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AYACUCHO-2017
INTRODUCCIÓN
La resistencia cortante de un suelo es la resistencia interna por unidad de área que la masa de suelo puede
ofrecer a la falla y el deslizamiento a lo largo de cualquier plano en su interior.
Los ingenieros deben entender los principios de cizallamiento del suelo para analizar los problemas como:
Capacidad de carga de cimentaciones superficiales,
Estabilidad de taludes naturales o de origen humano,
Estimación de presión lateral de tierra para el diseño de estructuras de retención de tierra,
Capacidad de carga de pilotes y pozos percoladores.
La resistencia al cizallamiento es, en general, una función de: La cohesión entre las partículas del suelo, la
resistencia a la fricción entre las partículas sólidas, El contenido de humedad y la presión de agua
CONCEPTO DE FRICCIÓN
lo que equivale a decir que la resistencia que ofrece una
masa de suelo frente al deslizamiento sobre otra de iguales
características, tiene que ver con las fuerzas friccionales que
se desarrollan entre los granos que la componen.).
CONCEPTO DE COHESIÓN
La cohesión del terreno es la cualidad por la cual las partículas
del terreno se mantienen unidas en virtud de fuerzas internas,
que dependen, entre otras cosas, del número de puntos de
contacto que cada partícula tiene con sus vecinas. En
consecuencia, la cohesión es mayor cuanto más finas son las
partículas del terreno
La evaluación de la resistencia al
esfuerzo normal y cortante del
suelo, permite cuantificar
parámetros necesarios para
solucionar problemas relacionados
con la resistencia del terreno.
Determinar la Cohesión y el
Ángulo de Rozamiento Interno,
que permitan establecer la
resistencia al corte de los
suelos ensayados.
Se han llevado a rotura, a partir de estados de tensiones efectivas iniciales distintos, tres probetas
de suelo. Estas tensiones fueron de 200, 400 y 800 kPa (probetas 2M4, 2M5 y 2M6, respectivamente).
Las velocidades de ensayo, calculadas basándose en los tiempos empleados por las muestras en
consolidar, fueron de 0.2, 0.33 y 0.25 mm/hora, respectivamente.
Los resultados del ensayo, para cada probeta, se resumen en la Tabla 6.1.
El criterio de rotura empleado ha sido el de la máxima tensión desviadora. En este caso, al tratarse
de un ensayo CD, este criterio coincide con el de la máxima relación entre tensiones efectivas
principales.
Las deformaciones en rotura de las probetas 2M4, 2M5 y 2M6 fueron del 0.86, 0.86 y 1.52%,
respectivamente.
Las tensiones desviadoras que alcanzaron las muestras, en rotura, fueron de 1250, 1580 y 2050 kPa,
respectivamente. Las curvas deformación-tensión desviadora pueden verse en la Figura 6.5.
Finalmente, las variaciones volumétricas unitarias, también en rotura, alcanzaron los valores de –
0.60, -1.03 y –0.37% (Figura 6.6).
Cohesión (kPa) Ángulo de rozamiento interno (º)
320 23.7
Se observa que la probeta 2M4 ha presentado una
rotura ‘frágil’, bajo una deformación más pequeña
que en el resto de muestras de este ensayo, y con
una superficie inclinada de rotura. En la curva
deformación-tensión desviadora se percibe
claramente el comportamiento típico de los suelos
sobreconsolidados: descenso brusco de la resistencia
al alcanzar el ‘pico’ de tensión desviadora.
El comportamiento de la probeta 2M6 es totalmente
distinto, rompiendo de una forma ‘dúctil’. La muestra
se deforma sin que aparezcan superficies de
discontinuidad y la resistencia permanece constante
una vez alcanzada una deformación determinada,
no existiendo un ‘pico’ definido para la tensión
desviadora.
En la probeta 2M5 se percibe un comportamiento
híbrido. Por una parte, en el diagrama deformación-
tensión desviadora existe un ‘pico’, aunque no tan
acusado como en la probeta 2M4; por otra, en la
fotografía no se percibe con nitidez ningún plano de
rotura, asimilándose más su aspecto final al de la
muestra 2M6 (es decir, a una rotura ‘dúctil’).
Conclusiones y recomendaciones