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LA NUEVA CARNE

UNA ESTÉTICA PERVERSA DEL CUERPO

VALDEMAR 2002
LA NUEVA CARNE
UNA ESTÉTICA PERVERSA DEL CUERPO

EDICIÓN OE
ANToMoJosé NAVARRO

JUAN VICEH'T'E /!IJ..JN:;A J CARLOS ARENAS


CARlOS CuÉLlAR I PEDRO Ouaue

RAMóN FREJXAS I MONTSE HORMIGOs


AuBéN lARoiN I Jesus PAlACIOS
PIlAR PEORAZA I ÁNGEL SALA

JoRO! SÁNCHEZ NAVARRO I ANTONIO WEINRICHTEA

~ lolompolllvel
l!SClIr¡eo, CRISIS
deUllles técnicos, G-4.BlUELA.
PlISiÓh desmedidQ pOr QPTender, LV"'-
DIReCCIÓN LrrERARlA: JESúS PAl..ACIOS / RAfAEL DfAz SAHTANOER ÍNDICE
J~l~sG~C~
AsESORES: fRANK G. RUBIO / AGus11N IZQUIERDO

AgradecimieDWS 9
Prólogo 11

Nunta Carne I Vicios vi90S

Una arqueología libatina de la nueva carne

Jesús Palacios 15

Tnatologfa y nueva carne

Pilar Pedrata 35
1· EOCION: SEPTlEMBRE DE 2002
Delirios metálicos
DISEÑO DE COlECCIÓN:
Morfologias limítrofes delompo en la Cybn-fi«ión
VAUlEMAA
Jordi Sánchez Navarro 73
ILUSTRACIÓN DE CUBIERTA:
DAVID Ha: less OF SELF La trntlSgresión carnal
Patrones para una evolución somática en el cine
e CADA AJJTOR DE SU TEXTO
C DE LA ILUSTRACIÓN DE CUBIERTA: DAVID He jantásÚro contemporáneo
CDe ESTA EDICIÓN: VALDEMAR (ENOKIA S.l.) Pedro Duque y Ángel Sala 95
GRAN VlA 69/ MADRID 28013
WNW. VAlOEMAR.COM
Nuevas especies para e/panteón de /0 grotesco /emmino

ISBN: S4-n02·407-3 David Cronenbergy la Nueva Corne


DEPÓSITO leGAL: M-37.222-2OQ2 Montserrat Hormigós Vaquero 135
IMPRESO EN EsPANA / AUMAGRAF
NuetlO uxo y 1JU~Vd canje
Erotismo, pornogrnftn y Nuevl1 Carne
Carlos A. Cuéllar Alejandro 173
AGRADECIMIENTOS
BoJy-Art, Body-Apnrt
Antonio 'X'einrichter 199
Deseo exprcsat mi agradecimiento más cordial y
sincero a (Odas aquellas personas que con su trabajo y sus sugeren-
Sufrir n gOZAr: 14 NU~Vd Carn~ legú" Cliu~ Barker
cias me han ayudado: a Juan Vicente Aliaga, Carlos Cuéllar, Pedro
Amonio José avarro 215 Duque, Ramón Freixas, Montse Hormigós. Rubén Lardín, Anto-
nio Weinrichter y, muyespccialmenre, a Carlos Arenas,Jeslis Pala-
Cbllr/el Burnl. PJ]Cbotrollic New Flelh Pop cios y Pilar Pedraza, sin cuyo esfuerro la elaboración de este libro
Ru~n Lardín 257 hubiese sido mucho más complicada y difícil: a la dirección de la
xxxv edición del Festival Internacional de Cinema de Catalunya-
David Cro1Je1Jb~rg Sitges 2002, liderada por Angel Sala y Jordi Sánchez Navarro, por
su confianza e implicación personal a la hora de confeccionar la
La p~rvmión d~ la "aliJnd
presente obra; a Juan Luis González Caballero y Rafael Diaz San-
Ramón Freixas 291 rander, directores de Valdemar. quienes siempre creyeron en el
proyecto; a Enrique Aragonés. editor de la revisra especializada
f/. R. Giger: ViJiOlln d~ la Nueva Carne Dirigido POL, que cedió desinteresadamente las numerosas ima-
Carlos Arenas 325 genes cinematográficas que ilustran este libro; a Lorenzo, Enrique
y Francisco, propietarios de la(s) rienda(s) especializada(s) Frraksde
Barcelona, por su siempre interesante-e inquieranre-aportlción de
marerial pictórico y foeográfico; a Eric Rcynolds, Hernán Migoya,
Sobr~Jo~/-P~ur Witkill
Joan Ripol!és, y sobre todo, a Charles Burns, por Sll decisiva ayuda
Juan Vicente AJiaga 369 en el capítulo dedicado a este úlÜmo¡ a H.R. Giger por
permirirnos amablemente reproducir sus obras en las páginas de
Bibliograffa 385 este libro; a David Pizarra y Juan Manuel Jesús por Facilitarme
copias de vídeo de films muy poco corrientes. Y un recuerdo muy
especial a Carme Tien, por su apoyo conStante.

Antonio José Navarro

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PRÓLOGO

(Qué es la Nueva Carne? Ni el más aguerrido


analista cultural sería capaz de proponer una definición válida
capaz de englobar las distinras manifestaciones creativas -y filo-
sóficas- que en los últimos veinte años han transformado el cuer-
po humano en un nuevo eme monstruoso, el cual, de forma
extremadameme gráfica. mediante pústulas y supuraciones infec-
ciosas. rumores y malformaciones provocadm. cirugía a:crcma y
manipulaciones genéticas, sexo violento y carne apalC2da, injer~
lOS tecnológicos e invasiones víricas. expresa {c{rores que desde

siempre anidan en el alma humana. Miedos viejos bajo envolto-


riOS nuevos.
¿Y cuáles son esos miedos? fiEl rcmor al cuerpo mutilado. a
la transgresión de las fromeras corporales (imerior-exterior).
Vivimos en una situación en la que la integridad física y psíquica
del ser humano está continuameme en entredicho. A los mons-
truos que nacen se unen, entonces, los que la sociedad fabrica
(guerra, accidentes. crueldad, psicosis...). La unidad del ser
humano se rompe y se instituye el desorden, el caos y 10 impuro.
Lo monstruoso es entonces lo intolerable, aquello que hace nacer
en nosotros el horror, la angustia»l. A lo que cabe añadir la disgre-
gación del cuerpo colllo supresión de rodas los vínculos con la
realidad, alejándolo de la arquetÍpica metamorfosis que lo trans-
forma en otra cOSll-<:f. las diferentes expresiones de la zoamro-

(1) jost Migud G. Conés. Qrdm:l C.II'I. Un '1tJlIlil1lfJbrt ~ ml111ltTlllJ${) nI,1


Ilru. Ed. Anagrama, Col. Argumcmos. &rttl(ma, 1997 (p~gs. 27-28).

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LA NUEVA CARNE """ ANTONIO JoSe: NAVARRO PRÓlOGO

pía-, dando lugar a lo infonn~, que «niega que cada cosa tenga su el cine de David Cronenberg, y no sólo a partir de V"uf~odrom~
propia forma, imaginar que el sentido se ha vuelco sin forma (u.) (id., 1982), sino desde sus primeras pdicuJas, como Vinimm d~
Los límites de los términos no son rrascendidos, simplemente drnnv d~... (ShitlUf!Thty Cam~ from Within, 1975) o RabiA.
tr.ansgredidos o rotos, produciendo lo Informe por la delicues- (Rnbid, 1976). El cineasta canadiense es una presencia recurrente
cencia, la putrefacción o el pudrimienro.. 1 . y obsesiva en este libro, ya que ofrece un corpus temático y estéti-
Superada la mórbida fascinación vicroriana por la carne co más definido que el de otrOS artistas rorturados por las mismas
deforme y tumefacta de los frtaks que, de feria en feria, se exhi- obsesiones. Aunque, como demuesrran personajes de la emidad
bían ame los ojos de un público aún marcado por el puritanismo de Ciger, Witkin, Buros o Barker, la idea de la Nueva Carne pue-
religioso -losfreakseran *e1 fruro del pecado original», tal y como de palpitar bajo concepros y formas de expresión sumamente
puede verse en un efecrista pasquín publicitario duranre una paradójicos. Esro también puede apreciarse en gran parte del
secuencia de B hombre elefimle (The Ekphant Man, 1980), de acompañamienlO iconográfico de la presente obra, con imágenes
David Lynch-,la Nucva Carne es lIna mOllsrruosidad que renie- directamente relacionadas con los textos, juntO a las cuales exis-
ga del folclore y de la mitología, de la moralidad y de la lógica. La ten las pinturas, grabados y fotografías de creadores como David
Nueva Carne. ya sea a través de las pinturas de H.R. Giger, las Ha, Cindy Sherman, }oachim Luetke, Wayne Barlowe, J.K
forografías de Joel-Peter Witkin o las viñetas de Charles Burns. Poner o Ashley Wood, que constituyen un libro paralelo sobre la
acomodándose en los films de David Cronenberg o en los cuen- Nueva Carne exclusivamente visuaJ y sensitivo.
tos de Clive Barker, hace que el infierno sea algo físico. no imagi- Sin embargo, la gran paradoja de la Nueva Carne es que
nado. Así pues, uno de los principaJes mériros de la Nucva Carne numerosos eruditos afines a lo fantástico, a lo biVl~. saben lo
consiSte en su habilidad para crear monstruosidades creíbles y que es, pero no pueden acorar su esencia en un djscurso herme-
tangibles. Sus monstruos son posibles, tienen las proporciones némico más o menos consensuado entre las diferentes corrientes
adecuadas. Ninguna sensibilidad artística amerior se ha arriesga- artísticas de vanguardia. De ahí que el lcaor encuentre en este
do tantO en el camino de la realidad grotesca. Todas esas COntor- libro, en cada uno de los capítulos que lo componen, una implí-
siones, caras bestiales y muecas diabólicas son profundamente cita definición de lo que es --o de lo que cada uno de los ensayistaS
humanas. En una paJabra, es difícil precisar el pumo en que la aquí reunidos piensa que es- la Nueva Carne. En ningún
realidad y la fantasía se confunden 3. momemo se ha querido trabajar sobre una línea te6rica prefijada,
La idea de la Nueva Carne cobra cierta entidad popular con o proponer una idea, una filosofía única y excluyente sobre qué es
la Nueva Carne. En consecuencia, éste es un libro abierto y, por
(2) Roben KrallS$. &plosantr fur photographir rr sIITT/alisme. &l. Ha1.:m, lo tamo, inconcluso, en el que falran capítulos dedicados al signi-
Puís. 1985 (p2g'i. 64-65). ficado de los tatuajes en el mundo contemporáneo, al piercing, a
(3) Extrapolación Jr: las rtcAaiones qU(: alrt<l«lor d( la obl1l. d( Gúya. chlUó las perfonnanc~más atroces, al &dy ATt, a personajes como Chris
Charlt'$ Bauddairc: r:n 1857. La du original $<' h.lllb. en la obra dr: Raf.ld ArguJlol
-GO)".lI r:n su infierno_ r:n}ost Migud G. Canb (Ed), Las imJgnm J laJ ,.,bzb".s
Cunningham, Orlan o a Cunrher Van Hagen y sus exposiciones
(An( y li!r:l1I.Iuu). GeMr.:&1in! Y"I(ncl.llJU. 1992 (¡ñg. 17). de N~croArl. Qujén sabe, quizá sean los nuevos capitulas para un

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LA NUEVA CARNE 41"1 ANTONIO JOSÉ NAVARRO

hipotético segundo volumen. Oc cualquier forma, sirvan estas


páginas para ademrar allccmr en este ensayo, el primero hasta
hoy en lengua castellana, cuyo objetivo prioritario es arrojar un
poco de luz sobre un rema que aún sigue vivo, evolucionando... NUEVA CARNE I VICIOS VIEJOS
¿murando? UNA ARQUEOLOGiA LIBERTINA DE LA NUEVA CARNE

Anlolfio Jos! NilVllm


Barcdon:a, 7 de julio de' 2002 Jesús PAlACIOS

En realidad, nadie sabe muy bien cómo empezó


todo. De la misma forma que nadie sabe con exactitud a qué ~
refiere el término en sí. Pero, en cualquier caso. en algún momen-
to hacia comienzos o mediados de los años 80, una cosa llamada
Nueva Carne invadió la arena del género fantáslico, a través de
dos de sus corrientes principales, el terror y la ciencia ficción. De
hecho, puede decirse que contribuyó también a su mestizaje,
siempre constante ala largo de la historia del género, pero espe-
cialmente presente en las últimas décadas. Apareció asociado a
dos fenómenos concomitantes, que, hasta poco antes, habían
permanecido distantes entre sí, el Gor~ y el CJb~rpltnk o, mejor
dicho, su predecesor inmediato, la Nueva Ola. y ha conseguido
sembrar la confusión entre los aficionados, los expertos y, lo que
resulta más interesante todavía, entre la realidad y la ficción.
Puede que la primera referencia al término, o al menos a un
término muy similar. aparezca en el seminal film de David Cro-
nenberg, VÚúodrome (1982), donde se saluda irónicameiHe la
aparición, la llegada, del Nuevo Ser... Un mesías posthumano
muy diferente al Neo de Matrix (2000), que convertiría a su
director en el mejor y más claro representante de la Nueva Carne
en el cine. En cierto sentido. Cronenberg y la práctica tOf"J.lidad
de su obra cinematográfica, son un exponente casi programático

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LA NUEVA CARNE 4If JESÚS PALACIOS NUEVA CARNE I VICIOS VIEJOS
----
del tema de la Nueva Carne con todas sus impliGlcioncs, acaba·
Uo enne el cine de terror, la ciencia ficción y la más cruda re-.llidad
(pensemos en ImtpllTablrJ, 1988, CrasIJ, 1996, e incluso M. But·
mfly, 1993). El fenómeno Cronenberg conecta claramente pos-
turas diferentes en torno al rema, pero, sin duda, poseedoras dc
ese denominador común, indefinible)' perfectamente reconoci-
ble al tiempo, que puede encontrarse en Bftuú Runnn(1982), en
Giger, en Clive Barker, en Ballard, en el CJbnpuflk de William
Gibson )' sus seguidores, en el cine de Tsubmoro, Ctc., Ctc. Pero
éste no es el lugar para discutir la ueva Carne como fenómeno
conrempoclneo, sino más bien para descubrir, o, mejor dicho,
redescubrir la ueva Carne como un concepto, por vago que
parez.ca a veces, claramente enraizado en nuestra culrura. Con un
árbol genealógico en oca:siones obvio, pero que, curiosamente,
puede llevarnos a conclusiones inesperadas.
Parece bien claro que la esencia de la ueva Carne es la
mutación del ser humano, fundamentalmente en tanto en cuan-
la criatura malerial, netamenre física, olvidando, al menos en
general, al dichoso .fanrasma en la máquina... Y ello no sólo
como tema lirerario o cinematográfico. Como expone claramen-
te Pedro Duquc en su ensayo _Larga vida a la carne nueva.. (Con'-
manía 2, Alberro Samas Ed., 1999); «... estamos asistiendo a toda
una fiesta de cambios corporales en los que e1latllaje, el piacingo
el body-bui/dingson las más inocentes)' vulgares de las prácricas,
y donde la cirugía radical. la aucomucilación, los trasplantes y las j.K. Poner. LickingllJeNighmlOrt, 1992
drogas nos cambian por fuera cambiándonos por demroll. Puede
que la realidad no supere tOdavía (y s610 digo puede) a [a ficción,
pero compite muy duramente con ella, como sabe cualquier
seguidor habitual de los happmings quirúrgicos de Orlan. La
ciencia misma, centrada en las úhimas décadas en el estudio d~ la
genécica, la biología, la nanotccnologfa y la cirugía, es el mayor y
más claro exponente de la Nueva Carne. Pero no menos cierro es

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LA NUeVA. CAFlNE ...", JESÚS PALACIOS NUEVA CARNE I VICIOS "lEJOS

que siempre ha sido así. Una de las mejores virtudes, si no la


mejor, del género fantástico, es la de vehicular con panicuJar for-
tuna un reflejo crilico, casi inscintaneo, de la condición social de
cada momento hisrórico que nos rodea. y el eslUdio de esa cosa
que llamamos Nueva Carne, a uavés de sus diversas manifesta-
ciones estéticas y lirerarias nos ayuda, una vez más, a comprender
-ya soportar-la realidad.
La literatura sobre mutaciones es inmensa, y en muchos
casos de sobra conocida. En mwtirud de novelas clásicas del
género fimclsrico, y, como es lógico, en especiaJ dentro del campo
de la ciencia ficción, aparece el rema de la muración del ser
humano, como producro directo o indirecro del propio conoci-
miento humano. GeneraLmente, esro se refleja en dos poSturas
opuestas, que responden a los dos principios definilorios (no
siempre (an claramente diferenciables como tendenciosamente
pienso señalaraquf; desde luego, por finalidad prácrica) de dos de
las corrientes principales dentro del fantástico: el (error y la cien-
cia ficción.
En el (error, descendiente directo de la novela górica, la
mutación es siempre negativa, y se traduce en el rema clásico de la
bubris, ral y como aparece expuesro con prísrina claridad, y cierra
torpe ingenuidad, en el FTll1llmmein (l818) de Mary Shel1ey...
De aquí derivará toda una Iirerarura que, siendo rambién ciencia
ficción, es, ame (oda, horror. El horror a que el ser humano se
otorgue a sí mismo el derecho, supuestamente divino, a controlar
su desrino. El miro de Prometeo, reconvertido a uavés de la mira·
da judeocrisriana, en la condenación de Lucifer, y, después, en la
condenación de Fauno. Sin embargo, el positivismo del que
arranca la corriente más firme de la ciencia ficción, producto de
la Revolución indusuial, invenirá casi por compicm esa mirada
de disgusto, repugnancia y miedo hacia los cambios evolutivos
inducidos por el propio ser humano. para, por el contrario, pro-

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_ _ _ _ _.:l::A::N::U.::EVA CARNE 411 Jesús PALACIOS NUEVA CARNE I VICIOS VIEJOS

poner ya desde las primeras utopías (de Moro, de 8mb. de


Bellamy, ya mucho después...), la necesidad de controlar y mejo-
rar la raza humana y sus condiciones de vida, a través del conoci·
miento ciemífico y su aplicación. De aqul se llegará a un subgé-
nero en el que. precisamente. el mutanre y/o el cienúfico, pueden
convenirse en héroes. víctimas de la persecución de las masas
ignorantes (un tema ya clásico. que \'a desde el Slan. J 940. de
Van Vogr. hasta los mOlies de X-Mm). En ambas poscuras apare-
cen dementos que serán característicos de lo que ahora conoce-
mos como Nueva Carne.
Qué duda cabe de que clásicos como El Dr. J«kyl/ J Mr.
Hyck (1886), de Stevenson; El rnrato tk Doritl1l GraJ (1891), de
\'({¡Ide; La isÚl d~l Dr. MOWIU (1896), de Wells; La casa tn el (011·
Jitl tÚ in Ti""" (1908), de William Hope Hodgson; los relatos de
Lovecrafr sobre Crhulhu y sus amigos, publicados en los años 30
(que acabarán inspirando los mejores films de horror «carnal .. de
Sruan Gordon y Brian Yuzna); La mrramorfosis (I 936) de Kafka,
Más oscuro dt lo que ptnsdis (1940), de Jack Williamson (obvio
origen del fllm Rnza.s dt lloc/u-1989- de Clive Barker, así como
de su novela Caba/); Soy /qtnda (J 954) o El bombT? m~llguamt
(1956) de Matheson, y un largo etcétera más, ofrecen ya un buen
número de elementos propios de lo que llamamos Nueva Carne.
En general, todos ellos están más próximos al horror que a la
ciencia ficción, o, en (Oda caso, pertenecen a ese panranoso terre~
no que es la ciencia ficción de terror, en el que pesa más la hubris
frankensteiniana que el utopismo. Sin embargo, lo que caracteri-
I
za la Nueva Carne de los 80, la Nueva Carne post-Cronenberg,
I por así decir, no es esra visión condenatoria, típicamente judco~
David Ho. Fonn Over FUl/etio1J, 2002
cristiana ... Tampoco una visión i1usoriameme optimista, propia
de la infancia de la ciencia ficción, característica de los ingenuos
superhombres creados por Hugo Gernsback, E. E. Doc Smirh.
Eando Binder O John W. Campbell Jr. Lo que, de hecho. caraae~

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LA NUEVA CARNE -'1#f JESÚS PALACIOS NUEVA CARNE J VICIOS VIEJOS

riu a la auténtica Nueva Carne (sea esta lo que sea), es una ambi-
güedad moral inherente. Una ironía no siempre sOlil, pero siem-
pre necesaria, evidente en el propio Cronenberg (.No creo que la
carne sea necesariamente peligrosa, perversa, mala. Es irritable y
es independiente». Cron~nbng on Cronen~rg. Faber & Faber,
1992). Un distanciamiento inteligente, que nos conduce. de for-
ma quizá obliroa pero inevitable, al centro de la cuestión: la lucha
eterna del hombre contra la NaturaJeza.
En efeao, pocas temáticas tan claramente comprometidas
con la superación de lo natural como la de la Nueva Carne. Ya de
por sí, d concepto _nueva. implica la insatisfacción con nuestra
_carne. actual, tal y como nos ha sido dada por la aturaleza.
Refleja con decisión una tOma de poscura frente a lo natural, típi-
camente moderna, occidental y f:iustica de cambiarlo, mejorarlo,
superarlo. Re-crear la carne, nuestro cuerpo, a imagen y semejan-
za de nuestros deseos. Es en este ~ntido en el que vemos que la
Nueva Carne se inscribe en una vieja, muy vieja tradición moder-
nista, que fluye, de forma más o menos evidente, a lo largo de
toda la historia de la cultura y la estética. Una tradición que, para
ser aprehendida, nos obliga a salirnos de los estrechos límites tall-
t3.S veces asignados al género fantástico.

De hecho, uno de los antecedentes más daros del universo


de Cronenberg, y por tantO de la Nueva Carne, es la obra de
William Burroughs, situada siempre en esa difusa fromera enrre
la literatura general y la literatura «de génerolf. La inAuencia de
Burroughs, asumida con descmo y sinceridad no sólo por el
director de Videodromey. naturalmente, de El a/mum:.o demudo
(1991), sino también por William Gibson y la mayor parte de la
generación Cybe.rpunk, resulta francamente interesante no tanto
CindySherman. Untitltd,1995 por sus elementos obvios como por el hecho, desarman te, de que
impone desde la estructura misma del texto una mutación de lo
literario, que puede ser vista en perfecto paralelo con las mutacio-

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_ _ _ _ _-=LA::.::N:U:E~VA::.::CARNE ..", Jesús PALACIOS

!les propias de los personajes y las criamras de la Nueva. Carne. E!


- NUEVA CARNE
--_--:.::::::.:..:
I VICIOS VIEJOS

OII-IIP de Burroughs y Gysin no dqa de ser un método. un siste-


ma, casi una lItecnología., apücada al texto tradicional. para con-
vertirlo en ..otra cosa•. Ampurado. cosido. rttosido y subvertido.
el texto burroughsiano es... ueva Carne. literaria, y un triunfo
(relativo, desde luego) de la voluntad individual freme a un
hecho literario (la novela) consagrado por la coscumbre como
_natural. (pese a lo engañoso que esto sea).
o es casual que' William Burroughs introduzca en sus
novelas tamos dementos sexuales como para que alguna de cUas,
por ejemplo. la propia El a¡mu~ ¿mudo (19;9). "ien la luz
dentro de una colección de narrativa erótica. en la mítica edi(o~
tia'! del franc~ Mauri~ Cirodias., Olympia Press. Una de la¡
caracterlsticas básic.as de la Nueva Carne es su muy carnal obse-
sión por el sexo, sólo iguaJada, quizás. por la obsesión por la
inmortaJidad. Lógicamente, siendo el tcma en si de la Nu~-a
Carne la super.lc1Ón de la Naturaleza, sw dos ejes no podr:iln ~r
Otros más que la conquista de la vida eterna y la conquista del pla-
cer. más allá del bien y del mal, como podría añadir iensche. a
su manera Otro profeta de la ueva Carne.
Hemos visw y.. que muchos de los antecedentes clásicos,
dentro del género F.uHástico, dela Nueva Carne, poseen connot:i-
ciones negativas, trágicas, ejemplificadas en la condena inevitable
de la ambición cienrífica, que se atreve a pretender transformar la
creación divina o. desde un pumo de vista laico. la Naturaleza
misma. No debe extrañ,lr en absoluto que en muchas ocasiones la
inclinación O la personalidad scxwll del autor influya decisiva-
mente en su ttatamicOIO del tema. Así, una pre-feminista como
Mary Shelley verá con desagrado absoluto el impulso masculino
Anónimo. Sin Iltulo. h~c¡a 1930.
creador de su personaje arquetfpico, Frankenstein. condenando a
Thc Pholographic Collecuon oC Ihc Kinsq lnstitutc
su _nuevo Promete<>. a detr a luz una cri<ltura incompleta, trágica
y fallida. Lovteraft, frlgido y casi asexuaJ, puritano yconservetdor.

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Nue...... CARNE I VICIOS VIEJOS
LA Nue...... C"'RNe ~ Jesús PALACIOS

ver1 (Oda mutación de lo humano como el resultado de la inter·


vención de fuerlas primigenias absolutamente inhumanas, cria-
WI"2S alienígenas que, en realidad, encunan el caos, el vacío cós·

mico que nos rodea, significando nuestra pequeñez: e impotencia


(término interesante) frente al universo. El pescado. por el que
Lovecraft senda repugnancia, Crhulhu y el sexo, tienen mucho
que ver entre sí. También el católico Oscar Wilde, impuJsado de
una parte por su rebe:lión sexual hacia d hedonismo r la celebra·
ció n de lo artificial, se ve impdido a condenar a su Dorian Gray
al horror y la muerte, a causa dd peso de su conciencia y del senli·
miento de culpa judeocrisriano, que forma p:me inalterable del
propio catolicismo. No deja de ser curioso que Clive Barker, que
en muchos de sus relatos sangrientos y en su film H~"raiJrr
(1987) se mUCStr,¡ disdpulo de "Wilde, o al menos de su OoriaJl
Grar, haya muertO para el género de la Nueva Carne dcsde que
saliera abien.amente del armario. Hasta ese momento sus relaros
ofrecian un universo inquierame y perverso (generalmeme con·
denatorio también. pero al menos con cieno ingenio yambigüe-
dad moral en sus mejores mamemos), en el que b. carne y sus des-
viaciones parecían responder a una compleja homosexualidad
oculta, motor quedaba vida a criaturas can terribles e interesantes
como los cenobil:u... Sin embargo, instalado en California jUntO
a su pareja de hecho y concediendo entrevistas a reviSlas gays
como Attirude, da la impresión de que Barker, liberado de sus
fantasmas, es incapaz ya de crear funtasmas nuevos y realmente
imeresalHes, h:lbicndo pasado a convertirse en un profesional del
Dark Fdnttlsy, con poca carne que poner en el asador.
]oodum LuC'tke. 7¡'u,."iqu~t, 2000
La homosoualidad, como paradigma de la desviación de lo
natural, es fundamental dentro de la Nueva Carne. El homose-
xual, así como d rravestido, se han visto obligados por su propia
condición a desafiar la Naturaleza y los componamienlOs consi-
der3dos nalUntles. No puede extrañar, por tanto. que un buen
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LA NUEVA CARNE .."., JESUS PALACIOS NueVA CARNE I VICIOS VIEJOS
-----
número de pro{etas de la Nueva Carne sean homosexuales, que o
bien han creado pesadillas góticas, víctimas desu represión y de la
represión social de tiempos peores, o bien han celebrado amoral-
mente el triun{o de lo anificiaJ y la remoddación de la carne,
{rente a una Natunleza enemiga ya un Dios no menos injusto y
desagradable. De Wilde a Burroughs, pasando por Huysmans,
hasta llegara Clive Barker,la homosexuaJidad juega un rol funda-
memal en la Nueva Carn~ que se inscribe en la tradición deca-
dentista de finales del siglo XIX y principios del xx.
La ueva Carne aparece modernameme asociada siempre o
casi siempre al concepro de Rolidad VirtuaJ, y no debesorpren-
dernos tampoco lo más mínimo que el tema de la mutación
humana vaya de la mano con el de la pretensión de cambiar la
reaJidad misma que nos rodea. Re-ereatla y re-inventatla, tamo O
más que a nosotros mismos. Esta idea, tan Cybnpullk, tan
moderna, es, una vez más, un viejo concepto que encontramos ya
en la gran tradición decadentista, Hbenina y libertaria occidental.
Muchos de los amores que hemos citado utilizaron tamo ideas
predecesoras de la Nueva Carne como de la construcción de uni-
versos virtuales, en los que la famasía humana, apoyada por la
tecnología, triunfa sobre lo natural, imponiendo nuevas reglas de
juego. que tratan de escdpar al azar de lo contingente o al desig-
nio fatal de lo divino. Una vez más, el impulso es netamente eró-
tico, por una parte, y por otra, fáustico, en e!semido de conquis~
ta de la inmortalidad. La lucha Contra el sufrimiento, el dolor, la
imperfección y la muerte. La conquista del placer absoluto, de!
orgasmo supremo, de la intensificación de los sentidos, hasta un Ashley Wood. NnNm Mortis. Dia!IJgut VI!, 2002
grado próximo al masoquismo (que puede representar la SlJpcra~
ción final del dolor, al convetlirlo en placer), son caracterls(icas
tamo de la ciencia accidental desde el Siglo de las Luces. como de
la literatura que acompaña su nacimiento y desarrollo.
Primitivos y significativos ejemplos de Realid2d Virruallos
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LA NUEVA CARNE ..", Jesús PALACIOS NUEvA CARNE I VICIOS VIEJOS

encontramos en textos tan dispares como la novelil1l libertina


dieciochesca i" futuro. del francés Vivam Deooo, en la seminal
Ji R~bours( 1884), de Huysmans, y hasu, como han visto algunos
críricos, en 20.000 /t"gltllJ d~ viaj( fUbmarino (J870), de Verne,
donde Nema conviene las profundidades marinas en su propio
reino personal, gracias a la tecnología prodigiosa de su Nautilus.
Durante demasiado tiempo se ha coruiderado al escritor d~­
denre como una figura romántica. que huye dd presente para
corurruir _torres de marfil•. en las que aislarse de lo moderno.
Por el contrario, la era de los Paraísos Artificiales es la era de la
modernidad fáustica por excelencia, y esas .rorres de marfil.,
cuando aparecen enrre los escritores decademes de primera fila y
no entre sus imiradores, simpáticos pero daramenre de Serie B.
no son simples refugios frente al mundo moderno, sino aut¿nri-
as Zonas Autónomas Temporales (ZAn. arietes de lo moderno,
que proponen desde su espacio cerrado a los avalares del azar, el
dominio absoluto del impulso creador del hombre sobre los mate·
riales que la Naturaleza ha puesto arbimriameme a su alcance.
Entre dios. y por encima de todos, la propia carne humana.
El signo definitorio de la Nueva Carne, insist.amos una vez.
más, es moldear lo humano desde lo humano mismo, prescin-
diendo de los diccados de lo natural. Por eso, sus verdaderos ame-
cedentes no hay que buscarlos canto en el género fantásrico tradi-
cional o en la inf.mcia de la ciencia ficción, donde evidentemente
los encontraremos rambién, como en toda una corriente de vicjos
vicios y viciosos, en el mejor sentido del término. Es la lucha por
el arcificio y lo arcificial,lo que caracteriza el ambiguo y siempre
Mark t-il1erbrQwn, tatuaje de Anil Gupl'll., N.Y.e. e 1995. P2.nja Jürgcn~
doloroso deseo de murar, cambiar, evolucionar a pasos más vdo·
ces y en direcciones disrinras a lo que nos impone una Naruraleza
in·humana. Si el homosexual y el tr:lvesrido siempre se han viSlo
abocados a esa lucha, marcada muchas veces por el signo de la
rragedia, no menos cierto es que e1libenjno y d libertario, en un

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LA NUEVA CARNE 4tf Jesús PALACIOS NUEVA CARNE I VICIOS VIEJOS

senrido antes ideológico ylo filosófico que lircr:tl, han sido tam-
bién esforzados profetas de la Nueva Carne.
Más allá de las posruras maniqueas del genero famarerrorí-
fico, polarizadas a menudo, como se ha venido ilustrando con
amplios ejemplos c=n estas líneas, entre la condena moralista de
raíz judeocristiana y la celebración pueril de la ciencia ficción
más ingenua, el verdadero profer2 de la Nueva Carne ~ un indi-
viduo amoral, profundamente érico y poseedor dd mayor de los
valores occidentales, la ironía. Un individuo capaz de contem-
plar lo que la Naruraleza nos ofrece como única ahernativa y, no
conforme con ella, de desafiarla, aun a sabiendas del sufrimiento
yel dolor que de ello se derivará inc:virablemente. La Nueva Car-
ne de los años 80. años finiseculares y hedoninas que tanto tie-
nen en común con el 1880, es la confirmación y reafirmación
contundente de roda una corriente estérica y culruraJ, inscrita
vigorosamente en la modernidad occidental desde el siglo XVIII
hasta nuestros días, y que no está tampoco exenta de riesgos y
deformjdades peligrosas, que pueden conducir a la cacistrofe
(hasta cierto punto. el nazismo O las formas más tiránicas del
comunismo, como el estalinismo o el maoísmo, son productos
perversos de esa misma lucha por superar la Narurale-La. NierlSChe
con su Superhombre y Marx con su resolución económica de la
lucha de c1a.se..<¡, ambos profetas ateos de la Nueva Carne y de la
Realidad Virtual a su manera, ayudaron a dar nacimiento. invo-
luntariamente, a monStruos a cuyo lado la criatura de Fran-
kenstein no es más que una ridrcula alegorfa de cuarta, menos
sutil que la Barbie del grupo musical Aqua: Lift in p/llStic is
Jantastic) ,
En definitiva, cuando vemos las imágenes finales de la
JO::lchim Luctke. Tht Div;lItSparlrlt. 2000
divertida Socitty (989), de Brian Yuzna, o cuando recordamos
que VitÚodrom~ tiene como arranque argumema.lla existencia de
una cadena de televisión pirata consagrada al sadomasoquismo
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LA NUEVA CARNE ..", JESÚS PALACIOS
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(inolvidable Deborah Harry. adicta ahora a la ueva Carne. más
pragmática. de la cirugía estética), no podemos de-jar de ver en
ellas los grabados que ilustraron. tan gráficamente siempre, las TERATOLOGíA Y NUEVA CARNE
grandes obras pornofilosóficas del Marqués de Sade, ejemplo
seminal dellibenino ilustrado. evocados mucho más literalmente P,LAR PEDRAZA
todavía por el cineasta surrealista checo Jan Svankmajer. en su
deliciosa y sinestésica ÚJs compirlltúurs tklpiaur(1996).
Puede que. mucho más que Lovecraft. Mary Shelley. Ste· Una de las novedades del cine de las tres últimas
venson o Wells (que también lo fueron. pero en un modo quizá décadas es la itkntidad carnal aquí J ahora del sujeto y su mons-
no tan radical como pudiera parecer) el verdadero profeta de la truo. El sujeto es el monStruo o lo lleva dentro y le da vida. Es.lite-
Nueva Carne. tal y como fuera prefigurada modernamente por ralmente. su propia madre o se identifica con él por metamorfosis
William Burroughs y encarnada. nunca mejor dicho. por el cine sin dejar residuos. Los lugares del monStruo no son ya las tinieblas,
de David Cronenberg, no sea Otro que el Divino Marqués, que ya el subterráneo o el espacio exterior, sino el propio cuerpo. ese
tratÓ en su día de liberar la carne de sus atadutas morales, al hom- apéndice siniestro, a la vez conocido y desconocido. que envejece,
b~ de Dios y al sexo de su función natural incuba tumores en silencio. reclama drogas. propaga virus y trai-
ciona al alma negándose a continuar vivo indefinidamente.
Esta tendencia no afecta sólo al cine. En el imaginario pos-
moderno de la pnfOnnanu. el cuerpo deja de estar sometido al
canon clásico. que implica autonomía y separación. Se une a lo
inorgánico por medio de prótesis que le ponen en comunicación
con un mundo interior y extrrior sin Límites. Así se forma la figu-
ra del cyborg, que se relaciona con su antepasado el robot. más o
menos humanizado. pero lo sobrepasa porque conserva parte del
psicocuerpo, del cuerpo orgánico. y sobre todo porque posee
subjetividad. El cyborg tiene mucha importancia conceptual en el
arte contemporáneo desde los afios 70 a 90 (H. R. Giger. Stelarc,
Marcel.li Antúnez). y en el pensa.mienlo posthumanista -así
como en cierto feminismo l -, que imaginan el cuerpo del futuro

(1) Donna Hanway. $""""'J, CJborgs ami Womt'>l. Th, R"'f/l~"tio" o/


Nafll". Frtt M. Books LI.td., Lond«'S, 1991. Edición espafio/;¡: Cimru.. 9"'fJ1
mll¡nn. Ediciones Otedn, Madrid, 1995.

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LA NUE\'A CARNE .", PILAR PEDR~ TERATOlOGI" y NUEV... CARNE

sUSlemado cada vez en mayor medida por unas tecnologías capa·


ces de dOClrlc: de extensiones (McLuhan) prácticamente infinit<ls
y de hacerle a la larga inmornJ, asexuado y quizá eliminado fin.a.l·
mente en favor de entidades postOrgánicas más perfecras, corno el
hombre de eandenhal fue eliminado por un competidor aven-
rajado, el homb~ de Cro·Magnon2 •
Pero el cuerpo posmoderno no sólo es permeable a Jo inor-
gánico, receptor posible de canales de información e intert31.
entre el hombre y la máquina sino también carne sufriente, ¡nes·
rabie, objeEO de investigación y manipulación genérict y sujeta a
cambios inquieuntes. La meu.morfosis no se presenl.a ya, en 105
años setenta. como algo ind«ible' que' se opera en el sujeto fuera
de' campo o en las tinieblas, ames de permitir que actúe como su
doble, como en el cine clásico, sino como un cambio de narurale-
z.a que liene lugar en campo ame los ojos del especrador. EsIO
ocurre en Cal P~pk (Paul Schrader, 1981), en V<l.rios films de
hombres lobo (En rompafiín de lobos. NeilJordan, 1984), y en
Th~ FIJ{David Cronenberg. 1986)3. las peHOJ.las mencionadas

(2) Srduc C;J(:ribc .Considerar obsokto el cuerpo en la ronn.t y en la fUn·


ción, podrú p¡¡rcccr d colmo de la boualidld tecnológica. pero tamhitn podrla
coovcnineen la mayur Kali7~ión humana.. Porque .sóJocua.ndod cuerpo es COIU*
cieMe de ~u propia oondkíón, puede pla.niftar sU! propias c:m~tegi;l! postn't)luti.
vas, No $( u'au ~ de pcrpefWlr la espa:k humana mediallle la reprodun:ión, sino
de pakocionar al individuo mediante la Kproyt'CCión, Lo mis sígmficarivo no C'S
la relación macho-hembra.líno d iOfttW. hombrc·rn:lquina. El cuerptl ~l:i obso-
lell). E.sta01(1,l: al final de la fill)S()fi.t y de b fisiología humana. El pensamiemo
humano torn.'$ponde al puadq humano•. _In sm.ttgk p$icologíche 11 cybcrenl'lll'
tegia: pr~efKa, robotic¡ ed nim:ma remOla.. en T. M,1erf (cd.), Il ro,.,. ¡mUJrr".
/fi~ Génova, Cosa. & Nolan, 1996, ~&' 238.
(3) Véas.t Vicente S:lnchn Biosa., UnII ru1tunr de la jTagmcnt.IflDII. PaHlc/N, David Cronenberg. lA mtUcII. 1985
"14/l1' ~ cn el CIN, J¡, u/nNidn, especialmente d capirulo titulado.La meta-
rnor(osís mm: la miloJogía 11a cicneu.~. FílmotClCll. de: la Generalidad VaIencbna,
V:;¡)encia, 1995;...nsc umbléll Hilarlo ~ Rodl"lgua. _El doble nacimienTO. I~­
I'Uhltr(David Cronenlxrg. 1988). en &r"¿" .po,.", 7. ~ 48-S4; Aoorew ¡'ukr,

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LA NUEVA CARNE 4fIf PILAR PEDRAZA TeRATOLOGiA y NueVA CARNE

son rtmak~, misiones de aIgo que en su momenro se hurtó a la En el cine posmoderno. lo reprimido que regresa para pro-
mirada. La pantera de sombras apenas visible que acompafia a la ducirnos inquietante extrañeza no viene de las sombras ni de la
Irena Dubrovna de Jacques Tourneur (Simone Siman) en 1942, animación de lo inotg<inico o lo muerto a la manera expresionista
en el rrma/u de Sc:hrader surge litera.lmeme de la cune de Irina (Golern, Frankensrein, Alraune, Futura) sino dd propio cuerpo
GalIier (Nastas.5ja Kinski), a quien se ve transformarse en primer viviente, de su misteriosa e insidiosa manera de traicionar, de
plano hasta que el felino interior rompe la piel humana y pone expresarse obscenamente en las radiognfias y los análisis clínicos,
sus p:uas peludas sobre el cuerpo lampiño de Oliver Oohn de sufrir mutaciones incomrolabl~. incluso de arrugarse y perder
Heard). En otro momento del film de Schrader.la antes intangi~ piezas con la edad. No hay que perder de vista que uno de los pri-
ble pantera dásiCl acaba en la mesa de ope[;lcion~, sometida a meros síntomas de arnbio ~ la concepción de lo siniesrro con-
amopsia. De su vientre abierto con temibles insrrumelltos quj. tempoclneo es La matanza d, TtxaS de Tobe Hooper (Tht Taas
rúrgicos S31e obscenamente el brazo de una prostituta devorada". chainsaw manacrt, 1974), cuyo dememo eKncial es la carne. La
La mosra dásia. que intercambia con d cientifico la cabeza y una náusea que provocaba esta película e.n su momentO era absolut2·
para en la película de Kun rumano (TIN FIy, 1958), se fusiona mente física y dejaba un regusto de comaminaci6n. Sus carnice-
genécicameme con él en la obra de Cronenberg, y el monstruo ros y matarifes traraban a las vfcrimas como a reses. Si [oda carne.
multame sufre ante nuestros ojos una transformaci6n degener,¡o vacuna o humana, en susceptible de colgar de un gancho o de ser
tiva cuyos derall~, aun los más repugnantes, se mucs¡ran con un consumida en forma de ha.mburguesa ame nuestros propios ojos,
énfasis que los convierte en .nracciones. El miedo al cuerpo, pro- emonccs... Emonces. nada.. la pellcula planteaba un discurso
pio de la cultura puritana de los años ochenta, se manifiesta en nihiJisra, no prOCtJIaba ningún consuelo, ninguna salida, :I.unque
estas obras en la conversión de la carne en una anomalía siniestra se cumpliera el código del.salvamemo de uno de los personajes en
de la materia, y la vida en una enfermedad de la carne: éSte: es el el último minutoS.
axioma que subyace en las creaciones de Cronenbcrg y otros Par:l. encontrar las tajadas de la carne de La matanza d~ Ttxas
artistas fin d, si~ck. Sin embargo, d horrot a lo que hay bajo la limpi:l.S de cu2lquier espesor y convenidas en piezas de cine de
~ piel no impide que se haga su -~rverso- panegírico. Un perso- gtnero, es decir, privadas de la toxicidad y de la virulencia origi-
naje de Dtad Ring~rs (lnJtp'lmblrs) se pregunra en una comida: naJes, probablemente hay que nombrar heredero de Tobe Hooper
«¿Por qué no tenemos patrones de belleza para todo el cuerpo,
por dentro y por fuera? Deberían hacer concursos de belleza para
(5) Mtmor.tble carne IroeeaW es t:tmbién la de una peUcula español; pooo
l él mejor baw, los riñones más perfecG1meme formados ..." conocida, de ÁlIgd Carda del Val, titulada Cuia IItr 11(1983), Ro<bda en la moto
guedc la Facultad de Medicin<l de Vakoda., analiza. oombirundo teport*. rKL:i6n
oCr.tfung David Cl'OnC.'nbc:rg:. Monn~iry, AIOS media, lIatiorull.scJ,ua! diff~ y rt1lJAS(' ti tra~;o di:' pl"('parxión ydi$e0:i6n de- los cuerpos human05 desrinadOiS a.
I1:nce_, en $t1l"jit,J Hfmuulirj,¡ R,..,;tw, vol. 3, n. l. 1993, págs. 7-21, Y Rubin la en5C:fian1.1, después de haber mOJtradu a.lgunu escenasde ho~p¡",.1 psiqui'Í1rico.
Wood••D,¡vid Cn.otle-nl»c:rg: A DWcn¡ing View» en T1N Sh4~ ofRagt: T~ Filmstn Pero no oodacarnc:durnc nueva.. En b ptlkubde Garda dd Val, cI monujcoolo-
D.,.,,¿ Crommbnz, ro. I'im Handhng. Toronto. 1983. pig:L 11 ')-136. ca d pasal por la. Ioeun, la. nl1~rte, d troceanllemo y d cbpc:rdicio, JUit1JDmte en las
(<l) Vé»e rilar I'o:dran. Ú '"lIjn 1-"'mI. Valencia. Nau U.brt'$. 2002. andpodasde la. nUtVa canr. en ti I~ a.1,IlO~ro y rrad>eional de la. fI/II"jllU,

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LA NUEVA CAANE .-"t PILAR PEOAAZA TEAATOLOGIA y NUEVA CARNE

y SUS Cllrniceros a Clive Barker. Barker es uno de los creadores de méricas, que pierden refinamiento con las sucesivas emregas. A
nllevos fantasmas y monS[ruos denno del marco urbano: algu- través de las cuchilladas de sus prendas se ve la pálida piel; a través
nos, como Candyman -O el Freddy K.rugger de Wes Craven-, de las hendiduras de su piel, sujeta con ganchos. la carne viva. Los
cargan con un pasado clasicista que les confiere cicela humanidad alfileres que punzan las intersecciones de las cicatrices cuadradas
paradójica. Pero Barkef. como Cronenbecg, está en contra de la de la cara y cabeza de Pinhead forman una aureola luminosa a su
normalidad y es el creador de una de las razas monsnuosas más alrededor.
atractivas y refinadamente carniceras del cine posmoderno. Nos Como era de esperar, su radicalidad desaparece con el roce
referimos a los cenobitas de HeUraÚer, que tienen su origen en su del tiempo y de la taquilla. En la segunda entrega, se informa
relaro The He!/bound Heart y son tributarios de la estética punk. sobre el origen de estas criaturas: fueron seres humanos y han
Afloran en las películas británicas de la saga Hellraiu,7 como llna olvidado su condición, pero llegan a recordarla si se les presiona
tipología nueva de criaturas de las rinieblas, que tiene que ver con como hace Kirsty, la adolescence capaz de encrar y salir de los
el cuerpo, con la carne, con el dcspedazamiemo y el dcsollamien- inflemos gracias a su estatus de protagonisra y a su edad adoles-
ro. Los cenobitas, liderados por Pinhcad, habitan en los infiernos cente. En virtud del principio según el cual los monstruos acaban
de la carne y actúan como servidores y dispensadores del goce poniéndose al servicio del orden cuando ya se ha explorado bas-
extremo. Tienen la eternidad por delame para entregarse a sus tante su novedad transgresora, uno de los cenobÜas. andrógino,
juegos C2.fnales l . Son fantasmas del deseo, seres infernales. albi- será feminizado completamente en la segunda película, y partido
nos, rapados. vestidos de cuero negro y adornados con heridas e en dos hermanas gemelas lúbricas eo Hellraiser 4. 8/QodJint.
intervenciones de estilo punken los roStros y el cuerpo. Aparte de El líder Pinhead, encamado en las dos primeras películas
su anacriva indumenearia, repugnan y seducen sus heridas cos- por Ashley Laurence, tiene un encanto difícil de definir. Mark
Dery ha dicho de él que _exuda una cruddad seductora y una
(6) f.l¡ también autOr de la novda úb"J. adapuda al cine con d limlo tranquilidad glacial.'. lo cual es exacto. Posee además una espe-
NijhtbrrrJ (RAzAs tk NtXJN, 1989), que por cimo CU(f\l'a con la proencia como cie de inocencia chiflada no tan blanda como la de orco frtak
actor de Croncnbtrg.
puudopunk -y cybOT!> contemporáneo, Eduardo Manostijtras
(n las dos primeras de las cinco que h.ay actual~me en ti mercado: Hrl/-
,..;S". Hrlibouru/, 1987; HrllJxJuJfd: HrUraiSt'r 2 (1988); HrU"IIinr 3: HrU on &rrh (1990) de lim Burroo. El éxilO de la saga se sustenta en el C2.fisma
(1992); HrUrtloo ti. Bioodlinr (1996); Hrflrllisn 5. !nftm" (2000). El encamo de de e5[e monstruo, quintaesencia del sadomasoquismo. más que eo
Pinhead y 5U tropa deca<' tras las dos primeras C:Tllregas. ElI'('l'$()naje se: vuelve: las historias en que interviene. Los Hellraiser de C1ive Barker arras-
lllor,¡JiSl:l. y charlatán. Su Qrácrcl enigmáticu 5<: evapora por la acción de I~ cultura
[ran a sus vícrimas a los infiernos, y las persiguen si escapan hacia
de OOllSunlO. donde ha reinado comn uno de los héroes mis populares y explor.ados
por la indu.mi.a dd emrelenimiemo de los afios novent:l. en diferentes rllediOf y foro
el mundo de los vivos. En el universo fantástico del autor británico,
malos.
(8) .Somos exploflldon:s de las rcgion<'5 de más allá de los sentidos. Dc:mo--
(9) M.ark Del)', .HeJlr.Úsc:r, donde: d pbC<'r encuentl'a la rOflUID en O/,"II
niO$ p:ll:l. unos, ángeles para otrOP.• Nos queda una eternidad para conoar IU atr-
M,mJ;. revi5ra digitaJ, nO 8. México D.F., 5 de noyicmbtc: dd 2000, www·OJXra-
ne· dio: I'inhnd (Ashley Uturenct) a Kit$IY (Oaire Higgins.) c-n Hrllhound: HrO-
",Un JI. Tony R.ndel, 1988. mundi.com.

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LA NUEVA CARNE ...", PILAR PEDAAZA TEAATOLOGIA V NUEVA CARNE

el hombre o la mujer que ha sido juguere de los cenobiras puede de cuerpos de carne y hueso que sufren. y con mentes capaces de
ser vomirado por el infie.rno gracias a la sangre. y va adquiriendo experimentar y comunicar el dolor psíquico subjerivo, los v~mp.i­
vida, carne, corpulencia y una envoltura o forro de piel gracias a ros urbanos exisrencialistas o arormentados por una conCIenCia
la ingesrión de carne de personas vivas. Una de las principales escrupulosa, como el encarnado por Nicholas Cage en BrsO! d~
arracciones de las primeras películas de la serie es la resurrección Vampiro (~mpireJ Ki¡I, Roben Bierman, 1988), pasean su vaóo
del esquelefO sangrienro y la evolución del ~corchi, es decir. la 053- y su angustia por los escenarios de los films de ¡uppies, sin apenas
menta revestida de músculos, sin piel, que amafio era una ilusrra- distinguirse de eUos. y las nuevas vampiras. como corresponde a
ción anarómica en los viejos libros a panir de Vesalio 1o , o una una mayor presencia y protagonismo de las mujeres en el cine
esrama de cera para aprender la esrruaura del cuerpo humano. moderno en relación con el clásico. En El Amia (1983) de Tony
Dos secuencias dcstacan en relación con esre tema: en Hrllraiur. Scon, Addiction de Abel Ferrara (1995), y Nadjade A1mereyda y
Hrllbourui, la de la reconstrucción del esqueleto viscoso y aullame David Lynch (1994), se aborda francamenre el lesbianismo q.ue
de Frank Cochrane (Sean Chapman) en el desván de la casa fami. la[e en Canni/la de Sheridan Le Fanu, y que)'3. se muestra a pnn-
liar, que hace juego con su descuanizamiemo final con cadenas cipios de los años setenta en Thr Vampir~ Lovm (Roy Ward
por los cenobitaS, y en Hrllbound: Hrllraisn 2 la del fajamiento Baker, 1970) de la Harnmer. Pero lo más importante no es el
de Julia con vendas. Julia sufre el mismo proceso que Frank. su aspeao sexual en relación con el cuerpo vampírico, al menos no
cuñado y amanre: sale del infierno gracias a la sangre humana, y en Atidiaion ni en Nadja, sino la vivencia subjetiva angustiosa de
va adquiriendo huesos y músculos. Como tarda en encontrarse la forma de alimentarse que tienen sus protagonisras y su relación
una piel para ella. su protocror, un médico loco y sádico, la con el ciempo, pues estOS cuerpos, a la vez antiguos y juveniles,
envuelve en vendas como a una momia, lo que la conviene a sus sienten disgusro de sí, se viven a sí mismos como monstruos,
ojos en sinicsuo objeto de desw. Barker posee un cenero inninto como las chicas anoréxicas y los enfermos de sida.
para el espectáculo de la crueldad, tamo cinemarográfico como Fuera del cine de género deStacan dos grandes creadores de
lirerario (Lo! libro¡ I1l11grirnro¡). en el que utiliz.a como material monstruos, o más bien de monsuuosidades, a los que considera-
privilegiado la carne, iluminada por un destello demoníaco que mos autores. Se trata de David Lynch y David Cronenberg.
ll
suele conservar incluso en sus producciones más comerciales Lynch concibe el mundo como una pesadiHa, una anomalía . Su
como El señor d~ Ia.s i1u¡ion~! (Lord ofillusiom, 1994). universo creativo, a la vez cotidiano y siniestra, está habirado por
El misterio de la encarnación que afecta al cine fantástico criaruras excénrricas. A partir del surrealismo expresionista de
posrmoderno se exriende, por otra parte, a los monsrruos más CabeUl borradortl (ErdJer/¡~ad,1977), el interior y el exterior de
amiguos y de mayor prosapia, que resultan contaminados por los sus personajes se imerpenetran en favor de la creación de un
males de la época, especialmente las toxicomanías ye! sida. Dorados infierno posmoderno que 110 se configura en el espacio y el tiempo

(10) Ves;¡lio, Dt Hum.mi Corporis Fllbncd. 1543. ilu$tr:Ido por J~n ....,¡n ul. (11) .(¡,I~ es un mUlldo eXl(ll~O. dia uno d~ $\!) pe:rsofllljes en T"ciop~'"
<::Ir, diK{pulo de Tjri~no. azul (B{¡¡~ V,ll>1"t, 1986).

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...I1f!I TERATOLOGr~ v NU_~E~V:A~C:A:R:"~E
---=LA NuevA CARNE PILAR PeORAZA _

clásicos. sino a base de luz., mú.sia, colores radi:mtcs, historias


ahiert3s y estructuras en ...bismo. No hay en él una (erol.tologfa
propiamente dicha, porque el universo de su cine es en su totali~
dad monstruoso, a excepción dd teratológico El hombrr ~kfimtt,
el monstruo de feria, que, paradójicamente, es un individuo de
sobrecogedora humanidad, un hombre enfermo. EJ níscico e idi-
lico universo de Twin P~aJa, por el contrario. está lleno de objefos
y entidadcs monsuuosos infernal mente bdlos. desde el cadáver
azulado de Laura Palmer en su saco de plástico transparente.
como una cri.d..lida de la que va a s:a..lir en jl4.Shback una mariposa
letal, hasta el feroz hombre de la melena canosa que ruge en el
interior de la historia. Un fuerte manjerismo y una vocación pic-
16rica muy 2cenruada, a vttcs expresionista, potenciados por
unas mú.sicas que van más alJá de su papel de acompañante y
refuerzo de la imagen, producen la eclosi6n del infierno en el
seno de un aparente paraíso habitado por cri:uuras como la can~
tame de Cabnll borradoTtl. cuya monstruosidad no está en con·
tradicción con su hechizo.
Extraño y an6malo también. del lado de lo artístico manie-
rista, es el cine corporal de Peter Cree.naway. Sus mundos son
inhabitables en gran parte porque su referente es la pinlUra y por·
que sus cuerpos se pliegan a las formas, los colores y las lextura.s
de las artes plásticas en un delirio de doble transgresión del dasi.
cismo pict6rico y cinematográfico. En manos de Greenaway la
carne se conviene en material de construcción cinemalOgráfica,
casi de C5cenografla más allá del tema -muerte, consunción. cani~
balislllo, la piel como soporte de la escritura-, que proporciona
masas y colores al encuadre renunciando a su entidad, en el eerre·
no fronterizo del body-art.
El de Cronenberg es otro mundo extraño, pero de una exrra·
iíeza sobrevenida y vírica, como si en un momeRro dado anterior
alliempo en que transcurre el film, d texto hubiera enfermado, y

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TERATOlOGIA y HUEVA CARNE
LA NUEVA CARNE ""f PILAR PEDRAZA

la enfermedad estuviera larenre hasta que comienzan a brotar


excrecencias cancerosas y tumores, o a proliferar parásitos imemos
cuando ya es demasiado tarde. El autor. lejos de querer erradicar el
mal, S(' pone de su pane y adopta su punto de vista, según dice ¿I
mismo12 • Todos sus protagonistaS son monsuuos o acaban siéndo-
lo: la vampira fálica de &zbid, la madre psicoplásmica de CromoJIr
11Ul 3, los relépaus, el hombre-mosca. d andrógino, los gemelos,
Jos mutames: el cine de Cronenberg es una gran galerfa de fenó-
menos de feria cuyas teratologías son cenrrífugas, pues, generadas
en el interior, acaban salpicando las paredes. Sin embargo, no es de
género. Cronenberg utiliza el groero par.a expresarse. y 10 hace con
la Gbenad de un autor, estirando 12 carne de sus monscruos más
allá de lo leratológico, hasta converrirla en sinónimo del sexo, la
gr3.Jl anomalía y origen de la proliferación del mal. Como se ha
dicho acertadamente, _es el género fantástico d que adopta a Cro-
nenberg y no al rt'Vés-. 13
Vamos a detenernos un momento freme a las diversas for-
mas que adopra. su esfueno por unir en cada monstruo la expre-
sión del tema que le imeresa en cada momento y el que le interesa
siempre, pues en su wliverso dual y puritano hay una tensión
perpetua entre los remas del mundo contemporáneo -la ciencia,
la máquina, d sisrema- y la Clrne en todas sus acepciones.

(12) u enfermedad illteresa;¡ Crom:nberg «dl:'Slk el pumo de visla del virus


o ck la prop¡;¡ enfermedad (romo un.kr vivo que ct«.e y lucha por 5Obrcvivir. aun-
que $U triunfo SUpollg:¡ la nlllene del cuerpo en el que se hc.sp«!a y por tantO la
~uy;l propi;a) '/ desde el punto de viso. del organi~mo afectado (la ide-a de la mUl';l-
ciÓn del cuerpo COIllO algo ¡nt"SI:l.ble, qucV:l.J"/a y degenen,)•. Enuevbl;¡ de Antonio
Wcinrichtuen Diri,,,/Q, nO 143, enero de 1987, pig. 23.
(13) JOk! M~nuel Gt,nú1e7,-Fierro, CnJnt'nbn¡. /.4 !;sfhi(¡l tk lA Gznlt.
M:adrid. Nuct, 1999. p.fg. 28. Vtw: lambit!-n Steve $haviro, .Bodies ofFear: The
FilJnforIhvid Cronenbetgo m su olmt Ci~lI(; &J,. Uniw:mlyofMinn(';$Ou,
1993.pág.!;.127-IS9.
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LA NUEVA CARNE ..tJt'I PILAR PEDRAZA TERATOLOGiA V NUEVA CARNE

máquina, por otea parte, no entiende la carne, nunca la ha enten-


dido_ Al telerransporrar un filete de ternera, el u!lpododeja que se
1. METAMORFOSIS pierda el sabor, y esa insipidez nos parece monstruosa y enfermi-
za. porque es característica de los alimentos diabólicos y del pala-
A Cronenberg le interesan los insectos, como a Buñuel, y la dar del melancólico. El ulipodo convierte el primer babuino con
carne. No el mueno camuzo putrefaao rodeado de moscas, sino el que experimenta Brundle en un asado tembloroso -la situación
la carne viva y el porente moscardón. En The FIy. película que no se repetirá en la segunda parte (La mosca Il) dirigida por Chris
carece de humor autorreferencial, primero predomina el insecro: Wallas, con el perro de Brundle-. Sólo Dios y Cronenberg cono-
desde que Seth Brundle aparece en el encuadre en la fiesta del cen la suene corrida a la larga por el segundo babuino, que sale
comienzo hasta que se fusiona con él en el u!lpodo, es más mosca aparentemente indemne del experimento pero puede estar incu-
que nunca, gracias a la afortunada elección del actor. ]eff Gold- bando un cáncer o cualquier OtrO mal.
blum no sólo tiene ojos de mosca, sino que los hace valer ya en la tila carne me vuelve loca», dice Verónica mientras mordis-
primera escena, apoyando su mirada fija, intensa y a la vez ausen- quea cariñosamente a Brundle después de hacer el amor. «A la
te, con una mímica muy elaborada de las manos, cuyo movi- máquina -dice él más tarde-Ia carne no la vuelve loca». Cronen-
miemo hace pensar más en los artejos y paJpos de un dipteto que berg estaba en situación de haber prescindido de la mosca. por-
en los ademanes de un hombre. Brundle tiene un armario lleno que lo que en realidad le ocurre a la carne humana pasada por la
de trajes y camisas iguaJes, como vistos por un 0;0 facetado. «cabina telefónica de diseño., como la define Verónica, es que
Cuando se halla al final de la metamorfosis, convenido en un envejece rápidamente. Esto responde a temores profundos no
guiñapo, dice a Verónica (Ceena Davis) que ra.I vez ha sido un sólo de Cronenberg sino de la época. En BIatú Runna. Ridley
insecto que soñó que era un hombre. [nmediaramente después de Scon presenta al genial j.F. Sebastian. ingeniero genético cons-
fusionarse con l.a mosca, tiene lugar la mejor er.apa de su vida: tructor de replicames, vktima del síndrome de Matusalén: enve~
más hermoso, fuerte, ágil y eufórico que nunca, ávido de azúcar y jecimienro prematuro y acelerado. Yen ElAnsiade Tony Scon, el
amante incansable, su carne se ha enriquecido con el aporre gené- personaje encarnado por David Bowie se convierte en un anciano
tico extraño, del mismo modo que ]ack Nicholson en Wolft en pocas horas ame la mirada horrorizada de los científicos. Estos
(Mike Nichols, 1994) se sienre renacer tras ser mordido por un Faustos posmodernos lo pierden todo sin ganar nada. Verónica y
lobo. Myriam (Catherine Deneuve) son testigos desolados del deterio-
J:.se es el pletórico Bmndlef/y, Brundle·mosca, miclHras ro de sus amantes, a quienes asisten impotentes hasta la hora de la
todavía predomina en él (a carne humana. Pero cllando ésta se llluerrc.
vuelve recesiva, se ponen de manifiesto sus miserias, especial~ Brunclle se convierte paulatinamente en repulsivo Brundlefiy.
mente su tendencia a "caerse», pues la carne humana se cae, se La nueva carne ha brillado un momento en el mediocre panora-
descuelga, se arruga, en tanto que el insecto muere dentro de su ma de la vida humana, pero se ha marchitado, se ha extinguido
coraza y nada en el exterior lo anuncia salvo su quietud. La como una centella dejando a su paso un rastro de baba corrosiva,
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LA NueVA CARNe .."" PILAR PEDRAZA TEAATOLOG1A y NUEVA CARNE

una mujer portadora de una herencia genética monstruosa y una epidemia apocaliprica ames de morir y ser retirada por un
dos hermosas telecabinas aptas para formar parte del atrezo del camión de basura. Esta ogresa neo--carnal no tiene nada en
inevitable rema/u. Chris Walas, el creador del maquillaje del común con las intelectuales vampiras de Almereyda y ferrara. Es
hombre masa y de los efectos especiaJes. acometió la secuela mucho más moderna: un monstruo de asraho y quirófano que
inmediatamente, en una película sin fIIosoBa. La mosca 1/, aJgo propaga una enfermedad lecal por medio de un a~ndice obsce~
más gort'que su modelo y también más codificada con arreglo aJ no. una mujer fálica transmisora del sida.
subgénero de los esabios locos_ o más bien de los empresarios El cerebro cambién se ve afectado por ntmaciones aberran·
sin escrúpulos. tes a causa de errores m&Licos. un afán de progreso mal entendi·
do. o por accidente. En Lo zona mu"ta. basada en la novela de
Stephen King, tras cinco años en coma Johnny Smirh (Chris·
11. MUTACIONES topher WaIken) despiena con poderes exuaordinarios que des~
tcozar:ín su vida. Pero el caso más llamativo de teralOlogia menw
Es dificil y quizá ocioso tratar de distinguir en Cronenberg es el de Scannrrs, cuyos protagonistas. «exploradorCSlt telépatas.
la mer.unorfosis de la mutación, en el COntextO del cuerpo como desarrollan sus facultades en el seno materno a causa de un fár-
virtualidad teratológica. Todos son mutanres en el cine de Cro· maco suminisuado a las gestantes. En SUrtO, largometraje juvenil
nenberg: los maridos. las mujeres. las madres. los hijos, los her. de caráaer experimental. d Dr. SpringfeUow descubre que la
manos. Incluso las parC'jas y las familias lo son. La nueva carne se máxima excitación sexuaJ coincide con fenómenos telepáticos.
Clr.lCtcriza por su capacidad de transformación. No riene la fljeza En Scannm. por otra pane, el tema de los exploradores va unido
de las estruCturas fisiológicas dásicas. es amorfa, ¡ndiferenciada. al de los hermanos que se odian y se aman (desarrollado luego en
Tampoco es estable la piel. Sometida a injenos y agresiones, llega DMd Ringen): el hermano bueno y sumiso al orden, Cameron
a rebelarse. La genética. entendida de un modo amplio y metafó- Vale (Stephen Lack) y el rebelde, que pretende adueñarse del
rico. se ve afectada por las torpezas del cerebro. por los errores de mundo, Daryl Revok (Michaellronside). Resultado teratOlógico
los cientfficos, por la avidez de conrrol del sistema. En la película de un mnamienro de su madre con Ephemerol mientras estaba
juvenil y casi experimental Crim~J ofthe Futu", una sustancia embaf3Z2da. poseen extraordinarios poderes psíquicos. Pero ecdos
cosmética creada por el Dr. Antaine Rouge provoca el «mal de scanIlccs no pueden esrar jumas sin volverse locoslt. D:lryl Revok
Rouge_, que consiste en una enfermedad genética que trastorna quiere «explorant a su hermano y absorberlo (..estarás siempre
la reproducción y la sexualidad, y cuyo sfmoma externo e.'i la conmigo,,), y al fjnallo consigue, pero al revés: Tras un enfrema·
secreción de un moco oscuro que atrae a la genre como la miel a miento memal de ambos. en el que se infleren terribles majes sin
las moscas. La protagonista de lA rabia. víctima de un accidente tocarse -de hecho son capaces de hacer estalhlr cabe'l.aS sin mover
de trMico y objeto de autotrasplanre de: tejidos indiferenciados. un músculo-, el cuerpo de Cameron Vale se calcina. pero su alma
desarrolJa un apéndice succionador con el que se procura la sangre emigra al de su hermano y lo coloniza.
ajen~ que le es necesaria para scguÜ viviendo. y de JXUO propaga

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LA NUEVA CARNE -fIff PILAR PEORAZA TERATOlOGIA y NUEVA CARNE

111. DOBLES

El tema de los gemdos idénticos es familiar al cine y sit;mpre va


más allá de sí mismo: porque sirve pat':l uar:u el enigma del doble
(Dop~/g¡¡lIfP')' la escisión. la esquizofrenia y la legilimidóld del
sacrificio del más débil. En lo más profundo de la esrratigrafía de
IXad Ringn-s. se enUlentt':lla película de Roben 5iodmak T1H DarR
Mirror(1946) sobre dos hermanas gemdas (Olivia de Havilland).
Unadedlases una asesina-Terry-. y la oua buena ydulce-Ruth~,
novia de un psiqui.att':l (lew Ayres) que se llama Elliot como uno de
los gemelos de Cronenberg. Cuando Terry mata• .se plamea en el
rexto un curioso problema judicial: ¿cómo establecer cuál de las
gemelas es la criminal, ya que no se puede detener ni juzgar a ambas?
Losabe la ciencia: el psiquiatra, que tiene además un tipo de conoci-
miento privilegiado que le da el amor. pero eso no basta.
El problema clásico de los gemelos atañe al alma antes que al
Código Penal: ¿Son diferentes las almas y las mentes de dos cuer-
pos iguales? La película SisuNde Brian de Palma. de 1972. plan-
tea abiertamente la cuestión en el caso extremo de los siameses
que deben ser separados oon el sacrificio del más débil. que pre~
sumamente es también el peor, el maligno. El cuerpo de éste
muere, pero su fumasma se introduce en la melHe del supervi-
viente y divide su personalidad, de modo que de nllevo tenemos
David Croncnberg. Ins~parnbks, 1988 dos. O bien el superviviente crea una especie de verruga psíquica
con su mala conciencia por haber sido la causa de la muerte del
orro, en cuyo caso también se reproduce la dualidad.
En Sisttrs, de las dos siamesas huérF.mas Danielle y Domini-
que (Margot Kidder), la primera presenta síntomas de degenera-
ción mental y ademáJ: d médico (William Finley) se enamora de
la otra y decide separarlas aun a riesgo de matar a Dominique. La
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LA NUEVA CARNE '*' PILAR PEORAZA TERATOLOGiA y NUEVA CARNE

visión durante el trance hipnótico por la investigadora Uennifer película discreta y monstruosa sobre la imposibilidad de vivir y la
Sah) reproduce esta situación de manera simbólica: las dos imporencia para enfrentarse con la realidad. Su vertienre terato-
pacientes están rodeadas de gemelos que van pasándose un hacha lógica reside en los objetos y los diálogos más que en la acción,
hasta dejarla en manos del médico. f.ste la roma, la blande sobre prácticamente inexisrente. No son las formas humanas las some-
el doble cuerpo y la descarga sobre él, lo que produce a la investi- tidas a meramorfosis o mutaciones sino las mentes de los herma-
gadora un tremendo dolor, y hace que salga del trance violenta- nos Beverly y Ellior Mande. y los usos cada Vf:L más aberrantes de
mente. La escena, rodada en blanco y negro y deformada por un sus insrrumentos de trabajol~.
ojo de pez, es comparable, aunque más vanguardista, a la separa. En los crédiros aparecen. sobre fondo rojo oscuro. una serie
ción de los gemelos Mande por C1aire Niveau en el sueño de de grabados de insrrumenta.l médico. En la segunda secuencia,
Beverly_ La terrible cicatriz. que queda en el cuerpo de Danielle,la fechada en la Facultad de Medicina de Massachusscrs en 1967,
gemela ...dulce_ como en el caso de Siodmak. que es acariciada los jóvenes hermanos Mande rrabajan con un muerto en una saJa
por el amante negro al comienzo del film y mostrada por el médi- de disección. Un profesor les pregunra por el instrumento que
co a la investigadora al final, recuerda cierras piezas de nueva car- están utilizando. Tiene un aspecro medieval que recuerda los
ne de Drad Ringrrs, como la falsa unión de los gemelos. mordida artefacros de tortura de Hiíxan (Christensen, 1922).... Lo hemos
por Claire. Aquí la muerta actúa sobre la viva como una posesión mandado hace,.., informan. Al profesor no parece gustarle: ...Ser·
que obliga a ésta a matar a los hombres que se interponen entre virá con un cadáver. pero no con una pacienre viva... Sin embar-
ellas dos y el doctor. con el que forman un uiángulo. El amor del go, más tarde se les premia por dicho instrumento, llamado
médico hacia la siamesa supervivienre le conducirá a la castración rnmctor ManrÜ. del que se les hace entrega una versión chapada
y la muerte a manos suyas. no sin dejar un residuo psíqujco en la en oro a modo de [rafeo. En la segunda parre del film, cuando se
investigadora. que conserva la orden hipnótica de negar el primer describe la ruina física y memal de Beverly, reaparece. Beverly
crimen de la siamesa, como si se repitiera el fenómeno de la pose-
sión de los vivos por los muertos. frecueme en la literatura y el (1 S) Los ilUtrurnenlos quirürgicos in\fCntados por Bevcrly, _para operar a
cine fantásticos como la transmisión de un OSClUO legado. mujeres mulamcs. están inspintdos en un1 c:~uhura realiuda por d propio ero-
nenberg a. principios de los 70, llanuda Sur:i(al hmrummr for Oprrar;ng tm
Cronenbctg conocía todo estO cuando decidió llevar a la Mulilnn. Pan la pdleula, los inSIT\lmentos fUeron diseña.drn¡ por <los miembros dd
pantalla una historia que se pareciera a la de los hermanos médi- Deparumemo de- direcci6n uds,ica. Peter Gn.Uldy y Alicia KC')'W"n, y los constru-
cos encontrados muerros en su apartamento. a quienes por otra 16 un joyero can:ldien.>c:. Fueron cxpU~tOS en 1993 en una retrmpttliva de CTC)-
parte relacionaba con los siameses Chang y Eng 14 • Se trata de una nenbelg en Tokio bajv c1litulo nlt S/r¡S1Ig~ Objus o/D{/vid Cronmbtrgi D~ir(, y se
pudieron ver en la exposición Út dI/1m ¿tÚ dn~astn, dt! Cmrm dr Cullllra Conu",-
poranra d~ Baralona (Barcelona, 2000). Vtasc: Josi Manuel Gonálcz-Fierro, D.
(14) Lin<u Wol(e: El proftwr , lA prostituta, y otras historÍ4J wrd4d~ras d~
Cronrnbtrg_ La mhi(iI de- Úl rnrn~. Nucr, Madrid, 199'1, p:lg. 1'.18. Ve-r también
muttrU, ÚJt'ura. Anagntma, 1989. S... brC' Changy Eng, vtase espedalmClltC la pdl-
David Cronmlkrgpor David Cronmbtrg, cd. Chris Rodley. Alha editorial. &rcdQ-
cllb de Gcrardo GorrnCZólno, Sombras par¡¡/~1AJ (1994). hasada con la novda dd
m3, 2000. p:lg. 72. Par.!. una illterpretación (eminina psicoanalllic,,-, ver &rbara
misnlO thulo de Vi«mc Muli()l: l'udlC'$. Sobre la pdkula de Croncnbcrg, vtUl'
Crcc:d, wPhallie panle; male histeria ano Dcad Ringe-u_ en Yr(tn. vol. 31, nO 2,
Mich;,u:1 Gntm, Orad RJngm. Fiick- Books, Trowbridgc, 1997.
1990, p:lgs. 12$-147.
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LA NUEVA CARNE """" PILAR PEORAZA TeRATOLOGfA y NUEVA CARNE

está e:u.minando a una paciente en 12 dínjo sirviéndose de él. las mujeres o corrigen las malformaciones que les impiden tener
Cuando ella se queja de que le hace daño. él replica airado que es hijos. Las batas son rúnicas de color rojo sangre con esclavina y
de oro y no puede dañarla. y la ofende con una pregunta grosera. eapucha enue sacerdotal y del Ku-KIux-Clan. Cronenberg dice
Como síntomas del crecieme malestar del propio texto y de que con ellas quería dar la idea de un colegio cardenalicio. Evocan
sus habitantes, afloran nuevos instrumentos quirúrgicos. _para también el ambiente de las torturas inquisitoriales infligidas a las
operar a mujeres murames_. Tienen un aspectO biomeclnico que supuestas brujas en el cine nórdico. no por d color sino más bien
recuerda el estilo de H.R. Giger. De nuevo la invención y los dise- por la atmósfera delirante creada por la puesta en escena.
ños son de Bcverly, que los lleva a una galería de arte y habla con
un esculror para enearg<1rle su vaciado como objetOs tridimensio-
nales en acero quirúrgico. Más rarde los utiliza en las operaciones. IV. HERMAFRODITA
Está a punto de matar a una paciente en el quirófano con ellos.
Dice en su delirio que lllas pacientes están deformadas por dentro El hermafrodita en sentido esrricto, el monStruo dotado de
y precisan de una tecnología radial•. Más tarde verá una copia de ambos sexos, es infrecuente en el cine l6 pero abunda el metafóri-
los instrumentos en el escaparate de la gaJería, firmados por el co bajo la forma del uavesrido, hacia quien el protagonista del
escullor y con e.I título de dnsrrumemos para operar a mujeres rdaro se siente atraído fatalmente a causa de su misteriosa ambi-
mutames_. Entra furioso en el establecimiento y se los mere en el güedad. Los te.xtoS sobre este tema se refieren más o menos vela-
bolsilJo, forcejeando con la eneargada. Cuando se los enseña a damente al imposible amor del hombre hacia la mujer real yal
Claire (Genevieve Bujold), su amante, recién llegada tras una lar- deseo que le empuja hacia 12 mujer ideal, que es en definitiva un
ga ausencia, ella pregunra: _¿Qué son estas herramientas?, ¿para igual (es decir, un bombre). De eso trata la película de Cronen-
qué sirven? tlPara separar gemelos siameses., responde él, obse- berg M.. Buttnf/J (1993), que tiene como base -aparte de la pieza
sionado en esos momentos por las escabrosidades de la muerte de teatral (1988) de David Henry Hwang-, el relato de Honoré de
los siameses Chang y Eng, en la que ambos hermanos "en una Balzac Samuint y quizá su comentario por Roland Barthes i7 •
premonición de lo que les espera. Más tarde, en pleno delirio por En la obra de Balt.ac, cuya acción principal se sirúa a media-
abstinencia de drogas, Beverly usa los instrumentos de separa- dos del siglo XVIII, un escultor llamado Sarrasine -nombre signi-
ción, pero sólo para infligir a Elliot inútiJes tOrturas y finalmente ficatiV"dmente femenino- se enamora del canranle de ópera Zam-
la muerte. No tardará en seguirle. Los fetiches han resultado mor- binella, tomándolo por una mujer, sin saber que es un castrado.
tíferos para su propio crcador y para su imagen especular. Ellos.
los instrumentos diseñados para martirizar el cuerpo de la mujer, (l6) Ra:utrdesc sil! emb~rgo d m;¡ravilloso ejt:mpl:l.r("re~do por Fdlini en d
eran lo monstruoso, no los genitales femeninos, imaginariamenre Saryrk01l (El SRririNJll dt Frfltm, 1%9). P. Pcdr:l1.:l r J. Lópn Gandla. Ftderico
•deformadoslO. FrUi"i. Q.100r.r.. M;¡drid•
(17) Ro!;¡nd Ihnhn imp;mió en 1968 y 1%9 un seminario wbn:: e'it:l. obr.t
Perfecto complemento dcl instrumental es el vestuario usa-
y lo publi<ó b:l.jo d litulo SIZ~n St:uil, P:l.rls. 1970. Primera edición en ostdbno:
do en el quirófano donde los Mande fertilizan artificialmente a Sigio Vdnliuno, Madrid. 1'}80.

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LA NUEVA CAANE ..", PILAR PEDAAZA TEAATOlOOrA y NUEVA CAANE

Todos 105 que hacían papeles de mujer en la 6pera en Jos Estados nella-. En una ocasión la cámara de Cronenberg explora el espa-
pontificios lo eran, r todo el mundo lo sabía menos el provincia- cio íntimo de la casa de ella con un trawllingque abarca desde la
no y algo tosco Sarrasine, que acaba muriendo a manos de 105 puerta, pasando por una estancia vacía, una cama inmensa e
sicarios del cardenal .protecwrlO del joven. Tamo en el caso de imacta, y al final, en el espacio apretado de un rerrete. los dos
Balzac como en el de Cronenberg, el autor sitúa su fábula en el amantes, él sentado y ella se.ntada sobre sus piernas, con su largo
crepúsculo de una época histórica, en un tiempo ambiguo ~n las vestido de raso blanco cubriéndolo todo. De vez en cuando él
postrimerfas del Antiguo Régimen en un caso; durafi{e la revolu~ pregunra si eHa es su Bunerfly, y ella asiente, o va más lejos aún:
ción cultural en el otro-, dorado por la nostalgia de una cultura t<Soy (ll esclava», mientras le sonsaca información confidencial
amerior, mítica, donde todo fue posible, y que por ello mismo por orden del partido comunista. En el juicio que los condenará a
permite inventar usos amorosos extraordinarios sin que nadie ambos por espionaje, Song se muestra por primera vez vestido de
pueda comprobarlos fácilmente. hombre. La inexpresiva acogida de tal novedad por parte de
René Gallimard Ueremy ¡rons). empleado de la embajada Jeremy Irons nos priva de saber qué pasa por la cabeza de su per-
francesa en Pekín en los años 60, casado con una mujer muy sonaje. Pero a estas alturas el espectador que revisita la obra debe
real, se enamora perdidamente de Song Li-Ling, camante de la ser cauto. Recordemos que Gallimard, después de mantener rela-
Ópera de Pekín. Esta forma musical y artística, madurada en el ciones íntimas con la señora Bauden, dice: aEres exactamente
siglo XIX y abolida por la revolución cultural, ha sido representa- como te imaginaba bajo la ropa». ¿También imaginó durante
da siempre por muchachos en los papeles femeninos. Todos los todo el tiempo el cuerpo de Song Li-Ling bajo las sedas. y se hizo
personajes de la pelícuJa lo saben menos Gallimard. Éste ve por el desentendido? Una escena famosa, penosa y reiterativa, en el
primera ve? al que será su objetO de deseo en una fiesta de la coche celuJar, y otra en la cárcel hacen ver lo obvio: .Mi nombre
embajada sueca. La «Señorita_ Sang Uohn Lone) canta durame es René Gallimard, también conocido como Mme. Bunerfly.,
la velada un aria de Mmt. Bururf/y. Vestida de blanco y viSta de pues, como dice Roland Barrhes en su penetrante análisis de
lejos, hace que Gallimard se sienta rouchi. Él alaba la belleza de Sarrasint, el castrado no es más que una consecuencia de la cas-
su interpretación y la del tema mismo de Mmt. Buturfly, y sufre tración del amante, o su espejo.
un aUlémico rapapolvo por parte de ~e1la», que le hace ver los La cuestión del amor narcisista y fetichista hacia la mujer

aspectos racistas y machistas de las f2masías de los occidentales ideal encarnada en alguien que al cabo se muestra como abyec-
sobre la mujer orient<ll. to, aparece explícitamente en la película. Song preguma a una

La fascinación de Gallimard tiene por objetO una mujer de comisaria política por qué en la ópera de Pekín actúan hombres
voz ronca y susurrame, hetmosos vestidos de guardarropía y larga en los papeles de mujer. "No sé -responde la imerrogada-,
cabellera. Fetiches de una mascarada. Song se niega a desnudarse serán residuos del patriarcado reaccionario». ~No -replica
alegando sabias costumbres sexuales ancestrales, y es capaz de "ella"-. Es porque sólo un hombre sabe cómo se supone que
mantener en el engaño a GaUimard incluso cuando se convienen debe actuar una mujefll. No una mujer: la Mujer. Pues, siendo
en amantes ----<:osa que Balzac no sonarfa para Sarrasine y Zambi- éSta una construcción masculina, es lógico que su Pigmalión

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LA NUEVA CARNE ."fIff PILAR PEORAZA TERATOLOOIA y NUEVA CARNE
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se2quien mejor ~pa cómo ha configurado su feminidad. Galli- son cómplices uno del otro; d discurso suscita en el mismo perso-
mard dice de sí mismo a Song: ",Soy un hombre que amaba a naje su propio cómplice (... ) cuya rdativa independencia le per-
una mujer creada por un hombre. Cualquier otra cosa simple- mite jugar. «Así sucede con el discurso: si produce personajes no
meme se queda COITa¡l. es para hacerles jugar cntre ellos delante de nosonos, es para jugar
GalJimard, como Sarrasine, tiene rasgos COmunes con el con eUos. Obtencr de ellos una complicidad que asegure el inter-
athaniel de Hoffmann l8 . Como señala Banhes para Sarrasine, cambio inimellumpido de los códigos; los personajes son tipos
su obstinación en no reconocer la naturaleza de la Zambinella de discurso y, a la inversa, el discurso es un personaje como los
--o la de athanid en no querer ver que Olimpia es una aUlóma- otros-".
ta y no una mujer- es una defensa para p~rvar su imaginario. En el caso de la. obra de Cronenberg, la. estatua vivieme
~ obninan en no ver, porque ver significaría reconocer su pro- Song desciende no de la antigua Grecia como la Galatea de Pig-
pia. oslr.lción. su narcisismo, el ar:kter de fetiche de sus _muje_ maJión, sino de la. antigua. China a. través de un código occiden-
rCSlo imaginarias. En la círcel, al borde de la muerte, todavía st [31: Pucc.ini. Es Madame BunerAy. la mujer sumisa yenamora-
empecina en su mediocre delirio: .Yo, René Gallimard. he cono- d.. del occidemaJ, es decir, la mujtT occitÚntal dtámonónica. No
cido y he sido amado por una mujer perfecta•. y no sólo eso sino posesión prolegida de un cardenal sino de la levolución, una
que se identifica con Song, su imagen especular. se disfraza de revolución que Gallimard no entiende, enredado en sus proble-
Mme. Buue:rny·payasa, se corta la yugular con un pedazo de mas de comable y en sus falsos saberes. que sólo son una mara·
espejo y mucre en el sudo emre convulsiones que le hacen pare- ña de tópicos. El GaJlimard de Cronenberg es un personaje
cer una marioncu o una aurónUt3 a la que se le está acabando la inculto, ingenuo y me-Lqujno, ennoblecido por la fOlogenia del
cuerda. Se echa de menos ~ este final un puma de ironía, algo acror que lo enC2rna. Se sale: del código del personaje del cine
que sitúe al castrado fuera del melodrama y aJgo más cerca del clásico sin ser un deambulame moderno, y por eso carece de
Carnaval. espesor. Cronenlx:rg opta en su obra por la clave de melodra~
¿Por qué pueden llegar a parcec-r tan grol~ las escenas del ma, pretendiendo que el espectador se idrntifique con una his·
furgón y de la cárcel de M. BUlurflJ? En la penúltima secuencia tOlia no por real menos inverosímil, y comparta el pUntO de
de la película, en el vehículo policial, Song desnudo se conviene vista de un castrado. Pero, al no haber distancia, no podemos
en personaje psicológico, abandona el pedestal de Galatea. I:.ste es juzgar ni solidariurnos, ya que la identif'icdción es imposible.
el puma en que el lextO se debilita. Escribe Banhes: tCDesde el Sólo queda la adhesión melodramática o el lidículo. Cronen·
puma de vista crítico, es por tantO tan falso suprimir al personaje berg Opt<.l por la primera.
como hacerlo salir del papel para convertirlo en un personaje psi-
colÓgico (dotado de móviles posibles): el ~rsonaje y el discurso (19) O,. ril. p.i&. 150. El coougiodto la QS(Jación dd casrr:KIo ~ OI:lieOOc: 2
focW lu mujereJ ~~. Cuando S:ln':lSine PM 12 fl;¡tunku & b Zambinclb,
dice; .¡Teodrl siempre en d recuerdo UfUI arpb cdc:stial que ttndri a hinar sus

._r. (18) E. T.A. l-Io1TrnólDt:l. EJh.m/1"tb¡..rmA., 1819. P. Ptdrn~. MM¡IlllUSk


.s...-m..iÚ/~.mf1n4. Vakknw.Ma:irid. 1998.
prras en codos mis Knlimietl105 de hombre y marcad a rodas: lu dcmú muiera
con UD sdlodc ampcrf«oóo!a (BaIuc)

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LA NUEVA CARNE 4ff PILAR PEOR,.¿..., TeRATOLoa(A y NUE"A CARNE

Comprendemos los móviles de casi todos Jos monstruos de Wallas. Cada W10 de ellos constituye el corazón de una historia.
Cronenberg: el hombre mosca. los gemelos Mande, los jugadores como si toda la película hubiera ido coagulándose a su alrededor.
y terrorinas de V(i1tmZ y Jos ddif2ntes insectos-esfínter de Vistos en perspectiva. el mis importanle como clave que permite
Na/ud Lunch. pero es imposible asumir el universo hermafrodita al textO desplegarse es la consola de AUcgra Seller (Mislffl.2). pero
de M Buunf/y. los diversos -y a veces comradicrorios- semidoo en su momento las casetes y monitores teratológicos de VU:kodro-
que produCC'n Jos dementos del film crean un cruido. que impi- m~ nos estremecieron porque no hubo nada igual antes que ellos.
de al rema desplegarse en su pureza, como ocurre en el relato de salvo los relojes blandos de Salvador Dalí.
BaJuc. hasra el pumo de que _no se ve n:idall, del m.ismo modo Los objetos "ivieme:s de Cronenberg no son 5610 metáforas.
que no ve nad2 el propio proragonista.?O. Se comportan de un modo autónomo y cohereme con su natura-
leza híbrida o teratológica. dentro de la estética y la iconografia
cyborg. como en el C2SO de las imágenes pict6ricas de H.R Giger.
V. OBJETOS MONSTRUOSOS El ejemplo más notable es el de la pistol2-brazo de carne y metal
unida al antebrazo por medio de nervios-cables de Vukodrom~. En
Si en el cine de David Lynch hay un imeriorismo de pes2di- este film. como dice uno de sus personajes: .Las "isiones se con-
lIa, yen los Hrllraisnde Clive Barker unas crueles máquinas escé- viene.n en carne-. y no sólo las visiones. producidas por un cáncer
nieas y un refinado inslfumemal sadomasoquist2. en la obra de videogénico. sino sobre lodo el medio, la televisión y el video.
Cronenberg hay objetos monstruosos, siniestros en d sentido de sobre los que Cronenberg construye un discurso apocalíptico y al
que se hallan en el limite que separa lo orgánico de lo inorgánico, mismo tiempo una historia alucinada que no siempre encajan. La
lo inanimado de lo vivieme. y lo cruzan en ocasiones. Son objetos mayoría de los eslóganes que utilizan los perwnajese.n sus diálogos
fuertemenre sexua.lizados. que se hinchan y respiran. se compor- tienen un carácter ideológico: .Ver televisión les ayudará a volver a
tan como animales, enferman, mueren e incluso hablan. la mesa de mezclas del mundo., «Yo soy la pantalla de mi padre-,
Es inútil pregunt2~ sobre el grado de realidad o el carácter .La televisión es realidad, y la realidad es menos que la televisióm.
alucinatorio que les confiere el lexfO. Sólo se puede decir de ellos .Las visiones se convertirán en carne....Tenga cuidado. (el moni-
que todos son reales y que van más allá del mero juguete magnífi- tor) ..muerde...... Pero la pellcula es, como suele suceder en las obras
camente resuelto por el cr~dor de los efectos especiales Chris de Cronenberg. algo más que discurso sobre la contaminación
mediácica ilustrado con imágenes oníricas. y es en ese .algo más",
(10) Rigurosamente oomemporinta de M. 8ult~y dt Crollcokrg es b en el delirio y en la osadía visual. donde reside su fascinación,
pelfeula dc Heil Joman TI" Cryins Ga~ U~o ti, UP'jmJU, 1992). AdminmO$ en característica del cine fantástico. Un tercer elemento. de carácler
amb:u dcn;¡ comunidad tn el modo de: configura.r a b Za.mbindla. Ptro en e.ste
paranoide, el fondo del que emergen los pistoleros pertenecientes
cuo Di/ O;¡ye D'lVidwn). el lra.venido. tiene vida propia desde el comienzo, y
Jimmy (Stephtn Rea) le sigue queriendo cuanoosabe que a un hombn. Le qulC~ a OtrOS géneros, incluso al cómic. es la conjura, el acecho del siste-
a ~I. !'IO:lo la Mujer idc;¡J Titnen fulUm JunIos. y la. pelfeula una tOtal CQhe~ncia ma encarnado por firmas multinacionales de hermosos y sonoros
1lIletna.
nombres, en los que ronenberg es maestro.
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p

TERATOlOGfA v NU~E~V:'~C:':A:N=E,- _
LA NUEVA CARNE ~ PILAR PEDAAZA

Más allá de la filasofla apocalfptica de Vidtodrom~ hay un


discurso ddirantesobre la carne, que afttt:l más al cuerpo de Max
Renn Oames Woods) que al poder del medio. Al final, Mu, heri-
do por los .secuaces de Barry Convexo se refugia en el puerto.
Frente a sí ve un monitor con la imagen de Nikki (IRborah
Harry). «les h2S hecho dafio pero no los has desuuido. (m) Tu
cuerpo ha sufrido muchos cambios. puo sólo es el principio. EJ
principio de la nu~a carne. TIenes que Uegar hasta el final.
Transformación loral. ¿Crees que estás preparado? (...) «Par;¡
conveninC' en carne nueva primero tienes que maur la vieja. No
rcmas. No temas dejar tu cuerpo morir. Ven conmigo. 1.ax. Ven
con ikki. Ven. Yo le diré cómo. Es fácil•. Hay una explosión
tremenda en el monitor. que arroj.a vísceras y carnaza a través de'
la paOlalla rOra. Max está ahora del Ot(O lado. ~ apURe;¡ con el
revólver qbo'lque forma parte de su brazo. exd:u:na -¡Larga vida
a la nueva carne!» y dispara 1 '.
Es posible que las ambigüedades del discurso sobre la carne
nueva que de hecho hay en esta pdícub, se deban, como sude.n
argumentar los especialisras, a que Cronenberg tuvo que aligerar
el final y suprimir una escena amorosa triangular entre Mu, Nik-
ki y Masha de.ntro del universo catódico, como esa AJicia a través
del espejo ala que no es insensible el cine f.¡nrástico contemporá~
neo, desde En compañIa de ÚJbosde Neil Jordan (The CompallJ 01
Wolfts, 1984) haSta Ma"ix (Andy y Larry Wachowski, 1999).
Pero, sea como~, tal Ve'L lo que interesa y ha sobrevivido de dla
sea la osadía de su invención visual yel hecho de que el monStruo
adopte la forma de lOdo un medio conrem(JQráneo de comunic:t-

(21) V~asc B. Tan•• Panic Pornogr.lphy: Vidcodrome from ProdUClion w


Scducrioo•• en GJfllláitln}6unuJ #ff'pJiti~4J .n" S«ial T'l-ry. nO 13/1·2. 1989.
p:ig$. 56-12; y Vioente S"OChC7 8iosc:a, .Entre- el cuerpo evanesame y el cuerpo David Croneobcrg. Crash. 19%
$uplic~do: Vuúwlrt"MY las h.masb5 posmode-rn:w. en &uuitt "JNl"~' n· 7, págs..
55-63.
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LA NUEVA CARNE ..", PILAR PEDRAZA TeRATOLOGfA v NUEVA CARNE

ción, algo que en principio no parece prestarse a visualizaciones


orgánicas y al que Cronenberg ha dado aurémico cuerpo y carne
mucho más eficazmente que al erotismo frígido y maqujnista de
Crash.
Más madura y o:perta. pero en la misma línea. es la opera-
ción que realiza en NaJud Lunch (1991) con orro instrumento
de comunicación: la escritura. La máquina de escribir de Bill
Lee (Peter \Veller) es al mismo tiempo un insecto kafkiano, un
esfl'nter que habla. un ciempiés con torso humano y una criarura
monstruosa, el Mugwump, dispensadora de droga con sus ten-
ciculos-penes-antenas. En este caso se parte de una fuente litera-
ria que proporciona el tírulo y el tema, aunque no el conjunto de
la historia. Nak~d Lunch (959)21 es una recopilación de escri-l
tos, bautizados por Jack Kerouac, que giran en tono a las drogas
y la homosexualidad. Fueron escritos por Burroughs durante
una temporada que pasó en Tánger entregado a las drogas a
rumba abierta. Cronen~rg no reconstruye el delirio poético de
Burroughsi crea la historia del á1ter ego dd escritor, William Lee
-seudónimo empleado por Borroughs en Yonqui, 1953-, con \
elementos tomados de su biografía, como la muerre de su mujer,
su trabajo como exterminador de insectos, reflejado a su vez en
sus escritos (Exterminador, 1973), su estancia en el norte de I
África y sus relaciones con Otros escritores como el matrimonio -l
Bowles.
En este caso, más que en VitÚodrome, las visiones del prota-
gonista aparecen bien señaladas dentro del cuerpo de la escritura
con una marca, que consiste generalmenre en el actO de tomar
I ( droga o el momClHO de estar afectado por ella o por su carencia.

1
Las máqujnas de escribir-escarabajos se insenan armoniosameme

I I Diseño de Stephan Dupnis para los Mugwump de Naktd Lunch,


de David Cronenbcrg, 1991
(22) VCl'$ión csp.¡ñoI~. El .lmut17,O MllMJ¡,. Edjwri~1 AnaglOlma S.A., Bar-
«:lon,,",1989.

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LA NUEVA CARNE ~ PILAR PEORAZA TERATOLOGfA V NUEVA CARNE

en un mundo amarillo y marrón del color de los polvos insectici- gonistas Pikul Uude Law) y Allegra Oennifer Jasan Leigh), se
das pyrethrum y de los monstruosos alucinógenos de lmerzone. hallan en la piscifactorfa de mutantes. Allegra. genialmente bau-
Tienen que ver con la profesión de Lee ames de ponerse a escribir tizada por Cronenberg. es una sombría criatura del juego que
tras la muene ..accidental... de su mujer, como exterminador de interpreta a su propia creadora -toda la obra es una consrrucción
insectos en los sórdidos ambientes neoyorquinos minuciosamente en abismo-. una siniestra y sucia joven que sólo vive para el juego
construidos. Las voces de los monstruos son una notable creación, y, como muneca digital que es. está vacía. No hay nada en ella ni
docada de «grano». Fecales y al mismo tiempo graciosas, amistosas, en su mundo. La resisrencia la llama (<la diablesa», pero tampoco
no son e1ememos de pesadilla como las casetes blandas de Video- la resistencia existe.
dTOme, sino piezas de un guiñol especular. Su boca es la boca-ano La consola del juego diseñado por Allegra es una ..crialUta»
de Lee. una especie de recuerdo de Ln Bijoux indisartsde Dideror. viva de laboratorio. Se une al cuerpo del jugador. dd que CX(fae
En alguna ocasión, como la visita. de BiJl a Jane en el horel. los su energía, por medjo de un biopuerro. a través de un cable que
coleópteros S( inscriben en el tipo de erotismo abyecto y escamló- tiene el aspecto de un cordón umbilical. El biopuerro, abierto en
gico de los textoS dc Burroughs y manifiestan un recuerdo, proba- la parte baja de la espalda del jugador, prcsenta una forma vaga~
blemente inconsciente. de la secuencia de los amores en el F.l.ngo mente anal y necesita ser lubricado antes de introducirle la clavija
de La Edad tÚ Oro de Buñuel. En NaJud Lunch, escribir. pracricar del cable. La apertura de un biopuerto, auténtica violación
el sexo y alucinar son una tríada que constituye la puerta. de salida homosexual. se realiza con instrumentos medio meclnicos medio
y de regreso al momenro de la muene de la mujer, accidente y a5e- quirúrgicos, y en la película el de Pikul es abierto por un mecáni-
sinalO que abre en el texto el agujero urópico de Imerzone. Esre co de gasolinera (Willem Dafoe) con un potente artefacto que
lugar inexistente, que late ya en Nueva York como ha visto Amo- tiene algo de pequeño lanzamisiles. El módulo O consola contie~
nio Weinrichrer,23 no es más que una burbuja imaginaria desptcn- nc (en el juego) la única copia del sistema y de los programas del
dida de la primera pane, un rumor de canón piedra hermosamen- juego llamado tXistmZ. cuya diseñadora es Allegra. Se (fata de
te brotado en el cuerpo de la película. una criatura viva. de carne y sangre, con aspectO de estómago o
En eXisunZ tiene lugar la apoteosis de la cacharrería Nueva feto, fabricada con vísceras de peces y reptiles mutames. recubier-
Carne. Película perversa y surrea!. se mueve en el rerritorio del ta por un material semejante a la piel pelada.•Parece como si
juego y del deseo sin controlo, mejor dicho, controlado hasta el estuvieran operando a un perro..., dice Pikul cuando los técnicos
mínimo dctalle por un programa delirante, como se pone de traran de salvar la «vida» de uno de estos artefactos, susceptibles
manifiesto en la que sin duda es su mejor parre: cuando los prora- de enfermar. Los distintos ejemplares que ll[jlizan los jugadores
en la película son parecidos entre sí. pero no iguales. En la sesión
de juego colecrivo durante la presentación del sisrema eXisrenZ.
(23) Ver A. Weinridner, ..B a1mucrw desnudo. B sueRo de: la acriIUr1U en
se reparte una docena de ellos entre los jugadores. que. senrados.
DintiA junio de: 1992. nO 203. pJgs. 46-48: Virginia ViIapI;afU .cabculExt~
mubda. El II1mwru iÚ$"JUÚ ([>;'vid Cronenbcrg. 1992)~ en &nJ¡, "/'fl1'U. nO 7, los colocan sobre sus piernas. Al moverse. los módulos dan la sen-
~gs. 44-47. sación de ser jugueres pornográficos, sobre todo d de Allegra, que

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LA NUEVA CARNE ....,( PILAR PEORAZA TERATOLOGr~ v NUEVA CARNE

es puestO en marcha primero estimulando un salieme en forma


de pezón y luego insiStiendo en una depresión con una pe<¡uefla
cresta como un clítoris, en el que los dedos de la joven se recrea.n.
Es, en suma, un dememo maslUrbatorio. Muchas cosas del juego
lo SOIl. Allegra y Pikul eson jugadoslt por el juego en la. cama de
un more! donde St refugian de un estallido de violencia revolu-
cionaria conu:¡ el propio programa, dentro del programa del que
nunca va.n a salir. Ni nosotros tampoco, porque V<isunZse sola-
pa al final con e! sisrema de juegos tnlnSundmZ. El módulo de
Allegra se avería un par de \'eces y al final cae enfermo. Infecrado
por esporas, puede a su vtz infectar a sus usuarios.•Yo no quería
imroducir el tema de la enfermed2d en el juego., dice ella, ¡>tra,
como en Otras ocasiones en el cine de Cronenberg, la mujer abre:
la brecha por la que penetT2la contaminación que acabará con la
carne orgánica y dará paso a la ueva Carne.
Obra maestra de la teratología camal es la piscifactoría donde
secrfan los animales murantesque proporcionarán elementos para
la consuuceión de los módulos. Sus residuos se destinan a la coci·
na de un restaurame chino de pesadma, al que van a comer los fr.1·
bajadores (jugadores). Pikul pide el pIara especial, del que huye el
rt:Sm decomensa1es senr.ados a su mesa. Allegra sien re repugnancia
por la enorme (uente en la que son presentados los mur.anres en
salsa. envueltos en repugnante gelatina. PikuI come porque el jue.
go le impulsa a ello. y va fabricmdo con los esqueleros una pistola
Clrtilaginosa. Aunque su dentadura es perfecta. se saca de la boca
un pueme con tres muelas posrizas. que inrroduce a modo de car-
gador en el arma. Dispara y mata al cocinero chino. E.I arma sangra
al ser usada y él la arroja al suelo, de donde la coge u,n perro. Estas
imágenes lerribles. de pesad.illa, constiruyen quizá el pumo m:1s
airo de la fantasla de Cronenberg y el más depurado. aquel en el
que más aproximan eorre sí sus obsesiones los creadores en buSCI
de algo que exprese los nuevos terrores, los del cuerpo, como H.R.

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LA NUEVA CARNE ..", PILAR PEDAAZA

Giger y Clive Barker, a través de un delirio camal proliferante,


cuya gran capacidad para inquietar reside en gran medida en un
realismo de pesadilla. siniestrou . En su realismo.
DELIRIOS METÁLICOS
El cine de Cronenberg es muy de su época, de cada época en
MORFOLOGíAS LIMíTROFES DEL CUERPO
1
la que se ha desarrollado y producido. Desde el discurso juvenil
de sus mediometrajes experimentales de finales de los años sesen~ EN LA CYBERFICCIÓN

ta hasta eXistmZ, sus peliculas han abordado temas clave en la


cullura contemporánea. con un punto de vista entre apocalíptico
JOROI SÁNCHEZ NAVARRO
y complaciente. Ha sometido, además, a cada uno de estOs temas
a la fusión con un elemento que es constame en su obra: la pro~
blemática idemidad sexual de sus protagonistas masculinos. Sus
El cyberpunk. tanto en su forma literaria
monStruos, como los de Lynch, no tienen nada que ver con los
como cinematográfica, se ha revdado como ulla de las formas
producidos por el cine de género americano. Ni siquiera son e1e~
privilegiadas de puesta en imágenes del inconscicme político
memos metaf6ricos, sino más bien ocurrencias del lenguaje a la
posmoderno l . Sus pesadillas se han convenido, o están a pUntO
manera de los surrealistas o de Fellini.
de convertirse, en celebraciones de una nueva realidad, en repre-
semaciones alegóricas de una tot::llidad impensable, de un sistema
imposible de cartografiar cuyos bordes a.penas hemos atisbado. A
pesar de que muchos críticos y comentaristas de la ciencia ficción
han celebrado su muerte, el cybapunk oper6 un cambio tan pro-
fundo en las ficciones de fin de siglo que podría decirse que el
género trascendió su marco inicial -la ciencia ficción- para con-
venirse en una nueva forma de mirar la realidad. Radicalmente
comprometidas con la innovación estética, las primeras obras
literarias o cinematogrificas cybnpunk no inauguraron, como
1..:1; pi5loia muchos creen, un subgénero, sino que modelaron la realidad pos-
de canUago$ terior a eUas: tras la lectura de Neuromanctr, novela de William
Gibson publicada en 1984, o la visi6n de Bladr RlIrmer(id. Ridley
Scon. 1982), el mundo en pleno decidi6 hacerse cyberpunk.
Enrre las muchas propuestas escénicas y estéticas del genero

(24) Véase Antonio .JoK N;tvuro•• Sob~ la nueva arne vinua.l. en


(1) Véase Frcdric JafTldOn. ú.s _i/JaJ Jd tlnlf'" Madrid. TI'Ol(;¡, 2000.
Dirigido. ~pticmb~dc 1999. ~ 32-35.
-73-
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LA NUEVA CARNE 4ft JOROI $ÁNCHEl NAVARRO OELlRIOS METÁLICOS

-la nueva gestión del espacio urbano. el giro de la mirada hacia


Japón o la zona Asia-Padfico,la mezcolanza de muchedumbres en
el bazar ulrratecnológico- destacaremos aquí su política del cucr·
po. tan profética y. a la Vr:::L, sintomática como las Otras. pero
mucho más evideme en sus implicaciones psicológicas. Al fin yal
cabo, puede pasar desapercibido que el cybapunlranuncia y a la vez.
reOeja la pujanza de la culrura pop japonesa en Occidente, pero no
'-puede obviarse, por relajada que sea la recepción, quel((género
propone una mirada radicalmente distint:l a nurstro cuerpo. una
mirada que trasgredre los Umites y que expone las posibilicbdes.
hermosas )' dolorosas que la tecnología ofrece a la arne humana.
Aunque la técnica ha estado unida a la evolución del ser
humano desde que el mundo es mundo. no hace demasiadas
déadas que la tecnología se ha unido al cuerpo humano; la
antropología y la historia económica pueden dar cuema de los
usos técnicos del utillaje auacorporal como e1ememo esencial
del desarrollo humano, pero sólo desde el arre y la cuhura popu·
lar se ha emendjdo J:¡ importancja de los artefactos tecnológicos
imra cuerpo en la evolución psicológica de la esp«ie. Olvidemos
las copiosas muestras de robots. androides. replicantes y demás
ingenios artificiales construidos por el ser humano para imirar o
sustituir al propio ser humano. y que han ocupado un lugar cen-
tral en las fantasías teológicas, en los mitos clásicos, en el discurso
gótico. en la sensibilidad futurista o en el optimismo proindus·
trial 2; centrémonos en las mixturas de carne y metal, en los cuerpos

(2) [,a li{eratlll"1l al respcclO es amplísima. CQmQ aproximaÓón complel" al


te:ma rro>me!tdamos d IIOlumen ed.illldo por RoO Aurich, Wolfg~lng }aoobkn y
Gabride JalOO Artif"tt'ÍlJ HIlm4n1. M4n;( MlUhint'$ vm""IkJ &ái~ tradua;ión
inglesa del c"~clJogo de la reuospoctiva dd mi~mo título progr:llJ~da por el Fcniva/ ..La Madre mct:ilica_, de 7i,rram. de 6 m de alrura. Foto; J~ Ame!
In{ernacion~ de Cin<! de IkrHn de: 2000. e:n el volumen plM:dc enooncrarse el
artkulodc Georg &dUen••Oream RcpIicallts or!.he Gnema~, e:n el q~ $iscemali.
7.a tu fl«lones protagoniOOu por criaturu anifIciaJt:$ aJ servicio del hombn:.

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LA NUEVA CARNE 4ft JOROI SÁNCHEZ NAVARRO DELIRIOS METÁLICOS

humanos que rehúyen todo canon para unjrse. de forma volunca-


ria o involuntaria. a lo inorgánico, por medio de prótesis que lo
expanden o fusionan con nuevas djmensiones yemornos.
El tyborg. .. produclO úJtimo del juego con que la posmoder-
nidad afronca el problema de la vidalOJ • tiene gran peso en el arre
pcrformativo de los setenta y ochenta. en multitud de cuerpos
extendidos que anuncian la obsolescencia del interm cárnico.
Figura C1pital en la conceptualización artística del tema es Stelarc
(Stelios Arcadiou), máximo ap:menre del body art cibernético
que experimentaba ya con instrumencos de simulación caseros en
el Caulfield Insritute ofTecnology mucho antes de que el concep-
tO rttIidad Vlnual adquiriera dimensión pública. Inspirado en las
reorias del comunicólogo Marshall MacLuhan, trabajó desde fina-
les de los sesenta en la expe:rimencación de nuevas formas de per.
cepción basadas en desconocidos modos de manipulación del
cuerpo. a partir de la idea de que la estrucrura fisiológica dd cuer-
po es lo que determina su inteligencia)' sus sensaciones, y si se
modifica ésa. se obtiene una percepción alterada de la realidad"',
Con esta premisa. Stelarc desarrolla una estética de la prótesis en la
cual t:el arrista es un guía en la evolución, que extrapola e imagina
nuevas trayectorias ... un escullor genético, que reesrrucrUf3 e
hipersensibiliza el cuerpo humano; un arquitecto de los espacios
interiores de cuerpo; un cirujano primigenio que implanta sueños
y trasplanta deseos; un alquimista de la evolución de mutaciones y
transformador del pajs.1je humano>.>'. La alquimia que Stdarc
deflende es de una naturale-¡;a muy distinta a aqucUa en la que se
basaba el body art clásico, más vi nculada a reAcxioncs ell romo a

(3) Píbr Vega Rodrlguo, Fra'l/ttmuniallA. LtJ (TI/groia tÚ/ h9mhrt (wifidlll.
Srerlac eon su Cuerpo ojos láser y $U tercera mano en la prrform'nJu
Madrid, Tc:cnos/Aliam.a. 2002. llamad. Stru(lUJtl Subst/l1Iu
(4) Slcbrc. ~Fmll1 l\ycho.Body ro Cybcr-S)')"tcms~. ~n David Bell y Barbar.!
M. Kc:nntdy. (ed.) The Cybnru/turcJ &rukr, !'ondrts, Roudcdgc. p~gs, 56()..576.
(5) Mark IXry, Vrlomiad tÚ ('Kilpt, Madrid, Siruw.. 19%.

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LA NUEVA CARNE ..,,/ JOROI SÁNCHEZ NAVARRO DELIRIOS METÁLICOS

antiguos cultos O a visiones primitivisras del cuerpo, y podría r<:su. laciones de la ciencia ficción. Musafar es un «primirivo moderno»
mirse en un solo aforismo: OlE.! cuerpo está obsoleto•. La gran idea que ha alterado su conciencia agujereando su piel, atándose, col·
de las intervenciones artísticas de Ste!arc es que ha Uegado la hora gando su cuerpo de ganchos y practicando todas las variantes
de preguntarse si un cuerpo bípedo que respira. y que posee una posibles dc lo que él llama fljuego corporal,.. Sostiene que los pri-
visión binocular y un cerebro de mil cuatrocientos centímetros mitivos modernos son la vanguardia cultural que ilumina el
cúbicos es una forma biológica adecuada para gestionar la cami- camino .para escapar de la Edad Media y de la cultura europe2)'
dad de información acumulada por la humanidad. La respuesta llegar a una fusión de la ciencia y de la magialt, idea quc entronca
-negativa-está implícita en la pregunta. con el tecnopaganismo característico de los primeros años de la
En la visión de S[darc, el ser humano puede ser trascendido cibercultura, antes de que los ácratas y libertinos tecnológicos
a rrav6 de la tecnología, o más bien a través de la ampliación tec- dejaran de expandir su conciencia para dedicarse con mayor
nológica: ..Ya no tiene sentido considerar el CtIerpo como receptá. ahínco a ampliar los límites de su cuenta corrieme transformán-
culo de! espíritu o del vínculo social, hay que verlo más bien dose en empresarios punto como
como una estructura por coorrolar y por modificar. El ClIerpo no Las ideas sobre telepresencia de Stdarc inspirarán a otros
como sujeto sino como objeto, no como objeto de deseo sino artistas que trabajan en la idea de la ausenáadd cuerpo -algo que
como objeto de diseilo,.6. Como explica Mark Dery, las especula. por definición escapa de nuestro objetivo-. mientras que la línea
ciones de Stclarc han sido discutidas desde la medicina y la psico- cyborg de su trabajo se prolongará con artisras como Marcd-Ií
logía -un cuerpo completamente protésico es una quimera, pues Anrúnez -más interesado ahora en la biogenética- y orros, para
el siStema inmunológico se rebelaría frontalmente y las respuesras llegar a su máxima formulación en el trabajo de Steve Mano. pro-
psicológicas serian imprevisibles-, pero también por la crítica fesor del Departamento de lngenieria Eléctrica y Computacional
feminiSta -que propone su panicular política del cuerpo-. por el de la Un.iversidad de Toronto e inventor de los conccptos -y de
actual debate sobre bioética y por la teoría culmral de izquierdas, los ingenios- WearComp (ordenador vestible) y WearCam (un
escamada por las acríticas letanías procapitalistas sobre la mítica mediador de realidad). La amplísima trayectoria cienúfica -y
del progreso tecnológico y el crecimiento imparable. Stelarc se artística- de Mann es objeto de minuciosa exploración en el
defenderá sosteniendo que sus performana$ no tienen nada que documental Cybaman. dirigido por Paul Lynch, a través de sus
ver con las ideologías, y sí con las ideas; pcro sus ideas siguen per. propias tcorías, dc los retratos que de él hacen los padres dd pro-
teneciendo al campo de la ciencia ficción. Esto es, precisamcme, fesor y su esposa -ella misma ha sido un cyborg durante quince
lo que cuestionan los pracricantes de body art que siguen en el aflos-, de un repaso a sus sueños de niílO -«yo quería set repara-
paradigma primitiviSfa, como Fakir Musafar, que aboga por un dor de teléfonos_. y de los eslóganes que, a la manera de Ste!arc
arte más fundamentado en «los ricuales culturales que han perdu- o McLuhan, Mann va desgran::lIldo: «Eye Am a Camera» o ~Be
rado mas allá de la reali,.aÓón de sus objetivos.. que en las especu- Me & Sce MC'lI. La prolongada carrera de Mann culmina entre los
afias 1994 y 1996 cuando realiza un documental sobre su vida
(6) Cil:¡¡Jo ~n Ot-ry. op. ál. mediante el método que él llama realidad mediada, y que no es
-78- -79-
[,

LA NUEVA CA.RNE ..fIf JOROI S.ANCHEZ NAVARRO DELIRIOS METÁLICOS

alioli cosa que un sistema d~ vídeo invemado por él ~I citado


WearCam- adosado a su propia cabeza y que emire en tiempo
real en Interner. En 1997 Mano se inren~sa por el u-abajo de
Anhur K.roker r Paul Virilio y reformula sus ideas en los COntex-
ros de las nuevas filasoRas; su proyeao se aleja definitivamente
del bod} art, en cuamo Mann no pretende conceprualiur ideas a
(r3,vés de la manipulación corporal, sino servir literalmente de
interfaz, donar. como diría Orlan, su cuerpo al aCle... En el ciberes-
pacio no h3Y fronteras. Lo que hago es permitir a la genre ¡meo--
ducirse en mi cabeza, ponerse en mis zapatos y ver el mundo des-
de mi pcrspecriva>', Gr:lcias a sus gafas de sol.Eyc.Tap" y de sus
implaOle5, el páblico puede ver el mundo a través de sus ojos; lo
que provoca una espléndida paradoja que se reneja con toda exac.
ti[Ud en Cybumn1T- el sujeto-objeto del documental filma a los
documentalisras que lo filman.

EL CUERPO, CAMPO DE BATALLA

El tyborges una rtalidad cotidiana. En medicina no hay que


llegar a ins(al~ un marcapasos pa.ra convenir~ en uno: ouos
e1emcmos biónicos o una simple vacuna ya son imervenciones
tecnológicas destinadas a mejorar nuesuas respuestaS naturales.
Como explicó Paul ViriJio: .. Luego de los xenotrasplames de
órganos :mima1es, llegó la hora de los tecnotrasplantes, la mezcla
de lo técnico y lo vivienre, en que la heterogeneidad orgánica ya
no es la un cuerpo extrafio unido al cuerpo propio del paciente.
sino la de un ritmo excrafiosuscepcible de hacerlo vibrar al uníso-
no con la máquina.l. WilIiam Dobclle, una de las mayores auto.

en Paui Viriho, El 11m MI "'~'~r. k,.[,.,.ri¡" J trllbJmlVlrtUIIl M.lIoamw.


8oen05"Ain:s, 1996

-80- -81-
LA NueVA CARNE ..", JOROI SANCHEl NAVARRO
----
DELIRIOS METALiCOS

ridades mundiales en biónica ha 2firmado que en un futuro


inmediato todos los órganos importantes, excepco el cerebro y el
sistema nervioso centt2l, tendr.án sustitutos 2ccificiales. La ciencia
ficción ya se h2 preguntado por qué DobelJe excluye esos órganos
de 12lisu, porque. como en taneos oeros :Lsun(os. es en la culrur2
popular donde hallamos 125 reflexjones más poderosas en corno al
tema.
Para Chris Gray', los cyborgs contemporáneos pueden
agruparse en cres cuegorí25, según el nivel de integración hum3~
no~máquina; la primera es la que Gray llama simplt cOl1tro/lt'rs.
interfaces informacionales <¡tle incluyen redes de orden:tdores.
comunicaciones humano ordenador, vacunas y manipulaciones
de información genética; la segunda son los bio-uc/' inugr4tors,
ampliaciones mecánicas simples, como las prótesis médic25,
vehículos o sistemas de ann2mentO hombre.máquina; la tercera
son los gmtt;c cyborgJ. conexiones hombre.máquÜla direcras
como los exoesqueletos milir.tres de \-':Ulgu2rdia. Los planes
(plausibles) de descargar consciencias human25 en orden2dores
forman paree de esea última ca.regorfa.
Los aficionados al cómic están farnjliarizados con todas
estas clases decybo7l9. como Wolvt:rine (Lobez.no) un imegrante
del grupo de superhéroes X Mm(Bryan Singer. 2000), cuyo cuer-
po ha sido implantado con un esqude(Q de adamanrium. el
marerial más resistente conocido en el universo. Wolverine puede
sobrevivir a un implante can agra:ivo gracias a su poder mutanrc,
que consiste en la capacidad casi instanránea de regenerar sus

(8) Quu Gra)'••Cyborg c;iliun: 11 gc:nffiogy of q-bc:rnelies org;;lIlism in lhe:


Amc:riCU>o. Rtscarch PropoJ:ll for rhe Calla;h Mdlon Posldocronl Fdlowship.
pig. 2. c:ir~ en Muk OdJen••From Capuin Amc:nc.. ro WoIverine. Cyborp in
t"omic boob: aIk:flUrive iOUlgtt of cybttne:tit" ~:and vtll;¡inp e:n Chris erar
(ni) T1N CJi-r HR.JJ-k. Routledgt'. Londres. 1995.
(9) Mm Oc:hlc:n, _,. dI.

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LA NUEVA CARNE 4ft JOROI SANCHEl. NAVARRO DELIRIOS METÁLICOS

tejidos y recuperarse asi de sus heridas. Ocros pc:rsonajes de tebeo


con ampliaciones lecnológicas son lron Man (el Hombre de Hie-
rro), los villanos Dr. Ocropus y Dr. Doom (Doctor Muerte) o los
soldados mejorados genéticameme como d Capirán AmeriCl o
Suprem~ Hay en el discurso superheroico una fantasra del exceso
militar, una imagen que, como afirma Donna Haraway de rodo
cyborg, condensa elementos de la ficción y de 12 realidad social, y
que es capaz. de reflejar en toda su intensidad la angustia que
produce la alianu entre el capitalismo globaJ y la carrera arma·
mendstiCol. l.2s unidades cyborgr de élite de Soldado Unit.>tnal
(Unillnsal Soldin. Roland Ernmerich. 1992) o el perfecro polida
de Robocop. como los superhérocs que en el fondo son, repiten el
esquema frankellStcini2no aplicándolo al desarroDo exrremo del
capira.lismo: si depende de las corporaciones, los implantes elec-
tromecánicos no serán en ningún caso un modo de lrascender las
lilTlitaciones del cuerpo humano, sino una manera de controlar al
ser humano y asrgurar la l":lpansión del sistema. De nuevo. la
ciencia ficción nos ofrl'ee un lerreno para explorar nuestros nÜe-
dos, dado que. C0l110 afirma Haraway, eIlfmite entre ciencia f.c·
ción y realidad social no es mis que una ilusión óptica.
Desde un punto de vista te6rico que combina postestructu-
r:llismo. teorra de la ciencia, socialismo y feminismo, Hamway
2firma que tomar conciencia de la naturaleza esenciaJmente
ryborgde la vida en la ciberculrura es una necesidad urgente para
las feministas que aspinm a la emancipación. Haraway apuma, y
ell eso, si se nos permite, estamos de acuerdo, que'bs tecnolog'as
son potencialmente represivas o liberadoras según estén en
[ Joochim Lu~lk~. Ml1rilyll Marhú,~ /. 1999
manos de unos o de OlroS; y que para salvaguardar el control de
su cuerpo y de su vida, las mujeres deben abandonar las oposicio-
nes binarias que demonizan la ciencia y la tecnología y g10riflcan
la naturaJeu.. Haraway escribe: "La imaginería cyborgorrtce un
camino de salida del laberinto de duaJismos en el que nos explid.-

-84- -85-
LA NUEVA CARNE ~ JOROI SÁNCHEZ NAVARRO OELIRIOS METÁLICOS

bamos nuesrras fi.siologías y herramientaS a nosotros mismos. No


es el sueño de un lenguaje común, sino de una poderosa herero·
glosia (H') Implica tantO conStruir como desuuir mliquinas,
identidades, C.HegOrfas, relaciones. relaros espaciales. Aunque
esrén unidas en la misma danza espiral. prefiero ser una eyborga
ser una diosa.. 'o. En el fondo de estas ideas subyace una "isión
polírica hacka, que podrfa prolongarse más allá de la esfera ideo-
lógica y reórica feminisra para. incluir a rodos aquellos que no
pueden, o no quieren. somererse -o, cuando menos, desean ocu·
par un lugar conscientemente elegido-- en d juego del capiralis·
mo corporarivo.
Las ideas sobre la metamorfosis del cuerpo han tenido un
perfecto cOHdalo en angusriantes visiones de las fururas lraflsfor.
maciones del espíritu. La culwra popular se ha encargado de
recordarnos constantemente que ~ el universo de la ciberculrura.
todo el mundo tiene su doble fanrasma. Dop/Ulgiitlgmvirtuales y
cambiantes nos sustituyen en las bases de d~uos de los organismos
públicos o de las grandes entidades financieras, haciéndonos visi·
bies en versiones CUJtomiZl1das de nOSOtros mismos. Como
demueslra una película como LA r~d (Tk N~t, Irwin Wink1er,
1995), los cuerpos reconslituidos a partir de información sacada
de las bases de datos pueden (ener un gran impacro en los cuerpos
físicos del mundo real ll . No es raro que en este ambienre cullural
emerjan ficciones como 1:.1 show tÚ lruman (The Truman Show,
Perer Weir, 1998), Matrix (Th~ Mdtrix, Larry & Andy \'(!achows·
ki, 1999) o DIJrk Cio/(id., Alex Proyas. 1998» pesadillas solipsfs·
[ieas en las que s( propone, de un modo u orro,la lecrura siniesrra
de una realidad cxrerna que, en última instancia, no es más que el

(10) Donna t-Ianway oA Cyborg Mall¡fest()lo, en David Bdl y Barbara M.


Kennedy, (<<f.) Thr C]bnruúum &tuIn. Londres. Routl<:dgf:, p:lg.318.
(11) Dety, o, (lL

-86- -87-
LA NueVA CARNE .'ttf JOROI SÁNCHEZ NAVARRO DELIRIOS METAlICOS

sueño de una mente: colonizada l1. La virtualización de las relacio-


nes económicas y sociales ha tenido como consecuencia el naci·
miento y expansión de esas ficciones traumáricas. en las que la
realidad se cuesriona a través de estrategias metaficcionales, giros
narrativos o trampas de guión.

LA INTERFAZ HÚMEDA

Si una película merece el título de visionaria respecro a los


síntomas de la condición pos moderna es Johml] M,,~monic (id.,
1995) de Roben Longo. Basada en el relato del mismo rftulo de
William Gibson y muy mal recibido por crítica y público en su
esueno, el film de Longo ha demostrado ser el primero de los
cyberrrhi/krs y el más preclaro en la puesta en imágenes de las
grandes cuestiones y problemas de la cibercuJrura. En una sola
escena de Johnn] Mn~monic se condensa una brillante, inédia y
nunCl superada visualización del paradigma hipenextual: Johnny
se coloca el visor y los guantes, e Internet, una nueva realidad
entre lo sólido y lo líquido. se abre ante éL. En esa realidad nuevos
escenarios gr:ificos y tipográficos se van desplegando (Iilealmen~
te) a Clda movimiento de las manos de Johnny, cuyo cuerpo se ha
convenido en parte indisoluble de la imerfaz. Espléndida metá~
fora -que como vimos, Steve Mann parece empellado en llevar a
la práct¡ca~ la de un cuerpo completamente conectado a un uni~
verso vinual hipertextual, donde el acceso a toda la información
es posible. En su implante cerebral húmedo, Johnny materiali7.a
la mínima distancia que media entre el tormento lnformacional y
el éxtasis sensoriaJ. Herramienta indispensable para su trabajo--es

(12) Vb.seJordi $,ánchn-N;l.v::arro.La ciudad ;l.lemponlo, Cadlogo de: b. Roben Longo. juhnny Mnrmun;(, 1995
expolición !JI CUtUll tIds mUlmn. CCCB, Barcelona, julio de 2001_

-88- -89-
LA NUEVA CARNE 4fI JORDl SANCHEZ NAVARRO DELIRIOS METÁLICOS

correo mnemónico, es decir mensajero de datos digitaJes-, el


implante de Johnny es el cañón de banda ancha por el que la
información se inyecta directamente en su cerebro. sustituyendo, MIEDO A UNA FALOCRACIA METALlCA
como efecto secundario. los recuerdos de infancia de Johnny; no
se olvide que un cerebro, como un chip de memoria RM.1. tiene .Con nosouos comienza e! reino de los hombres con las
una capacidad determinada, capacidad que él mismo se empeña r.aíces amputadas. El hombre multiplicado que se mezcla con el
en sobrecarga.r a riesgo de su salud. El implante puede ser tam- hierro y se aJimenta de electricidad. Preparemos la próxima
bién la puerta de enlr:ilda aJ STN -Síndrome del Temblor Negro, identificación de! hombre con el moroc», proclamaba Marinetci
creativa r desafortunada adaptación dd NAS: Nnvt Attmuation en el Manifiesto fururista de 19101). El crítico Forest Pyle ha
S)ndrom~ del originaJ-. una enfermedad cuyos fatales síntomas apuntado que las muertes del Replicante Roy Barry en Blmú
son desorientación, privación del sentido de la realidad, fragmen- RUnfl" y las del T·800 en TermiTUltor (id., 1985) y TmniTUlfor 11
ración de la personalidad. desintegración y pérdida de límites (TamiTUlfor 11: T," Judg~mmt Da), 1991), ambas dirigidas por
mentaJes. Curiosa plaga, que no hace sino aumentar de (arma James Cameron. tie.nen mucho en común: en los tres casos. en el
exponencial los síntomas de la sociedad que retrata el film y que mismo momento de la muerte las criaturas anificiaJes hacen un
no son más que los de la sociedad informacional posmoderna. gestO con la mano, un gestO muy humanal". La cultura popula.r
Otros tyknhn'/krs de los noventa han urdido tramas profé. proyecta en el tybopXtOdo lo que no somos. pero también todo lo
ricas sobre los ptligroJ del Joftwart, como Dlas atTaños (Straflg~ que somos o podríamos llegar a ser. Tamo la pellcula de Ridley
Days. Kathryn Bigelow, 1995), que expone un futuro -curiosa- Sean como el díptico de Cameron son ficciones sobre la Caída
mente ya pasado- en el que el softwartde moda, gra.baciones digi- de la humanidad l5 ; en el primer caso, el tono poético no enmas-
tales que permiten vivir las experiencias de otras personas, se ha cara un nihilismo pertinaz; en el segundo, el tOno fetichista-mili-
convenido en la forma hegemónica de droga ilegal. Pero la pelí- tarista no esconde la filiación religiosa del texto: ¿qué es Sarah
cula que hasta hoy cierra el ciclo abierto por Johnny Mntmonices Conoor sino una virgen que espera un hijo divino que acabará
tXisunZ (id., 1999), la fascinanre ficción en abismo que David con el Satán tecnológico?16 En todo caso, ambas obras son ficcio-
Cronenberg construyó en 1999 a propósito de los videojuegos. nes estrecha), obviamente conectadas con temas arquetípicos. en
En tXistenZ, hardwart, wrtwarr y softwdrr se fusionan en una
maraña indiscernible, del mismo modo en que realidad y juego se (13) Virilio, íJp. cit. p~g. 139.
Iicúan para imposibilitar un pumo de referencia. Película cuánti. (14) FÓrCl;[ Pyle, .Making Cyborgs. Making Humans: ofTrrminators and
ca y esquizoide, que devora e! mundo y hace de él una imagen Blade Runne~'" en David 1k1l y Bubua M. Kenrlwy. (<,d.) Th( Cybrrcuftu"s Rta-

abismal, tXisttnZ es una profunda reflexión sobre la dialéctica (/n. Londres, Rouutdg<', 2000.
(15) Jan¡~ Hoch:r Rushing y Thomas S. Frenll, Profrrti"llM ShadíJw, Tht
e~tre reaJjdad y ficción. una fusión onírica de significantes r sig-
CybrJrg HmI i" AltU'ric<l" Film. Chicago, Univ<:rsil)' ofChiago Pras, 1995.
nificados, una pesadilla solipsística. Es todo eso, pero tambi~n (16) Pan una l«:tun arqut'tfpia d<' b figura dd htl'O<', Vl!asoc: 0110 Rank, El
mucho más: es el cine hackttulo. mitíJJ~f ,,"rimimftJtÚf hbíJ(. Barttloru., P:tidós, 1991.

-90- -91-
LA NUEVA CARNE "'ff'f JOROI SÁNCHEZ NAVARRO DELIRIOS METÁLICOS

las que se dilucidan cueniones como la responsabilidad de la


humanidad en su propio destino o la crisis de la masculinidad.
Pero, como en tantas Otras ocasiones. hay que mirar a Japón para
cOnlemplar en todo su esplendor una reflexión profunda y de aira
densidad estética sobre el tema. Esta reflexión se halla en 7(/S1l0
(iJ.• 1989), la angustian te película de Shinya Tsukamoto, un tex-
tO que, bajo su aparente simplicidad, condensa en sus nervaduras
todo el discurso sobre el cuerpo y sus morfologías Iimínofes en la
cibercultura.
En Japón, la reflexión sobre el cuerpo en la ficción qb~r
ha alcanzado grados de gran madura, en una forma propia y
diferenciada que el crítico Toshiya Ueno ha llamado «lechnlJ-
OriemalimvP, que sería una respuesta autÓCtona a las crisis de
idemidad producidas por el entorno uhratec.nológico, y que
explica a la va el modo en el que la ficción eyb"punlt ha rama-
da Oriente como referente culcural. Un buen ejemplo de tee·
no-orientalismo es la amplísima tradición de los mecha, máqui-
nas de guerra gigantes gobernadas por seres humanos alojados
en su interior. El género mrchll goza de excelente salud en el
manga y el animr. por mucho que hace pocos años haya entre-
gado lo que parece su propuesta exrre.ma, Evangrlion, una com-
pleja y oscura saga que apuesra por un fururo en el que los siste-
mas nerviosos de los piloros se fusionan con los circuiros de las
máquinas. El manga, el anim~y el videojuego japonés han sido
pioneros también en el desarrollo de morfologías alternativas
en el campo del género sexual, proponiendo modelos femeni-
nos como las f(muñ~cas gturreras,;, heroínas que combinan inge~
nuidad y agresividad, belleza inocente e instinw bélico, y que
Anónimo. Brain SUw? 1929
(17) Toshiya VellO, ~J¡¡pallilll;lI¡()n; Techno-Oril'ntalism. Media Tribrs ¡¡nd
R:IVl~ Culrurr.. en Ziauddin $,arcar y Stan Cubin (rd.). Alirn R U•. Thr Orhrr in
sarnar Firtion CinrmiL Londres, PiUlO, 2002.

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LA NUEVA CARNE 4fI JOROI SÁNCHEZ NAVARRO

son una nueva tendencia de consumo cultural en amplias


comunidades de jóvenes l8 •
Una de las cuestiones problematizadas en la cykrficd6n
LA TRANSGRESiÓN CARNAL
japonesa es la tensión enrre tecnofúia y tecnofobia, asunto en la
que la mencionada "tsuo es profética. El filme de Tsukamoto, PATRONES PARA UNA EVOLUCIÓN SOMÁTICA
mucho más influyente de lo que la crítica oficial ha detectado, EN EL CINE FANTÁSTICO CONTEMPORÁNEO
explica, con trazas de cine experimental y siguiendo una lógica
más vinculada al discu.rso visual puro que a la construcción de un
universo diegético, el modo en que lo robótico ha llegado a con· PEDRO DUOUE v ÁNGEL SAlA

vertirse en una epidemia que contamina la carne humana. Enm


delirios en los que es sodomizado por una mujer con un gigantes-
co falo ~rollor mecilico, el protagonista de "lSUQ
contempla El cine fantástico vivió a comienzos de los
traumáticameme cómo su carne se convierte en metal palpitante, años setenta una profunda transformación a consecuencia de las
para acabar dando forma a un m~cha, un instrumento de guerra nuevas tendencias que la revolución (cinematográfica) de 1968
dispuesto a convertir el mundo emero en meral. SCOlt Bukaunan impuso a posteriori. Aunque la ciencia ficción tardaría hasta
ha llamado .tecnosurrea1ismo,. al discurso libidinal del film, un mediados de la década en asumir los postulados estéticos y con-
dicurso que nos transporta más allá de las fromeras de la psique ceptuales de 2001. una odÚ~a da Npacio (2001: Spau Odissry,
individual para tragarse la realidad, y que se prolonga en la apolo- Stanley Kubrick, 1968) o de El pkl1ltla d~ los Jimios (Plann ofth~
gia de la destrucción masiva de Tnsuo U, a eutrpo tÚ martilÚJ ("1- Ap~s, FrankJin J. Schaffner, 1968), el cine de rerror fijaría rápida-
suo 11. Bod) Hammu, Shinya Tsukamoto, 1992) en la que desfilan mente sus ojos en los modelos de La 1I0C/}t tk los mu~rros vivirnus
sugerentes imágenes de una nueva alquimia, homosexual y SIUÚJ, (Nighloftht Living DttUi. George A. Romero, 1%8) o lA stmilla
que busca con ahínco el nuevo ser artificial. Como afirma Mark d~1 diahlo (Rosrmary's Baby, Roman Potanski, 1968). Todo ello
Dery: ~ utsuo coloca innegablemente al espectador en el imerior coincidió con el agotamiento del modelo manierista, representa-
de una psique masculina alienada cuya virilidad tradicional de do principalmente por la progresiva decadencia de la Hammer
"hombre de hierro" se está quedando oxidadall, aunque «las ansie- británica, as' como por una ascensión de tendencias rupturistas
dades más profundas de la película tienen menos que ver con la consecuencia de la cada vez más evidente permeabilidad entre
penosa siruación del macho que con la peligrosa situación de lo géneros que permitió a autores marginales o pose-amateur acce-
humano en lln mundo saturado y gobernado por la tecnología)!. der a los canales indusuiales de difusión. Esta migración de ralen-
tos implicó una ~apertural' del cine de terror promovida por la
influencia de autores ajenos que generaron una serie de produc-
(18) Anne Allison•• Carne furente: b3mbole guerricrC3t1ravcr.su il P3ci(¡co.,
en At~ndro Gomuasu (ed.) Ú btlmH/a ~ il roboron~. Úihu" POP lid Glappon~
tos donde la provocación y la absoluta relajación moral fue la
conU"'p'mnl'O. Tur!n. Ein3udi. 2000. constante, como ocurrió con los ~experimentos» apadrinados por

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LA NUEVA CARNE ...", PEORO DUQUE y ÁNGEL SALA LA TRANSGRESIÓN CARNAL

Andy Warhol en Carm para Frallkenstein (Flah Jor Frankenstein, cine de terror medianre un puenle hacia lo imposible que su pro-
Anronio Margheriti/Paul Morrisey, 1974) O Blood jor Dracllla pia dependencia de .10 auréntico., o sea la filmación de actos
(AntOnio Margheriti/Paul Morrisey, 1974), y el .feísmo.. conlra- sexuales reales. no simulados, le impedía. Si en la citada Garganta
cultural de gurús comprometidos como John Walcrs, en cuyos proftnday en otros muchos films pomo oistía la rendencia hacia
films rendía explicitos homenajes a personajes de la trtllh (Ultur~ la consumición del cuerpo, rozando el canibalismo a través de
como Hershell G. Lewis o Russ Meyer. acciones sexuales donde la oralidad tenía casi total protagonis-
Como afirma Carlos Losilla en El cine de taror, la progresi- mol, siempre existía un límite que el cine de terror podía traspa-
va ruplura con un modo clásico de emender el género estaba en sar, superando las fronteras de la carne y creando una nueva enti-
relación .con el fenómeno colecrivo de la escisión psicológiCol: dad. un nuevo ser maleable, mutable y cuyas potencias somáticas
unas estructuras rradicionales invadidas por elementos ouaños, estaban desatadas3. Esta rende:ncia ha llegado casi intacta hasta
representantes de la "modernidad", de todo aquello que el reac- propuestas recientes del género como son SocietJ (Brian Yuzna.
cionario cuerpo social ha rendido siempre a despreciar y, como 1989) o Trouble EvO] Day (Oaire De.nis. 200 1) que han puesto
consecuencia, a remer..'. Oc esta forma, si el gran mOtor del al límite la relación entre sexo y canibalismo, al hacer de la carne
horror había sido hasta entonces el _Otro», entendido como inva- un elemento moldeable: y/o consumible en pos de una liberación
sor del cuerpo o la psique, como extrano amenazador, pero, a la de la dictadura de la razón.
postre, lejano y opuesto al rejido social imperante, poco a poco
los nuevos aurores comenzaron a poner sus ojos en el propio yo
como entidad orgánica, maleable y, sobre todo, física. El cuerpo
r
(2) la; onlidaá o un vínculo Cntre: b potnograAa el género de (errac. pues
en ;1mbos su prougonismo es cvidtnte. Si la felación o [;1 rcina de la ahibición
pasó a ser proragonina. emparenrando al hombre con su vecino hardaJrr, d mordisco del vampiro, canlbal owmbi (iene un abwluto rdi~ en las
animal, djsoiviendo los Iímires físicos y produciendo un caos en pdkulas de genero a panir de los sc(cnta haciendo apllcito lo que ;1mcriorm<:mc
el individuo y la sociedad. se habi:l sugerido tn innumenoblo ocasiono. Adcmás, dos de Ioi iconos de o;(C
cine propios de b década tomo son Tiburó., Varus. Stcvcn Spidberg, 1975) o AJim.
Tampoco fue ajeno a este progresivo cambio de visión la
r18~ pamjnw CAliro, Rid1cy Scou, 1979} utili1..an la boa. como símbolo depredador
legalización de la pornografía en Estados Unidos a partir de )969 lanto en detallados pl:lnos en ambos filmo como, en el e:aso del primero, un cbm
y. sobre lodo, tras el estreno de Gargama profunda (Deep Throat. reclamo publicil:lrio en los póstcn de la époa.. Ademis. la boca dent:llb y terrible
Gerard Damiano. 1972) la película que desaróla carne sexual en del-alienigcna imagin:,¡do por H.R. Giger en la pdkula de Seon queda completada
por una ospeÓe de :l.¡Xndice mdctil de claras tonTlot:l.ciones f.íli~~. Como resume
las pantallas de roda el mundo e hizo cristalizar la indusrria del
J~ Miguel G. Cort6 en Orrlm!caos. Un l'It~dil1ai/tu'atwbrr/q ml1mN"UI1S(} m el
llamado cine X. El cuerpo sexual dejaba de ser oculro, rmder- am(Anagr;¡,ma, Barcelona, 1997). ~La boca es un orifició del rostro que nos.sugie-
f,Toltnd, para ser" mostrado en toda su vitalidad y crudeza. desa- re 1:1 oralidad. nos lCtmu,¡e a[ primer cst:l.dio de impulsión canibal. cuando la
cando desde entonces una curiosa relación e inrercambio con el ingestión a1irne:nuria r el dC$C(l erótico se oonfundlano (pag. 69).
(3) En es,e semido a: buello recordar la fornicación en grupó:l la que C$
sometida Marilyn Clumbc:r:t en Trus la p..rrta unTi~(8rhind IIN G,un 000,. Jim &:.
(I) Losilla, Carlos, El tin~".. tlTT(}r. Una introdll«wn. Ediciones Paidós. Bar- Anic Mirchell, 1973). Curiosamente. Chambcn fue 1:1 prol:lgonisla dc uno de los
ulona, 1993, p~gs. 142 y". filnu pioneros de la nuCVll Clrne, ¡¿¡bu¡ (RabiJ, David Cronenbcrg, 19m·

-%- -97-
LA NUEVA CARNE ..", PEDRO DUQUE y ÁNGEL SALA LA TRANSGRESiÓN CARNAL

De esta forma, la carne se convirtió en el gran tema explícito


(en el caso de autores como Cronenberg) o inducido en el cine de
terror de los años sesenta a través de la desaparición de los tabúes
sobre el propio cuerpo y utilizando la explosión e institucionali-
zación del goce como medio formal de canalización. La carne
como conceplO/sujetoltema se impuso entre las nuevas propues-
[as de los realizadores que comenzaban a surgir en el panorama
del género. produciéndose una liberalización de la misma. al con-
venirse en un e1ememo que podía ser murilado. tonurado. trans-
formado o devorado.

LA CARNE CAÓTICA

Ya desde sus primeros y casi desconocidos ftlmes como Su-


"O (1969) o CritTUS ofrht Futu" (1970). David Cronenberg rea-
lizó un fiel y complejo apoSlolado a favor de una nueva concep-
ción dia1éClica del género. Si en la primera el realizador elaboraba
una trama sobre experimemos sexuales que sería premonilOria de
films posteriores, en La segunda se auevía a especular con la desa-
parición del género femenino. La filmograffa del director cana~
diense fue desde emonces un angustioso viaje por la progresiva
transformación del contenedor somático de la raza humana
mediante diferentes factores desencadenantes. En Vini(ron de
dmtro tÚ... (Shiv(n/Th( Parasit( Murd(fs, 1975) y Rabia, Cro-
nenberg propuso dos tipos de epidemias con evidentes connOta-
ciones sexuales pero diferenres pumos de iniciación. En la prime-
ra unos parásitos viscosos provocaban un exacerbado deseo sexual
incontrolable en sus huéspedes. al transmitirse por los orificios
Brian YUUla. Socin], 1989 del cuerpo. La película elaboraba una complicada tesis a favor de
la liberalización de la carne sexual. sin tener en cuenta género.
edad o paremescos. la rebelión de las pulsiones eróticas de la
-98- -99-
LA NUEVA CARNE ..,,¡ PEDAO DUOUE y ÁNGEL SALA LA TRANSGRESION CARNAL

comunidad en pos de un caos orgiástico de consecuencias impre- de films en el que la evolución de la raza humana a otrOS niveles
decibles. Cronenberg enfatizaba la acción de los repugnames orgánicos era un hecho irreversible y en dicha transformación la
parásitos saliendo o entrando por bocas y entrepiernas en cl3:ras carne tenía un protagonismo casi despótico. donde la mera
alusiones a comuniones carnales de todo tipo. En Rabia era el voluntad no tenía sentido sino a través de coordenadas orgánicas.
nuevo apéndice surgido en el cuerpo de una joven4 extendía una En el sentido más cinematográfico de la evolución estética
infección premonitoria del sida pero mucho más violenta social- del gO". Cronenberg encabezó una vía ensayista y no--exhibicio-
mente, pues a Cronenberg le interesaba la pulsión de la carne nista impropia de los años setenta. El autor canadiense no mos-
como desencadenante de la progresiva dislocación del orden traba sangre y vísceras de una forma provocadora o insultame.
social patente en las escenas en las que comandos especiales cazan sino que intemaba argumentar una tesis estética y dialécrica
a los afectados en un ambiente de caos y que tecuerdan a las mediante la milización de unos patrones genéricos alejados del
patrullas antizombies de La nociN t:k /os muntos vivimm. estereotipo6. Aunque tanto Vinieron t:k tÚntrO tÚ.... Rabia, Cro-
Si en los anteriores films la carne se imponía a la mente (las mosonuz 3 o &ann~r! explotaba.n arquetipos propios del cine de
víctimas de VinitTon t:k dmtro tU... no podían reprimir su impul- ciencia ficción o el de terror, sus cominuas visiones críticas y
so sexual y actuaban como zombies enajenados o la muchacha de comparativas han demostrado que están esros títulos del fantásti-
Rabia no podía impedir que su nuevo apéndice le pidiera más y co realizado en los mismos años dominados por la explotación de
más sangre) en Cromosoma 3 (The Brood, 1979) un impulso pri- temáticas clásicas o la reivindicación industrial del género tras el
migenio, el odio, producirá llna reacción somática al crear una atronador éxito de películas como El aorcista (The Exorcist,
raza de clones asesinos al servicio de una venus matricial mutan- William Friedkin, 1973). Tiburón, Ca."ie (id. Brian De Palma.
te, todo en una estructura de hormiguero donde la mujer estable~ 1976) o La proftda (The Omen, Richard Donner, 1976).
cía su dominio. La carne se ponía al servicio de la mente estable- Cronenberg necesitaba una recapirulación de las enseñanzas
ciendo una ímima relación creativo-destructiva que en Scanner! sobre la carne que habían quedado diseminadas a lo largo de sus
(id.1981) sería aún más explícita, ya que los poderes psíquicos de primeras películas. Ese paso se produjo con Vidtodrome (I982).
los protagonistas se expresaban de una manera somática con un film que se situó como pivote en su obra y sobre el que el autor
extrema violencia, produciendo decapitaciones. explosiones de tejerá las progresivas divagaciones en su tesis somática. A pesar de
venas y reducción de vísceras~. Cronenberg cerraba así una serie que en los títulos anteriormente tratados. el director canadiense

(4) El nuevo apl!ndice: surge en la joven dehajo de la axil... y tiene un a~pecto interpr~tado por Michad lronside) provoca la explosión de 1... cabc-u de un confe·
de órgano genit...J masculino. siendo un pra:edente de las ideas que Cronenbcrg rencia.nle, momento traducible por una. idea del uiunfo de las potencias somáticas
tení... p.;ira Vukodromt (1982) según las cuales a las protagunisw femeninas dd film sobre la mente.
1cs crecl...n pcnC$ de mancra C$ponlOinea. especulación quc no vio !;lluz en el mon- (6) En este sentido, el realiudor canadiense ...firmaha .Si fuera sólo una
taje final del film.
cuesrión de cuerpos mutilados al estilo de las pcllculas de: hachaws. no est:lrla
(5) Resulnl simbólico que en Sc4nnl'TS, 1... <:.lU;11:i. m:i.s recordada y enfatizada demasiado inte«'S:l.do en esre tipo de im.tgcncs-. En este senrido, ver R.odley, Chris:
por el mismo Croncnberg SC1l aquella en que uno de lo!; exploradora (el _villano_ Crrmmbnx on Cronmbnx. Faber &: Fabe:r. 1992.

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L~ NUEV~ C~RNE ..", PEORO OUQUE v ÁNGEL SALA LA TRANSGRESiÓN CARNAL

había flirteado con la conjunción de la tecnología en la evolución mente críptica e incluso incomprensible, Cronenberg fue depu-
de la carne (las técnicas quirúrgicas de Rabia o Cromosoma 3, la rando el concepto de la nueva carne en posterior~ trabajos. siem-
droga que producía 12 mutación exploradora en Scannm), en pre ya en relación con la tecnología o la necesidad de un nuevo
VitÚodromr se est2blecfa el medjo perfecto para la evolución tec. nivel de aprendizaje sexual. En La mosca (Thl! FIy, 1986) la tele-
no-somática del géne,ro humano como es la televisión. La película transportación permitía al protagonista Seth Brundle OeffGold-
presentaba un COntexto sociocultural dominado por la pornogra- blum) unas habilidades y apetitos corporales sobrehumanos,
fía, la violencia subvetsiva y el dominio de las grandes corporacio- aunque Cronenberg introdujo el propio límite de la degenera-
nes, repitiendo muchos de los esquemas ya planteados en anterio- ción fisica y la muerte a los mismos. indicando expresamente el
res películas (la posición de la mujer como entidad devoradora. la miedo en torno a la propia carne'.
revolución de 12 carne como medio transgresión social) pero deli. Pero además, había en La mosCd una curiosa relaci6n entre
mitando y estableciendo de manera explícita un m2rco para el cuerpo y enfermedad. una investigación de(allada. casi morbosa
concepto de nueva carne. Para Cronenberg, éste consistfa en la de cómo se degrada el comenedor físico que es el cuerpo humano
desaparición de los límites y roJes orgánicos individuales. la posi. y cómo esa progresi\'a decadencia afecu a (as propias virtudes psí.
bilidad de desarrollar nuevos órganos y funciones y la consecución quicas, evidenciando el dominio de lo somático sobre lo cerebral.
de una sexualidad desbordada, sin rabúes. La tecnología era la La mosca fue una celebración del caos de la carne, la manipula-
fuente que nos brindaba, mediame la alucinación y el intercambio ción sistemática de un individuo por parte de una revolución cor·
ficticio de roles, el camino para relativizar los límites corporales, de poral no deseada'). Este tema volvió a ser abordado por Cronen-
abrirnos paso en una nueva y catódica concepción del y07. berg en una curiosa colaboración que el realizador realizó para la
A pesar de que Vidl!odroml!pudiera ser tachada de excesiva- serie Vi~es 13: Tm-or rn casa (FritÚly tht 13th: Thr &rin) (irula·
do El gunnu maldito (Fnith Hrakr, 1987) donde se hablaba de un

(7) Par;¡. Croll(nberg (Dp. cir. 3), .Ia \~rsión más 2ccesibl~ d~ la nuev:l c:arn~
~I;\ ~n Vulrodrom" y pued~ (Qmis,ir en que :lC!U;¡lmenle 'ú puedes cambi2r el sig- (8) Fl propio 5tlh Brundk rccrimilU~en cieno momemo al ~rsonaje int~r­
IIlfic:ado de lo que es el ser hum:tno, en el senlido flsl<o. Puedes dejart~ crecer Olro preudo por G«na Davis el no poder «super~r el mkdo enfermizo por I:t carn".
brno. puedes cambiar tu asI'CC10 ruien. mut1.r. Los sell'.S hum:tnos po<Írí;¡n inrer- (9) lA mosca er;¡., en origen, un rnnaJrrde un disico del cine de ciencia fic-
cambi2r órganos sexuales o procre;¡r sin órg:tnos sexu:tles ~r se. Son libres p:tr;¡. ción de 1958 dirigido por Kun Neumann, que:t SIL \'t"Lse b:u.ab;¡ en una narr;¡ción
desllJ"rollar diferemes t'ipos de órganos que les proporcionen pl:J.c~r y no rengan que del escritOr anglo-francb G«lrge Langelaan. En re:t1idad. Cronenberg utilizó cier-
vrr nada con el sexo. la dininción emre hombr~ y mujer podría disminuir y. qui:ci, lOS e1~mcn,os d~ aquel film (la ,delransponaeión o l:t presencia dc un híbrido)

seriamos cri:tturas 'llenos pol:triudas y mis imegradas. No estoy h:tbl:tndo sobre par;¡ rcaliur una muy ¡x:rsonal :tproximación al Icma de la cllferml"•.bd y la
oper;¡cioncs tr;¡nsexuales. Hablo de la posibilidad de que 105 seres humanos.sean d<.:aepilud de I;¡ c;¡me. Como consecuencia dell!xiro masivo del film (el m;¡yor
capaces d~ mut:tr:t volunUld. incluso si les [lev:!. cinco ;¡¡¡os completar es.¡ muta- de l:t carret:l. del canadiense) la Fox decidió pJoducir una sa:ucla, LA mosca 11
ción•. En ViÁMJr<lnu no sólo el prol'ag<:lnista Mu Uames Woods) des.arrollaba una (Th~ Fly 11, 1988) dirigida por Chris Walu, el cre:tdor de los impresionames efec-
especie de ;¡!>errur;¡. a modo de vagill2 en su ;¡bdom~n, sino que I2s dos prolag<)nis_ lOS apeci:tles de la prt'deceson. Sin ser nada del Olro mundo, Walas aprovechaoo

tas femenina.s ere2ban espondn\';lmenu: nuevos órganos filicos, aunque- al (¡"al demenros no apiOlados por Cronenberg, como el nacimienlO brw.rio del prOl:t-
~ro fue eliminado del monraje final. gonisla" imuido sólo:t nivel on(rico en d origill2l.

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r,
LA NUEVA CARNE 41 PeDRO OUOUE "ÁNGEL SALA LA TRANSGRESIÓN CARNAL

guante capaz de absorber las enfermedades y traspasarlas a quien con exuaños encontrando nuevas posibilidades sexuales a cicatri-
posea el guante, terminando por convenirse el episodio en una ces y heridas. alejando el propio acto sexual de lo genital y confor-
orgía espe/uznanre de abyección física. mándolo como una vía de evolución física hacia un esrado de
Tras una adaptación brillante en ocasiones y fallida en Otras nueva identidad. En tXistolZ (id .• 1999) el fantasma de la reali-
de EllllmunuJ dnnudo (Th~ Nllk~d Lunch. 1991 >,Ia obra cumbre dad virtual ya intuido en Vjd~odromt ~ manifestaba de forma
de Willíam S. Burroughs, en la que parte de la imaginería desple- meramente orgánica. mediante un juego acoplado al cuerpo por
g:¡da en el film tenfa cien2 relación con la temática de la carnelo extraños cordones umbilicales y nuevos órganos sexuales (como
expuesta anteriormente en su obra. El direcror cmadiense sa~ los biopuenos. orificios artificiales creados en la ba$ de la espina
recoger con acierto la mirología propia del amor lIen.a de seres dorsal). Cronenbe.rg no dejaba nunca claro donde quedaba la ilu-
híbridos, la dependencia del binomio drogasfhomosexuaJidad y sión y la realidad. aunque es posible que esta última se hubiera
la idea de que el lenguaje es el único motor de control de un cuer. diluido ya para siempre en el propio laberinto del conocimiento
po decrépito. idea concretada en párrafos tan comundemes somático.
como éste; .. El hombre se retuerce... Su cune se conviene en una El cine de Cronenberg ha diseñado una evolución no darwi-
jalea viscosa, transp.nente. que se va evaporando en una bruma ni..ana del hombre. una adaptación de sus cosrumbres. de su
verde..... 11 sexualidad y su propia reproducción en comunión con elementos
Cronenberg volvió a la experiencia somática adaptlndo otra mutan tes de los que desraca con luz. propia la recnología. Sin
r nove1"a Imposl"bl e con rrCrash' (td.,1996),
" material coherente con embargo. en mda la obra del aUlor queda una insatisfacción,

I las inquielUdes de Cronenberg y~rita por J.G. Ballard con el


mismo tftulo?EI filme resultó el complemento perfecto a Vjd~o­
como de evolución derenida, de muro imperrurbable en el que
sus personajes se estrellan consrantemente y que es la propia ine-
dromnunque la tecnología que presenta el direcmr es cotidiana xorabilidad de la muene. Quizá sea en Vid~od,om~. con el suici~
(los coches) y su inAuencia en torno a las relaciones sexuales dio de Max o en La mosca. con la detallada exposición de la dege-
resultó definitiva. El protagonista (el mismo Ballard interpretado neración física previa al fallecimiento. donde el fantasma de
por James Spader) y su compañera (una perfecta Deborah KaC'J Thanams impregne de manera definiriva la obra del canadiense,
Unger)12 comenzaban a practicar toda una serie de juegos flsicos con la última posibilidad de perderse en el laberinto indefinido
de eXistmZ. donde la inmortalidad puede conseguirse. quizá, no
dejando nunca de jugar en paraísos o infiernos vinuaJes.
(10) La escena en que d per50llaje interpretado por Juli= Sanw 5llCc¡ona
prácticamente a un joven en un aClO de Jadom:lSO<juismo $(:xual y Iransformación Si Cronenberg es el gran referente de la nueva carne cinema~
Cl,rnal. tográfica. no hay que olvidu las aportaciones realizadas por
, (11) Burroughs, Willi<llll S. El almunzIJ <kslllldD. Anggrama, &.n:dona, 1989.
I (12) U p.:lleja Jamea Wooxb·Deborah Harry de VWÚf.ldrom,tiene Su paraJe-
I¡SI~O perfecto en la formada en CraJb por James Spader·Ikborah Ka.ra Unger. en la escena en que en VllÚodronu la prolagonina pide a Mu practicar juegos
Dejando de lado J:ucoinddencias de nombres en 105 dos aClores yaclrl«3 Qamc:s y 5;ldomasoquisus y en Cnubcuando Dci)(lrah Kan Ungc:r interroga:l Sp)der sobre
Deborah),la Klitud de las dos mujeres es muy similar en ambos films, sobre lodo relaciones homosexuales mienll':lll éSte la penetr.t por detrás.

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LA NUEVA CARNE .-11II PeDRO Ououe v ÁNGEL SALA LA TRAN$GRE$ION CARNAL

David Lynch, aunque de un modo mucho menos directo. Desde


sus comienws, la deformación y la corrupción del cuerpo huma-
no están presentes de una manera explícita en su obra. As!' en sus
primeros cortometrajes, la descomposición l1sica resulta patente.
como ocurre en Six Mm Gtttin Sick (1967). donde unas figuras
parecen vomitar y retorcerse de m~ra casi ritual o en Tlu Alpha-
bd(l %8). donde la sangre se convierte literalmente en letras. En
Tht Grandmotha (1970). una abuela decrépita nace de una espe-
cie de tiesto en un universo de degradación física, aunque los
grandes festivales Iynchianos de la deformación los constituyen el
pequeno corto Thr Amputu (1973) o su primer largometraje,
Úlbn.a borradora (Erasrrhrad, 1976). film donde los personajes y
los espacios se convertían en emes mutames, lleno de líquidos y
SUStanCIas VISCOsas. seres cuyos cuerpos se retuercen entre una
suciedad abyecta. En este caos. Henry. el amihéroe del ftlme, ter-
minaba aliado con un submundo cuya principal representante
era una extraña cantante con el rostrO deformado. sirena implaca-
ble que anunciaba nuevos mundos para la carne sexual de Henry.
Lynch seguirá ejerciendo este g:aSIO por el monstruo en sus dos
primeros filmes comerciales como fueron El hombrt rlefanu(Tht
Ekphant Man, 1980) o Dunt(id., 1984), esta última una excelen-
te vetsión de la novela de Frank Herbert donde el cineasta carga-
ba las tintas en la descripción del universo enfermiw de los Har-
konnen o el proceso de transfiguración del joven Acreides que no
despreciaba la propia evolllción somáÜca.

EL CUERPO ULTRAJADO

Si los anteriores autores intentaron crear toda una mistica de


la carne liberando al cuerpo de los esquemas dominantes en el
género desde finales de los años sesenta. otrO tipo de cine utilizó
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LA NUEVA CARNE ...", PEOAO DUOUE y ÁNGEL SALA LA TRANSGRESiÓN Co*.RNAL

el cuerpo como materia inene sobre la que ejercit:ar todo tipo de do de la aHocidad (de ahí la exhibición casi pornográfica decadá-
humillaciones en un complejo sistema de acercamientos donde el veres en el género) pero la tonura o una ejecución lema y sádica
goreyel bnrdconse confundían. La imagen can6nica de ara ten- jugaba con los propios postulados de la transformaci6n violenra
dencia la tuvimos en lA matanzA lb Taas (TIx Taas Chai"SlIUJ de la carne o su mutilación removiendo los sentimientos maso-
Massacre, Tobe Hooper. 1973) que comenzaba con una escultura quistas del propio espectador. Secuencias detenidas y tigurosas
realizada con los restos de un cad.áver. Esta imagen aislada, pre- como la violación y asesinato de la joven en LA última casn a la
~ncac:b primero a base de insertos en primer plano de pedazos de izqui(T'da{Last Houuon thr J.4t, \YJes Craven. 1972), la consumi-
carne informes y decrépitos, demostraban la desacralizaci6n dd ción deClInada y reilenda de personas por pme de zombies en la
cuerpo en el moderno cine de terror. Los años setenta represent:a- orgía final de El día tÚ los mu~rtos (Dal o/tht Drad, George A.
ron la progtesiva implantaci6n de toda una estética de la degene- Romero, 1985) o la tortura melódica en la cama de una de las
nlci6n somática, alejada de todo inu~nto de teorizar sobre d v;¡lor víctimas de El dnlTipador de N"a'J1 York (Lo SlJUllTlalO" di N~
de la propia carne y expresada como demento maleable, una ten- YOrk, Lucio Fulci. 198 t) hicieron recrear un nuevo sentido al
dencia derivada de los exp<'rimemos gorede HersheU G. Lewis en protagonismo del aJerpo el cine de terror contemporáneo que
Blbod F~llJl (I964) o 2000 Mani/US (1964), aunque traducidos derivaría en a\'emuras más expresameme sadomasoquistaS como
ahora hacia una dimensi6n mucho menos festiva. la saga injciada por H~"rais~r. Los qu~ mil" ~I i"jimio (Hrllraisn;
Uno de los principales fenómenos dd cine de terror de fina- Qive Barker. 1987) l} pclícub que rondó el )'2 decadente slaslxr
la de lo afios setenta y comienzos de los ochenta, el slash". se juvenil, con el desaparecido cine saclnico y una míStica post..car-
fue perfila.ndo como un catáJogo de suplicios adolescentes donde na.l implantada. ya literariamente por su autor, C1ive Barker,
lo único que impon-a al final era saber cómo van a ser asesinados
o.da uno de los jovencitos que pueblan el metraje. La exhibición (13) HÑlnulnh.l genernio. h»l~ e:! mo~OIo, cinro~, de: bu eu.tlo
ningun~ h~ Ilc:vdo al nive:! dI:'! original. flrUm;w- 11. fI,liJ,o'''u/(IJ.,Tony Ralldd.
de atrocidades sobre el cuerpo, heredera de la mejor tradición del
1988) imenuba pe:ne:uar de m;Uler.l "rifa e:n el ¡nflClno de: IOf Cenobil¡\s c:sbo-
ginl/Q italiano y, sobre todo, de Dario Argento y su jardín visual :t.lnOO :dgunu ideu interegnte:S pero sin Nau. HrUr.iJn IIl(H~lJnl~ 1lI. HrlJ
de suplicios, se convirtió en el principal aHaC[ivo de un subgéne- O" &".,h. Amhon)" Hi<:kI)X, 1992) Icnb 31 mene» un.1 impresionante inugen fin.a!
ro que fue capitalizado en esta época por la saga iniciada por v,·t'r- en la que:.se pod(a ver IOdo un tdifK;io (onsullido con d material dd cubo maldilO.
La cuaru e:mreg.a. Hi!limun. BhJI1Jlmr{Abn Smith«. 19%) es, ~ pc:ur de los pro-
na /3 (Friday th~ /~. Sean S. Cunningham, 1980) y que ha lle-
btell1:l.$ de producc;ión que: llC'Yolron a min.r su nomb~al dirc:CtOf Kn-in Yaghc:r, la
gado arrastrándose por los caminos del tedio (y del videociub) mejor de: las ~cuela~. conju!?ndo el llapel fUlUru de los cenobitas (instalados en
hasta el nuevo siglo como demuestrajasonXOames Isaac, 2001). una nave espadal) a h Ve'1.. (IOC chndo pinas sobre el urigen de los s!dic.os persona-
Pero si el slashrrde esta época ofreció pocas derivaciones de je:$. HrllmiUT. Infimro (Seoll Derrtdoon. 2(00) en ti p.15O de: la mnqukía a
man()S de Dimension (o.se:-... Mitamu) que fu convertido el produ<:to en un apwi,
interés, la posterior evolución del género hacia Otras fronteras si
de (("rmr m:i$ de f-kit al<¡uiler en videodubs. Eslll eompaflla planea de forma iomi-
que tuvo implicaciones más claras para el planteamiento dd cuer- neme: el estreno (supueMllllltme videogrifico) de: Hel1nllnr VI. H'¡útrlrrr (Rick
po como objeto. la muerte rápida. instantánea, sólo tíene inrerés Dora. 2002) donde: rcapan:c.c:ri Ashky u ....rc:nce. la heroína de las do!; primer:u
en su aftnmllfh. en el propio testimonio de la carne como resulta- enrrc:g:;u.

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LA NueVA CARNE ...", PeOAO OUOUE y ÁNGEL SALA LA TA"NSOAESIÓN CARNAL

empeñado en descubrir nuevas utilidades al cuerpo humano


antes o después de su muerte.
Curiosameme, es en los psytho-kilkrs más recientes donde se
ha podido ver una exhibición más dC':SClr.lda del cuerpo mutilado.
En El Jilmrio M Ws fOrtInM (Tk 5ilma of eh< LAmbl, ¡onalhan
Demme, 1990) Lecter rol izaba tOdo un rirual con el cuerpo de
una de sus víctimas (el polida interpretado por Charles Napier).
o presentando a un villano que pretendía salir de su mundo de
&'masía convertido en un nuevo ser femenino. Su superior secue-
la, Hannibal(id., RidJey Sean, 2001), presenta al psiquiauOl psi-
cópata invocando la decademe historia de una ciudad como Flo-
rencia para present4lr el asesinatO y la murilación como obra de
arre (en la muerte del personaje recreado por Gianc:arlo Gian-
nini) O desvdaba las posibilidades gastronómicas del cuerpo
vivieme en la bacanal final, una especie de puesta al día en dave
de aira cocina de lA matllnu dt' TtJUU. Por su parte, el á.ngel octer·
minador que recorre con sus crímenes las imágenes de &unl (id,
David Fincher, 1995), ofrecla toda una puesta en escena de coor-
denadas judeocristianas en cada uno de sus asesinatOs (recreados
según los siete pecados capitales) además de poner ronro a la más
abyecta profanación de la carne en una de sus vfctimas, Victor (el
representante del pecado de la pereza), paradigma del dolor y de
la humillación de la carne hasta extremos perversos. En Audih'on
(Odishol1, Takashi Miike, 2000) el polémico director nipón esta·
blecía una dialéctica mutiladora con el cuerpo, presente en gran
parte del film y que explota en una de las secuencias más profun-
damente sádicas del cine moderno. Para cerrar el círculo, en La
etlda (Tht' Cell Tarsem, 2000), una psiquiatra se introduce en la
mente de un criminal para descubrir un mundo creado 3 través
de figuras de lo abyeclo} muchas derivadas de los mundos creados l:arsc.m. /..11 ctltlil, 2000
por Cindy Sherman O Floria Sigismondi en sus famosas fotogra·
nas manipuladas. El cuerpo. la carne, han quedado ullrajados,
_ll1_
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LA NUEVA CARNE ..:*'f PEDRO Duoue y ÁNGEL SALA L ... TRANSGAESIÓN CARN ... L

humillados. siendo objcto de una representación de lo abyt:eto.


que acerca a la forma humana a lo deforme y Jo monsuuoso. dan-
do lugar a la cre:ación de figuras perversas y siniestras.

LA CARNE EXTRAÑA

Uno de los grandes temas del fantástico es cel arra•• la


influencia del extr.uío o lo desconocido en nuestro un.iverso coti-
diano, el dominio del individuo o una comunidad por parte de
una entidad su¡xrior y. normalmente. maligna, al menos segllO
desde nuestros posfUl::ados ético-políricos o religiosos. Pero aún
resulta más inquietante cuando est sujeto alienante consigue
penetrar y fundirse con nuestros genes. forma parte de nuestro
contenido y continenre más íntimo. La ciencia ficción de los años
cincuenta exprimió hasta el límite el tema del aJienígena que
tomaba forma humana para conseguir sus fines en la Tierra. Pro-
ductOS tan divertidos e inofensivos como It Came from Out"
Spau Uack Arnold. 1953) o lnvasoffl de Martt (Invaden from
MaN. Cameron Menz.ies, 1953) rivaJiuban con visiones mucho
más inquietantes como las apuestas en La invnsión de ws IaJrOltes
tÚ currpos (l1I114sioll o/t/u BoJy Snate/)m, Don Siegel. 1956) o El
pueblo dr los malditos (Villagr o/rhe Damned, Wolf Rilla. 1960).
I)ero fue en plena revisión de este ripo de cine en los ochenta
cuando surgieron inrerpretaciones mucho más somáticas de estoS
rítulos. En /..JI invasión de los ultrtuuerpo$ (InvaÚon of rhe Body
Snatrhers. Philip Kauffman, 1979). nueva versión del clásico de
Siegd. la suplamación ejercida por los extfarerre$ues resultaba ,; •
>
"• .;¡
..;
mucho más c.:Imal, orgánica r traumárica l ". Sin embargo, flle en "u" ~

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,• ""
(14) En 1993 d li('mpll' polfmico Ahd Fcrnn ra.lim 1I"'~ nu~ veni6n
-;¡
J>
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,•
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-I¡

l¡tul~cLr.SNumnuútrn tk rlln'JNH (&J, $n,,~hrri) sil\¡ada ('o una base milil;>l.

-112- -113-
l ... NUEV", C"'RNE -*' PEDRO DUOUE T ÁNGEL S"'LA l ... TRANSGRESIÓN C"'RNAl

Alim LL 8 0 pauzj"O (Afim, RidJey Sean, 1979), una pelfcuJa here~ (Tht Thing, 1982) rtmak~ del sobrevalorado film dirigido por
dera de la tradición pulp más mulridisciplinar conjugada con la Christian Nybyl6. Carpenter mostró de forma visceral la relación
obra de uno de los grandes padres de la cultura biomecánka de un ser extraterrestre con las formas de vida de nuestro planeta
como es H.R. Giger. donde la invasión del extraño remó una a las que trataba despreciando nuestra concepción del cuerpo y la
concreta y explícita referencia carnal, al utilizar la c.riatura carne mediante la generación de híbridos propios de un catálogo
extraterresue al cuerpo humano como mero receptáculo para de tendencias surrealistaS. La nueva carne extraterrestre expandi-
completar su ciclo vital. Aquí,la posesión del extraterrestre no da por la base antártica resultaba infinitamente reproducible y
era mental, no afecraba a la propia voluntad. del individuo, sino capaz de generar vida propia a cualquiera de los órg2.nos cercena-
meramente carnal, una utilización de los conductos y fluidos dos de los individuos imitados, expresando un nuevo tipo de
orgánicos para «engendran un parásito capaz de recrear toda una paranoia propia de los ochenta, el del pánico a la mutación a cau-
especie. No es de extrañar que Jean·Pierre Jeunet lograra en Alim: sa de agentes biogenéticos, ya. que la biología molecular era para
RmiTr~cci(Ín (Alim: R~Ju'"etio", 1998), la cuarta entrega de la esta época la misma fuente de miedos y terrores que supuso la
saga, la perfecta comunión C'mre la nueva carne y la ciencia fic- carrera nuclear en los cincuenta.. Además. en el film de Carpemer
ción pulp, convirtiendo a la protagonisra, Ripley, en un híbrido rambién existía el componente sexual que acompañaba a Otras
entre alienígena y humana, surgida de un traumático proceso de manifestaciones cinematográficas sobre la nueva carne que, por
clonación carnaJl5 y trasladando el mismo destino post-somático ejemplo, ya hemos visto en Cronenberg. La criatura alienígena
a la raza extraterrestre, pues la reina de Ja especie desarrollaba una tenía un virulento modus opunndi sexual, explícitamente señalado
matriz de la que surgía un murante que implicaba una nueva evo. por Carpenter cuando uno de Jos miembros de la base era converti-
lución orgánica para esa raza. do en un viscoso maniquí penetrado por lúbricos tentáculos por
No hay que olvidar tampoco el proceso de desintegración diferentes orificios.
carnal/recomposici6n que John Carpemer desarrolló en La cosa En Xtro (id., Harry Bromley-Davenporr. 1982) una raza
extraterrestre abducía a un padre de familia que años después vol~
Ikj~ndo de I~do la 1«!Un. polhiu del film, ~rrara dab:i a los m,';lOdol de lupbn. vía para reclamar a su hijo y hacerlo partícipe de su experiencia.
GlciÓIIde los lIienígcnali un carácter tol:l.1mcnte viscct;ll y repulsivo, $upoerando El protagonista, para retornar a la Tierra, debía volver a nacer en
incluso a la versión de KautTman.
forma humana, aunque poco a poco la nueva naturaleza somática
(15) Esla excusa permida una de lu secoencias más aterradorn del film,
alienígena se iba imponiendo recreando un proceso de degenera-
cU~lldo la nueva Ripley d~bda los restOS f<lUidos de sus siete dones anteriores y
ayuda a morir a un terrible hlbrido entre mujer y alicnfgena. u escena tiene UII ción progresiva. Xtro fue lino de los films más extrafios y perrur-
paralelismo sorprendente con uno de los momentos eliminados en Afim, tlS.
PaJ4juo. en d que Ripley se internab~ en el nido de la cnalUt;l donde podía apn:-
ciar el terrible des,ino de sus comp~ñeros d~parC'Cidos y ayud~b~ a morir 11 capi- (16) FJ míf1M d~ (lmI mu"do (TIN Thin"... ftom AnOlh.., worid, Chrislian
tin Dalias (Tom Skerrit) atr.r.pado mortalmente en IIn upullo. Seon subr<lyab:i:asf Nyby, 195 J) ~ra un tópico film de ciencia ficción de los añoscincuerJta que no esti
la crueldad de la CIUIUl;l y JeulIl't se encarga de advenir $Obre la propia ~berración ni entre. lo mejor de la tpoca pero que 1:1 crílica y los cinc:filia han aupado ~ 1:1 cate-
dd hombre y su entorno. goría de clásico por b imervención de Howard Hawlu en la ptooucciólI.

- 114- -115-
LA NUEVA CARNE ..", PEDRO DUOUE y ÁNGEL SALA LA TRANSGRESiÓN CARN:A~L _

badores de la ciencia ficción de los ochenta, aunque desgraciada-


mente sus secudas convinieron la saga en un mero apÚJit de la
serie Afím. algo que el original nunca pretendió l ', Años más tar-
de, La cara tkl taror (The AstronauÚ Wift. R2.nd Ravich, 1999)
retomaba el tema de la invasión inftcciosa desde el espacio exte-
rior pero con la asepsia visual y conceptual típica del cine Fantás-
tico de los noventa, Tampoco acabó de redondear sus premisas
Specits (Especie mortal) (Sperits. Roger Donaldson, 1995), donde
un laborarorio secretO creaba un híbrido humano y alienígena
según un código genético recibido del espacio extcrior. La pelícu-
la, a pesar de un arranque interesante y la presencia de H.R.
Giger en el diseño del monstruo final, se convertía en un mero
filmc de acción high.tech para públicos de fin dc semana. Menos
exitosa pero más explicita y perturbadora resultó Species // (Espe-
cie mortal ll) (Specits 11, Peter Mcdak, 1998) en el que el astro·
nauta afeaado por una especie extraterrestre iba experimentando
una profunda transformación que, curiosamente en una pelkula
americana, tenía sus síntomas principales en eJ ámbito sexual.
Una curiosa canalización pulp del tcma la encontramos en Star
Trek; p,.im~ Contacto (Sta,. TreN: Fírst Contad, Jonathan Frakes.
1998) en la que el capitán Pickard (P.mick Srewan) era retenido
por la raza biomeclnica de los Borgy seducido por roda una pro-
fetisa de la nueva carne inrerprc=:rada por la siempre inquietante
Alice Krige l8 •

(17) Curlosamenll: las dos s«uclas dd filme fueron realltac:bs por Harry
Brumky·Oavenporl, pero pre.K:indiendo de los rasgos de originalidad dd primer
filme. Xtro JI. TIN S«und EnroUnI"( 1990) era un mixwrp6n de A/i.-n producido
par2 su cxplotación videogrirlCl y Xrro 3. ~tl"h fiN.5*in (I99S) subi-a algo d nivel
pero ca/.:,¡ en los IÓpicos dt: \os txp!tJit1sobrc cxtralCTrcsm::s de mal roUo. Roge! Donaldson. Sptcia(Espern Morta/), 1995
(18) El film es una especie de continuación dt: uno de los mqol'e$ episodios
de $l4r Tm: Tht Nca ~titln, litubdo TiN Bnt "f&th Worlthen d que d CoIpi-
(:in I'idurd c:r.allSimibdo por la rata biomttánk:t de los &~.

-116- -ll?-
LA NUEVA CARNE ..." PEORO OUQUE y ÁNGEL SALA LA TRANSGRESIÓN CARNAL

1>('ro no todas las evoluciones disfuncionales provienen del hecho de que éstos se habían instalado elltre las capas dominantes
espacio exterior, sino que en nuestro propio suelo, híbridos, de la esuucrUt3. social, alejándose de la marginación y fundiéndo-
monstruos y mutames han esperado su momento para r('Clamar se con una cúpula de poder que ya estaba establecida. Soci~ty es
un lugar en el mundo. En la saga iniciada por ¡Es/O) vivo! (It's uno de los films más representativos de la exposición visual de la
Alillt, Larry Cehen, 1975), podíamos contemplar el nacimien. nueva carne, sobre todo en la orgía final donde los cuerpos se
to de una rau de bebés rnutantes víctjmas de los efeeros de un funden, moldean, funden, creando nuevas formas sexuales gro-
extraño anticonceptivo, idea no muy lejana, aunque con resul- tescas y provocando una total dÜolución de los vínculos familia-
tados diferentes a las consecuencias del fánnaco Ephmuro/ ('n res de tal forma que padres, hijos y hermanos se unen en una
SCi1nn~N de Cronenberg. En la secuela, lti Ali~ 2 (Larry bacanal de carne sin límites ni tabúes. En este sentido. Paul
Cehen, 1978) los casos se multiplicaban para Uegar a un tercer Schrader en El btwtÚ/a pamtTa (Ca/ Propk, 1982)19 presentaba a
episodio, ItÍ A/iv~ 111: IsÚlnd o[ /h~ Aljv~ (Larry Cohen, 1986) la misteriosa tribu felina como una sociedad incestuosa, de puro
donde la nueva especie dCS2rrollaba una estructura social para- poder sexual depredador cuya zoantropía representaba la posibi-
lela siempre amenazada por los fundamentalistas y puristas de lidad de superar los límites morales y "sicos de las reglas imperan-
la carne. Por su parte, Clive Barker culminaba su odisea somática tes en nuestro mundo.
en &zas de noche (Nigh/brud. 1990) imaginando un reino
oscuro y oculro donde los nuevos seres se refugiaban del odio
xenófobo de científicos y militares, siendo la primera obra qu(' MUERTE Y CARNE: LA CULMINACiÓN DE LO ABYECTO
convenfa el tema de la nueva carne en nueva mitología y desde un
puma de vista más próximo a lo maravilloso que al propio t('rtor. Nuestra cultura se basa en un límite insuperable y conscien-
Eso último conecta con la reacción de los puristas del cuer- te que es la muerte, la aniquilación de la carne como único conte-
po tradicional frente a la evolución de la nueva carne. En Razas de nedor posible de un espíritu cuya trascendencia sigue sin demos-
noche, un psiquiatra enloquecido (paradójicamente interpretado trarse. La muerte es una fatalidad aceptada en silencio por
por David Cronenberg) era el gran inquisidor obsesionado en nuestro entramado social y/o cultural e incluso un tabú sobre el
aniquilar a los seres ocultos, mientras que, en un COntexto dife- que no gusta hablar o debatir demasiado, pero cuya existencia
rente, 5teven Spielberg recreó en A.J. (lmeligmcia artificial) (A.I., conjura un peligro aún mayor: el de la posible existencia de seres
200 1) toda una I(feria de la carne» fundamemalista en defensa del inmortales. El inmortal, resucitado o no-muerto es estigmatizado
cuerpo orgánico ante la proliferación de androides cada vez más tradicionalmente por el poder, oponiéndole a la sociedad mortal
perfeclOS y humanos, una evolución salvaje del concepto institu-
cionalizado que representaban los policías especializados en (19) iiJ bnolÚ la pul/urA fue un mllAlu rompedor y modélico del d;i.~ioo La
ltC3zan Rcplicantts en Blad~ Runn~r(Ridley Scon, 1982). ",Nj~' panu1'll (GlI P~Qpk. J~cqucs Tourueur, 1942). la pdleub. de $chr1lder fu.e
masacnda por b. críriCll:n su mome:nto, ¡xro $e: e:ne:uen(t;l; e:n un momeonlO de: rel-
Sin embargo, en Socie:)'. Brian Yuzna expuso la supuesta vic-
vindicK:ión y deonu VO«$, enue: las que me induyo, y~ ~firm~n que e:n el mismo
toria de la nueva especie de manipuladores carnales por el mero h2y valores que:supc:t;l¡l ~I or¡g¡n~1.
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LA NUEVA CAflNE ..tff PEDRO DUOUE y ÁNGEL SALA _ _ _ _ _ _ _-.:LA=-'_"_A_N_SG_RESIÓN CARN~A~L,- _

como un monStruo que no puede traer nada bueno y cuya proli-


feración es un peligro para la civilización. Estamos, pues, ame un
sujetO de la abyección entendida ésta como ..d otro lado de los
códigos religiosos. morales, ideológicos, sobre los cuales reposa el
sueño de los individuos y la tranquilidad de las socied.ades»20,
El vampiro o los zombies siempre han sido sujetOS de lo
abyecto. de lo sucio y repugnante. aunque el cine ha conceptuali-
udo de manera clásica a los mismos mediante su maldad (en el
caso de los Drácula), su putrefucción (los zombies) o, desde La
nodu tÚ 101 mU"101 uíuienus, por su canibalismo. En el caso más
tfpico de los tres, el vampirismo, éste nuna se ha rel3cionado con
la carne. sino que se ha concepruado como un enemigo moral
que se ha combatido con signos sacralizados como las cruces o el
agua bendita_ Sin embargo, Anne Rice en su saga de novelas varo·
píricas describía el proceso de la vampirización como una transfi.
guración no exenta de ritualidad religiosa pero profundamente
uansformadora del cuerpo y creadora de una nueva textura
somática. En la primera novela de la serie, ÚnfmO"UM un I/am-
piro, Louis confesaba cómo se encontraba ITas haber sido mordi.
do mortalmeore por Lestat: cEn cuanto a mi cuerpo, aún no esta·
ha enteramente con\'enido y. t:ln pronto como me 2costumbré a
los sonidos y las visiones, me empezó:t doler. Todos mis fluidos
humanos debCan salir de mi. Estaba muriendo como ser humano;
sin embargo estaba totaJmente vivo como vampiro. Y. con mis
sentidos despiertos, tuve que presidir la muerte de mi cuerpo con
cierra incomodidad y luego con aJgo de miedo,.2l. En la adapta-
ciÓn cinemarográfica, Entrtvuta con rl vampiro (JnurI¡;rw with
Ihe Vampirt; Neil jordan, 1994) este momento se visualizaba con

(20) Kri5l~'a, J. Ln ~uVO;" tÚ ¡'ho~r. Un 4"i /JI' ¡itbjmU111. Haun.


Puls. 1985. pipo 246-241.
(21) Rice, Anne: únjñiM..,tiI un IJtllflpiro.lImun Mas, 1990.
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LA NUEVA CARNE ..", PEORO DUOUE y ÁNGEL SALA LA TRANSGRESiÓN CARNAL

cierta violencia pero no mucho detalle, aunque la nueva naturaJe- producía una de las más interesantes conexiones enne muerte y
za carnal de los no-muenos quedaba patente desde un primer nueva carne. Yuzna se alejó conscientemente del modelo de
momemo, así como su naturaleza y vínculos sexuales capaces muerto viviente propuesto por Romero y creó un personaje
incluso de determinar y prefigurar una F.un.ilial l . (interpretado por la magnífica Mindy Clarke) que revolucionó el
La nueva carne implica una muerte y una resurrección. Hay mito y lo llevaba al terreno de la sexualidad y del sadomasoquis-
ejemplos para todos los gustos, desde el suicidio de Max en Vitko- mo liberador. La 7.Ombie caníbal y letal optaba por el dolor para
drom~para llegar a la nueva carne hasta la resurrección dolorosa y saciar el apetito carnal a la que su nueva condición le obligaba y
lenra que realiza el protagoniSta de Ha/muer, lo! qu~ fram ~/ infi"~ que implicaba devorar a su novio. Ese dolor represor yaurosufi-
no o la muene y renacer de otro héroe barkeriano llevado al cine ciente se producía mediante infinidad de canes, pi~rcingsy arras
por Bernard Rose en CAndpntm, ~l poder tÚ la mente (CAndyman, mutilaciones que la convertían en toda una dominatrix de ultra-
1992), película que se convertía en una bella apología sobre el tumba y un slmbolo que definía y ejemplificaba las teorías más
nuevo estado del ser humano y la necesaria superación de nucstro radicales de los p~rformmde la carne y la sangre. De esra manera,
cuerpo actual a través del instrumento de Ja mueneD, aunque el R~turn of th~ Living D~ad 3 se convenia en una metáfora san-
imento de emparentar al personajecenrraI del film con el entonces grienta de la necesidad del dolor para llegar a los postulados del
exitoso Freddy Krueger lasrraba la historia y la alejaba de los impe- estado superior, escenificando el poder de lo abyecto en contra de
rarivos temáticos del original literario. la concepción mortal del sexo y las relaciones humanas.
En &turn ofth~ Living D~ad 3 24 (Brian Yuz.na, 1993) se

(22) Ütt:iI conaión imeresallte de Enm-rnfll ron ti NJPlpinJ con la CSlhica de LA NUEVA CARNE HEROICA
la Nueva Carne la cncon=os en la parte dd fúm (y de la novda) que se desarro-
lla en d Tc:luo de los VampifO$, lugar donde se reprtscntm macabras rtereu:ionc:s
La Nueva Carne es una vieja historia. la historia del desespe-
(aunqucen d fOndo~ rtt!es) que tiene tcO$ de la nccrofUia tc:llral dd c:¡bMn:
de Ncant o d tc:lUO de la Cruddad de Ártllud. Los na:ro-artulas han renido una rado intento del hombre por trascender a la condición animal.
glOln innuenda en Ricr, en especial, Maria Abramovic. Ron Mued y su 6ptl'1ll Dejando a un lado el desarrollo de la mente inmaterial y centrán-
IRJUi DlUidyo Jake & Dino.<; Chapman y su musical Grrat lR~d ilgainsr tM lRad donos en el arra elemento del dualismo cartesiano. el cuerpo
Tampoco hay que oh..idar artinas de la carne y sus pafomulnur nngrienlu como
material, el envase de nuestra consciencia, encomramos en la his-
Günler Brus, Gina Pane, Ron Alhty o Darry Cachon.
(23) En la no despreciable s«:uda dd film, GJ.ndJlNm: AdidJ a /¡¡ cam~
toria de la Civilización la obsesión por el perfeccionamiento de
(Gmdyman: Farn¡yil 10 rIN lüslJ, BUI Condon, 1995) cncontr.l.lnos un subtllulo esa máquina como soporte vital del espíritu y, en muchas ocasio~
que sintetiu el espíritu del rtJalO de Qive Barker en que ~ basa col original y titula.
do Lo prohibido. Exisu: otr.l; secuela del film, CaNiJ11l'ln 1/I(CaNiymiln: DdY ofrlx
[kad, Turi Mcyer. 1999) sin ningún inter6. paródicas a la famos:a trilogla de losmmbies de Gcorge A. Romero, alejadas toul·
(24) Curi~ente, lu Otras entregas de la saga. El rrgmo tÚ los mwrros meme dd llOlClmiemo que YUUla dio allcro:r episodio. Actwlmente. esú en pro-
vivinltn(RnumoftlxLvi"flktuJ, Dan O' &nnon, 1985) y LAdi/Jt71ida n(KINtÚ ducción &rurn oftlN LiumX [kat/ 4: N«rÓpolu que lendr.l un daro componeme
los z;ombin(!?rn4m ofrlN Livi", Drad Pan /l. Ken Wcidchom, 1988) JOn respuescu
"""'<"-
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I[
-------------",.
LA NueVA CARNE .."" PeORO DUQUE '1' ÁNGEL SALA LA TRA.NSGRESIÓN CARNAL

nes, como verdadero reflejo de la perfección del alma. De las gro- Masa y Spiderman en 1962 y lA patrulla X en 1963, eres series
~esca.s representaciones de venus deformes prehiStóricas, hasta los míticas que, iguiendo el natural proceso evolutivo de los perso-
Increíbles descubrimienros en biorecnologfa más recientes. las najes de ficción, han acabado por converrjrse en carne de celuloi-
energías de la especie ~ han volcado en el inexorable mandato de. En la adaptación de La Patrulla. X, X Mm (2oo 1), Brian Sin-
genético que nos impulsa hacia la transformación en supra- ger incide en una de las lineas fundamentales de los cómics
humanos. Marvel: el mUfante, como sigujente paso de la evolución, como
Es muy posible que estemos llegando a una fase de la evolu- homo supmor, es temido y despreciado por d homo sapinu de a
ción que Darwin nunca habría previsto. EJ imparabJe desarrollo pie, que siente peligrar su posición en la cima de la pirámide evcr
de la biotecnología y la informática llenan habitualmeme los lutiva. Estos nUevos dioses que han domado a la carne y la ruan
suplementos dominicales, palabr.u como implante o clonación convertido en bellas metáforas de la sociedad postindustrial, son
forman parte del vocabulario corriente, yel daci&a.micnto dd en realidad jóvenes inarlapl2dos llenos de complejos. incapaces
genonu humano es un tema de charla en la peluquería. Pero la de asumir su recién adquirida condición divina. Una c:araaerisci-
imagen de superhombre nietzscheano. esa proyección de los ca que acompañó a casi lodos los superhéroes adolescentes de la
desew del inconsciente colectivo. sólo se encuenrra de momento Marvd, más preocupados por el acn~ que por set capaas de f.rdr
en el cine. la Literarura y • por supuesro, en los cómia. Desde las al galO con la mirada. y si hablamos de complejos, indudable-
primeras aventuras a comienzos del siglo pasado de uperman d mente es Spiderman, el rey de los frea.ks empollones de instituto.
alienfgena más humano que los humanos, hasta los dioses doio- el héroe inadaplado por excelencia, que en el siglo XXI es más
rosameme autoconsciemts de Minuinnm creados por Allan muante que nunca. En su última versión cinematográfica,%"i- f
Moore allá por los afias SO, los c6mia han sido un auténtico tkrman, {2002YPeter Parker genera sus útiles supendarañas en el _
catálogo de. héroes hiperevolucionados y radicalmente post- imelior de su propio cuerpo, sus pegajosos cables ya no son el
humaoos: miembros que se estiran como caucho. cuerpos duros milagroso pegamento del cómic de Jaek Kirby. Para Sam R.a.imi, -,
como mármol. carne joven convenida en callosa piel dorada"., su djrector, es más F.1ctible que un muchacho picado por una ara~
monsnuosidades que han creado un auténtico Oli.mpo f"1l1t, un ña mUlafite cree nuevos órganos imernos que un empollón ado-
pameón de dioses paganos heridos por el rayo de la tecnología, lescente invente un superpegamento industrial. Ha llegado el
mutados por los errores de la ciencia y convenidos en iconos pop momento el que la Nueva Carne resulta más verosfmil que la
de la Nueva Carne. simple y vieja inteligencia. --1
La Edad de Oro de esta exhibición de atrocidades comenzó Pero quizá debiéramos acercarnos a otrO lipo de cine para
e~ los afios 60 ~n .105 personajes creados por Stan Lee y Jack encontrarnos con superhéroes que rt:presemen la transformación
IGrby para la editOrial Marvel. La aparición de Los 4 famásticos de la Carne no como una ascensión al Olimpo de los dioses paga-
en 1961 revolucionó el mundo de los superhÜoes y abrió el nos, sino como una caída a los infiernos de la sangre y de la carne.
camino a una ddirame avalancha de mUfantes post~humanos. Es el caso de los CenobitaS nacidos de la perversa imaginación de
Tras el éxito de este cuarteto de titanes deformes surgieron La Clive Barker en H~//raiur, /01 qUL friun ti ¡"jiano y Htlibound.

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LA TRANSGRESiÓN CARNAL
LA NUEVA CARNE ~ PEORO Duoue v ÁNGel SALA

HLl1rais" 1/, un drra", uam infernal, aut~micos superh~roes del


lado oscuro entregados a predicar las virtudes de la cransforma-
ción r'2dical del cuerpo a S2ngre y hierro. Primos hermanos de
Spawn (iá., 1997) un asesino a sueldo vestido de carne inmortal,
personaje de culto crC2do por el dibujante de cómics Todd
McFarlaneswgido de las llamas del Infierno a ritmo de guicarras
eléctricas y blasfemias hardcore que no puede negar su deuda con
d Baunan más oscuro.
Batman es aún vicja carne, UII hijo bastardo de los clásicos
hérOes del pulp como Doc Savage, de la casta de los superhtroes
sin poderes ni conflictos internos imputables a un nuevo orden
frsico, pero que cuenta entre sus enemigos con algunos de los
supervillanos más carnalmente mutables de la historia del cine;
personajes como el Joker en &tman (iá.,1989) un vulgar delin-
cuente que ve su rostro convenido accidentalmente en una gro-
tesca másc2ra, un cambio fisiológico que=: se apodera de su pcr-
sonaJidad1 convirriéndole=: en un bufón mortal; o el grotesco
pingüino de Batm4n vlu/w(Batm4n Rnurm, 1992 l, un tragicó-
mico híbrido entre palmfpedo y villano, típico personaje de TIro
Burron, que=:. repudiado en su nacimiento por su monstruoso
aspecto, acaba siendo criado por una colonia de pingÜinos a los
que acaba unidos por algo más que un parttido Rsico. Evide=:nte-
mente, en d caso de Batman, y ya desde los primeros c6mics de
Bob Kane. la transformación de la carne es la evidencia exterior
de profundos y malignos desórdenes imernos, que Batman.
como representante de las fuerzas de orden genético establecido,
se encarga de combatir radicalmente para preservar la purc2.'t Asi-
ca y moral de Gotham Cit)'.
y si Batman e=:s un superhéroe heredero de la más pura tra-
dición pulp, no lo es menos el protagonista de Darltman (1990). Muk A.Z- DippE. SpaWPl, 1997
una curiosa mezcla entre lA Sombra y ElfantlUma de la ¿pnoa, un
personaje arquetípico enrregado a la venganza, que h2 adquirido
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L .... NUEV.... C....RNE ..", PEDRO DUQUE T ÁNGEL S;.U _ _...:::ce.
LA TRANSGRESIÓN CARN ....L
-~

su condiciÓn de tr:lnshumano no por la gracia de la mutación,


sino por la pérdida de dos de las caraeteristicas fundamentales de
la carne: la sensibilidad de los centros nerviosos y sensitivos.
Con ellos también se ha desprendido de la vulnerabilidad. su
carne mutilada ha perdido los sentimientos que la ha~n huma~
na, ha dado un r2dicaJ paso en la evolución hacia d héroe posr-
humano.
y cuando la Carne pierde toda su dignidad y comienza a
u~ne.r un olor pU(re~c(O es el momento de hablar de Ell'rogado,
tdxico(T~ Tt»drAJ.'mg", Michael Hen&Uoyd Kaufman.1985),
una conscicnteme.me cutre y descarada cre2ción de la Troma que
pretende parodiar todas las mutaciones químicas o nucleares que
alguna vez. han sido, ridiculizando y desmembrando con tOSCO
sentjdo del humor la figura del superbéroe y conviniendo a la
Nueva Carne en UI1 concepto más cetcano a la charcutería que a la
metafisica Yes que en ocasiones la carne habla por sí sola... Ahora
silencio: escuchemos el sonido de nuestras anenas y sintamos el
poder de la máquina.

NUEVAS POSIBILIDADES DE LA CARNE

Al comienzo de kUuo, d hombrr tÚ hi"'71J (Tt'tsuo; Shinya


Tsukamoto. 1989), la obra maestra del Irtecnosurrealismo.., un
joven fetichista de la carne y el metal practica torpemente su afi-
ción introduciendo un hierro oxidado en su pierna, cuando de la
herida comiem.an a brotar gusanos, huye a la carrera para acabar
siendo atropellado por el dpico oficinista nipón que acude a su
trabajo. A la mañana siguiente, al afeitarSe, el oficinista ve un
cable de metal que le brota de la mejill2, parece incapaz de 2rran~
clrsdo... éste ('$ el comiem.o de una aventura psicótica en 12 que
la C3rne y el hierro se fund~ y se rechazan una y Otra vez, en 12

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LA NUEVA CARNE ..", PeDRO Duoue y ÁNGEL SALA LA TRANSGRESIÓN CARNAL

que el metal sodomiza a los proragonistas.los castra y se confun- El cine no ha alentado precisamente el matrimonio de la
de con la carne de manera obscena y compulsiva. ¿Rechazo al carne con el metal: en la fábula moral Robocop (I 987), Paul Ver~
propio cuerpo? ¿Miedo a la tecnología? Su director, Shinya Tsu- hoeven nos lanza un aviso de la total alienación que puede supo-
kamoto, dice: «... mientras rodaba ftrsuo se desarrollaba un ner dejar que la máquina sustituya a nuestra carne, aunque
conflicto dentro de mí: por un lado me gusta que la máquina finalmente sea la parte más humana la que se: haga con el control
me viole, pero al mismo tiempos quiero destruir las cosas que me del monstruOSO pero entrañable ciborg policla. En Robocop, la
invaden... IO Muchos de nOSOtros compartimos los miedos y tradicional dicotomía cuerpo/mente se: ve sustituida por el nue-
deseos de Tsukamoto, apreciamos la belleza y el avance que supo- vo orden cuerpolmentelmáquina, que se convierte en men-
ne la definitiva fusión de la carne con la máquina, pero ahora que tel máquina en peHculas como Tron (1982) en la que el persona~
está tan cerca, quizá nos atemorice el cambio radical que ello je protagonista entra a formar parte de .un ju~o de ordenador,
supone. Rótulas de acero, brazos biomeclnjcos, implantes de que ya resulta camp en su entrañable esulo Atan. Un anteceden-
cadera... EJ cine y la literatut<l ya nos hablan hablado sobre los te del cyberpunk, donde la mente se libra del infierno del cuerpo
cyborgs pero quizá no estábamos preparados para que nuestra para vivir la inmortalidad de la máquina,. don~e. el alma supera
abuela st convirtiera en uno de dios. gracias a la tecnologla el dualismo matwaJesplJltu y tompe las
Es posible que de alguna manera una de las mutaciones de la cadenas que la atan a un trOZO de cune obsoleto. Todo al más
carne más extendida en nuestrOs días, el culturismo, sea una reac- puro estilo Disney, daro está. .
ción frente a la invasión del metal en nuestros cuerpos, una con- Como decla Visual Mark en Videodromt: II.Pr,mtTO vldto.
IltS

rundeme reafirmación del músculo frente a la máquina y una Luego /kvas video. Luego comes vúko. Luego eres vúko». Este ~nsa­
tendencia que parecer dar la razón a la idea del poeta futurista miento, adaptado a las nuevas tecnologlas, es una de las máxlm~
Marineto sobre «la inminmu t inroiurblr idmrificacíón tk/ hom- del movimiento cy~unlt, y uno de los argumentos de Mamx
brt con la mdquiml1l. Es interesante pensar que Arnold Schwarze- (id., Andy y Larry Wachowsky, 2000), donde los cu~rpos ~uma­
negger, varias veces campeón mundial de culturismo, interpreta nos reposan en incubadoras que los mantienen con Vida mlen~ras
en TerminatorUd., James Cameron, 1984) a una máquina teutó~ que las mentes se desenvuelven en un entorno ~irtual con~cldo
nica e implacable, pero con todas las características de un viril por Marrix, donde la vida es poco más que un gigantesco Video-
superhombre, capal. incluso capaz de convertirse en un padre juego para los que conocen los secretos del softwart, y un entorn.o
modelo en Tmninaror 2: EJjuitio fina/(Ttrminator 2. TheJudgt- inconfundible con la realidad para los que viven en la ignorancia
mmt Day.James Cameron, 1991), donde en el fondo es un duro del analfabetismo electrónico. Una pesadilla netamente co~tem~
hombretón mecánico enfremado al blando y orgánico T-IOOO, parinea que tiene mucho en común con algunas tendenCIas de
un engendro totalmente tecnológico y algo afeminado enviado pensamiento actuales. Los Extropianos, un grupo de .pen~do~
desde un futuro postapocalíptico dominado por las máquinas que siguen las ideas de cienóficos como el experto.en inteligenCia
para acabar con la última oportunidad del hombre para recuperar artificial Hans Moravec, predican el tramhumaOlS1l10, el poten-
su hegemonía sobre un planeta en manos de los ordenadores. cial humano llevado al úJtimo extremo. Según Morave<:, en un

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LA NuevA CARNe ..", PeORO DUQUE .. ÁNGEL SALA LA TRANSGRESIÓN CARNAL

futuro no muy lejano será posible trasladar nuestra conciencia a Hurr investiga con drogas alucinógenas que le permitan llegar a
un soporte artificial, a un ordenador, lo que nos haría virtual- estados altamente evolucionados de la conciencia. Como es pre·
mente inmortales y capaces de viajar por el cii>erespacio, incluso visible, las drogas no surten e.I efecto deseado (o quizá sí) y Hurt
podríamos guardar copias de seguridad para prevenir posibles sufre una involución hasta una especie de homínido y más allá.
errores de hardwart. La posibilidad de convertirnos en un mapa Está claro, la carne es sabia y es muy difícil que nos deje
de bits conscientes fue explorada en el ftlm El cortador tk c&/Ud escapar tan fácilmente, seria más cómodo dejarnos llevar por los
(TIN Lawnmo~r Man, Bren Leonard, 1992), donde Pierce place:res íntimos de lo cárnico, abandonarnos al primitivo mun-
Brosnan imerprera a un T1I4d docrorque imenra estimular la inte- dos de los sentidos más íntimos como los protagonistas de Socirty
ligencia de un jardinero retrasado mediante la realidad virtual y la (id., Brian Yuwa,1989), integrantes de una exclusiva sociedad
electrónica., llevando la mente del pobre diablo hasta la altura de secreta entregados a grotescas orgías de carne supurante, además
un dios loco y vengativo perdido en el ciberespacio. de brutales exploradores de los que aún no se han incorporado al
Mucho más optimistas sobJ"(' la transfiguración de la ca.rne nuevo orden físico, una divertida parábola con la que Brian Yuz.·
en pura informaci6n consciente son pensadores alternativos na traza sin disimulo una lúcida crítica social.
como TeJ"('nce McKenna, para quien estamos al borde de un salto y ya que hablamos de la carne por la carne, entregarse a la
evolutivo. impulsado por las nuevas tecnologías que nos darán la cirugía radical es también una opción en estos tiempos de explo-
oportunidad de escapar a nuestro cuerpo simiesco y convenirnos raciones decorativas del cuerpo. Cirugía plástica llevada a extre-
en .pulpos virtulIks TUUÚzndo ro un mar tk silicio». Según William mos pOJt-mortnn la encontramos en la divertida .La muerte os
Burroughs, uno de los grandes profetas de la Nueva Carne, la sienta tan bien», donde la ca.rne es tan sólo un vehículo para el
transformación en pulpo también es una posibilidad, pero para el JlapJtick más salvaje e irreverente. ¿Y por qué no dejar que el cuer-
autor de El aimuUZIJ ai tksnudo la mutación se produciría duran. po se exprese libremente? Los nuevos 6rganos están deseando cre-
te nuesrra finura adaptación a la atmósfera cero de las estaciones cer y desarrollarse, nuestras células claman por una oportunidad.
espaciales: un esqueleto no tiene n.inguna función en la ingravi- La carnal Marilyn Chambers, sin ir más lejos, desarrolla un nue-
dez y, convenientemente modificada para adaptarse al espacio, la vo apéndice tras una operación quirúrgica en RAbia y siente crc-
forma humana acabada pareciéndose a un gigantesco pulpo que cer en su interior unas enormes ansias por la vida ... de los demás.
convertiría las pesadillas biomecá.nicas de Giger en ilustraciones Hemos visto que el deseo por murar, por liberarnos de las
de un cuento para nifios. McKenna y Burroughs, dos conocidos limitaciones concomitanres a nuestra naturaleza, por romper las
usuarios y tenaces divulgadores del uso de las drogas como forma cadenas que unen tiránicamente la carne yel espiritu en la cultura
de escapar de las ataduras de la carne y evolucionar a estados judeocristiana, atraviesan el cine como una espina dorsal de
superiores de la conciencia, muy posiblemente no estarían de deseos reprimidos y ansias de mutación, pero ¿y si la Nueva Car·
acuerdo con la teoría expuesta en la exrravagancia rodada por ne estuviera ya entre nosotros? En films como Razas tÚ Noch~ o
Ken Russell en 1980 Un villj~ alucinanu al foruÚJ d~ La mmu FreaJud(id., Tom Stern y Alex Winter, 1993) las comunidades de
(Aluraud Srar~J), donde un científico interpretado por William rranshumanos se reúnen a la espera de su oportunidad para

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LA NUEVA CARNE ..", PEORO DUQUE y ÁNGEL SALA

recla~ar el puesra de reyes de la creación que por las leyes de


Darwtn les corresponden legítimamente. Si prestamos atención
ya podemos verlos en los festivales de música electrónica camu-
flados enrre los grupos más modernos y alternativos.
NUEVAS ESPECIES PARA EL PANTEÓN \
DE LO GROTESCO FEMENINO
El cine. receptivo barómetro de los sueños y pesadillas
humanas. es en este caso un espejo de la mutación que recorre DAVID CRONENBERG y LA NUEVA CARNE
n~estras ve~as, .podemos mirar la pamaUa como el mono que
mua su reflejO Sin llegar a reconocerse. o asumir que el cambio ya
está ~qu~ y comprender que. como decía Bruce Srerling, dentro MoNTSERRAT HORMIGÓS VN:1JEPO

de mIl anos rodas seremos máquinas o djoses.

Si me gusta Cronenberg es por su museo


de mujeres monstruosas, por sus parido ras de seres anormales.
por sus trifásicas. y por sus Galateas y vampiras teratológicas;
angustias ancestrales bajo la forma de la Nueva Carne. Heroínas
que hablan del miroo del hombre ame el sexo femenino y que
finalmente son sofocadas o destruidas. pero que dejan el regusto
de la representación de su belleza y de su poder. Se ha dicho que
David Cronenberg es el gran renovador temático del fantástico
moderno. pero en lo que se refiere a los personajes femeninos, el
director canadiense pone en escena fobias intemporales, eso sí,
bajo nuevas formas y con un estilo visual propio. Al dar forma
visibl~ a los abismos del inconsciente. crea un panteón de grotes-
casi figuras femeninas que nos {faen resonancias de terrores
ancestrales: el miedo a la castración, a la reabsorción y al encierro
en la matri7. devoradora, así como el temor al poder pagano gene-
rativo, a la sangre menstrual y a los genitales femeninos.

(1) El {~rmino gro{csco deriva dd italiano "groua_, acuñado en el siglo xv


par.l definir un nuC'Vo dcscubrimienlO arqueológico en hu Termas de TilO, unos
o.trañOli ornamentos de una figura que mezclaba formas vegclJlles. animales y
;tJluopomorf.u. El término $e utiliu pan definir obras en proceso de consuucció'\
OKres en metamorfosis incomplcla.

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LA NUEVA CARNE ..", MONTSERRAT HORMIGÓS VAOUERO NUEVAS ESPECIES PARA El PANTEÓN DE lO GROTESCO FEMENINO

La mujer es monrada en la mayoría de sus films como la medida que éste está siendo reconstruido por los avances en inge-
orredad y su signo es el de la abyección 2 • Nada nuevo, si tenemos nieda genética y en robótica. Pero la incorporeidad implícita en
en cuema que desde la revolución episremológica de la moderni- la era de 10 tecnológico conlleva el retorno siniestro de la materia-
dad el cuerpo femenino p2SÓ a verse como desviación de la norma lidad, de la carne palpitante, y es ahí donde entran en juego los
masculina y como alreridad absolura. lo que venía a ratificar a films del director canadiense y su gUStO por la Nueva Carne.
nivel científico la anguslia ancemal del hombre ame el enigma Cronenberg sitúa al cuerpo como personaje central de sus
alerrador de la feminidad. Los hermanos Mande, proragonistas de representaciones y uriliza el cuerpo femenino como campo de
Inuparahks, son un claro ejemplo en este aspecto, ya que mamie- batalla: escenario de lo abyecto, lugar desde el que se conrestan las
nen el sentido de su propia identidad cosificando el cuerpo feme- oposiciones binarias, y vehículo para expresar todo tipo de con-
llino y aprehendiéndolo como símbolo de teratOlog(a y de mons~ ceptos metafóricos, alegóricos, metafísicos y abstractos. Esta polí-
truosidad. y si bien es cieno que en los films de Cronenberg tantO tica del cuerpo, donde la piel es c1lien2.0 sobre el que representar
los personajes femeninos como los masculinos sufren metamorfo- las neurosis y los miedos personales y colectivos, entronca con el
sis, mientras las transformaciones masculinas llevan al hombre a su Body Arty con la práctica de lasllos artistas feminist'as desd.e fin~­
aurodCSlTllCción, las mutaciones femeninas son peligrosas para el les de los 60. basada en la antiestética. La pol1tica de la antiestéti-
sistema -sobre lOdo para el género masculino- y, por ello, han de ca desmantela los dualismos cartesianos y se relaciona con las
ser castigadas. Por otra parte, las personajes femenjnas parecen interioridades del cuerpo, de ahí que el cine de David Cronen-
adaplarse mejor a las metamorfosis, ya que no demuestran remor- bc.rg suponga un paso adelante en las inquietudes de estas/os
dimiemos ame sus acros y, sobre roda, no inu:man pr~rvar su artistaS que se." adentran en los misterios de su propia carne.
identidad de acuerdo a lo socialmente establecido. Desde Carol~ Schneemann, quien anticipó el movimiento
Siempre se ha hablado de la naruraleza mutable de las muje- del Bod) Art, hasta llegar al Carnal Arr de la artista francesa
res, ptro Jo más novedoso de los films de Cronenberg en este sen~ Orlan, quien se ha sometido a múltiples operaciones de cirugía
rido es que las metamorfosis vengan provocadas, en la mayoría de estética para asimilarse a un icono femenino de belleza que ella
los casos, por la inrervención invasiva de la medicina y de la tec- misma ha creado por ordenador basándose en grandes obras de la
nología en sus cuerpos. Cronenberg está fascinado por lo posthu~ pintura. Su romo es una mezcla de la Vmusde Botticelli, la Mona
mano, es decir, por el impactO de la tecnología en el cuerpo Lisa de Leonardo, la Europa de Bouchcr, la PsiquÚde Géróme, y
humano y sus films forman parte del grupo de prácticas intelec- un personaje de Star Trtk (ya que le han sido colocados implantes
tuales y artísticas que están repensando el cuerpo humano a de mejilla por encima de las cejas). Pero Orlan, en realidad, no

(3) .EI arte a.rnal-5C»tiene b. anista- d un u:Jobajo de aulOrrcualo en el


(2) Lo abyecto C$ .aqudlo que pt"tturna un;) ¡denti<Ud. un sUlcma, un .sentido dhico, pero con los mcdim tecnológiCOili disponibles en la acmalidad y
orden. Aquello que no respeta los IImiles, los lugares. bs ~ La complicidad, lo O$CiJa entre la desfigur.tci6n y la rd'igurxión (...)•. Vbsc Ma María Guasch, El
ambiguo. lo mUTO (...)•. V~ Julia Krislcv:r., l"wInn tk lA pnwniDrt. Mb.ico, (lrtr ultimo dA sisto xx. Ot-l p4smi"imalú1>H1 (l Ú) mu/ti(Ultunfl Madri<l, Alu.nu,
Siglo Veintiuno, 1998.~"", 11.
2001, pigina 113.

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LA NUEVA CARNE ...", MONTSERRAT HORMIGÓS VAaUERO NUEVAS ESPECIES PARA EL PANTEÓN DE LO GROTESCO FEMENINO

quiere estar más bella. imenta deconstruir la feminidad y demos-


trar cómo la influencia de la medicina y de las telecomunicacio- LA TRANSMISORA DE ENFERMEDADES VENEREAS:
nes está cambiando el concepro de st'r humano. El cuerpo huma- ANABELBROWN
no es visto como un artefacto de una era pasada, tal como afirma
el protagonista de La Mosca, Seth BrundJe. quien crea un museo En ViniaM tk dmtro tiL... (1975), Cronenberg pone en
personal con todos los desechos que caen de su cuerpo putrefac- escena el experimenro de un doctor que consiste en inocular un
ro: unas, dientes y traros de carne. Orlan también ha creado su extrano parásito en el cuerpo humano, lo que provoca desenfreno
propio .Museo Brundle de His[Oria Natural,. y ha expuesto en sexual y violencia. El film comienza con una encarnizada pelea
diferentes galerías y museos frascos de su sangre y maceria orgáni- entre un anciano y una jovencÜa vestida de colegiala, aquél la
ca, a modo de mánir de la cirugla plástica. estrangula, le tapa la boca y la extiende sobre una mesa para reali-
Pero si estas artistas utilizan su cuerpo como obra de arte y zarle una extraña autopsia. La desnuda, la abre en canal y roda
como vía de conocimienro, en los films de Cronenberg el cuerpo sus ennanas con una especie de ácido; después se suicida. Se trata
femenino se muestra como escenario donde todo puede suceder y del Dr. Hobbes, un especialista en venerologla, y de su conejillo
como objeto excesivo que se exhibe como espectáculo. Yen eS[e de indias, Anabel Brown. El médico intenta acabar así con el
carnavaJ grotesco, la figura que más destaca. es la de la madre, sig- parásito que ha creado, pero Anabel ha infectado al resto de los
no de la obsesión de Cronenberg por el misterio insondable de habitantes de su edificio a través de relaciones sexuales. Aquellos
los orígenes. Pero pasen y vean cómo el cuerpo femenino es capaz que ban tenido contacto Intimo con la mujer plaga tienen los
de los festines más sorptendentes. Pasen y vean d museo de las mismos síntomas: unos extraños bultos cerca del ombligo, que
obsesiones personales de Cronenberg; paisajes intrauterinos. parecen aumentar de tamano y ~biar de posición. Sufren con-
cuerpos abiertos en ca.nal. fiebre de partos anormales, couvad~. vulsiones, vomitan sangre y expulsan unas horribles larvas, entre
hiperesresia, mutaciones contra natura... fálicas y excrementarias, por la boca.
Son muchos los temas que se ponen en juego: la idea de la
mujer como ser contaminante, el miedo al contagio y la relación
LA MUJER PLAGA emre Eros y Tánatos, donde el disfrute de placeres efímeros con-
duce a la muene. Estos e1ememos nos recuerdan al discurso que
La idea de la mujer como ser que extiende los males, la se enarboló alrededor de la sífilis a finales del XIX. La figura de la
enfermedad y el dolor a toda la humanidad reside en miros tan prostituta fue utilizada como chivo expiatOrio de una enferme-
antiguos como el de la Pandora clásica o el de la Eva de la religión dad venérea que se convinió en estigma sexual y social. Los pin-
católica. Pero la mujer plaga de Cronenberg tiene ti/Hes de [Ores simbolistas y los escritores de la época se encargaron de
modernidad: la una es porradora de un parásito creado en labora- representar a la puta como al ser sucio que agostaba con sus pestes
torio y la otra sufre una malformación provocada por un tras- los cuerpos de los samas varones. William Blake describía la sífilis
plante de piel .morfológicameme neurra,.. como .,Ia maldición de la joven ramera,., mientras Félicien Rops
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LA NUEVA CARNE .."" MONTSERRAT HORMIGOS VAOlIERO
NUEVAS ESPECIES PARA EL PANTeÓN DE LO GROTESCO FEMENINO

(1833-1898) en su obra Mors syphilitica retr.uaba a la mujer


como símbolo del peligro venért:O.

LA PORTADORA DE SANGRE CONTAMINADA: ROSE

La protagonista de Rabia (1 977) es una vampira posmoderna


que desarrolla un apéndJce f.ilico en la axila. tr2S una operación de
cirugía plástica en la poco ortodoxa clínica Kdoid, con el que SUCM
ciona la sangre de SlIS víctimas. Su sed de sangre la lleva a aetear, en
remedos de relaciones sexuales, a todos aquellos que se cruzan en
su camino y extiende una extraña plaga de rabia por la dudad de
Montrea!. F..n la muración de los desmanes de su heroína, Crooen-
berg no nos ahorra el tlpico momentO lésbico de coda película de
V2mpiras que se precie e. incluso. nos muestra a Rose como a Pasí M

fue intentando alimentarse de la sangre de un/a (oro/vaca. Pasífae


es la heroína de la mitología clásica que manruvo relaciones sexua-
les con un hermoso toro sagr.tdo de Poseidón y engendr6 al Mino-
tauro, de ahí que SeJ. ejemplo de 1:l mu~r cuyo signo es el bestialis M

mo. La escena en la que Rose abraza con lascivia el lomo del bovino
nos recuerda a (oda la iconografía de finales del XIX Yprincipios del
XX que representaba y metaforizaba el discurso medico acerca de
las recién descubierras tendencias zoofilicas de las mujeres.
El caso es que en esa. exuaña plaga de rabia. Rose es la porta-
dora que incuba la enfermedad pero que no 12 padece, a modo de
Reina Victoria de Inglaterra, cuyo «veneno de la sangre.4 infectó
a cuatrO cones europeas. Hacia el fin.1l del film. el novio de Rose
le dice a ésta: «Eres tlt, has sido tú"la causante. Tú propagas esta

(4) N05 referimos a la hemofilia, ona enf«mnbd qU( IralUmiu:n las mojc-
IU yP*cOl lolnmnc:s. qO(colUi¡le en la &olu de: pbqutus yen d hccbode <¡\te'
no te coagule la W\gre.
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LA NUEVA CARNE ..", MONT5ERRAT HORMIGÓS VAOUERO NUEVAS ESPECIES PARA El PANTEÓN DE lO GROTESCO FEMENINO

plaga, has matado a ciemos de person2S1'. Para probar la verdad


de la afirmación de su compañero, RoS(' ~ encierra en una habi-
tación con uno de los contagiados, quien la ataca y le provoca la
muerte. La última escena nos muestra a la prQ[agonista tirada
entre despojos e inmundicia, unos perros husmean d cadáver. los
futuristaS operarios recogen su cuerpo y lo tiran al camión de la
basura. Muem.la perra ~ acabó la rabia.
El peligro de Ro~ reside en 13 abyección que supone el no
respetar las fromeras de género y el hecho de ser una mujer fálica
que toma la iniciativ:¡ en d conejo sexual. P~o, sobre todo. dla es
la plag¡t, la sangre contaminante y la vampir.l que necesita repo-
ner sus pérdidas menstruales secando el semen y las energías de
los repr~ntantes dd sexo masculino. la Hgura de la vampira
existe ya en bs culturas más ancestrales, desde la empusa -la vam-
pira griega más amigua-, pasando por las estriges.las harpías y la
Lamia grecorromanas, quienes. además, tienen sus equivalentes
en otras mitologías. La empusa es un C'Sp«Uo infernal del cortejo
de Hécne que tiene predilección por los jovencitos y que, como
Rose, $(' C3racterilól por su gran capacidad de uansformación y
metamorfosis. En Rabia Cronenberg ofrece una explicación cien-
tífica al miro vampírico -31 relacionarlo con la rabia- y se adelan-
ra así a la eclosión del sida en el 825• El vampirismo ha sido mili.

(5) En el film las autoridJ,dcs colnadie~ asegunn qut.st {rala de una epi-
demi.a de rabia pero con ¡ignos muy extr:Uioc el periodo de incubaci6n es muy
ripW:lo, luego le sigue una f3Je de locura y violencia, mis tarde d csrado de coma y. David Cronenbcrg. RPbill, J976
fiM.JmellrC. la mUerrc r.l.pida. ademili lns médicos ¡nvestigadore<; crcc.n que CIta
misteriQ&;l cnfermt<bd st c:onragia por la salivil. Tudos estOS datOS nos recut.rdart el
discuuo alrt<kdordd ~tda: las I~n<u cknllfiC'a' de lo¡ primcros211os dt. invnriga_
ci6n. el p.:Inico social arlle IIn2 enfctmcdad desoonocicU, 1;1$ vfu de OOfllagio r de
tr;I.nsrnisi6n de la enfermcdOld y so alto gr.ldo de dcsHocción. fuu extralb epidt-o
mi.a de. n,bia que se (~."\lagia a tJ1lvá de la ungrr: r del rom'ICto $Ol.ual pUe«': un.ll
mcr.ifora••,,,,,,r t. kmr, del ¡ida.

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L ... NueVA CARNE ...", MONTSERRAT HORMIGÓS VAOUERO NUEVAS ESPECIES P... R~ El PANTEON OE lO GROTESCO fEMENINO

zado en la historia de la litemtura y en el cine como metáfora de


~nfermedades contagiosas, que se expanden illcomrolablem~me
y que transforman al ser humano: desde la peste, pasando por la
srftlis, hasta llegar al sida en la actualidad.
1'amo Anabel Brown como Ro~ nos recuerdan la historia de
Mary la riftca ye! miedo al contagio que supuso la difusión, de for.
Ola distorsionada, de la teoría microbiana en 1890. Dicha leoría
médica descubrió que los causantes reales de las enfermedades no
eran el carácter o los humores, sino los gérmenes, y se desató una
verdadera guerra biológiCl donde la mujer de la clase trabajadora
fue vist:l. como la panadora de las enfermedades contagiosas y
como el principal peligro para la salud de los hombres. En cuanto
a b. Itye:nda de Mary la tifica, Mary Mallan era un:l cociner:l de
origen irlandés que trabajaba para familias norteamericanas :leo--
modas. Cuando fUe confinada en 1915 había dejado tr.u de sf cin-
cuenta y dos casos de tifus, tres de ellos monaJes, entre las familias
para las que había trabajado. Su caso se trataba de una anomalía
médica, ya que era portadora de los gérmenes del tifus aunque ella
no sufrfa la enfermedad, pero Marr la úfica sobrevivió en el folklo-
re como sfmbolo de la mujer transmisora de enfermedades yero-
nenberg hace una referencia directa a este personaje en La MOJea.
También el comportamiento de Anabel Brown y de Rose queda
reducido a la actividad mecánica de la propagación, tamo más exe-
crable porque está relacionado con el COntacto sexual.

David Cronenbcrg. Crombsbma 3, 1979


LA MADRE ARCAICA: NOLA CARVETH

La madre arcaica como único origen de tOda vida está repre·


sentada por la proragonisra de CromoJoma 3 (1979). con su capa·
cidad parrenogenécíca y pagana de diosa prehisrórica para gen~·
t<l.r hijos de su ira. ola es la Hera moderna, pero rambién riene

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LA NUEVA CARNE -1f'I MONTSERRAT HORMIGOS VAQUERQ NUEVAS ESPECIES PARA El PANTEON OE lO GROTESCO FEMENINO
=--
ml~ch~ de histérica de Chareor. Está encerrada en la clínica psi. animal existen cierras insectos que se reproducen de forma parte·
qUlárnca del doctor Raglan y sometida a una técnica novedosa nogenética- o como perra que lame a su camada. Pero el verdade~
para tratar enfermedades mentales denominada psicoplasmia. ro peligro de Nola reside en su poder para gestar de forma parte·
Mediante este tratamiento el doctor Raglan pretende que en sus nogenética, es decir, sin la intervención del padre. El argumento
pacientes aflore el odio al exterior vía estigmas corporales. pero lo de Cronenberg es una nueva conrextualización de una obsesión
que nadie ha previsro es el enorme potencial de Nola para generar que ya se rastrea en la mitología griega. Los bebés monstruosos de
ffsicamente los monstruos de su inconscienre. Unos niños defor- Nola nos recuerdan a los hijos de Hera célibe: Tifón es un gigante
mes con una fuena sobrenatural y un aspecto abominable. que con el cuerpo cubierto de plumas y serpientes, mientras Hefesto
v:n en bl~nco y negro, tienen el labio inferior leporino y el supe- destaca por su extremada fealdad y por una constitución flsica
nor hendIdo. la lengua rígida (por lo que no pueden articular muy pobre. Los engendros de Nola llevan a cabo sus fanrasías de
palabras), endas en forma de pico y una bolsa alimenticia emre venganza y son anrisistema como lifón, quien, como héroe de la
los omoplatos. Pero lo que resulta todavía más extraño: carecen representante del matriarcado. debía destronat a Zeus, el gran
~e ór~anos genitales y de ombligo. es decir, son abyectos por patriarca.
mclaslficables y no han nacido como seres humanos. La mujer, una vez más, se muestra como monstruosa por
La incógnÜa sobre la gestación de estos seres es desvelada su capacidad generativa, así como por su deseo de crear vida sin
hacia el final de la película, cuando Cronenberg nos muestta la la intervención de un padre sociológico y por el hecho de tener
escena en la que Nola rompe con sus propios dientes la placenta .demasiado.. poder sobre su descendencia. Esos hijos sólo de la
de su matriz extramerina para que pueda salir su pequeño engen- madre no son más que copias inexactas de ola, quien incluso
dro. La matriz de Nola. además de su bebé mutante, contiene pasa la mala semilla a su hija natural: Candy. Al final del fiJm
todo ripo de desperdicios e inmundicias, sangre y pus; como ya vemos cómo la pequeña ha heredado su destino de mujer
apuntó San Agustín, los niños vienen al mundo imufiuwet uri- monstruosa cuando Cronenberg nos muestra los estigmas que
nas, suficiente para que la mujer tenga que buscar su salvación en empiezan a aparecer en el braw de la pequeña. La fertilidad
el más allá. Pero no sólo el parro denota anormalidad. la gestación sobrenatural de las Carveth parece una enfermedad femenina
es un asunto de horas y los nacidos alcanzan la estatura de niños de transmisión gen~tica.
de 5 años inmediatamente. Además, éstos son violemos autóma- OtrO ejemplo del temor a la madre arcaica lo enCOntramos
tas que cumplen los designios maternos: asesinan al padre y la a
en el film fA/im. octllVO pasajao de Ridley Sean (1979)1 en la I
madre de Nola Como venganza por una infancia de malos traros. saga subsiguiente/donde el monstruo alienígena con su prolífica (
Nola es anima!izada 6 , mostrada cual abeja reina --en d reino camada es usado para connOtar el miedo a la capacidad generado~ ,

(6) Oua rq>l"C$("fllafl": <k la mujtr flaluralaa a b prot3goflisu lit lA Mf1ICiI.. en ~ b angustia de Verónica ame su prditt, ~Io quicIO f~ de- mi C1.lcpo (m)
Cuafldo 6113 K emtta de que: e51:f. embaln.:lda de Scth Brundlc: tiene una horribk podtú ha~1 roalquicl cosa aqul ademro-.le dicc a su o: novio cu=do h:ibl:in de:
pesadilla e:n b que: está dando a IUl: a una asquc:rosa larv3 gigame. Cromn~rg pone b pa'libilidad de un abortlt.

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LA NUEVA CARNE ~ MONTSERRAT HORMIGÓS VA~UERO NUEVAS ESPECIES PARA El PANTEÓN OE la GROTESCO FEMENINO

Lr.! femenina. Ya en la primer.! entrega, Ridler Scon nos sirúa ante el protagonista del film, introduce la cabeza en la boca virrual de
una abyecta imaginerfa intr.!uterina basada en el trabajo del arris- Nicki queda pate.nte de nuevo la obsesión de Cronenberg por la
ta suizo H.R. Giger. Cuando llegan a la extf<liia nave desde la que estrecha relación entre sexo y muerte, en una escena a modo de
la Nosrromo ha recibido las señales de socorro, uno de los miem~ felación y de penetración con peligro de castración por mordisco.
bros de la expedjción, Kane, desciende a una especie de cueva La metonimia de Nicki nos recuerda al sexo de la diosa Cea, que
pringosa y se encuentr.! en una cámara cerracb y repleta de hue- amputó el falo de Urano de una dentellada durante d coito, así
vos con una capa de niebla cubriéndolos. La Madre Alien y su como a las vaginas dentadas tan del gustO de los surrealistas. En
elevado número de huevos dispuesros a eclosionar nos recuerda a realidad, quien mordió el pene de Urano fue Cronos desde la
la figura de la Mujer Arafia de los navajos, creadora de todo lo matriz materna. Urano sometía a Gea a un coito ininterrumpido
vivo. La arafia, como la Madre A1ien, es un animal ovfparo que se que no le permitía parir a su camada por miedo a que alguno de
mulriplica de forma prolífica. sus descendientes le destronara. Cronos mordió el falo de su
Pero existe un parásito, el nemawdo hembra. que wdavía padre y permÜió la salida de todos sus hermanos de la vagina
nos recuerda más a la Madre A1ien, por cuamo ha desarrollado taponada de Cea, pero la diosa ha quedado como ejemplo de la
una forma de gestación muy peculiar en condiciones muy adver- vagina castradora.
sas y porque necesira de anfitriones humanos. aunque habirual- icki Brand, personaje interpretado por Deborah Harry
mente utiliza a los animales. El nematodo hembra, cuando se -más conocida como Blondie-, aparece represcmada como un
encuentra en vida libre y bajo condiciones ambientales favOf3.- súcubo electrónico, cuyo gUStO por los látigos y las agujas nos
bies. mantiene relaciones con el macho y produce huevos de for- recuerda el trabajo que realizó Giger para la porrada de su disco
ma prol1fica, ~ro cuando las condiciones son desfavor:a.bles es la Koo-Koo en 1981. El artista suizo utilizó una fotograBa de la
hembr:a.la única que tiene vida parásita reproduciéndose paneno- cantante y la convinió en ,,~ina de los Punks., atravesando su
genética.menre dentro del organismo vivo que ha seleccionado rostro con cuatro agujas enormes de acupuntura, y colocándole
par:a. desarrollarse. un tocado faraónico-tecnológico, a modo de diosa futurista con
reminiscencias ancestrales. La primera vez que vemos a Nicki
Brand en el film es en una pantalla de televisión, y lo mismo
LA DOMINATRIX y su VAGINA DENTADA: NICKI BRAND ocurre con la secretaria de Max Renn. Mujeres virtuales cuyo
signo es la representación yel simulacro, idea que entronca con
El claro exponcntede este arquetipo es la Nicki de Videodro- la visión de la feminidad como mascarada, como artificio, como
me (1982) a la que producen placer las relaciones sadomasoquis. pose; lo que más tarde viene demostrado al feminizar el cuerpo
(as y cuya boca en la pantalla de televisión es un claro ejemplo de deM.><.
vagina dentada y de umbr:a.1 a un mundo de sadismo y violencia
sexual. Nicki Brand es una periodista radiofónica a la que le gusta
apagarse cigarrillos encendidos en el cuerpo. Cuando Ma.x Renn,
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LA NUEVA CARNE ...", MONTSERRAT HORMIGOS VAOUERO NUEVAS ESPECIES PARA El PANTEÓN DE lO GROTESCO fEMeNINO

mutable. incita a Max desde la pantalla dd televisor a continuar


su transformación y le dice: .Para convenine en Carne ueva
GENITALES DESPlAZAOOS primero tienes que matar a b. vieja.. y« 10 temas dejar tU cuerpo
moriu. Entonces Max se suicida al gritO de: ..Larga vida a la ue-
Como ocurre en Rabia con el órgano fálico-vaginal que le va Carne•. Lo destacable es que el cuerpo que sirve de' lienm par<l.
sale a Rose en la axila. en VidLodromuncomramos oero ejemplo representar la orgfa entre lo orgánico y lo inorgá.nico sea un cuer-
claro de genirales desplazados. de abyecta mezcla de gt:neros y de po estigmatizado con una enorme herida vaginal.
visión del sexo femenino como algo repulsivo. La asquerosa vagi-
na puntiaguda de Rose. a modo de cabeza de Medusa como
monstruosidad que petrifica, conlleva la idea del sexo femenino El HOMBRE QUE JUEGA A SER MUJER: SETH BRUNDlE
como demento que infunde rerror. Por otra pane, a la vulva
femenina se la ha visw como a una llaga sospechosa, tal como En La mosca (1986), David Cronenbcrg se centra en los
pone en escena la raja vaginal que le sale en el estómago al prota- peligros de la m:Hernidad tecnológica y en el abominable alcancc
gonista de V'ulMdrom~y por la que le introducen cintas de vídeo y de los experimentos genéticos. así como pone en escena la &nta-
un objem tan F.Uico como es un revólver. sla masculina de autogeneraci6n. El científico protagonista. Seth
Max Renn en un ser feminizado que nos recuerda a la diosa BrundJe. ha creado un invemo que, según él. cambiará la historia
Baubo'. así como uno de los miximos e:xponemes de la Nueva de la humanidad: la [deportación. El invento consiste en desinte·
Carne que represenra en su propio cuerpo la copula entre lo orgá- grar átomo por átomo la maleria para volver a integra.rla median-
nico (cuerpo humano) y lo inorgánicQ--tecnológico (las cimas/la te dos cabinas que' d denomjna telepodos y con la ayuda de un
piStola). La primera va que Max introduce el revólver por su ordenador central. El científico sueña con un útero de' cristal en
hendidura estomacal. 6¡te desaparece. como si la vagina mons- el que darse «vida. a s{ mismo. t.1 mismo decide probar su inve~­
truosa se lo hubiese tragado. La figura de Max. como hemos tO y se coloca desnudo dentro de uno de los telepodos. una cabi-
dicho, es feminiuda y mosuada como pasiva. ya que recibe en su na de cristal de aspecto futu.rista. Se trata de un renacimiento
seno las cintas que gobiernan sus act'Os en remedos de violaciones simbólico sin intervención materna y sin sangre, en la asepsia del
continuas de su cuerpo. Barry Convex le djce ames de insertarle laboratorio. Pero algo sale mal, cuando Brundle está. telctranspor-
la cinta: ~quiero que te abras, ábrete a mí.... Pero esa vagina COI/Ira tándose una mosca se cuela en el te!epodo y el ordenador central
natum no sólo es capa7. de engullir, también puede parir pistOlas rcaliza. Wla mezcla genética entte éste y la nlOsca. La maternidad
donde se mezclan de forma obscena d metal y los fluidos. no narural da lugar a un ser inclasificable, a una aberración gené-
Hacia el final del film Nicki. representante por mujer de lo tica: BrundlemDsc3. tI mismo le dice a Verónica, la protagonista
femenina del film interpretada por Cena Davis••Me estoy coo-
(7) la diosa Baubock 1", mllologb P'Oep ~ repracm<lba con d VIO'nn., (xi- virdendo en algo que no ha existido nunca....
r>Q(!Q, a decir, cun 1<1 an en d ICKSO.
Cronenlxrg lllC7.da los adelantos n.-enológicos en matena
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LA NUEVA CARNE ..", MONTSERRAT HORMIGOS VAOUERO NUEVAS ESPECIES PARA El PANTeON DE lO GROTESCO FEMENINO

genética con leyendas ancesrrab sobre el caldero de la regenem~ aumentar de tamaño p3r.l. acoger ala matriz, pero el de C1aire es
ción, muy comunes en la mitologfa edra y que nos rraen el eco de la quintaesencia de útero abyecto. Sus tres entradas condenan a
la magia de Medea. Seth Brundle le dice a una prostirurn que su portadora a al e5[erilidad y, por tamo, a la anormalidad -recor-
conoce en un bar: «Construyo cuerpos (. ..) los desintegro y los demos que la esencia femenina está basada en su capacidad para
vuelvo a juncar>!. y también le recrimina a su chica: «{Iienes miedo traer hijos allllundo-. Ella misma está aterrada ame el hecho de
de ser dcslruida y [(."Creada?" Las brujas celtas emn Clpaces de rege- ser perpetuamente una niña.
nemr la vida que había muerto gracias al caldero donde cocinaban Como señala Barbara Creed en su excelenre artículo sobre
la mareria y la maga Medea, la bruja de Cólquide. despedazó a un Insrparabks (1988) .:Phallic panic: male hysteria and DMd Rin-
Clffiero anciano. lo colocó en un caldero y. tras hervirlo. lo dl"Vol~ gnn>'. Cronenberg nunca llega a representarvisuaJmente el útero
vi6 a la vida rejuvenecido. El caldero siempre ha sido un símbolo de tres cervices ya que es irrepresentable, no existe en la realidad,
para representar al útero materno y Seth juega a ser mujer gracias a sólo en la fantasla. Para Creed la figura de la trifulca extiende sus
la ciencia. El invemo de Sem es un ejemplo más de uno de los mlees en el terreno del mito y de la simbología del número tres
mayores sueños científicos de todos los tiempos: la capacidad del -relacionado con la figura femenina en su aspecto mágico o
hombre de controlar el origen de la vida humana. ~I incluso le sagrado-. C1aire, con su (ripie cerviz, es como la triple diosa
recrimina a Verónica el hecho de que ella no le ha descubierto los mitológica, la guardiana de la entrada al útero como lugar sagra-
misterios de la vida, cuando enfildado le espeta: «¿Seguro que crees do. Pero además, C1aire es una figura fantasmática maternal. En
que tú me descubriste los secretos de la carne?"s. la pesadilla que tiene Bev, donde Claire rompe a mordiscos el cor-
dón umbilical que une a los gemelos Mande, ella es la madre
monstruosa de la castmción simbólica. C1aire es peligrosa porque
LA MUJER QUE TENíA UN ÚTERO MONSTRUOSO: CLAJRE NIVEAU les muestra su diferenciación, incita por una parte a Bev al consu-
mo de drogas 10 , pero. además. es la figura de la madre que apare-
Todo iba bien en la vida de los hermanos Manue, prestigio-- et como recordatorio de la angustia de separación que supone el
sos ginecólogos de alta sociedad, basta que apareció Claire nacimiento.
Niveau, la guapa actriz que esconde dentro de sí una anomalía Pero si los hermanos Mande están interesados en Claire es
monstruosa: un útero con tres cervices. EJ útero femenino ya es justamente por esa malformación que la condena a la esterilidad.
contemplado como monstruoso por su capacidad para mutar y El tema de la infertilidad femenina también aparece en Scanners
(1981), film que, además. se centra en los peligros de la intromi~
(8) W.uc Mary B. Dmpbdl, .BiologicaJ Alchemy and the film$ of David
Cronenberg., en Barry Keith GDm (<:d.), Pi4nlts(Jf "1IJl1".
Ess.ys (Jn t« hoTT(J,fl/m, (9) &rhan Creed, ~Phallic panic: mak hysu:ru aOO [k.u/ Ringrn., x"m,
~ndon, The Saorecrow PIl:$$. 198-4. En dic:ho (f;¡Nojo la aU!Of;ll habla del a1qui- Vol. 31, n·2, vcl1u'lQde 1990, ~ 125·146.
ml$Cl como de un JaCCrdou: que OflCi.lNo y con~b,¡ 105 rituab reproductivo¡ en (10) Otro penoruajc femenino de Cronenberg que consume drog;u e indoce
lugar de, la nalunleu e infundía d espirilO que infOnTl3ba y :miouba a la m.ueria al consumo de bru es b joan Lec de Almunulf' JmtudB (1991), J)(1'$(Nl,1;e imer-
muerta. pll:l..oo poI b acIri¡;Jud)' I);¡vls.

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LA NUEVA CARNE 4ff MONTSERRAT HORMIGÓS VAQUERO NUEVAS ESPECIES PARA EL PANTEÓN OE lO GROTESCO FEMENINO

sión industrial en la reproducción. EJ Dr. I)aul Ruth fertiliza a durante la comida. Desde el Levítico se ha relacionado la sangre
una serie de mujeres con una sustancia denominada Ephemerol, femenina con los fluidos abyectos y se la ha equiparado a enfer-
lo que conviene los fetos de éstas en telipam. Cerca del final del medades venéreas como la gonorrea. Ya se sabe que la sangre
film descubrimos que las preñadas de [Oda el país han sido [«na- femenina y la comida han de estar lo más alejadas posible. ya en
das COIl esta droga y que sus fe[Os son scanners, ¡mentando desde culturas ancestrales'! se guardaban de alejar a la mujer de los ali-
el útero entrar en contactO (e1epático con Otros scannen. También mentOS y de los útiles de cocina por el peligro a la contaminación,
en Crimes ofrht fururd1970) el uso de una sustancia cosmética, y actualmente todavía se puede oír el ridimlo comentario de que
creada por el Dr. Amaine Rouge, extiende entre las mujeres una las mujeres menstruantes que intentan hacer mayonesa sólo con-
enfermedad Uamada «mal de Rouge.. que les impide procrear. En siguen que ésta se les cuaje.
Inuparables Bev y Elliot son ginecólogos expertos en curar la Todo en e! film gira en torno a la ginecología, desde los eré·
infertilidad femenina. En es(e film los padres son los científicos ditos con los dibujos y esculturas de Jacob RuefT, Andreas Vesa-
-ni siquiera aparecen los progenitores de los Mande- y el éxito de lius y Ambroisc: Paré sobte anormalidades uterinas y nacimientos
los nacimientos depende de que éstos descifren los misterios de la monstruoSOS, hasta los diseños quirútgicos de Bev para operar a
vida; de ahí el gUStO por la autopsia. La autopsia del cuerpo feme· «mujeres murantes•. En la historia de la obstetricia, desde que en
nino está preseme en los dos prólogos del film, en el primero, los el siglo XVI se pasara de las manos de carne -las de las parteras- a
pequeños Mande aparecen diseccionando un modelo anatómico las manos de hierro, una gran cantidad de instrumental ginecoló-
femenino cuyo diagnóstico es operación intnovular. y, en el gico ha sido utilizado para explorar el interior femenino bajo la
segundo. vemos a los gemelos en la universidad de medicina y coartada de! adelanto científico y de la mejora de la asistencia en
ame el cadáver abierto de una mujer. los partos. El fórceps. en realidad, sirvió para expulsar a las coma-
Queda claro que los únicos hombres interesados en las pro- dronas del último bastión que les quedaba en la fortaleza de la
fundidades del abismo femenino están desquiciados o. mejor. a medicina: la obstetricia, y. de nuevo, e! control de cuerpos y
medida que se acostumbran más a contemplar el continente almas quedó en manos masculinas. Una vez prohibido e1.u~o del
oscuro del que hablara Freud, va aumentando su desequilibrio fórceps a todos aqueUos que no fuetan cirujanos y prohibida la
psíquico y espirirual. Nos recuerd2 a la denominada «psicologí2 práctica de la medicina y de la cirugía a las mujeres al promulgar
de los ovario$ll. por 12 que los médicos dd siglo XIX estaban con- leyes que nos la dejaban entrar en las facultades. el control ~~re
vencidos de que tOdo tipo de anomalía física o trastorno de la la vida quedó en manos de los médicos varones. la nueva religión
personalidad de la mujer podía ser atribuido a un mal funciona· de la época.
miento del útero. Cronenberg parece querer demostrar que la También Bev parece un gurú con su túnica roja de operacio-
histeria de los Mande tiene su origen en la contemplación del
útero de Claire. Lo normal es actuar como hace el managtrde la (11) Vbsc Muy Douglas. /',m? ",,¿ danf"'- London. ~nguin Sooks.
actriz, que ha de levantarse de la mesa con gesto de asco cuando 1<)66; y Jean.Paul Roux. La um!". MUf)s, si"'HÚH' rt,,/iJaiÚs. Barcelona. Edicio-
ésta y Elliot comienzan a hablar de su útero y de su menstruación no l'cnín$ula. 1990.

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LA NuevA CARNE 4ft MONTSERRAT HORMIGOS VAOUERO NueVAS eSPECIES PARA EL PANTEON DE LO GROTESCO FEMENINO

oes, a modo de Yahvé, Dios capaz de dar hijos a mujeres con la hin, Marcie Frank13 retoma la idea de Freud acerca del semjmien~
menopausia y de castigar con la infertilidad a las jóvenes díscolas. ro oceánico como el sentimiento del infame en el seno de su
Bev dice en un momemo del film refiriéndose a su trabajo y al de madre, cuando no distingue el ego del mundo externo como
Ellior en la clínica: IlHacemos fértiles a las mujeres", Por otra par- fuente de sensaciones emrando en él. El sentimiento oceánico en
te, el insrrumemal ginecológico que diseña introduce lo arcaico, el caso de los hermanos Mande viene inducido por el consumo
lo preciemffico, lo mítico y lo brujeriJ. Estos objetos fetiches de drogas -de ahí que incorporen a la madre de una manera aro-
parecen más insrrumemos de tortura que material m&iico, tal ficial-, y connotado con ese azul de pecera de su apartamento.
como lo fueron aquellas cucharas de hierro que se introducían en La obsesión por saber acerca. de esa primera y última casa,
el útero y que, al no respetar la forma curva de la cerviz, produ- que es a la vez útero generador de vida y tumba reabsorbente,
dan desgarra.mientos imernos en las mujeres. Dentro de estos también es recogida por el padre del psicoanálisis en sus escri-
objetos fetiches del deseo de Bev, destaca el diseño número cinco, tos. Freud habla de una fantasía de existencia imraurerina, en la
ese que parece la pata o el aguijón de algún inseao, y que, sor- que los sujetos imaginan un viaje de regreso al útero materno
prendemememe, se parece a la valva. sencilla Auvard con peso de donde visualizan el aero sexual de sus progenitores o el momen~
plomo, un instrumemo ginecológico anunciado en el catálogo de tO de su concepción. Dice Georges Devereux en La vuLva mífi~
I~ Hartmann y en el que Marcel Duchamp pudo haberse inspira.- ca que sólo existen dos vías para representar/acceder al sexo no
do cuando pimó la MariÜ 12 • visible de la mujer: introducirse por la V2gina y regresar al lugar
de donde se ha salido, vía que tiene mucho de prácÜca inces-
tuosa, O el marricidio: ,,$e trataría de regresar, de practicar un
PAISAJES INTRAUTERINOS Y CUERPOS ABIERTOS EN CANAL corte para mostrar ese sexo, una especie de extro-vaginación
. . )lt" .
(h ors-vagmauon
En Ins~parabks, Cronenberg muestra a las claras su obsesión En las últimas secuencias de /nstparabks, vemos a los her-
por investigare! enigma de la feminidad, así como deja patente su manos Mande hacia el final de su camino de drogas y desimegra~
angustia ante el origen de la vida. Le viene de maravilla la figura ción personal. En su viaje de retorno al vientre materno, aparecen
de los dos ginecólogos para realizar una serie de recorridos caracterizados como dos niños pequeños que celebran su cum-
imrauterinos físicos y metafóricos. Por una parte, la imaginerfa pleaños con pastel y naranjada. Beverly le pide a Elliot helado 1I0~
ginecológica y las exploraciones en los cuerpos de las paciemes y, riquC3ndo y éste le dice .no tenemos helado Bev, mami se olvidó
por Otra, el apartamento de azul de acuario para hablar de esa de comprarlolt. En un aparlamento lleno de restos de comida, de
casa-útero, donde los protagonisras se encierra.n al final de la pelí- suciedad e inmundicia; llevan a cabo un ritual de asesinara -nad-
cula en busca de su renacimiemo. En su artículo sobre Ins~para-
(13) Vbst:; Marde Fr:l.nk, •The eamer:l. and (he $p«ulum: David Crooen-
(12) V~~ cllibro do:.Ju.ao Anlooio Ram/rn, Duth.mp rlamor J ¿, muV"tt, lx:rg's Dlad Ri~, PMU, Vol. 106, nO 3. ~yolk 1991, pigs. 459-570.
¡'Id..,,,. Madrid, Siru~. 1994, píg. 193. (14) G. Dc-.1ereux. 1.4 VII/lid ",Itinl. fbrcc:lonOl. leariOl, 1984, pig. 170.

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LA NUEVA CARNE 4If MONTSERRAT HORMIGOS VAOUERO NUEVAS ESPECIES PARA EL PANTEÓN DE lO GROTESCO FEMENINO

miento, que en realidad es un deseo de reunificación. Aunque acrílicos titulada Pasajndel artista suizo H.R. Giger. donde un
en un principio parezca que el pano~muerte de Elliot -provoca~ recolector de basura alemán se muestra como la entrada a la
do por la incisión que le hace Bev en el vienrre con el "tractor vagina de la mujer.
Mantl~. es un intento de destrucción de la madre para poder La nave~planeta alienígena con la que se topa la Nostromo
acceder a la individualidad; la realidad es que Bev no puede en Alien. el oetallo paJajtro es un lugar inhóspito. con una 3tmóS~
soponar su existencia separada de su gemelo. fera densa y brumosa, "casi primordial». y el frío demasiado
Este pano violento es la representación de una fantaSía mas~ intenso para soponarlo. Los miembros de la expedición. a modo
culina y su imposibilidad: La habilidad del hombre para darse de espetmatoz.oides con sus escafandras blancas. pasan por unas
nacimiemo a sí mismo sin imervención del cuerpo de la madre. entradas vaginales monstruosas hacia lo desconocido. La estcuC-
Bev imenta crearse a sí mismo desde el cuerpo de Elliot. lo que rula interna es .. muy difícil de describir» y consta de multitud de
tiene mucho de envidia dd pa.no. pero además. destripa el cuer~ pasillos viscosos y oscuros. Allí parece mezclarse de forma abyecta
po de su hermano par.l descubrir el misrerio de la gran diferencia lo orgánico y lo inorgánico. el metal y lo viscoso. En ese amasijo
entre hombres y mujeres. tal como señala Marcie Frank en su encuentran formas de vida extraterrestre fosHizadas y lo que pare~
artículo sobre fns~parabks. Barbara Creed, par otra parte, en su ce ser una ancestral momia femenina. Más tarde descubren la
artículo "Phallic panic: male hysteria and Drod RingtrP> habla de cámara repleta de huevos. Tanto en este film como en la obra de
la histeria masculina relacionada con las ansiedades y los miedos Giger se muestra el interior femenino como una mezcla abyecta
masculinos acerca. del útero como lugar de abyección y de envi~ de biología y tecnología. y también como basurero. lugar de des~
dia. Para la aurora. en la ciencia ficción la hisreria masculina ha paJos y restos.
tomado la forma del couvatÚ. Pero en el caso de los hermanos También existe una vertiente más cómica para acceder al
Mande la búsqueda de los orígenes resulta tcágia. misterio insondable de los orígenes y es el trabajo de diferentes
Ya sea vía peregrinación de r~reso a la marriz o vía aU(Qp~ anistas como son Annie Sprink1e y Niki de Saim PhalJe. La ptr~
sia. la famasía de existencia intrauterina está representada en [orrnanctrfeminista Annje Sprinkie orquestó varios espectáculos
muchas pellculas de género fantástico. así como en otras formas bajo el nombre Public Cavix Announcnnmt{Espuuiculo público
de ane. En lo que al cine de terror y de ciencia ficción de las últi~ dt cutlÚJ uttrino)15 en el que invitaba a los extraños a que explora~
mas décadas se refiere. se han multiplicado las entradas a la pri~ sen en su interior con limerna y espéculo vaginal incluidos, en un
mera casa, simbolizadas por oscuros y estrechos pasajes que lle~ imemo por desmitificar el cuerpo femenino. En cuantO a Niki de
van a una habitación central, ya sea un sótano o el imerior.de Saine Phalle. escultora y arquitecto fantástica. creó en 1966 Hon
una nave. Esta vuelta al vientre materno suele venir connotada ("ella.. en sueco). una enorme esculrura habitable de 6 metros de
por lo abyecto y lo desconocido. como un monstruoso laberinto airo por 27 de largo y 9 de alto. Esta giganta tendida boca arriba.
para acceder a un mundo donde todos los peligros acechan. Los
accesos vaginales a la nave~planeta alienígena de la primera (1'» Véuc en libro de lind2 S. KauffTm.nn, Mfl1my~. htllliUWffl
entrega de Alitn son un ejemplo. como también lo es la serie de 1.1 cult/llTllld.", ((1lltnPlf'('yil1UOL Madrid, atcd~ 2000. pág. 86.

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LA NUEV.... CARNE ...", MONTSERRAT HORMIG6S V....OUERO NUEVAS ESPECIES PARA EL PANTE6N OE LO GROTESCO FEMENINO

despatarrada y pimada de: colores, fue instalada en la sala princi.


pal dd Moderna Museet de Estocolmo. Los visitantes entraban
en Hon por una puerta situada entre sus piernas y descubrían un El FANTASMA MASTURBATOAIO: SONG ll·llNG
cine de 12 localidad~, una galería de arte, una cafetería, máqui-
nas expendedoras. música y un acuario. En M. Butt"fl,(1993) Cronenberg nos presenta la idea de la
mujer como proyección de las fanrasías del hombre. El protagonis-
ta. René Gallimard, se enamora de una mujer oriemal para descu-
LA MUJER ARTIFICIAL briral ftnal de la película que se trata de un espía chino que tiene el
cometido de enamorarle para sacarle información. Desde el
Orro arquetipo sobre la feminidad muy exrendido es el de comien'LO del film se mllcstra la feminidad comO un simulacro. La
la mujer construida por el hombre y. por ello, mucho más per- primera V€:l. que René ve a Song es sobre un escenario, inrerpretan-
fecta que la mujer natural. De nuevo nos enconrramos anre el do la ópera de Puccini Madam~ Buttnf/y. Song lleva un quimono
mito de Pandora COIllO rrampa de acero sin escaparoria posi· blanco sobre el que Gallimard proyectará. como si se tratara de un
ble l6 y de todas aquellas Galateas. desde la de Pigmalión hasta lien'LO en blanco, todas sus f.mtasías sobre la feminidad.
llegar al cyborg, como creaciones artificiales del hombre-siste- René no llama a Song por su nombre, sino que se dirige a
ma. Esras mujeres artificiales suplen lo que más se ama o, lo ella como Madame Bunerfly, nada extraño si tenemos en cuenta
que ~ lo mismo, lo que más se teme, son imágenes idales que que está enamorado de un ideal de abnegación y sumisión feme+
el hombre crea para su propio disfrute. Ya se sabe que el cuerpo nina. no de una mujer real. Es muy sintomático el hecho de que
femenino ha sido utilizado como vasija e icono que el hombre sea un hombre, aunque esté n=presenrando el papel de una mujer.
ha llenado a su alHoja a lo largo de siglos de historia y quc=. en la quien diga en determinado momentO del film: ..Sólo un hombre
actualidad. el sexo.género fc=menino está moldeado por las tec- sabe cómo se supone debe acruar una mujer-, y ~ cierto, ya que
nologías de poder. e! sexo femenino como género ha sido designado por el Otro. La _}
feminidad no es una esencia o algo inscrito en el cuerpo sino un
deber ser social de la mujer. Tal como dijo Si mane de Beauvoir:
tlno se nace mujer, llega una a serlo», por tanto, la feminidad es
un proceso, un llegar a ser impuesto por tecnologías sociales. El
fJm del direct'Or canadiense recoge la idea de que sexo y género
(16) Se {('ala de mujeres mednkas que, en muchas ocasiones, esconden el no son atributos originarios sino medios de represemación y
e
peligro delris de $U belleu mentirou. Aqul en(f;l(la la Olimpia de !xJmb"d, ¿, . J" .
aurorreprescntaCl'6 n SOCia
• rmll de Hoffmann, la andreida HaJaly de út Ew Futllrll de Villiers de L'lsk

Adam.1.a Faba Maria de Mm'4fHJlis(F. Langl, o tu adavas saua.les de all1l Ittnolo-


glade BLukRJ.mu-r(RidleySoou). Vbsc: Pilar Pcd~, MJqJ/iMlhllm4r. Smrun (17) Vbsc: Michul Fouauh, HistorUl lÚ ¿, ~luúul. Siglo Veinfiuno,
tkl~p;rrífwi4l M~rid, Yaklcmat, 1998. M;l({rkl, 1992. Tambil!n Gayk Rubín y $U ardculo tilUlado .E1,r.l.rlCO de mute:n:s:

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LA NUEVA CARNE ...tJIf MONTSEARAT HORMtGÓS VAOUERO NUEVAS ESPECIES PARA El PANTEÓN DE lO GROTESCO FEMENINO

Cuando René descubte: la verdad sobre su amada se da cuen~


ra de: que: su sueño se desv.mece, no en vano Song le ha dicho al
separarse de él en China: ..esos días junto a ti fueron los únicos en
que existí de ,·erdad.-.. Ge en la cuenta de que su M2dame Bur-
rerF1y no h2 sido más que un f,uuasma masrurbatorio y reconoce:
..Soy un hombre que amab2 a una mujer creada por un hombro>.
Al final del film. en su represenración dentro de 12 cárcel djce ..He
conocido y sido 2mado por la mujer perfect21t, y queda claro en
su disomo que su ide1 de 12 perfección femenina está relacionada
con d sacrificio. el masoquismo y el suicidio voluntario. ti acaba
siendo el espejo de la mujer ideal que II~ dentro de sí y se suici-
da ame el público carcelario y escuchando las notas de Madam~
Buttnf/y.

EL CYBOAG COMO OBJETO DEL DESEO: GABAIELLE

Gabrielle,la joven con piernas ortopédicas de Crash (1996)


-interpretada por la inquietante Rosanna Arquette-. es un ejem~
plo de la mujer arúficial más posmoderna. Gabrielle despierta
fascinación morbosa entre Vaughan y James Ballard porque su
cuerpo es una fusión de carne y metal que pone en juego un !lue·
va tipo de sexualidad. Las prótesis de sus piernas, una mezcla de
plástico, cuero y metal, nos llevan hasta la noción dd eyborg de
Donna Haraway'8. El eyborg es un organismo cibernético de

notas sobre 1:l "cconomra polhica~ del $tJlO~, RrvisM Nu/va IflltrrJpD!JJgfÚ, n(> 30,
México, nO"iembrc dc 1986; ]udith Butlcr, CtlJdtrtrqublt, Ftminism ,md the JUb·
David Crom:llberg. M. Ruturfly, 1993
/Nf1il)rl Dfidtntíry, Nuev::l York. Roudcdgc, 1990; Tc~ dc uur(:(i$, ,Thc tcchno-
logy of geodcp', en TtdmofqgitJ D!ltn4rr: tsJ4Js /In throry. jilm ami ji.nfm. 6100-
OllOgtOn, tndi:lI1a Uni~r$ity Prcu, 1987.
(18) VbK Donna t-br.,¡way C¡'t1f(W, ""'Js J nrujtrtJ: IR mnwnnón tk 14
natumb. &licioncsChcGt:>., Madrid. 1995,

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LA NUEVA CARNE ..", MONTSfRRAT HORM1G6S VAOUERO NUEVAS ESPECIES PARA El PANTE6N DE LO GROTESCO FEMENINO

autorregulación. cuerpo hecho de partes heterogéneas -humanas


y animales o mecánicas-, inacabado)' que no se cietra a su torali-
dad. En realidad todos somos cyborgJ. es decir. scres planifiéados
por las tecnologías sociales. en un continuo proceso de llegar a ser
yen una relación de dependencia con la máquina, que, en ocasio-
nes, llega a ser parle de nuestra naturaleza.
Gabrielle es un ejemplo de culto a lo posthumano y de
borrado de los dualismos úpicos de la culrura occidental, su cuer-
po es una mezcla de lo biológico)' lo mecánico. de lo natural y lo
artificial. CraslJ plantea la gran encrucijada episremológica que
supone .la remodelación dd cuerpo humano mediante la tecno-
logía... Esta scntencia de Vaughan nos recuerda a todas aquellas
formas artísticas que defienden la prótesis y que ven al cuerpo
humano como objeto a superar. Pero CraslJ también bebe de
fuentes más antiguas y tiene mucho de contemplación erótica de
la mujer muerta como objelO de deseo. En determinado momen-
to del film Vaughan le enseña a BalJard su colección de fotos de
accidentes de tráfico y le muestra el de Gabrielle. La mujer próte-
sis es objeto del deseo, no sólo por su lerarologfa (ella misma dice
en un momento del film: .Quiero saber si puedo encajar en un
coche disenado para un cuerpo normal...), sino porque es contem-
plada como casi cadáver, con un collarfn y repleta de sangre en d
asiento de su coche. En la escena en la que Gabrielle practica sexo
con Ballard nos damos cuenta de que lo que verdaderamente le
vuelve loco a éste es la enorme cicaniz que la guapa rubia tiene en
el muslo. La cámara nos muestra cómo Ballard le rompe las
medias de rejilla y comienza a lamer esta herida vaginal. escena
que tiene mucho de fetichismo y de despla?amiemo de la allgus~
tia de castración: Gabriellc es la castrada, la coja y la portadora de
David Cronenberg. Crash, 1996
la herida.
En cuanto al arquetipo de la mujer postrada, también viene
representado por la figura de Catherine Ballard. Tras la secuencia

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LA NUEVA CAANE -fI1II MONTSEARAT HORMIGÓS VAQUEAO NUEVAS ESPECIES PARA EL PANTEÓN OE lO GROTESCO FEMENINO

del tren de lavado, Catherineestá tumbada en la cama con su cuer+


po lleno de moratones -por el encuentro sexual con Vaugh.an-, su
palidez e inmovilidad ame los besos de su marido nos muestran
una bella durmiente maltratada; imagen que recuerda a los cua-
dros sobre moribundas que llenaron los salones en l.a segunda
mirad del siglo XIX. Al final del mm y tras el accidente que su pro-
pio marido ha provocado, vemos a Catherine tumbada sobre el
césped, cerca del coche humeante, desnuda de cintura para abajo y
llena de heridas sangrantes. Janles se siente atraído por el potencial
erótico de su mujer en estado de pasividad y por su cuerpo violen-
tado, y nos remite a la fascinación que simieron los hombres del
XIX ame las imágenes de la muerte de una mujer bella.
TantO Gabrielle como Catherine forman parte del grupo de
los estigmarizados, seres cuya integridad corporal ha sido afecta+
da, y sus cuerpos son lugares donde se aúna la violencia y el ero-
tismo, sus heridas pueden ser entendidas como apenuras sacrifi+
cales a un nuevo tipo de sexualidad.

LA CREADORA DE FETOS VIRTUAlES: ALlEGAA GEllER

Allegra Geller,la protagonista de VCistmZ(I999), es la reina


de los juegos génicos, la diseñadora de eXistenZ -juego virtual
que permite liberar el deseo reprimido-- y la madre de la vaina
génica. Estas vainas son como informes fetos de látex (donde se
archiva la información que permite acceder al juego) y se conec-
ran al cuerpo humano mediante un remedo de cordón umbilical
que se introduce en un biopuerto, orificio practicado en la base
de la espina dorsal del jugador. Cuando la vaina se pone en fun-
cionamiento, comienza a emitir movimientos y sonidos como si
se tratara de un ser vivo. Allegra llama a esta vaina mi _pequeña y
extrafia criatura» y, a lo largo del film, descubrimos que es una

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LA NUEVA CARNE .-ff'f MONT5EARAT HORMIGÓS VAQUERO NUEVAS ESPECIES PARA El PANTEÓN DE la GROTESCO FEMENINO

mezcla abyecta de ser orgánico (su imerior está compuesto por En cuantO al hecho de que la vaina tenga que estar cOIlt."ctada
sangre y carne palpitame) e inorgánico. vía cordón al biopuerto para descargar la información que contie-
En eXisunZ. Cronenberg nos ofrece una nueva parodia de la ne parece un giro burlesco sobre el hecho de que los progenitores
gestación. En esta fiebre de partos contra nJttura que suponen los descargan su código gen6:ico sobre su desandencia. Lo que no ha
films de Cronenberg se mezcla la angustia ame la maternidad bio- obviado Cronenbcrg es la necesidad de que existan dos progeni-
lógica con el desconcieno ame los avances genéticos y la intromi- rores, mujer y hombre, para poder generar vida. Finalmente.
sión de la medicina en la institución maternal. Desde el sueño de aunque el cuerpo de Ted también acarrea con una entrada umbi-
aurogeneración, pasando por la maternidad tecnológica, por la lical-vaginal, es sobre el cuerpo de Allegra sobre el que se represen-
partenogénesis. y por los fantasmas de panas masculinos por ta la fantasía de reabsorción y lo abyecto de un parto sangriento.
encelarnjemo; el director canadiense muestra en sus films una Cronenberg nos muestra cómo el biopueno de AJlegra absorbe la
gran cantidad de ejemplos de gestación anormal. Ya Viniaon dr microvaina que les ha vendido D'Arcy Nader. Hacia el final del
drnrro tÚ.... ponía en escena abyectos y antinalUrales embarazos film. A1legra se conecta a una vaina que está infectada, comienza a
masculinos. asi como fenilizaciones y partos orales, es decir, fanta- sentirse mal yTed decide cortare! umbicordón que las une, provo-
sías infantiles acerca de que la madre es inseminada por la boca y cando una gran hemorragia. l.os planos de las piernas de Allegrd.
de que el bebé vive en el estómago del que sale al nacer. Los rumo· circundadas por el cordón umbilical y manchadas de sangre. no
res abdominales del Sr. Tudor y la expulsión de los parásitos por la son más que una nueva metáfora del parto violento que tanto se
boca nos situaban ame la metáfora de la maternidad como enfer- representa en el cine fantástico de las últimas déc3das.
medad parásita e invasora, metáfora que se repite en eXistmZ. ExiIunZ. el último film hasta la fecha de David Cronen-
A lo largo de roda el film se está jugando con la idea de la berg, puede verse como resumen de muchos de los temas que
gestación: la vaina con forma de feto, el cordón umbilical unido obsesionan al directOr: la mezcla de géneros en una nueva econo-
al biopuerro, la pisrola fáJica como instaladora de biopuertos. mía sexual que las innovaciones {ecnológicas hacen posible. e!
incluso se habla de la epidural y se hace referencia a los avances en araque a las identidades estables. la reproducción de la especie por
genética. Cuando Kiri Vinokw está oper.tndo la vaina de AJlegra la tecnología. el deseo relacionado con la muerte. Si bien Cronen-
para reparar algunos desperfectos. le comenta a Too Pikul: «La berg devuelve el instinto sexual al cuerpo como pulsión de muer-
vaina g¿nica de eXistenZ es básicamente un animal. Sr. Pikul. se {e, también deja claro en sus películas que sólo a través de la fan-
cría con huevos de anfibios fertilizados inyectados con AON sin- tasia se sustenta el deseo. En muchos de sus films la sexualidad,
téticOlj. La maternidad es mostrada como ulla colonización tec- como ya apuntó Freud, no es una función de la biología sino un
nológica y como un acto de vampirismo por el que la vaina suc- efecto de la fantasía. de ahí la gran cantidad de objetOs fetiches
ciona el alimento que nec~ita del ponador del biopueno. AJlegra del deseo que despliega en sus trabajos, de ahí películas como M.
le hace una aclaración a Pikul a este respecto: ••Tú eres la fuente 8ufurjly. y de nuevo aparece la enfermedad como tema paralelo
de energía, tu cuerpo, tu sistema nervioso, tU metabolismo, tU al sexo, desde las larvas de VinÜrQll dr tÚnlro dr hasta llegar a la
energía, si te cansas o te agotas no funciona correctamenrelO. vaina infect:1da por esporas. su trabajo recuerda a las pesadillas de

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LA NUEVA CARNE 4I'f MONTSERRAT HOAMIGÓS VAOUERO NUEVAS ESPECIES PARA EL PANTEÓN DE lO GROTESCO fEMENINO

gérmenes y microbios de los pintores simbolistas. Cronenberg.


maestro del «terror médico~, está más interesado en descubrir el
interior del cuerpo humano que en fragmentarlo.
Queda claro el interés del direaor canadiense por las pro-
fundidades del cuerpo femenino y por la escena primaria y el ori-
gen de la vida. Los films de Cronenberg ponen en escena el abis-
mo que supone la representación de la mujer y de determinadas
funciones femeninas como son las relativas a su fertilidad, a la
gestación yal parro. La mujer es fromera y personifica el misterio
insondable de los orígenes. el cuerpo femenino es abyecto porque
sangra y monsrruoso porque recuerda al hombre la fragilidad del
rorden simbólico!'El cuerpo de la mujer no respeta las oposiciones
binarias, sobre todo en lo que se refiere a la divisjón emre el aden-
tro y el afuera, de ahí que no pueda erigirse como sujeto cartesia-
no, limpio y cerrado sobre sí mismo. Cuando nos situamos ame
una mujer menstruante o embarazada, ral como señala Julia Kris-
[eva, estamos ame esrados del cuerpo que hacen estallar todos los
significados de todos los significantes posibles. Y los films de
David Cronenberg son un ejemplo de representación del cuerpo
femenino como umbral donde naturaleza y cultura confrontan la
una con la Otra.

J.K. Potrer. TlJrSuccubul, 1993

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NUEVO SEXO Y NUEVA CARNE

EROTISMO, PORNOGRAFíA Y NUEVA CARNE

CARLOS A. CuEUAR ALEJANDRO

INTRODUCCiÓN: LA CUESTiÓN GENÉRICA

El uso estereotipado del lenguaje juega.


en ocasiones. malas pasadas )' el título que encabeza el presente
texto podría dar a la entidad lectOra una idea incorrecta de su
contenido. El término «Nueva Carne» se asocia, generalmente, a
cierto tipo de films adscritos al género fantástico. Cuando se me
ofreció participar en la elaboración de este libro. la idea propuesta
era la de estudiar la producción cinemarogcifica de carácter por-
nográfico o erótico en la que aparecicr.l. la Nueva Carne como
elemento flimico básico o secundario. Sin embargo, el resultado
de mis investigaciones. análisis y contactoS han obligado a
replantear la perspectiva de este capítulo. La conc1usi6n inferida
de dichas investigaciones es dam: no hay Nueva Carne en el
género que rcadicionaJmellte denominamos "pornográfico»,
prime.ro porque dicho género no suele deStacar por su altura
intelectual; en segundo lugar porque la creación de un subgéne-
ro pornográfico donde la presencia de la Nueva Carne fuera
determinante no resultarfa rentable, ya que su nÚmero de espec-
tadores/as sería demasiado reducido pues el guSto morboso
requerido para su goce no está lo suficientemente generalizado

-173-
NUEVO SEXO V NUEVA C"'RNE
LA NUEVA CARNE .4ff CARLOS A. CUÉLLAR ALEJANORO
----~ ----
como para generar una _clientela" que justifique los esfucnos
económicos de una industria cuyo único objetivo, salvando a1gu.
na excepción, es la de ofrecer un placer obvio y directo al consu-
midor/a. En suma, para encontrar un film .porno~ que incluyera
el tema de la Nueva Carne habría que rodarlo a propósito, a no
ser que ampliemos el concepto genérico de lo «pornográfico»
De todos es conocido que la falocracia heterosexual sigue
siendo, al menos oficialmente, el concepto dave de la sexualidad
occidental y ello determina la educación de un gusto concreto
que hipervalora unas zonas corporales concretas en detrimento
de Otras de modo que senos, glúteos y vagina se constituycn en
los órganos distintivos y represemativos del cuerpo (femenino)
del deseo (heterosexual y homosexual). Pero todo ello no es sino
una convención culrural. más teórica que práctica, su validez es
tan cuesrionable como la pertinencia del térmjno cpornográfico.
y su supuesta distinción de lo «erótico». Como tuve ocasión de
defender en un texto anteriorl , los crilcrios tradjcionalmenre
empicados para establecer la distinción entre lo erótico y lo por-
nográfico no sólo carecen de base científica sino que, adem:is. son
fácilmente rebatibles en cuanto cambiamos de ámbito cultural o
temporal. Dichos criterios son la dicotomía realidad/ficción, la
falocracia y la e1ipsis o presencia visual. El primer crirerio se cons·
truye sobre el concepto de simulación como caracrerística de lo
erórico fre!He al ac(o real os(enrado por las obras pornográficas; el
segundo deriva de la obsesión pacriarcal que todavía sustenta
buena paree de la conducta sexual humana; el tercer criterio
supone el uso del fuera de campo para censurar la visión de la
actividad sexual medianre:: un encuadre que selecciona su rema

Cindy Shcrman. Untitl~d, 1992


(1) Vr:r el an(cuJo de (::¡rlos A. Cu"'lla.r AJr:jan<!ro,.A tUS pies: el 5C:XO hermt-
tiro r:n d cinf:'o, Bandtr Rpum. RnisfJI tÚ tin~·fonnasMI....... n" 19, Valtncia, Edicio-
nes de b Mir;¡Ja, sc:pticmbrC' de 2000.

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LA NUEVA CARNE ..", CARLOS A. CUÉLLAR ALEJANDRO NUEVO SEXO Y NUEVA CARNE
----'='
icónico sugiriendo al espectador por medio de una percepción
parcial. en el caso del erotismo. La pornografb, en cambio, pres-
cindiría de la sugerencia para aplicar la mostración explícita de lo
sexual. Estos pri ncipios juslificarfan, por ejemplo, la calificación
de Emml1'm~11r Uust Jaeckin, 1974), CtzlJt;uLz (linto Brass,
1979) o Jam6n.jam6n (Bi~ Luna, 1992) como films eróticos; y
la de Gargamd profimdl1(Dup Throat, Gerard Damiano, 1972) o
El ma'quiJ d. &uk (11 ma"/,,,. di &uk, ja. D' Amaro, 1995)
como fLlms pornográficos.
Lejos de aceptar estoS principios, considero que la educa·
ción y d gustO personal son determinames, y es la e:xcíl3.ción sub·
jeo\'a del audioespecrador o audioespcet3dora el criterio que en
realidad diferencia ambos géneros y que, en el fondo. rt'Vela la
falacia de est:lblecer dicha distinción: « .•. erotismo y pornografl'a
definen un mismo fenómeno. son [~rminos al servicio de una
moral hipócrita que simula un comrolmoral estableciendo lími-
res más que dudosos. Las prácticas sexuales como tema (bien
secundario. bien intrínseco) de un film admiren distinciones CU3-
litativas, cUanUtal..iV2S. estiJfSlicas e inciuso estéticas. pero no
morales, al me.l1os desde un pumo de visra científico. Y si una
nueva actitud ante el cstudio del fenómeno exige correcciones en
la nomenclarura, proponemos la eliminación del rérmino _por·
nografia,. que, corno todos sabemos, hada referencia en su origen
a los tratados sobre la prostitución, y la permanencia del poético
"erotismo" cuyas resonancias mitológicas parecen conectar mejor
con el deseo humano..1 •
Los films de temática fetichista y prácticas OlmarginaléS"
son la mejor prucba de esta falacia. Aprovecho \a alltocira para.
en lo sucesivo, unifiar criterios y emplear el calificativo ..erÓti~
CO" para ambos Olg~neros•. De este modo. el audiovisual erótico

(2) IJmr, p~g. 74.


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LA NUEVA CARNE ~ CARLOS A. CU~LLAR ALEJANQAO NUEVO sexo v NueVA CARNE
----'
tiene como tema principal la seducción y la relación sexual, real
o ficticia. de sus actames. El género erótico y las escenas eróticas
incluidas en films pertenecientes a ouos géneros se caracterizan,
generalmente. por la mostración del cuerpo humano, funda-
mentalmente femenino. como agente seductor y objeto pasional
consumido por un público masculino o femenino. heteroscx:ual
u homosexual, cuya pulsión escópiea se: identifica con la sexual
Los argumentos. salvo honrosas excepciones. suelen carecer de
interés y se limitom a jusrific.ar la presencia de imágenes caracte-
ri7..adas por su claridad. nitidez y particular fragmentación cor-
poral a trav6: de numeroSOS primeros planos e insenos.
Ampliando de este modo el concepto genérico y a tenor de
la infructuosa búsqueda de films eróticos donde esté pr~nte el
conceplo filosófico de ueva Carne. el objetivo del prest:nte
capículo será el de reflexionar sobre la presencia de lo ecótico
como elemento accesorio en films de género Fantástico en los
que se adscriba el mencionado concepto.

LA NUEVA CARNE

La Nueva Carne no constituye característica esencial de


género alguno y por ello podría estar presente en cualquier cipo
de film, aunque el gortconsrituye una de las constantes de su tra-
tamiento cinematográfico. Este vocablo anglosajón) es empleado
para designar un subgénero dd cine de terror cuya estética se basa
en la mostración explfcira. a través de escenas truculentas, de la
violencia y sus consecuencias. En este tipo de cinc el argumento y
la presencia de lo sobrenatural suelen ser un mero pretexto para el
David 1-10. Body &y, 2002

(3) Grlt'r puc<k tr.W.ucin;c como sustanti\ll) (-sangre espesa_, _nogrt' cuaja-
da.) o como verbo infinltivo (~pen~lr:;¡r con una lanu. u objeto puntiagudo»),

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LA NUEVA CARNE .'tIf CARLOS A. CUÉLLAA ALEJANDRO NUEVO SEXO y NUEVA CARNE

,
despliegue de maquillaje y efectos especiaJes que simulen todo
tipo de C3rnicerfas. Sin embargo, la calidad famic.a no está reñida
con el exceso visual, sobre lOdo cuando los efectos son convin~
centes, la violencia ,'erosímil y el tratamiento humorístico, como
en el film neozelandés Braindead(BraÍTuúad: tri mad" se ha comi-
do a mipnro. Peter Jackson, 1992), sin duda una de las mejores
obras en este semido. uestrO interés por la estétiC3 gO" radica en
su instrumentalización por los cincastas que han tratado el con·
ceptO de la ueva Carne en su filmografía.
Suele adjudicarse la paternidad de la Nueva Carne aJ cineas-
ta canadiense David Cronenberg. Si esto es irrebatible por lo que
se refiere a la creación y uso del término, es incorreao si nos refe-
rimos al concepto. Si el primero tiene su génesis en Videodrome
(David Cronenberg, 1982), el segundo tiene antecedentes no
sólo en la propia fllmografía de Cronenberg, sino en obras tan
variadas y significativas como los films Came para Fran/unirán
(Fksh for Frankmsuin, Paul Morrissey. 1973), Engauiro mecánico
(Demon Sud, Donald Camell, 1977), Cabl'ZLl bo"adora (Erasl'r-
hl'ad, David Lynch, 1978) o Soturno 3 (SatTJrn 3, Stanley Donen,
1980); la obra fotográfica del norteamericano Joel-Peter Witkinj
y los textos literarios de William S. Burroughs, James G. BaJlard y
Clive Barker, por citar s610 los casos más conocidos.
La Nueva Carne designa un fenómeno de naturaleza mixta
y voluble, pues el proceso de la metamorfosis posibilita la existen~
cia de un ente híbrido en el que pueden combinarse simbiótica~
meme pares de categorfas opuestas como lo masculino/femeni-
David Ho. Thf Lowrs, 2002
no; lo humano/animal; lo natural/artificiaJ; o lo vivo/inerte.
Algunas de las combinaciones scfíaladas ya disponían de un tér-
mino que las designara: .Hermafrodita» o «Andrógino» para la
mixtura eocre sexo masculino y femenino; ...Cyborg- (...Cybcrne-
tic Organismll) para la mezcla eocre lo mecánico y lo humano;
.Monstruo» para la amalgama eocre ser humano y animal. La

-180- - 18l -
LA NUEVA CARNE ..", CARLOS A. CUÉlLAR ALEJANDRO NUEVO SEXO y NUEVA CARNE

necesidad y percinencia de un término que pueda comprender No obstante, el desarrollo espirirual y la perfección como objcti-
!Odos estOS conaplOs reside en el pumo de vista desprejuiciado va, simboli7.ados por la Alquimia en la transmutación de los
del que se pane. Ya no se trata de juzgar mediante una moral metales y la obtención de la Piedra Filosofal, conforman una
maniquea lo que se supone grotesco, vergonzante o anormal. sino meta común a Otros sistemas de pensamiento y creencias. La teo-
proponer este tipo de híbridos como un esrado somático-espiri- ría de Mary B. Campbell puede resulrar útil para entender algo
cual superior o. al menos, como alternaciva can váJida como el de la complejidad de la Nueva Carne pero carece de fundamemo
comporcamiento y el pensamiento impuestos por la ideología real para explicar la incenidumbre que ésta crea.
dominante.
No obsrame, la polivaJencia que supone la integración pací-
fica de dicotomías en los organismos categorizados como "Nueva EL .NUEVO SEXO·
Carne.. da como resuJcado una ambigüedad inrerpretativa que
enriquece el propio concepto e impide rualquier tipo de generali- José Manuel González-Fierro ofrece la que, a mi juicio. cons-
zación teórica. Dicha ambigüedad sirve, a menudo, de refugio a tiruye la mejor definición de la Nueva Carne: •... fetichismo desa-
los escritores, fmógrafos, dibujantes y cineastas que prefieren per- forado que une a objews y cuerpos en una relación indisolubl~~.
manecer en la cómoda y auacriva indefinición. Emonces, si hablamos de fetichismo ¿cuál es la relación exis-
En su imeligente análisis de la filmografía de David tente entre la Nueva Carne y el sexo? (Qué implicaciones sexuales
Croncnberg, Mary B. Campbell aplica una hermenéutica basada tiene la Nueva Carne aplicada al cine? ¿Podemos hablar de .Nue-
en la Alquimia y sus principios teóricos~. Ni Cronenberg es can va Sexo»?
original como parece ni la ..Nueva Carne¡; es tan nueva, ya que Una va más, la heterogénea aplicación práctica del concepto
ambos hacen uso del lenguaje esotérico de la tradición alquímica a través de su mostración fílmica demuestra una ambigÜedad que
como recurso poético para metaforizar la crisis del mundo con- imposibilita la generalización y contempla puncos de vista mora-
temporáneo. La metamorfosis constante de la Nueva Carne sería listas, amorales e inmotales, según los casos, conviniendo la Nue-
el equivalente acrual de la alegórica transmutación física buscada va Carne en instrumento condenatorio, valor subversivo o, inclu-
por los alquirnisC<ls. De este modo podemos posirivizar el concep- so, en elemento neutro que deja al público la tarea de establecer un
tO de Nueva Carne en cuanto que represenraría el estado final juicio crítico. moral y estético. En algunos films, la asociación
superior tras un proceso evolutivo: el Nuevo Ser Humano. Y los entre el sexo y la Nueva Carne es contemplada como una aberra-
acta mes de dicho proceso serían los alquimistas, ¿magos para- ción que parece justificar la condena moral de ciertas actitudes
científicos? ¿filósofos? ¿poetas a la par que hombrcs de ciencia? sexuales, sin embargo aquellos que interpretan la Nueva Carne
como una reacción puritana que emplea la violencia temática y

(4) Remilo a Mary B. Campbdl••Biologial alchemy alld the (¡Ims or


David Cronrnberg". en Barry Kcilh Gran¡ (w..). Pbmh of",uon. Ewtp on tj!~ (5) JOS<' Manud Gonúla.-Ficrro. Ddvid Crtmmlmg. La EJtltira tÚ la Carn~,
horrrJrfilm. Londres, The Scm:cro....· PrQS. 1984. Madrid. Nuer Edidones, 1999, pj.g. 229.

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LA NUEVA CARNE""" CARLOS A. CUELLAR ALEJANDRO NUEVO SEXO y NUEVA CARNE

visual para atacar la libertad sexual, pasan por alto la inteligencia da ydccademe, pues no es la reratOlogía sino la moral sexual la que
de directores como David Lynch o David Cronenberg y la riqueza aplica. aquí su juicio. la práctica sexual es exponenu: del ca.rácter
semántica de sus propuestaS f1Imicas capaces de ridiculizar las acti- enfermizo de los personajes, d sexo está asociado a la necrofLlia. el
tudes reaccionarias de sus detractores. Veamos algunos ejemplos. asesinatO, el incesto y el aduJterio, y las consecuencias son nefastas
Aunque el sentido dd humor contribuye a suavizar y desdra- para todos los personajes. Paul Morrisey huye aquí de la praxis
matizar el tratamiento del tema, Ca~ para Frani:emuiJl (Fkrhfor sexual dominame para cemrarse en un erotismo dirigido funda-
FrankemlLÚI, Paul Morrissey. 1973) ofrece un contenido icónico memalrncme a un público homosexual mascuJino (y, en menor
puramente gOrf! no exento de significado ideológicameme subver- medida, también al heterosexual femenino) explotando el apoli-
sivo. Personajes masculinos y femeninos son tratados como obje- neo cuerpo del acror Joe Dallcsandro y mostrando prácricas feti-
tOS sexuales bajo una postura ideológiCl desligada de la patriarcal chisras (la baronesa se excira aspirando el aroma emirido por las
que suele definir al cine normativo. El «nuevo hombre» y la "nueva axilas de su rubio semental) que se alejan del machista falocelltris-
mujer» creados por Frankenstein son exponemesvivos de la Nueva mo coital propio de la sociedad patriarcal. ridiculizado al máximo
Carne y ambos son instrumenrali7..ados para satisf.1cer el hambre en la escena en la qued Doctor se exaspera ame su frustrado inten-
sexual del dOCtor, la baronesa y su ayudante. El nuevo sexo posibi- ro de que sus «creaciones- copulen de forma mecánica. incemivan·
lirado por la carne .nueva... en el film de Morrisey plantea el bino- do alOlmacho_ con ridículos estímuJos corporales al más puro estilo
mio cuerpo vivo/cuerpo inerte cuando el Dr. Fra.nkenstein satisb- reflexológico de PauJov. Morrisey se burla de la moral imperame y
a: su reprimida puJsión sexual al penetrar con sus órganos genitales de su concepción sexual urilizando b. Nueva. Carne como aberra-
el corte que su bisturí ha producido en el exuber.lOte cadáver feme- ción asociada a unos personajes malsanos.
nino que está operando. La herida funciona como vagina, pero la La. radica.lmente vanguardista Cabeza borradora (Erm"head,
función fálica DO la aswne tamo el pene del doctor como la afilada David Lynch, 1978) muestra un emorno exisrencial cotidiano
y metálica hoja que ha logrado la incisión, el binomio carne/ins- concebido como una pesadilla donde la acción más banal se con-
rrumento quinlrgico ha entrado en juego. Al no ser un orificio viene en una angustiosa tortura para sus actames. La atmósfera
natural sino provocado, el cuerpo de la difuma sólo puede ser inquietante no sólo es producida por imágenes impactantes
poseído sexual mente si el doctor emplea una ortopedia poderosa como la del pollo asado que recobra la vida para defecar sangre
que sustimya a su blo orgánico. al menos en la acción que denota cuando es pinchado por el tenedor, también el sonido musical y
poder: invadir las entrañas del cuerpo sometido. Por su paree, el analógico revelan la facera morbosa de lo cotidiano.
ayudame del doctor empica Otro órgano con función F.ilica, su len- En este film. el sexo es el fuctor deroname de la hiswria. Tal
gua, para saciar su deseo y realizar un imposible coito ase.'iino des- y como argumenta certeramente Anwnio José Navarro, 01: ••• pro~
garrando la sutura de la infonunada creación femenina, que muere bablemente, las imágenes de Ermerhead, pródigas en una obvia
por segunda vez al perder sus vfsceras a través de la reabierta herida. iconografia sexual (no) inducen a pensar que la clave del film resi-
Curiosamente, este film nos presenta la «monstruosidad_ de las de en una ajustada representación del horror que despiena el sexo
criaturas nacidas en el laboratOrio b2jo un velo de bellC"ta amanera- sometido a la única. y exclusiva función de procrear --expresión

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LA NUEVA CARNE .."" CARLOS A. GUÉLLAR ALEJANDRO NUEVO SEXO y NUEVA CARNE

cruenta del puritanismo (u.) El sexo, uno de los placeres más con- asociación ..Nueva Carne:-Maternidad- se plamea posteriormen.
cretos de la vida, desproviSto de cualquier espíritu hedonista, de te en algunos films de: Crone:nberg y traSCiende, incluso. el ámbi~
rodo aspecto verdaderamente vital, se conviene, según la pdícu~ tO cinematográfico para participar en Otras disciplinas, como
la, en algo aberrante, caStrador. Henry Spencer, al aceprar esroica- demuc=stran las obras Mot~r and Chi/d (wirh &mtcfor. ~d~
mente su paternidad, verá en la figura del infame monslrlloso la ming) (1979) y Th, lnvmr;on ofMi/k (1982) del fotógrafo )0<1-
fuelHe de todas sus frusuaciones,.6. Peter Witkin, quien recurre a la medicina y las religiones paganas
Elisión del acro sexual, moStración morbosa de sus conse- para, desde una perspectiva satánica, rebelarse contra la moral
cuencias. el inocenre y monstruoso feto es el penurbador fruro de judeocristiana imperante en la sociedad contemporánea.
la represión puritana de sus progenitores. La Nueva Carne es aso- El componente goredel film Hellraistr.lo! que triun el/n/ieT-
ciada a la vi.da sexual no como inAexible instrumento reacciona- no (Hellraiser, Clive Barker, t 987) es accesorio pero no constitu-
rio de denuncia, sino como delator de una moral hipócrira y cas- ye un mero recurso comercial, sino que conforma la base de una
trante. El film de Lynch es una metáfora surrealista de los alternativa sexual concreta: la asociada a las «sensaciones fuertes>;
problemas que implica una relación de pareja Clracterizada por la provocadas por experiencias radicales. Por un lado, el personaje
inmadurez de sus protagonistas, marCldos por la incomunica- malvado que. desollado y resucitado, está dominado por una pul-
ción y la vida conyugal asocuada, resultado de un marrimonio sión sexual similar a la que tenía en vida; por otro, los cenobitas
forudo por la concepción de un niño no deseado al que ven que ofrecen ..placeres_ sensuales inimaginables Ce inrensos más allá
como un monstruo cuya apariencia no es sino la materialización del bien y del mal. A diferencia de sus secuelas. en esre film no
del trauma psicológico de sus progenitores. En realidad, la defor- hay contacto sexual entre los personajes pero su sugerencia
midad del bebé no es fruto del ..peCldo" sexual, sino creación de potencial toma un se:ntido amenazador al plantear un erotismo
la moral caricaturizada por Lrnch en su película. escatológico de naturaleza sadomasoquista.
Un caso apane es el de Engmdro mudnico (Dmum Sud, En este film el sexo es presentado en su vertiente pecamino-
Donald Camell, 1977), interesante film que plantea la posibili- sa a través del adulterio, la violencia y la provocación. En su
dad de que una supercomputadora consiga la independencia ausencia, el personaje de Frank Canon es retrarado psicológiCl-
suficiente para tebelarse contra sus propietarios y prerender violar mente por el desorden doméstico invadido de mugre y habitado
a la esposa de su creador para que ésra engendre un híbrido entre por representaciones religiosas en su marerialidad más ..kitsch,.
lo humano y lo artificial. En este caso, la visión negativa de la que conviven obscenamente con objetos de carácter erótico. El
Nueva Carne obedece a un tema muy recurrido en el género de la deseo sexual, desprovisto del amor que lo sublima, determina la
ciencia ficción, el del miedo a que el hombre pierda el cOnlrol del personalidad de Conon, mortifica a Julia hasra el punto de invo-
desarrollo científico y éste aCl.be desrruyendo a la humanidad. La car inconscientemente el regreso de su cuñado, y constituye el
cebo adecuado para conseguir víctimas que permitan la total
recupe:ración somátiCl. de Ftank. La ambigüedad del sexo en la
(6) Amonio JoK Nav:¡tro, .David Ly"ch. u itrdinible atr;acÓón del abis.
mO", DmsiMpor .... "O 186, 1990. ueva Carne alcanza con HeUraisusu mixima cota a.l desvincu-

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LA NuevA CARNE ..", CARLOS A. CUÉLLAR ALEJANDRO NUEVO SEXO V NUeVA CARNE
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larlo no sólo de la moral innitucional sino, también, del tópico por Cronenbcrg para ridiculizar los prejuicios sexuales que pade~
de la percepción sensual. La búsqueda del goce: sexual sin límites ce La moral insotucional imperame.
alcanza su meta con la oferta de dolor y placer indivisibles por Nuestros senridos son los intermediarios que nos informan
pane de los cenobitas. siniestros y atractivos personajes de! uhra- sobre la realidad circundante, pero ¿acaso no nos engañan cono-
mundo cuya presencia en e! film es sabiamente dosificada. y su nuamente? y ¿qué es la f1realidadlO? Parece que la respuesta nos la
imagen como fetiche sadom:tSoquista inteligentemente consrrui· da el propio film por boca del Dr. O'Blivion cuando afirma: 41; o
da a panir de la estética punk y el lustroso cuero negro ceñido a hay nada real fuera de nuestra percepción de la realidad... En este
los rosados y auroinmolados cuerpos. La vestimenta oscura de los film el audiovisual es literalmente interactivo al crear una reali-
cenobir:tS y las piezas meci1icas de rortura que les sirven de orna- dad virtual (¿lo es realmente?) que posibilita al audioespeerador
mento funcionan como proyección metonímica de la fruición formar pane de la Nueva Carne. Las supuestas alucinaciones
del espectador según el parámetro de fetichismo sexual bajo el incluyen obvias y b:isicas metáforas del sexo coital cuando Max
que están diseñados dichos personajes. Renn penetra con su cabeza los labios de la imagen emitida por la
Como indiqué anteriormente, David Cronenberg inventa panr:illa de televisión; cuando es penetrado por el br:u.o que le
el tétmino pero no el concepto de la Nueva Carne, sin embargo imena la cinta de vídeo; o cuando se auropenetra en actitud casi
lo enriquece con una aportación muy personal centrada en tres masrurbatoria, al inuoducir la pistola (símbolo fálico sobrada-
factores: el distanciamiento científico de su aplicación; la an10· mente conocido) en la incisión de su viemre.
ralidad en la conducta de sus personajes; y la muerte como libe· En Vid,odromal valor espiritual de la Nueva Carne es más
ración y porral hacia una modalidad existencial supuestamenre obvio que en cualquier OtrO film, Cronenberg no imema ser críp-
superior. El componenre metafísico siempre ha sido consustan- tico. El arcano no es el significado de la Nueva Carne sino la dia-
cial a la Nueva Carne, pero con Cronenberg se inrensifica. léctica f1Cealidad.t_virrualidad•. La conclusión del film aclara
La intenextuaJidad de Vitkodrom~ (David Cronenberg, cualquier duda acerca de su senrido metafísico cuando el perso-
1982) remite al vídeo, la televisión y la imagen virtual como naje de Nicki se dirige a Max diciéndole .. La muerte no es el final
vehículos de expresión de práCficas sexuales calificadas como (. .. ) (U cuerpo ha sufrido muchos cambios, pero sólo es el princi-

enfermizas o pervertidas por algunos de los personajes de! film pio, el principio de la Nueva Carne. Tienes que llegar hasta el
que funcionan como portavoces morales de la sociedad en la que final. Transformación toral C..) para convertirte en carne nueva
vivimos, pero estos juicios morales contra la pornograAa, el sado· primero tienes que matar a la vieja. No temas, no temas dejar tu
masoquismo o las smiff movies7 no son sino un método empleado cuerpo morif'>l. El mensaje crisriano disfrazado de tecnología y
eclecticismo ideológico posmodcrno es claro: la vida como viaje

(7) Qm respecto ~ Iu IIIUj{mOl/ir¡ pare<:c incrcfl>le que lodavla h~)':I afH'-


ci..liSlu que con)jdcrcn ale f.:nÓmeno como un ..milO, o una especie de broma peligro obvio> que puede correr el invcstig:ldor durante su t.:l.rea. Por desgr.td~ para
comcrci:l1. Dcj~ndo ap.:l.rte cUe:I'tiono: tticas, lo que dificult.. un cstudio serio sus vkt:inus, d negocio de las ¡nul· nlOlJi"d una lrisle rcaJicbd, a pesar de 10$ frau·
sobre el u:ma a I~ ile!,?lid~d de este tipo de protiu«.ione5, su cbndcninidad, r d des. que umbiin 10>' h.. y.

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iniciático.la muerte como bautismo que nos despierra a una nue- miento y progreso evolmi\'o posiÜvo cuyo máximo exponente es
va vida (o nueva carne). Aunque parezca lo conuario, Cronen- el insaciable apetito sexual y la inagotable capacidad física para ali·
berg cuLmina con un cHappy End. en toda regla: ame el suicidio menrarlo. La frialdad profesional de Set-h Brundlc posibilira la
viHual de Max el monitor de televisión ofrece una respuesta orgá- desacralización de lacame y su uso en la experimemación, como la
nica; con el suicidio real de Max su cuerpo responde como un distancia y aparcnte neutralidad de Cronenberg permiren el
televisor con la ausencia de imagen que supone el corte en negro e impresionante traramiento visual de las escenas más sensacionalis-
implica el final del film. La fusión emre realidad y ficción, la ple- ras. Retomando la conexión maternidad-Nueva Carne, la pesadi-
na identificación entre lo orgánico y lo inorgánico. ha sido per- lla de Verónica Quaife muestra c1aramelHe lo que Lynch obviaba
fecta, el objetivo se ha conseguido. Tras las tribulaciones sufridas en EraJerhead, el parro humano de un bebé mon.muoso. en este
a partir de la «iluminacióll» del personaje, éste se autoinmola caso una viscosa y gigantesca larva de mosca. El tcma de fondo no
como los santos que aceptan sumisos su martirio sabiendo que la es ni la amenaza del progreso cientifico desconrrolado ni una críti~
muerte sólo es la tra.nsiciÓn a un estarlo de vida superior. ca a las costumbres sexuales contemporáneas, sino más bien la
En el viejo éxito i.A mOJcn (Tht FIy. Kuft Neumann. 1958) dificultad dd ser humano para aceptar los cambios importantes en
David Cronenberg encuentra los ingredientes básicos de la Nue- su vida, envejecimiento incluido, y su incapacidad para convivir
va Carne petO bajo una perspectiva clásica, no posmoderna. y con «lo diferente». La mentalidad de Brundle (áhcr ego de la de
aprovecha la feliz coincidencia para realizar un persona! rtmakt Cronenberg) es la única capaz de superar los prejuicios, miedo y
en 1986. Salvando distancias y diferencias, i.A mOlCd de Cronen- repugnancia ame los mencionados facrores, siendo c1llOico perso-
berg es a la de Neumann lo que el Drdcula de Terence Fisher es al naje capaz de positivizar lo que está ocurriendo. Ante la aprensión
de Too Browning en cuanto que la problemática sexual sugerida de Verónica, Brundle le espeta: «Tú sólo conoces la línea prefijada
en la versión antigua se explicita en la. moderna. Aunque la por la sociedad sobre eso (la ueva Carne). No puedes superar el
variante propuesta por Cronenberg carece de la complejidad miedo enfermizo de la sociedad por la carne (...) ¿sabes qué te
narrativa, de la narura.lidad interpretativa y del espeluznante final digo? no estoy hablando sólo de sexo y penetración, eslOY hablan-
del film de Neumann. apoHa una estética visual puramente gon do de penetrar más allá del velo de la carnOl. La vida prometida
propia de la Nueva Carne y profundiza en las posibilidades de la por el proceso dc metamorfosis de Brundlc pertenece a un nivel
evolución biológica de «Brundle-mosca.., tal y como se aurode- superior, y el hecho de que el personaje solicite a su antigua com-
nomina el propio cienrífico en una fase ya avanzada de su acci- pañera quc le mate obedccc t'micamentc a que un nuevo accidente
demal e imparable metamorfosis. en la te1etransponación ha provocado la imprevism fusión mole·
Por un lado, como ocurría ya en la versión antigua, el público cular de Brundle-mosca con la puerta de la cápsula tclctrampona-
cinemarográ.fico se identifica con el científico por un miedo dora. Para Brundle, d hallazgo de la Nueva Carne es fortuito y su
común y generalizado en toda la humanidad: el de la pérdida de su experiencia traumática, de la euforia inicial motivada por el des-
identidad. Por arra, la rransformación es asumida con orgullo por conocimiento, Brundle pasa a temer la uansformación y consi-
parte del científico por las aparentes promesas de perfecciona- derarla una ...forma extraña de cáncer_o Sólo en un tcreer esradio

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LA NUEVA CARNE .-1fII CARLOS A. CUELLAR ALEJANDRO NUEVO SEXO y NUEVA CARNE

evolutivo de su menralidad, BrundJe se percata de que d deterioro si muJa ser mujer. Curiosamente, con Cronenberg es el hombre
físico no le conducirá a la muerte sino a un nuevo tipo de vida, se europeo el que se esclaviza, sufre y se suicida. La muerte de Galli-
da cuenta de que la «enfermedad. tiene un propósito y, por lo ran* mard y el ritual que la precede realizan metafóricamente la fusión
ro, no debe juzgarla como algo malo. Brundle acepta sabiamente de los camantes.. , la fusión de un hombre con su propio ideal de
una situación irremediable y abandona el juicio mOr<ll maniqucís- mujer, la génesis de una nueva carne.
ta propio del mundo occidentaL sustituyéndolo por la ética del Crash (David Cronenberg, 1996) traduce a sonidos e imá-
pensamiento tradicional oriental. No obstante, persiste su miedo a genes cinematográficas la novela homónima de J.C. Ballard. La
la pérdida tOtal de su -ro. consciente actual. por ello intenta fusio- interacción enue sexo y tecnología y la seducción por la muerte
narse con Verónica. Este úlrimo intento desesperado y la muerte son la base de la Nueva Carne en un ftlm que habla sin complejos
final del ciemífico (su eutanasia) demuesuan que BrundJe no de fetichismo automovilístico, homosexualidad y necrofilia,
estaba todavía a la altura de lo que exigía su metamorfosis, no comportamiento este último que deriva de una insatisfacción
había alcanzado la madurez necesaria. El consuelo final descansa vital por la irrealización sexual con la ~rsona deseada y fallecida.
en la posibilidad dequeel fumro hijo de Verónica y Bnmdle sea la .Esta gente está de forma activa imentando crear una nueva
encarnación de la Nueva Carne. El sexo, pues, permitirá el mila- forma de sexualidad, de erotismo. Todos ellos han tenido una
gro, es el instrumemo redentor, el verdadero creador de la Nueva experiencia en accidentes aUlomoviJístieos que, de algún modo,
Carne. ha desatado una clase de fantasía erótica que les sorprende, e
Con M. Butterfly (1993) Cronenberg abandona temporal- inteman incorporar a sus vidas. 8•
mente el tratamiento visual de la Nueva Carne aunque aborda Estos personajes, además, hacen gala de un comportamiento
uno de sus componentes tcóricos: la hibridación, en este caso a autodcstrucuvo o, cuando menos, altanleDte arriesgado. Han
uavés del hermafrodjtismo. La inverosímil situación argumental superado uno de los obstáculos más difíciles del ser humano: el
planteada por el film y la aceptación por parte de GaUimard de miedo a la Muerte. En un intento desesperado por encontrar un
las limitaciones sexuaJes con su pateja sólo pueden aceptarse si d sentido positivo en los enfermiws productos de la Nueva Carne,
espectador acepta la importancia del ideal en la vida del protago- ]osep--Carles Laíncz. afirma. que el sexo en Crash (y por extensión
nisra. El ideal de fémina perfecta de GaJlimard sólo puede mate- en toda la tilmograAa de Cronenberg) es d vehículo de los perso-
rializarse de forma virtual proyectándose en un personaje con najes para acceder al ámbito de lo sagrado'>, pero la manipulación
quien el sexo es posible pero imperfectO, porque sus acta mes que esre especialista hace del lenguaje cristiano en su artkulo no
también lo son. Su realización sólo es viable desde un puma de ofrece una interpretación convincente. En todo caso. la praxis
vista espiritual. Cronenberg nos ofrece la reversibilidad de los
sexos como base teórica de la Nueva Carne y la subversión del
(8) Grado (R J. M. Goruála·Ftcrro. ,p. Ot•• pig. 214.
mito de Madamr Bunrrfiycomo concreción de dicha reversibili-
dad. E.I film muestra la sumisión de un hombre que se cree «viril ..
y amo de la supuesta -sumisión femenina .. de ouo hombre que d~jm"4Stk.,..".n·7,
.,.m.
(9) ikmilo a jo.Kp Caries Lalnn. ~De la mucn( como simulacro: ame:.
mn2.I y ascetismo (JI Cruh (DavKI Cron(nbc:rg. 1996)~. &nd4 J?n,iru tk
Vaknci3. EdK:>ooc:sdc b Mindt. mayodc 1997.

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LA NUEVA CARNE ..", CARLOS A. CUELLAR ALEJANDRO NUEVO SEXO y NUEVA CARNE

sexual como vfa de purificación y perfeccionan miento espiritual uno de los pocos films er6ticos que justifican sus imágenes de
parece tener su rafz en la tl':ldici6n hindú. El Tantrismo es un contenido sexual fuera de las lógicas motivaciones genéricas.
movimiento ritualista de carácter mágico y esotérico dentro del Cronenberg nos ha regalado una interesante y original excepción
Brahmanismo. El denominado Taotrismo de la ..mano izquierda. a la regla. aunque el atractivo sexual del miembro fantasma y de
es una variante que rinde culto a la sexualidad, tema que. por otra las prótesis en el personaje de Gabrielle tenga antecedentes tan
parte. siempre ha estado presente en la representaci6n plástica del claros y prestigiosos como la protagonisra de Triftana (Luis
arte Indio. y su sentido esci desprovisto del car.ieter lujurioso que Buiiuel, 1970) o la Perdita Durango de Corazón sa/lJaj~ (WiU a/
se le adjudica en el arte occidental. En la India el tema artístico del H~art. David Lynch, 1990).
coitO no es obsceno, tiene un sentido religioso. simboliza la uni6n La ambigüedad y polivalencia que parecen propias de la
del alma con la divinidad. Con el paso del tiempo, el Brahamanis· ueva Carne y sus diferentes tratamientos cinematográficos pue-
mo y sus variantes sectarias se extendieron a OtrOS países e influye. den conducir a afro tipo de interpretación, la de la Nueva Carne
ron en las costumbres y creencias de los pueblos limítrofes. El con- como exponente de una moralidad sexual reaccionaria que
ceptO hinduisra del sexo amoral proveedor de la salvación penetra expondría ejemplos desagradables de sexualidad «enfermiza,. para
en el Budismo a uolvés del Vajrayana o «vía del TaIlera•. Además. combatir e1 ..amot libre_ a través de un amierotismo consciente.
conviene recordar que esta tradición no es tan ajena al mundo Estaríamos hablando, pues, de una herramienta conscienre para
oa::idental conrempor:ineo como pudiera parecer, de hecho el fomentar en espectadores y espectadoras la aurorrepresión
Tamrismo de la ..mano izquierda. penetró en el pensamiemo inconscienre de la pulsión favorecida por nuevas alternativas
europeo del siglo XIX por la via de determinadas sociedades esoté- sexuales. Las últimas secuelas de HtUrais"son representativas de
ricas y maesrros ocultistas como Helena P. Blavatsky y Eliphas esta postura reaCClonana.
Lévi. Sin embargo no existe conexión alguna entre estas doctrinas ¿Son contradictorias ambas interpretaciones? ¿Son posicio-
y el sustrato ideológico y cultural de los films de Cronenberg, namientos exclusivos? ¿Depende del cinema del que hablemos?
Lynch o cualquiera de los cineastas tratados. La angustia existen- La respuesta a estaS pteguntas puede articularse del mismo modo
cial y la presencia de lo mórbido son características de la Nueva que la que he ofrecido para enfrentarnos al concepto general de
Carne que afecran angustiosamente al ánimo de sus espectado- Nueva Carne. El peligro estriba en interpretar literalmente el
res/as, y aliviarlos/as idealizando el concepto a partir de conexio· memaje. Los cineastas de la Nueva Carne no proponen una alter-
nes espirituales sin fundamenro supondría adulterar la obra de nativa sexual en el nivel de la realidad sino en el de la ficción artís-
estOS cineastas y desorientar a la respetable emidad lectora. tica. La poetización del concepto se ha concretado en imágenes
De Jo que no hay duda alguna es de que el sexo en CrllJb es genéricamente fantásticas y estéticamente repulsivas. La Nueva
fundamental para la construcción dramática de los personajes y, Carne no es la solución práctica de un problema, sino uno de los
como adelantó en su día José Manuel Gonz.áJez·Fierro 10• éste es síntomas que denuncian la existencia de dicho problema. Es una
fantasía erótica que funciona a nive.! inconsciente y cuya realiza·
(1 O) Gon"dJ~Ficrro. (J1'. (JI., p;lg. 219. ci6n, a diferencia de otras pl1kticas sexuales alternativas, parece

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LA NUEVA CARNE 4fI CARLOS A. CUÉLLAR ALEJANDRO NUEVO SEXO y NUEVA CARNE

poco probable dada su naruraleza y la dificultad. en unos casos. o La crisis de la cultura sexual posmoderna consiste. funda-
imposibilidad, en otros. de su puesta en práctica.. La Nueva Car- mentalmente, en la insatisfacción del ser humano ante la satura-
ne, rabú en el género Erótico, ne«sita sin embargo del sexo como ción yel hasdo provocados por la continuidad hegemónica (al
componente definitorio fundamental cuando el concepw es tra- menos oficialmente) de las pr:icticas sexuales convencionales. El
tado en ouas modalidades genéricas. especialmente en el cine síndrome de la falocracia machista y sus famasias alimentadas
Fantástico. desde el poder institucional y mamen idas con fe ciega por hom-
En suma, la ueva Carne es la mecifora erótico-repulsiva de bres y mujeres, ha convenido el sexo en un acto meclnico. pobre
la metamorfosis del ser humano hacia un estado diferenre desde el y falto de originalidad donde el estímulo no siempre provoca res-
pUllfO de vista espiritual y, por consiguiente, meneal y Osico. La puestas. La innovación se ha hecho necesaria y ha llegado por v(as
Nueva Carne como conceptO filosófico que invita a Ulla nueva cada vez más exp\(citas mediame la educación y desarrollo de
experiencia vital también ofrece, consecuentemente, un:l conduc· gusros alternativos, considerados muchos dc ellos como perver-
ta sexual alternativa coherente al moddo existencial que promueve siones por parle de la tradición más reaccionaria. Las prácticas
y coincidente. en el tiempo y no en sus contenidos. con cierras wofílicas, onanisras, sadomasoquistas, homosexuales y fetichistas
corrientes innovadoras de la sexualidad occidental en bs últimas han ido ganando terreno al limitado campo del coi{Q vaginal
décadas. Es oua respucsta a la crisis del hombre y mujer posmo- humano heterosexual en sus diferentes posiciones. En concreto,
l'
demos yal fracaso y/o degeneración de las prácticas hedonistas y la adhesión cada vt"Z más numerosa al rico universo fetichista ha
las docuinas re.ligiosas y filosóficas que les ofrecían consuelo. facilitado el camino a un nuevo fetiche. La progresiva normaliza-
Es un hecho la «casi.. ausencia de la NueV2 Cune en el cine ción de experiencias más intensas y propuestas sexuales cada vez
Erórico 'l• en parte por sus habituales carencias intelectuales, en más radicales ha creado una conciencia capaz de comprender y
parle por el carácter tabú de la ueva Carne, lo que revela clara- aceptar la sexualidad neurra o posthumana de la Nueva Carne.
mente que el género erÓtico en el cine es mucho menos subversi- Desde esta perspectiva, la del Nuevo Sexo, la ueva Carne es una
vo de lo que aparenta. fantasía (por lo tamo sin fundamcnto real) que conforma un nue 4

vo fetiche para el goce y satisfacción de un gusm sexual muy espe-


(11) Sobrr la e;ril.is dd ser humano posmoderno y su rrlac;i6n con D;l.vid cífico. Su reducido número de adepros no ha permitido su aplica~
Cront"nlxq; aconsejo la lectura d(' Vi(:("n[(' Sine;hez·Biosa, "Emre el werpo ('....a·
ción al género Erótico pero tampoco ha impedido que algunos
nesc;c:nlt y el cuerpo supliciaJo: VitÚodrom, y la:¡ famasías I)()smodc:rnas•• &nda
apartt. Rn¡ura tk án,-flrmas d, vrr, nO 7, Valt"ncia. Ediciont"s de la Mirada. mayo
films fantásticos incluyan a modo de provocativa pincelada. aun~
de 1997. que sea de manera accesoria, esta fantasía. El Nuevo Hombre y la
(12) Lo de _asi. viene por l;lli posibilidades futuras que p1anrc:a por Nueva Mujer nacidos en el seno de la Nueva Carne exigen y nece~
óll(astas como Sergio Blasro, especializado haslll. ahora en COrlO$I0rty hard((1I'~, y sitan de un Nuevo Sexo. La Nueva Carne como fetiche sexual
que sin c:mbargo sorprende con su original cortOmcnaje Litio (2002) en el que
p1anlca la N~ Carne como fetiche etÓlko y como ~lOdo al{ernalivo de
conforma un agente revulsivo que se erige en paradigma máximo
suicidio. Su próximo film (un largofT"l("u:>.je) podria!Cr pionero. según p;>~, al la de la superación de la moral sexual convencional. La morbosidad
mw:uaci6n de: una Nun-a Carne: propiamal{e .pomogrirlCl\.o. desprejuiciada del uevo Fetiche elimina el rechazo tradicional

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LA NUEVA CARNE ...", CA.RLOS A. CUÉLLAR ALEJANDRO

de lo carnal y la escisión entre alma y cuerpo; cuestiona los este-


reoripos sexuales y manifiesra un amor superior, sublimado, gra·
cias a la supresión del asco, a la apreciación de lo .desagradable.,
a la humanizacíón de lo artificial y lo monsrruoso, y a la libera- BODY-ART, BODY-APART
ción de los cánones parriarcales. El sexo en la Nueva Carne es NUEVAS IMÁGENES DEL VIEJO CUERPO
incuestionablemente subversivo pero irremediablemente ficcio·
nal, temáticamente accesorio pero semánticamente imprescindi.
ble, visualmenre asquerosa pero estéticamente impactan te. Yes ANTONIO WEINRICHTER

que, en lo fundamental, el sexo es tan importante para la Nueva


Carne como lo era para la vieja.

Al oír hablar de Nueva. Carne la primera


I._. O reacción es correr a revisar Vid~odrom~ y volver a oír el famoso
grilO .Long live me New Flesh!>•• ftmo.saJ últimas palabras donde
las haya. Pero la noción de una muración dolorosa seguida de un
renacimiento que se sugiere al final del film de David Cronen-
berg es sólo el sentido más obvio e inmediatO del término. La car·
ne, el elemento orgánico que definen los límites de la figura
humana, es un término casi sinónimo de cuerpo; máxime en un
arte de las apariencias como el cine que en principio tiene prohi.
bido asomarse al imerior.
En el cine occidental, la conquista de lo corporal siguió un
proceso largo y suficientemente conocido. El cine .primitivo"
transcurría en planos alejados, descentrados, y sólo se acercó al
cuerpo con el desarrollo del montaje y del primer plano. Una
consecuencia de esra última figura fue la emergencia del stnr-
system. Pese a que algunas tenían una mayor carnalidad, las estre-
llas eran incorpóreas, intangibles (pienso en Marlene Dierrich, a
la que Van Sternberg redujo a un signo resplandecienre), y su
imagen se concentraba en un rostro cuya belleza arquerfpica vol-
vía a enconrrar, en expresión de Edgar Morin, el .hieratismo
Sergio Bla.sco. Litio,2oo2 sagrado de la máscara".

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LA NUEVA CARNE """" ANTONIO WEINRICtlTER BOOY-ART, BOOY-APART

En el cine clásico la sexualidad y la violencia se expresaban Hay roda una corriente de cine moderno que ha mantenido
por medio de un repertorio de metáforas y e1ipsis: por poner un esa proximidad con el ricmo y la texrura del cuerpo de los acwres.
ejemplo, piénsese respectivamente en la rupcura del collar de per~ Pero hay ouos modos narrativos que se han acercado más, hasca
las de Hedy Lamarr en b::rasiJ (Cuscav Machary, 1932) o en las traspasar la piel: en Garganta profunda (1972), Cerard Damiano
muertes _a través de la puerta» que a menudo presenta Jacques incluía un plano de penetración visco dew dmtro de la vagina,
Tourneur en sus películas. Es lo que Vicente Sánchez·Biosca lIa. delarando una obsesión por traspasar los orificios orgánicos que
ma _un mecanismo de sugerencias que la historiografía denomi- se repite en ese plano curiosísimo de Tm rtytS (David O. Russell,
nó el pudor clásico y que funda en buena medida el sistema rer().. 2(00) que sigue la trayectoria de una bala después de que penerre
rico hollywoodense. Sus instrumentos fundamemales no son en la piel de una vfaima.
ramo la supresión como la puesra en marcha de codo un abanico Los cuerpos mutilados del gO", los fragmentos de cuerpo
de figuras (...) cuyo cometido es enma.scar.u aqueUo que, a pesar insn-tadof del pomo, los cuerpos imposibles que el género fantás-
de las prohibiciones, no puede dejar de ser enunciado»l. tico puede por fin enseñar gracias a las técnicas digirales...: en la
E! cine moderno nace, según Serge D:utey, .con la escena de dialéctica eorre sugerir (hacer ver) y mosuar, el cine actual ha ele-
Roma ciudad abi"ta de la ranura delance de un rercer()".tl: es decir, gido mostrar hasta el final, borrando de su repertorio expresivo el
cuando mira direcrameme lo que le pasa a un cuerpo pero cambién fuera de campo. Incluso aunque de r.anto ampliar la fow del cuer~
cuando incluye en la ecuación no sólo a víctima y verdugo sino po ya no veamos nada, como le ocurría a David Hernmings en
también a ese cercc:r hombre que designa nuestra propia mirada de Blow Up (Michelangelo Amonioni, 1966),
especrador. El cine de auror siguió ofreciendo una nueva perspecci~ La Nueva Carne cinemawgráfica designaría cambién, por
va de la corporalidad: recuérdense los cuerpos fragmemados de los ranto, la nueva percepción del cuerpo humano una va que han
amantes de Une ftmmt marilt Oean-Luc Godard, 1964) y de caJdo las barreras rutelares -la censura insrirucional y las restric-
HiTOJhima mon amour(Alain Resnais, 1959; pero también los pla~ ciones ideológicas- que limiraban la forma de pensar nuestEa
nos de cuerpos calcinados por la Bomba que se alternan con ellos); organicidad. No se trata tan sólo de la conquista de la genitalidad
recuérdese rambién el cine de Cassaveces, que .documenta la no -la restricción históricamente más potente- sirio de la representa-
siempre calculada colisi6n de las energias de una pnfomumctcor~ ci6n de ese «templo» que, según las viejas rel igiones, habitamos y
poral con el trabajo dinámico y formal de la puesta en escena», también, por supuesco, de los cambios inducidos en nuestra per-
según afortunada expresión de Adrian Martin 3 . cepción por la inreriorización de esa nueva religión que es la cec·
nología.
(1) Viceme S1nchC7.-8iOKa, .Una cultura de la fragmemación. Pasliche, Pero sobre todo se eraca de ver el valor de la carne como
relalO y cuerpo en el cinc y 111 lelevjsióno, Filmoteca. de 111 Generalit1ll V¡¡!encillna, metáfora, ceniendo en cuema que dicha figura linguística es pre·
1995.
cisamente el elemento esencial de la creaci6n ardsuca. La mecáfo-
(2) Sc:rgc: Da.ney, .la I'1Inlpt'0, Cahic:n du ciné'ma-G¡¡lIimud. 19%.
ra, la utilización de una imagen en lugar de un concepto más o
(3) Adrian Mutin, .unen Frorn (¡¡nd To) Sorne Children of Ihe 1%00,
vv. AA., Film Qrurt"ly. núm. de otolio, 1998. menos abstracto, trabaja por susciruci6n o <len ausencia» del con-

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LA NUEVA CARNE ...", ANTONIO WEINRICHTER BOOY-ART. BOOY-APART

cepto a que se alude. El cine tiene. como hemos dicho. una larga
tradición metafórica para expresar todo lo que no se podía decir,
la sexualidad. la violencia y Otras intervenciones directas sobre la
carne. Cuando no hace falta referirse a lo orgánico tlen ausencia.,
cabe interrogarse por d valor expresivo que le queda al cuerpo
representado en la panralla. ahora que podemos explorarlo. des-
membrarlo y transformarlo sin limitaciones. Sin necesidad de
añorar la mencionada capacidad de formalización que rrajeron al
cine las o<e1ipsisJt impuestas por la censura, hay que reconocer que
el último lugar al que uno recurriría para enconrrar una metáfora
de lo sexual es a una peJfcula pomo (no le hace falca). Debemos
tener presente. como recuerda Michel Le Guern\ que la fuena
de la imagen asociada introducida por una metáfora es propor-
cional a la amplitud de la abStracción producida en el plano de la
información, o, dicho de O(ro modo, la potencia de connotación
de la metáfora crece a medida que disminuye la precisión de la
denoración. Hoy el cine puede denotar con total precisión cual-
quier efecto producido sobre la carne; La nueva carne en la panta-
lla sólo debería connOtar por tanto Otr4 cosa que la conquista del
cuerpo.

• ••

Pensando en la posible capacidad metafórica renovada de la


carne más allá de la representación directa dd cuerpo, una serie
de imágenes sintomáticas se vienen a la cabel.3. (cada uno tendrá
su galería panicular).

r:r El strip-uasees la figura que mejor se corresponde con d


gradual desnudamieIHo a que el cine ha sometido al cuerpo. Una CindySht:rman. UnJir/~d. 1989

(4) Micho:! Le Gu("m. /.4 rnrt4ft.. , lA ItInflnDltI/4. Ed. Cát«!t;1, 1980.

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LA NUEVA CARNE -1ff ANTONIO WEINRICHTER BOOY-ART, BOOY-APART
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de las cuatro bailarinas que se despojan de su ropa en Dyn Amo directo, y por el énfasis que pone no tanto en el producto final
(Stephen Dwoskin. 1972) se queda mirando a cámara al acabar como en el proceso, la re1acióo de la ptrfimnanctcon el cine pare~
su faena: una interpelación triste, elocuente, insoporrable, como cería reducirse a las (numerosas) filmaciones de este tipo de
siempre que un cuerpo nos devuelve la mirada. Hay una forma acruaciones, como las que documentan las ptTformancesdel gru-
incluso más perversa de señalar nuestra posición de uoyn¡rs. en po Fluxus, por ejemplo. Pero en una posible historia de la inscrip-
Blick/ust (1992), una de las numerosas películas de found jóOlilgt ción del cuerpo en la pantalla hay que considerar también la
que S(' apropian y desvían marerial pornográfico, Dietmar Brehm amplia tradición dentro del cine experimental de cineastas que
hace un montaje alterno de un fragmento de un b01U:Úlgt film y ponen en escena no sólo su subjetividad sino su cuerpo, de Ken-
de Olro que muestra una intervención quirúrgica a pecho descu~ neth Anger a $tan Brakhage, pasando por Carolee Schneemann y
bieno: el paso ineluctable de la carne de la rubia maniatada (la su famoso Fwes(196S). Y, por supuestO, la aún más amplia rradi-
carne que queremos ver) a la carne del pacieme abierto en canal ción de cineastas-aClOres que va de los genios del cine cómico
(la carne que no queremos ver) frustra, al mismo tiempo que mudo a ]erry Lewis y Nanni Moteni, y de Erieh van 5troheim y
pone en cuestión, todas nuestras expectarivas. En Saiomi (Car- Orson Welles a Philippe Garrel y Takeshi Kilano. Todos ellos
mdo Bene, 1972), Donayle Luna ha terminado de quitarse los configuran una fecunda poética performativa del cuerpo que ha
siete velos; ya sólo le queda la piel. El siguiente paso que da, per~ llegado incluso al campo del documental, ese reduclO por exce-
viniendo la lógica del ceremonial, es... empezar a despellejar a lencia del narrador incorpóreo (correlato del principio de no
Herodes, el beneficiario del espectáculo; le va quitando la piel intervención que regía en este formato): el trabajo de Miehael
mientras suavemente le sigue pidiendo la cabeza del Bautista. Es Moare. Ross McElwee, Ajan Berliner, Nick Broomfield y ta.nlOS
una forma de llegar más allá del strip-tease, que suele terminar, de otros que afirman su presencia física en las non fictiom que diri-
ahí el ete:tSell, con la sugerencia del desnudo total. Otra forma es gen, ha llevado al estudioso Bill Nichols a añadir un nuevo modo
la que cuenta Orlan, esa genuina artista de la Nueva Carne, en a su topografía del documental que denomina, precisamente, per-
Or"'n. Cnrna/Art (Stephan Oriach, 2001): cuando la bailarina se formativo~.
queda desnuda, el visir, aburrido, ordena que sigan quitándole La idea de perform(lflrt, por supuesto, está asociada a la
velos y los guardias la conan en pedazos. Se acabó el aburrimien- génesis misma de formatos como el videoarte y la videodanza (de
to. (La fábula parece un diagnóstico de cierta concepción lireral la que serían precursoras las películas coreográficas de Maya
de transgredir los límites de la carne que caracteriza al cine de Ocren), que a menudo se convierten en expresiones de body-art.
terror moderno). Desde los trabajos de Vito Acconci (como Trademarks-1970-,
en el que el artista se muerde a sí mismo) hasta la obra más recien~
Q" El strip-teaS( puede considerarse como una variante de te de Sadie Benning (como f¡. \\7a.m· t Lovt-1992-. en el que la
ptrfornul1lct. esa forma de expresión en la que el artisra roma el artista se retrata haciendo poses de nifla mala ante el espejo de la
cuerpo, su propio cuerpo, como puma de partida y como mate-
rial propiameme dicho. Por su propia naruralez.a tn vivo y tn (S) _Blurred Boun<b.ries>. Indiau:l UniVCl'$;IY Prt:$5, 19'14.

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LA NUEVA CARNE ..,,( ANTONIO WEINRICHTEA BODY'ART, BODY-APART

cámara) lo que disringue a estos vídeos performativos de la perfor~ semántica al colocar a la abundame jamona Isabel Sarli en el mis-
mancerradicional es, precisamente, que la cámara no esrá ahí para mo escenario cárnjco en la aptamente rirulada Carm (19G8). Por
limitarse a regisrrar una actuación sino que la actuación se produ- otra parte, la analogía entte el cuerpo humano y el animal attavie~
ce pora La camoratn un espacio que ya no es I(rearrall> sino que se sa, si bien de forma menos literal desde luego, roda la obra de
configura según las reglas del espacio cinemarográfico (que otor- Shohei Imamura, al menos desde CertWs y acorazados (961) y La
ga un énfasis añadido a la corporalidad). Es lo que diferencia dos mujer instcto (1963).
trabajos de la videoartism andaluza Pilar Albarracín. El más
reciente y elaborado (La noche mil dos, 2001) no abandona un a El concepro de body-art suele considerarse como una
encuadre sostenido de la pane central de su cuerpo mientras eje- acción que se aplica en cuerpo propio. Es atributo de esa figura al
cura una vigorosa danza del vientre. En un trabajo anterior (Dots, parecet fascinante para el horrorfilm que es el serial killerel prac-
2000) Pilar baila flamenco con un vestido de bata de cola inma- ticarlo sobre el cuerpo de sus víctimas: de! body~art al body-aparr
culadamente blanco; llevada por la pasión empie7.a a clavarse alfi- (cuerpo separado). El prototipo de la figura, por su insistencia cn
leres en el pecho y en el viencre y la sangre, al expandirse lenea- darle un OIparrón» a sus crímenes y también por su precutsora sen-
mente, va creando lunares, lunares rojos de pasión sobre la rela sibilidad mediática, es sin dudaJack el Destripador: una película
blanca. Esta brillante metáfora en donde lo ~racial» se encuentra reciente. Dtsd( ti infitrno (hermanos Hughes, 2001), nos recor~
con el body-an queda sin embargo deslucida al venir grabada daba que con él se inauguraba el-siglo xx. El XXI debe de haberlo
cámara en mano, recorriendo los escenarios en donde va a tener hecho con el protagonisra de La alda (Tarsem, 2000), del que
lugar la actuación ames de centrarse en ésta, recordándonos siem- cabe retener una imagen difícil de olvidar, por desgracia: e! asesi~
pre que estamos en un escenario, erc., quedándose, en fin, más no, suspendido en el aire pot unos cables conectados a unos pitr-
cerca del reportaje que del videoane. cings corporales, se masturba encima de! cadáver de una de ¡as
chicas que ha marado mientras contempla, a la vez, los momcn~
~ En castellano la palabra carne designa ranto la carne tos finales dc la víctima reproducidos ante sus ojos en un monitor
humana, susceptible objeto de deseo sexual (se dice, lilas pecados de vídeo (la verdad es que el director reúne aquí todo un edifican-
de la carne») como las piezas de animales que nos sirven de ali~ tC catálogo de l<transgresiones» posmodernas dentro del más puro
mento. En inglés, curiosamente, ambos conceptos aparccen sepa- estilo de la ptrformance).
rados en los términos flesh}' meot, respectivamente. Un cineasta Este tipo de asesino premeditado que es el serial kilkrda con
amigo de este tipo de juegos semánticos como Peter Greenaway firmeza el paso que lleva de flesh a mtat, el mismo paso que ha
jugó a confundir ambos significados al colocar desnudos a su dado el género de rerror -cuya variante de pelrculas slasher o splat-
pareja de ama mes en una cámara frigorífica en El cocinero, el ter se designaba también con el término de meat movits (!)- desde
ladrón, su mujerJ su amontt (1989). Claro que bastante antes un La matanza de Taas (Tobe Hopper, 1974), atta metáfora carni~
director mucho menos sofisricado como e! atgentino Armando cera, hasta nuestros días: las scrtam quuns se oftecen a nueStros
Bo había efectuado la misma salvaje, y literal. transposición ojos descantes antes de ser troceadas (para completar la ecuación

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sexual que iguala fksh y m~lIt se recordará que Wla regla del juego gramas que son a la vez imagen y texto, aplicada al cuerpo, como
desde Hallowun es que el asesino tienda a preferir a las chiC2S explora Gre<:naway en PiUow &ok (1997) o, del tatO inurior.
promiscuas). como sugiere Carol~ Schneemann en ¡nurior ScroU (1975) en
La cuestión de fondo. en este cine de la crueldad. es la pre- donde la anista, desnuda, exuae un ~rga.mino de: su vagina y va
gunta que se hacía Serge Daney y que hoy nos suena significativa- leyendo su texto a cámara. Pero la imagen definitiva en este apar-
mente improcedente y hasta .anticuada~, a la vista del desarrollo tado pertenece a Nagisha Oshima. qujen en Sbinjuku dorobo lli/t-
de un cine de género que ha pulveril.3do toda noción de una ki (DÚlrio d~ un /adrón d~ Shinjuku. 1968) presema el cuerpo de
moral de la representación: 'ePor qué -decía Daney- el cine Rie Yokoyama, semidesnuda, de cuclillas, que traza sobre su vien-
muestra siempre a las víctimas de cara y aJ verdugo de espal- tre una línea .caligráfica~ dibujada con su propia sangre mens-
das?))". (Su pregunta podrfa plantearse cambién hoya los noticia- trual. Un gestO que repite el de un harakiri simbólico, para una
rios y los reaJity showsque han descubierto el valor espectacular de imagen enigmática, inquietante. cuyo sel1tido se dispara más allá
la miseria orgánica; $..11\10 en el caso de nuevas censuras institucio- del espacio que ocupa en la narración.
nales como la ejercida por la CNN en las guerras que libran los
americanos o en los atentados que sufren en rerritorio propio). Y de pintar en el cuerpo a pintar. directamente. el cuerpo.
Q'

Cuando la feminista Marcia Pally le preguntó a Brian de Si el organismo ya no es un .templo~ sino, como dice
Palma porqué prefería descuartizar a chicas. éste -haciéndo~ eco Orlan. un lugar de ritual; si la cirugía estética nos permite mol-
quizá inconscientemente de Poe cuando decía que la muene de dear nuestra figura a nuestro gusro (en el caso de los implantes
una bella mujer era el rema más poéÚco del mundo-- respondió silicónicos de las actrices pomo, al gustO de la. lógica. atlética
que siempre resuhaba más .estético» macar a una mujer que a un aumentativa que rige en el género); si el cine reReja los tensiones
hombre. y es que al cine, que es de género masculino, siempre le que actúan sobre nuestra organkidad con fluna proliferación de
ha guscado «escribino con el cuerpo de la mujer como si fuera un imágenes disgregadas que el psicoanálisis expresó con el sugeren-
signo (extráiganse todas las consecuencias, del sadismo a la te nombre de nurpo tkpuJauulo- 6 ; nada nos impide imaginar la
imporencia, que se quieran). Una peculiarísima excepción superación de nuestrO viejo cuerpo caduco y unitario por medio
recieme es, por supuesto, la vengativa asesina de machos que de la técnica.. La Nueva Carne significa, también. la «emergencia
presenta Takashi Miike en Audirion (1999), que traca la carni- de una zona gris en la que la tecnología da forma, no a una reali~
cería por la acupuntura con resultados igualmente letales. dad dominada por la verdad. sino a una realidad en la que circu~
lan diversas posibilidades y permutaciones»? Los cuerpos impo~
~ La unión del cuerpo y el signo aparece en los cuerpos sibles generados por ordenador que ca.da ve? pueblan más las
tatuados de mujeres tan diferemes como la dominatrix Wakao
Ayako de ,1rezumiJl (El tatllaj~, Masumura Yasuzo, 1966) o la
(6) S;incha·Biosa., op. ciL
ingenua colegiala Mayu Ozawa de SlJoujyo (Eiji Okuda, 200n. (7) Ebrbar~ L. Miller, .The New Fksh•• Afim-xt. núm. de m~no/~bril.
Más sugerente aún es la idea de la ca.ligrafía, esa escrirura de ideo· 1999.

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pdkulas son el síntoma más llamativo de esr:a 16gica paradójica (hermanos Wachowski, 2000), el riesgo físico depende tan sólo
de: un mundo virtual en el que: la realidad física ha sido superada. en el mundo virtual de un programa, un «juego de reglas.. que
&: trata de: inve:rt.ir e:1 proceso del cl1rtoon tradicional, que producen un fuerte efecto de realidad pero que se pueden sortear,
dotaba de tasgos antropocéntricos a animales y objetos; el cine cimbreando el cuerpo digir:al ante las balas como hace Keanu
digital toma el cuerpo humano y juega con él como si fuera un Reeves en la F.UllOsa escena de la azotea. Hay quien ve en la cre-
objeto. estirándolo, mutándolo. mutilándolo... No importa: ciente representación de la violencia sobre el cue:rpo humano (en
siempre se puede regenerar, igual que el Coyote se recupera des- los noticiarios y en la ficción) una explic.l.ción para el auge de
pués de cada caída. estas narraciones que presentan fantasías en las que se {(asciende
(Respecto a esta nueva plasticidad de la figura humana, los límites de lo orgánico: el cine digital ofrece sin duda un medio
Jonathan Rosenbaurn 8 hace esta curiosa observación: lo intere- envidiable para esra re-creación, permitiendo además borrar
sante de técnicas como el morphing no es sólo lo que le hace a la orros límites como las fronteras que separan ;\ razas y sexos.
representación de la carne humana, sino a la concepci6n bazinja~ McLuhan veía a los mass media como extensiones del cuer-
na de! plano-secuencia: la imegridad de la acción e:n el plano ya po humano; la ficción actual prefiere invertir la dirección de la
no viene garantizada por la duración de un evento real, pues los mutación, fijándose en los efectos que la interiorización de la tec-
píxels se pueden alterar -y el evento que vemos en _tiempo real.. nología produciría en el cuerpo humano (véase el utJuode Shin-
rambién- ante nuestrOs ojos, sin que se produzca un aparente ya Tsukamoto). Pese a las feroces metáforas orgánicas, y la aguda
ambio de plano. El monroaje ya no sería pues, como decía Bazin, sintomatología psicosomátic.l., del cine de Cronenberg. los opti-
índice de una manipulación, pues ésta se puede producir en e! miStas defensores de la realidad virtual parecen sugerir que la
imerior del plano). fusión de la arne con la nueva tecnología no será roan dolorosa. A
Plasticidad: el cuerpo agujereado de Meryl Streep en La condición de que no olvidemos que ese supercuerpo digital de
muert~ os sienta tan bien (Roben Zemeckis, 1992) no sólo ilustra Matrix se corresponde COIl un cuerpo real que está dormido: es
la remodelación del cuerpo humano y la creación de lógicas psi~ un ectoplasma separ:ado de su organismo (una vez más, un body~
comotriccs alternativas, sino que crea un nuevo orificio orginico apan). La tecnología moderna crea una imagen del cuerpo que ya
al que se puede asomar esa cámara (pos)moderna obsesionada no es una entidad orgánica sino, en palabras de I)aul Youngquist,
por verlo todo... Está por ver d resultado del cambio de modelo un «cuerpo concepwal.. infinitamente manipulable; en conse-
de la técnica hidráulica a la virtualidad digital, cuyo principal cuencia, la actividad de ese cuerpo, que sólo de forma nostálgica
problema es el escaso realismo con el que (por ahora) representa podemos seguir considerando como sede de una sustancia orgá-
la figura humana. Es poco probable, por arra lado, que los nue- nica, se conviene en una "función semiótica.. 9•
vos cuerpos digitales se revelen vulnerables (están hechos para
superar las limitaciones físic.l.s): como se nos recuerda en MiltTÍX
(9) P:r.ul Youngquisl.• Ballud·s Crash.8odyo. l'n'iSla on·linc POSt MINi..,..,
(8) Jonalhan Rosnllnum. (Jp. (11•• oola (3). Cu/rurr. nI> 900/1\.1. 2000.

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LA NUEVA CARNE 4fII ANTONIO WEINRICHTER _ _ _ _ _ _ _ _ _B=O:.:.D'~-~A::cRT. BOOY-APART _

a- ,Qué ocurre, finalmente, con el cine de culruras. como


la islámica, en las que la imagen de la carne no está sobreexpucs-
ta como en Occidente sino directamente prohibida? Pues que se
crea un espacio para la metaforización de lo corporal, aunque el
espacio sea mínimo y aunque la metáfoId deba hacerse siempre
sobre la negación del cuerpo. En la película tunecina La trau
(Nejia Ben Mabrouk, 1988), la protagonista se niega a cumplir
con d ritual que cenifica su virginidad y que consiste en orinar
sobre una pequeña piedra: la (caza que deje en ella sirve como
prueba... y como testamentO del método indirecto de abordar la
corporalidad que rige en esa cultura. De similar modo,las muje~
res que aparecen entreviscadas en el documemal Da garfons, d~s
fi/ks ~t du voik (Yousri Nasrallah, 1995) no abordan nunca
directamente la cuestión de la obligatoriedad de llevar el vdo
como una prohibición que señala una jurisdicción ajena sobre
su cuerpo: se refieren a ello hablando de que llevarlo les sirve de
protección frente a los hombres, se quejan de que haya gente
que piense que un velo encubre siempre un pelo descuidado (!) y
afirman que el velo conjuntado con el veslido les permite ir más
elegantes. Sin embargo, dentro de tan estrecho margen de
maniobra aún se pueden crear imágenes tan resonantes como
esa foto-fija de Kllndllhar (Mohsen Makhmalbaf, 2001) que
muestra la silueta de lIna mujer cubierta por un burka negro que
se agacha para examinar la lechosa desnudez de las piernas de un
maniquí en busca de una prótesis de urgencia para el miembro
• ,
~
que le f.1.lra. Sobresalta el contrasre, negro sobre blanco, entre ese e ~

cuerpo negado (y, en este caso, literalmente mutilado por una ~


••
o
g~ o
o
<
mina) y el signo casi obsceno de esa misma corporalidad que le :E :i• ,;¿ N

eStá prohibido mostrar. :E

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SUFRIR ES GOZAR: LA NUEVA CARNE 1
SEGÚN CLlVE BARKER

ANToNIO Jose NAVARRO

o ~live Barke~ació el 5 de octubre de 1952 en Liver-


pool. muy cerca de Penor une Sueet, calle a la que Tbe Beatles
dedicaron una de sus más conocidas canciones. Tras su gradua-
ción, ingresó en la Liverpool Universicy pWl estudiar literatura
inglesa y filosofía. Con 21 años se trasladó:l Londres. dondelfor- "
mó una pequeña compañia teatral entre cuyos miembros figura-
ban Doug Bradley. Níck Vince, Simao Bambord y Grace Kirby,
quienes, catorce años más tarde, darfan vida a los (uano Cenobi-
ro ldemoniacos moradores de un Infierno sadomasoquisra- en
el primer largometraje de Barker como realizador, H~lirais". Los
que mun ti infi~mo (HtllrniJ(r, 1987). BradJey sería el celebérri-
mo .PinheadJl, Vince era ..Chanerer_, Bambord interpretaba a
t!Buuerball,. y Kirby a .Deep Throal)ll. Además de escribir la

(1) Eslm; nombres pucden traduciNC: como .C:l.bczapincho., .Castaneall-


reo, .Bola Je mantcquilla» y .Garganta profunda•. Los nombres de 1m; Cenobira.~
masculinóS figuT:l.ban rn el guión dc Clivc &rker, haciendo alusión a SlU caractc·
rtslias Pl$ic.l$, por lo cual es muy fiicil identificarlos en la palltolll:l., Curim;:l.mCnle.
la mujer 00 reni:l. nombll:, pero loslteni~ de efc:elm; espcciab de ¡mage Anima-
lioo, haciendo gala de llO maligno $CllIido dd humor, la llamaron .Ottp Throav
en alusión a la herolna del mltico film PQrnogr.lfico Garxanla proftnda (D«p
Throal. GeT:l.rd Damiano, 1972), eUY<l singulariJ<ld flsica. -poscc:r el c1ltoris en la
garg;;rnta-, determinaba la .('Spea:l.cularidad. de b pelleula.

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LA NueVA CARNe ..", ANTONIO JOSÉ NAVARRO SUFRIR es GOZAR: LA NueVA CARNE SeGUN Cuve eARI<ER

inmensa mayoría de las obras represemadas por la compañía, en 1810), en el que estaban presentes la violencia, el canibalismo, la
ocasiones Barker también dirigía y actuaba. brujería, la locura y la muerre -temas, en definitiva, abordados
Paralelamente, empezó a dibujar y a pinear, ulilizando algu- por Gaya en sus .Pinturas Negras-, Barker organizaba una deli-
nos de sus bocetos y lienzos en Salomi (1973) y TIN Forbiddm rame ficción que estableda un claro paralelismo emre los mons-
(1975-1978), dos cortometrajes que constituyen su verdadero truos que producen los sueños de la r;¡ron y su plasmación en car-
debut como cineasra. Mienrras que el primer corto se inspira ne torturada. El polifacético escritor suscitó una cierra
vagamente en el textO de Oscar Wilde (1854·1900), el segundo controversia en drculos teatrales londinenses con Th( History of
es una recreación muy migou7isdd mito de Fausto según la ver- th( Dt:fIi~ un juicio a la actuación del Demonio a través de los
sión del dramaturgo isabelino ChriSfopher Marlowe (1564- siglos que se convierte en un tenebroso análisis sobre la fisicidad
1593) -todo el cono cstá filmado en negativo, conviniendo lo
negro en blanco y lo blanco en negro-; no obstame, ambas cintas
.
del Mal; idéntico asulltO llegaría a notables t'Xtremos de sordidez
en uno de sus cuentOS más memorables, DowlI, Satan! , donde
,
comparten una lOrruosa atracción por una sexualidad ambigua y un millonario enloquecido invoca al Maligno construyendo en la
turbia, por lo atroz. y lo siniestro. Diversificar la actividad creativa Tierra un Nuevo Infierno, real, corpóreo... -repleto de restos
ha sido para Clive Barker una necesidad que le ha acompañado humanos degollados o descuartizados-, sin darse cuenra de que él
toda su vida. En una emrcvisra concedida a la periodista Linda mismo se ha convertido en el Diablo. Pero quizá su rrabajo escé-
Richards para}anUllry Magtlzint (febrcro 2002), d escritor, pin- nico más famoso sea Frankouttin in Lout, or TIu Lout and Dt4th
tor y director de cine explicaba: .Mi ideal artíStico lo reprcsenra (A Grand Guignol Ronuznct), una amalgama de fascinantes ideas
Jean CocrCOlu porquc hizo pelfculas, escribió novelas y obras de que Barker situÓ a propósito en un marco imposible: una repú-
(catro, pintó cuadros... 1:.1 solía decir que todo formaba parte de blica bananera sometida a los rigores de un esrado de sitio, en la
un único asuntO, de un único proceso: todo consistía en ser un que el doctor Joseph Frankenstein (Daug Bradley) es un vivisec-
poeta. Y me gustada decir que yo también hago esas cosas y que tor sadomasoquista que da rienda suelta a sus bajos instintos tor-
todas forman parte de un lOdo. Veo algo "chamanístico", en dio. turando cruelmeme al Monstruo (Oliver Parker): en un momen-
Un chamán sale de su trance y regresa a la tribu para informar de to de la pieza, Frankenstein ordena que su criatura sea desollada
todo lo que ha visto. Bien, creo que un poeta hace algo similarlt. viva, idea muy recurreme en las novelas y películas firmadas por
Volviendo a la temprana trayectoria te:ural de C1ive Barker, Barker. Mezclando elementos inspirados en el Th6itre du Grand
conviene resenar que muchos de sus textos eran de cone fantásti- Guignol, la obra de Antonin Anaud (1896-1948) y la novela de
co, erótico o terrorífico; en ellos se perfilaban ya los e1emenros H.G. Wells La úla ¿ti Dr. Momm, FranktllJttin in Love es una
dramáticos y estéticos que, más tatde, con mayor profundidad, cruda alegoría sobre la naturaleza humana que, hasta la fecha, cie-
apare<:en en sus novelas, cllemos y películas. Por ejemplo, en rra las posibiJidades metafóricas del mito en los escenarios. Des-
COúJSJt4S, Barker efectuaba una reflexión muy personal sobre el

lado más siniestro de la obra de Francisco de Gaya (1746-1828), (2) ;ANjfI S4tJn! Cucnlo pertcnec:ienle a la anlo\Qgia S.IJp(uaducdón de
uno de sus pi orares favoritos. A partir dellienw El Coloso (l808- o,l;a Ftlipe110). EdKiona Manlnn Roa S......., Barcelona, 1987, ~gs. 118·121.

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taca en este st:ntido una escena en la que el Monstruo, aquí llama- rrado por la crítica, que en 1985 premió su talento con los galar-
do EJ Coco (sic), mantiene un intenso diálogo con María Reina dones World Fantasy y British Fantasy. Animado por el éxito,
Duran (Lynne Darnell). personaje espectral que deambuLa como Barker publicó los volúmenes cuanto, cinco y seis de Th~ Bouks uf
un zombie por las noches rememorando su propia muene; El Blood -retitulados en EE.UU. Th~ Inhuman Conditiun, In ,h~
Coco está conectado a un aparato que capta sus impulsos y la Fúsh J CabaI 7-. Su popularidad iba en aumento y sus libros fue-
pamalla de su encefalograma muestra dos líneas vitales porque ron traducidos a 20 idiomas, al tiempo que el aUTOr st: prodigaba
fue fabricado con los cuerpos de dos personas distintas, lo que le en los medios de comunicación explicando quién era. por qué
produce una suene de doble personalidad que Barker emplea escribía y cómo lo haáa. Con la colaboración del crítico bricinico
para reflejar las contradicciones de la exisrencia3 . Algo más come- Srephen Jones publicó en 1984 Cliv~ Bar/ur's A-Z of Ho"u~,
dida, la obra Sub,Ü BodiN presenra a los pasajeros de un crucero una especie de enciclopedia personaJ sobre sus gustoS yobsesio-
que. envueltos en un extraño ambiente onírico. empiezan a cam- nes en el arte de lo fantástico y lo terrorifico: desde pintores
biar Asica y psicológicamente. aboeándolos. en palabras de pro- como El Basca (Hieronymus van Aken, 1450-1510) y Gaya. a
pio Barker, .a un abismo de panjco y terribles revelaciones- -4. escritores como William Shakespeare (1564·1616), William
En 1984 C1ive Barker publicó en Gran Bretaña los volúme- Blake (1757-1827), Edgar Allan Poe (1809-1849), He,mann
nes uno, dos y rres de T~ Boolu o/Blood ~. los cuales obruvieron Melville (1819-1891), H.P. Lovemf, (1890-1937), Arrhu,
un éxito muy discreto en las islas. Pero fue con su desembarco en Machen (1863-1947), Jean Gene< (1910-1986), W;IUam
el mercado noneamericano, que coincidió con la pubLicación de BUIToughs (1914-1997) y Ray B...dbu'l' (1920), pasando PO'
la primera novela de Barker, Damnotiun Gam~6, cuando empezó obras como Drácu/a y la Biblia o films como Psicosis (Psycho,
a forjarse el mito: el respaldo de los leaores, patente en el norable Alfred Hitchcock, 1960), Lo. nuch~ tk los mu~rtos vivimtts (Night
nivel de ventas de sus obras, fue equiparable al entusiasmo demos- ufthe Living D~ad. George A. Romero, 1968), El aorcista (Th~
Exorcist. WIlIiam Friedk.in, 1973), Lo. noch~ tÚ Hallowun (HalLo-
wun, John Carpenter, 1978) y Vi"n~s 13 (Friday the lY', Sean S.
(3) An~lisis atraldo del ens¡¡yu Frank,1lStrin. El mito tb la Iliáa anifirill4 por
Tomás Ferninda Valen!! y Antonio JOS\! Nav.uro. Nuer Ediciones, Madrid, 2000. Cunningham. 1980). Barker. además, asegura que es un tecnófo-
(4) Varias de las obras teatrales escrilas por CIi.e Barker han sido publicadas bo: detesta la máquina de escribir y el ordenador y únicamente
en dos libros recopilatorios: Incanuu;ons (HarJ>l:r Prism Edilors, Londrcs, 1995)
--<Iue contiene CoIOSiUl, Fmn/r'tlSuin in Lo~y TIN History "ftht Droil-. y Forms of
Ht/u'tll. Tlm, PlaJl(HarJ>l:r Prism Edirors. Londres, 1')96) -inregrada por Crazy. (n Tlu Inhuman COlldilÍqn e 1" rht Flrsh se publicarun en Enados Unidos
fa«, Pamdiu Strmy Subt', /3oditJ-. bajo el sello Poscidon J>n:.ss (Nueva York) en 1985. Cablllfue publicada pur Scrcam
(5) OriginariamcJlte, ~ &OksofBkH.>d I-6fueron publicados en Gran Brr· Press (Los Ángeles) <:n 1991, siendu reeditada un 1m de años m~s rarde bajo el tÍtU-
tafia de forma limitada por Sphere Books, Londres, entre 1')84 y 1987. Mi<; tarde, lo Lord I'flllusiom. Subnyar como curiosidad que los tr<:s primcl"O$ volúmenes de
la t<lmbién londinellSC Wddc:nfeld 6.: Nicholson los relanzó al merC:l.do cn una Tlu IJo.olts of BÚHNi fueron publicados por Screarll Prcss <:n pequeñas riradas de
nueva edición bajo un Jlotable: aparato publicitario. 1.500 ejcmplar<:s. 250 de Io.s cu;¡1cs cslllban firmados por su autor.
(6) Tndueida al cam:lIano por E!ireban Riambau Saurl con el t[1U1o Elju~ (8) Clwt! &rlt",'1 A·Z DfHorror. por CliV( BarKer y Stephcn Jono (Editor).
ár 1m mIIldin"olU'S- Edicionu Versal S.A., Barcelona. 1987. Harpct ColJins Editor. Londte:S, 1984.

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LA NuevA CARNE .4f'f ANTONIO JOSÉ NAVARRO SUFRIR ES GOZAR: LA NUEVA CARNE SeGÚN CUVE BARKER

emplea papel y lápiz. para la escritura... La ficción en general exa~


mina los estr3lOS del mundo con criterio realista; la ficción de
horror arremete comca ellos con una sierra eléctrica. corta la rea-
lidad en pedacitos y le pide allecror que vuelva a armarla -explica
Barker-. Es una forma agresiva de redefinir lo que piensas acerca
del mundo y ésa es la causa de que a menudo la rechaan los críti-
cos y los lectores. Puede mahrarar brutalmente nuesU3 visión del
mundo" '.
En 1985 CLive Barker escribió los guiones de UmúrworU
(1985) --estrenada en EE. Uu. como TTllnsmuUtlÍom-- y Rawh~nd
Rt'X(I986). La primera fue rodada a partir de una historia origi-
nal; la segunda era una adaptación de un felono aparecido en TI"
Boola ofBloodlO, Ambas películas fueron dirigidas por un oscuro
cineasta bricinico de origen ruso llamado George Pavlou y pro~
ducidas por Creen Man Productions y Empire rictures ll .
"UnduwQrú/ cra un proyectO dcl director, George Pavlou. Me
pidió que escribier2 un guión para él y eso fue, lo que hice-pun-
tualiza Barker-. Mi inspiración vino de diferentes áreas: la daus-
uofobia, el cine negro. que adoro, y básicamente, mi devoción
por los monstruos y los villanos. Fui creando un entorno idcntifi-
cable, pero extraño, una especie de tierra de nadie en la linea del
Infierno de Dame. Aquí me plameaba una cuestión: ¿qué ocurri-
ría si nuestros sueños se hicieran carne escapando de nuestro con-
trol? (h') Pero lo cambiaron todo, deStrozándolo. Creo que fue-
ron unas siete líneas de mis diálogos todo lo que quedó del guión

(9) Ci¡:ldo por Edu;¡rdo Guligorsky en su prólog<) pal1l Sangrr. Op. dt. n" 2,
I Clivc Barker. Fotodc llona Lieberman e
p.tg. 13.
(J O) &wheaJ &x ~ ba.sa en el eucmo del mismo IÍlOlo, publicado oomo
Ro:, rl hombrr Úlboen h. amologfa Libros s.".gritnlOJ 3 (uadooción de Santiago Jor-
din Sempcre). Ediciones Martlna JWa S.A., Barcelona. 1994, págs. 57-11!.
(11) En F.4paña, Un(ÚnQfJr/d J RAwhtml Rano luvlcron estreno comercial
en nRs, siendo editad..$ direcunxnleen vídeo.

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LA NUEVA CARNE .-,,1 ANTONIO Jos~ NAVARRO SUFRIR ES GOZAR: LA NUEVA CARNE SEGÚN CUVE BARKER

originall', conduye ll . En contra de lo que pueda parecer, Barker


no pecaba de arrogante, sino que simplemente advirtió a pOJtuio~
ri que los objetivos de realizador y guionista eran muy distintos.
•No me opongo a que la gente se tome algunas Libertades con mis
textos -adara-o Cine y literatura con dos medios de expresión
muy disrimos; yo mismo he cambiado varias cosas de mi ptopio
material cuando fLImé Ht//raiJuy Razas de noche. Pero adaptacio-
nes como R4whead Rason profundamente irritantes porque los
cineastas no se han preocupado una mierda (sic) de la tnma psi-
cológica. Sólo querían hacer una pdícula de monstruos"o. El
balance cualitativo de ambas pelfculas fue absolutamente decep-
cionante: su puesta con escena, que evoca de manera lasrimosala
estética pobre y agreste de la serie B, las inclina hacia los tópicos
visuales del más manido cine de tcorror gótico -R4whtad Rtx~ o
del más previsible cine de ciencia ficción de laboratorio, con Mad
Doctor incluido -Undtrwor~. Como era de prever, Barker no
pudo soportar el lOrmen{O moral que suponía ver reducida su
Los muumes de: Untkrwor/d, 1985 agitada visión del horror a un simple carnaval de monstruos y
efecros especiales.•Me parece que la única forma de hacerlo bien
es hacerlo tú mismo", le confesó a su amigo Doug Bradley.
Así pues, Clive Barker tomó la determinación de trasladar
sus propios textos al cine, sin molestos intermediarios. olOrgán-
doles una consistencia visual que ya se intuye en relatos como
The Madonntl' -en las decrépitas entrañas de unas piscinas
municipales abandonadas, una hermosa joven amamanta a su
hijo, un engendro lovecraftiano surgido de las aguas...~ o Human

(12) Emrevista (oncedida a Philip NUlntan & Sldan jaworzyn, induida en


su artículo .Clive Barker's ShadoW5 in Eden •. Fallpria. nO SI, enero de 1986.
(13) Dn:ianciones hechas a Daniel SchweiJ::cr para su artkulo .Candyman:
A Nightmarc Swcct>, NlIgoria, nO 117. ocmbre 1992.
(14) Úl mtUiOflnA. Op. tit, nO 2, pigs. 195-231.

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LA NUEVA CARNE 4f ANTONIO JOSÉ NAVARRO SUFRIR ES GOZAR: LA NUEVA CARNE SEGUN ClIVE BARKER

RemninJ 15 -donde una vieja estatua romana succiona la carne yel Sin embargo, el fracaso económico de su tercer film como
alma de sus víctimas para cobrar vida...-. HeUTtliur. Los que traen dÜecror, El señor de las i/UJion~s (Lord 01J/JusionJ, 1995) -sólo
el infi~rtJo fue el fruto de esa determinación. La idea, hacer una recaudó 13 millones de dólares cuando había costado dos veces
película independiente y de coste reducido, pareda fácil; pero más...-, y la también fría acogida de la secuela de la película
pronco empezaron los problemas. Inicialmente, Batker y su pro- Úlmiyman. titulada, lógicamente, Úlndyman 2 (Candyman:
ductor, Chrismpher Figg. intencaron sin éxito encontrar finan· FarroxU to fhe FLnh, 1995), en la que Barker ejerda de productor
ciación en Gran Bretaña. A punto de caer en el desinimo. fueron ejecutivo, le apartaron temporalmente del cine. Únicamente la
a Los Ángeles a entrevistarse con los direaivos de la New World adaptación cinematográfica de la novela de Christopher Bram,
-el viejo estudio de Roger Corman-, quienes aceptaron aportar Gods and Momters ls -dirigida en 1998 por BiI! Condon e inter-
el dinero necesario para llevar adelante el proyecto, quizá algo pretada por lan McKdlen y Brendan Fraser, de la que Barker fue
menos independiente pero dotado de un presupuesto mayor. productor ejccutivo-, nos recordó que el interés de Clive Barker
Posteriormente, Barker actuó como guionista y productor ejecu- por el cine .seguía vivo, a la espera de tiempos mejores. Pese a que
tivo de las dos inmediaras secuelas del ftlm, HtUbound HeUraisrr su rr:abajo como escritor no decayó, como atestiguan sus novelas
IJ (id, 1988), de Tony Ra.ndd, y Htllmisrr 1Jf. infierno en la a The Creat ami S~t Show (1 989)1' y su secuela EvtTVi/k (1994)
tinTa (HeilTtliser IJf: H~il on Earth, 1992), de Anthony Hickox. -ambas protagonizadas por el detective de lo paranormal Harry
El resultado de esta última no le convenció en absoluto, por Jo D'Amouc-, Th, ThiifofA1ways(1992)", Ga/ikd1998) o Wi,-
que vendió sus derechos sobre la franquicia a la New World por ktd Strange (2002), el escritor briclnico prosiguió su exploración
un millón de dólares, desentendiéndose así de la misma l6 • En de otros ámbitos creativos. Su antigua pasión por el dibujo y la
aquella época Barker buscaba nuevos territorios cinematográfi. pintura le llevaron a exponer su obra en diversas galerfas neoyor-
cos: había dirigido su segunda película, Razas de noche (Nigh- quinas -como la prestigiosa Bess Culter Gallery- publicando tres
tbrud, 1990), y produjo, amén de escribir, la adaptación fílmica volúmenes con sus óleos e ilustraciones21 • Aparte de las atractivas
de su cuento TJJt Forbidtún l7 , que se convirtió en Candyman: tL adaptaciones al cómic de varios cuentos publicados en Tht Books
dominio tÚ La mente(Candymnn; Bernard Rose, 1992). olBwod, llevadas a cabo por Eclipse Books (Nueva York) -siendo

(15) R~toJ huma"oJ. Op. rir, nO 10, págs. 187-237. (18) Publicada ~tre nosotros como El padre tk Franlumui". Ed. Anagra-
(16) Una va quc Clivc Barker abandonó las mórhida;; peripecias dc Pinhead ma, Col. Panorama Narr:oI.Iivas. Barcelona 1999. La película ~e eo¡trenó en salas
rsus Cenohitas, los cslUdios Ncw World continua.ron la «serie. con dos pdfculas comerciales con el rlwlo Dioses y momtruos.
de lnfima calegoda: H~liraigr: Bloodlin~(1996), de Alan Smithcc -seudónimo dc (l9) El gra" espmdcuw m:reto (Ir;¡ducción dc Jcsó~ P:udo). Plaza & Janés
Kcvin Yagher, que renunció a los crMitos d~hido a las manipulaciones sufridas por Editorcs SA., Barcelona, 1991.
-su. mOntajc a manO$ del esludio, con el objetivo de atcnuar la truculencia dc la (20) Conviene destaear quc. curiosamente, T/H ThiifofAIW4]1cs una nove-
cinta- y H~lirniUr: /"fimo (2000), de Sean Derrickson. En d momCnto de redac- la juvenil. En España fue publicada como El iIlJr6" tk J"mprt(lraducción de Enric
tar estas lineas se est' filmando una sexu película de la ><Serie-, titulada Heliraisl'.T: Canals). Editorial Grijalbo/Mond.adori S.A.• B.arcclona. 1993.
H~/Ú«IrI'.T, dirigida por un la) Rick Bota. (21) T/x //Jll.ltrttuJ GuitÚ to Cliw tI Cliw &irlt"- Pioncer Boob. 1989. Cli-
(17) Ú prohihitÚl. Op. rit, nO 2. págs. 118-121. w &lner //JustrttUJr / r 11 (TafOS de Fred Burke). E.elipse Books. 1990fl993.

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LA NUEVA CARNE ...", ANTONIO JOSÉ NAVARRO SUFRIR ES GOZAR: LA NUEVA CARNE SEGUN GllVE BARKER

Jos más destacados. Rawh~ad &xy TIx Maáonna, ya citados con cionalismos literarios vados tajes como el final feliz., la virrud
anterioridad, además de Skím o/ t¡'~ FatlNn y How th~ Spoílns recompensada y. en general. una didáctica moral huera, una
Oleed 22_, Barker inspiró e! concepto general de! cómic The Saínt aceptación de modelos y valores popul.ares imponiéndose .a sus
Sínn~r. edÜado por Marve! Comia Group con guión de Elaine propias emocionC'SlO24. En cambio, eexpresab.a e interpretab.a los
Lee y arre de Mal: Douglas y j.L. Pae. y escribió, abocetó Y editó sucesos tal y como son. sin tener en cuenta hacia dónde tienden °
su propio cómic. Dup Dark Fantasí~ (vol. 1 na 1). bajo el sello qué demuestran. si el bien o el mal, lo auacrivo o lo repulsivo,lo
Dark Famasy Productions. Actualmente. al tiempo que idea C'Stimulame o lo deprimente. haciendo el .autor de cronisr.a vivo e
videojuegos macabros corno C/íve Barkeri Und.ryíng-eclÜado por independiente, más que de maestro, simpatizante o vendedor de
Dreamworks lnteractive (PC) y Aspyr Media (MAC)-. es el opiniones (. ..) Un aquelarre de horror, despojándose de sus ropa~
argumentista y produclor ejecurjvo de la adaptación cinemaw- jes decorosos, surge ame nosotros ofreciéndonos ulla visión más
gráfica de The Saínt Símur, dirigida por Joshua Burler, mientras monstruosa aún por la habilidad científica con que cada detalle
prepara su rerorno a la gran pantalla como realizador, amparado C'Srá ordenado y puesto en fácil relación aparente con lo espantoso
por Universal Pictures. con 70rtund Sou1s 2J . de la vida material,.2.s.
Sin duda, la obra de Clive Batker no es equiparable. cualira·
@ En ciena ocasión, interrogado sobre el origen de los rivamenre hablando. a la de Poe. de l.a misma forma que, como es
horrores y fantasmas que alimentaban sus cuemos, Edgar Allan obvio, no existe enue ellos ningún vínculo en el terreno estricta·
Poe respondió: .Mis miedos no proceden de Alemania. sino del mente crearivo. Pero .allirerato británico se le debe reconocer la
alm.a•. Despreciativo con los artificios de la, por eIHonces, popu- misma derermin.ación de no plegarse a modas y tendencias, sor-
lar novela gótica. el escritor csr.adounidense dio un paso de gig.an- teando comportamientos .políricamente correaos_ o restrictivos
re en rel.ación a sus acomodaticios y rutinarios contemporáneos a moralismos, rechazando como propias las ideas de l.a masa, des-
la hora de revelar la sombría base psicológica de la lÜeratura marcándose abiertamente de escrirorC'S tan previsibles y medio-
terrotífiCl. y fancistica. En los relaros de Poe no existen .conven- cres como Stephen King, Perer Straub o Dcan Ro- KoontL.• La.
buena ficción de horror siempre debe esta.r un paso más allá de
(22) !.4s 1';~1n tk 1m paÁm. 0,. ril., nO 10,~. 119-155. C6mo~ drJllnxran los Iímires del buen gUStO -asegura Barker-, para que el leeror
los apolitUkm, pcnenn:ieme a la antología StInxrr 2 (traducd6n de Celia Filipcl- reciba la sensación de que el libro que tiene en sus manos es peli~
ro). Ediciones Manínez. Roca S.A., Barcdona, 1988, págs. 119.147.
groso. La gente recurre a la ficción de horror para que ésta
(23) Torturd Souls t$ una novela corra escrita por Barker pa~ apopr el
Ian1.;lmiemo de las seis escalofriames figuras que diseñ6 para McFarlanc Toys. impugne sus rabúes, y a mf me gusta satisfacer ese deseo. Casi
que fueron com",rcialiuda, en el Hallowtc:n Day de 2001. Se trala de seis Ceno-
bitas llamados AgoniSlt$, $qthel.Mei"er, Luddique. Talisac, VeruJ Analomica y
Mongroid, que: suponen la expresi6n mú delirante de las fanwías udQm<lSOquis- (24) Observaci6n he<:ha por otro de 1m grandes ITUCStros dd ~n~ro, H.P.
ras del lircralO r cineas"" brilinico. Aclualmcme, $e alá preparando un Tonurrd Lov«ran, ~n $U ensayo El horrtlr nr lA IsUmIU11f (traducci6n de Francisoo Torra
Souls 2 con seis nuevos Cenobiw IbnudOl5 Sulux, Camille Noire, Zain, Suffe- Oliva). A1~nu Editorial, Col. Libro de Bolsillo. Madrid, 1984, p3g. 52.
ring Bob, Moribundi'y FnTrish. (25) 0,. CIJ.. n D 24. p3gs. 52 y 54.

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LA NUE ....A CARNE .'fIf ANTONIO Jos~ NAVARRO SUFRIR ES GOZAA: LA NUEVA CARNE SEGUN CUVE BARl<EA

toda la ficción de horror empieza con una vida rutinaria que es


desquiciada por la aparición dd monstruo. Una vez. eliminado el
monstruo, todo vuelve a la normalidad. No creo que esto sea váli·
do para el mundofNo podemos destruir al monstruo porque el
monstruo somos nosotros- 26• Pero las causas que le Uevan a esta
~

manifiesta disidencia obedecen 2 impulsos más personales. -Mi


anhelo de perversidad es tal vez un poco más complec:o que el de
algunos de mis colegas escritores -confiesa-. Quiero decir que si
olf2teo 12 predictibilidad de algo que estoy haciendo, inmediaca-
mente me enfrlo y dejo la pLuma. Esto determina que mis cuen-
tos.Kan un poco escandalosos para algunos guStos. pero también
determina que los lectores aborden mis cuentos con la cenen de
que ~ van a enCOntrar con algo que no ~ ~ a ninguna oU'a
cosa,.. unca me he 2utocensurado. Nunca he emprendido una
indagación para después detenerme a mirad de camino al darme
cuenta de que me lleva a algo más macabro de lo que puedo
soportar. Nunca he eliminado ningún subtexto S(xual de mi
obra; en cambio, he tendido a llevarlo hasca sus últimas canse·
cuencias con mucho placer. Siempre he supuesto que los lectores
son tan valientes. temecarios o morbosos como yo... La verdad es
que no me encarnizo con lo sanguinario. Me encarnizo con todo.
Me guSta llevar los cuentoS, los hechos y los person2jes hasta sus
últimas consecuencias. Me afligirla que mi público me leyera sólo
para ver cómo despedazan a la gente. Esw sería un pOCO como
asislir a una función del Rq uarsólo para ver cómo le a.rrancan
los ojos a Gloucesten-27• Ya la visra de las peculiaridades desu tra· Influencia de Cliw: Barker en darte. lkmon D;Inltbouxlling Soul.
bajo. podemos estar seguros de que tales a.firmaciones no son una por David Ho, 2002

(26) Dod.3.rKil)nes hechas pord escritOr a la !"n'Ut:l Pub/ishm Wu.H"it;ldas


por F..duuoo GoI.iSOI'1Ity. Op. rito, n- 9. p;ig. 1).
(Zn Segün aplicó en una CflII"C'Visn hecha a DougIas E. Wimer, de l. revis-
la Twj/ith, 7.J¡n~ y rt'COgidu por Eduardo Goligouky en d prologo de s.n.f"- 0,.
ri,.• n"9.p~.13·1".

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LA NUEVA CARNE ...,,( ANTONIO Jost NAVARRO SUFRIR ES GOZAR: LA NUEVA CARNE SEGÚN CUVE SARKER

perogrullada ni la arrogantr atribución dr logros inrxistemes. Se Los dimm k rflJrañtttaron in un último tspasmo antt la
trata, simplrmenre, de una nítida declaración de principios. inmintntt mutru; sus mitmbros St agitaron J rrujitron.
Las innegables cualidades de Clive Barker para lo macabro y p"o ]acqlltS tstaba mutrto. Aqutllos ttmblorts J contrac-
lo inquietaore son, por supuesto, tamo un medio de ocultamieoro ciotlts no tran indicios dt qut k qutdara capacidad dt
como de confesión. La ficción cubre lo humano y exhibe lo inhu- pmsamimto o ptrsonalidttd,· tan sólo ~l tsurtor tÚ la
mano, una sensibilidad abisal que anula cualquier atisbo de racio- mutrtr l •
cinio, de intelectualidad. Barker es un arrina que se eorrega a sus
fantasías más turbias y desbocadas con ánimo febril, obsesivo, dis- La carne es, pues, moldeada emte grandes explosiones de
frazándolas de literatura o de cine de género. El exceso es, en este sangre, vísceras y supuraciones, a modo de escatológica parodia
sentido. la idea dave para comprender la C'.S(:ncia de sus narracio- de un vibrante happmingsexuaJ, raJ como ocurte en este pasaje de
nes y pellculas. Relatos como N~ Murtkn in rk Rur Mo~ ]acqt«Iint Ess: H" Will and Ttltammr.
-sexualizada y violenta reescritura del célebre cuento de Poe, don-
de el orangután homicida mata por celos y seduce a sus víctimas ..Si una mujm
femeninas, copulando apasionadamente con ellas...-, ]acqt«Iint Nada mds orunírstk ~sa txtravagantt idea, tmptzó
Ess; Htr Will and ustamtnt 19 -una hermosa mujer da una muerte a comJtrtirst in rtalidad. Lamtntablemtntt, no fut una
espantosa a codos aquellos hombres que la desean solamente con tranifonnación de rutnro dt hadas. Ella dtstó qUt su ptcho
pensarlo, con soñarlo...- o Son of úllutoid YJ -Greta Garbo, masculino ditra lugar a dos mamas, J tmptZÓ a hincharst
Marilyo Monroe, Joho Wayoe... fantasmas de la Edad de Oro de dt una mantra tnrantadora, hasra qUt la pitl crdió J st
Hollywood, reanimados por un ente abominable que devora el dtsprtndi6 ti tsttrnón. Su pi/vis, tsrirada J a punro tk
alma y el cuerpo de los asistentes a un lúgubre cine de reperro- tsta/Jar, St rasgó por ti rtntro; dtstquilibrado, St durumb6
rio...-, son los paniculares contts cn«/sde Barker. casi siempre pre- sobrt su despacho J la conttmpl6 ron la rara amarilla por
sididos por una vívida descripción de la muerte entendida como la ronmoción_ & chupaba los labios sin parar, a fin tÚ
una mórbida destrucción del cuerpo. En New Murtkrs in rht Rt« tncontrar algo tÚ humtdad qra k ptrmitiiTa hablar.
Morgut, uno de los asesinatos del simio es descrito así: unía la boca Jtca J las palabrflJ St k morían antts dt
tlaar. Todo ti ruido prortdía ahora tÚ tnm sus pitrnaS; ti
La criatura lo había cogido tÚllabio y había stpara· chorrto dt la sangrt J el golpt sordo dtl inftStino al catr
do la carne dtl hutso como si k quitar¡¡ un pasamontañas. sobre la alfombra J ].

(28) NUNIf)s ~,i"aws~" la CAl" M(J1fU~' Natnción contenida en la amolo- El cuerpo puede ser, incluso, sometido a los deseos salaces
gia Li/nw SJI"t"nmn ](lnduecKm de Santiago Jot<Un Sempere). Ediciof\e$ Mat-
lina Roca S.A.. Batcdona, 1994,~. 1~7-188.
(29ljM'lwiiMEss:,te ~nt4J,sl/ tnlammw. O,. cil.. 0-28, pjp. ]9·117. (1)0, OI.,n-28,pig.183.
(JO) H;¡'tk/r~bJ.itk. O,. 01., 0"10, pap. 1~7·188. (32) 0,. 01., o" 29. pág. 82.

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LA NUEVA CARNE ..-f ANTONIO JOSÉ NAVARRO SUFRIR es GOZAR: LA NUEVA CARNE SEGUN CLIVE BAAKEA

de un eme contagioso, de una venérea enfermedad cronenbergia- el trabajo del escritor inglés con el de su colega norteamericano
na -cf. Vinieron de dmtro de... (Shivm, 1975), La m05ca (The F/y. Richard Layrnon (1947-2001), cuyas novelas más representati-
1986)-, como sucede en Son of&lluluiá. Bajo la forma de un vas, Out A" th, Lights (1982), Trrad Softly (1987) -ramb;én
octópodo lascivo. pegajoso. un tumor expresa emociones e conocida como Dark Mountain- y The Stalu (l990)}S solamente
impulsos muy peculiares: pretenden ronmocionar allecror mediante la efectista y sádica
mutiJación del cuerpo. Pocas cosas hay que nos pongan tan ner~
...tUYahaardimt""mte ur algo más qur una simpk 'liosos y nos den más asco que pensar que se nos pueda desmem-
ellula. Soy una mfermrdmi soñadora. No multa extraño brar, o asistir a un desmembramiemo ajeno. sin poder hacer nada
que me encanten 1m pellculas (h') Elfrotamiento de su para impedirlo. .l....aymon jueg.I con el asco que infunde miedo; es
nmpo contra el estómago y la ingk de Birdie tmla algo de decir, con el horror, construyendo situaciones de pesadilla de las
sexUilI (...) habla algo en la insisuncia de (Jos u1Ifdcuws que no puedes escapar ni salir. sin excluir cierta gratificación sádi-
para sontkarln riernamente por tkhajo tk la blusa, esti· ca ante el atroz. espectáculo. De manera harro grosera, manipu-
rdnrkJse para tMa7Ú WS labios. no podla ur mds qur lando nuestros miedos más primarios, nuestros instintos más
tÚsro". atroces, Laymon continúa en la tinieblas. Por contra, la gráfica
descripción de carne sufrieme que Barker hace en su obra, aJum-
Un rumor que, tras la parasitaria posesión de su VIC(J-
bra lo que ha permanecido a oscuras, permitiendo ver de qué
malhuésped, huye acabando con el cuerpo que lo acoge; un tru- estamos hechos realmeme. Observar la carne con los ojos de
cuJemo y caricafuresco alumbramiento que subraya la fragilidad Dios, según las arrogamcs palabras del brujo Nix (Daniel von
de la carne: Bargen), el villano de El señor de las ilusiones...

...su hoca estalló, su coño y su culo, sus oídos y fU @) Es indudable que los miedos de Clive Barker no provie-
nariz, todo malló; y el tumor k sali6 a horboton(J en nen del alma sino de la carnc. Cucrpo y pavor. El conocimiento
hoTrtlldos riachuelos rosas. Salió de sus pechos mecos, de del cuerpo a través de la violencia que se enseñorea sobre él para
un corte en elpulgar, de una abrasi6n ro el musw. Salió IÚ hacerlo hablar, retorciéndose, agitándose, entre espasmos y
todas las rajas tÚ su cuerpif'4. voluptuosidades. El cuerpo, en la obra de Barker, es la antesala a
todo aquello negado y suma[do al mundo de la razón. La desor-
Algunos detractores de Clive Barker esgrimen que csw es, ganización del organismo, su mctamorfosis transgresora, la figura
simplemente, una grosera versión literaria de tamo y tan infccto
(35) Publicadar en España respectivamente como ApIIgadas mán las Jum
cine de horror gO". Para rebatir tales argumentos basta comparar (Tradm:ción de Manuel Jim~ncz y Domingo ~Ies Sanlos). Edirorial Manínel
Roca, Col. Superterror, nO 10, 1994. Úl monl.llñll mágÜ'. (Traducción de Manuel
Banolom~). Editorial Grijalbo/Mondadori S.A., 1993. LA ntll(. (Traducción de

I (33) O". dt., nO 30. pJ.gs. 50-5 l.


(34) O". ri"" no 30, ~g. 53.
Maria Vidal). EdltoriaJ GrijalbolMondadori S.A., 1993.

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LA NUEVA CARNE -4fI ANTONIO José NAVARRO SUFRIR ES GOZAR: LA NUEVA CARNE SEGUN CLIVE 8ARKER

excesiva de lo monsuuoso, lo desgarran, lo (Or(uran, arrastrándo-


lo a un mundo abisal, rebosante de misterios insondables, pero
sobre todo innombrables, donde cualquier imagen previa queda
abolida por las fuenas vitales que jamás son las mismas, que nun-
ca causan los mismos efectos. y en ese eterno vaivén de deslruc-
ci6n y consuucción, la muerte jamás sería el 0pucsw de la vida
sino tan sólo su transfiguración, su condición txncial para seguir
siendo otra cou/. Esta visión de lo monstruoso, ampliamente
explmada en rdaros como Th~ Bod, Po/itic3' -las manos del pro--
tagonista, llamado Charlie George, se rebelan contra su dueño
haciendo cualquier cosa pan. escapar del cuerpo...-. Tht Agt of
/Jtrirt l1 -una pareja de ciemíficos experimeman con un afrodi-
síaco perfecto, conviniendo la lujuria en una horrenda maldi-
ción ...- y Twiligbt al liJe Towa1 lS -los serviciossecreras soviéticos
y occidemales utilizan como espías a una raza muy especial de
licántropos...-, nos remite directameme a nuestra carne, espacio
donde se conjuga el miedo a la pérdida física del }'D, la armoniosa
conversión del sufrimiento en placer y las mutaciones del cuerpo
contempl.adas como una sugestiva ab)'ccción ligada al sexo y a la
violencia.
Estas perversiones de la carne nos subrayan un matiz esen-
cial para comprender 10 monStruoso desde la óptica de C1ive Bar-
ker. La clásica oposici6n elHre lo apolíneo y lo deforme que, a
menudo, encubría un maniqueo enfrentamiento moral ampara-
do en la identificación de lo feo con la maldad y de lo bello con eJ
Influencia de Clive Barker en el arte. Th~ GialltJ, por David Ho, 2002 bien, deviene un estereotipo sin sentido. La alteridad de lo mons-
truoso se acomoda en el propio cuerpo, remitiéndonos a un
terror viral y rizomático, cuestionando el dualismo cartesiano

(36) lA polfrica Jtl cwrpo. Op. nt.. nO 2, p~gs. 15-47.


(37) lA tnl rkJ tftno. Op. tit.• nO 2, pil? 122·1 SS.
(3B) cnpUsc'U1tJ m l4J torm, en San&" 2. Op. tit.. 11" 22. p~gs. 148-177.

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LA NUEVA CARNE -fIt'I ANTONIO JOSÉ NAVARRO SUFRIR ES GOZAR: LA NUEVA CARNE SEGÚN ClIVE BARKER

mente/cuerpo para alumbrar una Nueva Carne que abre las puer- !i6n: m todm paru! d cunpo ~omo m~rcancÚl. Dontk no
cas a mm sensibilidades. a Otras conciencias. Los atormentados ~ uti/iZIlba la carn~ para comcPll/iulr arufactos d~ lleno
personajes que pueblan los tres cuentos citados comprueban la J piedra, tsOS mismos arte/tUIOS adoptaban sus propÜda-
desintegración de su humanidad, de su conciencia. en los plie- tin. Lo! auromóvi/N paJaban juntO a tI con rodcs /os atri-
gues de la carne. Así pues. en TIx &dy Politic, leemos: butos voluptuosos mOlOS la mpiraáón: sus ¡;nuoJllS t!Strue~
rUTIU brillaban, sus inuTiom mm invitanm J mullidos.
A Charlit no k pasaba tÚl todo inativutida In udi- Los edificios ÚJ ToMaban con sus TttruicanoJ JtxUilk¡M'J.
ció" que hmJia m a extremo d( sus muñ~cas. unía cada
va, mm la Stnwción d~ mar aislado de la experiencia Las consecuencias morales, la vergüenza o el remordimiento
corriemc como si St estuviera convirtiendo gradualmeme son sentimientos que nada tienen que ver con el hombre y la
en espectador de los rituales diurnos (y nocturnos) de la sociedad que ha creado. El anhelo de libertad real, no ficticia,
vida, mm que un participante (. .. ) Observabll cómo viaja- puede convertir a los hombres en lobos, como parece insinuar
ban sus manos sobre el cuapo de Elen, tocándola con toda Twilight at the 7iJlutrf'.
la íntima habilidad de que eran capaas. J wía sus manio-
bras como a gran distancia, incapaz de disfrutar de las sen- ... Bal14rd se qu~dó mirandofljamrofe una cara que
saciones de calidez) hum~dtuI(...) Oltimammte. E/len Si' casi le arrancó un grito. Su boca era una herida fresca. los
hahía aficiOnAdo a ,"¡arle los tiLdos. diábul(Jks lo inteli~ dimm roormes, ws ojos unas rajas de orofUndido; ws bul-
grotes que eran. El e/(Jgio no lo tranquilizaba ni piua. En tos del cuello se habían hinchado J rxtmdido. J la cabn:a
todo caso. I~ hadll sentin~ pror i'1 prosar que sus manos tÚI ruso ya no surgía del cuerpo. sillo queformaba parte de
daban tanto pIMer cwmdo tI no gntía muJa'". una mergía indiviJa. g convntÚl m tono sin que entre
ambos hubiera intnrupción alguna.
Sin sentir nada. solamente paladeando los instintos desatados Mironmko ltlldió hacia ti U1li1 mano erí.uuÚI de
de la Nueva Carne como un fuego que abrasa las emra.ñas. ajenos pelos para tQcarw) le dijo:
al mundo. Como Jerome, la cobaya humana de Tk Age ofDesire, -¡Acaso no saborea la libertad, Ballard? y la vida.
que vive en su propio universo plagado de salaces esdmulos: Está al akance de Jp man041 •

De todos los hombres quizti ti fUera el más ansioso Emonces, la paradoja de la Nueva Carne barkeriana e~ la de
por dar la bienwnida a lA Era del D~seo. \&(a su¡ porten- abrazar aquello que nos perrutba, que nos resulra repulsivo, a
tos por todas parus. !::n las vallas publicitarias) en los car~ modo de festín sadomasoquisra. La violencia puede modificar el
teles de cine, en los escaparates J m las pantallas de televi-
I (40) 0,. rit., n" 37, pág. 145.
I (39) O,. ri•. , n" 36. Idg. 16. (>tI) 0,. (Jt., n- 38. ~ 169.

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LA NUEVA CARNE Af'I ANTONIO Jos~ NAVARRO SUFRIR ES GOZAR: lA NUEVA CARNE SEGÚN CUVE BARIl:ER

cuerpo creando una nueva variante erótica de la monstruosidad: ocultista cuyos conocimientos sobre la carne. la lujuria y d dolor
la mutilación, la evisceración, el metal hurgando en la carne.... se se ver.ín generosamente ampliados con la intervención de los
muestran como un ritual libidinoso; las cicatrices parecen con- Cenobitas y su mundo de crueldad sin límites. Deseando conver~
vertirse en nueV2S zonas erógenas de cuerpos que disfrutan tirse en un maestro del perverso arte de infligir dolor, Fraok es
sexualmente del sadismo. Coherentemente, Barker explica: atrapado por los Cenobitas, quienes experimentan con Frank
..Croo que uno de los problemas que se estudian y exploran en la toda c1~ de refinadas y atroces técnicas de sexualidad violenta
ficción de horror es el problema de la paradoja del cuerpo. El -las decenas de garfios que penetran y desgarran sus miembros,
cuerpo es una fuente de placer para nosotros, desde la infancia ligándolo a una telaraña de cadenas...-, alcanzando el éxtasis toral
hasta la madurez. pues satisface nuestros apetitos, ya sea el sexo, la con el minucioso descuartizamiento de su cuerpo -ef. ese trave~
comida o el sueño. El placer sexual es transmitido directamente a lIingque muestra el sucio suelo del Infierno salpicado de sangre,
nuestro cuerpo por los terminales nerviosos. Esos mismos termi- pedazos de vísceras y otros fragmentos de carne imposibles de
nales nerviosos que IÚ mismo puedes conar; existen numerosas identificar, culminado con el atroz puzzle que es la cara de Frank
maneras de dañar el cuerpo. de una manera leve hasta llegar a la cortada en tres trozos ...-.
facalidad. Todos tenemos esa máquina física que ocupa nuestra Obviamente, no es extraño percibir esta lúgubre imagine-
conciencia, cuya vulnerabilidad está en directa proporción a la rla sadomasoquista en TIJ~ Books of Blood. asociada al horror
cantidad de placer que puede darnos. La dialéctica dolor~placer. y más primario. Por ejemplo. en The Skins ofl/~ Farhn"S43 --cuya
cualquiera de sus exponentes sadomasoquislaS. definen las barre- heroína, Lucy, es la _elegida» por abominable estirpe de demo-
ras entre ambos. Siempre lo he encontrado f.uciname. 04l • nios para convertirse en la madre de una nueva rau...-, asisti-
mos a un orgiáSlico coito contra natura -y vagamenre zoofíJi-
o Para C1ive Barker, la ueva Carne es un compendio de ea-- emre la mujer y los demonios, en el que se evoca un
estímulos dolorosos que desencadenan y alientan la excitación funrasioso fin fte/dng.
sexual: sufrir es gozar. Empero, también se da la circunsrancia de
que quien goza también sufre. El sádico es, al mismo tiempo, un Recordabll p~rftctammte la hora qu~ siguió, los
masoquista, víctima y verdugo en perfecta simbiosis, como prue- abrazos (Ú 1m monstntOs. No tenlan nada de torpes, grose-
ban la temible fémina deJacqu~/il1~ Ess: H" Will al1d ustamem, ros o puniciosos; eran abrazos tÚ amante. Ni los apaTlltos
el vampírico ente de Human Remaim, el demente potentado ado- tÚ reprodurcióll con que la penetraron uno tras otro le
rador del Maligno en DouJI1 Sntal1!o el desdichado Jerome de The hicieron dfUio, fl1mque algunos eran tan ÚlrgOS como el
Ag~ ofDesire. Curiosamente, el eplwme del (ami)héroc sadoma- brflUJ y elpuño de Eugm~, y duros como huesos. ¿Cuántos
soquista barkeriano lo encontramos en el film H~lIrais~r. Los que de aqtullos m?s la post:]"on aquella tarde? ¿ Tm, cuatro,
mUn ~I infi"no: Frank Canon (Sean Chapman) es un áspero cil1CO? Meularon su semen en ~I ourpo de Luey provocán-

(42) Surb..rst nO 110. octubn: de 1987. Eo{revisu por D,n-ld J. HO\IoT. (43) lIu/Jlr/n tÚ 1tlIJ,um. O,. rit.. nO 28. páp. 119-156.

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LA NUEVA CARNE 4I'f ANTONIO JOSE NAVARRO SUFRIR ES GOZAR: LA NUEVA CARNE SEGÚN ClIVE BARI<ER

do/~ orgllsmos con sus pacimus y cariñosas sacudidas.


Cumule se marcharon y la luz da sol vO/llió a acariciark el
cuerpo s~ sintió desamparadll...«.

En Dr~ad ~), el ptofesor Quaid obriene un gélido placer


sexual alterando las memes de sus vfclimas -el cerebro es, en dd1-
niuva, otro pedazo de carne gelarinoso, húmedo, manipula-
b1e...-, explotando sus miedos y sus fobias: el asco a comer carne,
el espanto al silencio, a. la oscuridad. Y como un amiguo liberti-
no, (Orrora a sus víctimas en un lugar apartado, un espacio que
rezuma una fetichista decrepitud, idóneo para arropar maldad y
placeres prohibidos:

La calk Pilgrim tItaba dnolatÚJ. La mayoría tÚ las


casas no tTan mm qUl' Nombros. Unas CUilntltS tItAban m
tÚmolición. Las pa"dn interiores qu~daban expu~stltS tÚ
fonna poco natural· papeles pimados rosa J wrik pdlido,
las chimeneas tk tos pisos supa-iorn colgantÚJ SlJbrr abismos
tÚ Iadri/wI humeanteI. Las ~Icakras 110 collducía!l, ni tÚ
ida ,ú tÚ VU~ltA, a ninguna parte 46•

Encerrada en una llhabiración pequeña y anodina.... la vícti-


ma empiez,a "SU guerra contra la histeria: sus patéticos esfuerzos
pata impedir que sus miedos volvieran a salir a flote. Las lágri-
mas. Las muñecas ensangrentadas... ~1; y la excitación del tonura~
dar crece ante los marices más instintivos:

(44)Op.ciJ"n043,p:ig.131.
(45) TnnJr. Op. Nt.,0028. p:igs. 11·50.
(46) Op. cit.. nO 45. p:ig. 24.
Hrllmisn; 1987
(,m Op. at" oo4S. ~g. 38.

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LA NUEVA CARNE 4l'I ANTONIO JOS!! NAVARRO
SUFRIR ES GOZAR: LA NUE"A CARNE SEGÚN CUVE BARI<ER

Ya sab~ cómo hu~kn a wCeJ las mujnrs: no tf rudor, ojos. El trabajo del escriwr que se dedica al horror tiene ese senti~
esotra cosa. Un olortknso, a cam~. Sangrimto". do. El aero de ver con tus propios ojos y decir "puedo ver eso" ...•
declaró en cierta ocasi6n~l. Pero el literato británico. cuando des~
Una excitación que no conoce límites ni componendas cribe el dolor en sus narraciones, lo hace con el mismo malsano
sociaJes; de ahí su matiz subversivo. En Confmion ofa (Pomo- entusiasmo de quien explica, con todo lujo de detalles, sus aven-
graphu's) Shroudo, el cadáver mutilado del prOlagonista, Ron- turas sexuaJes, haciendo hincapié en los apuntes más escabrosos,
nie, yace sobre la mesa del forense, que mantiene una actitud sustituyendo los fluidos vaginales o semjnaJes por explosiones de
poco profesionaJ respt"eto a la viuda. podredumbre. He aquí un revelador ejemplo, extraído de How
Spoikrs Bk(d ~l..
El palólbgo habÍd visto COSiZS prora, mucho ~or~s
('0.) Es~ró pacimu y atmtammu a q1U rraj"nn a la Al suj~tarlo Dancy. qu~ sólo pmmdía kvantarlo
muj"tkl diftmo a fU trino tÚ «os. únÍd la cam pálido y para qu~ no muvitTtl apoyado sob" las rodillas sangran-
lbs ojos hinchados tk llorar dnTllzsiado. Posó la viua sin t~, s~ k abriuon nunJOs cortes dontÚ lo tocaba. Daney
amor sobr~ su marido, contnnpiamio impávida mmU las sintió cómo brotaba la sangre bajo sus manOI y cómo s~ k
~ridas y las s(ñain tk torfUrtl. El patólogo imaginó la his- a"ancaba la CIlrn~ d~1 hu~so. La umación fUpUÓ incluso
toria compkta de ~sta última conj7ontación mtr~ ~I &y IU gusto por la agonla. Al i[;Uil1 'l~ Lock~, abandonó al
tÚl &),'"0 Y su imp~rturbabk muj(T(__.) El patólogo $1 pro- hombrt pmJido.
puso consultar la di"cción tÚ ~sa h~rm05ll viudo. i..L nJul- -& está pudritndo - munnuró~3.
",ba d~/icioso ~sa indifutncia ame la mutilación; p~n.sar
m ala k n:dtaba'JO. incluso en la descripción de la Nueva Carne mutante.
expresión dd advenimiento más allá de la muerte de una con~
La carne mutilada, una mujer deseable y la enfebrecida ciencia maligna, como aCOntC(:e en el relatO In th~ Flelh 54 , se
meme del g"aleno; una combinación perfecta para avivar el mór- observan retOrcidas analogias con la apasionada agitación de
bido voy~urismo de Clive Barker, quien, en un aJarde de falsa cuerpo copulando:
implicación personal. narra sus historias en tercera persona.
Como si fuera un parólogo efectuando el análisis de un cuerpo ...vio algo de aquel inucto m ~a anatomla: la fonna
sin vida, pero sin su frialdad. sin su conciencia científica. "'¿Sabes m qUl curvaba sobre si misma el brillante lomo, dejando aL
lo que significa la palabra autopsia? Significa ver con los propios
(51) .Horror Visionar)'" por Mimad Ikder. Cintfiuwmiqllr, vol. 26, nO 3,
abril de 1995.
(48) 0,. di" nO 45, pág. 28.
(;2) Cdmo sr fks4nsmn WS apoliaJorrl. Op. rit.. n" 22. p;l.~. 119-147.
(49) ynftsiq,Jn MI ~uJorio(de un pornógrafo). Op.OI., nO 10, páp- 115-152.
(53) 0,. rir., nO ;2, p1g. 137.
(50) Op. rilo n049, p~g. 125.
(;4) En prrwna. 0,. dI., nO 22, p1~. 39-86.

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LA NUEVA CARNE 4tf ANTONIO JOSÉ NAVARRO SUFRIR ES GOZAR: LA NUEVA CARNE SEGÚN CLIVE BARKER

dacubinro ~I pataúantt mrtdo qut IL cuhría tI abdomm.


Por lo dmllÍJ, na la única analogía txistmu con ti insecto.
Su cabtza ataba plagada tk Imguos qllt lamían los ojos a
manna dt pdrptUios, y qut rtCorrian los dirote, mojdndolos
y "",ajándolos constantnnmu; dt unos agujnos humtanm
qut había ni sus flancos brotaha un olor a cloaca. Sin
nnbargo, lUfutJ horror rtUnía un cinto rtsiduo humano, y
los ruidos qut nnitia no snvían más qUt para dtst4car la
aJqunosidml tkl conjunto. Al vn aqutlkJs ganchos J aqut-
lJasapinas, CfnJe rtrordó rlgritoatrOuú LowtlJ. ..'J'J.

A grandes rasgos, en el erotismo sadomasoquista que rezu-


man los rdatos de C1ive Barker, el dolor no juega solamenle
como vector de la subjetividad que se proyecta a los objetos -e
incluso a los cuerpos que parecen objetos-, sino a una reconfigu-
ración de la subjetividad, la cual transgrede los límites de la vio-
lencia y el sexo simultáneamente. Una sexualidad proteica y poli-
morfa donde la corporalidad es el escenario por excelencia de una
transgresión que se desliza entre ..ganchos (...); cuchillos, mani-
llas y sopletes de oxiacetilenoll 'J6 y el sexo cruel. Barker reReja una
nueva concepción de nuestro cuerpo y su relación con los objetos
que lo rodean y 10 dañan; la Nueva Carne aquí aparece como una
utópica comunión sexual entre el cuerpo y su abyecto profana-
dor, el metal punzante, cortante... El siguiente paso era darle
entidad (¿cuerpo?) audiovisual.

o De la literatura al cine, las obsesiones creativas de Clive


Barker sufren un evidente trastorno, suavizándose, haciéndose
menos virulentas, menos agresivas para la sensibilidad del especta-

(55) 0,. rit., nO 54, p~g. 79.


(56) 0,. cit., nO 49, p~g. 124.
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LA NUEVA CARNE 41'1 ANTONIO Jos~ NAVARRO SUFRIR ES GOZAR: LA NUEVA CARNE SEGÚN GUVE B ....RKER

doro Qujú podda pensarse que el escritor, al convertirse en cineas-


ca, pierde inspiración. Pero viendo sus primeros conometrajes,
SaÚJmé y Tbt Forbiddrn, y especialmente su primer largo, Ha/rni-
a
su. LqJ q.u trnm infitrno, está claro que el ralento de Barker. su
ímperu a h1 hora de concebir nuevos espantos, permanece intac-
to. EJ problema radica. lógicamente, en el seno del propio medio
cinematográfico. La literatura, debido a su carácter elitista y
mjnoriwio-a pesar de bs grandes maquinarias ediloriale:s-, es un
ámbito artístico que admite cierras dosls de experimentación y
riesgo -aunque, en honor a la verdad., cada Vel. menos-; el cine,
por el contrario, a causa de su sesgo popular y masificado, ligado a
unos intereses indUStriales mucho nús draconianos, no acepta
salidas de lono ni la brusca ruprura con los estereotipos a que,
stgtín los ej«utivos de los esrudios, escá xosrumbrado el público.
Tamo Ht/lraisn: LoJ qtu tnlm ~l inflano, como Razas dt
no(h~ y El JCfior tk 1m ilusiona padecieron en su momenra COrtes
de cara a su exhibición en el mercado esLadounidense y briclnico;
corres que afectaban principalmente a las escenas de violencia. a
planos donde la carne es COrtada, golpearla y vejarla, desvirtuando
así el sentido del discurso barkeriano sobre la íntima conexión
entre el goce y el dolor, entre una subjetividad perversa y la abe-
rrante muración de la carne. Este hecho llegó a sus máximas COlas
de adulteración COll Razas de noclH-adaprnción cinematográfica
de la novela Cabll/"S7, probablemente uno de sus textos menos
arracrivos-, cinra saborea.da por la. majorque la financiaba desde

(57) CAlmld una novd;¡ corta de unasdosdenru p~ginas publicada por pri. Influencia de Clive l3¡¡rker en el arre. 8mwwÚ JI/fimo,
mel'3 'In por Halpcr CoJlins en 1988, ;l.Com¡»ñada de los cuentos Tht Lifr ti!
por W. O. B;¡t1owe, 1998
Dtltlh, H(Jw S~/kn /Jk,á, TW/údJ1 rIN úwmy TIx Lmr ¡Ihq1611, pern:oecient« al
tomo $0.10 de TJu 8(J(J/a tI!81.Md -y n:eogidO$ por la antolog'a &I1Ityt2, 01'. dt.,
nO 22-, el cual, como ya hc:mOli subn.pdo con anterioridad, fue baududo en E$(1I-
dos UnidO$Q)n el dltllodc eaiNll En &~fia dich:l OOVl'la file pubticad:l por Pl:ru
&Janés EdilOIU SA. B¡¡/cckm:l, 1989.

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LA NUEVA CARNE "'*' ANTONIO JOSÉ NAVARRO
SUFRIR ES GOZAR: LA NUEVA CARNE SEGÚN CUVE 8ARKER

el mismo rodaje, tal como explica Doug Bra4ley: .Se hiw eviden-
te en seguida que no rodábamos una película de terror conven-
cional. No me sorprendió que Clive imentara llevar ese género a
sitios aún no explorados, convenirlo en algo complerameme dis-
tinto. Había una cualidad mítica, casi t:pica en los decorados y
algunas de las escenas, que me recordaban más a algo similar al
Satiricón de FeUini que a las pellculas de terror actuales. También
rodábamos una adapt2ción muy fiel de la novela: una oscura fan~
rnsfa, el romance entre una chica y un chico muerto (...) Parece
que el problema básico para la 20th Cenrury Fax. en los Ángeles,
era que los monslruos er:an buenos. Sea cual fuera la razón, se
metieron conrinuamente en la película, reestructurando parcial-
mente la narrativa y cambiando el final, fonando sin descanso a
Clive para devolverlo a los estándares del gt:nero. Se mantuvo en
el proyecto en una actitud muy suya de Iimirar al máximo los
daños y parecía medio muerro cuando regresó a Londre5ll ss . De
ahí que Razas tk nochf! sea el film menos inquieranre y atractivo
de la corta carref2 cinematográfica de Barker como direcror.
Como muy bien indicó en el mamen ro de su estreno el crítico
norteamericano Richard Harringron. la novela llmuestra la
humanidad de "las razas de noche" y la inhumanidad de las auto-
cidades que iment2n destruirlas como una apremiante paradoja.
Pero en la película esto se reduce a la f1sica confrontación entre
estúpidos monstruos vestidos de uniforme y sensibles seres
humanos ataviados COI1 extravaganres máscaras. Los efecros
Dibujo en tinta reaJi~do por Clive B;uker para ¡Imtrar
visuales de Image Animation son maravillosos, pero al final, Bar-
ker concentra todas sus energfas en unos maquillajes que no pue-
su novela Cahal, 1988
den ocultar las deficiencias del guión,.~9.

(8) MI'7lStrIU11 SJl~. GnmJn RC,.m:J Sl<J CflrrlctnizAcWnn (TIlA hiJ,.rio. lid
ánuú trn'fJr,por Doug BrlIdlcy (~gs. 174-176). Nua Ed;cion~. Móldrid, 1998.
(59) R~ii2. :J.parttid2. d 21 de fcbTCto de 1990 en TIN WashinzMI Prm.
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LA NueVA CARNe ..", ANTONIO JOSÉ NAVARRO SUFRIR es GOZAR: LA NueVA CARNE SEGUN ClIVE BARKER

Pero tal vez no rodo sea impUlable a la nefasta injerencia de la


Fax, como parece indicar el caso de úmdyman: ~l tinminio de la
mmu. Fl cuemo en el que se basa la cinta, TlJt Forhiddm60, narra las
peripecias de una socióloga, Helen, que analiza el significado oculto
de los graffitis de un suburbio londinense, d~ubriendo la fAntas-
magórica presencia de un ser demoníaco _ The Candym:mIO, el
Cararnelero- que suiua a sus vfaimas ofreciéndoles, en lugar de
amor infinito, de placert'S prohibidos, el éxtasis de la propia muerte
como lasciva forma de conocimiento. «¿Qué salxn los buenos salvo
lo que los malos les enseñan mediante sus excesos?" susurra el Cara-
melero antes de que Helen abandone toda ambición por la vida,
entregando su carne, su cuerpo, a la oscuridad, sustituyendo el coito
por una hoguera que los consumirá jumos, fundidos en un tierno
abrazo. Por contra, Útndyman: ti dominio tk la mmu, ~rita y pro-
ducida por el propio C1ive Bariter, y dirigida por Bernard Rose
-autor de Casa de pa~/(Paptrhoust, 1988), esreticisra e inquietante
recreación de las pesadillas y angustias infamiles-, derivó en una
especie de Freddy Krueger para adultos con ciertos excesos trucu·
lentos, que convirtió al actor afroamericano TonyTodd en pasajero
ídolo del fandom. Las presiones de las modas y de los intereses cre-
matísticos que dominan por completo la industria del cine han
dejado una huella indeleble en el cine de Barker.
Tales presiones también se pusieron de manifiesto en El
stñor de 14s ilusiones, la tercera y última película dirigida por Bar-
ker hasta el momento. Adaptación de Tht Last J1/usion 6l , otro de

(60) 0,. cit., nO 17.


(61) La úlrimJl iluJi6n. Op. tit., nO 22. Hago notar al lector que mi análisis de
la obr:l.literaria de &rker se C('ntta en los rdatos de TJN &oh IJfBloodya que, a mi
Dibujo en tima ~aJizado por Clivc: Barker para iJuslrar juicio, su superiorid:.r.d cualitativa frenle a hs no...elas del autor es obvi3. Es nús.
su novela CIlbal. 1988 considero que los cuentos ofrecr:n la máJ pur.,l muotta dd ¡¡¡lento literario de B¡¡r-
ker, alejado de una rnAr(il JI' jíibrita, lal y como evidencian sus novd:U.:I acepción
de HtllhIJllnd Hran(l986).

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LA NUEVA CARNE ."" ANTONIO JaSE NAVARRO SUFRIR ES GOZAR: LA NUEVA CARNE SEGÚN CL1VE BARKER

los cuentos pertenecientes a Th~ Books ofBlood, el film desesrima Charles Manson, que viven como cavernícolas en las angosras
roda la enrarecida y sucia armósfera que envuelve al argumenro entrañas de un rancho abandonado -cf los graffitis en las deseon·
-la viuda de un mago aUfimico recurre a un escéprico derective chadas paredes de la casa, a caballo emre una pintura rupestre y los
privado llamado Harry D'Amour62 para impedir que los demo. simbólicos anagramas que esbozan los chamanes centroamericanos
nios roben el alma de su difumo esposo. como pago a sus servi. tras sus eviajCSlt...-, que. a su vez, recuerda vagamente a laca.sa don-
cios pasados...-, el cual se halla salpicado de sexo escuol6gico, de moran los matarifes de lA matanzA tk Tam (The Trxas Chaimaw
aderez.:¡do con unas goras de sadÜmo, como puede comprobarse MI1S~, Tobe Hooper, 1974). No se advienen en El sdior de las
en el siguiente fC2gmemo: ilusionn nada que IlOS remita al vidrioso, lúgubre concepto que tie-
ne dive Barker de la 'ueva Carne --<uya intriga derectivesca utiliza
Al mirar al Rnpuu. Ha"] u olvidó tk su memigo los clichés más socorridos de Q1alquier thn"lknelnisivo. si no fuera
más urrd1/o.!/$u!r metió un ~dtuotkcam~m in boca. por las di~rsas pinceladas terroríficas que le dan cierra texrura mal-
lA gargama ir k limó tk unfluiM acre; simió qUt ~ aho- sana...-. excepto la secuencia final: los acólitos de Nix cortan sus
gaba. Abrió la boca J mordió con.fU.nu el órgano. amzn- cabellos arrancándose parte del cuero cabelludo y rompen decenas
cándolo dr cunjo. El tÚmonio no gritó. sino que innzó de botellas para arrastrarse por los cristales y preparar su carne para
lorrmlrs tk (X~memo calimu por ws poros qUt unía en los secreros que su Maestro va a revelarles...
ti wmo J sr soltó. Ha"] rscupió mientras tItÚmonio sr alr- Como excepción que, hoy por hoy, confirma este chocanre
jaba a rasmv 6J . desenfoque cualirarivo del tonuoso universo Iirerario de C1ive
Barker en su rraslaci6n fílmica, renemos en Htllraiur. Los qUt
A cambio. asistimos a un duelo enrre magia blmua y magia traen el infierno una afinada muestra de lo que debería ser un cine
negra, cnrre Swann (Kevin J. O' Connor), el mago fallecido, y Nix de horror absolurameOle barkeriano. Dejando a un lado el hilo
(Daniel von Bargen), Ifder de una secra de pseudosaranisras a lo argumental de la película -que conjuga de manera muy desigual
una innovadora visi6n sobre el cine saránico y la demonología&ot,
(62) Personajt muy querido por aiV( Buktr que ap:l1l:'Ce en divcrsa.s obras
suyas -prolagoniu la nov<:la Ewroilk(Harper Collins Publishen, 1994), y a.pa~ (64) En el libro Th~ Sat4n~ XrrUl. AIII/JuSlrl1ltá Guuk 10 1M lHviJ in Cin~­
muy brevementt tn Útdht4rt Cmyon: A HoUywwd GhoJr StO? (Ha.rper Cullins, ma (Crea.tion Books. Crealion Cinema CoI1t:aion, nO 17, l..ondn::s, 2001), su autor,
Londres, 2002)-, lo cual ha propiciado, incluso, Ulla a.mologia de narraciones cor- Nikolas Schreck(sic), afirma: .&rkcr crea uno de los más $ignificati~ mundos
las proragoniudu por el Pritlatr Eyt. Con este personaje dt Ha.rry D'Amour, el ocultos desde 1m; MilI)!; d~ Crhulhu de H.P. Lovecrafl. Como los Primordiales o
cl1critor bririnico combina. su amor por la. novela. negra -esrecialmente por Iby. Primigenios que aúllan en l:lli hisloriu de Lovecrafr, tos Cenohilas no son una mera.
mond ChandJer- y por lo fantástico. Ademas, con D'Amour, Ba.rker rinde uibulO rerormulación de una doclrina ~r~nica ya establecida. Por contra. son un demen-
a Otn» invesrig<ldoteS de lo sobrena.turaJ, muy populares tn l:l. lireratura f:l.ntastica tal reflejo de tu obse:siona psicosexualcs de Barkcr, rcf\eja.nJo de forma nOlablt-
anglosajona., como Manin Hesseliw; -Joseph Sheridan Le Fa.nu (l814.1873)-. m(llIe abiert:l.las prúticu ~domuoquisusque empnaba.n;lo aflora.r tn los anos
John Silence -A1getllon Blackwood {1869.195 l}--- YJule¡ de Grandin -Sc:.bury ochenta (...) La. imagtn del Iidtr de Jos CenobitaS, Pinh~ es uno de los pocos
Quinn (1889.1969)-. demonios del cine reciente que aún pc:rrurba. toa.ndo ioexplor.uJos terrilOrios: psf-
(63) 0". ('ir.. n" 61, píg. 224. quicos donde la tradicional ima.gintri:l. sninia no ha logrado penetra"., p~g. 211.

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LA NUEVA CARNE ...tf'I ANTONIO JasE: NAVARRO
SUFRIR ES GOZAR: LA NUEVA CARNE SEGÚN Cl1VE BARKER

pinceladas terroríficas para adolescentes. y unas pinceladas del recomendable adherirse emocionalmente a las imágenes del film.
muy britinico thrilkrcon asesinos y psicópatas'S ..._. H~Urais~r. sometiendo al intelecto al azote de lo abyecto y lo sangriento.
LOl qJa trarn d infinnoes más un film plástico que narrativo. La siguiendo una especie de ruda disciplina inglesa donde las pulsio-
voluntad del reaJizador por consumar un impaetantc= c=jercicio de nes sadomasoquinas de la Nueva Carne barkeriana se revelan
estilo se=: manifiesta, sc=cuencia a secuencia, con innegable pompo- como un inmisericorde flagelo visual. El mástil infernal que gira
sidad. Pero, ¿es estO censurablc=. y más en un tipo de ficción terro- sin cesar. haciendo tintinear las cadenas, argollas. garfios y pun~
rífica como la que practica Clive Barker? Creo que no. pues, si las zones que cuelgan de él. rezumando sangre...; la atroz belleza fl"si-
mejores narraciones del escritor bricinico atesoran alguna virtud. ca de los Cenobitas, devotos monjes de la automurilaÓón y el
ésta es su hábil conscrucción dc= una atmósfera, de una textura, dolor/placer extremos6]; y no solamente la de «Pinhead. --con su
dementas sumamente escurridizos a la luz de ciena hermenéuti. cabeza cuarteada. en precisas cuadrículas, en cuyos ángulos se=:
ca materialista ylo ciemificist:3. pero tan tangibles como eJ propio hunden grandes clavos de acero, configurando una satánica coro-
lenguaje. y más cuando nada c=n la película resulta graruito o na de espinas-. sino, especialmente, la de «ChanereD, en cuyo
decorativo. «Todas las metáforas sobre el estilo acaban por situar rostro absolutamente dc=spellejado. carente de globos oculares,
la materia en lo imerior. el estilo en lo exterior. Serla más acertado sin labios, destaca una demadura que no para de castañetear -¿ de
invertir la metáfora. La materia, el tema, está en el exterior; el dolor? ¿de placer?-"; la vamplrica corporización de Frank -relle-
estilo. en eJ interior. Como escribe Cocreau: "El estilo decorativo nando su mondo esqueleto de vfsceras, de músculos. de venas y
no ha exisrido nunca. EJ estilo es el alma y, por desgracia. en arterias. de pieL-, que recupera su aspecto humano al devorar a
nosotrOS el alma asume la forma del cuerpo" (...) En casi todos los los hombres que «caza... Julia, reducidos a poco más que un cuero
casos. nuestra manc=ra de expresarnos es nuestra manera de ser_. agrietado y negruzco tras la succión ... Instantes que certifican la
apuntó Sosan Sontag en un antológico ensayo66. De ahí que, para idea extrema que tiene Clive Barker de la Nueva Carne. mutame,
aprehender la c=sc=ncia de H~lbaiur. LQJ qJa trarn ~/ infi~rno, es atormentada por mil y un espantos: un afilado anzuelo rasgando
nuestra pie!, que un músculo despellejado y ensangrentado, pue~
(65) La arquer:ipiCiJ tas.I brilaniCiJ, con su cor~pondiente ¡nrccl.ll de lerrcno den ser tan excitantes y deliciosos como el roce de un cabeUo o
ajardinado, sude ser el rcdUCIO de psicópaus y mentes percurb.lldas. Aquf, la .liman. una boca húmeda recorriendo los más ocultos rincones de nues-
le y cuñ.lld.ll de Fnnk, Julie (CIare Higgin~),.lI fin de proveer a aqud de: l.ll ungrc
necesaria para rc:con~tru¡r poco a poco ~u cuerpo, atne huu. su cubil a varones
tro cuerpo.
hambrientos de: sexo fácil y ~in compromisos, y como una modern.ll ~irt:na urbana,
lo~ mau. y devon... Tod.o dio escudado Iras la somnolienta nonn.lll¡dad que cxuda
la mansión donde .lIcoruc:ecn tan terribles ~ucuos. Sin llegar .lI tales cxtremos de
e$p.llnto, recordemos, por ejemplo. dtulo~ como P/4" sini'S1'm (&<lnl't 0'1" I~t (67) Según la RAE, cellobiu. C$ Ulla person:l que profesa la vid.ll monástica.
Afi~rnl}()n. Bry:an !'orbes. 19(4) o El NlnlngulaáorM RiUingtQn Pi4u( /0 RiJ/intron (68) En d corto Tht ForbÜidm y~ se: intuye algo del aspeCtO de los Cenobi·
Pl"l't, Rkhard Adscher, 1971).
u.s: en el damero que cudg~ de un:l pared, en cuya.'! imcrse:cdonesSQbrc:¡;alen unos
(66) úmrm /¡, inur-pmlSá6n, por Susan Sontag. Edilorial Alf.Jgu.llr.l, clavos de gr.llndC$ dimensiono: en el tipo desollado que a¡nrece en las prime~
Madrid, 1996. ~g. 43.
SoCCucncia.$...

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LA NUEVA CARNE 4I'f

CHARLES BURNS
PSYCHOTRONIC NEW FLESH pOP

RUBt::N lAAoIN

A bote pronto, la mitología neocárnica


parece monopolio de cine y literatura, pero los militantes del
cómic (hoy «;me secuenciado. para academicistas y dibujantes
con complejos) tienen bien presente que las viñetas han sido
terreno infinito y exclusivo para trasnominaciones, metonimias.
ideogramas y otlClS representaciones del alma. Desde que algunos
maestros revolucionasen el cine a partir de transparencias, crea-
ciones cosméticas y efecros especiales, y a día de hoy no digamos.
con el advenimiento y perfección vertiginosa de las aplicaciones
digitales, el cómic y todos sus arnvismos gclfi.cos (que son la his-
toria de la especie misma) queda como un medio más, ya no el
único exac(Q. para la introspección y la puesta en forma de uto~
pfas concretas. Y hablo de la forma en su acepción de ~materiali­
dad..., de subdivisiones espaciales con valor biológico; del ojo,
parafraseando a Arnheim l , como testigo de la verdad. Ignoro si
Lovecraf{ sabía dibujar, pero en cualquier caso dudo que hubiera
Pintura de' C1ive Barke'r para la cubierta de' B()()h ()fB/()()d, vol. 5
sido capaz de plasmar en formas lo que soHa describir esputando
adjetivos. AlbertO Breccia sí supo hacerlo y nos lo dio a veTen for-

(1) Rudolph Arnhcim, A,.U' J pvupá/m IliJlUlL Alianz;l Forma. Madrid.


1979 (1989).

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LA NUEV,l, CARNE "*" Rual:N LAROfN CHARLES BURNS

ma de cómic. En tiempos muy lejanos, antes de la invención de que muchas de las herramientas gramaticaJes propias del cómic
la fotograffa y de Otras extensiones del cuerpo sensitivo, la repre- puedan entenderse como algo parecido a la somatizaci6n,la Nue-
sentación gráfica manual fue la única manera de traducir pensa- va Carne no es sólo esa representación maunaL de la pToasión
mientos en tlmateria... en objetos de visión. La literatura de la interna. La Nueva Carne es propuesra. intervención, someti-
Nueva Carne es váJida y valiosa, claro, pero el concepro neocárni- miento y asunción. Se trata de una conjugación avanzada. del ser
ca, desde su definición, tiene mucho de sentido corporal, de )' el estar con respecto al entorno y, precisamente. entendido el
cuestiones internas .ocularizadas», de ver lo que no se ve y, quizá, Ulerpo como entorno. Voy a imentar abandonar la prosopopeya
hasta lo que no S(' piensa. La ueva Carne es, en gran parte, un durante unas lmeas...
ennoblecimiento inverso de la poesía, un cincelado del verbo Ciertamente suena extraño que un medio tan inmediato,
para la soma de 125 entrañas (otra discusión absurda y divertida personal, efectivo e inmune como el cómic, no haya dado dema·
sería la de si verbo o imagen, huevo o gallina). La Nueva Carne siados exponentes de ..neocarnistaSJo que hoy poder convocar
nos II~ al entendimiento por las partículas, como una filosofia aquí. De hecho Charles Burns es nuestro único inviudo. La filo-
del átomo de K:mántica popo $ORa que tratamos en estas páginas no es más que un mata acwa-
Si bien el cómic, como decía, está dotado de una disponibi- Lizador, una relecrura de viejas propuestaS que ha adoptado con-
lidad natural para la representación de lo irrepresentable, tam- ciencia de temporalidad, de COntexto y de futuro. Pero los
bién hay que decir que no ha aprovechado sus posibilidades, al dibujantes de cómics parecen esrar más centrados en el retratO
menos en lo que respect.a al tema que aquí tratamos, como lo han lejano O propio y en toda. clave. Acaso en surrealidades clásicas,
hecho Otros medios hermanos, ya el cine o el llamado ane con- ideas fugadas y en famasfas subjetivas para la desconexión. Pocas
temporáneo, minado de ..anistas de la carne». ¿Acaso podemos veces en propuestas para una filosona global. Pero sí hay dibujan-
decir que sus célebres caricamras desquiciadas hacen de Basil tes, autores, que han escarbado, de forma lúdica o filosófica, en la
Wolvenon un Francis Bacon de los tebeos? ¿Son neocárnicas las criptografía de la Nueva Carne. Haciendo memoria aparece el
dislocaciones fisicas y las fusiones desosadas entre individuos que veneciano Paolo Eleureri Serpieri y sus sagas erótico-tentaculares
propone Bill Plympron? ¿Entra en nuestra sistematización la basadas en la enfermedad, el canadiense y recién descubierto
pericia imposible del Mortadela de lbáñez. para mutar en cucha- Dave Cooper, confundjdos sus anÜhéroes en futuros maniarca-
rilla de café, acueducto o escaramujo? ¿Son las representaciones dos de pústulas y sexualidades atroces, reinventadas; o nuesuo
gráficas que en historieta llamamos sensogramas -esos rayos y MiguelÁngd Mardn y sus criaturas de suave y ballardiana tonali-
centellas sobre la cabeza de uno, esa lagrimitas estallan tes de estu- dad. Algunos, es el caso de este último, se han posicionado, pri-
por- Nueva Carne? Si así fuera, cualquier cinética dibujada, y mero de forma derivativa y luego consciente, en un pensamiento
hasta el cubismo todo él, se contarían para la causa. Pero no, aun- neocárnico que considera en su discurso propuestas tecnológicas,
científicas, culturales y sociales; que predice, procura entender y
(2) Love:cr.l.ft-Br«cí.... ÚJs mitOl ek Cthu/hl#. Edici<mes Periferia. BuenQS
acomoda, los caminos que han de convenirnos desde un puntO
Aim.1975. de vista ético, individual y colectivo. Pero ciertamente ninguno

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LA NUEVA CARNE "'fIff AUBEN LAROiN CHARLES BURNS

como el norteamericano Charles Burns ha centrado su arre. sin


conocimienro de c1~ ni de fundación. en lo que hoy vendrían a
ser los pos(Ulados de la Nueva Carne. Charles Burns es un impul-
sor can importante de la docuina como puede serlo Orlan o
David Cronenberg. Su aportación es la de una ueva Carne que
lo es por elementos, por lugares comunes y por paisajismo. Más
que reAaionar y dar soluciones, Burns recorre los senderos de la
carne curioseando, sin arrellanarse en el concepto.
Pero el cómic no siempre obtiene la atención que merece ni
sus protagonistas son conocidos, así que siruemos primero al
hombre que nos ocupa.

El CHARLES BURNS DE CARNE y HUESOS

Charles Burns nace en 1955 en Washington oc.


capital de
la lierr:ll prometida. Por entonces su madre es ama de casa y su
padre todavía es(Udiame. Más tarde se empleará como oceanó-
grafo para el gobierno y esa profesión hará que la famiJia se trasla-
de a Color:lldo, a Maryland, a Missouci y. por fin. cuando Charles
tcn{a unos diez años y su hermana tres más. se cstablece en
Sean le. en un vecindario pletórico de árboles. Ese nomadismo
Auwrrt:traro de Charles Burns. Animal &/f-Porrra;r. 1992
temprano y la afición del padre por los tebeos hace que el chico
complememe amiStades eventuales con la lectura y el dibujo.
,Para mi los tebeos son una actividad solitaria. (...) Fue una de
esas cosas que empie"LaIl antes de que aprendas a leen>.3 Por casa
corren antologtas de Pogo y Lit Abnn-. pero uno de los grandes
descubrimientos sería el Tinnn de Hergé, que aunque en Europa
vende un ejemplar cada tces segundos rodavla a dla de hoy. en

(3) En U. el h,plk Ur#h. n017. Enlm-isn dcÓ5car Palmer. Mulrid, Julio


dtl999.
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LA NueVA CARNE .4ff AU8~N LAROrN CHARLES BURNS

EE. UU. no deja de ser una obra bastante desconocida para el era lo que imaginaba. Si hubiera sido un monstruo cualquiera
público general. ..Aún sigue siendo un tebeo minoritario, pero a habría sido divertido. sin problemas; pero era esa especie de sirua-
principios de los sesenta lo era muchísimo mis. Mi padre me CI'6 n pSICO
. lóg'ICl...••
compró varios, creo que el primero fue El utro de Onolrar, y yo Charles no era un chico con talante de líder. aunque era
me encontré como en d cielo. Eran unas hinorias tan geniales, sociable no destacaba en los deportes. ni siquiera ef2 un malo
COn un dibujo can estupendo y tan limpio, que me implicaba buen estudiante. as! que un buen día, para definirse, cogió cuatro
muchísimo en la lc:ctUraJp4. Al joven Buros también le gustaba el bártulos de los que su padre lenia por casa y se puso a dibujar. Su
Barman de Bob Kane. con sw villanos maliciosos. aunque si obsesión era cal que imenraba obligar a sus amigos a que le imira-
hablamos de maldades. la influencia definitiva la hallaría en las sen, a que dibujasen sus propias historietas. quería compartir
páginas de los tebeos de La EC y en el Mad de Harvey Kura.man. aquella magia que había descubierto. Después del instituto tomó
.Mi hermana mayor los cogía de las eslanterías y los leíamos jun. clases de arce en la Universidad de \'Uashingron y terminó en el
tos. Eran espeluznantes. Incluso los Madme parecfan inquieun- Evergreen College. en donde ta.mbién se interesó por la pintura y
tes. Había algo en la cualidad de las líneas... creo que todavfa la fotografia. Allí se relacionó con genios como Man Groe:ningy
eSlOY intentando emular en mi trabajo algunas de aquellas oscu. colaboró en exposiciones colectivas comisariadas por Lind2
s
r2S sensaciones. . Artistas comoBiII E1der y luego publicaciones Barry. Charles dibujó por entonces un par de historietas entron~
COmo Cr«py, &neo el Famous MonstnJ 01Filmland fueron cru- cadas con la ciencia ficción. "No sé cómo explicarlo... Una chica
ciales en su formación. También el cine y la televisión, con series secuesrrad2 por pequeños mUlantes y bobadas así. Aquello no iba
como TM OUla Limitso pdfcuJas de terror de serie B y Z ent~ a ninguna parte. Después intenté hacer algo un poco mis con·
las que Buros menciona CUlnt Gi!4 Monster(Ken Curtis, 1959) o ceptual. Tenia una hisloria litulada Pornographic Computer
Tht Amazing ColoSJllI Mon (Ben 1. Gordon, 1957) fueron semi- Romdlltts' que eran dibujos de ord~adore:s gimiendo. Un mate-
lla. «Hubo una película en particular que tuve que dejar de ver y rial realmente esrúpido..7• Luego tantearla la fotograffa, el vírleQ
salir de la habitación. Era una mala película de William Casrle conceptual y la música, pcro el despegue real del autor de cómics
llamada TM Tingkr (I959). Habla una escena en que el tipo llegó cuando tomÓ comactO con An Spiegelman y su esposa,
inyecta algo a su mujer. querla asustarla hasta matarla. E!Ja es Fran~oise Mouly, responsables de Ratu. una de las revistas más
muda y no puede grirar. Va a morir. Luego está esa escena ~n la influyentes y vanguardisl2s de la historia del medio. Eran los pri·
que t!1 corre por la habitación como un manfaco, lleva un hacha y meros afios ochenta. Spiegellllan estaba expandiendo las miras de
ella huye hasra el lavabo. Cuando;se gira ve una bañera llena de autores y públi(;o norteamericanos vadeando el undLrground y
sangre y una mano empieza él emerger. Tuve que irme de la habi. dándoles a conocer la obra de dibujame5 como Jacques Tardi,
ración. Aquello iba a peor. y a peor... Más que lo que podía ver,
(6) En Tht ComltJftl4nlat nO ¡48. Entr"uu dC' Ducy Sulllwn, cdiuda
(4) Ibklcm. junto.2 Frank Young y Scon Nylultktn. Se:m1c, fdmro de 1992.
(5) Ibklem. mlbkkm.

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LA NUEVA CARNE ..'tf'I RUa~N lAROIN CHARLES BURNS

)oost Sw;¡,ne O el MatÓ de El Víbora. Ademo1s de algunas historie-


taS experimentales con imágenes yuxtapuestas, Burns djbujó en
Raw la primera entrega de su person2je Chico Perro. un joven
genuin2mente americano que, acuciado por la necesidad de un
trasplante de corazón, 2cude a un misterioso Dr. Benw;¡,y que
:anuncia oferus quinírgicas en las páginas de un tabloide. La refe·
rencia a El almuawdanuJocle Burroughs está en el nombre del
doctor y despu6 en su .consuJ[a», que no es orro lugar que la
poblada Imen.ona. un mercado de carne desquici2da.. Allf e! doc-
tor le implantad. un músculo de perro re! chico empezad a desa·
rrollar instintos y componamienros caninos, corno roc.r huesos y
olisquear el truero de las chicas. que le impedidn una vida nor-
mal pero no por dio infeliz.
Seguidamente crea pan Rawy desarrolla en H~aVJM~t4llas
aventum hartl-boikd de El Borbah, un investigador por encargo.
basado en los luchadores en.mascarados mexicanos e imegndo en
un contoto de ~rie negra clásica. Otro de sus personajes apareci-
dos en Ra.wser(2 Tony Ddmomo. más conocido como Big Baby.
Un niño estancado, el propio Buros mirando el mundo. que jue-
ga con soldaditos de plástico a los que destruye 2 manos de IDons-
uuos gigantes. indaga en el vecindario descubriendo conspiracio-
nes invisibles a ojos de los adultos (2 la manera de TtTC;op~ÚJ
azu/), y recrea en su vida argumentos y soluciones aprC'ndidos en
las pelfcuJas malas de televisión, con chicas C'n biquini y bestias
rnuta.ntes. En la conrraponada (parodia directa de Tintln) de
Blood Club, una historieta con fantasma infamil en campamento
de verano, varios (C'Clamos falsos tC'Z3ban cosas como: .ViñetaS
Millonario clonado con el cuerpo de un nifío tn El Borbnh, 1999
dentro de vif\etas par:¡ ni60s que no están muy seguros de lo que
están mirando_o O .. una brillante colección de libros iluStrados
adorada por los niños (y recomendada por padres y profesores) de
todo el mundo. Cada volumen de la colección incluye una exci-
tame historia completa protagonizada por Big B2by, un mucha-

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LA NUEVA CARNE 4fI AUBEN LAROfN CHARLES BURNS

cho americano ligeramenre anormal, cuyas aventuras le llevan del p<><Ha fingir que no tenía cuerpo alguno y que no había mundo ni
paria de su casa a los más rec6nditos rincones de su mente calen- lugar alguno en el que no me encontrase, pero que no podía flO-
turienra. El número de lectOres fanáticos de Big Baby se cuenta gir por eUo que yo no fuese. sino al contrario, por lo mismo que
por miles, e incluyen no sólo a los niños sino también a un puña- pensaba en dudar de la verdad de las onas cosas se seguía muy
do de adultos imbéciles». cierta y evidentemente que yo era, mientras que, con sólo dejar
Poco después. junto a su mujer Susan Moore. profesora de de pensar, aunque todo lo demás que hubiese imaginado hubiera
pimura, Buros se traslada a Romél., en donde durante dos años sido verdad, no tenía ya razón alguna para creer que yo fuese.
participa activamente del colectivo Valvoline, una fuena conjun- conocí por ello que yo era una sustancia cuya total esencia o natu-
Cl que editaba antologías de sus artistas Lorenzo Manoni, Igon. raleza es pensar, y que no necesita, para ser. de lugar alguno ni
Giorgio Carpimeri. Marcello Iori, Daniel Brori y Marríoli. Se depende de ninguna cosa material. De manera que este yo. es
tracaba de la mcci6n moderna. sofisticada y un tanto experimen- decir, el alma por la cual soy lo que soy, es enteramente distinta
tal del cómic en Italia, por entonces fenómeno cuJtural de prime- del cuerpo y hasta más f:icil de conocer que él, y aunque el cuerpo
ra Unea.• EI vivir en Europa me permitió ser más disociativo con no fuese. el alma no dejaría de ser cuanto es,.IO. Efectivamente.
América. Contemplarla con una mirada más despejada, ver mi Descanes planteó un discurso con aspectos indiscutibles, pero lo
cultura desde una perspectiva difereme- 8 • Por entonces Charles erigi6 en una reflexi6n·comodín tan resolutoria como demagógi-
Buros ya había desarrollado una personalidad gráfica y namniva ca.: .Reflexioné después que. puestO que yo dudaba, no era mi ser
evidente. Hoy vive en Filadelfia junto a su mujer y sus dos hijas y del todo perfecto, pues advertía claramente que hay mayor per-
es uno de los nombres clave del cómic mundial. fección en conocer que en dudar, y traté entonces de indagar por
d6nde había yo aprendido a pensar en algo más perfecto que yo; y
conocí evidememente que debía de ser por alguna naturaleza que
MUTO, LUEGO SOY (LÍNEA CLARA y NUEVA CARNE) l'.
fuese efectivamente más perfecta.- El filósofo defendía la teoría
(la misma que exponía San Anselmo de Aosta quinientos anos
A lo que íbamos. El eogito canesiano "pienso, luego soy»' no ames) aduciendo que hay qujen no sabe elevar nunca el espíritu
deja de ser un axioma irrevocable en términos metafísicos: nues- por encima de las cosas sensibles y acostumbra a considerarlo
trO cuerpo está ahí porque lo pensamos. Pero habrá que verlo. todo con la imaginación, componiendo el entendimiento a partir
Burns 110 riene reparos en dibujar lo que se sieme. aunque las for- de los sentidos; pero la afirmación definitiva de un dios se amoja
rnas sean las de un bicho del espacio exterior y por ello invaliden caprichosa y arbitraria, además de una manera de resignación
su obra para los menos elegantes. Sin intenciones de espesar el como otra cualquiera. demosrrativa de nuesua arrogante incapa·
texto: ~I examinar después atelltamente lo que yo era y ver que ciclad y de los miedos consecuentes. Dios, como toda la metafísi-

(8) En U. a hijo di Uni:h. Op. dt. (10) Ibídem.


(9) R. IX:scrl'tes. Dimmo drJ mitot/(,. AlianZ2, Madrid. 19'1') (1990). (11) Ibí<km.

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LA NueVA CARNE ..." AUBE.N lAAOfN CHARLES BURNS

ca, no existe. a Dios lo dudamos. Cierto que pensamos nuesrro do a sí mismo yque _una YC'l. arrojado al mundo es responsable de
cuerpo, igual que pensamos un cuerpo ajeno muerto. ~ro sin rodo lo que hace. (h') El hombre, sin ningún apoyo ni socorro.
Il
cuerpo no somos. Al menos así lo da a entendu tantas veces esd. condenado a cada instanre a invenrar al hombrOt . Y a
Charles Buens, que es capaz. en una de sus grandes obras. Buro inventar a Dios.
Again, de corporeizar a la deidad de los católicos. Lo hizo sin bar. Siguiendo con estas sencillas y peregrinas conaiones filosó-
bas r en forma de dclope. unaopci6n que le dio algunos proble- ficas (pero que sirven como base ancestral pal"2 centrar un poco
mas de censura en su momento l :!. más el tema escurridizo de la Nueva Carne), podemos citar a
Buro Againes la historia de Bliss Blister. un tipo escarificado Toumier cuando escribía que existir _quiere decir estar fuera. su-
por su padre con intenciones mercadotécnicas. Una marca que tnt tx. Eso que está en el exterior existe. Eso que está en el inte-

representa en su pecho el ronro de Crisro hará de él fenómeno de rior no exiSte» 14. Para él la prueba de la propia existencia se
feria r lo santificará como curador pan el populacho tonul"2do. encontraba en la evidencia del resfO: _(. ..) yo mismo no existo
Con los años. Bliner imenta huir de su destino. pero un ma(fi. más que ev:tdiéndome de mi mismo hacia los ouos"'''. La con-
mon io f.uaJ r el rttncuentro COIl su padre le lleva a explotar de ciencia del Yo implica la conciencia del Otro, y esta conciencia
nuevo su estigma _rniJagroso... Nadando en lo :lUrífero gracias al confirma la propia existe.ncia. Sin reconocimiento exterior no se
fr:lUde, un proyecto apoteósico. un parque temático que recrea el es. El arre de Burns afirma que la cenez.a vital, esa conciencia del
cielo y el infierno.lJevará a Bliss a un crimen final y a la comuni. Yo, llega con la forma concreta de estímulos nerviosos no necesa-
ación direcla con Dios, que le conminará a consrruir un refugio riamente racionalizados a priori. Brotes de placer y dolor que
para fieles ante el advenim.iento del Juicio Final. La mística de est~n y hacen ser a partir de la duda y su enfrenramiento. El pro-
Buens esr.:1 empapada de la rradjci6n del cine fantástico y de la ceso de crecer. El cuerpo se da por hecho y servirá para que los
para~oia de los años cincuenta, y la dud.. existencial es siempre personajes sean conflrm..dos por su propia materia, serán cuando
ommpresente. En el universo de Burns el hombre está, no aban. sientan y mayormente lo harán a partir de la emergencia de revo-
donado de la mano de Dios, sino sometido a ella en una pauta luciones fí'sicas generadas en el interior de sus cuerpos. muchas
que se entiende existencialisra: el hombre condenado a convivir veces mediante imervenciones externas. y cuanto más sientan
con el miedo y la confusión. Así, Bliss Blisrer, un hombre sobor. más serdn, tantO para ellos mismos como para los demás. y para
nado por Dios. que le enrrega personalmente los planos de su bien o para mal. De hecho, la ueva Carne no es más que una
obt:l en la TIerra, dedica toda una vida a hacer carne de los mine. meráfora formal del desarrollo viral, una sublimación Bsica de la
rios de la fe. A la manera de Sartre, Burns no se interesa en procla. carrera que va por dentro. El conceptO está tan abierto que un
mar un ateísmo definitivo. pero, dudemos o no a Dios, la certeza
1I3) R.. Descarrl:$. 0" (JI" plgs. 26 Y27.
de la condena y i:I.libercad la halla en que el hombre no se ha crea.
(14) M. Tournia, VmJl'ta, (JU kl lUllbtl Ju P,mfi'lu(. G",llimard, ¡':tris,
1972, pig. 68. Ciudo por Conb, J. M. G. En Orrk"J (;.,0$. V" m,.¿io f'JI/wflll
(12) RUlns)';J habla lc:nudo b. idea dI" una historitta con Dioscom() prou- ItJbTt lD m01lJmJQfD ni il.rt,. Anagram~, 8arc:c:!olU, 1997. ¡ñg. t44.
gonisra en b inu:aba~ Jud~nt D.ry (1986). (15) Ibldcm.

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LA NUEVA CARNE -1tI RUS¡;;N LAflOiN CHARLES BUflNS

prurito causado por un estado de ansiedad podría caralogarse malla y máscara de luchador, bebe, fuma continuamente. le gllS~
co~o,Nueva ~arne; e igualmente, la intervención química que tan los coches macarras (esas catedrales del siglo XX que decía
eVltana esa ansIedad y por extensión el prurito, sería Nueva Car- Ballard) el bondage y la comida picame. y se muestra absoluta~
ne. Acción, intervención y reacción. Los cambios pueden ser cau- mente {{real», i,ndividual, socarrón y expeditivo en sus relaciones.
sa de .intrusiones artificiales experimentales (perder la virginidad, El distanciamiento con el entorno que propicia su origen mexica-
por ejemplo, es un actO experimental) o derivar, aunque siempre no y la conjunción en él de rasgos tan coyunrura.les como folclóri-
con morivación ex.terna, d.e la propia inducción psicológica. El cos.lo convierte en nuesrro foco de humanidad para asistir a his~
cerebro como carne y el cuerpo como vehículo, y acaso la mente torias misteriosas que no son más que la puesta en escena de una
como testigo. realidad estrambótica y alucinada: la de los EE.UU. y, por merás~
Para Burns es importante la lectura social, la crítica a la iner~ rasis.la del planera entero. «El Borbah era un personaje más bien
cía social En una historieta de El Borbah, la titulada Robor LO/lt, pasivo, que sencillamente se arrastraba pesadamente por el esce-
eJ..prOtagonista es contratado por un matrimonio maduro cuyo nario de los casos, los cuales solían resolversc por sí solos. ErA sen·
hIJO se ha fugado de casa. El Borbah descubre que el chaval ha cillameme una persona. .. no sé, ridícula.. 16 .
sido captado por una secta de robots que ha decidido dejar de Para Eurns. en todo caso. lo que está en el interior sI ex.iste.
someterse a los humanos y cambiar las rornas. Los robots seducen sea de forma latente, por configuración genética o (pre)detetmi·
subliminal mente a los chavales con su música electrónica y ésros , nación causal. YeI interior será la conciencia colectiva, la memo-
.
cansados de las dificultades de la adolescencia y aterr3dos ame ria social y la falsía de la cultura. Siempre sed la "f
txttnsn (por
una vida con emociones. se entregan al aprendizaje de la robótica seguir soltando latinajos), la matcria pura en su invasión espacial,
aplicada, procediendo a implantarse órganos artificiales. Cuando el esdmulo para la rtJ eogitanf que, alterada, en esre caso por la
~I Borbah. cumplida su misión. entregue al chico a sus padres, inducción de la música {{reenOlt, imensificaci las percepciones y
estos revelarán que [o que les preocupaba nQ era que su hijo anda- les dará forma externa. La mayoría de las veces los cambios. las
se con robots. ni que se haya implantado dos brazos artificiales; el mutaciones, serán percibidos por los interesados sin necesidad
temor se centraba en la posibilidad de que el chico se hubiera afi- del reconocimiento ajeno. Sienten, luego son. Ya veces son para
cionado al sexo y experimentase con drogas. Los padres confiesan dejar de sentir, para inmunizarse. Los estÍmulos provienen de
ser elJ~s mismos robors en un noventa por ciento de su cuerpo y fuera, de los otrOf, y son necesarios para la metamorfosis que «apa-
recomiendan nuevas intervenciones de calidad a su reroño. La rece como el itinerario mítico y circular entre la vida y la muerte.
opción de la renovación cárnica se entiende .aquí como reacción, la cOlHinuidad a través de la muración"l1. Y los mutantes han de
pero nuestra. pwyección en el protagonista de la serie, El Borbah, ser em,endidos como víctimas, como seres entregados a una apa-
nos la h.ace entender como inercia para, precisamente, imegrarsc ría desesper.l.da. nunca como agresores.
en la apada y el conformismo. El Borbah, testigo humano de lo
que parece un nuevo orden social pero que es la tónica de siem- (16) En U. tlhijl)tk Unl'h 0,. tÍr.
pre, se muesrra ;lsqucado ante la roborización. Ataviado con (17) M. ·,vurnier, I)/,. dI.. pág. 147.

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LA NUEVA CA.RNE ..."., RUBEN LAROiN CHARLES BURNS

Pero la Nueva Carne que promulga Burns no parre de cogi- ca mente (Odas mis historias giran una y otra vez en (Drno al des-
lo.rcarresianos ni de reflexiones complejas; Burns, más que pre- cubrimiento de lo que hay más allá de la superficie. La superficie,
gumarse nada, se alimenta de la alienación, encuentra esdmulo en (odo caso, no deja de ser fascinante: esos anuncios en los que
en eUa. para generar ideas e imágenes y les consnuye una exposi- eomemplas a la auténtica familia americana. sin problemas de
ción a medida. En su obra prest'ma sociologías, enigmas y cues. pobreza, ni de racismo. ni nada por el estilo; esa gente blanca y
tiones de la rulrura popular que son retrato de una sociedad pura que vuelve del trabajo... (... ) En la América contemporánea
enferma y podrida, la más poderosa del mundo. La línea de sigue existiendo esa dualidad entre envoltorio y comenido. pre-
Burns es dara, limpia y europeizada en pro de una visión nítida y sente en todos los medios aunque especialmente en la televisión.
objetiva... No sé cómo explicarlo. peco siempre he tenido esa Si ves las noricias, resulta verdaderamente increíble el modo en el
atracción por un estilo muy frío y preciso,.18. Sus personajes son que se present3 la realidad, increíbloo20 •
de una fisicidad plomiza y están poseídos por una ciena condi- En Dtad Mtat EJ Borbah se ve involucrado en una trama de
ción estática. Trazos exactos, espesas y concretas manchas de hamburguesería experimental en la que el término fasl·food se
negro ratifican su lugar en el espacio y los mantienen en una exis- conecta directamente al encéfalo. En Living in rht lct Agtse trata
tencia terrenal que siempre les es extraña. «Cuando hago porta- el mito de la criogenización con la óptica sensacional del cine psi~
das o ilustraciones puedo pensar en términos de color y crear canónico: una empresa clona saludables cuerpos de bebé a partir
cosas bien compuestas, pero me gusta que mis tebeos sean en de una céluJa de donantes tetminales de economías holgadas. La
blanco y negro,.I'. Fagocitador de recursos gráficos de la publici- cabeza original del donante-paciente es cosida al cuerpo inf.mtil y
dad y del mentado cine de serie B y Z de los años cincuenta, de la se logra así el renacimiento en formato «niño-viejo..: cuerpos de
ficción romántica y de la malévola ingenuidad domésrica de la un año de edad con cabeza y cerebro de adultos, seres que habrán
televisión, la obr:l del autor no deja de englobarse, en una rama de enfrentarse al mundo en pañales y ya malheridos en lo emo-
más exórica. en la rtadición de las viejas historias de terror de la cional. En Lovt in Viin un antiguo jipi iluminado por el ácido y el
EC aunque su propuesta se presta más a la lectura social o fIlosó- rock'n',oU funda una empresa fraudulenta de donantes de semen,
fica que aquéllas.•En principio hay una reacción puramente SptTm'n'stujf, con la imención de regenerar un mundo podrido a
estética ante el ane y el diseño de aquel periodo. Por otra pane. la partir de sus fluidos puros. Como Cronenberg. Burns divaga
publicidad. la televisión y los medios en general vendían un estilo muchas veces en rorno al tema de las corporaciones científicas o
de vida realmente extraño, muy ajeno. casi marciano, que consi. industriales y establece sus argumentos alrededor de ellas. Aun-
dero fascinante. yeso también me ha influido mucho. Las dife· que su patrón es siempre el relato particular, Buros hace crítica y
rencias entre lo que se vende mediante un auactivo envoltorio y aboga en el fondo por una Nueva Carne social, global, más allá
lo que hay en el interior de la caja realmente. Es obvio que prácti- del individuo. una Nut'Va Carne invasora a partir de represiones y
miedos íntimos pero qw: han de afectar a la totalidad de la espe-
(8) En U. ~/bi'¡'MUridJ. 0" (1(.

(19) Ibldem. (20) Ibídem.

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LA NueVA CARNE ..",¡ RU8tN LARolN CHARLES BURNS

cie. Una Nueva Carne que no sólo tiene que ver con lo que C1ive movilísrico en el que pierde a su esposa (adúltera). el científico
Barker comentaba sobre el deseo de sobrepasar los supuesros recupera la cabez:.J. de la mujer y consrruye para elJa una estrUCtU-
límites de nuestro cuerpo. Se trata de una Nueva Carne generada ra de cuerpo artificial que la revive. Pero ella le pide un cuerpo
a partir de la inexperiencia y el desconoc.imiemo absoluro, de la real. un cuerpo perfecto al que ser cosida. Quiere ser carne. El
perplejidad ame la vida. Cosrumbrismo atónito de aJcance plena~ hombre recorre día y noche las calles en busca del6sico que ha de
rio d~e las formas de la ficción más exrravagame. confirmar a su esposa resurreen, El cansancio hace que se aplique
Aunque Burns confiesa no tener ningún imerés en hacer sus la bestezuela regenel'1odora sin mesura, hasra casi merabolizarla.
propias versiones de las hisroriecas de la Ee o en mantener esuuc. mientras ésta va creciendo y oscureciéndose su piel. El hombre es
turas clásicas del rerror, y en ocasion~ hasra se ha recriminado en detenido por vagabundeo e internado entre mutaJltes. Cuando
público esas formas terrorífiClS, su imaginerfa siempre rememora ti~e noticias de que el InstilUto, a partir de sus anotaciones. ha
ese- tono de pdícula extravagante y de hisroriet2 de género. En ese dotado de cuerpo a su mujer, y que ésra ha conseguido el divorcio
sentido se: des3rrollan también los rdatos que componen d y vive feliz con su nuevo hombre. el ciemífico se deja morir. Aho-
álbum MisurioJ tk In. carnr l • En él se encuentran varias de las ra la bestia campa a sus anchas en busca de un nuevo cuerpo.
narraciones imperfectas pero cruciales de nuestro autor, dibuja. mienrras es objero de una campaña de marluring con la que d
das entre 1980 y 1982 (el mismo año en que Cronenberg pteS(n. InstilUto pretende venderla como poderoso estimulante de traba-
taba su basal VuúodrrJm~. En ÚlVOZ tÚ la carn~ qu~ anda, que jo para la población. Aunque narra en primera persona, Bu.r~s
toma su idea de la pdícula Th~ Brain that \flouldn't Dif Uoseph inrroduce sendos prólogo y epílogo para observar la cuesnon
Creen, 1963), se presenta una ..conferencia verdadera.. en e1lns~ neocá,rnica desde una mirada externa. atendiendo a las posibili-
titUfO de Conducta. RegTeSiva, cuyo auditorio es más un conjunto dades y consecuencias como curiosidad scudocienúfica.
de fantoches y festivaleros que beben y fuman a discreción 22 • Se En Mal criado un niño aficionado a las ciencias naturales
trata de la historia de un hombre cuyos excesos como científico captura un insecto de especie desconocida que luego se escapa y
hicieron de él mutame. Para las eternas noches de {(abajo excesi. anida en el interior de su colchón. La crepitación del nuevo
vo en su laboratOrio, el protagonista se aplicaba durante unos inquilino dentro de la cama se cOllViene en rutina nocrurna p.ara
segundos 10 que él llama la bestezuela, un ser vivo diminuro que el chico. Años después. esrudiando biología. el protagoOlSta
mordisquea su cueIJo y le renueva el sistema dorándole de una conoce a una chica. con la que empieza a salir. En su primera cita
gran lucidez para la investigación. El único problema es que la se acueStan juntos en c.1sa de él, y al despenar descubren una heri-
besl'ez.ucla se reafirma creando adicción. lras un accidente auro~ da indolora en la muneea de ciJa. Con el paso de las semanas la
chica va acusando un comportamiento cada vez más frío, sus fac·
(21) PublICado en ~ña por Ediciones La Cúpula. Barcelona, 19')0, ciones se endurecen y parece transformarse lllUY lentamente. Una
(22) En [~obra de Burns, lO! no iniciadrn; en la autocxpcriencia ncoclrnica
se ~llden enfrtgar -como hada El Borb:ah_ a lu pa5k>na t«"'n:llo., miemru qu~
noche, cocinando, el chico se hace un cone. Ella acude rápida.
los que: e:kv;¡¡n lU apíriru a cue!ldones dd :llnu como el httho amoroso o la rd1~ meme y, descubriendo un apéndice de invertebrado bajo el ven-
xiOn .ufric:me:,scnin some-tido>s a la evideneia ('"tliíca e:n b~ morncnlOlli. daje de su muñeca, lo introduce en la herida de él y allí desova...
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LA NUEVA CAANE 4fIt RUBEN LAAOfN
CHARLES BUANS

Desde entonces el chico se verá esclavizado. recluido a su cama.


mamenido su cuerpo por medios artificiales y dolorosos. como
recipieme para la incubación clljda y saljna de una nueva especie.
Una carne nueva que toma la hum.ana como génesis.
En Un matrimonio infm1il/una típica chica de los cincuenta ve
su vida mLStornada cuando S( casa con su novioJohn Dough, recién

---
I (.:X>
llegado de la guerra mundial. en donde vivió dieciocho meses en
coma traS sufrir graves quemaduras. En el hogar conyugal Dough
dispone camas separadas, se ausenta de casa durante largas temp<r
radas y se muestra siempre distante en la relación. La señora Dough
encuentra varias pruebas de un supuesto adulterio y empieza. a
investigar la siruacián, hasta que finalmente su marido le confiesa
que el accidente que sufrió en el frente no se desarrolló como ella
creía. Estando en brazos de otra mujer, una actriz de Hollywood,
John Dough fue vicrima de un bombardeo. Su cuerpo y el de su
amaOle fueron encontrados entre los escombros. toralmente abra-
sados.la placa de identificación de él en manos de ella. Las interven·
ciones quirúrgicas y los insertos de piel lograron reconstruir aJohn,
sólo que lo hicieron sobre los órganos elCternos de su amante. John
Dough se convirtió en una mujer encerrada en el cuerpo de un
hombre. La metáfora definitiva, servida por tantoS :mistaS. de la
reinterpretación sin salir de casa (sin salir de la especie) a rravés de la
carne. La historia termina con la bibliotecaria del barrio irrumpien-
do en la es[ancia, matando a Dough y fundiéndose en un apasiona-
do beso lésbico con la esposa, que ahora descubre su verdadero
amor... reinterpretando su Yo para completar, siquiera de forma
estéril. una ~real¡dad» de especie que se había visto mutilada2;\.

(23) Burnf. quc sudc m;icbr ideas a mcnudo, reharb csta historicta afios
después para su inserción en ti ~[bum rccopilarorio Slri-r O«p inmtdiar-,¡,mentc des-
Fragrncmo de I~ historieta "Mal criado., pcrtenttiemc pués de Burn Agai... Para b oasíón insc:narla, aOcmú de algun05 Clmbios meno-
a ÚJs mistmos tÚ!4 Cllmt, 1990 ro, un prólogo y un cpUogo. En el primero una escritora de novdu romántias

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LA NUEvA CARNE ...", AUBEN UAolN CHARLES BURNS

El volumen se completa con varias historias de una única


plancha empeñadas en ilusrrar los misterios que lo lituJan. AsI,
una chica en camis6n que parece sacada de una pdfcula de Doris
Day ~ pregunta por qué cada vez que piensa e.n el chico que la
obsesiona tiene la visión de un horrible lecho de carne, roscada e
hinchada, en Llamas. En otra un hombre compra unas gafas de
rayos X según d reclamo de una revista de c6mics, y ante la visión
de su novia comiendo una hamburguesa pierde los estribos. En la
siguienre historia de una página, varios científicos jóvenes se dis-
ponen a responder el examen final sobre los misterios de b carne.
Las luces ~ apagan y ~ proyect2lllas diaposicivas que correspon-
den a la parte de asociación visual de la prueba. Un cartucho de
texro nos indica. que ..un ;o,'en irrumpe en sollozos y sale a rastras
de la sala a1ando aparecen las imágenes de una gran hamburgue-
sa y de una cama de mauimonio_. Como cierre de libro. en a1a-
Iro vifieras una chica habla por tdéfono con su novio. que en Val
en offse reconoce desinteresado por ella. Una excusa cualquiera,
el grifo de la bañera abierto. le sirve para colgar y hace que una
abe.nura a la alrura de su ombligo. una segunda boa, espete;
«¿Por qué le mientes. Brian? Tendrás que acabar por decirle lo
nuesuo...•

bmtaS J»"dionw por los pluos de ~nuegA. idea la historia d~ John Dough a panir
dC' l¡¡,s noticias ttlC'visiV;l$ del desasue ocurrido en la Casa dC' Dio,,; conmuid;¡, por
Bliu BJistC'r. En ti C'pflogo ~ nus muesln;J; I;¡, t'$Critor.l somC'cida verbalmC'n1C' por
fU m;¡,ndo, quien nO.Abe que- C'$CríbC' y le r«:rimina vicios. romo el tdba<:o y la tdC'-

viUón, quC' le impidC'n SC'r UIU butm am;¡, de ~ BurlU', de nuevo•.se rcrugia C'n la
mnancia crtando un n;¡,rrador I"ícdcio, una SC'gunda VO'l.dt prolC'C(Í(,n. EnJa vida
rcaJ los hombres !iOn hombres, machistaS y vióltmos, y hu muicl'C$ son es~
sumisas y reprimld¡¡,s. El o:u~,«)/jpo es real, d rato es C'J.perirnC'mación. -Sencill;t-
ffiC'llIe me siC'mo folSCinwo por esos cslCreotipw. En la vi<b JnI no quiero que I~
mu}t'res IC'.. n putillas o 10$ honlbres torpes y dc:uurcs. Sí, dHO, en cierro senrido Hi5torieu complcu perteneciente ... lAs miluritn tÚ la (llrn~. 1990
.soy C'rlrico con tw_.
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LA NUEVA CARNE -fIff RUBÉN LAROIN
CHARLES BUANS

TEENPLAGUE

En ese mismo libro se recoge la hislOria Conragioso, en la


que un adolesceme narra al lector cómo contrajo el sarpullido
en una fiesta del liceo católico que parecía tluna casa de putas•.
AlU se acostó con una chica más experimenu.da que él. no (Cmó
ninguna precaución y a la mañana siguiente le apareció una
mancha oscura en el estómago. Ahora se agrava día a día, «poco
a poco me sube hacia la cara... y cuando llegue a la cara.... En su
esrado actual el joven padece un dolor coostame, no tiene apeti-
tO y en el autobús ¡menra sentarse siempre cerca d.e la chiel más
guapa de clase sin atRVerse a hablarle. La confusión. Ames de
que el institutO sea puestO en cuaremena, se les imparten clases
especiales sobre la llamada tlpeste del adolescente», informando
sobre causas y efectos de forma tendenciosa. En una de las dia-
positivas que se les muestra, un roStro con la piel tensada y a
puntO de romperse le recuerda al joven a la chica de la fiesta...
Contagioso se interpreta fácilmente como una ilustración sensa-
cionalista sobre el sida, pero a Buros le preocupa mucho más la
inquietud del descubrimiento sexual, indagar en el pánico escé-
nico y mortificar lo establecido, que andarse con ficciones meta-
fóricas o conspiranoias de serie B. Si en la mayoría del cine de
paranoia de los cincuenta la amenaza extraterrestre eran formas
maniqueas del panfleto anticomunista, aqul son las dificultades
del crecimiento las que alimeman el miedo. La adolescencia es
turbadora y el futuro sólo depara traumas de descubrimiento.
Los personajes de Buros son víctimas aterrorizadas de una sacie·
dad represora. Los adultos son invasores, entidades foráneas.
Hi~tor¡cl'acomplcta pcrlcnecicntc a ús misUn'os d~ la ca",~. 1990
monstruos en los que hemos de convertirnos, guías de ética y
moral para un mantenimiento del american way o/lije con la
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LA NUEVA CARNE .", Rus¡;:N LAROJN CHARLES BURNS

familia como cogollo de proyección. En ContagioJo, el proGlgo- compatrioras de Kaballa-bongo¡ detienen a su congénere como
nista recuerda cuando empez.a.ron a hablar de la plaga por televi- prófugo y destruyen a los humanos contaminados par.a salvar a
sión: .Mi padre estaba fuera de sí. Gritaba y se desgañitaba con- nu<:sua especie de la insania (sic) a que nos llevarla el sexo desen-
tra "ese tipo de chicos.... CuaJquier sublevación implica culpa y frenado. En el plano real Tony intenGl convencer a su amigo de
rormento, primero en forma de enfermedad y luego, como una que su hermana Joya ha sido eapGlda par.a la causa extrarerresue,
reflexión automatizada, la certeza física viajará hasta la psique mientras la chica se fuga de cas:a con su novio, quien confiesa
para castigar la transgresión. Mutar y ser. Estar incómodo. Sen- padecer su enfermedad degenerativa desde que tuVO un lío adú/~
tjrse crecer.•Intentar enCOntrar una identidad y enfrentarse a la ttro en una fiesta. Joyce empiez.a a acusar síntomas de contagio y
Última pesadilla1l 24 . la prensa ya se hace eco de la plaga que trastorna a la juventud. En
Buros ahondaría en el rema de la plaga adolescente en varias la última viñeta los padres de Tony van a salir y le informan de
ocasiones. En una histOrieta de Big Baby titulada sin rodeos ?ten que pronto llegará la nueva canguro... um PlngtU cuenta con
P!4gUt se nos presentan dos planos de acción con gran habilidad todos los ingredientes propios del subgénero de paranoia: autoci~
narrativa. El niño protagonista, Tony Delmomo, mezcla su vida nes, escarceos de pareja a la luz. de la luna, aTerrizaje de ovnis,
reaJ con los hechos expuestos en un tebeo de terror que lee a incredulidad adulta. apropiación de cuerpos, seducción y depre-
escondidas. En el Tebeo. un extraterreS[re megalómano llamado dación. intervención de las fueT1..aS gubernamentales -terrestres y
Kaballa-bonga, represenrado por la fórmula de un ojo con apén4 extraterrestres- para el desenlace... En una escena, cuando la pro-
dices. llega a nuestro planeTa dispuesto a crear un ejército de fesora de biología descubre a Tony leyendo su tebeo en clase y
cesclavos del amor». Para ello ¡mil en el cuello a una chica de presupone iróniamente que esas hiSlorieta5 deben de ser más
buen ver y la rransforma en depredadora sexual. En la vida real importantes que aprender sobre el cuerpo humano, el niño
Joyce, la niñera de Tony y hermana mayor de su mejor amigo, imenta explicar: ..Usted... ¡USted no lo entiende! iEste cómic. ..
muestra un chupetón en el cuello que el niño interprera como la este cómic es importante! ¡Es lo que está sucediendo ahora!_ En
marca de Kaballa-bonga. El novio de )oyce, con el que ella se ve a cierro modo, al igual que en Vitkodrome se nos introducía sin
escondidas durante sus sesiones como canguro, está siendo vícti- previo aviso en las alucinaciones de Max Renn, en Utn plagut
ma de un sarpullido desaforado que merma su cuerpo y le provo- también el medio es el mensaje.
ca pesadillas en las que el techo se hace carne y sangra hasta inun-
dar la estancia. Tamo la historieTa de Kaballa-bonga, que deriva
en una serie Z de ciencia ficción en toda regla, como los acome- EL FUTURO ES UN ASCO
ceres reales en la vida de Tony, se resuelven de manera aparente-
mente feliz y conservadora pero con el resquicio para la amenaza En los últimos años el grafismo de Burns se hace más orgá-
que es tic de cierre en tantas historias de terror. En el tebeo, los nico. Se cemra en el rerrato de gestoS y serenidades y se muestra
en general más contemplativo que nunca. Los personajes que
habitan sus mundos, sin embargo y pese a que emanan mayor

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LA NueVA CARNE -A AUBEN LAROiN CHARLES BURNS

realismo que nunca, no dejan de aparear crispados. En la histo- inevitables, -Ya $200, los adolescentes pueden pracricar sexo o
ria Aguj"O lIrgro, que muestra una madurez n.arrariva basada en la no practicarlo, pero cien:l.lneme piensan en dio continuamen-
sobriedad, Burns se rorml dramático y procura alej.arsc de los re.... Eso sí, siempre alejándome del ángulo explotador o del
géneros aun manteniéndose encl.avado en el horror, a sabiendas aspectO excitante... En fin, que no intenro vender c6mics
de que el género es una Ua\'e maesua pan acceder a la implica- o"Ob
metiendo en ellos sexo gralunolf. o d o como siempre
S(:slOna °

ción emociona.! del lceror.•Hay un cúmuJo de inconscienci.a que por los aspectOS más superficiales de la realidad, en Agujuo '~gro
es intrínseco a la ficción de género, a.! cine de género. Y más allá los cuerpos muran de forma más evidente que nuno. La Nueva
de esa inconsciencia siempre he visto cierto tipo de verdad. Z1 • En Ca.me que se propone implica, en un primer estadio, apéndices
Agujuo nrgro se esmera en el [Ono y divaga hasta lograr una inMiros, deterioro P15ico, ojos y OOcas.suplemenrarios desubica~
.atmósfera exrraña que lo emparenta, ahora directamente y quizá dos... Organos que despiertan a los sentidos y buscan integrarse
perdiendo algo de su (re:scul1l de obras anteriores, con au(OrC$ de y naturalizarse. que hablan o miran cuando sus duefios duer-
la lIamad.a -amaneradamenre- ciencia ficción imerior como mell. Grietas que Uevan a una muda completa de la piel. La
Croncnberg o Ballard. mosrración de la enfermedad no es exacramente (dsmo, pero si
Ambient:il.da en la orream.¿ric.a de los últimos años sesenta delara ciern búsqueda estérica de lo que en primera instancia o
y primeros S/:tenra, Aguj"O nrgro refiere la iniciación de Keith, por defecro se considera repulsivo pero que, como todo, tiene
Rob y Chris, dos chicos y una chic.a que ven sus vidas tnnsfor- sus propios patrones de belleza, los mismos que Cronenberg
marse a partir -como no podía 5<'r de otra manera- de la expe- promulgaba en /nJ(pnrabks para el interior de los cuerpos y que
rienci.a sexual yel interés amoroso. Lo que ellos llaman el bacilo, Burns sabe hallar aquí para la renovación de las sexualidades.
una plag.a contagiosa con aspecto de enfermedad vené.rea. ha _Creo que se trata de la fascinación que me produa la separa-
hecho que un grupo cada vez mayor de jóvenes .afecr.ados se ción de la mente y el cuerpo. Ycómo el cuerpo puede manifestar
retiren al bosque en condiciones primarias de civilización. Las un estado pslquico... Igual que Chcster Gould (el autor de Dick
drogas como oráculos, el conflicro generacional, el miedo al otro Tracy) dibujaba villanos grotescos para demostrar que eran gro-
y la eterna esclavitud de la especie al hecho sexual son algunos de tescos, yo hago historias donde un sarpullido maligno aparece
los temas que Burns trara, ya allanándolos, ya de forma rangen- en el bajo vientre de una chica. Se trara de una manifestación
cial. El sexo, por primera vez. «explícito,. en su obra, se integr:.l de literal de su estado psicológico,.u.
manera tenebrosa y como deflagrador de consecuencias alerra- Aguj"o negro('S la primera historia de largo formato y la más
doras, evitando exaCtamente la gratuidad intrínseca a la porno- ambiciosa en que se ha embarcado su autor. Segmentada por
grafía.•Intento no explorar los temas que trato, No imrodu'lCo capítulos suspensorios. Burns trabaja sobre un esqueleto exacto
el sexo porque sI, o las drogas porque si; me dedico a (ratar lo para las trece entregas que conforman la serie (.a la publicacíón de
mejor que puedo, y del modo más directo posible, cienos temas
(26) En u. a hy. tk Urich. 0,. nI.
(27) En T1Ne-",jlJwnuL 0,. ,,1.

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LA NUe: VA CARNE ..", RUBÉN LAROIN
CHARLES BURNS

- m'gro, nO 1, .S-loogla
Mudando la piel (n AKU)trf) I ' IOI~, 1999

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LA NUEVA CARNE ..", RUBtN La.RoIN CHARLES BURNS

cada fasdculo sigue la confección del siguiente), pero en su méto-


do observa cambios durante d desarroUo gráfico y la puesta en
escena. Todavía inacabada, AgujtTO nq;rtJ puede perfilarse como
un retrato definitivo de la mecifora neoclrnica, como una de sus
l«turas aplicadas, pero aislando la demagogia es más honestO
decir que Buros esd. ocupado e:n hablar de una sociedad hastiada
y cambiante por necesidad. hilando una historia de Apocalipsis y
renacimiento aJ estilo de: El ¡rilor tk laJ mOJ((lJ o la misma Vinie-
ron tk tÚnrro tÚ... Sin embargo. la reinvención sexual es conscien-
te: y aplicada, Ame la vista de una chica que ha desarroUado una
cola en coxis, uno de los personajes masculinos se pronuncia:
,Est'3ba oscuro, pero eso no me impidió fijarme bie:n en ella por
detrás. Podía ve:rle la cola, tensa contra la toalla... Una forma larga
y ddgada echada a un lado. que parecía moverse un poco (emblo-
rosa. Semí que se me ponía dura.... Más (arde. una pareja de con-
tagiados enredan yeUa besa la boca que ha nacido en d cuello de
él: ..Era cálida y salada. Como d océano... de sabor limpio y pene.
tcante. .. y dentro de dla habra una lengua pequefia. La noté tem.
blorosa. agiránd~ conua la mía..
Por lo que sea, como todos los ponenres de la Nueva Carne.
Burns ha sido tachado de saisea. violento, misógino y Otras (an-
tas cosas por 105 popes del pensamiento armónico. Pero la lectura
atenta y desprejuiciada no hace más que testimoniar e! horror,
corporal y global, que vivimos a partir de una civilización que.
llegando a su última fase. sólo puede optar por la reformulación
desde las tripas,
«Ha habido gente que me ha dicho: "Tralas a las mujeres
como muñecas de carlón", Trato a lodo el mundo como muñecas
de cartón. No puedo tomarme los temas que: trato demasiado en
serio. 5610 puedo hacerlo en un nivel personal; no puedo decir
que estoy haciendo un comentario sobre 1:1. sexualidad. Estoy
haciendo comenrarios sobre todo rjpo de materias. pero en una
-288- -289-
LA NUEVA CARNE 41 RU8EN LAR01N

direcci6n profundamente personal No IIltenro emitir juicios


como "el sexo es malo". Sencillamente me divierto con esas ideas,
con esos temas que se entrelazan unos con orros. No estoy seguro
de por qué estoy fascinado con todo eso.... la
DAVID CRONENBERG
LA PERVERSiÓN DE LA REALIDAD
,
,

RAMóN FREIXAS

o Su obra es una de las más incendiarias, incorrectas ya


contracorriente de la cinematografía aCtual. Reconfortantemente
inclasificable y felizmente polisémio. Su desafío a las (reducto-
ras) categorizaciones analíticas y su perversión de los géneros es
perentoria. Su personalidad cinematográfica despierta entusias-
mo y desconcierto, y no es un reproche sino una alabanza. El
canadiense David Cronenberg comparte con David Lynch (y
Abe! Ferrara en puntuales ocasiones) el inviolable estatuto de
director más venéreo del cine norteamericano. Su conjunción de
intereses surge de su innata fascinación por la turbiedad moral, su
cultivo de una atmósfera malsana e insana, su incidencia en los
desdoblamientos de identidad, su preocupaci6n por el desorden
social e individual, su afición por una sexualidad extrema, raspo-
sa, extraña, en suma, por su abierta, gllsrosa práctica de violentar
el paisaje audiovisual m,Úmtrttlm. La captura de la infracción, el
descenso a los infiernos del subconsciente, la quiebra de las certi-
dumbres morales devienen reiterado IÚtmotiv. La dimarche de
Cronenberg se manifiesta, como todo cineasta de talento, en la
fidelizaci6n, no esc!avismo, a sus obsesiones, a sus paltones éticos
(28) En T~CDmiaJoumal Op. m. y estéticos. a la plasmaci6n de sus famasías. Como los grandes

-290- -291 -
_____::u NueVA CARNE 4ff RAMÓN FRElXA5 _ DAVID CAONEN8EAG

creadores, sabe (que debe) posicionar al espectador freme al espejo narrariva oxidan su ropograHa, reduciendo a romo formulismo
de sus (admitidos o no, aflorados O no) miedos, de sus inconfe- las palabras e imágenes que deberían dorar de sentido y senti-
sables pesadillas y/o placeres. La reflexión sobre el ser y su iden~ miento la propuesta l.
(idad. la realidad y los sueños, la distorsión de la memoria, la Cronenbcrg ha manifestado en más de una ocasión que le
interrogación acerca del espíritu, la existencia, la carne del hom- apetecería construir un género propio. No anda muy lejos de
bre rigen su imprOnta. En otros términos, los fantasmas del configurar dicha prerensión. Él es un género en sí mismo... Su
inconsciente materializados en monstruosas mutaciones del carisma como amor, dejando al margen su ascendencia en los
cuerpo, fruto de la adicción al sexo y el pánico a la propia (a ser burladeros del fanrástico moderno, se infiere de que irritame-
orro... aunque a veces la delectación se impone al horror) idenri- meme para sus derr<lct.ores, simpáticamente para sus valedores, su
dad. Si sus fil ms son parábolas sobre la metamorfosis y la muerte, obra se nurre de sí misma en lugar de copiar, inspirarse en la aje-
recordemos un letrero en la pared de I:l consulta médica de Vinie- na. Y ojo que no es endogámica, ni parte de la cinefilia para aca*
ron de dentro de... (The ?Ilmsite Murders/Shivt'rJ. 1975); .. El sexo bar en la aurofagia, sino que su fortaleza, idiosincrasia procede,
fue invemado por una enfermedad venérea inre1igemeJl. en simplificadora síntesis, de su invención nutritiva, de su avasa-
Si en ocasiones ha escapado de la clrcel (semántica) del Fan- lladora imaginación y de su poderoso desmaquillaje de las con~
tástico ~preferentemente en M. Butterfly (id, 1993), donde la vcnciones. Si más no ha otorgado emidad, contenido al adjetivo
atracción por la diferencia, el ano, reviste un dispar regisrro y .!Cronenbergianolt, aún no homologado como sustantivo, raI que
rericulación formal, estO es, la aceptación del *' conduce a la .fellinjanolO, «wellesiano_... o .buñueliano., pero todo se andará.
desintegración de la identidad a partir de la proyección que un Su trayectoria es un wOTk in pTogresren el más amplio concepto de
hombre hace de su propia sexualidad sobre Otro hombre...; y de la palabra. El .proyecto Cronenber!?, considerado con la pers-
modo esquivo, y cienamenre discutible, en Crash (id.. 1996)-, pectiva del tiempo, desde las alturas de eXisttnZ. atrapa una cohe-
prácticamente toda su obra pivota, maniobra sobre los paráme- sión, una perseverancia y una personalización indudablememe
nos genéricos. Su inquisitivo talante le ha llevado a cuestionar las envidiables. Un fúm de Cronenberg permite acceder a un paisaje
reglamentadas lindes de la producción más encorsetada. De
hecho, ya en Videodrome(id, 1982) explicita su "entral rechazo a (1) No se infiera de dio que d cinc de David Croncnbc:rg se halb. desprovis-
la plantilla -y a las convenciones- del terror genérico. Cronen- to de humor. Al contrario, al tiempo que rchí= el bacilo de la infe«ión IItmimen-
{al. recurre a un humor artero y mordaz, rou¡mo y sugestivo. manifestado a veces
berg cree en el porencial transgresor del jimrastiqtU', de ahí su
po;>r ClUCCS Sublerr:l.neos. en OlrO$ por respiraderos m:l.s vi.~iblcs, ... ml'nudo, too ~í,
refutación de esa ironla desabrida y de ese sarcasmo sarnoso que, no c¡¡pturado, <.'l incomprendidQ. por 13 prensa mÍ¡ miope y ti público menoS des-
con pretensiones adeconsrructivisras», anida en producros del piCHO. Su n:l.luralcu d"iene negra. acel1lda y sangr~n{e, CoulO refrendan sus pi<:"US
jaez de Scream: vigila quim llama (Scream, Wes Craven, 1996), Si más enlblcm:bicas al respecto. t:$ dror, M. Burrnf/y, InufJ4mbln (DelU! Ring=.
1988) y vÚstmZ (lJ., 1999). Por no h... blar de b. lenebr()S;l úz mOlcA (T~ Ply,
lo que hicisuis t!i Último verano (1 Know Whtlt You Did Las! Sum-
1986). Un solo ejemplo: Sclh Brundle OC« Goldblum). que eOlUCrv;l las p;lrteS
mer, Jim Gillispie, 1997) y demás uJan de garrafón para consu- hunun:.u pczdidu en $U gradu;ll tnnsformadÓn. CllirlC,l b silUación de l:lI guisa;
mo tren, que en lugar de erosionar, corroer su gastada estructura .EJ mu.H't1 BnmJk tk ¡'illlma Mntrill•. Y uf, más.

-292- -293-
LA NUEVA CARNE ~ RAMON FRE1XAS DAVID CRONEN8ERG _

conocido. Es inconfundible. Las diferencias se resue.lven según la


bondad de sus resultados.
Su mirada desobediente e incomplaciente. dura y pesimista.
incluso nihilista, conciliadora de la crueldad y la morbidez.. amal-
gama de serenidad y conmiseración. preside una puesta en csct:na
exigente y sofocante, de fisonomía eruptiva. alenra a resallar las
rugosidades, las ambigüedades de una superficie aparenremen((~:
lisa.
u tratamiento de lo fanclstico irriga las mnas de penum-
bra. trabaja lo oscuro, la [romera (existencial), 10 inaccesible.
interviniendo en lo real con el objetivo de lograr su desnudea-
ción, replanteando la noción de realidad. sin dejar de experimen-
tar el dilema de lo real y lo irreal. ¿Su reto? Mirar la realidad desde
una perspectiva diferente. no mirada por nadie. Considerar J.:¡
norma{tiva) para mejor subvertirla. El fantástico, como la belle-
za. será convulso o no será. El apólogo es transparente, según
Cronenberg: quien domina el lenguaje domina la realidad y
quien domina la imagen detenta el poder.
El cineasta actúa como un agente v(rico infLItrado en el teji-
do del F.uHástico, ahondando en SWi tinieblas y amaneares. per-
turbando sus dich~, rehaciendo sus planteamientos, reelaboran-
do sus posfulados, fenilizando su capacidad de euesrionamiemo
de lo admitido. Cronenberg habla: 1lEs halagador verse reconoci-
do por gente como Carpcnrer o Romero, pero creo que no rengo
mucho que ver con eUos. Aunque parezca que mi cine forma par-
te de determinado género, yo me siento como un agente secreto
que estuviera buscando algo muy. muy disrinto. J , En cierro
modo, ejerce de contGlbadista, pasando de matute los secretOS de
un estilo y las bombas que dinamitan los corsés de un género
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(2) AnlOniu Wemridntr••.EI ci¡x de David Croncnbctgl' (EnU('Ylsr.l). Di";"
tiJo po'"., n· 14), enero 1'J87. &rcdon.ll, pág. 21.
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-294- -295-
LA NUEVA CARNE .-1fIf RAMÓN FAEIUS DAVID CRONENBEAO

ramada, extorsionado por el filón juvenil, de imaginación en abyecras, inmundas, rasueras y con capacidad para descompo-
precario y toral desfondamienro de ideas. iY no se profesa ni nerse y recuperarse (...) suponen la venganza de lo informe, el
solipsista. ni silogista ni sincrético! Su paralelismo con Vicente triunfo de la cloaca, la epifanía de las v&eras (. ..) en el momento
~randa, que puede asombrar a más de uno, se origina al compar- en que la indecisión de las fromeras desaparece o, mejor dicho,
tir su clínica disección de temas calientes, arbitrar una mirada cuando la relación entre lo inrerior y lo exterior se invierte, cuan-
glacial que congela las emociones pero no destruye los sentimien- do el mundo se invagina"~, Un entronque con el debate de mos~
tOS_o ~o ya la afamada meráfora del candente fuego oculto (por (far u ocultar. con la dialéccica de hacer visible lo invisible (lo que
exhibido en el canadiense), el iceberg cuya parre sumergida es la no se quiere ver), asociado a la anlbivalencia entre la atracción ye!
la.va, e~~nciada con brillantez por José Luis Guarner, sino por el asco, unido a la idea de exceso que implica, exige la (e}afectiva
dispoSitivo ficcional: ecLos encuadres son limpios. Los colores participación del espectador. atrapado. en palabras de Pascal
posCC'n una textura med..lica. La perspectiva de la narración per- Bonitzer, ecemre una visión parcial y una visión bloqueada, entre
manece analítica hasta en las escenas más oníricas, los momentos el erotismo (voyeurismo y fetichismo) y el horror (la obligación
de mayor exceso..'. Cerrero diagnóstico más aplicable a su erapa de mirar)"s,
de refinamiento visual pos-Vi.d~odTOmeque a sus primeros films, y es que cuando el panorama del fantástico contemporáneo
Vini~ron tk dmtro d~... y Rahia (Rahid, 1976), de dermis más deviene pasto de operaciones de reciclaje, de ejercicios de funam-
rugosa, desaliñados de planificación e imperfectos, que no debe bulismo O m:rnierismo, rancio uno, musrio el ouo (o culmr de
confundirse: con insuficientes. traScendeme paráfrasis postltransmodernistas), cuando no de
Odres nuevos, vinos viejos. Su condición de nombre pume- transidas reformulaciones de motivos, argumenros ya explora-
ro del fantástico más rompedor, radical, procede no de una dos/ explotados hasta la saciedad, recOlIfona constatar la capaci~
(imposible) renovación temática, sino que está anclada en la des. dad de intrigar, inquietar, desasosegar, de hacer pensar que respi-
ti.lación de Otra, por diferente, propia e intransferible, aproxima- ran las propuestas, las imágenes, la puesta en escena de David
ción a los presupuestos del género, ora ubicado en la fructuosa Cronenberg. Si una de las funciones primordiales del cinemató~
norma genérica, ora esencial izando su horma periférica. Propone grafo reside en despertar al anestesiado espectador, en disentir de
una ruptura con el orden reconocido del mundo y el elogio de lo lo ordenado. en promulgar el desacato a la dictadura de las con-
extraordinario. En su fascinación por el otificio, por el agujero, venciones, en discutir, interrogar las certezas más arraigadas, en
por las oquedades, por el engullimiento o la eyección, Cronen. (re) plantear el vaivén erure el desarrollo tecnológico y su susrratO
berg enlaza COIl una cierra tradición del (neo}górico donde la ético, inherente al fumástico. b obm de Cronenberg verifica su
metamorfosis en continuo se conviene en una de sus expresiones
más candentes, concluyenres. De ahí que «rodas las crialUras
(4) jc:.tn-Louis Lcutrat. J..fimrasmaJ. Lo fintlÚt;'o in"/ cinto Edic.iondi
Vi(Úl

de la Mirada, Valencia. 1999. pág. 27.


(3) J~ Luis Guarner, El inquielantt dn~ rk Vitm'~ Amnd.. lnugfic, (5) Pucal Bonitur, ú rha",p "IJ<'W!Ü. Edjtions Cólhiers du Ciroélllól-Galli-
Madrid. 1985, pjg. 7. maro, Par(,¡, 1982, i»g. 116.
-2%- -297-
LA NUEVA CARNE .-.tI R"""ÓN FREIXAS OA,VIO CRoNENaERG

posicionamiento como artista, beligerante en la defensa de su


propia liberud, negándose a censurar su imaginería y evirando la @ Sordidez.. Abyección. Rarefacto. Cavernoso. Putrefac-
parálisis creativa. ftem más, siempre busca la (re)solución más ción. Estos yorros p2Cejosson términos que fluyen a la hora decir·
illleligeme, no ingeniosa. y su tratamiento de lo fantástico. infec- cunscribir el universo cronenbergiano. y proceden de antiguo, no
tado por la insania, jamás renuncia a su caráaer subversivo y pro- son a nollO. No ya en su díptico afecto al «tcrror venéreo.. o el
vocador_ Su diifano compromiso lo evidencia con meridiana .chorror psicosomálicolO, Vini"on tk tkntro tÚ... y Rabia, sino
contundencia: "Un artista no es un ciudadano que pertenezca a la jncubado. de mane... embrionaria, a modo de ensayo o proloti~.
socied:l.d. Un artista est:l destinado a explorar cada aspectO de la de revestimiento uruin-grouruiy apelando a una suene de (desvia-
experiencia humana, los rincones más oscuros. aunque no nece- do) polimorfiSmo pt:rverso. en Stnro (1969) Y Grima oftk FutuTt
sariamente (...) o puedes preocuparte por lo que la estructura (1970). El toque malS2.no, el clima eargado, agobiante, la atrac-
de tu propio segmento de la sociedad considera mala o buena ción por lo viscoso. los ambientes/decorados impolutos progre-
conduCta. buena o maJa exploración. Por eso. en cuanto uno se sivouneme lóbregos, mortecinos. ensombrecidos, las heridas
conviene en artiSta deja de ser un ciudadano. No tiene la misma SUPUf<lI1tes y purulenras. el interés por el ataquehgresiónldegene-
responsabilidad social. De hecho. no tienr ninguna responsabili- (;Ición/aniquilación del cuerpo humano, la plétora de malforma-
dad social (m) Yo podría decir. al mismo tiempo, que soy un ciu- ciones genéticas, la mirada vidriosa/viciosa.. las monstruosidades
dadano con responsabilidades sociales. y que me las tomo en nacidas de la probeta o de las propias enrrnñ-as, b emergencia del
serio. Pero. como arrista. tu responsabilidad consiste en permitir- desenfreno carnal que convulsiona los cimientos de la puritana-y
te totallibe:rrad. tsa
es tu función, para eso eseis ahí. La sociedad eslratificada- sociedad. la erupción de una so:tulidad que invita a
yel arre no pueden convivir en armonía; siempre ha sido así. Si el la lujuria, d nemr de' la epidemia, d contagio y la infección son
arte es la amirrepresión. está claro que arre y sociedad no están algunos de los dementas que conforman el corpus, avitualla." el
pensados el uno para la Ot(;l. No hace faba ser freudiano para dar- humor (y d humus) de sus historias y las conviene.'n en obras Irre-
se cuenta. La presión sobre el ínconscientr. el vollaje. consiste en mediablemente enfermizas (en el mejor sentido del término: repro-
ser o'do, en l:'Xpresarse. .Es irrefrenable. Del modo que sea. conse- bación de la enquistada normalidad), persuasivamenre seductoras.
petseverantcmenre mórbidas. Cronenberg ~ forja una es~iali­
6
guirá salir. . Cronenberg se inviste y expresa con 1... autoridad y
credibilidad que le confiere su obra. La ausencia de reprobación dad denero del famasdqlu. hecha de concentración espaCial y
moral y la f::ltca de sanción social que tanto ofende. enerva a situaciones obsesivas, en la proposición de unos lugares asépticos
comentaristas pusilánimes. los cuales no vacilan en erigirse en (bloques de apartamentos, hospitales. laboratorios ...) cuyo orden
jueces de Jo admisible)' lo inadmisible, sólo sirve para atizar la lIa. natural, pukriUld, es asaltada. y ensuciada. por la irrupción de lo
ma de 1.. ilHeresada polémica. sórdido y lo anómalo. lo promiscuo y lo hererodoxo. vía infección.
cu)'a expansión instaura un nuevo orden teralológico y social. Un
(6) Chris Rodley (editor), D4l!rJ C")II~nlH't fIIr Davul C",n~n""x .. Alb:l desorden interior reflejado en el ambiente exterior, que dispara una
Ediloml. 8.ucdornll, 2000, páp. 2.\0-231. desaforada sexualidad. goz.""lda individualmente pero reprobada

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_ _ _~_-=L~A~N~U~E~YA::.CARNe -'*' R"M6N FREIXAS DA... ID CRONENBEAG

socialmente. Sean víctimas de los parásitos afrodisiacos del doctor


Ernil Hob~ (Fred Doede.rlein) cuya misión es sanar el exceso de
racionalismo del ser humano. pero que: en verdad exacerban la
libido de adultos, niños)' viejos. horno y heterosexuales, en Vinit'-
ron de dentro tÚ...; sean los depredados por el punzón orgánico
sediento de sangre ubicado en la axila de Rose (Marilyn Cham·
bers). la neovampira (ignorante de su adicción) de Rabia que
expande la epidemia. Una orgía carnal precedida de vómitos y
náuseas, caso de Vini("ron de dentro dt'... Todo acontece en un
decorado realista paulatinamente envilecido. rcwmante de per-
versión, donde se instala el horror emético/genital impuesto por
una sexualidad arrebatadora, belicosa. bronca. a veces patológica,
que siempre ha interesado al cineasta. Una praxis que ahonda en
una sexualidad extraña, extrema, sadomasoquisra... insurgente y
desobediente: cf. Vidtodroml, El a/,murzo d~nudo (Nllkld Lunch,
1991), Jns~parabks. Crash, etc. El proceso de transformación bio-
lógica Ucva aparejado un cambio de conductas y de perturbación
de comportamientos de los afeccados, además de aventar su conti-
nuado y temprano análisis acerca de lo femenino y lo masculino, y
Vin;mm tÚ tÚ1I1rolÚ.... 1975 de su (con)fusión: piénsese en Instparab/n, pero en particular en
Cn·mrs oftl~ FUfUrlY la noción de omnisaualidad, o en Ela/mtur-
Zb tÚmULÚJ, donde se oficia la ruprura hombre/mujer por interpo~

sición del Dr. Benway (Roy Scheider), oculto bajo la piel de Fadela
(Moni.que Mercure). Un ítem siempre vinculame de la obra de
Cronenberg... y en la analítica de David Lynch. Lo bello y lo tene-
broso. El po'l.O Y lo siniestro (siniestralidad en Cronenberg, si se
quiere). El abismo de la sexualidad y el sexo abisal. A Lynch y Cro-
nenberg les hermana su inclinación (astillada) por lo siniestrO
(más bizarra si cabe en el autor de Úlmura pmlida) y lo insano
como semilla de la intranquilidad. Pero si en Lynchúmd(una Dis-
neylandia pervertida) se impone la obsesión sexual y el sueño
necrófilo, en e1lerriwrio de Cronenberg la conducra impropia, la

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LA NUEVA CARNE ...-1 RAMÓN FREIXAS DAVIO CAONEN8EAG

atmósfera enrarecida y la se:xuaJidad retorcida ~ presentan como En Vini"on tk tkntro rk... y RAbia, casi denor.uivas w;plDi-
provocaci6n y se visten como ahernativa al paisaje burgués. Cierto tation mOllin.los injenoslinsenos de terror y carne/sexo son más
es que el mayor dominio del lenguaje cinematográfico, unido a su eméticos que eróticos', los monSlruos no proceden del lado oscu-
conquistada e1~cia visual, pulido formaJ, -SCCUestnn., o remi- ro de la psique sino de las propias glándulas de los personajes_
ten, la virulencia de la suciedad, refinan la sordide-t (aunque tamo Comrariameme a lo que plantea Cromosoma 3 (The Brood.
el laboratorio de LA mOKa como el apartamento de InsqJarah/~ 1979), donde Nola Carveth (Samantha Eggar), paciente de.! tra-
aaban ensombrecidos por el desorden y el aosr sin que dio tamiendo psicoplásmjco del doclOr Hal Raglan (Oliver Reed). de
su~nga dimisión, claudicación alguna de sus radicales planrea. índole revolucionaria, desarrolla un embarazo cct6pico, cuyos
~lllentos. Al COntrario, no por más híspido es menos abl<lSivo. de hijos cxtrauletinos son criaturas provenientes del inconscienre,
Igual ~odo que la incisión, la herida es siempre dolorosa ... y tarda expresión de sus deseos de odio y represión, e interpretan sus pul~
más tlempo en caurcrizar. Por lo demás, y como observa José siones homicidas; en cierro modo, puede leerse el film, no ya
MarIa Latorre, por grMica, efusiva que sea su dJmaT(h~, _a David como una ácida reflexión sobre las terapias clfnicas entonces en
Cronenberg, como a David Lynch, aunque en arra registro, le boga, que también, sino como un anuncio, un amicipo de La
gusla más mostrar una llaga supuranre que una herida abierta, más zolla murr'" (Tlu Drad Zoll~. 1983), aquí en posi,ivo, el albur de
la pus que la sangre, más lo enfermo que Jo sano, más los bordes su protagonista, Johnny Smith (Chrisropher Walken) y su capa~
negruzcos de Wla herida que el momento del impacto»'. Yes que cidad exrrasensorial de detener el mal, salvar vidas... un demiurgo
el malesrares la aOles:a.la de la angusria, y la angustia la alllecámar:a sui gmeriJ, cuyo tratamiento es negJigido lastimosamente por
del pánico. Crone.nberg_

en ~ Cront"nberg no ~ plkga a Jo,; diaámc::nes de mnn!:n~llcia ni a la @) Al .. miedo enfermizo de la sociedad por la carne- (en
profdXria. corrección. lino quc le ~ mues:par lolánJmos de loJ ubdons de la palabras de Seth Brundle)... rC$pondo Cronenberg con su subyu-
rnow.1o rubrica Gruh. ti!<b<b de pomogrifia ~Iic!) por I.t censun de los manes, gación, obsesión por conocer -y describir- lo que sucede en el
IC'dlCen~e!i almas pw y bi~npcnsafltes. y es que nada mú alene a Cronen~ qU('
COn\'efllr tn RKn;:¡tncb de- \'Oyt1.ltismo 101 litibeión ~r6tia. 'o tQOf.lrar, no sugerir,
interior del cuerpo humano, interesado por la injerencia de e1e-
:- ¡x~r conduce a I.t obs!:siótl. Vkcme Verdú le ha expuestO mn p;¡lmaria dari~ memos cxtraños, generadores de modjficacioncs. alteraciones
v,denoa;. TodrI tk~fIlÚ. '11 fin. dtl ronapUJ m q~ H unta fA Itxualultul. A ptNo 'fUt fisiológicas, lo cual da pie a la afonunada apreciaci6n de AnlOnio
H fA tlmMproplt't4 all'ino, mllJ ronnp4 4/m il~JMtsJt fa Jl(Jtlll'llia.J! mÁXlm"
Wcinrichtc:r al definir a Cronenberg como artífice de «obras vis~
objtttl, jHJr ~nto, M la f/itifAnr!it, tllafquttr comporfAmimto 110 colll>r1ltiollltl dt'Sptr-
ceraJes (de vísceras) y virulenras (de virus), de un simbolismo
tard a In pel,da. A lA polida dt "'1 almillya In dt Lu tomW"Ias. Portl amtrario. Ji /t
tollumpld tI Jt3:(} Itll ÚM p"jllkior tlt fA tribllNJaJ o j"rfuSI1IÚI ¡mpio Dllrguh, inmt'-
tlJlUlJmtntt ni JtlI H ú'""" dt 11l9" IllnllrTtU 1 'f() "imt 11 J(r 11"." ((Isa qtl, una s,JudA- (9) Sin por die menl,lK;lb;&r, o dc$c$tinur, IIl1ígencs bien ólmumbs "du:l1-
¡'Ir sdilJI tI'4mtn; M l'W"ml o Át "lClllulRJ" (VlC(:n'~ Verdú,.El JeXO, d 5eJóeo, El !'als. meme: la occnaen que 101 b;¡ho,.,;a-pen~ ~urge del $umidero para alacar a la mUJeren
Madrid, J1 ddebr«e de 19%). la b;tñera. una Ibrtnra 5t«le con la!i plCma!i ~nueabjertaf ... Asimi$Ill(), ambos
(8)]osi Mólm l..a{Or~,·La mosca. La ~rli:M~tdt David Crorn::nbergo fums cincelan un virulen,,) C()(ll(nWIt) I b ida dt moralidad yiCXuilidad hurgue-
Dmf.JIÚ I't".... nO 141. noYtnrIb,e 1986. Rarcdom., pjg. 55. . g h,me ag~icic.

-302- -303-
DAVID CAONENBEAG

visual eX[remado y a veces muy des.agradable- 1o• Una (instrumen- que marcadas por la obsolescencia de la carne en el circuito profe-
tal) exploración/explotación del organismo humano mu)' a tono sional, cincelan, esculpen. rehacen sus anatomías las veces reque-
con la declaración de EIliO( Mande Ueremy irons) en Instpara- ridas, en busca de un canon ideal de bdleza: cuerpos gloriosos. no
blrs: ... Dekria haber concunos tÚ kilad para el intmor tk los cUn"- siempre creíbles, que en lugar de transmitir sensaciones las con-
pos....; gráfica), gratificamememe sustanciada por Vitkodrome, gdan). Transformar pues el cuerpo (su superficie. su pieL), que
l1Jstparabks, La "wscao eXist<nZ Il disgusta, rindiendo visita al cirujano plástico, al quirófano o a las
La reconstrucción del cuerpo, las manipulaciones de la car- dietas ditirámbicas. generalmente a costa de la propia salud.
ne entroncan directamente con una nodal obsesión contemporá- deviene rubicunda divisa de actuación. Y no entramos en la con-
nea, la conjura de los cuerpos perfectos, anaromías de élite cano- sideración de los pitreillgs y demás anillamiemos. perforaciones
ni ...adas por la sociedad consumista actual. Cronenberg sintoniza corporales. Castigar el cuerpo para el placer de los ojos (propios y
con e1llL'"Cho de que I::t inacepmción de su cuerpo por el hombre, a foráneos). La feria de las vanidades. La censura de cuerpos perfec-
menudo induce una reacción, o sensación, de extrai'\c'la hasta el toS impone una dictadura de formas austrohúngar3S. No de for-
puma de generar un curioso selHimielHo, aclO de techazo de algo ma baladí, Cronenberg se confiesa un escultor de la carne. cuyos
que le es propio pero le desagrada hasta extremos aliena mes. más acabados traclu, más vistosas pnfOmumas devendrían las
Doblegar. disciplinar, r('modelar el cuerpo -con la (sana) meta de esculturas terapéuticas de Ben Pierce en Samnus (id., 1980), la
mejorarlo- es una ElIltasía -y una realidad- recurrente -y acu- mutación escuhórica de Serh Brundle en út mosca, la referencia a
ciame- impuesra por una sociedad para quien la imagen de ...Ia Pieta. en la composición termina! de bmpamble;. el barroco,
lriunfador santifica los cuerpos Danone machacados en el gim- alucinante instrument21 quirúrgico para escarbar en el dolor e
nasio. Si no se poStt un cuerpo diez. (de plástico) se es presa de la intervenir a sus pacientes monstruosas de J~parables, ..copy-
depresión (véase a! respecto el biolOPO, o imperativo categórico, rightlO de Anders \Volleck, o la circunstancia de que en Crash d
sufragado por las fdatrices de alto standing, yan/urso no yan/UN. organismo humano cumple la función de lienzo -en una opción
lejana y contrapuesta a la elaborada por Perer Greenaway en Thr
(J O) Antonio \X'einrichter, ,p. m .. nota 2. pág. 22. Pi//ow Book (I995)-; anOtemos que la remoddaci6n de la geo-
(1 J) El interés O:-nlomoMgKo, uavC$lido do:- fucinación por lo exrraño. por grafía humana con ayuda de la tecnología es la suprema pasión de
descifrar/describir otrll fOrnl;l. de vida, un org:mismo no humano. susceptible de Vaughan (Elias Koreas)12.
<:onvocar una. valor:ación dt Ull;l. bellaa difefcnle, so:- rl":l$bda ;1. b disección del
mod, mutan{e. anfibio, de morfología comp[elamel\te in,·tnt;l.da, un animal des-
conocido y dc funciones dispares a [as del ser hum:.lno. «Su disctlo. Su interior ha (12) De grlln tndkión en d f;lntúr1cO es la lrlldición que :.lcoge a cirujanos
sido meticulo$;lmentt concebido para el cxlerior (...) Es por ello que dcsarm[lo este{;l'l, no confundir con tlutíá,..,. en busa de un ideal (de rCCOllstrw::ción) de
una r:$tc'lica del cine. Quiero que el espectador. viendo por v~ primer:.l una dc belleza. virtuosos del bislurl-y l'lmbiá> del =Ipelo-, m,¡nlacos de la carne. cm-
mis películas. encul':nl~ eso muy fro. y quc la Sl':'gunda ocasión deKubr,¡ una foro dores do:- belleu antcs que ~bncat'ltes de monstruos, a1berg;Wos en el deJnClamo:-n-
ma dI': belleza. Hay. creo. algo c;fe"..tivo cn eSla dl'marche- (Michcl Cimet'luLau. {Q de los mJld J«f#TJ, eslO es. ffi¡l1l0 a mano con charcurero¡;, chapw::eros lid boro

Knl Vachaud. Emrn-iSl-¡ con David Cml\C't'IbC'rg. 1'tHirif. nO 458, abril dc 1m. Oememeso no. dc:monr:acoso no. rduun Sit:r~mulosdel Dr. Mornu Q de l:a mayo--
P.uís. pág. 20). ría de doctores Frank.cnsleins h:abidos y por haber. Su m.ú compnemCl':num:aciÓfl

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LA NUEVA CARNE ~ RAMÓN FRE1XAS
DAVIO CRONENBEAG

VUkodromees la quimaesencia de su implememiva impron-


ta (sólo superada por /ns~parlJhkJ en la calculada destilación de su
mundo y simbiosis/depuración de las aportaciones más «genéri-
cas. de sus primeros films y de sus escarceos ulteriores bordeando
la falsilla del fantistico) y un:!. pieza arraigada, enraizadamenre
cronenbergiana (en su predilección por la atenta descripción de
los síntomas de la enfermedad antes que por la cuenta de r,esulta-
dos)l).
El proceso de la enfermedad al imerrogar. cuestionar el
principio de (la) reaJjdad conculca/modifica la visión de un mun-
do en perpetua alteración. como inenable es el propio cuerpo
(tema cronenbergiano por excelencia). Dos cardinales modelos:
en VllÚodrom~ la realidad mediática es tan real como la otra (la
nuestra); en rXisunZ asistimos al litigio entre panisanos «existen-
cialistas» defensores de la virtU2lidad y acérrimos defensores de la
facticidad de lo real (con fines decididamente perversos...). La
infección. el virus, el cQlltagio transforma. trasrorna el proceso de
percepción de la realidad... que no es lo mismo que perder el sen-
rido de la realidad. Convengamos en la discontinuidad diegética
de Vid~odrom~ o en el triple sueño de la disruptiva razón (que
engendra monStruos no goyescos) que rompe la narración ..realis-

_y espejo dond~ ~ reAej~1 algunos de ~us oontinu~dores- rcca~ ~n l~ figuI1l del


profesorGéníssier (Pi~rrc Beasscur) de Ojos SIfI rosrro (Ln FUX Jd11S uisagc; ClX>rge
Frm;u. 1960). y ~ su rebufo mt.:<lran el eminente Dr. Orloff (Howard Vemon) de
Gritol1:1I la noÓN (jesús fI1lnco. 1961), d dual Dr. RossítcrlSchUler (Amon Drif·

fring) de CirrulOfHrmrm(Sidney Haycrs, 1%0), d Dr. Rochmcr (Howard Ver-


Vtdl:odrom~, 1982 Mn) en lA rou (((Jrchk (Chude Mulot. 1(9), d profc:;or Minjin~ky (Kb.us Kins-
ki) ele Lt mano (Ju. 1111(" /" mort( (Sergio Carrone, 1974) e incluso d [crminal
doctor Flalmnd (Helmur Bergcr) de Ln prldatnm tÚ In fluir (jess Franco. 1988).
(13) De un romalÍ(:ismo mórhiüo, CmJhdevien~ d eu1mcn de una rcorien-
tad6n rC'lldcnci:l.1 de su obra, a modo de variolCión glnmgolllJia>la de su impronr1l.
inidada. C()n la. visionati:l. Ellllmut'1TA ámlurJoy proseguida con la físicamenre mór~
bida M. BUII"ilJ.

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LA NUEVA CARNE 4I'f RAMÓN FREIXAS DAVIO CAONENBERG

(;l.en EJaimunzo dn"t«kJ. A Cronenberg le conquista. le apasio·


na la idea de cambio y/o ffiUlación, de pérdida de identidad }' de
rcn.acimiemo de una nueva personalid.ad.
AJ ya conocido estudio de l.a reacción del organ ¡SOlO a raíz
de la injerencia de corpúsculos exu-.a.ños. une el interés por éstos
como colonizadores del cuerpo. huéspedes indeseados que aca~
ban por desalojar al propietario y crear un nuev%trO eSI.adio.
Incide en 12 dimensión dual de la transfornución biológic. o
es que sea comprensivo con la enfermedad. sino que recoge con
atención su progresión. su avance. su condición de organismo
que crece para sobrevivir. en un combate que provoca (casi siem·
pre) la. muerte del invadido. el atacado, el hombre l4 • En este sen·
tido. El almunu tÚtnudIJ asimila la enfermedad como cáncer
creaci\'o, a 1.1 par que considera la escriruca como dolencia.
Incubado. entubado. mmeado en sus primeros pronuncia.
miemos fílmlcos. a partir de las mutaciones. malformaciones del
cuerpo. la noción de ueva Carne. en su literalidad y metaforiu-
ción, cobra abierta, cabal carta de natU.raleza, explosiva, resrallan·
te fisicidad, en lrukodromt '\ en lantO muestra .eI despenar del

(14) EJ doble. la duplicidad. la disociación I.k personalidad es uno de 10$


lenw \'C'ttebndoro. por ~rrenrrs.en la obra de Croncnbc:rg. Un aso pa.miB-
m,bieo lo COns!iIU)~ Jn~,..b/n, un rdatO lend>~. una dausuo(óbia pcAdílla
umana. levanrado sobre dos gcmdos univitdino.~ y ginecólogos de profesión qu~'
com~rten idtnuoo sislema nervioso auapados en cuerpos di~tintot <su simctrfa
no tSCOnde.su t'$CÍ$ión moral y nK"nraJ) drsuuidos por tl dC$CUbrimieruo de sw
diferencias. A su muene contribuye la prcs:t:ocia de uoa filuj<.r. Claíre Niveau
(Ceflcvihoc lJujold). aClri"(, propicia :1.1 dcsdoblalnienro, cuya siogul:Hidad fisica
(pokt'dOt1l de un úlero 000 Ud cnrradas) f.ucioa y :l.cartea d ddirio de ambot her-
manos. Clain: Nivnu es una m4s, y una de las m'ú pregnOltlrC$, de la g.aleria de
mu~n:s muranles que vivirtel:n Sil obra: de la I«lSC de Fl6billa la Nnla Carv.:lh de
CrrJ1HfWIM 3 ~ndo por, en cicrrO$ClUido.la Gabridle de Cnuh.
(15) A pr0p6siro de Vul...,JrrJl7U'$C.~n bat:/ljaclo infinidad de referencias, de
H.P Lovccraft (bueno.•.) hura Philip K. [)kit (escl de- nwda su dra), ~ndo por

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LA NUEVA CARNE ~ RAMÓN FRElllAS DAVIO CRONEN8EAG

Ono, poseedor de aqudlo que nos persigue y a su VC:-L persegui~ no. lllla nueva parte del cerebro que C3mbiará la realidad huma-
mos, y que jamás lograremos aprehender: el secreto dd vénigo, na_. Aún más: ..Un proceso donde las visiones se convertirán en
del cemelleo dd ser, el nacimiento de la Nueva Carne:- 16 . Un carne. En carne incomrolada:-. Si la palabra engendra la im.agen,
perenne conflicto emre la Olrne y la mente dimana como idea la imagen es el virus. Consolidado el .Proyecto Cronenberg», su
recrora, y v«:wr:a, de roda la filmografía de Cronenberg, cuyo firmez.a, cohesión implican que en sus postreras manifesraciones
engarce convoca la transformación fisiológica }' la aheridad psi- el alumbramiento, la palpitación de la Nueva Carne no requiera
cológica, El ad\'enimiemo de un supremo estado de conocimien- de muletas ..racionales:- (ni epidemias. ni drogas, ni exigencias
lO psíquico y cambio biológico en el cual la materia orgánica se ciemificinas) p.ara nudeizar su enorme capacidad de disuasión de
fu~de con la mecánica. Pérdida de la condición hUlTl2na y surgi- lo real, de disolución del 1'0. Como afirma Antonio José Navarro:
mlemo de una nueva vida. de una nueva conciencia. ¿ utvo «La ueva Carne no es una ideología ni un.a moral sino la mare~
escalón evolutivo hacia un.a nueva forma de(1) ser? ¿Úllima solu~ rialidad orgánica. que Utillza el instinlo como rn6n y el cuerpo
ción ¿Postrera fromera? Simbiosis definitiva de la cune y la lec- como via de conocimiemo. 17 . Suene de teología negativa. en
nologia, de la imagen y la carne. Brian O'BlivioD Uack Creley) modo alguno imbuida de hálito(sis) reLigiosa,.se declina como la
visionario ideológico de Vidcodrom~. 5elHencia: .Un nuevo órga- fusión inevitable entre la carne y la maleria orgánica, proteico
matrimonio entre m.alcria animada e inanimada, en pewJi.ar
William Burrougtu (_¡(fIllrw). d( pl;umxión sub!iINd;¡ dd prt huu kmillero comunión profana de la interacción cmre organismo humano y
dd movimientO IpliurlT p.,,)¡ (por- mucho qu.: Amonio José avarro apunta lUDI- tecnología, que se erige como una de las contribuciones más sig-
bón, en $U vit,lminado udculo ..David Croncnbcrg. Las ICCttU",. de la NlICV:I úr-
ne.: DiripJtt ,.r.. .
nO 203. junIO 1992, BarcdolU. que las lcorfas psicopl.hmieu
tk Ha! JUgbn m CnI",__ 3 son lIJg 'let'Sión rpliutmk k. dicwninado por Sig-
nificativas del oUISÜkrcine.ana en su férril recalifica.ción, incluso
reinvención. de la matriz del fantástico. Un.a golosa variante del
muod Fmmd sobre la repnosiOn), ¡in oIvídaJ tk $igoificar el apogeo ck la biomcd- fant'ásÜco paranoico que irrigaba sus primeros titulas en cuanto.a
njo cy6ap"nlr. y nús ii.mos que podrían (onvocarse. Y c::I t(rrilOrio de la NuC'V1l imerprer.ación de la rc:alidad desde el prisma de la alucinación y el
CaffIC que anda I(;ano de la /intuía tk libc-nmm dd dadeñado cuerpo, nIOIor de:
delirio.
la ufOpla nC'Olccnológtea, que ha $UpUalo una ruplura ddlniliv~ con d id~-aJ ihlr
uado. Por muehc" que- Cronenbt-rg estuvie:ra implicado en el proyC("IO de- lkwfi. La actitud que se transmite ante la carne (y su revolución) y
llua/(T.wJ RN4H. PauJ VerhOC'Ven. 1990), del q~ -'C apeó, o file baj~o, con .alivio. la enfermedad (y su perversión) arma el puma de vista del cineas-
la bioingenierla y la ingen'(t!;¡ alómiC! no figuran eml"C' sus preferencias. y no C$ ta.Cambiar la perspectiva de lo que es, significa ser un ser huma-
pll'Ciumenle un profera de lo .apocallptico de la nCótteno1ogla. De J¡¡ poadiJIa
no. La mutación fisica del hombre. Una nueva raza. diría Clivc
cyH'J. de su ad~n¡mknlo inexorable• • Jt Úts p~ 9"1' mJ1/ ({},wirrt'mJq al
hfJ",b" tII IIn ur 4rlÍClllatÚJ plJr la Itt:n"'ogfil~, <:.abe lcer. con ~pír¡1U agnóuico (al Barker, Quizás el brundlemosca de La mOS({l, donde Seth Brundle
albutd( cienos penQmicntO$ abracadabrantGY po1rula<:lnllCli del ¡ande aOIQrtuf pretende perpetuar lalsu especie medi.ante la fusión genética con
lodu.l;u ~(Inf'isuraci(lneJ.rediseliO$ y dcm-is coge-nesía implkit;u en la I'rktie.a su embarazada novi:l Verónica Quaife (Geena Davis). Cronen-
d( la mgenlerfa Sen6.ica.\. El CUfrp4 triJ"'jimnJUÚ. C.yberg 1 1/unrra tbxnuknrill IN-
berg dixit: orEI ser humano podrfa imerC3mbiar sus órganos
ntJlJ:i(" 1'11 '" ",,¿i/4J:T m '" Clttlda ft«lón•• de. N.aief Yeh~. r..JiciofICs Il:r.id&.
Barcelona. 2002.
(16) Amonio JOM! Navarro. ,p. til" nora 15. pi¡- 60. (17) Ibidcm.~. 61.

-310- -311 -
J
LA NUEVA CARNE ..., RAMÓN FREIXAS
DAVID CAONENBEAG

sexuales en cuamo tales. Somos libres para desarrollar distintas


clases de órganos que nos proporcionan placer; y que no tienen
nada que ver con el sexo. La distinción entre hombre y mujer se
reduciría, y tal vez. nos conveniriamos en criaturas menos polari-
zadas y más integradas»18. El sexo, la carne y la enfermedad, su
combinación, calibran oua existencia que atiende tras el umbral
de la muen!:, más allá del (sacrosanto) concepto de realidad. Tn.s-
pasar una última frontera de lo cognoscible. Abrir una puerta
hacia... lo indecible. Un nuevo estrato de sabiduría... Tras la sim-
biosis máquina y hombre. Max Renn Oames Woods), el hombre
magnelOscopio de Videodromt, O Seth Brundle y su gradual
metlIllorfosis en La 17Ioua, ajeno (aO[o al protagonista de La mOj-
ca{TIN FIy. Kw( Neumann. 1958) como al Grcgor Samsa imagi~
nado por Franz Kafka en La mna17lorfosiJ(<<eI hombre convenido
en insecto monstruoso_), al afirmarse como «el insecto que soñó
ser un hombre». aún más, un ser que nunca había existido...,
Cronenberg da un nuevo paso adelante. V2 más lejos en Crash,
ejemplo de adaptación fiel y nada servil de la magnífica novela de
James G. Ballard l9 • sublime matrimonio entre el metal y la carne,

(18) Chris Rodiey, op. rit,. I'lOta 6, pig. 132.


(19) La com'l:rgc:ncU; I:ml"C }.G. &J1ard y David Cronenlxrg no es nU(Vi, K
fija dI: amiguo. No ya d inll!:rés. d U'atamiellto dd caos y sus forma¡; dI: actuación
como elemento positivo/dinámico, sino una p~rl:ja mimb fri<l, un~ po5tUt.l CotO-
mológic:a, dI: tcstigo analhico dI: los c:ambiOll, contradicciona y dl:rrumbes dela
civilización modl:ma. As! pues. _unas condicione'! extremas, donde el dl:mpo r d
espacio han sido naslOcados, el ponl:r.sc: I:n entredicho, la inda¡r-rción de la propia
idl:midad, devil:ne empresa búio I:n todo¡¡ 10$ htr()(S, si as' pUl:de lJamárstlcs, de
J.C. 8allard. (Ramón Freixas y J03n Busa. _8allard y b reivindicación del c:l.os.o,
Quimaa, nO S6, &rcdona, 1986, p:lg. SO)... que sostienen un pl;l,u.siblc: par:lnb'Ón
con muchos de los prongonistas de Cronl:nbc:rg y su asunción dI: los par:lmeuos
de la Nueva Carne. o dI: un nuevo horironte moral (~rtIclllQSasimismo el pjrra·
fo final de la novda de Ralla.rd. &utaátlM(1975) _public.lda. aqul por MinO[ll.uro.
&rcdoll3. 1983-, con SU5 rai<lenlesdd inmueble confllSO$. procurando descubrir
-312-
-313-
DAVIO CRONEHBERG
LA NUEVA CARNE .", RAMÓN FREIXAS

celebración de los delirios biomecinicos. exaltación de la gozosa


rransgresión, análjsis profundo de las tensiones originadas por el
desarrollo tecnológico y cómo afectan el modo de vida contem-
poráneo. La erorización intensa es inherente a la filosofla de la
uevot úrne, y adquiere en esre tírulo su más álgida formula-
ción. En su condición de manifiesto de una nueva saualidad
articula una ficción donde la m:iquina y el hombre terminan por
acoplarse en forma de acro sexual (uno de los rórems/feliches de
antiguo de Cronenberg), que nos sitúa '"en un universo malsano
donde la degradación y 10 mórbido no son incompatibles con la
belleza más restallante ni con la poesía visionaria; un viaje aliado
más tenebroso de la conciencia, tachonado de esrigmas quirúrgi-
cos, de chapa desguazada. de a.ceires quemados y gasolina derra-
mada, de efluvios de sangre. sudor y semen, confundiendo y fun-
diendo el orgasmo con el dolor de la carne desgarrada»lO. La
disidencia es siempre biem'rnida. Franz Kafka escribió: .La vida
es desviación. pero rampoco es seguro que la desviación existat.
VoiLa! ¿Una incursión al infierno de uno mismo O un viaje al

dóru.k ¡e cncu(mran; ol..aing obst:l"YÓ salisfecho. prepar.tdo p;!r.l darlC$ la bienveni-


da a e51( nua-o mundo.). ConJl~nda aÜsbada por joK Mn latom:. para na~
capri<.h~ nl v(nal, en su C()ll)(nlario de Vi"imm M dmiro dt... (sección ~~
lIlnu de lV_•• la isla dc Ct'mC!l100-. D¡"ltiÚ po...... o- 184. QCIubre dc 1990. Bar-
celona. pjg. 73). film y libro son dd mismo afio. rdadon'¡ndolo con ~1Ui"ÚJs;d
ra.s:acidO$ oon~"ido cn 1r.u1lP;¡ para ~us enloquecidos inquilinos)' l.as nll~S (()l;-
lUmbres ~dopl"da.s: por Io.s: h~biWlI($ de un bloqU( de ap~rt.1menIO$ abocados" 1..
vi<llencla. el desasne por mor de la inrecciQn. Todo un revul$ivo d( las adormccidas
concielldu. YC5 que basla un acciden{c p<l-nI <¡Uf: todo quede paralizado. ¡e pro-
dulCi un vudco hacia la violencia desenFrenada y nuC${ro _civiliz:ltlü. orden se dC$- bueparabltJ. 1988
moronc cual CUlillo de ruoipc:t, exhibiendo las O'Irta¡;u s:alwjes de UOOl$ indivíduo.s:
oonvertidos dc nuevo en batías lanudu a la voráginc. a 1:.1 luch;¡ por la supervivcn-
cia. tnrntrsosen dtcoradoIIVllujoMls._. oomo ioulilcs..
(20) R:;r,món FrcixaslJoan Bassa. El_m" fin.., ti fint tlt IC«J, Ediciones
Pasdós. ~. 2000. P'Bs. }42·}t3.
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LA NUEVA CARNE ""'" RAMÓN FREIXAS OAVlO CRONENBERG

paraíso soñado? A veces la línea del s/ry lin~se ruerce. ¿La pequeña
muerte o el momento de la sensación verdadera? ¿El finaJ del
principio o el principio del finaJ? En cuaJquier caso, se amplía el
horizonte, se achatan las fronteras, se escrituran nuevos caminos
y se avizoran nuevos ámbitos de compromiso y libertad.

o El conflicto cuerpo y mente (prolongación del cisma


entre cerebro y cuerpo, obsesión de Reoé Descartes, ciñe, yaci-
rama, Scannm. a rebufo de sus teléparas atormentados, víctimas
de una droga prenataJ, el cpherncrol, vertebra lmrpaTablny con~
ramina al sensitivo rnuGl.me Joho Smirh de lA zona mutr1a), d
horror psicosomático ylo venéreo que aJimentaba sus obras pri-
meriz.as, se (re)orienra en sus futuras manjfesGl.ciones hacia una
serie de disfunciones psíquicas que coadyuvan sus permutas fisio-
lógicas. El hombre empieza a ser absorbido por su subconsciente
y se registra la fragilidad, vulnerabilidad de la realidad que le
envuelve. Como siempre, Antonio Weinriciucr, sagaz. lector de
sus films, formula una atinada ecuación: «Sea cual sea la fuente
(literaria, tcatral o un guión original) de sus películas, ésras tien-
den a describir procesos de adicción o, más cxacrameme, proce-
sos que llevan a sus protagonistas a vivir una progresiva disolu~
ción de la reaJidad y una (estruendosa) transformación física»21.
La circunsrancia de la adicción, la dependencia como trastorno
volitivo, comporta el contaCto. Yel contactO, el desgarro, la des-
trucción. Su origen es secundario: de la infección vírica primige-
nia al clncer catódico de los Tl'ality shows, de las drogas metafóri-
cas, literarias o químicas a la fantasía sexual... La enunciación de
M. Blttt".f/y, 1993 la Nueva Carne es plural, polimorfa y poliédrica.
El principio de realidad es cuestionado. y transgredido. Su

(21) Amooio Wcimiducr, crfdca de .cr.uh•. Di,iti~ JH1r.... o" 250, OCfU-
brr 1996, &ralooa, p.ig. 30.

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LA NUEVA CARNE 4#1 RAMÓN FREIXAS
DAVIO CRONENBERG
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comprensión revisre un grado de alucinación r delirio. Se acuña, realidad, insistimos, conlleva la multiplicación de alucinaciones,
imprime la sensación de d~srlnlisa, tan apegada a Cronenbcrg. de visiones, de imágenes hórridas, petcutantes, pugilísticas, gra-
De hecho, algunos personajes, fugitivos de la realidad, acusan el badas de modo indeleble en el archivo de la memoria: desde el
sentimiento tan agnóstico, propio de la criatura de Frankenstein, televisot que explota y vomita sus tripas, la pantalla antropófaga
de estar en el mundo petO no pertenecer a él. Encarar la realidad (Max Renn succionado por los C2fnosos labios de Nik.ki Brand,
como fachada, orden aparencial, como ente ficticio. O ese dolo- Deborah Harry) o la hendidura ventral, de Max Renn que fama
roso despenar «al mundo consciente.. sufrido por Max Renn. acoge una pistola como cintas de vídeo (símbolo de la cópula
Después de todo «no hay nada real fuera de nuestra percepción hombre r objeto, nítida alusión a la praxis del fisr fue/fin,) de
de la realidadll, en palabras de Cronenberg... acaso travestido de VitÚodromt, hasta los monstruos del Id -en cira revertida a Cro-
O'Blivion. Y en consecuencia roda lo que percibimos es real. mosoma 3 filtrada por el tributario tllrmix de Púzl1tta prohibido
Mutaciones del paisaje memal, viajes interiores, instauración del (Forbiddm Púznet, Frcd McLeod Wilcox, 1956)- materializados
reino de la pesadilla, en suma, una especie de caos (des)controla- en El almuuZI) tÚsnudo, del jaez del engendro, un ciempiés
do que bascula entre los mundos de Thomas Pynchon y James G. mutante, en que se transmuta Yves C10quet Oulian Sands) para
Ballard. Sin desestimar en modo alguno la filiación con William sodomizar y devorar al novio ga] de BiIl Lee (Peter Wdler) o la
Burroughs, su autor de cabecera.•Penenece a mi sistema nervio- máquina de escribir gimiente, un ano parlante"', pasando por la
so. Todos mis films tienen algo de él» (Cronenberg dixit). Docu-
memo escabroso de la sociedad terminal del siglo xx, centrado en
de V,nimm JI Jmrro JI... guardan un nada virtual partntc:s<:o con los lascivos can·
la relación entre la imaginación individual con la sociedad en su
diro frulO del ardiente magín del escritor, además de introducirse en sus víctimas a
conjunto, El nlmuerzo dmmdo se sitúa en Imerrone, un espacio través de sus genirales. r[~m más, el "hi<:o Milch Tuchman (citado pur Chris Rod-
proyectivo, un escenario abierto donde todo está permitido y ley, op. cir. nou 6, pág. 229) señalaba, a propósilO de &bia, que la jeringuilla f.ílica
nada es rea.l 22 , lugar de transición donde cada personaje puede sur:cionadora de: =gre de Rose•• e~ injerto de piel morfol6giClfllelllt neutro (...)
ya. a~ en Burroughs, es ellejido indistimo que puede cre«r en cualquier tipo
realizar sus fantasías más extremas, cuyo modelo es T inger, urbe
de carne... por tl'Xbs panes broun órprn» sc:xll:lk:s-. Obsesiones comunes y !rifi-
Falsificada, según Paul Bowles23 • La disolución del concepto de cados nibOlO$, pero allí dondt en Burrougiu reina.d apasionado moralismo-, en
Cronenberg ven« su -a=güe agllOSricismo•.
(24) 1::':1 ~t¡ario cronenhcrgiano se COfl(.(ntra fundolmemalmeme en estt
(22) Otro pumo, o aguj~ro negro, d~ conaión con Lynch, aml!'n d~ so oom- título, rico en su muestrario de bichos e insectos muunta, concretándose en el
panida calidad d~ investigadores de las ronas d~ infr:J.cciÓn del orden emhb:ido, gigantesco tsear:J.bajo comrolador de Bill Lec, ex yonqui y oa~rmin:ld()r de inse~­
también cautivado por hurgar en el desordtn dd pai.s.lje _yen su subsuelo- y en el toS, en los mugu'anp, escrufulosas entidades alie:nlg~na.' qut segregan sustancias
desarreglo mental de: sos ptnonajes --ese: laeunar csp..cio d~ materialiución de sos lechosas (más o menos psicolrópica.s) o en Joan L.edJoan Frost Uudy Davis), de
deseos y/o perversiones--, <:on T~o,"~ llZJJ/(B{~ Vr/t...t, 1986) <:omo apasiolUnte :nractivo envollorio ('Xtcrior humano que cobija a una criatura otraterrestre (no es
estilete. un mut:lllte, es una repraentación de b. fealdad). No obslalllt, mroccdiendoen su
(23) La empalÍa -< influ~náa-con Willi:lrn BurrougJu (d proy«to de ver- fl1mognfla concursan las habosas fecala de V;nUFll''' .ktinr"" tU..., los diminOlOS
siotl<lr El afmULrU Jm,,.Jose retrotrae a 1981) se coteja de viejo en d cineasta.. La seres sin rosrro de C"'MOSClnur 3, ti brundlelllOSCill de U moscil... yaddantándonos
imagineria burroughsiana impregna, infeaa d primer Cronenberg. Los parisitos damos cuenu de b kuI consola tll"'~ poJ de V<isrmZ. armada con dememo'

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DAVIO CRONENSERG
LA NueVA CARNE: 4 f RAMÓN FREIXAS

turbia, inquietante: escena de Crash en que James BaUard Uames


Spader) lame, hur~ en las profundas heridas (vaginales) de la
pierna {suerte de órganos neoscxuales} de una Gabrielle (Rosan-
na Arquene) de cuerpo destrozado. un mapamundi de mutilacio-
nes flsicas que: no genéticas.
El fin{al) de las historias. de los personajes no varía. El indi·
viduo cronenbergiano recorre siempre un trayecto, nunca un vía
crucis, la simbología religiosa es rnidadosamente emasculada. y
su destino es la de:gparición.la desintegración. la (auto}destruc·
ción. De hecho, los personajes empiezan a morir, sin saberlo, al
inicio del relato. u metamorfosis carnal, toma de conciencia
incluida, acarrea su muerte_ (Hay finales fdices en Cronenberg?
El nibilismo e.mpapa V"ukodrom~. e /nstparabln propone la
entronización del desame. Su happy tnd más aproximado y 1Ia·
mativo lo contribuye El almutTUJ tkmudo. Así pues... En caso
contrario. conviene retener las (perentorias y amenazadoras)
palabras susurradas por James Ballard en Crash: .Qui:clla próxi-
ma VeL .... sa. F.1ctible la transformación verdadera (en la novela
afirma O<$upe entonces que yo ya estaba prepar:mdo los materiales
de mi ptopia muerte automovilística,,; conclusión que coLisiona.
contrasta con el de Cronenberg. dando pábulo al comenl'ario del
escritor de que el film comienza donde acaba el libro).

o La opacidad de renovación de Cronenbcrg es brillante y


tan asombrosa como su formulación dt explorar (y definir) el cen-
tro. los contornos del cinc F.mtástico (y desJimitar los limites). No

orgániCO$ y p;l;lpll~nfes (o cu: peculiar :.zdtrtde: la pi~tola conmuida (on los huesos
y card);¡gos de: M;fU an(¡bios monmuosos que: dis¡nn moIouc:s humanos). fur no Crash,I?%
detenernos en }ossu;.etosdexadal: de podnes~, eje deexccpcionalichd,
dI' &""""'0 ÚI UNI m~... o en la rareu fisiológica de Oaire NiYC:lu en /nkp"-
",hin, m:élera.

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LA NUEVA CARNE ..", RAMON FREIXAS DAVID CRONENBERG

vamos a descubrir ahor.J su talemo como eminenre retratisra y


diseccionador de los miedos sociales, de los oscuros recovecos de la
meme y de la sexualidad más tóxica, insurrecta y radical. Como
James G. Ballard, la obra de Cronenberg asumiendo determina-
dos postulados genéricos (la ficción científica, o espccuJativa. el
escritor, la horma del fantástico. el cineasta) trasciende dichos
parrones/premisas pervirrjcndo (o desviándose) el molde de un
género que ha tratado en vano de enjaularlo. Su situación profe-
sional, a modo de encrucijada. planteada tras el cenit estilístico de
Crash, no era baladí. Más de un ceniw se froraba las manos ame las
noticias relativas a (XiJtellz' presemada por más de un gacetillero
como un romo retruécano, un fatigado regreso a los senderos
hollados por VitÚodromt. Ente el vigoroso nm for COf)(Tyel tonifi-
cante aggiomnmmto. su dispositivo narratjvo, anclado sobre el
relativismo del principio de realidad, ofrenda una estimulante.
bien vestida reflexión acerca de la mirada y la idcmidad en un
mundo en perpetuO movimiento, franca m<XIificaciÓn (y penetra-
da de humor grinfa»t y droklI'¡q~), donde cohabitan la alianza
entre el hombre y la tecnología de Vidrodromey las visiones aluci-
natorias de El almunuJ demudo. Más allá de las querellas entre los
militantcs "exinencialistas- y el comando de -realisras_, el video--
juego eXistenZ, producto de última generación que borra las &on-
reras entre la realidad y el esc.apismo. de las escaramuzas. conspi.ra~
ciones que tapi7..an el cañamazo de la historia, de la inversión final,
de los potente ecos sexuales (hay que apuntar que el juego se ali-
menta de la energía del jugador que deviene una especie de pila,
cuya conexión, un c.1.ble umbilical, el ~ombicordoll», se debe illtro-
ducir en un \l"bioporrll, un orificio situado en la base de la médula
espinaJ del participante a modo de efectiva sodomía...), tXisrmZ
experimenta, con osadía y provecho, el crujiente debate, agitado
dilema acerca de la ficción y la no ficción, la realidad y la irrealidad
(virrualo no). frem más. su desafio radica en inquirir a propósito

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LA NUEVA CARNE ..", RAMÓN FREIXAS

de si es real la realidad, de si la realidad virtual puede reemplazar lo


reaJ (o convenirse en realidad, usurpándola), con rodo lo que
supone para entender la existencia, la vida de ouo modo. En bre-
ve, una de las claves. preocupaciones de la posmodernidad. Se H.R. GIGER: VISIONES DE LA NUEVA CARNE ~
plantea un espacio virtual donde es posible corregir defectos gené-
ticos manipulando el A.DN. 1..3 Nueva Carne supera esa concep-
ción del cuerpo que nos impide alcanzar las formas más altaS de CARLOS AReNAS

conocimiento según sostenía Platón, a la par que nuestra condi-


ción mortal.
El interés de la propuesta que engarza biología y tecnología, Pocos creadores contemporáneos despier-
que abre mundos ficticios y universos .realistas)! por la realidad tan rama fascinación como H-R. Giger. Este arrisca suizo conoci-
del juego, el acceso a ese país de las maravillas (o de las pesadillas), do fundamentalmente por su trabajo en la peUcula AJim, ~l octa-
asf:lhado por la imaginación, los recuerdos y los remores de los vo ptlSlJj~ro (Alim. Ridley $cort. 1979), ha desarrollado un.a
propios participantes, a que da derecho intervenir en la partida, intensa carrera desde los scsent2 hast2 la actualidad. Su peculiar
procede de presentar .10 fantástico como un elemento "alterador" obra gráfica y pictórica, menos conocida que sus constantes cola-
de la relación existente entre el espectad.or y el film, ellfre el autor boraciones realizadas en el medio cinematográfico, se configura
y su público (. ..) eXisttnZ como le sucede al videojuego que da como la plasmación de un universo personal. en el que Giger se
rflUlo a la cinla. ansía crear un nuevo tipo de espectador, idéntico erige como diseñador de formas imposibles y de mundos fantásti-
al de El almunuJ t:kmudtJ, M. Bllttnfly y Crash. Un espectador cos propios de una pesadilla.
capaz de abandonarse a sus impulsos más incontrolables e A lo largo de su rnyecroria ardstica ha abordado la proble-
inconscientes, pero sin renunciar al espectáculo "fantástico" más mática que rodea al ser humano en la época conremporánea. par-
elementa¡,.2:i. El juego cOllfinúa. Las cartas están echadas. Rim ne cicularmente en la era tecnológica. realizando diversas investiga.
lid plus. En Videodrome. el Max Renn catódico y el Max Reno real ciones de carácter plástico. Ha llevado a cabo esta exploración
se suicidan al grito de ,,¡Larga vida a la Nueva Carne!_. Así cs. y elaborando un estilo de expresión que hace inconfundible su
sigue siéndolo, aunque ahora sea más virrual que nunca. Un nue- aportación al arte moderno, la biom~cdnica arrístical . En el desa-
vo paso adelanre. rrollo de est.e concepto juega con la fusión del mundo biológico y

(1) La biomcclnica responde a un conjunto de cknd2$ que c:studian lu


rdKiona enlR': la biología y la mcclnica. con d fin de pUrllur w!uáona que
reperculan en b mejora de la salud y b. calidad de vida, cc:nu:acbs en la ¡enulidad
(25) Antonio 10M! Navarro, _Sobre la nuen carne vinu..I., reseña d~ tXis· en aplieacionC5 m&licaJ y deponivas. Las repratmacionCl de Giger abordan la
ttnz' DIr1tidopor... , n"282,5Cpfiembrede 1999, &rcdOM, p~g. 34. biomedniOl cxdwivameme desde un pun(() (le vin.. de las bellas arlCS.

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LA NUEVA CARNE "*" CARLOS ARENAS H.R. GIGER: VISIONES DE LA NUEVA CARNE

el tecnológico que da lugat a unos setes funt'Ásticos y surreales a


los que llamará BiomectlnoÍtÚs. metáforas de la condición huma-
na fin de si~cle.
Sus creaciones conforman una visión moderna del hombre
en el final de milenio y reAejan las inquielUdes con que afronta
los retos de una nueva época. Su visión del ser humano en nuestra
civilización altamente tecnificada. en la que el encuentro entre la
carne y el metal de las máquinas supone una relación conS(ame y
cada vez. más eS(recha. ha sido tr:nada por Giger de forma singu-
lar en la representación de sus mundos. Las criaturas creadas por
este artista suscitan una profunda reAexión debido a su intrínseca
fuerza mitogénica. a los valores estéticos de sus imágenes y a las
diversas lecturas interpretativas que desprenden. La atracción que
ejerce la obra de Giger en la cultura contemporánea es uno de los
rasgos más imeresanres que descubrimos al aproximarnos a este
singular creador. Su arte provoca gran admiración en la cullUra
unduground y de vanguardia. demro de la cual es tratado como
arrista de culto, inciuso un fetichismo extremo. que ha conduci·
do a algunos fanáticos de su obra a tatuarse un cuadro suyo en la
espalda o alguno de sus motivos en cualquier parte del cuerpo.
Por tanto su obra no permanece cerrada. sino al contrario. se
reinterprera y está conectada con otros discursos filosóficos y
artísticos contemporáneos. Además, con la irrupción en la última
década de la cultura digrtal y la moda de lo cibernético, su obra se
halla actualmente en proceso de revisión y de revalorización debi-
do a los planteamientos visionarios que se detec[;lIl en su arte. Por H.R. Gigersenr-Ado en una silb Harkonncn. Al fondo, asoma
este motivo Giger es omnipresente en la cibercu!tura de los 90, el rostro de Aleister Crowley
pues su obra constituye una importante referencia para ciertos
artistas posmodernos. aunque desde el mundo institucional su
reconocimielllo sea menor y en los libros de historia del arre su
ausencia sea significativa.
Dos ejes principales se constituyen en motores de su labor

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LA NUEVA CARNE ..", CARLOS ARENAS H.R. GIGEA: VISIONES DE LA NUEVA CARNE

creati\'3: la fusión entre lo orgánico y lo tecnológico desarrollada bestia. Su f.ascinación por las armas, por la música, por los huesos
con sus investigAciones en (Qmo a la biomecinica, y la relación y calaveras y por el arte egipcio nace en esta época marcando su
entre nacimiento, sexo y muerre con los que construye las refle· formación intelectual, aunque sin duda será el sexo su mayor
xiones temáticas más imponanres que subyacen en su mundo. obsesión como veremos a lo largo de su obra.
La obra de Giger constituye, gracias a su arsenal iconográfi- Su relación con el mundo del arre nace a partir de su ingreso
co y al tratamiento de diversos tcmas, un antecedente y referente durante el inicio de los sesenta en la Escuela de Artes y Oficios de
para adentrarse en el universo de la Nueva Carne, ya que muchos ZÚtich, donde obtendría d diploma de Diseñador industrial y de
de los conceptos trabajados por este artista S4:rán contemplados interiores. De modo paralelo a sus estudios empezó a publicar
postcriormente, desde ópticas similares~ en la filmografla de ilustraciones y caricaturas en diferentes magacines suizos
David Cronenberg y de Clive Barker. Ambos panicipan de undnground. En su juventud y:l había decorado una de las habi-
manera activa de muchas de las teorías propuestas décadas antes taciones de la casa paterna convirriéndola en un lugar de refle-
por Giger al desarrollar sus propios universos personales, confi- xión y diversión de aspecto siniestro y macabro al que llamaba el
gurando así un discurso creativo original. Cuarto oscuro, en el que esqueletos. ataúdes y figuras f.amasmales
conformaban el mobiliario.
En el afio 1963. creaba una de sus primeras series litulada
LA OBRA DE H.R. GIGER Los niños al6micos. compuesta por figuras esqueléticas representa-
das visualmente mediante la caricatura groresca, que venían a ser
Hans Rudi Ciger (Chur, 1940) es un mista polifacético que una especie de manifiesto contra los peligros de la energía atómi-
ha trabajado a lo largo de su carrera en diversos campos de crea· ca y sus efectos radiactivos sobre el medio ambiente. Estos seres
ción desde la pintura y el diseño a la escultura y la arquitectura. muestran a modo de radiografías el interior de sus cuerpos, pues-
Además ha dirigido y producido conometrJjes, videodips y to que sus anatomías exrernas se componen de huesos. Su obra de
documentales experimentales y ha cultivado su faCeta como escri- los años sesenta refleja una preocupación por los problemas eco-
tor publicando una novela urópica. lógicos que rodean al ser humano, en parricular la construcción
Pasó su infancia en los alrededores de Chur, capital de uno de un entorno tecnológico que llega a abrumar el hábitat del
de los camones más monrañosos de Suiza. Durante su adolescen· hombre. A finales de esta década realizaría sus primeras exposi-
tia cultivó una serie de gustos y aficiones que marcarían en cierro ciones de modo paralelo a la publicación de sus imágenes en pós·
modo su vida. En esos años desarrollaba su imaginación y fanta- terso También ampliaba sus facetas trabajando la escultura en
sía soñando con lugares misteriosos y recónditos e imaginando poliéster, el dibujo a tinta y experimentando con la pintura al
personajes y figuras grotescas, fruro de las novelas de terror górico óleo. En este momentO le empiezan a llegar encargos desde diver-
que lela. Además sentía gran atracción por lo mórbido y lo enra· sos ámbitos: porradas de discos, carteles y el diseño de su primer
ño, así como por las historias macabras como las del empalador alienígena para el medio cinematográfico; el humanoide que apa·
Vlad Tepes y la mitología fantástica como el miro de la bella y la rece en la película experimental suiza SwissmatÚ 2069 (Fredi

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LA NUEVA CARNE 4f'I CARLOS ARENAS
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H.A. GIGER: VISIONES OE LA NUEVA CARNE

Murer, 1968). Giger se da a conocer en Suiza y consigue un pres-


tigio y repUlación entre los ambientes underground
Durante los años 70 alcanzaría la culminación en la elabora-
ción de su estilo artlstico, acufiado por él mismo como biomeci-
nico y crearía su seUo personal e inconfundible con la ayuda del
aerógrafo, su herramienta fundamemal de nabajo. La técnica del
aerógrafo es uno de los principales componentes del caraeterísti~
ro estilo gigeresco, en el que logra dotar a sus pinturas de un aca-
bado fotorrt:llista. Este Ulensilio, también llamado pistola puh'e-
rizadora. ha sido empleado a lo largo del siglo para el retoque
fotográfico, la publicidad y el ¡acado de objetos industriales.
Algunos artistaS lo habían utilizado para incorporar detalles y
efeeros de acabado a sus obras, como Man Rayo los hiperrea1istaS
norteamericanos de finales de los sesenta, que estaban obsesiona-
dos con la reproducción casi literal de la realidad. Giger, sin
embargo. emplea el aerógrafo mediante un original uso de la
herramienta basado en el dibujo a mano alzada directamente
sobre el papel como suerte de escritura automática, vinculada con
el modo de operar surrealista, dando así rienda suelta a su imagi-
nación y plasmando sus visiones de manera inmediata.. El propio
Giger afirma: tlCon el riempo. uno adquiere tanta práctica en el
trabajo que el proceso se vuelve automático como el conducir un
auromóvih,l. Giger desarrolló de manera aurodidacra la técnica a
base de experimentación e improvisación, de maneta que podía
ejecurar sus ideas a gran velocidad y con un alto grado de defini-
ción, gracias al perfeccionamienro de su depurado estilo. De este
modo realizaría multitud de pinturas en los afios setenta, que
constituyen el periodo de esplendor del arrista en los que creó
BiQm~ca"oUú, 1976
algunas de sus series más importantes como los Paisajts (Land·
schaftm, 1973), Nuronom (976), ErOlomecánica (Erofl)mtcha~

(2) H.R. Cigcr. A RJJ+. Ikrlin. T:uehcn. 1991. 1"4. 44.

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LA NUEVA CARNE -'11'1 CARLOS ARENAS H.R. GIGER: VISIONES OE LA NUEVA CARNE

'lÍes, 1979) Ylos grandes trlpticos que conforman E/umplo d~ ÚtS


Parajes (P<illagm-Temp'4 1975) y El Conjuro (Th, Spel4 1974-
19n). Además de la improma del aerógrafo, eS(e periodo creati-
vo coincidió con su f.lscinación por la temática ocultista y esotéri-
ca que impregnará gran parre de sus obras.
En 1975 paniciparla en uno de los proyectos cinematográ-
ficos contemporáneos más ambiciosos: la filmación de la novela
Dun~de Frank Herben, a cargo del reali12dor chileno Alejandro
Jodorowsky. Gracias a sus comactos con Salvador Dall, Giger se
introdujo en el proceso de producción de la película y recibió la
propuesta de diseñar el aspecto visual del mundo de los Harkon-
nen, en el que dispondría de Ijbenad creativa para desarrollar sus
ideas. Pese al fracaso final del proyecto, que no llegaría a realizar-
se, Giger conoció al encargado designado para los efectos especia-
les de Dune. Dan ü'Bannon, que quedó impresionado con sus
pinruras y diseños. Dos años más carde ü'Bannon se inspiraría en
los monstruos y criaturas de Ciger para concluir el guión cinema-
tográfico que tenía entre manos, que acabaría titulándose Afien.
Dan ü'Bannon entró en comaao con las pinturas de Giger
durante el proyecto Dttnr y las estudió, pensando que este artista
podría crear algo difereme en una película de terror. O'Bannon
había recibido una copia del libro el Necronomieoll tk Ciger
(Ciger's NeCTonomicon), publicado en 1977. Cuando RidJey Scott
entró en el proyecto Afien como director, se hallaba con el dilema
8iom«aflOÚú, 1%9 de cómo visualizar a la criarura protagonista del film. Miemras
Scott hojeaba el libro de Ciger se (Opó con unas pinturas que le
fascinaron: «No puedo creerlo. eso es~. Scott se refería al Necro-
110m lVy V; una Figura cruce de humano, reptil e insecto}. Giger

(3) «Inici",imenu:. Gigtr querla diseñar la criatura desde cem. Sin emb:l.rgo,
v.
yo estaoo IóIn impraion:wocon sus piotul':l.$ N«TOlWm rv r de su libm NtcTf1l1o-
m;con, que insistl en que siguiera. IWi formas. Nunc¡¡ c:stuvt: {¡lO .seguro de algo

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LA NUEVA CARNE .-"f CARLOS ARENAS H.R. GIGER; VISIONES DE LA NUEVA CARNE

acabaría encargándose del diseño de los aspectOS fantásticos del


film, y de su "isualiución material en la pelfcula cons[fuyendo
los elementos del decorado del mundo extraterreS[fe y las criatu-
ras que representan las [fes fases e,-oiutivas del ~r alienígena, lla-
4
madas agarracaras. revientapechos y gran alien o alien adulto •

Desde la participación de Giger en el proyecto .Alien, se pro-


duce un puntO de inflexión en su trayectoria artística, debido al
éxito de crItica y público acaparado por la película, que conrri~
buiría a la difusión de su obra a escala mundial, avalada por la
obtención del Osear a los mejores efecros ViSU,llcs en 1980. El
éxito de Nien radica sin duda en la impactanrc e inquiet3nre ima·
ginería simbólica que despliega el film, frUlo de la colaboración
de Giger, que diseñó todo lo relacionado con el mundo alienige-
na, desde el planeta, la nave y su inrerior, a las fuses evolutivas de
la criatura espacial 5• Además de realizar los diseños, Giger colabo-
ró in situ durante la f.lsc de producción de la pelicula. modelando
y esculpiendo las figuras del decorado y conslfuyendo el uaje del
alien. En Alíen Giger realizó su trabajo más completo. El simbo-
lismo sexual y la iconografía penecrante consticuyen el kitmoriv
de la película/>. La iconografía del Alim esr:á basada en diferentes
conceptos, fundamentalmente en la biomecánjca y en la inter-

en mi vida. fun eomplewm:nlc explícil35 par:¡ lo que)'O h;¡bi:l inuginado p"J.ra el


film, p<inicuhrmernc cn la manen única cn la que expresaban t3.nw horror corno
bellcza~. Ridlcy $col! en H. R. GÍ!n: Filmtlnign. Ediljon e, Zug, 19%, pÁg. 3.
(4) Tf:lducción del inglés: rc:spe<tiv;l.mentc, [aa hu¡,gtr, chut b,mur y big
Sillas Harkonneo"Capo, 1993 a{;m.
(S) Vb.se Antonio Jo~ NaV:l.rro, A/imJfAJ iflt'lmquisrabltJ. Libll)l; .Oirigi.
do., &.rcc!ona, 1995.
(6) Según J.L Cobbs, loqucdistingue a Alien de OifOS rhrilltnson los abun·
danta mOlivos n:prodUClivos, de geslaci6n r nacimienlO. El tenu. ya se introduce
cen el ame! y logolipo dd film, el huevo alien quebrado. J.I- Cobbs, Alim IU "bIJr-
liD" p4nzbk, en útnatrt.... filM QuAtrriJ. y. 18. n" 3, 1990. pjgs. 198-201.

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LA NUEVA CARNE ..", CARLOS ARENAS H.R. GIGER: VISIONES DE LA NUEVA, CARNE
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pretación del cuerpo humano en clave simbólica. La nave alien!. paralelo de su obra personaJ. Una de las obras más importantes
gena se presenra como una metáfora del cuerpo femenino al que tras Afim es la serie de pinturas que le dedicó a la ciudad de Nueva
se accede por pueHas vaginales; los pasillos están formados por York, que le impactó como consecuencia de varios viajes. A partir
huesos con protuberancias cervicales en sus paredes; en la cabina de la creación de esraserie titulada NroJ }'ork Ciry(I 980), utilizaría
encontramos esculturas fálicas. La nave de carne y hueso propone plantillas a la hora de ejecutar sus cuadros aJ aerógrafo, profundi-
la entrada en el útero materno, la regresión aJ estadjo embriona- zando en la ilusión de las tres dimensiones y eliminando el trazo
rio. La construcción biomecánica a escala monumental define un humano con lo que confiere un acabado industrial a sus pinruras.
ambiente siniestro y terrorífico propio de una pesadilla, que tra. A principios de los noventa, Giger abandonó la técnica. del
raría el miedo al nacimiento y a la muerte. Alim representa asi aerógrafo después de dos décadas de utilizaci6n. para trabajar otras
una metáfora posmoderna de la maternidad. faceras como la escultura, el diseño arquitect6nico yel dibujo en
El mundo de AJim, se haJla plagado de imágenes sexuaJes formatos más reducidos. Con los nucYos trabajos experimemará
como la.s puertas vaginaJes de entrnda, de imeriores corporales con las tres dimensiones y la solución a plameamientos espaciaJes.
como los pasillos intestinaJes del interior de la nave, de metáforas Durante esta década continuó recibiendo nuevos encargos
intrauterina.s como la. sala de los huevos extraterrestres y de mie- para diseñar monstruos de películas y propuestas para decorar
dos a la casrrnción, como el terror que causa el aJien con su doble espacios como la sala VIP de la discoteca Limelight en Nueva
mandíbula.. Las creaciones de Giger en AfÜn evocan diversidad York que diseñó en 1998 o la construcción del &r Gigo- en su
de lecturas e interpretaciones, rasgo común en la. obra del suizo. ciudad natal en 1992.
Fernando Savater habla en su artículo sobre Alim acerca de la Entre sus trabajos personaJes más destacados de esu década
dimensión simbólica de algunas de las imágenes que suscita este se haJlan las esculturas de aluminio que forman la Fumu tÚl
film, indicando que .la. fuerza mitogénica no estriba en lo que se Zodíaco, un proyecto basado en la interpretaci6n biomecánica de
presenta en la pantalla, sino en los fantasmas de la imaginación los signos zodiacales, o su propio proyecto cinematográfico El mÚ~
del especrador que son convocados o conjurados por la narración feriO tk San Gottardo, presentado hasta ahora en forma de cómic-

cinematográfica»7. AIÜn refleja un mundo siniestro del futuro, novela ilustrada, protagonizada por sus figuras Biomecanoides.
producto de las pesadillas del presente y su visionado no suele El último gran proyecto de Giger en la acrualidad y que le
dejar a nadje indiferente. tiene ocupado ya varios años, es la instalación del Museo Giger en
Gruyeres, ciudad de la Suiza francesa, donde eStá reuniendo la
A partir de la década de los ochenta, su actividad artística se parte más significativa de su obra pictórica. El Museo Giger se
repartirá entre la realización de encargos que le llegan Constante. inauguró en 1998, empla7..ado en un castillo medieval. El proyec-
meme sobre todo del mundo del cine y de la música y el desarrollo to aún no ha sido concluido debido a problemas de financiación,
por lo que se ha desarrollado en varias fases. Durante el 2001
(7) ~rnalldo SaV:Uet. ÚI$ llIl/urafntu m Alime:Il úl..JdcrnO$ dd Norte:, nO 4, estUVO construyendo un nuevo Gig~r bar adyacente al museo y
1980. tiene en mente un sistema de vagolleta con rafles para realizar una
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LA NUEVA CARNE .-,,1 CARtaS ARENAS H.R. GIGEA: VISIONES DE LA NUEVA CARNE
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visi«l guiada a través de las diferentes plantas del edificio. La faha can la superpoblación, la enfermedad y la magia. En el centro de
de interés de las instituciones pÚblicas por este proytero cultural su discurso se sitúa el hombre tracado en relación con la máquina
demuestra la poca consideración que tiene Giger actuaJmente en yel monstruo. Por dio recurre consranrememe a los Biomecanoi-
su país por parte de la culrura oficial, que sigue ignorando el tra- des y a los paisajes como fórmulas para reflejar las relaciones f'tsi-
bajo de este artista sui7.0 reconocido internacionaJmente y su tra- cas orgánicas e inorgánicas y su introspección psicológica.
yectoria arustica desarrollada a lo largo de las últimas cuarro Pese a que Giger es un artista difícil de clasificar, su discurso
décadas. En Contr3posición, la obta de Giger ha calado fuerte artístico conecta con Otras corrientes como el surrealismo, el sim-
entre las culturas undergroulId yen los artistas de vanguardia de bolismo o el modernismo, configurando una obra que se puede
roda el mundo y algunos países han prestado especial atención situar juma a los realismos famásticos europeos de la segunda
por el artisra como Esrados Unidos, Japón, Francia o Italia. mirad del siglo xx.
Giger es fundamentalmente un arrista de la imagen, preocu- A lo largo de su carrera, Giger ha diseñado toda suerte de
pado por su estética y por las connotaciones literarias que se des- elementos de la cultura de masas como carteles (para exposicio-
prenden de sus figuras y composiciones. Sus obras presentan nes, festivales de cine, grupos de música y orros colectivos como
conexiones con diversos escrirores y artistas, pues ha milizado los Hell Angel's), porradas de discos (entre las que se encuentran
numerosas fuentes como inspiración. Por una parte, los rclaros de algunas de sus imágenes más emblemáucas como la que creó en
Edgar AlIan Poe y posteriormente la obra literaria de Franz Kafka 1973 para el grupo británico Emersan lake and Palmer)8, relojes
y la de Howard Phillips Lovecrafr. Durante los setenta su obra se surrealistas (con motivo de una exposición en Nueva York cele-
torna más oscura y enigmática fruto del interés por la literatura brada en 1993), pins, cartas del Tarot, máscaras de metal y sillas
esotérica de aurores como fJiphas Levi, AJeister Crowley y Gus- de sofisticado diseño fu turista (las sillas Harkonncn). Un vehicu-
tav Meyrink. Entre los arriscas que más le han inRuido destacan lo imprescindible para la difusión de su obra, además de sus
El Basca y Francis Bacon, creadores de figuraciones FAntásticas}' monsttuos cinematográficos y de la impresión de pósters, ha sido
monstruosidades plásricas; los artisras ausuíacos visionatios la publicación de libros con sus ilustraciones y textoS biográficos,
' ,
Alfred Kubin y Ernst Fuchs y especialmente la inRuencia del que suponen una fuenre de recursos para su estu d10.
surrealismo con creadores como Hans Bellmer y sobre roda Sal-
vador Dalí, uno de sus grandes referentes. Enue sus ¡nAuencias,
(8) .E1 tr;lbajo de H.R. Gig.;r es uemcnd;llllCnle profundo. L,¡ maravillosa
Ciger suele recordar que el mundo de los sueños es su mayor portada de Ci~r para el ~lourn de Emtrson, Lake anJ Palmer, Brain Salad Surgtry,
fuente de inspiración. repre.5Cnm un toque gótico propio par;¡ grup'os de ht"1IJ fIltralde cualquicr época.,
La temática tratada por Giger es variada, cemrándose prin- jimrny P;¡gc, noviembre: de 1990, cxuaclO de la illtr\xlucción al libro Tht R«()rd
Art CollmiM (inforrnaci611lomada de la wl;:b www.hrgigcr.com).
cipalmente en el cuerpo humano y en los cambios físicos y espiri-
(9) Enm: los más dcstolcados, adcmis dd ya cir;¡do El NrrrolWmicon rk H. R.
ruaJes a raíz. de la convivencia con las máquinas, que trata desde G~ se eocucmr.ln fJ Al,", dt H.R. GiXtr (H.R. Glpi Alín!, 1980), /..A biom«áni-
un puma de vista macabro, surreaJ }' fumásuco. Aplica su visión ca ik NR. G'S"(H.R. Gipi IJiorn«¡"'ma. 1988) y www.HRGif.t.r.com(I997)que
biomecánica a las líneas temáticas que trabaja, entre las que desta- aciemis es la dim:ción dt ~....ro oficia.!, donde informa :acera. ~ nuevus proyeclOS.

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LA NUEVA CARNE --1ff CARLOS ARENAS H.A. GIGER: VISIONES DE lA NUEVA CARNE

LA BIOMECÁNICA ARTíSTICA y SU APORTACIÓN


AL ARTE MODERNO

Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. se desarrolla


una revolución técnico-cicnrífiCl. que afeclará de manera impar·
rante al desarrollo de la vida moderna. Los avances logrados pro~
pugnan una concepción optimista sobre las perspectivas del futu-
ro, pero aparecen de modo contradictorio puesto que en la
mayoría de ocasiones se utilizan con fines milirares, como explo~
ración del ambiente natural o se disponen como instrumentos
para la manipulación del ser humano.
Giger ha vivido preocupado por la problemática que supone
la vida en una sociedad tecnológiCl., plagada de miedos a ciertas
inquietudes del devenir fulUro. Eslas cUC5tiones las fue formulan·
do desde sus inicios como arrista. analizando los remores de la
condición humana de final de un siglo, caracterizado por las gue-
rras y matan7.a5,la carástrofe y el caos. Fue desarrollando su estilo,
Portada del disco 8ra;" Salad, Surg"J 11, tratando las alteraciones que sufre el cuerpo humano al coexistir
de Emerson, Uke & Palmer, 1973 con el enrorno tecnológico creado por d hombre. Esta relación
ha creado una serie de necesidades y de temores que son explora.
dos por Giger en su obra. Desde sus inicios Giger estudió. movi-
do por la curiosidad intelectual, las deformaciones, monstruosi-
dades. y consecuencias provocadas por la utilización de armas
atómicas y produclOs químicos y sus efecros sobre la piel humana
y la naturaleza, fusionando todos los aspectos en sus obras.
El estilo artístico de Giger. acuñado por él mismo como bio·
ml!cdnico. confiere un carácter único e inequívoco a sus creacio~
nes reconociéndose por la confluencia de formas orgánicas e
inorgánicas en una elocuente simbiosis entre la biología y la
mecánica representadas iconográficamente por la carne y d

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LA NUEVA CARNE """" CARLOS ARENAS H.R. GIGEA: VISIONES DE LA NUeVA CARNE

metal. Sus famasias eróticas, su afición por las armas, la atracción


por los huesos y por lo mórbido, la fascinación por lo fantástico y
su recuerdo de traumas infantiles son algunos de los ingredientes
que maneja para desarroUar un complejo mundo simbólico.
Su obra tiene gran unidad formal y muestra una constante
evolución por la experimentación con diversas técnicas artísticas:
los elementos configuradores típicos de su estilo se aprecian ya en
su primera etapa artística, los años sesema y evolucionarán gra-
cias a la elaboración del autor de un estilo gigeresco. Como carac-
terísticas comunes se observan: la conexión ilusionista de lo orgá~
nico y lo técnico en un mundo cyborg, el ideal estético de belleza a
la hora de representar a la mujer y su contnste con el monstruo,
las obsesiones eróticas y el sentido de la composición y la armonía
entre las diferentes partes. En sus creaciones se observa un equiJi-
brio entre lo bello y lo horrible fruto de la combinación deopues-
tos y de la suave transición con que se integran los objetos técni-
cos con la carne. Los huesos son retorcidos y alterados creando
fonnas sensuales que recuerdan a la línea modernista de Caudí,
confundiéndose con estructuras metáliC2S. La figuración famásti-
ca es siempre una fuente de inspiración para Ciger, que asimila
diferentes mitologías integrándolas en su imaginario. La figura
de Satán, del alienígena, del monStruo lovecrafriano y del reptil,
entre otras, son utilizadas para representar el monstruo gigereseo,
que además guarda relación con experiencias oníricas profundas.
Su iconograffa trata conStantemente los motivos de la muerte, del
naeimicmo y del sexo. Por ello no es extraño que en su obra
abunde la representación de niños·aneianos, de elementos geni~
tales, de símbolos de la muerte como la calavera y de paisajes
llltrauterlllOS.
Paisaje BiomtcJnico, 1976

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LA NUEVA CARNE "'Iff CARLOS ARENAS H.R. GIGER: VISIONES DE lA NUE~V:A~C:A:R~N:E _
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LOS BIOMECANOIDES, ARQUETIPOS GIGERESCOS

En los sesenta realiz6 sus primeros Biom«an()U/s. .seres que


nacen de la simbiosis de dementas orgánicos anat6micos con
panes mecánicas y aparatos que se inregran en el cuerpo. I!stas
son las cria{ut2S emblemáTicas de la iconografía gigert:SCl, p~n~
tes en sus diferentes erapas y que car2Cterizan a la mayoría de sus
composiciones. Los 8iomecan()iJNesrán dorados del componen.
re: surrealista que les da vida en nuesrra imaginación. es decir, una
visión djsr6pica de la realidad, que ptrmirirÍ2, mediante la mani·
pulaci6n genética y las r«nieas de donación, crear estos mons~
Iruos. Giger explora eslOS hechos desde un pUntO de visea perver-
so y diabólico y cree que _en una época en que .se puede hacer
realidad la clásica fruc: de los surrealistas bello com() ti mClltntro de
un paragulU) una mtÚjuina tÚ roS" sobre la mtSl1 tÚ diHccidn y en
la que aiste la bomba atómica, los 8iomtcan()id~ tienen vigen~
cia. 10. De este modo el cuerpo bumano se entrelaza con traros de
metal y de maquinari:t, surgiendo figuras y creaciones tOrtuosas
que evocan a personajes especlrales y demoniacos que se desen~
vuelven normaJmente en atmósferas siniesrtas.
Can eslas figuras plamea la hibridación del cuerpo y de la
máquina a rravés de metáforas pictóricas. Desarrolla así el con-
cepro del cyborg. de manef:il: plástica, una figura que se venía uriJi·
zando desde el desarrollo de la cibernética en el campo de la
invescig;¡ción tecnológica y cienrífica y en la literatura de ciencia
ficción. Este rrar:uniento del cuerpo desembocará en una teraro~
Ntw Yo,k City ¡V, Torso, 1980
logía tecnológica o cibernétic¡o en el que se mueven sus criaturas.
La confluencia de la carne y el metal es patenre en sus pintu~

(10) H.R. CiFro o,. rito, pig. 44.

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LA NUEVA CARNE ..", CARLOS ARENAS H.R. GIGER: VISIONES DE LA NUEVA CARNE

ras. en las que Giger elabora imágenes de pesadill2 que tambi¿n


rraslada a sus Otras creaciones arquÜeaónicas y esculróricas.
Ciger configura durante su trayecroria una nueva anaromfa cor~
poral, una arquÜectura siniestrA dd cuerpo. a base de la yuxtapo-
sición de objetos, de formas metamorfoseadas, de la simbiosis de
superficies orgánicas e inorgánicas_
Los ejemplos de Biomecanoides y de estructuras biomecini·
cas se hallan diseminados por todos los mundos de Giger. De la
cune emanan rubos que son articulaciones orgánicas asimiladas
por la fisiología del ser, como Alpha (1967), que representa un
ideal estético simbólico de la bcJleza femenina, con profundas
asociaciones sauaJes. Su serie de 8iom,chanoitim (1969) ahonda
más en este aspecto. en el que el cráneQ femenino se ha asociado
con órganos que ~ asemejan a elementos fálicos, entre prensas
metálicas y maquinarias industriales. Su dibujo Atomkindn'
(J %7- J968) represema a una pareja de evolucionada y sofistica-
da anatomí;a con tubos, amenas y cables, que aVclnza con dcgan~
cia manierista en un paisaje futurista~surrealista. En estos años
realizaba dibujos a tínta sobre papel. jugando con la expresividad
del conu:me blanco-negro. Aplicaba sus conocimientos t¿cnicos,
adquiridos en su formación como diseñador industrial, :t sus
visiones y fantasías. Sus creaciones parecen analizar a una raza
alienígena con morfologías monstruosas que coexiste con huma-
nos. Una de sus imágenes visionarias la concreta en la pintura
TOno, de la serie N~w York City (l9SJ), versión definitiva del
gbOl'gque ti(One mucha relación con la litcratura cybaprmk y con
el cine de ciencia ficción de los ochenta. La pintura resulta una Li 1/, .974
enigmática visión fucurista del hombre moderno totalmente
imegrado con circuitos y cables e1ectr6nicos y con ¡mplames en
su piel, como las véncbras metálicas y Otras prótesis mednicas.
Como ya hiciera en AJím al mostr.lr el interior del útero tecnoló~
giro, la imagen sugiere un cuerpo penetrado por la tecnologfa

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LA NUEVA CARNE ..."" CARLOS ARENAS H.R. GIGER: VISIONES DE LA NUEVA CARNE

hasta la médula espinal, que parece que mantiene al hombre en Murist (1982), para la que creó una nueva ra:r.a alienígena y The
esclavitud. Train (1989) y ~n.d Star(1 990) posibles cult~movies. La contro-
En otras pinturas se observa. esta relación, como en uno de versia también ha acompañado su carrera cinematográfica. Salvo
los diversos rctratos que dedicó a su compañera Li, Li Jl (1974). en Alíen, en la que el f'O(endimiento con el director, guionista y
Representa a la diosa biomecánica con múltiples atributos sim- equipo de técnicos fue evidente, sus OtrOS trabajos no han llegado
bólicos como la calavera, la serpiente y la araña. Su rostro está a visualizarse como hubiera deseado. Además, realizó disefios
murando, transformando la carne que se fusiona con una com· para películas que finalmente no contaron con sus ideas como
pleja maquinaria y evoca la mutilación que enreda la vida huma- Alien /JI (David Fincher, 1990), Barman FOTe"," Uocl Schuma-
na en un mundo mecanizado, que produce el cautiverio y depen- cher, 1994), El cond!Jn amino (Kondom tkJ GrnutnS, Martin
dencia de lo artificial. Supone una visión infernal yapocaUptica Walz, 1996) y Sptci~ JL Esptci~ nlortal lf(Peter Medak, 1998),
de la era tecnológica. En todo caso sus represen raciones femeni- aunque su impronta permanece latente. Trabajó en este medio
nas emanan un aura de miSterio y enigma. pues Ciger utiliz.a la como diseñador de criacuras y atmósferas y como asesor creativo
figura de la bruja, la sacerdotisa y la maga para crear estos bellos y artista conceptual. creando visiones demonIacas y terroríficas
ejercicios plásticos. que han tenido bastante trascendencia en el arte posterior.
Sorprende que tras su aclamado trabajo en Alim. no haya
participado en las películas de la saga, que conforman la tctralo-
INFLUENCIA DE GIGER EN LA CULTURA POS MODERNA gfa A1ien, a excepción de una breve colaboración en Afien l/J
(David Finchcr, 1991). Otros artistas prefieren desenvolver ellos
La repercusión de la obra de Ciger en cI panorama cultural mismos los diseños gigerescos, partiendo de sus propios concep-
de los ochenta y noventa ha sido notable en los movimientos de tOS sobre la biomecinica y rediseñando el mundo alienígena
vanguardia en las anes plásticas y audiovisuales. Debido al carác- como sucede en AIÜm Oames Cameron, 1986), y de manera más
ter multiF.cético de su obra, su inAuencia se extiende a diferentes dara en Alim RtiUnrcnon Oean-Pierre Jeunet, 1997) ambas ins-
campos de creación entre los que destacan sus colaboraciones con piradas en los mundos de Ciger. Afien, es sin duda una de las pelí-
el cine. culas más influyentes del moderno cine fanrástico. Si bien es cier-
Pese al gran número de proyectos cinemarográficos en los to que su guión se basa de manera evidenre en otros desarrollados
que ha participado, su trabajo tan sólo se puede apreciar en cuatro en películas de ciencia ficción de los años cincuenta y sesenta
películas: Swissmnde2069 (Fredi M. Murer, 1968), Alicn (Ridley (como Hrror en el espacio de Mario Bava -1e"or~ nel/o spazio,
SCOtr, 1979), Polurgást I/(BrianJohnson, 1986) y Sp~cíes. Esp~­ 1965-, o It. rlJe Tm-or Prom Bryond Space, Edward L. Cahn,
cíe mOrlal (S~cÜs, Roger Donaldson, 1995). Sin embargo, sus 1958), su tratamiento visual es novedoso y marca una época den·
diseños han sido solicitados en proyectos de considerable enver· tro del cine conremporáneo. La trascendencia de Afien y de sus
gadura que no se llegaron a realiUlr como Dunt (1975). en el que colaboraciones con el mundo del cine han convertido a Ciger en
diseñó 10$ gusanos y el C2Stillo y mobiliario Harkonnen, Th~ un artista prestigioso dentro de esre ámbito, por lo que su

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H.R. GIGER: I/'ISIONES DE LA NUEI/'A CARNE
LA NUEVA CARNE ..",( CARLOS ARENAS

influencia es flotable en la einematografla posllloderoa, particu~


Jarmeme en el género funtástico. Desde Alim se instaura un nue-
vo look oscuro y siniestro en este género. como se coménta en
numerosas revistas especializadas", Muchos films del fantástico
reflejan deudas con lo gigeresco, en especial los que presentan
bestias infrahumanas asesinas que habitan en mundos de pesadi-
lla: entre ellas Scar(d to Death (Bill Malone, 1980), Depredador
(Pmúuor, John McTiernan, 1987), La. Cosa (Tlg Thing, John
Carpenter, 1982), La galaxia dd terror (GIl/axy ofurror, B.O.
Clark 1981), Dup Rising(Stephen Sommers. 1995) y Piteh Blitek
(David Twohy, 1999), abarcando así el cine de las dos úhima-~
décadas. Induso la estética del videodip se apropia de mocjvos
gigerescos como se puede comprobar en el rema musical de
Michael Jackson Cnptttin Eo(1986) donde un personaje (Anjelica
HustOn) luce un rraje biomecánico con reminiscencias de Alien.
La influencia de Ciger en películas reÓentes como Mutrix
(Andy y Larry Wachowsky, 1999) en la que aparecen niños
entubados y criaturas biomecánio.s recuerdan a la ohr-.! de
Giger, reafirmando la actualidad de su conrenido.

Además del cine, el arte de Giger ha inAuido en diferentes


campos Como la Iireratura cybt'rptmk, el desarrollo de las temáti·
cas cybo,.~ el videojuego. el cómic o el arte umbrground{tawaje
y estéricas del ta:no-rock y henvy metal). La atracción y fuer/A

(JI) Según la re... i~w norU~;Ul\erican:l.


~ el anil:ra qw: cambió ti
fitlltnJtiqur, Gigtr w.
C$p«ialiud:¡ en cine f.¡ntbtico 0-11....
del dnt de ci<'nci:¡ ficción ron-
(emporiuu. y se ha convcni<lo en el disc.»dor de ffW)O$ttuOt más imporuntt dt 1:1.
RifUj" 1977
aGtu;Jidad. Ci"ifanfaltiqut, v, ¡}. nO" de maro de 1988. En 1'88 esta revisla ciu-
N una douna de pdlcul;\.'l' que de Un;! u otr:l mUIera ¡mirahan losconGt'ptos gige-
lda)$: de Aiim. Onu revilit:l$ de:slaC'3n el papel dt$t'mpeiiado por el arte de Giger

en el fanw,icotedeme. Vbnte {rm;gr-u",in(I994), Onr/"" (1997). Ffllr(I996)


y SfX(l998).
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LA NUEVA CARNE 4f'f CARLOS ARENAS H.A. G1GER: VISIONES OE LA NUEVA CARNE

visual de sus imágenes nos invira a reflexionar sobre el papel de ilusuaciones El Nuronomicon de Gig~r. bautizado como tatua-
que sus creaciones han jugado en las diferentes manifestacio~ je biomecá.nico. Algunos tatuadores hallarán en las imágenes
nes anlsricas y culturales acruales debido al magnetismo que gigerescas un atractivo estético como fueme de inspiración para
éSlas producen. desarrollar sus propios parámeuos artínicos. De ene modo
El subgénero de la ciencia ficción conocido como cyh"pul1k empezarán a desarrollar una iconografla de e1ememos mecinicos
retoma los planteamientos de la cibernética y de figuras como el y tecnológicos que irán combinando y adaprando a las posibilida-
cyhorgpara desarrollar sus historias futuristas. Desde el punto de des expresivas de la piel humana, sobre la que dibujan cables,
vista iconográfico existen planteamientos comunes con la obra tubos, motores, piezas metálicas, alambres o la combinación de
de Giger, sobre todo a 13 hora de configurar sus personajes que todos estos elementos. Este estilo que aparece a mediados de los
principalmenre son seres dorados de implantes mecánicos y com. ochenta se difunde en los noventa en diferemes convenciones y
ponentes informáticos insenados en su cuerpo, a través de los revistas que ilustran cuerpos con esre tipo de tatuajes. El rostrO de
cuales potencian sus facultades. El póster de la película Futu" Giger también ha sido representado como homenaje al inspira~
Kill(1984), realizado por Giger, en el que se representa el romo dar del estilo por el que muchos de estoS tatuadores sienten ver~
de un joven futurista con cresta pUl1k, evoca el arquetipo del dadera fascinación y como dice Giger son sus fans más incondi·
eyh~rpul1k, que posteriormente sería des:uroUado en el cine fun~ cionales puestO que llevan sus obras sobre la piel en exposición
tásrico de los ochenta y noventa.. El escritor más importante de permanente.
este movimiento renovador, \Villiam Gibson es el creador de la La influencia del arte de Giger es también patente en las
obra emblemática del t:yb~rpunk, Neuromante (1984). En OtrO de artes plásticas. fundamentalmente en la pintura y la escultura que
sus libros, Luz virtullI( Virtual Light, 1993)12, aparece un diálogo siguen las directrices del arte fantástico. Resulta dificil discernir
en una tienda de tatuajes del futuro que rinde tributo a la entre el plagio y el homenaje puestO que los elementos formales y
influencia de Giger en el espectro cultural, aludiendo a sus com. estéticos son muy evidentes y muchos artistas acaban copiando el
posiciones biomecánicas como ejemplo para motivos de tatuajes. estilo Giger. Tal es el caso del pintor Diabolus Rex, cuyas pinturas
Gibson aludía a un estilo de tatuaje que se gestaba en Esta· pueden provocar la confusi6n de autoría puesto que tratan de
dos Unidos a partir de la djfusión de la película Alim y del libro imitar las obras al aer6grafo de Giger. Una asociación de ilustra~
dores franceses de ciencia ficci6n de reciente creación llamada
Art and FaC{, también se inspira en la obra del suiro. Entre eS[Qs
(12) -LoU#'U /¡'M un Giga.
-iGig~r? . artistas, Jean-Yves Kervevan desarrolla un universo plástico simi·
-VII pimor. SIglo Ji(Íllu(v( o Rlgo 'JlI. Dr ltl mili cMsico. B'o.m({. lar a las fusiones biomecánicas. Chris Halls es el seudónimo que
LOIWII fitnt' un Gigam '" t'ipR/da. lA copiA JI' un atJUiT() qut' ft /lp11l4 -N. ):c. XX1V". el reaUzador de videoc1ips Chris Cunningham utiliza a la hora de
-C,"Wtft' dijo x.x.i.//. & romo (fIt/ ciuJRJ. Tt>Jo NfummJo J OKUt'O.
realizar ilustraciones, de corte siniestro. Cunningham ha partici-
1'(7'0 qui~" 1I'/IInXIlJ qu~ h,aXiJ./I jUfJo. J"Ot' mJ honoJ t'1rJZ4o vinimM R IIImlr otros
GiSM. pado en películas como Judg~ Dr~lld (Danny Can non, 1995),
WilJi¡1JI1 Gibson, Lu:; vinual Minouuro, B...rcc-lon..., 1994. p. 236. diseñando un cyborg. que recuerda a la iconografia de Giger y ha

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LA NUEVA CARNE ..,( CARLOS ARENAS H.R. GloeR: VISIONES OE LA NUEVA CARNE

trabajado con Clive Barker y en la última pellcula de la saga cierta autoría y estilo en sus obras, constituyéndose en pilares de
A1ien. Alirn Rem,,"Cfion. este género.
Con sus craciones. Giger se ha convenido en pionero del Ambos realizadores sintetizan en sus trabajos una serie de
desarroUo de los mundos eyborgr. lugares fantásticos en los que influencias y aportaciones de otrOS creadores que de manera
habitan seres mitad humanos> mitad robóticas que flotan en un visionaria abordaron en sus trabajos problemáticas y conceptos
universo peculiar, lleno de peligros y dcsaffos. Esta n:mática del similares. Además de Giger. dibujames de cómics de vanguardia y
cuetpo humano y de sus relaciones con las máquinas es una de las escritores de ciencia ficción como Philip K. Dick sembraron el
realidades que se insenan entre la inquietudes principales de la terreno para nuevas sensaciones. OtrO escritor de ciencia ficción,
sociedad de fin de siglo. Los avances de la ciencia, en particular James G. Ballard. publicó a principios de los setenta una serie de
de la medicina y la genética han repercU(ido jUntO con los logros novelas entre las que brilla Crash (1973). Esra historia apocalípti*
tecnológicos en muchos aspeCtoS de la culruca contemporánea. ca desarrolla nuevas ideas sobre la relación entre el sexo y las
Estos seres híbridos de carne y metal se han popularizado gracias máquinas, entre el cuerpo débil yel metal pesado de los automó-
al cine, en películas como urmintltor Uames Cameron. 198-4) o viles, estableciendo metáforas sugerentes entre sexo y llluerre
Rnbocop (Pa"1 V<rhocven, 1987), envueltos por paisajes tecnol6gicos lJ . No es de extrañar que Cro-
nenberg se arriesgara a realizar la .adaptación cinematográfica de
Crash en 1996, una obra que el propio BaUard calificó como ..la
GIGER y LA NUEVA CARNE primera nove.!a pornogrifjc."l basada en la t<'''enología.!.
La relación de H.R. Giger con la sensibilidad y filosofía de
Durante los años ochenr:a se desarrolla un subgénero cine- la Nueva Carne viene marcada por sus creaciones pioneras den-
matogclfico que se enmarca. dentro del fantástico posmoderno. trO de este nuevo djSCUISO arustico y pot los paralelismos que
Una serie de pelrculas y de nuevos realizadores plantean nuevos encontramos con ouos grandes ardfices de esta oorriellle creati·
conceptos y crean iconos que van a configunlr un universo creati~ va, a la cual ha influido. La biome<:ánica de Giger constituye un
vo diferente, acorde con la sensibilidad de su tiempo. La ciencia estilo y un conceplO determinantes en la configuración de esta
ficción y el género de terror son los ámbitos en los que se gesudn sensibilidad posmoderna ya que su obra planteaba discwsos e
esu~ corpus de films, cuyos textos plantean la redefinición del tér- ideas que van a ser explorados por OtrOS creadores, a partir de los
mino hUmAno en historias en las que sus protagonistas se van años ochenta. El mundo de Giger supone un repertorio de ideas
degradando paulatinamente hasta caer en el abjsmo. El trata-
miento que realizan en torno al cuerpo humano y a la iconograffa (13) Ball.ud comenu en su prólogo a Gwuh: .. I..a ciencia y la lemolog.la ~
de la carne en la era tecnológica configura un nuevo género. Illulliplican a nUt'$lro alrnJedor. Cada vtt mis IOn di» lu q~ nos ditun el len-
tu*' en que ptnsam~ r babbmos- Jlmes. G &UanI O>ub. MiBOnlUro, Barce-
D:avid Crone.nbergy C1ive Barker son dos de los cineasr:lS con fil_ lona. 1996. pig. 10. Ute tipo de nzonamitnros son fm:uento en b ~n de
mografías más coherentes en este sentido, cuyas pdiculas rdlejan Glger que rd<IIClona tccnocic::ncia wn sao y ffilJCne. en sus fusiones plisucu de
mundos y obsesiones personales, motivo por el cuaJ se reconoce dementos.

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LA NUEVA CARNE -t1t!f CARLOS ARENAS H.R. GIGER: VISIONES DE LA NUEVA~C~A~R~N~E:.... _
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inagotable para los artistas que trabajan la temática corporal Giger, las pellculas de Cronenberg, las fotografias de Witkin y los
posmoderna y la figura del monnruo. La carne gigeresca es textos de Barker constituyen un conjunro de visiones e imágenes
enfermiza y ~ combina con meral grasiemo y oxidado sugiriendo que se adscriben a eSta sensibilidad.
metáfor2S del inexorable paso del riempo en la sociedad poslin- Las investigaciones de Giger acerca del cuerpo y la carne y
dustriaJ. Giger representa seres malignos, sinieslros como un sus relaciones con la ciencia y la tecnologla son compartidas por
cáncer y relacionados con la fragmentación corporal y su resrau- el cineasra canadiense David Cronenberg. La crítica cinemara-
ración en maleria biomecánia. gráfiC2 ha considerado a Cronenberg como d arríflce del naci-
Giger participa jUntO a creadores contemporáneos como miento de este género conocido como la Nurva CarlJr acuñado
David Cronenberg, Cli~ Barker o Joel-Peter Witkin enrre Otros, por una de las frases lanudas por el procagonista de su pelicula
de una nueva sensibilidad estéfica y conceprua! que les ha llevado Vid~odromt (1982): ,Lorga vida a la "uroa carnt". El desarrollo
a culrivar en las últimas décadas una llueva forma de belle7_1. plás- de la iconografía corporal y la problemática del ser humano pro-
tica basada en lo abyeao l4 • Este término, empleado a raíz. de las ducto de la revolución técnico-científica. constiLUyen uno de los
teorías de Julia Krisreva, ha calado hondo en la critica comempo. motores básicos del cine de Cronenberg. Para Cronenberg, al
cinca. lo abyecto vit'ne a definir aquello que St' halla en las fron- igual qut' vemos en Giger, k»s mwios electrónicos y los aparatos
teras fisiológicas del cuerpo y que provoca repulsión y asco ante mecánicos, más que extensiones del hombre son agentes de
su contemplación. La iconografía de la abyección se conforma mutaciones perversas. Por lo tanto, abordan el tema con una J
con los líquidos y sustancias que se de.-;prenden del cuerpo, como visión oscura de los avances tecnológicos. Además, las transfor-
sangre, babas. semen, vómiros y otm viscosidades que provo<:;¡n maciones físicas de la m;lteria orgánica fundidas con la mecánica
la altef2ción del cuerpo humano ideal. La aproximación a lo dan lugar en sus obras a nuevos seres, por lo gen~ra1 deformes y
abyecto es frecuente en la cultura y el :me de estas dos últimas monstruosos. Ambos elaboran una nueva teratología que parte
dtcadas medi:mte visiones :moca y desoladoras de la condiciÓn de encuentros enrre el pasado y el futuro, relacionando miedos
humana como pueden ser la degradación corporal, la monstruo. ancestrales con problemas del presente y que se dan en experi-
sidad y la degeneración carnal lS • que reflejan miedos y obsesiones memos fallidos, malformaciones. consecuencias del consumo de
que persiguen al hombre desde hace siglos. El género que trara- drogas o en la manipulación tecnológica.
mas en el p~nte libro supone desde el punto de vista audiovi- VitÚodromees la obra culminantedd primer periodo creativo
sual, e1lup donde se ha represemado de manera más con NO- de Ctonenbcrg16. Las imágenes gigerescas son pat~ntes en esra
dente la temática de la abyección posmoderna. Las pinruras de película: en el uso de la iconografía sexual, como la forma vaginal
que nace en e.I estómago o en la transformación biomecánica de la
(14) Vé¡se Juli:l Kriun';¡. ú:s /'4l1w;n ¿, 1"","",: .." (lS41 SU" f'.bj«tl~", mano en pisrola F.ílica que forma parte del organismo y se enlaza
Puis. Scuil. 1980. Ed.íct6a rspaAGb, PtNkrn k lit ¡nvnrilnr. Siglo V~nfluno,
MadridlMb:ko D.F., 1988.
(15) V6uc:}!.MI MigUC'1 G. Conb. On/nr J wn. "" mud¡. 0.IlI4,./ JIIit" J. (16) V~ Je* M.anud Gonúkz.·FlCl'to Smt05,lMl"¿ cn-be7J. /.M Est/-
"'~mrru"H1 NI I'I.rll'.An;r.gr,¡m~,
&n:c:lona, 19'97. /lr• .k la Ca,."e. NIICf. M.adnd, 1999.

-356- -357-
_ _ _ _ _ _:l:A~N:UEV" CARNE 4ft CARLOS ARENAS H.A. GIGER: VISIONES OE L.... NUEVA C....RNE

mediante cables. Esta imagen supone una alusión a diversas pintu- ideas del primer Cronenberg. al que le preocupa la propagación de
ras de Giger realizadas en losserenta como TIN WáJQft!J~ Mngiánn la enfermedad como si se tratara de un virus inconuolado que pro-
(1976), en las que (.as armas aparecen como prótesis, incorporadas voca procesos de degeneración y decadencia corporal. En films
aJ cuerpo en lugar de los brazos, o como en sus niñosbiomecánicos como Vininvn tÚ dmtrO de... (Shivus, 1975) y Rizhia (Rizbid,
y otros monstruos (ametralladoras, riRes y pistOlas, que demues~ 1977) se traran estas cuesriones. que Cronenberg describe como
(ran el carácter agresivo de sus criaruras). Esta fusión de carne y cee- mecanismos de destrucción de la plasticidad corporal. como la
nologla es constante en la ohr:a aerográfica de Giger. Cronenbergy incontrolable.
car1lt
el encargado del maquiUaje, Rick Baker, rambi~n utilizaron el kJok Las operaciones de cirugía eslética alteran la carne humana.
biomeclnico para ~r la televisión de carne de Vtd~odromt. retocando y transformando el cuerpo. agrediendo contra su natu-
Las simbiosis de e1emenros medlicos y formas orgánicas y raleza. El hombre. en su afán de mejorar, de perdurar más y mejor
las transformaciones de formas naturales en mecánicas como si se y de disponer de mayores comodidades (:n la vida social r domés-
trataran de enfermedades que se propagan son demenros gigeria- tica. se lanza en esra carrera sin freno en busca de una nueva raza,
nos que Cronenbt"rg compane en sus películas, así como otros en la que la unión de hombre y máqujnas es real y palpable. Giger
elementos iconográficos como ¡nteninos. vísceras, orificios. sus- vive preocupado por las manipulaciones perversas de estaS tecno-
tancias viscosas, órganos sexuales o máquinas orgánicas de carne logías y ve la aparición de un:t raza cibernética, en la que el hom-
r metal. Encontramos OtrO ejemplo de objeto biomcdnico en las bre porta implantes que mejoran sus cualid:tdes sensoriales. Sin
máquinas de escribir que luchan en Na/ud Lunch (1991), fusión embargo, observa los malos usos de estOS avances e invemos que
de mecánica e insecto. mm de las asociaciones frecuem('S en las degeneran en monstrUOS y en auocidades llenas de terror y dolor.
obras de Giger. En &isrmZ (I998) aparecen elementos como Según Giger. en su mundo predominan las noticias negativas
biopuenos y cableados que sirven para unir al hombre con la sobre lo positivo. las catástrofes. las guerras, la violencia o la tor-
máquina. Esta iconografía era planreada por Giger en 1967 en tura l7 • Esta sensación le lleva a representar una visión apocalípti-
sus dibujos a rinra. Incluso ambos aUfOres companen su fascina- ca de nuestra sociedad y a vislumbrar un futuro con muhitud de
ción por el instrumental médico y las fantasías que genera. Diver- peligros acech:tndo al ser humano como la manipulación genéti-
sas pinruras de Giger aluden a máquinas de parir tecnológicas ca. los virus, las agresiones sexuales, los asesinatos en masa, los
que Utili7.an el cuerpo femenino y su fragmentación para aprove- niños de la guerra, las enfermedades y un sinfín de malas vibracio-
char su energía. En fllsepamhles (Dead Ringers. 1988). el aparato
ginecológico ideado por los hermanos Mamel tiene algo de esa (17) .No, no me gusta ofr bs noticias, me dan ¡»nico. No me transmitcn
estética enigmárica, motivo al que también aluden la presenta- buenas sensacioncs. Pero creo mis obras con e5(: mal sentimientn (neg:l.Iivo). Si
ción y los timlos de crédiw del film. alguien me pregunt::a por qu~ mis pintutall aparcccn lan :lIerradoras" pe~igros:u y
cspduznanl<;:S, ¡;iemprc conlCSto que algílO dra el mundo podda ser a$l. PlCnso q~e
El desarrollo de la figuración biomed.nica en las pinturas de
la Cr;t en que vivimos es la mejo..... comenta Cigt'r en un:l. entrevista oon Debblc
Giger, en el que las estructuras metáJicas crecen como lo hacen las Hmy y Chr;S Sldn en f1.R. GiXrri N«nJmJmiam 11. H.R. Gip:r y &lition e (ea,).
plantas y otros org.mismos biológicos. encuentra su eco en las Zug (Suful), 1985, pig. 36.

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LA NUEVA CARNE 4fIf CARLOS ARENAS H.R. GtGER: VISJONES De LA NueVA CARNE
-----'-
ntsquc día a dfa se muestran en el mundo yque nos afectan de un
modo u Otro. Esla visión siniestra predomina en su obra. por lo
que su expresión está dominada por los temas macabros y las
represent:lciones insólitas que afeclan al ser humano.

Uno de los autores más influyentes en la configuración de


esta nueva sensibilidad es el británico C1ive Barker. Al igual que
Giger. es un creador mulÜfacérico, principa1meme escritor y se
ha rdacionado con el medio cinematográfico trahajando como
guionisra, direaor)' productor, además de realizar una interesan-
re obra gráfica. Barker ha explorado el género F.l.nt.;Í,Slico, aden-
trándose en lo misterioso )' en el miedo a lo desconocido, enf:ui-
zando el terror corporal en su obra literaria más imporrame, Los
libros dt sangrt (Booits ofBlood. 1984). En la creación de la miro·
logia cenobita que prot'agoniza su obra cinematográfica más
conocida, HtUraoo (1987), utiliza referencias gigerianas para
crear alguno de los nu~os iconos del cine fantásrico. La figura
de.moniaca de Pinhead recuerda en su construcción a la portad.a
de Giger pan el grupo Magma (Attahk, 1977) )' a otros arqueti-
pos biomecanoides. Barker hallaría inspiración en el mundo pic· ~bbi~ 11. 1981
t6rico de Giger, compartiendo la fascinaci6n por sus monstruos),
por la iconograOa punk. Cuero negro, tornillos, alfileres, correas,
cadenas, cuchillas)' clavos forman parre de la simbología emplea-
da por Barker que introduce al espectador/lector en atm6sferas
malsanas dominadas por el desasosiego. No en vano Barker se
declara admirador de Giger en varios textOS y escribi6 la intro-
ducción para la última edición del Nrcronomicon d~ G;gtr J8 , La
porrada que Giger realizó para el djsco Koo Koo (1981) de la can-
tame Debbie Harr)' supone Otro ejemplo del uso de esta icono-

(18) En b illlrodu«i6n B;¡.rker 5di;¡.1a: .Gign postt una de l:u visiones mis
originales ell el me de: I1mld cid ~igJo I(X~.

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LA NUEVA CARNE ..11f CARLOS ARENAS
_ _----':.::.:.::.c:c.::.:
H.R. GIGER: VISIONES DE LA NUEVA CARNE

grafía (la representa como reina punk con su rOStro atravesado


por agujas de acupuntura) y es una de las composiciones emble-
máticas del género. Los ejemplos de cuerpos atravesados son
numerosos en las pinruras de Giger, como lUuminnms 1(1978).
Este ripo de imaginería no es nuevo, pero se rrara de forma masi-
va y moderna, desde un pUntO de vista conceptual; las imágenes
de carne atravesada son abundantes en la iconografía religiosa
occidemal, desde la crucifIXión a los martirios y torrnras de san~
tOs, como San Sebasrián que padece atravesado por flechas.
Giger y Barker utilizan el cuerpo humano como lienzo, don-
de.se pueden lnliza.r marcas o tatuajes, desgarrándolo y fraccio-
nándolo. para penetrar en su imenor. El cuerpo se conviene en un
cadáver de aspecto siniesrro. Mark Dery señala que la tradición del
ciberhorror.se remonta a la obra de Giger y a H~Uraisd9 y que es
referente para formaciones de luavy mnal y rack industrial, que
evidencian las conexiones de este género y esra estética en la culru~
ra popo Este tipo de personajes infernales es influyeme en el cine
moderno y se eVQC2n en diferentes películas como en Dark Ciry
(Nex Proyas, 1998), que presenta a unos setes oscuros, los ocultos,
que participan de la iconogra6a del universo cenobita con trajes de
cuero con hebillas y correas que ocultan sus cuerpos cadavéricos.
ünos psicópatas del funrástico posmoderno tienen mucho que ver
con este horror cibernético, en el que el pim:ing. el tatuaje y el
dolor corporal conforman toda una fllosona y rirual 20•

Cronellberg y Barkcr han generado, a través de la utilización


de los efectos especiales en sus películas, un nuevo discurso visual l/IuminatiUJi,1978

(19) Dcry. Mark. V,!«iÁJuI ti( ma~. Siruda, Madrid, 1998, p.lg. 94.
(20) En pcllcuJu recientes Se' observa el wo de CSta io:mografia apocallpliC"a
como en T"'Orml4. rrJ(Smmsrl4.,uJ, John PiepJow, 1998), LA a!tJ¡, ~ al/, Tar-
sc:m SllIgh. 20(0) y Fant"J""1J tÚ' Mlmr (Chosn (11 Mars, John Carpcmer. 2001).

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LA NUEVA CARNE ..ff'I CARLOS ARENAS H.R. G1GER: VISIONES OE LA NUEVA CARNE

alejado de la estética del cine dominante. Con sus imágenes


impacrantes pretenden reformular nuestra sensibilidad; no s610
quieren presentar una nueva morfología de la carne mediante su CYBORGS y FANTASíAS POSMODERNAS
manipulación. sino evocar nuevas sensaciones en el espectador.
La pelicula H~Uraisasirve como ejemplo de esta filosofia: preren· A lo largo de su carrera artlstica, Ciger ha represemado de
de redefinir los límites dd placer y del dolor (como en Crash), manera visionaria, imágenes fururistas sobre el devenir humano.
como sensaciones nuevas en un mundo altamente controlado. Su centrándose en problemáticas contempoclneas e.n tOrno al cuer-
misi6n es explorar nuevas formas de expresi6n, valiéndose de la po. Estos planteamientOs conectan con anos discursos intelec-
r«reación de paisajes imeriores del ser humano. Construyen así tuales en el cambio de siglo preocupados por el hombre que está
nuevas formas de transgresión corporal. surgiendo de modo paralelo al avance imparable de las máquinas
La influencia de la NueV2 Carne se advierte en la cinemato- en nuestra sociedad. Según la lógica cyborg, e! límite en[re lo bio-
grafla de finales de los ochenta y en los novenra. como se observa lógico y lo tecnológico cambia incesantememe. EstO lo capta
en la pelicula de cuho utsuo:,/ homb"tk hiOTO (UtIUo: Tht Iron Giger en la configuración de sus paisajes biomecánicos y de sus
Man. 1989) del realizador japonés Shinya Tsukamoto. en la que figuras biomecanoides, en las que la hibridación entre el mundo
se revisa la figura del cyborgcomo entidad sint¿:tica de elementos orgánico y el [ecnológico se funde de manera suril medianre una
orgánicos que pueden absorber objetos de carne y meral revalori· suave [tansición. La sugestiva interpretación de su obra abre las
zando su cuerpo. En el film abundan además los elementos posibilidades de lectura, pues las claves para esta labor son nume·
mecanoeróticos y la simbología fálica masculina, tan presente en rosas.
la obra de Giger. Tetsuo y los Biomecanoides de Giger se hallan Con su mundo de imágenes de cuño posmoderno, Giger
en conexión con las ideas de Ballard. como demostraciones de redibuja nuestra imagen de lo extraño. de lo ajeno y del misrerio.
que la modernidad tecnol6gica no supone ninguna protección cuya imagen paradigmática se percibe en el monstruo de A/irn.
contra las enfermedades de la psique, como los deseos, los sueños La tríada hombre/monstruo/máquina en múlriples combinacio-
o la insatisfacción. En esras obras se revela la naturaleza siniestra nes es natada en sus trabajos en los que la carne se manifies[a en
de las máquinas como ejemplo visionario de las complejas rela· forma humana y no humana, y no hay Unea divisoria emre el
ciones de la ciberculrura como la relación cuerpo/mente, cuer· hombre, la máquina y el monsuuo. La obra de Giger propone
po/máquina. Esras reflejos se observan también en el mundo del una mirada en el interior de la carne, en los interiores del cuerpo,
videodip con la creación de escenografías sinies[ras en las que se como sucede en las películas de Barker y de Cronenberg.
ataca al cuerpo y se despeda7.a como si se odiara, como se com· Los artistas posmodernos utilizan medforas para hablar de
prueba en el provocador vídeo que el grupo de tecno-rock Nine nuestra época. Linda Kauffman ha dicho acertadamente que
Lnch Nails realizó para ilustrar su canción Hapinm in S/alJtry (ÚJ OIson los verdaderos traducrores de la cultura contemporánea,
ft/icidad tn la ~ScllllJiNlti, 1992). revelando lo que sucede realmente en un momento en que nos
dirigimos hacia una comprensión muy difereme de la cultural" y

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LA NUEVA CARNE -41'1 CARLOS ARENAS H.R. GIGER: VISIONES DE LA NUEVA CARNE

los considera capaces de «exponer las interioridades del cuerpo se disponen en lugares sin salida, en túneles y salas c1austrofóbicas
para sondear las profundidades más escondidas..!I. Giger ofrece o bien en construcciones arquitectónicas basadas en huesos y
un panicular ilitgást de final de siglo, a través de sus discursos aparecen violados en su intimidad corporal por la penetración de
temáticos y sus imágenes visionarias. La época comemporánea se máquinas. condenados a vivir sus desoladoras existencias en un
ha caracterizado por el horror y la muerte, por guerras, ~inatos teatro de lo grotesco.
y torturas cuyo resuJr:ldo ha sido una serie de degradaciones sobre
el ser humano que conviven de modo paralelo con los avances
científicos y técnicos, que teóricameme se disponen al servicio de
la huma.nidad y que en muchos casos están causando efectos con-
traproducentes. Estos temas son tratados repetida.mente por
Giger, que ofrece su peculiar visión sobre dIos. Entre las últimas
interpretaciones acerca de su obra, llama la atención la que pro~
viene del C2mpo médico. El psiquiatra estadounidense Stanislav
Grofu atribuye a Giger el desarrollo de una imaginería perinatal
relacionada con el trauma del nacimiento que está muy ligado
con el sexo y con la muerte, motivos muy presentes en su obra.
Cree que Giger .tiene un profundo conocimiento de la psique
humana... Su representación de arquetipos satánicos, fetos enfer-
mos y Otras monstruosidades revela un mundo oscuro que el
anista necesita pintar para exorcizar sus ptopios demonios.

Las imágenes de Giger proporcionan un catálogo virtual de


la desesperación humana del siglo XX: humanoides gritando en
lugares dausrrofóbicos, que son seres metamorfoseados; mons-
truOS sin ojos que amenazan con sus mandíbulas; cuerpos que se
disuelven entre escenas de rabia. lús sujetos torturados de Giger

(21) Linda S. Kauffman. &d Girls Ilnd Sick Boys. FantdSi/!f;'1 Ctmltmpqrary
IIrl1l1lfi (ulturt. The Univcrsity ofulifomi:,¡ Pres.s, 1998. &l. o;p:,¡fio\:'¡: Malds) p,r-
¡,roglific(Js, 1978
Vt'I'WS. FlIll/aslds tn Itt cultum J ,/ aru (u"umpuránros. Citear:,¡/Universi¡:'¡1 de
Val~ncia, Madrid, 2000, p:ígs. 13-23.
(22) Vé~ St:,¡nis}:,¡v Grof. H.R. Giga and Iht Sbul (Jf 1m twrnriuh ~nrury.
enero de 2001. www~Jj:,¡rdim.colll.br.

-366- -367-
NECROSIS CARNAL
SOBRE JOn-PETER WITKIN

JUAN VICENTE ALIAGA

Desde mediados de los ochenta' las foto-


grafías impactantes de ]od-Pere.r Wiclcin (1939) empezaron a
ocupar un espacio privilegiado en el paisaje ardsrico de la abyec-
ción, anticipándose en algunos años :1 manifestlciones tan sefia-
ladas como la exposición AhjtctArt 2, que supuso la revirnlizacián
de las teonas de Julia Kristeva.
Al decir abyección aludo a un concepto que apela al exceso y
a la degradación. términos ambos de calado moral/moralista, y
por ende, problemáticos. Si se roma la definición propuesta por
Krisreva en Pouvoirs tÚ /'ho"rur. &saj sur "objicuon, 1<10 que
constituye lo abyeclO no es pues la ausencia de limpieza o de
salud, sino lo que perturba una identidad, un sistema, un orden.
Lo que no respeta los límites, los lugares, las reglas. El entredós, lo
ambiguo, lo mixlO. El traidor, el memiroso, el criminal de buena
conciencia, el violador sin vergüenza, el asesino que pretende sal-
var ... Todo crimen, en tanto que sefiala la fragilidad de la ley, es

(1) La nposiÓón. acompafiada de al:ilogo, que le lanzó tuvO lug;u en 1985


<n el San Frandso:;o Mu.sc:um of Mooelll Arl, aunque d Su:ddijk Mu.seum de
Ámsterdam se habla add:lllu.do en 1983.
(2) Abjm.-in fqp",/st6n II"¿ Dnirt in Amniran Art. Whitney Museum of
AlTIt'riall Art, NU("V1l York. 1993.

-369-
LA NUEVA CARNE 4fIf JUAN VICENTE ALIAGA NeCROSIS CARNAL
--
abytcto, pero el crimen premeditado, el asesinato solapado, la
venganza hipócrita lo son más aún porque redoblan eSta exhibi·
ción de la fragilidad legal. Quien rechaz.a la moral no es abyecto:
puede haber grandeza en lo amoral e incluso en un crimen/delilO
que exhibe su irreverencia respecto de la ley, rebelde, liberador y
suicida. La abyttción. en si. es inmoral, tenebrosa, zigzagueanre y
turbia: un miedo que se disimula, un odio que sonríe. una pasión
por un cuerpo cuando lo noca en vez. de inflamarlo, un endeuda-
do que os "ende, un amigo que os apunaJa...•3
Como puede deducirse de la ambicio a definición de Kris-
teva la abyección comporta distintos filos y ángulos. Sin embar-
go, se puede afirmar sin ambages que en lo que al arte se refiere
fueron el uso o la representación de materias fecales, d cuerpo
decrépito o enfermo (por ejemplo en la obra de Rooot Gober o
Kiki Smith) y la sexualidad hererodoX2, a la que se opusieron los
esramentos más intransigentes de la administración norteameri-
cana encabezados por Ronald Reagan, George Bush padre y su
cohorre de pred.icadortS.lo que vino a entenderse como m;rnifes-
raciones de la abyección.
Se ha querido hallar en la biografía de Wirlcin la fuente que
aplique su preferencia por lo (equívocamente) denominado gro- El bt:,o, 1982
tesco: los cuerpos illlermedios. los cadáveres noceados y las
situaciones irreverentes y chocantes. de ahl que se haya aludido
en algunos articulas a que su vida sexual se inició con un herma-
frodita, al divorcio de sus progenitores enzarz.ados en diferencias
religiosas irreconciliables o al hecho de que de niño presenciara
un accidente aparatoso y extremo acaecido delante de su casa: el
resultado fue la decapitación de una niña cuya cabeza rodó hasra
sus pies, fija la mirada muerta hacia arriba.

(3) Julia K,u.,CV2., PrJ'/IItlin tk '·Jtt,nTtIl'. VII nui 1'" J'tlbj«tll»l, Ed. du $tui!.
Pub. 1980, ~g. 12.
-371-
-370-
LA NUEVA CARNE 4I"f JUAN VICENTE ALIAGA C::'::."::.N::."=- _
-- _ _ _ _ _ _ _ _ NECROS15

Este hecho harlo luctuoso lo relaca con detalle en el libro


The Bolle HouJt de 1998.
Con ese historial al que se añade un dato más frlo, pero pro-
bablemcme más esca10friamc en sus consecuencias, el susrram es
suficieme para llevar muy lejos la repr~ntación abyecta del
cuerpo. Me refiero a que en 196 t 5t' aJjstó en el ejército, donde se
ejerciró como técnico de fotogr:úla documentando accidcme5
militares hasta 1964.
Con d paso del tiempo la obra de Widun apenas ha '''afiado.
Sus fotografias siguen reniendo ese ajre de estampa aj.da y 1113r-
chira, como si la vida de la imagen en sf hubiese transcurrido de
zozobra en zozobra.
Asimismo, sigue presenre un aroma teatral que viene dado
por la composición de las forograflas ambienradas en espacios
cerrados, oclusivos, que recuerdan a veces a cámaras o mazmo-
rras. Se rrara de una s~rre de tabkaux vivanlS~rversos4 y fijados
sobre papel fotogrifico, como es el caso de Mujn- sob" .lna 11Jt'JII
(1987) Ytantos orros, en los que una persona, a menudo oculta
tras disfraces y máscaras, exhibe su desnudez y rambién sus
muñones. La máscara no sólo responde a un ¡mento de disimular
la idenridad sino al de afiadir intriga. al posible arcano inhereme a
su obra. Amén de la figura humana desnuda o semivesrida. que
cenrra el espacio fotográfico, a modo de collag!, Witkin ¡ncorpo.
ra un conjunto de aditamentos Gugueres, trOZOS de autómatas y
maniqufes, rótulos de barracón de feria. anima.les disecados,
láminas de pintura barroca ... ) que dan fe de la voracidad icono-
grMica del autor.
El COrtinón de fondo o la tela sobre la que posan COIl mayor
o menor grado de hicf<lrismo sus personajes añade densidad y

(<1) Muy disllOI<» a 1<» de tradición prem&eIi.S1.l 0:11 los: que dtseribe 1:11
I:Kritora ilOI"le:tmeoona Edllh Whanon en navebs como TIN H..." .[/o1Jrlh.

-372- -373-
LA NUEVA CARNE ""'" JUAN VICENTE AUAGA NECROSIS CARNAL

textura a la fotografía emparentándolo con el legado de la tradi~


ción pictórica barroca.
Transversal y diacrónico en sus gustos artísticos (Velázquez.
Miró, Picasso. cambién el fotógrafo de Taormina Wilhelm von
Gloeden pero clásica en el fondo, la estética de Wirkin despenó
el morbo por la profusión de cuerpos que exhibe ajenos a las nor-
mas. La cxcepcionalidad estriba no tanto en las pr.kticas sexuales
o de OtfO tipo (¿satánicas o simplememe absurdas?) que aparecen
en el marco de la representación sino en el hecho, poco frecuema-
do, de mostrar por un lado cuerpos en transición, en los que con-
viven órg;¡.nos de ambos sexos, por OlfO, cuerpos cercenados por
la mutilación, y en tcrcer lug.u, cuerpos deformes en su constitu-
ción. En el primer caso se trata ranto de hermafroditismo~o de
hipospadia en el que ha habido una atrofia O deformación en la
evolución de los genitales como rnmbién de personas nacidas con
cuerpo de var6n. Ahí están Andrógino amamama"dD un [no,
1981 y Mttdamt X, 1981. El OtrO lado de la cuestión, lo que se
denomina ftmnÜ fO mllk (mujeres biológicas que tmnsitan hacia
el cuerpo del varón mroiame hormonación) no es represemado,
que yo sepa, por Witkin. En los afios noventa artistas como Del
LaGrace Volcano en Gran Bretaña y Catherine Opie, en Estados
Unidos han retratado con una imención comunitaria y militame Mfu/amt X. 1981
en Londres, Berlín, Los Ángeles, San Francisco a un conjunto de
personas cuyos nombres y cuerpos anuncian la pluralidad de las
realidades transgenéricas.
Es éste un ejemplo de la djvcrsidad humana, que se quiere
mostrar sin morbo y sin tapujos, consecuencia en parte del auge
de la tcoría quur, aquella que han capitaneado Judith Buder e
Eve Kosofsky Sedgwick, enue arras/as, y que surgida del seno del
movimiento de gays y lesbianas, tiende a la difuminaci6n de las

-374- -375-
LA NueVA CARNE ...", JUAN VICENTE ALIAGA NeCROSIS CARNAL

ealegadas sexuales. La teoría quur trata, asimismo, de erosionar


la idea de idemidad como realidad fijada, acogiendo manifesta-
ciones radicaJes e indómitas en el campo de la sexualidad y de los
valores de género a ella aplicados. Este campo de pensamiento
parece ajeno a la obra de Joel-Peter Wirkin, pues lo quur visto
desde la perspectiva de las dos artistas citadas presupone un mua-
miento fotográfico que dignifica a personas que en el orden
social hegemónico han sido etiquetadas como propias del ámbi-
[Q condenado de la desviación. Es decir, extraen del cieno (así es
percibido por los bienpensames) a UD grupo &miliar claramente
alternativo respectO de los usos normativos de la sexualidad y del
comportamiento tipificado como femenino o masculino en fun-
ción de su ¡xnenencia a un sexo u Otro. No es ése el objetivo de
Wioon pues su caso parece más próximo de la curiosidad que Ile~
\'6 a Georges Bataille a publicar en la revista Docummu «Les
écaru de la nature_ (1929) o, muchos años después a Gilbert Las~
cault a escribir u monsmdam I'art occidmta/(1973). y es que en
el fondo Witkin inscribe a sus personajes, vivos o no (hay algunos
cadáveres empleados en sus piezas, lo cual ha suscitado indigna~
ción por parte de un sector del público, acusándole de saquear las Ann Furi, 1982
tumbas o la morgue) en el marco respetable de la historia del arte,
a la que acude como refugio iconográfico. En ese sentido, y pese a
algunas pullas aparecidas en los medios de comunicación, su
obra, abrazada y alabada por artis(as como Amonio Saura, no ha
conseguido el estarus sulfuroso y sacrílego que el puriranismo
otorgó al Piss ChrÚtde Andrés Serrano o a las estupendas fotOS de
fist~fuckilll' gay de Roben Mapplethorpe, o a las performances
de Ron Athey sobre las que cayeron los insultos más ultrajantes

(6) Se trata de una pr.iclia. sexual que consis~ l'n b introducción de uno o
dos puños en el ano (o en la v:¡gina. si K prefiere en un¡¡ rdaci6n lésbia o hell'r~
J;u¡¡I). Curio$ilmente Arm Futlt. 1982. de Widcin no produjo el lnismo «:vuelo.

-376- -377-
LA NUEVA CARNE .4fI JUAN VICENTE ALIAGA NECROSIS CARNAL

en 1994. En ellas se escenificaban y practicaban tatuajes yescari- guiente generación de una estética sucia, los personajes de Wir-
ficaciones en la piel y.se insenaban jeringuillas en algunas partes kin se ubican en un espacio ficticio, pero no necesariamente
del cuerpo, con la consiguiente emisión de sangre. Piénsese que la degradante. Ora un lugar cuyo fondo es de reminiscencias clási-
polémica surgi6 debido al hecho de que algunas de estas obras, cas, véase Las expediciones de la máJcara: la historia d~ la fotografia
tildadas de nauseabundas y de inmundicia degradante, habían com~rciaJ m ]uárez, 1984 con diván y cortinajes o BacchusAme-
tecibido la dádiva de cieno dinero público. \Vitkin fue subven- Jius, 1986, con un decorado romántico, ora un fondo neutro
cionado en varias ocasiones por la NE.A? De haber sido financia- cuyos límites desconocemos, como en Mrxican Pin-up, 1975 o
dos con fondos privados, en el país del ncoliberalismo salvaje en La esposa de Sander, 1981, en la que una teja o pared enmarca
probablemente el debate no se habría planreado, al menos en los la figura femenina.
mismos términos. En ese espacio dc ficciones, en los que predomina la fronta-
Si bien lo rerarol.ógico se ha mencionado en relación a la lidad, descuellan un conjunto de objetos y bibrlotr que destilan
obra de Witkin, aunque a veces con el desafortunado prejuicio de indicios semánticos para reforzar en unos casos el sentido de
vincularlo a la hise.xualidad s, estamos lejos de la estética que dio bodegón o incluso para marcar el humor de Witkin, que no está
pie a la creación de Freaks (La parada d~ los monstruos), 1932, de renido con la profusión de cuerpos exrremos, ajenos al concepm
Tod Browning. El propio espacio en donde se ambienta esa pelí- de belleza predominanre.
cula, el ámbiw circense/barracón de feria añade un conjunro de Pero ¿qué es lo que resulta más repelente de la obra deWit-
connotaciones sociales - algo semejame sucede con El bombre de· kin? ¿El uso de cuerpos mutilados? ¿O la simbología de la muerte
finte de David Lynch, en este caso por necesidades diegéticas- que pudiera resultar a la posrre más desestabilizadora~lo
que arrinconan en la marginalidad a sus protagonistas. Witkin Hay que decir que la mutilación suscitó también el interés
huye de esos planteamientos y aunque el suyo sea un mundo de de un anista asaz desconocido l j pero de enorme importancia. Me
sombras y las fotografías luzcan un sinfín de raspadums, araña- refiero a George Dureau l2 , el maestro dc Nueva Orleans que
ros, incisiones, rayas y borrados, amén del virado de color sepia, influyera a Mapplethorpe con sus armoniosas composiciones de
fruro de la manipulaci6n posterior al revelado?, con la consi- hombres desnudos y de enanos. En realidad poco importa, pues

(7) National EndoWlllent ror the Ares es d organismo federal en Estados fetri<:ianuro po(;isico y trau.miento de archivo ( ...).. ]oel.Pcrcr Witkin, .De lo
Unidos cuyo comeÜdo es dotar de p~5Upueno a proyectos culturales y ardsticos. mareri:l.l a lo espiriruah, útálogo Jod-Pt'tu WiJkin, Musco Reina sorra, Madrid,
(8) Antonio Sama, .Una horri!)le)' _wblime bdlcza.,fod-hur Wifk¡,1, catá- 1988, pág. 22.
logo MlL~ Reina Sofía, Madrid. 1988. pág. 75_ (lO) t.na es la hipót«i$ que propugna Keith Scdward en relación <1 la exposi-
(9) .Un<l ''el ~l<tda la pdkul<t, dibujo .sob~ d oont:lcto de la que ~r.i la ción de ]ocl-Peter Witkin en la ga.lcria P<tce/MacGill de Nueva York. Vt= Artjú·
folO Jdlnj(iva. con l<t intenciÓn de modifiClr cualquier aspccw de 1<1 realidad fisi,,'<!. rum, Nueva York, ver.1no de 1993, págs. 107-108.
que no me interese que apama en el neg<'tiVQ. Entonces, hago un dibujo de CÓmo (11) En d:l.ro contr,,¡J¡te con lo dicho. el presligio y re<:únocimiento de la
quiero que <¡ue<!e 1<1 fotografla. 1llC'.«:lo los pn:parndos químicos y alnndono mi obra de Witkin ~ vio consolidado en 1990 cuando el gobierno rranc6 le nombró
estudio para dedicar un d13 tntero a la ahera<:ión <Id neg:l.rivo y l:l. rC5(Oluc1Ón d~ la Chevalicr des Ans et des un res.
roto. (...) 1... rcalir.ación d~ la copia definitiva incluy<: el US<1 de gasas humedecidas, (12) Véa$e Grorgt' DW"l1w. Nt'w Orit'Jm. Gay Men's Prc$.S, Londres, 198').

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LA NUEVA CARNE 41 JUAN VICENTE ALIAGA NeCROSIS C"RNAl

el acabado final que ofrece Witkin va siempre revestido de una


elegancia y un efectismo considerables a pesar de la necrosis de la
carne humana exhibida en ocasiones, y ello se debe a la marcada
intención escenográfica de su opus.
\Virkin ~ ha 2Ufodenominado en algunas octSiones Silurdo-
u mbieo y bien es cierto que los ritos que tienen a la carne por
epicentro constituyen el eje central de sus fO(Qgrafias. Yes que
hay carne humana por doquier. Una concepción de lo carnal que
acude a la parafernalia de la rradición de las vanital barrocas y del
misterio de la rraflsubsranciaci6n. Pero su provocación visual no
estriba en gestOS como el del artista lvlichel Joumiae que hizo
morcillas con su propia sangre y las dio a comer a quienes asistie-
ron en París a su acción. Mm~ POUT un eorpren 1969.
Witkin oficia una misa en la que se celebra los euerpos gra-
sientos.las formas voluptuosas. los miembros ruJl.idos. o los hom-
bres y mujeres esqueléticos. acompañados a veces de prótesis que
aluden al órgano ausenre como es el caso de Ftmak King, Nuevo
México. 1997. No son cuerpos ni personas que necesiten ponerse
a prueba corno sucede con el australiano/chipriota Stelarc que
LA muj"iÚSa,ubr, 1981 cree que su coraza corporal es insuficiente para los retos que se ha
fijado. de ahí que fabrique miembros arrificiales. Los avatares de
la vida de los retratados por Wirkin han resulrado basrante drásti-
cos en sí mismos como para no requerir otras pruebas.
Considerados ejemplos patológicos en esta sociedad que se
reviste de categorías moralistas. y pese a la dureza de las imáge-
nes. parecen asumibles dado el peso de los referenres plásticos,
religiosos e históricos que Wirkin incorpora en la representación.
Una lectura que tuviese en cuenta los valores de género apli-
cados a la represenración de mujeres y hombres permiriría dedu-
cir el desparpajo y libertad con que Witkin muestra el desnudo
de ambos sexos. En ese sentido su mirada es igualitaria y desinhi-
bida y no parece aflorar distinción alguna en raron de b. masculi-

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LA NUEVA CARNE 4ff JUAN VICENTE ALIAGA NECROSIS CARNAL

nidad O feminidad, adoptando Witkin un puma de viSta a veces


clínico, como esas imágenes médicas que gusta de coleccionar. al
que añade ciertas chispas de ironia y humor.
Condenados por la carga sexual que rezuman, no deja de
resultar paradójico que aun habiendo algunos actos sexuales en
su obra (tocamientos. onanismo. estiramiento de testículos,
penetración de brazo o muñón...) no sea la actividad sexual P" st
el corazón de su obra que sin embargo es percibida y conocida
por la dimensión erógena de la misma, entre Otras cuestiones. En
ese orden de cosas, descuella el poco valor concedido a la anali~
dad, y lo digo consciente de los escrúpulos y prejuicios que la
sodomía, o el beso negro, eorre otras maravillas, suscitan entre los
estrechos de mente y esfínter.
En lo relativo a la corporeidad en sí, Witkin parece más pró-
ximo de patrones y modelos añejos e historicistas. aunque no se
pueda olvidar la osadfa de representar a aquellas personas en que
cohabitan órganos de ambos sexos, que al cuerpo tecnológico
ideado por cineastaS como David Cronenberg ttl E~istmZ con
sus puertos y vainas incrustados en la columna dorsal.
Cuando reinvenca un cuerpo mediante la fotograRa, Wit-
JUn, que constantemente busca nuevos modelos con ciertas pecu~ VllrUuionn wbrt "El G~rnicll_: UnA "producción patolót,icll. 1986

liaridades físicas,lo hace desde la excepcionalidad de quienes son


tachados de anómalos o anormales. Pero se inspira más en los
enanos, los bufones o las mujeres barbudas de los maestros barro-
cos españoles que en las carnes roborizadas o en la virtualidad de
la ciberrealidad. Más cerca de un cirujano y de un forense que de
un mago de los ordenadores o de un hacker, la obra de Wirkin
ofrece a los ojos sin ameojeras la primada del cuerpo y de la
sexualidad a él asociada en la contemporaneidad, como si se tra-
tara de constatar, parafraseando a Michel Foucauh, que la verdad
del sujeto reside en el sexo. Aunque sea un sexo necrÓrico.

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Historia de la filosofía omita


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MAOUETACIÓN y DISEÑO: VAlDEMAR
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FOTOMECÁNICA: ARCOS
IMPRESIÓN DE COlOR: RuMAGFIAF
IMPRESIÓN DE INTERIORES: RuMAGRAF
ENCUADERNACIóN: FELIPE MENOeZ
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