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EDUCACION ARTISTICA - EDUCACIÓN, ARTE Y SOCIEDAD

I- GENERALIDADES.

El propósito de EDUCACION, ARTE Y SOCIEDAD, es la aplicación del concepto Historia a la Educación


Artística. Se propone adentramos en la concepción del arte sobre el cual descansa la educación artística,
es decir, el mundo de las grandes obras de arte en la historia humana. Si no tenemos una mediana claridad
de esta actividad, no podremos adentramos en la aplicación de dicho arte a la educación. ¿De qué mundo
hablamos? ¿Cómo podríamos conllevar a los estudiantes de educación básica (primaria y secundaria)
hacia el mundo del arte? ¿Este acercamiento al arte de todos los tiempos, cómo podemos hacerlo partícipe
a niños y a jóvenes, y sobre todo con las condiciones actuales de pobreza en recursos audiovisuales, y
con riqueza producto de contextos privilegiados en patrimonios artísticos? ¿Qué contenidos adecuados
compartir con niños y jóvenes? Como trasfondo transversal y complementario, a este propósito, el plano
de las principales mediaciones pedagógicas artísticas de cada época histórica.

II- CONCIENCIA Y CONOCIMIENTO HISTÓRICOS.

Según Ortega y Gasset, el hombre no tiene naturaleza (valores inmutables), lo que tiene es historia. Su
misma constitución está sujeta a cambios constantes, a un devenir Incesante característico.

Anteriormente, hace más de 2.500 años, cuando el hombre ya no se halló confinado al estrecho círculo de
sus deseos y necesidades inmediatas, inquirió sobre el origen de las cosas, y su explicación la encontró
en el mito, el cual, no posee como la Razón, la visión separada del pasado, del presente y del futuro, sino
fundidos en un todo inseparable, ahistórico Lo que ahora, denominamos conciencia histórica apareció
tardíamente en el S. XIX.

Solo en un proceso de más de 1500 años d.n.e., el hombre pudo llegar a un análisis racional de la forma
específica del pensamiento histórico. Solo allí se comenzó a determinar el lugar que le correspondía al
conocimiento histórico en el organismo de la sociedad humana.

El arte y la historia representan los instrumentos más poderosos en nuestro estudio de la naturaleza
humana. ¿Qué conoceríamos del hombre sin estas dos fuentes de información? Pero solo en las grandes
obras del arte comenzamos a ver los rasgos del hombre real, individual, en su lucha por conocer,
subjetivamente, su existencia.

El concepto de Historia actual se plantea como ciencia que narra, expone y analiza los acontecimientos
del pasado referentes a los seres humanos y su desarrollo colectivo (sucesos, hechos o manifestaciones
de la actividad humana de cualquier orden). El concepto de Historia del arte, se propone como la ciencia
que estudia y valora los movimientos artísticos, los cambios del gusto estético, las obras de arte y a los
propios artistas en el ámbito político, económico, religioso y social de su época y en relación con épocas
anteriores.

III- LA PREHISTORIA Y LA HISTORIA

La historia abarca desde la invención de las primeras escrituras, que datan aproximadamente del año 4.000
a.n.e., hasta hoy. En consecuencia, se llamó prehistoria al periodo anterior, de cientos miles de años, desde
la aparición del hombre hasta la invención de la escritura.

3.1-PREHISTORIA.
La Edad de Piedra se divide en dos periodos:
3.1.1. El Paleolítico (Piedra Antigua): 1.000.000 a.n.e. - 6.000 a.n.e. Piedra rústica. Se subdivide en:

- Paleolítico Inferior: 1.000.000 a.n.e.-100.000 a.n.e.


- Paleolítico Medio: 100.000 a.n.e. — 40.000 a.n.e.
-Paleolítico Superior: 40.000 a.n.e. - 6.000 a.n.e. En este periodo es cuando aparecen las primeras
manifestaciones que, ahora, podemos llamar Arte: Arte Rupestre y Mobiliar.

3.1.2. El Neolítico (Piedra nueva): 6.000 a.n.e. • 4.000. a. n. e. Piedra pulida. Descubrimiento de la
Agricultura. Orígenes de la Cerámica.

3.2. HISTORIA.

La historia se divide en cuatro (4) períodos:

3.2.1. Edad Antigua: Religiones e imperios. Comprende desde el 4.000 a.n.e., en que aparecen las
primeras escrituras y los metales (Cobre, Bronce y Hierro), hasta el 500 d.n.e. en que desaparece el Imperio
Romano. En esta edad se desarrollaron las grandes religiones e imperios agrícolas en Oriente y en el
Mediterráneo. En Grecia y Roma predominó el arte clásico, la esclavitud y se originaron el pensamiento y
las formas de gobierno que han influido, hasta el presente, en Europa y América.

3.2.2. Edad Media: Iglesia y Feudalismo. Abarca desde la caída del imperio Romano, hasta el S. XV
con sus movimientos renovadores. Durante estos 10 siglos, en Europa predominó la agricultura de
subsistencia y un sistema social denominado Feudalismo; la Iglesia ejerció gran influencia y se formaron
las naciones.

3.2.3. Edad Moderna: Hombre y revoluciones. Se inicia a finales del S. XV y termina en el S. XVIII. En
estos 300 años, las grandes naciones europeas se consolidaron como estados, desarrollaron el arte
Clasicista sometido a la normatividad de las primeras Academias de Arte, las ciencias y el sistema
económico pre-capitalista, colonizaron América, Asia y África.

3.2.4. Edad Contemporánea: hombre, ciencia y tecnología. S. XIX hasta nuestros días. Se extiende
desde las Revoluciones Francesa e Industrial, hasta nuestros días. Auge del Capitalismo, la formación de
repúblicas democráticas que sustituyeron a las monarquías, el vertiginoso progreso científico y tecnológico,
la expansión de las potencias industrializadas sobre los países menos desarrollados económicamente y,
en los últimos años 2 Guerras Mundiales y el nacimiento y caída del Socialismo. El arte sufre una
transformación radical, que tiende tanto a la experimentación de los primeros comienzos prehistóricos,
como a su similar integración dentro de lo social y de lo cultural.

IV. MOMENTOS IMPORTANTES DE LA HISTORIA DEL ARTE.


Desde la prehistoria hasta nuestros días el hombre ha practicado la actividad artística, de tal manera que
podemos detectar tres grandes fases o momentos históricos artísticos.

4.1. "ARTE EN FUNCIÓN DE..."

Aquel segmento de tiempo, 20.000 a.n.e. hasta mediados del S. XV, en que el arte (aún no reconocido
como lo hacemos actualmente) existía como forma utilitaria y anónima al servicio de:

 La magia y del mito (20000 a.n.e. - 2.000 a.n.e.). Desde el nomadismo y la cacería, el Arte
Rupestre y el Mobiliar sirven de respaldo a la acción de supervivencia.
 Los imperios y de la religión (2.000 a.n.e. - 500 d.n.e.). Arte Antiguo (Oriente, Grecia, Roma). El
Arte se somete a la propagación de las primeras concepciones de ciudades e imperios.
 Como afirmación económica, social y política, a través del dominio de la Iglesia y de la
monarquía que superviven a la decadencia y caída del Imperio Romano, y juntos construyen las
nuevas naciones y que, en su mayoría aún perviven en la actualidad (500 d.n.e somete a las
demandas de Papas y de Reyes.

En este periodo lo estético y lo artístico, conformaban un todo indisoluble con otros factores sociales y
culturales. Los elementos básicos de las ahora expresiones artísticas eran utilizados en formas puras,
Tímbricas.
4.2. NORMATIVIDAD Y ARTE.

En esta etapa (S.XV-S.XVIII) se dan: la aparición de la Estética y del Arte como campos de conocimientos
independientes de la filosofía, de la moral y de la religión, y en donde la cultura occidental (Europa) impuso
sus criterios fundados exclusivamente en el arte griego y su categoría de belleza, antiguos ambos
generaron el uso de la tonalidad o amalgama armónica de elementos básicos como: el color, la pincelada,
el timbre sonoro, la tersura y brillantez, la escena única, la escenografía realista, etc. Se fundan las primeras
academias o Escuelas de Arte esenciales en la normatividad.

Las artes plásticas en este periodo estuvieron supeditadas a la literatura poética: componen sus
espacios de manera tridimensional, con escenas realistas mediante pinceladas fundidas, la superficie
escultórica es pulida, y una arquitectura en que la forma importa más que la función. La música, así
mismo, cuando predominó la armonía, creó por medio del acorde de sonidos, una amalgama sonora con
la que perseguía, antes que la exaltación de cada timbre sonoro, la atmósfera total del trozo musical. El
teatro asumió la ilusión que transfiere al auditorio la realidad ficticia de lo representado
escenográficamente. La danza hizo suya la función de representar y conmemorar hechos y sucesos
externos, mitos, rituales y sacrificios (como las antiguas y las folclóricas), de urgente expresión para la
comunidad.

4.1.3. LIBERTAD Y ARTE.

Desde el S. XIX hasta nuestros días. A partir de la segunda mitad del S. XIX, con el Incremento de la
Revolución industrial y con el movimiento impresionista en Pintura y en Música y sus respectivas
innovaciones técnicas basadas en lo tímbrico y en la atonalidad, el Arte conformó un nuevo espacio en
la conciencia humana; compuesto de un imaginario lleno de individualidad, de exploración del "yo" en un
mundo de energía eléctrica, electrónica, de relatividad, de tecnología avanzada y de uniformidad
democrática.

Todo esto condujo a la búsqueda de un arte al servicio de la sociedad total, cosa que no ha estado exenta
de peligros, búsquedas y logros inéditos sorprendentes. Como resultado final se plantea la disolución de la
Imagen como representación y la importancia de la Idea y no del objeto u obra artística como característica
primordial. Se desarrolla el Arte Conceptual.

V- CARACTERISTICAS BÁSICAS DE LOS PRINCIPALES ENFASIS ARTISTICOS

Para este tópico debemos tener en cuenta que cada modalidad artística pasa por los 3 momentos históricos
importantes de la evolución del Arte. Sin embargo, como estamos en el terreno más subjetivo de la
naturaleza humana (exceptuando a lo religioso y a lo espiritual), se presentan retrospectivas que se
actualizan a voluntad de la digresión creativa. Así los 300 años del Clasicismo tienen en cuenta al Arte
considerado clásico: el Arte Griego, y lo nuevo de una excesiva normatividad producto de las academias
de Arte que se inician en dicho período.

El arte de la edad contemporánea se apropia, en muchos casos de lo tímbrico y de la Atonalidad de


culturas antiguas, pero teniendo como estructura el contexto de la Posmodernidad. Además, asumiendo la
disolución de la representación perceptiva se encamina hacia el mundo de la Idea: el arte conceptual, el
performance, la instalación y otras derivaciones transdisciplinares que luchan contra la consideración del
cuerpo como sujeto excluido por la Modernidad y su expansión colonialista desde finales del S. XIX hasta
comienzos del S. XX.

5.1. ARTES PLASTICAS (PINTURA).


Arte del color. La línea, el claroscuro, la perspectiva, el tono, el timbre, etc., no son más que derivados
sucesivos de esta única y primordial sustancia cromática: el color. Entre la pintura actual y la de ayer se
estableció la distinción entre color tímbrico y color tonal.
El periodo del S. XV a la primera mitad del S. XIX, utilizó el color tonal, o sea aquel que en los diversos
componentes cromáticos de una pintura, se funden entre sí para llegar a convertirse en un acorde de todos
los colores, adquiriendo una naturaleza o atmósfera común, igual que el teatro, la danza y la música. Otro
factor propio de la pintura es la perspectiva como convenio óptico-técnico de los trescientos años
mencionados, y que fue disuelto con el advenimiento de los “impresionistas” que dejaron de utilizarla.
Solo antes y después de estos trescientos años, es cuando el color se presenta en estado de pureza o
tímbrico, libre del componente atmosférico propio de los paisajes, retratos, naturalezas muertas y las obras
decorativas que valoraban el aspecto plástico del cloroscuro. Antes de este periodo, la pintura ajena a la
perspectiva, evolucionó desde las pinturas rupestres, pasando por los murales egipcios, griegos, romanos
y precolombinos (América), hasta la pintura Medieval.

Después de la desaparición del "punto de vista único y de su unidad", de la perspectiva, del claroscuro
de las sombras la superficie de la tela antes simulación de un espacio tridimensional, vuelve a ser una
superficie de dos dimensiones La totalidad de la tela pintada adquiere a partir de ese momento un mismo
valor.

La fijación del interés pictórico en toda clase de temas, estableció el gradual ensanchamiento del horizonte
figurativo, desde el tema real hasta el abstracto. Desde este momento entran en juego así las nuevas
representaciones e innovadores componentes formales que el hombre crea sobre la base de sus nuevos
conocimientos científicos, técnicos y biológicos, y que vienen a poblar consciente o inconscientemente
nuestro universo formal. Como logro último se dio el fin de la representación y se incrementó el primado de
la idea sobre la obra de arte como objeto único e irrepetible.

5 1 2 ARTES PLÁSTICAS (ESCULTURA)


Este arte que durante siglos y milenios estuvo casi identificado con la representación del elemento
antropomórfico (humano-animal), en nuestra época se desvinculó de todo nexo con el mundo exterior, tal
como lo hizo la pintura. La escultura como la danza, es una de las más intensas formas de expresión, que
da vida a un simulacro, espacial y temporal, tangible y visible, a un “organismo” con estructura y en cierto
modo viviente. Pero si en la danza esta manifestación tiene vida temporal y efímera, en la escultura se
vuelve perenne de acuerdo a la ductilidad del material.

La escultura es la única de las artes visuales que solicita para su percepción además del sentido de la vista,
el de sensibilidad táctil. Los hombres sintieron la necesidad de superponer a sus construcciones y a la
vivienda misma, la imagen plásticamente metamorfoseada del hombre y de sus creaciones con base en la
naturaleza.

Si contemplamos la escultura moderna y contemporánea y su intrincada complejidad, ¿cómo habremos de


apreciar obras tan dispares, y de tan escasa analogía con las del pasado?

En la escultura actual, el elemento importante es la modulación espacial, tangible y táctil que crea la
estructura, la forma, el cuerpo, y cuya naturaleza está íntimamente ligada al material empleado. Es así
como asistimos también al ingreso del movimiento, por ejemplo en los que se mueven ante el mínimo soplo
de aire (móviles). También las obras productos de la percepción dinámica como los juegos de colores
luminosos y el uso del “mecanismo” con una función anti-utilitaria, pasan a asumir un nuevo significado
antropomorfo.

6. LA MUSICA.

Es normal considerar a la música como estímulo sensorial de equivalente emocional; sin embargo esta
forma expresiva artística contiene características precisas. La música puede ser considerarla como un
lenguaje provisto de formas, composición musical y por consiguiente una auténtica constructora de
conceptos (cognición).
Mientras que la pintura, la poesía, la danza, el teatro, están casi ligadas a su cualidad principal ya sea
figurativa mímica, discursiva, la música puede unas veces desprenderse de cualquier compromiso de
contenido o emocional y presentar un carácter altamente abstracto.

La imagen musical está dada por las percepciones sonoras que constituyen la melodía, el ritmo, el
tiempo, la armonía, contrapunto, etc., y que al sumar las mínimas fracciones de tiempo conforman la
componente sonora total. El desarrollo de la polifonía vocal que indujo a la tonalidad y al triunfo de la
armonía, logró que la escala de sonidos atemperada reinara (S. XVI - S. XIX). Lo logró con el auge del
clavicordio y del piano, valiéndose del sincrónico efecto de los empastes tonales que evocaban las
apacibles y románticas atmósferas de la pintura y de la literatura del mismo período.

Tampoco la música pudo escaparse a los efectos de la revolución industrial y del nuevo orden organizativo
después de 1850. A final del siglo XIX, con el interés por las músicas exóticas y de folclores, se produjo la
gran revolución atonal musical, en contra del tonalismo (como la pintura en el caso de su escenificación
atmosférica a través del claroscuro), con la música dodecafónica y el surgimiento de la música electrónica,
desvinculadas de la armonía tradicional, de la melodía y del ritmo, encarnada en músicos como
Shoemberg, Stockhausen, Cage, etc. Estos llevan hasta el extremo su complacencia en los efectos
tímbricos atonalistas, buscan la articulación de los sonidos con su precisa y aislada calidad tímbrica, para
hacer evidente al máximo sus cargas sonoras. La música y el canto, cuando no se rigen por las reglas
comerciales acústicas, facilitan una actividad de recepción estética, cuya base pedagógica se fundamenta
sobre todo en su importancia formativa para el desarrollo humano. La música no se basa simplemente en
la evocación de emociones, en la expresión de sentimientos o en la simbolización de partes del
inconsciente. Su naturaleza constitutiva de expresión lógica le exige un proceso gramatical y estético
específico, y una especie de ilusión continua provocada por los sonidos.

7. ARTES ESCENICAS

7.1. TEATRO.

En la base de todo impulso teatralizador, existe por parte del autor, como del actor, la voluntad precisa
de comunicación intersubjetiva inmediata, la afirmación directa respecto al prójimo y a la sociedad, más
que en cualquier otro sector artístico. Su contacto con el público, su posibilidad de ejercer un influjo directo
aunque limitado, sobre el auditorio, lo diferencia de las demás artes que se sirven de espectáculos (danza,
cine, pintura, música, etc.) y que trasmiten un lenguaje aconceptual. El teatro presenta de forma directa
pensamientos e ideas; y el escenario nos representa dos universos de lenguajes sobrepuestos y
diferentes:

1. El lugar y la atmósfera de la escena, que permiten al público asistir a una acción auténtica, y, sin
embargo fuera de la realidad existencial en la que está sumido.
2. Dicho espacio posibilita, además, al actor y al autor, vivir a su vez una realidad opuesta y diferente
a la del público.

Sin embargo, el teatro es siempre algo más que el actor, el texto, la escena o el propio espectáculo: nos
referimos a su proyección estética que mediante la obtención de una significación a través de una acción
interpretativa, obliga al espectador a un control del código teatral, y al mismo tiempo, a continuas
incursiones sobre otros códigos (pintura, música, danza etc.) usados por el mismo teatro.

Actualmente, asistimos a una disminución del teatro en su acción social, al ser suplantado como medio
expresivo, por la radio, televisión y el cine; hoy ha perdido del todo o casi totalmente sus virtudes de
iniciación mágicas y rituales, ya que las religiones diversas se han adjudicado el ceremonial sagrado propio
del teatro antiguo, el medieval, así como el del S. XVI y XVII propios de Shakespeare, Calderón, Lope de
Vega, Moliere, Corneille, Racine, etc. Sin embargo el teatro desafía convocando, desde su capacidad
mágica, de ficción y de lucha política, la relación ¨viva¨ entre el humano público y el humano actor

Desde comienzos del S. XX, asistimos a un alternado acercamiento de dos tendencias teatrales
(originadas, una del teatro chino y otra del teatro occidental):
a) Exaltación de la ilusión como realidad dentro de la obra representada (cuando por ejemplo, tos
actores se mezclaban con el público, o cuando el teatro entero se transformaba y se vestía de
manera que simulase el lugar mismo de la acción);
b) Exaltación del aspecto simbólico convencional, como se vio tan a menudo en el teatro épico de
Bertolt Brecht y en mucho teatro social, en los que se restituye a la imaginación del público gran
parte de los elementos que antes se suministraban, ya dispuestos, en su simulacro realista.

En el S.XXI el teatro avanza alimentado por la teatralización de la vida social misma, de manos de la
Interacción con la tecnología y con la supremacía de la escenografía tanto de los espacios no tradicionales
como de la realidad virtual.

7.2. LA DANZA.
Los mismos lazos espontáneos y casi indisolubles, que en un tiempo ligaron la arquitectura y la escultura,
a la música y la poesía, existieron entre la música, el teatro y la danza. Esto debido a que en el pasado, las
facultades expresivas del hombre exteriorizaban, de la manera más espectacular, las leyendas, los mitos
y los ritos propios de la época (Prehistoria y Edad Antigua).

En tos tiempos remotos a que aludimos, danza, música, teatro, eran casi una sola cosa en aquel
espectáculo genérico que el hombre daba de sí mismo, y que representaba el único elemento para llegar
a una socialización estética y artística de los elementos religiosos o mágicos.

La danza es la única de las artes que como medio expresivo indispensable, se sirve del cuerpo humano.
Bien sea movido por el sonido de la música, la recitación de versos, el juego de luces y colores, o insertada
en una atmósfera escénica y teatral; de todas maneras, es ese cuerpo humano, investido por el ritmo, el
movimiento y el color, el que alcanza a construir el particular esquema plástico y dinámico que llamamos
danza.

Precisamente en esta necesidad de expresar y hacer externa la propia constitución humana, reside una de
las razones que impulsan al hombre a ese peculiar gestear del organismo todo, a través de un movimiento
rítmico y figurado. Y es por esto también, que en la reciente danza contemporánea, la cual se ha liberado
de las ficciones estilísticas del ballet y sus reglas del baile de puntas (S.XVIII, S. XIX y parte del XX), vuelven
a aparecer algunos de los más antiguos principios de este arte.

Se hace indispensable, al considerar nuestra época, la dicotomía que se viene verificando en la danza,
más que en cualquier otra arte, entre el arte puro decididamente artístico, y el popular ya sea divertido o
voluptuoso. En la danza pura pocos son los que se interesan, en tanto que, en la popular son millones a
los que les gustan las danzas frenéticas al sonido de cualquier orquesta musical. Su forma popular, casi
ritual, posee una mínima parte de creación autentica; pero, el hecho de que vastas masas humanas
ejerciten una actividad estética, aun cuando el móvil sea de entretenimiento o pasional, nos permite intuir
la inmanencia del impulso estético humano.

Precisamente a esta última forma de danza pura, que no trata de mimar acontecimientos por sí mismos,
sino en su sustancia estética, es a la que han evolucionado las más recientes escuelas, reafirmando una
absoluta independencia de ésta en relación con las otras. Y a este respecto podemos citar algunos nombres
famosos como Isadora Duncan, Mary Wigman y Martha Graham. (S. XX).

BIBLIOGRAFÍA:
• Emst Cassirer, Antropología Filosófica, Fondo de Cultura Económica, Bogotá Colombia, 1993.
• Herbert Read, Imagen e Idea, Fondo de Cultura Económica, México, 1988.
• Mario Gennari, La Educación Estética, Arte y Literatura, Paidós, Barcelona España, 1997.
• Juliane Bámbula Díaz, La Estética en la Dinámica de las Culturas, Universidad del Valle, Cali,
Colombia, 1993.
• Gillo Dorfles, El Devenir de las Artes, Fondo de Cultura Económica, Santa Fe de Bogotá,
Colombia, 1986

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