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LA BRECHA FISCAL TERRITORIAL EN COLOMBIA

NESTOR GONZALES TAMARA

CECAR

SINCELEJO SUCRE

2018
LA BRECHA FISCAL TERRITORIAL EN COLOMBIA

Como se sabe Colombia es un país de contrastes considerando que unas

zonas del país hay muchas riquezas, desarrollo, crecimiento y oportunidades

en todo los ámbitos y en otras extrema pobreza, subdesarrollo, estancamiento

y poco acceso a fuentes de trabajo oportunidades de negocios y a la inversión

lo que coloca en desventaja a algunos entes territoriales frente a otros de su

mismo nivel jerárquico.

En este sentido esta desigualdad, e inequidad termina influyendo en la

destinación de los gastos y en la proyección de las inversiones en especial en

lo social producto de la afectación de la capacidad fiscal de los municipios y

departamentos en el caso nacional colombiano y de otros países del orden

latinoamericanos e incluso en el viejo continente lo que a llevado a que los

estudiosos del ámbito económico, tributario, gubernamental y social presten

especial interés al estudio del fenómeno conocido como brecha fiscal que no

es otra cosa que la diferencia entre la necesidad de gasto y la capacidad fiscal

lo que exige la intervención del gobierno central para que los municipios y

departamentos reciban “transferencias” que les permitan cubrir sus

necesidades.

Así las cosas, la brecha fiscal territorial en Colombia termina influyendo en el

progreso, en la administración, en el nivel y calidad de vida de las personas

que habitan las diferentes zonas del país, evidenciándose brechas fiscales que

inciden en el bienestar y satisfacción de las personas y colectivos humanos,

notándose en algunos casos particulares no siempre donde hay riqueza natural


y grandes industrias hay desarrollo. Pues el estado se reserva la distribución de

los ingresos fiscales mediante leyes estatutarias como el sistema general de

participaciones y otras herramientas como el presupuesto general de la nación

para distribuir la inversión social y la riqueza entre los más necesitados, lo que

no siempre es así, no porque sea un capricho sino porque mucho de esos

entes territoriales los ingresos superan las necesidades de gastos lo que

termina constituyendo problemas administrativos, de gobernabilidad, presencia

estatal, inconformidad y hasta inseguridad.

En este orden de ideas tomando como referencia el informe de Bonet y Ayala

publicado por el banco de la república en 2008 se está de acuerdo con los

connotados autores de que la desigualdad de Colombia es lamentablemente

una realidad y que se requiere estudios como estos para poder interpretar las

necesidades de gastos e ingresos de los territorios y empezar a llevar registros

y estadísticas que permitan n el corto plazo modificar la metodología actual de

la distribución de recursos de las llamada “transferencias” que cambie las

constantes que de una manera muy precisan citan los autores referenciados

cuando concluyen que la necesidad de Gasto Media es mayor al gasto

promedio ejecuto en el caso de los municipios y que en los departamentos son

similares en su conjunto; condición que habría que analizar, pues aún se

mantiene una fuerte centralización en el manejo de los recursos públicos que

impide que estos lleguen a los municipios como se espera, a lo que se suma

las componendas y corruptelas que terminan por desviar y robarse gran parte

de los recursos situación que termina como siempre afectando a los más

pobres.
Así mismo, se está de acuerdo con el informe que la necesidad de gasto es

mayor tanto en los municipios más rezagados como en los departamentos de

menores recursos. Situación que se entiende, pues son estos entes territoriales

quienes más necesidades tienen los pobladores.

No obstante, la anterior realidad y sentida problemática, habría que considerar

que parte de estas necesidades no llegan a ser satisfechas entre otras causas

de la disparidad fiscal porque tanto lo municipios como departamentos no son

eficaces en los recaudos, tal y como lo evidencia los cálculos de recaudo del

32,39% y el 78% de citados entes, respectivamente. Por lo que puede decirse

que esta variable influye notablemente en la brecha fiscal territorial, notándose

igualmente que donde hay mayor desarrollo ha sido mayor la capacidad

recaudadora, condición que se interpreta entendiendo que si hay buen

recaudo, seguramente el progreso sea mayor, a pesar de los malos manejos

administrativos y de los recursos económicos. Lo que lleva a comprender que

no siempre la carga tributaria es algo negativo.

En conclusión, el manejo fiscal y tributario de los entes territoriales mantiene

una constante como es que los montos recaudados no correspondan con los

gastos presupuestados y ejecutados lo que va creando una brecha que

trasciende lo fiscal al impactar en lo social, crecimiento y desarrollo económico

de las personas en las diferentes zonas del país; por lo que el estado, las

instituciones oficiales, los académicos, y los profesionales de las ciencias

administrativas, económicas y contables deben promover acciones e iniciativas

para que la riqueza sea repartida con mayor equidad conforme lo supone la

tributación y el derecho que da el ser asociado por parte del estado.


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Bonet, Jaime y Ayala García, Jhorlan. (2018). La Brecha Fiscal Territorial en

Colombia. Centro de Estudios Económicos Regionales. Banco de la Republica

Barranquilla.

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