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MATERIA ORGANICA DEL SUELO

La materia orgánica (MO) es uno de los constituyentes más importantes de


los suelos. Su identificación y cuantificación permite clasificar suelos, evaluar su
fertilidad y estimar el peligro de erosión, entre otras cualidades. Existe numerosa
bibliografía que señala los efectos benéficos de la materia orgánica sobre distintas
características físicas y químicas del suelo como estabilidad estructural, capacidad
de retención hídrica, disponibilidad de nitrógeno y azufre, etc.

Constitución y origen de la materia orgánica edáfica

La MO representa un conjunto complejo de sustancias constituidas por


restos vegetales y organismos que están sometidos a un constante proceso de
transformación y síntesis. Por lo tanto, la MO no puede considerarse estable, ni
cualitativa ni cuantitativamente, tanto a corto como a largo plazo.
Normalmente se presenta en cantidades muy inferiores a la fracción
mineral, no obstante su papel es tan importante o más para la evolución y
propiedades de los suelos.
Los constituyentes orgánicos del suelo se pueden agrupar en:

 Materiales vivos (biomasa): Microbiota (microorganismos: algas,


bacterias, hongos, protozoos); Mesobiota (nematodos, gusanos);
Macrobiota (raíces vegetales, lombrices). Representa un grupo
enormemente diverso. Valores usuales son de 10.000 a 10.000.000 de
organismos por gramo de suelo para la microflora y de 1.000 a 100.000
para la microfauna.
 Materiales no vivos: restos orgánicos frescos (tejidos vegetales y
animales), productos excretados por los organismos, productos de
descomposición y compuestos de síntesis.

El concepto de MO del suelo se refiere a la fase muerta, pero en la práctica


se incluyen también a los microorganismos vivos dada la imposibilidad de
separarlos del resto de material orgánico transformado.

Los restos vegetales que caen al suelo y las raíces muertas, sufren primero
transformaciones físicas y químicas y luego, descomposición biológica:

i) Transformación química inicial, es una alteración que sufren los restos


vegetales antes de caer al suelo. Las hojas son atacadas por los microorganismos,
en la misma planta, y se producen importantes transformaciones en su
composición y estructura. Consiste en pérdida de sustancias orgánicas y
elementos minerales como P, N, K, Na.

ii) Acumulación y destrucción mecánica. La hojarasca, ramas, tallos, etc., se


acumulan sobre el suelo y se van destruyendo mecánicamente, fundamentalmente
por la acción de los animales que reducen su tamaño, lo mezclan con la fracción
mineral y lo preparan para la posterior etapa.

iii) Alteración química. En esta etapa se produce una intensa transformación de


los materiales orgánicos y su mezcla e infiltración en el suelo. Los restos
orgánicos en el suelo pierden rápidamente su estructura celular y se alteran a un
material amorfo que va adquiriendo un color cada vez más negro, con una
constitución y composición absolutamente distintos de los originales. Poco a poco
los restos transformados se van desintegrando, difuminándose en el suelo y
finalmente se integran totalmente con la fracción mineral.

La acción de los microorganismos edáficos es decisiva para el desarrollo de


estos procesos de transformación, éstos transforman los residuos orgánicos por
polimerización a sustancias amorfas, de color oscuro y de alto peso molecular, el
humus propiamente dicho (materia orgánica transformada y alterada, con carga
negativa y de carácter ácido. Constituye un conjunto muy complejo de compuestos
orgánicos coloidales de color oscuro, y de elevado peso molecular (10000 –
50000), sometidos a un constante proceso de transformación).

Los microorganismos necesitan del carbono como fuente de energía


(oxidan el C y lo devuelven a la atmósfera como CO2) y el nitrógeno para
incorporarlo a su protoplasma y a ambos los toman de los restos vegetales.

En estas transformaciones se desprenden moléculas inorgánicas (NH4,


NH3, CO2, H2O, etc.), restituyendo así minerales al suelo. El proceso de formación
de humus se denomina humificación, mientras que la mineralización se refiere a
la liberación de sustancias inorgánicas. Todos los nutrientes son absorbidos por
las plantas en forma inorgánica, de aquí la importancia del proceso de
mineralización.

Dependiendo de las características del suelo y de la naturaleza de los


restos vegetales aportados (relación C/N de éstos) dominará la humificación o la
mineralización aunque siempre se dan los dos procesos con mayor o menor
intensidad.

La humificación (proceso enormemente complejo) es responsable de la


acumulación de la MO en el suelo mientras que la mineralización conduce a su
destrucción.

El fin inexorable de todos los compuestos orgánicos del suelo es su


mineralización, por tanto sus destrucción. Pero muchos compuestos son lo
suficientemente estables como para permanecer en cantidades suficientes en los
suelos (su descomposición se compensa con los aportes). Los compuestos
húmicos pueden tener una vida media de cientos a miles de años (dataciones con
14C).
En suelos minerales se ha estimado que entre 65 a 75 % de la MO consiste
de materiales húmicos, que a su vez se pueden diferenciar en ácidos húmicos
(solubles), ácidos fúlvicos (solubles) y huminas (insolubles) según sea su
comportamiento frente a reactivos extractantes (ácidos y álcalis). El resto, se
compone de polisacáridos y sustancias proteicas no totalmente modificadas.
Los restos orgánicos se transforman muy rápidamente comparados con la
fracción mineral, por ello la velocidad de formación del horizonte A es mayor que
la de los horizontes subsuperficiales. La velocidad de descomposición depende
del tipo de resto vegetal aportado y de las condiciones del medio edáfico (pH, Hº,
Tº, disponibilidad de nitrógeno, oxigenación, etc.).

Evolución de la composición elemental.

Además del contenido de agua, que representa el 75 % del peso, los


vegetales están constituidos por Carbono (35 - 50%), Oxígeno (20 - 30%) e
Hidrógeno (4 - 10%). Los tejidos contienen una cantidad notable de Nitrógeno
orgánico (2 - 8%), y de Azufre y Fósforo (0,5 - 10%).
Durante la humificación, la composición elemental de la materia humificada
se aleja tanto más rápido de la de los compuestos vegetales cuando su velocidad
de degradación es más activa. Los coloides húmicos aislados y purificados a partir
de varios tipos de suelos tienen una composición elemental que varía entre los
siguientes límites:
%
C............... 40 - 60
O............... 25 - 50
H............... 2 - 7
N............... 1 - 8
P............... < 1
S............... < 1

Principales vías de transformación

Los procesos de descomposición y su velocidad varían mucho según el tipo


de sustrato orgánico. Existen vías de evolución específicas para cada familia de
sustancias, por ejemplo:

Glúcidos.....................hidrólisis, celulólisis
Prótidos......................proteólisis
Lípidos.......................saponificación
Polímeros fenólicos....hidrólisis y oxidación

Estas sustancias pueden sufrir una degradación más completa


(mineralización) o seguir otro ciclo de evolución, transformándose en otras
sustancias orgánicas bajo la acción de los microorganismos (neosíntesis). Los
productos de neosíntesis son principalmente proteínas, polisacáridos sencillos y
pigmentos oscuros. Estos tres tipos de sustancias le confieren las principales
características a la materia orgánica del suelo. Las proteínas constituyen una
reserva protoplasmática de iones como nitrógeno y azufre, mientras que los
polisacáridos forman ésteres fosfatados y azufrados. Ambos tipos de moléculas
son muy activos químicamente si se encuentran en forma libre en el suelo, y
contribuyen a la estabilización de la estructura del suelo por su capacidad de
adsorber y formar complejos con los coloides minerales. Los pigmentos oscuros
confieren el color pardo o negro al suelo, influyendo en la temperatura del mismo.

TIPOS DE HUMIFICACION

La evolución de la materia orgánica del suelo depende de la actividad


biológica y además de otros factores que intervienen directamente por su acción
sobre la microflora. Estos son el clima, la vegetación y el tipo de material original,
especialmente su pH y contenido de bases. Se pueden destacar dos grandes tipos
de humificación según las condiciones ambientales, las cuales determinarán las
transformaciones químicas de la materia orgánica del suelo.

Humificación biológica: En este caso dominan los procesos biológicos que


suministran la energía y activan los procesos de descomposición. Es característica
de los suelos con buena aireación, con presencia de mesofauna y flora, pH
próximo al neutro y alta disponibilidad de bases. El ciclo biológico es rápido, con
activa mineralización y humificación, y degradación de celulosa (uno de los
componentes más importantes de la materia orgánica fresca) y lignina.

Humificación abiológica: Se produce en condiciones ambientales desfavorables


para la actividad microbiológica, como baja disponibilidad de oxígeno o agua
(hidromorfismo o suelos de desierto), pH ácido y baja concentración de bases en
la roca madre, o vegetación de ericáceas o pinos. Predominan procesos físicos y
químicas de degradación de los residuos vegetales y su combinación con iones
metálicos. La insuficiencia de bases o de oxígeno modera los procesos
biológicos, quedando una capa gruesa de materia orgánica poco evolucionada. La
humificación es muy lenta y se producen sustancias poco polimerizadas y
solubles en agua. Predominan los microorganismos lignívoros acidófilos que
descomponen la lignina a fenoles sencillos que a su vez reaccionan con proteínas.
Este tipo de humificación en condiciones ácidas caracteriza a los Podzoles.

TIPOS DE HUMUS

Desde un punto de vista global (evolución, morfología, propiedades, unión a


la fracción mineral) el material orgánico se clasifica en tres tipos básicos de
humus.

Mor. Materia orgánica muy poco transformada.

Moder. Mayor transformación de la materia orgánica (Fúlvicos y


precursores).
Mull. Materia orgánica evolucionada (ácidos húmicos, coloración del
horizonte muy oscura).

Características básicas de las sustancias húmicas

Las sustancias húmicas (utilizado aquí como sinónimo de humus)


presentan esquemáticamente un núcleo principal de carácter aromático
(benceno, naftaleno, antraceno, furano, etc.) unido en su periferia a grupos
radicales, o funcionales, como los grupos carboxílico y fenólico (ácidos) entre
otros, que confieren al conjunto sus características físicas y fisicoquímicas, y a
grupos de enlace.

Algunas de las características importantes de las sustancias húmicas son la


formación de complejos solubles o insolubles con iones metálicos y la interacción
con sustancias orgánicas y minerales.
La expresión complejo organomineral define entonces el resultado de una
reacción (complexación) entre un anión complexante orgánico y un elemento
mineral del suelo.
Los complejos organominerales pueden dividirse en:
Complejos arcillo-húmicos: muy estables, insolubles, de tamaño relativamente
grande, importantes en la formación de estructura del suelo. La unión se produce
entre minerales arcillosos con carga negativa y grupos funcionales de carácter
catiónico, minerales arcillosos de carga positiva y grupos funcionales con carga
negativa o minerales arcillosos con carga negativa y grupos funcionales con carga
negativa con un catión polivalente que actúa como puente.
Complejos organo-metálicos: estabilidad variable, tamaño relativamente pequeño,
importantes en procesos de inmovilización de metales tóxicos. La unión entre
ambos compuestos se produce a través de la formación de un quelato con Fe o Al,
o Zn, Mn, Cu, Ni (provenientes de vertidos).

CONTENIDO DE MATERIA ORGANICA EN EL SUELO

El contenido de MO de un suelo es el resultado de la interacción de los


factores edafogenéticos en un determinado tiempo. Intervienen el material
parental, el clima, el relieve, el bioma y factores antrópicos como el manejo y uso
del suelo.
El clima afecta los procesos biológicos a través de sus componentes
humedad y temperatura. Las tasas más activas de crecimiento biológico ocurren
en zonas cálidas y húmedas, mientras que las más bajas corresponden a zonas
frías y áridas. Por lo tanto, en regiones de clima frío hay acumulación de materia
orgánica y bajas tasas de humificación y mineralización con niveles altos de
materia orgánica en los suelos (caso extremo: turbas). Zonas cálidas se
caracterizan por niveles más bajos de materia orgánica, dado que las tasas de
mineralización no favorecen la acumulación de materia orgánica. A su vez, en
condiciones húmedas siempre habrá mayores niveles de materia orgánica que en
zonas áridas.
Dentro de una zona climática, el contenido de materia orgánica varía según
la textura del suelo, a mayores contenidos de arcilla y limo corresponden más
altos niveles de materia orgánica. En la zona semiárida, los suelos arenosos
generalmente tienen entre 1 - 1.5 % (en el horizonte superficial) y los de textura
franca entre 3 - 5 % de materia orgánica. En algunos suelos vírgenes de monte en
el norte de La Pampa puede llegar a valores máximos de alrededor de 7 u 8 %.

En cuanto a su distribución en el perfil, la MO se concentra en el horizonte


superficial y disminuye gradualmente con la profundidad (a excepción de
determinados tipos de suelos, como podsoles, turbas y fluvisoles).

En los suelos de pradera el contenido en materia orgánica es mayor que en


los de bosque y alcanza niveles más profundos (figura).

El perfil de carbono orgánico (CO) de un argiudol virgen de Pergamino se


corresponde perfectamente con los suelos de pradera de clima templado. En
superficie, el CO alcanza valores de 3 %, por encima de los primeros 40 cm
supera el 2% y es superior al 1% por encima de los primeros 60 cm.

El uso del suelo por parte del hombre modifica el valor equilibrio de materia
orgánica que resulta de la interacción de factores climáticos e intrínsecos del suelo
como su textura, pH, contenido de bases, etc. Este equilibrio se puede describir de
la siguiente forma:

MOf = MOi +( MOap * fh) – ( MOi * fm)

Donde: MOf: cantidad de MO.


MOap: cantidad de MO aportada como residuos vegetales.
MOi: cantidad de MO inicialmente presente.
fh : factor de humificación de los residuos.
fm : factor de mineralización de la MO estable.

El factor de humificación depende de la calidad del material aportado y


varía entre el 50 % para estiércol bien descompuesto y el 8 - 15 % para paja de
cereales sin aporte de fertilizante nitrogenado. El factor de mineralización varía
según las condiciones ambientales como temperatura, humedad y aireación. Al
igual que el fh, también es afectado por la calidad de sustrato. Asumiendo que
este último factor es relativamente constante en un suelo dado, se considera que
varía entre 1 - 4 % anual. En pasturas recién aradas puede llegar a valores de 8 %
o más.

En un sistema netamente pastoril sobre pasturas naturales el efecto es a


través de la disminución del aporte de residuos vegetales (MOap) al suelo. En
sistemas agrícolas el hombre maneja tanto la cantidad de materia orgánica
aportada como también su factor de humificación (fh), pero el mayor efecto es
sobre la magnitud de la tasa de mineralización de la materia orgánica del suelo.
Las labranzas que remueven la capa arable por completo (arado de reja) y
destruyen agregados (rastras como labor secundaria) aumentan la tasa de
mineralización al exponer más sustancias orgánicas a la acción de los
microorganismos y en condiciones más favorables para éstos, por la mayor
aireación que producen. Las pérdidas causadas por el uso agrícola continuo en
suelos de la Pampa Ondulada fueron estimadas en el orden del 47 % de la
materia orgánica originalmente presente en estos suelos (Michelana et al, 1989).
Las tendencias de utilizar labranzas verticales y labranzas reducidas hasta la
siembra directa, y de no quemar ni pastorear los rastrojos apuntan a minimizar las
pérdidas de materia orgánica y hasta lograr aumentos de ésta mediante un buen
manejo de los residuos.

Propiedades de la materia orgánica

Propiedades físicas.

Confiere al suelo un determinado color oscuro

Estructura. Influye tanto en la formación como en la estabilización de los


agregados. Las sustancias húmicas tienen un poder aglomerante, se unen a la
fracción mineral y dan buenos flóculos en el suelo originando una estructura
grumosa estable, de elevada porosidad, lo que implica que la permeabilidad
del suelo sea mayor.

Tiene una gran capacidad de retención de agua lo que facilita el


asentamiento de la vegetación, dificultando la acción de los agentes erosivos

La temperatura del suelo es mayor debido a que los colores oscuros


absorben más radiaciones que los claros.

Protege al suelo de la erosión. Los restos vegetales y animales depositados


sobre la superficie del suelo lo protegen de la erosión hídrica y eólica. Por otra
parte, como ya hemos mencionado, el humus tiene un poder aglomerante y da
agregados que protegen a sus partículas elementales de la erosión.

Protege al suelo de la contaminación. La materia orgánica adsorbe


plaguicidas y otros contaminantes y evita que estos percolen hacia los
acuíferos.

Aumenta el rango de humedad en el que el suelo se comporta como friable


(consistencia ideal para realizar el laboreo), debido a su capacidad de absorber
agua y no manifestar plasticidad.

Disminuye la densidad aparente del suelo ya que posee menor densidad


(1.1 - 1.5 grs/cm3) que la fase inorgánica (2.65 grs/cm3) y además genera
porosidad en el suelo.
Propiedades químicas y fisicoquímicas.

Las sustancias húmicas tienen propiedades coloidales, debido a su tamaño


y carga (retienen agua, hinchan, contraen, fijan soluciones en superficie,
dispersan y floculan).

La materia orgánica es por tanto una fase que reacciona con la solución del
suelo y con las raíces.

Capacidad de cambio. La materia orgánica fija iones de la solución del


suelo, los cuales quedan débilmente retenidos, están en posición de cambio,
evitando por tanto que se produzcan pérdidas de nutrientes en el suelo.

La capacidad de cambio es de 3 a 5 veces superior a la de las arcillas, es por


tanto una buena reserva de nutrientes.

Influye en el pH. Produce compuestos orgánicos que tienden a acidificar el


suelo.

Influye en el estado de dispersión/floculación del suelo

Es un agente de alteración por su carácter ácido. Descompone los


minerales.

Propiedades biológicas

Aporte de nutrientes a los microorganismos y fuente de energía.

DETERMINACION DE LA MATERIA ORGANICA

1. CARBONO TOTAL:
La determinación cuantitativa de la materia orgánica de suelos minerales se
hace mediante la determinación de carbono total del suelo. Únicamente en suelos
orgánicos la cantidad de materia orgánica se puede determinar directamente por
la diferencia de peso antes y después de haberla destruido por oxidación
completa.

El carbono total es la suma de carbono orgánico e inorgánico. El


carbono orgánico se halla principalmente en la materia orgánica mientras el
carbono inorgánico se encuentra en forma de carbonatos minerales. No todos los
suelos contienen carbono inorgánico, debido a que en su pedogénesis el
carbonato originalmente presente en el material parental puede perderse por
lixiviación. Sin embargo, en suelos formados sobre material calcáreo en
condiciones áridas y semiáridas, frecuentemente la cantidad de carbono
inorgánico supera la de carbono orgánico.

La determinación de carbono en suelos involucra la conversión de todas las


formas de carbono a CO2 por oxidación seca o húmeda y la subsecuente
cuantificación del dióxido de carbono mediante técnicas gravimétricas,
titrimétricas, volumétricas, espectrofotométricas o gascromatográficas.

La oxidación seca (combustión) se lleva a cabo en mufla a una temperatura


de aproximadamente 1000 °C, con el agregado de un catalizante y en atmósfera
libre de CO2. El gas producido se absorbe en un medio apropiado para su
posterior valoración.
En la oxidación húmeda, en tanto, se hierve el suelo con una mezcla de
oxidantes, siendo las demás condiciones iguales.

Debido a que los métodos mencionados requieren aparatos especiales, se


ha desarrollado una técnica simplificada de oxidación húmeda para análisis de
rutina de C total en aguas y suelos. En este caso el C presente se oxida con
dicromato de potasio agregado en exceso y en cantidad conocida, y se valora la
cantidad de C indirectamente por la titulación del dicromato no reducido (Walkley y
Black). Su ventaja es la rapidez y sencillez, pero este método tiene como
inconveniente que la oxidación del C orgánico es incompleta en la técnica y hace
necesario el uso de un factor de corrección. El factor que se utiliza se ha
establecido empíricamente comparando los resultados de ésta técnica con los
métodos más exactos descriptos anteriormente.
Para lograr una oxidación completa del C se ha empleado este mismo
método con la variación de hervir la mezcla suelo - oxidante, lo cual logra que se
puede suprimir el factor de corrección y obtener resultados más exactos. Esta
variante del método de Walkley y Black no es tan sencilla ya que requiere de
mucho cuidado cuando se calienta la mezcla.

La estimación de carbono orgánico en suelos no calcáreos no presenta


dificultades ya que C total = C orgánico. En suelos calcáreos existen dos
alternativas, el C orgánico se puede calcular de la diferencia entre C total y C
inorgánico. En este caso el C inorgánico se debe determinar por separado por un
método que no afecta el C orgánico. La segunda alternativa es de eliminar el C
inorgánico de la muestra con un pretratamiento antes de analizar por C total.
Ambas alternativas tienen sus respectivas desventajas, en el primer caso baja la
precisión de los datos ya que se obtienen por diferencia de dos datos
experimentales, y en el segundo caso por la variabilidad en la efectividad del
pretratamiento. No obstante, en general se ha adoptado el pretratamiento de la
muestra con sulfato de hierro en ácido sulfúrico por ser más simple, rápido y
menos costoso.
La cantidad de materia orgánica se calcula multiplicando el valor de C por el
cociente de materia orgánica/C orgánico normalmente hallado en suelos minerales
(1,724). Sin embargo, muchos investigadores mantienen que este valor es
demasiado bajo para muchos suelos, y que factores de conversión de 1,9 y 2,5
serían más apropiados para suelos superficiales y subsuperficiales
respectivamente.

Es evidente que la estimación de la materia orgánica a partir de la


concentración de carbono no es muy exacta, ya que el contenido de C en la
materia orgánica varía entre suelos y con la profundidad en el perfil.

2. FRACCIONAMIENTO DE MATERIA ORGANICA Y DETERMINACION DE


CARBONO LIVIANO:

La mayor proporción de materia orgánica en suelos consiste de compuestos


húmicos. Estos son sustancias orgánicas complejas con un rango muy amplio de
peso molecular. Según su solubilidad en ácidos y álcali se pueden diferenciar tres
fracciones de sustancias húmicas:

a) ácido húmico, soluble en álcali diluido.


b) ácido fúlvico, soluble en álcali diluido y en ácido.
c) Humina, insoluble en álcali diluido y ácido.

El esquema de extracción y fraccionamiento de sustancias húmicas se presenta a


continuación:

Las tres fracciones de sustancias húmicas son químicamente muy similares


pero difieren en su peso molecular, composición elemental y contenido de grupos
funcionales. Los ácidos fúlvicos tienen menor peso molecular, pero mayor
contenido de grupos funcionales (-COOH, -OH, -C=O) por unidad de peso que las
otras fracciones.
La finalidad del fraccionamiento es de poder diferenciar suelos sobre la
base de su calidad de materia orgánica, ya que suelos evolucionados en distintas
condiciones climáticas o sobre distintos materiales originales poseen diferentes
proporciones de estas fracciones.

COMPOSICION ELEMENTAL DE SUSTANCIAS HUMICAS:

Elemento Acido Húmico Acido Fúlvico


..........% .........
(peso seco libre de cenizas)

C 50-60 40-50

O 30-35 44-50

H 4-6 4-6

N 2-6 <1-3

S 0-2 0-2

Las diferencias de composición elemental y de proporción de cada fracción


húmica en distintos suelos repercuten sobre la fertilidad química de éstos.

Otra forma de evaluar la calidad de la materia orgánica es la determinación


de la fracción de "Carbono Liviano", o de la denominada "Materia Orgánica
Gruesa". Estas técnicas se basan en la separación física de sustancias orgánicas
de menor peso molecular por suspensión en soluciones de peso específico
determinado, en el caso de C liviano, o de tamizado en agua para separar los
residuos orgánicos poco alterados, en el segundo caso. Las fracciones de materia
orgánica así separadas corresponden a compuestos de bajo peso molecular, que
todavía se parecen en sus características químicas y físicas a sus precursores de
origen vegetal o animal. La mayoría de estos compuestos son muy susceptibles al
ataque de los microorganismos, y constituyen la fracción más lábil y más dinámica
de la materia orgánica. La cuantificación de esta fracción es muy útil para poder
diferenciar el efecto de distintos tipos de manejo sobre la evolución de la materia
orgánica del suelo.

Aparte de las determinaciones mencionadas existen métodos para


cuantificar moléculas orgánicas específicas dentro de la materia orgánica, y
técnicas de medición de la actividad microbiana, como también de la masa
microbiana. Cada determinación arroja valores que permiten conocer distintas
aspectos de la materia orgánica edáfica. De esta manera, el dato de materia
orgánica total se debe considerar como el resultado del equilibrio de los
factores que influyen sobre la formación del humus. Por lo tanto, sólo se
pueden comparar valores cuando se tiene en cuenta las condiciones de clima y la
textura del suelo. Los datos de fraccionamiento y de determinación de C liviano o
MO gruesa generalmente se expresan como proporción de MO total, pudiéndose
así interpretar diferencias de calidad de materia orgánica.

METODO DE WALKLEY & BLACK PARA LA DETERMINACION DE CARBONO


TOTAL:

La técnica consiste en la oxidación del carbono por vía húmeda,


utilizando dicromato de potasio como oxidante, con el agregado de ácido sulfúrico
para favorecer las condiciones de oxidación. La reacción química es la siguiente:

8 K2Cr(VI)2O7 + 16 H2SO4 + C6H12O6

4 Cr(III)(SO4)3 + 4 K2SO4 + 14 H2O + 6 CO2 + 4 K2Cr(VI)2O7

El Cr(VI) no usado en la oxidación se valora luego por titulación con sulfato ferroso
amoniacal (Sal de Mohr):

Cr2O72- + Fe2+ FeCr2O7

REACTIVOS:

1. Dicromato de potasio 4 N: Pesar 49,04 g de la sal pura y llevar a 1 litro.


2. Sulfato ferroso amoniacal 0,5 N: Se disuelven 196,1 g de la sal en 800 ml de
agua dest. en matraz aforado de 1 l, se agregan 20 ml de ác. sulfúrico conc. y se
lleva a volumen.
3. Difenilamina: Se disuelven 0,5 g en 20 ml de agua dest. y se agregan 100 ml
de ác. sulfúrico concentrado.
4. Acido sulfúrico concentrado.
5. Fluoruro de sodio.
6. Acido fosfórico concentrado.

PROCEDIMIENTO:

Se pesa 1 g de suelo seco y tamizado y se lleva a un erlenmeyer de 500 ml.


Se agrega exactamente 10 ml de solución de dicromato de potasio con pipeta de
doble aforo. Se añaden 20 ml de ácido sulfúrico concentrado y se deja enfriar 30
min.
Paralelamente se prepara un blanco en idénticas condiciones pero sin la
muestra de suelo.
Una vez enfriado, se agregan 170 ml de agua destilada, una pizca de
fluoruro de sodio y 10 ml de ácido fosfórico concentrado.
Se agita, se agregan 10 gotas de difenilamina y se titula con Sal de Mohr.
En primer lugar se titula el blanco y luego las muestras. El color de la solución
antes de titular es pardo amarillento o oscuro, al comenzar la titulación pasa a azul
oscuro, y el punto final se caracteriza por un color verde intenso.

CALCULOS:

1. CARBONO TOTAL:

1.3 * 0.003 g/meq * 0.5 meq/ml * (B - P) ml


%C= * 100
peso de la muestra (g)

Donde:
1.3 - factor de corrección por la incompleta oxidación.
0.003 - peso de un miliequivalente de C en g.
0.5 - normalidad de la Sal de Mohr.
B - ml de Sal de Mohr gastados con el blanco.
P - ml de Sal de Mohr gastados con la muestra.

2. MATERIA ORGANICA:
1
% MO = * % C = % C * 1.72
0.58

Donde: 0.58 surge de que se considera un contenido promedio de C del 58 % en


la materia orgánica.

http://www.exactas.unlpam.edu.ar/academica/catedras/edafologia/practicos/mo-04.htm

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