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- ANATOMÍA Y CIRUGÍA

1. INTRODUCCIÓN

Motivados por el desconocimiento existente de los aspectos históricos de la Anatomía Patológica, que no
permiten a los estudiantes tener una visión general que integre el pasado con lo contemporáneo, con
vistas a obtener nuevos conocimientos enriquecedores y que aporten a su formación como profesional, se
realiza una revisión bibliográfica sobre el tema, para ganar en el conocimiento de los antecedentes
históricos y evolución de la anatomía. Incluyendo, el aporte y significado trascendente que generó la
cirugía, acompañando el desarrollo de la anatomía antigua. Lo cual es uno de los resultados del desarrollo
del conocimiento humano; también se dice que su evolución ha acompañado paso a paso los cambios
sociales, económicos y culturales a lo largo del tiempo. Muchos de estos cambios se verifican ahora mismo,
y se planean innovaciones insospechadas que habrán de surgir en el futuro.

2. ANATOMÍA Y CIRUGÍA EN LA MEDICINA PRIMITIVA

En la prehistoria, del saber anatómico y antropológico. Poco se puede decir acerca de él. El hombre
primitivo tenía la creencia de que las enfermedades se debían a un castigo, a capricho de los dioses o
espíritus que eran introducidos en el organismo. La cirugía en la medicina primitiva no se definió como un
campo especial en los tiempos primitivos, pero muchos de sus tratamientos médicos debiesen ser
calificado de quirúrgico. Las heridas las trataban y a la vez intentaban detener las hemorragias, trepanaban
la cabeza para curar heridas. En la prehistoria se practicó la reducción de ciertas fracturas, y muy probable
que tras la reducción se entablillara el miembro afecto (L. Palés). La trepanación craneal, ejecutada desde
el Paleolítico en los más distintos lugares del planeta, fue emprendida con dos finalidades diferentes, a
veces combinadas entre sí: la quirúrgica, para evacuar materias reales, o supuestamente acumuladas en la
cavidad cefálica, y la mágica, para dar salida a entes nocivos que un maleficio hubiese hecho penetrar en el
cuerpo. Ha sido también descrita una mano a la cual se había amputado un dedo. En conclusión, un factor
importante que limitaba el trabajo de los cirujanos primitivos era su escaso conocimiento en anatomía,
además de sus creencias mágicas. Al lado de estas prácticas terapéuticas y otras semejantes tuvo que
haber algunas de carácter medicamentoso, suscitadas por los impulsos instintivos del paciente o por la
imitación de la conducta de animales enfermos.

. ANATOMÍA Y CIRUGÍA DE LAS CULTURAS ARCAICAS EXTINTAS

Asirio- Babilónica, Antiguo Egipto, Antiguo Iran

Los conocimientos anatomo-fisiológicos de los asirios y babilonios fueron sumamente elementales y


toscos. Además, el conocimiento que se tenía de la enfermedad; fue básica y primariamente entendida
como un castigo de los dioses irritados contra quien estaba padeciéndola, a causa de un pecado de éste.
Básicamente, el conocimiento de la anatomía era únicamente lo necesario para la extracción de vísceras
que eran ofrecidas a los dioses o para hacer pronósticos como ritos adivinatorios (hepatoscopía).
Realizaban ciertas prácticas quirúrgicas no complejas pero importantes para su época como la evacuación
de abscesos, operación de la catarata, extracciones dentarias, flebotomía, etcétera.

Aún teniendo una concepción mágico-religiosa, se evidenció la presencia de personajes estamentalmente


dedicados a la cura de las enfermedades llamados médicos, también bârû o vidente, âshipu o exorcista y
gallubu o cirujanos-barberos. En el Código de Hammurabi (hacia el año 1.800 a.C), se hallan consagrados a
la práctica de la profesión médica.

El saber anatómico de los médicos egipcios fue escaso, y en su mayor parte antes procedentes de la
imaginación que basados en la observación. Como la fuente más importante del saber anatómico egipcio
se tuvo a la técnica de la momificación. A pesar de ello, la práctica del embalsamamiento que precedía a la
preparación de las momias apenas ayudó a la adquisición de conocimientos anatómicos. Ese acto era parte
de una ceremonia religiosa, y quienes intervenían en él nada tenían que ver con la medicina. El origen de la
anatomía data en las descripciones anatómicas más antiguas como en las listas rituales que en 1924
publicó Ranke. La creencia en una vida después de la muerte dio lugar a una curiosa ceremonia funeral que
consistía en que el sacerdote puesto ante el cadáver, y en recuerdo del descuartizamiento de que Osiris
había sido víctima, consagraba al dios solar cada una de las partes del cuerpo difunto. Por virtud de este
rito, esas partes eran en cierto modo deificadas y adquirían vida perdurable y perfecta. Esta exigencia
religiosa obligó a designar con un nombre propio, que podríamos llamar técnico, cada uno de los órganos y
cada una de las partes del cuerpo, así nacieren las largas series de nombres anatómicos. De una necesidad
religiosa ha nacido la primera nomenclatura anatómica de la historia, y, por lo tanto, la anatomía
descriptiva del hombre. Entre otras nociones anatómicas más precisas atañen al corazón y a los vasos. Un
tratado esotérico, El secreto del médico: conocimiento de los movimientos del corazón y conocimiento del
corazón, contenido en los papiros Ebers y Edwin Smith, describe el corazón como una masa cárnea, en la
cual tiene su sede de vida anímica, y su centro el sistema vascular.

Los vasos van a todos los órganos y partes del cuerpo, y son 48 en una de las copias y 22 en la otra. En el
pulso, se dice, «el corazón habla por los vasos a todos los miembros del cuerpo». El aire inspirado penetra
por la nariz hasta el pulmón y el corazón, desde donde se reparte.

En la parte quirúrgica tenemos del papiro Edwin Smith (compuesto hacia 1.550 a.C. tiene un contenido
principalmente quirúrgico, dispuesto a capite ad calcem. Muy sobrio y preciso en sus descripciones y
prescripciones), por ejemplo, sigue un orden descriptivo idéntico al de las listas, un orden descriptivo y una
nomenclatura «rituales» se convierten en una nomenclatura y en un orden «técnicos». Esas listas rituales
son, pues, las que ponen en marcha la primera anatomía descriptiva y topográfica que se conoce. Entre las
prácticas quirúrgicas más destacables se tuvo la reducción de fracturas y luxaciones, vendajes, evacuación
de abscesos, oftalmología, obstetricia, odontología, las cuales son mencionadas con gran frecuencia, y en
ocasiones con gran precisión. Sirva de ejemplo la regla para reducir la luxación del maxilar inferior. Del
instrumental quirúrgico nombrado en los papiros, sólo escasas piezas han llegado hasta nosotros. En
conclusión, las fuentes fundamentales del conocimiento anatómico en el antiguo Egipto fueron: la práctica
de la momificación, la experiencia quirúrgica y el empirismo cotidiano (observación del cuerpo humano), y
los documentos conocidos nos permiten afirmar que en el antiguo Egipto no se hicieron autopsias de
cadáveres humanos o animales con fines de observación científica.
Con respecto a la anatomía y cirugía (medicina) del imperio antiguo de irán, se desarrolló en tres etapas
sucesivas: El antiguo; el de esplendor (ca. 800 a.C.); y otro, en el fin de improductividad y decadencia (330
a.C). De estas etapas destacan las fuentes para el conocimiento, su carácter puramente mágico-religioso y
el problema de su relación con la ciencia hipocrática. Lo que de medicina anatómica supieron se halla en
sus escritos religiosos, el conjunto de los libros que componen el Avesta, y con ellos el Bundahisn y el
Dinkard. En conclusión. la medicina del antiguo Irán fue siempre mágica-religiosa acompañadas de
conocimientos empíricos. Su anatomía y cirugía arcaica indoirania influenció a los médicos griegos, y esto
se evidenció en postulados posteriores de Hipócrates. (Obra hipocrática: “Sobre las hebdómadas”, tuvo
como base textual a “Bundahisn” obra propiamente perteneciente de la antigua Iran).

4. ANATOMÍA Y CIRUGÍA DE LAS CULTURAS ARCAICAS PERVIVIENTES

China Antigua, India Antigua, Japón Antiguo, Israel, América Precolombina

En esta parte de la historia se evidencia la extinción de la cultura asirio-babilónica, Egipto e Irán antiguo,
sin embargo, algunos hallazgos sirvieron de base para estas cultural arcaicas. Estas aparecieron durante o
años después de la extinción anterior mencionada. A partir de sus respectivos orígenes prehistóricos, todos
alcanzaron grandeza y complejidad; pero una vez logrado su más alto nivel, en él quedaron o desde él
decayeron hasta que la ciencia, la técnica y la organización social de Europa (occidente) apareció.

Con respecto a la anatomía de la china antigua, cuenta su historia que, a comienzos de nuestra era, un
médico de la Corte y un carnicero recibieron el encargo de abrir el cadáver de un criminal para examinar
sus vísceras y vasos; pero sólo mil años más tarde llegó a existir un texto chino de anatomía, el de Yang
Kiai. Ese tratado anatómico contribuyo con sus enseñanzas durante 7 siglos a pesar de haber tenido
muchas deficiencias y errores hasta que apareció un individuo llamado Wang-Tsing-jen, que influenciado
con conocimiento occidentales compuso un manual con pocos errores y mucho más completo, era una
anatomía rudimentaria que estaba influenciado con pensamientos cosmológicos, considera al número
cinco muy importante aludiendo a los cinco elementos (tierra, agua , aire, fuego y madera) en comparativa
anatómica se tuvo a los cinco órganos principales (corazón, pulmón, riñón, bazo e hígado) y los cinco
órganos secundarios o subordinados (intestino delgado, grueso, vesícula biliar, estómago y uréter).
Además, tienen presente que la relación viviente entre los órganos es de amistad y enemistad, como se
plantea en la dinámica del Yang-Yin: el corazón (fuego) tiene su enemigo en el riñón (agua) y su amigo en el
hígado (madera), etc. Por esto es signo de mal pronóstico que en los enfermos del corazón la lengua roja
(predominio del fuego) poco a poco se ennegrezca (predominio del agua). También los chinos, lejos de
poder observar el interior del cuerpo humano, ya que había ausencia de cirugías (incluso las rudimentarias)
a causa de sus costumbres, describen desde el Nei King, primer libro de medicina china escrito hace más de
3.000 años, un tipo diferente de “Circulación Energética” por la que circula el Qi o la Energía que recorre
todo el cuerpo, exterior e interiormente. Es la teoría de los canales y colaterales que describe 12
meridianos principales diferentes y otros secundarios, ligados a los órganos internos. Estos meridianos
disponen de zonas externas, denominadas puntos de acupuntura, desde donde se puede influir mediante
la estimulación (agujas, cauterización o masaje).
En la medicina india, hubo saberes anatómicos, procedentes de la observación y la imaginación, en donde
encontramos las compilaciones de Sushruta y Caraka: regiones corporales, huesos, vísceras, vasos y
canales, nervios, ligamentos, etc.; mas no una anatomía sistemática propiamente dicha.

Hubo tres etapas en la historia del saber anatómico indio:

La primera etapa consiste en enumeraciones rituales del Rigveda y el Atharvaveda para expulsar un
demonio de todas las partes del cuerpo. La segunda etapa se da en los sacrificios, el cadáver de un caballo
era ritualmente abierto y despedazado, y el sacerdote, ofrecía los órganos a la divinidad, nombrándolos
según el orden de su extracción: omento, corazón, lengua, etc. La tercera etapa fue realizada por médicos,
ya no por sacerdotes, consistía en una inspección metódica del cadáver humano en donde éste era
sumergido en agua corriente hasta que sus carnes se reblandecían, luego se le examinaba por planos,
frotándole con un cepillo hecho de raíces duras, y por fin se le abría con un bastoncillo de bambú. Esto no
precisamente era una disección en sí. Además, establecieron que el número de los huesos (360) es
también el de los días del año (paralelismo numeral entre el microcosmos y el macrocosmos). En su
desarrollo de la cirugía, 8 eran sus técnicas principales: excisión, incisión, escarificación, puntura, sondaje,
extracción, drenaje y sutura. Otras operaciones quirúrgicas que se dieron fue la talla perineal para la
extracción de cálculos vesicales, la embriotomía del feto muerto, las plastias faciales («método indio») y la
sutura de las heridas intestinales mediante cabezas de hormiga. Con este primitivo medio de la coaptación
quirúrgica la medicina de la India Antigua llegó a• la cima y estuvo a punto de ser técnica pero no lo logró.

Con relación a la anatomía y cirugía japonesa puede ser expuesta por los restos óseos, algunos con
vestigios de afecciones inflamatorias. Fracturas, que en ocasiones debieron de ser reducidas, cráneos
trepanados, se practica la autopsia (En el cadáver de una princesa). La cirugía, sobre todo la militar,
progresó considerablemente. Desde el siglo XIV, con el auge de la dinastía Ming, crece de nuevo la
influencia de la medicina china en el Japón. Cabe mencionar a el cirujano Sheishû-Hanaoka, que en 1805
introdujo la anestesia quirúrgica con drogas vegetales, por primera vez.

En Israel, se estableció a la enfermedad como algo que no es un castigo divino sino como una prueba,
practicando sus curas o administrando sus remedios, el médico israelita se consideraba a sí mismo y era
socialmente considerado como una suerte de «ayudante del Señor». Fue notable su actividad médica y su
contribución al progreso de la medicina.

En anatomía y cirugía americana precolombina se basaba en una concepción de la una medicina arcaica pretécnica
antes de su contacto con la occidental. Los conocimientos de anatomía (basados en la experiencia aportada por
guerras y sacrificios rituales) avalan una técnica quirúrgica y traumatológica notablemente avanzada, siendo común
la utilización de férulas y un variado instrumental quirúrgico. En el imperio incaico, hubo médicos del Inca (Hampi
camayoc) y médicos del pueblo (ccamasmas), todos ellos practicantes de una terapéutica empírico-mágica. Tenían
conocimientos anatomo-quirúrgicos, estos se limitaban a la denominación de varias regiones y varios órganos del
cuerpo. Aquéllos que dan lugar a malformaciones visibles, como la acondroplasia o el bocio, son identificables en la
riquísima cerámica que de los incas nos queda.

El estudio osteopatológico de las momias peruanas, tan abundantes en distintos lugares del país, ha permitido diagnosticar
lesiones sifilíticas (J. C. Tello y H. V. Williams). Son también muy frecuentes y habituales los cráneos trepanados. Además, en sus
rasgos fundamentales, no difiere gran cosa de la incaica la medicina maya, pero fueron la complejidad y la riqueza de la
medicina azteca, sin duda por la inteligente asimilación que de otras culturas hizo, al conquistarlas, el belicoso pueblo de ese
nombre. Los sacrificios humanos y el banquete ritual ulterior dieron notable contribución al saber anatómico: cientos de
vocablos anatómicos. En conclusión, en toda América precolombina se consiguió un gran avance de la anatomía y cirugía, pero
sobre todo esto se vio reflejado en estas dos grandes civilizaciones: Azteca e Inca.

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