110200092014 Historia de Colombia del Siglo XIX Reseña del arte en Colombia durante el siglo XIX Eugenio Barney Cabrera
RESEÑA
El autor nace en Santander de Quilichao el 14 de abril de 1917, y muere en Bogotá
en 1980, consumado académico ejerció como crítico del arte, investigador, ensayista y columnista, docente de toda la vida de la Universidad Nacional de Colombia, director de las escuelas de bellas artes. El autor comienza el texto, mostrando el panorama de las artes visuales en Colombia, a principios del siglo XIX, es aparentemente pobre, existen dos variantes caracterizan la actividad artística, la una le corresponde al oficio de los dibujantes de la Expedición botánica y al primitivismo, y refleja la ingenuidad de los pintores anónimos y la otra pertenece a la intención académica de fallidos resultados, con retratos y temas hagiológicos. Además que los comienzos del siglo XIX radican un cambio temático artístico, encauzados por el naturalismo científico y el despertar nacionalista, pues ahora la tendencia es republicana con nuevas advocaciones religiosas. Interpreta la corriente universal, aquella que se deriva de las teorías rossinianos, imperantes aun, también el divorció existente entre el gusto de la época y el arte visual, y explica por qué este arte no fue visto ni apreciado. Pero a pesar del desprecio del oficio en esta época, este tiene un valor de la autenticidad, que le es otorgado por su propia pobreza aparente, ya que es una manifestación nativa. Lo cual reproduce el testimonio espontaneo y directo del hombre y del paisaje, sin mixtificar la objetividad, e interpreta la corriente universal que más parece acomodarse al momento americano. Después continua resaltando la expedición botánica, donde se le pone de gran importancia los dibujos de la expedición, lo que muestra el divorcio entre el arte visual de la época, con el arte de aquel entonces, la estética neoclásica y el manierismo de la época, ya que muchos artistas de aquel entonces no podían asistir a las academias. El autor se refiere al arte del siglo con un valor de autenticidad en la medida y testimonio directo de un modo de ser germinante, en vías de transformación, del hombre y de la sociedad americana. Lo que se encuentra en las obras es austeridad y no pobreza en las formas, sencillez y no petulancia manierista, elementalidad y no elaboración artificial; inhabilidad e incompetencia ciertamente, pero mediante ellas obtiene o defiende la frescura y la juvenil fuerza de todo fenómeno en formación, y estas características y virtudes a lo largo del tiempo en Colombia son la que mejor pueden merecer el título de propias y originales. Lo que se nota de los dibujantes de la expedición botánica o el primitivismo de los pintores anónimos, tendrá proyecciones heterogéneas pero siempre presididas por el ansia de copiar paisajes y dar testimonio del hombre. Como por ejemplo lo fueron los primeros dibujos de ejemplares botánicos, pero ante todo los apuntes de rancherías, trajes, costumbres y actividades laborales que dejo el equipo mutisiano y que luego adquirió más carácter en la comisión corográfica. Durante el siglo XIX, aparecerán dibujantes y acuarelistas influenciados bajo las corrientes anteriormente mencionadas, ante ello el autor destaca a Manuel Dositeo Carvajal, nacido en Rionegro Antioquia, es figura sobresaliente de aquellos dibujantes y acuarelistas de la realidad política, o Manuel María Paz, el prócer de la comisión corográfica en cuanto a artes visuales y José Manuel Groot discípulo de Mariano Hinojosa, fue pintor del antiguo instituto botánico y gozaba de fama de buen retratista. Después llega la generación de los años treinta y los cuarenta, los Bauches, quienes abrirán a empellones demagógicos las puertas de la actual centuria, es desde entonces cuando el siglo XIX, por fin, ha muerto, enuncia el autor al final del texto.