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PROYECTO

EL término proyecto proviene del latín proiectus y cuenta con diversas


significaciones. Podría definirse a un proyecto como el conjunto de las
actividades que desarrolla una persona o una entidad para alcanzar un
determinado objetivo. Estas actividades se encuentran
interrelacionadas y se desarrollan de manera coordinada.

Partiendo de dicha acepción tendríamos que recalcar que uno de los


proyectos más importantes, en la medida que influye a todo un país, es
el que se da en llamar proyecto de ley. Un término con el que viene a
definirse a toda aquella iniciativa que intenta sacar adelante el gobierno
de una nación y que requiere que sea remitido al Parlamento para que
este le dé el visto bueno.

Lo habitual es que el objetivo perseguido por el proyecto deba ser


cumplido en un cierto periodo temporal definido con anterioridad y
respetando un presupuesto: de lo contrario, se dirá que el proyecto ha
fracasado.

Un proyecto puede ser simplemente un plan o una idea, al menos en la


vida cotidiana o en el lenguaje coloquial. Cuando se habla de proyectos
en un marco más formal, es habitual que puedan distinguirse diversas
etapas en su desarrollo: primero surge una idea que reconoce una
oportunidad, luego se diseña el proyecto en sí mismo con la valoración
de las estrategias y opciones y finalmente se ejecuta el plan. Tras la
concreción del proyecto, llega la hora de evaluar los resultados según
el cumplimiento, o no, de los objetivos fijados.

En este sentido, dos de los tipos más frecuentes de proyectos serían


los siguientes. Por un lado estarían los que se realizan en una empresa
concreta persiguiendo la consecución de unos fines muy definidos y
como regla general una mejora en los rendimientos financieros de la
misma. Y, por otro lado, se encuentran los que realizan los estudiantes
de ciertas carreras universitarias para conseguir su titulación pertinente,
demostrando de esta manera que han adquirido los conocimientos y
habilidades necesarias para el desempeño de su profesión.
Aunque existen múltiples clasificaciones de los proyectos, es posible
señalar dos grandes categorías. Por un lado aparecen los proyectos
productivos (asociados a las empresas, buscan generar beneficios
económicos) y, por otro, los proyectos sociales o públicos (apuntan a
mejorar la calidad de vida de la gente).
Respecto a ese último tipo establecido, el de corte social, se podrían
señalar diversos ejemplos que están funcionando en las sociedades de
todo el mundo y que persiguen ayudar a un colectivo concreto.

Etapas de un proyecto

Las etapas de un proyecto suelen completarse secuencialmente,


aunque en algunos momentos puntuales pueden coexistir.
Habitualmente se suelen distinguir cuatro principales, aunque según la
naturaleza de tu proyecto puedes añadir o eliminar fases. Lo importante
es que la estructura en etapas te ayude a la gestión.
1. Inicio: implica las tareas de definición del proyecto, que consisten
en acotar su alcance y realizar los procedimientos necesarios a nivel
administrativo para abrir el proyecto de forma oficial dentro de la
compañía.

2. Planificación: consiste en establecer las acciones que se llevarán


a cabo durante el proyecto y su calendarización en el tiempo, así como
los objetivos que se pretenden conseguir y los recursos de los que se
dispone, tanto humanos como materiales. Lo más común es realizar una
matriz en la que para cada acción que hay que realizar se establece un
responsable y una fecha en la que dicha acción debe estar finalizada.
De esta manera, durante la siguiente etapa de ejecución se puede
realizar el seguimiento del proyecto de forma sencilla.

3. Ejecución y monitorización: una vez el proyecto está


planificado, la ejecución consiste en que cada miembro del equipo
tomará la matriz definida y realizará las tareas que le han sido
asignadas. La misión del gestor aquí es doble; por un lado vigilar que la
planificación se cumple con la mayor precisión posible, tanto en tiempo
como en esfuerzo (para que no aumenten los costes), por otro,
coordinar al equipo y facilitar la solución a los problemas que vayan
surgiendo al equipo para desatascar posibles cuellos de botella. Como
gestor, irás realizando modificaciones en tu planificación para
reajustarla, adelantándote a los riesgos y comunicando el estado del
proyecto a tus interlocutores (jefes y clientes).

4. Cierre del proyecto: esta fase es meramente administrativa pero


muy importante. Implica concluir oficialmente el proyecto, de manera
que todos los implicados entienden que las tareas planificadas se han
ejecutado y se puede realizar una valoración final del éxito del proyecto.

Desde un punto de vista muy general puede considerarse que todo


proyecto tiene s grandes etapas:

 Fase de planificación. Se trata de establecer cómo el equipo de


trabajo deberá satisfacer las restricciones de prestaciones,
planificación temporal y costo. Una planificación detallada da
consistencia al proyecto y evita sorpresas que nunca son bien
recibidas.

 Fase de ejecución. Representa el conjunto de tareas y
actividades que suponen la realización propiamente dicha del
proyecto, la ejecución de la obra de que se trate. Responde, ante
todo, a las características técnicas específicas de cada tipo de
proyecto y supone poner en juego y gestionar los recursos en la
forma adecuada para desarrollar la obra en cuestión. Cada tipo de
proyecto responde en este punto a su tecnología propia, que es
generalmente bien conocida por los técnicos en la materia.

 Fase de entrega o puesta en marcha. Como ya se ha dicho, todo
proyecto está destinado a finalizarse en un plazo predeterminado,
culminando en la entrega de la obra al cliente o la puesta en marcha
del sistema desarrollado, comprobando que funciona
adecuadamente y responde a las especificaciones en su momento
aprobadas. Esta fase es también muy importante no sólo por
representar la culminación de la operación sino por las dificultades
que suele presentar en la práctica, alargándose excesivamente y
provocando retrasos y costos imprevistos.

A estas tres grandes etapas es conveniente añadir otras dos que, si bien
pueden incluirse en las ya mencionadas, es preferible nombrarlas de
forma independiente ya que definen un conjunto de actividades que
resultan básicas para el desarrollo del proyecto:

 Fase de iniciación. Definición de los objetivos del proyecto y de


los recursos necesarios para su ejecución. Las características del
proyecto implican la necesidad de una fase o etapa previa destinada
a la preparación del mismo, fase que tienen una gran trascendencia
para la buena marcha del proyecto y que deberá ser especialmente
cuidada. Una gran parte del éxito o el fracaso del mismo se fragua
principalmente en estas fases preparatorias que, junto con una
buena etapa de planificación, algunas personas tienden a
menospreciar, deseosas por querer ver resultados excesivamente
pronto.

 Fase de control. Monitorización del trabajo realizado analizando
cómo el progreso difiere de lo planificado e iniciando las acciones
correctivas que sean necesarias. Incluye también el liderazgo,
proporcionando directrices a los recursos humanos, subordinados
(incluso subcontratados) para que hagan su trabajo de forma efectiva
y a tiempo.

TRABAJO COLABORATIVO

El trabajo colaborativo-. Se define como aquellos procesos


intencionales de un grupo para alcanzar objetivos específicos, más que
herramientas de dar soporte y facilitar este tipo de aportes. Un ejemplo
de esto son las llamadas tecnologías de la información y la
comunicación. Este concepto surge a partir de las posibilidades que
ofrece Internet para participar en proyectos masivos, lo que se ha
convertido en un modo común de trabajo libre, como sucede por
ejemplo con Wikipedia, Linux y el Proyecto Gutenberg (este último
surgido en 1972 para compartir libros digitalizados, es uno de los
ejemplos más antiguos de esta nueva forma de compartir y generar
conocimientos).
El trabajo colaborativo es también llamado producción entre
pares, o colaboración de masas El término fue acuñado por Yochai
Benkler, catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad de
Harvard.
Está basado en los principios filosóficos del bien común y
del altruismo y en unos cuantos principios operativos, con enfoque por
resultados, que guían al proyecto, y que comparten quienes toman parte
en él, generalmente voluntarios, que son expertos o al menos
conocedores de la información que ponen de manera abierta, es decir
a disposición de quien la quiera. Yochai Benkler describe al trabajo
colaborativo como el sistema de producción, distribución y consumo de
bienes de información que se caracteriza por acciones individuales
descentralizadas, ejecutadas a través de medios ampliamente
distribuidos y ajenos al mercado.
La base del trabajo colaborativo es la de compartir el conocimiento a
través de Internet. Es un trabajo masivo, en el sentido de los medios de
comunicación de masas, como la prensa, la radio y la televisión, que
son vistos simultáneamente por muchas personas ubicadas en distintos
lados y sin contacto entre sí, pero unidos por ese medio de
comunicación. Por eso, Marshall McLuhan llamó medios de
comunicación masiva a todos los que "unen" momentáneamente a los
usuarios de esos medios, que consideró forman una masa sin cohesión,
que interactúan con el medio de comunicación, pero no entre sí, ni
forman grupos, ni dependen de la retroalimentación.

Los periódicos y revistas fueron los primeros medios de comunicación


masiva.
Ese trabajo colaborativo de masas se lleva a cabo gracias a la
existencia de un sistema socio-técnico que permite a miles de personas
cooperar eficazmente para crear un resultado que es de todos, que no
reconoce a un autor exclusivo y que puede usarse, independientemente
de que se haya o no colaborado en su creación. Estos esfuerzos
colectivos se llevan a cabo sin obligaciones formales entre los
colaboradores, ni entre estos y el proyecto. La producción entre pares
es un esfuerzo de colaboración que admite una cantidad ilimitada de
aportaciones y de cambios que se pueden hacer en ellas.

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