VIVIR ES UN DERECHO NO UNA OBLIGACIÓN…

Y como se dice: “Solo se muere una vez por lo tanto solo se vive una vez”, y esto me hace
pensar que no tendremos segundas oportunidades, se nos ha dado una sola vida que cada
uno de nosotros debe de aprovechar al máximo; ciertamente como lo dijo Ramón en la
película: vivir es un derecho y no una obligación, nadie nos obliga a vivir, ni estamos
condenados a esta vida, simplemente ella está y se presenta a cada uno de nosotros como
un gran misterio; aquí solo podemos pensar ¿para qué vivir? Y como una vez escuché el que
encuentra un porqué para vivir no le importan los cómos, y es verdad, porque cuando hay
alguna razón suficiente para no querer morir, solo cuando hay una razón, se puede vivir. Y
es menester decir que vale la pena vivir esta vida, por más cruel que a veces sea, porque el
amor hacia ésta es lo que nos mueve a seguir siempre hacia delante, si abrimos bien los ojos
nos daremos cuenta de que hay muchas más razones buenas para ser feliz que para estar
tristes y no querer vivir.
Nadie nos obliga a vivir, pero en el fondo de cada persona hay algo que nos obliga a amar,
no tenemos derecho a amar, es una obligación, porque somos seres capaces de ello y por
lo tanto sería algo inhumano no hacerlo, el amor a la vida debe hacernos ver que, mientras
podamos, tenemos que vivir y luchar por defender cada una de nuestras vidas. Aunque
situaciones límites como la que vive Ramón nos hacen pensar que para algunas personas es
mejor no seguir viviendo, pero al ver a los niños en la calle lavando parabrisas con una
sonrisa al contar un chiste a sus amigos, o ver a una madre soltera trabajar más de 12 horas
y llegar a abrazar a sus hijos y dormir a su lado, o ver a una persona con síndrome de Down
jugar con un balón mientras grita de alegría, o ver mi vida que a pesar de que hay días malos
llega la noche y una sonrisa se me escapa mientras contemplo la inmensidad del universo
que me rodea, etc. Insisto que a pesar de todo, a pesar de todo, vale la pena vivir, porque
siempre habrá motivos para ello. Por más que nos aferremos a querer criticar la vida o ser
pesimista ante ella, siempre habrá una persona que nos haga ver lo contrario.
Puedes decidir vivir o no vivir, hoy mismo te puedes quitar la vida; pero el amor es algo
inerte a nosotros y no tenemos opción sobre eso en la vida: no vivimos para morir, vivimos
para amar, lo queramos o no. Si me preguntaran si quisiera volver a vivir la vida que he
llevado hasta ahora con todos sus problemas y todos mis errores y fracasos que he tenido,
yo diría que con mucho gusto la volvería a vivir, porque en el fondo amamos la vida, en el
fondo: amo mi vida.