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Segunda etapa del trabajo del parto

Segunda etapa del Trabajo de Parto (Pujando)


 Comienza cuando el cuello del útero está completamente borrado y dilatado y termina
con el nacimiento del bebé.

 El tiempo promedio de esta etapa es de 1 a 2 horas en madres primerizas, y se reduce


en los embarazos posteriores al primero. El tiempo puede ser mayor si usted realiza un
epidural y espera a sentir la necesidad de pujar.
Segunda Etapa: Expulsión

La etapa de expulsión ocurre cuando el cuello del útero está completamente dilatado y ya no bloquea
la cabeza del bebé. Ahora existe un nuevo pasaje a través del cual usted empujará a su bebé, desde el
útero y hacia abajo a través del canal de nacimiento y dar a luz.

Las contracciones pueden llegar a disminuir justo antes de experimentar la necesidad de pujar al
bebé. Deberá aprovechar este tiempo para tomar un pequeño descanso antes de la expulsión. La
duración de esta etapa varia respecto de la posición y el tamaño del bebé, y de su habilidad de pujar
con las contracciones. Para las madres primerizas la duración promedio de esta etapa varia de 1 a 2
horas. En algunos casos, esta etapa puede durar más de 2 horas, en caso de que la madre y el bebé lo
toleren. Normalmente, un bebé nace con su cara viendo hacia la espalda de la madre (posición
anterior). Sin embargo, algunos bebés miran hacia el abdomen materno (posición posterior). Los
bebés con posición posterior pueden llegar a tener más dificultad para pasar a través de la pelvis, lo
que puede hacer que la etapa de expulsión se dificulte o que dure más de 2 horas.

 Contracciones durante la etapa de expulsión


 Expulsión demorada
 Posiciones para la expulsión
 Para detener el pujo
 Técnicas de respiración para pujar

Contracciones durante la etapa de expulsión


Durante la segunda etapa del trabajo de parto, el útero continúa contrayéndose cada 5 minutos. Cada
contracción dura de 45 a 90 segundos. Las contracciones normalmente son intensas y vigorosas y
pueden o no conllevar la necesidad de pujar. Esto fase puede ser algo más agradable desde el
momento de que ahora usted está trabajando con cada contracción. ¡Puede llegar a sentir una
renovación de energías al sentir que la llegada de su bebé está más próxima!

Algunas veces después de un trabajo de parto prolongado y difícil, la etapa de expulsión puede llegar
a ser extenuante e incómoda. La mayoría de las mujeres sentirán una presión más fuerte en el área
perineal, recto y la parte baja de su espalda, en esta etapa. Para muchas mujeres, la presión rectal se
siente como una evacuación.

A medida que la cabeza del bebé comienza a aparecer, pudiera llegar a sentir una sensación de
estiramiento o de ardor. Puede solicitar un espejo de tal manera que pueda observar su progreso.

Expulsión demorada
La expulsión es más efectiva cuando usted siente la urgencia de pujar. La anestesia epidural puede
adormecer la sensación de pujar. La práctica de la “expulsión demorada” (mientras se espera que el
bebé pasivamente pase por el canal de parto), ha sido estudiada como una alternativa para comenzar a
expulsar al bebé en los 10 centímetros. Si su bebé y usted están bien, un “descenso pasivo” de 1 a 2
horas es seguro y hace que su pujar sea más efectivo.

Posiciones para la expulsión


Existen diferentes posiciones que pueden ser utilizadas en la etapa de expulsión. En todas ellas, trate
de mantener su barbilla hacia abajo y ponga su espalda curvada. Esto ayudará a que sus músculos
abdominales trabajen en conjunto con su útero para expulsar a su bebé.

Las siguientes son sugerencias de diversas posiciones para la expulsión y las ventajas de cada una de
ellas. Podrá quizás acelerar su trabajo de parto practicando posiciones donde la gravedad le ayude
(por ejemplo, estar sentada o en cuclillas). Sin embargo, si su bebé está naciendo de una forma
rápida, quizás sea capaz de hacer más lento el estiramiento de su área perineal practicando posiciones
donde la gravedad sea neutral (por ejemplo, recostándose de lado o colocándose sobre sus manos y
rodillas). Es importante practicar con diversas posiciones de expulsión, de modo de saber cuál es más
confortable para usted. Muchas mujeres encuentran que jalar una toalla o sábana sostenida por su
compañero o amarrada en la barra de la camilla puede ser muy efectivo durante la contracción de
expulsión.

Para detener el pujo


Puede llegar el momento en que se le requiera no pujar más en una contracción, aún cuando sienta la
necesidad de hacerlo. Esto puede deberse a que el cuello del útero aún no está completamente
dilatado o a que el bebé apenas se está encajando y el área perineal necesita expandirse gradualmente.
Estas situaciones usualmente requieren que deje de pujar por un corto tiempo. Durante este tiempo,
aproveche para relajar su cuello, hombros y piernas y para jadear o soplar lo suficiente durante la
contracción. Visualice soplar unas velas. Quizás su compañero necesite sostener su cara, verla
directamente a los ojos, y jadear o soplar junto con usted para evitar que siga pujando. Para muchas
mujeres, el pujo es un reflejo poderoso que requiere un considerable esfuerzo para respirar y no para
pujar.

Técnicas de respiración para pujar


Mejor para usted. Su médico o partera y la(s) enfermera(s) podrán hacerle algunas sugerencias. Serán
sus mejores recursos para ayudar a evaluar su progreso a medida que empuja a su bebé a través del
canal de nacimiento.

Colabore con sus contracciones para maximizar sus esfuerzos en el momento cumbre de una
contracción. Si siente la necesidad de quejarse o gritar al momento de pujar, también le será de gran
ayuda. Permítase emitir esos sonidos que brotan naturalmente. Es antinatural, y posiblemente dañino
para usted y su bebé que detenga el aliento por un largo tiempo. Contener el aliento mientras puja es
bueno si siente que le ayuda a pujar.

Hable sobre el control del pujo con su médico o partera antes del parto.

Actividades que puede tratar durante el período prenatal que pueden ayudar a relajar el perineo:

 Pruebe con los ejercicios Kegels.

 Educación. Conozca las técnicas efectivas de pujo y qué esperar durante la etapa de
pujo.

Actividades que puede tratar durante la etapa de pujo para ayudar a que se relaje el perineo:
Suelte el perineo haciendo una contracción y relajación de Kegel.
Use posiciones variadas. Las posiciones en las cuales ayuda la gravedad son las mejores.
Coopere con su médico o partera y enfermeras de trabajo de parto durante el nacimiento (por ej.,
acuéstese sobre su espalda y sople si se le pide que no puje para que su bebé venga lentamente y
poder estirar el perineo un poco cada vez).
Haga que su compañero o preparador de trabajo de parto ponga compresas tibias en su perineo.

Medidas Generales que se deben considerar durante el proceso de parto

Proporcionar atención continua a la embarazada durante el trabajo y parto, atendiendo a las


condiciones generales y obstetricas y previene la aparición de complicaciones que puedan afectar la
seguridad de la madre y el feto porque cuenta con los conocimientos y aptitudes para:

1- Valorar inicialmente las condiciones maternas y fetales a través de:


-Registrar e interpretar las cifras de los signos vitales .
-Efectuar las maniobras de Leopold.
-Valorar la dinámica uterina.
-Indentíficar los periodos clínicos del trabajo de parto.
-Valorar las condiciones de las membranas ovulares.
-valorar el grado de encajamiento.
-Identíficar oportunamente signos y síntomas que indiquen el inicio del trabajo de parto.
-Identíficar factores de riesgo durante todo el proceso.
-Referir oportunamente al siguiente nivel de atención ante la presencia de alto riesgo.
-Proporcionar las intervenciones de enfermería necesarias para la estabilización de la paciente ante la
presencia inminente de complicaciones durante el parto y en caso necesario asistirla durante su
traslado.

2-Procurar un estado de bienestar físico, mental, emocional y espiritual del binomio madre-hijo
durante la fase de trabajo de parto y controlar la evolución a través de:
-Registrar y valorar los signos vitales por lo menos cada 4 horas.
-Monitorizar y auscultar la frecuencia cardíaca fetal antes, durante y después de la contracción
uterina.
-realizar las maniobras de Leopold.
-Identificar la frecuencia, intensidad y duración de las contracciones uterinas.
-Valorar y registrar las modificaciones cervicales ( dilatación y borramiento).
-Valorar el descenso de la presentación ( planos de Hodge).
-Mantener a la embarazada en decúbito lateral izquierdo.
-Identificar signos y síntomas que indiquen el inicio del período expulsivo.

3- Atender a la mujer en el período expulsivo llevando a cabo lo siguiente:


-Valorar las condiciones generales del binomio madre-hijo.
-Buscar a la embarazada en la posición más apropiada y cómoda.
-Efectuar el aseo perineal.
-Realizar amniorresis en caso necesario.
-Evaluar las condiciones del periné.
-Valorar la frecuencia cardíaca fetal.
-Identificar los factores de riesgo durante todo el proceso.
-Referir oportunamente al siguiente nivel de atención ante la presencia de alguna complicación.
-Proporcionar las intervenciones de enfermería necesarias para la estabilización de la paciente ante la
presencia inminente de complicaciones y en caso necesario asistirla durante su traslado.
-Recibir al recién nacido.

4-Atender a la mujer en la etapa de alumbramiento y efectuar las siguientes acciones:


-Verificar signos vitales durante todo el proceso.
-Proporcionar el alumbramiento espontáneo de la placenta.
-Comprobar la integridad de la placenta y membranas.
-Verificar la involución uterina y aplicar los fármacos de acuerdo a protocolo.
-Revisar la integridad y condiciones del conducto vaginal.
-Valorar el estado general de la paciente a fin de identificar oportunamente signos que indiquen la
presencia de complicaciones.
-Referir oportunamente al siguiente nivel de atención ante cualquier complicación.
-realizar las intervenciones de enfermería necesaria para la estabilización de la paciente ante
situaciones que pongan en riesgo la vida y en caso necesario asistirla durante su traslado.
-Propiciar y proporcionar confort a la puérpera.

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