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MINIBATERIA KOPPITZ
Técnicas de Exploración Psicológica I
Cogliati, Luisina
Piñón, Daiana
Romay, Roxana
17 de mayo de 2018
Contenido
Introducción .......................................................................................................................................................... 4
Test Gestáltico Visomotor de Bender ................................................................................................................... 6
Instrucciones para la administración ................................................................................................................. 7
Puntuación ........................................................................................................................................................ 8
Tarjetas e ítems de puntaje del Bender según Koppitz ..................................................................................... 9
Procedimiento ........................................................................................................................................... - 2 -
Evaluación – Análisis cuantitativo............................................................................................................ - 4 -
Interpretación del VADS .......................................................................................................................... - 5 -
Análisis cualitativo de los resultados ........................................................................................................ - 6 -
Dibujo de la Figura Humana ............................................................................................................................. - 9 -
Evolución del dibujo de la figura humana en los niños ..........................................................................- 10 -
Administración............................................................................................................................................- 12 -
Materiales................................................................................................................................................- 12 -
Consigna .................................................................................................................................................- 12 -
Puntuación ..................................................................................................................................................- 13 -
Ítems evolutivos ......................................................................................................................................- 13 -
Estas tres pruebas se complementan e integran una Minibateria en la medida en que evalúan
distintos aspectos cognitivos y aportan datos valiosos de las características emocionales del niño,
constituyendo una excelente opción para detectar, en forma rápida, posibles dificultades de
aprendizaje.
La copia de las 9 tarjetas del Bender está relacionada con la habilidad de una persona para
reproducir estructuralmente patrones visuales que percibe en forma simultánea. La imposibilidad
de reproducción es un indicador de una disfunción. Los subtest que integran el VADS están
propuestos para evaluar la habilidad para reproducir estímulos que se presentan fundamentalmente
en forma sucesiva. La realización del dibujo de una persona (DFH) es un indicador de la madurez
conceptual de un sujeto a la vez que si incluimos su interpretación como técnica proyectiva puede
brindarnos información sobre el desarrollo emocional.
Sin embargo, las tres pruebas de ninguna manera agotan los recursos que deben tenerse en cuenta
para un diagnóstico psicoeducacional definitivo, pero sí son útiles en una primera aproximación
para el despistaje (screening) de dificultades en el aprendizaje escolar. (Casullo & L. de Figueroa,
1991)
Un test de screening, rastrillaje o despistaje se usa para detectar riesgo, es decir da una evaluación
poco detallada, preliminar y que debe profundizarse. En cambio un test diagnóstico intenta brindar
al usuario una evaluación detallada y pormenorizada de una situación, atributo, estado o rasgo
dado. Los test de despistaje y screening son breves y altamente sensibles. Esto es así para que una
vez que los casos son localizados mediante el instrumento de despistaje, se los vuelve a examinar
pero esta vez con técnicas de diagnóstico, que brindan información más acabada y completa,
1
Nació en Alemania. De pequeña su familia emigró a los Estados Unidos. Fallece ahí en 1983.
permitiendo confirmar los resultados iniciales o descartarlos. Los instrumentos de screening
funcionan como filtro, por lo que deben ser de administración y evaluación breve y sencilla, ya
que se trabaja con un gran número de personas en un corto lapso. (Fernández Liporace, 2009)
Un test es un instrumento que provee un tipo de escala para medir diferencias individuales
consistentes en relación a un determinado concepto psicológico, y sirve para ubicar a los sujetos
en función de tal concepto. Debe interpretarse en base a promedios y probabilidades, sin dejar de
considerar la situación concreta de un sujeto particular. (Casullo, 1991)
Esta Minibateria puede administrarse a sujetos de culturas diferentes siempre y cuando se tenga
en cuenta las Equivalencias Conceptuales (tener en cuenta el contenido y el concepto del
constructo), las Equivalencias Lingüísticas (considerar las diferencias lingüísticas entre los
distintos países) y las Equivalencias Métricas (cerciorarse de que al traducir, determinado test siga
midiendo aquella variable que medía el original y de la misma manera) a la hora de hacer las
adaptaciones necesarias.
Por ejemplo hay que tener en cuenta en el caso del VADS que el sujeto al cual se lo administre
debe tener escolaridad y familiaridad con el sistema numérico. Esto no quiere decir que no se
pueda administrar, sino que el VADS es más restringido que el Bender y el DFH, pero no por eso
es imposible de adaptar.
Test Gestáltico Visomotor de Bender
El Test Gestáltico Visomotor es un test psicométrico, publicado por Lauretta Bender (1897-1987)
en 1938 en una monografía. El test propone evaluar la función gestáltica, “aquella función del
organismo por el cual éste responde a una constelación de estímulos dada como un todo, siendo la
respuesta misma una constelación, un patrón, una gestalt”.
La Gestalt es un todo integrado, una estructura formada; donde el TODO es más que la suma de
las partes, es una estructura independiente de sus partes. La percepción estimula procesos del
organismo, los cuales no actúan independientes, sino que se integran en tiempo y espacio. Por lo
que la percepción es un acto de integración y síntesis. Al copiar las figuras el producto es un patrón
visomotor que depende de la integración del sujeto.
El Test de Bender consiste en nueve figuras que son presentadas una por vez para ser copiadas por
el sujeto en una hoja en blanco. Wertheimer2 (1923) había usado originalmente esos diseños para
demostrar los principios de la Psicología de la Gestalt en relación con la percepción. Lauretta
Bender adaptó estas figuras y las usó como un test visomotor. Al hacer esto, aplico la psicología
de la Gestalt al estudio de la personalidad y la práctica clínica. (Koppitz, 1997)
El empleo del Test de Bender en niños en edad escolar antes de los ’60 no era tan frecuente como
lo empezó a ser a partir de la publicación del libro de Elizabeth Koppitz en 1963. Koppitz afirma
que el Test de Bender evalúa la integración visomotora, es decir la percepción visual y la
coordinación motriz. Para esto presenta una escala de maduración en la que se usa puntajes para
cada uno de las nueve figuras. (Casullo, 1991)
María Martina Casullo realiza un estudio en Argentina en la década de 1980, con el fin de aportar
a los usuarios del Test de Bender baremos obtenidos a partir del análisis de niños en edad escolar,
seleccionados en distintas localidades del país y agrupados por regiones geográficas.
2
Werthimer uno de los fundadores de la Psicología de la Gestalt, junto con Köhler y Koffka.
Instrucciones para la administración
El Test de Bender se aplica en niños de 5 años y medio a 12 años y once meses. (segunlos
baremos argentinos realizados en…)
Se requiere:
Una hoja A4
Lápiz nº 2 semiblando
Goma de borrar
Las 9 tarjetas del Test
Koppitz propone sentar al niño confortablemente frente a una mesa donde se haya la hoja (en
posición vertical) junto con el lápiz y la goma de borrar. Luego de establecer un buen “rapport”,
se le muestra al niño la pila de tarjetas del Bender (en posición horizontal) diciéndole: “Aquí tengo
9 tarjetas con dibujos para que los copies”. Se procede a mostrarle la 1° tarjeta (figura A)
diciéndole: “Esta es la primer tarjeta, haz un dibujo igual a éste”.
No se hace comentarios. Se anotan las observaciones sobre la conducta del niño durante el test.
Cuando el niño ha terminado de dibujar una figura, se retira la tarjeta y se pone la siguiente. Se
procede de la misma manera hasta terminar con las 9 tarjetas.
Si un niño hace preguntas sobre el número de puntos o el tamaño de los dibujos, etcétera, se le
debe dar una respuesta neutral, como “Hazlo lo más parecido al dibujo de la tarjeta que puedas”.
También puede pasar que un niño empiece a contar los puntos de la figura 5, y ahí se le puede
decir: “No necesitas contar los puntos, simplemente trata de hacerlo lo más parecido a la tarjeta”.
Si el niño todavía persiste en contar los puntos adquiere significación diagnóstica; son indicios de
que el niño es probablemente muy perfeccionista o compulsivo.
Si el niño ha llenado la mayor parte de la hoja y la hace girar para ubicar la figura 8 en el espacio
restante, se debe anotar en el protocolo, ya que no se considera esto una rotación del dibujo.
Se le permite a cada niño usar todo el papel que desee. Si pide más hojas que las da, se debe dar el
papel adicional sin comentarios.
Aunque el test no tiene tiempo límite, es conveniente registrar el tiempo empleado en completar
el test, ya que un período de tiempo extremadamente corto o muy largo es significativo desde el
punto de vista diagnóstico. Algunos niños trabajan con gran facilidad y bastante rápido, mientras
que otros se esfuerzan laboriosamente y requieren una gran cantidad de tiempo para completar la
prueba. Otros, a su vez, dibujan muy de prisa y trabajan de manera totalmente descuidada. Los
niños que parecen tener menos dificultad y parecen desempeñarse mejor, trabajan a paso regular,
pero moderado.
Algunos autores señalan que el tiempo límite para cada dibujo es de 5 minutos. Si se sobrepasa
este tiempo debe anotarse y correspondería a un niño con un perfil lento, y metódico para el
acercamiento a situaciones novedosas. Por otra parte, si su tiempo es inferior a 3 minutos
estaríamos probablemente delante de un niño con un patrón impulsivo (poco reflexivo).
De todas formas, si creemos que algún ítem se ha realizado de forma muy rápida y no refleja la
destreza real del niño podemos pedirle que lo efectúe de nuevo. En este caso, deberá anotarse en
el protocolo, así como aspectos de su conducta durante la ejecución que consideremos relevante.
Además se debe cuidar que sea administrado al comienzo de la sesión de diagnóstico cuando el
niño está descansado, ya que un niño fatigado no rinde óptimamente.
Puntuación
Cada dibujo del test es puntuado en:
- Distorsión de la forma
- Rotación
- Integración
- Perseveración
Se computan solo las desviaciones bien claras. En caso de duda el ítem no se computa. En niños
pequeños con un control motor fino todavía inmaduro, se ignoran las desviaciones menores.
Todos los puntos se suman formando un puntaje compuesto, sobre el que se basan los datos
normativos y establecen así en años la correspondiente edad de maduración visomotora. La
puntuación total registra los errores en la copia de las tarjetas.
Tarjetas e ítems de puntaje del Bender según Koppitz
FIGURA A
1. Distorsión de la forma
a) El cuadrado o el círculo o ambos están excesivamente achatados o deformados; un eje
del círculo o cuadrado es el doble de largo que el otro.
b) Desproporción entre el tamaño del cuadrado y el del círculo; uno es el doble de grande
que el otro.
2. Rotación
Rotación de la figura o parte de la misma en 45° o más; rotación de la tarjeta aunque luego
se copie correctamente en la posición rotada.
3. Integración
Falla en el intento de unir el círculo y el cuadrado; el círculo y el vértice adyacente del
cuadrado se encuentran separados en más de tres milímetros. Esto se aplica también a la
superposición.
FIGURA 1
4. Distorsión de la forma
Cinco o más puntos convertidos en círculos; puntos agrandados o círculos parcialmente
llenados no se consideran como círculos para el puntaje de este ítem (en caso de duda, no
computar); las rayas no se computan.
5. Rotación
La rotación de la figura en 45° o más; la rotación del estímulo aun cuando luego se copia
correctamente la tarjeta rotada
6. Perseveración
Más de 15 puntos en una línea
FIGURA 2
7. Rotación
Rotación de la figura en 45° o más; rotación de la tarjeta aunque luego se copie
correctamente en la posición rotada.
8. Integración
Omisión de una o dos hileras de círculo; hilera de puntos de la Figura 1 usados como tercera
hilera de la Figura 2; cuatro o más círculos en la mayoría de las columnas; adición de una
hilera más.
9. Perseveración
Más de 14 columnas de círculos en una hilera.
FIGURA 3
FIGURA 4
13. Rotación
Rotación de la figura, o parte de ella, en 45° o más; rotación de la tarjeta estímulo aun
cuando luego se copie correctamente el modelo rotado.
14. Integración
Una separación de más de 3mm entre la curva y el ángulo adyacente; lo mismo se aplica a
la superposición. La curva toca ambas esquinas.
FIGURA 5
FIGURA 6
FIGURA 7
FIGURA 8
Casullo propone el uso de puntajes standard básicos (Z) y su posterior ubicación en términos de
Percentiles. Este tipo de puntaje permite averiguar en cuánto difiere el puntaje obtenido por el niño
de la Media de la muestra. Se utiliza la desviación típica o standard (SD) como unidad de medida.
Pasos a seguir:
1) Se saca el puntaje en bruto sumando un punto por cada error en cada figura usando los
“indicadores madurativos”.
2) Se suma el puntaje bruto y se transforma en puntaje Z.
3) Se busca el percentil.
4) Se conoce el diagnostico madurativo.
El test puede aplicarse a partir de los 4 años. Los niños la aceptan bien dado que es poco intrusiva
y requiere pocas explicaciones.
Alrededor de los 11 años la mayoría de los niños son capaces de copiar los dibujos del test sin
errores.
Análisis cualitativo
INDICADORES EMOCIONALES: Los niños con problemas visomotores suelen acarrear
también problemas emocionales relacionados. Los niños sin problemas emocionales sobrellevan
mejor el aprendizaje y buscan mejorar en sus problemas visoperceptivos. Para evaluar esto se
utiliza el Test de Bender como un Test Proyectivo. Para esto Koppitz plantea 10 indicadores a
tener en cuenta:
1- Orden confuso
Las figuras están desparramadas arbitrariamente en el papel sin ninguna secuencia ni orden lógico.
Se considera positivo cualquier tipo de orden o secuencia lógica. Esto puede ser una disposición
de las figuras desde la parte superior de la página hacia abajo y nuevamente hacia arriba, de
izquierda a derecha, o de derecha a izquierda. No se computa como falta este ítem si dibuja la
Figura 8 en el extremo superior de la página porque no le ha quedado espacio libre al costado o al
pie de la página.
El Orden Confuso en los dibujos está asociado con un planeamiento pobre o incapacidad para
organizar el material. También se relaciona con confusión mental, particularmente en los niños
mayores o más inteligentes. Es común entre los niños de 5 a 7 años.
Dos o más cambios abruptos en la dirección de la línea de puntos o círculos de las Figuras 1 y 2.
No se computa cuando se trata de una rotación o curva continua, gradual. El cambio de dirección
debe abarcar por lo menos dos puntos o círculos consecutivos, no se computa cuando hay un sólo
punto o una columna de círculos fuera de la línea. Este ítem se acredita una sola vez
independientemente de que se dé en una o ambas figuras.
La Línea Ondulada parece estar asociada con inestabilidad en la coordinación motora y en la
personalidad. Puede reflejar una inestabilidad emocional resultante de la defectuosa coordinación
y escasa capacidad de integración, o un pobre control motor debido a la tensión que experimenta
el niño con perturbaciones emocionales. Puede deberse a factores orgánicos o emocionales.
Por lo menos la mitad de todos los círculos de la Figura 2 están reemplazados por rayas de 2mm o
más. La sustitución de los círculos por puntos no se computa, esto no parece diferenciar entre niños
con serios problemas afectivos y sin ellos.
La Sustitución de Círculos por Rayas ha sido asociada con impulsividad y con falta de interés o
atención en los niños pequeños. Se la ha encontrado en los niños que están preocupados por sus
problemas o en los que tratan de evitar hacer lo que se les pide.
Los puntos y los círculos aumentan progresivamente de tamaño hasta que los últimos son por lo
menos tres veces más grandes que los primeros. Este ítem se computa sólo una vez aunque se dé
en más de una figura.
El tamaño de los dibujos está asociado con la baja tolerancia a la frustración y explosividad. Como
los niños muy pequeños tienden normalmente a tener una tolerancia menos a la frustración, las
implicaciones diagnósticas de esta desviación aumentan a medida que los niños crecen.
5- Gran tamaño
Uno o más de los dibujos es un tercio más grande en ambas direcciones que el de la tarjeta de
estímulo. Cuando el dibujo consta de dos partes, por ejemplo la Figura A y la 7, ambas partes
deben estar agrandadas para que se compute esta categoría. El ítem se acredita una sola vez
independientemente de la cantidad de figuras agrandadas.
El Gran Tamaño ha sido asociado en los niños con la conducta acting out (forma de descargar los
impulsos hacia afuera).
6- Tamaño pequeño
Uno o más dibujos son la mitad más pequeños que el modelo. El tamaño de cada figura se mide
en ambas direcciones. Cuando un dibujo consta de dos partes, por ejemplo la Figura A y la 4,
ambas partes tienen que haber sido reducidas en su tamaño para que se compute esta categoría.
Este ítem se acredita una sola vez independientemente de la cantidad de figuras que han sido
reducidas en su tamaño.
El Tamaño Pequeño (micrografismo) en los dibujos está asociado en los niños con ansiedad,
conducta retraída, constricción y timidez.
7- Línea fina
El trazo es tan fino que hay que esforzarse para ver el dibujo completo.
La Línea Fina está asociada en los niños pequeños con timidez y retraimiento.
Todo el dibujo o parte del mismo ha sido repasado o reformado con líneas espesas, impulsivas. El
dibujo puede haber sido primero borrado y luego vuelto a dibujar, o puede haber sido corregido
sin ninguna borradura. Este ítem se computa una sola vez independientemente de que el repaso se
dé en una o varias de las figuras.
9- Segunda tentativa
Los niños muy ansiosos asocian significados particulares a la forma del diseño, por ejemplo la
Figura 6 puede ser asociada con una víbora y con masculinidad. Un niño que tenga problemas de
identificación masculina puede reaccionar ante la figura 6 con ansiedad, y puede encontrar difícil
el terminarla. Puede intentar varias veces antes de poder lograrlo.
10- Expansión
Se emplean dos o más hojas de papel para terminar las nueve figuras del Bender. Este ítem se
computa sin considerar si cada dibujo está en una hoja diferentes o si ocho dibujos están en una
página y el último en el reverso de la misma.
La Expansión está asociada en los niños pequeños con impulsividad y conducta acting out. Este
indicador parece darse normalmente en los preescolares. Entre los niños en edad escolar aparece
casi exclusivamente en los protocolos de los que están emocionalmente perturbados y tienen un
deterioro neurológico.
Sin embargo la interpretación simbólica de los protocolos de niños pequeños a menudo es llevada
muy lejos y frecuentemente tiene poca validez. Las interpretaciones simbólicas son hipótesis que
tienen que ser comprobadas por datos fehacientes. Sería desafortunado suponer que existen ciertos
sentimientos y relaciones dinámicas simplemente porque se observa en el protocolo un “signo”
determinado.
Se considera más seguro y apropiado emplear primero la explicación más simple y más lógica
(indicadores madurativos), y recurrir a las interpretaciones simbólicas (indicadores emocionales)
sólo cuando todos los otros métodos se han mostrado insuficientes.
Test de Memoria Auditiva y Visual de Dígitos (VADS)
La prueba de VADS posibilita la evaluación de estrategias cognitivas (visuales, auditivas,
gráficas) en forma independiente o combinada. Esta prueba tiene validez empírica para discriminar
entre el alumno “con problemas para el aprendizaje escolar” del que no los posee. Los subtests que
integran dicha prueba se basan en la obtención y procesamiento de la información que se adquiera
a través de distintas modalidades sensoriales. (Casullo & L. de Figueroa, 1991)
Elizabeth Koppitz elabora el VADS compuesto de 26 tarjetas impresas en dígitos. Es una prueba
breve, fácil de administrar, confiable y con normas válidas. Nos da 11 puntajes, incluyendo:
evaluación del proceso auditivo y visual, memoria auditiva y visual, integración intersensorial e
intrasensorial. Evalúa la habilidad para reproducir estímulos que se presentan principalmente en
forma sucesiva.
El test evalúa la memoria inmediata a través de una modalidad intrasensorial (estímulo auditivo –
respuesta auditiva, estímulo visual – respuesta visual) e intersensorial (presentación oral del
estímulo – respuesta gráfica). Además brinda información acerca de la capacidad de concentración
y secundariamente diagnóstica el nivel de ansiedad del niño.
Según Koppitz, una mala concentración resulta en un pobre rendimiento en Memoria de Dígitos;
la conciencia de este pobre logro provoca un estado de ansiedad, ésta aparece como una resultante
secundaria. El bajo rendimiento de muchos alumnos con problemas de aprendizaje en test de
Dígitos refleja poca capacidad para establecer y evocar secuencias de símbolos más que un estado
de ansiedad.
En el VADS, Koppitz elige deliberada y cuidadosamente los dígitos como estímulos. Por el hecho
de, como las letras, forman parte del aprendizaje escolar y tienen la ventaja de que si sacamos el
0, sólo hay 9 dígitos, en comparación con las 26 letras del alfabeto. Además se ha demostrado que
los niños tienden a asociar las letras con algún tipo de significado cuando se las emplea en pruebas
diagnósticas.
El examinar nombra las series de dígitos que figuran en la tarjeta 1-1 y se le pide al examinado
que las repita. Es decir, el niño reproduce oralmente una serie de dígitos que se le verbaliza.
Este subtest evalúa integración entre percepción auditiva, conservación de una secuencia y su
evocación.
Se presentan las series de dígitos que figuran en las tarjetas 2-A y 2-10 y se pide la evocación oral
de lo percibido. Es decir, el niño debe reproducir oralmente una serie impresa de dígitos que lee.
Pretende evaluar en qué medida un alumno puede procesar un estímulo visual y reproducirlo
oralmente, es decir integración Visual – Oral y memoria. Un proceso similar al que se da cuando
se le pide a un alumno que lea es voz alta un trozo impreso.
Se presentan oralmente la serie de dígitos que figuran en la tarjeta 3-1 y se solicita la reproducción
gráfica. El niño escucha y luego reproduce en forma gráfica dígitos que se le verbalizan.
Pone en evidencia en qué medida el alumno es capaz de procesar, establecer una secuencia y
evocar estímulos auditivos y trasladarlos a símbolos escritos. Este subtest evalúa integración visual
y memoria. Un proceso similar está implícito en el hecho de tener que escribir frases u oraciones
que son dictadas.
Se presentan las series de dígitos que figuran en la tarjeta 4-A a 4-10 y se pide al niño que las
reproduzca de memoria en forma gráfica. El niño lee y reproduce gráficamente una serie de dígitos.
Nos permite comprobar cómo puede un alumno procesar, establecer secuencias y memorizar
estímulos visuales, es decir que evalúa integración intrasensorial entre percepciones visuales y
expresión gráfica. Esto es similar a cuando se le pide que escriba de memoria lo que recuerda haber
visto en forma gráfica.
Los cuatro subtests implican reproducir series que van de dos a siete dígitos.
Administración del VADS
El test puede ser administrado a niños entre cinco años y medio y doce años de edad cronológica;
que sepan leer y escribir números.
Baremos argentinos
Material
Para el examinado:
• Un juego de 26 tarjetas Para el examinador:
• Una hoja de papel blanca • Un lápiz
• Un lápiz • Un protocolo de respuestas
• Una goma de borrar • Un cronómetro
Procedimiento
Una vez que el niño está cómodo en un escritorio, se le muestran las tarjetas de VADS, diciéndole
por ejemplo: “Aquí tengo unas tarjetas con números, quiero ver tu habilidad para recordar
números”. Es importante tener en cuenta la edad del niño.
Se procede luego a realizar el primer subtest. Se contesta cualquier pregunta que el niño haga. Es
importante: observar cómo trabaja y se toma nota no sólo de sus respuestas específicas sino
también de sus actitudes y comportamiento general.
Se le dice al niño: “Voy a decir algunos números, cuando yo termine quiero que los repitas”.
Con niños de 5 años y medio a 6 años se empieza con la serie de 3 dígitos. Si falla con la
primera serie, se usa la segunda serie de 3 dígitos. Si falla nuevamente, se pasa a una serie
de 2 dígitos hasta que logre reproducirla y luego se suspende. Si el niño repite uno de los
tres dígitos correctamente se pasa a la serie de 4 dígitos y así sucesivamente. Se abandona
el subtest cuando el niño fracasa en ambos intentos en cualquier serie de dígitos.
Con niños de 7 y 9 años, o con niños mayores pero cierto retardo, se empieza con la serie
de 4 dígitos. Si falla en las dos series de 4 dígitos, se pasa a la de tres dígitos, hasta que
pueda repetir una secuencia en forma correcta. Si realiza con éxito la serie de 4 dígitos, se
pasa a la de 5. Se continúa hasta que el sujeto fracasa en los dos intentos de una misma
serie.
Con niños de 10 años no sospechosos de retardo, se comienza con una serie de 5 dígitos, y
se procede de la misma manera que se indicó anteriormente.
Se anotan en el protocolo de respuestas las secuencias logradas o las que no logró precisando si
hubo una alteración en el orden de reproducción, omisiones o adiciones, o si no puede reproducir
nada. Tener en cuenta si el niño agrupa los dígitos al repetirlos.
Este subtest es aplicable en niños que pueden leer dígitos. En caso de duda, se le pide que lea en
voz alta los dígitos de la tarjeta 2-10. Si no logra hacerlo se omite este subtest así como el Visual
Gráfico.
Si un niño confunde 6 y 9, pero puede leer correctamente los otros dígitos, se toma el subtest
aclarando la confusión. Para tener certeza de que el alumno está repitiendo lo que leer, es
aconsejable que a niños pequeños como a los que tienen cierto retardo se les pida que lean las
secuencias en voz alta y no en forma silenciosa.
Si el niño puede leer dígitos se dice: “Ahora te voy a mostrar algunos números y quiero que me
los digas después que retire la tarjeta. No te apures, podes mirar la tarjeta todo el tiempo mientras
yo te la muestro”. Se exhibe la tarjeta durante 10 segundos, se la retira, y se le pide al niño que
repita los dígitos uno por uno. Si el niño dice 638 en la tarjeta 2-1, se le dice: “Sí, puede ser así,
pero prefiero que los nombres uno por uno, 6, 3, 8”.
Con los niños de 5 años y medio y 6 años se comienza con la tarjeta 2-1. Si fracasa en
repetirlos se muestra la tarjeta 2-2 con la segunda serie de 3 dígitos.
Si fracasa en los dos intentos, se presenta la serie de dígitos de la tarjeta 2-A y 2-B si fuera
necesario. No se continúa con el subtest si fracasa. Si el niño repite el 1º o el 2º dígito de una serie
de tres sin equivocarse se le muestra la tarjeta 2-3 con la serie de 4 dígitos, y se continúa de esta
forma. Se da por finalizada esta prueba cuando el sujeto no logra reproducir los dos intentos de
una secuencia de dígitos.
Se sigue el mismo procedimiento con niños de más edad, pero con niños de entre 7 y 9
años, o con niños mayores con retardo, se empieza con la tarjeta 2-3.
Con niños de 10 años o más, sin retardo, se empieza con la tarjeta 2-5.
Se le da al niño la hoja de papel, el lápiz y una goma de borrar. Esta prueba presupone que el niño
puede escribir números. En caso de duda, se le pide al niño que escriba los números del 1 al 9 en
la parte superior de la hoja. Si lo puede hacer aún con algún error, pero si los dígitos son
reconocibles, se prosigue con el subtest. Consignar la dificultad en la escritura de dígitos en el
protocolo. Si el niño no puede escribir los dígitos o no los reconoce, no se realiza esta prueba ni la
Visual-Gráfica.
Si puede escribir los dígitos se le dice: “Ahora voy a decir algunos números y después de
escucharlos los vas a escribir en la hoja”. Se nombran los números uno por segundo.
Con niños de 5 años y medios a 7 años y con retardo, se empieza con la tarjeta de 3 dígitos.
Con niños entre 8 y 12 años, sin retardo, se inicia con la secuencia de 4 dígitos.
Se procede como se hizo en los subtest 1-2; si el alumno reproduce una serie de dígitos en forma
correcta se continúa con la serie siguiente, si fracasa en los dos intentos de la primer serie que se
le presenta se pasa a la serie anterior y se continúa así hasta que pueda reproducir correctamente
una secuencia.
Esta prueba es posible de realizar si el niño puede leer y escribir dígitos. Si no puede hacerlo se la
omite.
Se dice: “Te voy a mostrar unos números y cuando yo retire los números de tu vista quiero que los
escribas”. Se muestra durante 10 segundos cada tarjeta.
Con niños pequeños de 5-6 años o con retardo, se comienza con la tarjeta con 3 dígitos,
tarjeta 4-1.
Con niños entre 7 y 9 años se comienza con la de 4 dígitos, tarjeta 4-3.
Con los que tienen 10 años o más se inicia con la tarjeta con 5 dígitos, tarjeta 4-5.
Se procede como en los subtest anteriores. Se abandona la prueba cuando el niño fracasa en los
dos intentos de una secuencia de dígitos.
Algunos niños muy impulsivos tienen serias dificultades en esperar 10 segundos antes de
responder. A estos niños se les recuerda que no hay ningún apuro y que no deben contestar hasta
que el examinador retire la tarjeta. Si insisten en responder antes de que transcurran los 10
segundos y si la respuesta es incorrecta es conveniente decir algo parecido a “Como estabas
apurado no lo hiciste bien. Ahora no te apures tanto, toma el tiempo necesario y vas a ver que te
va a salir bien”.
Cuando se completan los 4 subtest de VADS, se pide al niño que escriba su nombre en la hoja
protocolo y así podemos tener una breve muestra de su escritura.
Por ejemplo, si un niño puede repetir correctamente la secuencia de 4 dígitos en el subtest Auditivo
Oral y no logra hacerlo con la primera serie de 5 dígitos y sí con la segunda serie de 5, y falla en
las dos tentativas de las serie de 6 dígitos, el puntaje de este subtest será 5.
El puntaje máximo que puede obtenerse en cada subtest es siete puntos, dado que el mayor número
de dígitos que contiene una serie es siete.
1. 4 puntajes correspondientes a los subtests: I (A-O), II (V-O), III (A-G) y IV (V-G). Para
cada subtest el rango de puntaje es de 0-7.
2. 6 puntajes extraídos de las combinaciones de los subtests, para las combinaciones el rango
de puntajes es de 0-14:
1) Percepción auditiva A-I (Oral-imput) combina los subtests A-O y A-G en los que el
estímulo es oral.
2) Percepción visual V-I (Visual-imput) combina los subtests V-O y V-G en los que el
estímulo es visual.
3) Expresión oral (Oral expression) se suman los subtests A-O y V-O en los que el niño
responde en forma oral.
4) Expresión escrita (Written expression) combina los subtests A-G y V-G en los que el
niño debe responder gráficamente.
5) Integración intrasensorial (Intra), se obtiene de la suma de los subtests A-O y V-G,
donde estímulo y respuesta usan la misma modalidad sensorial.
6) Integración intersensorial (Inter), combina los subtests V-O y A-G, en los que estímulo
y respuesta corresponden a distintas modalidades sensoriales.
3. Puntaje total: se obtiene sumando los puntajes en los 4 subtests. Para el puntaje total el
rango de puntaje es de 0-28. Se calcula el puntaje z y el percentil, que se buscan en el tabla
de Baremos.
Análisis cualitativo
Importante: registrar con precisión los tipos de errores. ¿Repite bien los números pero invierte el
orden? ¿Recuerda solo los primeros números de la serie? ¿O los últimos? Si lo hace, probablemente
eso se repita cuando tiene que leer en clase.
¿Tiene dificultades para la pronunciación correcta de los números? ¿Vocaliza los números cuando
los lee o escucha? Si esto se da en niños pequeños es buen signo de madurez, ya que quienes lo
hacen tienen más éxitos en la evocación de estímulos visuales.
Hay niños que al reproducir los dígitos los agrupan de a dos o de a tres, como es común recordar
un número telefónico. Esto se llama “Organización Subjetiva”. Otros niños con problemas de
aprendizaje o cierto retardo tratan de repetirlos uno por uno, sin estructurarlos. Este tipo de
proceder es común es niños muy pequeños, pero cuando un niño de 9 años o más no intenta agrupar
los números para facilitar la evocación, podría haber cierta inmadurez o una pobre capacidad para
organizar y planificar.
Los niños mayores y los muy capaces no sólo se ayudan a recordar repitiéndose a sí mismos los
números, también muchas veces trazan los números en el aire o sobre la mesa con un dedo mientras
los escuchan. Es importante detectar los casos en que vocalizan bien una serie pero luego se
equivocan al escribirla.
En niños pequeños es frecuente omitir o agregar números al evocar una serie. Este tipo de error es
significativo si el niño persiste en él. Ejemplo un alumno de 10 años que metódicamente omite
dígitos, posiblemente omita un paso al resolver un problema matemático u omita letras al leer o
escribir.
Para el análisis cualitativo, en el protocolo también se debe tener en cuenta los siguientes datos:
Florence Goodenough fue pionera en este tipo de estudios, en 1926 publicó resultados sobre el
desarrollo de la inteligencia infantil, por medio del dibujo de la figura humana. Su objetivo era
evaluar la inteligencia de los niños de 3 a 10 años. La técnica que empleaba consistía en dibujar
un hombre, y permitía medir la inteligencia general por medio del análisis de la figura del hombre.
La evaluación consistía en computar el número de detalles acertados, la presencia o ausencia de
determinados detalles. El puntaje obtenido se transformaba, por medio de baremos, en Edad
Mental y Cociente Intelectual.
La hipótesis de Goodenough era que “el niño no dibuja lo que ve sino lo que sabe al respecto”.
Goodenough decía que el entrenamiento especial en dibujo no afecta el puntaje que se obtiene en
la prueba. El dibujo que un niño hace de la figura humana es un índice de su nivel conceptual o de
su madurez conceptual, de su habilidad para formular conceptos de abstracción creciente.
Harris en 1963 proporcionó nuevos datos a los trabajos de Goodenough. Empleo el término
“madurez intelectual” describiéndolo como la habilidad para desarrollar conceptos con mayor
grado de abstracción. Esta habilidad incluye otras como percibir, abstraer y generalizar:
Un problema es que si bien podemos admitir ciertas secuencias en el desarrollo, etapas o estadios,
las mismas no aparecen en todos los individuos a la misma edad cronológica.
La presencia de los ítems evolutivos en un DFH se relaciona con la edad y la maduración del niño,
y no con su aptitud artística o el aprendizaje escolar. (Casullo, 1991)
Koppitz (1968) en su trabajo sobre el DFH afirma que el nivel evolutivo de los DFH corresponde
a la edad cronológica de los sujetos independientemente del grado escolar.
Un estudio comparativo, hecho en 1974, entre los sistemas de puntuación del DFH de Harris y
Koppitz, arrojo que no se encuentra ninguna diferencia significativa. La escala de Koppitz tiene
menos de la mitad de ítems que la de Harris, lo que la hace más práctica y rápida.
Para un correcto empleo del test es muy necesario que las escalas que se utilizan para la puntuación
cuenten con normas obtenidas en el medio sociocultural en que se las emplea. Para esto en
Argentina, Casullo fue la primera en publicar un libro con las normas regionales; cuyos datos
fueron relevados desde 1978 a 1983.
Goodenough elaboró su escala, para la evaluación del dibujo del Hombre, sobre la base de asignar
un punto por ítem logrado y ajustó los puntajes así obtenidos a puntajes equivalentes de Edad
Mental. Calculó los Coeficientes Intelectuales (CI) dividiendo la Edad Mental por la Edad
Cronológica. En la revisión de Harris del Goodenough se emplea el método de puntajes standard,
con una Media Aritmética de 100 y un desvío standard de 15.
El DFH de Koppitz aporta datos tanto del desarrollo evolutivo en el que se encuentra el niño como
de su estado emocional. Uno de los aspectos importantes del dibujo de la figura humana radica en
su sensibilidad para detectar los cambios en el niño, los cuales pueden ser evolutivos y/o
emocionales.
La prueba tiene un baremo para niños de entre 5 y 12 años, pudiéndose obtener a partir de su
análisis, un nivel general de madurez intelectual (CI), así como posibles indicadores emocionales.
Por ser una técnica proyectiva gráfica, el niño “proyecta” sobre el papel los aspectos y
características de su personalidad de manera totalmente involuntaria e inconsciente. El análisis de
la Figura Humana (DFH) brinda datos relevantes y confiables de los aspectos evolutivos y
emocionales del niño.
El test requiere que el niño dibuje “una persona entera”, a pedido del examinador en su presencia.
Este último punto es importante, ya que un DFH debería ser siempre el producto de una relación
interpersonal. Representa una forma gráfica de comunicación entre el niño y la persona que está
aplicando el test, y en cuento tal difiere del dibujo espontáneo que los niños pueden realizar cuando
están solos o con amigos. Las instrucciones dadas son significativas y pueden influir en los
resultados obtenidos.
Garabatos con tendencia a formas circulares (predominio del circulo hasta os 5 años).
Representación de la cabeza.
Tamaño exagerado de la cabeza (figura renacuajo o monigote cabezón).
Figuras de frente.
Aparecen detalles progresivamente, comienzan a ser reconocibles: cabeza, brazos y
piernas.
La cabeza es un círculo, de la cual parten trazos que representan los miembros.
Adiciona el tronco: que puede estar representado por una línea o adquirir grosor, a través
de la figura de un óvalo, cuadrado, etcétera; también puede estar representado por una
hilera de botones.
Miembros: del tronco salen los miembros, respetando ubicación de superiores e inferiores.
Cabeza: es esperable que disminuya tamaño en relación al tronco.
Pueden aparecer: nariz, cabello, orejas y manos
Primeros intentos de representación en dos dimensiones: de extremidades inferiores, de
extremidades superiores o de ambas.
Vestimenta con transparencia. Luego vestimenta sin transparencia.
Eventualmente aparecen detalles del vestido.
Vestimenta completa.
Hacia los 12 años:
Llega a su punto álgido la progresión del parecido y la transcripción de detalles cada vez
más fieles a la realidad.
Administración
Según Koppitz este test puede aplicarse de forma colectiva o a nivel individual. Sin embargo,
siempre es preferible efectuarlo individualmente, ya que tiene la ventaja, primero, de que permite
la observación directa del niño durante la ejecución del dibujo, y segundo de poder realizar
preguntas aclaratorias si es necesario, aportando información adicional. Además la experiencia
demuestra que la mayoría de los niños producen dibujos más ricos y reveladores en el contexto de
una relación individual.
Es necesario que sea individual cuando se trabaja con pre-escolares o en casos individuales de
psicodiagnóstico clínico.
Al administrar el DFH, el niño debe estar frente a un escritorio o mesa completamente vacía, de
modo que su vista esté fuera de cualquier cuadro, libro o tapa de revista que pudiera servirle de
modelo.
No hay tiempo límite, aunque la mayoría de los niños termina en menos de 10 minutos.
Durante le ejecución se permite borrar o cambiar su dibujo si el niño lo desea. El examinador debe
observar cuidadosamente la conducta del niño mientras dibuja y registrar las características
inusuales. Se debe prestar atención a la secuencia en la cual dibuja la figura, la actitud y
comentarios espontáneos, la cantidad de tiempo que emplea y la cantidad de papel que utiliza.
Materiales
Para realizar la prueba cada niño debe contar con:
Un papel
Un lápiz nº 2 semiblando (no lápices de colores)
Una goma de borrar
Consigna
Se le dice al niño: “Quiero que en esta hoja dibujes una persona entera, lo más lindo y completo
que puedas. Puede ser cualquier clase de persona, siempre que sea una persona completa y no una
caricatura o una figura hecha con palos. No importa el tiempo que tardes, sino que lo hagas lo
mejor posible”.
Para los niños pequeños que pueden no entender el significado de “persona” se puede agregar:
“pueden dibujar un hombre o una mujer, o un chico o una chica, el que más te guste dibujar”.
Si el niño pregunta por ejemplo si “la persona tiene que estar haciendo algo”, se le responde que
lo haga como quiera. No contestar por si o por no.
Si el niño llega a dibujar un hombre de espalda, se le pide que lo dibuje de frente; si no dibuja un
hombre completo, se le pide que lo complete. Y si el niño hace más de un dibujo, se selecciona el
mejor para su evaluación
Puntuación
Koppitz analiza los dibujos en función de dos tipos de signos objetivos:
Ítem evolutivos
Indicadores emocionales
Ítems evolutivos
Se trata de ítems que se dan sólo en pocos DFH de niños de edad cronológica baja, y que luego
aumenta en frecuencia de ocurrencia a medida que aumenta la edad de los niños hasta convertirse
en una característica regular de muchos o de la mayoría de los DFH de un nivel de edad dado.
Un ítem evolutivo es un signo que está relacionado con la edad y la maduración. No está afectado
por la consigna dada ni por el instrumento empleado para dibujar, ni está influido por el aprendizaje
escolar ni por la capacidad artística del niño.
Dentro de cada grupo de edad, estos ítems se podrían clasificar en: ítems esperados, ítems
comunes, ítems bastante comunes e ítems excepcionales.
Por ejemplo: en niños de 5 años los ojos aparecen en un 98% (ítem esperado), mientras que las
pupilas sólo lo hacen en el 11% de los casos (ítem excepcional).
A partir de esto Koppitz creó una tabla de puntuación objetiva, que aparta datos bastante fieles
acerca de la maduración cognitiva del niño (CI) y detecta posibles problemas emocionales.
Los ítems esperados y excepcionales pueden ser usados para evaluar el nivel general de madurez
mental de un niño aun cuando no se cuente con ningún puntaje definido de Cociente Intelectual.
A cada ítem esperado y excepcional se le asigna un valor de un punto.
Para evitar puntajes negativos, se debe sumar un valor de 5 al total de los puntajes positivos y de
los puntajes negativos. Por ejemplo: la omisión de un ítem esperado se computa como -1+5, o sea
4. Y la presencia de un ítem excepcional se convierte en +1+5, o sea 6.
Indicadores emocionales
Los ítems emocionales son un conjunto de signos relacionados con las actitudes y preocupaciones
del niño. No están relacionadas primariamente con la edad y maduración del niño (es decir que su
frecuencia de ocurrencia en los protocolos no debe aumentar solamente sobre la base del
crecimiento cronológico del niño), sino que reflejan sus ansiedades, preocupaciones y
características de personalidad.
Existen tres tipos: 1) aquellos que están relacionados con la calidad de los DFH, 2) los que tienen
en cuenta detalles especiales que no se dan habitualmente, y 3) las omisiones de ítems que serían
esperables a una determinada edad. Las omisiones incluidas en el tercer grupo son omisiones de
algunos de los ítems esperados básicos. La ausencia de tales ítems debe ser considerada como
clínicamente significativa, reflejando inmadurez, mal funcionamiento debido a un retraso mental
y/o perturbaciones emocionales. La presencia de dos o más indicadores emocionales son altamente
sugestivos de problemas emocionales y relaciones interpersonales insatisfactorias.
Interpretación cualitativa
Muchas veces la puntuación no arroja indicadores emocionales.
2. Presencia de cuello Cualquier indicación clara del cuello como algo diferente de la
cabeza y el tronco.
Yuxtaposición de cabeza y tronco, negativo.
3. Cuello, dos dimensiones Contornos del cuello como continuación de la cabeza, del tronco
o ambos. La línea del cuello debe continuarse con la línea de la
cabeza o la del tronco.
El cuello interpuesto como pilar entre la cabeza y el tronco no se
acredita, a no ser que haya sido dibujado para mostrar
continuidad entre cuello y cabeza o cabeza y tronco o ambos, o
como cuello de ropa o por cierre de líneas.
4. Presencia de ojos Uno o dos ojos. Cualquier indicación sirve. Un rasgo simple e
indefinido, como los que se encuentran ocasionalmente en los
dibujos de niños pequeños, se acredita.
6. Detalle del ojo: pupila Cualquier representación clara del iris o la pupila, distintas del
contorno del ojo. Debe aparecer en ambos ojos.
7. Detalle del ojo: Diámetro horizontal mayor que el vertical, en ambos ojos si se
proporción ven los dos, sino en el visible. En los dibujos de perfil muy
evolucionados aparece el ojo en perspectiva.
8. Detalle del ojo: mirada Frente: los dos ojos obviamente mirando.
Perfil: los ojos deben aparecer como en el punto precedente o, si
se conserva la forma almendrada común, la pupila deberá estar
no en el centro del ojo, sino desplazada hacia delante. La
puntuación debe ser estricta.
10. Nariz dos dimensiones Frente: positivo, todo intento de representar la nariz en dos
dimensiones, cuando el puente es más largo que ancho en la base
o punta.
14. Presencia de frente y Frente: deben estar presentes los ojos y la boca, con suficiente
mentón espacio sobre los ojos para la representación de la frente y debajo
de la boca para representar el mentón. La puntuación es tolerante.
Cuando el cuello es continuación de la cara, la ubicación de la
boca respecto a la porción inferior de la cabeza es importante.
15. Proyección del mentón Frente: el modelado del mentón debe estar indicado, sea por
claramente diferenciado línea curva debajo de la boca o labio, por la punta del mentón
del labio inferior indicado por un apropiado modelado facial, por punto o línea
ubicado debajo de la boca, cerca del límite inferior de la cara.
Barba oscureciendo el mentón negativo.
Importante: debe distinguirse cuidadosamente del ítem 16. Debe
haber un intento definido del mentón puntiagudo para acreditar
este ítem. Se presenta más frecuentemente en perfiles.
16. Indicación línea de la Frente: línea de la mandíbula y mentón dibujada a lo ancho, pero
mandíbula no en forma perpendicular. El cuello debe ser suficientemente
ancho y el mentón afilado como para que la línea de la mandíbula
forme un ángulo agudo bien definido con la línea del cuello. La
puntuación debe ser estricta en la cara ovalada simple.
Perfil: la línea de la mandíbula se extiende hacia la oreja.
17. Puente de la nariz Frente: nariz correctamente ubicada y formada. Deben aparecer
la base y la indicación de un puente derecho. Es importante la
ubicación de la porción superior del puente: se debe extender
hasta o entre los ojos. El puente debe ser más angosto que la base.
Perfil: el ángulo entre la nariz y la cara debe ser
aproximadamente de 35º-45º. La curvatura entre la nariz y la
frente deben verse claramente a la altura del ojo.
19. Cabello II El cabello que exceda la circunferencia del cráneo y es más que
un garabato; sin transparencias, a no ser que sea evidente la
representación de un pelado.
Una línea a través del cráneo sin intento de sombrear cabello no
se computa.
El ítem es positivo cuando hay un intento de representar el
cabello como algo consistente, sea un simple contorno o
sombreado.
23. Orejas: Proporción y La medida vertical debe ser mayor que la horizontal. Las orejas
ubicación deben estar ubicadas en el tercio medio de la cabeza.
Frente: el borde superior de la oreja debe estar separado de la
línea del cráneo y las dos orejas deben partir de la cabeza.
Perfil: debe haber algún detalle, como un punto, que indique el
canal auditivo. El pabellón de la oreja debe orientarse hacia la
parte trasera de la cabeza.
(Algunos niños, especialmente los retrasados, tienden a invertir
esta posición, haciendo que la oreja se prolongue hacia la cara.
En tales dibujos, este ítem nunca se acredita).
25. Dedos: Números Necesariamente en las dos manos si es que se ven. Este punto se
correctos acredita en los dibujos esquemáticos de niños mayores, aun
cuando los cinco dígitos no sean claramente percibidos.
27. Pulgar en oposición El pulgar debe estar claramente diferenciado de los demás dedos.
El cómputo debe ser muy estricto. El punto se acredita si uno de
los dígitos laterales es más corto que ningún otro (comparar
especialmente con el meñique), o si el ángulo entre éste y el dedo
índice no es menor que el doble del tamaño del ángulo entre dos
dígitos, o si su punto de unión a la mano está más cerca de la
muñeca que el de los otros dedos.
Las condiciones deben cumplirse en las dos manos si es que se
ven; una mano es suficiente si la otra no se ve.
Los dedos deben estar presentes o indicados; la mano como
“mitón” no se computa, a no ser que la figura esté claramente
vestida de invierno y usando mitones.
30. Presencia de brazos Cualquier método para representar los brazos. Los dedos solos
no son suficientes, pero el punto se acredita si se ha dejado
espacio entre la base de los dedos y la parte del cuerpo al que
están unidos. El número de brazos debe ser correcto, excepto en
los dibujos de perfil en los que también se puede computar un
solo brazo.
32. Hombros II Frente: la puntuación es más estricta que en el ítem anterior. Los
hombros deben tener continuidad con el cuello y los brazos,
angularse y no caer. Si el brazo está sujeto al cuerpo, debe
aparecer la axila.
Perfil: la juntura del hombro en posición aproximadamente
correcta. El brazo debe estar representado por dos líneas.
33. Brazos de lado o Frente: los niños pequeños generalmente dibujan los brazos
comprometidos en tiesos a partir del cuerpo. Se acredita el punto cuando por lo
actividad menos un brazo está al lado del tronco en ángulo no mayor de
10º con la columna vertebral, a no ser que los brazos estén
comprometidos en alguna actividad definida, como llevar un
objeto. Es positivo cuando las manos están en los bolsillos, sobre
las caderas o detrás de la espalda.
Perfil: se acredita si las manos están comprometidas en una
actividad definida, o si la parte superior del brazo está
suspendida, aun si el antebrazo está extendido.
34. Articulación codo Debe haber una inclinación abrupta (curva) aproximadamente a
la mitad del brazo. Es suficiente con un brazo y se acredita con
el modelado o pliegues de la manga.
38. Articulación rodilla Tiene que haber, como en el caso del codo, una inclinación
abrupta (no curva) alrededor de la mitad de la pierna, o como a
veces se encuentra en dibujos de mucha calidad, un
estrechamiento de la pierna a esta altura. Pantalones hasta la
rodilla no son suficientes. Pliegues o sombreado como
indicación de la rodilla, son positivos.
39. Pies I Pies indicados de cualquier forma: dos de frente; uno o dos en
perfiles primitivos. Los niños pequeños pueden indicar pies
uniendo talones al final de la pierna. Se considera positivo.
40. Pies II Los pies y las piernas deben estar dibujados en dos dimensiones.
proporción La longitud del pie debe ser mayor que la altura desde la planta
hasta el empeine. El pie no debe ser más largo de un tercio o
menos que un décimo del largo total de la pierna. El ítem también
se acredita en dibujos de frente en los que se ve el pie en
perspectiva, más largo que ancho, estipulando que tiene que estar
de alguna manera separado del resto de la pierna y no meramente
indicado por una línea a lo ancho de la pierna.
41. Pies III Cualquier indicación del tobillo. En dibujos de frente, el ítem se
tobillo acredita arbitrariamente cuando el pie aparece como haciendo
alguna demarcación entre el pie y la pierna. En los perfiles debe
aparecer el empeine.
44. Articulación brazos y Ambos brazos y ambas piernas articulados a cualquier punto del
piernas I tronco, o brazos articulados al cuello o la unión de cabeza y
tronco si se ha omitido el cuello. Si falta el tronco el puntaje es
negativo. Si se ve sólo un brazo o una pierna, sea en dibujos de
frente o perfil, se puede considerar positivo en base al miembro
que se ve. Si aparecen tanto brazos como piernas, los miembros
de cada par deben estar articulados más o menos en forma
simétrica. Brazos unidos a piernas se computan negativos.
45. Articulación brazos y Piernas unidas al tronco y brazos unidos al tronco en correcta
piernas II ubicación. No se acredita su la articulación del brazo ocupa una
mitad o más del área del tórax (cuello a cintura)
Cuando no hay cuello, los brazos deben estar claramente unidos
a la parte superior del tronco.
Frente: cuando el ítem 31 es positivo, la articulación debe estar
en los hombros. Si el ítem 31 es negativo, la articulación debe
estar en el lugar que los hombros deberían ocupar.
El cómputo debe ser estricto, especialmente en los casos en que
el ítem 31 es negativo.
Perfil: no se acredita si las líneas del brazo se extienden a partir
del contorno de la espalda, o si el punto de contacto alcanza la
base del cuello o cae debajo de la parte más ancha de la línea del
tórax.
46. Presencia del tronco Cualquier indicación clara del tronco, en una o dos dimensiones.
Cuando no hay diferenciación clara entre la cabeza y el tronco,
pero las facciones aparecen en el extremo superior de la figura
simple, el punto se acredita si las facciones no ocupan más de la
mitad de la longitud de la figura; si no el puntaje es negativo, a
no ser que se haya dibujado una línea atravesada para indicar
terminación de la cabeza. Una simple figura ubicada entre la
cabeza y las piernas, se considera siempre tronco, aunque su
tamaño y diseño sugieran más un cuello que un tronco.
Una línea de botones que se extienda entre las piernas es negativo
como tronco pero positivo como vestimenta, a no ser que se haya
dibujado una línea atravesada para indicar la terminación del
tronco.
47. tronco en proporción El tronco debe ser más largo que ancho, teniendo en cuanta las
dos dimensiones. mayores medidas. Si las medidas son iguales o la diferencia es
ínfima, el puntaje es cero. En la mayoría de las instancias la
diferencia será visible a simple vista
48. Proporción cabeza I Superficie de la cabeza no mayor que la mitad o menos que un
décimo de la del tronco. Cómputo laxo.
49. Proporción cabeza II Cabeza de aproximadamente un cuarto del área del tronco.
Cómputo estricto; mayor de un tercio o menos que un quinto,
ítem negativo. Cuando la bifurcación no es visible, como en
algunos perfiles, se considera el cinturón o la cintura como los
dos tercios de la longitud total del tronco.
50. Proporción cara Frente: longitud de la cabeza mayor que su ancho. Debe mostrar
forma generalmente ovalada.
Perfil: cabeza definidamente alargada. Cara m{as larga que la
cúpula del cráneo.
51. Proporción brazos I Brazos por lo menos tan largos como el tronco. La punta de la
mano se extiende hasta la mitad de la cadera pero no hasta la
rodilla. Las manos no deben extenderse necesariamente hasta o
por debajo de la bifurcación, especialmente si las piernas sin
inusualmente cortas. En dibujos de frente, ambas manos deben
extenderse igual. Se acredita por longitudes relativas, no por
posición de los brazos.
52. Proporción brazos II Brazos piramidales; antebrazo más angosto que la parte superior.
Cualquier tendencia de estrechar el antebrazo (no recta), en la
muñeca, se acredita. Si los dos brazos son bien visibles, el
ahusamiento debe estar en los dos.
53. Proporción piernas Longitud de las piernas no menor que la medida vertical del
tronco ni mayor que el doble de esa medida. Ancho de las
piernas, menor que el del tronco.
54. Proporción miembros Tanto brazos como piernas vistos en dos dimensiones. Si los
dos dimensiones brazos y piernas están dibujados en dos dimensiones, se acredita
el punto, aunque las manos o los pies sean lineales.
57. Vestimenta III Dibujo libre de transparencia de ningún tipo. Deben aparecer
mangas y pantalones, diferenciados de las muñecas y manos y de
las piernas o pies.
58. Vestimenta IV Por lo menos cuatro prendas de vestir bien indicadas. Las mismas
deben estar comprendidas entre las siguientes: sombreros,
zapatos, saco, camisa, cuello, corbata, cinturón, pantalones,
chaqueta, camisa sport, ropa de trabajo, medias (modelo).
Nota: los zapatos deben tener algún detalle, como lazos, puntera
o doble línea como suela. Tobillo solo no es suficiente.
Los pantalones deben mostrar características como vuelo o
pliegues, bolsillos, botamanga. El saco y la camisa deben tener
cuello, mangas, bolsillos, solapas o algún sombreado como
moteado o rayadura. Botones solos no son suficientes. El cuello
no debe confundirse con el pescuezo. El nudo de corbata a veces
no está claro y hay que tener cuidado de no pasarlo por alto.
60. Perfil I La cabeza, tronco y pies, deben ser vistos de perfil, sin error. El
tronco no se considera de perfil a no ser que la característica línea
de botones se haya movido del centro al contado de la figura, u
otra indicación, como la posición de los brazos, bolsillos, nudo
de corbata, muestre claramente esta posición. El dibujo completo
puede tener sólo uno de los siguientes errores: 1) una
transparencia del cuerpo, como el contorno del cuerpo que se vea
a través del brazo. 2) Piernas no de perfil; en un verdadero perfil
por lo menos la parte superior de la pierna que está detrás debe
ser ocultada por la que está delante. 3) Brazos articulados al
contorno de la espalda y extendiéndose hacia adelante.
61. Perfil II La figura debe ser vista de franco perfil, sin error ni
transparencias.
La realización de los dibujos se perfecciona y completa a medida que aumenta la edad cronológica
del niño.
Interpretación de Puntajes
Casullo propone el empleo de puntajes standard básicos (z) y su posterior ubicación en términos
de Percentiles.
1º A partir del dibujo se saca el puntaje bruto que obtiene dicho dibujo.
2º Se calcula el valor z
𝑃𝑢𝑛𝑡𝑎𝑗𝑒 − 𝑋
Z= 𝑆
En relación a los niños que habitan en su misma región geográfica y habitual (urbano) su nivel de
maduración conceptual es superior.
Análisis Cuantitativo
1. Se observa la presencia/ausencia de cada ítem teniendo en cuenta su descripción
2. Se suman los ítems presentes
3. Se calcula el puntaje Z
4. Se busca el percentil
5. Se conoce el diagnóstico madurativo (no sirve para diag. dif.)