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ANTICULTURA ALcuNA vez hemos de dedicar a este tépico —la Anticultura— la atencién y la extensién que se merece como alar- “mante fendémeno colcctivo en el mundo occidental, A la incultura se Iega por muchos caminos, algunos de ellos cir _ unstanciales, otros vocacionales, El mas seguro de todos es la abolicién del libro como ingrediente cotidiano en el alimento espiritual de un pueblo. A eso llegaremos muy en breve aqui, si las autoridades no toman urgentes medidas para evitarlo, Sobre esto que- “remos poner el acento al referirnos al avance de la Anticultura. La carestia del libro, y su corolario, la ausencia, por la misma causa, de supletorias re- vistas de cultura, configura uno de Jos factores principales, si no es el mas importante dentro del panorama que queremos enfocar. Comprar un libro equivale, hoy, a “una averitura econémica a la’ que po- cos se hallan en condiciones de arries- garse con la necesaria frecuencia. EL “libro esté cada dia mas caro. Su pre- - cio suypera, con mucho, el aleance y las posibifidades del comin de las gentes. De seguir asi, no estarA muy distante el dia en que el libro —considerado como elemento de cultura general— pase a ser suspirada afioranza de un ~ pasado dichoso, que a muchos parecer ~—_Tegendario. -___BI precio astronémico, pricticamen- te prohibitivo, de los libros actuales, “trae aparejado un peligro social: el de alejar la cultura del Ambito de las _ clases populares y el de convertirla, en consecuencia, en una trinchera mas de las clases adineradas. En’ adelante siempre, claro. est4, que no se le ponga coto a esta emergencia— s6lo REVISTA -DE CULTURA PARA AMERICA LATINA Octubre do 1950 Aiio del Libertador General San Martin jos ricos podrdn ser cultos, entendien- do por esta expresién el contacto per- manente y activo con todas las mani- festaciones de cultura que se producen. en el pais y en el resto del mundo ci- yilizado y que se registran y circulan por las rutas naturales del libro. La perspectiva nacional de una élite su- percultivada, enquistada en el cuerpo de un pueblo inculto, no es para ale= grar el corazén de ningiin argentino bien nacido. Eso seria la Contrarreyo- luci6n. Librada ya —y ganada— la ba- - talla por la Justicia Social, habrd que librar la batalla por la Cultura, que viene a ser, si bien se mira, una rama mas, ¢ indispensable, del mismo gene- roso arbol. Porque sigue vigente aque- Ilo, tan eterno, de que no solo de pan vive el hombre. No hablemos de los libros de texto, obligado- material de ensefianza para estudiantes primaries, secundarios y universitarios, cuya adquisicio dica comporta un verdadero drama en los hogares humildes “bendecidos” por muchos hijos. Hablemos nada mas que de los libros comunes de cultura —de — esos libros de los que se_prescinde mas fécilmente por no considerarselos indispensables—, de esos libros que no tienen edad y que son para todas las edades, segin el desarrollo de las afi- nidades electivas en la apetencia inte- lectual de cada lector, Esos libros que son el verdadero sostén y el permanen- te vivero de la cultura de todos los pueblos —pues la escuela y la univer- sidad sélo desbrozan el camino de la cultura, cuyo derrotero hay que cum= plir luego del brazo de los libros—, esos estan ya prdcticamente fuera del — alcance cotidiano de todos nosotros. Hay, desde luego, agio. El reciente reajuste oficial del valor de intercam- =< SSEXTO COWTINENTE bio de nuestro signo monetario —de- terminado por razones que no es del aso analizar aqui— provocé de inme- diato un movimiento “alcista” en el mercado local del libro, realizado con ritmo y desenfado dignos del mercado negro. Libros que fueron traidos al pais en épocas en que la peseta, el franco y el peso mejicano valian muy poco en relacién con. el nivel de cam- bio de nuestra moneda, se venden aho- ra aqui como si esas divisas extranje- ras, que fueron papel y siguen siendo papel, se hubieran conyertido, de la noche a la mafiane, en monedas de oro acufiado. Por cvalquier libro, actual o inactual, los libreros locales piden 20, 36, 40, 50, 60 y més pesos, Sabemos de un bro de autor argentino, muy re- cientemente editado, que se vende ia 180 pesos! _;En qué material estard impreso? ;En Miminas de plata? Hay pues, agio, al margen de la elevacién de’ los costos, que se da co- mo insuficiente pretexto, Ni siquiera as librerfas de viejo —facil paraiso de nuestra juventud— han escapado al contagio, aparte de que las mismas se yan convirtiendo. poco a poco en ver- daderos osarios de la subliteratura cvando no en sdérdidos refusios de la fiteratura innombrahle En cuanto a tas revistas, mejor no hablar de ellas. Las que no son calcos innobles de las mis estipidas congéne-es yanquis, ocuan en tonterias humillantes por st: abstr- didad el escaso espacio ane le dejan ibre sts cop’osos anuncios comercia- Jes, Sus articilos sobre sex-appeal. sus anilisis del “c'amour” de las artistas, chismes sociales, noveluchas v dem*s acertijos de rarecido jaez, constiten el mas acabado monumento a la estul- ticth contemporinea. Fl resto ce ocuna fnicamente de fort-ball, de box, de basquet, carreras de antos y otros de= portes-especticulo. Todo eso esti bien en cierto sentido, pero lo cierto es ave no tancencia la cultura, ni de refilén, La verdad es que dea ratos colahora con la Anticultura. Todo eso —sin ex- cluir cierto grueso sector del cine y el teatro nacionales— ; no mencionemos la radio, por amor de Dios!— todo 0, repetimos, borra con el codo lo que la escuela y la universidad escri- ben con la mano. 2 cULTURA Sefialemos, en compensacién, un he- cho auspicioso. La calidad y jerarquia artisticas realmente notables de los dis- tintos actos culturales que integraran el proximo Festival 17 de Octubre, or- ganizado por una comisién oficial a Ia que pertenece nuestro colaborader y amigo el poeta Castificira de Dios, cuva inteligente accidn al frente de la Dire cién General de Cultura del Ministerio de Educacién se ha hecho sentir de inmediato en todas las zonas de su in- fluencia. Confesemos que nos sentimos un co alarmados ante la visible declinacion del nivel cultural de ciertas sedicentes manifestaciones artisticas. A la som- bra de la buena voluntad y el deseo ma- nifiesto del gobierno nacional en el sen- tido de estimular todas las actividades del espiritu, se habia producido wma verdadera avalancha de la mediocridad. Pero las cosas vuelyen a su quicio. EI programa del futuro Festival es un excelente sitoma y una garantia de ello, Asi se hace cultura en la verda- deta y muy seria vocacién de fa pa- labra. Y no lo decimos solamente por la perspectiva de ver representar la tra- gedia “Electra” en Ia escalinata de la Facultad de Derccho, ni por la Opera de los Mendigos, aue dirigira Mor- purgo en el Teatro Nacional Cervantes, ni por “La Fierecilla Domada” que sé hard bajo la direccién de Ponferrada, ni por “Los Caba'leros de la Tabla Redonda”, de Cocteau. Es atte no se ofreceran’ dinicamente tragedias grie- gas y comedias shakesperianas, sino que la misica y el arte iran por los barrios portefios, en cuyas esqui- nas el veterano Alberto Vacarezza ha- ri vibrar el eco del Cantar de los Gairchos, y actuarin al aire libre eran- des orquestas sinfénicas nacionales y criollas masas corales, y habra espec- t4culos de “ballet” a cargo del cuerpo de baile del Colén en los principales parques y plazas de Buenos Aires, y Exposiciones del Libro Argentino y también de pintura primitiva areenti- va, Todo para el pueblo y al alcance del pyeblo, Una verdadera movilizacion artistica en la cual “lo nuestro” —en cuanto esta expresiOn alude a las sen- CULTURA Y¥ ANTICULTURA Z cillas _manifestaciones del _folklore— ocupard el digno Iugar que le corres- ponde, sin menoscabo de las otras ma- nifestaciones del arte clasico y univer- sal. Pues estaba resultando absurdo que un pais que se ha puesto de un solo envion a la vanguardia de tantos otros en materia de politica y de justicia so- cial —un pais que da valientemente la cara al porvenir y afronta con decision y clarividencia los problemas de esta hhora— hiciera una curiosa excepcién en su estimativa.y marchara con el rostro vuelto hacia atras en cuanto se relaciona con las manifestaciones del arte y del espiritu. PREMIOS En la provincia de Buenos Aires —por intermedio de la Subsecretaria de Cultura, dependiente del ministe.io de Gobierno— se ha instituido una se- rie de premios anvales de $ 25.000 cada uno a Ja produccién. intelectua Esti muy bien. Aunque los premios munca han creado por si mismos un arfe ni una literatura —seatin se di- ce— lo cierto es que al trabajador in- telectual le hace falta de tarde en tarde an estimulo contante y sonante que, aparte de lamar la atencién_ general sobre su obra, suele contribuir, entre otras cosas, a que en ef efrculo fami- liar y social en que acttia se le devuel- va. el respeto que habitualmente se le retacea cuando no se produce a tiem- po un reconocimiento publico traduci- do en ruido periodistico y pesos mo- eda nacional. Lastima que Ja posibilidad de op- cién a tan suculentos premios hava sido limitada en-e:te caso por dos clausulas curiosas: una, que fija la fe- cha de la publicacién de la obra a por lo. menos tres afios atras —;por qué sera?— y otra que estipula como con- dicién indispensable para la_oncién la de “cinco afios de residencia” en la provincia. Con lo que se dara esta si- tnacién paradojal: que un escritor do- miciliado en una casa que corresponda a la acera este 0 sur de la avenida General Paz podré precentarse a dicho concurso, pero no psdra hacerlo, pon- gamos por caso, cualquier coleea suo que viva calle por medio en la vereda de enfrente de dicha avenida. Esta di- ferencia, con ser acaso justa, no rije para los concursos de plisticos, tam- bién muy bien dotados en dicha pro- vincia, DINAMICA SOCIAL Ha_aparecido el primer niéimero de “Dindmica Social”, revista edi- tada por el Centro de Estudios Eco- nomico-Sociales, de esta ciudad, cu- yos propésitos son profundizar los problemas que en ese terreno afec- tan al mundo contemporaneo, in- cluidos los sectores cientificos, li- terarios y artisticos. Esta primera entrega, que prestigian numerosas firmas de alto valer intelectual —y que ofrece la particularidad de pu- blicar en tres idiomas, castellano, italiano y francés, el texto de sus principales articulos— expresa en su saludo inicial los siguientes con- ceptos, que definen su encomiable vocacién continental latinoamerica- na, Dice asi: “Saludo a la tierra, desde la Antér~ ida iasia las sierras de Mejico, des- de los Andes hasta las desembocadu- ras del rio Amazonas; a la tierra, at trabajo, al hombre: trilogia de la mas palpitante iumanidad, “Tierra verdadera y real, no. abs= traccién y simbolo; no sélo teatro, six no intérprete. Materia pesada, turyida en la multiple maternidad, humeante como el hélito de los bueyes que la traba;ax, palpitante como el corasén del hombre que la domina sirviéndola, “Tierra que se insintia en los des- filaderos de los “caiones”, que se cx- tiende a lo largo del Orinoco, det Amazonas, del Plata, y en la Pampa, ya no hostil y enemiga; que se re- viste de frutales sobre las colinas pre~ andinas: que se encorva jubilocomente sobre los ampiios golfos del Ecuador, de Honduras, de Nicaragua; que cus- todia el oro de Méjico, las esmera'das de Colombia, el petréleo de Venesuela y Argentina, el cobre de Bolivia y de Chile. Aquella que perfuma con hier- bas aromdticas las plavas del Uru- guay y las florestas del Paraguay; aquella drida de la Patagonia que casi parece exacperar su desolacién, sélo para tornar més asombroso el encanto 3 SEXTO CONTINENTE de los lagos meridionales. Y también la tierra de las selvas tropicales, ama- sijo de follaje, raices, carrona, gusa- nera moustruosa, donde el hombre pe- netra slo a condicién de vencer la locura y el horror de la soledad. “En todos tos paises, la “tierra” ha cumplido y cumple una funcién im- portante ch las humanas vicisitudes; pero aqui, ella ha sido siempre sujeto 'y protagonisia, Sin el “sentido dela Yierra’, no se explica la historia de este continente.” PAPEL Debido a inconvenientes insalva- bles, derivados de la crisis mundial de papel, cuya repercusién en nues- tro pais es de todos conocida, este nimero de SEXTO CONTINEN- ‘TE aparece con algunos pliegos im- presos en un tipo de papel y otros pliegos en otro. No nos preccupa esta pasajera circunstancia_mucho més allé de lo debido, pues esta pu- blicacién se dirige a un pablico in- teligente al que muy poco ha de interesarte el detalle de la calidad del papel sino la calidad de su ma- terial de lectura. Con todo, nos ha parecido necesario dar esta expli- cacién a nuestros lectores a_quie- nes podria Mamarles 1a atencién Ia no habitual compaginacién de esta entrega, Los Enrrorrs

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