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Pastrana Trejo Alejandro.

La lectura comienza hablando de la materialidad del cuerpo con referencia a la sexualidad,

‘’Considerando primero que la diferencia sexual se invoca frecuentemente como una

cuestión de diferencias materiales. Sin embargo, la diferencia sexual nunca es sencillamente

una función de diferencias materiales que no estén de algún modo marcadas y formadas

por las prácticas discursivas. ’’ 1. Aquí podemos ver claramente que los discursos a cerca del

sexo no son esporádicos y no son inocentes, todo tiene una finalidad. En este caso quien

tiene primacía es el discurso ante las diferencias materiales. Esto se puede materializar en

la pregunta que se hace al principio ‘’. ¿Hay algún modo de vincular la cuestión de la

materialidad del cuerpo con la performatividad del género?’’2 Aquí nos podemos percatar

que el cuerpo te da condiciona las acciones en la sociedad.

Después tenemos a un Foucault que dice que el sexo normativiza y regula, todo esto hasta

ahora está formando una red de dominación del individuo mediante su sexualidad.

Hay una idea sumamente importante que nos expone Butler en su obra, idea que hace ver

al sexo como proyecto abierto al futuro y sin fin de ramificaciones coetáneas y nos referimos

a lo siguiente:

1
Judith Butler, Cuerpos que importan, sobre los límites materiales y discursivos del sexo (Argentina: Paidós,
2002) 17.
2
Ibíd.
Que esta reiteración sea necesaria es una señal de que la materialización nunca es

completa, de que los cuerpos nunca acatan enteramente las normas mediante las cuales

se impone su materialización3

Esto nos dice que los discursos (en este caso del sexo) se imponen y que no son culturales,

que no responde a una falsa naturaleza de lo correcto y lo incorrecto para un individuo.

Después tenemos un concepto muy interesante abyección4, el cual nos dice que el sexo

también estaría en las celdas de la abyección, ya que aquí se estarían encerrando las

practicas que serían objeto de repulsión, y cualquiera que las practique sería igual

repudiado. El término se explica de una manera general, en la cual la abyección es social, se

da para forjar una identidad, haciéndolo reconociendo lo que no eres y lo que no estarías

dispuesto/a a ser.

Butler, Judith. Cuerpos que importan, sobre los límites materiales y discursivos del sexo. Argentina:
Paidós, 2002.

3
Judith Butler, Cuerpos que importan, sobre los límites materiales y discursivos del sexo (Argentina: Paidós,
2002) 18.
4
Lo abyecto designa aquí precisamente aquellas zonas "invivibles", "inhabitables" de la vida social que, sin
embargo, están densamente pobladas por quienes no gozan de la jerarquía de los sujetos, pero cuya
condición de vivir bajo el signo de lo "invivible" es necesaria para circunscribir la esfera de los sujetos. Judith
Butler, Cuerpos que importan, sobre los límites materiales y discursivos del sexo (Argentina: Paidós, 2002)
19-20.

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