You are on page 1of 52
"ete y pensamiento ~ctftico: de Malvinas al Frente Grande ' Ciudad de los negocios Psicoandlisis y medios Atentado en Ia AMIA Nacionalismo y ibe ideas, libros y futbol EL cine de Lindsay Anderson Reportaje inédito a Barthes Ente niimero reproduce ilustraciones ya aparecidas en la revista a lo largo de sus cincuenta niimeros. Con esta seleccién se ha iatentado wna muestra representative como homenaje a los artistas que han colaborado en Punto de Vista: Roberto Paez (tapa y pas. 2), Carlos Gorriarena (pdg. 5), Carlos Boccardo (pdg. 7), Justo Barbosa (pdg. 10), Guillermo Kuitca (pag. 11), Juan Pablo Renzi (pgs. 14 y 45), Luis Felipe Nof (pdg. 19), Armando Rearte (pdg. 20), Luis Pereyra (pdg. 23), Carlos Tirabassi (pdgs. 24-25), Ana Eckel (pdg. 28), Carlos Masoch (pdg. 30), Félix Rodrigue? (pdg. 32), Eduardo Supia (pdg. 35), Adolfo Nigro (pg. 40), Andrés Loiseas (pdg. 43). Consejo de direccién: Carlos Altamirano Revista de cultura | José Aricd (1931-1991) Afio XVII* Néimero SO | Adriin Gorelik Buenos Aires, no\ cue 1994 | Marla Teresa Grmuglio Sens orehe Juan Carlos Portantiero Hilda Sabato | Sumario Beatriz. Sarlo | Hugo Vezzetti | torial de Punt sta ndmero 12, juli DES | 1 Buitorial de Punto de Vis 12, julio 1981 eee | 2 Carlos Altamirano, El orden y el movimiento Diseio: Estudio Vese 5 Beatriz Sarlo, ¢La voz universal que tema partido? ; Critica y auonomia Suscripeiones | Paises limitrofes: 10 Leonor Artuch, Memorias de la calle Pasteur 40 USS (seis nmeros) Resto del mundo: 14 Adridn Gorelik, La ciudad de los negocios 50 USS (seis némeros) ‘Argentina: 19 Hugo Vezzeui, El psicoandlisis y la esfera piblica 21 USS (res ndmeros) Punto de Vista recibe toda su 23 Maria ‘Teresa Gramugli j 25 _ Mara Tees Grannies de ee een " | nombre de Beatriz Sarlo, Casilla de 28 Oscar Tersin, La tradicion liberal (Conce 25 Soctital 4). Bares Aires, Argentina, 32 Eduardo P. Archett, Etim virnudes masculinas en Composicién, armado e impresién: nario det fitbol: estilo y | “Tetéfono: 381-7229 Grdfico” 40 Radi Beceyro, Acerca de Lindsay Anderson Nuevo Offset, Viel 1444, Buenos Ains. 45. Eldisparacdor de sentido, Reportaje inédito a Roland Barthes OILNNd Elprimer editorial que publicé Punto de Vista, en et ntimero 12, julio de 1981, relataba las circunstancias en las que aparecié la revista: dictadura militar, repliegue defensivo de los intelectuales, situacidn de extrema clausura, Hoy nos parece adecuado reproducirlo como taica introduccidn a este niimero 50 que edizamos trece afios después. En mar de 1978, apareciO el pri- ‘mer nimero de Punto de Vista. Su pu- Dlicacién venta, de algtin modo, aejer- cerunderecho:abrirundmbitode dobate de ideas y elaboracién cultural. Eldere- cho a disentir nos parecfa, entonces y abora, una condicién bisica de cultura, amenazada material y politi- ‘camente. Reflexionar sobre la sal argentina o latinoamericana, sobre Josmétodos erfiicos o las torfas socia- Jes supose un punto de partida: la de- fensade la libre discusidn yla creaciGn deun lugar —larevists—que permitie ra generalizarla. Comprobaumos que no ‘existen condiciones aceptables de pro- Guccién intelectual donde no puedan circular as ideas, quela censura gjerci- a sobre la produccién cultural, la presiGn de Ia diversidad, la intimida- ‘iéa del antagonista, son instrumentos delconformismo correlative a un esta do autoritario, Intentamosentonces reconstruiral- bonesdel campo intelectual, imeros Ue la revista se Propusicron defender, en la prdctica, et espiritu critico y nuestro derecho a la divergencia, Esto es, reivindicar la li- bertad de ponsar,escribir, difundir de- ferentes: el derecho al punto de Esta revista es parte de un espacio cultural que se construye a pesar de la ccensuray el castigo: se construye también positivamente. Porque lo mejor de la cultura nacional inado en la polémica, incluso io, a veces en 6 el descentramiento respecto de los aparatoshomogeneizadores. Existeuna, tradicidn argentina que los que hace- mos Punto de Vista reconocemos: una linea eritica, de reflexi6n social, cultu- ralypolitiea que pasa porla generacién 62137, por losé Hemindez, porManinez Estrada, por FORJA, porel grupo Con- tomo, Descubrimos allf no una pro- blemética identidad de contenidos, sino mas bien una cualidad intelectual y moral. Se trata de nuestra responsat dad en la defensa de Ia libertad de expresidn y de pensamicnto: que no haya en la Argentina culturas reprimi- dasonegadas. Y suconsccuencia précti- a, Iacreacién de un dmbivo donde alzo de esto sea posible. Encerrada en los limites de la ame- nazada producciGn material, la cicga torpeza del censor, el oscurantismo tl- ‘tramontano de la universidad estatal, la cultura argentina, para construirse, de- be haverlo en la superacién de estos obsticulos: contra la censura, por ta diferencia de opiniones y la controver- Frente a la crisis econdmica que las institucionesculturalesy las ales, y frente a laclausura polil- a, los intelectuales hemos imaginado, enestosafios, formas y espacios nuevos paraladiscusién ycireulacidn de ideas, posiciones, perspectivas.Puntode Vis fa entiende que suactividad hasta abo- ra, y en el perfodo que sigue, pertenece este horizonte. HaconstituidounCon- 4i6n para que la fuerza de diversa y colectiva le per- ita responder mejor a los requeri- micntos de esta etapa. De sus lectores, de sus colaboradores y amizos depen- deré también que su publicacién sea econémica, es decir matcrialmente, posible. Punto de Vista, nimero 12, juliode 1981 Elorden y el movimiento Carlos Altamirano que suscribimos el editorial que se re- produce en este nimero, no hemos Uejado de aprender. La leccién mas neral deberia acaso habernos sido cconocida, pero es de esas que las per- sonas asimilan no cuando deben, sino cuando pueden —la de que todo curso histGrico est siempre abierto alas sor- presas de Ia contingencia y que los desentaces suelen ser imprevisibles. {Quigububieraesperadoen 1981 quela democracia se abriria paso por la bre- chaabierta por una guerra yuna derrota frente alnglaterra? Aun més adelante, cuando ya sc habia instalado el esce- vi6 al colapso de la dicta- sario que dura militar, ,cudntos, entre quienes asistiamos.a los primeros actos convo~ ccados por los partidos politicos. crefan qucelradicalismo venceria,eneleccio- nes limpias, al peronismo? (Seria exce- sivo, indudablemente, preguntarse por ccuintos de entre estos éltimos podrian haber imaginado que seria bajo la guia de quien lollevariaa la victoriacn 1983 aque el radicalismo habria de hundirse, La democracia tiene una respira- ciGn, dice Carlo Donolo para ofrecer tuna imagen del movimiento doble que cexperimenta su marct ‘expan sidn y el de fa contracci6n, Si tornira~ mos la imagen por nuestra cuenta diriamos que al momento expansivo pertenece el juicioa la, que comandaron la ditima dictadura, tunode esos acontecimientos impre bles de nucstrahistoria reciente. sso por el ritual formal 1nd como el aparecido. hasta solo pocosafios antes, ‘como todopodcrosos, es deci trafdosatoda ley. Logue vino despues, lo que poxria ilustrarel movimiento de contraecién delarespiracién democri ca, fue menos sorprendente. Pero nt et indutto final ui las leyes que lo fueron fnticipando, habrian de anular ya et significado deese juicio enla memoria colectiva Se habla mucho menos que diez los atris del autoritarismo y prictic: mente anadiese le ccurre ya buscar su hase, su premisa en 1a sociedad, en alan Ambito que se supone exterior ala politica y las significaciones politic: —desde la escuela a las relaciones de produccién, siguiendo el esquemacau- sail que remite los fenmenos surgidos enel ciclode la politica o a ideologfiaat ‘una base terrena. Para la calda en desu- so del tema se pueden encontrar ex- plicaciones diversas, nonecesariamen- teexcluycntes. Esrazonable pensar que ‘otros fantasmas fueron ocapando el lu- gar del autoritarismo, a medida que ya no se nos privaba de informacion y el sstablecimientodeuna escena piiblica dejaba ver otros abismos (por ejemplo, Jos que producfa lamarcha de la cris ‘econimica). Pero ¢s posible, también, ‘que se haya comprendido quebuscarla clave, el fundamento social del autori- tarisno politico s6lo lleva a peticiones de principio 0, més generalmente, a trivialidades apenas disfrazadas poral- guna erga. Tal vez hayamos compren- ‘ide, incluso, que era necesarioescapar a la tentacién de fijar a la sociedad argentina en una esencia —es autori- taria, es democrdtica—, que nuestra sociedad, como las otras, no gira en tomo a un solo eje, que extrae sus im- pulsos de diferentes focos de actividad histérica y que, por sltimo, acaso seria mejor dejar de hablar de ella como st fuera una persona: Ia sociedad piensa, Ja sociedad demanda, y cosas por el estilo, La hiperinflacién, que alo largode dos décadas estuvo varias veces en el horizonte, finalmente tuvo lugar y pu- dimos comprobar lo que alguna vez escuchamos decir a los economists ‘que no se trataba de una mayor infla- ién, de una megainflaci6n, sino de otra ‘cose, de un terremoto que sacude todo, uetrastoma aun los zos sociales mis ordinariosy cotidianos, Asffue. Novoy 2 insistit en 1o que se ha repetido hasta el cansancio, que el presidente Menem aprovechd, explot6 politicamente el miedo extendido que dej6 ese sismo para imprimir a su gobierno una oricn- facién que contradecia puntualmente sus promesas clectorales, No quiero Pasir por alto, en. cambio, et hecho inesperado (la costumbre suele volver- nos insensibles); el que fuese de ka ‘mano del més populista de sus dirigen- tesqueel peronisino seconvirticraca cl agente politico de lareforma neoliberal encurso. Es un lugar comsn seftalar que lagrancariade triunfo de laadministra- cién netual ha sido el Gxito del progra- made estabilizacién que Hevaasociado el nombre de su artifice, el ministro DomingoCavallo, Peronielplanantin- Aacionario, ni el conjunto de reformas econémicas que se han ejecutado bajo eldoble imperativo de ta estabilizacion y el pago de la deuda externa, hubieran sido positles sin el escudo protector ‘que les ha offecido un presidente con titulos peronistasindiscutibles, Para va- Jorar el logro basta imaginar Ia suerte «que habria corrido un eventual gobier- rho presidido por Angeloz, si hubiera intentado Hevar adelante un plan ‘econémico cquivalente. Elpresidente Menem ha converti- 4doal peronismo.en el partido detorden enlaerade laeconomia demercaso. La antigua “columna vertebral” ha sido probablemente la primera en experi- nmentar el sentido de esta transforma

You might also like