UNIVERSIDAD TÉCNICA DE AMBATO

FACULTAD DE DISEÑO, ARQUITECTURA Y ARTES

CARRERA DE DISEÑO DE MODAS

ACESORÍA DE IMAGEN

SÉPTIMO SEMESTRE

Yuli Mendoza

09/05/2018

LA IGUALDAD Y LA CORTESÍA EN NUESTROS TIEMPOS

“Cuando baja el nivel de cortesía, aumenta la desigualdad” Vivimos en un

mundo de pérdida progresiva de valores que en antaño eran habituales; atrás
ha quedado la expresión sincera de un gracias, el respeto a la experiencia y
sabiduría de las personas mayores, el refutar de manera inteligente sin caer en
la vulgaridad y la ofensa a través de malas palabras empleadas en nuestro
hablar, utilizar la cortesía para generar igualdad entre las personas, es algo que
hoy en día no se hace muy frecuentemente, pues ahora es fácilmente denotable
que se emplean excusas como la falta de caballerosidad, la existencia de
jerarquías y la así llamada inclusión social, para enmascarar aquellas diferencias
que se hacen en cuanto a género, nivel social, nivel económico, intelectual,
físico, cultural, racial, étnico, etc.
 La caballerosidad es mal definida en estos tiempos, ser caballero
frecuentemente es confundido como un acto inherente de cortesía propio del
género masculino, sin tomar en cuenta que la cortesía es un término que hace
referencia al conjunto de actos positivos que son llevados a cabo en beneficio de
los demás y que recaen sobre todos y todas, sin catalogar, encasillar o hacer
hincapié en masculino o femenino. Sostener la puerta para permitir que alguien
pase, ceder el asiento en un bus, ayudar en la carga de algún tipo de objeto
pesado, son acciones que forman parte de los valores que debe poseer una
persona educada, respetuosa y en general cortés.

Otro de los grandes errores presentados en cuanto a la desigualdad

generada por la falta de cortesía se encuentra en las denominadas jerarquías
que hacen referencia al orden de escala que ocupa una persona ejerciendo
determinado cargo dentro de una estructura de cualquier índole, ya sea política,
laboral, económica, cultural, etc. La existencia de jerarquías no es el problema
en sí, sino el abuso de autoridad al que se ven sometidas muchas personas
dentro de éstas; casos se han visto de jefes que propician maltratos a sus
empleados por el hecho de creerse en rangos superiores e incluso proceden a
la humillación y denigración de aquellos considerados como subalternos.

Los altos mandos, por lo general se colocan en una postura de

quemeimportismo y egocentrismo ante los empleados que laboran en cargos
supuestamente inferiores, lo cual favorece la generación de descortesía durante
el trato. desenvolverse con cortesía desde una posición de liderazgo, logra
cambios significativos como la creación de un vínculo emocional con aquellos
individuos que se encuentran a tu cargo, llegando así a tener empleados
comprometidos en su labor y por ende una mayor productividad y eficiencia. Un
estudio realizado por la consultora Deloitte muestra que al desarrollarse este
vínculo la gente se divierte en su trabajo y produce más. Un ejemplo mundial de
esto, es el de la aerolínea SouthWest, que a través de su política de
fortalecimiento de las relaciones colaborador-empresa generó en un año

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ingresos superiores a los de todas las aerolíneas de EE.UU. y un buen ambiente
laboral (Navarrete, J., 2016)

«Aún pesa más el lugar donde uno ha nacido, la extracción social, el género,
la raza o la orientación sexual a la hora de acceder a las oportunidades que toda
sociedad debe generar a sus ciudadanos» (Organización de los Estados
Americanos, 2016, p. 7) Sobre nuestra sociedad aún recae el peso de basarse
en paradigmas para distanciarnos unos de otros, saliendo mayormente
perjudicadas las minorías que llegan a suplir el trato desigual. Ejemplos de este
tipo Los vemos a diario valores como la Libertad Justicia solidaridad son sólo
términos vacíos perdidos en la vana conciencia de la corrupción política, la
intolerancia ideológica y el sometimiento de criterios individuales.

El proceso que garantice a aquellas personas que se encuentran bajo riesgo

de pobreza y exclusión social, está muy lejos de ser una realidad totalmente
palpable, pues a pesar de que tengan ciertas oportunidades y recursos
necesarios para participar en la vida económica, social y cultural, disfrutando un
nivel de vida y bienestar que puedan ser considerados normales en la sociedad
en la que estamos, no todos acceden propiamente y esto se debe a las brechas
creadas por la existencia de niveles (Economía, rango, educación, intelecto,
etc.), que dan pie a la diferenciación (Galindo, M. y Ríos, V., 2015), tal es el caso
que ahora no se acata ni la más mínima norma de tolerancia hacia las personas
con alguna discapacidad, por cortesía ya nadie respeta ni siquiera aquellas
facilidades que necesitan este tipo de personas para desenvolverse
normalmente en aspectos cotidianos que para ellos se vuelven un verdadero
trajín, como aquellos espacios de estacionamiento que regularmente son
ocupados por algún irrespetuoso que hace caso omiso a ello.

La persona que ostenta una educación privilegiada, se puede adaptar sin

dificultad a cualquier contexto que la normativa de la cortesía le exija. Siempre

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encontrará una palabra o frase cortés, un saludo adecuado: gracias, lo siento,
por favor, excuseme... son expresiones que resultan indispensables en nuestro
vocabulario para usarlas cuantas veces sean necesarias, y que distinguen a
quien las tiene siempre presentes; sin embargo, encontramos personas que
ignoran las frases mostrando así su falta de delicadeza y su hostilidad hacia los
demás. La mayor parte de las normas de conducta social están basadas en la
cortesía y en el tacto; sin ellos no existiría la amistad, y la convivencia humana
sería difícil.

La cortesía facilita las relaciones humanas, las hace más flexibles, las
humaniza, evita fricciones inútiles. Cortesía y buenas maneras contribuyen a
mejorar la calidad de vida; es una amplia consideración hacia los demás, es
respeto a las personas, a su modo de ser, a sus costumbres, a sus ideas, a su
edad, a su jerarquía..., en síntesis, es amor al prójimo. Todo esto contribuye en
gran medida a la conservación de la paz, a la armonía entre las personas, y hace
más agradable la convivencia. La cortesía atrae, y por muchas razones resulta
conveniente: enriquece espiritualmente a quien la practica y abre fácilmente las
puertas de la amistad. Recuerde que lo cortés no quita lo valiente.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Galindo, M. y Ríos, V. (2015) “Desigualdad” en Serie de

Estudios Económicos, vol. 1, p. 7-8. Recuperado de:

https://scholar.harvard.edu/files/vrios/files/201508_mexicoinequality.pdf?
m=1453513192

Navarrete, J. (2016) ¿Desigualdad y crecimiento? Economía UNAM,

vol. 13 (37) p. 47-50. Recuperado de:
http://www.scielo.org.mx/pdf/eunam/v13n37/1665-952X-eunam-13-37-
00045.pdf

Organización de los Estados Americanos (2016) Equidad e Inclusión

Social. Superando desigualdades hacia sociedades más inclusivas.
Recuperado de:
http://www.oas.org/es/sadye/publicaciones/equidad_e_inclusio%CC%81
n_social-entrega.pdf