan un tiempo que excede el corto
plazo, por ejemplo construir una nueva fábrica, realizar las instalaciones de los
equipos productivos y ponerlos a funcionar demanda usualmente más de un año.

3) Relación (C), (I) - PBI.

Dijimos que un aumento en el consumo estimula el nivel de actividad económica al


requerir mayores cantidades de bienes y servicios (incremento del PBI) algo similar
sucede con el aumento de la inversión, y que en este último caso con un desfasaje en
el tiempo se incrementan la capacidad productiva de un país permitiendo que el PBI
crezca sostenidamente si se mantienen tasas elevadas de inversión.

El punto que interesas remarcar aquí es que consumo e inversión no son


independientes entre si. En efecto, si dejamos de lado por un momento las
exportaciones y las importaciones y juntamos el consumo y la inversión públicos con el
consumo y la inversión privados denominándolos simplemente C e I tendremos que
PBI=C+I. Por lo tanto para un nivel de PBI pueden haber distintas combinaciones de C
e I, por ejemplo, si el PBI es 100 puede ser C = 70 e I = 30, o C = 80 e I = 20, etc.

A lo largo del tiempo estas proporciones pueden variar pero suelen oscilar en torno a
ciertos valores, por ejemplo en Argentina I oscila de acuerdo a la etapa del ciclo en
que se encuentre la economía entre un 16/17% y un 22% (máximo 23%)2.

En definitiva que en la estructura de la demanda agregada C e I crezcan o decrezcan


año con año hace a las posibilidades de crecimiento de la económia, cuando mayor I
mayores posiblidades de crecimiento en el mediano y largo plazos pero a costa de
sacrificar consumo en el corto plazo. A la inversa cuanto mayor participación del
consumo hay un efecto de corto plazo pero condiciona el nivel de crecimiento de
mediano y largo plazos de la economía.

4) Relación gasto puúblico (G) - PBI.

El gasto público se desagrega en consumo público e inversión pública y estas son


variables que el estado maneja en forma directa a través de la llama política fiscal
asignando magnitudes y prioridades de los mismos. Asi una política de asignar

2
En países asiáticos como por ejemplo China, o Japón luego de la segunda guerra mundial, que
provienen de culturas de austeridad respecto del consumo se registran tasas de inversión mucho más
elevadas que en países como la Argentina pudiendo llegar hasta el 40% en relación al PBI o en los
términos expuesto C = 60% e I = 40%.
mayores recursos presupuestarios a la obra pública (v. gr. autopistas, escuelas,
hospitales, puertos, centrales hidroeléctricas) tiene un impacto similar al aumento de la
inversión privada, en tanto que un aumento en el consumo público en determinados
rubros de los gastos corrientes del presupuesto (v. gr. aumentos en los salarios de los
empleados públicos o de los gastos previsionales como los que determina la ley de
movilidad jubilatoria) tiene un efecto similar a un aumento del consumo privado.

Tanto el consumo como la inversión públicos son componentes de la demanda


agregada que mediante decisiones del estado, al aumentarse, generan un incremento
de la oferta de bienes y servicios de la economía (PBI). Esto es lo que está en la base
de las políticas contracíclicas o keynesianas para estimular la demanda agregada en
momentos de recesión o de crisis con el objetivo superar la contracción de la
economía.

5) Relación exportaciones (X) - PBI.

Las exportaciones son el componente externo de la demanda agregada por lo tanto


las cantidades que se demandan de productos exportables desde otros países no
pueden ser determinadas internamente y algo parecido ocurre con los precios de los
productos primarios (granos, carnes, hidrocarburos, minerales) y de algunos bienes
que se elaboran con estos insumos - commodities (por ejemplo aceite de soja,
biodiesel).

Lo que si puede ser determinado internamente es la oferta de estos productos


exportables y en esto influye el valor del dólar o tipo de cambio (cuantos pesos recibe
un exportador por cada dólar exportado) o más precisamente el tipo de cambio real
(evolución de la cotización del dólar en relación a la inflación). Tambien los saldos
exportables dependen de la demanda interna de esos bienes por cuanto son el
excedente por sobre dicha demanda (v.gr. las exportaciones de trigo son el excedente
por lo que demanda la industria molinera para hacer harina).

En el caso de Argentina, por ejemplo, durante la crisis de 2001/2002 los volúmenes


exportados no registraron disminuciones debido a que en el orden internacional no
había una situación de crisis equivalente a la interna sino más bien un aumento del
PBI mundial. De hecho fueron las actividades vinculadas a las exportaciones las
primeras que reaccionaron positivamente iniciando el proceso de recuperación de la
economía interna luego de la devaluación que marcó la salida de la convertibilidad
(sumado a la suba de la cotización internacional de estos bienes exportables).
Presentadas las relaciones entre los componentes de la demanda agregada y el PBI
resulta sencillo de deducir que la evolución negativa del consumo, la inversión el gasto
o las exportaciones tendrán el efecto opuesto al expresado hasta aquí sobre el nivel
de actividad económica, es decir, lo contraerán.

6) Relación importaciones (M) - PBI.

El caso de las importaciones es distinto al de las exportaciones en su relación con el


PBI dado que, además de formar parte de la oferta agregada y no de la demanda
agregada, el nivel de las mismas guarda, en una economía como la argentina, una
estrecha vinculación con el nivel de actividad económica.

Esto se debe a que la mayor parte de las importaciones del país (entre el 85% y el
90%) según el año, está integrada por bienes de capital, sus partes y componentes e
insumos, es decir, por bienes que se demandan en mayor medida cuando la economía
crece y que son mucho menos requeridos cuando la economía crece muy poco o
decrece.

Más aún, las estadísticas de las importaciones muestran que cuando el PBI crece
estas también lo hacen pero en una proporción mucho mayor y cuando el nivel de
actividad cae las importaciones también caen en mucha mayor proporción. Así en el
peor año de la crisis de comienzos de siglo (2002) las importaciones cayeron
aproximadamente a un tercio de lo que se importaba en el año 2000 mientras el PBI
en dicho año cayó un 11% (recordar que las exportaciones dada su demanda externa
y ausencia de crisis a nivel mundial no disminuyeron. La situación inversa también se
dio en la recuperación a partir de 2003 donde ante tasas de crecimiento positivas del
PBI las importaciones crecieron en niveles considerablemente superiores.

7) Relación entre las exportaciones netas (exportaciones menos


importaciones ) y el PBI.

La relación entre exportaciones e importaciones es crítica en la economía argentina


teniendo en cuenta lo indicado en el sentido de que las segundas son muy sensibles a
la evolución del PBI, es decir, que para sostener un proceso de expansión económica
en el tiempo es necesario tener una fuente generadora de divisas que permita obtener
los recursos en moneda extranjera para afrontar esos niveles de importación y una de
las dos fuentes de estos recursos son precisamente las exportaciones.

La otra fuente es la del ingreso de capitales ya sea por vía de inversiones extranjeras
productivas o mediante endeudamiento en moneda extranjera, aunque en estos
últimos casos hay flujos de egresos de divisas en concepto de remisión de utilidades al
exterior, pago de intereses y en el caso de endeudamiento por devolución del capital.
De hecho se suele hablar dólares comerciales haciendo referencia a los que se
obtienen por exportaciones de bienes y de dólares financieros a los que se consiguen
por medio del endeudamiento externo.

Lo que interesa resaltar en este punto es que el incremento de las exportaciones de


acuerdo a la mecánica descripta amplia el horizonte de posibilidades de crecimiento
de la economía en la medida que puede genera superávit comercial (exportaciones
mayores que las importaciones) y de esa manera aminorar uno de las principales
restricciones que tiene el país para sostener en el tiempo un proceso de crecimiento.

Juntando este razonamiento con lo expuesto sobre el impacto de medianto y largo


plazo que una elevada tasa de inversión (I/PBI) tiene sobre el crecimiento cabría
observar que para una economía como la argentina una alta tasa de inversión es
condición necesaria pero no suficiente para sostener la expansión en la medida que
los bienes de capital en que se materializan las inversiones son en su mayoría
importados y, asimismo, mayores niveles de actividad económica requieren también
importaciones crecientes de insumos tal como se planteó al presentar la relación entre
importaciones y PBI.

Siendo que para todo ello es necesario generar suficientes divisas por las vías
indicadas (exportaciones, endeudamiento, ingreso de capital productivo) queda
planteado uno de los principales problemas que estructuralmente tiene la economía
argentina que es precisamente su incapacidad para generar la suficiente cantidad de
divisas que permitan sostener el proceso de crecimiento, también conocido como la
“restricción externa de la economía argentina”. Este tema será profundizado en la
segunda parte del curso al estudiar los distintos regímenes de acumulación de largo
plazo que rigieron en el país hasta la actualidad.

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