Señor Presidente de la Corte Superior de Justicia de
Con frecuencia alarmante viene publicándose, en la prensa de esta capital y de
diversos lugares de la república, artículos sumamente inconvenientes para el prestigio y respetabilidad de los funcionarios judiciales.
Nada habría que objetar si tales artículos estuvieran redactados en términos
adecuados y sí, apoyándose en la verdad, contuvieran apreciaciones inspiradas por un noble espíritu de crítica bien intencionada.
Sensiblemente en la generalidad de los casos, dichos artículos se caracterizan
por lo hiriente de su lenguaje, por su intención injuriosa y ofensiva y, en más de una ocasión, por su propósitos claramente calumniosos.
La libertad de expresión de las ideas por medio de la imprenta que consagra la
Constitución del Estado, no puede entenderse como libertad para ofender, ni puede admitirse que impunemente se traduzca en agravio del honor de las personas. Menos admisible aún es que tal garantía constitucional se convierta en socavamiento de uno de los Poderes del Estado y desprestigio de los Magistrados, cuya fundamental norma de conducta ha sido siempre servir los permanentes intereses del país, aplicando estrictamente la ley y discernimiento.
Por ello, en cumplimiento de expreso acuerdo de la Corte Suprema, me dirijo
a Ud. a fin de que se sirva sugerir a los Magistrados de ese importante Distrito Judicial la necesidad de que, cuando sean agraviados y faltados en publicaciones periódicas, en defensa de su honor y velando por el tradicional prestigio del Poder Judicial, formulen la correspondiente denuncia, a fin de que se sancione al responsable con todo rigor de la ley y se detenga así una campaña que conspira contra la vida democrática del país.