El pulso es el latido de una arteria que se percibe al pasar el vaso
por encima de una prominencia ósea.
El pulso arterial es el resultado de la contracción del corazón
(ventrículo izquierdo), ya que la sangre impulsada hacia la aorta genera una onda de presión. Las arterias contiguas se expanden en respuesta a esta contracción y aumentan de volumen. Una vez expandido, las arterias se contraerán obligando a la sangre a circular a los capilares y luego a las venas. El pulso arterial se evalúa para determinar el contorno de la onda de pulso y su volumen, frecuencia y ritmo.
Los pulsos arteriales se pueden examinar en varios sitios alrededor
del cuerpo. El examen sistemático normalmente implica la palpación a su vez de pulsos radiales, braquiales, carotideos, femorales y otros pulsos distales. La palpación de la aorta abdominal también formaría parte de este examen sistemático (para identificar aneurismas aórticos abdominales, por ejemplo).
El pulso arterial (en la muñeca) se siente cerca de 0.1 segundos
después del máximo de expulsión sistólica en la aorta. El pulso carotideo es el reflejo más preciso del pulso aórtico central.
La finalidad de esta práctica es demostrar las variaciones del
Sistema Cardiovascular evidenciadas por las valoraciones del pulso.