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Akemi Hadit Vázquez López

Español Vl

Las editoriales continúan en crisis

La razón por la que las editoriales no avanzan es porque cada vez más disminuyen las personas
que leen, las personas, alumnos, empresarios ya no se interesan por comprar un libro de su
agrado o que les pueda servir para una tarea, uno por cuestiones económicas y dos por pereza o
porque todo lo quieren fácil.

Y, por último, hay que crear comunidad y luego hay que publicar un libro, pero también, y cada vez
más, hay que realizar nuevas estrategias, como una plataforma o cursos online. Es la nueva
frontera. Porque el libro te sigue dando reputación. Pero hay quien, en caso de poder escoger
entre ambos, preferirá tu curso online y así acceder a tus contenidos a través de su PC, iPad o
teléfono móvil.

El papel del sistema de distribución de los libros en México es determinante para la lectura

Desarrollar el gusto por la lectura no es cuestión meramente de voluntad individual. El interés por
los libros aparece sólo en ciertas circunstancias.

La distribución de los libros es vital para las personas y mucho más para los estudiantes,
actualmente no llegan a muchas bibliotecas, por el hecho de que no se cuentan con las bibliotecas
necesarias. El tema de las bibliotecas podría ser una razón para que las editoriales sigan en crisis,
ya que, no hay apoyo para éstas. Otra razón sería que ya no leemos, carecemos del hábito de la
lectura, orillando a no exigir más libros y más bibliotecas completas.

El “problema de la lectura” en México, y en muchos otros países, no es otro que un problema de


educación; particularmente de una educación que tiene como propósito “arraigar ideas
definitivas” en vez de favorecer una independencia de criterio.

Si el gusto por leer no se inicia en la niñez es posible que no cuaje jamás

Si la educación procediera con el espíritu de libertad y aventura, no habría siquiera razón alguna
para introducir ninguna disciplina externa, pues cuando los niños, los adolescentes y los jóvenes
hacen cosas a su gusto, la verdadera disciplina es inseparable a ellos. Lo que construyen con ese
espíritu de libertad y aventura, haciendo cosas que les agradan, son vasos comunicantes de
experiencias que conducen espontáneamente a otras actividades deseables, entre ellas la lectura
misma.

Para alentar a cualquier individuo a un hábito es importante que se haga en un tiempo en donde
se constate que se tendrá toda la vida y este tiempo es la niñez. Cuando se es niño, lo que
observamos lo hacemos y si se tiene la cultura de los padres de leer y motivar a sus hijos a leer y a
que ellos les lean cuentos para fomentar un ambiente de hábito y experiencias. Las experiencias
son prueba de que existe un hábito en el niño.
Akemi Hadit Vázquez López
Español Vl
Cuando alguien lee para vivir se está cumpliendo la función de la lectura y frente a eso no hay
recomendaciones que valgan

Quien tiene el hábito para aquello lo realizará aunque no tenga libros a su alcance y se las
ingeniará para poder saciar ese hábito.

Cada persona vive de experiencias y cada experiencia nos hace crecer como personas. Dentro de
éstas podemos embarcarnos a tener contacto con la lectura, el libro y el autor y de eso se trata de
buscar encontrarse a través de la lectura con el autor. Todos somos libres de escoger qué
queremos leer y cómo podemos leerlo, mientras se tenga presente que se lee para vivir y ganar
experiencias con eso basta.

Cada quien puede convertir a la lectura en hábito, en deber y en necesidad espiritual

Cuando no nos preguntamos el porqué de las cosas ni tratamos de entender qué hay más allá de
nuestras certidumbres cultas, la “buena lectura”. Así, la gente culta concluye que leer libros es
cosa estupenda pero no se explica (es decir, le parece ¡asombroso!, ¡increíble!, ¡inconcebible!) que
haya gente que no quiera leer o a la que no le seduzca el elevado ejercicio espiritual de leer libros.

Para convertir la lectura en hábito depende del interés que como lector demostremos, no sólo se
trata de leer por compromiso o porqué tenga que leerlo, sino asegurarse de que estoy leyendo
para mí y al mismo tiempo pueda compartir la lectura con el autor, con mis amigos, familiares, etc,
hasta sentir la necesidad de leer por gusto.

Conclusión

A manera de conclusión puedo decir que no se trata de obligarnos a leer libros, sino de crear un
hábito que me va a permitir generar aprendizajes, experiencias, sensaciones, etc. De conocer qué
hay más allá de la lectura y tomar en cuenta de que el hecho de que las editoriales desaparezcan
no me perjudica, al contrario, me ayudará a buscar o incluso creer nuevas herramientas para
seguir desarrollando mi hábito de leer y aprender.

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