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3 Tamaño y forma

1 TAMAÑO DE LOS PROCARIOTAS

El tamaño es un parámetro que está determinado genéticamente, pero los valores concretos
para cada raza o cepa de bacterias vienen influidos por una serie de condiciones ambientales
(nutrientes, sales, temperatura, tensión superficial, etc).

Las bacterias suelen presentar un pequeño tamaño, por lo general menor que el de una célula
eucariótica típica. (Obsérverse en el esquema la comparación entre el tamaño de una bacteria
típica como Escherichia coli (0.5 x 2 mm) y el de una célula eucariota).

Sin embargo, existe un amplio rango de tamaños, según las especies:

Una bacteria grande es Beggiatoa gigantea, con un tamaño similar al de muchas células
eucarióticas (40 mm).
Sin embargo, los auténtico “gigantes” entre las bacterias se han descubierto hace poco:

En 1993 se desubrió una bacteria que mide 0,5 mm de longitud. Se trata de Epulopiscium,
un comensal del intestino del pez cirujano.
En 1999 se descubrió en un lago de Namibia una bacteria (a la que se bautizó
como Thiomargarita) que alcanza los 700 mm.
Bacillus megaterium mide 1.3 x 3 mm.
Una bacteria relativamente pequeña es Haemophilus influenzae, que mide 0.25 x 1.2 mm.
Los organismos celulares cultivables más pequeños que existen son los micoplasmas,
muchos de los cuales no superan los 0.2 mm de diámetro.
Las nanobacterias o ultramicrobacterias miden en torno a 0.05 mm, pero la mayoría no se
han podido cultivar, y sólo se pueden estudiar al microscopio.

1.1 Consecuencias del pequeño tamaño de las bacterias:

Metodológicas:

Se necesita recurrir a microscopios para su visualización, y emplear técnicas especiales


adecuadas al pequeño tamaño;
Para sacar conclusiones sobre muchas características de las bacterias hay que hacer estudios
“promediados”, es decir, obtenidos a partir de una gran población de células, y no sobre un
solo individuo. (El estudio de células bacterianas aisladas es posible, pero es complicado y
no se emplea en la mayor parte de la investigación habitual sobre procariotas).

Propiedades físicas: se derivan del comportamiento como partículas coloidales:

movimiento browniano (movimiento aleatorio derivado del empuje de moléculas de agua


alrededor de la bacteria);
capacidad de dispersar la luz (el llamado efecto Tyndall). Por esta razón, las suspensiones
acuosas relativamente densas de bacterias tienen una apariencia “turbia” (traslúcida);
aumentan la viscosidad del medio donde van suspendidas.

Por tener carga eléctrica: migran en un campo eléctrico y aglutinan y precipitan a altas
concentraciones de sales.

Propiedades biológicas:
La relación superficie/volumen (S/V) es muy alta. En efecto, supongamos una célula
esférica; en dicha célula, la relación S/V es 3/r, (la superficie de una esfera es 4πr 2mientras
que su volumen es 4/3πr3). O sea, cuanto menor sea el radio (r) mayor será esta relación.
Esto significa que el pequeño tamaño de las bacterias condiciona un mayor contacto
directo con el medio ambiente inmediato que las rodea, lo que se traduce en que reciben
las influencias ambientales de forma inmediata.
El pequeño tamaño condiciona una alta tasa de crecimiento. La velocidad de entrada de
nutrientes y la de salida de productos de desecho es inversamente proporcional al tamaño
de la célula, y a su vez, estas tasas de transporte afectan directamente a la tasa metabólica.
Por lo tanto, en general, las bacterias crecen (se multiplican) de forma rápida.

2 FORMA

Los principales tipos de formas bacterianas son:

cocos (células más o menos esféricas);


bacilos (en forma de bastón, alargados),

que a su vez pueden tener varios aspectos:

cilíndricos
fusiformes
en forma de maza, etc.
Atendiendo a los tipos de extremos, éstos pueden ser:

redondeados (lo más frecuente)


cuadrados
biselados
afilados
espirilos: al igual que los bacilos, tienen un eje más largo que otro, pero dicho eje no es
recto, sino que sigue una forma de espiral, con una o más de una vuelta de hélice.
vibrios: proyectada su imagen sobre el plano tienen forma de coma, pero en el espacio
suelen corresponder a una forma espiral con menos de una vuelta de hélice.
Otros tipos de formas

filamentos, ramificados o no
anillos casi cerrados
formas con prolongaciones (con prostecas)

Estos distintos tipos de morfologías celulares deben de haberse originado por mecanismos
evolutivos, a saber, por selección y estabilización adaptativa frente a las distintas presiones
ambientales presentes en diferentes nichos ecológicos.

Relaciones entre tamaño y forma

Difusión citoplásmica: Este aspecto lo ilustraremos con una bacteria típica de forma
bacilar. Una proteína de unos 50 kDa difundiría desde la periferia del citoplasma al eje
longitudinal en menos de medio segundo, mientras que si difundiera desde un polo de la
célula al opuesto, tardaría unos 5 segundos. Como vemos, el tiempo de difusión es muy
breve.
Difusión desde el medio exterior: el entorno inmediato de las bacterias es bastante
peculiar, debido al bajo valor de número de Reynolds que poseen.

El número de Reynolds (R) es un parámetro muy empleado en Ingeniería y


Arquitectura para expresar la tensión o estrés que soporta una estructura determinada
inmersa en el medio local que la sustenta. R equivale a la relación entre la fuerza de
inercia y fuerza de fricción

Teniendo en cuenta la masa y velocidad de movimiento de una bacteria como E. coli:

m = 10 -12 g

v = 30 mm/s
tenemos que el valor R para esta bacteria es de 10-5.

De aquí se deduce que la inercia es irrelevante, mientras que predominan las fuerzas
viscosas. Por lo tanto, las bacterias llevan, en su avance, un entorno local debido a la
resistencia por viscosidad. Este entorno es una fase fluida cuya forma reproduce,
ampliada, la forma de la bacteria en cuestión.

Mejora en las propiedades hidrodinámicas o de flotación: Es posible que la forma


también tenga relación con propiedades hidrodinámicas. Por ejemplo, las bacterias
móviles raramente son esféricas; la forma óptima sería aquí la bacilar. De hecho,
existen pocos casos de cocos flagelados.

Como veremos oportunamente, existe un grupo de bacterias alargadas pero con


morfología espiral y que están muy bien adapatadas a avanzar en medios muy
viscosos. Esta morfología de las espiroquetas ha debido ser seleccionada
evolutivamente precisamente por este factor ecológico.
Por otro lado, las formas con prostecas, prolongaciones, las morfologías en disco o
en lámina parecen estar especializadas en facilitar la flotación.
Las bacterias adoptan formas en las que optimizan la relación S/V, y por
consiguiente su entorno local. Veamos algunos ejemplos de valores S/V:

los menores valores los poseen las bacterias esféricas (cocos), en las que S/V =
5.8. La forma esférica permite una mayor resistencia frente a la desecación;
los bacilos alcanzan valores de S/V de alrededor de 10;
las formas espirales y las bacterias con prolongaciones vivas (prostecas) tienen
valores mayores que los de los bacilos;
la mejor relación S/V conocida (de 16) la posee la curiosa bacteria cuadrada de
Walsby.

3 AGRUPACIONES BACTERIANAS

Las bacterias normalmente se multiplican por fisión transversal binaria. En muchas especies,
las células hijas resultantes de un evento de división por fisión tienden a dispersarse por
separado al medio, debido a la actuación de fuerzas físicas (movimiento browniano,
cizallamiento, corrientes de convección, etc). Esto hace que al observar al microscopio una
población de estas bacterias veamos mayoritariamente células aisladas. Pero en algunas
especies las células hijas pueden permanecer unidas entre sí (al menos durante un cierto tiempo
tras la división de la que proceden) debido a que el tabique sea incompleto o a la existencia de
capas mucosas que retienen juntos los productos de la división.

Si la tendencia a permanecer unidas es baja, tendremos agrupaciones de dos células, que


dependiendo que sean de morfología esférica o alargada, se denominan como:

diplococos
diplobacilos
Si la tendencia a permanecer unidas es mayor (por más tiempo), nos encontramos con varias
posibilidades, dependiendo del número de planos de división y de la relación entre ellos:

Si los tabiques son paralelos entre sí (o sea, existe un solo plano de


división): estreptococos (cadenetas arrosariadas de cocos) y estreptobacilos (cadenetas de
bacilos).
Si existe más de un plano de división, en el caso de cocos podemos encontrar tres
posibilidades:

dos planos perpendiculares: tétradas (4 céls. en un plano) o múltiplos;


tres planos ortogonales: sarcinas (paquetes cúbicos);
muchos planos de división: estafilococos (racimos irregulares).

En el caso de bacilos, se pueden dar variantes adicionales, debido a la posibilidad de que se


produzcan movimientos postfisionales (en algunos casos con desgarro):

bacilos en empalizada o en paquetes de cigarrillos (debido a giros de 180o)


dos bacilos en ángulo (en forma de letra V o L)
varios bacilos formando “letras chinas”.

4 FENÓMENOS DE MULTICELULARIDAD EN BACTERIAS

Ciertos grupos de bacterias exhiben una pluricelularidad incipiente, de modo que se dan
conjuntos de células asociadas permanentemente. En muchos casos, dentro de estos grupos
celulares existen formas celulares diferenciadas y especializadas. Por supuesto, en ninguna
instancia se puede hablar de diferenciación de tejidos (algo exclusivo de eucariotas).

Mixobacterias. Como estudiaremos oportunamente, se trata de bacterias con dos fases


dentro de su ciclo de vida: una fase a base de enjambres donde todas las células se mueven
coordinadamente, y otra fase a base de cuerpos fructificantes en los que se aloja un tipo
especializado de célula llamado mixospora.
Filamentos (= tricomas) de ciertos grupos de Cianobacterias. En ellos las células
vegetativas individuales están unidas entre sí por puentes citoplasmáticos (permitiendo, por
tanto, comunicación intercelular). Ciertas cianobacterias filamentosas poseen, además,
células especializadas (heteroquistes, aquinetos). Los filamentos no son exclusivos de
cianobacterias, ya que también se dan en ciertas bacterias Gram-negativas no fotosintéticas.
Cuerpos circulares del género Thermus: unas 14 células se encuentran englobadas por
una pared externa común.
Filamentos cenocíticos ramificados de los Actinomicetos: constituyen las denominadas
“hifas” (por analogía con las de los hongos), que a su vez originan “micelios”.
Cuerpos fructificantes de
A) Myxococcus fulvus;
(B) Stigmatella aurantiaca; y
(C) Chondromyces crocatus.S.
aurantiaca mide unas 150
micras. (De M.
Dworkin, Microbiol Rev, 60:70-
102, 1996)

Micrografías electrónicas de
barrido de cuerpos
fructificantes de Myxococcus
xanthus. A la derecha se puede
ver detalle de un cuerpo
abierto, mostrando la
disposición de las mixosporas.

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