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Trastornos de la Conducta
Alimentaria
Recursos y herramientas para su
adecuado manejo clínico
MÓDULO III
TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
RECURSOS Y HERRAMIENTAS PARA SU ADECUADO MANEJO CLÍNICO
MODULO III
Evaluación Clínica
Introducción
Tal cual el espíritu conceptual que atraviesa este Curso, la mirada evaluativa debe ser
integral y diacrónica, esto es, longitudinal a través del tiempo.
Es decir:
En tal sentido…
Este módulo pretende en parte, compaginar de manera ordenada algunas de los conceptos
que fueron vertidos hasta ahora.
Sostendremos que la herramienta principal para una correcta evaluación, no es otra que la
Historia Clínica, la cual conviene que sea amplia y especializada en trastornos de la
Conducta Alimentaria.
Destacaremos que es habitual que la Historia Clínica cuente con diferentes tiempos, al
comienzo uno más evaluativo, y a posteriori uno más evolutivo.
Sabemos quienes nos dedicamos a la Salud Mental que los cuadros son dinámicos, por lo
que lo anterior debe ser comprendido dentro del relativismo que todo tiempo tiene:
componentes evaluativos y evolutivos.
Módulo 3 2
Presentaremos un Modelo de Historia Clínica, que los autores hemos desarrollado
para realizar la evaluación inicial, la cual transcribimos, para luego discriminar cada
uno de sus componentes de manera explicativa:
Módulo 3 3
ENTREVISTA DE ADMISIÓN
Fecha: Historia Clínica No.
DATOS PERSONALES
Nombre y apellido:
Fecha de nacimiento:
DNI:
Domicilio: Teléfono:
Estado Civil:
Estudios o formación:
Situación laboral:
Obra Social: Número de Afiliación:
Derivante:
ANTECEDENTES
Antecedentes de la enfermedad actual:
Antecedentes familiares:
ESTADO FÍSICO
1-Peso
Altura: IMC:
Peso Al inicio: IMC:
Máximo: IMC:
Mínimo: IMC:
CONDUCTA ALIMENTARIA
1- Patrón restrictivo:
2- Patrón de descontroles (atracones) recurrentes, descripción de un episodio
típico:
3- Patrón de sobreingesta sostenida:
4- Métodos compensatorios inadecuados
a- Vómitos:
b- Abuso de fármacos:
c- Hiperactividad:
5- Hábito dietético (ciclo de alimentación):
Módulo 3 4
SINTOMATOLOGÍA PSÍQUICA ASOCIADA
1- Alteraciones del estado del ánimo:
2- Autólisis (ideación, tentativa):
3- Sintomatología ansiosa: síntomas obsesivos. Hipocondríacos:
4- Dismorfofobia:
5- Síntomas psicóticos:
6- Alexitimia:
7- Trastorno Relacionado con Sustancias y otros trastornos de los impulsos
(juego compulsivo, cleptomanía, compras compulsivas, etc.):
OBSERVACIONES
Módulo 3 5
Comenzaremos a analizar ahora los aspectos presentes en la historia clínica, tal como
lo anticipamos en la introducción
Derivante: Aquí se explica cómo llega la paciente para lo cual es preciso indagar cómo la
misma se entera del lugar de tratamiento al cual está acudiendo y si llega recomendada u
obligada por alguien.
Las pacientes más jóvenes casi siempre son traídas por alguien (por lo general un
familiar directo) y habitualmente obligadas, ya que presentan un cuadro reciente
que comúnmente les genera vergüenza y a su vez sienten temor de aumentar de
peso si consultan.
Motivo de consulta:
Aquí se debe anotar qué trae a la paciente a la consulta, desde el punto de vista de la
paciente.
En otros términos
Qué la motiva a consultar (puede ser, por ejemplo, descender de peso, aunque desde el
punto de vista médico lo adecuado fuera que lo aumentara). Esto tendrá importancia en el
momento de diseñar el plan de tratamiento, el cual deber ser individualizado para cada
paciente particular, teniendo en cuenta variables como la mencionada previamente.
Módulo 3 6
ANTECEDENTES
Debe indagarse si el comienzo estuvo vinculado a una situación particular (por ejemplo
críticas de los pares, separación de pareja o dificultades familiares), cómo ha ido
evolucionando dicha signo-sintomatología y cómo continúa en la actualidad. Muchas veces,
sobre todo con pacientes más jóvenes, es importante incluir datos obtenidos de familiares
y/o pares.
No olvidar que, casi siempre, conviene tener una entrevista a solas con la paciente
para generar un clima de confianza y recién luego de dicha entrevista incluir a familiares
y/o pares.
Módulo 3 7
Antecedentes personales (incluidos tratamientos anteriores):
Aquí es importante detallar algún signos y síntomas previos al inicio del cuadro actual y que
la paciente y/o los familiares consideren relevantes (por ejemplo sintomatología
gastrointestinal en la infancia o alguna situación familiar relevante en dicha etapa).
Se van uniendo los puntos de edad y peso y cuando corresponda se ingresa el episodio vital
que pudo haber tenido incidencia, Ej. ruptura afectiva, muerte del padre.
Módulo 3 8
ESTADO FÍSICO
1. Peso:
Es importante conocer la evolución del mismo a lo largo del tiempo, incluso desde antes de
declararse la enfermedad: cuál fue el peso habitual, cuáles fueron el peso máximo y el
mínimo, y si ha habido fluctuaciones.
Conocer los antecedentes familiares en relación al peso permite establecer una perspectiva
del peso al que accederá la paciente de acuerdo a sus determinantes genéticos y
ambientales.
Índice de Masa Corporal (IMC): Este es una medida que vincula el peso con la talla de la
persona. Da una pauta estadística de normalidad. Es decir, para determinada talla
corresponde un determinado rango de peso. El IMC se obtiene dividiendo la talla (medida en
metros), sobre el cuadrado del peso (medido en Kg.):
Peso/ talla2.
Los valores normales del IMC son aquellos que se sitúan en un rango entre 18,5 y
24,9 Kg/m2.
Por encima de dichos valores se habla de diversos niveles de sobrepeso u obesidad, y por
debajo de aquellos de diverso grado de desnutrición.
Módulo 3 9
Incluso existen diferentes categorías en relación al IMC:
- de 25 a 29,9: sobrepeso,
- de 30 a 34, 9: obesidad grado I,
- de 35 a 39,9: obesidad grado II y
- por encima de un IMC de 40: Obesidad mórbida (o grado III o grave).
Todos estos niveles están perfectamente correlacionados con las complicaciones clínicas
propias de la obesidad y tienen indicaciones terapéuticas diferentes. Sin embargo no se da
lo mismo en niveles inferiores a 18,5. El sentido común indica que a menor peso, mayores
dificultades clínicas, y es cierto, pero no se puede realizar un correlato clínico “directo”.
Se debe investigar la presencia de lanugo, en la cara y en los brazos, si las uñas son
quebradizas, si se cae el pelo, si existe una intolerancia al frío, si la piel es amarilla por
exceso de consumo de carotenos (zanahoria o zapallo), si hay dolor o cansancio muscular.
A nivel de la piel es común observar el conocido “signo de Russell” es decir las lesiones que
se encuentran en nudillos y en el dorso de las manos producidas por la acción de los
dientes sobre la piel al intentar las pacientes provocarse el vómito. No es raro tampoco
encontrar petequias en la piel.
Módulo 3 10
Aunque el dolor óseo y las fracturas patológicas no son frecuentes a la edad habitual en el
que se desarrollan estos cuadros, investigar la condición ósea a través de una densitometría
corresponde al momento de la evaluación si el peso es bajo (IMC<18) o si fue
sostenidamente bajo durante al menos un año o si tuvo amenorrea. En general las
manifestaciones que se mencionaron en este apartado se corresponden al estado
catabólico propio de las pacientes con Anorexia Nerviosa y a la deficiencia en estrógenos
principalmente.
Existen algunas pacientes muy graves y con muy bajo peso que conservan aún la
menstruación e inversamente, pacientes que han recuperado gran parte de su peso pero no
recuperan las menstruaciones si los conflictos psicológicos no se han resuelto
simultáneamente. Por otra parte hay un retardo en la recuperación de los ciclos en relación
a la mejoría clínica. Así como no corresponde basarse de manera absoluta en el IMC,
tampoco corresponde hacerlo en relación a la amenorrea. Debido a ello la mejoría se puede
evaluar con la medición del estradiol plasmático y ecográficamente con la visualización de
folículos en el ovario, ambas señales de recuperación que aparecen bastante antes de que
reaparezcan las menstruaciones.
Módulo 3 11
4. Edemas
5. Arcada dentaria:
Se pueden observar lesiones a nivel de los dientes, caracterizadas por alteración del
esmalte y caries en las pacientes que vomitan por acción del ácido clorhídrico proveniente
del estómago.
CONDUCTA ALIMENTARIA
Módulo 3 12
2. Patrón de atracones (descontroles) recurrentes: no necesariamente desprendido del
patrón anterior, éste se caracteriza por la presencia de descontroles alimentarios frecuentes
(por lo menos dos veces por semana), que muchas veces se acompañan de conductas
restrictivas o purgativas.
Debe indagarse, además, la intimidad de los episodios de descontrol: qué tipo de comida se
elige, qué cantidad de comida se ingiere, en qué horarios habitualmente ocurren y si están
vinculados a sintomatología ansiosa, depresiva u otra sintomatología psiquiátrica.
Módulo 3 13
En tal sentido preguntar sobre:
Vómitos autoprovocados: Indagar la frecuencia con las cuales los mismos ocurren, si
están o no precedidos por atracones y si están vinculados a sintomatología ansiosa,
depresiva o otra sintomatología psiquiátrica. Recordar, en caso que la frecuencia de los
mismos sea muy elevada (mayor o igual a uno diario) evaluar las complicaciones clínicas
que los mismos pueden producir como disbalances hidroelectrolíticos (ver estado físico).
Abuso de fármacos: Indagar el tipo de fármaco del que abusa, la dosis habitual que
ingiere, si la ingesta está o no precedida por atracones y cómo consigue el fármaco. En
caso de abuso de altas dosis de diuréticos o laxantes indagar las posibles complicaciones
clínicas como disbalances hidroelectrolíticos y/o deshidratación (ver estado físico).
Excesiva actividad física: Indagar qué tipo de actividad realiza, la frecuencia y duración de
la misma y si está precedida o no por atracones.
Módulo 3 14
Es relevante indagar acerca de la avidez por hidratos de carbono, que se caracteriza por la
necesidad de ingerir alimentos como el pan, las pastas, los dulces (golosinas, tortas, etc.) y
los cereales, con enorme dificultad para prescindir de los mismos, por ejemplo durante una
semana. Los pacientes con avidez por los mismos no pueden hacerlo o refieren que les
costaría muchísimo. En caso de constatar avidez por hidratos de carbono es importante
saber cuándo la misma ocurre y si está vinculada a sintomatología ansiosa, depresiva, otra
sintomatología psiquiátrica o al período premenstrual.
Recuerde que…
Como muchas de las características de los síntomas que componen los Trastornos de la
Conducta Alimentaria, la avidez por los hidratos de carbono se presenta con mucha más
frecuencia en las mujeres que en los hombres.
Módulo 3 15
3. En relación con la sintomatología ansiosa hasta un 25% de las pacientes cumplen
criterios para Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y un porcentaje aún mayor para
Trastorno de Ansiedad Social. Los síntomas de distorsión de la imagen corporal son
propios del cuadro alimentario y hasta lo definen, pero igualmente existe una
comorbilidad más alta que en la población general con el Trastorno Dismórfico Corporal.
Acá es importante distinguir que en los cuadros alimentarios los temores y la distorsión
se vinculan al peso y a la figura corporal, mientras que en los cuadros dismórficos
propiamente dichos la distorsión se encuentra vinculada a otras zonas del cuerpo, como
por ejemplo la nariz y los labios.
Los Trastornos Relacionados con Sustancias también presentan una alta comorbilidad
(30 – 37%) con los TCA, sobre todo en los pacientes con síntomas bulímicos (sea Anorexia
Nerviosa tipo compulsiva purgativa o Bulimia Nerviosa propiamente dicha). Esta es una
situación de gravedad pues se conoce que se complica la evolución del cuadro además de
que el riesgo de suicidio aumenta.
Los Trastornos de la Personalidad, encuadrados dentro del Eje II del DSM IV-TR, se
asocian con alta incidencia a los Trastornos de la Conducta Alimentaria. Sin embargo, y
como fue esbozado en el módulo anterior, la comorbilidad no es la misma si se trata de una
anorexia nerviosa de tipo restrictivo que si se trata de los cuadros bulimiformes, aun la
anorexia nerviosa tipo compulsivo-purgativo.
Módulo 3 16
Los trastornos alimentarios bulimiformes (Anorexia Nerviosa, subtipo Compulsivo-Purgativo
y Bulimia Nerviosa) son altamente comórbidos con el Trastorno Limite de la Personalidad, el
cual se caracteriza por fluctuaciones severas del estado de ánimo, sensación crónica de
vacío, intolerancia a la soledad y muchas veces alta impulsividad que incluye
lamentablemente numerosos intentos de suicidio. Resulta coherente esta asociación ya que
los cuadros bulimiformes y el Trastorno Límite de la Personalidad comparten una altísima
incidencia del antecedente de abuso físico o sexual sufrido en la infancia.
Módulo 3 17
NIVEL DE INTEGRACIÓN EN EL PROGRAMA
Incluir el nombre de los profesionales que van a atender a una paciente en particular y su
especialidad, iniciándose así el diseño individualizado del tratamiento de la paciente.
Habitualmente se incluye en el dispositivo de tratamiento a la atención psiquiátrica,
psicológica, clínica, nutricional y, en caso de alteraciones del ciclo menstrual, ginecológica.
Las entrevistas familiares generalmente se incluyen, como fue mencionado previamente, en
las pacientes menores de 21 años, con menos de 3 años de enfermedad y que viven con su
familia.
el Eje III incluye a las Enfermedades clínicas relevantes para el cuadro diagnosticado
en Eje I (como por ejemplo Obesidad en el caso de un diagnóstico de Bulimia
Nerviosa),
Módulo 3 18
Por ejemplo el diagnóstico presuntivo de una hipotética paciente podría quedar así:
OBSERVACIONES
Aquí se incluye todo otro dato que pueda considerarse relevante, por ejemplo: la sugerencia
para el psiquiatra que iniciará el tratamiento de incluir determinado psicofármaco en el plan
psicofarmacológico de la paciente.
Aquí nos resulta importante incluir, además de las evaluaciones psiquiátrica, clínica,
nutricional y ginecológica previamente mencionadas, la evaluación psicoanalítica,
fundamental en el proceso de curación particular que tiene cada paciente.
Módulo 3 19
El síntoma se produce como resultado de predisposiciones clínicas, nutricionales, culturales,
familiares y subjetivas. Ninguno de estos factores predisponentes está ausente en el
entramado sintomático. El resultado es un Trastorno que afecta en su totalidad la vida de la
persona que lo sufre, porque se relaciona con una necesidad de todos los días: la
alimentación.
Como necesidad vital la alimentación es una necesidad biológica, pero además es el modo
originario de la relación con el otro.
Lo que se presenta a la evidencia es una conducta, considerada patológica por sus efectos,
y que alguien piensa necesario modificar. No siempre quien es agente de esa conducta
quiere modificarla, no siempre puede hacerlo y no siempre la sufre.
Recuerde
Desde el punto de vista del psicoanalista hay un sujeto que tiene razones, desconocidas
por sí mismo, para preservar ese síntoma. El síntoma tiene motivos y sentidos que no
se presentan a la evidencia. Habrá entonces que develar, mediante la escucha, cuál es
la posición subjetiva que se sostiene con el síntoma y que, por lo tanto, lo produce y
sostiene a su vez.
El síntoma alimentario sirve, como cualquier síntoma frente al analista, como un modo de
relacionarse con los otros significativos para el sujeto, aunque no podamos considerarlo un
modo “feliz” de relacionarse. La conducta que mantiene el sujeto responde a determinada
estructura de relación. Sin embargo, no es el entorno el factor determinante, sino que allí
interviene la respuesta particular que construye el sujeto frente a ese entorno en el que vive.
Mediante el síntoma, entonces, el sujeto se hace un lugar entre los otros, se identifica y se
hace identificar. En él se reconoce y es reconocido.
Paradójicamente, lo que aparece enmascarando esta solución son los conflictos que el
síntoma desencadena en su vida y en su vínculos. Sin embargo, esas mismas dificultades
que rodean al síntoma denuncian la verdadera conflictiva a quien puede escucharla.
Módulo 3 20
En su vertiente de solución, el síntoma, entonces, otorga cierta satisfacción al sujeto que no
va a abandonar fácilmente. Por eso también cuesta al paciente encontrar y reconocer esa
satisfacción inconciente. Y en la mayoría de los casos, las motivaciones inconcientes del
síntoma alimentario, por ser tan primitivas, están completamente desprovistas de sentidos
simbólicos, por lo que la tarea de la cura debe prescindir de la búsqueda de esos sentidos y
propiciar la construcción de alternativas para la misma.
Ahora bien, ¿por qué un sujeto expondría su íntima y segura solución a un análisis?
Por un lado, por esos mismos conflictos que la conducta conlleva. Por el otro, porque tras
esa evidencia, es su propia conducta la que impide algo de su deseo, la que imposibilita su
despliegue como sujeto deseante.
Lo dicho hasta aquí es lo que podemos considerar como generalidades del síntoma frente al
analista y su presentación como síntoma alimentario. Lo que ya no responde a la
generalidad son los motivos y sentidos particulares del síntoma de cada sujeto y que
corresponden a las vicisitudes propias de la vida y la singularidad de cada uno.
Por eso para el psicoanalista, la clínica sólo es posible en el caso por caso.
¿Por qué?
Porque atiende a la singularidad de cada sujeto, a aquello que le es más propio y único,
aquello que en cada sujeto es diferente de los demás, irrepetible e íntimo. El analista
escucha la identidad del sujeto encerrada en el síntoma. A esto se debe que la intervención
en cada caso también es única e irrepetible, es para ese sujeto y no otro.
Módulo 3 21
Por un lado se trata de precisar en qué posición está ubicado el paciente respecto de su
conducta alimentaria.
Por otro lado es necesario reconocer cuáles son las satisfacciones e insatisfacciones que
esta conducta le asegura al sujeto. Satisfacción ligada a un goce desconocido e
insatisfacción respectiva del deseo, descuidado y atrapado por la propia conducta.
Módulo 3 22
Llegados hasta aquí en nuestra evaluación del paciente podremos establecer un…
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
El diagnóstico diferencial debe realizarse con otros Trastornos Psiquiátricos y con patología
clínica.
El diagnóstico diferencial con otros trastornos psiquiátricos se basa en recordar que, parar
diagnosticar un trastorno de la conducta alimentaria, es central la presencia de alteración de
la conducta alimentaria como consecuencia de:
Trastorno Bipolar
Los pacientes con Trastorno Bipolar pueden presentar períodos con fluctuación importante
en la ingesta, a veces acompañadas de fluctuaciones en el peso y es más frecuente que
tengan atracones en una intención de manejar su cambiante estado de ánimo. Sin embargo
acá tampoco existe ni temor a subir de peso, ni distorsión de la imagen corporal, ni
preocupación excesiva por la misma.
Módulo 3 23
Trastorno Ciclotímico
En forma similar a los pacientes con Trastorno Bipolar los pacientes con Trastorno
Ciclotímico pueden presentar períodos con fluctuación importante en la ingesta, a veces
acompañadas de fluctuaciones en el peso y es más frecuente que tengan atracones en una
intensión de manejar su cambiante estado de ánimo. Sin embargo acá tampoco existe ni
temor a subir de peso, ni distorsión de la imagen corporal, ni preocupación excesiva por la
misma.
Trastornos de Ansiedad
En los numerosos Trastornos de Ansiedad la disminución de la ingesta o el aumento de la
misma (incluida la presencia de atracones) se vinculan directamente al nivel de ansiedad,
siendo mayor a mayor nivel presente el paciente. Aquí no aparece temor a subir de peso, ni
distorsión de la imagen corporal, ni preocupación excesiva por la misma. La paciente
generalmente desea subir de peso, describiéndose a sí misma como delgada en caso de
presentar un bajo IMC.
Trastornos Psicóticos
En los trastornos psicóticos los pacientes pueden tener alterados sus hábitos alimentarios a
partir de la sintomatología psicótica (por ejemplo voces que lo inducen a no comer o
ideación delirante en la cual supone que le han envenenado la comida). Al igual que en los
cuadros anteriores no aparece temor a subir de peso, ni distorsión de la imagen corporal, ni
preocupación excesiva por la misma.
Puede anticipar a partir de su experiencia médica (en caso de tenerla) y los avances
en conocimientos que ha obtenido hasta aquí, ¿cuáles serán los posibles pronósticos
de cada uno de estos cuadros?
Módulo 3 24
PRONÓSTICO
En pocas palabras alrededor de la mitad de las pacientes “curan con cicatriz”, una cuarta
parte nunca cura y otra cuarta parte mejora casi completamente, aunque se ha visto que
persisten ciertos rasgos alimentarios que ya no tienen mayor repercusión en la vida habitual
de la paciente (como, por ejemplo, una preocupación mayor a la habitual por el contenido
calórico de los alimentos o selectividad alimentaria).
Módulo 3 25
En el caso de la Bulimia Nerviosa, con tratamiento de 6 meses a 2 años, se calcula que:
Sin tratamiento sólo el 50% logra la reducción de, al menos un 50%, la frecuencia de
atracones y conducta compensatoria, con poca mejoría de la sintomatología psiquiátrica
concomitante. Las tasas de recuperación completa espontánea son menores al 20%.
Vemos así que los dos principales Trastornos de la Conducta Alimentaria tienden a la
cronicidad sino son tratados, con pocas tasas de recuperación completa y, en el caso de la
Anorexia Nerviosa, con tasas de mortalidad 5 veces superiores.
GLOSARIO
Trastorno Depresivo Mayor: Trastorno Psiquiátrico caracterizado por presentar uno o más
episodios depresivos mayores que son períodos, de al menos de 2 semanas de duración,
con gran tristeza y/o anhedonia (falta de placer en la casi totalidad de actividades)
acompañados de signos y síntomas neurovegetativos (como, por ejemplo, alteraciones en el
sueño, el apetito o la actividad motora) y cognitivos (como por ejemplo, desesperanza,
pérdida de concentración y atención, sensación de inutilidad, culpas y autorreproches
excesivos, indecisión, ideación de muerte e ideación suicida)
Módulo 3 26
Trastorno Bipolar: Trastorno psiquiátrico caracterizado por uno o más episodios
depresivos mayores como en el Trastorno Depresivo Mayor, pero que también presenta
períodos con euforia y/o irritabilidad acompañados de descontrol en la vida habitual del
paciente que le produce consecuencias indeseables como, por ejemplo, realizar regalos
caros o involucrarse en negocios riesgosos. Será denominado Trastorno Bipolar I cuando
los períodos con euforia y/o irritabilidad sean muy graves, tengan síntomas psicóticos o
requieran internación.
En los otros casos el cuadro es denominado Trastorno Bipolar II (los períodos con euforia
y/o irritabilidad son menos graves, no tienen síntomas psicóticos, ni requieren internación, si
bien producen alteraciones en la vida habitual del paciente)
Módulo 3 27
Dentro de los Trastornos de Ansiedad también se incluyen al Trastorno por Pánico donde
aparecen crisis inesperadas con gran miedo a que ocurre algo grave o a morirse
acompañadas de manifestaciones somáticas (como sudoración, palpitaciones, temblores,
mareos, etc.) y al Trastorno Por Estrés Postraumático que es una reacción compleja y de
larga duración que aparece luego de situaciones que a todos nos generarían intenso horror
y/o desamparo (como, por ejemplo, ser víctima de una violación o de un accidente
automovilístico). Cuando esta reacción es de menor duración se denomina Trastorno por
Estrés Agudo (muchas veces este cuadro luego se transforma en un Trastorno por Estrés
Postraumático si continúa la signo-sintomatología).
Llegamos así al final de este módulo que le acercó una herramienta útil para la
evaluación clínica de su paciente.
Esperamos sus comentarios y sugerencias para mejorarla.
Módulo 3 28
Mientras tanto, nos gustaría que compartan con nosotros esta…
Como fue visto en este Módulo, la Amenorrea es uno de los criterios para el diagnóstico
de Anorexia Nerviosa. Últimamente algunos autores cuestionan este criterio. Consideran
que la Amenorrea no es fundamental para diferenciar entre las pacientes que serían
diagnosticadas como Anorexia Nerviosa y las pacientes que serían diagnosticadas como
un Trastorno de la Conducta Alimentaria No Especificado. Refuerzan sus dichos
mencionando que pacientes con IMC muy bajos, que conservan la menstruación, tienen
peor evolución que pacientes con amenorrea y un IMC más elevado.
Bibliografía Obligatoria
1. American Psychiatric Association: Practice Guideline for the Treatment of Patients with
Eating Disorders, Third Edition, USA, American Psychiatric Association, 2006
(http://www.psych.org/psych_pract/treatg/pg/prac_guide.cfm)
Bibliografía Recomendada
1. Mehler PhS: Diagnóstico y cuidado de pacientes con Anorexia Nerviosa en los centros
de atención primaria. Para solicitar copias individuales escribir a Philip Mehler, MD,
Denver Health Medical Center, 660, Bannock Street, MC 1914, Denver, CO 80204.
5. Garner David M, Garfinkel Paul E: Handbook of Treatment for Eating Disorders, Second
Edition, New York, New York, USA, The Guilford Press, 1997.
Módulo 3 29
6. Brewerton TD: Toward a Unified Theory of Serotonin Dysregulation in Eating and Related
Disorders. Psychoneuroendocrinology 1995; 20: 561-590
7. Fairburn CG, Welch SL, Doll HA, Davies BA, OConnor ME: Risk Factors for Bulimia
Nervosa. Arch Gen Psychiatry 1997; 54: 509-517
8. Becker AE, Grinspoon SK, Klibanski A, Herzog DB: Eating Disorders. N Engl J Med
1999; 340: 1092-1098
9. Sullivan PF, Bullik CM, FearJL, Pickering A: Outcome of Anorexia Nervosa: A Case-
Control Study. Am J Psychiatry 1998; 155: 939-946
10. Loeb KL, Pike KM, Walsh BT: Eating and Purging in Allison DB: Handbook of
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California, USA, Sage Publications, 1995
11. Currin L, Schmidt U, Treasure J, Jick H: Time trends in Eating Disorder incidence. Br J
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12. Hoek HW, Bartelds AI, Bosveld JJ, Van Der Graaf Y, Limpens VE, Maiwald M, Spaaij CJ:
Impact of urbanization on detection rates of Eating Disorders. Am J Psychiatry 1995; 152
(9): 1272-1278
13. Hoek HW, Van Hoeken D: Review of the prevalence and incidence of Eating Disorders.
Int J Eat Disord 2003; 34 (4): 383-396
14. Kotler LA, Cohen P, Davies M, Pine DS, Walsh BT: Longitudinal relationships between
childhood, adolescent and adult Eating Disorders. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry
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Módulo 3 30