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Alberto Wolf, un terapeuta

D ire c c ió n : Estrictamente confidencial para escritores
Raúl Benzo, Andrés Torrón, Femando
Santullo, Roberto Píriz Reportaje a Tato Martínez
R e d a c to r R esponsable
Rodolfo Bruzzone
(Jacobo A. Varela: 3519) Comic: Duglas Leachandler
E s c rib e n : Alquimias
Raúl Benzo, Femando Santullo, Luis Pereira,
Edgar Sención, Walter Biurrum, Minerva
Zafhfaroni: con la música en el vientre
Clap, Gabriel Casacuberta, Rodolfo
Bruzzone, Laura Santullo, Florencia
Pequeñas historias (Rasga corazón)
Martinelli, Alejandro Puig, Alvaro Pemper, Los machos de boliches
Ricardo Nieves, Susana Borodos, Juan
Carlos Sastoros, Ménica Rodríguez, Orlando
por JJ Quintans
Pedrini, Erick Coates, Marcos Desiderio.

A cotación:
Saludos a Manuel Ghetto Humor negro
F o to g ra fía : Revelaciones: Alvaro Zinno Pena
Marcelo Casacuberta, Aberto.
Poesía: Luis Bravo
C o rre s p o n s a le s :
Liliana Omoto (Bs. As.)
Laurie Anderson, esa loca suelta
Susana Borodos (Río de Janeiro) Williams Carlos Williams
R edacción: Sexo y erotismo en la biblia
Duvimioso Terra 1346 Tel. 40 21 18
Simple opinión
D is trib u c ió n : Las danzas macabras
Hebert Berriel y Nery Martínez
P araná5 7 0 - T e l. 90 51 55

Edición conjunta con El Kioskos.r.l.

Impresión: CBA s.r.l.
Depósito Legal N 8 228.801/87
Permiso del MEC; Tomo VIII Foio
14, expediente 86.87.4084
Tarik Carson: ciencia ficción o fantasía
por F. Santullo desde Bs. As.
Cuentos de Tarik Carson
 A TTNT

ALBERTO
WOLF
— ¿ C u á n d o e m p e z a s te a h a c e r
m úsica?
— Em pecé alrededor de los 7 años
a estudiar piano. C u an d o te n ía nueve
años vi la p elícula 'S u b m a rin o A m ari­
llo" que. m e marcó mucho y ah í e m p e ­
cé con la guitarra. D espués m e puse a
estud iar m ás seriam en te y a to car en
c o o p e ra tiv a s , k e rm e s e s , ca n c io n es
m ías y d e otra gente.
En el '81 e m p e c é a tra b a ja r con el
C u arteto d e N os, hicimos algunos reci­
tales juntos y llegam o sa sa c a r un dis­
co compartido en el 8 4 . Luego em pecé
a a rm a r mi b a n d a con alg u n a g en te
com o W ilson N e g re y ra y A le ja n d ro
Rocca q ue ah o ra forman p arte d e Los
Tearpeutas. Y bueno, s e conform aron
Los T e a rp e u ta s , to c a m o s e n unos
cuantos lados y g rab am os el cassette
"Mestizo en todos lados".
— ¿ T u m ú s ic a , s e p u e d e d e fin ir
d e a lg u n a m a n e ra ?
— Es u n a alquim ia, es u n a m úsica
que m ezcla m uchos ele m en to s, ja z z ,
cand o m b e, rock and roll. C u an d o uno
habla así p arece q ue hablara d e z a n a ­
horias y p ap as, eso no es tan así: el
candom be es una m úsica q ue no tiene
m elo d ía, es un ritmo, con el rock p a s a
lo mism o. Las etiquetas no existen, los
q u e ponen etiquetas son giles. U no vi­
ve y vive d e mil formas, a n d a en la ca ­
lle, labura, d esp u és v a a I cin e, d e s ­
pués se to m a un té y en c a d a interac­
ción hay mil cosas to talm en te diferen-
 íe s . Lo mism o p a s a con la música.
— C u a n d o s a c a s te e l te m a " E l
c lu b d e M e m o ", s e te Id e n tific ó c o n
el lla m d o m o v im ie n to d e ro c k n a c io ­
n a l, ¿ te s e n tis te p a rte d e e s o ?
-y-Mirá, yo nunca m e sentí parte del
m ovim iento d e rock n acio n a l, ja m á s .
C u an d o salió e s e te m a p a s o alg o así,
e s v e rd a d ; p ero nosotros lo hicim os
p a ra currar, p a ra a tra e r g en te y m os­
trarles la otra o nd a nuestra. Y o nun ca
m e sentí identificado con el C a n to Po­
pular, ni con el rock, por e s o el disco
se llam a "M estizo e n todos lados", p o ­
rque no som os n ada, siem pre estam os
en e l m edio. C u an d o salió la p rim era
e n s a la d a d e rock nacional yo creí m u­
cho en eso, pero después m e di cu en ­
ta d e q u e e ra m á s el ruido q u e las
nueces; y eso queyo hice la m úsica d e
"Q uiero Puré" q u e e l him no d e to d a
e s a historia, p ero yo no e s ta b a ni a h í
con el rock nacional.

— ¿ C ó m o s u rg ió " M e s tiz o e n to ­
d o s lad os"?
— H a b la m o s co n la g e n te de
A y u í/T a c u a b é q u e es un se llo in d e ­
pendiente q ue tie n e m uy pocos recur­
sos económ icos porque s e autofinan-
c ia d e lo q u e ve n d e n , q u e es m úsica
nacional, es algo m uy quijotesco. Ellos
estuvieron m uy d e a c u e rd o en finan­
ciarnos p arte d el disco y d esp u és h a­
blam os con la g en te d e Ifu q u e copro­
dujo el resto. Es un disco q u e fue h e ­
cho con m u c h a e n e rg ía , co n m ucho
am or, creo q u e quedó m uy b ien. H ubo
p arte s e n e s a g rabación q u e p a ra mi
p o d ría g ustar en otros la d o s ... L o q u e
fueron m ágicas, tocó H u g o Fatorusso
p a s a es q u e no hay u n a política desti­
q u e es p a ra m í e l em b a jad o r d e U ru ­ A n d ré s T o rró n
n a d a a eso, no h ay interés. V o s fíjate
guay. Y o escucho discos d e Airto M o -
q u e J a m a ic a e ra un p a ís d e m ierd a ,
reira, d e H e rm e to P as co al y e l to c a
n ad ie se a c o rd a b a d e J a m a ic a h ace
ahí, que h a y a to cad o con nosotros es
2 0 añ o s, d e re p e n te la m ú sica ja m a i­
algo increíble. Vino d e c a m b a q u e es,
c a n a s e em pezó a infiltrar y a h o ra e x ­
no s a b ía ni lo q u e te n ía q u e to car. Y
p o rta n d is co s d e re g g a e a to d o el
después, con el resto d e Los T e a rp e u -
m undo, en C u b a pasó algo similar.
tas, fue u n a unión d e ca b e zas m uy es­
A c á hay m aterial, faltan incentivos,
p ecial, la m ú sica n u e stra p rec isa un
falta u n a infraestructura, pero músicos,
tra n c e , e s c o m o los ta m b o re s , uno
com positores, hay y m uy buenos.
n un ca p u e d e d ecir bien q u e es lo q u e
están haciendo.

— P e ro re s u la t d ifíc il h a c e r m ú s i­
c a e n e l U r u g u a y ...
— Es b ravísim o, nosotros d esp u és
d e term in a r el ciclo d e recitales en El
T in g la d o q u e d a m o s e x te n u a d o s , no
queríam os m ás. porque te n é s q u e h a ­
c e r todo vos, llevar com unicados, con­
seguir la am plificación, todo. Y la g e n ­
te m uchas ve ce s no sa b e , v a a ver un
recital, le gusta o no, p ero no s a b e to­
do el laburo previo q u e llevó. H a y q u e
seguir igual, pero es m uy bravo, no se
p u e d e vivir d e lo q u e hacós. yo creo
que se p od ría, porque creo m ucho en
la m úsica uruguaya, p o r ejem p lo co m ­
p arado s con la Argentina hay u n a dife­
rencia d e o nd a, ten em os u n a m ú sica
p ro p ia, q u e s e p o d ría e x p o rta r, q u e
 Muy raras son las veces, cuando me siento a escrbr, en que mi cabeza se
encuentra lo suficientemente lúcida como para enfrentar la faena; sobre to­
do si lo hago en la mañana
A Isacc Newton le debió pasar igual. Estoy casi segura que un d ía s e le­
vantó groñoso, por la m añana salió al patio y se puso a contem plar las setas
sin percatarse de que estaba situado debajo de un arbusto. De súbito una
naranja le arremetió contra la cabeza y descubrió la ley de la gravedad.
No puedo precisar ahora si fue una naranja, una manzana o una fresa, co­
m o el tem a que trato no es de frutología, el tipo de sustancia no viene al ca­
so. Lo que me impacta en sí es la forma en que lograban los grandes descu­
brimientos. ¿Cuántos días no atravesaría el sabio intentando llegar a nuevas
conclusiones?, ¿cuántos recortes de papel cartucho, c a jita s d e fósforos,
fragm entos de pared, reversos de libros no pernoctarían colam dos de ano­
taciones?, ¿cuántas palabras im públicas no flotarían en la densa atm ósfera
de su laboratorio? Y de pronto, el día menos esperado... ¡zasl la manzana, la
naranja, el toronjil o la fresa ¡lo que sea! cayó su encefaJmagneto y recrim i­
nando al arbusto le espetó: '¡N o pudiste lanzarla hacia o tra parte! ¡Es ju s to
no haberla desvia jo ! ¿Desviado?'
Y se puso de inmediato a pensar: 'N in g ú n cuerpo puede ser desviado a
no se r que se eje rza una fuerza exterior, p e ro ... ¿qué fu e rza es la que lo
desvía hacia abajo?, ¿la de Dios? Bah, no creo que Dios dedique su escaso
tiempo a lanzamos cosas. ¡Rayos y centellas! ¡Cómo no darme cuenta! Ningún
cuerpo cae hacia arriba. Entonces, ¿de abajo h a d a arriba no hay fuerzas?
(Hum, deja ver cómo argumento este detalle no vaya a ser que me lo confun­
dan con una subversión ideológica). Necesito un lápiz, por favor, un lápiz.
¿Dónde lo habré botado? Bueno, con este palito puaiera resultar. Y com en­
zó a escribir sobre el suelo, llenándolo de numerosos cálculos. Recordó aigo
que había escrito unos meses antes y que aún llevaba en el bolsillo, convinien­
do en que aquello le era en esas d rcu n sta n d a s de gran utilid a d . 'S o y un
bestia', pensó. 'R esulta que la tierrita posee una fuerza capaz de conquis­
ta r hasta un ladrillo.* -
Por eso estoy parado y no me caigo hacia arriba. ¿Pero si yo pesara más
que ella?... ¡aiáf ¿Y por qué no puede atraer el sol? ¡jú! me estoy complican­
do, esa parte la dejo mejor para mañana. Lo importante es que ya sé que la
tierra posee una fuerza que atrae a todos los cuerpos h a d a sí m is m a ¡Qué
bobería, caballeros! ¡Mira que no habérm ela llevado a n te s !' Y entró veloz­
mente en la casa diciéndole a la criada: "Ñoña, prohibido term inantem ente
barrer hoy el patio, so pena de muerte".

Estoy por jurar que así sucedió. Días después un ingenioso le anotó cole­
tilla e inventó una sentenda que le hizo antológica: 'P a b a jo to lo s santo'ayu-
d a n 'J
Los sabios antes eran así. Así los genios. Hoy no. Los genios de mi época
-qu ie ro decir, mis conocidos- son establemente geniales. Se levantan por la
m añana a tom ar el café con leche, se ponen a mirar una m alica verde, y de
hecho descubren todo el proceso de la clorofila. No interesa el que no conoz­
can qué es e xa d am e n te la clorofila. Basta con haberla oído mentar. A divi­
nan. Confiesan que no estudian. No les hace ninguna falta. Hallan lo imposible
porque sí. Porque su talento es extraordinario. Porque la naturaleza los d o ­
tó de tal form a que no requieren de un segundo de reflexión para encontrar
las soluciones más asombrosas.
Aunque algunos los llamen 'genios de cafó con leche", m e parece que es
por envidiar. Hay que ajustarse a la realidad; somos unos soberanos estúpi­
dos. Para poder llegar a conclusiones más o menos exactas hemos tenido q ue
quemarnos las pestañas por más de quince o veinte años, y aún así, arras­
tramos lagunas. O lo que es p e o r nos equivocamos.
Es cierto que alguno que otro de los genios de hoy - m is co n o cid os- han
hecho sus hallazgos a la par que nosotros en el tiempo, pero no quiere decir
que p o r eso hayan pasado nuestros m ismos trabajos. Por supuesto. Ellos
ocuparon todo ese tiempo jugando a las cartas taurinas, divirtiéndose en los
dancing-lights o tomando whisky and soda en casa de algún amigo que llegó
del extranjero.
Ellos no son los viejos genios. Kant dejó de crecer exprimiéndose el cere­
bro para idear una filosofía que tuvo al final m uy poco éxito. A Newton se le
arrugó el entrecejo de tanto pensar en los problem as de la física. C arlos
Marx estuvo a punto de morirse de hambre en su afán de proponer to d o un
tratado que revolucionó al mundo. Lenin, quien llevó al triunfo la p rim e ra re­
volución socialista del planeta, sudaba copiosam ente para term inar sus es­
tudios.
Estos tipos de genios se van haciendo absurdos com parados con los ge­
nios de hoy - m e refiero a mis conocidos, valga la insistencia-. Mis conocidos
constituyen la revelación del siglo. Y yo burrisim o mortal, a quien lograr una
frase mas o menos complaciente cuesta tanto sufrim iento, les cam ino p o r el
lado, avergonzada, bajando la cabeza p a ra que no se percaten tan siquiera
de mi existencia
Por eso he hecho los mayores esfuerzos por colocar en manos de mis si­
milares, estos eficaces secretos, con el fin de que puedan sortear e l repen­
tino vendaval de espíritus superdotados que se nos viene e ncim a
... Ta.les presupuestos,2 com o al principio se indica, son estrictam ente con­
fidenciales. Se deduce que no deben ser conocidos por ningún genial, puesto
que n o t e necesitan. Es obvio que se tenga presente que p a ra ellos resulten
dem asiado elementales. A sí que recórtelos por la línea de puntos y guárde­
t e cuidadosamente en la cartera. Nunca se sabe hasta qué extremos le pue­
den se r fructíferos.

6

MANUAL DE BOLSILLO PARA
ENANOS MENTALES3
1. No se encaríñe con sus frases, puede estar seguro de que algún genial
se las copiará. Trate únicamente de publicarlas lo mas rápido posible - s i son
m uy b u e n a s - para, al menos, salvar su dignidad de creador.
2. N o dude nunca de su intelecto porque otro le estriegue en la s narices
q u e lo de él es superior. Tam poco piense que lo superior es lo suyo. Trate
sólo de ser mejor. Manténgase en sus trece y no desvie el camino, a la larga,
la razón será de usted. *
3. G uarde la m ás estricta discreción acerca de sus ideas. Los genios po- '
seen un alto poder telepático p a ra atraparías al vuelo -s o b re to d o cuando
usted es muy com unicativo-. No ande confiado en eso de que es bueno con­
su lta r con otro p a ra d e sarollar trabajos en conjunto, con el fin d e que lle­
guen m ás pronto a la hum anidad. Eso era en otros tiem pos. En el n u e stro
ETICA es com o decir MOÑONGA, y la modestia no tiene por qué ser suplan­
tada p o r la ingenuidad. $
4. S i se levanta p o r la m añana y no s e le ocurre n ada ace rca de lo que
pensaba escribir, póngase a leer cualquier cosa que no tenga q ue v e r con el
tem a; levántese a hacer té o café - lo que le sea m ás eco n óm ico - o pruebe a
escribir estos consejos estrictam ente confidenciales para q u e otros se b e ­
neficien y sepan que usted sufre tanto como ellos. La angustia de uno aplaca
la de los demás.
5. No le tenga m iedo a la hoja en blanco. Escríba b que le parezca: "Dos
salchichas cuestan cinco centavos*. De inmediato te asaltará la duda: 'E s o es
un disparate*. Escríbate. A tes pocos m inutos term inará haciendo un análisis
pormenorizado de los precios, un artículo de fondo o un comentarte h u m á is -
tico. C ualquiera de tes tres será algo útil.
6. Use su diccionario de antónimo y sinónimo con entero desprejuicio. No
com eta el grave error de guardarlos cuando llegue alguien. Ese alguien tam ­
bién usa un diccionario de antónim os y sinónim os y 1o esconde cuando usted
llega. Sea original.
7. No menosprecie sus hallazgos por muy simples que te parezcan. L a g o ­
m a de borrar es el invento m ás grande que ha dado la humanidad, y aunque
no hay un sote ser que haya sido capaz de reconocerte, nadie puede vivir sin
ella.6
8. Conozca a sus enemigos, pero no se dedique a ellos. Ese tiem po le es
colosalmente im presdndteíe para emplearte en asuntos m ás importantes. No
olvide que el tiempo que usted dedica a sus enem igos es el m ism o que ellos
dedican a usted. Apropíeselo y tes ganará.
9. Si te gusta el chisme, practíquelo, pero no 1o use para destruir a nadie.
La curiosidad es fuente de sabiduría, siempre que se cuide no envidaría con
la lengua. La lengua es fuente de enem istad. El buen escritor debe ser un
chismoso consecuente. Discreto y resKótuoso h a cia los traspiés de los d e ­
más. Los chismes deben usarse sólo como referencias informales.
10. Nunca piense aue ha logrado la gran obra. La grandeza e s in fin ita y
semejante a la verdao. No trace sus propios limites. El sabio m ás grande fue
el que creyó que te faltaba mucho por conocer. El más rico, mucho p o r alcan­
zar.
11. No se dedique a estar husmeando el trabajo de tes demás a no ser pa ­
ra aprender y superarte. Lo contrarío conduce a dos errores fatales: la a i -
tica ensañosa y el plagio. La primera, te hace perder el tiem po; 1o segundo, a
la larga, se descubrirá.
12. Tenga una nutrida biblioteca a mano. Un libro vate más que un pedazo
de oro. Hágas rico en algo que nadie te puede confiscar.
13. Estudie mucho. Todo 1o que p u e da Incorpore a su intelecto, cada vez,
m a y a cultura. No se deje llevar p a aquellos que dicen que ellos no requieren
del estudio. Esos son genios. Usted no.
14. Por último, le sugiero no preocuparse por el asunto. La autosuficien­
cia rompe el saco. Los geniales no llegaran a convertirse en un problem a so ­
cial.
INDICE DE ACOTACIONES
1 Hay que resignarse a la hum ana verdad que los ingeniosos son tes que
ponen colorido al descubrimiento de tos genios.
2. Este M anual de Bolsillo se co n cib ió p a ra escrito re s. Pero estam os
trabajando en uno para m ecánicos Diesel y en otro para enferm eras de poli-
dínicos.
3. Los enanos mentales somos nosotros.
4. Los genios no aguantan el prim er round, sus hallazgos son tan fulm i­
nantes que a tes pocos segundos se tes queman las neuronas.
5. El trabajo colectivo es el m ás acabado y beneficioso, pero como aún no
se han a e a do las normas legales del m ás puro y arm ónico trabajo colectivo,
te recomiendo que escoja a su pareja con alfileres de criandera
6. Las últim as encuestas del Instituto N acional de Inve stiga d ó n de la
Opinión Pública -aunque a v e c e ^ K u lte n ser una caja de sorpresas- revelan
que en todo habitáculo decente, existe una gom a de borrar.
R aisaW hite
CARTA DE UN GENERAL
«La Flkche, 28 da Abril de 1988.
Muy Señor mió.
Encuentro que la Paita Dentol e-
un producto absolutamente exoepmo
nal y muy superior á ouantos be em
pleado basta noy.
Ruégole agregue á su próximo er
Tío una ó dos muestras de Pasta y d-
Elixir, pues varias personas rae na
pedido ensayar el Dentol. Firmado
General Verdal, La Flfcchej»
El Dentol (agua, pasta y polvo) o
en efecto, un dentífrico que, adema •
de ser soberanamente antiséptio<
está dotado de un perfume, oom<
ningún otro agradable.
Creado de conformidad con lostrs
GENERAL VERDAL bajos de Pasteur, destruye todos lo
malos microbios de la boca; impi
dlendo.por tanto, ó ourando seguramente la caries de los di e n f i­
las inflamaciones de las encías y los males de la gargan ta. En mu.
pooos dias comunioa á los dientes una blancura sorprendente, de.
truye el sarro y deja en la boca una sensaoión de frescura delicie,
**Ap^íoadísobre algodón calma instantáneamente los dolores d-
“ D ^ s F ta s ’deí^E N ^ O L ^B are*»® »-» A®
Vidal y Ribas; Sucursal de Vloente Ferrery C. ; Salvador Banu.
M a d r id . Péres, Martin y O.*j Martin y Durán; Perfumería Ingle
sa .-S e r U la t José Marín Galán; Lorenso R uis y O. ¡Franoisc
Gil Fernándes.—B ilb a o : Barandiarán y O. - S a n t a n d e r . P£ * '
del Molino y O.*; Villaíranca y C‘ l
Cdesta; G-. Cóntat y O.*.—M u rcia . A . _Buis Seiquer, y en toda­
buenas Droguerías y Perfumerías del Reino.
7
"CURANDEROS
DE SUEÑOS"

Reportaje a Tato
— T a to , ¿ p o r q u é c u a n d o se
p ie n s a en t ít e r e s , a q u í en
U ru g u a y p o r lo m e n o s , se
p ie n s a en fie s ta In fa n til, en
c u m p le a ñ o s ?
— Es una responsabilidad de los ti­
tiriteros, estoy convencido que es un
problema directamente de los que ha­
cen títeres. El panorama general da
como resultado que acá no hay escuelas
ni teatro de títeres. Si 'bien existen
casas que se dedican, lo hacen a nivel
comercial; abarcan el área espectáculo
principalmente, financian todo con es­
pectáculos para niños y no en cuanto a
funciones si no más que nada fiestas
infantiles, los contratás y ellos ponen
hasta el jugolín y los panchos.
Por otro lado por el significado que
en determinado momento tomó el títe­
re en Uruguay, siempre digo que nues­
tro títere se encuentra en los "terrei-
ros", en las parroquias de barrio; ahí
están las imágenes que adora la gente
y se comunica a través de ella en el
sentido inconsciente del espectáculo.
El títere popular nuestro es el ca­
bezudo, el judas por ese lado podemos
decir que el títere goza de buena sa­
lud.
Acá se ha dado un proceso a princi­
pios del 900 por las grandes tenden­
cias pedagógicas que unían el espec­
táculo de títere con la formación moral;
el bueno y el malo cosa que inclusive se
sigue haciendo hoy. Tomemos de ejem­
plo a Brasil, te hablo de la segunda ge­
neración de nuevos pedagogos donde
Piayet comienza a hablar del pensa­
miento mágico, de lo fantástico, donde
un personaje tiene integrado el bien y
el mal en sí, acá se ha generado esa
tendencia más que nada y se terminó
fortaleciendo con las campañas socio-
pedagógicas, donde influyó mucho la
revolución mexicana y la expafiola, épo­
ca en la que vino Lorca a Uruguay. Por
eso ha quedado ese tipo de "senti­
miento" con el títere, y es así que la
ente no tiende al espectáculo de títere
 adulto, y la cosa está dirigida princi­
palmente al niño. Hay gente de teatro
incluso que plantea empezar por el es­
pectáculo para niños para después de­
dicarte al de mayores, entonces siem­
pre quedan ios títeres y los niños en­
redados en cosas que no tienen nada
que ver.
— ¿ C ó m o n ad a q u e ver?
—Y sí, en realidad una obra morali-
zadora hoy por hoy..., que vos me digas
que hay un bueno y un malo... te puedo
decir que sí; existe un blanco, un negro,
un patrón, un obrero, sí, pero hasta
qué punto el niño puede crear y no ser
Martínez
condicionado en su creatividad. El ofi­
cio es sano en función de que el niño
pueda librarse y liberar, entonces te-
nés que estar en contacto con él, y si el
personaje sale vos mismo no sabes si se
fue por allá o por acá. Hay mucha tran­
ca, cuando los gurises te comienzan a
hablar e inventan y los titiriteros tra­
tan de argumentar su obrita y no le
dan bolilla al niño; es ya un problema de
formación y la responsabilidad la tiene
el propio creador. Otra cosa, yo para
sacar el pasaporte estuve peleando
seis años para que pusieran "titirite­
ro" y todo el mundo se reía, incluso hoy
muchos se ríen, digo, es mi profesión
como puede haber dentistas. Este tipo
de cosas tiene que empezar a partir
del sentimiento de cada uno.
— No tie n e re c o n o c im ie n to
co m o p ro fe s ió n .
— No, incluso el Florencio, es la in­
tegración del títere al teatro pero a mí
me queda la duda si el títere es teatro.
— H a b la b a s de un t ít e r e
m o ra liz a n te , ¿ h a y ta m b ié n un
títe r e p e d a g ó g ic o ?
— Es una característica que el títe­
re ha tenido a ravés de la historia. Los
franceses que vinieron hablaban de "la
Marión" -pequeñas Marías que nacían
en los tem plos-, de ahí la palabra Ma­
rioneta; así comienza el rito y tiene ese
contenido aunque nazca en la iglesia.
Acá también, no puedo decir que no
haya obra de títeres que no tenga un
mensaje o característica pedagógica.
Trato de plantear el significado
que tiene el títere en función del tra­
bajo del titiritero y del manejo que se
le da acá hay que entrar a pensar, por
qué este tipo de referencias a nivel
educativo se planean desde 1930.
En las campañas sociopedagógicas
que terminan en el 47 el títere va a la
cabeza, Rubén Yáñez era el encargado
de estas campañas, también Rosita
Baffico que trabajaban en contacto
con los titiriteros y cumplían una fun­
ción principalmente didáctico-peda-
gógicas. • tere es el personaje, ahí comienza un
• Pero yo me refería a superar las
obras donde no se atiende el desarrollo
creativo del niño.
— ¿Vos re c la m á s una e s té ­
tic a nueva del títe re ?
— No la reclamo, la busco, tampoco
trato de imponer lo que pienso, planteo
que cada uno haga su aporte, lo bueno
sería encontrarse, lo que pasa es que
tampoco hay espacios para los jóvenes;
nosotros podemos decir que lo que he­
mos hecho ha nacido de lo marginal. Hi­
cimos Barrio Sur y caminó bárbaro
pero nosotros lo empezamos desde
abajo en el barrio.
Ahora sacamos una obrita que es un
ejercicio o ensayo abierto y probamos
como funciona en sindicatos, actos po­
líticos, como funcionó por ejemplo en
ARTE EN LA LONA, que tuvo todo un
peso. Hay que lograr un encuentro
donde se puedan hablar todas estas
cosas pero acá es muy difícil.
— ¿Por qué?
— Pasa por ejemplo que nosotros
hemos sido uno de los grupos que ha
salido pila del país, dimos cursos por el
litoral argentino, Paraguay, Brasil y
hace poco que damos cursos acá. Me
acuerdo que con titiriteros veteranos
antes de ir a una beca que recibimos
del Instituto Internacional de Marione­
tas de Francia, estábamos planteando
por qué no hacer un estudio antropoló­
gico del títere en Uruguay y no te digo
que rieron pero... hará cosa de un año
un estudioso yugoeslavo sacó un libro
sobre antropología tititeril, acá minga.
— ¿ C o m o se llam a?
— Enrik Yokowski es presidente de
la Unión Internacional de Marionetas.
— T a to , ¿ có m o le lle g a al n i­
ño u n e s p e c tá c u lo ta n d ife re n ­
te c o m o el títe re c u a n d o lo s
n iñ o s e s tá n b o m b a rd e a d o s d e
v id e o y te le v is ió n , ta n ta te c ­
n o lo g ía ?
— Acá está mal utilizado, nosotros
hemos tenido oportunidad de trabajar
con video y títeres y funciona esplén­
didamente. Hay experiencias en Brasil,
vas a un Museo y se trabaja con video;
sale un muñeco y por otra cámara el ti­
tiritero está viendo al público, puede
trabajar con un montón de gente y a
medida que van pasando los gurises
van hablándole y el muñeco va contes­
tando las preguntas. El niño va hacien­
do el recorrido del museo -q u e no es
de cosas muertas, está v iv o - y el títe­
re juega con ellos en el video.
Hay una cosa con el títere, un actor
tiene que adoptar un personaje, el tí­
cambio de roles muy grande. Es el valor
que no solo la figura tiene si no que se
produce una magia; yo en la sala de te­
atro le brindo mi voluntad al actor que
decide y hace por mí espectador, o que
espectador se para y dice "no estoy de
acuerdo".
Las formas más participativas y
populares son por lo tanto los tablados
donde la gente se para, aplaude, grita,
pero cuidado con los santuarios donde
la gente se ríe si es para reir o llora si
es para llorar pero nadie dice nada.
Acá estamos rodeados por la televisión
que maneja el títere en forma comer­
cial. Hasta hace diez años tenían un ti­
po de títere de goma que te vendían
para meter tres dedos, después apa­
reció Plaza Sésamo y ahora todo el
mundo maneja un Muppet
— En C a n a l 5 h ay un p ro g ra ­
ma de títe re s .
— Seguro, son leyendas de otros
países. Y es bueno... un títere tradi­
cional son lindas obritas y quizás por
eso lo da Canal 5 y no otrc canal.
— Vam os a lo que h a b la b a s
del F lo re n c io
— Decía que se plantea como la in­
tegración del títere al teatro pero no­
sotros nos preguntamos en qué calidad
está el títere, ¿el títere es teatro? Se
ha dado por lógica al no haber salas
para los titiriteros... yo a veces hablo
de más. Nosotros en este momento po­
dríamos conseguir salas para trabajar,
siempre hemos trabajado en contacto
con un montón de compañeros titirite­
ros y sabemos. Hay por ejemplo un
compañero que estaba para el curso de
Perú y se tuvo que ir porque no consi­
guió dinero para el pasaje. Había sido
elegido por el Ministerio de Relaciones
Culturales y Técnicas de Francia, había
recibido la aceptación de Perú y acá le
fueron a hablar a la crítica y ellos le di­
jeron que no lo conocían y la gente de la
embajada lo mismo. Que ellos nunca van
a ver obras de títeres; por si las quie­
ren ver no van a ir a las salas, se van a
tener que enchastrar los zapatos de
barro, es una realidad.
— ¿ A lg u n a o tra vez lo s tí­
te r e s re c ib ie ro n F lo re n c io s ?
— No, ésta es la primera vez en la
historia de los Florencios que se dá.
Para nosotros el Florencio tenía en ese
momento una gran fuerza desde el mo­
mento que dejábamos en claro que el
 Florencio nos lo pasábamos por los
huevos.
— Es un r e c o n o c im ie n to al
títe re co m o a rte en sí.
— Seguro, trato de decir que la
responsabilidad es nuestra, que nadie
nos regala nada, si querés hacer títe­
res te ponés a hacer títeres y a ju n ­
tarse con otra gente y tratar de com­
partir, de crear, intercambiar.
Acá el teatro pertenece a una cate­
goría; el teatro de actores, ellos mis­
mos se titulan así y te pueden llegar a
prestar la sala siempre y cuando vos
les asegures un determinado borde-
raux. El Estado no te da un carajo y
tampoco vayas a pedir, ¿para qué?
Utilizaron una política que rompieron
con todo lo que se había logrado du­
rante la dictadura. Ese movimiento que
había durante la dictadura a nivel de
cooperativas de vivienda, hoy ya no
existe y la Intendencia ha corrido todos
los espectáculos por los barrios. La
coyuntura política,, sí genial, pero aho­
ra que hay, no hay nada ni lo de la In­
tendencia.
-¿ P a ra la R ed d e E x te n ­
s ió n C u ltu ra l In d e p e n d ie n te tú
no fu is te In v ita d o ?
— Mlrá, yo estoy medio aparte, in­
clusive soy de pelearme con todo el
mundo porque largo mierda, pero lo
que trato de decir no es por hacer
bandera ni nada por el estilo si no
que... es bravo.
La RECI debe ser una de las mejo­
res medidas que FUTI ha empezado a
fundamentar ahora, se verá en la prác­
tica. Sabemos que hay espacios para
trabajar en la medida que vos vayas
presentando, yo en esos casos estuve y
estoy abierto. Inclusive la compañera
que estaba recién, vino para tratar de
ver acciones a nivel de teatro que
planteen la problemática del trans­
porte, ella preguntaba con cuántos
grupos contamos. Claro, ella no sabe lo
que está pasando, vos tenés que mi­
rarla a la cara y decirle ¡¡nada!!
Se da porque acá la gente de tea­
tro popular que desarrolló cosas, ha
quedado poca, teatro barrial casi no
existe, otra cosa son las medidas que
la sede acá y por lógica los que parti­
toma la FUTI como tal, a nivel e barrio
ciparían serían de Montevideo; volve­
hay muy poco.
mos a crear el ombligo, la gente del in­
Hay instituciones privadas que fun­
terior queda completamente aislada.
damentan el teatro popular y son em­
Entonces, ¿qué hay? Intereses polí­
presas que trabajan con la cultura; ticos, ¡¡ahhhal! no prima el interés por
existe y yo me he peleado con ese tipo
el arte. La responsabilidad es de la
de cosas.
propia gente.
— ¿ C ó m o s e p u e d e o rg a n iz a r
— ¿Los t it ir it e r o s ?
eso?
— Seguro, podés exigir pero estar
— Con la gente creando, compar­
organizado, no trato de vender versos,
tiendo, eso me dice la experiencia de
no es lo mismo salir solo que cuatro o
organización de época de dictadura. cinco locos y entrar a trabajar. En las
Se juntaban grupos y se hacían cosas
diapositivas del 1fi de Mayo la delega­
en pleno barrio y se discutía; hoy no se ción de titiriteros participaba con
hace, ¿qué pasa?
pancartas muñecos gigantes; toda esa
— ¿No se d is c u t e e n tre
juventud ya no está. A muchos les vas a
q u ié n e s ?
hablar y te dicen "¿pa' qué?", "¿pa'
— Ya no estoy hablando solo de tí­
que me caguen los viejos?"
teres, hablo de lugares donde partici­ — ¿H ay e s c u e la s de títe r e s
paba Rubén Olivera, había títeres, te-, fu n c io n a n d o ?
atro barrial, gente de peso, Esmoris,
— Hasta hace poco la de El Galpón
Toja... yo qué sé.
no sé si ahora sigue, por otro lado, el
— ¿ E n to n c e s e l títe re es un
taller de títeres de la CESEU en don­
fe n ó m e n o m a rg in a d o , ta n to de
de estamos nosotros y además esta­
in s titu c io n e s c u ltu r a le s in d e ­
mos abriendo acá en esta sala el "Mise­
p e n d ie n te s com o d el E s ta d o ?
ricordia Campaña".
¿Lo m ism o el p úb lico?
— N o te c o b ra m o s n ad a por
— No, el público te acepta, más que el aviso , ¿ có m o fu n c io n an ?
de hablar de instituciones te hablo de
—Para niños y mayores, planteamos
los titiriteros. Antes de llegar El Gal­
una cuota que la fijan los padres según
pón se había hecho el segundo encuen­
sus posibilidades pero que no hacienda
tro de titiriteros independientes en la
a más de N$ 350.-, con eso pagamos
ACJ, se planteó no tomar decisiones
los gastos generales.
para generar una federación hasta que — ¿Cóm o e s tru c tu ra n e s to ?
no estuvieran los compañeros exiliados
— Principalmente planteamos una
y detenidos; por lo tanto se llamaba a
percepción diferente y tomamos el te­
un plenario nacional declarando al títe­
ma de la magia. Yo tengo un objeto, lo
re en emergencia cultural. Para noso­
cargo de un valor que repercute en él y
tros nada disparatado, ya se ha hecho
se refleja nuevamente en mí; es lo que
por ejemplo en la Pampa argentina.
pasa en un terreiro de macumba, el ti­
Nosotros planteamos lo mismo en la
po tiene a un santo, le da un valor, lo
medida que se pudiera aplicar un de­
carga de ese valor, luego asume a
sarrollo consciente en cuanto confor­
Ogum Oxalá, esa es la magia. Allí nace
mar un lineamiento cultural donde el tí­
la representación, el rito en este caso
tere se incertara respetando las dife­
con un objeto mediante.
rentes opciones. Llegados los compa­
Sacando el lado ritual podemos de­
ñeros del exilio, todos los compañeros
cir que un automóvil tiene el mismo
libres se juntaron alrededor de ochen­
contenido. Te lo cargan de un valor; y
ta titiriteros pero no se aprobó la fe­
en la televisión te pasan un tipo que
deración que planteaba la división en
entra a una pieza, se sienta, aparece la
regionales en todo el país; se aprobó
familia, desaparece y se va armando un
"asociación" donde por lógica tendría
auto, la familia no aparece más, al auto
10
te lo están cargando de un valor.
Está todo estudiado -e n el mal sen­
tid o -, nosotros no queremos una edu­
cación donde ‘ toma te doy un texto,
tomá un muñeco, párate ahí, decí el
texto moviendo el muñeco y yo te digo
si podés entrar en esta escuela de tí­
teres".
— Se e n tie n d e .
— Acá vamos a prender velas, a ti­
rar látex contra la pared, experimen­
tar con los materiales. Se trata de que
la gente experimente a través del tí­
tere, si después quiere integrarse co­
mo titiritero tendrá que seguir inves­
tigando. Ahí nadie se escapa; considero
que la educación es permanente, yo
puedo pasarte algún conocimiento pero
a mí me falta mucho por conocer. Lo
planteamos a ese nivel y no tanto edu­
cando-educador, el encuentro es co­
mún. Si un día un niño viene y te dice
"hoy no trabajo" está todo bien. Re­
cuerdo que una vez puse la música de
Manuelita, los gurises escuchaban, todo
bien. De repente uno de los gurises di­
ce "¡¡NO, NO!! vamos a elegir otra mú­
sica, esta no. Manuelita es estúpida, se
va a Francia, la tiñen con añil, la peinan,
y demora tanto que cuando vuelve está
vieja y arrugada como se fue.". Ahí el
niño no manejó un títere pero decodifi­
có. Y bueno, abrir cabezas, buscar
pigmentos para pintar las rocas de la
rambla, barro en los pozos cercanos.
— ¿ C ó m o e ra e s o q u e h a b la ­
b a s fu e ra d e g ra b a c ió n d e lo s
a te n ta d o s c u ltu r a le s ?
— ¡¡Jháü La sakura presentaba un
nuevo rollo fotográfico en el Notaria­
do. Se presentaba como la llegada de
la primavera. Iban a sacar fotos de la
gente en la llegada de la primavera. De
repente apareció una bandera rosada y
violeta que decía CIRCO. Niños, muje­
res, gente que sin saber tocar instru­
mentos pero golpeando igual una lata,
haciendo batuque y todo el mundo dis­
frazado, lleno de máscaras, por todos
lados circo y uno pasando la manga con
un cráneo. Cuando llegamos y los fotó­
grafos iban a sacar a la gente se sacó
un pene de yeso de 30 centímeros, lo
rodeamos de velas y la gente empezó a
dar vueltas y vueltas, después levan­
tamos el pene y nos fuimos.
La señora Nancy Bacelo se acercó...
y nos dijo; "no vuelvan" (RISAS). Pero por eso en cierta forma también noso­
no lo tomó a mal, todo bien. tros somos "curanderos de sueños".
— ¿ E n q u e s e e s tá a h o ra
T a to , q u é se p re p a ra ? Laura Santullo
— Hay dos proyectos, un espec­ Rodolfo Bruzzone
táculo para hacer primero en sala y Raúl Benzo
luego sacarlo por los barrios -n o que­
remos perder esa perspectiva- apun­
tamos a rescatar nuestros valores en
cuanto a los ritos. Y lo otro es direc­
tamente un trabajo en la calle.
— ¿ C ó m o y cu á n d o ?
— Alrededor de noviembre; un de-
lanto: valijas, muchas valijas, de aden­
tro salen diferentes elem entos del
tiempo de nuestros abuelos. Paños,
sombreros que se convierten en muñe­
cos, fotos que terminan convertidos en
santuaritos. Una mujer formada con un
trapo de sombrero, está lavando, lleva
de arrastro una valija, la música de
fondo es un látigo. La valija se abre,
hay un espejo, se reflejan las fotos de
Aparicio, Batlle, el espejo se rompe y
queda un Cristo lleno de fotitos. La
m ujer saca el Cristo y queda la cruz
vacía llena de fotos, desaparece la tela,
queda la figura de la piedad de Miguel
Angel.
Un nacimiento a partir de los ritos
nuestros latinoamericanos, San Jorge
Ogum, el Equeco. Después nosotros la
juventud envejecida. Salimos locos jó ­
venes con caravanas sombrero onda
Gardel, no por ser underground sino
porque llegamos a los 30 descubriendo
hace tres que no tenemos 17; a partir
de ahí sacaremos conclusiones.
— ¿ P o r q u é el n o m b re?
— Viene del estudio de nuestra cul­
tura afro. El primer títere en Uruguay
era negro, peleaba capoeira en la época
dé la colonia. Pegaba con la cabeza, era
una lucha que nació en cautiverio; por
eso "Misericordia Campana", era el ar­
quetipo de campañero de la Iglesia Ma­
triz. Hay referencias muy grandes que
casi nadie conoce. En la colonia ya había
títeres que le tomaban el pelo a los
conquistadores; Uruguay era un gran
puerto negrero y bueno que aparezca
un títere negro peleando capoeira
-d a n za frente a los ojos de los amos
que en realidad era la práctica de una
lucha cuerpo a cuerpo-, danza magia
de allí vemos que lo más cercano a no­
sotros vendrían a ser los curanderos,
t V4
 ‘ ...Es preciso que de una manera u oira, y no necesariamente a
través de los tribunales de justicia, el criminal reciba su casti­
go...*
R.CH.

*.. .Que se me muestre a alguien incapaz de soportar la novela policíaca:

se tratará, sin duda, de un mentecato, un mentecato inteligente - e s po­
sib le - pero de todos modos un mentecato."
Raymond Chandler

U5
 'No entiendo porque a la gente le
parece más natural ver un avión
rompiendo la barrera del sonido, que
una pareja haciéndose e l a m o r'

"La vida son las cosas que te

suceden cuando estas ocupado
haciéndote otros planes".

Gabriel García Márquez

'LA CARRERA DE LAS ARMAS VA

EN SENTID CONTRARIO DE LA
INTEL IGENCIA. Y no solo de la
inteligencia humana sino de la
inteligencia misma de la naturaleza,
cuya finalidad escapa a la
clarividencia de la poesía. Desde la
aparición de la vida visible en la tierra,
debieron transcurrir 380 millones de
años para que una mariposa
aprendiera a volar, otros 180 millones
de años para fabricar una rosa sin
otro compromiso que e l de sr
hermosa, y 4 eras geológicas para
que los seres humanos fueran
capaces de cantar m ejor que los
pájaros y de morirse de amor. No es
nada honroso para e l talento humano,
en la edad de oro de la ciencia, haber
concebido el modo de que un proceso
multimilenario tan dispendioso y
colosal pueda regresar a la_nda de
donde vino, p o r el arte simple de
oprimir un botón.

(Del discurso de apertura de la

Reunión sobre la Paz y e l desarme.

"EL ANTEPARAISO"

Raúl Zurita (Chile)

'...A llí también entendí que e l arte y

la literatura, y no soy p o r supuesto el
único que lo digo, deben estar
relacionados con la vida en sus
aspectos más concretos y más
complejos a l mismo tiempo o no
tienen que ver absolutamente con
nada."

(De un reportaje a la revista Crisis.

Bs. As. Número 60. Mayo. 1988
 "Con la
música en él
vientre"
— ¿ C ó m o d e fin e n la o n d a de
Z a f h f a r o n l?
Luis Firpo — Nosotros la definimos,
no precisamente como nos publicita-
mos. Porque decimos que somos un
grupo de jazzrock pero... Mirá lo que
pasa es que hay mucho tuco entre no­
sotros. Pero yo la definiría como músi­
ca del 88, basada en las vivencia per­
sonales y grupales más lo que hemos
estado cultivando todos estos años de
estar tocando juntos.
— ¿ C u á n to s a ñ o s ?
LF — Seis.
— P e ro la s u y a e s u n a o n d a
d ife re n te a la q u e se h a c e en
n u e s tro m e d io ...
José Schmid — El problema es que
se hace poco. Como lo nuestro es ins­
trumental... No sé si decir diferente,
pero en otras partes del mundo tiene
cantidad de adeptos. Lo bueno sería no
encasillarlo en un tipo de género. Eso
de decir que es jazz, rock, fusión, lati­
no... es decisión de cada uno.
— T ra ta n de d a r u n a o p c ió n
m ás...
LF —Claro, puede ser. Yo te puedo
asegurar que si tocamos acá para los
jazzistas, evidentemente que vamos a
ser roqueros. Pero tal vez para los
gurises que tocan rock and roll somos
jazzistas.
— D e l d is c o q u e s a c a ro n
a h o ra , ¿ h a y u n c a m b io e n e l
e s tilo ?
JS — No. Me parece que en el estilo
no. Pero sí algunos cambios de forma,
como los solos que son un poco más
cortos. Así también los espacios de
improvisación. Lo que sí cambió fue la
integración. Ahora tenemos un bajista
y un tecladista nuevo, y esto te cambia
bastante las cosas. Incluso por las po­
sibilidades, siempre hablando m era­
mente en lo técnico. No es lo mismo un
teclado del 84 que uno del 88...
Pero lo que cambió fue fundamen­
talmente acá dentro, en la cabeza. Los
temas de Luis son un poco diferentes
de lo que eran al principio. El grupo
suena diferente. No sé si peor o mejor,
pero suena diferente. Si tu escuchas el
primer disco y el segundo cuando sal­
ga...
— ¿ P o r O rfe o ?
LF — Sí. Esperemos que por Orfeo
y no por Morfeo.
JS — ...hay diferencias bastante
marcadas.
— ¿ N o hay, q u izá s, u n a b ú s ­
q u e d a de s o n id o s u ru g u a y o s o
p o r lo m e n o s m á s la tin o a m e ri­
ca n o s?
LF — Bueno, yo me identifico, sin­
ceramente, con algo más rioplatense
como el tango, ¿no?. Es lo que en los
últimos años me ha llegado bastante. El
candombe lo considero una cosa típica­
mente montevideana. Yo que vivo más
afuera, la experiencia con el candombe
es la del Kinto, Rada, Tótem. Pero no
la considero una música que digamos:
Qué uruguaya que es. Aparte lo del
Opa agrandó mucho el espectro del
candombe. Pero considero que todos
los elementos que andan sonando por
ahí, son tan uruguayos como cualquier
otro. No creo que haya sonidos uru­
guayos y otros que no. Me parecen que
todos son japoneses. Creo que si que-
rés abrir la cosa tenés que utilizar el
mismo lenguaje que los músicos del
resto del mundo. A no ser que uno ten­
ga un grupo de folclore.
— La m ú s ic a de Z a fh fa ro n l,
¿ e s u n a m ú s ic a d e v irtu o s o s ?
LF — No, yo creo que no, y menos
cada vez. Tal vez hace años trataba de
tocar muchísimo, pero ahora trato de
17
 hacer lo justo. Esto es mucho más difí­
cil. Pero a veces, por un problema de
ansiedad, al final termlnás poniendo
más cosas.
JS —Claro. Luis trae un tema y yo
tengo que ponerle las bases, los rit­
mos, cortes y otras cosas. Pero pongo
lo que me sale. Ahora si vos lo compa-
rás con las bases de un grupo de por-
teñada, soy un virtuoso. Y si lo compa-
rás con lo que toca Billy Ccbham, tam­
bién soy un virtuoso...
Además no lo encaro para tocar la
mayor cantidad de palos en el menor
tiempo posible. Justamente de lo que
se trata todo esto es de hacer música,
¿no?
— U stedes com o que le
prestan un poco más de aten­
ción al show. Ejemplo la onda
aquella de los monjes.
LF — Bueno eso de los monjes fue
una escenografía, pero yo particular­
mente, no me siento diferente. No sé en
el caso de José. Pero lo de los monjes
era eso y solo eso. Yo sigo parado en el
mismo lugar en el escenario. No hago
piruetas ni triples saltos mortales...
JS — Pero sería bueno.
— ¿ U stedes g ra b a ro n en
Buenos Aires hace poco?
LF — Sí, en mayo, y ahora venimos
de tocar de allí.
—¿Cómo les fue? el momento. O mejor editarlo a fin de Si nosotros hubiésemos tocado en un
JS — Hicimos un pequeño circuito
año. horario mejor, creemos que la respues­
de pubs. Lo que pasa es que la cosa allá
— ¿Es m uy grande la dife­ ta debería haber sido otra. Eso fuera
es bastante dura. A la gente que nos
rencia entre lo s estudios de de que la respuesta fue bárbara. Pero
vio le gustó. Incluso hablamos con un ti­
Buenos Aires y los de acá? ya tocar de noche te da otro incentivo.
po que edita una revista parecida a la JS — Hay gran diferencia. Nomás, Pero peleamos hasta el último momento
de ustedes, y el loco dijo que situaba la en la comodidad del músico cuando para ver si podíamos tocar en un lugar
onda nuestra a la altura de la banda de
graba, los monitores son totalmente mejor. Eso nos hizo sentir mal e incluso
Lito Epumer, aquel de Madre Atómica, reales, ¿no? Te diría que hasta el sis­ casi no tocamos. Porque consideramos
y de Francisco Rivera.
tema de retorno, que parece una bo­ que después de seis años de estar la-
El grupo gustó y el público es muy bada, te metés adentro de la cabina y burando en el medio, y no por pedante­
demostrativo, mucho más demostrati­ te ponés los auriculares, todo bien. ría ni nada por el estilo, sentíamos co­
vo que aquí. LF — Acá lo que pasa es que el me­ mo que habíamos logrado el obtener un
LF — Lo que pasa es que según dio es muy chico. Aparte nosotros en­ mejor lugar.
donde se toque, por ejemplo no es lo trábamos a trabajar y no había nadie, — Un reconocimiento...
mismo el Teatro del Notariado que to­ ¿no? Diferente es acá donde hay ami­ LF — Exacto.
car en un boliche, en el cual los locos gos que te dicen: ¿Puedo entrar loco? — ¿ P royectos?
están tomando cerveza... hay otro am­ y de repente por no decirles que no... LF — Los míos son de seguir tocan­
biente. Pasa que el grabar es un momento muy do y de hacer otro disco. Pensar para
íntimo, en el que tiene que estar sola­ afuera, Buenos Aires, no sé. Aunque se
— ¿Ustedes grabaron con mente la gente de la banda. Bueno, y hace duro porque con el asunto del
la mente en editar solo acá o las diferencias técnicas, que nosotros cambio, si ganás un mango, cuando vas
también en Argentina? las podíamos haber aprovechado más, a cambiarlo no vale nada.
LF — Sí, salir acá y tal vez editar en pero ir con 48 horas a un estudio que JS — Lo que para ellos es un mon­
Buenos Aires. no conocemos, se hace bravo. Pero tón de guita, acá no.
JS — Incluso hay una grabación en igual se hizo lo que se pudo. LF — A mí me gustaría poder in­
Master digital para tratar de editar — In c lu s o m overse como vertir ahí, porque es grande, loco. Acá
en láser probablemente en Japón. Eso p ro fe s io n a l' en el m edio es me encantaría poder duplicar el públi­
son cosas que se hablaron muy a la pa­ bravo, ¿no? co, pero eso se hace difícil.
sada. Son posibilidades. LF — El medio ya no te deja ser
— Aún no saben cuando se profesional. Sos un amateur for ever,
edita, ¿no? pero tratemos de hacerlo lo más pro­
L F — No. Sabemos que las tapas no fesional posible. Y si sos profesional
están... podés ensayar 4 horas diarias, cosa
— Si, y e l a n te rio r disco que nosotros no lo hacemos, ganar gui­
también se atrasó... ta y tener mejores equipos.
LF — Sí, casi un año. Después que — Hablemos de Montevideo
estuvo pronto, porque el disco se gra­ Rock. ¿Cómo se vieron uste­
bó en treinta y pocas horas. Y son co­ des en ese panorama?
sas que te quiebran bastante. Porque LF —Nos vimos un poco incómodos
vos le ponés un montón de esperanzas porque no tuvimos el mejor horario. En
en eso, y lo grabás con un entusiasmo el segundo. En el primero, gracias a una
bárbaro. Después ves que pasan los treta de José tocamos de noche, sino
meses y sabés que está archivado, tendríamos que haber tocado de día.
porque hay mucho laburo, porque no es Nosotros creemos que eso influye.

18
 Por demás apasionante resul­
ta la biografía de GIUSSEPPE
Z A F M F A R O N I, poeta, músico,
compositor y portero nació en
Italia en 1210 en el seno de una
antigua familia de rancia aris­
tocracia. Desde su primera in­
fancia, ya nombrado conde, sin­
tió una extraña y continua in­
clinación. Esta inclinación se
prolongaría hasta 1225 cuando
la familia abandona su reciden-
cia en la Torre de Pisa y se
traslada al campo.
Instalado en su residencia
campestre, el Joven conde
Zafhfaronl -influenciado por
nocturas lecturas de las obras
del Marqués de Sadi y por las
narraciones de su vecino el Ba­
rón Rampante- daría inicio a
una tan larga como oscura le­
yenda del lirismo y libertinaje.
Según el famoso teólogo Fray
Luigi Firpus (1431-1431), las
tropelías de Zafhfaroni desata­
rían la irá del Papa Gregorio X
influyendo en su decisión de
comenzar, en 1231, la Inquisi­
ción.
Hereje por vocación y debido
a la nefasta influencia de su tío
Hortensio (Totó), el conde orga­
nizaba nocturnas tenidas con
inocentes y gráciles doncellas
a las que -como verdadero ade­
lantado a las costumbres se­
xuales de su época- gustaba
succionarles la cavidad nasal.
El historiador escandinavo
Ferdjn Notarius sostiene que,
en 1234, escondido en un sótano
de las huestas inquisidoras,
Zafhfaronl se enamora de la ba­
ronesa Casimiara de Soslayo
quien, como buena heredera de
la mejor tradición itálica, po­
seía dos enormes y apetitosas
fosas nasales.
Sin embargo, según el poeta
árabe loco Juan El-Emir en su
obra NEGROCONMIGON, la baro­
nesa decidió escapar a las re­
quisitorias de Zafhfaroni para
poner a buen recaudo sus orifi­
cios y su honra.
Desengañado, Zafhfaroni de­
dicó entonces sus días al estu­
dio de la mandolina convirtién­
dose muy pronto en un virtuoso
ejecutante y en el primer músi­
co en lograr tocar la Scala de
Milán con sólo dos dedos.
Cuando la peste llegó a la re­
glón, Zafhfaronl halló refugio en
los barrios bajos de Bruselas
donde alteró como portero en el
tristemente célebre burdel de
don Luigi Alderotti, conocido
maestro de blancas y negras.
Tras escuchar el llamado de
la fe, Zafhfaroni participa en
las cruzadas junto al rey Arturo
Men-Essex y Amun Rey Ricardo
Corazón de León.
En 1305 es hallado culpable
de blasfemia por un tribunal re­
ligioso y obligado a llevar, co­
mo símbolo de su Ignominia,
una hache en medio de su ape­
llido como manera de salva­
guardar del deshonor al resto de
su familia.
Atormentado por el nefasto
dilema de dónde colocar una le­
tra que, para colmo, era muda,
el conde Zafhfaroni fallece en
1310 - a los 99 años de edad- en
el lecho de la duquesa de Corne-
lius durante su noveno orgasmo.
Al ser abolida definitivamen­
te la Inquisición, las obras de
Zafhfaroni son autorizadas por
el rey Alfonso II y alcanzan una
vasta difusión, especialmente
su opus "Viento de vientre",
ejecutado comunmente en las
cortes europeas luego de opípa­
ros banquetes.
< N E M f4 N E U R A » T £ N l4
Todo» lo» Medico» fro c la a a a qae
¿D E Zafhfaronl
s ie m p r e
 pequeñas "Se tu queres ver a inmensldáo do ceu e mar
refletindo a prismatlzaqáo da luz solar
rasga o coragáo vem te d e b ru ca r
sobre a va stid a o do meu pe n ar"
Elegimos Rasga Corazón, obra que ensaya el elenco del Galpón
y dirige Chino Campodónico. Con el conversamos por primera
vez sobre la obra; Brasil, Cavanagen y Canudos, Getulio Var­
gas y la cocina del teatro. "R asga C orazón es una obra
Queríamos hacer de Viana que es un e s c rito r bra sileñ o , na cid o en
un artículo
el 36 y m uerto en el 74. Es una obra m uy L a tin o ­
diferente sobre am ericana y podría d e c ir que es hasta Garcia-
teatro, una m arq u ia n a ; la obra está d ivid id a en d o s partes
introducción a la m u y d is tin ta s , la p rim era parte es p iroté cn ica ,
creación, al e xp lo siva , b rasileña, co n m ucha m úsica y la se­
trabajo. Un g u nda entra d irecta m e n te en el dram a, Viana es­
acercamiento a c rib ió esta segunda parte en la cam a co n cáncer,
sus hacedores. creo que esto le d io un ca rá cte r tris te , es com o
Fueron m ás tra d ic io n a l, es el e n fre n ta m ie n to del padre
necesarias unas
co n el h ijo . Es una obra m uy fu e rte , m uy
cuantas dra m á tica , diría hasta m elod ra m á tica "
entrevistas, un doce actores forman el elenco. El trabajo está aún en una
guión, una primera etapa, son perfiles, ideas...
grabadora y "P rá cticam e n te toda la obra es la vid a de
participar de una M anguarl P isto ló n , que es un m ilita n te de toda la
serie de vida, pero que no aparece presentado de una
ensayos. Un día fo rm a m an iq u e ista , Viana lo presenta co m o un ser
sentimos que ya hum ano, co n to d o s su s razgos p o s itiv o s y a la vez
estaba bien, para co m o un h om bre co n c o n tra d iccio n e s y d e b ilid a ­
lo que queríamos des. Por o tro la d o el nudo de la obra está tam ­
que fuera el bién en la relación con su h ijo Lúea, se plantea lo
artículo ya q ue se podrfa llam ar un c o n flic to g e neracional.
teníamos el Viana d ice que lo s c o n flic to s no están e ntre las
material; ni una g e n era cio n e s, sin o d e n tro de ellas, y q ue cada
critica, ni un ge n era ció n lo resuelve. En la o b ra aparece m ucho
tratado sobre este elem ento. La o b ra es tam bién m uy atra ctiva
teatro. Este p o r o tro pe rso n a je q ue es in creíb le , es el perso­
artículo es, naje de L o rd O rtiñ o , es el B ra sil y p o r o tro lado
pretende ser, un es un personaje co m o D ionisfaco, es co m o un d io s
acercamiento al pagano, una especie de obseso sexual. Estas
hacer a la g ra n d e s fig u ra s sexuales han sid o m uy tapadas
seriedad de una p o r la cu ltu ra ju d e o -cristia n a . Y n o so tro s trata ­
entfega. m os que esos ele m e n to s no sea ju zg a d os com o za­
fa d o s o relajo, p o rq u e no les cabe, están m ás allá
del bien y del m al." La obra toma prácticamente cuarenta
años de la historia de Brasil, con continuos pasajes de presen­
te a pasado. "A rra n ca en el presente, es el presente
del 72 cu ando fue e scrita , e inm ediatam ente se
va para atrá s y tom a el m om ento del 30, que es
un m o m e n to de co n ce rta ció n en B ra sil, deponen al
v ie jo p re s id e n te y a su m e G e tu lio V a rg a s. H em os
m a n te n id o e se p re se n te d e l 72 b u s c a n d o un e le ­
m e n to d is ta n c ia d o r p a ra el e s p e c ta d o r, el e s ­
p e c ta d o r se p u e de e n fria r m u ch o m ás m ira n d o un
p ro b le m a q u e o c u rre en o tro p a ís, en o tro m o ­
m e n to , c o n un a c e rc a m ie n to a la vez p o r s itu a c io ­
nes m u y se m e ja n te s q u e e x is te n en n u e s tro c o n ti­
nente". En ese sentido es una obra muy vigente, muy Latinoa­
mericana, son situaciones que también ocurren ahora en Uru­
guay. Hasta aquí sobre la obra, que en si no es ni objeto, ni mo­
tivo de esta nota. Rasga Corazón es en realidad el pretexto
para aproximamos a un oficio.
" H is to ria n d o un p o q u ito e l a c to r, el p rim e r a c to r
fu e e l d u e ñ o d e l e s p e c tá c u lo en el s ig lo p a sa do ;
la s c o m p a ñ ía s e s ta b a n e n ca be za d a s p o r un tip o
q u e e ra el m e jo r a c to r y en to rn o al c u a l g irab a
to d o ; e n to n c e s v in o el te a tro d e l d ir e c to r , el d¡-
re c to r c o m o tira n o d e l e s p e c tá c u lo , e s to se c o n ­
se rv a m u c h o q u izá y o m ism o lo d e b o te n e r; pero
yo c re o q u e a c tu a lm e n te h a y q u e v o lv e r al te a tro
d e l a c to r, p o rq u e n ada s u s titu y e lo q u e cada
q u ie n lo g ra e x p re s a r c o n su s e n s ib ilid a d ".
En los ensayos se trabaja mucho en base a la improvisación, no
se habla demasiado, se hace. Es en trabajo de propuestas de
grupo, y de imágenes que proyecta cada actor. "C a d a d i­
re c to r tie n e su fo rm a de tra b a ja r, C h in o es un
d ir e c to r q u e d e ja q ue el a c to r p ro p o n g a b a s ta n ­
te Se da un ju e g o de c re a c ió n c o le c tiv a e n tre lo s
a c to re s , el p e rs o n a je se h a ce p rá c tic a m e n te en el
e n sa yo , m ás a llá d e l re s p e to p o r la s p ro p u e s ta s
d e l a u to r. Mi fo rm a de tra b a jo es re s p e ta n d o
m u ch o al a u to r, pero a ve ce s el ju e g o e s c é n ic o , la
b ú sq u e d a , te lle va a u na p ro p u e s ta q u e te p u e de
a b rir de la p ro p u e s ta del a u to r' En El G a lp ó n e n ­
c a ra m o s el tra b a jo d e te a tro c o m o un tra b a jo c o ­
le c tiv o , a p e sa r de q u e sea m u y rig u ro s o lo q ue
te p ro p o n g a el d ir e c to r , p o d é s s e r c re a d o r, v o s
te n és que cre a r". Cada actor tiene una forma personal de
enfrentarse a su personaje, que se fortalece en el trabajo de
ensayo, porque to que el personaje es, también está en relación
con los demás personajes. "S e pueden d is tin g u ir d o s
g ra n d e s lin e a s en la m anera de a c e rc a rs e al p e r­
s o n a je ; e s tá n lo s a c to re s q ue en la p rim e ra le c ­
tu ra d e l te x to , ya c a rg a n la s g ra n d e s lin e a s d e l
p e rs o n a je y d e s p u é s van d e s a rro lla n d o esa fo rm a
en lo s e n s a y o s , p e rs o n a lm e n te he p a sado p o r esa
e ta pa en un m o m e n to de m i ca rre ra y d e s p u é s he
e n tra d o m ás b ie n en o tro tip o de e v o lu c ió n c o n la
q u e e n fre n to to d o s lo s p e rs o n a je s , s o b re to d o
lo s p e rs o n a je s c o m p le jo s , a lo s c u a le s hay q u e en­
tra rle s c o n m u c h ls m ia le n titu d p o rq u e c u a lq u ie r
p re c o n c e p to q u e n o s fo rm e m o s de e llo s n o s pue­
d e n lle v a r a d a r u na v is ió n m a n iq u e is ta , o sea,
to m a rlo s en s u s ra s g o s y no en s u s m ú ltip le s c o n ­
tra d ic c io n e s . Ir in tro d u c ié n d o m e p o c o a p o c o en
el p e rs o n a je m e a yuda a no d e ja r de la d o n in g u n o
de lo s a s p e c to s q u e el p e rso n a je te n g a en su
m ú ltip le riq u e z a . Y M a n g u a rl P is to ló n en e ste
s e n tid o o fre c e m u c h ís im a s c o m p le jid a d e s ".
Manguarí es ei personaje central de la obra, es uno de los tan­
tos militantes de toda la vida, un hombre que nunca abandona
la lucha, pero el autor lo presenta como un ser humano con de­
bilidades y contradicciones, como las tiene cualquier individuo.
"M a n g u a rl no e stá e s tá tic o en el tie m p o , tie n e
una vid a en la o b ra q u e va desde lo s 12 a ñ o s h a s ­
ta lo s 57, tie n e esa c o m p le jid a d , la de m o s tra r
ese p e rs o n a je en d is tin to s m o m e n to s de su v id a ,
p o r lo ta n to se p o d ría d e c ir q u e M an g u a rf es m u ­
c h o s p e rso n a je s, no uno s ó lo , m ás a llá de la c o h e
re n d a de su p e rip e c ia v ita l. Es u na c o m p le jid a d
 historias
q u e a m i m e e stá c o s ta n d o m u c h o , to d a vía no he
lo g ra d o e n c o n tra r la e se n cia d e M a n g u a rl; es e s­
te m o m e n to e s to y c o m o un p in to r a n te u na te la a
la c u a l c o m ie n z a a h a ce rle lo s p rim e ro s e s b o z o s ".
Enfrentarse a un personaje significa para el actor meterse en
la sicología de ese ser humano. La Nena es la mujer del prota­
gonista, de Manguarí. Es una mujer tipo, que se preocupa fun­
damentalmente de lo que pasa en su casa, es ajena al mundo que
la rodea. Es un personaje tremendamente solo, muy triste. "E l
p e rs o n a je de la Nena m e o b lig a a e n tra r en una
fo rm a de s e r, e n tra r en la s ic o lo g ía de e sta m u ­
je r , q u e m e p ro d u c e m u c h ís im a tris te z a , y o te r­
m ino realm ente angustiada, m e p re o cu p o p o r la
c o n flic tlv id a d de este p e rsonaje que se repite
ta n to en esta sociedad. P orque la Nena no es una
a b s tra c c ió n , no es una m ujer tan in só lita . Esta­
m os bastante rodeados de esas p ersonas. Por
eso cu a n d o tra b a jo to m o pautas de la realidad.
Son cosas, detalles, que está n d e n tro de uno y
fu e ra de uno. Es d ifíc il e n co n tra r co sa s q u e só lo
vengan del p e rsonaje y que no hayan ve n id o de
afuera, hay que Ir ju n ta n d o lo s d o s p ro ce so s. El
de afuera hacia a d entro y vice ve rsa y a llí apare­
ce la to ta lid ad del perso n a je ".
El trabajo de ensayo es fundamental para ir descubriendo la
obra, la improvisación y el trabajo colectivo; pero no todo se
hace ahí, cada integrante el actor, el director, tienen ya ideas
formadas sobre muchas oosas, tienen sus convicciones, sus
pautas de realidd. "N o s o tro s a veces hacem os pape­
les q ue nos d is g u sta n pero que tenem os que q u e ­
re rlo s , la ú n ica fo rm a de hacer un ser h um ano, no
es solam ente c ritic á n d o lo , sin o q u e re rlo , hay que
q u e re r h a cerlo p o r lo m enos y hacerlo b ie n ". El
trabajo del director y el actor se complementan si ambos
ofrecen muchos elementos el trabajo es creativo para ambos.
"El Ifm ite está entre el q ue hace las co sa s y el
que la s ve, n o s o tro s a d ife re n cia de o tro s a rtis ­
tas, de o tra s d is c ip lin a s so m o s n u e stro p ropio
in s tru m e n to de trab a jo , un e scu lto r no necesita
q ue nadie venga a d e cirle có m o hacer su e scu ltu ­
ra p o rq u e el la está vie n d o la está o b je tfvizan d o ,
p o r lo ta n to ól es resp o n sa b le de su tra b a jo , te
d iría q u e el tra b a jo de d ire c to r es ju sta m e n te
ver, h a ce rn o s o b je tiviza r n u e stro trab a jo , o sea
es el q ue extrae de lo s q ue n o so tro s dam os,
aq u ello que s irv e y a quello q ue no sirve y nos lo
m u e stra " . Los actores h x e n y deshacen varías veces una
misma escena se presentan opciones distintas. Hay una bús­
queda en conjunto de director y actores. "El d ire c to r de
te a tro se parece a l d ire c to r de cine, asf co m o el
de cin e ro d ó no sé cu á n to s m ile s de m etro s de
p e lícu la y lu e g o agarra y c o rta acá y co rta allá, y
su ta le n to está en có m o co rta r, en qué p o n e r f i­
nalm ente, lo m ism o hace el d ire c to r de tea tro ,
se le ccio n a im ágenes, las im ágenes que da cada
a c to r. El tra b a jo de d ire c to r es un poco co m o el
trab a jo de p artero, q ue el a c to r saque co m o en
u n p a rto , de a dentro to d o lo q ue tiene, y es un
tra b a jo co m p le jo , que tiene e le m e n to s s ic o ló g i­
co s, co m o el d ire c to r lo g ra lo m ejor del a cto r, y
creo que el tra b a jo se hace p o r ahf, es d e c ir se
im p ro visa m uch o . La situ a c ió n de im p ro v is a c ió n
a yuda m uch o para que el a cto r se refleje. El tea­
tro c o n s is te en crearse pro b le m a s, tú en fre n ta ­
do a algo n unca te quedas c o n te n to co n el prim e r
re su lta d o p o rq u e seguram ente hay algo m uch o
m ás a trá s y en la m edida de q ue to d o sea m ás ri­
co y m ás co m p le jo , el tra b a jo c o n lo s a cto re s, la
p re se n ta ció n de im p ro visa cio n e s de im ágenes,
eso va a ser cada vez m ás v a lio s o " . El trabajo de di­
rector es sumamente complicado, no es sólo dirigir a los acto­
res, el director tiene todo un trabajo de coordinación, tiene
que conjugar la escenografía, el vestuario, la música, todo den­
tro de un solo concepto. "E s una especie de o rq u e sta ­
c ió n q u e tiene q ue hacer el d ire c to r".
Nos queda aún todo ese trabajo de coreografía de música; es
una obra con mucho ritmo, con mucha música; están utilizando la
música de una puesta anterior aunque con algunas adaptacio­
nes. Tiene muchas canciones que van a ir cantadas en su versión
original, en portugués. Desde el punto de vista coreográfico
es también muy rica, Florencia Vareta se ocupa de la coreogra­
fía. "E l tra b a jo para teatro es m u y d is tin to que el
trab a jo c o re o g rá fic o en danza, d o n de tu po n és tu
cu o ta crea tiva en to d o , pero en te a tro v o s venís
co n pautas e sta blecida s a p rio ri, eso ya te res­
trin g e la idea crea tiva , ve n ís con una idea exacta
de lo que hay q ue hacer; d e n tro de esa idea se te
puede ir d irig ie n d o o te pueden dar lib e rta d . En
el caso de C hino el tra b a jo es m uy lib re . El tra­
bajo en esta o b ra se d ivid e en d o s a sp e cto s: en
p rim e r lu g a r, el a sp e cto co re o g rá fico , es d e cir
de bailes que hay que m on ta r d o nde hay una m ú ­
sica a la que hay que aju sta rse . En se g u nd o tér­
m in o está el tra b a jo de e xp re sió n co rp o ra l o de
m o vim ie n to q ue no está d e fin id o , q ue va a tener
lu g a r o no de acu e rd o a la in s p ira c ió n del d ire c ­
to r, de lo s a cto re s y la m ía". El trabajo coreográfico
de bailes se está trabajando mucho; sobre todo hay un perso­
naje que tiene muchos bailes, mucha coreografía, es lord Orti­
ño. Es un personaje donde convergen toda esa alegría del Bra­
sil y a la vez la tristeza del subdesarrollo, L. Ortiño es el tipo
que produce alegría y después se muere tuberculoso. Apun­
tando también a este elemento de la enajenación de la gente,
del pueblo, la escenografía es una cancha de fútbol. "La
p la n ta e sce n og rá fica es un ta n to in s ó lita , y quizá
m uy p e lig ro sa y arriesgada. A l a c to r le resu lta
d ifíc il in te rio riza rse con el e sp a cio en q u e se
m ueve, esta e scenografía apoya m uch o el m o vi­
m ie nto general pero es n ecesario e n riq u e ce r ese
e sp a cio y eso d e pende só lo del a c to r” . Nos hubiera
gustado hacer un seguimiento total de la obra pero eso no nos
fue posible, tuvimos que hacer nuestra propia selección de
imágenes, en unos días. Y este collage de impresiones e ideas
fue lo que obtuvimos. Todavía no existe una historia, un resul­
tado final que contar. Estas son pequeñas historias de un gran
esfuerzo. Laura Santullo
Ménica Rodríguez
 Los m achos de
boliches

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*

Kavafis (1863-1933) el poeta griego más importante del siglo
escribía en 1917 su poema
MEDIA HORA
Ni te tuve ni he de tenerte
nunca. Unas vagas palabras, un contacto
como anteayer en el bar, y nada más.
Así en el bar anteayer —con la ayuda feliz
de un alcoholismo muy piadoso—
gocé media hora de pleno erotismo.
Y lo supiste, me parece,
y por ello te quedaste un rato más sólo para mí.
Tenía mucha necesidad de ello. Que
aquella fantasía, y aquella mágica bebida,
me permitieron ver tus labios,
me permitieron sentir tu cuerpo cerca de mí.
Así Kavafis se expresaba admirado de las consecuencias pla­
centeras del alcohol.
Tal vez haya mucho de ensueño, de deseo, de poca realidad en
los resultados de “aquella mágica bebida".
Hoy demostramos con la visita al bar "El obrero" que si bien la
historia no se repite, las historias de los hombres se continúan.
En este boliche de Montevideo, del barrio de la Unión, no está el
joven griego anónimo; está Eduardo en presencia de su tiempo, de
su elección.
A Eduardo lo conozco desde hace un par de años. Es uno más de
la barra de los domingos, el fútbol, el boliche y las barajas. Claro
que viene poco los'fines de semana. La gorda lo tiene para elia sola
y además... "la gurisa de tres años me tiene como un abuelito". Pe­
ro no importa la prisión del fin de semana. Los días de laburo viene
directamente de la fábrica, porque Eduardo es metalúrgico y así
con el overall y la mochila se acerca al boliche y se encuentra con
nosotros.
Que la gorda no lo conforma en todos sus gustos lo sabíamos
todos. Pero los hechos se comprueban "in situ" como dice mí amiga
la Mariola.
Yo venía del club y estaba ante el mostrador con mi copita de
grappa y leyendo deportivas. El diario de la noche anunciaba el éxi­
to de los uruguayos en Kuwait y las visitas del jeque a la concen­
tración charrúa todas las noches. Eduardo se interesó por el ar­
tículo y con su mentón por encima de mi hombro comenzó a leer y
luego a reírse.
-Qué te pasa pichón! Largá.
-Los dólares que ha de pagar el jeque...
-No te entiendo Edu.
-Dale flaco. Va todas las noches a la concentración cargado de
petros y ... los pibes no son de palo, ¿entendés ahora?-. Y Edu se
quedó mirándome con sus ojos entre inocentes y atrevidos, que
nunca se sabía bien la diferencia.
-¿Y?-. Lo miré con rabia. Cada uno vive como quiere. Viví y dejá
vivir. Parece que estuvieras envidioso de no poder estar en el lu­
gar de los jugadores.
Bebimos. Edu gana bien en la metalúrgica así que su militancia
se reduce al bar y a los deseos insatisfechos. Poco sabe de otras
situaciones.
La mano de Eduardo empezó como la de todos los borrachos
palpándome la espalda. Sería ridículo afirmar la manida frase a
veces tan real y alcoholizada "¿somo1amigo'"?
Somos conocidos del barrio. Edu con los whiskies se animó y dijo
lo que su represión mantenía oculto desde hacía años... ¡qué ojos,
guacho, parecen de mina!". Muy machista señalé mis entrepiernas y

22
le indiqué que allí estaba precisamente lo que ansiaba mirando mis tamente. Retrocedía con el temor de herir cuando se quiere curar.
ojos y dije: Volví a avanzar con "la ayuda feliz de un alcoholismo muy piadoso".
-Andá a cagar. Entré en la gruta maravillosa, seguí el camino terso y presentido.
-Pará, vení, no te callentes. Fue una broma... como la tuya. Luis, Iba por la orilla estrecha y me lancé adelante, pidiendo cancha, sa­
servíle otra grappa. biendo que en ese instante salían las frustraciones de los compa­
Eduardo casi no hablaba. Me miró con una sonrisa grande, sus ñeros que hoy no fueron al boliche, se derramaban los deseos de las
ojos eran bocas abiertas al misterio y a las ganas que provocaba lo tardes de domingo aburridas, salían las barajas gastadas, las co­
desconocido. pas y los vasos de la melancolía. Con mi licor te llené de afecto que
La agresividad es la primera manifestación del alcoholizado, nunca tuviste y me decías suplicando "quédate no me salgas"... La
pero no está canalizada. Surge para llamar la atención. Es el hilo humedad acompañó al desgarramiento y te sentiste más macho y yo
sentía un dolor en el alma al pensar en la gorda, Edu, de verdad que
conductor.
-El cariño es lo más lindo, el afecto, el calorcito... pensaba en el engaño, en su rutina, en su soledad.
Yo tenía calorcito que me venía de patear pelotas en el club y Ahora volviste con ella, como debe ser y la sociedad lo impo­
nadar diez piletas y es mentira de la sublimación que trae apareja­ ne. Y seguirás en tu ritmo, en el boliche, como otros Eduardos,
do el cansancio. Carlos, Jorges... hasta que otra noche de “mágica bebida", olvi­
Eduardo pidió otro whisky y sus ganas se centraron en el diario. des tos deberes y busques media hora de placer con un amigo del
Se reía como loco. café.
-Mirá, el jeque... tenías razón. Ahora me doy cuenta, pensé dis­ Juan José Quintans
Julio/88
traído.
Y sí, te das cuenta porque la grappa te liberó. Entendés por­
que tu entendimiento está embotado. Son las contradicciones de
las neuronas, me decía.
-No te sirvo más, Eduardo. El dueño dijo su sentencia sin mirar­
lo. Un mondadientes recorría su boca.
-Luis tiene razón Edu, vamos. Dejá y nos vamos a tomar aire. Así
no podés llegar a tu casa. Cóbrate.
La agresión desaparece con la complicidad. Todo consiste en
saber interpretar las miradas, los gestos, un suspiro...
El brazo siguió acariciando mi espalda luego las dos manos
oprimieron las mejillas.
-Pará Edu que me vas a ahorcar. •
-No, cómo te voy a ahorcar si yo te quiero mucho ¿no somo' ami­
go'?
-Ya sé, pero dentro de poco empiezan a lavar el piso y cierran.
Vamos que mañana la seguimos.
-Y ¿adónde vamos?
-¿Qué? A mi casa me voy y vos también, me imagino. Tu mujer te
espera y la gurisa ya se habrá dormido. Chau Luis hasta mañana!
Espérame un minuto que voy a mear.
El mingitorio es azul como el cobalto y huele a sodas cáusticas, a
frío. Ah! con tanto líquido...
Eduardo a mi lado observaba el chorro humeante y límpido.
-Ves qué ojos, Edu?
-Andá flaco, la mía es más grande.
-Sí, pero la mía es más emprendedora. ¿No ves que ya está
pronta? Tal vez yo no tenga tanto alcohol encima.
Edu finalizó con el líquido elemento y comenzó un masajeo habi­
tual, conocido, con la morosidad que da la práctica. Es lo que el
hombre sin apuros y sin vergüenza reconoce para sí en su más puro
egoísmo, como el placer primero, no compartido: en el internado, la
cana, el convento, el cuartel, el campamento... Era el momento de la
complicidad, todo lo presumía.
-Estoy raro flaco. Escúchame. Vení más cerca. Chocála. Así... a
HOMBRES
I a moderna medicación
de feliz y pronto éxito
ver quién la tiene más grande y más dura.
Cuando se aprietan las nalgas con las manos, trasmiten un calor PERLAScondearan
pronto y
0 Rreservtf
0 ~ la
acumulado durante siglos. El culo es un fogón infernal, delicioso;
hay un mundo en cada glúteo.
IMPOTENCIA
E8PERM ATO RREA,
-Quédate así, pónete contra mí, entre las piernas... PERDIDAS SEM. en todo* tus
casos y edad. VALEN 6 pías.
El overall es fácil de desprender y Eduardo está feliz de qui­ Madrid; Arenal. 2. Pta. Sol. 5.
Barcelona: Rambla Plores. 14.
tarse su equipo de asalariado, aunque no comprende bien la dife­ Sevilla: Sierpes. 31. Valencia:
Plaza Mercados. 73. Bilbao:
rencia entre el explotado y el explotador. No era el momento para Plaza Nuevn. 4. Santander:
Blanca, 15. Córdoba: Cárdenas,
explicarle que él era un generador de plusvalía. Tampoco me iba a 2L Valladolid: Teresa Olí, 36.
Corufta: Real.27. S. Sebastián:
entender, así que decidí hacerlo feliz. Además cuesta tan poco... El S?Jerónlino. 2. ADOPTADAS
ór ir* Dirección del Oria
comprendía unas manos que rasaban su piel y luego se hundían hur­ Í OBialtorio Cllaleo de Bar*
celona. Calle Ranbla de Ca-
gando con el índice un camino estrecho, pero con la senda ya seña­ Ille ta i1 3 ,p ra l. Los enfermo*
lada. Estéril pero maravilloso, sencillo; una de las creaciones más que deseeri, datos..informes o
consultaspueden-dirigirse al
mismo por carta. Envía Itiera
simples de la naturaleza... la medicación y grafía
folleto explicativo'
La complicidad dio paso al instante "a la media hora de pleno . ENVIOS A AMERICA.
erotismo". Entrechocaban pendonas y oriflamas, tos astiles tem ­
blaban recios fuertemente prendidos a las bases. Atacaban, res­
balaban y retrocedían. Buscaban una matriz inexistente.
El silencio era interrumpido por un arrastre de sillas y el golpe
seco acomodándolas sobre las mesas. El barrido de la escoba ras­
caba, hurgaba intersticios, buscando la limpieza perfecta. Todo se
apagó con la irrupción del sonido chirriante de las cortinas metáli­
cas.
Seco fue el golpe; el camino se mostró libre y pude pasar, len­

23
 Nuestros escritores en su
g ran m a yo ría se han re sig n a d o a no "p ec ar" en la s a ­
g ra d a tie rra de la lite ra tu ra . S e e n c a p u c h a n c u an d o
e s c rib e n , v is te n co n s o ta n a s n eg ras y le n te s n eg ro s
c u a n d o re a liz a n h o m e n a je s a lo s n u e v o s p ro d u c to s ,
c o m o si se tra ta s e d e un e n tie rro . M iren n u e s tra s
c a n c h a s . L o s p a rtid o s d e fú tb o l se p a re c e n a las
m o n ó to n a s lu c h a s d e lo s c irc o s ro m a n o s. H a s ta las
p e lo tu d a s re v is ta s ra ilw a y c a e n en una m o n ó to n a
"p o o p " de n iñ o s. A h o ra bien, có m o sa ca rn o s alg u n a s
v e c e s de en cim a ese g u s to sa la d o q u e tien en las le ­
tra s h oy en d ía. Yo lo p la n te o m ás co m o una m edid a
d e sa lu d p úb lica que co m o el en ca p rich am ie n to de un
p eq u e ñ o p o r Bugs Bunny. N o só lo h ab lo de q u itarn o s
la so lem n id a d , de p u lir las p u n tas al té rm in o "s erio ",
d e p o n e r -s u g e r ía J .C .- en c a d a e s c u e la la tin o a m e ­
ric a n a una fo to d e B u s te r K e a to n . A lg u ie n s u g irió
una vez d e s te rra r la p a la b ra "s erio ", lu e g o se vie ro n
d ific u lta d e s .
U lt im a m e n t e ( ú lt im o s 25
a ñ o s ) re c ib im o s alg u n o s a u to re s c o m o L evrero Z a r-
Io ta , T. C a rs o n , M as lía h , G u n p ie rre M el, y o tro s, d e ­
d ic a d o s en su m ayo ría a la n a rra tiv a , la p oesía p e r­
m anece a llí ca si es tan ca d a , c o n tin u a m e n te en sie sta.
se e una fu e rz a
El h um or n eg ro no só lo po­
lib e ra d o ra , tie n e tam b ién una b u e n a
c a n tid a d de lo s u b lim e y lo e le v a d o (p a la b ra s de
F re u d ). L eó n P ie rre -Q u in t ve ía el h u m o r c o m o un
m o d o de a firm a r, m ás a llá de la a b so lu ta re b e lió n de
la a d o le s c e n c ia y la re b e lió n In te rio r de la ed ad
a d u lta , una re b e lió n s u p e rio r del e s p íritu . P ero to d o
e s to es s im p le m e n te una ap ro xim ació n , el h um or n e ­
g ro es un c o n c e p to in d e fin id a m e n te p o lié d ric o , con
d e m a s ia d a s fro n te ra s : la to n te ría , la iro n ía e s c é p ti­
ca, la b ro m a sin g rav ed ad , la brom a fe ro z y fú n e b re ,
e tc é te ra ,
e tc é te ra , "pero sobre todo - n o s d ic e
"es el enemigo m ortal del sentimentalismo
B r e tó n -
con aire perpetuamente acorralado - e l eterno sen­
tim entalism o sobre fondo a zu l- y de una cierta
fantasía de corto vuelo, que se toma demasiado a
menudo p o r poesía, persiste vanamente en querer
someter el espíritu a sus caducos artificios, y que
no dispone ya de mucho tiempo para alzar sobre el
sol, entre las demás semillas de adormidera, su ca­
beza de grulla coronada".
El h u m o ris ta se s e p a ra de
la vid a p ara c o n s id e ra rla co m o e s p e c ta d o r. La vid a
real p ie rd e su as p e cto g ra v e y se co n v ie rte en tem a
de b u rla s para q u ien la c o n tem p la con in d ife re n c ia .
El h u m o r im p lica a s í un to tal d es in te ré s de la re a li­
d ad e x te rio r. O sea, es el punto de vista del hom bre
q u e c o n tem p la d esd e su balcón la ag itació n del m u n ­
"subrayar las ri­
do. Y vo n n e D u p lesis nos dice que:
diculeces y mofarse de les convencionalismos con­
duce inevitablemente a la rebeldía contra el orden
e s ta b le c id o ".
El hum or nos p e rm ite así
c o n s id e ra r el m u n do d e s d e un án g u lo d is tin to d e lo
h a b itu a l, ro m p ie n d o las re la c io n e s fa m ilia re s de los
o b je to s . A c tú a s o b re la s e g u rid a d del e s p e c ta d o r
co n m o vien d o to d o s su s fu n d am en to s. En su ca teg o ría
m ás ex tre m a, el hum or negro ad q u ie re a s p e c to s de
fe ro c id a d y c ru d e za in ig u a la b le s .
í> -.'
ACLARACION
C on estas o p in io n e s no p re ­
te n d e m o s s e r in n o v a d o re s , a e llo s h u m ild e m e n te les
d e d ic a m o s e s ta e n tre g a , s im p le m e n te q u e re m o s e s ­
tira r ios o jo s hacia a trá s en una sa n a a c titu d . Y al
q u e aún no se sie n ta sa tis fe c h o le d ed ic am o s un
ca lu ro s o "¡chupen glle
B .y F.

S W IF T (1 6 6 5 -1 7 4 5 )
c e rd o te irla n d é s d e d ic a d o a la p o lític a . R e c o n o c id o
c o m o el In ic ia d o r del h u m o r lle v á n d o lo a d a rle un c a ­
rá c te r fe r o z y fú n e b re , se ha d ic h o q u e S w lft p ro ­
v o c a la ris a sin p a rtic ip a r en e lla . E n tre lo s te x to s
m á s im p o r ta n te s : " In s tr u c c io n e s a lo s c r ia d o s " ;
"U n a m o d e s ta p ro p o s ic ió n p a ra e v ita r q u e lo s h ijo s
d e lo s p o b re s d e Irla n d a s e a n u n a c a rg a p a ra s u s
p a d re s o su p a ís , o p ara h a c e rlo s ú tile s al p ú b lic o ";
" M e d ita c io n e s s o b re una e s c o b a " y la c o n o c id a s á ti­
ra "L o s v ia je s de G u lllv e r " . En te s ta m e n to
1 0 .0 0 0 lib ra s p a ra la c re a c ió n de un h o s p ita l
a lie n a d o s .
Una m odesta p ro p o s ic ió n para e vita r q ue lo s h ijo s de lo s
p o b re s de Irlanda sean una carga para su s p a d re s o su pafs,
y para ha ce rlo s ú tile s ai p ú b lico
Nuestros comerciantes me han asegurado que un muchacho
o muchacho no es mercancía vendible antes de los doce años, y que aun cuan­
do lleguen a esta edad no producirán más de tres libras o tres libras y m e­
dia corona como máximo en la transacción, lo que ni siquiera puede compen­
sar a los padres o ai reino el gasto de alimento y harapos, que ha alcanzado
por lo menos cuatro veces ese valor. Por consiguiente, propondré ahora hu­
mildemente mis propias reflexiones, que espero no se presentarán a la me­
nor objeción.
Me ha asegurado un joven americano muy entendido que
conozco en Londres, que un tierno niño saludable y bien criado constituye, al
año de edad, el alimento más delicioso, nutritivo y sano, ya sea estofado,
asado, al homo o hervido; y yo no dudo que servirá igualmente en un fricasé o
en un guisado.
Por lo tanto, propongo humildemente a la consideración
del público que de los ciento veinte mil niños ya anotados, veinte mil sean re­
servados para la reproducción; de ellos, soto una cuarta parte serán machos,
lo que ya es más de lo que permitimos a las ovejas, tos vacunos, y tos cerdos.
Mi razón es que esos niños raramente son frutos del matrimonio, una cir­
cunstancia no muy venerada por nuestros rústicos: en consecuencia un macho
será suficiente para servir a cuatro hembras. De manera que los cien mil
restantespueden, al año de edad, ser ofrecidos en venta a las personas de
calidad y fortuna del reino, aconsejando siempre a las madres que tos ama­
manten copiosamente durante el último mes, a fin de ponerlos regordetes y
mantecosos para una buena m esa Un niño hará dos fuentes en una comida
para tos amigos, y cuando la familia cene sola, el cuarto delantero o trasero
constituirá unplato razonable. Y hervido y sazonado con un poco de pimienta
y sal, resultará muy bueno hasta el cuarto día, especialmente en invierno.
He calculado que, por término medio, un recién nacido pesa
veinte libras, y en un año solar, si es adecuadamente criado, alcanzará vein­
tiocho.
Concedo que este manjar resultará algo costoso, y será,
por lo tanto, muy adecuado para terratenientes, que como ya han devorado a
la mayoría de tos padres, parecen acreditar tos mejores títulos sobre los hi­
jos.
Me parece que las ventajas de la proposición que he enun­
ciado son obvias y muchas, así como de la mayor importancia
En primer lugar, como ya he observado, disminuiría gran­
demente el número de papistas que nos infestan anualmente, que son tos
principales engendradores de la nación y nuestros enemigos más peligrosos,
y que se quedan en el país con el propósito de rendir el reino al Pretendien­
te, esperando sacar ventaja de la ausencia de tantos buenos protestantes
que han preferido abandonar el país antes que quedarse en él pagando
diezmos, contra su conciencia, a un cura episcopal.
DEL HUMOR NEGRO
Sa­ Segundo: Los arrendatarios pobres poseerán algo de va­
lor que la ley podrá hacer embargable, y que los ayudará a pagar su renta al
terrateniente, habiendo sido confiscados ya sus ganados y cereales, y siendo
el dinero algo desconocido para ellos.
Tercero: puesto que la manutención de cien mil niños de
dos años para arriba no se puede calcular en menos de diez chelines anuales
por cabeza, el tesoro nacional se verá incrementado en cincusr'a mil libras al
año, sin contar la utilidad producida por el nuevo plato introducido en las
mesas de todos los caballeros de fortuna del reino que tengan algún refina­
miento en el gusto. Y como la mercadería será producida y manufacturada
por nosotros, el dinero no saldrá del país.
Cuarto: las reproductoras perseverantes, además de ga­
d e jó nar ocho chelines anuales por la venta de sus niños, se quitarán de encima la
obligación de mantenerlos después del primer año.
de
Quinto: este manjar atraerá una gran clientela a las taber­
nas, donde los venteras serán seguramente tan precavidos como para pro­
curarse las mejores recetas para preparado a la perfección y, consecuente­
mente, ver sus casas frecuentadas por todos los distinguidos caballeros
que se precian con justicia de su conocimiento del bueno comer; y un cocinero
diestro, que sepa cómo agradar a sus huéspedes, se las ingeniará para ha­
cerlo tan costoso oomo a ellos les plazca.
Sexto: esto constituirá un gran estímulo para el matrimo­
nio, que todas las naciones sabias han alentado mediante recompensas o han
impuesto mediante leyes y penalidades. Aumentaría el cuidado y la ternura
de las madres hada sus hijos, seguras entonces de que los pobres chicos
tendrían una colocación segura de por vida, provista de algún modo por el
público, y que les daría ganancia en vez de gastos. Pronto veríamos una ho­
nesta emuladón entre las mujeres casadas para mostrar cuál de ellas lleva al
mercado el niño más gordo. Los hombres atenderían a sus esposas durante
el embarazo tanto como atienden ahora a sus yeguas, sus vacas o sus marra­
nas cuando están por parir, y no las amenazarían con golpearlas o patearlas
(como tan frecuentemente hacen) por temor a un aborto.
J o n a th a n S w lft
P e n sa m ie nto s so b re d ive rso s te m a s m ora le s y
entretenidos
Si un hombre me mantiene a distancia, me consuela que
también él se mantiene.
Los celos, como el fuego, pueden acortar los cuernos, pero
les hacen oler mal.
Nadie acepta consejos; pero cualquiera aceptará dinero:
por tanto, el dinero vale más que tos consejos.
J o n a th a n S w ift
M. DE SADE (1 7 4 0 - 1 8 1 4 )
"E l e s p íritu m ás lib re q u e h aya nunca e x is tid o " ha
d ic h o G u illa u m e A p o llin a lr e . L a s c o n trib u c io n e s al
H u m o r n e g ro fu e ro n m ás b ie n e s p o rá d ic a s , o c u rrie n ­
d o en a q u e llo s m o m e n to s en q u e se tra n s g re d ía lo
re a l. El fu e q u ie n in a u g u ra ría el a s e s in a to d iv e rtid o
b o rd e a n d o lo s lím ite s d el H u m o r n e g ro . "S a d e - d ic e
P au l E lu a r d - ha q u e rid o d e v o lv e r al h o m b re c iv iliz a ­
d o ia fu e rz a d e s u s in s tin to s p rim itiv o s , ha p re te n ­
d id o lib e r a r la im a g in a c ió n a m o ro s a d e s u s p ro p io s
o b je to s . Ha c re íd o q u e d e a h í y só lo d e ah í, n a c e ría
ia v e rd a d e ra ig u a ld a d " .
25
 Ju lie tte
Pasé a Africa; fue allí donde descubrí que b que vosotros
cometéis la locura de llamar depravación no es más que el estado natural del
hombre, y más frecuentemente todavía el resultado del sueta donde la natu­
raleza le na lanzado. Aquellos buenos hijo; del sol se burlaron de mí cuando
quise reprocharles la barbarie que utilizaban con sus mujeres. Y qué es una
mujer, me respondieron, sino un animal doméstico que la naturaleza nos dona
para satisfacer a un tiempo nuestras necesidades y nuestros placeres.
Cuáles son sus derechos para merecer de nosotros más que el-ganado de
nuestros estabbs. La única diferencia que vemos, me decían aquelbs pue­
blos sensatos, es que nuestros animales de cultivo pueden merecer alguna
indulgencia por su dulzura y su sumisión, contrariamente a las mujeres, que
sólo merecen el rigor y la barbarie, dado su estado perpetuo de fraude, de
malicia, de traición y de perfidia..
...Yo he conservado estos gustos; todos b s restos de ca­
dáveres que veis aquí, son los restos de las criaturas que devoro; sólo me
nutro de carne humana; espero que estaréis contentos del regalo que quiero
haceros... . co mantenga su ilusión con una bable discreción, no hay motivo para burlarse
...Tengo dos harenes. El primero contiene doscientas mu­
chachas, de cinco a veinte años, yo las devoro cuando a fuerza de lujuria es­
tán suficientemente mortificadas; en el segundo están doscientas mujeres
de veinte a treinta; veréis cómo las trato. Cincuenta lacayos de ambos sexos
están empleados al servido de este considerable número de objetos de lu­
bricidad, y para el reclutamiento tengo cien agentes esparcidos por todas
las grandes dudades del mundo. ¿Creeríais que pese al movimiento prodi­
gioso que todo esto exige no existe para entrar en mi isla otro camino que el
que acabáis de hacer? Nadie imaginaría seguramente la cantidad de criatu­
ras que pasan por ese misterioso sendero.
Jamás serán desgarados b s velos que extiendo sobre to­
do esto. No es que tema el menor peligro, esto pertenece a los Estados del
gran-duque de Toscana: allí conocen toda la irregularidad de mi conducta, y
el dinero que derramo me pone al abrigo de todo...
...Los muebles que aquí veis, nos dijo nuestro anfitrión, son
vivos: al menor signo todos caminarán. Minski hace un signo así, y la mesa se
adelanta y si estaba en un rincón de la sala, viene a colocarse en el centro;
igualmente anco sillones se alinean en tomo; dos arañas descienden del techo
y se colocan en medio de la mesa. Esta mecánica es simple, dijo el gigante,
haciéndonos observar de cerca la composición de aquelbs muebles. Veis que
esta mesa, estas arañas, estos sillones, están compuestos de grupos de mu­
chachas artísticamente ordenados; mis platos van a colocarse ardientes so­
bre b s bm os de estas criaturas...
Minski, hice observar a nuestro moscovita, el papel de es­
tas muchachas es fatigoso, sobre todo si estáis largo tiempo en la mesa. Lo
peor que puede ocurrir, dijo Minski, es que algunas de ellas revienten, y es­
tas pérdidas son demasiado fáciles de reparar para que pueda ocuparme de
ellas un instante... .
M. de Sade
CHARLES F O U R IE R
(1 7 7 2 -1 8 3 7 )
M étodo de u n ió n de lo s se xo s en el sé p tim o p e riodo
(y no en el octavo)
Se puede distinguir en el mundo cornudo nueve grados de
comudez, tanto entre b s hombres como entre las mujeres, pues las mujeres
son mucho más cornudas que los hombres; y si el marido los lleva tan altos
como las astas del ciervo, puede decirse que b s de la mujer se elevan a la al­
tura de las ramas de los árboles.
Mi limitaré a citar las tres clases más dispares, a saber: el
Cocu, el C o r n e t t e y el C o rna rd .
1) El Cocu propiamente dicho es un cebso honorable que
ignora su desgracia y se cree único poseedor de su mujer. Mientras el públi­
de él: ¿puede irritarse por una ofensa que desconoce? Todo el ridículo re­
cae sobre el seductor que te halaga y se indina ante aquel con quien compar­
te a sabiendas la bella.
2) El C o r n e t t e es un marido harto de los amores matri­
moniales y que, queriendo tomar fuera sus placeres, cierra los ojos ante la
conducta de su mujer y la abandona libremente a bs pretendientes, a condi­
ción de no aceptar ningún hijo de ella. Un esposo así tampoco se presta a la
burla; tiene, al contrario, derecho a criticar malicbsamente los cuernos aje­
nos con el mismo atrevimiento que si él no b s llevara.
3) El C o rna rd es un cebso ridículo, inconveniente con la
esposa, y bien informado de su infidelidad; es un furibundo que quiere rebe­
larse contra la disposición del destino, pero que, al resistir con torpeza, se
convierte en objeto de burlas por sus precauciones inútiles, sus cóleras y sus
estallidos. En materia de c o r n a r d s , el Georges Dandin de Moliere es un
m odeb perfecto.
C harles F ou rie r
X A V IE R FORNERET
(1 8 1 0 -1 8 8 5 ), o el H o m b re N e g ro , o el D e s c o n o c id o
del R o m a n tic is m o . "Lo e x tra ñ o , lo m is te rio s o , lo d u l­
ce, lo te rrib le , no han lle g a d o a c o n ju g a rs e b ajo una
s o la plu m a con tal in te n s id a d " dice A. B retón.
Un p o b re vergonzante
La ha sacado
De su bolsillo agujereado,
La ha puesto bajo sus ojos;
Y la ha mirado atentamente
Diciendo: "¡Desgraciada!"
La ha soplado
Con su boca humedecida;
Sentía casi miedo
De un horrible pensamiento
Que te llenó el corazón.
 DELHUMOR NEGRO

La ha mojado JACQ UES R IG A U T (1 8 9 9 ­

Con una lágrima helada 1929) El 5 de n o v ie m b re de 1 9 29 J .R ., d e s p u é s de
Que cayó por azar;
m in u c io s ís im o s a r re g lo s p e rs o n a le s y a p o rta n d o a
Su casa estaba agujereada
Todavía más que un bazar.
e s ta e s p e c ie de s a lid a to d a la c o rre c c ió n e x te rio r
q u e e x ig e : no d e ja r n a d a fu e ra de s itio , se d is p a ra
La ha frotado, una b ala en el co razón .
No la ha recalentado,
Apenas la sentía;
Pues, por el frío apretada, Seré serio
Se retiraba.
El suicidio debe ser una vocación. Hay una sangre que cir­
La ha sopesado cula y que pide una justificación a su interminable circuito. Hay en tos dedos
Como se sopesa una idea, la impaciencia de cerrarse tan sólo sobre la palma de la mano. Hay el prurito
Apoyándola en el aire. de una actividad que se revuelve sobre su depositario, si el infeliz ha olvida­
Luego la ha medido do saberle elegir un objetivo. Deseos sin imágenes. Deseos de imposible.
Con un alambre. Aquí se erige el límite entre los sufrimientos que tienen un nombre y un ob­
jeto, y aquél, anónimo y autógeno. Es para el espíritu una especie de puber­
tad, tal como se la describe en las novelas (pues, naturalmente, yo he sido
La ha tocado
Con su labio arrugado. corrompido demasiado joven para haber conocido una crisis en la época en
Con un frenético espanto que comienza a engrosar el vientre), pero se sale de ella por otra manera
Ella ha exclamado: que por el suicidio.
¡Adiós, bésame! No me he tomado muchas cosas en serio; de niño, sacaba la
lengua a las pordioseras que abordaban en la calle a mi madre para pedirle
La ha besado limosna, y pellizcaba, a escondidas, a sus mocosos que loraban de frío; cuan­
Y después la ha cruzado do mi buen padre, moribundo, pretendió confiarme sus últimos deseos y me
Sobre el reloj del cuerpo llamó junto a su cama, abraoé a la criada cantando: T u s p a d re s h a y que
Que daba, mal montado, tir a r , — V e rá s c o m o n o s v a m o s a m ar... Cada vez que he podido
sordos y pesados acordes. traicionar la confianza de un amigo, he procurado hacerlo. Pero tiene escaso
mérito burlarse de la bondad, ridiculizar la caridad, y el más seguro elemen­
La ha palpado to de comicidad es privar a la gente de su pequeña vida, sin motivos, por re­
Con una mano decidida ír. Los niños sí que no se equivocan y saben apreciar todo el placer de crear
A hacerla morir. el pánico en un hormiguero, o aplastar dos moscas sorprendidas mientras
— Sí, es un bocado fornican. Durante la guerra lancé una granada a un blocao donde dos cama­
Del cual puedo alimentarme. radas se arreglaban, antes de salir de permiso. ¡Qué carcajada al ver la cara
asustada de mi amante, que espejaba recibir una caricia, cuando la golpeé
La ha doblado con mi puño americano, y su cuerpo se abatió unos pasos más allá; y qué es­
La ha roto, pectáculo, ver la gente luchando por salir del Gaumont-Palace, después de
La ha colocado, que yo le prendiera fuego!. Esta noche no temáis nada, tengo la fantasía de
La ha cortado, estar serio. No hay evidentemente una sola palabra de cierto en esta histo­
La ha lavado, ria y soy ei muchachito más bueno de París, pero me he complacido tan a me­
La ha llevado, nudo en imaginarme que había realizado o que iba a realizar esas gloriosas
La ha asado, proezas que tampoco son mentira. ¡De todas maneras, me he burlado de
La ha comido. bastantes cosas! Sólo de una en el mundo no he conseguido burlarme: del
placer. Si todavía fuera capaz de sentir vergüenza o amor propio, podéis
pensr que no me dejaría llevar a confidencias tan penosas. Otro día explicaré
Xavier Forneret
porque no miento nunca: no hay nada que esconder a los criados. Volvamos
más bien al placer, el cual, bien se encarga de atraparte y arrastrarte, con
dos pequeñas notas de música, la idea de la piel y algunas más todavía. Mien­
tras no haya superado el gusto del placer, seré sensible al vértigo del suici­
dio, lo sé perfectamente.
La primera vez que me maté, fue para molestar a mi aman­
W IL L IA M BURROUGHS
te. Aquella virtuosa criatura se negó bruscamente a acostarse conmigo, ce­
(1 9 1 4 ). A u to r de J u n k ie (1 9 5 3 ), N aked lu n c h diendo al remordimiento, decía, de engañar a su amante-pagano. No sé muy
(1 9 5 9 ), El e x te r m in a d o r (1 9 6 0 ), y Las ú ltim a s p a ­ bien si la quería, supongo que quince días de alejamiento habrían disminuido
la b ra s d e D u tc h S c h u ltz (1 9 7 0 ). singularmente la necesidad que tenía de ella: su negativa me exasperó. ¿Có­
mo heriría? ¿He dicho que ella sentía por mí una profunda y duradera ter­
nura? Me maté para molestar a mi amante. Que se me perdone ese suicidio en
razón de mi extrema juventud en la época de aqueta aventura.
Islam, S.A. y los partidos de interzonas La segunda vez que me maté fue por pereza. Pobre, te­
(Naked Lunch) niendo un horror anticipado por cualquier trabajo, me maté un día sin con­
vicción, tal como había vivido. Que tampoco se me acuse de esa muerte, visto
Trajeron a un hechicero profesional para hacer que los el aspecto brillante que ahora tengo.
cultivos de copias del jeque Arácnido quedasen estériles para siempre... El La tercera vez... os haré el favor de saltarme el relato de
hechicero estaba a punto de lanzar un bombardeo de antiorogones cuando el mis restantes suicidios, con tal de que consintáis aún escuchar éste: Acaba­
doctor Benway le dijo: . ba de acostarme, después de una velada donde mi aburrimiento no había sido
— No malgaste energías. La ataxia de Fredenck se encar­ más asediante que el de otras noches. Tomé la decisión y, al mismo tiempo, lo
gará de limpiar este nido de copias. Estudié neurología en Viena, con el pro­ recuerdo muy claramente, articulé la única razón: ¡Y luego, zás! Me levanté y
fesor Dedoenculo... que se conocía hasta el último nervio del cuerpo. Viejo fui a buscar la única arma de la casa, un pequeño revólver comprado por uno
magnífico... Tuvo un final lamentable... Se le escaparon los hemorroides ex­ de mis abuelos, cargado de balas tan viejas como él. (En seguida se com ­
ternos yendo en el Hispano-Suiza del duque del ventre y se le engancharon prenderá por qué insisto en este detalle.) Durmiendo desnudo en la cama,
en la rueda trasera. Se destripó completamente y sólo quedó la cáscara va­ estaba desnudo en mi habitación. Hacía frío. Me apresuré a esconderme bajo
cía sentada sobre la tapicería de pie) de jirafa... Hasta los ojos y el cerebro las mantas. Levanté el percusor, sentía el frío dei acero en mi boca. Es vero­
salieron con un espantoso sonido de succión. El duque del Ventre dice que símil que en aquel momento sintiera latir el corazón, como lo sentía latir al oír
llevará ese terrible sonido dentro hasta el mausoleo. el silbido de un obús antes de que explotara, como en presencia de lo irrepa­
William Burroughs rable antes de consumarse. Apreté el gatillo, el percusor bajó, el tiro no ha­
bía salido. Entonces dejé el arma sobre la mesita, probablemente riendo algo
nerviosamente. Diez minutos después, dormía Creo que acabo de hacer una
observación bastante importante, tanto que... ¡naturalmente! Es lógico que
ni durante un instante pensara en disparar una segunda bala Lo que impor­
taba, era haber tomado la decisión de morir, y no que muriese.
Un hombre sin problemas ni aburrimiento puede encontrar
quizás en el suicidio la realización del gesto más desinteresado, ¡con tal de
que no sienta curiosidad por la muerte! No sé en absoluto cuándo y cómo he
podido pensar asi, cosa que por otra parte no me importa. Pero he aquí, de
todas formas, el acto más absurdo, la fantasía en su máximo estallido, la de­
senvoltura levada más lejos que el sueño, y el compromiso más puro.
Jacques R igaut

27
¿3Z1OIDÁJ3B3Í1
Obtiene una beca Full Bright para hacer proyecto de
fotografía en Nueva York.
Participa en el envío a "Chile crea”.
 ANOCHE PERDI UN POEMA EN EL DOBLADILLO DE LA ALMOHADA
£
c a rtilla in te rfro n te riz a d e d ic a d a
a l ilu s tre M a c A c h in q u e s a b e c ó m o
e s c rib ir c a d a v e z p e o r, y q u e c o m o
b u e n A ria n o e s u n P a ra b ra h rá n c u a lq u ie ra ,
• o s e a e l to d o n o d ife re n c ia d o ...
?

1
dos gorriones en el patio pegan saltitos
picotean
algo imperceptfole desde aquí:
su invisble alimento los convoca.
Picotean igual que yo rebanándome los sesos
por recuperar
el sueño tan lejano
que anoche viví.
Soñito donde leía un poema
poema que eran tres y uno a la vez.
Brillaba entre las manos de Pablo, como luciérnaga

Representación de Pablo
Pablo es profesor de física, de barba tan flaca y larga como el resto, medio miope y totalmente amigable; el flaco
García es un cineasta (1) deambulando entre la esterilidad hipercrítica y miserable ($) de las butacas de los cada
vez menos cines Montevideanos, donde sería hoy un imposible apreciar la película que él está filmando a lo largo del
crecimiento de su hijita (de la que no recuerdo el nombre) película que se va haciendo sobre la marcha pelada de los
años, que para él y la nena transcurren, cosa que no sucede con los que están, atornillados como butacas, en el
desierto de las butacas marrones.

Tres poemas en uno

algo tan místico como gráfico
.algo tan trillado como lo maldito;
de repente sentí a la necedad, esa que b asala a uno
de querer ser YO, el mismo poeta que escribió ese poema:
“versos hijos del todo mi ingenio de mi pluma erecta".

Tinta negra y plumín como los gorriones que no permanecen quietos

sobre el asfalto, ese hueco negro.

¿Cómo cazar versos tan inundados

sobre el papel de agua de los sueños?

deducciones:

veo claramente que Pablo es el actor que representa el papel de autor.

Yo soy un lector ocasional de su poema, que son tres.
Lector que, al fin del rabo del sueño, soy el que estoy
invendoando casi todo b que sucede en este escenario
ENTONCES
y cuando quise despertar a reescribirlo
quedé con estas migajas de neurona onírica diciendo:

letra y deseo
fuego de una sustancia de duración sin replay
"o sea" (2)
sirenitas acariciando mi sexo poético
que no se moja, pero que quema

(1) No se sabe bien la semántica de esta palabreja. Quizá sugiera la posiblidad remota de aquel que "hasta puede hacer
cine", en un país donde no existe tal arte, y hasta se duda el hecho de que exista país.
(2 ) Es uno de los versos que han hecho ilustre, según algunos, al autor figurante en la dedicatoria de este texto.

2
Prosiguiendo aparee» un detalle gráfico que se tomaba ¡mpresándfole

CrUcEs
muchas cruces y más cruces caminando
cruces diagonales cruces con su sombra
cruces en movimiento
entrándome a los ojos
o saliendo de ellos
cruces ensombreciendo las butacas
cruces estandartes saliendo como una multitud de letras
letras como gente chiquita o enfocada desde una gran altura (¿poética)

30
Prosa de fondo
Sonaba una música de gotas de agua desintegrándose, como cuando los músicos están afinando cada uno sus
instrumentos y las notas se tocan al azar y componen a su antojo otra partitura lateral y los ejecutantes se percatan
y siguen zapando, pisando con aplomo en un terreno no habitado que los deslumbra. En medio de tal acústica se
acerca Rubpen trayendo a modo de partitura al inefable Tres en Uno, y veo que detrás alguien dibuja con sombras
chinas la cabellera ondulante de Delmira. Inefable: el mismo poem a que había escrito Pablo me lo s muestra ahora
Rubpen como si fuera su útim a composición.

Y TODO CAMBIO FURTIVAMENTE QUE ES COMO SIEMPRE CAMBIAN LAS COSAS

El tres en uno se venía revelando como una foto cuando va poblando el blanco por instantes imprecisos donde el
cuerpo de las letras parecen mariposas fugaces que vuelan y al irse dejan en su lugar otros cuerpos soteniendo el
follaje.
Me dispuse a copiar el texto, con la oculta codicia de hacerlo mío con la velada sospecha de que en el fondo me
quedaría con las gotitas de agua desafinando en mis oídos, como un g r ifo ro to .

(toda esta escena del sueño me resulta de lo más ajena. En la re a lid a d , palabra que subrayo para que no se caiga,
siento una gran adversión a "copiar" poemas. Recuerdo a una quinceañera que gastaba sus tardecitas copiando
poemas en un cuaderno de "Mis trabajos" y aquellas hojas se llenaban de versos Ñervos y Heredias y la nacían
suspirar; yo mientras, desbordaba con espasmos de tristeza provocados por aquellas dulzuras suspirantes
mezcladas con letras prolijitas, de bic azul, que oon el tiempo destiñe; todo a la vez tan lejano y cálido y tan viejo antes
de tiempo, como si uno aquí a los quince empezara su carrera ascendente a la vejez madura, mientras los limones están
todavía jugosos y suertudos y verdes, con los pezones a flor de piel)

11 de setiembre, vi esta fecha saliendo entre letras y cruces

que avanzan o salen
del poema
un 11 como las piernas raquíticas del poema preso o impreso,

y vi
las columnas de soldados cuyos dedos sostenían
ei cuerpo quemándose •
del muchacho cuyos alaridos
provocaban el ladrido y la risa de los romanos
en cuyos cascos de plástico
reflejaba el humo humano
y de su boca salían las lenguas de
fuego que intentaban fundir el plomo de la pesadilla
mientras el cielo reflejaba los acontecimientos como un vidrio ciego

(recordé al instante que no había escrito ningún poema sobre Chile. Chile era un país, donde la poesía tenía su propio
infierno. Bruno Montane, poeta santiagueño, nacido también en 1957, cuenta como "una bandera negra (que no es la
del anarquismo) sube por el asta principal de la Plaza dé Armas y como en sueños ves a los señores y señoras que
siguen dando vueltas y vueltas, como si no pasara nada")

Antes de despertar vi un cementerio móvil.

Las cruces avanzando
rodeando la carpa de circo
anillando el lugar
donde los poetas leen sus artefactos. (3)

EPILOGO
Las cabezas de los gorriones se mueven rapidico
picoteando
y de pronto se detienen y me miran
todos a la una a las dos y ahora
miran extrañados
como ando yo oso hormiguero
sobre la mesa
picoteando
palabritas
y no puedo encontrarle las tres cabezas al sueño

y en la silla se ve una figura larga

como un pan blanco acribillado de humos
descabezado
por donde la harina se busca a sí misma
algo que se parece a un fantasma de cordillera.

LEASE AQUI
¡EL POEMA DE COMO AYER PERDI UN SUEÑO EN EL DOBLADILLO DE LA NOCHE!

Luis Bravo

(3 ) Nicanor Parra nos contó que esto sucedió en 1976, en la Carpa, donde trabajaron artistas jóvenes de todas las
disciplinas, generando uno de los primeros enfrentamientos al régimen.

31

Después de dieciséis años de exposiciones, conciertos, shows en las ace­
ras y grabaciones, Laude Anderson ha emergido como la figura líder dentro
de la más reciente ola del género conocido como "performance art", una ex­
presión tan amplia que püede incluir casi cualquier trabajo artístico, aún
cuando la mayoría de las obras de "action art" sean presentaciones multi­
media. (La etiqueta de "performance art" ha sido aplicada a creaciones tan
diversas como el clavar un artista a un Volkswagen en una crucifrcción far-
sesca y el subirse y bajarse de una silla por un largo período de tiempo.)
Hasta hace poco tiempo tales obras no pasaban del reducido círculo de ga­
lerías de vanguardia; hoy, ya sea porque las obras tanto de la Anderson co­
mo de otros experimentadores han logrado trascender el "elite appeal" de
la mayoría del "performance art", o porque se ha desatado una inusual avi­
dez por lo que hasta el momento no era popular dentro del arte, las obras de
la múltiple L.A., (poeta, escultora, compositora e intérprete) han ganado la
aceptación popular (85.000 personas viendo la presentación de United
States I - IV en 1983, el simple "O Superman" en el número 2 de los charts
pop británicos). Quizás su mayor contribución al performance art es la in­
vección de humor en un género a menudo demasiado autoconsciente.
"Empleé cosas que creí chistosas cuando el humor era considerado como
algo de muy bajo nivel; un disfraz para la banalidad. Pero la otra cara de es­
to es que la seriedad puede también ser un disfraz para la banalidad"
Comenzó a estudiar violín dásico a los 5 años, y llegó a tocar con la Chi­
cago Youth Symphony, pero a pesar de su evidente virtuosismo abandono la
carrera a los dieciséis
"Practicar ocho horas al día era para los muy adidos: me estaba volvien­
do un tecnócrata. Solo quería tocar en forma precisa y rápida, así que dejé
para poder aprender otras cosas".
A los 19 años se radica en N. Y., donde obtiene un diploma en Historia del
Arte magna cum laude y Phi Beta Kappa del Barnard College en 1969, y
otro en escultura de la Universidad de Columbia en 1972. Sin embargo, su
persistente interés en el lenguaje (encendido por la práctica fam iliar de
contar historias y por el fenómeno único del lenguaje exclusivo de sus herma­
nos gemelos menores) comenzó a manifestarse aún en sus esculturas: una de
sus primeras obras estaba inspirada en el mudra hindú, un elaborado siste­
ma de gestos manuales que acompañan el habla e indican su modo. Completa­
da después de seis meses de trabajo, la escultura era un pequeño objeto
manual diseñado de tal manera que una persona, al asirio debía forzosamente
ejecutar un gesto específico del mudra.
T R A N V I A S 32
"It's not the bullet that
kills you-it's the hole"
Lauríe Anderson,
esa loca suelta
La siguiente mezcla de artes visuales y lenguaje fue "Story Show", una
narrativa consistente en fotografías y acompañamiento textual que se exhi­
bió en la John Gbson Gallery de N. Y. (1972). Usando films y fotografías
continuó en esta veta por vanos años y durante ese período, sus exhibiciones
incluyeron un show unipersonal patrocinado por el pajero Vito Acconci (no
asombrarse y seguir leyendo) en el Artists Space (NY) y una gira del "Wo-
men Conceptual Artists", ambos en el 74.
L.A. se fue dando cuenta gradualmente que su trabajo en esos campos
había sido un disimulado esfuerzo en arrojar alguna luz sobre su más grande
interés: las palabras, especialmente las "palabras cortas, anglosajonas, de
, dos sílabas y simples". Puesto que el habla le ofrecía el ángulo más obvio y
esencial para la exploración de las mismas, le resultó ridículo ignorar ese as­
pecto de su arte.
Recibís una carta de alguien y podés decodificar una cierta cantidad a
partir de su formato. Pero si le hablás a esa persona por teléfono y te dice
exactamente las mismas cosas, entonces obtenés muchísima más informa­
ción."
Esa determinación renovó su interés por el violín, no tanto como instru­
mento musical sino más bien como "una especie de muñeco de ventrílocuo".
Adaptando el violín a esos propósitos, reemplazó la crin de caballo del arco
dei violín por una cinta magnética pregravada y las cuerdas por un cabezal
(el tape bow violín).
En una versión posterior, montó una bandeja en el violín e insertó una púa
en el arco para así poder locar un disco de 45 rpm. Estos violines modifica­
dos le permitieron manipular palabras y frases forzando al escucha a consi­
derar sus niveles de significado más cuidadosamente. Así por ejemplo, le
permite transformar la frase de Lenin "Ethics is the aesthetics of the fu-
ture" en "Ethics is the aesthetics of the few". (O sea, transforma "Etica es
la estética del futuro" en "Etica es la estética de unos pocos") si el arco no
es frotado en toda su extensión contra tos cabezales.
La influencia de artistas de vanguardia, como el escandaloso poeta-es­
cultor Vito Acconci, el compositor Philip Glass (conocido por algunos gra­
cias a la banda sonora de Koyaanisqatsi), el escritor William S. Burroughs y
el músico Captain Beefhart (obsceno colaborador de Zappa en el tema "W¡-
llie the Pimp" del Hot Rats) llevaron a L.A. al "performance art". Ese géne-
B U Z O N E S
 "Ifs not the bullet that
ro multimedia enraizado en el surrealismo, el futurismo, el dada y los "hap- encontrar las respuestas. Sus observaciones del American
pening" de tos 60, comenzó a emerger a principios de los 70 en trabajos ta­
Way of Life comenzaron a tomar forma en el 79, cuando presentó pro pri­
les como "Seedbed" de Acconci, en el cual el artista se masturbaba bajo una
mera vez "Americans on the Move", otra vez en The Kitchen, y dominaron sus
rampa en una galería de arte en N. Y. mientras hacía comentarios soeces so­ trabajos subsecuentes. Durante los cuatro años siguientes su descripción
bre y hada tos paseantes; también en las piezas de acción violenta (violent de tos USA fue creciendo en forma sostenida y produjo con una subvención
action pieces) de Chris Burden, en una de las cuales el artista hacía que al­ el simple "O Superman" (One Ten Records, 1981), el cual llegó al N5 2 en el
guien le disparara una bala en el brazo. En este contexto, se inscribe la obra vil chart, ganó el primer lugar en una encuesta de críticos de Jazz&Pop en
de la misma L.A. "Automotive", de 1972, su primer pieza performativa. En N. Y. y vendió 800.000 copias. En parte debido a tal suceso, la Warner
ésta orquestó bodnas de autos en el Town Green in Rochester, Vermont. Brothers le otorgó un contrato por ocho discos, que la muy astuta se apre­
Según L.A. el performance art es un híbrido: suró a sacudirse editando la caja del United States Live, de cinco discos, el
"Lo maravilloso es que se redefine cada vez que alguien hace algo y lo lla­ Big Science, una recopilación de temas del anterior en versiones de estudio,
ma de esa manera Europa tiene un término más libre aún: action art. Es un Mr. Heartbreak, una serie de temas enriquecidos basados en melodías pri­
tacho de basura para lo que sea que la gente quiera hacer". marias del U.S. Live, y el más elaborado HOME OF THE BRAVE, con el cual
Sus otros tempranos trabajos de "performance art" exhibían la varie­ cerró el contrato.
dad característica del género. En O-Range, (1973), escenificada en la Le- Gradualmente había comenzado a tener la visión de O. Superman, Walk
wisohn Stadium del City College de N. Y., midió la distancia de sonido entre the Dog, y otras de sus composiciones inspiradas en América como parte de
los concurrentes, y ese mismo año ejecutó el "Duets on Ice" en varios lugares un retrato épico de su nación, titulado UNITED STATES l-IV. Sucesiva­
públicos, donde tocaba un dueto consigo misma, en un violín alterado (car­ mente, fue presentando en concierto las diferentes secciones que componen
gado con un solo pregrabado) mientras se encontraba de pie, calzada con el paquete de cinco discos, y su prim er trabajo para la Warners, BIG
patines embutidos en bloques de hielo. Intermitentemente hablaba acerca SCIENCE, (1981) que consistía en extractos de su magnum opus.
del paralelismo existente entre el patinar y tocar violín. Cuando el hielo se
En su versión final, United States l-IV necesitaba seis horas para su eje­
fundía, "duets on ¡ce" concluía.
cución, consistiendo de 78 segmentos libremente organizados en cuatro
Durante aquellos años Laurie se mantenía trabajando como destajista
partes (transporte, política, dinero, amor) y exhistía las marcas de fábrica
para ART NEWS y ART FORUM, espedalizadas en crítica de arle.
de todos sus trabajos anteriores. Para las imágenes visuales usó más de
"Lo tomé realmente en serio. Más preciso... conocer a un verdadero ar­
1.200 fotos, dibujos animados y films. La música era provista por violines
tista, entrevistarlo, divagar un rato, ver lo que había en su heladera".
alterados (El tape bow violín), sintetizadores teclados e instrumentos elec­
Perdió esa fuente de ingresos por usar las pinturas de Van Gogh como
trónicos, instrumentos convencionales, y su voz. Ayudada por un vocoder
referencia sempiterna para medir todos los trabajos que revisaba. Volvién­
podía transformar su voz en un acorde y un Synclavier II repetía frases que
dose entonces hacia la enseñanza, fue profesora de Historia y Arquitectura
ella había grabado en series de velocidades intercambiables (So happy
Egipcia en el City College. Su jbropio arte, sin embargo, demandaba tanto
birthday). con su omnipresente preocupación por el lenguaje, especialmente
tiempo que no podía mantenerse al día con las revistas egiptológicas o pre­
evidente en O Superman y The it song, estos elementos se fundieron para
parar conscientemente sus dases.
formar un complejo retrato de la Edad Tecnológica que era relevante tanto
"Como que me olvidaba de los hechos, así que los comencé a inventar."
para Europa como para Norteamérica
(Renunció poco antes de que la echaran.) En 1974 obtiene una sarta de
"No intento ser didáctica. Tampoco intento ser alarmista, lo cuales muy
subvenciones que la tornan omnipotente: dinero fluyente, entrada libre a un
difícil, porque una de las condiciones políticas que describo son muy, MUY
estudio de grabación, libertad total. Comenzó a trabajar en una "talking no­
alarmantes. Mi propósito no es decirle a la gente cómo es el mundo o lo que
vel" (novela parlante), y concretó la delirante y aclamada "Handphone Ta- deben hacer al respecto. No tengo la más mínima idea acerca de alguna de
ble", construyó una mesa de pino con 17 depresiones de plomo con aislación esas dos cosas. Sólo puedo, bueno..., mirar el paisaje y pintarlo."
de goma, y grabadoras de cinta empotradas. Los escuchas debían colocar
sus codos en las depresiones de la mesa, y sus manos sobre tos oídos para
escuchar la música pregrabada; elsonido era conducido a tavés de los huesos
de los brazos, (truco que repetiría durante las presentaciones de United
States, durante el tema REVERB, en el cual un par de micrófonos aplicados
en sus lentes en el puente que ciñe la nariz amplificaban los golpes que se
daba a ambos costados de la caja craneana con tos puños). A pesr de la rela­
tiva simpleza de la obra, desde ART IN AMERICA Patricia Stewart diría:
"es una pieza absorbente de éxtasis psíquico y físico". La mesa fue expues­
ta en el Modem Art Museum de N. Y. en 1978, y causó sensación más tarde
en el Für Ohren Und Augen de Berlín.
La mayoría de tos primeros trabajos de L A enfatizaban la im portancia
de la acción, pero a mediados de los 70 se concentró en crear un contenido
narrativo más rico para sus trabajos, música, efectos electrónicos, imágenes
visuales, continuaron como características esenciales, pero se subordinaron
al elemento histórico. Sus primeros esfuerzos en esta veta que incluía el
"Songs and stories for the Insomniac" (1975) y el "Refried Beans FOR
INSTANTS" (1976-), estaban moldeados en gran m edida a partir de m a­
terial autobiográfico.
"Estaba trabajando realmente con estructuras de la memoria (como ol-
vidás ciertas cosas y nunca te olvidás de otras), y las dinámicas entre ellas.
Usé historias de mi propio pasado porque estaba allí, había sucedido."
El amor de L.A. por el lenguaje se manifestó a través de la más estricta
forma narrativa.
"Más que nada, creo que mi trabajo se centra en las palabras.Las imáge­
nes y sonido son una especie de comentario sobre estas palabras, u otro án­
gulo desde el cual mirarla".

La mezcla distintiva de medios que constituye el estilo actual de L.A.

cristalizó en1977 cuando ejecutó "For Instants Parí 5 (Songs for Lines,
Songs for Waves)" en The Kitchen (el reducto de la vanguardia en el SoHo
neoyorquino). Sus narrativas se habían vuelto canciones y el ritmo de rock
and roll que caracterizaría sus trabajos posteriores ya latía detrás de es­
tas piezas las cuales también incorporaban elementos de blues y se apoya­
ban fuertemente en la música electrónica. La crítica fue prudentemente elo­
giosa. Desde 1976 L.A. ha mantenido un exigente ritmo de giras en USA,
Canadá, Europa, a menudo dando conciertos seis meses en un año. La exposi­ L ig h tin g O ut for the Territories
ción a un continuo torrente de preguntas y quejas de los europeos acerca del
medio cultural, político y social de los USA la llevara a una obsesión con esa
escena en un intento de

T R A N V I A_ S 33 B U Z O N E S
kills you-ifs the hole"
Cuando se estrenó en la Brooklyn Academy of Music en Febrero de 1983,
atrajo audiencias desbordantes pero algún crítico (el under de tum o) en­
contró su 'pintura' poco efectiva. Las quejas incluían que todos los mate­
riales 'eran de segunda mano y poco diferenciados, resultando en un trabajo
con poca sustancia real por debajo de una destellante superficie de excesi­ Hey ah hey hey hey ah hey H ey hey ah ah hey ah hey
vamente manipulados recursos efectistas." Sin embargo, la mayoría, a pesar i am singing th e songs í never sang the sóñgs
de conceder que este proyecto inmensamente ambicioso presentaba ciertas H ey ah hey ah hey Hey ah hey
debilidades (incluyendo cierta falta de coherencia), estuvo de acuerdo en th e cid so n g s... but i can': of my fathers.
que Laurie había forjado un nuevo tipo de teatro musical, ayudando a crear rem em ber the words of the Hey hey ah hey
una audiencia completamente nueva y marcando el camino para la ópera del - songs. . . ’ ; am singm g for this movie.
futuro. Después de la presentción de U.S. Uve, en Brooklyn, L.A. comenzó H ey hey hey ah hey H ey ah
una gira por 16 ciudades de los Estados Unidos que habría de extenderse a the oía hu'nting sor.gs. i am doing this for money.
Londres y Zurich. El reconocimiento de los méritos artísticos de L A . por I am singing th e songs H ey hey ah hey
parte de críticos y público en general llevaron a la ejecución de sus composi­ of my fathers and o í .the ammais i rem em ber Grandfather.
ciones por otros músicos profesionales. Así, la Saint Paul Chamber Orches- !. théy hunted down. H e lay on his back
tra usandoTape Bow Violins, estrenó "Like a Stream-3" en el W alker Cen- : ¡ H ey hey hey ah hey w hile he was dying.
ter de Minneapolis ese mismo año. En Mayo del 80, 'Bom, never asked! había I never knew the words H ey ah hey
sido ejecutado por la Oakland Youth Orchestra, conducida por Robert of th e oíd songs. I think I am
Hughes. Más tarde, Dennis Russell Davies comisionó a LA . para escribir una H ey hey ah hey hey hey hey ah no one. .
obra para la American Composers Orch. El resultado fue "It's coid outside" I never w ent huntm g. ' H ey hey ah hey hey.
y una comisión posterior para una orquesta europea. L.A. admitió sus difi­
cultades para la composición de estas piezas:
'Realmente no tengo demasiada idea de que hacer con toda esa gente.
Fue u ra experiencia realmente extraña. Mi ámbito es el estudio, la mezcla he­
cha por una sola persona, pero se trataba de gente 'de verdad' tocando'.
A pesar de esto la versión de 'It's coid outside* que iría a aparecer en el
L.P. "Big Science" fue aclamada como "una de las más mágicas evocaciones
de la soledad de ios Estados Unidos*.
Con la ayuda del viejo Robert Rauschemberg y la coreografía Trisha En el marco más popular, la edición del quíntuple U.S. Live, y los L.P. BIG
Brown, L.A., creó "Set and Reset. Ese trabajo fue estrenado por la Trisha SCIENCE, Mr. HEARTBREAK, y HOME OF THE BRAVE, se alternan con
Brown Dance Company como parte de "The Next Wave", nuevamente en la sus colaboraciones con Jean Michel Jarre en el experimento etnológico-mu-
Brooklyn Academy of Music en un festival para nuevos trabajos dentro del
sical "Zoolook", y con Peter Gabriel en un surco del "SO", más la película que
"Perform ance Art".
acompaña a "HOME OF THE BRAVE", ampliam ente difundida por otras
L A . tiene una serie de grabaciones raras en su haber, como por ejemplo
partes, del planeta. La L A . que en el 76 había manifestado que su trabajo
su primer simple, del 77, "It's not the bulet that kills you, it's the hole"
se centraba en las palabras había evolucionado hada una devoradora de imá­
(Holly Solomon Gallery, N. Y. C ), "Theree experiences" (Dial-A-Poems se­
ries, 1981), una temprana versión de "Let x=x", distribuida en un flexidisc genes, una experimentada cazadora de las imágenes cotidianas de Manhat-
con la edición de Febrero de 1982 de "ART FORUM", y una contribución a
"Mi objetivo es el hacer imágenes", dice la L.A. post "HOME O F THE
una antología de Arle vanguardista: "You're the guy I want to share my mo­
BRAVE" y "y es muy diferente de hacer ideas; la información te llega de di­
ney with" (John G iorno Poetry Systems, 1982), que incluía trabajos de
Williams S. Burroughs y del mismo Giorno. ferente manera. Es más importante, entonces mirar a mí trabajo y aceptarte
o rechazado en términos de cosas sensuales, no en la forma en que pueda re­
sultar lógicamente. Creo que RESULTA lógicamente, pero se trata de un
arreglo de cosas que redbís a través de tus sentidos y no a través del ce­
rebro."

. de la Re­
vista Rolling Store, el Chicago Tribune, Art in América, Árt Forum, el New
Y«vk Times, y otras publicaciones.
Ricardo Nieves
Alvaro Pemper
Los glorioso autores

Dogshow

Soñé que era un pero en una exposición canina, y que m i padre venía a la ex­
posición y decía miren qué perro travieso, me gusta ese perro, y todos mis
amigos venían y comentaban y me miraban.
Nadie me había mirado a sí durante tanto tiempo.
Nadie me había observado tanto p o r tan largo tiempo.
Durante tanto tiempo.
Durante tan largo tiempo.
Durante tanto tiempo.

Lighting O u tfo rth e Terrítories

Vas manejando, y está oscuro, y llueve, y estás en las afueras de la ciu­

dad. Manejaste toda la noche y doblaste por allá atrás, pero no estás segu­
ro de que haya sido la maniobra correcta. Pero ya doblaste y seguís ade­
lante en la misma dirección y, de alguna manera, todo resulta familiar. Se­
guís conduciendo.
— Hola, perdón... ¿Podría decirme dónde estoy?
— Ya has estado en esta carretera antes, podés leer las señales. Podés
sentir tu camino, podés hacerlo... durante el sueño

A N V I
 Fínnish Farmers
H othead (La Langue d'Amour)
(Granjeros Finises)
Veamos, yo estaba en una isla y había una serpiente, y esta serpiente
Durante la Segunda Guerra Mundial, los rusos probaron sus paracaídas;
tenía piernas y podía caminar p o r toda la isla... Sí, es cierto; una serpiente
a veces los casquetes no se desplegaban y así muchas tropas se perdieron.
con piernas. Y también había un hombre y una mujer en la isla, y no eran muy
Durante la invasión a Finlandia, cientos de paracaidistas fueron lanza­
inteligentes, pero eran felices como corderos. S í,... veamos... Entonces, una
dos en medio del invierno. Como de costumbre, algunos paracaídas no se
noche, la serpiente estaba caminando p o r el jardín, y estaba hablando con­
abrieron y tos soldados fueron tragados p o r la nieve profunda. Los granje­
sigo misma, y vio a la m ujer y comenzaron a hablar, y se volvieron amigas...
ros fineses, con sus rifles y revólveres, erraban por sus campos, encontra­
muy buenas amigas. Y a la mujer le gustó mucho la serpiente, porque cuando
ban los agujeros y disparaban sobre ellos.
hablaba, hada ruidos con la lengua y la larga lengua le rozaba los labios, y
Durante la sequía de 1979 en e l Medio Oeste, los granjeros norteameri­
había un pequeño fuego dentro de su boca y una llama salía bailando de la
canos comenzaron a rentar sus tierras a l gobierno como lugar de emplaza­
boca, y a la mujer esto le gustó mucho.
miento para silos de misiles.
Y después de entonces se aburría con e l hombre, porque, no importa lo
Les dijeron: "Algunos de estos silos contienen misiles prontos para ser
que pasara, e l siempre estaba feliz... como un cordero.
disparados; otros no."
— ¿Qué dijo la serpiente? Sí, ¿qué estaba diciendo?, ¿qué dijo?
Algunos habían sido diseñados para lucir como silos ordinarios de maíz o
—Bien... te diré...
granos. Los militares le llamaban "t-coy", pero los granjeros preferían lla­
La serpiente le dijo cosas acerca del mundo, le contó de la vez que hubo
marlos "scarecrowers". E l gobierno también sugirió que estos silos podrían
un gran tifón en esa isla y entonces todos los tiburones salieron del agua. Sí
estar conectados p o r cientos de millas de ferrocarril subterráneo a través
salieron del agua y caminaron hacia la casa del hombre y la m ujer con sus
de un sistema de túneles.
grandes dientes blancos. Y la mujer escuchó estas cosas y estaba enamora­
Esta es la canasta roja. ■
da
Esta es la cosecha.
Y el hombre vino y dijo: "Tenemos que irnos". Y la m ujer no quería irse,
Los túneles, más allá, subterráneos.
porque estaba ardiendo, porque era mujer enamorada.
Los granjeros, los misiles prontos.
De todas formas, se fueron.
Los granjeros, los que estaban allí.
Pero nunca se quedaron en ningún lugar p o r mucho tiempo, porque ta
Canastas enrojecidas.
mujer era impaciente, porque estaba ardiendo, porque era mujer enamora­
Pacto fundiente.
da
Derritiendo
Y esta historia no es una historia que cuente m i pueblo; es algo que YO
sé, y cuando hago m i trabajo, estoy pensando en estas cosas. Porque cuan­
Derribado.
do hago m i trabajo, es en esto en lo que pienso.
 'T o d o existe desde el comienzo", escribe William Carlos
Williams en The Great American Novel. Las implicaciones de
esta afirmación son vastísimas, las consecuencias de creer en
ella radicales. Desde este punto de vista, todas las formas con­
vencionales de ordenar la experiencia resultan abstractas y vací­
as: cáscaras secas. Las concepciones del tiempo como una pro­
gresión histórica lineal son falsas: sólo el momento es real. El pre­
sente es el comienzo y contiene todo: la semilla de la vida en sí.
Todo trabajo de Williams es una serie de intentos de penetrar el
momento; su arte es una búsqueda continua de las nuevas for­
mas requeridas para esta expresión. Sin embargo, esta unión
permanente a lo momentáneo no lo impulsó a una carrera deses­
perada tras nuevas sensaciones: con excepción de los años en
que estudió en las universidades de Pennsylvania y Leipzig (Ale­
mania), no dejó su hogar en Rutherford, New Jersey, donde se
desempeñó como pediatra. A pesar de que la mayor parte del
tiempo la pasaba visitando pacientes y asistiendo a las parturien­
tas, se las ingenió para escribir más de 37 volúmenes de prosa y
verso. La poesía, según su creencia, sólo podía desarrollarse en
un ambiente familiar al poeta. En términos espaciales, también,
todo existe desde el comienzo; "el lugar en que nací es el lu­
gar al que pertenece la palabra".
No obstante, la aceptación de sus verdaderos orígenes le lle­
garía a Williams a través de una lucha ardua y prolongada. Hijo
de inmigrantes (inglés y portorriqueña), sus padres tenían gran­
des expectativas con respecto a su primer hijo, para alcanzar las
cuales no vacilaron en reprimir, a veces en forma violenta, la fuer­
te sensualidad del niño, creándole así una atormentada división
de la personalidad: "El terror dominó mi infancia, no el miedo,
no tenía miedo. Tenía los miedos normales, naturalmente,
pero eso podía perdonarse, no así el terror que llameaba en
los lugares ocultos y en todo 'paraíso'".
Esta división se hizo particularmente evidente en el despertar
de su interés por la poesía: Whitman y Keats eran sus poetas pre­
dilectos. "Resulta curioso que estuviera obsesionado con la
elegancia estudiada de Keats por un lado, y con el vigor en
bruto de Whitman por el otro".
Como un paso hacia la libertad, tomó la decisión de asistir a la
escuela de medicina en Pennsylvania, lo cual no sólo le permitió
librarse de la asfixiante supervisión paterna, sino que además le
otorgó la posibilidad de vincularse con gente como Ezra Pound
H.D., y Charles Demuth, quienes compartían una serie de senti­
mientos que en Rutherford lo habían hecho sentirse aislado y te
meroso. "Manifestaban una provocativa indiferencia a la ley
y el orden que me gustó." Su amistad con Pound se afianzó
durante esta época y, a pesar de que juntos integraron el Imagi-
nist Group (que iría a dejar una profunda huella en todos los tra­
bajos posteriores de Williams), no estuvo exenta de discusiones y
algún que otro altercado: Pound se encargó de destrozar los pri­
meros poemas de Williams. El incidente (y otros similares que le
seguirían) no haría sino conducirlo a una más precisa y vigorosa
autodefinición, al mismo tiempo, sus reservas con respecto a
Pound fueron inmediatas:
Lo que nunca pude tolerar en Pound y tampoco procuré
para mí mismo fue el "lado" que acompañaba todas sus
posturas como poeta; me parecía el truco más viejo y vacío.
Cualquier simplón podía darse cuenta de dónde venía todo
aquello; del conflicto entre una aristrocracia de nacimiento y
otra de mente y espíritu: una cosa tonta e innecesaria. El
poeta desdeñando al otro se vuelve ridículo, pues imita lo
que rechaza. Mi educación asumió más bien la humildad y la
precaución de los científicos.............. ...................................
D urante mi estadía en la Universidad de Pennsylvania,
por 1905, solía discutir con Ezra. Yo decía "pan" y él decía
"caviar"; era una especie de simplificación de posiciones.
Una vez, en una carta (habíamos arrastrado nuestra discu­
sión por años) me escribió: "perfecto, pan". Pero sospecho
que siguió con el caviar".
La poesía de Williams va a comenzar a definirse girando alre­
dedor de lo cotidiano, sus versos van a hacer uso de elementos
tan comunes como la primavera, una carretilla roja, flores, ciruelas
o yates en un paisaje marino. Muy simple, se aspira a "cerrar
las puertas de los sentidos" (para trascender la carne) y desli­
zarse a algún protegido dominio de “paz ru ra l"' ’racción pu­
ra".
De la misma manera, el poeta busca elevarnos u ia experien­
cia sensual, colocándonos exactamente dentro de la experiencia
inmediata. Esto se logra parcialmente a través de la no-definición
y la no-formalización del momento; la forma cerrada, convencional
y artificiosa del soneto no tiene cabida aquí.
El segundo principio sobre el cual se edificará su poesía será,
pues, la irregularidad métrica.
El acto creativo es un proceso en el cual las convenciones
oprimentes son voladas a fin de liberar los instintos del artista. In­
dependencia, revolución, caos son ahora parte de este programa
Rabian osas er ia Huvir
No las cortes, le rogué
No durarán, dijo ella
°ero son tan hermosas
jonde están
Ah todos fuimos herniosos una vez dijo
ella,
y las cortó v me tas dir
en ia manr
Wíllia¡
La Carretilla Roja
Tanto depende
de
una carre
tilla roja
brillante con agua
de lluvia
al lado de los pollos
blancos
William Carlos W lliams
Ahora la vida está por encima de todas las cosas que re­
sultan subversivas para con ella, así como lo estuvo en el
momento anterior, siempre nueva, irregular. El verso, para
estar vivo, debe diluirse en algo del mismo orden, como una
tintura, algo en la naturaleza de una revolución impalpable,
de inversión etérea, digamos..................................................
La poesía se encuentra en un estadio caótico, debemos
rechazarla forma standard del verso inglés y ponernos en
caos a propósito, a fin de redescubrir nuevas constelacio­
nes de los elementos del verso en nuestro tiempo. Debemos
descomponer la poesía en sus elementos de la misma forma
en que un físico o un químico lo haría, a fin de realizarnos,
de reformar los elementos. Las posibilidades son infinitas
hoy en día, ni qué hablar del futuro. No somos hombres si
suponemos que quienes estuvieron antes que nosotros fue­
ron hombres y no avanzamos e intentamos copiarles. En
ese caso nos volvemos meras réplicas del pasado y no exis­
timos en nuestro propio derecho...
No le resultaría difícil a Braque el pintar un Tiziano, pero...
¿qué significaría? por otra parte, s i Tiziano viviera hoy, no
sería como Tiziano; nos enseñaría a pintar. Olvidémonos de
la carga, del pensamiento que el poema debe transportar, y
reconozcamos el mecanismo que puede transportar el senti­
do, cualquier sentido. Pensemos en Gertrude Stein: usar las
palabras como objetos a partir de los cuales se elabora un
pequeño mecanismo llamado poema, el cual tiene a su car­
go la entrega de la "mercancía". Eso es lo que la poesía de­
be ser.
Estamos avanzando al expresar lo que es nuestro tiempo,
hay más inteligencia en la poesía hoy en día, y decir que nos
estamos volviendo más crudos es una locura. Nuestra poe­
sía, nuestros mecanismos, son mucho más sensibles. Esta­
mos mucho más al tanto de lo que es la vida después de un
Freud o un Whitehead.
Williams refleja en su estilo la afición del médico por sondear
cosas materiales desde el un punto de vista interior, al igual que a
la gente bajo todas las condiciones de vida. Experimenta;, una
profunda regeneración a través de la práctica de la medicina; a
través del problema del paciente, podía escapar de las túrgidas
obsesiones de su propia vida.
Me perdía realmente en los dominios de sus mentes (dice
de sus pacientes): por un momento me transformaba, me
convertía en ellos, quienes quiera que fuesen, asi que cuan­
do me despegaba de ellos, después de media hora de con­
centración intensa en alguna enfermedad que los afectaba,
me sentía como si me despertara de un sueño profundo.
Por un momento no había existido, nada me había afecta­
do; volvía en mí completamente refrescado.
Hacia 1946, Williams comenzó a escribir su extensa obra ma­
estra; Paterson. Una muy personal versión moderna de la poe­
sía épica Paterson se centra en la relación del poeta con una
ciudad moderna, su propia ciudad en las inmediaciones del Pas-
saic River en New Jersey El ooeta-protagonista deambula por la
'judad, percibiendo su presente, recordando, y meditando sobre
su propia vida en la misma hasta que es capaz de experimentar y
entender todos los aspectos de la ciudad y, en cierto sentido, de
in v e rtirs e en ella Williams terminó los cuatro libros de Pater­
son originalmente orovectados en 1951, pero no udo forzarse a
jn final y completó así e l : ibro V en 1958. Se encontraba traba-
¡ando en el Libro Vi en el momento de su muerte, en 1963.
Al identificarse con Rutherford, Williams no se aisló del movi-
a/iihh
mento literario de su época, pero se colocó en una difícil situación
 marginal, en la periferia del corazón artístico neoyorquino. Su im ­
pacto sobre las generaciones posteriores fue real y decisivo, pero ESTO ES PARA DECIRTE
radicalmente modificado por su determinación de ser, al igual que
Whitman, un poeta de lo individual en su relación primaria con el que has comido
espacio. Su poesía fue afirmativa y coherente en un momento en las ciruelas
que la poesía tendía a ser negativa, alienada y ambigua. que estaban en
¿ P o rq u é tenem os que s e r tan o s c u ro s ? la heladera
La o scu rid a d , una vez penetrada, re s u lta s e r u n a c u e s tió n
las cuales '
re la tiva m e n te sim ple. La o s c u rid a d e s u n Im p a c to m u y ne­
ce sa rio pa ra e l oye n te o e l le c to r cu a n d o a lg o n u e vo e s p re ­ probablemente estabas
senta d o , p u e s to que la m ente e stá c o n d ic io n a d a p o r e l p a ­ guardando ..
sado. Pero una vez que e l ho m b re ha p e n e tra d o la ju n g la o s ­ para el desayuno
cura, lo m á s p ro b a b le e s q u e s a lg a a u n a m eseta de sd e la
Perdóname
que tenga una v is ió n m u ch o m á s a m p lia de la que ja m á s ha­
ya te n id o e n e l p a sa d o . C u a n d o s e p ie n s a e n W agner (¡s í estaban deliciosas
que e ra m a ld ito !) o e n Ibsen, o, p o r s u p u e s to , e n u c h o s tan dulces
o tro s más, uno re cu e rd a que e l té rm in o "e s o té ric o " fue a p li­ y tan frías
cado p o r p rim e ra vez a A ristóteles.

Ricardo Nieves
en exclusivo para T&B
desde Yonknapatawpha County
A
Mississippi, U.S.A.

A UNA POBRE VIEJA

masticando una ciruela en
la calle una bolsa de papel
de ellas en su mano

Le saben bien a ella

Le saben bien
a ella. Le saben
bien a ella

RETRATO DE UNA DAMA Puedes darte cuenta por

la forma en que se da
Tus muslos son manzanos a la mitad
cuyas flores tocan el cielo. chupada en su mano
¿Qué cielo? El cielo
donde Watteau* colgó una zapatilla Confortada
de mujer. Tus rodillas un alivio de ciruelas maduras
son una brisa sureña- o parece llenar el aire
una ráfaga de nieve. ¡Ah! ¿qué Le saben bien a ella
clase de hombre era Fragonard?**
-como si eso respondiera
algo. Ah, si- bajo
las rodillas, puesto que la melodía
cae en esa dirección, hay
uno de esos blancos días de verano,
el césped alto de tus tobillos
que ondea sobre la orilla-
¿Qué orilla?-
la arena se aferra a mis labios-
¿Qué orilla?
Ah, pétalos quizá. ¿Cómo
podría saberlo?
¿Qué orilla? ¿Qué orilla?
Dije pétalos de un manzano

Jean Antoine Watteau (1684-1721) pintor francés celebrado por

sus escenas románticas al aire libre.
“ Jean Honoré Fragonard (1732-1806) pintor francés de escenas
de amor y galantería. Uno de sus cuadros muestra a una
muchacha lanzando su zapato al aire. El atribuirle este hecho a
Watteau pudo haber sido intencional, ya que Fragonard pintaba
escenas vistas como salaces.
 L Biblia, q u izá el libro m ás leído en toda la Tie­
rra, tiene m uchos pasajes "eróticos" al igual que otros
an tig u o s m o n u m e n to s literarios, com o el C an tar de
G ilgam esh o los libros Védicos. Y no es de extrañar: el
Sexo es uno d e los aspectos m ás misteriosos y hum anos
de n uestra esencia, y no sólo está ligado a lo físico si­
no q u e aparece tam bién com o sím bolo im portante de
la C reación y d e v e n ir d el universo; así m uchas doc­
trinas filosóficas señ alan la existencia d e u n A n d ró ­
gino (del griego: "hom bre-m ujer") U niversal q u e p o - ,
see los dos sexos, y a p a rtir del cual D ios creó a todos
los Seres. Los principios m asculino y fem enino están
siem pre en todos los piaos del Cosm os y cuando se jun­
tan, sea en seres d e n a tu ra le z a in ferio r o s u p e rio r,.
form an u n a u n id ad creadora que recurda al Andrógino
U niversal, u n id a d creadora capaz d e originar u n n u e­
vo Ser y m an te n er el desen v o lv im ien to d e la C rea­
ción. El libro bíblico del G énesis sintetiza esta idea
cuando dice: "por eso el v arón se u n e a su m ujer y son
los d o s u n a sola carne" (Gen. 2,24); y San Pablo, co­
m entando este pasaje, m anifiesta su oposición a efec­
tu ar la unión sexual con u n a prostituta. E videntem en­
te esto era p a ra él u n a form a d e d e sv irtu a r u n acto
fu n d am en tal en la C reación (1 Co. 6, 16). El sexo se
debe u sar p ara crear, no p ara obtener placer.
Lo sexual es usado adem ás por San Pablo como sím ­
bolo d e la unión del H om bre con Dios: "... el que se une
al Señor, se hace u n sólo espíritu con El" (1 Co. 6,17);
tam bién la Iglesia y C risto "form an u n a sola carne",
lo q u e rep re sen ta p a ra el A póstol u n g ran M isterio
(Ef. 5, 32).
P or to d as estas razo n es se m u estra en toda la Bi­
blia u n a constante preocupación p ara que no se d esva­
lorice el acto sexual; así O n án (de cuyo nom bre p ro ­
v ien e la p a la b ra "onanista"), q u e h ab ía d ecid id o ,
(para ev ita r d a r descendencia), "d erram ar en tierra"
(=acabar afuera) y en ten d em o s p o r acabar afuera en
vez d e realizar la conjunción com o era debido con su
esposa. Tam ar, es m uerto p o r Dios (Gen. 38,8-10). Los
libertinajes d e los H o m b res e n cien d en la cólera de
Y ahveh, p ro v o ca n d o el D iluvio U niversal y la d e s­
trucción d e las ciu d ad es d e Sodom a (cuyos habitantes •
eran los "sodom itas", vocablo que originó la palabra
en el sentido q u e h o y le dam os) y G om orra (Gen. 6,1­
22; 19,1-29). En el A n tig u o T estam ento la lujuria, el
incesto, la fornicación y el adulterio eran condenados •
(p rohibidos e n los D iez M andam ientos -Ex. 20, 14 y
17-) h a sta con p e n a d e m u e rte (Dt. 22, 22-27, Lev.
20,10) o m u lta (Dt. 22, 28-29).
El incesto, con el p a d re , la m adre, la n u era, la hijo
o esposa del p a d re m erecían la m u erte (Lev. 20, 11­
12), com o tam bién quien tuviera com ercio sexual con

39

una m adre y su hija (Lev. 20,14). El trato sexual con
anim ales m uy practicado en nuestra cam paña acarre­
aba pena de m úrete (Lev., 20,15-16). Desnudarse ante
la herm ana o tía o m irar su desnudez era abominado,
como tam bién la unión entre tíos y sobrinos o herm a­
nos (Lev. 20,19-21). El Nuevo Testamento es menos ri­
guroso, y Jesús y sus discípulos se limitan a la condena
moral. También la fornicación era usada como símbo-
» lo para explicar y referirse al culto a los ídolos, el
pacto o trato con pueblos no judíos. "Vacas" llama
Amos 4,1, a las mujeres licenciosas.
La figura de la ram era aparece en los libros bíbli­
cos como símbolo de la corrupción espiritual, unida a
la fornicación (Os. 1,2; Jer. 2,20; y Am. 2,7 en el A.T.);
en el Apocalipsis esta figura tom a gran importancia,
caracterizándose a Babilonia, símbolo del pecado y
del libertinaje, como la "madre de las ram eras" (Ap.
17,5; 18,2-3; 18,9-10 y 19,2). Es bueno recordar que la
Biblia recoge en el libro de Isaías una popular canción
pronográfica de los siglos VIII y VII A. de C., que en
el texto se denom ina "canción de la ramera":
"Toma la cítara
y recorre la ciudad, ' .
ramera olvidada.
Toca lo mejor que sepas
y canta bien alto, a ver si se acuerdan de tí"
(Is. 23,15-16)
Escenas de incesto son frecuetes en la Biblia, a pe­
sar de las prohibiciones de Dt. 22, 30 y las citas ya
. vistas. El Génesis nos cuenta cómo las hijas de Lot se
acuestan con su padre, previam ente em briagado por
ellas a tal efecto, como el episodio de Judá, padre del
pobre Onán, que confundiendo a su nuera con una pros­
tituta tiene relaciones con ella, de lo que resultarán
dos gemelos (Gen. 19,31-38 y 38,15-30), y gran erotis­
mo revela la historia de la relación de los herm anos
Am nón y Tamar, dos hijos del Rey David (2 Sam. 13,
1-2); el prim ero fingiéndose enfermo, se hace traer
por su herm ana com ida a su lecho, y una vez allí la
toma por el brazo y la viola.
No deja de aparecer episodios de homosexualismo,
condenado en Lev. 20,13 con la m uerte, en el libro de
los Jueces (19,22). Un grupo de hombres perversos va a
la casa de un anciano de Gueba (tribu de Benjamín) y
la piden que saque para afuera a un huésped para
"conocerlo". El anciano, para evitarle la infam ia y
protegerse en su reputación, prefiere entregarles a su
hija virgen y a la concubina del huésped para que los
hom bres abusaran de ellas a su placer. Finalmente los
vándalos term inan violando a la concubina del hués­
ped (no se menciona a la hija del anciano) por toda la
noche de m anera tan cruel y salvaje que ella term ina­
rá m uriendo a causa del daño ocasionado por el ata­
que sexual (Jue., 19, 23-28). Este suceso dará lugar a
una guerra civil de venganza y castigo entre el pueblo
de Israel y la tribu de Benjamín. Existe un pasaje pa­
recido en Gen. 19,4-14, cuando los Sodomitas piden a
Lot que haga salir a dos hom bres que hospedaba (que
en realidad eran Angeles) para "conocerlos" - "cono­
cer" en lenguaje bíblico significa "hacer el amor", co­
mo se ve en Gen. 4,1; 4,17 y 4,25-. Y los Angeles se sal­
varon , como tam bién las hijas vírgenes de Lot ofreci­
das por él en alternativa, porque eran los Angeles en­
viados por Dios Yahveh a quem ar Sodoma y Gomorra
y comenzó el incendio, porque si no...
Habíam os dicho que la desnuedez era considerada
pecam inosa en el Levítico, pero sin d u d a ésta se tra­
taba en forma m uy interesante en otros relatos bíbli-
T R A N V I A S.
eos. A dán y Eva, m ientras se encontraban en el Paraí­
so sin comer el fruto del Arbol del Conocimiento del
Bien y del Mal, eran felices y aunque estaban desnu­
dos no se avergonzaban por ello (Gen. 2,25); sin em ­
bargo, apenas comieron del fruto del Arbol prohibido,
el prim er índice de su caída fue la m utua vergüenza
que sintieron por su desnudez, hecho que originó, seg'n
la Biblia, la invención del vestido (Gen. 3,37). Yah­
veh, viendo que los dos se habían ocultado de El por
pudor, apareció que había transgredido su m andato
de no comer del Fruto del Conocimiento del Bien y del
’ Mal. Con esto el Génesis nos enseña que el cuerpo des­
nudo en sí eS bueno, y sólo la ignorancia, la m aldad
hum ana y el propio pecado lo hace malo; pero el p u ­
dor por la desnudez del cuerpo todavía no ha desapa­
recido en nuestro Planeta.
M ención aparte debem os hacer al C antar de los
Cantares, sin d u d a el libro m ás erótico de la biblia y
el m ás bello poem a de am or en toda la Historia de la
H um anidad. Todos lossentidos juegan como imágenes
que despiertan el deleite sexual: el gusto (el vino), el
olfato (los perfum es), la vista (la descripción del
cuerpo de los Amantes). Las comparaciones se suceden
adem ás con exquisito buen gusto (la yegua, la paloma,
la gacela, la bolsita de m irra, el m anzano). La des­
cripción del cuerpo de los enam orados revela un ero­
tismo m uy sutil y puro, donde no se pierde detallé' y
no queda ni una parte anatóm ica por elogiar (leer
Cant. 4,1-11; 6,4-7; 7,2-10 para la descripción de la
Esposa y 5,10-16 para la descripción del Esposo es co­
mo para hacerse el bocho). ".Ya m e he quitado la tú­
nica. ¿Cómo volver a vestirme? Ya me he lavado los
pies ¿Cómo volver a ensuciármelos? mi am ado mete
la m ano por el agujero de la llave. Mis entrañas se es­
trem ecen todas. Mi alm a desfalleció al oirle" (Cant.
5,3-4). ¡Esta escena tan sensual no ha podido ser supe­
rada ni por Coriq Telia ni H arold Robbins!
T R A N V I A S 41
La virginidad absoluta era tenida por verdadera
desgracia. Jefté, hijo de m eretriz (Jue. 11,1), sacrificó
su hija a Yahveh por esta causa, de acuerdo a un voto
que había hecho, luego que durante dos meses su hija
fuera por los meses llorando el infortunio de su virgi­
nidad, sin haber conocido varón (Jue. 11, 34-40). Tener
hijos era m uy importante, y el Génesis documenta con
detalle la "guerra de hijos" entre Lia y Raquel, a la
que agregaron el concurso de esclavas (Jacob agradeci­
do: 12 varones y una hija). Gen, 29,31 a 30,24.
A veces nos m uestra la Biblia que la lascivia puede
ser mala consejera. "No te entregues a meretrices, no
vengas a perder tu hacienda"; "No te dejes seducir
por la herm osura de una m ujer, ni Ja desees" (Ecle­
siástico 9,6; 25,28). El general asirio Holofernes, cuya
alm a hervía en deseos de unirse a Judit (Jdt. 12,16),
luego de una enorm e borrachera e la que bebió m ás vi­
no "que desde el día en que nació" por causa de la ale­
gría de saber que se acostaría posteriorm ente con ella,
se queda dorm ido por completo m ientras el eunuco
Bagoas hace retirarse a todos para que quedaran so­
los Judit y Holofernes. Aprovechando la ocasión, Ju­
dit m ata con total facilidad a aquél cortándole la ca­
beza; el bravo general asirio, por pensar con su mente
puesta en lo sensual, perdió la vida en su lecho (Jdt.
13,1-9). Un consejo bíblico: "La liviandad de la mujer
se m uestra en el descaro de su m irada, y en el pesta­
ñear de sus ojos" (Eclo. 26, 12). ¿Qué onda pasa hoy?
¿Sigue vigente?
Sobre el tema de la virginidad de María, docum en­
tada en los Evangelios de San Mateo (1,18-25) y San
Lucas (1,26-80), dejamos que cada lector m antenga su
opinión. Si M aría concibió por m edio del Espíritu
Santo, si Dios fue un mejicano, si el episodio fue una
"divinización del adulterio" -com o dijera en "Pobre
Cristo" el escritor italiano Mario M ariani-, o si Ma­
ría tenía un him en tan complaciente que no lo rom pí­
an ni con u n a bomba -lo que anatómicamente justifica­
ría una "concepción virginal"-, es difícil de llegar a
una conclusión que satisfaga a todos por igual. Meji­
cano fue David, quien hizo lo posible para que Urías
m uriera en batalla y quedarse con Betsabé, su mujer
(II Sam. 11, 1-27).
El Sexo se consideraba en los antiguos tiempos bí­
blicos como un efectivo m edio para devolver el calor
al cuerpo y reconstituyente vital; así le procuraron al
ya viejito Rey David la joven virgen Abisag para que
su cuerpo recuperara la energía perdida, pero como a
su avanzada edad el Rey David ya no estaba para
esos asuntos, Abisag siguió tan virgen como el día en
que se la presentaron a aquél; como quien dice, no pasó
naranja (1 Re. 1,1-4).
Marcos Desiderio
B U Z O N E S
 eos. A dán y Eva, m ientras se encontraban en el Paraí­
so sin com er el fruto del A rbol del C onocim iento del
Bien y del M al, eran felices y a u n q u e estaban d e sn u ­
d o s no se avergonzaban p o r ello (Gen. 2,25); sin em ­
bargo, apenas com ieron del fruto del A rbol prohibido,
el p rim e r índice d e su caída fue la m u tu a vergüenza
que sintieron po r su desnudez, hecho que originó, seg'n
la Biblia, la invención del vestido (Gen. 3,37). Yah-
veh, viendo q u e los d o s se habían ocultado d e El po r
p u d o r, apareció q u e había tran sg red id o su m an d ato
de no com er del Fruto del Conocim iento del Bien y del
*Mal. C on esto el Génesis nos enseña que el cuerpo des­
n u d o en sí es b ueno, y sólo la ignorancia, la m ald ad
h u m an a y el propio pecado lo hace m alo; pero el p u ­
d o r por la d esn u d ez del cuerpo todavía no ha d esap a­
recido en nuestro Planeta.
M ención a p a rte deb em o s h acer al C an tar d e los
C antares, sin d u d a el libro m ás erótico d e la biblia y
el m ás bello poem a d e am or en toda la H istoria de la
H um anidad. Todos lossentidos juegan como im ágenes
que d e sp ie rta n el deleite sexual: el gusto (el vino), el
olfato (los p e rfu m es), la vista (la d escrip ció n del
cuerpo d e los Am antes). Las com paraciones se suceden
adem ás con exquisito buen gusto (la yegua, la palom a,
la gacela, la bolsita d e m irra, el m anzano). La d e s­
cripción del cuerpo d e los enam orados revela u n ero­
tism o m u y sutil y p u ro , d o n d e no se p ierd e detallé' y
no q u e d a ni u n a p a rte anatóm ica p o r elogiar (leer
C ant. 4,1-11; 6,4-7; 7,2-10 p a ra la d escripción d e la
Esposa y 5,10-16 p ara la descripción del Esposo es co­
m o p ara hacerse el bocho). ".Ya m e he q u itad o la tú ­
nica. ¿Cóm o volver a vestirm e? Ya m e he lavado los
pies ¿Cóm o volver a ensuciárm elos? m i am ado m ete
la m ano p o r el agujero d e la llave. M is entrañas se es­
trem ecen todas. Mi alm a desfalleció al oirle" (Cant.
5,3-4). ¡Esta escena tan sensual no ha po d id o ser supe­
rad a ni p o r C oriq Telia n i H arold Robbins!
T R A N V I A S 41
La v irg in id a d ab so lu ta era ten id a p o r v erd ad era
desgracia. Jefté, hijo d e m eretriz (Jue. 11,1), sacrificó
su hija a Y ahveh p o r esta causa, d e acuerdo a un voto
que había hecho, luego q u e d u ran te d o s m eses su hija
fuera p o r los m eses llorando el infortunio d e su virgi­
n idad, sin haber conocido varón (Jue. 11, 34-40). Tener
hijos era rnuy im portante, y el G énesis docum enta con
detalle la "guerra d e hijos" entre Lia y R aquel, a la
que agregaron el concurso d e esclavas (Jacob agradeci­
do: 12 varones y u n a hija). Gen, 29,31 a 30,24.
A veces nos m u estra la Biblia que la lascivia p u ed e
ser m ala consejera. "No te entregues a m eretrices, no
ven g as a p e rd e r tu hacienda"; "No te dejes seducir
p o r la h erm o su ra d e u n a m ujer, ni la desees" (Ecle­
siástico 9,6; 25,28). El general asirio H olofernes, cuya
alm a hervía e n deseos d e u n irse a Ju d it (Jdt. 12,16),
luego de un a enorm e borrachera e la que bebió m ás vi­
no "que desde el día en q u e nació" p o r causa de la ale­
gría d e saber q u e se acostaría posteriorm ente con ella,
se q u e d a d o rm id o p o r com pleto m ientras el eunuco
Bagoas hace retirarse a to d o s p ara q u e q u ed aran so­
los Judit y H olofernes. A provechando la ocasión, Ju­
d it m ata con total facilidad a aquél cortándole la ca­
beza; el bravo general asirio, po r pensar con su m ente
p u esta en lo sensual, p erd ió la vida en su lecho (Jdt.
13, 1-9). U n consejo bíblico: "La liv ian d ad de la m ujer
se m u estra en el descaro d e su m irada, y en el p esta­
ñear d e sus ojos" (Eclo. 26, 12). ¿Q ué on d a pasa hoy?
¿Sigue vigente?
Sobre el tem a d e la v irg in id ad de M aría, docum en­
tad a en los E vangelios d e San M ateo (1,18-25) y San
Lucas (1,26-80), dejam os q u e cada lector m antenga su
opin ió n . Si M aría concibió p o r m ed io d el E spíritu
Santo, si Dios fue u n m ejicano, si el episodio fue una
"divinización d el ad u lterio" -co m o dijera en "Pobre
Cristo" el escrito r italiano M ario M ariani-, o si M a­
ría tenía u n him en tan com placiente que no lo rom pí­
an ni con u n a bom ba -lo q u e anatóm icam ente justifica­
ría u n a "concepción virginal"-, es difícil d e llegar a
u n a conclusión q u e satisfaga a todos p o r igual. Meji­
cano fue D avid, quien hizo lo posible p a ra que U rías
m u riera en b atalla y q u e d a rse con Betsabé, su m ujer
(II Sam. 11, 1-27).
El Sexo se consideraba en los an tiguos tiem pos b í­
blicos com o u n efectivo m edio p a ra devolver el calor
al cuerpo y reconstituyente vital; así le p ro cu raro n al
ya viejito Rey D avid la joven virgen A bisag p ara que
su cuerpo recu p erara la energía p erd id a, pero com o a
su a v a n z a d a e d a d el Rey D avid y a no estaba p ara
esos asuntos, A bisag siguió tan virgen com o el d ía en
que se la presentaron a aquél; como q u ien dice, no pasó
naranja (1 Re. 1, 1-4).
M arcos D esiderio
B U Z O N E S

LORES ENF'R
EL BffiÉW
A N D R E A B L A N Q U E . La c o la d e is
c o m e ta ( E d ic . d e U N O , M a rz o í
1988)
A l encarar el Ib ro - 1 5 p o e m a s- la pri­
mera impresión del lector es de sorpresa.
Poemas muy ambiciosos en su planteamiento,
pero que se diluyen a medida que transcu­
rren los versos. Sorpresa por el mundo bos­
quejado, pero desencantamiento por cierto
"maq jinarismo', consecuencia de la sucesión
de metáforas que en la mayoría de los casos
se pierden en el contexto del poema. En La
g ra n Ilu s ió n -p rim e ro del lib ro - tenemos
un ejemplo claro de esos tropiezos de la es­
critora: L le n ó h u e co a n u e c o /lo s e s­
p a c io s d e la lo c u ra ./ C o n c in ta s de
c ie lo a tó s u s a n d a m io s /p u s e m a s illa
d e tie rr a re g a d a d e l s e m e n d e lo s
á r b o le s / b u s q u ó t o d a s la s a b e -
ja s /p a ra u s a r s u m ie l y su a g u ijó n
fo rn id o ,... un comienzo lleno de expectati­
vas, para -m á s a d e la n te - insertar versos
fo rza d o s: ...P e ro , la lo c u r a , f u r lo -
s a > de s u h ija ta n In g e n u a y ta n re-
b e ld e ,/m e e n v ia b a p u to s ro s a d o s y
m o v e d iz o s / p a ra a ta r m is t o b illo s
a la s p ie d ra s ....a d e m á s de giros meta­
fóricos no muy felices: el p o z o d e b o ca
a b ie rta y p á rp a d o s c e r r a d o s .E s a
continuidad o enumeración caótica, que no le
permite reaccionar al lector, puesto que se
lector, puesto que se pierde la referencia
del poem a en el transcurso de la lectura,
es lugar común en casi todo el poemario.
En T riu n fa d o ra - e l mejor del lib ro - no cae
en derivaciones innecesarias, por la sínte­
sis y lo concreto del texto.
El trabajo de A.B ., entonces, no nos
deja muchos puntos de apoyo, sin olvidar­
nos -m á s alia del análisis form al del Ib r o -
que 15 poem as no son fe a de n te muestra
de la creatividad de un artista, m áxim e te ­
niendo en cuenta que se trata de su primer
publicación. Rescatamos el m undo plante­
ado, pero insistimos en la pulimentación de
los textos, que con menos em odonalidad
tensa -pe ligro sa por delimitar con lo c u rs i-
y con m enos adjetivación saturante, esta­
mos seguros que Andrea logrará m ejores
resultados.
W J.
■ í tATINOAMEftICX TANtASTÍ* .
Selección de.Augusto Urbe. Uitram»..
| A p e s a r d b r » s e r u n lb r o t^ m « to y r ó %
d e r ó o b g ía ía ü m S trata d e r ^ W S '
acértaiia srócdór», d e fc» m áa nuevo
^ S a s ts n e s o ía r ta m ^ w q u e n q e e r r íw fte .
nwvaf ______
W & t e O s r ó íC r a c t .
42
muros et ama*
Ogva. e d i c i o n e s ^
J u r ó de 1988. Muevo S- /
í? tw x te O l^ |< 1 9 5 7 ) poeta y colaborador (fe
•(emento d e 0 P o p u la r. S W s
alosantouosmexicanos’ %
, sss&a&ter
iotecutaorna/ensefló sus m u-
reafes^casadeaves/ycasade
|||R A M B O : PRIMÉ^MENTIRA
í: Es difícil asociar al flaco hippie que
aparece en la portada del libro, con nues-
$tro héruedne-televisivo.
. í-ftambó, es el protagonista de la novela
Ü ^ m ^ ^ g r e (F irs t B lo o d ) del cana-
T 9S & p o fu r tta l Ted Kotcheff, que se cui-
daríáoe d e já rd e lado, los aspectos positi­
vos deeste.
íLártóyela, es una dura c ritica al inter­
na la sociedad
ííóue crea ya cé p ta máquinas de matar como
Ram bo. Aígürias de sus características la
identifican con la novela 'd u ra *.o 'n e g ra '.
.F á r a Barros-Lemez, el libro 'a brirá pers­
pectivas a una nueva problem áticaen e l ám-
bS osodal del estilo'. Es d a ro que H w s
U O i d e la guerra de Vnt-nam , n o so n
io s m ism o sq u e d e scrib iría H am m ett en
C o se ch a R oja, por ejemplo. Algunos diá-
fagos del Ib ro (señalados eri el prólogo por
Juan Carlos Martini) son ilustrativos en ase
s e r t e . Por ejemplo, cuando Teasle, el she-
. M q u e persigue a Rambo, discute con
iíW S fe a n . el antiguo instructor de este, el
primeFodice 'y o no mato para vivir*, a lo
que el instructor replica 'C la ro que no, us­
ted tolera ü n d ste m a que permite que otros
: lo hagan pofUSted. Y cuando ellos vuelven de
isla guerra no puede aguantar el olor a muerte
que traen'. . •••
l a novela muestra las consecuencias de
urna gu e na ca n o V ie tn a m , una guerra 'su d a
y perdida’ d é la que nbse vuelve en la cima
de la gloria. ES» es la diferencia entre per­
seguidor y pfflfeeguido, éfóaim ero todavía
piUfiifeíjnsertáfeB en e s e tfp c .d e sistema,
para Rambo, oobay ninguna p osibilidad Por
otra parte/Rámho,«ts un locó'pófoncial. que
se desataba taprim éra sangre.
Es interesante señalar, que Rambo muere
en manos deTrautman, quien 'le vuela la ta-
p a d e b s se a s£ « o las acciones finales. Más
::':dü^:¡Fesultipíiqtfe.en 1988, Rambo rescate
aTrtejtftiandetóSriranos de los rusos comu­
nistas.
F e rn a n do S a n tu llo
U CARNE & TAJCk w Revisé.
m te p S ,'
freitdtana d e poesía. Una excelente
aentarón,«siartesanaLnos deja c o n í^
Bello. En los demás se nota su indpieróa
A c o g e r m ás m uchachos, y
• ‘
ENIGMA, Revista policial, Organo de la
Asociación Internacional de Escritores Poli­
. .... $
ciacos, La Habana, Cuba, 1988.
Muy buena revista, de irregular llegada a
nuestro país, constituye un apreciable es­
fuerzo, dedicado a la difusión y desm¡t¡fica-
ción (un mito negativo) del género policial.
Convergen en ella escritores de las mas di­
versas tendencias. El presidente de la AIEP
es el soviético Semiooov, y los vices son Paco
Ignacio Taibo II (mexicano), Roger L. Simón
(estadounidense) y Manuel Vázquez M ortal-
han (español). Se pueden encontrar en sus
páginas todas las vertientes de la actual li­
teratura policial. A Vázquez Montaban, por
ejemplo, se le debe la creación de Pepe Car-
Sí valho, el escéptico y decadente 'huelebra-
fs s - ’s a B w í s s - s
encuentra también S e rró n o v , quien repre-
s a r ó ja Vertiente másSp&ítica dentro del
<género: Aparecen también «sólitos cuentos
P r o a le s vietnamitas o rumanos, por ejem-
s u d o r e s del género, es inevi-
e. Insis-
F ernando S antullo.
¿9P N TR A LA P A R E D , Miguel Angel
Obvem ediciones de Uno 1988, Colección de
• s J fb r& e s un pequeño libro. Lo que se
Rama-libro objeto, realizado con gran cuida­
do, U n o abre la ventana, y allí está Miguel
■AbgefCSvera poeta, nacido en 1943, ha pu-
b & f e d o W reventados' (1985) y 'Tanga-
ta d e c c te & c á rc e l' (1986), además de poe­
mas isndiversas publicacione sy otros tra ­
bajos-anteriores a 19783. El d b u jo de cará­
ntula es de Inés Sánchez e incluye una foto
c e n lía ld e Julio López. Poesía urbana, aquí
a lo fife distanda de la entonación 'lunfarda*
iipráxím aaHuasi d é la 'T a n g a ta ' y 'L o s re-
v é rtfp ífts \,£ s tá la atm ósfera de pérdida
constishHirót al tango de nuestras ciudades:
■ " u s te d e s /q u e q u e d a n /a ú n ." El tono
?. de M & Q . es por momentos el de un hombre
derrotado, que nos apela desde su derrota.
' intento de ruptura con una concep-
oónttadicionaJ del espacio, en la introduc­
ción de la linea vertical como referencia del
texto, intento que a nuestro juicio queda por
e l éamino+.Hay textos, R um bo ("N o b u s-
q u 8 8 ^ o ¡ri ^ ^ l > . ^ y ^ n i / p o r
í y o " ), B illa r y 'T tW é .q u e no alcanzan una
í textura poética mlnirrijL:S 8 v o que admita-
i^tntqq como poesía toda estructuración en el
/¿.«spetaq que solam ente la aluda estructural­
; s fe íte , abst rayéndonos de lo rítmico, la po-
síbleptvi'.aáidad de significados, etc. El in­
g a ró , d e u na construcción es a lo sumo eso,
o fe n d o lo es j x i r o no es materia poética el
ingenio Sob. fcn otro caso, la sola emisión de
un m ersqésbdal o político por ejemplo, muy
fe. legítimos por cierto, no justifica la poesía si
g a s ta no se justifica a sf misma como totaliad.
C o n tra la p a re d son pequeñas aposti-
Bas. comentanos al margen que precisamen­
te « yS e justifican poéticamente.
De todos modos la zona más afirmada del
libro está allí donde O livera trabaja a partir
de los ya conocidos giros Tangueros", que
pese a no ser nada nuevo, aún admiten ser
m anejados y con d e stre za : " M o n t e v i-
d e o /t le n e la v o z / p e llg r o s a / e s t a
c l u d a d / p e n d e n c le r a . . . "u n a so-
n á m b u la / m e t á f o r a / e s q u in a / a l
m a r"... El oficio de O livera para esta poé­
tica urbana, cierta retórica del R io de la
Plata, están presentes en este trabajo.
L u is Pereira
 ¡O R E J A S C A ID A S I...
Para evitar que las orejas pierdan su forma
M A T E R IA J U B IL O S A - Julio Va­ y excedan á su tam año prudencial es con­
lle-Castillo, editorial nueva Nicaragua mana­ venían- a a * 11 P ara n iños, seño-
gua marzo de 1986. Llegó recientemente a
Montevideo este trabajo de Valle-Castillo.
te usar M al IIV ras y caballeros.
Pida folleto, adjuntando sello de Correo do 0.35 pías, i
Poeta, investigador y ensayista, n a d ó en X
B í tato Ortopédico, Sibati y Atomiuy
Masaya en 1952. Con varios libros de poesía
C A N V í> A , 1 • B A R C E L O N A
publicados se desempeña en la prensa cultu­
ral y el M inisterio de Cultura nicaragüense.
M a te ria ju b ilo s a e s e riib ro d e poesía de la
Revolución Sandinista, de los héroes y már­
tires de la revolución." • • • k •.;
Ayí yazgo yo, Leonel Rugama Rugama,
dos veces Rugama y apenas mayor de edad. W fe a .
Yo que amó los circos de pueblo, W?
con las carpas desguasadas o llenas de remiendos,
azotadas como balandros por los vientos de enero.
Hijo de una cándida maestra de escuela
y de Pastor Rugama, el carpintero,
buen viejo barrigón, oloroso
■
■
KINGDOM
al cedro aserrado de la tarde, ’
a quien mi alma hecha bala pasó refilándole una de las piernas
en la insurrección de septiembre.
i COME-
Cuando se agotó el parque y halé el gatillo "E M CO NCERTO " G IL O T O
la tuve cara a cara, frente a frente
y no me decidí a morir ni a rendirme
G IL (W A R N E R ,
klNGDOME
El último trabajo de Gilberto Gil, graba- ,
y gritando les menté su madre.
<to a principios del 87, que recoge material ■
Tiempos aquellos: morir, casi una tarea,
por eso acostumbre el paladar al café.
Ustedes, Católicos de pipirípago, PuetiUas-managuas,
.... £ $

que no socaron ni creyeron en nada ni en nadie,
solo EStelf, mi Estelí prenatal y post-morten supo
que el Hijo del Carpintero llegó hasta ella.
(Epitafio para Leonel Rugama, fragmento).
L.P
> g
, » *4 -*-»
>-<* o o
•
vivo ha sido editado en nuestro país.
En este trabajo Gilberto recorre toda su
.J a r r e r a , haciendo tepaas d e todas .sus ópo-
COME
j í s i s solamente acom pM ádo por s ^ ^ a t r a .
? Una vez leí un comentario que decía
Para t e que decían que el bahiano s é íiS b & :;
.todo lo que se haga en materia de heavy
cómerctáfeado este va a ser un muy buéh
m etal va a pasar por los parámetros que
disco y paratos demás también. Porque Gil-
Led Zeppelin asentó en forma inamovible".
«■ berto Gil es ' á d ^ r e él asi toque Reggae o
:: Esto no es tan asi, los 80 b han demostrado
'" W Bossa n ova En cüanto a los temas en si, se
?con bandas como Mettallica, Megadeth; pero
destacan la versión de "Y just caS ta say I
§qo hay que dejar de reconocer que la (rase
... love you" de Stevie Wonder ca n ta d d W p tif-.
: viene como anillo al dedo para poder comen­
f u g u e s , y el clásico "Palco" con t o d o é f & ijO t a r éste, el prim er trabajo de Kingdom
3¿ ó
tí tí • ífe una actuación en vivo. ■■■í '■
Come. Uno al escuchar el disco siente como si
-rs-a Ya que la mano viene de editar brasileñdd:%
i. se podría pensar en los últimos discos de :g

•rS
• a 5 5 «•= a S ) |- 2 *
s -3 =
0 0 ^ 0 °
a 8 33 s
S
« gf *4
H fc x w " a
£
Paralamas y de Caetano Veloso que hóveo- <
■■dría mal tener entre nosotros. X
:
llenando de riffs la atmósfera.
Peto aún así y siendo comparados, tanto
Sallá en el norte como aquí en el sur, con ese
ígjran dinosaurio, el rock, el blues y el heavy
- a ^ -S S ® w „ O ^ s© Andrés T o r r á | | j
0 6 o a . a a .3 : «on mezclados en form a explosiva en esta
_ a _g -a
o -o
® aa a .a £ placa. Esto les abre la posibilidad a los
"Introducing the hardline According comandados por el binom io Wolf-Stag, de
o».;. to Terence Trent D'Arby" - Introducién­ que tratando que sus influencias no se mar­
dose en la linea d u ra d é T e re n c a Trent quen tanto en sus composiciones, puedan lle-
-3 D'Arby. Sgar a ser una de las grandes bandas dentro
“ 3 .S ® l & S 8 o a - e
No poco se ha escrito sobre esté nipre- ¿del género, porque buenos músicos es b que
5 * ► « í____
tt: a • o o
a a * a a 33*53 ¿¡J5¿ ' nito de 26 años y su álbum debut. -Étíáfrtr SSobra en esta agrupación. Se destacan
g a^J (►«íóiíw poco ha perdido oportunidad de aatóptOr;, íW h a t b v e can be, 17, Get it on, Now forever
O
A .S .S S S .s«• — .í'2 a "® ■8 clamarse en cuanta revista europea q u e so |á fte r y Lovinyou.
i le cruzase p o r el camino como uno dé tós
a~7 S - a S 'O «>"< :« « 5 o; ¿artistas mas brillantes de finales de esta O rla n d o P edrlnl
■década. Ni tanto ni tan poco. Terence?
C- tS a 2 o XKpnt D'Arby nos pasea por todas sus f e
fc o 9 a t) - 2 3 t O ©© ñUéncias y gustos. Pero no lo hace en for-

a
rtS á " 'S -S a -a g
* ®

S
® ~ S
'0 ^ '0 S °
JS a S
’ 3 5 °-<o-S
S3 = 9
g.-3 o
S -5
3 3 - 2 'S ’3 S
j - a- h
t í c8 _
o" s 2 ® _ U) a oí
® i o o.
má íle m era copia, sino que trata d & d a r a
c&)á$iterpretación, a cada a r r e g l ó ^ to-
qüe pérsonal. Todo esto es a d e r e z O p o r
DOCUMENT
5 fgt a * “ a
38
g ” ® 0

1 - REM-
5» ®
* a a a» tC'xd —8 3 o g :s & una Vdz excepcional, con m ucha g a n a y
8 - 8 2 § 5 .2 o ^ X -S w poder, que por momentos es máá í ^ r p u e
g, a ► a
“ o a « >.‘9 a a 2*3 2 ®a © tí ©0 ^OqV
sensual. D'Arby transita varios géneros en
© " ° h 1.2 ® '£’ ~ H S l form a cómoda. Lo que le da la posibilidad
-•a de realizar covers como "Who’s íoving yóii^ X
"o a’eÍ5 0 g S a 2 £ ® ' Por fin se edita en nuestro m edio el
1 3 o 3 £ .3 a - .2 ^ 2 <s 9 O de Sm okey R o t e l ^ W ' W a a d e su a u - : quinteYúíimc trabajo de REM para el s e lb
o 3 S.»®* 3 ** Q **
© © - _ -
® © .2 a o t b f l T ! ¿ 0 /0 a S» toría c o m o í W ^ W ^ q u é b e viónáeerr:IRS Records.
-Ja 3g § _ - h s B rf « . til 3 d a "Sing y o l# fíam e". El disco tiene ácanas
CC q y efl •» © © t í M ’3 f c ÉíBbuidos d e flito d e lo que se ha dado a
® a s ^ a g a - S s -a s a S c 3
a t í ”\ fallas en fcq p e a proliferación excesiva o¡fc$
ÍJ .Íi> " - a o = ' ® " 2 a „ o p *, a J $ sitn a r 'Rock de G araje" y sendo uno de sus
•- ©
5 *
a 3 O a S r° ’o a© OJ cí ~ é“ arreglos tráfetido de atrapar el alma de la .ró & .fie le s representantes, REM es una
Pa©
48 a
> «d 3 »< t,
canción, como- en el caso de "As yet unti- tá ib & g u e viene en franco ascenso en b que
« t> 'oí ® ® ? a - h
ó ' 3 ~ . 2 2 S ® £ , S 5 -. , i 7 ^0
r0 E o . 5 ? ¡ s lled" que tiene Útta:vocalizaáón muy sensi­
Aa """ © o tí O O rd2 3 2 H a c a jtO m u s ic a l se refiere.
•8 « 48 ►© «■» 2
** o8 'd 3 © tiva pero no bien ré é U é te Aún a pesar de ’ Dótóírieni' es un disco compacto que no
© •- O O* 3 3 N H© ’S
tí a J
sO®© o 3
«a‘2 las fallas marcadas e í f if io de:k¿ artistas
® 2 ♦* cí o* — ~ «.©-€> U. 3 052 H Q° «s *3*
h
tiene tipo de relleno. El aire que se
© <aD ®
„ <a» — tí- »a- o Q © 9 )^ 5 jóvenes con mayor fu tu rÓ 'Y rio fxxtom os
Sa >—ns S 5 respira e ft tóda la placa es los 60 y su he-
© r2 3 _ 2 M U V o8 tí menos que recomendar el adéritfárseen el r e n c iq i^ ^ id o por el filtro catalizador de la
® S ¿ '- S - S l i«- t■U3 * 3 S o_ o _
_ _ c M sonido oe Terence Trent D'Arby. . . . b é f l^ ^ í ^ e s t a c a n varios tem as, pero
P © tí -p -O 3 r $Fíreptacé? tiene una atm ósfera especial,
-o
s gM oL’3
á sa “g 5
So §l 5m s® s3 s ^ " s 8 “ *2 Orlando Pedrlní ’ ■ X f& W S tipe tunde su voz con algunas lineas
® .3 , 0 del bajo o la batería, y Buck con arreglos de
3 3
a s > 0 .0 a ’S 0 . a 3 ® 2 .0 LASKINA: En Vásquez y Vega esq. H. muy buen gusto en la guitarra, logrando un
B ® -s 0 S 5 T 5 S . ® 3 — o < S^o Flgueiras. Música en vivo, Teatro, Mimos,
- ® 3 > 0 ’S producto potente y fresco a la vez.
etc. Miércoles a Domingos. El lucjar vale la Resumiendo: "Document" es un disco im­
pena, especialm ente por la música y el prescindible en la discoteca de un amante
w © £7, 00 3 3 «i¡ *■ clericó. Le falta para nuestro gusto mayor
SPa ® § ® 3 del rock.
4 3 t£ r3 Cd £ JS t> .2 Paa2 2 ■3 g = s comunicación entre los artistas y especta­
dores y de estos entre si. O rlan d o P edrlnl

3 43
 SOCRATES HUMANUM EST

□ Uruguayos un p a ís q u e invita a la re­

flexión. S iem p re lo fu e. Pero últim am ente se
h a estado agudizando e s ta ca m p añ a q u e in­
te n ta h a c e r re fle xio n a r a n u e stro p ueblo .
P o r ejem p lo , en estos d ía s a p arec en en v a ­
rías p aredes d e la c iu d a d , c a rte le s co n fra-
' d e la hum anidad
t a l » c ó m o ^ r ^ ^ P l a t ó n , etc-|[a^ ó

ín v is b le a los o j ^ ^ u b l m e . Soló tes faltó

.......ta r la ordinariez.
sirvió p a ra en tre -
c o s illa s d u r a n t e

to a u to r a l q u o f t ju d ic a n í .T a l
v e z e x is ta u n O & d u c c ió n ...
, p e ro
ninguna d e b e d ecir 'r e a l' e n liÜ
esen-
d al.
nrá Im aginó q u e n o f r O reeü y to-

diatam ente s e planteó e Ó & b b r o un gran

lio. Si b r é a l e s i n v i s b le a i B ^ o s , e s e cartel
no debíacser real p ues yo íó fta b ia visto con
mis q jo ^ ^ r e d s a m e n t e . ¿ P ó d íáyo confiar en
b q u e « o a un ófffbL ir r e a le s » no co n fia b a
e n la frase, e n t o O ^ c a r l O a real, por b
tanto volvía a tom ar cbm o c b r ío su conteni­
do y a s í h a s ta la e t e r n id á t j O c h o ra zo n a -
W n t o m e hizo d u d ar mi propia ex isten cia,
a s í q u e p referí p en sar e n asuntos m á s sim -

.co m o por
H a y q u e sa b e r ap ro vech ar todo esto. El
servido real, otro d ía escuché a Z erbino explicando nues­ E rlc k C oates
Más tarde, ya.en m i telev iso r p a - tra com pleja econom ía com parándola con un
m is n e u - p artid o d e fútbol. D e b o co n cluir d iciend o
ronas trabajaren, el hecho de q ue si usted, señora no s a b e q u e h a c e r p ara
que Bull dog sea a que e s d e q ue la plata le alcance, es porque no entiende
S trauch. In m e d i ........ , n a d a d e fútbol. E scúchelo a K e sm an ; El si
con-
dusión q u e s e r d e Strauó&ifts.’u n a condición entiende y p or esto tie n e plata.
s u fid e n te p a ra s e r v e rd a c & B jin g le q u e así
b estáfeteos, h ízo m e r e c o i W e l céleb re si- *E1 asterisco e s tá ubicado allí p o r erro r,
b g is m o ^ S o c ra t» e s hum a$$¿iodos los hu­
continúe leyendo por favor.
m anos son m o r t e r e t e * . O
Pensó: *F
está subiendo el níi U n o e s tá
acuerdo con esto, .........
d en do que no está deácuerdó, pero por fa-
___________
c a rta d i-
LA MUSICA ESTA
Un i ^ e w c o n s ^ ^ ^ ^ i Ó . m i a tend ó n por

su nom bre; la i e t ^ O iin g te s á á p o y a en los

TEN SUS MANOS
tiem p o s débiles y d B a así: “K ósm an e s H es­
i t e n , » e s t q ,d e h |i^ ju t b o l...' “O é n s o q u e Iniciación musical: Susana Boah ’¿
• ' • •
e s te r e c l a m e p o d e r o s a m e n t e influido Guitarra eléctrica: Jean Paul Ibargoyen ?
p o r P a r m ó n i o W ^ e q t p r d e l pfl&fcipio d e
id e n tid ad *. "S e r e s ' W a d s c í a « M e n t o r , B^jo eléctrico: Popo Romano ’

Guitarra clásica: Leonardo Palacios / '

Música Popular: • : ' •

íd e n te s ie m p re NumaMoraes, '
íd n c o a ñ o s c o n p r á b ^ c ^ íM ^ C Ü á r e n ta y Gustavo Ripa, Eduardo Larbanois,
d o s litros de leche, hoy en d ía d e n tó cin- Enrique Rodríguez Viera,
Fernando Yóñez y Ariel Martínez ;
d t e t t a y cuatro. en el ó m n ib u s ^ b que
eLun verdadera regalo y nos d a n w ^ fe n ta inla: Gustavo Ripa, E ste b a n K lislch

si, el misrrifeí O si n é í ^ b d A d e la GUITARRA

Lubbdr, u n a iftW si-© y
el otro, . . . G a b o t o l4 3 5
sin d u d as escrito p o r un narc'isi! perdido.
• í , 7 - ' * ■’ !; \ < -I. :
44
La Edad Media quizás no plasmó por ningún medio artístico su clima tan peculiar, si no es por las
Danzas Macabras y los aterrados cantos de los monjes. A l llegar el siglo XIV, la Humanidad estuvo
convencida de que la Muerte era un personaje real y efectivo, aunque generalmente Invisible. Su
efigie se representó en forma de esqueleto que empuña la guadaña y leva el reloj de arena del
tiempo; los m ísticos aseguraban ver esta imagen suspendida junto con el Angel Exterminador
sobre las ciudades torturadas por la peste. La representación es imprecisa: algunas viñetas nos
muestran la aproximada Imagen de un esqueleto, otras una figura magra, parecida a una momia.
Hay que tener en cuenta que el conocimiento de la anatomía humana estaba por aquellas épocas
más sujeto a la suposición que a la comprobación directa. 4 veces, un sayo carcomido o unos
andrajos disimulan la Ignorancia del artista, que por otra parte poco im porta; esas pinturas, bien
conocidas como Danzas Macabras, trasmiten claramente el resignado fatalismo de la época. Dice el
Apocalipsis: "Y miré, y vi un caballo am arillo; y el que estaba sentado sobre él tenía por nombre
Muerte: y el Infierno le seguía en pos".

Los orígenes la dolorosa imposición de la jerarquía y p o r la vida mísera, encuentran que

Es evidente que la peste y las piras de cadáveres ardiendo en las
esquinas y en las plazas otorgaron a la Muerte una inmediatez sin parangón.
Pero eran estas épocas en que la opresión del Papado había llegado a
extremos desconocidos hasta entonces, y el orden cuasi esclavista se había
impuesto en supuesta interpretación del designio divino. También el sistema
feudal (que con respecto al papado se encontraba en una situación de
sumisión servil) se encontraba en la plenitud de su poderío.
Entonces dos dases, el Pueblo campesino y el Bajo Clero, abrumados por
todo intento de em andpadón sería estenl: el Papado y el señor son poderes
inamovibles. (La autoridad espiritual y el feudalismo: he ahí la form a que
adopta la fatalidad en la Edad Media.) La condusión es lógica no pudiendo
proclamar la igualdad en esta vida, la proclaman en la Muerte. Como la
catedral venía siendo desde ya algún tiempo el núdeo alrededor del cual se
agrupaba la población del llano para protegerse del señor de la montaña, la
conspiración se fraguó dentro de sus naves y su bandera de combate fue el
sudario de la Muerte.
Los sermones fúnebremente igualitarios abundaban, expresión fiel de

45
aquella demagogia mística que se com placía en amargar los pocos goces
logrados. La M uerte es la única que puede ed ific ar al
Hombre , dicen los monjes, es la única que puede ap artar al
Hombre de las tentaciones, y entre otras privaciones y
castigos se Im ponen e l de ab rir la fosa donde serán
enterrados con sus propias manos, días tras día . La Muerte
habla también por la boca de los predicadores. "Todos sois Iguales,
dicen, y sí no lo fuárals yo os Igualaría. Cerrad las puertas,
montad guardia: y sabrá atravesarlas como s i estuvieran
de par en par abiertas. Nada hay que no me pertenezca.
Sólo m i reinado es Im perecedero".
Así, con estas adm oniciones tétricas, la m uerte personificada en el
esqueleto se hace compañera inseparable del hombre, al cual trata siem pre
según su condición y carácter gobierna el timón del buque para conducir a la
tripulación al naufragio, m archa con los soldados al combate y con los
romeros a las peregrinaciones, y es comensal en las mesas, magistrado,
verdugo encapuchado y amante postrero. La poesía la sueña en sus delirios,
la pintura la representa por doquier, la moral la m uestra com o edificante.
Su sudario cobija a toda la comunión cristiana, vigilada desde los muros de
las iglesias, palacios, conventos y castillos por la gesticulante y sonriente
Muerte que baila: las Danzas Macabras.
De la etimología
La etim ología de la palabra "M acabro" es incierta y abundan las
teorías y supuestos.
SeúnDuCange, la expresión "Danse Macabro", p rovendría de la
chorea Machaboerum, (danse des Machabeéns = danza de los Macabeos),
cerem onia piadosa instituida por la Iglesia en la cual cada uno de los
danzantes cedía un turno para simbolizar con elfo la llegada de la muerte.
Otros parecen creer que derivara del árabe "mak b ara” , que
significa cám ara funeraria. Hipólito Fourtoul sostiene que deriva de San
Macario y otros que del poeta Macaber, el cual compuso para estas danzas
versos en alemán traducidos al latín en 1460. Por fin, hay quienes aseguran
que el nombre de dicha danza proviene del trovador provenzal M acabrus,
que habría escrito un poema sobre ese asunto. Elijan.
Las primeras
Sería difícil afirmar cuál fue la primera, porque también en este tem a las
opiniones abundan. Con fecha 1312, existe una en el convento de Klighental,
en Suiza, que es anónima, y se sabe que en 1349 Nicasio de Cam bray pintó
una por encargo de Felipe el Bueno, duque de Borgoña. También del siglo
XIV, el Triunfo de la Muerte, pinado por Ozcagna en los muros de la catedral
de Pisa, y sobre el fin de siglo, en 1398, Antonio de la Salle ejecuta otra por
encargo. (Esto es nebuloso, p ro q u e depende de la ratificación de
arqueólogos por lo general en desacuerdo.)
En Estrasburgo hay un fresco en el m uro septentrional de la Catedral,
que data de aproximadamente el 1400. En la capilla bautismal de maría de
Lübeck se pintó una procesión M acabra en 1463 y hay otra labrada en
piedra en la catedral de Cherburgo.
En Bretaña y S uiza se ha señalado la presencia de unos osarios
esculpidos como probable antecedente de las danzas macabras. La escena
es elocuente: la Muerte, de pie, redobla en unos tim bales con frenesí,
ayudándose con un par de huesos. De fondo, una banda de esqueletos
atronan con largas trompetas a una infinidad de muertos que saltan de sus
tumbas y huyen despavoridos. Esta sinfonía insólita parece haber sido uno
de los antecedentes concretos de las danzas.
Suiza, además de reunir las m ás antiguas danzas, posee la cantidad
mayor: para Pompeyo G ener la explicación es clara. El yugo austríaco
sumado a las ya descritas penurias del medioevo, hizo que se manifestara el
odio a losopresores ofreciéndoles la ineludible fraternidad de la tumba. En
París, en el siglo XV, e l Pueblo la representaba públicam ente para
manifestar sus sentimientos hostiles a los señores feudales en los días de
Carnaval o de regocijo público. La Iglesia no escapa: en la Danse Macabré
francesa la Muerte invita al Papa a que baile prim ero como "le plus digne
signeur".
El Arciprieste de Talavera, en su "Corvacho" (1438) nos habla de la
"muerte en figura de mujer, en figura de cuerpo de home, e
que fablava con los reyes, como pintada está en León".
Varios historiadores suponen que los artistas compusieron esta danza
im presionados por la danza de San Vito. Por los años de 1350 invade
Europa, y en el 80 era general; a los efectos por este mal, las piernas se les
movían involuntariamente en un galope danzante y frenético y los gritos
agudos o el rechinar de dientes era habitual. Una crónica antigua lo refiere
como una danza infernal, en la cual los afectados del mal (al cual se creía de
origen divino, im pulsado por la M uerte), se tom aban ae las m anos para
danzar desacompasadamente, la boca lanzaba espuma y los ojos primero
desorbitados se hundían y, p a ra finalm ente desm oronarse g rita n d o
desgarradoramente. Parece se r que se producían en sitios públicos, eran
masivas, y producían fenómenos de histeria popular.
Otros recuerdan una leyenda espantosa que se popularizara en la Europa
Central, que transcribo: DÍJose que en Darm sted una turba de
impíos fueron a danzar frente a una Iglesia en e l Día de
Pascua, en e l m o m ento que lo s sacerd otes es tab an
 celebrando los divinos oficios. Dios, Irritado los maldijo, e
in s ta n tá n e a m e n te , p o s e íd o s de un v é rtig o In fe rn a l
comenzaron a dar vueltas y vueltas alrededor del templo,
sin poder parar. Oyendo e l Sacristán el estrépito de tan
espantosa danza, salló fuera del templo, y como viese a su
hija que andaba en ella con los demás, asióla da un brazo
para separarla del circulo, pero el brazo se le quedó entre
las manos y su hija siguió danzando con furia. Tal era la
velocidad a la que estaban Impulsados, que su s pies fueron
abriendo un foso. Danzaron un año entero sin parar; al
cabo, a la m ism a hora que habían em pezado, cayeron
muertos en el foso abierto por sus propios pies".
Adem ás de este probable antecedente danzable, la sobreexhación
histérica del siglo XIV, en el cual todo baila (bailan las brujas en el aquelarre,
bailan los fieles en las iglesias en la fiesta de los Inocentes, bailan los reyes y
los príncipes, repentinamente locos o idiotas) es otro antecedente de peso
para el surgim iento de las primeras, junto con la ya mencionada opresión
feudal y eclesiástica que había hecho surgir la ¡dea de la Muerte com o la
Gran Niveladora en el ambiente de desesperación general como fue el que
reinara en esos siglos.
Presentada en forma de danza, surgieron refranes y cantos populares y
proverbios, coronados por elaborados poemas, que prepararon el camino a
las posteriores representaciones plásticas de la danza.
a expansión
En 1424 los ingleses entran en París con el duque de Bedford a la
cabeza. Entre las pilas cadáveres que la peste y la g u e rra habían
amontonado en las calles, encuentran en los muros del Osario de los Inocentes
una serie de fresco s de d ica do s a ellos, los ve n ce do re s. Estaban
representadas varias danzas macabras; en cada una de ellas se podía ver
claramente su destino: idéntico al de los vencidos que se pudrían en las
calles. El resultado fue singular: los ingleses lo adoptaron com o form a
artística y lo llevaron a las islas. A partir de ese momento la representación
de la Danza M acabra inunda toda Europa. De ta p iz a m iniatura, y de
escultura en mármol a p in tu ra en pergam no o tabla, el "Insaciable
glotón de todos los hom bres adopta su forma según el
cliente " . aquellos que han dominado to d a la vida, obispos, usureros,
reyes, encuentran una m uerte p o se íd a de una a le g ría sa lvaje. La
representación hace siempre coincidir el m om ento de la aparición con la
conducta más típica de aquel que va a m orir al Rey lo sorprende ejerciendo
el poder en lo alto del trono, el glotón en medio de un banquete, al bandido en
medio de un robo. Es destacable una "humanización" de la muerte según el
caso: en el acto de llevarse a un siervo, un pobre o una mujer desgraciada, su
aspecto se tranquiliza y se podría llamar apacble. Su llamada a m orir puede
tomarse como una invitación a abandonar las miserias humanas. Mors melior
vita, dice, contrastando con la alegría bestial con que sopla un pífano
mientras se lleva un Rey, o la carcajada despiadada con la cual se lleva a un
obispo al último sueño.
La Danza Macabra fue también objeto de composiciones literarias, como
el poema llamado "Danza general de la M u e r te ” , escrito en español.
Es contemporáneo de las primeras representaciones de la danza en form a
pictórica. El poem a reviste un tono Ingenuo general, donde después de un
exhorto a la penitencia que un predicador dirige a tos mortales, la Muerte les
va llamando a la danza y les obliga a bailar y si sus obras en vid a fueron
buenas, entonces tos consuela y les enseña la igualdad de la muerte. En caso
opuesto, con satisfacción sarcástica les echa en cara faltas y crímenes.
Papas, obipos, recaudadores, abogados, contadores, emperadores, frailes,
diáconos y mercaderes entran en e sta últim a categoría. E scuderos,
ermitaños, rabinos, labradores y alfaquíes salen bien parados. La moral que
se desprende del poem a es esencialmente cristiana aunque demoledora de
jerarquías y tolerante con otras religiones (ya que muestra benevolencia por
la austeridad del rabino y el alfaquí: 'Y a que to d o lo del mundo sólo es
vanidad, hagamos penitencia para encontrar la felicidad en otra vida".
0 poeta inglés Peter Ptowman, en un poema similar, muestra a la muerte
como portadora de una guadaña incansable. Basado en la leyenda, Geofred
Tory ilustró un libro de horas en el cual la M uerte que cabalga un corcel
negro, va acom pañada de dos esqueletos ejecutores que van dejando el
rastro de muertos. El d é lo se completa con tos infaltables cuervos.
Al Rabí de Santos de C arrión, le es a trib u id o tam bién un poem a
semejante.
Pero la mejor de las danzas macabras conocidas es, para muchos, la que
pintara Holbein. En esta obra muestra a la Muerte sorprendiendo al hombre
en el momento en que come la fruta prohibida en el Paraíso, para ya nunca
separarse de él. Holbein muestra así a la Humanidad toda sometida a esta
ley necesaria Así como Tory, H obein se inspira en unos cuartetos sobre el
triunfo de la Muerte que circulaban entre la gente a manera de Refranes, ya
desde el siglo XIII.
También la obra de Nicolás Manuel, el alemán, es digna de resaltarse. Se
trata de 46 cuadros y texto acom pañante que pintara y escribiera en el
Convento de los Dom inicanos en Berna. Se d e s ta c a el co n ten id o
marcadamente igualitario de la obra; son conocidas las copias a la acuarela
que de esta obra hicieran Alber Kauw y Guillermo Hettler, contemporáneos
del autor. La obra se concluyó en 1520.
También en el siglo XVI, Merlian realizó una serie de grabados, donde
retomó el tema de la Danza de la Muerte.
Elogio de las Danzas Macabras
Pom peyo G ener a d vie rte que las da n zas de la m uerte son
verdaderam ente "el prim er ejem plo de pintura crítica que hallamos en la
historia". En ella el artista obra en aras de la difusión de una idea "docente!
que pretende hacer sentir con toda su intensidad. La forma, el m edio de
expresión, está subordinado al pensam iento generador de la obra. Este
parece ser elem ento com ún en casi todas: ataque al orgullo fatuo, a la
opulencia, al victo, a la jerarquía, aunque parece, se siente subyacer una idea
mucho más intensa, quizás casi dejada de lado para el ataque a defectos más
inmediatos (o me atrevería a decir que usada para el ataque a éstos), y es la
¡dea del tempus fugit, la desesperanza resignada, el pesimismo inflamado
por visiones oscuras de corte netamente metafísico. La angustia del no ser,
de la extinción puede estar tanto exorcisada como recordada desde las
danzas: la conciencia cotidiana de la muerte, el acecho constante del sudario,
pueden perder lo horrible por un simple acostumbramiento. La muerte como
horrible castigo propuesta desde el pulpito adquiere una cualidad más
popular. Se ve su efigie cargar con curas y campesinos y reyes en toda dase
de sitios públicos: a la "dem ocratización de la m uerte" se le
agregaría una cotidianízación de la muerte, y ya no como realidad, producto
de la peste, sino como im agen entre terrible y burlesca, y en el fondo
justidera. El anhelo de justicia, a juicio del hombre de pueblo tan irrealizable,
pierde el carácter de ju sticia terrenal para pasar a ser una abstracta
justicia pos, mortem, una justicia del no ser. En realidad, este enrasamiento
de lo que en vida habían sido vanas jerarquías, es un progreso con respedo a
la "muerte jerárquica" de tos antiguos, en la que aún muerto se creía que el
peso de tu jerarquía terrenal te obtenía un sitio de mayor o menor privilegio
en la vida de ultratumba. Pero de todos modos, aplaza la igualdad a la otra
vida, lo que en términos p rádicos es nada, porque es dejar las cosas como
están y consolar a los infelices con fábulas igualitarias.
Pero lo Invalorable de estas manifestaciones es el espíritu semipagano,
ambiguo, que ostentan. Cristianas en su esencia moral, generan sin embargo
algunas interpretaciones hermosamente desviadas. Ese esqueleto alegre y
grácil, ¿qué es? Ya sabemos que es la Muerte, pero la muerte no como
fenóm eno sino como personaje. Y ese personaje es, me atrevo a decir,
om nipotente: q u ita lo que Dios da, es inexorable, y to d a v ía obra
amortiguando sus ados para no m ortificar al infeliz. Es justa, en resumen:
barre con jerarquías y vanidades para mirar por igual. Esta cualidad parece
desvincularla de la hem iesfera del Mal: Satán no es justo. Nada parece
im pedir que la vincule a Dios, como la o tra ca ra de Dios, la cara
desagradable de Dios. Groseramente, podría concluir que el dios de los
cristianos es, gracias a estas representaciones, un dios bifronte. Por un
lado, abstracto hacedor, del cual es abominación hacer im agen; por otro,
concreto destrudor, del cual no es pecado hacer representación. Ambos se
unen en un gran concepto: la justicia, m otivo de ambos. C rea para destruir;
parece semejarse al concepto del círculo que no tiene principio ni fin, al
concepto de la serpiente que se engulle a sí misma, el mítico Uroboros.
Por otro lado, si se quiere, esa concreción de la muerte en esqueleto hace
aproximarse a la idea pagana de un recoledor de alm as, y a la idea de un
"Reino de los Muertos", antes que la dificultosa visión del Cielo e Infierno
cristianos. La idea que se desprende se asemeja más a la desesperanza del
no-ser que a la idea de eternidad. El horrible esqueleto no promete nada
bueno, nada similar a círculos angélicos; son tos huesos, no. un alma pura, lo
que indica al vivo que le legó la hora. Es hora de que se te pudran las carnes
y seas hueso. Ese es el mensaje, aunque es suavizado con esa mezcla de lo
terrible y lo gracioso, como en el caso citado por P. G ener, en el cual la
sonriente Muerte se lleva a una abadesa de un convento, no sin hacer n d a r
con feroz malicia su falta de virtud, señalando la marcada curva de la preñez
en su vientre.
La decadencia
La Danza M acabra es entonces, hija del cúm ulo de circunstancias
negativas de la vida que se concentraron en la Edad M edia. A sí el
Renacimiento trae consigo una Muerte de aspecto m ucho menos terrorífico,
y así com ienza la decadencia que la llevará lejos de aquellos comienzos
nihilistas, más próxima a un payaso contorsionista. Los nutrientes (el caldo
social de la Edad Media) habían comenzado a desaparecer. Una sociedad
distinta, nuevas ideas, no podían proponerse la aterrorizada versión de la
muerte que les proponía el pasado.
Las dulces continuaciones y los vanos intentos dieciochescos por
resucitarla com o sá tira po lítica no m erecerían siq u ie ra esta escueta
referencia.
 En algún número anterior,
F. Santullo mencionábamos algo acerca de una
probable "Ciencia Ficción" latina. El
tema era lo suficientemente delicado
como para dejarlo en manos de alguien
que supiera y que creara algo dentro de
ese género ("desprestigiado subgénero"
nos dirían más tarde).
Tarik Carson, es uno de los grandes
relegados dentro del actual panorama
de la literatura uruguaya. Esta es la
típica forma de comentar algo sobre
algún escritor poco conocido. Claro que
Carson no es tan poco conocido para
aquellos que pasan la treintena (y que se
interesan por las buenas lecturas), ya
que en 1973 fue publicado por estas
tierras su libro El hombre olvidado, que
recibiera buenas críticas, pero que,
lamentablemente, no fue del agrado de
los gorilas de tumo. Carson, que desde
entonces vive en Argentina, ha seguido
publicando cuentos durante los setentas
y ochentas, afirmando cada vez más un
estilo propio, fuerte, que es difícil
encontrar en otros escritores uruguayos.
Lo más raro del caso, es que en 1986, se
publicó en Montevideo el libro El
corazón reversible (Monte Sexto), y
nosotros, seguíamos sin enteramos de su
existencia. Alguien hizo una crítica del
libro en algún lado, y solo entonces (y
porque se comentó que el libro tenía algo
de Ciencia Ficción) surgió el interés por
conocer su!sus libros. Evidentemente (lo
decía él mismo en una entrevista
reciente) es un tipo exigente consigo
mismo. Reúne la cualidad de darle
solidez a un argumento netamente
fantástico, haciendo uso de un lenguaje
(sobre todo en El hombre olvidado) duro
y directo, no muy usual en nuestra
literatura. Es difícil (nosotros no lo
intentamos por inútil) inscribir a Carson
en alguna corriente, y mucho menos
dentro de algún "fácil" esquema
generacional. Si tuviéramos que
descubrir en él alguna influencia,
seguramente nos inclinaríamos a señalar
la de quien fuera su maestro, el
venerable literato Fan W. Feng, quien

ION O F/ TASIA dejó impresiones, si no evidentes, por lo

menos importantes en la obra del
escritor.
Tarik Carson no es rockero o cantopopu,
rebelde o anquilosado, es, simplemente
(casi nada) literatura uruguaya, y de la
buena.

tura fantástica nacional, escri­
tas por el argentino Daniel Croci. Ahí
se afirmaba que "la ciencia ficción es
la fantasía de la sociedad industriali­
zada y tecnificada". ¿Se puede ha­
blar de ciencia ficción (C.F.) latinoa­
mericana?
T.C. —Bueno... yo creo que por más
discusiones que se susciten, la C.F. no
será más que una vena en la gran tra­
dición fantástica. Llama la atención, úl­
timamente, porqueJas modas nos lle­
gan con tardanza desde el norte.
T&B — ¿Estados Unidos y Euro­
pa...?
T.C. —Sí, y también la importancia
que se le da en los países socialistas.
Además, están el gran prestigio, con
fama y dinero que han atesorado Bor-
ges y García Márquez, gracias al boom
latinoamericano. Es evidente también
que aflora la necesidad de renovar la
literatura, de hacerla salir de esa ma­
raña tediosa de libros mediocres o me­
nos que eso, que se siguen editando sin
T&B — Hace más o menos un año,
cesar, ocupando espacios que podrían
apareció en Montevideo una selección
de la más actual narrativa fantástica ser mejor usados.
El término C.F. es erróneo, o ine­
de Latinoamérica. A llí aparecieron,
xacto, y feo -ú til para denostar a un
ademáSrde los cuentos de rigor, unas
escritor incómodo si se quiere-, pero
Tesis para una nueva litera­
por ejemplo ¿se llamó así a la obra de
Poe, Wells o Veme?
T&B —Algunos autores conside­
ran que sí...
T.C. —No, no. Yo creo que era y es
literatura fantástica, con especulacio­
nes sobre el porvenir, sobre el pasado
y el presente, que valen lo mismo para
el hecho literario en sí, que es un mundo
en sí con sus reglas autónomas. Lo que
importa es si es humanamente creíble y
ofrece un placer estético. Por ejemplo,
esto se ve al releer Las mil y una no­
ches, como caso excepcional, muy raro
y maravilloso por donde se lo observe.
Yo he leído por los concursos del
Círculo Argentino de Ciencia Ficción y
Fantasía unos cuatrocientos cuentos
durante los últimos dos años. Y no es
justo hablar de C.F. latinoamericana, a
pesar del Círculo. Creo que, generosa­
mente, un dos por ciento de esos cuen­
tos son copias malas de malos cuentos
yanquis, el resto son intentos de lite­
ratura fantástica en la línea clásica, en
general con buenos argumentos y pési­
mo manejo del idioma y las técnicas. Y,
claro, la absoluta falta de estímulo los
deja así.
T&B — Croci señala que el realis-
mo mágico o el real maravilloso serían
las variantes latinas de la C.F. anglo­
sajona. ¿Vos lo ves así?
T.C. — No, no pienso que sea así
porque no creo en la fuerza del dinero.
Mirá, los anglosajones, siendo imperio,
en medio siglo no han producido ni diez
autores destacables en C.F. En Ingla­
terra, por ejemplo, no se ven más que a
Ballard, Clarke y Stapledon; en Esta­
dos Unidos no hay muchos más que
Sturgeon, Cordwainer Smith, Dick,
Bradbury. Claro que también hay de­
cenas de escritores a los que por ca­
sualidad les sale un cuento excepcional
o bueno. Además, leés las entrevistas
que les hacen y son increíbles. Parecen
marcianos, dan signos de retraso inte­
lectual o de que lo único que les impor­
ta es el dinero.
T&B — ¿Por ejemplo?
T.C. — Bueno, tenés a Ballard que
es de los mejores, y que ha declarado
sin tapujos que admira a Thatcher y a
Reagan porque tienen órganos sexua­
les mayores, así nomás. Y es difícil es­
tablecer equivalencias, además de que
no creo en eso de realismo mágico.
Pienso que eso fue otro invento de crí­
ticos amigos para darle a García Már­
quez, sobre todo, una categoría extra
y vender más libros, con aquello del
boom. En gran escala los negocios es­
tán en todas las cosas y por eso surge
la necesidad de grandes clasificacio­
nes.
T&B — No te va a querer nadie
por eso...
T.C. — Me imagino, pero de todas
formas estoy convencido de que la
gran división permanente e inmutable
en la literatura está en las calidades.
Lamentablemente, percibir la calidad
requiere determinada preparación,
pero cuando uno la logra, ya no le da
importancia al nombre de las cosas.
T&B — Bueno, yendo un poco a
otro tema, se escuchan voces que
atacan la literatura fantástica, poli­
cial, etc... porque existe un límite teó­
rico que supuestamente impide que la
llamada literatura de "evasión" alcan­
ce el nivel de "gran literatura" u
"obra maestra". ¿Qué te parece?
T.C. — El término "evasión" aplica­
do a ciertas actividades es absurdo.
Creo que más bien, es un invento de pi­
caros, como lo del compromiso, para
sacar provechos políticos y marginar a
los que escriben como a uno le disgus­
ta. Sartre, por ejemplo, promocionó el
compromiso para promocionarse a sí
mismo; luego el método fue útil a otros.
El asunto es que la literatura no de­
pende de las mañas humanas. Hablar de
"evasión" en el capitalismo desarrolla­
do, no tiene sentido, ya que el fin de la
vida es la evasión perpetua por medio
del dinero. En el mundo socialista, en
cambio, o no, se fomenta la "evasión"
de la C.F., y no fue bien visto hacer
críticas al sistema. Como ambos mun­
dos viven mejor que nosotros, su fin es
la felicidad perpetua cercana, o sea, la
evasión total y permanente. Es decir,
cuando hay que cambiar o protestar
contra algo conviene el compromiso,
cuando las cosas cambian, conviene la
"evasión".
T&B — Pero ¿te parecen válidas
como categorías literarias?
T.C. — No, a mí me parece que la li­
teratura y el arte están más allá de
esta "practicidad" humana. Las obras
maestras entonces se califican por su
calidad humana, por su sabiduría, por
su belleza, por su Interés, por su len­
guaje y estilo. Y de ninguna manera por
ser de mayor, menor o nula "evasión".
T&B — Entrando un poco en lo más
49

48

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‘oidiuafa jod bsojoiub uoised ap aoajao
ooipni o6|B A ooiisjijb aiuaiuBiouisa
‘ oojipod ‘ iBnioaiaiui ‘ opoj ajqos ‘sa
saBjog anb oajo oa 'soioqw is SEjqei
-Ed sbi jo d opuezadma seiajouoo Aniu
saiBaj se iouajajaj b jedeosa apand
as Bounu anbjod ‘oouspiuBj aiuaw
-B|os sa jo iuosa unBuiu pBpi|Bdj ug
sojio A jbzvpoq ‘B 6oj|no ‘zapu?waH
o u a q s iia j ‘zanbjvyy oiuoo ‘soixirn
sajoiuosa uaiq s?iu uaoajBd atu ‘saiq
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-bsbo Áoig b X saBjog b ojaupB un6/B
ua JBOIHSBP B SBUBUJIUB di? ‘OldJOUOO
 para lograr efectos nuevos) es pro­
ducto del desarrollo cultural de los
países. Además, Crocí, no considera a
otros escritores, como Felisberto
Hernández, por ejemplo. Los juicios so­
bre cosas muy cercanas en el tiempo
son siempre erróneos, pues es difícil
saber dónde comienza la calidad y ter­
mina la publicidad. Yo estoy seguro de
una cosa. Y es que la literatura tradi­
cional sentirá dificultades en el futuro
por estar tan ceñida a la realidad, y no
adaptarse al porvenir. Debería, en mi
opinión, sacudirse las viejas influencias
superrealistas y sicologistas clásicas.
Tendría que tomar elementos imagina­
tivos nuevos a medida que la técnica
descubre e inventa cosas impensables
hasta hoy. Ocurre también que la hu­
manidad está estancada en el terreno
ético, a la vez que avanza vertiginosa­
mente en la técnica. Esto producirá
ético, a la vez que avanza vertiginosa­
mente en la técnica. Esto producirá
rápidamente -e n tiempos históricos—
consecuencias im predecibles, para bien
o para mal. La imaginación está obliga­
da a seguir los acontecimientos y la li­
teratura a enriquecerse y hacerse más
rigurosa; y sobre todo, dejar de creer
que copiar eternamente la realidad de
una manera mediocre significa estar
haciendo "algo’ más que autoengañar-
se con que se es escritor. Y no me voy a
extender, en lo mal que lo pasará la li­ cuerdo, son, por ejemplo, Swift, Poe,
teratura, aún la mejor, con el video y Bierce, Kafka, Faulkner, Borges, Fe­
otros inventos más complacientes, más lisberto Hernández. Como a otros tan­
fáciles de percibir y comprender, y no tos, están en mi vida, y trato, por lo
menos artísticos tal vez. En definitiva, menos, de escribir con la sinceridad y
pienso que en Latinoamérica se intenta humildad que tuvieron, en mi época de­
hacer lo que se hizo en Europa hace si­ leznable y con mis limitaciones propias
glos, pero, eso sí, frente a una realidad que son demasiadas, naturalmente.
totalm ente distinta en problemas y
tecnologías. Por lo tanto se producirá
necesariamente otra "cosa" literaria.
Esto, creo yo, no es muy difícil de ver o
de entender. Y, por sobre todo, no hay
que mistificar nada, sino, realmente,
aclarar lo que no es tan misterioso.
T&B — Entonces es evidente que
vos no te inscribirías en la corriente
que menciona Croci.
T.C. — Bueno, creo que si yo me
inscribiera en corrientes inventadas
por otros, no podría llegar a escribir
bien. Cualquier escritor, adquiere su
estilo, su sello, su personalidad madu­
ra, un poco a pesar de sí mismo. Es algo
que está en su carne, en su sangre, y
que se perfecciona. No se puede cam­
biar, cuando se es auténtico. Por eso
yo escribo a pesar de mi pereza y de­
sesperanza, un poco para burlarme de
las imbecilidades de mi ego (que es el
ego del mundo). Puedo aclarar algo. No
me interesan los artistas que no tienen
ética, por eso leo muchas biografías. Y
los autores preferidos, que ahora re­
 i ! M SI ¡ .’
¡OGEDINROF
Tuvimos que aniquilarlos.
Antes huyeron al monte, abandonando
todo. La mayoría eran gordos, algunos por
deficiencias vasculares, los demás eran en sí
opositores, gentes de puro nervio.
En sus mismas casas nos dijeron h ada
adonde habían'huido. Con esto comprobarnos
el resultado de nuestro tratam iento psico­
lógico propagandístico. Dos o tres, los que
no huyen y no delatan, fueron allí colgados
patas arriba y degollados a golpes secos en
la yugular, como antiguamente tratábamos a
las ovejas. Así fueron a las envasadoras los
primeros de esa tanda
Lo mismo pasó con los perseguidos. En el
monte agreste se perdieron y aislaron uno a
uno, y los primeros cautivos delataron a los
segundos. Los arreamos, y allí, como símbolo,
fue sacrificado el jefe de los resistentes; lo
cueream os y le quitam os las visceras, le
atravesamos un palo puntiagudo en el culo
que le salió por la boca. Tras esos días fa­
mélicos su carne asada nos supo deliciosa
Hicimos caminar a tos demás hasta el eji­
do, clavamos estacas y los despielamos
mientras llegaban tos camiones.
No hubo protesta y el Com ité decidió
dejar la parte del león, cabezas, tripas, se­
xos, en las casas de las víctimas. Así se eli­
minaron posibles resentidos; con la carne de
los padres dentro, los hijos antes de rebe­
larse tendrán que a u tod e stru irse . Por
suerte, el cielo y la tierra están aislados y las
protestas de aquél no son nuestras, ni nos
llegan.
Todo fue perfecto. La prensa editó lo
que le informamos, la gente supo lo que qui­
simos. El porvenir, con esa comprensión po­
pular, se nos rinde día a día. Cesó la crisis
famélica, los frigoríficos prosiguieron la ta ­
rea enlatadora, la protesta inconsciente de­
latada por los c e re ro s electrónicos se aho­
gó-
Enésimamente tos genios del Comité so­
bresalieron, y como la ejecución recayó en mí
el informe de la evolución y procedimiento
social e histórico es de mi incumbencia Irá al
Banco Histórico Internacional; puedo enton­
ces expandir mis exigencias y exageraciones
mentales sin crítica o peligro de ella. Unica­
mente temo que mi hembra me delate ante la
Confesión Mensual si llega a leer algo incon­
veniente. Nuestros métodos, por desgracia,
llegan hasta casa (deficiencias de la psicolo­
gía), y mis reproducciones y mi mujer no ba­
rruntan que pudiera ser de otra forma. An­
te la no autodisuasión, no es posible el soco­
rro.
52
Acaso, sólo acaso, se asemeje esto a la
voz o al ánimo de un disidente asqueroso, la-
nudo. Pero no, es así, ni es una defensa ni una
justificación. Se debe a un pensamiento de
posibilidad de futuro distinta de las halla­
das justas por el Comité. En parte, es de
reconocer, son pozos de barbane, de debili-
dad, rastros heredados del pasado maldito,
insuficiencias de la Escuela de Adaptación
Mental, desobediencia a los mayores, bre­
chas en el fluido universal.
De todas maneras, es improbable cual­
quier adversidad. Si hay algo seguro en |
nuestra Tierra es este Banco; yo lo prote­
geré más después de esto, ahora otros lo
protegen, todos por la misma causa. Aún no
hemos vislumbrado la etapa histórica en que
podremos soltar la imaginación hasta recaer
en los antimodos sociales llamados antigua­
mente locuras.
Para los hombres de gobierno, dirigen­
tes del futuro (el Banco publicará esto den­
tro de cien años), es importante saber que
desde los abuelos de mis abuelos fueron eje­
cutivos, burócratas del comité como yo hoy.
Se trocaron los nombres, nada más. Si no
caigo en desgracia y sigo la tradición, nadie
sabrá que los hijos de mis hijos ocuparán mi
uesto. Eso sí, al revés que en la ex Edad
S ledia, hoy denominada Edad de Piedra, no
tenemos el orgullo de los apellidos. La revo­
lución y la evolución han perdido los gustos
superfíuos. Esto motiva que utilice ahora
palabras que ya no se usan y que sólo existen
en los Archivos Populares que únicamente
tos elegidos podemos revisar. Entonces ave­
riguad lo que significa protesta, burócrata,
adulterio, individualismo, huelga, libertad,
privilegio, arte, totalitarism o, riqueza, et­
cétera
En tos anales del Comité, de modo paula­
tino se ven las anulaciones de las palabras y
como prefacio lo siguiente: "Sin mucha im­
portancia por ser lo contrario importante,
es preciso anular por el bien del pueblo...".
Por ejemplo, "protesta" fue muerta de vieja
al anularse "privilegio" o "injusticia", una
mano lava la otra; "burócrata" fue utilizada
en la antigüedad para denigrar a los heroi­
cos mártires del Comité, hoy es una pala­
bra-muestra de la bajeza y calumnia en que
estaban sumergidos tos pueblos del pasado;
"huelga" merece un pedestal, pero yace
muerta felizmente; "individualismo" fue sus­
tituida por "creosota" y pasó al Comité Mé­
dico Popular; "Ibertad" para voltear al bien
no, de manera que pasó, junto con la ballesta
y el arcabuz, ai Museo Social Histórico Po-
Tpular; "arte" fue integrada a "paranoia" y
los que sufren de ésta van al Hospital de
.
| I Seguridad Popular; "privilegio" fue quema-
I da por ser inservible, o sea, servible sólo a
los enferm os paranoicos; "totalitarism o"
7 i también pasó al Museo, con la bomba atómi-
r'M | ca; "riqueza" lo mismo, término inservible,
, * residuo de antiguas sociedades flageladas,
| corruptas, podres; "adulterio", bien, dada la
progresión espacial sufrida por cientos de
genios pensantes, esta palabra es el espejo
de la condición humana, lo mismo que "celos"
(finada también), las que en conjunto pasa­
ron al cajón de podre.
Penosamente finalizo esta digresión, ne­
cesaria para el entendimiento cabal del tex­
to.
Mi albedrío me perm itiría seguir mis re­
cuerdos, pero nadie está ni estará, en el
presente y futuro orden de ocurrencias,
adaptado a leer o a seguir y extraer conclu­
siones de textos sin ilación, sin metro, que
violan el mínimo realismo exigido. "Realismo"
es una palabra antigua, muy en boga hoy,
utilizada para corregir desviaciones peli­
grosas. Por lo tanto, seguiré, a fuer de la
buena interpretación - y o no clam aría ante
sordos-, con el inform e- pues ya no existen
relatos, ni literaturas anarquizantes.
Deimos, el hombre fuerte de tos paranoi­
cos, apartes de sus divergencias heredadas
nadie sabe de dónde, tuvo un problem a con­
migo. Nunca lo soporté, yo soy petizo, camino
con tos pies abiertos, tengo la piel blanca, las
caderas anchas y el pecho atrofiado. El no
fue así, sino al revés; la pérfida injusticia na­
tural, que todavía no podemos domeñar, lo
favoreció.
Ante mi vigésimo aniversario me hicieron
miembro del Comité. Dos años más y logré,
por un tom a y daca, el puesto de reproduc­
tor, trabajo para favorecidos por la natura­
leza (al menos, así se estipuló y aeó al inicio,
centenares de años atrás) Es el rol del toro
de raza en la ex Epoca Moderna, con la va­
riante de que la inseminación artificial se
utiliza por decreto y no como método gené­
rico.
Entonces, a tos dieciséis años tos mucha­
chos son llevados al Centro Popular Módico;
allí se les haoe tener contacto sexual y se los
examina cuidadosamente desde tos dedos de
tos pies (ya palmídeos en vista y previsión de
la caída de la cuarta luna), hasta la tendencia
a la calvicie, o el atrofiamiento de orejas, o la
reducción testiculas. De modo automático le
inoculan al 99 por ciento un descubrimiento
que tos deja estériles. El perfecto es el único
que fecundará. Como es natural, hay excep­
ciones; yo estoy casi pelado, me ha invadido
el requitismo y sigo fornido sexualmente.
Pero no voy a hablar de mí, el decurso de los
hechos tal vez lo haga.
Deimos era un ser casi perfecto, pero b
inocularon. Los médicos son médicos y antes
hombres y los hom bres yerran, se pudren.
Ya fui en el lugar de Deimos, pues pese a ser
quien soy, hijo de quien entonces, tuvo que
aburarm e al reconocimiento de las am ista­
des de mi padre y guardar la apariencia
frente al puebb.
El sustituido lo supo porque era hijo de
unafam iiade carneros descreídos y rebel­
des. Su padre nos combatía con el silencio, y
mi padre y aquel Comité b obligaron, s o p e ­
ña de muerte por la hoguera, a que mosaica-
ra sobre la fachada de su casa un adefesb
con cuernos, ese fue su signo, antes el pa­
ternal, luego el suyo. Ahora todos estamos
tranquibs, y eso pasará a la protagonista
Historia Madres.
Al crecer Deimos -p o r desgracia ex ve­
cino nuestro-, comenzó a conspirar de la
única forma solapada posible acá: con el si­
lencio. Por fortuna, algún demiurgo nos con­
cedo la gracia de que el silencb no sugiera
nada a energúmenos embotados psicológica­
mente. La protesta feneció por la eternidad
cohabitando con la sutileza inteligente.
Se gastaron b s años y yo, en mi tarea de
reproductor, cuadro de especie, mantuve
humillado más que nadie a este tjpo y a su
familia. Creí que redimirlo con piedad, ha-
c e rb lamer, lavarme los pies, constituiría su
salvación para la sociedad. Pero no, afrentó
y vilipendo toda humanidad o buena voluntad
de mi parte.
Yo vivía en el Moulin de Engendración
Popular. A mis órdenes tenía cincuenta hom­
bres. Me alimentaban con las mejores dietas,
me examinaban cada quincena, me calmaban
todos los gustos. Pero debía fecundar a
tres hembras por día. El mecanismo, alma de
la especie pura, hoy meramente trastocado
(han muerto veinte años), era sencilfo. Lle­
vadas las mujeres, eran excitadas en las an­
tecám aras por mis acólitos más peritos.
Cuando lograban la cim a de la cresta, las
conducían de inmediato a mi lecho, donde yo
acababa la faena. Esto generalmente, pero a
veces, cuando ellas valían y yo tenía ánimo, me
encargaba en persona de b s prelados como
del acabar.
La tarea de elección era simple. Todos
los días iba la recolección por b s b a rro s y
elegía a las hembras ocupantes y bellas, ca­
sadas o no, de los quince a b s treinta años,
en el Moulin son del Comité, y b s que son tie­
nen -respetando la historia y dada su alta
responsabilidad ante la m asa - algunos pri­
vilegios. Yo escogía.
Resumiendo, es mujeres están disponi­
bles, si valen físicamente algo, de esa edad a
esa edad, ante el Comité, para la conserva­
ción de una especie pura, sobre todo en lo
ideológico, dos cosas son y han sido enemigas
aciagas de la Humanidad: la diversidad de
¡deas y de razas. No en vano b s grandes li­
bertadores de la ex Epoca Moderna sostu­
vieron esto como lema, pese a la denigración
de b s cagatintas individualistas de siempre.
Deimos tenía dos hermanas opulentas en
carnes bien formadas. Todas las semanas yo
las cubría, aunque eran rebeldes y siempre
apretaban las piernas, me sentía demostra­
dor de la fuerza, de b absoluto de nuestro
ideario, de la justicia, del ser de las cosas.
En realdad, ninguno de los del Comité
pasa por eso, somos nlocabtes.
Así es que la omnisaptenda de mi padre
pasó a mí y la mía a mis reproducciones. Lo
mismo sucede con la engendración: nuestras
hembras llevan un vete, son animales exclusi­
vos de b s conductores jefes.
A raíz de estos asuntos, Deimos se per­
cató de que era intútil toda queja y, como
padre, cambió de ¡dea y se alzó en a rm a s .
. junto con otros disidentes y traidores ocul­
tos, revelando así la corrosiva enfermedad.
Su padre había huido con otros a los
montes, y allí se transformaron en bichos, el
Comité no activó contra e lb s; esperaba que
se murieran de hambre, pero después se ex­
perimentó una nueva arma. Se los ubicó, lue­
go se lanzaron a manera de postes de sitio agarré de los asquerosos pelos y tiré su c a
tes pilas radiactivas. Meses después se em­ beza un poco. Su diestra me tocó, pero le
pezaron a captar rugidos en esa zona, ruidos abrí el brazo hasta el músculo gris y se es­
estertóreos. Se pasó entonces a 1a etapa si­ tuvo quieto. Entonces te di un tajo seco, g a
guiente. Se lanzaron desde la ciudad polvos neroso. Saltó un chorro y me manchó el pan­
de uranb, hidrógeno líquido, azufre volatili­ talón; fue el primer chorro grana, caliente.
zado con gas mostaza Luego 1a sangre, cada vez mes débil, empapó
El cerco persistió dos o tres años sor­ su barba, sus aún reaccbnarios ojos azules,
dos; después de tanto silencb, las brigadas su peta. A ojo cabulé que alcanzarte para v a
entraron con sus trajes especiales. La vege­ ríos litros de esenda morcillera.
tación había evolucionado de un modo asom­ Lo último que vi de su cuerpo laxo, fue su
broso. Más hada la sierra, en varias grutas, sexo, corto y grueso, colgante hacia un cos­
se encontraron uno a uno a b s rebeldes me- tado. Reconozco que anhelé agarrarlo, pero
tamorfoseados en gigantescas amibas de mi compromiso fue superior. '
tres o cuatro metros. Estaban adheridos a Para 1a experienda y documento de los
las paredes, respiraban contrayendo unas futuros lectores de este informe, digo que
enormes aletas transparentes y en su inte­ la emoción de desangrar a un hombre, de
rior había piedras, tierra negra, hierros re­ perseguirlo hasta ello, de imponer el más al­
torcidos, oxidados y aún o disueltos. to valor en nombre del bien y 1a totalidad, de
Es para im aginarse el examen que el 1a paz de la masa, en fin, de comerta después
Cuerpo Médico Popular hizo de esos adefe­ condimentado, asado con parsimonia, se
sios nunca vistos. equipara sólo a dos cosas que se reducen a
Así term inó aquel tipo extravagante, una a 1a percepción de 1a grandeza humana al
padre de crianza de Deimos. Acá tengo nue­ ser uno adamado, en un discurso, por un mi­
vamente 1a aprobación de 1a hipótesis, que ya llón de personas ciegas, excitadas, envalen­
no es, de que la crianza es lo que hace al tonadas, vblentamente ensoberbecidas; y a
hombre. Nadie niega que Deimos fue hijo de la sensación de olvido total del yo en el or­
mi padre, reproductor; sin embargo, fue en­ gasmo mejor preparado.
señado así. Oh, gentes descubridores del Absoluto,
Deimos se casó con una mujer espléndida, demiurgos, creadores, dioses, líderes, en eso
que tuvo seis hijos míos. A esta hembra, co­ reside nuestra grandeza, rara, contradicha,
mo represalia -lo reconozco-, le hacía abrir torneada De ello reverbera 1a gloria eterna,
las nalgas a pinchazos. Quizás p o r eso no me 1a aclamación, 1a fama ubicua e infinita en el
odia demasiado. Además, goce de veras. tiempo, el cúmulo del goce, padre y maestro.
Menester fue que me retirara. Me con­ Proclamo esto como signo de mi respeto
traté cuando ya estaba aburrido de mujeres. por el futuro de la humanidad, la más alta
Supongo que algún día hasta me invadió la aspiración de b s corazones ávidos de cada
cabeza la ¡dea de abrir mis glúteos a algún vez más justicia y comprensión. Hoy puedo
hombre, para que me flagelara. Pero mi decir cumplí. Maté para imponer el bien y 1a
puesto no me lo perm ito: hasta ese grado paz, forniqué para preservar a 1a especie. Mi
estamos comprometidos nosotros con el instinto y mi deber morirán enlazados. No
puebb. vayáis a trastrocar puntos débiles por des­
En el presente, estoy a cargo de la Sec­ contento, pues son avalares de la lucha letal
ción de Seguridad. Se deben a mí los méto­ contra 1a herencia reaccionaria de un demo­
dos más modernos de persecución y descu­ nio que todavía persiste atorm entando
brimiento de conspiradores, en realidad en­ nuestros claros espíritus. Y perdonad mi
fermos paranoicos, visbnarios, tarados in­ frenética efusión.
natos, criminales sin fundamento. Que el pueblo libre, como vértice de 1a
Paso ahora a explicar las bases de esta justicia y del bien, nos aclame.
última caza que condujo a la muerte del jefe
criminal Deimos y su camarilla de sabotea­ 1969
dores. Tarik Carson
S urge el levantamiento por la crisis de la
carne. Los enfermos mermaron con el verano
y 1a poca humedad, la Sección Alimenticia
contribuyó con negligencia, los de los frigo­
ríficos se vieron desocupados y las reservas
en [aladas se acabaron. Carneamos a los del
Preside Central, a los del Hospital de Re­
cuperación, a b s de las casas de reclusión
voluntaria. No sé cuánto duró esto, pero pe­
ligraba la sociedad ante la urgencia de en­
trar a carnear en b s barrios bajos.
Mi desesperado plan fue el siguiente. Los
silenciosos estaban marcados por 1a Sección
Control, como es obvio. De pronto, salió un
suelto en el diario Verdad, contra el Comité;
al día siguiente editamos que los conspira­
dores habían sido bs responsables que acu­
saban al Comité y a sus sanas aspiraciones
como culpables de lá crisis. Era 1a vuelta a la
ex Edad Moderna, el retomo a 1a democracia,
mal entendida, que permitía oposiebnes. na­
de, como esperé, dejó de indignarse; signi­
ficaba el colmo de 1a reacción, el retroceso
histórico. Se vocearon recompensas. Mis
hombres tes cobraron y delataron á los de­
signados. Se d b la voz y la oportunidad a
éstos para que huyeran. Así b s matamos sin
ju icb alguno y no pudieron hablar.
Salió bien. Huyeron nomás. Eran varios;
los requeridos para saciar 1a sed de sangre
y novedad de 1a m asa También su apetito.
Tajearte el pescuezo a Deimos fue una de
las sensaciones más singulares que tuve en la
vida. Antes, mi padre a su padre; en la ac­
tualidad, yo a él de otra forma.
Lo mandé colgar de tes patas (ya no eran
pies). 0 tiento te cortó la carne y resbaló
quejoso en el pata que b resistía Sus brazos
y flagelados trapos colgaron y balancearon.
Su cabeza peluda, suda, resistía pero sin
fuerza Extendí te mano y me dieron te navaja
Me reí y él me vio al entreabrir sus abotaga
dos párpados. Después hice una señal y d a
bajo de sus greñas pusieron el balde. Lo

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’eiqwBJ B| jo d sow eased o ja w p d opojBA
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s e fijq seun s q euaij. ozipaueApe 'o6ip 'ozip
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) BAjais joíaw q se :opep ejq q n q ew Bjqea
PS
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úa cujue uppaj anb eiaidns ig opoj ueuiwop
anb soso Újbs s q jo d uoioejiwpe esa ‘epas
ap epaiqno b u i ||b 6 ap bobo je s jo d ojijsn6
asa ‘qouepodw i ap sajqwoq jo d ojijsnB asa
‘sezapuejB jo d ojijsnB asa jeBed anb e u q j
eya ‘uaiq p js g o¡dnj6ua as ‘ouejaiaA |a sa
anb boubw q aqés ou A ejeqoqoo |a ua ofeiA
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aajo q g -uqunaj q sajue refap opipod q qeq
ou anb ‘ejeúopjad aw anb aíip aq ¡ew souajrj
■BAjqs eun eioajed ou ‘ojní ó| ‘A epejuid eqej
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:esó bi asopuapeq 'epeisooe eqejsa ‘aped
ns joo ‘efaiA y/y 'ezaqeo q ojuqAaj s q sojsa
ap b i p up¡ oose ep ajua6 q ap bjsia q e oiad
‘b u !¡¡b 6 eun owoo ejnd 3a A sewisipezueAB
seapi e u a ij e uew jaq B| is se w Á ‘euew jaq
q oun e ubwoo q anb uaiq Bisa :ajuawepejeo
-sap ouew ueijaw as A 'óqóew p uoo Eqejsa
ejneq ‘eseo é ia |oa A a p je j e je b A afap s q
opueng se’UB¡0A ¡pedaj ‘e p a je o A aj6 e g
p uoo 'sendsag q joA ew sowos anb pwsou
-ayy ojiúyui e ÍB Íp o s e g ouanq ‘uos saiaua
s q ‘s a jo jjé uaueij sa jq w o q s q ‘s e w a p y
aju q a pe sbsoo sej b i JBAay uqnb ps ou ‘ou is
fs o jq e q s q ap 'saiua6iJip s q ap Jipuiosaid
apand ou opunw p 'jas apand ou x pnBi jod
sopoj ejed q q js n t A qouapuadepui ap seaq
sns uoo sosójByed Anw uos ¡sopqdwy anb
epqeq q p e u uoo u q sa ou anb sody sojsa y
ajred bjjo e repepeJi e sowba 0| upioisodo
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-das q ua eisyiqiu un Aeq sano ‘sejefrej sé|
ap p se joAb 'uj e w a iqojd g uy ua ‘ sojjo A
soun upjsa sauqnb uoo joa bjbÓ puosjad |ap
sejsy opuqoeq 'sqjejuawoo s q souopuejuoo
‘SBjaÜBj sb | souópueojBW sowepnAe sou
A o ii je eBuip anb ejiw oo ojjo ap uog 'ouej
-es ofqA p asjeenbnpuew uejuejui anb zed
-bo soreqieq sojsg joabj |e uejin ó u jaj e w
i A b ubub w .reíeqBJj, e uba A opiped |ap uos
lofe q ejj iw ep soqsyeo sop ep seiepej sb |
pribjBW úeiqwBX 'Buej q ua epueA s q anb
I e je d e p a ja g e ¡p s q as A seuanbjod seun
I aueje ‘epesed ap P jiw o o p ejed opuefeqejj
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JAZZ, ROCK, CANDOMBE
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Vázquez y Veqa y Fjqueíra. TeI.: 70 55 15

M úsica en vivo oe M íérco I es a D omínqo

M tN V J :
RubEN RacJa
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Jo RQE Sd-IEllEMbERQ
R ivE R O ck B anóa
Q uíque A z A M b u y A
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P oesía-Teatro-T íteres-M ím o -D anza-etc.- etc.

•V . fí'-ÍJ'
 Un año| Hemos cumpl laarew w W V susbc^"
año aguantando sob r- sos, d ib u jo sJ^ ^ ^ p o e m a s,
da floja. Muy pocos n etc., los magos, realmente
el alambre. Com confundieron a la gente con
cuando a un par de x ^WÉilusiones, lito s malaba-
les ocurrió empezar la h istoria v í d e ja ro n a los divertidos
de una0'revista" 4 res a los am argos sil-
ser simplem* Bando. ‘ todo se notaba
tocha de opinií dise id a d d e u n g ru p o
trario de los distto >silbadoras que en un
les’^ de sus " p r o e z a ^ ^ ^ M f o m e n p ^ S tzaron a gri-
lemostración de magia tar: s lf e
^^toi;$mo. El primer n ú m e r^ g ^ ^ —¡Mar
í^ ^ ^ g ^ a s o queSRquita lo len- al cano
* ' $ iirá por la contratapa Pero fue de entre el público
•ciertos^mlausos entre •. que se escuchó:
tímente el nú- .-^-j^llate, bolut
ego
a reprii .... -Á partir •
de ese gritcm odo se tom ó su-