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Empowerment - Empoderar -
Por Jim Selman – todo los derechos reservados ParaComm-Merkaba
PODER
Generalmente , creemos que Poder es fruto de tus juicios y NO es así …
PODER es fruto de tu SER ,,, es una manera de Ser
“No es facultar a alguien para que haga algo”, es DECLARAR quien ERES y
hablar-hacer acciones consiste con tu declaración.-JIM SELMAN
Desafortunadamente, existen muchos más ejemplos en los que el afán de lograr ‘dar
poder’ simplemente ha reforzado y en ocasiones ha agravado los impedimentos
culturales ya existentes para lograr el cambio. Usualmente, es el caso cuando el
concepto de dar poder deja de centrarse en la responsabilidad y pasa a considerarse
como tener derecho a algo. Por lo general, esto se manifiesta como algún tipo de queja
recurrente, en la que ‘tener poder’ significa estar solo, tener permiso a ser autónomo, y,
si las cosas no salen como lo esperado, aceptar implícitamente todas las excusas que
se reciban. En otras palabras, la solicitud de ‘poder’ se convierte en un “discurso” en el
que las personas dicen que necesitan o quieren poder, pero en el que continúan
comportándose como si no lo tuvieran.
Tener poder es un estado operativo. Es una manera de ser, una relación entre
personas y sus circunstancias. Decir “no tengo poder” es declarar que las
circunstancias o situaciones en las que me encuentro son superiores y más poderosas
que yo. Estoy declarando efectivamente que considero que mis compromisos y
acciones correlacionadas no son suficientes para cambiar las circunstancias.
Darle poder a alguien es una expresión poco apropiada. A fin de cuentas, sólo
podemos darnos poder a nosotros mismos. Lo hacemos a través de decidir tener
poder y accionando dentro de ese contexto, cualesquiera sean las circunstancias.
La gerencia puede y debe brindar claridad respecto de qué significa tener poder y
ofrecerle oportunidades a la gente para que adopten una postura de poder para ellos
mismo y para los demás. La gerencia lo puede realizar a través de definiciones
estructurales, cambios sistémicos, políticas o a través de coaching y educación. En el
sentido más amplio, todo estilo de gerencia debería dar poder en cuanto brinda lo
que la gente necesita para generar y expresar compromisos para lograr
resultados sin precedentes.
Las situaciones que dan poder siempre ocurren en la relación entre un individuo y el
contexto organizacional dentro del que estén trabajando. Por ejemplo, un jugador
puede tener poder en su relación con el coach o con relación a la visión del equipo,
pero nunca de modo independiente de toda relación.
Para tener poder, se necesita tener poder con relación a algún dominio de acción. Es
inconcebible que alguien se vea o sienta que tiene poder todo el tiempo en todas las
situaciones Por ejemplo, yo personalmente me siento con poder dentro del dominio de
la transformación organizacional, en especial en las áreas de desarrollo de
competencias, diseño de proceso y cambio de cultura. Puedo declararme con poder y
también puedo fundamentar el juicio de mi poder. Si tuviese un interés o un
compromiso que involucrase alguna otra área o dominio, necesariamente debería
establecer una alianza (relación) con alguien con poder en esas áreas O debería seguir
una estrategia para generar poder para mí mismo.
Sin embargo, tener autoridad no asegura que las personas tengan poder. En
ocasiones aún es un impedimento: las personas piensan que se supone que deben
tener poder, pero continúan sintiendo que no es así. Una gran cantidad de estudios ha
demostrado que es común que las personas que ocupan cargos de mayor jerarquía en
una organización sientan que tienen menos poder. Rosabeth Kantor, consultora y
profesora de Harvard, informa que los CEO están entre el grupo que menos poder tiene
por el hecho de que consistentemente informan ser incapaces de lograr que las
personas que están a su cargo cumplan con lo que les piden o aún, en muchos casos,
que cumplan con las promesas que ellos mismos hacen. Si bien estas condiciones se
explican con frecuencia como ‘problemas culturales’, sería más correcto considerarlas
problemas de dar poder.
Las personas confunden con facilidad la fijación de límites con dar poder. Es un acto de
inteligencia que la gerencia aclare los límites de una persona dentro de la
Organización. Por ejemplo, comunicarle a un empleado que no tiene la autoridad de
comprometer cierto tipo de recursos sin permiso es una declaración de limitación de
autoridad. Un empleado con poder sabría que parte de hacer su trabajo incluye pedir
permiso. No vería la falta de autoridad como una limitación de poder, sino simplemente
como una de las variables que debe tener en cuenta al momento de expresar sus
compromisos.
Reconocer que ‘queremos lograr algo’ juntos –existe algo que nos comprometemos
a lograr juntos.
Prometer mantener una charla honesta y una escucha generosa y decir la verdad
según la percibimos. Estar abiertos a los juicios negativos por parte de los demás y
fomentarlos como una contribución y una oportunidad para la investigación y el
aprendizaje.
Estar presentes para el otro y honrar el compromiso del otro (incluidos sus juicios)
considerándolos igual de legítimos y auténticos que los nuestros. Reconocer y
apreciar a cada miembro del equipo y al equipo.
Aún en las disputas más difíciles hay mucho que reconocer, incluido el hecho de
que sin un trasfondo de relación no sería posible que ocurra nada trascendente.
Los compromisos siempre incluyen tanto hablar como escuchar para que tengan
algún tipo de poder dentro de la organización. Esto se observa fácilmente cuando
consideramos que lo único que tenemos que hacer para quitarle poder a alguien o a
nosotros mismos es simplemente dejar de escuchar o dejar de tomarnos los
compromisos en serio.
Conversaciones para completud y declaración de quiebres
Estas conversaciones ocurren cuando se detiene la acción y las personas requieren
una nueva apertura para continuar avanzando. Son conversaciones especialmente
importantes para reconocer y completar errores o fallas o para cancelar proyectos que
no han resultado o que ya no son compromisos por un motivo o por otro. También son
oportunidades importantes para reconocernos a nosotros mismos o a otros, para
renovar o abandonar compromisos, para nutrir y construir relaciones, y para explorar
nuevas posibilidades. En otras palabras, estas conversaciones requieren todos los
otros tipos de conversaciones.
Conclusión
En mi experiencia, las personas no tienen poder cuando consciente o
inconscientemente son co-conspiradores en conversaciones negativas –cuando hablan
como si no fueran responsables de su tener poder- en las que están atrapadas en un
laberinto de juicios infundados, ‘historias’ interpersonales y supresión de compromiso
auténtico.
Aquellos que dicen que no tienen poder esencialmente están siendo víctimas del
sistema. O no tienen acceso (esto incluye tener un “punto ciego”) a una conversación
que les permitiría tener una opción o tienen un compromiso oculto anterior y consciente
o inconsciente que se vería amenazado en caso de tener poder.
Tener poder es un estado natural del ser humano, que nos permite experimentar
la libertad y expresarnos responsablemente y también expresar nuestros
compromisos de manera alineada con los demás y con nuestra intención
estratégica. En un mundo de cambios cada vez más vertiginosos, de coordinación
global, competencia creciente y menos modos de distinguir qué es lo que nos
diferencia, la verdadera toma de poder de todos los miembros de una organización es
más que un mero concepto, es un prerrequisito para ganar.