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Introducción
Las 3 familias de virus que se encuentran mas comúnmente en la cavidad oral, son los virus del
herpes , los virus Coxsackie y los papovavirus.
El gran tamaño del genoma de este virus le permite le permite codificar muchas proteínas de la
replicación y el metabolismo celular, propiedad que le hace posible sobrevivir y convertirse en
ubicuo en la población.
El virus es lítico para las células epiteliales humanas y permanece latente en el tejido nervioso,
existen 2 tipos de virus del herpes simple:
Este virus se transmite de persona a persona por contacto (principalmente a través del beso). Mas
de 3/4 de la población esta infectada, este virus afecta mas a las mujeres que a los hombres en
proporción de 2:1 y aparece en la misma frecuencia tanto en el labio superior como en el inferior.
Síntomas:
El VHS1 puede afectar a otros multiples lugares como la conjuntiva y el esófago cuando se
introduce una sonda nasogastrica a través de una cavidad infectada.
2.- Herpes labial intraoral recidivante: Presentación episódica de un cúmulo intraoral de úlceras
punteadas superficiales con síntomas principalmente en mucosa que recubre los agujeros
palatinos mayores que aparecen típicamente después de procedimientos dentales en el área. -
Panadizo herpético; Infección primaria o secundaria por herpes simple localizada en manos o
dedos, adquirido por contacto directo con una lesión activa.
2.- Virus Coxsackie
Forma parte de la familia de los picovirus (virus ARN). La puerta de entrada de este virus es la
orofaringe y el tracto gastrointestinal, por lo que podríamos decir que forma parte también de los
enterovirus. El virus Coxsackie se puede contagiar de una persona a otra, normalmente a través
del contacto con manos sucias o supercies contaminadas con heces, donde este virus puede vivir
varios días. En las zonas tropicales, las infecciones se producen durante todo el año, pero en
climas más fríos los brotes de virus Coxsackie ocurren más a menudo en verano y otoño. Existen
dos tipos de virus coxsackie, Coxsackie A y Coxsackie B. Las enfermedades que afectan a la región
oral son las del grupo A, las principales son; la hepargina, la enfermedad de manos, pies y boca y la
faringitis linfonodular.
1.- Hepargina: constituida por pequeñas y dolorosas vesículas que se rompen al poco tiempo
dejando úlceras superciales dolorosas que curan en 7-10 días. Las lesiones afectan de modo
característico al velo del paladar y la úvula, las amigdalas, los pilares de las fauces, la pared
faríngea posterior y, en raras ocasiones, la mucosa yugal y la lengua. Se da especialmente en niños
en edad escolar. Clínicamente la enfermedad se manifiesta con fiebre repentina, dolor de
garganta, de cabeza, disfagia, y malestar, seguidos de un eritema difuso y una erupción vesicular
de la mucosa yugal posterior y de la orofaringe. Es una enfermedad leve y de corta duración.
2- Enfermedad de manos, pies y boca: Enfermedad muy contagiosa de corta duración, que puede
darse en epidemias o en casos aislados. Clínicamente aparecen erupciones vesiculosas en las
palmas de las manos, en la planta del pie, la lengua, garganta, encías, cara interna de las mejillas y
en la mucosa de la parte anterior de la boca (pasados uno o dos días). Acompañando a estos
síntomas aparece malestar general, febrícula y nauseas
3.-Faringitis linfonodular aguda: Constituida por pápulas amarillas o blancas rodeadas por una
zona eritematosa connada a los tejidos linfoides de la parte posterior del paladar blando y la
nasofaringe. Su duración es de aproximadamente una o dos semanas . Se produce en niños en
edad escolar principalmente. Las manifestaciones de la enfermedad van acompañadas de cefalea
leve, fiebre e irritación faríngea, ligeros dolores de cabeza, anorexia y dolor de garganta.
3.- PAROTIDITIS:
La infamación de las glándulas salivares puede ser de origen vírico, bacteriano o autoinmunitario,
de estas causas, las más importante es la parotiditis vírica epidémica (paperas), que produce un
crecimiento del tamaño de todas las glándulas salivares, principalmente se ven afectada la
glándula parótida y con menor frecuencia, las glándulas submandibulares y sublinguales.
Clínicamente depuse de un periodo de incubación de 14 a 21 días se produce fiebre de
temperatura variable, escalofríos, dolores de cabeza y malestar, acompañados de dolor en la zona
de la parótida, por la tumefacción de ésta, durante la salivación. La hinchazón edematosa, de
aspecto gomoso y dolorosa al tacto, de una o las dos parótidas son signos de enfermedad y duran
al menos 7 días.
Existen varios virus que pueden producir parotiditis, pero el predominante es un paramixovirus
ARN relacionado con los virus influenza y parainfluenza. Suele producir una inamación intersticial
difusa con notable edema e infiltración por células mononucleares y, a veces, necrosis focal.
Aunque en los niños la infección es autolimitada y rara vez deja secuelas, en los adultos, puede
acompañarse de pancreatitis u orquitis y esta última puede ser causa de una esterilidad
permanente.
Se conocen muchos tipos de VPH. Algunos de ellos producen papilomas epidermoides benignos
(verrugas) en el ser humano. Forma parte de la familia de los papovavirus. Son virus ADN
bicatenarios. Se sabe de la existencia de cincuenta subtipos. Los virus de papiloma humano se
dividen en dos grandes grupos dependiendo del riesgo que tienen de provocar lesiones
cancerígenas: alto y bajo riesgo. Se denomina factor de riesgo a aquel factor asociado con el riesgo
de desarrollo de una enfermedad pero no suficiente para causarla. Es necesario la presencia de
otros factores asociados para causar la enfermedad (en el caso del VPH otros factores son: mala
nutrición, tabaquismo, etc.)
VPH de Bajo Riesgo: Virus de papiloma humano de bajo riesgo se les llama a aquellos cuyo
riesgo de provocar cáncer es bajo.
VPH de Alto Riesgo: Los virus de papiloma humano de alto riesgo son los que se
encuentran con mayor frecuencia asociados en los casos de cáncer.
5.- Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH)
El VIH presenta un tropismo frente a los linfocitos T, macrófagos y ciertas células nerviosas. La
unión a los mismos permite que su núcleo vírico entre en el citoplasma de la célula huésped.
El SIDA y las formas menos avanzadas de infección por el VIH, suelen asociarse al lesiones de la
cavidad oral que pueden adoptar la forma de candidiasis, vesículas herpéticas o algunas otras
infecciones microbianas (gingivitis o glositis) .Son de especial interés las lesiones intraorales del
sacoma de Kaposi y la leucoplasia vellosa. Sarcoma de Kaposi: Asociado al SIDA, afecta a una
cuarta parte o más de los pacientes con SIDA, en especial en varones homosexuales, en
comparación con el 5% de la población restante. Está fuertemente asociado a la infección por el
virus del herpes humano 8 (VHH-8).
Las lesiones del sarcoma de Kaposi no presentan predilección por ninguna localización,
pero tienden a afectar a la piel (tronco, palmas de las manos, plantas de los pies, cara,
cabeza y cuello) a la cavidad oral (paladar y encías), en algunos casos la 271 mucosa yugal
es el único lugar donde aparece el sarcoma. La mayoría de los pacientes fallecen a causa
de las complicaciones infecciosas oportunistas del SIDA y no por las consecuencias del
sarcoma de Kaposi. Sin embargo, alrededor de una tercera parte de estos pacientes con
sarcoma de Kaposi presenta posteriormente una segunda neoplasia maligna que casi
siempre es linfoma.
Leucoplasia vellosa Oral (LVO); Es una lesión rara que prácticamente sólo se observa en los
sujetos infectados por VIH. Consiste en placas confuentes blanquecinas opacas, situadas
en cualquier lugar de la mucosa oral y que muestra una superficie vellosa o arrugada
debido a un engrosamiento importante del epitelio. Es consecuencia de la infección de las
células epiteliales por el virus de Epstein-Barr. A veces la leucoplasia vellosa puede ser la
primera manifestación de la infección por el virus VIH. No se ha relacionado con el cáncer
oral. Es posible que muchas personas no sepan que tienen LVO a menos que se examinen
la lengua o el interior de la boca para localizar las placas, las que por lo general, no causan
molestias ni alteran el sabor de la comida o de los líquidos. En algunos casos, la LVO puede
causar un dolor leve, alteraciones en el gusto y agudizar la sensibilidad a las temperaturas
de los alimentos.