You are on page 1of 56

(c) Copyright 2010, vLex. Todos los Derechos Reservados.

Copia exclusivamente para uso personal. Se prohibe su distribución o reproducción.

Artículo 7

Maria del Carmen Gete-Alonso y Calera - Catedrática de Derecho Civil

Seccion: Capítulo III. Eficacia general de las normas jurídicas


Tomo I, Vol 1º: Artículos 1 a 7 del Código Civil (Enero 1992)

Id. vLex: VLEX-229639


http://vlex.com/vid/229639

Resumen

I. Parte: 1. La buena fe: Caracterización general. 2. Los conceptos de buena fe. 3. La


calificación del principio de buena fe en la jurisprudencia: 3.1 El Tribunal Constitucional. 3.2. El
Tribunal Supremo. 4. La buena fe como límite. 5. Supuestos de comprende. 6. Las
consecuencias jurídicas del ejercicio de mala fe. II Parte: 1. El abuso de derecho:
caracterización general. 2. El concepto de abuso del derecho del artículo 7, 2.°, del Código
civil. 3. Requisitos del abuso de derecho: 3.1. La conducta del titular del derecho. 3.2. La
calificación de la actuación/omisión. 3.3. El ejercico extralimitado. 3.4. El daño. 4.
Consecuencias del ejercicio abusivo: 4.1. La inadmisibilidad de su ejercicio. 4.2. El resarcimiento.
4.3. La adopción de medidas judiciales y administrativas.

Texto

El apartado 1.° del artÃ-culo 7 del


Código civil recoge, en una norma
/p>I PARTE positiva, un principio general del Derecho: el
de la actuación de buena fe, reconocido
1. La buena fe: caracterización general universalmente, elevándolo al rango de
principio expli-citado.

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 1 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

los mismos que lo habÃ-an explicitado.


En esta lÃ-nea, la reforma del TÃ-tulo Preliminar Fundamentalmente, por ya conocidos:
de 1974 se inserta en la tendencia que ya se
habÃ-a venido manifestando en algún - ArtÃ-culo 1.258 del Código civil: «Los
Código civil europeo que, rompiendo contratos se perfeccionan por el mero
con el molde tradicional de considerar a la consentimiento, y desde entonces obligan no
buena fe como un principio únicamente sólo al cumplimiento de lo
predicable de las relaciones jurÃ-dicas expresamente pactado, sino también a todas
patrimoniales (básicamente las que se las consecuencias que, según su naturaleza,
generan en el contrato y en el ámbito de los sean conformes a la buena fe, al uso y a la
derechos reales), pasa a calificarlo con ley.»
carácter general: exi-gible, por tanto, en toda
actuación jurÃ-dica. - ArtÃ-culo 57 del Código de comercio:
«Los contratos de comercio se ejecutarán y
El artÃ-culo 2 del Código civil suizo de cumplirán de buena fe, según los términos en
1907 -como es conocido- señala que «Cada que fueren hechos y redactados, sin
uno está obligado a ejercitar sus derechos y tergiversar con interpretaciones arbitrarias el
ejercitar sus obligaciones según las reglas de sentido recto, propio y usual de las palabras
la buena fe», sancionando, en su segundo dichas o escritas, ni restringir los efectos que
párrafo, el ejercicio abusivo del derecho. naturalmente se deriven del modo con que los
contratantes hubiesen explicado su voluntad y
En el ámbito europeo la buena fe, aunque contraÃ-do sus obligaciones.»
reconocido como principio general (1) se
ceñÃ-a, exclusivamente, a las relaciones - ArtÃ-culo 9 de la L. A. U.: «El ejercicio de los
patrimoniales. Baste recordar los siguientes derechos y el cumplimiento de las obligaciones
preceptos: previstas en esta Ley se acomodará a las
exigencias de la buena fe.»
- Parágrafo 242 del B. G. B.: «El deudor está
obligado a ejercitar la prestación como La reforma del TÃ-tulo Preliminar de 1974 no
exige la buena fe con referencia a los usos del introdujo -como se ha destacado de forma
tráfico.» unánime por la doctrina- una auténtica
novedad, puesto que la aplicación que
- ArtÃ-culo 1.134 , último párrafo, del de dichos preceptos venÃ-a haciéndose por la
Código civil francés: «Las jurisprudencia (2) habÃ-a creado una
convenciones... deben ser ejecutadas de importante doctrina en torno a su
buena fe.» consideración como principio general.

- ArtÃ-culo1.171 del Código civilitaliano: La existencia de un texto como el del artÃ-culo


«El deudor y el acreedor deben comportarse 7 , 1 .°, del Código civil, en el que se
segun las reglas de la corre tezza» y artÃ-culo recoge la buena fe, sin modificación de
1.375: «El contrato debe cumplirse según la los preceptos en los que se contenÃ-a,
buena fe.» ¿supuso y supone consecuencias en este
ámbito?
Lo propio sucedÃ-a en nuestros cuerpos
legales y en las leyes especiales posteriores a Se ha dicho que «El caso es que el precepto,

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 2 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

tal como ha sido enunciado, no añade nada a TÃ-tulo Preliminar del Código civil ,
la vieja máxima fides bona contraria est fraudi demuestra esa intención de ampliar su
et dolo (Paulo, Digesto XVII, 2.3.3) ni a la marco de actuación (aunque éste ya lo
doctrina que presenta como lÃ-mite interno de estuviera en la práctica de los Tribunales).
la buena fe y, por ende, como incompatibles al Señalaba DÃ-ez-Picazo (6), con acierto, que
dolo y a la culpa» (3). «la inserción de un texto en el TÃ-tulo
Preliminar contribuye de manera muy eficaz a
Es verdad que para la exigencia y vigencia de dinamizarlo. El TÃ-tulo Preliminar del
un principio general no se hace necesaria su Código civil es algo asÃ- como el
positivación y menos en la forma pórtico de todo el ordenamiento
concreta en que lo ha hecho nuestro texto jurÃ-dico».
legal, que es incompleto. Como decÃ-a el
profesor De Castro (4), «el significado La otra consecuencia, inmediatamente ligada
jurÃ-dico de los principios reside en el valor a la que se ha comentado, es la referente a su
intrÃ-nseco (ratio) que se les reconoce en la positivación, en el sentido en que
comunidad, el trámite de su positivación expresaran las palabras del profesor De
va unido a su propia existencia (vigencia Castro que han sido copiada antes. De ser un
social) y los datos de donde se induce su principio cuya existencia general (no
nacimiento importan sólo en los casos sólo para las relaciones patrimoniales)
en que la propia vigencia del principio es debÃ-a extraerse o deducirse, a ser una regla
insegura». jurÃ-dica concreta (positiva).

Si bien, asÃ- pues, en el ámbito puro de los La buena fe no sólo actúa con el
principios generales no supuso una auténtica carácter de informadora del ordenamiento
innovación si corportó, a mi jurÃ-dico que el artÃ-culo 1 , 4 .°, del
parecer, dos consecuencias importantes. Código civil atribuye a todos los
principios generales, sino de manera directa e
La primera de ellas -ya ha sido insinuada al inmediata.
principio de este comentario- es la referente a
su enunciación no sólo general - No ha de olvidarse la doble función que
en cuanto a su contenido-, sino, también, en dicho apartado 4.° del artÃ-culo 1 del
cuanto a su modo de presentación. Código civil atribuye a los principios
generales: una general, en cuanto
Por su contenido, ya no se refiere sólo a «informadores del ordenamiento jurÃ-dico» y
los derechos que nazcan o se originen de una otra de fuente subsidiaria, «Los principios
relación jurÃ-dica patrimonial, sino que generales del Derecho se aplicarán en defecto
abarca a cualquier derecho (y de ley o costumbre...>.
obligación) sea de la clase que sea. La
redacción del precepto asÃ- lo confirma. La positivación del principio en análisis
Está en la misma lÃ-nea que el artÃ-culo 2 del comporta que la buena fe no sea de
Código civilsuizo citado (5). aplicación defectiva, sino directa. La
existencia de una norma como el artÃ-culo 7 ,
En cuanto a su modo de presentación, 1.°, del Código civilimpide tal modo de
el incluir una norma especÃ-fica, en la que se aplicación en cuanto que -como
exija la actuación de buena fe, en el mandato derivado expresamente de un texto

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 3 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

legal- debe procederse a su aplicación puede venir justificada o condicionada, en un


como ley. No actúa ni en defecto de ley ni de momento determinado, por el sentir de la
costumbre porque es aquella misma la que comunidad en la que se va a aplicar.
impone el ejercicio de buena fe de los
derechos. AsÃ- parece que sucedió en
relación a nuestro Código civil.
Esto, sin embargo, no impide que, puesto que Sin referirme, ampliamente, a los precedentes
existen otros preceptos positivos en los que se de la gestación legislativa del precepto
prevé expresamente una regulación en examen (9) baste recordar que la Ley
especÃ-fica de la buena fe, incluso en algunos 3/1973, de 16 marzo, de Bases para la
se la define y se le dota de una especial modificación del TÃ-tulo Preliminar, en
consecuencia jurÃ-dica, al coexistir con éstos su artÃ-culo 2 imponÃ-a como base 3, 1, que
pueda ocurrir que, en ocasiones, actúe en un «Al regular la eficacia general de las normas
segundo lugar. Tal subsidiaridad, con todo, en jurÃ-dicas se determinarán, con arreglo a los
ningún caso, es la misma que se produce criterios ya contenidos en el Código y a
cuando ni siquiera el principio general se las orientaciones de la doctrina y
encuentra formulado por el legislador, sino que jurisprudencia, las consecuencias de la
significa que el artÃ-culo 7 , 1 .°, del ignorancia de la ley, del error de Derecho y de
Código civil -y la interpretación los actos contrarios a las normas imperativas.
que se haga del mismo- no entrará Con iguales criterios se configurará la
directamente en juego si para aquella exigencia de la buena fe como requisito de los
situación ya existe una previsión actos jurÃ-dicos...>.
legal concreta (por ejemplo, artÃ-culos 451 y
ss. del Código civil en sede de HabÃ-a un mandato expreso en dicho sentido,
posesión), pero que sÃ- lo hará cuando la doctrina y la jurisprudencia habÃ-a venido
esto no suceda (por ejemplo, en aplicando y hablando de la buena fe en su
relación a la doctrina de los actos calidad de principio general. Era, su
propios). positivación, una necesidad sentida
frente a cierta manera de ejercicio de los
Inmediatamente después de la reforma del derechos que, de alguna forma -permÃ-tase la
TÃ-tulo Preliminar se dijo, también, que a expresión-, podÃ-an «escapar» a
aunque la ley no lo consagrara de modo imposición de una sanción.
explÃ-cito, hallarÃ-a su aplicación como
tal principio general del Derecho a través de la Paradigmática es la jurisprudencia, anterior al
interpretación e integración de las TÃ-tulo Preliminar, en torno a la doctrina de los
normas» (7), llegando, incluso, a afirmarse actos propios, sus vacilaciones y
que su consagración legal era contradicciones y el importante estudio del
innecesaria. profesor DÃ-ez-Picazo sobre el mismo. Hoy,
sin discusión, la regla nemo potest
Ciertamente, siguiendo la opinión de De venire contra factum proprium es considerada
Castro y de buena parte de la doctrina (8), la como una de las manifestaciones de este
vigencia de un principio general no depende principio.
de su positivación, ésta sólo
comporta una más fácil o cómoda En la misma lÃ-nea, por citar otro de los casos
aplicación. Pero su positivación más conocidos, la doctrina del abuso del

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 4 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

Derecho (10), ampliamente elaborada, sobre jurisprudenciales impulsaban a ello.


todo por la jurisprudencia, con anterioridad a la
reforma; que responde, aunque con carácter Transcurridos ya bastantes años desde la
propio y autónomo, al mismo principio modificación del TÃ-tulo Preliminar sÃ-
de actuación de buena fe. puede, ahora, sino corroborarse esa
innecesariedad de la que se hablara, sÃ-
La Exposición de Motivos de la Ley de criticar su formulación.
Bases se referÃ-a a esta positivación al
aludir a las materias objeto de nueva Sin perjuicio de lo que se verá más adelante,
regulación incluyendo, entre ellas, «e/ conviene ahora destacar una cuestión a
expreso reconocimiento de algunos principios considerar que no ha sido del todo destacada
generales, cuales el de buena fe...>. en relación a este precepto.

Más tarde, la Exposición de Motivos del Wieacker inicia su estudio sobre El principio
Decreto 1.836/1974, de 31 mayo, explicará, en general de buena fe con las siguientes
relación a ese expreso reconocimiento, palabras: «La aplicación que del
cuál ha sido la finalidad buscada: la parágrafo 242 del B. G. B. hacen los
introducción, a modo de recordatorio, de Tribunales alemanes hay que considerarla
determinadas valoraciones que tiene en como algo ya consolidado en el Derecho
cuenta una comunidad. Clarificadoras son las actual (12): se trata de un Derecho judicial
palabras que se emplean: «Sin pretender -se libre que escapa a todo tipo de reflexión
dice- una alteración del juego concreto y análisis» (13).
de la buena fe en cada una de las instituciones
jurÃ-dicas, ha parecido pertinente enunciarla Llaman, o al menos deberÃ-an de hacerlo,
como postulado básico por cuanto representa poderosamente la atención estas
una de las más fecundas vÃ-as de palabras (14). ¿Es este principio general
irrupción del contenido ético-moral en el positivado una vÃ-a de entrada al Derecho
orden jurÃ-dico.> judicial en un sistema como el nuestro de Civil
Law en el que no tiene cabida la jurisprudencia
La referencia a la buena fe, máxime cuando como fuente del Derecho? (Cfr. artÃ-culo 1 ,
ésta se presenta como un principio general del 7.°, del Código civil) (15).
Derecho positivado, parece que, según la
concepción que se mantenga acerca de La contestación al interrogante
ella, comporta tal irrupción de la ética. planteado -como ya se sabe de entrada- debe
Pero no de cualquiera, ni tampoco de una ser necesariamente negativa. No obstante, no
determinada moral, sino de aquella que pueda conviene olvidar que en este artÃ-culo 7, L°,
predicarse en relación al conjunto de del Código civil se contiene una
circunstancias que delimitan una sociedad en cláusula general (16) que, como tal, y
un momento histórico determinado. particularmente en nuestro caso debido! a su
Etica jurÃ-dica, factores económicos, formulación, propicia o puede propiciar
sociales y culturales (11) la arbitrariedad judicial (17). Es decir, que en el
momento de su aplicación por los
¿Innecesariedad de su positivación? Tribunales se produzca no su
En el momento en el que se produjo la norma integración -para la delimitación
puede que no. Las formulaciones doctrinales y del concepto de buena fe al supuesto de

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 5 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

hecho concreto- con los valores éticos a los ámbito del contrato de trabajo los artÃ-culos5,
que aludÃ-a la Exposición de Motivos a); 20, 2; 54, 2, d), y 89 del Estatuto de los
citada, o con el modelo de conducta social Trabajadores (19) y, en relación al
(estándar jurÃ-dico) imperante en un momento proceso, el artÃ-culo 11, 1, de la L. O. P. /., en
dado, sino con el concreto, individual (personal el que se señala que «En todo procedimiento
y como tal subjetivo) juicio de valor del se respetarán las reglas de la buena fe».
juzgador.
2. Los conceptos de buena fe
La aplicación del principio requiere una
especificación y delimitación, La buena fe ha presentado, tradicionalmente,
dotarle de un contenido propio que se y presenta una importante dificultad a la hora
acomoda, necesariamente, a una serie de de intentar ofrecer una descripción o
circunstancias que existen en la sociedad en definición acerca de la misma. Es uno
un momento histórico determinado de los conceptos -se ha señalado (20)- «más
(predicados respecto de factores jurÃ-dicos, difÃ-ciles de aprehender del Derecho civil y
económicos, sociales y culturales). En además uno de los conceptos jurÃ-dicos que
definitiva, requiere una especial ha dado lugar a más larga y apasionada
fundamentacion o justificación, polémica».
precisamente por esa presentación
como cláusula general. No es el lugar oportuno, este comentario, para
desarrollar y describir las diversas
Si bien no puede decirse, con la misma concepciones, teorÃ-as y discusiones que la
rotundidad en que lo hace Wieacker, que en elaboración de su concepto ha
nuestro ordenamiento su aplicación propiciado (21) me limitaré a señalar, a
haya supuesto la aparición de un grandes trazos, cómo pueden ordenarse
Derecho judicial, sÃ- puede observarse que no las diversas clasificaciones que se suelen
siempre se ha llevado a cabo con la hacer en torno a la misma.
concreción que serÃ-a necesaria. Se
utiliza juntamente a otros o simplemente -lo De entrada, no obstante, conviene señalar
que es lo más frecuente- como un que no es posible -aunque asÃ- se haya
recordatorio. Una sucesión de citas no intentado a veces-, a la vista de los diversos
es una auténtica aplicación de un textos normativos (además del artÃ-culo7 ,
principio (18). 1 .°, del Código civil) que contienen
una referencia expresa a la buena fe, el fijar un
Con posterioridad a la reforma del TÃ-tulo concepto unitario y uniforme susceptible de ser
Preliminar, otros textos legales han venido a aplicado a la generalidad de los actos
recoger, también, este principio de buena fe jurÃ-dicos respecto de los que se predica. No
para su ámbito especÃ-fico. sólo no es posible, sino que no parece
útil dicho empeño. Como recientemente se ha
En este orden debe tenerse en cuenta lo que señalado «los intentos de reconducir a
se dispone en el artÃ-culo10, 1, c), de la Ley unidad el concepto de buena fe, aunque bien
26/1984, de 19 de julio, General de los intencionados, están condenados de
Consumidores y Usuarios, que exige que las antemano a la cruz de todo principio general:
condiciones generales de los contratos esto es, a permanecer en las alturas de la
cumplan el requisito de «buena fe»; para el vaguedad y de la abstracción, en un

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 6 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

plano por tanto pobre en información usucapión ordinaria).


que aporta sólo elementos mitifica-
dores, pero no los desarrollos necesarios para En este plano, junto a los demás requisitos
la aplicación fundada del principio» que aparecen descritos en la norma, la buena
(22). fe se muestra como uno más de ellos
contribuyendo a delimitar el supuesto de
Al abordar el concepto de buena fe se hace hecho contemplado e introduciendo un factor
necesario, a mi entender, diferenciar dos especÃ-fico de regulación.
planos (interconexionados) atendiendo a dos
criterios (que, también en cierta medida, se En todos estos supuestos, aunque las
encuentran relacionados entre sÃ-): consecuencias jurÃ-dicas sean diversas,
parece existir un común denominador que
- Uno, al que podrÃ-a calificarse de concreto o viene dado de la contemplación de la
especÃ-fico, y que toma como punto de partida buena fe en orden a aquéllas (las
la regulación legal (la normativa consecuencias jurÃ-dicas) y que, en una
concreta) y el modo en que se presenta en apreciación vulgar (no jurÃ-dica, por
ésta. tanto), podrÃ-a incluso llegar a considerarse
con un «trato de favor», sin que la ausencia
- Otro, más genérico o amplio -que es en el de buena fe suponga de manera necesaria un
que parece moverse la buena fe como «trato de disfavor» o san-cionador.
concepto-, que atiende a la especial
concepción que se tiene del mismo y no Técnicamente (en el plano jurÃ-dico) la
siempre descrito en una norma jurÃ-dica concurrencia de la buena fe se traduce -en los
concreta. casos mencionados- en el establecimiento (si
se quiere generalizar y uniformar) de una regla
Por el modo en que la buena fe se incardina que comporta una especial protección
en las normas positivas se admite hoy (23) jurÃ-dica que se mueve entre el mantenimiento
que ésta tiene una doble presentación o de la eficacia del acto llevado a cabo y como
manifestación en nuestros textos legitimador de su propia validez hasta la
legales: previsión de una eficacia especÃ-fica
que sólo se predica en relación a
1. A un nivel que pudiera calificarse de los supuestos en que se produzca la
concreto, la buena fe es contemplada como concurrencia de la buena fe (24). Por el
uno de los elementos que integra el supuesto contrario, la mala fe oscila entre la posibilidad
de hecho de una norma jurÃ-dica. AsÃ- sucede, de una cierta sanción (negación
básicamente, en preceptos tales como el de la validez del acto) y la previsión de
artÃ-culo79 del Código civil (matrimonio una eficacia diferenciada, pero que no significa
putativo); artÃ-culos53 y 78 del Código la falta de protección del supuesto de
civil (buena fe en relación al requisito de hecho en el que concurre (la usucapión
forma del matrimonio); artÃ-culos 451 y ss. y será extraordinaria, no ordinaria).
464 del Código civil (buena fe en la
posesión); artÃ-culo1.705 , 2 .°, del A su vez, conviene destacar que, en este
Código civil (la renuncia a la sociedad grupo de normas, debe de hacerse una nueva
ha de ser de buena fe) o en el artÃ-culo 1.940 distinción atendida la manera en que se
(la buena fe como requisito de la describe a la buena fe como elemento del

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 7 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

supuesto de hecho. la buena fe actúa como elemento del supuesto


de hecho cuya concurrencia provoca
En ocasiones, simplemente, la buena fe determinadas consecuencias jurÃ-dicas, pero
aparece requerida, es uno de los elementos siendo necesario integrar su concepto, bien
del supuesto de hecho al que no se define ni refiriéndolo al que describe la ley, bien no; en
describe (por ejemplo, artÃ-culos78, 79, 1.705, los otros, no sólo concurren sus datos,
2.°, del Código civil). En estos casos, sino también esa concreción que impide
para determinar la concurrencia de la buena fe la actuación arbitraria del Juez, resulta
se hace preciso llevar a cabo una labor de muy clara qué tipo de actuación es la
determinación y concreción que que aparece considerada y la manera en que
puede comportar una valoración se dispensa protección al que obra de
subjetiva de la conducta realizada. No buena fe (27).
siempre, sin embargo, se estará de manera
ineludible ante la denominada buena fe 2. A un segundo nivel, siempre partiendo de la
subjetiva, tampoco -puesto que se parte de su contemplación legal, la buena fe
no concreción o definición- aparece recogida en la norma como y en
coincidirá con la definición legal que, de cuanto principio general del ordenamiento
la misma, se contiene en otros preceptos, jurÃ-dico. Esto es lo que sucede, hoy, en el
particularmente con la que lo identifica a la artÃ-culo7, 1.", del Código civil y, antes
ignorancia o creencia equivocada. de su existencia en el Código civil, en el
artÃ-culo1.258 del Código civil (aunque
En otro grupo de normas (25), la buena fe se referido sólo a la esfera patrimonial).
encuentra definida. No sólo forma parte
del supuesto de hecho de la norma, sino que La buena fe ya no es uno de los elementos de
se fija, legal-mente, su concepto. Esto impide la norma jurÃ-dica, sino en sÃ- misma una
el que se pueda efectuar una norma jurÃ-dica de la que, en cuanto principio
interpretación en sentido distinto del general, deberán de surgir normas jurÃ-dicas
regulado, de modo que la labor del Juez se más concretas.
limita a la comprobación de la existencia
de correspondencia entre lo previsto en la Nótese además que aquÃ-, a diferencia
norma y la conducta alegada y a la de lo que sucedÃ-a en el grupo analizado
aplicación de la consecuencia que anteriormente, ni siquiera se plantea el tema
corresponda. referente a su definición o
descripción; tampoco -de otra parte- se
Paradigmáticos, en este sentido, son los establecen cuáles son las consecuencias
artÃ-culos 433 y 1.950 del Código civil jurÃ-dicas concretas que se derivan de su
en los que la buena fe aparece descrita en concurrencia y, a la inversa, de su
términos concretos de creencia de una infracción. Sólo la regla general
determinada situación o de ignorancia. que impone la actuación «conforme a
las exigencias de la buena fe».
El que en unos casos se defina la buena fe
contemplada y en otros no, no es irrelevante De una parte, engloba las diversas
(26). La diferencia que existe entre ambos - definiciones legales de buena fe que se
como puede fácilmente observarse- es neta. contienen en otros preceptos, y también las
AsÃ-, mientras en el primer grupo de supuestos consecuencias jurÃ-dicas que, en cada caso ya

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 8 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

regulado, aparecen previstas. Pero de otra, es tanto en la fase de constitución de


más amplio en cuanto que abarca relaciones y situaciones jurÃ-dicas como en la
comportamientos de buena fe y consecuencias de su desenvolvimiento.
jurÃ-dicas no definidas ni previstas.
A otro nivel más general, la discusión
En este punto la norma (principio general) que en torno a la definición de buena fe ha
se establece en este artÃ-culo 7 , 1 .°, del tenido como punto tradicional de arranque la
Código civil debe merecer una diversa concepción, podrÃ-a decirse que
valoración negativa en cuanto que filosófica, de la misma (30).
supone el establecimiento de una peligrosa
cláusula general que puede desembocar bien En este sentido, básicamente, se pueden
en la arbitrariedad judicial, bien en la inope- reconducir todas las opiniones que se han
rancia de la misma. mantenido a dos grandes grupos:
concepción subjetiva de la buena fe,
En el momento de la introducción de concepción objetiva (31).
este principio como norma positiva en el
Código civil se perdió la 1. La concepción objetiva considera a la
oportunidad que se brindaba de llevar a cabo buena fe como una regla de conducta general
una completa regulación del mismo exigible a toda persona con independencia de
(28). la manera de actuar y de la creencia concreta
de la misma. Regla objetiva que se traduce en
Sea como fuere, sin embargo -como se verá un deber de actuar de una determinada forma.
en las páginas que siguen-, la jurisprudencia Es, se dice, «La rectitud u honradez moral de
del Tribunal Supremo, y más recientemente la una conducta» (32) tal y: como es entendida
del Tribunal Constitucional, ha tenido en una determinada sociedad. La tesis más
ocasión de pronunciarse acerca de este generalizada la re-conduce a la
principio en repetidas ocasiones. concepción que, de la misma, se tiene
Desafortunadamente, la vaguedad y poca en el tráfico jurÃ-dico.
concreción del mismo conducen, en
muchas ocasiones, a que simplemente se le 2. La concepción subjetiva, parte de la
cite sin entrar, propiamente, a determinar su apreciación y valoración del
concepto. No obstante, cuando se aplica comportamiento de la persona en una
directamente este artÃ-culo 7 , 1 .°, del situación jurÃ-dica dada. La buena fe se
Código civil, sea por sÃ- solo, sea en define con relación a un hecho
unión a otros preceptos, la psicológico: el conocimiento o grado de
consecuencia jurÃ-dica sÃ- parece uniforme: la conocimiento o la ignorancia que tiene una
inadmisibilidad de la conducta contraria a la determinada persona respecto de su modo de
buena fe. actuación. Actúa de buena fe aquella
persona que ignora la ilicitud o
De forma unánime, la buena fe que se contravención del ordenamiento
contiene en el artÃ-culo 7 , 1 .°, del jurÃ-dico de su conducta. AquÃ- se acaba
Código civil como principio general es identificándola a la honradez subjetiva de una
entendida como un modelo de conducta social persona.
que impone un deber genérico de
comportamiento leal (29) que se desarrolla En ambos casos, se parte de una idea común:

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 9 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

la honradez y corrección en el generalizado de buena fe, se puede decir que


comportamiento, tal y como está considerada éste es un modelo de conducta que supone un
en una sociedad concreta y determinada en el comportamiento leal que se delimita conforme
tiempo. La diferencia se encuentra en la a las circunstancias de una sociedad concreta,
valoración que se hace de la misma en un momento histórico determinado,
según lo relevante sea el dato objetivo al que tomando en consideración todos los
debe acomodarse todo comportamiento con factores sociales, culturales,
independencia de las creencias del sujeto o económicos y jurÃ-dicos de la misma.
no.
El Derecho no inventa, en este sentido, nada;
La cuestión -como se apuntó- ha se limita a acuñar como concepto técnico-
sido arduamente discutida por la doctrina jurÃ-dico algo que ya se encuentra
hasta el punto de que se ha puesto en tela de previamente. De ahÃ- la necesidad de que,
juicio el propio sentido de hacer distinciones. cuando deba de aplicarse, si sólo está
formulado genéricamente -como ocurre en el
No obstante, y por lo que se refiere a la norma artÃ-culo 7 , 1 .°, del Código civil- sea
que se contiene en el artÃ-culo 7 , 1 .°, del necesario dotarle de un contenido que llevará,
Código civil, es cierto que nada, en sÃ- de manera ineludible, a una pluralidad de
mismas, aportan una y otra concepción conceptos.
ante la generalidad en que éste se produce.
Este concepto genérico de buena fe, con todo,
Alguna idea puede ofrecer, pero no es del todo debe recalcarse que sólo se ofrece
seguro, las frases empleadas en la aquÃ- a nivel puramente de entendimiento. Me
Exposición de Motivos del Decreto explicaré. Como ya he señalado, resulta de
1.836/1974, en el que se hablaba de todo punto inoportuno el ofrecer una
introducción del «contenido ético-moral concepción unitaria de la buena fe a la
en el orden jurÃ-dico». De donde parece que que, a pesar de los intentos doctrinales que se
se sigue la denominada concepción han llevado a cabo para conseguirlo (33), no
objetiva o ética. se acomodan las previsiones legales ya
existentes en nuestro ordenamiento jurÃ-dico.
Sin embargo, como después ha demostrado Existen diversos conceptos de buena fe, una
su aplicación por los Tribunales, no deja diversa realidad jurÃ-dica de la que, como tal,
de tenerse en cuenta un cierto subjetivismo debe de partirse.
referido no ya a la creencia o ignorancia, sino
incluso a la propia intención de la Sin embargo, es posible, a nivel de
persona que ejercita un derecho. clarificación, formular una idea general
de lo que sea la buena fe que no impide la
La dificultad en formular un concepto de buena coexistencia de esos otros conceptos más
fe no impide señalar cuál es el mÃ-nimo particulares. Es esta idea general la que aquÃ-
común denominador que permite distinguirla se ha descrito como comportamiento leal (34).
de los demás conceptos éticos y morales que Ya se sigue, de otra parte, que con ello
puedan ser tenidos en consideración sólo se intenta traducir, de la mejor
por el ordenamiento jurÃ-dico. forma posible, lo que quiera significar buena fe
como norma de conducta, porque decir
Sin ánimo de ofrecer un concepto comportamiento leal para luego añadir que

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 10 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

debe delimitarse es, en verdad, no dar un causa de despido (35).


concepto.
La visión de conjunto que tales
3. La calificación del principio de la decisiones ofrece al estudioso de las mismas
buena fe en la jurisprudencia es, con todo, poco clarificadora, pues adolecen
de poca concreción y, muchas veces, al
Las decisiones de nuestros Tribunales en utilizarse junto con otro precepto del
orden a la aplicación del principio de ordenamiento intentando dotarle de un
buena fe no han dado lugar -como ya se contenido, acaban siendo sólo simples
advirtió- a la entrada de un Derecho declaraciones generales que, incluso, cuando
judicial en nuestro sistema. La tónica se comparan entre sÃ-, pueden dar lugar a
general de las mismas, en la mayor parte de contradicciones. Finalmente, esta falta de
las ocasiones, se centra en ofrecer una precisión (excesiva generalidad) a
definición, más o menos doctrinal, del veces se encuentra agravada al mezclarse, sin
principio de buena fe, pero, normalmente, en definirlos, varios conceptos a la vez,
Ã-ntima conexión con algún precepto del normalmente buena fe, fraude, abuso de
ordenamiento jurÃ-dico en el que se prevea de derecho y equidad.
manera expresa esa buena fe. Es decir, y por
utilizar una expresión gráfica, en cuanto Nuestro Tribunal Constitucional también, y
se califica a la buena fe como principio sobre todo en el ámbito laboral, en
general, el artÃ-culo7, 1.°, del Código resolución de recursos de amparo, ha
civil es considerado como una norma cuasi- tenido ocasión de aplicar el artÃ-culo7 ,
constitucional en la que, además del precepto 1.°, del Código civila supuestos en los
alegado en el caso concreto, se fundamenta la que parece que se ha producido (o puede
decisión que se adopta. llegar a producirse) una colisión con
alguno de los derechos y libertades
De otra parte, aunque son abundantes las fundamentales que reconoce la
sentencias que de una forma u otra Constitución.
contemplan a la buena fe, sólo unas
pocas proceden a la aplicación del No ha sido mi intención, ni creo que sea
artÃ-culo 7 , 1 .°, del Código civil y, de el lugar apropiado estos comentarios, el
entre ellas, la mayorÃ-a siguen haciendo recoger exhaustivamente toda la
referencia -como sucedÃ-a con anterioridad a jurisprudencia vertida sobre este tema desde
la reforma del TÃ-tulo Preliminar del la reforma del TÃ-tulo Preliminar. Me he
Código civil -al ejercicio de derechos y limitado en el tiempo: los diez últimos años (a
obligaciones en el estricto marco de la partir de 1980 hasta 1990) y a aquellas en las
relación obligatoria contractual. que se aplica directamente (porque se
menciona) el artÃ-culo 7 , 1 .°, del
También, a su vez, ha de hacerse notar que Código civil siempre que digan algo
en el ámbito en el que se ha aplicado más es más que la simple copia de su texto. Por ello
en el de la relación laboral al estar quizá pueda hablarse de que aquÃ- se lleva a
acogido expresamente, en el Estatuto de los cabo un mues-treo para poner de manifiesto
Trabajadores, el principio de buena fe en las cuál es la tendencia que adoptan nuestros
relaciones contractuales [art. 5, a), 20, 2, y 54, Tribunales en torno a la misma.
2, d)] y ser su infracción calificada como

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 11 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

3.1. El Tribunal Constitucional Dentro de las limitaciones que marca el tema


sobre el que resuelve -la relación
Básicamente las resoluciones de este Alto laboral-, poca es, piensa, la luz que ofrece
Tribunal giran, siempre, en torno a un acerca de la misma.
monotema: en las instancias se ha solicitado la
declaración de despido improcedente y La buena fe es considerada como lealtad,
se ha declarado procedente, o bien se ha pero, a la vez y curiosamente, diferenciada de
declarado improcedente, pero se solicitaba su aquélla. Bien puede decirse que son las
nulidad. En todos los casos se alegaba la circunstancias especÃ-ficas de cada caso
conculcación de la libertad de concreto, tal y como han sido calificadas por el
expresión ex artÃ-culo20 , 1 , d), de la Tribunal Supremo y han sido probadas, las
Constitución española , produciéndose que hacen inclinarse la balanza a favor o en
un conflicto entre el principio de buena fe (la contra de la transgresión del principio de
causa del despido era la transgresión de buena fe.
ésta) de la relación laboral y aquél.
AsÃ-, en las dos sentencias mencionadas,
La doctrina general y unánime de estas siendo ambos supuestos bastante similares, la
sentencias es la de entender, lo que viene a aplicación del principio de buena fe,
reafirmar el carácter de principio general de la tomando en cuenta circunstancias objetivas y
buena fe, que éste debe ser tenido en cuenta subjetivas del caso, lleva a soluciones
en cuanto actúa no sólo como lÃ-mite diversas.
del ejercicio de los derechos patrimoniales,
sino de todos los derechos reconocidos a las En los dos se trataba del ejercicio de la
personas. Doctrina que, después, recogerá el libertad de expresión de asalariados.
Tribunal Supremo.
En la S. T. C. de 15 diciembre 1983, dos
«La libertad de expresión -se señala trabajadores de un Centro educativo
en la S. T. C. de 15 diciembre 1983- no es un pertenecientes al Comité de Huelga como
derecho ilimitado, pues claramente se Delegados de personal fueron despedidos a
encuentra sometido a los lÃ-mites que el causa de un comunicado que dirigieron a los
artÃ-culo 20, 4, de la propia C. E. establece... al alumnos y padres a raÃ-z de que la empresa
mismo tiempo dicho ejercicio debe contrató nuevo personal, mientras
enmarcarse, en cualquier supuesto, en unas duraba la huelga, para la realización de
determinadas pautas de comportamiento que los exámenes de septiembre. En el
el artÃ-culo 7 del Código civil expresa comunicado se informaba que los exámenes
con carácter general al precisar que "los estaban siendo realizados por otras personas,
derechos deberán ejercitarse conforme a las se hacÃ-an valoraciones sobre la posible
exigencias de la buena fe...'.» En una lÃ-nea irregularidad de los mismos y se anunciaba
idéntica, también, la 5. T. C. de 19 julio 1985,que ello habÃ-a sido objeto de denuncia ante
que copia parte del texto de ésta, y la 5. T. S. las autoridades educativas competentes. La
de 17 febrero 1988. empresa despidió a los trabajadores
conforme a la causa d) del artÃ-culo54, 2, del
¿Qué es lo que considera como buena fe este Estatuto de los Trabajadores; Magistratura y el
Tribunal? Tribunal Supremo entendieron que el despido
era procedente.

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 12 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

aquÃ-, a la vez, una doble valoración del


El Tribunal Constitucional, luego de expresar comportamiento, pues si bien se atiende al
el carácter limitador del artÃ-culo7 , 1 .°, del dato objetivo del riesgo de descrédito que
Código civil añadió, pueda producirse a la empresa, se valora
desestimando el recurso de amparo, que si subjetivamente tomando en cuenta la
bien «no cabe defender la existencia de un intención. A la vez, por los datos que
genérico deber de lealtad, con su significado utiliza, aunque se Ã-efiere a la buena fe se
omnicomprensivo de sujeción del utilizan aquellos que permiten la
trabajador al interés empresarial... ello no calificación de la conducta como
exime de la necesidad de un comportamiento abusiva; es decir, como si se tratase de un
mutuo ajustado a las exigencias de la buena fe supuesto de ejercicio abusivo del derecho (cfr.
como necesidad general derivada del art. 7 , 2 .°, del Código civil) (36).
desenvolvimiento de todos los derechos y Manifestación asÃ-, pues, de la
especÃ-fica de la relación contractual, imprecisión y excesiva vaguedad en que
que matiza el cumplimiento de las respectivas se formula el principio.
obligaciones, y cuya vulneración
convierte en ilÃ-cito o abusivo el ejercicio de los En el caso de la S. T. C. de 19 julio 1985, la
derechos, quedando al margen de su situación era similar en cuanto al riesgo
protección». creado de descrédito de la empresa, pero al
estimarse que no existió intencionalidad,
Añadiendo que el contenido del comunicado la decisión fue diversa.
fue enjuiciado por Magistratura y la Sala 6.a
del Tribunal Supremo «analizando de manera E1 despido del trabajador, en base a la misma
separada las circunstancias en las que se causa comentada, se produjo como
produjo la emisión, la intención de consecuencia de la emisión de sus
los autores, asÃ- como las consecuencias que opiniones acerca de los sistemas asistenciales
podÃ-a originar...», que se «... estimó en los centros psiquiátricos de Galicia, a los
que perseguÃ-a el descrédito de la que criticaba en general, incluido el propio en
empresa...» y que existió «la causa de el que prestaba sus servicios, en un programa
despido de la "transgresión de la buena regional de Televisión Española.
fe contractual'1 por desleal comportamiento, al
tratarse de una información que ponÃ-a Magistratura del Trabajo entendió que el
en peligro la estabilidad de la empresa para el despido fue improcedente, ya que las
futuro al romper la bona fides que exigÃ-a un manifestaciones del trabajador «constituyen
elemental principio de juridicidad en interés de genérica y especÃ-ficamente una crÃ-tica del
todas las partes, máxime cuando el Comité de sistema asistencial psiquiátrico». La empresa
empresa no era responsable en el orden decidió ejercitar el derecho de
laboral de velar por el posible resultado de los opción de no readmitirlo; el trabajador
exámenes...». reclamó solicitando la declaración
de nulidad del despido, a lo que no dio lugar la
Buena fe en el ejercicio de los derechos y Sala 6.a del Tribunal Supremo. El Tribunal
obligaciones de la relación laboral que si Constitucional declaró nulo el despido.
bien parece equipararse a la lealtad, primero
se intenta distinguirla de ésta y luego acaba Señala esta sentencia -aparte de la
comprendiéndose en la misma. Subya- ce declaración general ya vista- que «la

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 13 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

emisión o difusión de opiniones «justicia del cadÃ-». Si dentro de las


en forma desajustada a lo que constituye una «circunstancias» que determinan la
regla de general observancia en el tráfico existencia de la buena o mala fe se encuentra
jurÃ-dico convierte en ilÃ-cito y abusivo el no ya la creencia o el desconocimiento (buena
ejercicio de la libertad de expresión, fe subjetiva), sino la intencionalidad, ello
pudiendo, por consiguiente, entrar en juego el puede suceder; sobre todo si se tiene en
cuadro de responsabilidades contractuales cuenta la dificultad que entraña la prueba de
derivadas del incumplimiento del deber de la misma.
buena fe. Y viceversa, la libertad de
expresión sin tacha atrae hacia sÃ- los ¿Cuál es la diferencia entre los dos casos
mecanismos de protección jurÃ-dicos descritos?; de la lectura y comparación
que garantizan el legÃ-timo ejercicio de los de las sentencias sólo se sigue una: que
derechos fundamentales». la crÃ-tica u opinión se refiera,
genéricamente, a un sector, incluyendo y
Añadiendo que al haberse tenido en cuenta haciendo referencia expresa (esto no obsta) al
en su vatio decidendi que las opiniones y propio centro de trabajo, o especÃ-fica:
criterios del trabajador transcurrieron por los únicamente en relación al mismo.
cauces de la normalidad no podÃ-a sino ¿Justifica esto el tratamiento diferencial
decretarse la nulidad del despido. tomando como base el principio de buena ex
artÃ-culo 7, 1.°, del Código civil?
Es la falta de intencionalidad lo que lleva a que
la solución sea diversa. Con todo, Probablemente sÃ-; el modelo de conducta de
obsérvese que, en la misma, se vuelven a buena fe, el standard al que debe de
utilizar datos tÃ-picamente caracterizadores del acomodarse la actuación, no siempre es
ejercicio abusivo de un derecho (cfr. artÃ-culo idéntico.
7 , 2 .°, del Código civil ) y no,
sólo, del contrario al principio de buena Asimismo conviene llamar la atención
fe. acerca de que el concepto de buena fe que,
implÃ-citamente, se recoge en las mismas está
En todo caso, en relación a la buena fe concretado por un factor especÃ-fico: el del
sÃ- se pone de relieve que -al menos en estas tráfico jurÃ-dico-económico o, también,
sentencias- es la valoración concreta de la denominada buena fe en los usos del
las circunstancias, tal y como la hace el comercio. Probablemente, el marco en el que
juzgador, la que le dota de contenido. se desenvuelve -el de las relaciones laborales-
¿Arbitrariedad judicial? Pienso que no. En asÃ- lo impone. Pero ello manifiesta, de nuevo,
cada supuesto concreto debe, dada la la imposibilidad de ofrecer un concepto
vaguedad y generalidad en la que parece uniforme de la misma.
recogido el principio en el artÃ-culo7, 1.°, del
Código civil , procederse a su Finalmente, merece destacarse la tenue lÃ-nea
concreción. divisoria, a nivel de calificación, que el
Tribunal Constitucional establece entre el
No obstante, conviene llamar la ejercicio de un derecho contrario a la buena y
atención acerca del peligro que se corre el ejercicio abusivo. La generalidad del
de que tal indeterminación acabe -como artÃ-culo 7 , 1 .°, del Código civil
decÃ-a DÃ-ez-Picazo (37)- en la simple propicia el que se acuda a los datos que se

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 14 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

ofrecen en el artÃ-culo 7, 2.° (abuso del ejercicio de todo derecho, ya que mal puede
derecho), para determinar no ya la existencia entenderse que actúa con buena fe quien trata
del ejercicio abusivo, sino la del, de obrar con abuso o fraude a ella...».
siemplemente, contrario a la buena fe.
Buena fe, abuso de derecho y fraude son
3.2. El Tribunal Supremo conceptos que parecen intercambiables de los
que aquélla parece el punto de arranque, pero
Pueden distinguirse dos grupos de sentencias: de la que no se señala su concepto, sino a
las de la Sala de lo Civil y las de la Sala de lo través de éstos.
Social. Sin embargo, no debe olvidarse que, a
pesar de la distinta Sala de la que proceden, Lo mismo sucede en la 5. T. S. de 4 marzo
todas son doctrina jurisprudencial en orden al 1988, en la que se fundamenta «... la práctica
principio del artÃ-culo7, 1.°, del Código de penetrar en el substratum de las entidades
civil. o sociedades a las que la ley confiere
personalidad jurÃ-dica propia» justificándola
En el ámbito civil estrictamente, en orden al en el a... acogimiento del principio de buena
concepto de buena fe y a sus consecuencias, fe» para evitar el abuso de la independencia
la regla viene presidida por la falta de en perjuicio de los socios y en daño ajeno y el
uniformidad. Además -como ya se «mal uso de su personalidad, de un ejercicio
resaltó- se tiende a producir una antisocial de su derecho».
acumulación, sin precisión, de
conceptos (buena fe, abuso, equidad, fraude) En otras, con ocasión de la regla
para fundamentar una decisión que contenida en los artÃ-culos 1.258 del
poco contribuye a clarificarlo, pues no se Código civil y 57 del Código de
formula un concepto delimitado al caso, sino comercio, parece identificarse la buena fe con
per relationem a otras figuras jurÃ-dicas que la confianza, pero no la generada a raÃ-z de la
presentan una regulación más concreta actividad o conducta suscitada a una de las
(en especial, de nuevo, el abuso de derecho). partes contratantes por la otra, sino con los
contratos que la implican.
Esto es lo que sucede, como ejemplo más
gráfico (38), en la S. T. S. de 13 junio 1986, en La 5. T. S. de 30 marzo 1989 nos habla de
la que se denegaba la solicitud de los que «... la contraprestación esencial del
derechos de viudedad aragonesa formulada asegurado, aparte la lealtad en la
por la esposa que habÃ-a vivido cuarenta años declaración, es el pago de la prima, lo
separada del marido y habÃ-a consentido que requiere, según los artÃ-culos57 y 381 del
expresamente tal situación. Código de comercio y 7, 1.°, y 1.258
del Código civil, una absoluta buena fe
Se dice en esta sentencia que en el cumplimiento y ejecución de un
contrato que se basa, quizá como ningún otro,
Parecidamente, en la S. T. S. de 14 febrero en la confianza, y estos ingredientes morales...
1985 se señala que «el reconocimiento de han de tener su reflejo en la actuación
comportamiento con abuso de derecho y de las partes...».
fraude de ley presupone carencia de buena fe,
consagrada en el artÃ-culo 7 , 1 .°, del En todo caso, se está refiriendo a la
Código civil como base para el eficaz relación contractual desde su inicio a su

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 15 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

terminación, al deber de comportarse parte (perfectamente admisible ex artÃ-culo


conforme a unas pautas de conducta que se 771 de la L. E. C), aquél debe comenzar a
determinan tomando en consideración contar desde la misma y no desde la
la propia naturaleza de la relación publicación por edictos de la sentencia,
obligatoria en la que se alegan. Nada nuevo ya que la exigencia de la buena fe «es
viene a decir de lo que ya se mantenÃ-a con aplicable en la esfera procesal».
anterioridad a la reforma del TÃ-tulo
Preliminar. En la S. T. S. de 6 abril 1988, continuando en
la misma lÃ-nea, se distingue entre la buena fe
Finalmente, en el orden estrictamente civil, objetiva y subjetiva para acabar afirmando que
puede hacerse mención de aquellas la primera es la que debe considerarse. «La
sentencias en las que se intenta ofrecer un buena fe de la que habla el precepto no es la
concepto de buena fe. subjetiva (creencia, situación
psicológica), sino la objetiva
En la lÃ-nea ya clásica, tanto en la (comportamiento honrado, justo), a la que se
opinión de los autores como en la alude en el artÃ-culo 7 del propio
jurisprudencial, de considerar la doctrina de los Código, que consagra como norma el
actos propios como una de las principio general de ese nombre»; «la
manifestaciones más patentes del principio de competencia ilÃ-cita constituye un ataque a la
la buena fe, la S. T. S. de 21 septiembre 1987 buena fe exi-gible en todo contrato y más en el
señala que «Actúa contra la buena fe el que ámbito mercantil...».
ejercita un derecho en contradicción con
su anterior conducta en la que hizo confiar a En el supuesto de autos, el demandante,
otro, vulnerando con dicha conducta las propietario de un bar, habÃ-a cedido a otra
normas éticas que deben informar el ejercicio persona, mediante contrato, parte de su local
del derecho, las que, lejos de carecer de de negocio y de su clientela para la
trascendencia, determinan que su ejercicio se explotación de un restaurante. Se
torne inadmisible». Admitiendo que la buena habÃ-a estipulado una renta mensual, que el
fe del artÃ-culo 7, 1.°, del Código civil pago de los recibos de electricidad serÃ-a por
obliga a la exigencia «de una conducta mitad y una cantidad global que el adquirente
significada por los valores de la honradez, debÃ-a abonar como compensación por
lealtad, justo reparto de la propia la ventaja que suponÃ-a la existencia de una
responsabilidad y atenimiento a las clientela ya fija. Posteriormente, el dueño del
consecuencias que todo acto consciente y bar empieza a realizar actividades propias de
libre pueda provocar». restaurante y demanda a la otra parte por
incumplimiento de parte del pago de la
AsÃ-, pues, al parecer, un concepto objetivo o cantidad pactada y ciertos recibos de la luz.
ético de buena fe. Palabras éstas que dicha
resolución copia (entre otras) de la S. T. Probada la existencia de dicha competencia
S. de 8 julio 1981, que, en relación a ilÃ-cita se entiende, en base a lo ya señalado
una cuestión relativa al momento en que en las lÃ-neas anteriores, que tal
empieza a contar el plazo para recurrir en comportamiento es contrario al principio de
apelación, entendió que, dada la buena fe considerada en sentido objetivo.
petición de la parte de que fuera
notificada la sentencia en persona a la otra En esta lÃ-nea, en orden a la

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 16 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

determinación del concepto de buena fe contrato laboral. Común denominador de las


como principio general cabe citar aquellas mismas es que, sea cual sea la
resoluciones en las que parece intentar definición que ofrezcan acerca de la
diferenciarse -quizás porque se siguen las buena fe (subjetiva u objetiva) acaban
clasificaciones doctrinales sin interconectarlas- identificándola o, mejor dicho, concretándola
una buena fe que cabrÃ-a, según las mismas, al comportamiento leal valorado objetiya y/o
calificar de general de otra particular. subjetivamente atendiendo, en este segundo
caso, incluso a la intención.
AsÃ-, en la S. T. S. de 7 diciembre 1988, a
propósito de la disolución de una Interesante a destacar es la S. T. S. (Sala 6.a)
sociedad civil por voluntad de uno de los de 29 octubre 1983, en la que, en dicho
socios, se entiende que «La buena fe a que sentido, después de definir a «la buena fe
alude el artÃ-culo 1.705 del Código civil como moral social, formadora de criterios
al tratar de la disolución de la sociedad inspiradores de conductas para el adecuado
no viene a coincidir con la de contenido ejercicio de derechos y el fiel cumplimiento de
genérico o generalizado que pudiera los deberes», de la que se dice «ha
recogerse en algunas otras normas del trascendido al ordenamiento jurÃ-dico: en el
ordenamiento civil como, por ejemplo, la de los TÃ-tulo Preliminar, artÃ-culo 7, 1.°», se hace
artÃ-culos 7, 1.°, y 1.258, sino que tiene un una recapitulación de qué es lo que se
sentido o significación especÃ-ficamente entiende por buena fe a tenor de la propia
aplicable al tema singular de la jurisprudencia.
disolución de la sociedad».
«... esta Sala -dice en su tercer considerando-
La verdad es que si bien es cierto que en la tiene precisado: "... la buena fe es
aplicación a un caso concreto el consustancial al contrato o relación de
principio de buena fe se manifiesta de forma trabajo, en cuanto que por su naturaleza
diversa, no lo es en absoluto que el contenido sinalagmática genera derechos y deberes
genérico no sea siempre el mismo. Máxime recÃ-procos..." (sentencia de 9 diciembre 1982
cuando, como ocurre en relación al y las en ella citadas); "... el deber de mutua
tema de la sociedad, la buena fe, tal y como fidelidad entre empresario y trabajador es una
resulta del artÃ-culo 1.706 del Código exigencia de comportamiento ético
civil, sigue siendo el comportamiento leal en la jurÃ-dicamente protegida (y exigible) en el
relación contractual -al que, de otra ámbito contractual..." (sentencia de 29 marzo
parte, alude más abajo la propia sentencia-: 1983); "... la deslealtad... implica siempre una
separarse unilateralmente de la sociedad sin conducta totalmente contraria a la que
apropiarse «para sÃ- del provecho que debÃ-a habitualmen-te ha de observar el trabajador
ser común» y «en tiempo oportuno» es repecto de la emprea, como consecuencia del
actuar de buena fe. postulado de fidelidad" (sentencia de 4
diciembre 1982); y "... la deslealtad supone
En cuanto a las sentencias de la Sala de lo siempre una conducta totalmente contraria a la
Social todas ellas giran en torno a lo ya que habi-tualmente ha de observar el
comentado con ocasión de las trabajador respecto a la empresa como
resoluciones del Tribunal Constitucional: la consecuencia del postulado de fidelidad,
manera en que opera el principio en siendo necesario, a estos efectos, para la
relación a la buena fe que se exige en el valoración de la falta cometida, la

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 17 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

entidad del cargo de la persona que la de 27 diciembre 1987, en la que se acoge un


realizó, asÃ- como sus circunstancias concepto muy determinado de la misma. A
personales y de Ã-ndole profesional, por el propósito del alcance de la causa de
claro matiz subjetivista que la caracteriza..." despido contenida en el artÃ-culo54, 2, d), del
(sentencia de 12 marzo 1979)...» Estatuto de los Trabajadores, apunta que «en
esta lÃ-nea de análisis de las circunstancias
El «quebrantamiento del deber de fidelidad» - concurrentes, la buena fe en el sentido
dirá ya la propia sentencia en relación al objetivo constituye un modelo de tipicidad de
caso de autos- entraña «un actuar contrario a conducta exigible, o mejor aún, un principio
las exigencias de la buena fe». general de Derecho que impone un
comportamiento arreglado a valoraciones
En la 5. T. S. (Sala 6.a) de 11 febrero 1985, éticas, que condiciona y limita por ello el
siempre en la misma lÃ-nea, se afirmará que el ejercicio de los derechos subjetivos (arts. 7 ,
principio «... además de servir de fundamento 1 .°, y 1.258 del Código civil), con lo
al ordenamiento y ser exigible en el ejercicio que el principio se convierte en un criterio de
de los derechos y en el cumplimiento de las valoración de conductas al que ha de
obligaciones, informa la interpretación ajustarse el cumplimiento de las obligaciones y
de las normas le-gales y constituye decisivo que se traduce en directivas equivalentes a
instrumento de integración...»; para lealtad, honorabilidad, probidad y
añadir que es «la exigencia de un actuar de confianza...».
la persona de acuerdo con las reglas naturales
y de rectitud conforme a los criterios morales y Siempre -como puede observarse-, y en el
sociales imperantes en cada momento fondo, declaraciones generales que sólo
histórico y a las exigencias que deriven permiten concretarse a la luz de las
de la propia naturaleza de las obligaciones circunstancias que concurren en cada caso
asumidas y de las tareas a desempeñar...». particular y que se enmarcan, necesariamente,
Siempre una declaración general que en el ámbito de la relación patrimonial.
debe de concretarse o especificarse en cada
caso. Después de este breve repaso de lo que se
contiene en la jurisprudencia acerca de la
En otras ocasiones, partiendo siempre de esa aplicación y el principio de buena fe,
premisa que parece ser el punto común, puede seguir manteniéndose la inutilidad de
parece que se dota de un contenido concreto ofrecer una definición o concepto
que, sin embargo, sigue siendo amplio. La genérico del mismo. No sólo ya porque
buena fe -se señala en la S. T. S. (Sala 6.a) el legislador no lo hace, sino porque no resulta
de 30 abril 1987- impone «inicialmente un fructÃ-fero.
comportamiento leal en todas las actuaciones
u omisiones...». «De este principio, pues, Claramente, de otra parte, la jurisprudencia se
nacen especiales deberes de conducta ha decantado, a la hora de aplicarlo, por una
exigibles en cada caso, en armonÃ-a con la concepción objetiva de la buena fe
relación nacida...» matizada por las circunstancias entre las que
juega un importante papel la intención
En último lugar, y a fin de no hacer (no la creencia) del sujeto. Esto lleva a que, en
excesivamente largo este muestreo de muchas ocasiones, se confunda y entremezcle
sentencias, conviene citar la S. T. S. (Sala 6.a) el principio con el de no actuación

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 18 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

abusiva y con la prohibición de fraude. este extremo- también los derechos


denominados fundamentales (contemplados
SÃ- se echa en falta el que no se haya en la Constitución) se someten, en su
aprovechado esta vÃ-a de su aplicación ejercicio, al control de la actuación de
para dotarle de un contenido más concreto. buena fe y que, en los posibles conflictos que
Salvo en algunos supuestos particulares las puedan surgir entre ellos, cuando se trate de
declaraciones siguen la lÃ-nea de ofrecer determinar la licitud o ilicitud del ejercicio, es
únicamente lo que es la idea general del ésta (la buena fe) la que habrá de tomarse en
mismo (lealtad-deslealtad) y no su concepto. consideración para fijar el ámbito de
actuación permitida.
4. La buena fe como lÃ-mite
Pero este principio de buena fe no sólo
A tenor de lo que dispone este artÃ-culo 7 , abarca el ejercicio de los derechos, sino que,
1.°, del Código civil, la buena fe actúa necesariamente, debe ampliarse a pesar de
como lÃ-mite al «ejercicio de los derechos». las palabras textuales que el artÃ-culo7, 1.°,
del Código civilutiliza.
Esto significa -como ha destacado la doctrina
a la hora de abordar el estudio del derecho Los deberes y las obligaciones deben,
subjetivo (39)- que uno de los lÃ-mites también, cumplirse de acuerdo con los
genéricos, institucionales o intrÃ-nsecos de dictados de la buena fe. Baste recordar que
todo derecho subjetivo viene constituido por el los primitivos artÃ-culos de nuestro
principio de la buena fe. Esta, en nuestro Código civil, en los que se hablaba de la
sistema, no opera recortando el contenido buena fe con un cierto carácter general, se
normal del derecho y desde fuera, sino como referÃ-an (y refieren) directamente a los
elemento que contribuye a determinar el mismos. El contrato obliga al cumplimiento de
ámbito de lo lÃ-cito: hasta dónde puede «todas las consecuencias que, según su
llegarse en su ejercicio. Más allá de este naturaleza, sean conformes a la buena fe»
lÃ-mite el ejercicio es ilÃ-cito, se convierte en (cfr. art. 1.258 del Código civil): lo que
inadmisible, lo que comporta una determinada se predica tanto del acreedor (quien ejercita un
reacción jurÃ-dica variable según el derecho) como del deudor (el llamado a
supuesto al que deba de aplicarse, pero que cumplir el deber jurÃ-dico de la
quizá -como apunta DÃ-ez-Picazo (40)- pueda prestación).
englobarse, genéricamente, en la exceptio
doli. Es unánime la doctrina que, a la vez que
critica la formulación del precepto (41)
La exigencia de buena fe en el ejercicio se considera que el mismo alcanza al
predica no sólo de los derechos cumplimiento de deberes y obligaciones e
patrimoniales (nacidos de la relación igualmente (42) la jurisprudencia. También
contractual), sino, en general, de todo derecho aquÃ- deben entenderse incluidos los deberes
subjetivo cualquiera que sea la que genéricamente pueden denominarse
calificación que tenga, es decir, a toda fundamentales.
situación de poder jurÃ-dico (sea
derecho, sea facultad). Con esto quiero La buena fe que actúa como lÃ-mite del
referirme a que -como fuera visto al reseñar la ejercicio de los derechos y cumplimiento de los
doctrina del Tribunal Constitucional en torno a deberes y obligaciones es, inicialmente, la

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 19 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

denominada buena fe objetiva (43), en el obligación que se acomoda, teniendo en


sentido de un modelo determinado de cuenta las circunstancias objetivas y subjetivas
conducta. Como dicen DÃ-ez-Picazo y (personales) en las que se produce, a las
Gullón (44), es un standard jurÃ-dico, reglas de la honradez que vienen
«una conducta que la conciencia social exige determinadas, en cada sociedad concreta en
conforme a un imperativo ético dado». un momento histórico determinado, por
la combinación de diversos factores:
No obstante, no siempre es del todo exacto económicos, sociales, culturales y
que el concepto admitido haya sido jurÃ-dicos. No de uno solo -como a veces se ha
exclusivamente ése. pretendido-, es decir, no sólo de los
imperantes en el tráfico comercial.
No lo es, evidentemente, cuando se trata de
aquellos supuestos en los que el propio Esclarecedora, en este sentido, es la última
concepto de buena fe, de lo que ésta sea, normativa dictada en materia contractual de la
aparece acotado por la norma (asÃ-, arts. 433 que puede deducirse esa no
o 1.950 del Código civil). Tampoco, equiparación.
necesariamente, en aquellos en los que se
limita a exigirla sin definirla, aunque previendo AsÃ-, la Ley General de Consumidores y
especÃ-ficamente las consecuencias de la Usuarios (L. G. C. U.), al abordar el tema
conducta contraria (asÃ-, arts.53, 73, 79 o 95 relativo a las condiciones generales de los
del Código civil), o, en general, cuando, contratos, en directa relación con el
aún no previsto como elemento del supuesto principio de libertad contractual (art. 1.255 del
de hecho de la norma, se aplica a un caso Código civil: autonomÃ-a de la voluntad),
concreto dado su carácter de principio viene a recordar expresamente que no
general. siempre serán aceptadas como algo
«normal» determinadas condiciones por ser
Aunque el modelo de conducta parezca ser el contrarias al principio de buena fe entendido
objetivo, el del comportamiento honrado o de acuerdo con los valores sociales hoy
ético, factores subjetivos que se extraen de las imperantes y que aparecen, incluso, recogidos
circunstancias de cada caso concreto son en la Constitución (asÃ-, art. 51 de la C.
tenidos en cuenta. Particularmente aquellos E.).
que atienden no tanto a la creencia o
desconocimiento del sujeto cuanto a la El artÃ-culo 10, 1, c), de la L. G. C. V. impone
intencionalidad, bien expresa, bien -lo que es que «Las cláusulas, condiciones o
la regla más generalizada- tácita que se estipulaciones... deberán cumplir los
deriva de su modo de actuación. siguientes requisitos... c) Buena fe...»
haciendo un elenco -puramente ejemplificativo-
De otra parte, tampoco y siempre la buena fe de aquellas que pueden considerarse como
supone la total ausencia de culpabilidad (falta contrarias a la misma.
de diligencia) como se sigue de la
regulación de determinados supuestos Asimismo, los preceptos que la Ley 34/1988 ,
(45). de 11 noviembre, General de la Publicidad,
dedica a la publicidad engañosa (art. 4) (46),
Es conforme a la buena fe el ejercicio de un a la publicidad desleal (art. ó) (47) y a la
derecho o cumplimiento de un deber u publicidad subliminal (art. 7) (48), a las que

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 20 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

califica de «ilÃ-citas» (art. 3), Una ilicitud que, el modo en el que se ejercite su contenido; en
por el contenido y la definición que definitiva, el modo en el que se produzca la
ofrece de las mismas, debe calificarse a tenor actuación del derecho o facultad que se
del principio de buena fe y que pone de relieve otorga en la misma a una de las partes
que el calificativo de dolus bonus que se contratantes.
otorgaba a la actividad publicitaria hace unos
años, lo que parecÃ-a que daba lugar a que se El que la buena fe determine el ámbito de
admitieran como conductas conformes a la lÃ-cita actuación de los derechos y
buena fe ciertas maneras «normales» de obligaciones significa algo más que la estricta
actuación en el tráfico comercial, hoy no función de lÃ-mite que le otorga,
deban ya merecer tal calificación (49). literalmente, este artÃ-culo 7 , 1 .°, del
La consideración generalizada como Código civil.
dolus bonus de determinadas afirmaciones y
actuaciones admitidas en el tráfico debe AsÃ-, desde el momento en que se pone de
necesariamente interpretarse a la luz de este relieve, sin discusión, su carácter de
principio general y de la nueva normativa. principio general positivado, de esto mismo
resulta -como se recuerda en alguna de las
La limitación que comporta la buena fe sentencias mencionadas más arriba- la
puede implicar, entonces, que determinado función de interpretación e
contenido de una relación jurÃ-dica integración que desempeña en el
(particularmente la contractual), aun siendo conjunto total del ordenamiento jurÃ-dico.
válido, a la hora de su ejercicio se torne en
antijurÃ-dico. Ello explica que pueda entrar en juego y deba
de tenerse en consideración, aun
AsÃ- sucede en relación al tema relativo cuando técnicamente no pueda hablarse de la
a las condiciones generales de los contratos y existencia, propiamente, de un derecho
que, por la novedad de su regulación (al subjetivo.
ser posterior a la reforma del TÃ-tulo
Preliminar), debe destacarse. La exigencia de adecuación al modelo
de conducta leal u honrada se produce ya en
El artÃ-culo 10 de la L. G. C. U. en el que se la fase anterior a la existencia del derecho o
contemplan, recoge el principio de buena fe de la obligación: en la
como uno de los requisitos que debe cumplir constitución de la misma deben
toda condición general [letra c)} seguirse los dictados de la buena fe. Piénsese,
expresando, a continuación, un elenco particularmente, en la fase de los tratos
de posibles contenidos de cláusulas (que no preliminares de los contratos y en la fase de
es cerrado) que pueden considerarse formación de la oferta y la
contrarias a la misma y previendo la aceptación. La figura del dolo como
sanción de su nulidad (apartado 4). vicio del consentimiento (arts. 1.269 y 1.270
del Código civil ) responde,
Pues bien, la aplicación del principio de precisamente, a esa imposición del
buena fe ex artÃ-culo7, 1.°, del Código deber de actuación de buena fe en la
civil puede llevar a que una cláusula que por realización del negocio, ya que, por
su redacción pueda tacharse de válida, definición, opera en la fase
sin embargo, merezca reprobación por precontractual. Esto puede extenderse, en

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 21 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

general, a toda actuación que llegue a conforme a la confianza generada en los


alcanzar relevancia (consecuencias) jurÃ-dica demás. Dicho de forma más conocida, la
(50). prohibición del venire contra factum
proprium, que, «si bien -como dice DÃ-ez-
Asimismo, la función integradora que Picazo (53)- no es sostenible como un
desarrolla provoca (puede hacerlo) el autónomo principio general del Derecho,
nacimiento de derechos, deberes y cargas es fácilmente viable como derivación
adicionales a la relación jurÃ-dica básica necesaria e inmediata de un principio general
o a la situación jurÃ-dica que acompaña universalmente reconocido: el de la buena fe,
al derecho subjetivo. Y ello no sólo en el que impone un deber de proceder lealmente
ámbito de la relación obligatoria en las relaciones de derecho. La buena fe
contractual, en el que existe una norma que lo exige un comportamiento coherente con la
prevé de forma especÃ-fica y directa (art.
1.258 confianza suscitada por los actos de su
del Código civil ), sino también en autor».
general en cualquier otra relación no
patrimonial. AsÃ-, por ejemplo, en la conyugal. La jurisprudencia -como es conocido y se tuvo
En efecto, el deber de respeto mutuo (art. 67 ocasión de comprobar- entiende que
del Código civil) entre cónyuges, éste es un de los casos en los que cabe
tal y como se ha interpretado por la doctrina, aplicar la regla de la buena fe.
permanece incluso después de la
disolución del matrimonio (cualquiera Para su aplicación, siguiendo al mismo
que sea la causa de disolución del autor (54), debe recordarse que es necesaria
vÃ-nculo) e impone el deber de no difundir la concurrencia de los siguientes
públicamente (a terceros) aspectos presupuestos:
relacionados con la vida marital o costumbres
del otro cónyuge. Esta 1) Realización de una conducta
interpretación y extensión de este jurÃ-dicamente relevante, vinculante y eficaz en
deber se hacen, sin duda alguna, tomando una determinada situación jurÃ-dica por
como base el principio de buena fe (51). una persona. Los actos viciados se excluyen,
Igualmente puede decirse respecto de la asÃ- como aquellos que carezcan de eficacia
situación jurÃ-dica que acompaña al por ser nulos o ineficaces.
derecho subjetivo.
2) Ejercicio de un derecho o facultad por la
5. Supuestos que comprende misma persona con posterioridad que suponga
la creación de una situación
Conforme a lo señalado, siguiendo la litigiosa en la que formula una determinada
enumeración que hace DÃ-ez-Picazo pretensión.
(52), quien la toma de la llevada a cabo por la
doctrina alemana, los supuestos genéricos a 3) Existencia de incompatibilidad o
los que es aplicable el principio de buena fe contradicción a tenor del significado que
pueden reconducirse a los siguientes: conforme a la buena fe hubiere de otorgársele
entre la conducta anterior y la posterior
1. La regla de la actuación congruente pretensión.
con la conducta ejecutada anteriormente por la
persona, interpretada de manera objetiva y 4) Perfecta identidad de sujetos entre la

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 22 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

conducta anterior y la pretensión realmente de escasa cuantÃ-a o importancia.


posterior. En ocasiones, en el pago de las obligaciones
de dinero, si bien es cierto que queda a
2. La necesidad de actuación de los voluntad del acreedor el admitir un cheque u
derechos y facultades en tiempo oportuno. El otro «documento mercantil» como medio de
ejercicio de los mismos después de un largo pago (art. 1.170 del Código civil) en
perÃ-odo de silencio que ha generado la lugar del dinero en efectivo, la negativa del
confianza de que ya no será ejercitado en un acreedor a recibir determinados cheques (en
momento posterior es inadmisible en cuanto especial los denominados conformados, vid.
contrario a la buena fe. Es lo que la doctrina art. 110 de la L. C. Ch.), cuando la cuantÃ-a a
alemana conoce como el retraso desleal entregar sea elevada puede suponer -
(Verwirkung). Señala DÃ-ez-Picazo (55) que atendidas las circunstancias- una conducta
«Tres son los elementos de la figura que contraria a la buena fe. En igual sentido, dicho
examinamos: la omisión del ejercicio del principio, atendidas las circunstancias, puede
derecho; el transcurso de un perÃ-odo de atemperar el requisito de exigibilidad inmediata
tiempo y la objetiva deslealtad e intolerabilidad de las obligaciones sometidas a plazo.
del posterior ejercicio retrasado».
Los actos que deban merecer la
Esta doctrina es la que se aplica en la S. T. S. calificación de abusivos, es decir,
de 21 mayo 1982, en la que se dice que aquellos que comporten abuso o ejercicio
«especialmente infringe el mismo principio el antisocial de un derecho, regulados en el
que ejercita su derecho tan tardÃ-amente que artÃ-culo7, 2.°, del Código civil, tienen
la otra parte pudo efectivamente pensar que una normativa especÃ-fica y separada y no
no iba a actuarlo -retraso desleal-, vulnerando, deben incluirse como uno de los supuestos
tanto la contradicción con los actos regidos por este artÃ-culo 7 , l.º, del
propios, como el retraso desleal, las normas Código civil.
éticas que deben informar el ejercicio del
derecho...». Ciertamente que -como se dijo en las páginas
iniciales- con anterioridad a la
3. El abuso de nulidad por motivos formales. El modificación del TÃ-tulo Preliminar, dada
cumplimiento del negocio a pesar de conocer la formulación jurisprudencial en nuestro
la nulidad del mismo por falta de forma impide sistema de la teorÃ-a del abuso del derecho,
el que, después, pueda pretenderse y podÃ-a, en cierta medida, llegar a considerarse
alcanzarse su nulidad. Doctrina que, que éste era una de las manifestaciones del
particularmente, la; jurisprudencia española principio de inadmisibilidad del ejercicio de los
ha seguido en relación a los derechos por contravenir a la buena fe y asÃ-
testamentos nulos por falta de forma. es si se considera genéricamente a ésta.

4. La buena fe puede atemperar las exigencias Pero en el estadio actual de la normativa y de


de las reglas de exactitud, en especial de la la manera de operar ambos lÃ-mites al ejercicio
identidad y totalidad o indivisibilidad y de la de los derechos se sigue la necesidad de
puntualidad del pago. Es contraria a la buena diferenciarlos y separarlos.
fe la actitud del acreedor de negativa a la
recepción parcial del pago (art. 1.169 El abuso de derecho supone una
del Código civil) cuando lo que resta sea actuación contraria a la buena fe, pero

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 23 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

es algo más que ésta porque -como se verá- de hecho de una norma jurÃ-dica (básicamente
si bien su admisión ha supuesto la los artÃ-culos433, 646 del Código civilo
pérdida de vigencia de la regla qui sui iure el art. 34 de la Ley Hipotecaria , por ser los
utitur neminem laedit, no puede identificarse a más clarificadores) hace perder, en gran parte,
la mala fe. Es un principio, también general, dicha generalidad.
aunque si se quiere más concreto. Su
diferenciación con la actuación En efecto, la consecuencia más amplia que
contraria a la buena fe se encuentra en los conlleva el ejercicio contrario a la buena fe se
propios requisitos que lo delimitan, en las traduce en la regla de la inadmisibilidad
consecuencias jurÃ-dicas que se predican de jurÃ-dica de dicha conducta que comporta una
uno y de otro que son netamente diversas tacha de antijuridicidad de la mismab (59).
(56). Esta serÃ-a, en cierta medida, la
plasmación moderna de la figura de la
Aunque ambos parten de la misma idea exceptio dnli. Como ha resaltado DÃ-ez-Picazo
general, mientras la buena fe impone una (60), «resulta obvio que el reconocimiento de
determinada manera de actuación en la buena fe como un lÃ-mite del ejercico de los
sentido positivo, el abuso es considerado de derechos subjetivos obliga a reconocer en el
manera negativa mediante la imposición sujeto pasivo del derecho ejercitado en contra
directa de una sanción (57). Lo que - de los dictados de la buena fe, unos medios
como se vio- no se acaba de hacer por los de defensa per exceptionem que le llevan a
Tribunales que aplican, en muchos ocasiones, enervar, repeler o detener la pretensión
ambos conceptos a la vez, del titular del derecho y que a estos medios se
indiscriminadamente. les puede llamar genéricamente exceptio
doli>.
5. Las consecuencias jurÃ-dicas del ejercicio
de mala fe No obstante, la paralización del ejercicio
contrario a la buena fe no tiene lugar siempre
La inoportunidad de ofrecer un concepto de la misma manera. Como se vio al hablar de
unitario de buena fe se pone, palmariamente, los conceptos de buena fe (61) , en aquellos
de manifiesto en el momento en que se casos en los que aparece directamente
intentan delimitar cuáles sean las recogida como elemento del supuesto de
consecuencias jurÃ-dicas del acto realizado hecho de una norma jurÃ-dica, se defina o no
con mala fe, es decir, de la legalmente lo que se entienda por buena fe,
contravención del principio enunciado las consecuencias jurÃ-dicas son variadas y
en el artÃ-culo7, 1.°, del Código civil. acomodadas a cada situación concreta.
La especial protección jurÃ-dica que
El propio precepto -como se ha destacado (58)- ampara la buena fe se mueve entre el
no contempla de manera directa cuál es la mantenimiento de la eficacia del acto llevado a
sanción jurÃ-dica aplicable en el caso de cabo y como legitimador de su propia validez
ejercicio de un derecho contrario a la buena fe. (piénsese en el matrimonio putativo o
Ciertamente que, por el carácter imperativo de contraÃ-do con el defecto formal del artÃ-culo
la norma, ya se deduce -a nivel general- cuál 53 del Código civil ), hasta la
sea, pero la manera en que se plasma -aparte previsión de una eficacia especÃ-fica
de este artÃ-culo- cuando actúa que sólo se predica en relación a
especÃ-ficamente como elemento del supuesto los supuestos en que se produzca la

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 24 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

concurrencia de la buena fe (asÃ-, por ejemplo, 1. La inadmisibilidad del ejercicio del derecho,
en materia de posesión y del deber u obligación. Esta puede
usucapión) o en la imposición de llevar a establecer preferencias entre derechos
una determinada eficacia no prevista en la cuando se produce una colisión o
relación a la que se atribuye (la eficacia conflicto, la paralización de su concreto
contractual derivada de la buena fe ex artÃ-culo ejercicio o la sanción con la ineficacia
1.258 del Código civil). del acto realizado.

Esto significa que a la par que no siempre el 2. La tacha de antijuridicidad de la conducta


ejercicio contrario a la buena fe provoca la ejercitada que puede dar lugar al nacimiento
inadmisibilidad de la conducta (la de la responsabilidad civil -obligación de
usucapión sin buena fe se convierte en indemnizar- cuando se hayan producido
usucapión extraordinaria, pero no daños (63).
impide la adquisición, el poseedor de
mala responde de modo diferente, pero es En todo caso, sin embargo, el ejercicio
poseedor...), el carácter de principio general contraventor de la buena fe no comporta, de
que tiene hace que sólo sea aplicable manera necesaria (al menos a este nivel
cuando, en el caso concreto, no exista una general que se contempla (64), la
norma especÃ-fica que prevea directamente desaparición del derecho o poder, no es
cuáles sean dichas consecuencias. una causa de extinción que deba de
agregarse a las propias de éste (salvo que
Es decir, que su aplicación y la tacha de concurra, a la vez, otra causa de
antijuridicidad que se otorga a su extinción como lo serÃ-a el transcurso
transgresión sólo opera del plazo de prescripción o caducidad,
subsidiariamente a falta de una en su caso), pudiendo ejercitarse en un
previsión legal concreta (62). momento posterior (65). Igualmente, y con
mayor razón, puede decirse lo mismo
No obstante, a pesar de los términos respecto de los deberes y obligaciones.
imperativos en los que se manifiesta este
artÃ-culo 7 , 1 .°, del Código civil, la II PARTE
actuación contraria a la buena fe debe
de alegarse por aquel que pretenda la 1. El abuso de derecho: caracterización
inadmisibilidad de la conducta realizada no general
siendo apreciable de oficio.
La reforma del TÃ-tulo Preliminar de 1974,
En este nivel genérico en el que se inserta, junto a la regulación positiva del
dejando aparte, por tanto, todos aquellos principio de buena fe como lÃ-mite general al
casos en los que ya aparece prevista ejercicio de los derechos, introdujo otra
directamente la sanción jurÃ-dica importante novedad, separado de aquélla y
aplicable, puede intentarse una con carácter autónomo, un nuevo
enumeración, también genérica y lÃ-mite intrÃ-nseco o institucional (66): el abuso
necesariamente incompleta, de dichas de derecho.
consecuencias. Estas pueden resumirse en las
siguientes: Ciertamente, la novedad no fue tal, algunos
textos positivos: el artÃ-culo 9 de la Ley de

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 25 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

Arrendamientos Urbanos, la Ley de Usura de La jurisprudencia jugó -como es


1908 y el artÃ-culo 5 de la hoy derogada Ley sobradamente conocido- un importante papel
de 22 julio 1961 sobre los derechos de la en relación a su acogida, la
mujer, ya contenÃ-an una referencia expresa a determinación de su concepto y el
la prohibición del abuso de derecho. alcance (consecuencias del mismo). Hasta el
Pero sÃ- lo fue el de que se insertara en un punto, bien puede decirse, que la actual
texto de aplicación general, como es el regulación que se contiene en este
TÃ-tulo Preliminar delCódigo civil, el que artÃ-culo 7 , 2 .°, del Código civil
se determinara su concepto y se especificaran obedece, en gran medida, a aquellos datos y
cuáles son las consecuencias jurÃ-dicas del elementos que proporcionó dicha
ejercicio abusivo o antisocial de un derecho. jurisprudencia.
Extremos, todos éstos, que -como se verá-
aparecen en la norma objeto de comentario. Asimismo, después de la reforma, aun estando
admitido en una norma legal concreta (el art.
La necesidad de la regulación y acogida 7 , 2 .°, del Código civil ), la
expresa de la denominada teorÃ-a del abuso jurisprudencia del Tribunal Supremo sigue, hoy
del derecho se habÃ-a hecho sentir, en nuestro en dÃ-a, cumpliendo una importante
ordenamiento jurÃ-dico, ya con mucha función en orden al mismo.
anterioridad al momento en que se produjo la
reforma. A nivel doctrinal cabe destacar, también, la
influencia que ejerció en dicha
Ya la Exposición de Motivos del Decreto jurisprudencia y en las elaboraciones que se
1.836/1974, de 31 mayo, por el que se llevaron a cabo con posterioridad la tesis
sanciona con fuerza de ley el texto articulado doctoral de Calvo Sotelo (1917).
del TÃ-tulo Preliminar del Código civil,
señalaba que se «introducen como Aunque el precedente jurisprudencial más
innovaciones de sumo interés y muy justificada antiguo se remonta a la sentencia del Tribunal
necesidad la sanción del fraude de la Supremo de 7 noviembre 1866, la que marca y
ley y la del abuso de derecho». Para añadir, determina definitivamente la acogida de la
más abajo, con referencia expresa a este doctrina del abuso del derecho es la conocida
último, que «Desde hace tiempo se ha sentencia de 14 febrero 1944. Conviene volver
advertido como el tradicional principio de que a leer lo que se dice en la misma, puesto que -
la actuación del derecho propio no como en seguida se verá- guarda gran
desborda la esfera de la licitud carece de similitud con lo que se recoge en este artÃ-culo
validez absoluta en cuanto es posible un 7 , 2 .°, del Código civil y lo que se
ejercicio conducente a la lesión de los sigue manteniendo por la propia jurisprudencia
derechos de otro y a la consiguiente ilicitud. actual que aún la cita, bien de manera
Tal acontece cuando el ejercicio es abusivo o expresa, bien implÃ-citamente.
antisocial» (67).
El supuesto de hecho que enjuiciaba es
La elaboración de la teorÃ-a del abuso también ampliamente conocido: el Consorcio
del derecho con anterioridad a la reforma del de la Zona Francia de Barcelona, en el
TÃ-tulo Preliminar, en general y particularmente ejercicio de la concesión en exclusiva
en el supuesto del ordenamiento jurÃ-dico para extraer arenas de las playas del litoral de
español, es básicamente jurisprudencial (68). Barcelona (en la desembocadura del rÃ-o

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 26 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

Besos), lo hizo en tan elevada cantidad y impulsada por las nuevas necesidades de la
utilizando procedimientos mecánicos que vida práctica y por una sana tendencia de
provocó la disminución de la humanización del Derecho civil, ha
superficie de la playa y la desaparición elaborado la teorÃ-a llamada del abuso del
de las defensas naturales contra las avenidas derecho, sancionada ya en los más recientes
del rÃ-o y la acción del mar. Con ordenamientos legislativos, que considera
ocasión de unos temporales habidos en ilÃ-cito el ejercicio de los derechos cuando1
marzo de 1932 se produjeron importantes sea abusivo; y si bien existen discrepancias,
daños a una central eléctrica de San Adrián teóricas y positivas, en orden a
del Besos que ésta reclamó al importantes puntos, entre ellos la
Consorcio. La Audiencia de Barcelona construcción sistemática de la teorÃ-a
estimó la demanda por considerar que en cuestión (al debatirse si se trata de
se produjo un ejercicio abusivo del derecho una simple aplicación de la doctrina del
por parte de la concesionaria. Esta acto ilÃ-cito, o de una teorÃ-a autónoma
recurrió en casación. que opera dentro de una especie de zona
intermedia constituida por los actos cumplidos
En esta importante sentencia, de la que cabe dentro de la esfera del Derecho, pero
recordar lo que afirma en sus Considerandos 2 mediando un abuso y engendrando una
y 3, se señala: responsabilidad), asÃ- como también la
extensión del principio prohibitivo con
«Considerando 2: Que el clásico axioma qui relación a las diversas categorÃ-as de
iure suo utitur ne-minem laedit proclamado en derechos subjetivos, y, sobre todo, las
las fuentes romanas y que plasmó, condiciones o elementos subjetivos u
dentro de nuestro Derecho histórico, en objetivos, que han de determinar la
la regla «non face tuerto a otro, quien usa de estimación del abuso, es lo cierto e
su derecho», quiere decir que el ejercicio del innegable, de todos modos, que tales dudas o
derecho es lÃ-cito aun cuando merced a él se divergencias no pueden borrar la conformidad
lesionen simples intereses de terceras sustancial del pensamiento jurÃ-dico moderno
personas, y, por consiguiente, en tesis en torno a la idea de que los derechos
general, no hay obligación de subjetivos, aparte de sus lÃ-mites legales, con
indemnizar los daños causados con frecuencia defectuosamente precisados,
ocasión del ejercicio; mas no debe tienen otros de orden moral teleológico
darse a esta máxima un alcance demasiado y social, y que incurre en responsabilidad el
literal y absoluto, que la pondrÃ-a en pugna con que, obrando al amparo de una legalidad
las exigencias éticas del Derecho reconocidas externa y de un aparente ejercicio de su
en todos los tiempos y que ni siquiera fueron derecho, traspasa en realidad los linderos
extrañas al propio Derecho de Roma, en el impuestos al mismo por la equidad y la buena
cual los rigores del individualismo jurÃ-dico fe, con daño para terceros o para la sociedad;
estuvieron templados por multitud de normas tesis ésta que ha sido patrocinada también por
concretas que limitaban el absolutismo de los la doctrina cientÃ-fica patria, que ha recogido y
derechos objetivos.» perfilado el concepto del abuso del derecho,
considerándolo integrado por estos elementos
«Considerando 3: Que la doctrina moderna, esenciales: a) uso de un derecho, objetiva o
en trance de revisar y, en cuanto sea externamente legal; b) daño a un interés no
necesario rectificar los conceptos jurÃ-dicos, protegido por una especÃ-fica prerrogativa

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 27 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

jurÃ-dica; y c) inmoralidad o antisocialidad de forma exclusiva, del contenido que se le


ese daño, manifestada en forma subjetiva atribuya al mismo (el conjunto de facultades),
(cuando el derecho se actúa con la sino de la manera en que es ejercitado. Esto
intención de perjudicar o sencillamente supone, entonces, la existencia de una norma
sin un fin serio y legÃ-timo) o bajo forma general que delimita el mismo, no desde fuera -
objetiva (cuando el daño proviene del exceso como si de una limitación se tratase-,
o anormalidad en el ejercicio del derecho).» sino desde dentro.

2. El concepto de abuso del derecho en el Este principio que es, hoy en dÃ-a, un principio
artÃ-culo7 del código civil general, paralelo, no igual (69) al de buena fe,
es aquel conforme al cual se entiende que el
La moderna teorÃ-a del abuso del derecho y ámbito de poder que concede el ordenamiento
también -puesto que en este extremo no ha jurÃ-dico cuando reconoce un derecho
variado la premisa- la más antigua, parte, en subjetivo, no lo es sólo en función
la elaboración de su concepto, de la de la protección de intereses y
quiebra de la regla romana qui ture suo utitur móviles individuales y egoÃ-stas, sino
neminem laedit. teniendo en cuenta, además, los intereses de
la sociedad (el interés público) en la que se
Conforme a ésta, el acto realizado en el curso ejercitará. Es este principio el que aparece
del ejercicio de un derecho, dentro del ámbito descrito en el artÃ-culo 7, 2.°, cuando señala
de poder otorgado a su titular, es una que «La ley no ampara el abuso de derecho o
actuación lÃ-cita y legÃ-tima. Incluso el ejercicio antisocial del mismo» (70).
cuando, como consecuencia de su ejercicio,
pueda dar lugar a provocar un daño a otra La salvaguarda de ese interés general que
persona, puesto que la existencia del derecho sobrepasa el particular de cada titular es la
es causa suficiente que justifica la que se encuentra en la base del propio
exoneración de responsabilidad y concepto de abuso de derecho. En la
paraliza la exigencia de su reparación. colisión entre el interés particular y el
interés general debe prevalecer éste.
La quiebra de este principio, que es la que
aparece recogida en la formulación que No obstante, este concepto de abuso de
se ofrece sobre el abuso de derecho en este derecho no significa, necesariamente, que
artÃ-culo 7 , 2 .°, del Código civil, deje de poder configurarse al derecho
significa el reconocer que, de una parte, puede subjetivo como la legitimación activa
hablarse de la existencia de nuevos lÃ-mites de (ámbito de poder) (71) para actuar conferida a
los derechos que establecen el ámbito de un particular. Dicho de otro modo, no supone
acuación lÃ-cita de los mismos, y de una ruptura de la clásica concepción del
otra, que es necesario distinguir entre un derecho subjetivo como posición de
ejercicio normal y otro anormal que es el que privilegio de su titular frente a quienes no
puede ser objeto de sanción o ostentan tal derecho (frente a los no titulares),
represión siempre que se den ni que éste deba necesariamente y en todo
determinadas circunstancias. momento, en el uso de su dercho, sacrificar su
interés individual al general. La idea de
El ámbito de lÃ-cita actuación (ejercicio) sacrificio no se mueve en las mismas
de un derecho no viene dado, sólo y de coordenadas, ya que comporta un recorte del

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 28 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

contenido normal del derecho (asÃ-, por (73) como, y particularmente por lo que a
ejemplo, la expropiación forzosa, cfr. nosotros interesa, la jurisprudencia de nuestro
artÃ-culos 348 del C. c. y 33 de la C. E.) que Tribunal Supremo, se habÃ-a dividido a la hora
genera no un lÃ-mite intrÃ-nseco, sino de decidir cuál era era el fundamento de la
extrÃ-nseco al mismo. admisión de la teorÃ-a del abuso del
derecho y, en consecuencia, cuáles eran los
De este modo, y como consecuencia de esta datos que servÃ-an para definir cuando, en una
caracterización, la doctrina del abuso situación concreta, podÃ-a hablarse de
del derecho obliga a distinguir, en la ese ejercicio anormal del derecho subjetivo.
concepción actual, una doble manera de
ejercicio del derecho, que no del propio Fundamentalmente dos son las posturas que
concepto de derecho subjetivo, que se predica se mantuvieron junto a otra que, por recoger
-dado su carácter de principio general- de todo elementos de las mismas, puede
derecho. denominarse. ecléctica: la subjetiva y la
objetiva.
Respetando su concepción como
derecho absoluto, el ámbito de lo lÃ-cito viene A tenor de la concepción subjetiva el
determinado por su ejercicio normal. El elemento generador y delimitador del abuso de
ejercicio anormal o que extravasa aquél es el derecho viene fijado por la intención del
que recibe la calificación de abusivo y sujeto que lo ejercita. Es la intención de
se hace merecedor de una sanción. dañar, sin obtener con el ejercicio un
beneficio propio, su fundamento. La principal
El artÃ-culo 7 , 2 .°, del Código civil se crÃ-tica que recibió esta
refiere a ello cuando habla de que concepción vino dada de la dificultad -si
«sobrepase manifiestamente los lÃ-mites no imposibilidad- en poder llegar a averiguar y
normales del ejercicio de un derecho». probar la intención del titular del
derecho en el momento de su ejercicio.
La distinción entre el ejercicio normal y
anormal del derecho subjetivo se hace Dentro de esta lÃ-nea, y precisando algo más,
teniendo en cuenta -como se verá más se añade -haciendo frente a dichas crÃ-ticas-
adelante al estudiar los requisitos del abuso- que junto a la intención de perjuicio
una serie de datos que concurren a fijar su debe de darse la ausencia de un interés serio
existencia. En nuestro texto legal: la y legÃ-timo para su titular. De modo que el
intención del titular del derecho (del ejercicio comporta un resultado que no siendo
autor, dice el artÃ-culo 7 , 2 .°, del provechoso para él es dañoso para otro.
Código civil), el objeto (finalidad) o las
circunstancias que acompañan al ejercicio. Frente a esta manera de configurar el abuso
de derecho se levantaron nuevos
Dicho precepto parece identificar, a la hora de interrogantes. ¿Cómo determinar la
establecer el principio que se comenta, el ausencia de un interés legÃ-timo si el que
ejercicio abusivo y el ejercicio antisocial (72). ejercita el derecho es su titular y, en principio,
¿Comporta esto una clara toma de parece que no puede carecer de interés, ya
decisión respecto a su concepto? que fue precisamente en base a él (carácter
privado y absoluto del derecho) al que se le
Tanto la doctrina anterior al TÃ-tulo Preliminar concedió el derecho?, y ¿cómo

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 29 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

se señala que no tiene utilidad para su titular moderna aparece en la obra de Josserand
tal forma de ejercicio? (75), de establecer un nuevo lÃ-mite al ejercicio
de los derechos que subordina, en todo caso,
En general, la concepción subjetiva el interés particular al interés superior de la
recibió las siguientes crÃ-ticas: sociedad, considerando que todo derecho
subjetivo está llamado de forma ineludible a
1) Que confunde el lÃ-mite del derecho con el cumplir la función que le marca la
acto ilÃ-cito (cfr. artÃ-culos1.902 y ss. del sociedad. Conforme a la misma, el derecho
Código civil ) que sÃ- tiene una subjetivo deja de ser privado y absoluto al
regulación propia. Precisamente la ponerse al servicio de la sociedad.
Exposición de Motivos del Decreto
1.836/1974, de 31 mayo, al referirse al daño También esta doctrina recibió fuertes
producido, aclara -para evitar la crÃ-ticas. ¿En qué momento y cómo se
confusión originada por la califica este fin social? Puede ocurrir, y de
concepción subjetiva- «que no ha de hecho ocurre, que el ejercicio de un derecho,
consistir, sin embargo, en un comportamiento aun siendo conforme completamente con su
doloso y culposo, porque entonces penetrarÃ-a contenido económico-social y el interés
en la ilicitud por el cauce de la responsabilidad en virtud del cual fue concebido, pueda
civil». resultar perjudicial para otra persona. ¿Es
absolutamente irrelevante la intención
2) Que confunde las reglas de la Moral con las del titular del derecho en el momento de su
del Derecho, y ejercicio?

3) Que sin interés no hay ejercicio del derecho En buena parte de la jurisprudencia anterior al
y si este interés existe y coincide con el TÃ-tulo Preliminar pueden encontrarse
supuesto de hecho de la norma, no puede sentencias en las que se utiliza este
hablarse de abuso. fundamento objetivo para determinar la
existencia del abuso (76). AsÃ-, en la S. T. S.
Buena parte de la jurisprudencia anterior al de 30 enero 1963 se decÃ-a que «... el abuso
TÃ-tulo Preliminar siguió esta de su derecho... supone la
concepción. La S. T. 5. de 4 abril 1964, situación...del que ha sufrido en su
entre otras (74), señalaba que «... la doctrina patrimonio un daño sin provocarlo, por el
del mismo está elaborada sobre la base del ejercicio antisocial que por parte del actor se
ejercicio de un derecho con la intención hace de su derecho subjetivo».
de dañar o en la utilización del mismo
de forma anormal con el móvil ilegÃ-timo Frente a estas dos concepciones extremas,
de perjudicar». finalmente, puede hablarse de una última a la
que aquÃ- se ha calificado de ecléctica en
La denominada concepción objetiva cuanto que formula un concepto de abuso de
toma como elemento esencial para su derecho tomando en cuenta elementos de las
definición la existencia de una dos anteriores.
desviación del fin económico-
social del derecho. El ejercicio del derecho de En la misma, el abuso del derecho viene
forma contraria al interés social es abusivo. Se determinado por la concurrencia tanto de
trata, en esta teorÃ-a, cuya versión factores subjetivos -la intención de

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 30 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

causar un perjuicio- como objetivos -la duda de si, en verdad, se ha seguido o no


antisocialidad de la conducta realizada-. dicha concepción en toda su pureza. Es
Sólo teniendo en cuenta todos los datos decir, si en el actual texto legal son o no
que concurren en el momento del ejercicio del diferentes el ejercicio abusivo de un derecho
derecho es posible la calificación como del ejercicio antisocial del mismo.
abusiva de una determinada conducta. Sobre
todo si se tiene en cuenta que el abuso de La jurisprudencia anterior al TÃ-tulo Preliminar -
derecho es un lÃ-mite, no una limitación, como se ha dicho- bien se inclinaba
lo que significa que el derecho subjetivo sigue abiertamente por la concepción objetiva
siendo privado y absoluto. o subjetiva, bien enlazaba elementos de
ambas; en todo caso, cuando se referÃ-a al
Una buena parte de la abundante ejercicio antisocial de un derecho quedaba
jurisprudencia anterior al TÃ-tulo Preliminar, y claro que lo hacÃ-a calificando a éste como un
con toda seguridad por la pauta marcada por acto abusivo. Ejercicio antisocial y ejercicio
la sentencia de 14 febrero 1944, se incluye en abusivo eran una misma cosa: el abuso se
esta dirección (77). «La doctrina del manifestaba a través del ejercicio antisocial del
abuso del derecho está elaborada -señalaba derecho (79).
la S. T. S. de 10 junio 1963- por la
jurisprudencia patria, sobre la base del La doctrina que comenta este precepto se ha
ejercicio de un derecho con la intención manifestado dividida. Mientras que parte
de dañar o la utilización del mismo de entiende que el ejercicio abusivo es siempre
modo anormal y contrario a la «sinónimo de ejercicio antisocial» (80),
convivencia...». llegándose a afirmar «que las dos
expresiones significan lo mismo y que lo que
¿Cuál es la tendencia seguida por el artÃ-culo hace la segunda (ejercicio antisocial) no es
7, 2.°, del Código civil? más que explicar la primera», ya que «esta
partÃ-cula disyuntiva tanto puede ser empleada
Fácilmente puede constatarse, de la lectura en un sentido diferenciador, base de un
del mismo, que la concepción adoptada dilema, como en un sentido de igualdad
es la que aquÃ- se ha denominado ecléctica semántica de distintas dicciones» (81). Otra,
(78). planteándose la duda de su
diferenciación e intentando una
Los datos que permiten determinar el ejercicio formulación, al menos conceptual,
anormal del derecho son: «la intención separada de ambos conceptos (82), acaba por
del autor» (concepción subjetiva), el afirmar que, a pesar de ello, no cabe entender
«objeto» (finalidad) y las «circunstancias» que el ejercicio antisocial reciba un tratamiento
(objetiva). La concurrencia de uno o varios diferenciado, jurÃ-dicamente, del abusivo. De
conduce a la tacha como abusivo del modo que a éste son de aplicación las
ejercicio. reglas del mismo (83).

No obstante, la dicción empleada por el Esta parece ser, además -como señala Roca
artÃ-culo7, 2.°, del Código civilque se Juan (84)-, la interpretación adecuada a
refiere, pareciendo separarlos, a la lo que se decÃ-a en la Exposición de
inadmisibilidad del ? abusa del derecho o el Motivos del Decreto 1.836/1974, de 31 mayo.
ejercicio antisocial del mismo>, plantea la «Ambas hipótesis -se señala-, sin

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 31 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

perjuicio de diferencias de matices, permiten sociedad). «Porque -como apunta Roca Juan
un tratamiento de conjunto.» (86)- la definición de lo antisocial, en el
caso concreto, queda remitida a un principio
Diez años después de la modificación abstracto que exige soluciones standard en
del TÃ-tulo Preliminar, en la S. J. S. de 23 virtud de un proceso de deducción,
mayo 1984, en relación a este punto, se mientras los particulares proceden al contrario,
puede leer que «La mención del movidos por sus propios intereses.»
ejercicio abusivo o antisocial del derecho...
exige señalar que si bien se trata de En definitiva, el concepto que de ejercicio
conceptos distintos, cual acredita la abusivo de un derecho se recoge en nuestro
mención que en el artÃ-culo7, 2.°, del texto legal, en cuanto a su
Código civil se hace de uno y otro fundamentación, responde plenamente
separándolos por la conjunción "o" ... a los postulados de lo que aquÃ- se ha llamado
sus diferencias sean tan sutiles, tan de matiz, concepción ecléctica, en la que se
que puede afirmarse que carecen de toman como punto de partida tanto factores
trascendencia práctica...». Sigue diciendo, subjetivos (intencionalidad de los sujetos)
con todo, «Tales diferencias conceptuales como objetivos (ejercicio que no se
pueden centrarse, principalmente, en que corresponde a la finalidad económico-
mientras el "abuso" suele dejar abierto el social del derecho) que provoca el que no
camino a la idea de la lesión o daño pueda distinguirse entre el ejercicio abusivo y
que en términos generales provoca en un el denominado ejercicio antisocial.
interés privado o particular, en el "uso
antisocial* el sujeto perjudicado ofrece una Como continuaba diciendo la Exposición
mayor amplitud, en cuanto puede comprender de Motivos del Decreto 1.836/1974, de 31
tanto la comunidad en general como mayo, después de hablar del tratamiento
cualquiera de los grupos integrantes en la conjunto del abuso del derecho y del ejercicio
misma». antisocial, «porque siempre se parte del
desbordamiento de los lÃ-mites normales del
En todo caso, un ejercicio abusivo siempre ejercicio y del daño para tercero, si bien el
comporta un ejercicio antisocial, el Derecho no hecho provocador de tal situación puede
se mueve al margen de la sociedad; el titular proceder tanto del dato subjetivo representado
del mismo lo ejercita, precisamente, en el seno por la intención del agente... como de
de la misma. A nivel conceptual, sin embargo, otros datos de naturaleza distinta cuales son el
y como dice la sentencia mencionada (85), es objeto o las circunstancias concurrentes».
posible hacer diferenciaciones, no asÃ- en
cuanto a sus consecuencias jurÃ-dicas que 3. Requisitos del abuso de derecho
aparecen unificadas en la regulación
legal. El precepto en análisis, para apreciar la
existencia de un ejercicio abusivo o antisocial
En este plano particular, mientras en el abuso del derecho, exige que se trate de un «acto u
se destaca -o parece que lo hace- la omisión que por la intención de
lesión o el daño de un interés particularsu autor, por su objeto o por las circunstancias
(el del perjudicado), por tanto, concreto e en que se realice sobrepase manifiestamente
individualizado; en el ejercicio antisocial el los lÃ-mites normales del ejercicio de un
perjuicio se predica de una generalidad (la derecho, con daño para tercero».

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 32 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

limitados, en cuanto a su ejercicio, por la


Distingamos cada uno de estos requisitos a fin prohibición del abuso de derecho. La S.
de determinar su concepto y la manera en que T. S. (Sala 6.a) de 17 febrero 1988 dice que
operan. «El derecho a expresar y difundir libremente
los pensamientos, ideas y opiniones mediante
3.1. La conducta del titular del derecho la palabra, el escrito o cualquier otro medio de
reproducción reconocido en el artÃ-culo
El artÃ-culo 7 , 2 .°, del Código civil se 20 , 1 , a), de la Constitución tiene
refiere, para calificarlo como abusivo, a «todo determinadas limitaciones, entre ellas el
acto u omisión». Esta expresión, respeto al derecho al honor... habiendo
aunque fácil de comprender, requiere declarado el Tribunal Constitucional que el
ulteriores precisiones. derecho constitucional de libertad de
expresión -que comprende también el
La primera concreción a hacer es en de difusión- no es un derecho ilimitado y
lÃ-nea de determinar -como ya lo habÃ-a venido éstos no son otros que los que sienta el
diciendo la jurisprudencia anterior- que dichos artÃ-culo 7 , 1 .°, del Código civil al
acto u omisión se refieren o se predican imponer que los derechos deberán ejercitarse
no in abstracto, sino con referencia a un conforme a las exigencias de la buena fe, de
concreto derecho subjetivo o situación forma que de los derechos, incluidos los
de poder jurÃ-dicamente reconocida. No se constitucionales, se abusa cuando su ejercicio
trata de una conducta desarrollada fuera del denota la presencia de "animus nocendi"»
marco de un derecho, sino ejercitada con (87).
ocasión de su uso, del contenido de
poder que se ostenta. Como se decÃ-a en la 5. Aunque en la misma parece que se confunden
T. S. de 14 febrero 1944, y aún se sigue por (como se vio al tratar el tema de la buena fe) el
parte de la jurisprudencia actual, debe de ejercicio abusivo y aquel que es contrario al
tratarse del «uso de un derecho, objetiva o principio de buena fe, sin embargo, es
externamente legal». demostrativa de la idea que se quiere
expresar: toda situación de poder
En sentido negativo, señalando la inexistencia jurÃ-dicamente reconocido y atribuida a un
de ejercicio abusivo, la S. T. S. de 18 mayo sujeto de derecho, es susceptible de ser
1981 afirma, por ejemplo, que «No actúa encuadrada, en la doctrina del abuso del
abusivamente quien utiliza su derecho de derecho.
acuerdo con el mismo criterio finalista que
inspira a la ley». En segundo lugar, debe hacerse notar que la
expresión «acto» empleada por el
Derecho que -como quedó dicho en el precepto, no está utilizada en sentido técnico y
comentario al artÃ-culo 7 , 1 .°, del circunscrita al acto jurÃ-dico (88), sino más
Código civil- no sólo comprende a bien, en sentido vulgar para denotar,, con ella,
los derechos privados tradicionales (por asÃ- la idea de actividad o de conducta positiva, en
calificarlos), sino también a los derechos y definitiva, de acción (89).
libertades fundamentales. En relación al
abuso de derecho, la doctrina sentada por el La actividad, y lo mismo puede decirse
Tribunal Constitucional apunta en el sentido de respecto de la omisión, abusiva alcanza
entender que aquéllos se encuentran tanto a actos materiales como a una actividad

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 33 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

estrictamente jurÃ-dica (90). Por poner seguirse una utilización abusiva de un


ejemplos extraÃ-dos de la jurisprudencia derecho, en contraposición la
posterior al TÃ-tulo Preliminar, actos materiales acción se refiere a un hecho negativo:
que han dado lugar a que se apreciara (según una conducta omisiva o de abstención.
el caso) o no, la existencia de abuso de
derecho son: la solicitud de cierre de un portal No obstante ésta, a diferencia de lo que
de comunicación entre dos casas de sucede respecto a la conducta positiva
distintos propietarios (S. T. S. de 22 abril («acto») ofrece particulares dificultades de
1983); la construcción de pozos y configuración como abusiva.
explotación de las aguas que pueda
afectar al aprovechamiento de un manantial La omisión comporta la idea de
(S. T. S. de 20 mayo 1982); el impedir que otra abstención o de no actuación (no
persona penetre en su propiedad para realizar hacer). Estrictamente considerada, por sÃ-
obras de captación de aguas (S. T. S. sola, esta actitud no puede originar un hecho
de 17 septiembre 1987); la utilización abusivo, es necesario concretar. La falta de
exclusiva por uno solo de los comuneros del actuación (de ejercicio) de un derecho
piso propiedad de la comunidad impidiendo a por parte de su titular difÃ-cilmente puede
los demás comuneros su disfrute (S. T. S. de producir una lesión en los intereses de
30 noviembre 1988)..., etc. un tercero; no parece que -como apunta Roca
Juan (91)- la libertad de actuación de un
En cuanto al ejercicio del derecho que se lleva derecho subjetivo pueda quedar configurada
a cabo a través de actos jurÃ-dicos, los más como un derecho subjetivo de no hacer que se
frecuentes -al igual que sucediera en la ejercite en forma abusiva. Es necesario que se
legislación anterior al TÃ-tulo Preliminar- produzca una concreción, que, cuando
siguen refiriéndose al ámbito arrendaticio, del abuso del derecho se trata, se sigue no
particularmente respecto de la facultad de sólo del acto de abstención o de
resolver el contrato (Ss. T. S. de 18 mayo la conducta negativa, sino, particularmente, de
1981, 16 diciembre 1987, 12 noviembre 1988). la concurrencia de alguna de las otras notas
Y, en general, en sede de ejercicio de que permiten la calificación del ejercicio
acciones judiciales, asÃ-, por ejemplo, la de como abusivo (intencionalidad-objeto-
deslinde (S. T. S. de 7 julio 1980). Como casos circunstancias). Notas que cobran un relieve
a destacar pueden citarse la misma actividad especial, en este caso, frente a lo que sucede
de concluir un contrato (asÃ-, la S. T. C. de 8 con la conducta positiva.
junio 1988) y la negativa del demandado, en
un proceso de reclamación de la Aun en esta concreción, se acostumbra
filiación, a someterse a las pruebas a añadir, por la doctrina (92), que la
biológicas judicialmente acordadas que omisión abusiva parece que se
es calificado como «ejercicio antisocial de su contraerÃ-a a aquellos supuestos en los que
derecho, al sobrepasar los lÃ-mites del ejercicio existe un deber previo de actuación, de
de un derecho con daño de tercero» (Ss. T. modo que la no actuación es la que
S. de 21 mayo y 14 julio 1988), al hacer recaer implica un abuso del derecho.
la prueba de la paternidad, exclusivamente, en
la otra parte. En lÃ-neas generales, y siempre unido a los
demás datos y circunstancias ya señaladas (y
La «omisión» de la que puede que se examinan más adelante) puede

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 34 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

seguirse dicha opinión tal y como se


recoge por alguna sentencia del Tribunal Siguiendo el texto legal, y de acuerdo con la
Supremo, en especial en materia de concepción que sobre el abuso de
inmisiones. AsÃ- -por ser la más conocida y derecho adopta el mismo, la actuación u
citada-, la sentencia de 30 octubre 1963, en la omisión son calificados como abusivos
que se condenó a una industria a atendiendo a una serie de datos que se
indemnizar los daños causados por no tener refieren a «la intención del autor», el
instalado un sistema de depuración de «objeto» o «las circunstancias en que se
gases. realice» la conducta. Datos que pueden darse
cumulativamente en el supuesto de hecho en
Sin embargo, no siempre puede hablarse de el que se plantee la cuestión, pero que,
un acto abusivo cuando la no actuación, concurriendo otro de los requisitos exigidos
existiendo un deber previo, ocasiona daños. (ejercicio que sobrepase los lÃ-mites normales
AsÃ-, si el deber previo es consecuencia de la del derecho), basta la sola presencia de uno
existencia de una relación jurÃ-dica, más de ellos para que se entienda que existe
parece que se está en presencia de un abuso de derecho.
incumplimiento que de un «ejercicio omisivo
de carácter abusivo», de manera tal que a) La intencionalidad: es éste uno de los
serán de aplicación las reglas de aquél requisitos más antiguos exigidos a la
(el incumplimiento) y no las del artÃ-culo 7 , actuación abusiva. La propia sentencia
2.°, del Código civil. de 14 febrero 1944, recuérdese, hablaba de
«cuando el derecho se actúa con la
Lo mismo sucede si, aun no existiendo una intención de perjudicar o sencillamente
relación jurÃ-dica (sÃ- una sin un fin serio y legÃ-timo»; llegándose -por
situación jurÃ-dica) puede merecer toda la jurisprudencia posterior- a identificar,
sanción -la omisión abusiva- a prácticamente, la intención en el
través de otras vÃ-as. En estos supuestos, ejercicio con la concreta «intención de
para que pueda hablarse de abuso es dañar».
necesario que la omisión comporte la
extralimitación en el ejercicio de la que La jurisprudencia actual, en este punto, no ha
se habla más adelante. variado la formulación. En la 5. T. 5. de
23 mayo 1984 se nos dirá que entre los
Al igual que sucede respecto de la conducta «elementos carac-terizadores del abuso de
positiva (93), la razón de la derecho» subjetivos «se encuentra la
calificación como abusiva de una intentio, representada por el designio o
omisión depende, también, de la voluntad de perjudicar, o también por la
inexistencia de un interés especÃ-ficamente ausencia de un fin legÃ-timo, y el objeto que,
protegido del tercero (que no sea titular de un según la jurisprudencia, consiste en la
derecho subjetivo), dato que es finalidad de originar un perjuicio a otro sin
particularmente importante en la coducta beneficio propio». Intención que,
omisiva dada la dificultad de su incluso, llega a equipararse y definirse, por el
calificación. propio Tribunal Supremo como animus
nocendi (sentencia de 18 mayo 1981).
3.2. La calificación de la Aunándose, en definitiva, las dos tendencias
actuación /omisión existentes dentro de la concepción

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 35 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

subjetiva. un derecho y es éste el que se actúa o no,


causando un daño; en sede de
Esta intención de producir un perjuicio responsabilidad civil no siempre el acto
puede venir dada, bien de que el titular persiga (doloso o culposo) es consecuencia del
directamente su causación, bien de que ejercicio u omisión de un derecho (no se
aunque no exista propiamente esa finalidad, causa en base a él); aparte de que el acto
sean conocidas por el actor las consecuencias abusivo puede existir aunque el daño no haya
perjudiciales de su conducta y, aun asÃ-, tenido lugar (las medidas preventivas), lo que
persista en la misma94. no sucede en el ilÃ-cito civil.

La Exposición de Motivos del Decreto b) El objeto de la actuación. También


1.836/1974, de 31 mayo, apuntaba, en aquÃ- su concepto aparecÃ-a ya descrito en la
relación a este dato, que la jurisprudencia anterior al TÃ-tulo preliminar y
intención del agente «no ha de ha sido mantenido por la posterior al mismo.
consistir, sin embargo, en un comportamiento
doloso y culposo, porque entonces se Objeto -tal y como se ha interpretado por
penetrarÃ-a en la ilicitud por el cauce de la aquélla y por la doctrina (96)- se refiere no a la
responsabilidad civil». realidad social acotada como base del mismo
(objeto del derecho), sino a la finalidad
Se hace difÃ-cil coordinar lo que se nos dice en perseguida con su ejercicio.
estas palabras con la interpretación
uniforme que se ha dado de este dato por la En concreto, a la función que se le
jurisprudencia como referido a la atribuye al derecho subjetivo en la que se tiene
intención de perjudicar e, incluso, a la en cuenta tanto los intereses particulares
de causar daño. ¿Dónde se encuentra como los generales (la función social).
la lÃ-nea divisoria entre el abuso y la Presupuesto que cada derecho subjetivo tiene
responsabilidad civil en orden al requisito de la una finalidad (función) otorgada por el
intencionalidad? ordenamiento jurÃ-dico, el ejercicio que
comporte el «incumplimiento» de la misma
La diferencia entre ambos, a pesar de las puede llegar a ser calificado como abusivo
palabras utilizadas en dicha Exposición (97).
de Motivos, no se halla en la intencionalidad
del sujeto, sino en los demás requisitos que Este dato, entonces, está siempre en estrecha
permiten definir el abuso de derecho, puesto relación con otro de los requisitos de la
que -como prevé la propia norma- el ejercicio conducta abusiva: el ejercicio del derecho que
abusivo origina, también, una responsabilidad sobrepasa los lÃ-mites normales.
civil («dará lugar a la correspondiente
indemnización») a la que, a falta de AsÃ-, se nos dirá que «No actúa
una regulación especial de este abusivamente quien utiliza su derecho de
precepto, son aplicables las reglas generales acuerdo con el mismo criterio finalista que
del derecho de daños (95). inspira a la norma legal» (sentencia del T. S.
de 18 mayo 1981); que «requiere la abusiva
Mientras en el ejercicio abusivo se parte actuación que la define por aparecer
necesariamente -como se ha constatado con manifiestamente sobrepasados los lÃ-mites
anterioridad- del ejercicio u omisión de normales del derecho de que se trata,

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 36 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

atendidos la intención del autor y las las personas, el tiempo, el lugar y la


circunstancias o finalidad perseguida con el ocasión en la que se produce la
acto (objeto)...», que constituye un requisito actuación u omisión, de las
para la apreciación del abuso de cuales puede deducirse que el ejercicio es
derecho «la falta de un interés serio y abusivo; de modo tal que si aquellas fueran
legÃ-timo» (sentencias de 14 febrero 1986, 5 distintas la conducta recibirÃ-a una
abril 1986 y 22 octubre 1988); llegándose calificación diversa.
incluso a hablar, para apreciar la existencia del
acto abusivo, de la existencia de «una En todo caso, interpretadas conforme a
conducta claramente infundada y criterios objetivos para evitar que, a través de
temeraria...» (sentencia del T. S. de 27 mayo esta vÃ-a, pueda introducirse la arbitrariedad
1988). judicial.

La finalidad perseguida en el acto abusivo De otra, se apunta que (100) por


extravasa los lÃ-mites normales de su ejercicio circunstancias cabrÃ-a entender algo más
aun cuando éste se realice al amparo de la amplio, «la apreciación de la
norma legal que los recoge expresamente. Se opinión social, la manera de sentir que,
trata de que las consecuencias obtenidas con aun estando fuera del sistema, condiciona los
el mismo no se acomodan a la función comportamientos». De manera tal que, asÃ-
para la que fue concedido (atribuido) el entendidas en sentido extenso, habrÃ-a que
derecho. distinguir entre aquellas que fueron tenidas en
cuenta en el momento en que se
Aunque este dato de la finalidad aparezca en reconoció el derecho y aquel en el que
todas las sentencias aquÃ- citadas (y, en se produce el ejercicio por parte del titular;
general, en las que aluden a los requisitos del pudiendo suceder que no exista una estricta
abuso de derecho) unida siempre a la correspondncia entre unas y otras.
intención y con un cierto matiz
subjetivista, es siempre un criterio objetivo. Se ¿A cuáles se refiere el artÃ-culo 7, 2.°, del
atiende en él no sólo a la finalidad Código civil?
individual (la intención del sujeto), sino,
particularmente, a la del derecho ejercitado Evidentemente ambas concepciones -la
(98). concreta y la general- son tenidas en cuenta
por la norma y, además, deben relacionarse y
c) Las circunstancias: La expresión considerarse de forma conjunta. La manera de
utilizada por el texto legal requiere de interpretar las concretas circunstancias en las
ulteriores precisiones dada la forma amplia en que tiene lugar el ejercicio del derecho y su
la que aparece empleada. calificación o no como abusivas no
depende de las que fueron, quizá, tenidas en
De una parte, y esta es la opinión cuenta en el momento de reconocer al
comúnmente seguida por la doctrina posterior derecho, sino de la valoración que debe
a la reforma del TÃ-tulo Preliminar", éstas se hacerse en aquel en que se producen. En este
entienden referidas, en unión al sentido, el artÃ-culo 3 , i.°, del Código
requisito de la extralimitación del civil -si se recuerda-, en materia de
ejercicio, a aquellas circunstancias que rodean interpretación de las normas jurÃ-dicas,
o acompañan al mismo en relación a señala que ésta deberá hacerse atendiendo a

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 37 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

«la realidad social del tiempo en que han de fin de aplicar la normativa adecuada, es
ser aplicadas, atendiendo, fundamentalmente tomando en consideración todos los
al espÃ-ritu y finalidad de aquéllas». Tanto datos que contribuyen a identificar la conducta
deben, asÃ- pues, interpretarse y calificarse de realizada. De modo que si se dan los precisos
acuerdo con las normas de la conducta social para apreciar la existencia de abuso serán sus
del tiempo en que se produce el ejercicio del reglas las que deberán de aplicarse con
derecho como de conformidad a aquellas que preferencia dado el carácter más particular
envuelven al mismo. AsÃ-, de otra parte, se (especÃ-fico) de éste.
sigue del otro dato que fuera examinado
antes: el objeto, es decir, la finalidad 3.3. El ejercicio extralimitado
interpretada objetivamente.
El principio de ejercicio no abusivo de los
Recordemos como la propia teorÃ-a del abuso derechos obliga a distinguir, en nuestro
del derecho, aun sin una norma como la sistema actual, entre el ejercicio normal del
transcrita, fue introducida en nuestro sistema a mismo y el ejercicio anormal.
través de la vÃ-a jurisprudencial que aplicaba
las normas de acuerdo con esa realidad social. Después de hacer referencia a los datos que
Lo propio cabe hacer hoy, por previsión permiten calificar a la acción u
expresa de la ley, en relación a estas omisión del derecho, el precepto
«circunstancias» que comportan abuso de comentado habla de que éste «sobrepase
derecho. manifiestamente los lÃ-mites normales de un
derecho», acogiendo, con esta
Entre las mismas se hace referencia al tiempo, expresión, la concepción objetiva
lugar, modo material (fÃ-sico) de ejercicio, del abuso del derecho (101). El ejercicio
ocasión del mismo, las que acompañan anormal es el único que justifica la
a la persona (cultura, edad, etc.)..., etc. sanción que se impone a su titular
(102).
En ocasiones, cuando concurran los demás
requisitos que definen al abuso del derecho no La cuestión, entonces, estriba en
cabrá dudar acerca de la calificación del determinar cuándo debe de entenderse que
acto. En otras, y dada la proximidad que existe existe dicho ejercicio anormal y qué es lo que
con el otro principio general recogido en este se comprende como ejercicio normal.
precepto, puede hacerse especialmente difÃ-cil
la elección entre uno y otro. Resulta claro -de todo lo examinado hasta
aquÃ-- que el ejercicio es calificado como
AsÃ- sucede, en particular, en relación al anormal siempre con referencia a los datos
retraso desleal en el ejercicio del derecho que - que acompañan a la conducta realizada: la
como se vio- aparece considerado como uno intención, el objeto (finalidad del
de los supuestos tÃ-picos de ejercicio contrario derecho) y las circunstancias. No parece que
a la buena fe y que puede considerarse, puedan separarse éstos de aquél, ya que
también, como acto abusivo respecto de las forman una necesaria unidad conceptual.
circunstancias concurrentes (de tiempo, en
este caso). A éstos se añade, en el precepto en análisis,
un nuevo dato: que se produzca
La única manera de diferenciar uno de otro, a manifiestamente esa anormalidad o

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 38 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

extralimitación (se habla de la subsidiariedad del mismo. Si existe otro


«sobrepasar»). remedio legal particular es éste de preferente
aplicación respecto de la regla del
Manifiestamente aquÃ- es entendido tanto en el artÃ-culo7, 2.°, del Código civil.
sentido de que sea patente (ostensible) como
en el de que sea de una cierta entidad «La doctrina del abuso de derecho -afirma la
(importante) (103). sentencia del T. S. de 31 octubre 1981-,
recogida en el artÃ-culo 7 del Código
Esto supone, de una parte, que se produzca civil, no es aplicable cuando el tema puede
de tal modo que no haya lugar a dudas acerca tener solución y encaje en el ejercicio de
de su producción. El abuso de derecho los derechos según las normas ordinarias
debe probarse en cada caso concreto, no se relativas al supuesto debatido.» La entidad de
presume su existencia porque la la «anormalidad» es la que origina la entrada
presunción -conforme a la regla de qui del abuso de derecho.
sui iure utitur neminem laedit- es,
precisamente, la contraria. Y de otra, que no El concepto de anormalidad o
exista otro remedio legal a aplicar a la extralimitación, en concreto, se define
situación en la que se produce. por contraposición a lo que deba
merecer la calificación de ejercicio
La sentencia del Tribunal Constitucional de 11 normal: lo que sobrepase a éste, unido a las
mayo 1988 señala, en este sentido, que circunstancias descritas, es ejercicio anormal.
«sólo es de apreciar el ejercicio
abusivo del derecho cuando media un La dificultad estriba en determinar este
propósito o intención tan claro y concepto de ejercicio normal. Para su
notorio que merezca ser calificado como averiguación, el precepto en estudio nos
manifiesto, y en aras a la seguridad jurÃ-dica proporciona un dato clave al referirse al lÃ-mite
se presume que los derechos se ejercitan del ejercicio del derecho. El ejercicio normal es
normalmente». el que se mueve dentro del contenido del
derecho, el que se efectúa de acuerdo con el
Es copiosa la jurisprudencia del Tribunal poder (conjunto de facultades,
Supremo, tanto anterior como posterior al legitimación activa para actuar) que
TÃ-tulo Preliminar, en la que se alude otorga cada derecho y que determina el
repetidamente a su carácter excepcional ámbito de lÃ-cita actuación. Los lÃ-mites -
(sentencias de 27 mayo 1988, 17 septiembre como es conocido- fijan el ámbito de poder (el
1987), afirmando que debe de aplicarse «con contenido).
un especial cuidado y siempre presupuesta la
existencia real del abuso». Añadiéndose queCon todo, esta concepción, dada la
«La vigilancia de los jueces respecto a los admisión de la doctrina del abuso del
actos contrarios a la ley requiere que, en todo derecho, no es exactamente la que se sigue
caso, resulte manifiesto el abuso...» en nuestro actual ordenamiento jurÃ-dico en
(sentencia del T. S. de 5 abril 1986). torno a los derechos. No lo es porque la
admisión del principio del no ejercicio
El carácter excepcional que se le otorga, abusivo del derecho lo impide, ya que tal idea
derivado de la exigencia de que sea más parece que se acomoda al concepto
manifiesto, conlleva una ulterior consecuencia: tradicional de que quien ejercita un derecho no

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 39 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

causa daño jurÃ-dicamente relevante que a los contraposición al que es normal, supone
postulados de aquélla. que el contenido del derecho no es utilizado
conforme a la función del mismo aunque
Dicho de otra forma, aunque exista la se respeten los lÃ-mites formales. Este
presunción legal -como apunta la comporta, siempre y por definición, la
sentencia del Tribunal Constitucional citada- actuación (u omisión) del
de que los derechos se ejercitan con contenido de un derecho que se ostenta.
normalidad, precisamente en base al aforismo
tradicional, ejercicio normal no equivale a Por el contrario, cuando lo que sucede es que
ejercicio conforme a la legalidad, es decir, a se actúa fuera del contenido del derecho, no
aquel que se corresponde a la literalidad de la puede hablarse de anormalidad o
norma (lÃ-mites formales) en la que se extralimitación en relación al
reconoce y ampara su existencia. Ha de abuso de derecho, sino de ausencia misma del
tomarse en consideración, derecho. El sujeto no se ampara -no puede
principalmente, la función que está hacerlo- en un derecho y esta conducta, en su
llamado a cubrir el derecho y las caso, será sancionada a través de otras vÃ-as
circunstancias en las que se desarrolla su (particularmente la de responsabilidad civil
ejercicio (104). cuando produzca un daño) (105). Para hablar
de abuso del derecho es necesario que se
Como recientemente recuerda la sentencia del ponga en funcionamiento su contenido, no que
T. S. de 1 febrero 1990, para «la su titular se arrogue facultades (contenido) que
apreciación de abuso de derecho, entre no tiene.
otros requisitos (se requiere), la inmoralidad o
antisocialidad de un daño, manifestado en Estrictamente, el ejercicio fuera de los lÃ-mites
forma subjetiva u objetiva, ... exige una serie de un derecho (que terminológicamente,
de actos que, pese a su apariencia de no en el lenguaje habitual, serÃ-a un ejercicio
legalidad, violen el contenido ético del extralimitado) no lleva a una situación
precepto legal en que se amparan*. de abuso de derecho, sino a otra diferente.

Es necesario, aún, hacer una ulterior 3.4. El daño


precisión. Ha de distinguirse el ejercicio
anormal que origina una situación de Añade el artÃ-culo7 , 2 .°, del Código
abuso de derecho del ejercicio del derecho civil -como último requisito- que dichos acto u
fuera de sus lÃ-mites. omisión se produzcan acón daño
para tercero*.
En la concepción actual, y en la propia
terminologÃ-a que se emplea, son Básicamente, la doctrina del abuso del
sinónimas las expresiones ejercicio derecho, antes de la reforma del TÃ-tulo
extralimitado del derecho y ejercicio anormal; Preliminar, se desarrolló a remolque de
es más, tanto en la doctrina como en la aquellos supuestos en los que, habiéndose
jurisprudencia es más frecuente hablar de producido un perjuicio a un tercero
ejercicio extralimitado que de ejercicio (recuérdese la famosa sentencia de 14 febrero
anormal. 1944), la reparación del daño causado
era necesario fundamentarla en una amplia
El ejercicio anormal, definido por interpretación de los preceptos que el

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 40 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

Código civil dedicaba a la Exposición de Motivos- la posibilidad de


regulación de la responsabilidad civil distinguir actos meramente abusivos que no
(artÃ-culos 1.902 y ss.). producen daño de aquellos que sÃ- lo
provocan, aplicándose a cada uno de ellos
El daño, en cuanto consecuencia de la una diferente sanción jurÃ-dica.
actuación abusiva, forma parte del
propio concepto de abuso de derecho. Como A su vez, el que entre las consecuencias
recuerda la Exposición de Motivos del jurÃ-dicas se prevea «la adopción de las
Decreto 1.836/1974, de 31 mayo, «siempre se medidas judiciales o administrativas que
parte del desbordamiento de los lÃ-mites impidan la persistencia del abuso» y, por
normales del ejercicio y del daño para tanto, tal y como lo ha etendido la doctrina,
tercero». también la posibilidad de acordar medidas
cautelares, parece querer dar a entender que
La opinión mayoritaria de la doctrina es no siempre es necesaria la existencia de dicho
la de considerar incluido, entre los requisitos daño.
necesarios para la existencia de abuso de
derecho, la producción de un daño A pesar de lo dicho conviene precisar:
(106); y el supuesto normal, en la mayor parte
de los casos, parece que se refiere al mismo, En efecto, la adopción de medidas
ya sea un daño actual, ya sea futuro. cautelares tiende a suspender el acto abusivo
o a precaver -cuando el daño no se ha
De esta disienten DÃ-ez-Picazo y Gullón, producido- las consecuencias perjuiciales que
que estiman debe de distinguirse entre los dos puedan derivarse del mismo. Lo único que
incisos que se contiene en el artÃ-culo7, 2.°, ponen de manifiesto es que si bien el acto ha
del Código civil: el ejercicio abusivo o de ser actual, el daño puede ser futuro, pero
antisocial sin mayor cualificación y el no implican la innecesariedad de éste. El acto -
abuso que origina daño a tercero. «Parece - como dice Roca Juan (109)- es «premonitor
señalan- que el daño a tercero, en el nuevo del daño que racionalmente puede producir».
TÃ-tulo Preliminar, no es requisito esencial de Consecuentemente, de la posibilidad de su
la figura del abuso, sino de un supuesto adopción no se sigue que un acto
especÃ-fico del mismo abuso» (107). abusivo sin daño actual o futuro pueda
Añadiendo que «nos resistimos a creer (108) calificarse como tal.
que el primer inciso sea un enunciado de
polÃ-tica legislativa, ad pompam vel Se hace difÃ-cil pensar en algún supuesto en
ostentationem». el que, sin perjuicio o daño, quepa hablar de
abuso de derecho dado el carácter
¿Cabe mantener esta diferenciación? excepcional, restrictivo -como se viera en las
¿Es el daño un elemento necesario para que páginas anteriores- que se otorga a este
exista abuso de derecho? lÃ-mite.

De la manera en que está redactado el Se presentan, también, problemas de


precepto que, en efecto, establece esa legitimación. ¿Quién estarÃ-a legitimado
separación de la que hablan los para alegar el abuso de derecho cuando no se
profesores citados, es evidente que se sigue - hubiera producido un daño actual o futuro?
aun a pesar de la declaración de la

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 41 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

Además, resultarÃ-a imposible distinguir -como posición no tiene por qué soportar las
hace la propia norma- entre el ejercicio normal consecuencias del ejercicio del derecho. En
y anormal del derecho. El lÃ-mite que impone estos casos, siendo parte o estando sometido
el abuso del derecho lo es porque causa un a dichas consecuencias, no puede alegarse
perjuicio, cuando esto no sucede no cabe la abuso por no ser tercero.
imposición de las sanciones que la ley
prevé sigue estando vigente la regla conforme Esta interpretación, excesivamente
a la qui sui iure utitur neminem laedit (110). literal, de la expresión tercero, no es la
que se acomoda a la finalidad perseguida con
La lesión (daño) es asÃ-, pues, la admisión de la teorÃ-a del abuso de
elemento imprescindible, ya que es la que derecho, ya que quedarÃ-an al margen de la
origina la reacción desfavorable que misma múltiples supuestos (111), ni es la que
conlleva la aplicación de una se ha adoptado por la doctrina.
consecuencia jurÃ-dica determinada, si bien -
como se ha dicho- no es necesario que sea Cabe, perfectamente, en el seno de una
actual, bastando con que, de la relación jurÃ-dica de la que que se
actuación pueda deducirse, derive un derecho subjetivo, que una de las
razonablemente, aquél (daño futuro). partes ejercite abusivamente su derecho frente
a la otra y ésta, a pesar de estar vinculada por
Asimismo, el daño puede ser material o dicha relación, puede alegar el abuso y
moral, ya que en éste no se distingue, y lo obtener la aplicación de la
mismo puede ser con referencia a un interés sanción adecuada cuando los remedios
individual como a un bien o interés social en el propios de la misma no prevean tal
que -como decÃ-a la sentencia del T. S. de 23 situación.
mayo 1984- «el sujeto perjudicado ofrece una
mayor amplitud, en cuanto puede comprender La sentencia del T. S. de 30 noviembre 1988,
tanto a la comunidad general como precisamente, contempló un supuesto
cualesquiera de los grupos integrantes en la- en el que se apreció la existencia del
misma». ejercicio abusivo de la facultad de uso
exclusivo del bien (cfr. art 394 del
En todo caso, debe de existir relación Código civil) en la copropiedad por uno
de causalidad entre la conducta y el daño de los comuneros frente a los demás: «... el
producido o que pueda originarse. demandado -se dice en la misma- viene
ocupando en exclusiva el piso propiedad de la
Señala el artÃ-culo objeto de comentario que comunidad e impidiendo a los demás
se trata <de un da para tercero conviene partÃ-cipes su disfrute, incumbiéndole, por
determinar qu se entiende por y cu es el bien tanto, a él probar que dicho uso era por
con acto abusivo ambos interconexionados acuerdo de la mayorÃ-a, ya que lo contrario
entre s></de> implicarÃ-a un abuso de derecho -artÃ-culo7
del CÃ&sup3;digo civil-, sin que, por otra parte,
Lo que a primera vista sugiere la se pueda poner en duda la existencia de un
expresiÃ&sup3;n tercero es la idea de aje- perjuicio para la comunidad desde el momento
nidad al derecho ejercitado. Dicho de forma en que se reclama al recurrente el abono de
más simplificada, que no se trata de una parte los gastos comunitarios producidos por el piso
de la relaciÃ&sup3;n jurÃ-dica o bien que por su mencionado, dado que dicho gasto debe ser

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 42 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

satisfecho por quien excediéndose en el 1987). Al ser un remedio que, al estar basado
ejercicio de los derechos comunitarios se ha en la equidad, se establece «para la
aprovechado en exclusiva del piso y no por la salvaguarda de intereses que no alcanzan
comunidad». todavÃ-a protecciÃ&sup3;n jurÃ-dica»
(sentencias del T. S. de 16 diciembre 1987 y
Daño para tercero es, en verdad, daño 26 mayo 1989).
«para otro» (cfr. art.1.902 del CÃ&sup3;digo
civil) sea o no parte en la relaciÃ&sup3;n o A lo que se añade que actúa como «remedio
situaciÃ&sup3;n jurÃ-dica. al perjuicio que se causa en materias no
reguladas por normas destinadas a resolver
De este concepto, sin embargo, se excluye conflictos por colisiÃ&sup3;n de derechos»
aquel que con su conducta da lugar a la (sentencias del T. S. de 14 febrero 1944, 31
actuaciÃ&sup3;n del titular del derecho, o marzo 1981, 14 julio 1984).
cuando el perjudicado alega su existencia en
contradicciÃ&sup3;n con sus propios actos. Cuando ya existe una particular
protecciÃ&sup3;n jurÃ-dica, procede la
«La doctrina del abuso de derecho -se afirma aplicaciÃ&sup3;n preferente de ésta y no la del
en la sentencia del T. S. de 17 septiembre abuso del derecho que, aun admitiéndolo
1987-... presupone, en cuanto como principio general, se considera como un
instituciÃ&sup3;n de equidad, una actitud último remedio. De ahÃ- -como fuera dicho- el
meramente pasiva del que sufre un daño en carácter subsidiario, en ocasiones, de su
su patrimonio sin culpa por su parte.» Esta aplicaciÃ&sup3;n.
neutraliza el abuso posible.
No obstante, la aplicaciÃ&sup3;n de la doctrina
En la sentencia del T. S. de 31 octubre 1981 del abuso de derecho no actúa
se entiende que no se produce la concurrencia subsidiariamente en los supuestos que,
del abuso de derecho «por el hecho de que el además, puedan entrar a calificarse como
vendedor haga figurar en la escritura de conductas contrarias a la buena fe. En cuanto
compraventa de una finca rústica un precio principio para el cual sÃ- está prevista -a
muy inferior al real, en aparente perjuicio del diferencia de aquél- una propia consecuencia
colindante y del Erario Público, porque el jurÃ-dica es ésta la que entrará en juego. De
colindante retrayente (que invoca el abuso) hecho, si se repasan las sentencias que han
estuvo siempre dispuesto al abono del precio sido comentadas a lo largo de este
real y porque el Erario no está precisamente comentario, tanto las referidas a la buena fe
ayuno de recursos para salvaguardar su como al abuso de derecho, en multitud de
interés». ocasiones los Tribunales entremezclan ambos
conceptos (particularmente el de buena fe)
Respecto al bien dañado, es doctrina ya para acabar aplicando las reglas del abuso de
tradicional, que se mantiene por las derecho.
resoluciones anteriores al actual TÃ-tulo
Preliminar y permanece invariada después de 4. Las consecuencias del ejercicio abusivo
éste, que es necesario que «no esté protegido
por una especÃ-fica prerrogativa jurÃ-dica» A tenor del artÃ-culo7, 2°, del CÃ&sup3;digo
(sentencias del T. S. de 21 enero 1963, 30 civil la acciÃ&sup3;n u omisiÃ&sup3;n abusiva o
junio 1970, 31 octubre 1981, 16 diciembre antisocial no resulta amparada por la ley y

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 43 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

«dará lugar a la correspondiente Es decir, que el acto ejecutado no provoca la


indemnizaciÃ&sup3;n y a la adopciÃ&sup3;n de eficacia prevista por el titular del derecho y
las medidas judiciales o administrativas que que, de no concurrir el abuso, operarÃ-a
impidan la persistencia en el abuso». normalmente.

Ha de partirse del principio -que también Incluso, la eficacia originada por la


aparece descrito y recogido por la actuaciÃ&sup3;n, de apreciarse la existencia
jurisprudencia- de que, al ser materia del abuso, puede llegar a ser exactamente la
dispositiva «proce-salmente ha de actuarse, contraria a la que el sujeto buscÃ&sup3; con
bien como acciÃ&sup3;n, ora como ella.
excepciÃ&sup3;n» (sentencia del T. S. de 14
julio 1984), no siendo aplicable de oficio En el supuesto enjuiciado por las sentencias
(112). del T. S. de 21 mayo 1988 y 14 julio 1988
(ambos idénticos), la negativa del padre, en el
Legitimados para solicitar la existencia del proceso de reclamaciÃ&sup3;n de la
abuso del derecho lo son, bien la persona filiaciÃ&sup3;n ,a someterse a las pruebas
(fÃ-sica o jurÃ-dica) concreta cuyo interés fue biolÃ&sup3;gicas que fueron judicialmente
lesionado, bien aquel grupo de personas a las acordadas, es calificada como un «ejercicio
que afecte el ejercicio antisocial del derecho. antisocial del derecho» y aunque se afirme
que ello «no pasa de constituir un indicio que
Las consecuencias previstas, que lo son con lÃ&sup3;gicamente ha de ser apreciado por la
carácter genérico, pueden darse separada o Sala de instancia», sin que pueda
cumulativamente dependiendo de cada considerarse que incurre en ficta confesio
supuesto de hecho concreto. dicho abutente, «no impide declarar la
paternidad con base a otras pruebas sin
4.1. La inadmisibilidad del ejercicio necesidad de acudir a las biolÃ&sup3;gicas».

Es esta la consecuencia jurÃ-dica más general Cuando el daño proviene de la


que se predica del ejercicio abusivo y del conclusiÃ&sup3;n de un negocio, la ineficacia
antisocial, y supone -al igual que se dijera en se traduce en la admisiÃ&sup3;n de la
relaciÃ&sup3;n al principio de buena fe- la legitimaciÃ&sup3;n activa para solicitar, el
ausencia de protecciÃ&sup3;n para quien perjudicado por el mismo, la declaraciÃ&sup3;n
actúa de dicha manera. de nulidad del negocio (113). Conocida es la
sentencia del T. S. de 14 febrero 1959, en la
¿En qué se traduce la desprotecciÃ&sup3;n? que se afirma que la doctrina del abuso del
derecho «lleva o a la nulidad del acto de
La extralimitaciÃ&sup3;n en el ejercicio del extralimitaciÃ&sup3;n de facultades jurÃ-dicas o
derecho no supone la negaciÃ&sup3;n o a su limitaciÃ&sup3;n dentro de los cauces del
privaciÃ&sup3;n del mismo, que puede seguir normal ejercicio del derecho o, en último
utilizándose por su titular (no es causa de término, a la indemnizaciÃ&sup3;n del perjuicio
extinciÃ&sup3;n), sino la negaciÃ&sup3;n de indebidamente causado».
tutela a su ejercicio. Esta falta de acogida
significa que se priva de eficacia jurÃ-dica a la Sin embargo, la declaraciÃ&sup3;n de nulidad
actuaciÃ&sup3;n abusiva. del negocio, en aras a la protecciÃ&sup3;n de
terceros (114), no afectará a éstos cuando

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 44 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

sean de buena fe (desconocedores de la abuso no puede ampararse en el ejercicio de


existencia del ejercicio abusivo). su derecho para eludir su responsabilidad en
relaciÃ&sup3;n al daño causado.
Como se ha dicho antes, a pesar incluso de la
dicciÃ&sup3;n del artÃ-culo 9, 2, de la L. A. U. Al arbitrar esta consecuencia, se introduce en
(«Los Jueces y Tribunales rechazarán las nuestro sistema un tipo de responsabilidad
pretensiones que impliquen manifiesto abuso o que bien puede calificarse -frente a la regulada
ejercicio anormal de un derecho») o del por los artÃ-culos1.902 y ss. del CÃ&sup3;digo
artÃ-culo 11, 2, de la L. O. P. /. («Los Juzados civil- como objetiva desde el momento en el
y Tribunales rechazarán fundadamente las que se prescinde de la nota de la culpa (117).
acciones y excepciones que se formulen con
manifiesto abuso de derecho»), la El artÃ-culo 7 , 2 .°, del CÃ&sup3;digo civil se
declaraciÃ&sup3;n de nulidad debe solicitarse limita a señalar que «dará lugar a la
expresamente, no siendo apreciable de oficio. correspondiente indemnizaciÃ&sup3;n» sin
NÃ&sup3;tese, además, cÃ&sup3;mo el determinar qué reglas se habrán de aplicar en
artÃ-culo 11, 2, de la L. O. P. J. requiere, a relaciÃ&sup3;n a la misma. Ha de entenderse
diferencia del artÃ-culo 9, 2, de la L. A. U., que, en este punto, habrá que acudir a los
expresamente «que se formulen». principios generales del derecho de daños.

4.2. El resarcimiento Para que la pretensiÃ&sup3;n indemnizatoria


prospere es necesario probar, además de la
Hoy, ya de una forma expresa, y en base a los existencia del abuso, la realidad del daño y la
requisitos que la propia norma exige para la relaciÃ&sup3;n de causalidad entre uno y
concurrencia de abuso de derecho (115), se otro.
dispone que éste ndará lugar a la
correspondiente indemnizaciÃ&sup3;n». Con todo, puesto que el daño que se requiere
para la concurrencia del abuso no
La admisiÃ&sup3;n de la responsabilidad del necesariamente debe ser actual y haberse
abutente que, en la situaciÃ&sup3;n anterior a producido ya, sino que puede ser futuro
la reforma del TÃ-tulo Preliminar, se habÃ-a (aunque siempre previsible), propiamente la
venido admitiendo por la jurisprudencia sobre indemnizaciÃ&sup3;n sÃ&sup3;lo procederá
una interpretaciÃ&sup3;n muy general (y cuando éste haya tenido lugar ya. A los
forzada, en definitiva) del artÃ-culo 1.902 del supuestos del daño futuro les será más
CÃ&sup3;digo civil (responsabilidad extra- oportuno la aplicaciÃ&sup3;n de las «medidas
contractual), se acoge en la normativa actual judiciales o administrativas» a las que se
de forma propia e independiente (116). alude más adelante en este precepto.

El ejercicio abusivo o antisocial de un derecho, 4.3. La adopciÃ&sup3;n de medidas judiciales y


probados sus requisitos, es fuente directa de administrativas
responsabilidad y -como bien recuerda la
ExposiciÃ&sup3;n de Motivos citada La ExposiciÃ&sup3;n de Motivos del Decreto
anteriormente- sin necesidad de que concurra 1.836/1984, de 31 mayo, finalmente, concluÃ-a
dolo o culpa (elementos que describen a la diciendo: «Importa señalar cÃ&sup3;mo la
responsabilidad extra-contractual ex artÃ-culos consecuencia derivada de la sanciÃ&sup3;n del
1.902 y ss. del CÃ&sup3;digo civil). El autor del abuso del derecho no queda reducida a la

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 45 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

indemnizaciÃ&sup3;n del daño. En su caso,


procede adoptar también las medidas Unánimemente se entiende -como fuera visto-
impeditivas de la persistencia en el abuso. De que no es necesario que el daño sea actual
esta manera se obtienen las ventajas de la para que la conducta pueda merecer la tacha
ejecuciÃ&sup3;n en forma especÃ-fica y puede de abusiva o antisocial; también en
quedar efectivamente restablecida la relaciÃ&sup3;n al futuro, y más incluso que en
normalidad». el actual, cabe la aplicaciÃ&sup3;n de estas
medidas que están pensadas para cumplir una
En base a ello el artÃ-culo 7 , 2 .°, del funciÃ&sup3;n preventiva.
CÃ&sup3;digo civil prevé que dará lugar «a la
adopciÃ&sup3;n de las medidas judiciales o En efecto, en ocasiones puede darse el caso
administrativas que impidan la persistencia del de que, por el carácter del daño (de presente)
abuso». ocasionado no sea posible que el acto abusivo
se reitere, siendo, entonces, innecesaria la
No se protege al perjudicado sÃ&sup3;lo a adopciÃ&sup3;n de las medidas tendentes a su
través de la declaraciÃ&sup3;n de ineficacia de prevenciÃ&sup3;n. No sucede, en cambio, lo
la actuaciÃ&sup3;n abusiva y de la mismo cuando aquel no ha tenido lugar, en el
concesiÃ&sup3;n de la indemnizaciÃ&sup3;n que, a contrario de aquél, al perjudicado
correspondiente, haciendo frente a la interesará más la aplicaciÃ&sup3;n de las
situaciÃ&sup3;n pasada y al momento mismas que de cualquier otra consecuencia.
presente, sino que se extiende al futuro
admitiendo que se acuerden aquellas medidas Debe recordarse que lo que permite la
(judiciales y administrativas) que impidan que calificaciÃ&sup3;n de un acto como abusivo es
la situaciÃ&sup3;n vuelva a reproducirse. Se su realidad (ser manifiesto) y no la del daño
establecen una serie de medidas que están que produce.
llamadas a cumplir una funciÃ&sup3;n
preventiva. En todo caso, sÃ- que es necesario, a tenor de
la norma, que exista siempre una previa
La manera en que está redactado el precepto, declaraciÃ&sup3;n judicial de la existencia del
por su excesiva vaguedad en este punto, abuso.
plantea una serie de dudas.
No obstante, teniendo en cuenta que el
Inicialmente, y asÃ- se sigue de la artÃ-culo 7 , 2 .°, del CÃ&sup3;digo civil se
ExposiciÃ&sup3;n de Motivos copiada, parece encuentra en el TÃ-tulo Preliminar del
que las medidas a adoptar sÃ&sup3;lo serán CÃ&sup3;digo civil y es, por tanto, de
acordadas cuando se haya producido ya el aplicaciÃ&sup3;n general, tal declaraciÃ&sup3;n
daño. Es decir, parece que se está pensando no sÃ&sup3;lo puede venir de un Tribunal civil,
en medidas ejecutivas (118). Nada se dice sino también de la jurisdicciÃ&sup3;n
acerca de aquellos supuestos en los que el contencioso-administrativa. Incluso, para
daño no se ha producido, pero en los que es aquellos supuestos en los que se atribuya
racionalmente previsible que se derivará de la especÃ-ficamente, por ley, competencia a la
manera en que está teniendo lugar el ejercicio AdministraciÃ&sup3;n, cabe admitir que la
del derecho (el daño futuro). ¿Cabe, también,declaraciÃ&sup3;n de abuso sea una
la adopciÃ&sup3;n de estas medidas en declaraciÃ&sup3;n administrativa (aun asÃ-
relaciÃ&sup3;n al daño futuro? sometida a un control judicial posterior) (119).

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 46 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

cautelares previas a la declaraciÃ&sup3;n


El precepto distingue las medidas judiciales de judicial de abuso.
las administrativas:
En efecto, la dificultad que se alegaba por
a) Medidas judiciales. Estas, como regla aquellos que opinaron que, aunque deseables,
general, son las más frecuentes. no eran posibles, ha desaparecido. En
artÃ-culo 1.428 de la Ley de Enjuiciamienta
A tenor del artÃ-culo7, 2.°, del CÃ&sup3;digo civil, en su anterior redacciÃ&sup3;n a la
civil parece -como se ha dicho- que reforma de la Ley 34/1984 , de 6 agosto,
inicialmente sÃ&sup3;lo son ejecutivas, es señalaba que sÃ&sup3;lo podÃ-a solicitarse la
decir, se trata de las que acompañan a la adopciÃ&sup3;n de las mismas presentando en
sentencia en la que se declara la existencia juicio «algún documento de los comprendidos
del abuso, se determina la ineficacia del acto en los tres primeros números del artÃ-culo
y, en su caso, se condena al autor al pago de siguiente», lo que hacÃ-a prácticamente
la correspondiente indemnizaciÃ&sup3;n. inviable su peticiÃ&sup3;n. El actual artÃ-culo
1.428 de la Ley de Enjuiciamiento civil,
AsÃ-, pueden ser: la condena a restablecer la modificado en dicho extremo, sÃ&sup3;lo
situaciÃ&sup3;n anterior deshaciendo lo mal requiere que «se presente en juicio un
hecho; a realizar una conducta determinada; principio de prueba por escrito», que si bien
incluso -como apunta Rivero (120)-, «se no siempre podrá hacerse, sin embargo, abre
puede acordar conminar al abutente a que no un mayor margen de posibilidades respecto de
vuelva a hacer lo hecho y declarado abusivo, la situaciÃ&sup3;n anterior.
con los apercibimientos correspondientes (de
comisiÃ&sup3;n de delito de desobediencia, Las medidas cautelares precisamente serán
entre otros)». las más adecuadas y oportunas en muchas
ocasiones (123). Son todas aquellas -
Ha planteado dudas, en la doctrina, el tema siguiendo el tenor literal del artÃ-culo 1.428 de
relativo a si, junto a estas medidas de carácter la L. E. c.- que «según las circunstancias del
preventivo respecto al abuso, pero de caso, fuesen necesarias para asegurar la
ejecuciÃ&sup3;n en su adopciÃ&sup3;n, cabe el efectividad de la sentencia que en el juicio
acordar medidas cautelares previas a la recayere».
declaraciÃ&sup3;n del abuso.
b) Medidas administrativas: en relaciÃ&sup3;n
Mientras que una corriente de opiniÃ&sup3;n a éstas cabe señalar que son posibles todas
sostiene, a la vista de los preceptos aquellas que la AdministraciÃ&sup3;n pueda
procesales (arts. 1.428 y concordantes de la L. acordar en el ámbito propio de su
E. C.) (121), que no son posibles; otra (122) competencia (prohibiciones, denegaciÃ&sup3;n
entiende que, dados los términos amplios y o suspensiÃ&sup3;n de licencias, sanciones...,
genéricos de aquellos preceptos, es etc.).
perfectamente posible que puedan
adoptarse. Aun asÃ-, conviene recordar que el precepto no
legitima a la AdministraciÃ&sup3;n a
En la normativa procesal actual creo que, hoy decretarlas in genere, ni tampoco autoriza a
en dÃ-a, hay que afirmar que es perfectamente ésta para resolver las situaciones abusivas
posible la adopciÃ&sup3;n de medidas que se produzcan entre particulares. Es

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 47 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

necesario que exista una ley que le atribuya la Luis, y Sancho Rebullida, Francisco de AsÃ-s,
competencia especÃ-fica para ello (124). Elementos de Derecho civil, t. IV, Barcelona,
1982; Miquel González, José MarÃ-a,
----------------------------------------------------------- «Observaciones en torno a la buena fe», en
el Libro homenaje al profesor Juan Roca Juan,
* BIBLIOGRAFÕA GENERAL Universidad de Murcia, 1989, págs. 497 y ss.;
Montes, Vicente L., «Comentario al artÃ-culo
Albaladejo GarcÃ-a, Manuel, Instituciones de 7, 1.°, del CÃ&sup3;digo civil», t. I, Madrid,
Derecho civil, t. I, Barcelona, 1960; Derecho 1977; Paz-Ares, Cándido, «Nota bibliográfica
civil, I, t 1, II, Barcelona, 1989; Batlle Vázquez, a la obra de Zellex, Ernst, Treu und Glauben
Manuel, «Comentario al artÃ-culo 7 del und Rechtsnissbrauchsverbotm, en A. D. C,
CÃ&sup3;digo civil», en Comentarios al 1982, págs. 173 y ss.; Rivero Hernández,
CÃ&sup3;digo civil y Compilaciones forales Francisco, en Elementos de Derecho civil
(dirigidos por M. Albaladejo GarcÃ-a), Jaén, (Lacruz Berdejo, José Luis; Luna Serrano,
1978, t. I; Castro Lucini, Francisco, Sobre la AgustÃ-n),, t. 1-3, Barcelona, 1984; Roca Juan,
buena fe en la obra del profesor Federico de Juan, «Comentario al artÃ-culo7 , 2 .°, del
Castro, A. D. C, 1983, págs. 1127 y ss.; De CÃ&sup3;digo civil», en Comentarios a las
Castro, Federico, Derecho civil de España. reformas del CÃ&sup3;digo civil, t. I, Madrid,
Parte general, t. I, Madrid, 1955; El negocio 1977; Wieacker, Franz, El principio general de
jurÃ-dico, Madrid, 1985; De los Mozos, José la buena fe (traducciÃ&sup3;n de José Luis
Luis, El principio de buena fe, Barcelona, Cano), con prÃ&sup3;logo de Luis DÃ-ez-
1965; DÃ-ez-Picazo, Luis, La doctrina de los Picazo, Madrid, 1977.
actos propios, Barcelona, 1963; «El abuso del
derecho y el frande de la ley en el nuevo (1) Y asÃ- interpretado por la doctrina. Vid. el
TÃ-tulo pieliminar del CÃ&sup3;digo civil y el estudio de Wieacker, El principio general, cit.
problema de sus recÃ-procas relaciones», en
DocumentaciÃ&sup3;n JurÃ-dica, 1974, (2) Vid. Montes, «Comentario», op. cit., págs.
páginas 203 y ss.; DÃ-ez-Picazo, Luis, y 367 a 370.
GullÃ&sup3;n Ballesteros, Antonio, Sistema de
Derecho civil, I, Madrid, 1989; Ferreira Rubio, (3) Montes, «Comentario», op. cit., pág.
Delia Matilde, La buena fe (El principio general 367.
del Derecho civil), Madrid, 1984; Gete-Alonso
y Calera, MarÃ-a del Carmen, «Comentario al (4) De Castro, Derecho civil, op. cit., I, pág.
artÃ-culo 67 del CÃ&sup3;digo civil», en 461.
Comentarios a las reformas del Derecho de
Familia, vol. I, Madrid, 1984; Hernández Gil, (5) Lo destaca, en el mismo sentido, Paz-Ares,
Antonio, «Reflexiones sobre una «Nota bibliográfica», op. cit., pág. 174.
concepciÃ&sup3;n ética y unitaria de la buena
fe». Discurso en la Academia de (6) DÃ-ez-Picazo, PrÃ&sup3;logo a la obra de
LegislaciÃ&sup3;n y Jurisprudencia, Madrid, Wieacker, op. cit., pág. 10.
1979; Josserand, De Vabus des droits, ParÃ-s,
1905; De Vesprit des droits et de leur rélativité,(7) Batlle, «Comentario», op. cit., pág. 118.
ParÃ-s, 1927; Jordano Barea, Juan, Dictamen
sobre abuso de derecho y fraude a la ley, A. D. (8) Vid. la citada en la BibliografÃ-a general.
C, 1960, págs. 858 y ss.; Lacruz Berdejo, José

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 48 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

(9) Vid., in extenso, Montes, «Comentario», diligencia y la colaboraciÃ&sup3;n en el trabajo


op. cit., págs. 356 a 360. que marquen las disposiciones legales, los
convenios colectivos y las Ã&sup3;rdenes o
(10) Que se aborda en la segunda parte de instrucciones adoptadas por aquél en el
este comentario. Vid. más adelante. ejercicio regular de sus facultades de
direcciÃ&sup3;n y, en su defecto, por los usos
(11) Parecidamente, Ferreira Rubio, La buena y costumbres. En cualquier caso, el trabajador
fe, op. cit., pág. 113. y el empresario se someterán en sus
prestaciones recÃ-procas a las exigencias de la
(12) Con todo, recuérdese que la obra de este buena fe.»
autor es de 1955.
Art. 54. 2. d) «Se considerarán
(13) Wieacker, El principio, op. cit., pág. 25. incumplimientos contractuales: d) La
transgresiÃ&sup3;n de la buena fe contractual,
(14) AsÃ- lo ha destacado ampliamente DÃ-ez- asÃ- como el abuso de confianza en el
Picazo, en PrÃ&sup3;logo a la obra de desempeño del trabajo.»
Wieacker, op. cit., págs. 16, 17 y 18, en
especial. Art. 89, en relaciÃ&sup3;n a la
tramitaciÃ&sup3;n de los Convenios Colectivos,
(15) DÃ-ez-Picazo, PrÃ&sup3;logo a la obra de en el párrafo 3 del apartado 1 se dice que
Wieacker, op. cit., pág. 17. «Ambas partes estarán obligadas a negociar
bajo el principio de la buena fe».
(16) Sobre éstas y su crÃ-tica en relaciÃ&sup3;n
a la buena fe, vid. Wieacker, El principio, op. (20) DÃ-ez-Picazo, La doctrina, op. cit., pág.
cit., págs. 29 y 34; también lo destaca Paz- 134. Parecidamente, Castro Lucini, «So-bre la
Ares, «Nota bibliográfica», op. cit., página buena fe», op. cit., pág. 1129.
175.
(21) Para lo que me remito a la bibliografÃ-a
(17) AsÃ- lo destaca Miquel González, que ha tratado de ello. Vid. De los'Mozos, El
«Observaciones», op. cit., pág. 497. principio, op. cit., págs. 50 y ss.; DÃ-ez-Picazo,
La doctrina, op. cit., págs. 135 y ss.; Ferreira
(18) Sobre este extremo Miquel González, Rubio, La buena fe, op. cit., págs. 75 y ss.;
«Observaciones», op. cit., págs. 497 y 498. Hernández Gil, a Reflexiones», op. cit.;
Castro Lucini, a Sobre la buena fe», op. cit.,
(19) En éstos se dice: págs. 1129 a 1234.

Art. 5. a) «Los trabajadores tienen como (22) Miquel González, «Observaciones», op.
deberes básicos: a) Cumplir con las cit., pág. 498.
obligaciones concretas de su puesto de
trabajo, de conformidad a las reglas de la (23) DÃ-ez-Picazo, PrÃ&sup3;logo a la obra de
buena fe y diligencia.» Wieacker, op cit., Miquel González,
«Observaciones», op. cit., pág. 498; Ferreira
Art. 20. 2. «En el cumplimiento de la Rubio, La buena fe, op. cit., pág. 153, parece
obligaciÃ&sup3;n de trabajar asumida en el que sigue esta distinciÃ&sup3;n cuando habla
contrato, el trabajador debe al empresario la de que: «... la normatividad de la buena fe

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 49 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

puede ser de dos formas: directa o refleja. Es forma u otra, bien diciéndolo expresamente,
directa cuando actúa por sÃ-, como principio bien no, sigue una u otra postura o, al menos,
general al que el ordenamiento se refiere parte de la diferenciaciÃ&sup3;n entre la buena
explÃ-cita o implÃ-citamente. Es refleja cuando fe subjetiva y la denominada objetiva.
actúa por intermedio de normas concretas que Expresamente asf lo hace De los Mozos, El
son derivados más especÃ-ficos de las principio, op. cit., págs. 50 y ss.; Hernández
directivas generales abstractas contenidas en Gil, «Reflexiones», op. cit., pág. 36;
el principio...». No obstante, más tarde, y a lo implÃ-citamente, Montes, «Comentario», op.
largo del estudio, los entremezcla no cit., pág. 363.
distinguiendo bien, dado que sÃ&sup3;lo
admite un concepto unitario de buena fe. (32) Montes, «Comentario», op. cit., pág.
362.
(24) Vid., sobre estos extremos, Miquel
González, «Observaciones», op. cit., (33) Básicamente el trabajo de Ferreira Rubio,
páginas 498 y 499. La buena fe, op. cit., y el de Hernández Gil,
«Reflexiones», op. cit.
(25) AsÃ- lo pone de relieve Miquel González,
«Observaciones», op. cit.f pág. 499. (34) En parecidos términos, DÃ-ez-Picazo,
PrÃ&sup3;logo a la obra de Wieacker, op. cit.,
(26) Sigo, en este punto, la opiniÃ&sup3;n de páginas 11 y 12.
Miquel González, «Observaciones», op. cit.,
páginas 499 y ss.; en contra, Hernández Gil, (35) Vid. el texto de estos artÃ-culos copiado
«Reflexiones», op. cit., págs. 19 y ss. en la nota 19.

(27) En parecidos términos, Miquel González, (36) Vid. la segunda parte, apartado 3, de este
«Observaciones», op. cit., pág. 499. comentario.

(28) En este sentido, Montes, a Comentario», (37) DÃ-ez-Picazo, PrÃ&sup3;logo a la obra de


op. cit., pág. 364; Batlle, «Comentario», op. Wieacker, op. cit., pág. 16.
cit., pág. 118.
(38) En este sentido, critica esta sentencia
(29) DÃ-ez-Picazo, PrÃ&sup3;logo a la obra de Miquel González, «Observaciones», op. cit.,
Wieacker, op. cit., pág. 12; Rivero Hernández, pág. 497.
Elementos, op. cit., I, 3, pág. 115; DÃ-ez-
Picazo y GullÃ&sup3;n Ballesteros, Sistema, (39) DÃ-ez-Picazo y GullÃ&sup3;n Ballesteros,
op. cit., I, pág. 455; Montes, «Comentario», Sistema, op. cit., I, pág. 455; Rivero
op. cit., pág. 364. Hernández, Elementos, op. cit., I, 3, pág.
115.
(30) Vid., en este sentido, la
enumeraciÃ&sup3;n que hace Ferreira Rubio, (40) DÃ-ez-Picazo, PrÃ&sup3;logo a la obra de
La buena fe, op, cit., pág. 77 a 144, y Castro Wieacker, op. cit., pág. 21, dice que «resulta
Lucini, «Sobre la buena fe», op. cit., págs. obvio que el reconocimiento de la buena fe
1229 a 1234. como un lÃ-mite del ejercicio de los derechos
subjetivos obliga a reconocer en el sujeto
(31) Prácticamente toda la doctrina, de una pasivo del derecho subjetivo ejercitado en

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 50 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

contra de los dictados de la buena fe, unos servicios o actividades.


medios de defensa per exceptionem que le
llevan a enervar, repeler o detener la b) La que induce a confusiÃ&sup3;n con las
pretensiÃ&sup3;n del titular del derecho y que empresas, actividades, productos, marcas u
a estos medios se les puede llamar otros signos distintivos de los competidores,
genéricamente exceptio dolh. asÃ- como la que haga uso injustificado de la
denominaciÃ&sup3;n, siglas, marcas o
(41) Batlle, «Comentario», op. cit., pág. 117; distintivos de otras empresas o instituciones y,
Montes, «Comentario», op. cit., pág. 371. en general, la que sea contraria a las normas
de correcciÃ&sup3;n y buenos usos
(42) Por lo ya visto en el apartado anterior. mercantiles.

(43) DÃ-ez-Picazo y GullÃ&sup3;n Ballesteros, c) La publicidad comparativa cuando no se


Sistema, op. cit., I, pág. 456; Rivero apoye en caracterÃ-sticas esenciales, afines y
Hernández, Elementos, op. cit., I, 3, pág. objetivamente demostrables de los productos
115. o servicios, o cuando se contrapongan bienes
o servicios con otros no similares o
(44) DÃ-ez-Picazo y GullÃ&sup3;n Ballesteros, desconocidos, o de limitada
Sistema, op. cit., I, pág. 456, a quienes sigue participaciÃ&sup3;n en el mercado.»
Rivero Hernández, Elementos, op. cit., I, 3,
pág. 115. (48) Art. 7 de la L. G. P.: «A los efectos de
esta Ley, será publicidad subliminal la que
(45) Vid. Miquel González, «Observaciones», mediante técnicas de producciÃ&sup3;n o
op. cit., págs. 504 a 506. estÃ-mulos de intensidades fronterizas con los
umbrales de los sentidos o análogas, pueda
(46) Art. 4 de la L. G. P.: «Es engañosa la actuar sobre el público destinatario sin ser
publicidad que de cualquier manera, incluida conscientemente percibida.»
su presentaciÃ&sup3;n, induce o puede inducir
a error a sus destinatarios, pudiendo afectar á (49) Albaladejo GarcÃ-a, en Instituciones de
su comportamiento econÃ&sup3;mico o Derecho civil, op. cit, I (año 1960), página
perjudicar o ser capaz de perjudicar a un 352, decÃ-a: «SÃ&sup3;lo es dolo propiamente
competidor. Es asimismo engañosa la hablando, el dolus malus; pero frente a él
publicidad que silencie datos fundamentales existe un denominado dolus bonus,
de los bienes, actividades o servicios cuando consistente en aquellas alabanzas excesivas,
dicha omisiÃ&sup3;n induzca a error de los afirmaciones exageradas, encomios de tipo
destinatarios.» general o abstracto, etc...., que, si ciertamente
tomados literalmente son engañosos, sin
(47) Art. 6 de la L. G. P.: «Es publicidad embargo, el destinatario no debe ignorar su
desleal: verdadera significaciÃ&sup3;n en el mundo
negocial.» El mismo autor, en la op. cit.,
a) La que por su contenido, forma de Derecho civil, I, 2 (año 1989), pág. 203,
presentaciÃ&sup3;n o difusiÃ&sup3;n provoca añade a las palabras anteriores que «no dan
el descrédito, denigraciÃ&sup3;n o habitual-mente lugar a engaño, y aun si, por
menosprecio directo o indirecto de una excepciÃ&sup3;n, lo dan, no permiten
persona, empresa o de sus productos, impugnar la declaraciÃ&sup3;n emitida por

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 51 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

haberlos tomado en sentido riguroso, pues


falta en ellos un verdadero comportamiento (55) DÃ-ez-Picazo, PrÃ&sup3;logo a la obra de
doloso...». Wieacker, op. cit., pág. 22; DÃ-ez-Picazo y
GullÃ&sup3;n Ballesteros, Sistema, op. cit., I,
En parecido sentido, DÃ-ez-Picazo y pág. 457.
GullÃ&sup3;n Ballesteros, Sistema, op. cit., I,
pág. 524. También De Castro, El negocio, op. (56) AsÃ- lo apunta Albaladejo GarcÃ-a,
cit., pág. 154, aputaba que «se excluye que Derecho civil, op. cit., I, 2, pág. 39.
sea dolo el calificado de dolus bonus, la
«sollertia» o artificios tolerados o naturales (57) Ferreira Rubio, La buena fe, op. cit., págs.
en el tráfico; es decir, que habrá que atender 223 y ss.
al ambiente y tipo de negocio para poder
calificar de dolosa una maquinaciÃ&sup3;n o (58) Montes, o Comentario», op. cit., pág.
maniobra inductora de su 371.
celebraciÃ&sup3;n...», y pone como ejemplo
«la propaganda». (59) DÃ-ez-Picazo, PrÃ&sup3;logo a la obra de
Wieacker, op. cit., pág. 20; Rivero Hernández,
(50) En sentido similar, DÃ-ez-Picazo, Elementos, op. cit., I, 3, pág. 115.
PrÃ&sup3;logo a la obra de Wieacker, op. cit.,
pág. 12. (60) DÃ-ez-Picazo, PrÃ&sup3;logo a la obra de
Wieacker, op. cit., pág. 21, y DÃ-ez-Picazo y
(51) Lacruz Berdejo y Sancho Rebullida, GullÃ&sup3;n Ballesteros, Sistema, op. cit., I,
Elementos, op. cit, IV, pág. 187; Gete-Alonso y pág. 456, al que sigue toda la doctrina 456.
Calera, «Comentario», op. cit., vol. I, pág.
325 (61) Vid. el apartado 2 de esta parte.

(52) DÃ-ez-Picazo, PrÃ&sup3;logo a la obra de (62) En este sentido, DÃ-ez-Picazo y


Wieacker, op. cit., págs. 21 a 23, que después GullÃ&sup3;n Ballesteros, Sistema, op. cit., I,
reproduce, junto a GullÃ&sup3;n Ballesteros en página 456
Sistema, op. cit., I, pág. 457, y que,
prácticamente, es la que ha adoptado toda la (63) AsÃ-, Rivero Hernández, Elementos, op.
doctrina española. Vid. Montes, cit., I, 3, pág. 116, y Ferreira Rubio, La buena
«Comentario», op. cit., pág. 364; Rivero fe, op. cit., pág. 242.
HernAndez, Elementos, op. cit., I, 3, págs. 115
a 117. (64) Es decir, dejando aparte los supuestos
especÃ-ficos en los que ya se prevé
(53) Para el tema en general vid. la directamente la sanciÃ&sup3;n jurÃ-dica.
monografÃ-a La doctrina, cit., págs. 140 y ss.
Un resumen de la misma en DÃ-ez-Picazo y (65) « Aunque la simple deslealtad pasajera -
GullÃ&sup3;n Ballesteros, Sistema, I, págs. como apunta Wieacker en El principio, op. cit.,
463 y ss. pág. 91- no será probablemente lo normal.»

(54) DÃ-ez-Picazo, La doctrina, op. cit., pág. (66) AsÃ- lo califican DÃ-ez-Picazo y
180; DÃ-ez-Picazo y GullÃ&sup3;n Ballesteros, GullÃ&sup3;n Ballesteros, Sistema, op, cit., I,
Sistema, op. cit., I, pág. 463. pág. 455.

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 52 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

(67) Sobre los datos de elaboraciÃ&sup3;n de (77) Pueden citarse las de 25 noviembre 1960,
la norma, vid. Roca Juan, «Comentario», op. 4 octubre 1961, 10 junio 1963, 7 febrero 1964,
cit., págs. 372 y 373. 13 febrero 1967, 31 enero 1969, 20 mayo
1969 y 21 mayo 1970.
(68) Vid., en cuanto a los precedentes
generales, Rivero Hernández, Elementos, op. (78) Y que sigue la mayor parte de la doctrina
cit., I, 3, págs. 117 y ss., y DÃ-ez-Picazo y actual. Vid. Rivero Hernández, Elementos, op.
GullÃ&sup3;n Ballesteros, Sistema, op. cit., I, cit^ I, 3, pág. 120.
páginas 457 y 458.
(79) En este sentido, lo pone de relieve Roca
(69) Aunque -como se vio- hay autores que los Juan, «Comentario», op. cit., pág. 385.
mezclan. Vid. Rivero Hernández, Elementos,
op. cit., 1, 3, pág. 117, y Albaladejo GarcÃ-a, (80) DÃ-ez-Picazo y GullÃ&sup3;n Ballesteros,
Derecho civil, op. cit., I, 2, páginas 38 y 39. Sistema, op. cit., I, pág. 460.

(70) En el mismo sentido, Rivero Hernández, (81) Batlle, «Comentario», op. cit., pág.
Elementos, op. cit., I, 3, pág. 119. 120.

(71) De Castro, Derecho civil, op. cit., I, págs. (82) AsÃ-, Rivero HernAndez, Elementos, op.
640 y ss. cit., I, 3, pág. 123; Roca Juan, «Comentario»,
op. cit., págs. 384 a 386.
(72) AsÃ- lo destacan DÃ-ez-Picazo y
GullÃ&sup3;n Ballesteros, Sistema, op. cit., I, (83) Albaladejo GarcÃ-a, Derecho civil, op. cit.,
pág. 460; Rivbro Hernández, Elementos, op. I, 3, págs. 38 y 39, distingue entre ejercicio
cit., I, 3, pág. 123. abusivo, ejercicio en contra de la buena fe y
ejercicio antisocial. «En estos dos -dice,
(73) Vid. un resumen de las mismas en Rivero refiriéndose a los últimos- la ley no ampara, o
Hernández, Elementos, op. cit., I, 3, páginas retira su protecciÃ&sup3;n, al ejercicio del
118 a 120. derecho, pero no va más lejos... Mientras que
en el supuesto del ejercicio abusivo, la ley va
(74) AsÃ- las sentencias de 15 abril 1960, 25 más lejos, pues entonces no sÃ&sup3;lo
mayo 1961, 22 febrero 1963, 21 mayo 1963, desprotege el ejercicio del derecho, sino que
18 enero 1964, 4 abril 1964, 17 noviembre además lo considera ilÃ-cito, obliga reparar y
1964 y 4 julio 1973. permite la adopciÃ&sup3;n de medidas
judiciales y administrativas.»
(75) Que prácticamente ha seguido la
moderna doctrina. Son básicas sus obras ya (84) Roca Juan, «Comentario», op. cit., pág.
citadas, De l'abus des droits y De l'espñt des 385.
droits et de leur relativité.
(85) En igual sentido, Rivero Hernández,
(76) Entre otras, pueden citarse las de 30 Elementos, op. cit., I, 3, pág. 123
enero 1963, 9 mayo 1963, 12 febrero 1964, 18
marzo 1967, 18 noviembre 1967, 30 junio (86) Roca Juan, «Comentario», op. cit., pág.
1969 y 5 mayo 1973. 384.

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 53 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

lugar a sanciones no sÃ&sup3;lo


(87) Vid., asimismo, las sentencias del administrativas, sino, incluso, penales.
Tribunal Constitucional citadas en la Parte I,
apartado 3, 1. AsÃ-, el artÃ-culo 582 del CÃ&sup3;digo
penalprevé que: «El que intencionadamente y
(88) AsÃ- lo hizo notar Batlle, «Comentario», por cualquier medio destruyere, inutilizare o
op. cit., pág. 121. dañare una cosa propia de utilidad social o de
cualquier otro modo la sustrajere al
(89) Que quizá hubiera sido la cumplimiento de los deberes legales
expresiÃ&sup3;n más correcta, dado que se impuestos en servicio de la economÃ-a
contrapone a «omisiÃ&sup3;n». nacional será castigado con las penas de
arresto mayor y multa del tanto al triplo del
(90) En el mismo sentido, Roca Juan, valor de la cosa o del daño producidos, sin
«Comentario», op. cit., pág. 387. que pueda la multa bajar de 30.000
pesetas.»
(91) Roca Juan, «Comentario», op. cit., pág.
391. (98) También lo caliñca como criterio objetivo
Roca Juan, «Comentario», op. cit., página
(92) Roca Juan, «Comentario», op. cit., pág. 393.
391; Batlle, «Comentario», op. cit., página
121. (99) Batlle, «Comentario», op. cit., pág. 124;
Rivero Hernández, Elementos, op. cit., I, 3,
(93) Como se verá en el apartado 3.4. pág. 125; Roca Juan, «Comentario», op. cit.,
pág. 394.
(94) En el mismo sentido, Rivero Hernández,
Elementos, cit., I, 3, pág. 125. (100) AsÃ-, Roca Juan, a Comentario», op.
cit., págs. 393 y 394.
(95) AsÃ- expresamente, Rivero Hernández,
Elementos, op. cit., I, 3, pág. 126. (101) Vid. el apartado 2 de esta parte.

(96) Batlle, a Comentario», op. cit., pág. 123; (102) En este sentido, DÃ-ez-Picazo y
Albaladejo GarcÃ-a, Derecho civil, op. cit., I, 2, GullÃ&sup3;n Ballesteros, Sistema, op. cit., I,
pág. 40; Rivero Hernández, Elementos, op. página 460.
cit., I, 3, pág. 125; Roca Juan, «Comentario»,
op. cit., pág. 393. (103) Lo interpretan de esta forma Batlle,
«Comentario», op. cit., pág. 122; Rivero
(97) Puede llegar a ser calificado como Hernández, Elementos, op. cit., I, 3, pág.
abusivo o a ser sancionado de forma distinta. 124.
AsÃ-, en aquellos supuestos en los que, por
razones de interés social (público) se haya El articulo 49 , 2 , del Estatuto de los
asignado una determinada funciÃ&sup3;n al Trabajadores establece que: «El contrato de
derecho que se ostenta sobre un determinado trabajo se extinguirá... 2. Por las causas
bien (supuesto que es el más frecuente), el consignadas válidamente en el contrato, salvo
incumplimiento de la misma puede ser más que las mismas constituyan abuso de derecho
que su calificaciÃ&sup3;n como abusivo, dando manifiesto por parte del empresario.»

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 54 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

127.
(104) En este mismo sentido, Rivero
Hernández, Elementos, op. cit., I, 3, pág. 124; (114) Otros distintos de los que se prevé en
Roca Juan, «Comentario», op. cit., pág. este precepto, es decir, los clásicos (por
394. calificarlos asÃ-) terceros de buena fe.

(105) En igual sentido. Roca Juan, (115) Vid. el apartado 3.4. de esta parte.
«Comentario», op. cit., pág. 394.
(116) AsÃ- lo resaltan Roca Juan,
(106) AsÃ-, Batlle, «Comentario», op. cit., «Comentario», op. cit., pág. 395; Batlle,
pág. 121; Rivero Hernández, Elementos, op. «Comentario», op. cit., pág. 125.
cit., I, 3, pág. 125; Albaladejo GarcÃ-a,
Derecho civil, op. cit., pág. 39; Roca Juan, o (117) Batlle, «Comentario», op. cit., pág.
Comentario», op. cit., págs. 387 y 388. 125, habla de que «sienta la regla de la
responsabilidad por el resultado».
(107) DÃ-ez-Picazo y GullÃ&sup3;n Ballesteros,
Sistema, op. cit., I, pág. 460. (118) AsÃ- opinan Rivero Hernández,
Elementos, op. cit., I, 3, pág. 127 y Roca Juan,
(108) DÃ-ez-Picazo y GullÃ&sup3;n Ballesteros, «Comentario», op. cit., pág. 388.
Sistema, op. cit., I, nota 2 de la pág. 460.
(119) En igual sentido, Roca Juan,
(109) Roca Juan, «Comentario», op. cit., «Comentario», op. cit., pág. 390; Batlle,
pág. 388. «Comentario», op. cit., pág. 126; parece
opinar lo contrario Rivero Hernández,
(110) En sentido parecido, Rivero Hernández, Elementos, op. cit., I, 3, pág. 127.
Elementos, op. cit., I, 3, pág. 122.
(120) Rivero Hernández, Elementos, op. cit., I,
(111) Como apuntaba Batlle, «Comentario», 3, pág. 127.
op. cit., pág. 121.
(121) Roca Juan, «Comentario», op. cit.,
(112) El artÃ-culo 24 (hoy derogado) de la Ley págs. 389 y 390; Batlle, «Comentario», op.
9/1975, de 12 marzo, del Libro, señalaba que cit., pág. 126.
«La posible existencia de abuso de derecho
en los contratos de ediciÃ&sup3;n o en su (122) Rivero Hernández, Elementos, op cit., I,
ejecuciÃ&sup3;n, de conformidad con lo 3, pág. 127.
dispuesto en el artÃ-culo 7 del CÃ&sup3;digo
civil, se determinará, en su caso, por los (123) Vid. el ejemplo que pone Rivero
Jueces y Tribunales, a instancia de parte». Hernández, Elementos, op. cit., I, 3, pág.
127.
(113) En este mismo sentido, Batlle,
«Comentario», op. cit., pág. 124; DÃ-ez-(124) En este sentido, DÃ-ez-Picazo y
Picazo y GullÃ&sup3;n Ballesteros, Sistema, GullÃ&sup3;n Ballesteros, Sistema, op. cit., I,
op. cit., I, pág. 461; Roca Juan, pág. 461, nota 1; Rivero Hernández,
«Comentario», op. cit., página 395; Rivero Elementos, op. cit., I, 3, pág. 128, y en
Hernández, Elementos, op. cit., I, 3, pág. especial la nota 3.

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 55 de 56


18 Mayo 2010
Artículo 7
http://vlex.com/vid/229639

Versión generada por el usuario Angel Manuel Cardo Página 56 de 56


18 Mayo 2010

You might also like