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INTRODUCCIÓN

En los últimos años nos hemos encontrados con una serie de problemas sociales que no son nada

nuevo para nosotros.

De igual manera dando una serie de programas y leyes en defensa de los derechos del niño y la

mujer. Sin embargo, ¿eso nos asegura el bienestar a cada uno de nosotros?, ¿acaso estos programas

y leyes bastarán para cesar los maltratos físicos y psicológicos que se producen día a día contra

ellos?

Es necesaria que la justicia intervenga, pero es urgente que nuestra sociedad adquiera nuevos y

mejores hábitos de crianza y convivencia; ya que depende de esta nuestro bienestar. Aún en la

posibilidad de parecer alarmista, es menester una reeducación en cuanto al trato familiar, el que

lamentablemente para muchos está caracterizado por la violencia, el rechazo y la indiferencia.

Si hay violencia no hay familia.

La violencia se presenta de diferentes formas, cabe mencionar que en estos tiempos ya no solo se

presenta la violencia de parte del padre hacia el hijo, sino del hijo hacia el padre; cuando un joven

necesita dinero o el carro, chantajea o amenaza al padre para cumplir sus antojos.

Existe una serie de falsas creencias para justificar la violencia: “Esos problemas solo ocurren en

familias pobres, la violencia solo afecte a quien lo padece, a las mujeres les gusta que les peguen,

me pega porque me quiere.” Por ningún motivo, a ningún ser humano le gusta vivir con agresiones

y esta comprobado que la violencia daña a la víctima como a los demás miembros de la familia,

principalmente a los niños; en ellos las consecuencias no serán manifestadas de manera inmediata

pero cuando crezcan seguirán los patrones de conducta aprendidos de sus padres. Se sabe que eso

niños tienen una gran probabilidad de de sean delincuentes en un futuro, las mujeres son las

principales víctimas.

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Es necesario denunciar cualquier tipo de violencia, para evitar que esté se repita y se

produzcan daños irreversibles, que ponen en peligro la vida de las personas. Y es importante

romper esa cadena que genera la violencia. Acudir a grupos de apoyo para recibir ayuda y

terapias. También es necesario que los familiares ayuden y brinden el respaldo

incondicional a la víctima. La violencia es inadmisible y no es justificable bajo ninguna forma

o circunstancia.

CAPITULO I: VIOLENCIA FAMILIAR

1.1 DEFINICIÓN:
Violencia es todo acto de abuso o coerción que una persona ejerce sobre otra y que se
puede presentar en varios ámbitos (la calle, trabajo, hogar, etc.), sin embargo, hay una
característica común independientemente del lugar donde se presente y es que hay un
abuso de poder sobre el/la más débil.
La violencia familiar es un acto de poder u omisión intencional, dirigido a dominar,
someter, controlar o agredir física, verbal, psicoemocional o sexualmente a cualquier
integrante de la familia, dentro o fuera del domicilio familiar, por quien tenga o haya
tenido algún parentesco por afinidad, civil, matrimonio, concubinato o a partir de una
relación de hecho y que tenga por efecto causar un daño.
Los seres humanos nacemos libres e iguales en dignidad y en derechos. Por tanto,
aunque los seres humanos tenemos diferencias debido, a nuestra edad y sexo, ninguno
de nosotros es inferior.

1.2 TIPOS DE VIOLENCIA FAMILIAR:

1.2.1 Violencia Física: Es la agresión en el cuerpo producida por: golpes, empujones,


puñetazos, jalones de pelo, mordeduras, patadas, palizas, quemaduras, lesiones

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por estrangulamiento, lesiones por armas corto punzantes, lesiones por arma de
fuego, entre otras

1.2.2 Violencia Sexual: Es una acción que se manifiesta de forma agresiva y forzada,
donde se le obliga a una persona a tener contacto sexual, siendo el único interés, el
de denigrar, humillar, ultrajar y tener el control de dicha persona. El acoso, el abuso
sexual, la violación y el incesto son distintas manifestaciones del mismo mal.

 Abuso sexual: consiste en tocar y acariciar el cuerpo de otra persona en


contra de su voluntad. Este tipo de violencia se produce en el trabajo, en
la calle y en la propia casa.
 Violación: es la penetración de los miembros sexuales, dedos o cualquier
objeto en la vagina, ano o la boca, contra la voluntad de la víctima. Es un
acto de extremadamente violento, donde muchas veces existe amenazas
de muerte hacia los seres queridos del agredido(a) o a el/ella misma(o)
por parte del agresor.
 Incesto: es el contacto sexual entre familiares o parientes y este se tipifica
como tal, aun cuando la víctima accede a tener relaciones con el agresor.
1.2.3 Violencia Emocional: Su objetivo es de causar daños emocionales, provocando baja
autoestima o muchas veces depresión. Esta se da por medio de insultos, ofensas
verbales, comentarios hirientes, críticas destructivas, indiferencia, chantaje,
abandono y humillación, entre otras. Es la capacidad de destrucción a través del
gesto, las palabras y el acto. No se dejan huellas visibles inmediatas, sino que, con
el pasar de los años, esto se transforma en un problema de la misma persona. El
agresor presenta cambios de humores, opina negativamente sobre la apariencia de
su pareja, su forma de ser o lo que realiza en público como en privado.
1.2.4 Violencia Económica: Es el control y abuso absoluto del poder financiero en el
hogar, donde se establecen castigos monetarios por parte del agresor, así mismo,
hay impedimento hacia la pareja para que ésta trabaje, aun siendo esto necesario

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para el sostén de la casa. Entre los indicios de conductas violentas con la economía
como arma se encuentran:

 Indiferencia de los sentimientos.


 Humillación en público y privado.
 Gritos e insultos desmedidos.
 Control absoluto de los bienes.
 Aislamientos de los familiares, amigos u otros.
 Ataques de celos y amenazas de abandono.
 Intimidación.
1.2.5 Violencia Doméstica: Es un mal social que deriva, en gran parte, de los mitos que
rodean a los roles femeninos y masculinos, aprendidos desde la infancia. Un ejemplo
es, cuando se dice que el hombre es el más fuerte, el que domina, el jefe de familia,
el que no llora, ni muestra sus emociones. En cambio, la mujer es atenta, obediente,
sacrificada, debe seguir a su marido en todo, etc. Son muchas las causas que pueden
provocar la violencia doméstica; entre ellas se encuentran: la falta de comunicación,
desajuste social y la crisis económica. La violencia doméstica es una serie de tácticas,
que el agresor utiliza para poder controlar, manipular y ejercer todo el poder sobre
su pareja, valiéndose de cualquier ataque como: ataques agravados, agresión
sexual, acechamiento, amenazas de muerte, persecución y, en ocasiones, hasta
secuestro.

1.3 AFECTADOS:
Los niños que ven violencia en el hogar son más propensos a tener muchos

problemas emocionales y de comportamiento. Ellos pueden ser callados y

retraídos. Pueden tener pesadillas. Incluso pueden culparse a sí mismos por lo

que sus padres están haciendo. Otros niños pueden hacer rabietas, castigarse a

sí mismos, y llegar a ser tan protectores de sus sentimientos que pierden la

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capacidad de sentir por los demás. Debido a la mala atmósfera en la casa, los

niños tienen bajo rendimiento en la escuela.

Crecer en un hogar donde hay violencia tiene un efecto duradero en los niños. Los

niños tienen más probabilidades de llegar a ser hombres que maltratan a sus

esposas e hijos. Las niñas tienen más probabilidades de llegar ser mujeres con

baja auto estima, y terminar en relaciones de abuso con novios o maridos.

1.4 FACTORES
1.4.1 EL ALCOHOLISMO: Enfermedad crónica producida por el consumo incontrolado de

bebidas alcohólicas, lo cual interfiere en la salud física, mental, social y/o familiar así como
en las responsabilidades laborales; es por ello que podemos observar el peligro que corre
la familia en cuanto a su integridad, toda vez que al hacerse presente el alcoholismo en el
vínculo familiar, hace que se genere las agresiones psicológicas y físicas.

1.4.2. CELOS: Siempre los celos se deberán a la presencia de un tercero, en el caso de una

pareja puede ser la cercana relación que uno de ellos deba mantener o mantenga con un
compañero de trabajo o de estudio lo que despierta la conducta celosa. En el caso de la
familia, entre padre e hijos, puede ser que el objeto de celos se desencadene recién ante
el nacimiento de un hermano, creyendo el chico, que por esta causa perderá la atención
y el cariño de sus padres.
1.4.3 INCOMPRENSION FAMILIAR.: Cabe señalar que tocaremos el tema de Incomprensión
Familiar no por otra cosa sino porque consideramos que puede ser un factor importante
como generado de violencia dentro del núcleo familiar, siendo que dicha Incomprensión
una vez que se hace presente dentro del matrimonio ello conlleva a una situación de
tracto sucesivo originando con ello que la vida en común entre los cónyuges se vaya
haciendo cada vez más difícil dicha convivencia, originando con ello una situación
constante de desavenencias entre cónyuges haciendo imposible la convivencia entre los
mismos y por ende dicha situación afecta a los integrantes de la familia. Por lo que
podemos observar el peligro que corre la familia en cuanto a su integridad, toda vez que

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al hacerse presente la incomprensión familiar como una causa de no continuar con el
vínculo matrimonial.

1.4.4 Falta de comprensión hacia los niños: muchas madres maltratan a sus hijos, y
generan así, violencia.

1.4.5 La drogadicción: muchas personas se drogan para poder ser lo que no son en
realidad, para escapar así de la realidad causando mucha violencia.

1.5 CONSECUENCIAS:

1.5.1 Daños físicos: Dentro de los daños físicos se encuentran las lesiones, que abarcan
desde cortes menores con utilización de armas blancas (por ejemplo cuchillos, tenedores),
equimosis (golpes, moretones) y fracturas, llegando hasta la discapacidad crónica.
Un alto porcentaje de estas lesiones requiere tratamiento médico, aunque usualmente las
personas que padecen estos daños no suelen tomarlo debido a que intentan ocultar lo
que les ocurre.
Además de las consecuencias mencionadas, la violencia familiar provoca un
debilitamiento en las defensas físicas debido al estrés que provoca el maltrato, el auto
descuido y una mayor proclividad a tomar riesgos. Es muy común que, a raíz del maltrato,
la persona padezca enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoidea, el lupus
eritematoso o que recurran al alcohol y las drogas para disfrazar su dolor, entre otros
trastornos.

Otra consecuencia es el embarazo no deseado, ya sea por violación o por no usar métodos
anticonceptivos; algunas mujeres tienen miedo de plantear el uso de métodos
anticonceptivos con sus parejas por temor de ser golpeadas o abandonadas. Este riesgo
de embarazo no deseado acarrea muchos problemas adicionales. Por ejemplo, si la
maternidad ocurre durante la adolescencia temprana o media, antes de que las niñas
estén maduras biológica y psicológicamente, se asocia con resultados de salud adversos
tanto para la madre y para el niño. Los lactantes pueden ser prematuros, de bajo peso al
nacer o pequeños para su edad.

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Cuando se produce un embarazo no deseado, muchas mujeres concurren al aborto. En los
países en que el aborto es ilegal, costoso o difícil de obtener, las mujeres pueden recurrir
a abortos ilegales, a veces con consecuencias mortales.

En los niños, las consecuencias de la violencia familiar se traducen en lesiones, que les son
provocadas mientras tratan de defender a sus madres.

1.5.2 Daños psicológicos:

La violencia familiar provoca consecuencias psicológicas importantes en las personas,


aunque varía su grado según variables como factores de personalidad, habilidades de
afrontamiento, recursos propios, apoyo social y características específicas del maltrato (la
duración y el grado de violencia).

Las alteraciones clínicas más significativas son:

– La ansiedad, que es producida por la mezcla de violencia repetida e intermitente con


períodos de arrepentimiento y de ternura, provoca respuestas de alerta y de sobresaltos
permanentes, sensaciones de temor, dificultades de concentración, irritabilidad y un
estado de híper vigilancia.
Asimismo, la víctima también presenta trastornos del sueño, pesadillas y pensamientos
obsesivos acerca del maltrato y el maltratador.
– La depresión, la pérdida de autoestima y la culpa, son otras consecuencias provocadas
por la violencia, ya que la víctima cree que la conducta de su agresor depende de su propio
comportamiento y por lo tanto se siente responsable e intenta una y otra vez cambiar las
conductas del maltratador. Sin embargo, cuando observa que sus expectativas fracasan,
desarrolla sentimientos de culpabilidad y de fracaso: mentir, tolerar el maltrato, entre
otras cosas.
El malestar psicológico crónico en el que se encuentra la víctima produce una alteración
en su forma de pensar que le hace sentirse incapaz de buscar ayuda, de proteger a sus
hijos y a sí misma o de adoptar medidas adecuadas.

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– El aislamiento social, que provoca que la víctima dependa de su pareja (cuando el agresor
es la pareja) social y materialmente. El maltratador aumenta cada vez más el control sobre
su víctima, que se siente más vulnerable ante la sociedad y se cronifica el miedo a
enfrentarse a un futuro incierto y peligroso.
– Los trastornos psicosomáticos, que se manifiestan en la persona que sufre de violencia
con dolores de cabeza, caída del cabello, pérdida del apetito, ansiedad crónica, fatiga,
problemas intestinales, alteraciones menstruales, etc.
Son habituales las visitas al médico de cabecera para consultar estas dolencias mientras
ocultan la verdadera causa que las provocan.
– Los trastornos sexuales, en los cuales la persona agredida pierde el interés sexual.
– En última instancia el suicidio, que se produce principalmente por el agotamiento
emocional y físico. Las muertes son un testimonio dramático de la escasez de opciones de
que dispone la mujer para escapar de las relaciones violentas.

1.5.3Consecuencias psicológicas en niños: La violencia familiar generalmente está dirigida


hacia la mujer, y por lo tanto, los hijos son siempre testigos y víctimas indirectas de la
situación. Asimismo, y frecuentemente, sufren el maltrato de forma directa y
experimentan el mismo tipo de actos violentos que la madre. Las reacciones más
frecuentemente detectadas son los síntomas de ansiedad y depresión, sentimientos de
baja autoestima, problemas en las relaciones sociales, conductas agresivas y dificultades
en el rendimiento escolar.

Las consecuencias psicológicas de la violencia durante la primera infancia y la edad


preescolar están relacionadas con el desarrollo del apego. Se observan, además,
trastornos en la relación con sus iguales, conductas de retraimiento, retrasos cognitivos y
dificultades de adaptación escolar.
Durante la infancia media (de 6 a 11 años), los problemas afectan al desarrollo socio-
emocional. Los menores manifiestan dificultades en la relación con sus pares con

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comportamientos agresivos. También experimentan sentimientos de baja autoestima,
problemas de aprendizaje y niveles altos de ansiedad y depresión.

En la adolescencia los síntomas se relacionan con actitudes de responsabilidad excesiva,


niveles bajos de autoestima, aparición de conductas agresivas y déficit en el rendimiento
académico.

Cuando el maltrato desaparece y la situación familiar se estabiliza, con frecuencia, el paso


del tiempo y la normalización del ritmo de vida facilitan la superación de las consecuencias
psicológicas.

CAPITULO II: PUNTOS DE VISTA DE OTROS ESPECIALISTAS

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