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1.

- Qué significa Libro La metamorfosis de


Franz Kafka:
La metamorfosis es una narración autoría de Franz Kafka,
publicada en 1915, que cuenta la historia de la transformación de
Gregorio Samsa en un monstruoso insecto, y del drama familiar
que, a raíz de este acontecimiento, se desata.
Su título original en alemán es Die Verwandlung, que podría
traducirse como ‘la transformación’. No obstante, en español se ha
optado por designarlo como 'metamorfosis', palabra que tiene un
componente mítico asociado.

Vea también Metamorfosis.


En este relato se ha querido ver una alegoría del enfrentamiento
del hombre ante un mundo moderno que lo oprime y lo borra.
Vea también Alegoría.

Por su parte, la transformación de Gregorio en lo que es


presumiblemente un escarabajo, que es un suceso fantástico,
extraordinario, inaugura la literatura del absurdo, que en las
décadas posteriores influirá a numerosos escritores consagrados.
Por otra parte, en esta historia se ha querido ver paralelismos
biográficos con Kafka, especialmente en lo relacionado con su
relación conflictiva con el padre y en la amenaza que supone el
padre para Gregorio en esta narración.

Análisis y resumen de la obra


La metamorfosis es un relato dividido en tres partes, donde se narra
la transformación de Gregorio Samsa, un viajante de comercio de
telas, en un monstruoso insecto, y el impacto que tendrá este
acontecimiento no solo en su vida, sino en la de su familia.

La historia comienza con el despertar de Gregorio Samsa en la


habitación de su casa y la sensación de haber tenido un sueño
intranquilo. Luego va descubriendo, poco a poco, su nueva
situación: sus innumerables patas, su abdomen abombado, el
caparazón en que ahora se ha convertido su espalda, sus nuevas y
fuertes mandíbulas.
Este acontecimiento, que se enmarca dentro de lo fantástico,
desencadenará una serie de problemas para Gregorio y su familia.
En primer lugar, Gregorio es el único sostén de la familia Samsa,
compuesta por su hermana y sus padres; su trabajo como viajante
de comercio le permite asumir estos gastos del hogar e ir pagando
una deuda contraída por el padre con su actual patrón.

Pese a todo, la primera preocupación de Gregorio será cómo


justificar su situación actual ante su jefe, su retraso (debía tomar el
tren de las cinco de la mañana). No ha caído en la cuenta, aún, de
la gravedad de su situación. Incluso opta por dormir un poco más,
con la esperanza de que la transformación se revierta y todo vuelva
a la normalidad.
Un apoderado de los almacenes donde trabaja Gregorio vendrá a
buscarlo a la casa, indignado por la situación. Gregorio hará
enormes esfuerzos por abrir la puerta y entonces aparecerá, por
primera vez, a la vista de su familia con su nueva forma: la de un
enorme escarabajo.

La familia no sabe, al principio, cómo actuar en la nueva situación.


La hermana, que siente gran cariño por Gregorio, sin embargo, se
apiadará de su hermano y será quien lo alimente y cuide.
La economía familiar, principal preocupación de todos en vista del
estado de Gregorio, se someterá a nuevos ajustes: se recortarán
los gastos del hogar al máximo, la criada pasará a ir solamente dos
veces al día para hacer limpieza, habrá que alquilar una de las
habitaciones a tres inquilinos, y los tres miembros de la familia se
verán obligados a trabajar.

La nueva situación con los inquilinos generará, sin embargo,


conflictos. Los hombres son muy exigentes con la limpieza y la
familia trata de mantener en secreto a Gregorio. Una noche, la
hermana, Greta, tocará el violín para los inquilinos y estos, atraídos
por la música, la invitarán a tocar en el salón.
Fascinado por la melodía, Gregorio sale de su habitación, en un
último impulso de sensibilidad humana, para escuchar a su
hermana. Pero al ser descubierto, se generará un gran alboroto que
acabará con el abandono de los inquilinos de la casa y con Gregorio
con una manzana incrustada en el caparazón, lanzada por el padre
para ahuyentarlo.

Después de aquella situación confusa, la familia entiende que la


situación de Gregorio es insostenible. Gregorio también lo entiende
así, de modo que decidirá encerrarse definitivamente en su cuarto,
dejará de salir y desistirá de alimentarse, invadido por un profundo
sentimiento de tristeza. Días después, la criada lo encontrará
muerto en el cuarto.

Personajes
Gregorio Samsa
Es viajante de comercio. Trabaja para pagar las deudas de su
padre, cuyo negocio se fue a la quiebra hace años y que se
encuentra imposibilitado para trabajar. Es el sostén económico de la
familia. Un día amanece transformado en un enorme insecto,
presumiblemente un escarabajo.

Grete Samsa (hermana)


Es la hermana de Gregorio y la persona por quien este siente más
cariño. Es quien se encarga de cuidar a Gregorio cuando se
convierte en un insecto. Lo alimenta y remueve los muebles del
cuarto para darle más libertad de movimiento. Toca el violín y
aunque Gregorio pretendía enviarla a estudiar al conservatorio,
jamás se lo trasmitió, de lo cual se lamenta. Cuando sobrevenga la
transformación de su hermano, ella se verá obligada a salir a
trabajar.

Señor Samsa (padre)


Es el padre de Gregorio. Tenía un negocio que se vino abajo y que
tuvo que cerrar hace cinco años. Algunas deudas quedaron
pendientes de pagar, por lo cual Gregorio se ha visto obligado a
trabajar como viajante de comercio para el acreedor del padre,
puesto que el señor Samsa no puede trabajar por su edad. Sin
embargo, cuando ocurra la desgracia de Gregorio tendrá que
buscarse un trabajo para sostener a la familia. Su relación con
Gregorio es tensa.

Señora Samsa (madre)


Es la madre de Gregorio. Sus problemas de salud (sufre de asma)
le impiden hacer los trabajos del hogar. Gracias a que Gregorio trae
el dinero a la casa es posible contratar a una criada y una cocinera
que le alivien las responsabilidades. No obstante, como
consecuencia de la transformación de Gregorio, la familia se ve
obligada a limitarse en la contratación de ayudas y la señora Samsa
tendrá que empezar a trabajar cosiendo y remendando prendas de
vestir. Aunque ama a su hijo, le produce gran espanto su forma
actual de insecto.
2.- LA METAMORFOSIS
Autor: Franz Kafka, novelista, cuentista y ensayista nacido en
Praga; 1883-1924.

Otras obras: Contemplación (ensayo); El médico rural, Un artista


del hambre (cuento); América, El proceso, La muralla china, El
castillo, (novelas póstumas), etcétera.

Género y corriente: Novela fantástica.

Estructura: No presenta divisiones.

Sinopsis: Dos ideas principales y casi obsesivas se destacan en


este extraño y alucinante relató: el problema de la autoridad —de la
jerarquía paterna en particular— y la tremenda soledad e
incomunicación que suele afectar las relaciones entre los seres
humanos, principalmente dentro de la familia.
Es importante señalar en esta obra la admirable originalidad con la
que el autor creó el argumento, así como el ambiente fantástico en
que se desarrolla el relato.

RESUMEN
Gregorio Samsa, un viajante de comercio, se despierta una mañana
convertido en un insecto. No puede explicarse cómo ha ocurrido
aquello, pero está seguro de no estar soñando. Trata de seguir
durmiendo sin lograrlo, entonces se pone a divagar sobre lo
cansada que es su profesión, la molestia de levantarse en las
madrugadas y, además, su responsabilidad en el hogar. De nuevo
intenta levantarse; el tren sale a las cinco; él no puede ni quiere
aceptar su nueva condición.
De pronto, su madre llama a la puerta del cuarto para decirle la
hora, pues ya es tarde y debe marcharse de viaje; el padre se
impacienta, la hermana se inquieta. También llega un empleado
importante para averiguar el porqué de la tardanza de Gregorio.
Éste, mientras tanto, tiene la puerta cerrada con llave. Como no
responde ni abre, todos se impacientan; la hermana comienza a
sollozar. Adentro, Gregorio yace sobre la alfombra, grita algo y de
su garganta surge una voz animal, se aproxima a un baúl e intenta
enderezarse para abrir la puerta y dejarse ver. La madre, ya
preocupada y llorando, manda buscar a un médico con la hermana;
el padre, exasperado, ordena a la criada ir por un cerrajero.
Gregorio-insecto aparece medio desfallecido y sangrante. El
empleado principal retrocede asqueado; la madre se desmaya; el
padre lo amenaza con el puño y luego llora con desesperación.
Este ambiente tenso, impresionante y fantástico, domina durante
todo el relato. Se destacan la hostilidad del padre, que lo golpea con
un bastón, y la solicitud de la hermana que al principio es la única
que se preocupa por llevarle comida y después le manifiesta
abiertamente su desagrado de verlo en ese estado. Lleno de temor
y vergüenza, Gregorio va cayendo en la humillación y la animalidad,
aumentando cada vez más su terrible incomunicación y soledad.
Un día le vacían el cuarto donde está encerrado, le quitan "todo
cuanto él amaba"; cuando intenta defenderse, la hermana le grita y
lo amenaza con el puño; más tarde, el padre lo hiere y tarda más de
un mes en curarse. Gregorio se margina; la familia se desentiende
de él y la criada se encarga de cuidarlo, sólo ella no le tiene
repulsión. Gregorio yace amargado e inmóvil debajo de un sofá. Ya
casi no come. Está sucio y cubierto de polvo.
Cansados de aquel monstruo, en cierta ocasión la hermana
pronuncia la terrible sentencia: "Debemos librarnos de él". Gregorio
la oye. Dolido y debilitado se arrastra hasta su habitación y
finalmente muere, pero antes piensa con emoción y cariño en todos
los suyos. Cuando a la mañana siguiente la sirvienta descubre el
cadáver, lo barre con la escoba. Nadie de la familia se conmueve
demasiado, y dedican aquel día al descanso y a paseos,
conversando y haciendo planes para el futuro. La vida sigue su
curso normal y cotidiano. Gregorio ya ha sido olvidado.
El mundo de La metamorfosis posee una ambientación propia, de
gran originalidad, terrible; en ella se realiza una lucha dolorosa y sin
esperanza, atestiguada por un escritor inteligente y sensible.
En esencia, llevando la interpretación de este relato a un nivel más
profundo, el conflicto radica en la lucha de la existencia humana
contra un mundo caótico gobernado a base de propósitos
desconocidos para el hombre. Esto genera un sentimiento de
desolación, expresado por el autor mediante una prosa clara y
simple, sin rebuscamientos formales ni técnicos, con un estilo lento
y prolijo, propio de los escritores de este género.
3.- RESUMEN DE LA METAMORFOSIS -
Franz Kafka
RESUMEN DE LA OBRA "LA METAMORFOSIS
- Franz Kafka -
Argumento de "La metamorfosis", libro de Franz Kafka.
La obra publicada en Leipzig en 1915, comienza cuando Gregorio
Samsa, un comerciante viajero, se despierta una mañana después
de haber tenido un sueño tranquilo y grande fue su sorpresa cuando
se dio cuenta que se había convertido en un monstruoso insecto.

Su cuerpo estaba formado ahora por un duro caparazón y


numerosas patitas delgadas.

Como estaba echado de espaldas sobre su caparazón pudo ver su


vientre convexo y oscuro, surcado por curvadas callosidades.

No llega a entender qué le había ocurrido, pero de lo que sí estaba


seguro era de que no estaba soñando. Quiso dormir pero no pudo,
pues, tenía la costumbre de hacerlo sobre el lado derecho, y su
actual estado no le permitía adoptar tal postura.

Entonces quedose en la cama reflexionando lo cansada que era la


profesión que había elegido. Siempre de viaje, comiendo mal y
corriendo de aquí para allá pendiente de los enlaces de trenes.

El sabía que aquel trabajo le molestaba, pero sabía también que


económicamente no podía prescindir de él, por lo menos en unos
cinco o seis años más.

Cuando vio que eran más de las seis y media, se alarmó, pues, el
acostumbraba tomar el tren de las cinco para llegar al trabajo a las
seis.

Se sentía indispuesto para ir a trabajar, pero sabía que sí alegaba


como excusa una enfermedad, lo único que conseguiría era
despertar sospechas, pues, Gregorio, en los cinco años que llevaba
empleado, no había estado nunca enfermo.

A las siete menos cuarto, la voz de su madre lo sacó de sus


reflexiones.
Era una voz dulce, la cual le recordaba que tenía que partir de
viaje. Gregorio se horrorizó al oír su voz, que era la de siempre,
pero mezclada con un estridente silbido.

Le llevó varios minutos poder levantarse de la cama, el golpe sordo


que provocó la caída de Gregorio hizo que todos los presentes
acudieran hasta la puerta de la habitación donde se hallaba
encerrado.

El gerente recrimino a Gregorio por su desconcertante actitud que


inquietaba inútilmente a sus padres.

Le dijo además que él siempre lo había tenido por un hombre formal


y juicioso, pero que ahora con esa forma extravagante de
comportarse no sentía ya deseos de seguir intercediendo por él
frente a la insinuación sostenida por el director del almacén, quien
había dicho que seguramente Gregorio había faltado porque se
había gastado el dinero de un cobro que se le encomendó que
hiciese.

Esto puso fuera de sí a Gregorio, quien contestando que abriría


inmediatamente, trató de enderezarse apoyándose en un baúl,
pues, después de la caída de la cama, había quedado volteado.
Sus palabras resultaban ininteligibles, aunque a él le parecían muy
claras.

Porque ya se le había acostumbrado el oído. Grete, su hermana,


fue a buscar al médico, mientras que Ana, la mucama, había ido en
busca de un cerrajero. Cuando el mismo Gregorio abrió la puerta
con gran esfuerzo, todos quedaron estupefactos ante lo que veían.

La madre se desmayó por la impresión; el padre se puso a llorar


mientras que el gerente lo contemplaba con una mueca de
repugnancia en el rostro. Gregorio comprendió que no debía
permitir que el gerente se marchara, pues, sino su puesto en el
almacén estaba seriamente amenazado y con éste su porvenir y el
de los suyos.

Cuando el gerente huyó despavorido, Gregorio trató de darle el


alcance, pero su padre lo detuvo esgrimiendo un periódico y un
bastón. El padre logró introducir a Gregorio en su habitación con un
empujón enérgico que lo dejó sangrando copiosamente.
Cuando después de varias horas de sueño. Gregorio despertó, se
dio cuenta que en el costado izquierdo de su nuevo cuerpo había
una larga y repugnante llaga.

Su hermana lo alimentaba con queso y legumbres, pues, cuando el


primer día le puso leche, que hasta antes de su metamorfosis había
sido su bebida predilecta, la rechazó con repugnancia.

Cada vez que Grete le dejaba su comida, se retiraba rápidamente,


pues, sabía que Gregorio no comería estando ella presente. De
esta manera recibió Gregorio, día tras días, su comida. Sin duda
sus padres tampoco querían que Gregorio se muriese de hambre;
pero tal vez no hubiera podido soportar el espectáculo de sus
comidas.

Gregorio escuchaba todo lo que se hablaba en la casa pegándose a


la puerta. Todas las conversaciones se referían a él y a lo que se
debería hacer en lo sucesivo con él. La criada se marchó no sin
antes prometer que no contaría a nadie nada de lo sucedido.

Gracias a estas continuas incursiones Gregorio pudo enterarse con


gran satisfacción que, a pesar de su desgracia, a su familia le había
quedado algún dinero como producto de las entregas que todos los
meses hacía él para los gastos de la casa.

Pero aquel dinero duraría a lo más unos dos años y el dinero para
seguir viviendo había que ganarlo.
Gregorio sabía que su padre ya era demasiado viejo y que su
madre sufría de asma hasta el punto que se fatigaba con sólo andar
un poco por casa.

Sería en su hermana Grete en quien recaería la responsabilidad


pero “¿Tendría, entonces, que trabajar la hermana, luna niña de
dieciséis años, y cuya envidiable existencia había consistido, hasta
el momento en ocuparse de sí misma, dormir cuanto quería, ayudar
en las tareas de la casa, participar en alguna sencilla diversión y,
sobre todo tocar el violín?”.

Las conversaciones de sus padres sobre la necesidad de ganar


dinero lo apenaban. Había transcurrido un mes desde la
metamorfosis y sus padres no se decidían a entrar en la habitación
donde él estaba. La madre había tratado más de una vez entrar
pero el padre y la hermana se lo impidieron.
Un día a la hermana se le ocurrió sacar de la habitación los
muebles que consideró un estorbo para el desplazamiento de
Gregorio y, en compañía de la madre, procedió a sacar todo lo que
encontró a su alrededor.

Si bien Gregorio tomó este gesto como un bien para él porque le


permitía trepar en todas direcciones sin obstáculos, consideró
también que en poco tiempo olvidaría por completo su pasada
condición humana.

Cuando ambas mujeres salieron llevándose un mueble, Gregorio


salió de su escondite y trepó por la pared y se prendió de un retrato,
la impresión que tuvo su madre cuando lo vio la dejó aturdida y
temblorosa, por lo que Grete la llevó al comedor. Gregorio
aprovechó ese instante para salir de la habitación lo cual alteró a
ambas mujeres.

Gregorio se hallaba desconcertado ante la situación, en ese


instante llegó su padre quine lanzándole unas manzanas logró
introducirlo nuevamente en la habitación. La madre suplicaba
llorosa a su esposo que no matase a su hijo.

Una de las manzanas quedó incrustada en su carne provocándole


una grave herida que mermó su capacidad de movimiento.

A partir de ese instante Gregorio se dio cuenta que por su causa el


infortunio se cebaba en su familia.

Desvelado día y noche Gregorio recordaba las vivencias de su


estado anterior a la metamorfosis, comenzando también a sentirse
irritado con su familia por la poca atención que le prestaban.

La alimentación como la limpieza de la habitación de Gregorio fue


descuidada a partir del día en que fue herido por su padre, lo cual lo
hizo caer en una profunda melancolía.
Como uno de los cuartos de la casa fue alquilado muebles que
había en la habitación alquilada fueron a parar donde estaba
Gregorio, convirtiéndose así su cuarto en un depósito.

Cierta noche que Grete tocaba el violín para deleite de los tres
señores que habían alquilado la habitación.
Gregorio se atrevió a salir y se encontró sin darse cuenta en el
comedor.
Todos se hallaban tan absortos en la música que tardaron unos
minutos en percatarse de la presencia de Gregorio. Uno de los
huéspedes fue el primero en verlo y en alertar a los demás.

Vanos fueron los intentos del padre para calmar a los señores
quienes amenazaron con marcharse, negándose a pagar los días
que habían vivido y comido en la casa. Gregorio volvió lentamente
a su habitación sin poder olvidar las palabras lacerantes dichas por
su querida hermana. “Hay que deshacerse de él”.

Esa noche, Gregorio, apenas si notaba ya la emoción y cariño en


los suyos, hasta que al vislumbrar el alba, a pesar suyo, dejó caer la
cabeza y de su hocico surgió débilmente su último suspiro.

A la mañana siguiente, cuando entró la nueva asistenta, que


siempre lo trataba mal, comprobó que Gregorio había muerto.

Enterada la familia, luego de despedir a los huéspedes, lo lloraron


en silencio, sin querer saber el triste destino que la asistenta había
dado al cuerpo del hijo perdido.

Luego salieron los tres juntos, y cómodamente recostados en los


asientos de un tranvía, fueron cambiando impresiones acerca del
porvenir.

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