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JACINTO ODDONE HISTORIA DEL SOCIALISMO ARGENTINO TOMOTI ay 193 TALLDRES GRAFIOOS “LA VANGUARDLA" Buenos Aires Del Mismo Autor Cifras que espantan, Las comunidades religiosas en la Ropiiblica Argentina, La durquesia terratenionte argentina. 4Qué es la moneda? Un aio de intendoncia. municipal. EI Socialismo es Ia lucha en defense Y para Ta elevacién del pueblo trabs: sador, que, guiado por la ciencia, tendo 42 realizar una libre © Inteligente cledad humana basada sobre Ia pro piedad colectiva de los medios de pro- ucetén, JUAN 8. JUSTO AL LECTOR Retina en este trabajo Los exertiog, documentos, dscursos y re ewerdos personales relacionados con ot devarrollg det eociatiemo fen ta Argentina, que Rallanse dispersox en tor Hbros, folietos, dia- ros y perlésicos que forman Iq nutrida dibliografia det Partido Socialista — ast como en publicoctones jonas a 61 ~- con of propésito te poncrtos al alconce de ior estudiosoe que quicran conocer los dantecedentes de este movimiento de renovacién polttica-soctal, et aus veto y profundo que hays conocido muestra historia. A fin do jacilitar 1a tarea del tector, y 1a mfa. propia, divide festa Historia en cuatro periotos — que me parecteron lov max ‘ojustados a los acontectmientos —~ y que forman otros tantos tomox de tx obra, Bi yrimero, comprende los antecedentes anteriores «@ ta Laparicicn det movimiento soctatista y obrero que, com el correr de ts aitos dieron origen a au nocimiento y justifican su ezistencio, hasta Ta celebracién del Congreso Constituyente dei Partido Socta- ata en el aio 1896. Los tres restantes, comprenderdn sucesivamen- te las neckos oourridos desde esa fecha hasta Ta sancién de ia ley Sienz Peka; do ésla hasta la colda del gobierno radicat el 6 de septiembre de 1080, y desde ésta en adelante, hasta e@ momento de poner térming a 18 tarca. ‘Otro objeto me pronongo con Ia recopitacidn de tos antecedentes istirioas det eooiaitzmo argentino: aemostrar @ quienes, égnorantes et papet ane en las socicdades humanae aésempeiia el progresa on sus molitiples aspects — especialmente en @ téenico industriat — foun gritun que el tociatianto es una planta ezotica oun producto ex- tranfero trasplantedo @ nuestro pais, gue #2 trata de un Jenémeno universal producido ex la Argentine por idénticas cansas bésious ‘gue en todos lor demas paites civiltoados de ta terra. Oreo con ello reallear an trabojo nevesuria y wil. Las castas en América Mientras en el resto del mundo se ignoré la existencia del continente americano, los pobladores de estas tierras vi- vieron sajetos exclusivamente a sus leyes, sus costumbres, su religién, su vida primitiva y en gran parte bérbara —no obstante que en dos vastos imperios ya se conocian y practi- caban la agricultara, Ja erfa de animales, los metales y 1a gran construceién— bajo la jefatara de eaciques que ellos mismos se daban do entre los indios més fuertes y eapmees, @ qnienes confinban el gobierno de las tribus y la defense de sus intereses. Producido el descubrimiento, dispuesta por los reyes de Bspaiia la conquista de nuevas tierras que agregar a la Co- zona —Jo que siempre se hacia a costa de los Adclantados, {qne trataban Inego de sacar el mayor provecho de la empre- sa— y legados los primeros conquistadores con eu séquito do militares y frailes con ct objeto de exploter las inmensas riguezas del suelo y “dar lumbre’” a los indics, cambié de pronto el aspecto econémico-social del eontinente, Las indios, que hasta entonees habian transeurrido apaciblemente su_vi da, fueron sometidos a los trabajos mas dures y a los eastigos nds erucles en Ta explotacién de lag aninas, en las plantacio- nes de coca y on las Iabores del campo, pasando repentine: mente de la eondicién de seres Tibres 2 In de elementos de explotacién de los aventureros, que los avasallaron y reduje- ron a Ia mas degradante esclavitud yes De abi arranea la oxistencia de wn Oo encia de explotados y explotado- yes en Amérien; de queues, disponiendo dela fuetza y el po dene ls aban Ise armas y su conden de raza eapeson apropiacon del fruto del trabajo ajeno, y de quienes, no simi er ln ewe 7 ny iiidos a trabajar y vivir subyugados, sin mé ae . los, sin més reeompo ‘one exstencia de privaciones,sufvimientos y miseries La barbarie de los... civilizados a ser la brutalic y la safia con que se publicar lo Biblioteca del Congrato de la Nacién, se pueden eer, en los referentes a la “Or; lei ae} tes a Ja “Organizacién de la Iglesia”, cosas "Hasta nuetror odes lleg6, que nusstto querdisin bi jn en Criato Catlon empérador do los Romana wenn Fusto quo ai también rey do Castilla y Leén, para teprimiy 4 aulones encendidr do codiia musica ee ome nit miano contre el género humano, probibié om Gre ahaa ne ico a todas wus siduitos et wmeter a esceuityd wes de sus bienes a los indios Occidentales 0 meridionales, Nos- otros, pues, atendiendo a que los indios aunque estén fuera Ae ae sin gritadon nite spun pir dee liber mi de la posesién de sus cosas y a qu 101 b Y por tanto capaces de fey salvasiin no debow ser tenner Gon ta etclavitud sino araides la vide ope log yenrude® nes, buenos consejos y otros medios y deseando Teprimir los stzevinieaos tan perdi do xo hombre «Ba egos los nds ne entsperen oon le afin das 9 na en is rebeldes a abrazar In te de Grist eneargeas Brot sigresament.. bajo pean. de exomuna 7 intentara reducir de cualguier modo a esclavity i rmencionades indion 0 detpojrtos de nue blew eet —w- de Paulo II al Cardenal de Toledo, de 20 de mayo de 1837). (Lo subrayado es nuestro). “Pero el enemigo del género humano, que siempre se opone a las obras humanas para hacerlas perecer, viendo y envidiando esto, discurrié un medio hasta ahora inaudito para impedir que le palabra de dios fuese prodicada a las gentes y que estas 0 salvasen, cual fué el de exitar @ ciertos satélites euyos, quienes deseando saciar su codicia maliratan como a los brutes animales que les sirven a los indios occi- dentales y meridionales... bajo el pretesto de que no son participantes de la fe catéliea... mandamos que Ios dichos indios, asi como todas las demas naciones de que en lo futuro tengan noticias los eristianos, aunque se hallen fuera de la fe no estén privados ni puede privarseles de su libertad y de Ia posesién de sus cosas antes por el contrario pueden usar disfratar libremente de su libertad y dominios y no se les debe reducir a esclavitud...’” (Breve de Paulo III, de 2 de junio de 1537.) +. .Negacio de admiracién es, que aviendo sacado tan- to proveeho destos indios y sus tierras en dinero y granjerias ¥ que continuamente se saetn, aya tan poco euidado y aten- ‘i6n en hazelles bien sino siempre tratados oomo mula algui- Tada que si le dan de comer es porque ande mas leguas ¥ los que han venido ¢ vienen a governar y de quien esperavames que enmendarian Io pasado parece que Io que mas preten- den es sacar y enbiar mas en su tiempo...’* (Carta del ar zobispo de los Reyes a S. M., del 20 de abril de 1567.) “De Tos cuales presupuestos se entiende claramente aque los indios an de ser tratados como gente libre y que no deben cer compolides a yr a Iabrar mings mia Ia cova ni a Nouar bastimentes a ellas ni a otros trauajos eorporales de lnbranga de la tierra 0 guarda de yanadvs » elificivs, asi por ser contra su libertad como por los datios que de ellos Tes bienen en salud vida i bavienda y estorea de su propugacién. nes ¥ aunque Jas ordenanges de minas y coca sean muy difi- caltaday y se manden guardar eon rigor, se sabe que no se guardan y que los exevutores son siempre en fabor de los Guefios de las mirias y chacaras de coca y que no tienen ea cuenta con los agrauios de los indios y falta de doctrina sino en hazellos tranajar y suear el mas metal que pueden...”” (Parever del Arzobispo de los Reyes al Presidente de le Real Audiencia, de 8 de enero de 1567.) EI voto de pobreza de ciertos religiosos Tas pingiies ganancias que produjo la explotacién bes. tial de Tos indios, exeit6 en tal forma el apetito de tode clase de sujetos, civiles y eelesidsticos, que ex gran nimero om Prendieron Ia travesia del Atléntico hacia estas playas “don. de quieren vivir como grandes sefiores y mandar a los indive, negtos y criollos””, que un Breve del Papa Pio IV, de feshe 12 de agosto de 1562, decia 10 siguiente A este propésito no ha mucho nos hizo esponer nues- fro queridisimo hijo en Cristo Felipe Catélico Rey de las Ee. alias, quo entre los religioses de Santo Domingo y otras 6r. Genes menores que marcbau a la India occidental y otras -terras ¢ islas del mar Occano se ha despertado tan grande abinmo de avara perversidad que muchos de ellos se apropian riquezns buscadas allf ocultamente contra el soleune voto de pobreza que hicieron, fingiendo licensia de sue superiores y & veces algtin otro pretexto como ol que ase dinero pertences a otras y asi cuando vuelven a Espaiia traen consigo yran cantidad de riquezas, las reparten entre sus parientes y alle. Gados © las dedican a otros usos ilicites, eon desprecio del voto religioso, peligro de sus almas, fraude del fiseo regio y mal ejemplo para el préjimo. “Nos, per tanto... estatuimas y ordenamos... que de agai en adelante... ningéin religiose... exporte al regresar de las Indias... mas dinero del que fuera verosimilmente ~ 12 i Jo bnjo penn do ox I jaje, estando obligads 7 NeuuniGn_ es en declarer y mostrar al que sam et superior el inet lleve antes de embarear... eee msidera que estos documentos fueron ree con ‘orieaioa eclesifistica, lo que erations a metides ala as rgurisa censure, fe a Scintrn otem, con denoncis mucho me graves, per exy® Snoeimiente at piblie ha soavenide ocala. 3 i Esclavizadores y esclavizados Los esclavizadores Cuando el sfbado 11 de junio de 1580 don Juan de Ga. ray fund6 Buenos Aires, la vasta campaiia hallabase densa- mente poblada de ganado, de resultas de la reproduccién de Jos pocos animales trafdos por don Pedro de Mendoza ein cuenta afios antes, en su desgraciada expedicin, por el por tugués Goes y por ol Adslantado Ortiz de Zérate, "Tanto ganado debia haber entoness, que Robertson, en su Historia de América —citado por Garefa en La Ciudad Indiana— habla de nuestras anuras, “que recorren vaca das de treinta y euarenta mil cabezas, y el infeliz pasajero a quien acaece dar en medio de ellas, se detiene a veces mu- chos dias para poder desembarazarse de esta innumerable mu- ehedumbre que lena Ja superficie de le tierra.” ‘De modo que, cuando Garay primero y el rey después, procedieron al reparto de las tierras de la eampatia, los ex: pedicionarios y demis personas favorecidas, que constituye- von el primer micleo de privilegiados del pafs, hatlaron un verdadero emporio de riqueza que sélo esperaba Ia mano ge hombre que Ia explotara, Sélo que la explotaciin de dieha riqueza no la Nev6 a cabo personalmente el favorecido eon el reparto, pues —dice Gareia— ‘desde que pisa ol suelo americano, el espaiiol toma aire y tono de conquistador. Las nuevas tierras son sus do- ee tminios. No ha ¢orrido la aventura de seis meses de carabela pate continuar ea vida miserable. Se procura peluea y es. pada, desdetiando oficios y ecomercio. ‘También es cierts que fe Kinitaba @ seguir su natural inapto para el trabajo, for, {indo en varios sigles de guerra en Ja reconquista primero, en 1s conguista do Italia, Plandes y América despuse”” ‘Seon Tié soncillamente del trabajo gratuito de los indios, que le Proporeioné abundantemente el gobernador, ya que cade. do. Racién 0 ‘‘merced”” iba siempre acompagiada del mimero de indios necesarios para trabajaria. La explotacién de Ja ganaderia —que se limitaba a la utilizaeién del euero y las astas de los animales, hecha en condiciones tan favorables, produjo a los hacendados grandes Tiquezas, lo mismo que posteriormente la. agricultura e quie- EES & dedicaron a su explotacién (en el aiio 1612 ya so ha. bian producido 1800 fanegas do trigo, produceién que fué répidamente en aumento), 10 que provoes la foraciéa de lze clase social, que pronto fué més xiea que las anteriores, ¥ que tuvo a su eargo exelusivamente la eomercializacién de Jos produstes, su exportacién a Ia peninsula y la importacisn ¥ venta de los elementos de vida para la poblacién residente en el Plata: la clase de los comerciantes Fanta riqueza habian adquiride estos hombres en poco tiempo, que “‘un viajero franeés del siglo XVII decia, refi- rigndose a ellos: el mayor mimero de los traficantes en gana- dos estén muy rieos, pero de todos los nogociantes, los de mas importaneia son los que comercian en meroaderins europeas, Feputéndose la fortuna de muchos de ellos en doseionies 2 trescientas ail coronas, o sean sesenta o setenta mil libres esterlinas””, ‘Ast nacicron on eslas tierras la industria agricolo-genade- *a y ¢l comercio de exportacién, que dieron a nucsiro pate ef carfeter tipieo de produstor de frutos de 1a ganaderia y la agricultura, que, salvo durante algunas épocas breves, cous. Stuyeron sus fuentes principales de vida, y que conservé través de toda su historia, — 16 — “Las primeras cifras del intercambio Las siguientes planillas, que publica el Registro tl istico de Buenos Aires, ilustran acerea de los Primero pases @adoa por nuestro comercio exterior. Son las cifras a vimiento de importacién y exportacién del puerto de Bu Aires en los primeros setenta afios de su actividad: " Importacién ae eaters varia | Productan vara Anos erat eras | ron ‘ 854 1/8 ~ wer lo, = 1.208 7/8 wee. 8.459 1/8 100 189 7.533 4/8 — Teepe 9.239 5/8 805 1591. 52.628 6/8 18 6/8 appa eee 9.136 6/8 | — ct) rn 29.291 7/8 ae as94 sree 73.891 8/8 ~ 1595 | ni 14.824 7 1596 1.493 2/8 1597 ae 5.282 4/8 | 4.910 1598 i 3.420 Ce Beerstanereacee 5 ‘ 13.382 4/8 | 9.000 tooo : 21.818 5/8 | 18.405 4/8 gon eee 7.186 4/8 | 12.285 woes. 27.255 1/8 | 8.280 1603 eee 9.398 2/8 | 15.264 wor 34.812 7/8 | 17-040 1605 51.695 30.575 FU saa peeenatergan 29.863 7/8 | 19.131 2/8 1607 26.923 7/8 | 12.490 Flt peteesteirteraes 45.911 6/8 | 26.000 yoo 21. | to4-es1 578 | 17-260 -w— Importactén Anos Morcaderias varias # nlata wee ee 1610 16.841 8/8 Wi... 12.467 4/8 1612 He 50.430 7/8 1613 ‘ 54.944 4/8 1614 18.248 5/8 1615 20.276 7/8 1616 q 39.245 2/8 51 tat 24.111 5/8 1618 30.544 6/8 1619 97.398 1/8 1620 . 71.341 6/8 cs en 76.781 6/8 1622 Hee 30.726 7/8 1028 i 15.840 6/8 1624. 705 1625 12.621 6/8 1626 5.257 3/8 wer... 2.852 2/8 1628 1.314 1/8 1629. 2.969 1/8 1630 i 2.633 7/8 1631. 1.130 6/8 1632 1.935 1633. 2.856 4/8 1634. 3.210 3/8 1635... 1.097 1636. 4,960 1637 . 2.540 4/8 1638 1.538 5/8 1639 . 7.735 2/8 1640 24.354 6/8 1641 Expertacién| Productos vartos $ plata 14.700 9.108 6/8 9.126 8.065 14.725 13.345, 1.756 7.899 6.620 15.850 1.165 7.115 400 3.583 1.979 2.424 3.182 2.825 3.681 2/8 2.606 2/8 8.000 2.468 4/8 1.880 3.000 6.987 11.340 7.525 4.585 4.580 460 Anos 518.567 7/8 Importacign Exportacién Morcaderias varias | Productos varios viata 3 plata 1.853 6/8 1.333 4/8 2.252 4/8 1.721 5/8 100 45.308 2/8 8.788 4/8 54.613 7/8 16.918 7/8 1.623 2/8 10.579 3/8 2.425 365.548 7/8 Detalte de algunas importaciones y exportaciones ASo 1596 — Inpontaci6n Mereaderfas varias, reales . . 11.946 ‘Un indio eslavo . . =. - Total, reales Derechos Valor adnanoros 896 1.061 80 18.007 976 Afio” 1597 — Imrorraci6s SS ‘Valor | Dereck, Artionio Reator | Raniee Amportedor plata | plata. Axtear . 2.000) 150/Antonio Amaro Leyton Anicar . 1,692} 127/Estevan Raposo Antic. y conservas . | 1,440] 108|Domingo Rodriguez Mercaderias varias . | 5.880] 441|Juan Candioti Juarea Vino. ....... | 1.785) 134|Domingo Felipe Aniiear . 1,692] 128/Domingo Juérez Mercaderias varie. | 5.452} 409|Franeiseo de Barros Vino... 5.052, 379|Juan Folgado Vino + +++ | 5.052] 453/Cap. Pedro de Castro india esclava . . | $26) 62\Jorge Rodriguez de Oli- veirs Lindio esclavo . 860| 42/Cap. Lépex Vazquez Pes. taia 2 ind. eselav, 852| G4|Nicolés de Viera 1 ind, eselava, ni 852) 64|Pedro Espina J ind. ese, mue’eho | 746) 56/Franciseo de Barros 1 ind. ese, mue’cho | 1.280} 96|Padre Andrés Fernindex 1 india eclava . . | 852} 64/Juan Conde Mereaderias varias. { 11.226] 842|Franciseo de Barros Tindia esclava . . | 1,280} 96|Gregorio Ferrero 2 indias esclavas . | 1.600) 120|Juan Bautista 2 indias esclavas . { 1.066} 80/Juan Gonzélez 18 negros de comiso | 6.492] 6.492|Padre Francisco de Pe- ralta 7 negros de eomiso | 4.488) 4.438/Manuel, Machado $ negros de eomiso | 1.560] 1.560] ~ Lnegrillo. . . . | 448} 448/Garefa Pernéndez 2 negritla . . 2] 440) 440} — I negrillo. . . | 360) 360) — J negrilla . . . . | 488) 488|Antonio Fernéndex Lnegto.. 2. 400| 400|Garcia Fernandes 543) 543|Antonio Fernandez 1 negro Anegro. . - . 424) 424) am Total reales plata | 67.817]19..588] Afio 1597 — Expontact6n Derechos, ‘Valor aduanoros Hering, reales 2. 39.280 982 RESUMEN DE DERECHOS ADUANEKOS Afio 1597 Producido por las mereaderins al 7%. -. 8.171 >» eeomiso de 30 negros. . ... . 15.643 >» @erecho de introducir 12 indios escla- vor al7% %.... . ua Reales plata... 2 19.558 ‘Resumen pe rirorraci6n 1596 - 1605 Moreaderfas. 2. 2. 379.007 Indios esclavos .. . . . oe 16.632 Negros esclavos-...- ++ 15.643 Reales pl 1.411.282 ‘ResuMEN pe expoRTAci6 1596 - 1605 Harinas. 2... cee es 204,880 Haring, lena sayal, eordobin y bedanas ovejss, sebo, zarzaparrilla . . . . aes —a— ‘Haring, cordobanes, frazadas. .. . b eters 98.280 Harina, palmilla, lana, ceeina, sebo, batel.. | 122.112 Marina, lana, eecina, scbo . eee 136.320 Harina, lana, sebo, eueros, lienzo . . . 84.600 Reales plata... 753.436 ‘Toranes GENERALE ‘Mereaderias: Valores importados, reales plata 1.411.732, » — exportados, reales plata... 153.436 Derechos aduaneros: La importacién produjo, reales plata . 163.732 La exportacién produjo, 4, 21.952 El contrabando ‘Mneho més importante que el comereio legal, fué el de eontrabando, que asi se le llamé al comercio ilegal 0 al que 82 Practicaba “‘contra’" Jos “bandos”? u ordenanzas del rey, Latzing diee que “en los veinte afios que eorrieron de 1606 @ 1625, se comisaron 8932 negros que se quisieron intro- dueir furtivamente en Buenos Aires. Todo lo comisado en los diez aftos imports la crecida suma de 5.041.149 reales pla- ta (un peso plata era igual a seis reales). En esta cifra no estin inclufdos Ios valores de los contrabandos tolerados ¢ que las autoridades no deseubi EI desenvolvimiento de esas actividades, las posibilida- des de répido enriquecimiento, atrajeron nuevos pobladores de la madre patria, que se dispersaron por el interior, donde obtenian tambiém tierras e indios gratis. Con ove motivo se fundaron nuevas eiudades. Se ensancharon y poblaron las ya existentes. J51 pequefio germen de la burguesia de los pri- meros dias de la eonquista fué tomando euerpo eon la incor- Poracién de nuevos hacendados, eomereiantes, magistrados, militares, frailes y demas elementos requeridos para deven. 22 volver, conservar y defender el orden social y Ia propiedad privada. Y toda esa gente, que directa o indirectamente, vi- via del trabajo de los indios avasallados primero, de los ne- gros esclavos después, constituyé la clase privileriada, que goberné la ciudad, que dirigié los negocios, que hizo In ley, que manejé la justicia, que impuso la religién y que, con el eorrer de los afios, hallamos reunida én los Cabildos abiertos, cuando ‘la parte principal y més sana del vecindario”” era convocada para tratar algdin asunto de gran interés “para al pueblo”. Los esclavizados EL tradicional y absurdo prejuicio de la vieja aristocra- cia espatiola, de que ‘todo blanco es caballero”’, fué causa de que desde los tiempos més remotos de la conquista los tra- bajos “‘haxos ¢ viles”, segiin se denominaban las ocupacio- nes manuales, fueran mandados ejecutar por esclavos e in- dividuos de raza indigena, Considerados éstos como de raza inferior e indignos, por tanto, de toda cousideracién humana, acabamos de ver que fueron sometidos a trabajos y castigos brutales por los eon- quistadores y demas aventureros que los esclavizaron, redu- eiéndolos al nivel de las bestias, Fray Tomas Ortiz, citado por Solérzano, coloea a tos in- dios en la categoria de hestias, lefias y piedras, y “asi, segtin Ja opinién de Aristételes, recibida por muchos, son siervos ¥ eselavos por naturaleza y pueden ser forzados a obedecer a los mas prudentes, y aun Cecilio Caleagnino, comentando al mismo Aristételes, afiade que se pueden eazar como fieras si Jos que nacieron para obedeeer lo rehusan””, En derecho so los eelifiee de personas miscrables. Fray Grogorio Garefa, Gominico, dice que “‘son de més baja o despreciada condicién ‘que los negros y todas las demis naciones del mundo” EI tratamiento inhumano y criminal de que fueron vieti- mas por parte de los espafioles, produjo la muerte de millo- nes de esos desgraciados, que perecieron répidamente. Gareia dice: ‘Explotados para satisfacer la avaricia de —23 Se ofreeia un negro earpintero por 225 pesos, uno sastre por 250; uno tahonero y panadero por 300, precio en que también era valuado otro eselavo de 28 aiios, barbero, algo peluquero, tocador de flauta y de guitarra.” Bn el afio 1810 ese tréfico en Buenos Aires estaba avin on pleno auge. ‘Tal resulta de un Deereto aparecido en la Gaceta del 10 de agosto de ese afio, segin el eual Ja Primera Junta habilitaba ef puerto de Rio Negro ‘con todos loa privilogios ¥ derechos de un puerto menor”, agregando que “aunque la habilitacién del puerto de 1a Ensenada presenta una entrada franea a los buques que prefieran aquel puerto, ha resuelto Ia Junta que Jos buques negreros Heguen necesariamonte a aquel Puerto, que en él sufran la visita de sanidad y la euarentona en os casos prevenidos.”” ‘Los primeros esclavos Durante Jos primeros setenta afios de este eomercio, fue- ron introdueidos desde Brasil y Angola 13.129 indis y ne- 4g70s esclavos, valuades ex. un total de 1.760.535,28 pesos fuer- tes, de acuerdo con ol siguiente detalle, por afio, que da el ee. ior Francisco Latzina en el Censo Nacional del aio 191 875 1.000 1.089 7/8 3.082 2/8 4.511 4/8 4.509 2/8 133 2/8 3.194 5/8 106 4/8 80.740 4/8 20.898 6/8 ———_—S— ooo Valor en AKO Nomero pesos plata 30 3.467 6/8 60 4.206 6/8 37 3,700 49.248 2/8 oo erst 7/8 780 62.116 4/3 a2 85.307 189 i.e tad 2.892 4/8 9 2,198 2/8 8 1.030 218 38.717 2/8 760. 110.951 1.834 247.436 2/8 630 82.036 4/8 n8 92.188 mn 7.400 106 10.600 rf) 7.300 20 2.000 199 15.400 186 16.610 334 31.965 339 30.828 470 40.390 207 28.826 78 7.40 187 18,038 15 y700 22.900 br 14.810 au 21.138 295 29.500 Valor en pesos plata, 175 17.500 303 83.715, 10 1.000 2 200 | 70 7.700 t | tea | Taree i 28 i ur Ricos y pobres Dos sigos de dominacién espafiola: das siglos de escla- vitud, de trabajo forzado, de violeneias, de inquisicién, de persecucién religioea, de robo, de opresién, de contrabando, habian radieado en el virreinato del Rio de la Plata una elase pobre, abyecta, miserable, inferior, degradada, verda. dere plebe, formada de negroe eselavos, indios, mulates, mes- tizos y algunos hombres blancos Hegados al pais elandestina- mente, burlando las ordenanzas prohibitivas del rey, y, frente a ella, una clace rica, orgullose de su posicién social. de eu superioridad y de su razs, compuesta de blancos espatioles ¥ sus deseendientes nacidas en el pais. Reducida a cifras, y de acuerdo al censo mandado levan- tar por el Cabildo de Buenos Aires en el afio 1778, la refe- rida poblacién se deseomponia de Ia siguiente manera: Cindad: blancos (espafioles y sus descendientes), 15.719; negras, 4.115 miulatos, 3.153; mestizos, 674; indios, 544, ‘otal en la ciu- dad, 24.205 habitantes, Campaiia: blaneos (espaiioles y sus descendientes), 9.732; negros, 630; mulatos, 1.020; indios, 1,543. Total de la campafia, 12.925. Clasifieada por clases sociales, dicha poblaciéa so des- componia asi: Ciudad: clase rica (comerciantes, militares, hombres de gobierno, propietarios, hacendados, agricultores, etestera), 15.719; clase pobre: esclaves, trabajadores “li- — 29 — bres”, soldados, ete., 8.486. Campatia: clase rica, 9.732; clase pobre, 3.193. En resumen: Ja clase rica de Buenos Aires, ciudad y ‘eampatia, sein el censo del afio 1778, 6e componia de 24441 personas; la elase pobre, de 11.679. La clase rica La poblacién espafiola, que la expletacién do Ia ganaderia, Js agricultura y el comercio habfan radieado en el virreinato, habia adquirido grandes riquezas y poder. Sobre todo la que se dedied al comercio, debido al fraude y al contrabando que realizaba en vastisima eseala, ‘Ya conocemos Ia opinién del francés vidjero, eitado por Garefa en La ciudad indianc, quien aseguraba, en el siglo XVII, ‘que quienes ejerefan el comercio eran los negociantes més Ti- eos, habiendo algunos que posefan mas do setenta mil libras sterlinas, 0 sea unos ochocientos mil pesos argentinos de 44 eentavas oro, Io que entonees debfa de ser una riquera co- Tosa. Como confirmaciin de una opinién tan valiosa, y como antecedente para conocer el procedimiento empleado por esos comerciantas y otras personas en su afin de enriquecerse, véa- se lo que manifestaban otros hombres de la época, que de- ian conocer bien el asuntos “Bl fraude tiene més eGmplices que re0s de primera in- tencién”, dice el marqués de Loreto, “Ni los frailes de los conventos, dice Gutiérrez, fueron ajenos a la tentacién de Iuerar con el fiseo, y se vieron entrar al claustro a los agentes de policia a aprehender delincuentes entre los més condecorados lectores y definidores.”” ‘Hn 1622 se queja el rey de que no se cumplan sus pro- hibieiones, ‘por no haber ejecutado el mismo gobernador y ofi- ciales de las dichas provincias del Rio de la Plata las penas en ellas impuestas en los transgresores, antes por sus fines particulares los han disimulado y eonsentido.”” EI virrey Loreto deefa en sa Memoria: ‘pero no se en- — 30 — ‘enentra sélo con estos estorbos cuando se trata de refrenar el vieio del contrabando, si de él se han eontaminado las personas que por sus emplecs, y el gravisimo peso de sus responsal dades, habian de extirparle.”” + -alarmado et gobierno espaiiol por el ineremento asone Tbroso que tomaba 41 contrabando en el puerto de Buenos Ai- res —dice Vieente Fidel Lépex en sn Manual de Historia Ar gentina— confid la gobernacién de este punto a un hombre respetable por su graduacién, sus’ servicios y su inteligeneia. El brigadier don Bruno Mauricio de Zabala tomé posesin de su empleo en julio de 1717, Muy pronto se apercibié de las ‘verdaderas eausas de lo que pasaba, ¢ informé al rey en estos términos, admirables por la sagacidad y por la pradencia eon ‘que revelan en sw autor un verdadero hombre de estado: ‘Con sidero imposible atajar las furtivas negociaciones de la Colo- nia del Sacramento, en razén de no encontrarse en esta plat un solo articulo “‘comereiable"” (legitimamente) y no veo sino dos cosee que pudieran hacerse: © dejar que se abastezea Ii. Uremente, 0 que se haga un esfuerzo y se destruya por las armas el establecimiento portugués. En este rio minan las naciones maritimas, enemigas 9 rivales de Espafia, un canal predispuesto por la naturaleza para el eontrabando y para sur- tir por él todo el interior del pais hasta el Perit. Los mismos negociantes espafioles aqui establecidos, son eonniventes, par- ticipes y ocultadores; y no hay término medio entre cortar este abuso eon un golpe sobre Ia Colonia, 0 permitir el eomereio dindole una forma legal.” En el afio 1660, el contrabando habia tomado tal auze, que a objeto de combatirlo, el gobierno suprimié todos los pri vilegios y fueros, “aunque sean eaballetos de las Grdenes mi Titares, vapitanes, soldados actuales o jubilados de eualesquiera miliciss, oficiales titulares con ejercicio o sin él, familiares de Ja Santa Inquisicién, ministros w oficiales de la Santa Cru- ada.” No obstante todas las medidas tomadas, el contrabando fag el negocio més importante y productivo hasta el aiio 1810, —s1— Lucha entre comerciantes y hacendados Si bien el sistema espafiol que encerraba el intereambio comercial entre Cadiz y Portovelo favorecia el contrabando, que realizaba una importante funci6n social —pues ponia al Aleance de la poblacién elementos de vida que de otro modo le Juubrian sido desconocidos—, perjudieaba grandemente Jos in- tereses del fiseo y particularmente os de los hacendados, cu- yos productos debian reeorrer en earretas 0 a lomo de mula el largo trayecto entre la eampaiia de Buenos sAires y el puerto de embarque, encareciéndolas enormemente Para estos hombres no habia més que una solueién a ese dificil problema : 1a posibilidad de embarear sus cueros y sus Janas en el puerto de Buenos Aires y venderlos libremente a todo el mundo. Pero esta solucién, I6gica, racional, no cra eompartida por los eomerciantes, més beneficiados por el tréfieo legal que por el comereio libre, Io que provecé una enconada lucha de intereses que mantuvo distanciadas a los contendores du- rante deeenas de aitos, y quo s6lo terminé con 1 movimiento revolucionario de Mayo. Abierto el puerto de Buenos Aires al comercio directo con Espafia en el afio 1776, con motivo de la ereacion del Vik rreinato del Rio de la Plata, parece que la lucha entre esos dos gremios se acentué, segin deja trasiucir la ‘Memoria que ley6 el Hicenciado don Manuel Belgrano, abogado de los rea- les Consejos y secretario por S. M. del real Consulado de esta Capital, en la sesién que celebré su Junta de Gobierno a 14 de junio de 1798". En dicha Memoria, documento de verdadera importan- cia por la claridad de las ideas econdmicas y de gobierno que espone su ilustre autor, al referirse Belgrano a la situaciga econémiea del virreinato, abogaba por que el Consalado es- taviera compuesto por hacendados y eomereiantes, expresando que Ja renniéa de dichas personas en el Cuerpo, lejos de agu- —2— dizar el choque de intereses, como se pensaba, contribuiria a conciliartos en bien del pats. No sélo el documento a que acabamos de referirnas deja entrever Ja existencia de un encono serio entre comerciantes ¥ hacendados: el mismo Mariano Moreno, once aiios més tarde, en 1809, haeia extensas referencias al conflicto al apoyar, en su Representacién da los havendados, 1 proyecto del virrey Cisneros tendiente a establecer el comercio directo con In- glaterra. ““Npenas se publicé el ofieio de V. E. —dice Moreno— cuando se manifesté igualmente el descontento y enojo de al- gunos comerciantes de esta ciudad; grupos de tenderos for- maban por todas partes murmuraciones y quejes; el triste in- terés de sus clandestinas negociaciones les hacia revestir for- mas diferentes, que desmentidas por su anterior eondueta, des- vaneefan el ardiente empefio con que se sostenian. Unas voces deploraban en corrillos el golpe mortal que semejante resolu- cin inferirfa a los intereses y derechos de la Metr6polt ; otras, anunciaban la ruina de este pafs con la entera destrueciOn de su comercio; los unos presagiaban la miseria en que debia envolvernos la total exportacién de nuestro numerario, y otros, revestidos de celo por el bien de unos gremios que miran siem- pre con despreeio, lamentaban Ia suerte de nuestros artesa- 0s, afeetando interesar en su causa la santidad de la reli- ién_y pureza de muestras costimbres.”” Y més adelante agregaba: ‘...,qué eosa mis ridieula puede presentarse que la vista de un eomerciante que defi de a grandes voces la observancia de las leyes prohibitivas del comereio extranjero a la puerta de sa tienda, en que no so encuentra sino géneros ingleses de clandestina introdue- eign?” Por el comercio libre La inieiacién del comercio con Inglaterra, estableeido por el virrey Cisneros, demestré précticamente los eneficios que 3 su extensién al resto del mundo reportaria al pais y a tos ha- eendados, 1o que excité el eelo de éstos y dié mayor impulso a Ia propaganda que en el sentido del comercio libre venian realizando desde tiempo atrés. Entre los participantes de estas ideas, figuraba un grupo de jévenes de la mas destacada intelectualidad, que, influen- ciadas por los prineipios democritieos que habian eulminado en la revolucién francesa, saturaban el ambiente con las ideas de Iiberalismo econémieo que dieron nacimiento a la Revo- lueién de Mayo y que predominaron on los actos de gobierno posteriores a aquel hecho hist6rico. Mariano Moreno Contébase entre los més distinguides el abogado Mariano Moreno, traduetor del Contrato Social, de Juan Jacobo Rows- sean, de quien deeia en el prélogo de la versién espaitola: “ste hombre inmortal, que formé la admiracién de su siglo ¥ seré €} asombro de todas las edades, fué quizé el primero ‘que, disipando completamente las tinieblas con que el despo- tisiao envolvia sus usurpaciones, puso en clara luz los dere- hos de los pueblos, y ensefiindoles el verdadero origen de sua obligaciones, demostr6 las que correlativamente contraian los Aepecitarios det gobierno.” Posoia el abogado Moreno una claridad y una precisién ae coneeptos que ponian en evidencia sus profundos conoci- mientos econémicos, y aun enando sus sentimientog aristo- créticos le hacian repudiar hasta la posibilidad de que en esas materias pudieran opiuar los herreros y los zapateros, sus ideas acerea de une politica econémica libreetmbista amplia, Jo sefialan como uno de los principales fautores de la revo. lucién. En su notable alegato en favor de los intereses de los ha- eendados, presentado al virroy Cisneros en 1809, deeia, refi- riéndose ala mejor forma de estimular la industria y mejo- rar la produceién: 7 “GNo es escandaloso que en Buenos Aires eueste veinte 4 | ‘pesos un par de botas bien trabajadas Admitanse todes Jas obras y mucbles delicados que se quiera introducirs «i son inferiores a los del pafs, no eansarn perjuicio; si son supe- riores, excitarén la emulacin y precistrén a nuestros artis- tas u mejorar sus obras para éostener la coneurrencia; y, en todo caso, fijado el equilibrio bajo et nuevo aspecto que in- troduciré la baratura do aquellos renglones, suyo excesivo valor he hecho subir a igual grado @ todos los demas, no ten- drén reparo los artesanos en bajar de precio unas obras cuyo menor valor debo series mas ventajoso que el antiguo.”” Contra quienes se oponian al libre eomercio, en aquella época en que estaba en auge el contrabando, alegando perjui- cios a los intereses coloniales, decia: “Loa tnieos perjuicios que sufrira el pais con el libre comercio son: Primero: que decaeré el giro elandestino, por- que nadie preferiré sus riesgos a la eeguridad de nna piblice importacién. Segundo: los oeultos introductores que se laman cantrabandistas, eareceriin de este hermoso modo de pasar 1a vide y tendrén que tomar un fusil o aguja. Tercero: los de- pendientes del resguardo no serén necesarics en tanto niimero, ni tendrén tan erecidas obvenciones. Cuarto: los subdelega- dos y demis participes en los comisos quedan perjudicados. Quinto: decaeré el espfritu militar sin las continuas batallas de los contrabandistas. Sexto: los presidios no estaran tan Tews si se evita el grande ingreso de los defraudadores, y 10s eurales perderin muebo, falténdotes causas de esta especie, que les son tan Iucrativas”. 'Y a quienes alegaban que con el comercio libre los ex: tranjeros se levar‘an la plata, observaba: “esto es 1o mismo que decir nos Ievarén los eueros, 1 cebo, la lana, la erin y demas produeciones de esta pro- vineia; Ia plata es un fruto igual a los demas, esté sujeto a Jas mismas ‘variaciones, y la alteracién de su valor propor- cionalmente a su eseaser 0 su abundancia, scstiene en ambos casos la reeiprocidad de los cambios, subrogando equivalentes del numerario que en sf mismo no es de uso ventajoso para al comercio, 4Seré un mal para el pais que los frutos de su 35 — privativa produecién se exporten con una eeleridad propia de Ja cireulacién més répida? “La solucién que se dé a esta pregunta satisfard los te- mores, que se fundan en la extraccién de numerario eonsi guiente al comercio extranjero. “La plata no es riqueza, pues es compatible con los males ¥ apuros de una extremada miseria; ella no es mas que un signo de convencién eon que se representan todas las espe- cies comereiables; y sujeta @ todas las vicisitudes del giro, ssube © baja de precio en el mercado segtin su escasez o abun- dancia, siempre que por otra parte no erezean 0 disminuyan las demiis especies, que son representadas por ella. De aqui es que su extraccién en concurrencia de los demés frutos del pais es indispensable para su prosperidad, pues estancada en nitmero exeesivo al que exige su cireulacién, bajaria su valor, y refluyendo en el de las demas cosas vendibles, se preferieia Ja compra del dinero por ser més barato que los demas ren- glones. “Hstos son prineipios elementales de Ia ciencia eeoné- mica, y ellos garantizan al pais de los abuliados males que se quieren derivar de la saca de dinero; cuando ella fuese tan la que hiciese eseasear este fruto de signo, aumentaria en valor lo que disminmyese en mémero, y puesto en estado de ser preferible la compra de otros fratos por el excesivo precio de aquél, se sostendré 1a eireulacién por el equilibrio dima- nado del mucho valor a que habia aseendido el poco aiimero. Entonces sueederé Io que con cualquier otro fruto; pues si al sebo eseasease, por ser el mis apreciable, hasta el extremo do retraer al comprador por los ricsgos de su especulacién, so convertird a los otros frutos, que la coneurreneia al pr mero habré tiecho decaer; ¥ por este medio se conservaré el giro fomentado con Je altornativa de subida y decadencia en 3os efectos que son la fuente inagotable de los reciprocos em- pleos”” Por fin, refiriéndose a los beneficios que una politica aduanera. de puertas abiertas produciria a la agricultura, ma- nifestaba: — 36 — “Con qué rapide no se fomentaria nuestra agrieultura, si abjertas las puertas a todos los frutos exportables, contase el labrador con la seguridad de una venta Tuerativa, Los que ahora emprenden timidamente una labranza por la incerti- dumbre de las ventas, trabajardn entonees con el tesén que inspira Ia certeza de la gananeia, y conservada siempre la es- timacién del fruto por el vasio que deja su exportacién, se afirmarian sobre eélowlos fundados labranzas eostosas, que & ‘un mismo tiempo produjesen la riqueza de los cultivadores y euantiosas ingresos al real erario. “

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