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El MACI in Chile: Desarrollo culturalmente pertinente de un test para


adolescentes.

Article  in  Revista Iberoamericana de Diagnostico y Evaluacion Psicologica · January 2014

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3 authors:

Eugenia Vinet Ana Barrera


Universidad de La Frontera Temuco Catholic University
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Natalia Daniela Salinas Oñate


Universidad de La Frontera
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123

DESARROLLO DEL MACI EN CHILE

El MACI en Chile: Desarrollo Culturalmente


Pertinente de un Test para Adolescentes1

MACI in Chile: Culturally Relevant Development of a


Test for Adolescents

E V. V 2
,A B -H 3
N S -O 4

U L F

RESUMEN

El MACI es un instrumento de evaluación clínica de la personalidad, construi-


do originalmente en Estados Unidos para evaluar desajuste psicológico en adoles-
centes, extendiendo su uso en Iberoamérica. Este artículo presenta una revisión
del desarrollo del MACI en Chile, uno de los países pioneros en su incorporación
a Latinoamérica. Se abordan cronológicamente los aportes más relevantes del pro-
ceso de adaptación a la población chilena; su ampliación al estudio de diversos

1 Este estudio fue financiado parcialmente por el Proyecto 1110383 del Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología
(FONDECYT, Chile).
2 Eugenia V. Vinet, Doctora en Psicología Clínica y de la Salud, Universidad de Barcelona España, Profesora Titular
del Departamento de Psicología, Universidad de La Frontera, Facultad de Educación, Ciencias Sociales y Humani-
dades. Avenida Francisco Salazar 01145. Temuco, Chile. Casilla Postal 54-D. E-mail: eugenia.vinet@ufrontera.cl,
Teléfono +56 452 325615.
3 Ana Barrera-Herrera Magíster en Psicología, Departamento de Psicología, Universidad de La Frontera, Estudiante
de Doctorado en Psicología, Departamento de Psicología, Universidad de La Frontera. E-mail: anabarrera@ufro.cl,
Teléfono +56 452 325620.
4 Natalia Salinas-Oñate, Magíster en Psicología, Departamento de Psicología, Universidad de La Frontera, Estudiante
de Doctorado en Psicología, Departamento de Psicología, Universidad de La Frontera. E-mail: n.salinas02@ufromail.
cl, Teléfono +56 452 325620.
La correspondencia sobre este artículo debe dirigirse a Eugenia V. Vinet, Departamento de Psicología, Universidad
de La Frontera; Casilla 54-D, Temuco, Chile.

ARTÍCULO PP: 123-145 RIDEP · Nº 37 · VOL. 1 · 2014


124

grupos de adolescentes; se presentan las metodologías utilizadas para abarcar


la gran diversidad de alternativas de funcionamiento psicológico presentes en la
adolescencia y el estudio normativo en población chilena. Se destacan los estudios
actuales vinculados a la influencia de la cultura Latinoamericana a través de las
denominadas escalas contra-teóricas y su interpretación. Finalmente, se evalúa
este desarrollo considerando los desafíos actuales en torno a la evaluación de la
personalidad adolescente y la especificidad propia de la cultura Latinoamericana.

Palabras clave: Adolescentes, Evaluación de la personalidad, Latinoamérica, Cul-


tura.

ABSTRACT

The MACI is a clinical assessment tool of personality, originally built in Uni-


ted States to assess psychological maladjustment in adolescents, which has exten-
ded its use to Latin America. This article presents an overview of the development
of MACI in Chile, one of the pioneers in incorporating the test into Latin Ame-
rica. Chronologically, this revision addresses the most relevant contributions of
MACI’s adaptation to the Chilean population, its extension for studying different
groups of adolescents, the methodologies used to cover the wide range of alterna-
tives within the psychological functioning in adolescence, and the normative study
for Chilean population. It highlights the current research related to the influence
of Latin American culture in the test expressed through a group of scales that have
been called escalas contra-teóricas (against-theory scales) and its interpretation.
Finally, this development is evaluated considering the current challenges around
assessing adolescent personality and the specificity of Latin American culture.

Keywords: Adolescents, Personality Assessment, Latin America, Culture.


125

EL MACI EN CHILE: bajo realizado y ofrecer una guía para


DESARROLLO el desarrollo y estudio de éste y otros
CULTURALMENTE instrumentos psicológicos foráneos,
PERTINENTE DE UN TEST PARA susceptibles de aplicarse a otras expe-
ADOLESCENTES riencias latinoamericanas.

El Millon Adolescent Clinical Modelos teóricos: Modelo biosocial


Inventory (Inventario Clínico para y modelo evolucionista
Adolescentes de Millon, MACI; Millon
1993; Vinet et al. 1999; Vinet & Forns, De modo introductorio es impor-
2008) es un instrumento de evaluación tante presentar los modelos teóricos en
clínica de la personalidad, desarrollado los que se sustenta el MACI. El modelo
a partir de los modelos de aprendizaje biosocial de Millon (1969) plantea que
biosocial y evolucionista de la perso- la personalidad se desarrolla y estruc-
nalidad (Millon, 1969, 1990) los cuales tura a partir de la interacción de tres
han sido acogidos de modo especial en dimensiones polares presentes en todo
Iberoamérica para evaluar la persona- ser humano. Éstas son: (a) la dimensión
lidad adulta (Sánchez-López & Apari- placer - dolor, cuya orientación natural
cio-García, 1998; Rivas-Diez, 2011). es buscar y repetir las conductas placen-
Particularmente, el MACI fue cons- teras que promueven la supervivencia y
truido para evaluar a adolescentes y ha evitar las experiencias dolorosas poten-
tenido un desarrollo privilegiado en los cialmente peligrosas para la vida, (b) la
países iberoamericanos contándose en dimensión pasividad - actividad, que re-
la actualidad con versiones en español presenta la tendencia a adaptarse o aco-
para Argentina (Casullo, Góngora & modarse a las condiciones ambientales,
Castro, 1998), Chile (Vinet et al. 1999), o bien, la tendencia a tener una actitud
Perú (Iza, 2002) y España (TEA, 2004). activa para modificar el entorno, y (c) la
Este artículo presenta una revisión dimensión sí mismo-otros que se refie-
del desarrollo que el MACI ha teni- re al desarrollo de la individualidad y el
do en Chile, abordando su proceso de afianzamiento del sí mismo como fuen-
adaptación, la construcción de normas te de satisfacción, versus el desarrollo
propias, el rol de la cultura en la in- de una orientación hacia los otros como
terpretación de sus escalas, la actuali- proveedores de satisfacción y reforza-
zación de resultados iniciales a la luz miento (Vinet, 2010).
de las normas chilenas y las líneas ac- El modelo evolucionista de Millon
tuales de investigación. Su objetivo es (1990) revisa la conceptualización bio-
difundir a nivel iberoamericano el tra- social desde una perspectiva más am-
126

plia, otorgando a la evolución humana lucra tres aspectos: la estructuración de


la calidad de principio ordenador del una personalidad equilibrada con ca-
desarrollo de la especie y de los seres racterísticas propias, la superación de
humanos en particular. Las tres dimen- las situaciones conflictivas propias del
siones se reconceptualizan como tareas periodo de desarrollo y la ausencia de
evolutivas vinculadas a la superviven- cuadros psicopatológicos (Vinet, Salvo
cia, la adaptación y la replicación (Vi- & Forns, 2005); esto se ve reflejado en
net, 2010). la estructura del MACI que se expone
A partir de estos dos modelos, Mi- a continuación.
llon define la personalidad como “un
patrón complejo de características psi- Descripción psicométrica
cológicas profundamente enraizadas del Inventario Clínico para
que se expresan de forma automática Adolescentes de Millon
en casi todas las áreas de la actividad
psicológica” (Millon & Davis, 2001, Este inventario autoadministrado
pp. 2). Tanto su expresión normal está compuesto por 160 ítems, con un
como la patológica son el resultado de formato de respuesta verdadero o falso,
la interacción de las tres dimensiones organizados en 31 escalas, 27 de ellas
en el proceso de desarrollo del indivi- con significado clínico. Evalúa tres
duo. Asimismo, estos modelos (Millon, grandes áreas del funcionamiento psi-
1969; 1990) encaran exitosamente el cológico adolescente: patrones de per-
problema de si existe o no una per- sonalidad (12 escalas), preocupaciones
sonalidad adolescente y si es posible expresadas (ocho escalas), y síndromes
describirla, categorizarla y evaluarla clínicos (siete escalas). Las escalas no
con fines de diagnóstico y pronóstico a clínicas son cuatro, tres escalas modi-
través de un instrumento psicométrico. ficadoras o de control y una escala de
Como respuesta, Millon (1993) plantea confiabilidad (V) de sólo dos ítems
que la personalidad adolescente puede (Millon, 1993).
ser descrita en términos de estilos ob- Las escalas de Patrones de Per-
servables en los jóvenes, los cuales son sonalidad representan estilos de fun-
precursores de los patrones de persona- cionamiento psicológico que surgen a
lidad normal descriptibles en el adul- través del desarrollo y se estabilizan
to y son recogidos en su variante más en la adolescencia. Éstas son: Introver-
patológica en los trastornos de perso- tido (1), Inhibido (2A), Afligido (2B),
nalidad. Sumiso (3), Dramatizador (4), Egoísta
Para Millon, la resolución exitosa (5), Transgresor (6A), Poderoso (6B),
de los desafíos de la adolescencia invo- Conformista (7), Oposicionista (8A),
127

Autodegradante (8B) y Tendencia Li- (X) mide el grado en el que el adoles-


mítrofe (9). cente fue honesto, abierto y auto-reve-
Las escalas de Preocupaciones Ex- lador. La escala Deseabilidad (Y) eva-
presadas se focalizan en sentimientos y lúa el grado en que los resultados del
actitudes sobre temas específicos que test pueden haber sido afectados por
preocupan a la gran mayoría de los la inclinación del adolescente a mos-
adolescentes; sin embargo, debido a trarse agradable, con una moralidad
la orientación clínica del instrumento, admirable y gran integración emocio-
estas escalas han sido denominadas en nal. La escala Depreciación (Z) evalúa
función del polo que refleja alteración la inclinación de éste a devaluarse, al
o problema psicológico. Ellas son: Di- reportar más problemas y dificultades
fusión de Identidad (A), Autodevalua- que los que en realidad experimenta.
ción (B), Desaprobación Corporal (C), A estas escalas se agrega una escala de
Incomodidad Sexual (D), Inseguridad Confiabilidad (V), compuesta por los
Grupal (E), Insensibilidad Social (F), siguientes dos ítems altamente impro-
Discordia Familiar (G) y Abuso Infan- bables de ser respondidos en la direc-
til (H). La intensidad de la experiencia ción Verdadero: No he visto un auto en
del adolescente, en cada uno de los ám- los últimos diez años (ítem 114), y El
bitos señalados, se refleja en la eleva- año pasado crucé el Atlántico en avión
ción del puntaje de cada escala (Vinet 30 veces (ítem 126).
& Alarcón, 2003). Como se señaló, este instrumento
Las escalas de Síndromes Clínicos posee, además de la versión original
están vinculadas a trastornos relativa- en inglés (Millon, 1993), una versión
mente específicos que se encuentran en en español para sujetos hispanos resi-
una proporción significativa de adoles- dentes en Estados Unidos, una adap-
centes con problemas en este periodo tación española con normas propias
del desarrollo. Las siete escalas de este (TEA, 2004), y tres versiones latinoa-
grupo son: Disfunciones Alimentarias mericanas desarrolladas en Argentina
(AA), Tendencia al Abuso de Sustan- (Casullo et al., 1998), Perú (Iza, 2002),
cias (BB), Predisposición a la Delin- y Chile (Vinet et al. 1999). La versión
cuencia (CC), Tendencia a la Impulsi- chilena, de la cual se ocupa este artí-
vidad (DD), Sentimientos de Ansiedad culo, ha sido estudiada en profundidad
(EE), Afecto Depresivo (FF) y Tenden- y en la actualidad cuenta con normas
cia Suicida (GG). propias (Vinet & Forns, 2008).
Las escalas Modificadoras permi- La validez y utilidad del MACI
ten conocer y controlar ciertas tenden- para caracterizar adolescentes con
cias de respuesta. La escala Sinceridad problemas psicológicos, ha sido am-
128

pliamente documentada por la investi- ESTUDIOS DEL MACI EN CHILE


gación empírica internacional, además
de respaldar su uso en diferentes pobla- El MACI fue traducido y adapta-
ciones. Sus estudios iniciales permiten do al contexto cultural chileno por dos
una adecuada descripción del funcio- psicólogos y tres estudiantes de psico-
namiento psicológico y de la conduc- logía, todos ellos bilingües y con ex-
ta en poblaciones de adolescentes con periencias de vida en Estados Unidos,
problemas psicológicos y en poblacio- utilizando el enfoque de comité (Bris-
nes de adolescentes hospitalizados por lin, 1980) y descentramiento (Werner
trastornos psiquiátricos (Grilo, Sanis- & Campbell, 1970, pp. 398–420) en
low, Fehon, Martino & McGlashan, un proceso de cuatro etapas, que dio
1999; Hiatt & Cornell, 1999; McCann, como resultado la versión estándar del
1997; Romm, Bockian & Harvey, instrumento (Vinet et al., 1999). Ade-
1999). Asimismo, permite la diferen- más, se generó un nuevo formato, en el
ciación, en una población psiquiátrica cual la respuesta se escribe en el mis-
general, de aquellos jóvenes que sufren mo cuadernillo, eliminando el uso de
trastornos específicos como depresión la hoja de respuestas. Este nuevo for-
(Hiatt & Cornell, 1999), abuso sexual mato, denominado versión amigable
(Grilo et al., 1999) y trastornos por (Alarcón, 2001) para diferenciarlo de
uso de alcohol y drogas (Grilo, Fehon, la versión estándar que se contesta con
Walker & Martino, 1996), en infracto- hoja de respuesta, fue inicialmente una
res de la ley (Booker, Hoffschmidt & alternativa a utilizarse con jóvenes con
Ash, 2001; Caggiano, 2000) y en jó- poca escolaridad o con alteraciones
venes de grupos minoritarios latinos emocionales y/o conductuales graves,
que presentan problemas psicológicos sin embargo, su uso se ha generalizado
(Blumentritt, Angle & Brown, 2004). transformándose en la versión del test
Por último, aunque el MACI ha sido más utilizada en Chile.
escasamente utilizado con población
no-consultante, su uso en población Estudios psicométricos iniciales
comunitaria ha posibilitado la descrip-
ción de estilos de personalidad proble- En 1999 se inicia el estudio del
máticos (Meeker, 2002), mostrando MACI en Chile; sus primeros resulta-
su potencialidad como instrumento de dos (Vinet & Alarcón 2003) presentan,
descripción y detección o screening de a través de tres estudios desarrollados
psicopatología en no-consultantes (Vi- en paralelo, las propiedades psicomé-
net, Salvo & Forns, 2005). tricas del instrumento en adolescentes
chilenos.
129

El Estudio 1, realizado con 300 dad del MACI para diferenciar adecua-
adolescentes escolarizados, sin proble- damente a los adolescentes normales
mas de salud mental, permite concluir de los adolescentes con problemas de
que el MACI es capaz de establecer adaptación social. Sin embargo, las ca-
perfiles diferenciales para hombres y racterísticas de este grupo son diferen-
mujeres, y entre dos grandes grupos tes a las del grupo clínico, encontrán-
etáreos (adolescentes jóvenes, de 13 a dose diferencias de mayor magnitud
15 años, y adolescentes maduros, de entre el grupo de no consultantes y el
16 a 19). La primera distinción (sexo) de desadaptación social (85% v/s 56%
se atribuyó a una temprana diferencia- de las escalas respectivamente), que las
ción de los roles sexuales tradicionales. encontradas al comparar al grupo de
Las diferencias en relación a la edad, no consultantes con el clínico, estable-
se relacionaron con la crisis inicial del ciéndose perfiles gráficos estructural-
período adolescente vinculada a las mente diferentes, especialmente en el
transformaciones de la pubertad y a la área de Patrones de la Personalidad y
vulnerabilidad que ellas conllevan en Síndromes Clínicos (Vinet & Alarcón,
las vivencias de los jóvenes (Vinet & 2003).
Alarcón, 2003). Estos estudios paralelos entrega-
En el Estudio 2, se evaluaron 74 ron, además, los primeros datos de
adolescentes consultantes por proble- consistencia interna para las escalas
mas de salud mental y sus pares no del MACI en muestras chilenas. Estos
consultantes. Este estudio comprueba datos mostraron -con algunas excep-
la capacidad del instrumento para di- ciones- que en términos generales, los
ferenciar adecuadamente a los adoles- ítems del instrumento son adecuada-
centes normales de los adolescentes mente entendidos por los sujetos de las
con problemas de salud mental. Es- tres muestras y que la medición de las
pecíficamente, a partir de estos datos escalas es consistente (Vinet & Alar-
se señala que las diferencias entre las cón, 2003).
muestras normal y clínica son bási-
camente de magnitud o intensidad de Avances en descripciones de grupos
las puntuaciones, ya que -en términos y determinación de puntajes de
generales- el perfil de las puntuaciones corte
es esencialmente el mismo en los dos
grupos (Vinet & Alarcón, 2003). Los trabajos siguientes caracteriza-
El Estudio 3, evaluó 62 adolescen- ron a muestras de diferentes tipos de
tes con problemas de adaptación social; adolescentes: con trastornos de la salud
a partir de él se comprueba la capaci- mental (Díaz, 2003), infractores de ley
130

(Alarcón, Vinet & Salvo, 2005), y con- de las escalas a través de curvas ROC
sumidores de drogas (Faúndez & Vinet, y la determinación de puntos de corte
2009). En estos estudios -desarrollados a través de análisis de sensibilidad y
todos ellos con puntajes directos- la especificidad de puntajes alternativos.
metodología preferentemente utiliza- Esta metodología ha aportado eviden-
da fue el análisis de conglomerados, la cia empírica respecto de la capacidad
cual permitió acceder y caracterizar di- del instrumento para el diagnóstico
ferenciadamente a la gran variabilidad discriminativo entre consultantes y no-
de adolescentes que presentan diferen- consultantes, permitiendo la detección
tes tipos de trastornos. psicopatológica en población general
Un ejemplo de estos estudios es el (Vinet & Forns, 2006). Este aspecto fue
presentado por Alarcón et al., (2005), finalmente incorporado en la barema-
llevado a cabo con 86 adolescentes va- ción chilena del MACI (Vinet & Forns,
rones chilenos infractores de ley. En 2008).
ese estudio, el MACI identificó cinco En Vinet y Forns (2006) se analiza
grupos de adolescentes con perfiles de específicamente el comportamiento del
funcionamiento personal distintivos: MACI en adolescentes de población
Tipo I: Transgresor-Delictual, Tipo general (n = 391) y población clínica (n
II: Oposicionista-Autodestructivo, = 226) determinando, en cada escala,
Tipo III: Inhibido-Evitativo, Tipo IV: el punto de corte que mejor diferencia-
Dependiente-Ansioso y Tipo V: Sub- ba entre estos dos grupos. Se conclu-
clínico. Esta tipología ha aportado evi- yó que el 85% de las escalas poseían
dencia empírica sobre la utilidad del poder discriminativo con índices ade-
MACI en la detección de casos de gran cuados de sensibilidad y especificidad.
complejidad psicosocial y sienta las Sin embargo, también se observó que
bases para el trabajo que actualmente las escalas 3, F, CC y EE (Sumiso, In-
se realiza con el MACI en el área de la sensibilidad Social, Predisposición De-
desadaptación social (Alarcón, Vinet, lictiva y Sentimientos de Ansiedad) no
Salvo & Pérez-Luco, 2009). poseían poder discriminativo suficiente
Así como el desarrollo de tipolo- entre consultantes y no-consultantes, y
gías a través de análisis de conglome- que, además, en las escalas 4, 5, 7 y D
rados ha sido una estrategia fructífera (Dramatizador, Egoísta, Conformista e
para dar cuenta de la gran variabilidad Incomodidad Sexual) la dirección de la
de estructuraciones personales, la otra puntuación indicativa de patología se
estrategia metodológica utilizada en invertía respecto de lo esperado teóri-
los estudios chilenos ha sido el análi- camente (Vinet & Forns, 2006).
sis de la capacidad de discriminación Estos resultados han sido determi-
131

nantes para la investigación posterior, análisis estadísticos de validez diag-


especialmente para el estudio normati- nóstica en etapas sucesivas que dio
vo, el cual además de tener el marco lugar a la categorización de las escalas
de referencia típico de un estudio psi- MACI en Acordes con la Teoría (AT),
cométrico (análisis de características Contra-Teóricas (CT) y No-Diferen-
muestrales, comparación de puntajes ciadoras (ND). En segundo lugar, se
extremos en relación a datos norma- determinaron puntajes de corte entre
tivos, definición conceptual de las es- funcionamiento sano y alterado en las
calas y análisis de sus ítems), debió escalas AT y CT y se diseñó, para estas
considerar el rol que la cultura latinoa- escalas, una escala de baremación de
mericana -a la que pertenecen los suje- 100 puntos, cuyo puntaje central (Pun-
tos evaluados- jugaba en sus respuestas taje Transformado 50 o PT 50) corres-
al test. pondió al puntaje de corte de cada es-
cala; a partir de éste se ordenaron tanto
Estudio normativo del MACI en los puntajes representativos de fun-
Chile y contextualización cultural cionamiento sano (PT 50 hacia abajo,
entre 1 y 50), como los representativos
Para desarrollar los normas chile- de funcionamiento alterado (PT 50 ha-
nas del MACI, Vinet y Forns (2008) cia arriba, entre 50 y 100). Por último,
utilizaron una muestra de baremación las escalas ND fueron baremadas en
diferenciada por sexo y dicotomizada percentiles utilizando la muestra nor-
en dos grupos, no-consultantes (200 mativa completa sin diferenciar entre
hombres y 206 mujeres) y consultantes no-consultantes y consultantes (Vinet
(212 hombres y 189 mujeres), quienes & Forns, 2008).
respondieron el MACI y el MMPI-A Desde un punto de vista psicomé-
como instrumento de validación. trico, mantener el poder clasificatorio
La ausencia de datos de prevalen- que ofrece el punto de corte y combinar
cia psicopatológica para adolescentes esta información con la dimensionali-
chilenos y la necesidad de contar con dad de las conductas y funcionamien-
un instrumento que permitiera el scree- tos sanos o alterados de los dos grupos
ning psicopatológico en población co- seleccionados supone una decisión que
munitaria, obligó a plantear una forma puede ser, a la par, la más controverti-
de baremación que se aparta notoria- da y la de mayor originalidad de este
mente de la baremación en puntajes de trabajo (Vinet & Forns, 2008). Desde
Tasa Base realizada por Millon (1993). el ámbito de la evaluación clínica apli-
En primer lugar, con los datos del cada, se destaca que la categorización
MACI se desarrolló un conjunto de de las escalas MACI en tres tipos (AT,
132

CT y ND) indica que el instrumento no través de una serie de MANOVAS y


se comporta en población chilena de la ANOVAS, los datos de los grupos de
misma forma que en la población ori- funcionamiento sano y funcionamiento
ginal. alterado de la muestra de baremación
Particularmente, este estudio corro- que fueron creados a partir de la seg-
bora el comportamiento contra-teórico mentación de la muestra total según
de algunas escalas, reportado por Blu- el puntaje de corte de cada escala. Se
mentritt et al. (2004) en muestras his- observó que el grupo de sujetos con
panas, el cual ya había aparecido en el funcionamiento sano en el MACI obte-
estudio argentino de Casullo y Castro- nía puntajes compatibles con funciona-
Solano (1999) y que fuera analizado de- miento sano en las escalas del MMPI-A
talladamente por Vinet y Forns (2006) y que los sujetos con funcionamiento
utilizando una interpretación transcul- alterado según el MACI obtenían pun-
tural centrada en la relevancia de la di- tajes compatibles con funcionamiento
mensión individualismo-colectivismo alterado en el MMPI-A. Este análisis
(Hofstede, 1980, Triandis, 2001) en destaca la congruencia de la diferencia-
variables de personalidad en contextos ción realizada por el MMPI-A entre los
culturales latinoamericanos. Al respec- dos grupos y aporta a una mejor com-
to, el estudio normativo indica que las prensión conceptual de las escalas del
características personales relacionadas MACI en diferentes aspectos.
con el colectivismo (expresión de los Posteriormente, para contribuir a
afectos, sociabilidad, dependencia del una interpretación adecuada del mo-
grupo de pares, respeto a las reglas y delo de Millon en el contexto socio-
al grupo de pertenencia) se reflejan en cultural latinoamericano, se realizó un
las puntuaciones directas más eleva- análisis de las escalas contra-teóricas
das que los adolescentes chilenos no- de personalidad (Sumiso, Dramatiza-
consultantes –por lo tanto, saludables y dor, Egoísta y Conformista) conside-
adaptados– obtienen en las escalas de rando el relativismo cultural presente
patrones de la personalidad vinculadas en las dimensiones de colectivismo e
a la interacción social (Sumiso, Drama- individualismo y su significación en la
tizador, Egoísta y Conformista). interpretación clínica de estas escalas.
Los puntajes de corte del estudio Este estudio (Vinet, 2010) confirma
normativo del MACI fueron validados estadísticamente que, en estas escalas,
utilizando los datos obtenidos por la los no-consultantes presentan puntajes
muestra de baremación en las escalas directos mayores que los consultantes.
clínicas del MMPI-A. En este estudio De acuerdo a lo anterior, se observa
(Vinet & Forns, 2009) se analizó, a que estos adolescentes (con puntajes
133

directos MACI sobre el punto de cor- Actualizaciones de Resultados según


te) obtienen puntuaciones bajas en las el Estudio Normativo
escalas del MMPI-A que son asociadas
a un funcionamiento sano, en tanto que La propuesta de baremación chi-
los adolescentes consultantes (con pun- lena del MACI, unida a las tipologías
tajes directos MACI bajo el punto de establecidas originalmente en puntajes
corte) obtienen puntuaciones altas en el directos, hacen necesaria la actuali-
MMPI-A que se vinculan a patología. zación de los resultados obtenidos en
A partir de ello, se infiere –teóricamen- las tipologías para ponerlas en conso-
te- que los patrones de personalidad nancia con el estudio normativo. Esta
contra-teóricos del MACI probable- tarea, junto a una actualización de los
mente tengan un comportamiento psi- datos de confiabilidad de las escalas
cométrico bidimensional que identifica MACI, es abordada a continuación.
un área de funcionamiento sano y dos
áreas de funcionamiento patológico Actualización de los índices de
ubicadas hacia los extremos de la es- confiabilidad de las escalas del
cala de medición; esto sugiere que en MACI
los patrones de personalidad descritos
a través de las escalas Sumiso, Drama- La confiabilidad de las escalas del
tizador, Egoísta y Conformista habría MACI fue estudiada inicialmente en
una especial sensibilidad a los modos Chile por Vinet y Alarcón (2003) y no
de interacción social que son más re- fue incluida en las investigaciones si-
levantes en la cultura latinoamericana guientes. En el presente artículo se pre-
en contraste con la cultura angloameri- senta el estudio de la confiabilidad de
cana, donde ambos extremos (puntua- las escalas correspondiente a la mues-
ciones muy bajas y puntuaciones muy tra normativa (Vinet, 2008) el cual no
altas) indicarían diferentes posibilida- fue publicado en el estudio de barema-
des de alteración respecto de lo que es ción.
considerado sano y adaptativo cultural-
mente (Vinet, 2010).
134
135

En la Tabla 1 se puede observar que ha sido la caracterización de diferentes


los coeficientes de confiabilidad chile- grupos de adolescentes a través de aná-
nos son, en general, adecuados, osci- lisis de conglomerados con el objeto de
lando entre 0,60 (Inseguridad Grupal) y describir la gran variabilidad de ado-
0,92 (Autodegradante). Ellos son simi- lescentes que presentan diferentes tipos
lares a los coeficientes estadounidenses de alteraciones o trastornos. Una vez
pero levemente más bajos (55% de las determinadas las normas chilenas del
escalas); el 45% restante es igual o leve- MACI, estos estudios, desarrollados
mente superior. Las diferencias son más todos ellos con puntajes directos, que-
acusadas cuando las confiabilidades son daron desactualizados. En este aparta-
calculadas según el sexo de los sujetos, do se presenta, a modo de ejemplo, la
dato que no es proporcionado en el estu- actualización de un estudio obtenida al
dio estadounidense (Millon, 1993). trasformar los resultados grupales del
estudio original a puntuaciones norma-
Actualización de tipologías de tivas.
adolescentes con problemas En beneficio de la claridad de esta
específicos presentación se ha privilegiado el uso
de gráficos para exponer los diferen-
Como ya se señaló, una de las estra- tes perfiles. Los gráficos de perfiles
tegias de trabajo con el MACI en Chile del MACI presentan, en una imagen,
136

la ubicación del grupo en estudio con 50) es el puntaje de corte o de discri-


respecto a los baremos considerando minación entre no consultantes (bajo
los datos de referencia de las muestras PT 50) y consultantes (sobre PT 50). El
normativas de no-consultantes y de perfil ubicado por debajo del puntaje de
consultantes. A través de la Figura 1 se corte corresponde al perfil de medianas
presentan las características principa- de los no-consultantes de la muestra de
les de estos gráficos. En el eje de las baremación, en tanto que el perfil ubi-
abscisas aparecen las escalas clínicas cado por encima del puntaje de corte
del MACI. En el eje de las ordenadas corresponde al perfil de medianas de
se ubican las Puntuaciones Transfor- los consultantes. El perfil del grupo
madas del MACI, en la escala norma- estudiado se insertará, destacado, entre
tiva de 100 puntos donde el puntaje estos dos perfiles de referencia (Vinet,
central (Puntaje Transformado o PT 2008).
137

A continuación se presentan y co- turar estrategias de intervención ade-


mentan brevemente los gráficos obte- cuadas para cada grupo. Como se ha
nidos en el estudio de infractores de ley señalado, el análisis de conglomerados
desarrollado por Alarcón et al. (2005) identificó cinco tipos o grupos de ado-
referido con antelación. El objetivo de lescentes con perfiles de funcionamien-
ese estudio fue identificar caracterís- to personal distintivos. Los perfiles
ticas de personalidad en adolescentes MACI de estos cinco tipos se presentan
reincidentes en conductas antisociales en la Figura 2.
y utilizar esa información para estruc-
138
139

En estos gráficos de perfil se pueden Afecto Depresivo y Tendencia Suicida


apreciar las características principa- elevados. En el Tipo IV (Dependiente-
les del funcionamiento psicológico de Ansioso), los patrones de personalidad
cada tipo. Por ejemplo, se observa que más acentuados son Afligido y Egoísta,
en el Tipo I (Transgresor-Delictual) el destacando las Disfunciones Alimenta-
patrón de personalidad más distintivo rias como el síndrome clínico más des-
es el patrón Transgresor acompañado tacado. Por su parte, el Tipo V (Subclí-
de la elevación de las escalas clínicas nico) efectivamente presenta un perfil
Tendencia al Abuso de Sustancias, Pre- de personalidad semejante al perfil de
disposición a la Delincuencia y Ten- funcionamiento sano con puntajes de
dencia a la Impulsividad. En el Tipo II riesgo en las tres últimas escalas de
(Oposicionista-Autodestructivo), los Preocupaciones Expresadas y eleva-
patrones de personalidad más distin- ciones de nivel clínico en las escalas
tivos son Tendencia Limítrofe y Afli- de Tendencia al Abuso de Sustancias y
gido, además se observa la elevación Predisposición a la Delincuencia.
de los síndromes clínicos, Tendencia Este ejercicio muestra que los datos
a la Impulsividad y Tendencia Suici- originales, expresados en puntajes di-
da. En el Tipo III (Inhibido-Evitativo) rectos, al ser transformados a puntajes
el patrón de personalidad distintivo es normativos mantienen, en general, la
Afligido, con los síndromes clínicos caracterización desarrollada en el ar-
140

tículo original (Alarcón et al., 2005). to de las escalas contra-teóricas del


Las excepciones se encuentran en los MACI. Para ello se utilizó como refe-
perfiles del Tipo III y del Tipo IV en rente a un grupo de psicólogos clínicos
los cuales las escalas contra-teóricas especialistas en adolescencia, quienes
desempeñan un rol relevante (Tipo evaluaron el grado en que la definición
III: Sentimientos de Ansiedad; Tipo del constructo medido por cada escala
IV: Sumiso y Conformista). En estas contra-teórica, y sus correspondientes
escalas, el puntaje directo o bruto del ítems, reflejaban ajuste o desajuste psi-
estudio original se ha invertido para cológico en adolescentes chilenos en la
reflejar el funcionamiento real de no- opinión de los propios psicólogos (Vi-
consultantes y consultantes y el del net & Saiz, 2012). Este estudio verificó
grupo estudiado, esto ha generado al- la presencia de sesgo de constructo al
gunas diferencias en la descripción del interior de las escalas contra-teóricas
funcionamiento psicológico observado del MACI, sesgo originado por la for-
que se relacionan con la interpretación ma en que fueron asociados los ítems a
de salud y patología de las escalas con- estas escalas, y por el tipo de respues-
tra-teóricas. Por último, es importante ta que se le solicita a los adolescentes,
señalar que este tipo de gráfico es es- desde el instrumento. Además, profun-
pecialmente adecuado para desarrollar dizó el examen de las diferencias cul-
interpretaciones de casos individuales, turales específicas en la versión chilena
donde los valores normativos indivi- del MACI y analizó conceptos de ajus-
duales pueden ser contrastados con los te psicológico, salud mental y trastor-
valores normativos de consultantes y nos psicopatológicos que manejan los
no-consultantes. psicólogos chilenos especialistas en el
trabajo con adolescentes, explicitando
Desafíos y desarrollos actuales el modelo de salud mental adolescen-
te que dichos psicólogos poseen en la
Profundizar la comprensión del actualidad.
condicionamiento cultural de los pun- El segundo estudio (Salinas-Oñate
tajes que proporciona la versión chile- & Saiz, 2012) exploró las propiedades
na del MACI es una de las áreas más psicométricas del MACI en adolescen-
desafiantes del momento actual, la cual tes de etnia Mapuche, grupo originario
ha sido abordada mediante dos estu- que es la primera minoría étnica chile-
dios paralelos. na con una representación de aproxi-
El primero de ellos examinó la pre- madamente el 25% de la población de
sencia de sesgo de constructo como ex- la Región de la Araucanía, zona donde
plicación cultural del comportamien- se realiza el estudio. Su objetivo fue
141

ahondar en la adecuación cultural del blación chilena y su comportamiento


MACI para trabajar con adolescentes en diferentes muestras de adolescentes
chilenos y proponer un modelo de estu- (Vinet & Alarcón, 2003). Este estudio
dio que fuera de utilidad para el trabajo sentó las bases para un fructífero cam-
con instrumentos de evaluación psico- po de investigación en torno al MACI.
lógica sensibles al influjo cultural. Se Entre sus aportes más significa-
encontraron asociaciones significativas tivos se destacan la elaboración de
entre la mayor incorporación de la cul- normas propias y la determinación de
tura mapuche (y menor incorporación puntajes de corte distintivos entre no-
de la cultura chilena) por parte de las consultantes y consultantes, lo cual
adolescentes mujeres y una configu- permite soslayar la ausencia de datos
ración especial de las escalas pertene- de prevalencia de trastornos de salud
cientes al área de Patrones de Perso- mental en adolescentes chilenos nece-
nalidad y Síndromes Clínicos. Estas sarios para determinar normas en Tasa
asociaciones son comprendidas a la luz Base tal como lo realiza Millon (1993);
de los valores culturales mapuches que además permite superar las alternativas
son incorporados en mayor medida por tradicionales de escalas estandarizadas
las adolescentes, así como por los efec- (percentiles o puntajes T) las cuales tie-
tos psicológicos de la discriminación nen la debilidad de no reflejar con pre-
de la cual son víctimas las adolescentes cisión las particulares distribuciones de
mapuche. la psicopatología en la población. Un
aporte adicional es que la baremación
realizada ha permitido al psicólogo in-
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES terpretar los resultados de forma ami-
gable y directa (Vinet & Forns, 2008).
Otro aporte importante es el hallaz-
El estudio del MACI en Chile surge go del funcionamiento contra-teórico
a partir de la ausencia de instrumentos de seis de sus 31 escalas. Éste ha diri-
de evaluación psicológica que permitan gido la atención de los investigadores a
caracterizar adecuadamente la pobla- la cultura como variable influyente en
ción adolescente según sus caracterís- medición e interpretación del MACI y
ticas de personalidad y funcionamiento la existencia de sesgos en su construc-
psicológico. En el afán de responder a ción. En la práctica este hecho resalta
esta carencia, en una primera etapa se la importancia de una interpretación
llevó a cabo la traducción y adaptación cuidadosa, y el requerimiento de una
del instrumento original analizando sus necesaria preparación profesional tan-
propiedades psicométricas en la po- to para aplicar como para interpretar el
142

instrumento en grupos culturalmente psicológicos de mayor uso en pobla-


diferenciados. ción adolescente (Cámara, Nathan &
Por otra parte, es importante desta- Puente, 2000; McCann, 1999). En el
car que la existencia de normas, punta- caso chileno, permite la generación de
jes de corte y criterios de interpretación distinciones finas entre grupos específi-
en torno a la personalidad adolescente, cos y el análisis de casos individuales,
además de su formato amigable y su profundizando el conocimiento de las
rápida administración, ha posibilita- características de personalidad y del
do la replicación de estudios sobre las funcionamiento psicológico de los ado-
propiedades psicométricas del MACI y lescentes, conocimientos necesarios
la optimización de sus procesos de in- para el diagnóstico clínico, la planifica-
terpretación. ción de tratamientos y el diseño de es-
En suma, este proceso de investi- trategias de prevención de trastornos en
gación, en sus diferentes etapas y pro- un contexto cultural específico. Futuras
ductos ha permitido sacar provecho a líneas de investigación podrían incluir
un instrumento que ha probado ser útil el uso del instrumento y del modelo de
no solo para la práctica clínica, sino Millon en otros grupos poblacionales
también en ámbitos como la psicología y etáreos, y también la profundización
educacional y forense, extendiendo su y control de posibles sesgos culturales
uso a estos campos de trabajo e inves- en la construcción e interpretación de
tigación. instrumentos de evaluación de la per-
Hoy en día el MACI se ha posicio- sonalidad.
nado como uno de los instrumentos

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