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INDICE

INTRODUCCION …………………………………………………………………………………………………………….2
1.- UBICACIÓN ESPACIO TEMPORAL …………………………………..…………………………………………3
2.- ORGANIZACIÓN POLITICA…………………………………………………………………………………….……3
3.- EL SEÑOR DE SIPAN …………………………………………………………………………………………….……4
4.- ORGANIZACIÓN SOCIAL…………………………………………………………………………………………....5
5.- ORGANIZACIÓN ECONOMICA…………………………………………………………………………….……..6
5.1.- PESCA…………………………………………………………………………………………………………………….6
5.2.-AGRICULTURA……………………………………………………………………………………………………..….6
5.3.- CLIMA…………………………………………………………………………………………………………………….6
5.4.- FAUNA……………………………………………………………………………………………………………………6
6.- RELIGION…………………………………………………………………………………………………………..………7
7.- RITOS FUNERARIOS……………………………………………………………………………………………………8
8.- CONOCIMIENTOS Y CULTURAS………………………………………………………………………………….8
8.1.- ORFEBRERIA…………………………………………………………………………………..………………………8
8.2.- CERAMICA………………………………………………………………………………………………………………9
8.3.- ARQUITECTURA……………………………………………………………………………………………………11
9.- FIN DE LOS MOCHE ………………………………………………………………………………………………..12
CONCLUSION…………………………………………………………………………………………………………….…14
BIBLIOGRAFIA………………………………………………………………………………………………………………15
ANEXOS……………………………………………………………………………………………………………………….16

1
INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo, vamos a recorrer y desarrollar los principales aspectos


de la cultura Mochica a fin de conocer el entorno, vida e incluso legado que los
antiguos pobladores del valle Moche nos dejan al mundo. En términos generales,
la cultura Moche o Mochica surge y se desarrolla en los siglos I y VII, teniendo
como escenario la larga y angosta franja desértica de la costa norte del Perú
donde se encuentran los restos de sus imponentes edificaciones.
Hacia finales del siglo XIX -en 1899- el científico y renombrado arqueólogo
alemán Max Uhle, logró con sus excavaciones en el complejo de las huacas del
Sol y de la Luna, establecer casi toda la historia prehispánica del valle de Moche
en Trujillo –Perú-, fue el primero en descubrir los restos de una nueva cultura a
la que bautizó como "Proto Chimú" más tarde el arqueólogo peruano Julio C.
Tello es quien dio el nombre "Moche" –nombre del valle en donde habitaron- con
el que hasta el día de hoy se conoce a esta cultura, el nombre "mochica" hace
referencia a la lengua prehispánica de la costa norte denominada "muchik", que
fue utilizada hasta hace un siglo y que en menor número se sigue usando hoy.
Sobre los Mochicas podemos adelantar una descripción que comparte con otras
culturas prehispánicas, se trataba de una sociedad con prácticas guerreras,
tradiciones rituales y un tipo de jerarquización social que tiene como ideal de
poder, la fuerza de ciertas especies predatorias, como el caimán, águila y el
jaguar, especialmente.

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CULTURA MOCHICA

1.- UBICACIÓN ESPACIO TEMPORAL

La cultura Mochica también conocida como Moche o Chimú temprano, recibió el


nombre de moche tras los descubrimientos en el valle de Moche. También se la
denomina mochica por el nombre de la lengua, el muchik, que hablaban sus
pobladores, es considerada como una de las sociedades preincaicas más
avanzada. Se desarrolló entre el 200 y el 700 d. C. su núcleo principal se asentó
en el valle del río Moche (actualmente también llamado Valle de Santa Catalina,
cerca de la ciudad de Trujillo) donde se construyó una ciudad sagrada que fue
sede del gobierno mochica. Sus principales restos son las Huacas del Sol y de
la Luna, auténticos palacios de los señores mochicas, que eran los gobernantes,
los que tenían un poder absoluto fuera de todo control y de transmisión dinástica.
Sus dominios se extendieron a lo largo de la costa norte del Perú. Descendientes
de la cultura chavín, los mochicas, en el territorio que habitaron dejaron restos
de sus templos, palacios, pirámides, obras de irrigación y fortificaciones. Se
distingue por su cerámica de un gran valor artístico, también trabajaban con
sumo talento el oro y los tejidos.

2.- ORGANIZACIÓN POLÍTICA

Fue un reino teocrático, señorial y militar, políticamente las sociedades se


organizaban en señoríos comandados por autoridades religioso-militares.
Los sacerdotes eran la élite gobernante. Cumplían funciones públicas, religiosas,
controlaban al pueblo, dirigían las conquistas y la construcción de obras públicas.
Además llevaban a cabo rituales como la ceremonia del sacrificio humano, cuyo
objeto era ofrecer la sangre de los prisioneros de guerra a los dioses para tener
mejores cosechas.

La máxima autoridad de esta cultura fue el Señor de Sipan, el cual también era
un sacerdote guerrero. Sus gobernantes eran considerados descendientes de
los dioses siendo mitad humanos mitad divinidades (semi-dioses), las personas
no tenían permitido mirarles a los ojos y debían adorarlos. Cuando se realizaban
las reuniones, sus acompañantes diseminaban cinabrio (un mineral color rojo de
la familia de los sulfuros) para que su señor no pise directamente el suelo. En su
vestimenta el Sipán llevaba un cetro de oro, una nariguera (para evitar que se
vea cualquier expresión facial) su corona, y un collar con forma de maníes hecho
de oro y plata en alusión al ciclo de la vida.

Los Chimú fueron un estado expansionista centralizado con claras divisiones de


clases, herencia de cargos y una burocracia muy compleja; el poder lo tenía el
gran señor llamado Cie Quic. El sistema económico y social funcionaba por
medio de una red de centros urbanos rurales que se encargaban de la recepción
y envío hacia la capital los tributos obtenidos. El estado tenía como ciudad capital
Chan-Chan, desde allí se manejó, organizó y monopolizó la producción, el
almacenamiento, la redistribución y el consumo de bienes y productos. La
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sumisión del pueblo era lograda por el mecanismo del agradecimiento, por
supuestos dones (agua, pesca, caza, cultivos); y el terror, causado por los dioses
y monstruos que exigían sacrificios humanos para saciar su sed de sangre. Más
allá de la marcada jerarquía, existía la ascensión de clases que se lograba con
altos logros de guerra.

3.- El SEÑOR DE SIPAN

En 1987, un grupo de arqueólogos dio con la tumba intacta de El Señor de Sipán


quien fue un gran sacerdote y guerrero mochica que ocupaba la cúspide de la
estructura social y política de su tiempo con un carácter semi divino. El Sipán
utilizaba en su vida diaria diversos ornamentos y vestimentas preciosas (símbolo
de su estatus social y poder) pero no eran las mismas que usaba en los actos
ceremoniales o ritos sagrados. En la tumba se descubrieron gran cantidad de
piezas de oro, plata, piedras preciosas, objetos de cerámica y madera tallada de
inimaginable valor (seguramente estos bienes formaban parte de la vida diaria
del señor, y debían acompañarlo al mundo de los muertos donde, según la
religión Mochica, seguiría ejerciendo los mismos roles y funciones). Su
investigación ha permitido a los historiadores y arqueólogos conocer nuevos
aspectos de la cultura Mochica, en la sepultura también se hallaba el esqueleto
de un hombre joven con escudo dorado y los pies seccionados presuntamente
un guardián, el cuerpo del señor se encontraba en un sarcófago de madera, su
cuerpo estaba cubierto de oro, plata, cobre, un pectoral con piedras
semipreciosas y con collares de oro. Su cráneo descansaba sobre un gran plato
de oro, junto a su cabeza y pies había 2 esqueletos de mujeres jóvenes, y en las
partes laterales el esqueleto de un perro y 2 llamas.

El hallazgo de la tumba del señor Sipán, quien fue en su tiempo un Alaec muy
respetado, después de haber permanecido intacta durante más de 1500 años se
ha llegado a considerar como uno de los más importantes descubrimientos
arqueológicos que se han hecho en el siglo XX, al mismo nivel de por ejemplo el
hallazgo del Machu Pichu o de la tumba de Tutankamón. Con este
descubrimiento, se constató que muchos de las insignias, ornamentos y
atuendos encontrados en la tumba del Sipán, (los cuales fueron usados en vida
por su propietario), resultaban semejantes a los figurados en los temas del arte
Mochica por ejemplo en el mural.

“la tumba sigue el mismo patrón de Sipán, una plataforma de adobe que fue
perforada para colocar la tumba y posteriormente sellada con capas de barro.
Estaba intacta, totalmente intacta porque estaba sellada por un piso de capas
sucesivas. Los indicios de la arquitectura monumental de la plataforma tenían
seis fases de construcción y hemos encontrado otro piso más abajo, una fase
siete y luego una fase ocho.”

Walter Alva, arqueólogo peruano descubridor de la tumba.

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4.- ORGANIZACIÓN SOCIAL

El notable desarrollo que alcanzó la agricultura Moche presumimos que originó


el crecimiento de la población, que al mismo tiempo generó una creciente
demanda de alimentos. Por ello podemos suponer que la estructura social debió
organizarse de tal forma que permitiera garantizar un orden social estable,
verdaderamente, fue una sociedad estratificada en clases, sus gobernantes eran
seres semi divinos provenientes de una casta (elegida por los mismos dioses
para desempeñar su trabajo) donde los militares y sacerdotes ocupaban lugares
de privilegio, se distinguían grupos sociales que tenían un acceso diferenciado a
los recursos que se producían. Más allá de la marcada jerarquía, existía la
ascensión de clases que se lograba con altos logros de guerra. Los mochicas
constituyeron una Aristocracia guerrera (Sacerdotes guerreros), sociedad estuvo
dividida en el Cie-Quich (jaguar) el rey del valle y los dominios mochicas,
Sacerdotes o Pillac (zorro) encabezado por el sacerdote guerrero, habitaban en
los templos. El Alaec, era el rey vencido y subordinado al poder del soberano
mochica. El Pueblo (lagarto) campesinos y pescadores.

El idioma que hablaron fue el Muchik. Los artesanos, conformaban un importante


grupo dentro de la sociedad, se dedicaban exclusivamente a producir bienes
exclusivos para a la élite gobernante. La alfarería, la textilería y la metalurgia
eran oficios de prestigio. El pueblo en general, agrupaba distintos sectores como
los pescadores, agricultores y constructores, ellos se dedicaban a producir
alimentos bajo el control del estado y a pagar un tributo en forma de trabajo
comunal que sirvió para construir grandes obras arquitectónicas y canales de
irrigación. (Parecido al sistema de mita utilizado por los Incas) utilizaban pinturas
faciales y corporales que representaban el estatus social o la pertenencia a un
clan, además las viviendas del pueblo eran bastante simples a diferencia de las
grandes construcciones que se dedicaban a las clases gobernantes. La mujer
Mochica era delicada, baja de estatura, muy trabajadora con poco pelo facial,
tenían el pelo largo, cortado en flequillo sobre la frente y trenzado con cintas de
lana de color, usaban collares pero no aretes. Así como el hombre, iba descalza.
Cuidaba del niño y se dedicaba a hilar tejer y fabricar la chicha - bebidas
alcohólicas derivadas principalmente de la fermentación no destilada del maíz y
otros cereales- . Recibía un trato tan igual como el de los hombres. Sus orejas
eran perforadas para colocarse aretes de madera o aretes de oro de acuerdo a
su estatus social, la monogamia era general entre las clases inferiores, la
poligamia estaba reservada a las clases dirigentes (se cree que cuando el
gobernante Mochica moría, era enterrado con su harén de mujeres hermosas
con vida).

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5.- ORGANIZACIÓN ECONÓMICA

5.1.- PESCA: Fue una de las actividades primordiales para su subsistencia,


proporciono a los habitantes costeros alimentos para el consumo y productos
para comerciar con los pueblos del interior. Los habitantes de la cultura mochica
tuvieron gran experiencia como pescadores fabricaban embarcaciones que
hasta el día de hoy se siguen utilizando llamados caballitos de totora,
organizaron expediciones que arribaron hasta la isla de Chincha para extraer el
guano.

5.2.- AGRICULTURA: El territorio ocupado por los moches era favorable para la
actividad agrícola, pues estaba atravesado por varios ríos, desarrollaron varias
técnicas para mejorar la productividad de sus cultivos, aprendieron a seleccionar
las plantas para aumentar el tamaño de los frutos y usaron el guano que obtenían
de las islas para enriquecer las tierras; cultivaron algodón, maíz, papa, maní, y
guindillas en el desierto mediante los sistemas de regadío. Además usaron una
serie canales de riego comenzaron con que se hicieron en las zonas más altas,
luego con sistemas de drenaje las redes de canales se extendieron a las zonas
planas, en las partes bajas de los valles e incluso algunas redes conectaban
varios valles a la vez. Como debieron llevar agua para cultivar tierras secas,
construyeron canales llamados Wachaques que eran una especie de chacras
hundidas para aprovechar mejor el agua.

5.3.- CLIMA: El Clima de la región Moche es templado y seco; la temperatura


varía entre 15º y 28º C con días soleados y noches frías (por la presencia de la
brisa marina proveniente del pacifico). Las precipitaciones son escasas durante
el año, a excepción de los meses en que, se presenta el Fenómeno del Niño.

Provoca cambios en la temperatura de las aguas en la parte central y oriental del


Pacífico, se lo nombró como El Niño (refiriéndose al niño Jesús) por los
pescadores peruanos a esta corriente cálida que aparece cada año alrededor de
Navidad- las consecuencias que provoca este fenómeno en América del sur son
lluvias intensas, calentamiento de la corriente oceánica, pérdidas pesqueras,
intensa formación de nubes y por lo tanto precipitaciones, periodos muy
húmedos de baja presión atmosférica.

5.4.- FAUNA: En muchas de las cerámicas mochicas encontradas, podemos


distinguir la rica variedad de especies animales pertenecientes a las zonas de la
costa, sierra y selva que abarcaban los territorios de esta cultura. Existieron
especies domesticadas como la llama, el perro y los cuyes (roedor parecido al
cobayo); otras se mantuvieron en estado salvaje como es el caso del puma,
zorro, venados, monos, vizcachas, murciélagos, ratones, lobos marinos, y foca,
también contaban con la presencia de las tortugas, lagartijas,"cañan", la iguana,
y las serpientes. Además, en las cerámicas fueron representados moluscos y
crustáceos como cangrejos, pulpos, estrellas de mar, caracoles marinos, de
tierra o de río, camarones, erizos, y "caballitos de mar”, entre las aves existían
búhos, lechuzas, palomas, loros, patos, tucanes, guacamayos, papagayos,
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picaflores, halcones, águilas, cóndores, pelícanos, gaviotas, patos marinos y una
variedad de insectos, la mayoría de las especies que existían en ese entonces
siguen estando en la actualidad en Perú. La base de la alimentación mochica era
el maíz aunque también consumían otros productos, como el frijol, el camote, la
calabaza, la palta, la papaya la lúcuma, el pepino, y la papa. Complementaban
su dieta con carne de animales como camélidos, cuyes, patos, venados, cañanes
(lagartijas comestibles) y caracoles; también se alimentaban de peces y
mariscos. Se cree que los Moche realizaron intercambios a larga distancia, ya
que se han encontrado tejidos y cerámicas mochicas en distintos pueblos
cercanos, traían por ejemplo mullu del Ecuador, lapislázuli de Chile y cerámica
de Cajamarca. Entre los arboles están los algarrobos, guarangos, achupalla,
sapotes, san Pedro, tunas, caña brava, pájaro bobo, espino, sauce, carrizo,
junco, totora, molle, chilco.

6.- RELIGIÓN

Para los mochicas la constitución de un universo sagrado, reside donde los


dioses se expresan a través de la figura y el poder de seres animales. Para
acceder a ese universo sagrado, los hombres, a su vez, deben transformarse a
través de la ceremonia, del ritual o de la planta sagrada (posiblemente coca) los
caimanes, los jaguares y las águilas, son el agua, la tierra y el aire
respectivamente, es decir, los que rigen como figuras absolutas de un poder y
de una fiereza que los hombres intentan apropiarse. Los mochicas eran al igual
que la mayoría de las culturas antiguas politeístas, el dios supremo y la principal
deidad de los moche era Aia Paec proveniente del Chavín, llevaba colmillos de
felino y un cinturón con cabezas de serpiente; algunas pinturas lo muestran con
orejas en forma de ocho –igual que el arte Chavin.

También los mochicas dirigieron su culto a la luna debido a su influencia sobre


el crecimiento de las plantas, las mareas y a su utilización para la medición del
tiempo; sin embargo, es posible que cada pueblo haya tenido sus deidades y
santuarios locales. La abundancia de fragmentos de huesos dentro algunos
templos nos sugiere la realización de rituales caníbales o sacrificios en su
interior, Seguramente podemos suponer que la sangre, como en muchas otras
culturas, tiene varias connotaciones simbólicas, fundamentalmente es
representar la fuerza vital de los seres vivos, que al ser ofrendado garantiza la
vida de los dioses. Las figuras animales que se encuentran en la parte baja de
la pirámide y la cara delantera del templo, así como algunos motivos en las
esculturas, aluden a criaturas sobrenaturales con características de águilas,
felinos y serpientes existían divinidades antropomorfas como el Dios cangrejo.
La religión moche se caracterizó por sus dioses castigadores, la representación
de dioses decapitando era muy común, siendo el decapitador principal Aia Paec

Rafael Larco Hoyle dio el nombre, que en la lengua hablada por los antiguos
Chimú significa "Dios”- Estos dioses muestran clara influencia de la antigua
cultura chavín. Los sacrificios humanos eran practicados por los moche con fines
religiosos, existen piezas cerámicas que nos introducen en rituales de sacrificio
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asociados a la divinidad jaguar, ya sea para extraer la sangre de la víctima o
para decapitarla; en otras piezas encontramos hombres-jaguar sosteniendo la
cabeza de hombres guerreros en estas vasijas pintadas se pone en evidencia
que los mochicas tenían como objeto principal de la batalla apresar al enemigo,
desangrarlo y cortar su cabeza para conservarla como trofeo. Por el hecho de
haber desaparecido antes de la Conquista, podemos es especular sobre
prácticas caníbales. En cada Estado moche podía haber uno o más de estos
templos y sus respectivos sacerdotes, cada uno de estos grupos debía tener una
parte de la población bajo su dominio.

7.- RITOS FUNERARIOS

Para ellos, la muerte no era sino un tránsito a otro nivel de vida donde se
continuaba al igual que en la Tierra teniendo unas responsabilidades y unos
derechos propios de su rango, mientras que entierros simples con pocas
cerámicas y objetos de metal eran destinados al pueblo, las clases gobernantes
tenían ostentosas tumbas con ofrendas de oro y objetos preciosos.
Inicialmente, los muertos eran enterrados en arena o en las plataformas
funerarias. Los cadáveres eran puestos en posición flexionada y sentada, En los
últimos tiempos se incrementa la cantidad de ofrendas de cerámica y metal.
También, se cree que había artesanos al servicio de los nobles y ciertos sectores
del palacio albergaban a los sirvientes que se diferenciaban claramente de la
zona habitada por los señores. Se supone que cada de uno de los palacios
partencia a un gobernante y que cuando fallecía, era enterrado en el sector de
las plataformas funerarias. Aunque el palacio le seguía perteneciendo y sus
parientes continuaban viviendo en él encargándose de rendirle veneración. El
siguiente gobernante tenía que construir su propio palacio en el que viviría y se
enterraría al morir. Esto quiere decir que los palacios fueron construidos uno
después del otro, según morían los sucesivos gobernantes.

8.- CONOCIMIENTOS Y CULTURAS

Con amplios conocimientos de arquitectura e ingeniería hidráulica, construyeron


palacios, templos, centros urbanos y complejos sistemas de riego que les
permitió mejorar su agricultura, desarrollar un mercado y asegurar su
prosperidad. Hicieron uso del cobre en la fabricación de armas, herramientas y
objetos ornamentales. Fueron considerados los mejores ceramistas del Perú
antiguo gracias al fino y elaborado trabajo que realizaron en sus cerámicas. En
ellas representaron a divinidades, hombres, animales y escenas significativas
referidas a temas ceremoniales y mitos que reflejaban su concepción del mundo.

8.1.- Orfebrería: El oro y la plata simbolizaban la eterna dualidad entre el sol y


la luna, la vida y la muerte. Utilizaron el cobre para fabricar utensilios, armas y
ornamentos en aquel los metales preciosos eran consideraros materia divina y
por ello sólo se utilizaba para adornar a los grandes personajes, especialmente
a los Gobernantes y Sacerdotes, que fueron los representantes máximos de los
poderes terrenales y sobrenaturales.
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Una de las muestras más importantes del arte metalúrgico de los Moche fue
descubierta en 1987 en el valle del río Lambayeque, en la tumba del Señor de
Sipán. Se extraían piedras de las minas y se las reducía a pequeños trozos
utilizando mazos. Fundían pequeños trozos de metal mezclados con carbón en
hornos de barro, y el fuego era avivado con sopladores de caña El metal era
laminado luego de varios recalentamientos y las piezas se golpeaban en moldes
para poder darles forma. Lograron soldar los metales concentrando la salida de
la llama con una pipeta.

Utilizaron el oro, la plata, el cobre y sus aleaciones, la aleación más


característica fue la tumbaga (mezcla de oro y cobre) Los Moche fabricaron
objetos utilitarios como agujas y anzuelos, así como objetos suntuarios
destinados a los miembros de la élite, como narigueras, pectorales, sonajas y
aros.

Los mochicas no desarrollaron alfabeto, pero si una escritura pictográfica que les
permitió dejar huellas de su mundo en la cerámica que trabajaron. Conocían el
calendario lunar de 28 días, los hombres de esta cultura lo habían dominado en
forma admirable llevando cuenta de los años, meses, días y de las horas
graficando en relojes solares, posiciones del sol, las fases de la luna, la presencia
de las estrellas que se visualizan en diversidad de rituales y prácticas esotéricas.

Los Moches conocían el sistema decimal lo que les permitió contar y representar
las edades de los caciques y jefes guerreros testimoniados en miles de
cerámicos. Las representaciones pictográficas fueron plasmadas sobre la
superficie de los ceramios y mediante trazos perfeccionaron figuras también
complejas escenas donde los seres representados derrochan vida y movimiento.
Así, la posición de las extremidades puede señalar la quietud, caminata, carrera
o baile del sujeto dibujado; inclinar el torso hacia adelante implica velocidad y la
posición de la cabeza, reverencia o dignidad. En distintos contrastes anatómicas,
estas figuras combinan partes de frente y de perfil. El tamaño de los sujetos
señala su rango e importancia en la escena por ejemplo, los señores eran
siempre representados más grandes que los hombres comunes. Utilizaron una
serie de caminos que probablemente ya existían, y que posteriormente serían
aprovechados por los Incas, así estaban mejor comunicados para su época y
estas redes de caminos funcionan a su vez como canales para difusión
sociocultural entre diferentes regiones

8.2.- Cerámica: la cerámica, es el mayor legado cultural de los mochicas,


hombres, seres mitológicos, animales humanizados, hombres con atributos
zoomorfos, la utilización de los colmillos del jaguar, de la serpiente o del caimán,
aparecen en la mayoría de las piezas conocidas, divinidades, animales, plantas
y complejas escenas fueron representadas por sus artistas bajo la forma de
imágenes esculpidas o vasijas decoradas a pincel con un extraordinario
realismo, emplearon las técnicas alfareras del trabajo a molde lo cual incrementó
su producción. La cerámica para el uso doméstico, era rustica y sencilla, sin
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mucha decoración. Los ceremoniales, en cambio, se ofrecían a los muertos y a
los dioses con el fin de rendirles culto, por eso se elaboraban con arcilla más fina
y su acabado era más delicado. No usaban un torno, toda la cerámica era
desarrollada manualmente y con ayuda de una paleta (esta técnica aún perdura
en algunos pueblos) Solo las obras de uso ritual u ornamentales se fabricaban
con un molde, luego de que la acilla se secaba extraían la pieza la retocaban y
pulían su cerámica sus trabajos tenían dos colores predominantes rojo y crema.

Si analizamos la iconografía de la cerámica, podemos conocer interesante


información sobre la vida de los moches: ceremonias funerarias, ceremonias
rituales, paisajes, viviendas, guerras, enfermedades, etc. este trabajo de
decoración sirvió de base a una pintura muy especializada la pictográfica, que
era ejecutada con pinceles de pelos de animales y humanos, plumas de aves y
puntas de cañas. Los diseños o dibujos se hacían mediantes colores planos, los
personajes llenos de contraste se plasmaban de perfil. También, podríamos
dividir en diversos periodos los avances en el moldeado de la cerámica
clasificados por el arqueólogo Rafael Larco Hoyle

• MOCHICA I: Pequeñas vasijas-retratos y vasos Fito-zoo-antropomorfos;


botellas con asa-estribo, pico, etc., casi siempre recubiertas de pinturas. La
cerámica es pequeña, de aspecto sólido, en algunos casos de forma circular con
asas proporcionales, circulares picos cortos y fuertes rebordes. Los motivos más
comunes son los puntos grandes, los círculos, rombos, cabezas de lagartijas
estilizadas, triángulos con círculos concéntricos, signos escalonados, bandas
cuyos temas están delineados por incisiones.

• MOCHICA II: Mejor cocidas, más esbeltas y con pinturas zoomorfas de


excelente factura. El grosor de las paredes de las piezas disminuye, la cerámica
se alarga y no se le da la misma altura que ancho, se inicia con esto modelos
más esbeltos de vasos. El asa y el pico crecen proporcionalmente, y mientras el
asa no pierde la forma redondeada, el pico pierde el reborde pronunciado.
Existen vasos retratos, antropomorfos de cuerpo entero, fitomorfos y zoomorfos.

• MOCHICA III: Vasos-retratos y también de animales, únicos por su excepcional


realismo y naturalismo, decorados de arriba abajo con motivos geométricos o
escenas de la vida diaria. Las paredes de los vasos se afinan aún más sin perder
su solidez, el cerámico está cubierto por una fina capa de engobe - pasta
cerámica que se obtiene mezclando distintos tipos de arcilla y otros materiales
con agua- cuidadosamente pulida. Los hornos abiertos fueron perfeccionados,
los recipientes son de mayor capacidad, las asas y los picos se afinan
notablemente, siendo las primeras elípticas y los picos pequeños, acampanados
y con reborde casi invisible. Las esculturas antropomorfas se perfeccionan
siendo casi verdaderos retratos de personas en este momento, la escultura
religiosa adquiere importancia

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• MOCHICA IV: Con algunas formas nuevas, incorporando el tema paisajístico.
Los motivos se multiplican y adquieren mayor complejidad. El artista mochica
trata de hacer perdurar en su cerámica no solamente la usada para los asuntos
comunes de su vida, sino también la usada en las ceremonias. Los vasos
comienzan a cubrirse con escenas pictóricas religiosas, se alargan y también
proporcionalmente el asa, que ya no es chata sino, redonda o ligeramente
angular. La mayoría de los picos son largos y rectos, aunque hay algunos más
angostos en la punta con bordes levemente afilados

• MOCHICA V: La cerámica de este período, por sus formas y decorado,


constituye el "arte barroco" de la cultura mochica, atrevido y decadente por su
forma y decoración. Se reduce en tamaño pero el asa se alarga, toma una forma
triangular acentuada siendo el pico más pequeño y con bordes afilados del
interior hacia afuera. Las representaciones geométricas abundan y la escultura
pasa a segundo plano, desplazado por el arte pictórico. Podemos encontrar 3
tipos de jarros, los huacos retratos (estos huacos reflejaban las expresiones
humanas de los pobladores moche "rasgos físicos" y estados de ánimo) los
huacos eróticos (representaban imágenes de la vida sexual de los pobladores
mochicas, se cree que era un culto a la fertilidad) y los huacos patógenos
(retrataban imágenes de personas con enfermedades variadas).

8.3.- ARQUITECTURA: construyeron centros urbano-ceremoniales. Estos


centros estaban formados por plataformas de adobe dedicadas al culto y casi
siempre decoradas con pinturas murales, palacios en los cuales vivía la élite, así
como edificios administrativo, talleres artesanales y viviendas rústicas entre
estos centros, destacan El brujo, la Huaca del Sol y de la Luna, situados frente
a frente en el valle de Moche en el Complejo Arqueológico Huacas de Moche.
Dentro de estos centros también se encontraron murales, con figuras que
representan divinidades antropomorfas, escenas de combates, rituales y
prisioneros de guerra, el más famoso de la huaca de la Luna representa a un
personaje conocido como "el demonio de las cejas prominentes" en el caso del
centro urbano El brujo, hay un gran mural que representa una procesión de
prisioneros desnudos y unidos por una soga que caminan hacia su destino final:
la muerte que les dará "el decapitador". La pirámide escalonada, llamada "Huaca
del Sol"

Es una de las edificaciones más impresionantes de todo el Perú, la construcción


hecha de adobe cuenta con 40 metros de altura y 350 metros de largo. La Huaca
de la Luna, erigida frente a la Huaca del Sol, ocupando un área casi cuadrada
de 290 por 210 metros y está conformada por varias plataformas y patios
ceremoniales. En su interior no se han hallado vestigios de tareas domésticas, a
diferencia de la huaca del Sol, lo que demostraría el carácter ceremonial de su
construcción Tanto la Huaca del Sol como la Huaca de la Luna, conformaron un
complejo administrativo y religioso, ubicado en las faldas de Cerro Blanco, el más
venerado de los Moches. Otro de los templos más conocidos es la Huaca Arco
Iris, un centro ceremonial que estaría vinculado a rituales de culto al arco iris y
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otros fenómenos naturales relacionados con la fertilidad. En sus paredes
sobresale la representación de figuras antropomorfas y zoomorfas. En las
huacas, cada cierto tiempo solían hacer una reedificación, en la cual en vez de
remodelar una pared, la tapaban construyendo otra adelante. Las casas de los
pobladores comunes eran erigidas en pequeñas comunidades, sin formar
grandes urbes. Los materiales que usaban ellos eran los mismos que se
empleaban para las huacas a excepción de las pinturas, las casas podían tener
patio propio y techo de dos aguas. Según los restos de arquitectura podemos
decir que los gobernantes vivieron en los palacios y recintos monumentales,
mientras el pueblo residía en viviendas más precarias con habitaciones
pequeñas y fuera de la arquitectura monumental.

9.- FIN DE LOS MOCHE

Está de más decir que nunca el fin, crisis, caída de una civilización o imperio se
da por una sola causa. Siempre existen múltiples acontecimientos que propician
a una civilización a perecer. Aunque fueron una cultura local, la influencia
mochica superó el territorio norteño, ya que su cerámica ha sido encontrada en
diferentes lugares fuera de su territorio de desarrollo. Esta cultura se enfrentó al
final de su historia con dos desafíos primero la expansión Huari y segundo el
avance del desierto sobre sus tierras de cultivo. Existen pruebas de que los
sistemas de canales mochicas fueron cubiertos por arena, destrozando la
agricultura empujando a los pobladores a trasladarse y abandonar los
asentamientos, para conseguir más tierras los mochicas debieron avanzar hacia
el norte (Lambayeque) La expansión de la cultura Huari, que comenzó por esa
época también podemos señalarla como una de las causas de estas
movilizaciones, asimismo, se observaron cambios en el estilo y los temas del
arte moche en el periodo V.

Entre los años 570 y 600 d.C. se vivió una larga sequía en las alturas; e
inacabables lluvias torrenciales en la costa mochica, este fenómeno que arrasó
con los cultivos, aldeas y ciudades de los moche es muy probable que haya sido
el fenómeno climático conocido como “El niño” pero de una magnitud
catastrófica. Los ríos se salieron de sus cauces y el lodo arrasó tanto grandes
extensiones de tierra cultivable como pequeños poblados ahogando a sus
habitantes, estas terribles inundaciones contaminaron los cursos de agua y los
manantiales, y erosionaron miles de hectáreas de terreno cultivable.

Además las fiebres y otras epidemias devastaron el resto de la población.


También se ha demostrado que el “Mega niño” de tres décadas que arrasó con
los pueblos fue seguido de una mega sequía que duró por lo menos 30 años, así
lo sugieren las grandes capas de polvo que cubren muchos centros ceremoniales
moche, Entre los años 563 y 594 redujo de manera drástica la cantidad de
manantiales de montaña cuyas aguas llegaban hasta la costa lo que resulto
desastroso para la agricultura. El Niño también provocó un cambio en las
corrientes marinas que redujo las capturas de peces, que eran parte esencial de
la dieta costera y un importante elemento de comercio. De este modo, con el
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quiebre de la agricultura siguió la ruina de la pesca, con lo que desapareció el
último recurso alimenticio de los mochicas. A consecuencia de todo ello, miles
de personas murieron de hambre y los gobernantes de cada región debieron
trasladarse hacia otros pueblos para continuar con las tareas de gobierno desde
otro lugar que se haya visto menos afectado. A esta serie de factores climáticos
se le sumaron el debilitamiento las instituciones mochicas. La nobleza, alejada
de sus súbditos, vivía ocupada en sus disputas dinásticas y ceremonias rituales.
Pero cuando el pueblo culpó a sus gobernantes de la caótica situación y de haber
perdido el favor de los dioses, los jerarcas incrementaron los sacrificios humanos
para ganarse el favor divino, sin conseguirlo. Los centros fueron abandonados
hacia el año 750 y la población se agrupó de forma independiente, lo que supuso
el derrumbamiento del sistema político mochica. Puede que incluso estallara una
guerra civil. Los últimos asentamientos mochicas, gobernados por una
desgastada clase dirigente, no pudieron contra el emergente Estado huari (o
wari), un estado con arrollador poder militar.

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CONCLUSIÓN

Si bien en América del sur la sociedad precolombina más importante y


reconocida fue la de los Incas, quienes crearon un imperio conquistador y
continuador de otras civilizaciones anteriores (como la nazca, chimú o mochica),
a los que sometieron gracias a su organización político-estatal más perfecta y
avanzada, No podemos negar el poder de influencia de las civilizaciones más
pequeñas (como en este caso la Mochica) en los grandes imperios que
adoptando parte de su cultura, arte, o tecnología permitieron que estos pueblos
perduren en el tiempo y ayuden a la tarea de los arqueólogos e investigadores a
comprender el mundo antes de que sea como lo conocemos ahora.

También a lo largo de la investigación, descubrimos una serie de paralelismos


entre las culturas prehispánicas que, pese a desarrollarse a cientos de kilómetros
de distancia, con contextos históricos, temporales, sociales y naturales algunas
veces distintos, poseían concepciones religiosas muy parecidas en cuanto a la
representación de dioses. Estas semejanzas suceden por ejemplo con la
tradición azteca, en la que la serpiente emplumada se concibe como una fusión
simbólica del jaguar, o en las reiteradas ofrendas de sangre y carne de
prisioneros para el deleite de los dioses.

Otro paralelismo, es la concepción que tenían de la muerte donde las personas


no simplemente dejaban de existir en el plano terrenal sino que, en el caso de
los gobernantes, continuaban su vida y funciones aun después de su muerte.
Podemos decir que es algo muy parecido a lo que sucedía en el antiguo Egipto
con los faraones.

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BIBLIOGRAFIA

1.-http://culturamochecampos.blogspot.com.ar/
2-http://culturaspreincaicas.wordpress.com/la-cultura-mochica/
3.-http://www.eluniversal.com.mx/cultura/60475.html
4.-http://www.historiacultural.com/
5.-http://www.scielo.cl/scielo.php?lng=es

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ANEXOS

ANEXO I
(UBICACIÓN)

ANEXO II
(SEÑOR DE SIPAN)

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ANEXO III
(CERAMICA)

ANEXO IV
(ARQUITECTURA)

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