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IMPORTANCIA CLINICA

HEMOFILIA
Las hemofilias son trastornos hemorrágicos hereditarios frecuentes causados
por deficiencias del factor de coagulación VIII o IX. El grado de deficiencia del
factor determina la probabilidad y la gravedad de la hemorragia. La hemorragia
en tejidos profundos o articulaciones suele aparecer pocas horas después del
traumatismo. Se sospecha el diagnóstico en un paciente con aumento de TTP,
y TP y recuento de plaquetas normales; se lo confirma por análisis de los factores
específicos. El tratamiento consiste en la reposición del factor deficiente si se
sospecha o confirma una hemorragia aguda o hay probabilidad de que ésta se
produzca (p. ej., antes de una intervención quirúrgica).

La hemofilia A (deficiencia de factor VIII), que afecta a alrededor del 80% de los
pacientes con hemofilia, y la hemofilia B (deficiencia de factor IX) son idénticas
en cuanto a manifestaciones clínicas y alteraciones de las pruebas de detección
sistemática. Ambas son trastornos genéticos ligados al cromosoma X Se
requieren análisis de los factores específicos para distinguirlas.

Etiología
La hemofilia en un trastorno hereditario que se debe a mutaciones, deleciones o
inversiones que afectan al gen del factor VIII o del factor IX. Como estos genes
se localizan en el cromosoma X, la hemofilia afecta casi exclusivamente a
varones. Las hijas de hombres hemofílicos son portadoras obligadas, pero los
hijos son normales. Cada hijo de una portadora tiene una probabilidad del 50%
de presentar hemofilia, y cada hija tiene una probabilidad del 50% de ser
portadora.

Fisiopatología
La hemostasia normal requiere > 30% de las concentraciones normales de factor
VIII y IX. La mayoría de los pacientes con hemofilia tienen concentraciones < 5%;
algunos tienen concentraciones extremadamente bajas (< 1%). El nivel funcional
(actividad) de factor VIII o IX en la hemofilia A y B, y por lo tanto la gravedad de
sangrado, varían dependiendo de la mutación específica en el gen del factor VIII
o IX.

Por lo general, los portadores tienen concentraciones de alrededor del 50%; rara
vez, la inactivación aleatoria de su cromosoma X normal en la vida embrionaria
temprana determina que un portador tenga concentraciones de factor VIII o
IX < 30%.

La mayoría de los pacientes con hemofilia que fueron tratados a principios de la


década de 1980 se infectaron con HIV, debido a concentrados de factores
contaminados. Algunos pacientes presentaron trombocitopenia inmunitaria
secundaria a la infección por HIV, con la consiguiente exacerbación de la
hemorragia.
Signos y síntomas
Los pacientes con hemofilia presentan hemorragias tisulares (p. ej., hemartrosis,
hematomas musculares, hemorragia retroperitoneal). La hemorragia puede ser
inmediata o producirse lentamente, lo que depende del grado de traumatismo y
de la concentración plasmática de factor VIII o IX. A menudo, se percibe dolor
cuando comienza la hemorragia, a veces antes de que aparezcan otros signos
hemorrágicos. Las hemartrosis crónicas o recurrentes pueden causar sinovitis y
artropatía. Aun un traumatismo de cráneo sin importancia puede provocar una
hemorragia intracraneana. La hemorragia en la base de la lengua puede causar
compresión de la vía aérea potencialmente fatal.

La hemofilia grave (concentración de factor VIII o IX < 1% de la normal) causa


hemorragias graves toda la vida, que suelen comenzar poco después del
nacimiento (p. ej., hematoma del cuero cabelludo después del parto o
hemorragia excesiva tras la circuncisión). La hemofilia moderada
(concentraciones de factores del 1 al 5% de las normales) suele causar
hemorragias después de traumatismos mínimos. En la hemofilia leve
(concentraciones de factores del 5 al 25% de las normales), puede haber
hemorragias excesivas después de una operación o de extracciones dentales.

ENFERMEDAD DE VON WILLEBRAND

La enfermedad de von Willebrand (EvW) es el más frecuente de los trastornos de la


coagulación. Las personas con EvW tienen un problema con una proteína de su
sangre llamada factor von Willebrand (FvW) que ayuda a controlar las hemorragias.
Cuando un vaso sanguíneo se lesiona y ocurre una hemorragia, el FvW ayuda a las
células de la sangre llamadas plaquetas a aglutinarse y a formar un coágulo para
detener la hemorragia. Las personas con EvW no tienen suficiente FvW, o éste no
funciona adecuadamente. La sangre tarda más tiempo en coagular y la hemorragia en
detenerse.

La EvW generalmente es menos grave que otros trastornos de la coagulación.


Muchas personas con EvW podrían no saber que padecen el trastorno porque
sus síntomas hemorrágicos son muy leves. El trastorno casi no afecta la vida de
la mayoría de las personas con EvW, excepto cuando ocurre una lesión grave o
se requiere cirugía. No obstante, con todos los tipos de EvW pueden presentarse
problemas hemorrágicos.

Se calcula que hasta el 1% de la población mundial padece EvW pero, debido a


que muchas personas solo presentan síntomas muy leves, únicamente un
pequeño número de personas sabe que la padece. Los estudios han demostrado
que una cifra tan elevada como 9 de cada 10 personas con EvW no han sido
diagnosticadas.

Tipos de EvW

Hay tres tipos principales de EvW. Para cada uno de los tipos, el trastorno
puede ser leve, moderado o severo. Los síntomas hemorrágicos pueden ser
muy variables dentro de cada tipo, dependiendo –en parte– de la actividad del
FvW. Es importante conocer qué tipo de EvW padece una persona porque el
tratamiento es diferente para cada tipo.

La EvW tipo 1: es la forma más común. Las personas con EvW tipo 1 tienen
niveles de FvW menores a los normales. Los síntomas generalmente son muy
leves. Aun así, es posible que una persona con EvW tipo 1 presente hemorragias
graves.

La EvW tipo 2: se caracteriza por un defecto en la estructura del FvW. La


proteína del FvW no funciona adecuadamente, provocando una actividad del
FvW menor a la normal. Los defectos que caracterizan a la EvW tipo 2 son varios.
Los síntomas generalmente son moderados.

La EvW tipo 3 es, por lo general, la más grave. Las personas con EvW tipo 3
tienen muy poco o no tienen FvW. Los síntomas son más graves. Las personas
con EvW tipo 3 pueden presentar hemorragias en músculos y articulaciones,
algunas veces sin ser provocadas por una lesión.

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