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“Migraciones y Opción Sexual”

José Ignacio Pichardo Galán – joseignacio.pichardo@uam.es


Publicado en Guasch, O. y Viñuales, O.
Sexualidades. Diversidad y control social.
Bellaterra, Barcelona: 2003- Páginas 277-297

“Y poner tierra, mar y agua de por medio. Y comenzar una nueva vida.
Y vivirme a mi misma en lo que era mi deseo, mi enamoramiento, mi
búsqueda, mi sexualidad y mi manera de vivir.” Antonia

La opción sexual (al igual que el género, la raza o la clase social) debe ser tenida en cuenta
a la hora de analizar un fenómeno como el de las migraciones. La hipótesis central que
presento en este artículo es que la opción sexual puede constituir un motivo central en la
decisión migrar y, en cualquier caso, constituye un aspecto relevante en la experiencia
migratoria de aquellos gays y lesbianas que no lo valoran como motivación principal de su
proceso migratorio. Presento aquí un análisis cualitativo en el que se visibiliza esta
situación y el modo en que se articula la misma. Además de la revisión bibliográfica, el eje
principal de este trabajo son las entrevistas realizadas durante el trabajo de campo1 llevado
a cabo en junio de 2002, de las que extraigo buena parte de las citas que ilustran el texto.

Durante la realización de este trabajo me he encontrado con diversas dificultades


metodológicas, especialmente la invisibilización de la opción sexual en el campo de los
estudios sobre migraciones. Este hecho, unido a lo incipiente de los estudios de gays y
lesbianas en nuestro país, provoca una importante falta de datos. Aunque para las personas
homosexuales la migración o la posibilidad de migrar es una estrategia muy presente a la
hora intentar realizarse como persona y ser felices, algunos autores critican los pocos
estudios que se han realizado en nuestro país al respecto:

“Nadie ha hablado de la emigración por opción sexual, pero ¿Cuántas


sorianas, manchegas, gallegas, asturianas, extremeñas, han emigrado a
Madrid o a Barcelona para poder vivir libremente, en el anonimato de
la gran ciudad, su sexualidad? Escuchar a una mujer decir: `Si no me
voy del pueblo, me muero´, y decirlo de verdad, recién librada de una

1
El perfil de las personas entrevistadas es el siguiente (nombres ficticios): César, 21 años, vive en Palma de
Mallorca y planea vivir en Madrid; Asdrúbal, 26 años, cubano, vive en Madrid desde hace 3 años; Diego, 29
años, argentino, llegó Madrid hace 1 año; María, 30 años, es de Málaga y vive desde hace 3 años en Madrid;
Antonia, 35 años, colombiana, llegó a Madrid hace 3 años con su pareja española y Manoli, 37 años,

1
depresión profunda porque no le puede decir a nadie que le atrae otra
mujer...” (VELA et al., 2001:35)

Pareciera que hay determinadas realidades de subordinación que es mejor no reflejar


porque no se lucha contra la desigualdad que no se ve, contra la que no se quiere ver y
analizar… La visibilidad se convierte así en uno de los principales ítems en la agenda de
lucha y transformación del movimiento de gays y lesbianas.

Me remito en este trabajo a la homosexualidad ya que es ésta opción sexual minoritaria la


que impulsa a determinadas personas a migrar. No sé si existen casos de personas que se
ven empujadas a vivir en otro lugar a causa de su heterosexualidad. Lo que sí parece
probable es que la sexualidad, entendida en un sentido amplio que permite ir más allá de la
opción sexual, puede ser un motivo para migrar en determinadas personas heterosexuales.
No obstante, no es esa la cuestión que nos ocupa.

Utilizo en este texto indistintamente tanto los conceptos de gay y lesbiana como el de
homosexual, evitando entrar a profundizar en la problemática que cada uno de ellos
conlleva2. A la hora de poner en relación homosexualidad y migración no es mi objetivo
plantear modelos cerrados ni universalizar las experiencias de migración. Tampoco
defiendo que todas las personas homosexuales tengan que migrar para realizarse o ser
felices, ni que las migraciones de gays y lesbianas produzcan identidades semejantes.

MALGESINI, G. y GIMÉNEZ, C. (2000:281) definen movimientos migratorios como:

“los desplazamientos masivos de población, de una región a otra (rural-


urbano, interregionales, etc.) o de uno o varios países a otro u otros. En
general se alude a una cierta continuidad o tendencia en el proceso y no
a un traslado coyuntural o puntual.”

En nuestra sociedad occidental, en la que se tiende a reducir a lo económico buena parte


de los acontecimientos que vivimos, estamos observando cómo al analizar el fenómeno de

colombiana, vive en Madrid desde hace 2 años.


2
El término gay supondría, en principio, una definición afirmativa de la homosexualidad, defendiendo un rol
que va más allá del sistema de coordenadas masculino-femenino. (Ver GUASCH, 1995 y MIRA, 1999)

2
las migraciones se reproduce este reduccionismo que lleva ver solamente los aspectos
económicos de las mismas. Varios autores (MILES, R. y SATZEWICH, V., 91/92:9;
BLASCH et al., 1994:12) nos recuerdan que las motivaciones económicas no son
necesariamente las únicas que llevan a migrar y abogan por la inclusión otros elementos
en su análisis como el género o las identidades personales. Pienso que sería conveniente
añadir un aspecto de la identidad que no señala ninguno de estos autores y que puede
constituirse como un elemento destacado a la hora de tomar la decisión de migrar: la
opción sexual, como elemento central del proceso migratorio o acompañando a los
motivos económicos, políticos, familiares, laborales, etc.

No se puede hablar de homosexualidad sin tener en cuenta las migraciones a las que se
han visto sometidos los gays y lesbianas por un motivo particular: la homofobia. En este
sentido STYCHIN, C. (2000:614-615) sitúa la migración y la movilidad en el centro de la
constitución de las identidades gays y lésbicas, señalando cómo este asunto ha pasado a
ocupar un lugar central en la agenda Gay, Lesbiana, Bisexual y Transexual (GLBT) de
reformas legales. Incluyo en este trabajo tanto las migraciones internas como las
internacionales. Aunque está claro que hay diferencias importantes entre unas y otras,
también hay bastantes puntos de conexión, especialmente al hablar de motivaciones para
migrar en el caso de las personas homosexuales.

Migración y liberación

“Había la posibilidad de vivir y sentirme más libre dentro de mi


orientación sexual, dentro de mi sexualidad, en un país donde no me
conocieran, en un espacio donde yo pudiera expresarme.” Manoli

LÓPEZ, B. y RAMÍREZ, A (1994:114) plantean que la emigración constituye un índice


ideal para evaluar las carencias de los lugares de origen. Así, el estudiar los lugares de
donde los gays y lesbianas tienen que migrar nos puede acercar a conocer en qué medida
las libertades sexuales y personales están aseguradas en un determinado país, región o
localidad. El hecho de que gays y lesbianas deban migrar por su opción sexual pone de
manifiesto que en materia de igualdad, frente la imagen de “normalización” y “respeto”
que parece instalada en los medios de comunicación y en la mente de muchos ciudadanos
de nuestro país, queda mucho camino que recorrer. De hecho, hay incluso quien equipara a
algunas ciudades de acogida de gays y lesbianas con un gran campo de refugiados:

3
“San Francisco es un campo de refugiados para los homosexuales.
Hemos llegado de todas partes del país y, como los refugiados de
cualquier otro lugar, vinimos no porque se esté genial aquí, sino porque
se estaba fatal allí...” (WITTMANN en ERIBON, D., 2001: 34, la
traducción es mía)

El concepto de lo que es un refugiado constituye una realidad jurídica a la que en estos


momentos se están acogiendo gays y lesbianas de determinados países cuando piden
asilo3. Pero parece que cuando Wittmann habla de San Francisco como un gran campo de
refugiados no se refiere ni a la situación jurídica de los mismos ni a su situación
socioeconómica, sino al hecho de que hay gente que ha tenido que huir de su lugar de
origen porque la vida y la felicidad no eran posibles en ellos. Lo que puede haber entonces
detrás de la necesidad de migrar es la experiencia común de injuria que viven las personas
homosexuales. Una injuria que produce sufrimiento y la búsqueda de un lugar (social,
geográfico, imaginado...) en el que “refugiarse” o sentirse a salvo de esa presión social.
Para ERIBON, D. (2000:29-33) la injuria es el elemento que cualquier gay o lesbiana ha
sufrido a lo largo de su vida: el insulto, el saberse anormal, rechazado y, en último
término, estigmatizado.

“…me avergonzaba y me hacía sentir mal. Los típicos comentarios:


`mira ese maricón que va por la calle´. Afectan a uno mismo porque
esos comentarios es como si te los estuviesen diciendo a ti.” César

Frente a esta realidad de injuria, burla, agresión, hostilidad ambiental, ERIBON, D.


(2001:33) señala cómo uno de los principios estructuradores de las subjetividades de gays
y lesbianas consiste en buscar los medios de huir del ultraje y la violencia, y que con
frecuencia recurran a disimular lo que son o a “emigrar hacia climas más benignos”. Hay
homosexuales que migran porque sufren: porque son injuriados, porque no pueden
realizarse como persona, sufren porque incluso puede ser que no puedan trabajar en lo que

3
El derecho al asilo político para homosexuales está reconocido en países como Suecia, Estados Unidos o
Canadá (MEDINA, G., 2000). En 1995 el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados
(ACNUR) “determinó que a los gays y a las lesbianas se les podía aplicar el estatuto de refugiados
estipulado en la convención de Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados (1951) siempre y
cuando hayan sido objeto de ataques, tratos inhumanos y abusos graves, por constituir un grupo social

4
quieran, porque tienen que esconder lo que son, porque tienen que escuchar comentarios
sobre su vida, sufren porque tienen que autoafirmarse a cada momento, sufren a causa del
acoso moral al que se ven sometidos en la vida cotidiana... Este sufrimiento puede ser
desconocido por gran parte de la población que quizás piensa que gays y lesbianas están
en igualdad de condiciones respecto al resto de la sociedad y no puede entender porqué
una persona tendría que migrar a causa de su opción sexual. Incluso en el caso de personas
que no migran por su opción sexual, el proceso migratorio también les ayuda en este
sentido:

“Aunque lo importante para la persona migrada es trabajar, porque hay


que vivir, también la sexualidad es importante. La búsqueda de una
mejor vivencia sexual, o un placer, o goce, o libertad, está atravesando
muchas decisiones. Porque una no se viene sólo a estudiar y ya, sino que
una viene a estudiar y también vives.” Antonia

Motivaciones

“Muchas de las personas al final vienen en búsqueda de un paraíso


para poder vivir de otra manera... Pero en el fondo es vivir donde nadie
te conozca y puedes ser libre.” Manoli

De las entrevistas en profundidad y los textos consultados extraemos un repertorio de


motivos que (solos o combinados) pueden llevar a las personas a migrar a causa de su
opción sexual:

* Escapar al control social

Para muchas personas homosexuales la salida de su entorno se constituye como el único


modo de escapar a la norma heterosexista: tener novio/a del otro sexo, casarte, tener hijos,
etc. Recordamos aquí la importancia del parentesco como base de la organización social y
el peso normativo que conlleva. Los gays y las lesbianas se enfrentan día a día a modelos
afectivos y culturales que por un lado les son ajenos y por otro constituyen una
interpelación constante, convirtiéndose presión e incluso violencia, a no escaparse de la
norma que se repite día a día en la escuela, los medios de comunicación, los grupos de

determinado como señala dicha convención...” (HINOJOSA et al. 2001)

5
amigos y, especialmente, en la familia.

“Una cosa es quien emigra como familia, y otra cosa quien emigra
individualmente y no está aquí buscando traerse toda la familia porque
lo que quiere es estar un poquito alejadito de ella.” Antonia

Como la presión de la familia es una de las más fuertes, por ser nuestro primer y más
importante ámbito de socialización, el salir de ella por medio de la migración constituye
para muchas personas homosexuales una auténtica liberación. Esto no quiere decir que se
rompan los lazos, sino que se renegocian y se establecen nuevas relaciones con la familia.
Es muy probable que este elemento de ruptura y huida del control familiar se dé también
en otros procesos migratorios, pero para ERIBON, D. (2001:58) semejante experiencia
parece casi consustancialmente inherente a la homosexualidad.

Al migrar no sólo se escapa del control social que ejerce la familia, sino también de los
vecinos, los compañeros de trabajo, de estudios, los amigos, etc.

“Estando en la ciudad natal, cuando no son muy grandes, estás en un


círculo social tan cerrado y es muy difícil salir. No ya solamente por la
familia: los amigos, los bares a los que vas son los de siempre y conoces
a los de siempre, la gente del colegio es la gente que conoces en la
universidad, que es la gente que conoces en tu barrio, que es la gente
que… y de ahí es imposible salir.” María

* Empezar de cero y establecer una nueva identidad

Cuando un gay o lesbiana migra puede intentar escapar no sólo del control social, sino
también de su propia historia, de la identidad que se ha ido forjando, que quizás deba
mantener presionado por los demás, de lo que los demás saben o no del él/ella... Escapar
de “los otros como biógrafos”, del encubrimiento, el enmascaramiento, del control de la
información… (GOFFMAN, E. 1989) con el objetivo de establecer una fisura en la
biografía individual:

“Si el individuo mantiene una distancia física, también puede coartar en

6
otros la tendencia a elaborar su identificación personal. […] Si reside
en una región aislada de otra que frecuenta con regularidad, puede
introducir una desconexión en su biografía: intencional, como en el caso
de […] los homosexuales de un pueblo chico que se dirigen a Nueva
York, Los Ángeles o París para desarrollar una actividad relativamente
anónima”. (GOFFMAN, E.,1989:120).

“Llegas aquí y quieres a conocer a gente distinta y, como tienes que


empezar desde cero, eliges el punto por el que quieres comenzar. Si
quieres ir a un determinado tipo de bares, de reuniones de grupo, de lo
que te dé la gana. Y a partir de ahí vas a conocer un tipo de gente
distinta. En Málaga nunca vas a poder empezar de cero.” María

* El anonimato de la gran ciudad

En la ciudad, o en otra ciudad en los casos en los que la persona migra de una ciudad a
otra, la persona homosexual puede ir contra la norma porque nadie le conoce y el
anonimato constituye un campo abonado para ser uno mismo/a sin tener que disimular
constantemente lo que uno es o intentar aparentar algo que no se es.

“En Madrid… pues eso, nadie me conoce, estás en anónimo. Yo no


quiero una vida en anónimo, pero quizás ahora sí, para realizarme
como persona si que necesite ese anonimato.” César

* Un ambiente de mayor respeto hacia lo distinto, hacia la homosexualidad.

No sólo por el hecho de ser una ciudad o una gran ciudad en esa población existirá una
mayor tolerancia y respeto. De hecho, vemos como hay personas que viven en ciudades y
simplemente se mudan de una a otra, no exclusivamente por el anonimato o la posibilidad
de comenzar de cero, sino también porque la ciudad de acogida parece ofrecer un
ambiente más tolerante. Esta percepción subjetiva de respeto y tolerancia no tiene que ver
exclusivamente con el número de habitantes, ni siquiera es necesario que la población sea
una de las “mecas gay-lésbicas” de nuestro país, sino probablemente con la cultura cívica
y social de la localidad.

7
“En Palma, a lo mejor si ven pasando una pareja agarrada, sea gay o
lesbiana, pues quizás sí que hay bastantes miradas y bastantes
comentarios. No es normal. De vez en cuando puede ser que si que se
vea, pero no es algo normal.” César

“Madrid me aporta un poco más de libertad. La gente al estar más


acostumbrada es como que no discrimina tanto. [...] Cuando la gente
está más informada es como que lo ve diferente. Yo en mi ciudad no me
sentía libre. Ni por ser gay, ni en otros sentidos tampoco.” Diego

* Mayores oportunidades de sociabilidad.

Cuando muchos gays y lesbianas se establecen en un nuevo entorno están buscando en


muchos casos la posibilidad –o nuevas y mayores posibilidades– de conocer otras
personas homosexuales, establecer redes, tener relaciones sexuales, amorosas... y, en los
casos más extremos, vencer la soledad. Una persona que tenga asumida su opción sexual y
sea aceptada por su familia y entorno más cercano, pero que viva en un contexto en el que
simplemente no hay muchas otras personas como ella, puede tener plantearse migrar con
el fin de establecer relaciones de amistad, amorosas o sexuales con iguales.

“Venir aquí e ir buscando a mujeres como tú y a chicos con los que te


entendieses y chicas que te gustasen” María

Para comprender este tipo de motivaciones sería conveniente resaltar la importancia de la


amistad y las redes de contacto en el mundo gay, en cuyo imaginario (literatura,
películas...) y subcultura los amigos aparecen como “la nueva familia”.

“La sociabilidad gay –o lesbiana– se basa en principio y ante todo en


una práctica y una política de la amistad. [...] Porque hoy como ayer, el
círculo de amigos ocupa el centro de la vida gay, y el recorrido
psicológico (y a menudo geográfico) del homosexual representa la
evolución de la soledad hacia la sociabilidad en y mediante los lugares
de encuentro (ya sean los bares o los parques).” (ERIBON, D., 2001:42-

8
43, subrayado añadido).

Tampoco hay que dejar de lado las mayores oportunidades de establecer relaciones
sexuales homosexuales que ofrece la gran ciudad. Si la sexualidad es la que está
definiendo esta identidad sexual, parece obvio que la posibilidad real de poder llevarla a
cabo no deja de ser un motor fundamental cuando en el centro de la decisión de migrar
está la opción sexual. Y tanto los lugares de encuentro en lo que GUASCH, O. (1995)
llama modelo pre-gay, (estaciones, parques, playas, etc.) como en lo que él mismo llama
modelo gay (bares, saunas y discotecas) son más numerosos, tienen mucho más fácil
acceso y están más concurridos en los grandes núcleos de población que en los pequeños,
en los países con una mayor libertad sexual que en aquellos en los que la homosexualidad
esta prohibida legalmente o es social y culturalmente reprimida. Aún así, no debemos
olvidar que, tanto en pueblos como en ambientes hostiles, las personas homosexuales han
conseguido también generar sus espacios, códigos y lugares de encuentro, aunque
desgraciadamente no todas han tenido o tienen acceso a ellos.

“A nivel de sexualidad yo creo que [en Madrid] hay mayor posibilidad


para establecer relaciones.” César

Escapan al alcance de este trabajo otros asuntos que tienen que ver con esta necesidad de
establecer redes y contactos de amistad y sexuales que no quiero dejar de citar: el “turismo
gay” o el caso de las personas que mantienen su lugar de residencia pero acuden todos o
muchos fines de semana a ciudades cercanas con numerosos espacios de encuentro gay
(como las de pueblos y provincias limítrofes con Madrid, Sevilla…).

Al mismo tiempo que el gay o lesbiana migrante va buscando redes que le provean
amistad, encuentros, relaciones sexuales, etc. esas mismas redes juegan un papel
importante en los primeros momentos de la llegada y asentamiento a la nueva localidad de
residencia. En muchos casos encuentra en sus iguales apoyo para ir resolviendo cuestiones
prácticas que van apareciendo en su proceso migratorio: la consecución de un lugar donde
dormir, un trabajo, apoyo económico, etc.

“Me ha apoyado la gente que he conocido. Salir por el ambiente te hace


también empezar a conocer gente. Esa gente te trae otra gente y

9
empezás a formar una amistad. Fue como una cadena: gente que conoce
a otra gente, el tema de conseguir un piso...” Diego

Estos iguales pueden venir de la red de amigos, pero también de la pareja. De hecho hay
gente que migra porque lo hace su pareja o para vivir con su pareja. En cualquier caso, sea
porque migra con su pareja o porque la encuentra al llegar a su destino, ésta suele jugar
también un papel importante en lo que a intendencia y apoyos prácticos se refiere.

“Mi pareja me dio seguridad. Le conocí a los dos meses de llegar y me


ha ayudado a integrarme más: conozco a su familia, amigos...” Diego

“Yo me vengo para acá porque conozco una mujer de la que me


enamoro. […] Una mujer española con la que decido emprender el viaje
y buscar otras cosas en el país de ella. Contar con una persona que
desde el amor me podía mostrar un país nuevo...” Ángela

Al margen de estas redes informales, los gays y lesbianas que migran tienen acceso a
recursos y redes institucionalizadas. Una de ellas son las asociaciones del movimiento
GLBT, que además de sus funciones reivindicativas suelen ofrecer diversos servicios a la
comunidad homosexual: desde psicólogos, grupos de encuentro, información, asesoría
legal… hasta un tablón de anuncios en el que ofertar o demandar trabajo, habitaciones,
pisos, relaciones, amistad, etc. Estos tablones también están presentes en librerías,
cafeterías y otros establecimientos de ambiente homosexual.

Las guías y revistas dirigidas a un público homosexual constituyen un instrumento muy


útil para aquellos gays y lesbianas que viajan de un lugar a otro, bien sea para establecerse
o simplemente como turistas, ya que ofrecen un amplio abanico de asociaciones, locales,
saunas, revistas, lugares de encuentro a los que puede acudir aquella persona homosexual
que llega a una nueva localidad.

Así pues, tanto la pareja como las amistades que se van estableciendo, los contactos, la
comunidad transnacional gay ofrecen, a través de sus múltiples espacios de encuentro
sexual, socialización, códigos comunes, asociaciones, revistas, guías… facilidades a la
hora de migrar para aquellos gays y lesbianas que puedan y quieran acceder a ellos. Estas

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facilidades van desde el impulso para partir, hasta información laboral, pisos, etc.

Aunque todas las motivaciones señaladas anteriormente pueden estar presentes tanto en las
migraciones internas como externas, en el caso de las migraciones internacionales se
pueden dar también los siguiente motivos específicos (MEDINA, G., 2000):

* Huir de países con condenas penales que pueden llegar incluso a la pena de muerte

Al menos 88 países tienen legislaciones que prohíben o reglamentan la actividad sexual


consensuada entre adultos de mismo sexo4 (Argelia, Nicaragua, Bosnia, Jamaica,
Marruecos, Pakistán, Puerto Rico, Singapur, Irán…). En muchos de estos países la
homosexualidad está penada con la cárcel e incluso con la pena de muerte, como ocurre en
Mauritania, Sudán, Chechenia… A pesar de ello la mayoría de los países no reconocen a
los gays y lesbianas el derecho al asilo y en aquellos en los que se reconoce es muy
complicado demostrar que se encuentran bajo persecución.

* Conseguir mejores tratamientos contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).

El acceso a medicinas y a un mejor tratamiento puede empujar a personas que viven con
VIH/SIDA a mudarse a otro país de modo definitivo o temporal. Un ejemplo lo
encontramos en este extracto de la historia de vida de un homosexual mexicano:

“Le dije porqué era muy importante hacerse la prueba, y que si era
positivo al vih debía ir inmediatamente a Los Ángeles para hacerse una
valoración médica. [...] A finales de agosto se sentía lo suficientemente
mal para planear un regreso a Los Ángeles en busca de tratamiento.”
CARRIER, J. (2001:155-156):

Aunque este puede ser un motivo de migración, tiene la dificultad de que hay países

4
www.iglhrc.org/news/factsheets/sodomy_es.html: “Ciertas leyes, a menudo denominadas "leyes sobre
sodomía", reglamentan actos sexuales específicos (por ejemplo, las relaciones anales) independientemente
del sexo o de la orientación sexual de la persona, mientras que otras prohíben una serie de actividades
sexuales entre personas del mismo sexo. En ciertos casos, el campo de aplicación de las leyes es bastante
amplio (por ejemplo, cuando prohíben cualquier acto sexual "antinatural" o "indecente"). En otros países
existen "leyes de moralidad" para casos de comportamiento "antisocial" o "inmoral", "provocación de
escándalo público", "gamberrismo", "merodeo", etc., a las cuales recurre la policía para detener y acosar a

11
(como EE.UU., Argentina, India o China) cuya legislación permite impedir a los
portadores de VIH entrar en su territorio ni siquiera como turistas, estableciendo en
muchos casos la obligatoriedad de una prueba médica para obtener la residencia. Más de la
mitad de los países del mundo tienen legislaciones restrictivas para dar visados de
residencia o estudio a personas con VIH/SIDA (WIESSNER, P. et al., 2001:4).

* Conseguir residencia en países que permiten formalizar relaciones homosexuales.

Las leyes migratorias y de nacionalidad de muchos países extienden los derechos de


residencia y nacionalización a los cónyuges e hijos de los nacionales, pero no suele ocurrir
lo mismo al hablar de parejas de hecho y/o del mismo sexo. Hoy en día sólo 14 países
reconocen las uniones entre parejas del mismo sexo a efectos inmigratorios (como
Australia, Francia, Reino Unido, Israel, Canadá, Sudáfrica…), entre ellos no se encuentra
España. Durante la manifestación celebrada en Madrid en 2001 para reivindicar el derecho
al matrimonio para gays y lesbianas (con más de 150.000 asistentes) se incluyó en el
manifiesto la petición expresa de reconocimiento de las parejas de hecho entre personas
del mismo sexo a efectos migratorios:

”Exigimos el Matrimonio Civil, con todos los derechos que le son


inherentes, es decir, el derecho de nuestras familias a tener y adoptar
hijos; al permiso de residencia de nuestra pareja si es extranjera…”5

En algunos países la legislación que posibilita el acceso al derecho a registrarse como


pareja de hecho está abierta también a los inmigrantes en igualdad de condiciones y en
otros se dan restricciones si las dos partes de la pareja no son nacionales. En Suecia, por
ejemplo, es necesario que uno de los miembros de la pareja haya residido en el país al
menos dos años independientemente de la nacionalidad de ambos, cuando hasta el 2000
era necesario que al menos uno de los miembros de la pareja tuviese nacionalidad sueca.

Las migraciones de parejas del mismo hecho ponen en jaque el concepto tradicional de
familia y la extensión de los derechos migratorios a las mismas, así como la definición de

hombres gays, lesbianas, bisexuales, transexuales y travestidos.”


5
Manifiesto 28 de junio 2001, firmado por 23 organizaciones GLBT del Estado Español y publicado en la
Revista Entiendes, n. 73, Junio 2001, Pág. 24.

12
parejas de hecho. El Gobierno Australiano al ampliar en su política migratoria los
derechos de los matrimonios a las parejas del mismo sexo se vio obligado a introducir una
nueva categoría a la que nombró “relaciones no familiares, emocionalmente
interdependientes”. Para ello hubo de definir los requisitos para entrar a formar parte de
esta categoría, a saber, que hubiera una relación previa de al menos doce meses de
compromiso, convivencia y compromiso emocional y financiero. STYCHIN, C. (2000)
realiza un interesante análisis de esta concepción y otras similares que se han dado
también en las políticas migratorias de otros países, como Sudáfrica o Reino Unido,
llegando a la conclusión de que suponen concepciones heterosexistas e incluso clasistas,
ya que para la institucionalización de las parejas del mismo sexo se les pide

“replicar un modelo idealizado de romance heterosexual, centrado en la


monogamia, la convivencia y la extrema interdependencia”. (STYCHIN,
C., 2000:615)

Las parejas de hecho del mismo sexo están planteando importantes retos a las
legislaciones migratorias: si un ciudadano de Estados Unidos se ha registrado con su
pareja varón en Dinamarca no podrá, al inmigrar conjuntamente a Estados Unidos,
extender el derecho a residencia a su compañero, posibilidad limitada a los matrimonios
entendidos como la unión entre un hombre y una mujer. ¿Qué pasa con los hijos adoptados
por parejas homosexuales en aquellos países donde la legislación lo permite si migran con
sus padres/madres a otro estado donde no está permitido? El resto de las implicaciones
legales que conlleva un matrimonio: herencia, seguridad social, separación… también se
complican sobre manera en un contexto transnacional.

Migración y homosexualidad

“En el barrio donde vivo actualmente hay algún grupo de cabezas


rapadas y me da miedo. No me gustan las pintadas racistas que hacen.
Hace unas semanas dieron una paliza a unos ecuatorianos. Yo además
tengo todas las papeletas: negro, inmigrante y maricón.” Asdrúbal

Al hablar de migraciones y homosexualidad conviene no dejar de lado la vinculación entre


ambas con el género, la etnia y la clase. WESTON, K.6 nos recuerda como la identidad de

6
“...from its inception, the imagined community incarnated in gay neighbourhoods has been gendered,

13
la comunidad gay imaginada está fuertemente racializada, generizada y con un alto
componente de clase. Al hablar de la movilidad y su influencia en la construcción de la
identidad gay-lésbica no podemos olvidar que no todos los homosexuales tienen la
capacidad económica para poder formar parte de los circuitos de turismo gay, trasladarse
todos los fines de semana a ciudades limítrofes y puede que incluso tengan que posponer
por motivos económicos su decisión de migrar.

Conviene distinguir las posibilidades de viajar y hacer turismo por distintos lugares gays
de lo que son las migraciones, ya que las primeras suponen un poder adquisitivo y un nivel
de consumo accesible sólo a gays y lesbianas de una determinada clase social –lo cual
suele ir unido al género y la raza– y podría llevarnos a generalizar la imagen de los gays
(no real en la mayoría de los casos) que nos ofrece la “Identidad Gay Central” y que se
reproduce en la sociedad: personas vinculadas al consumismo, los viajes, posibilidades
económicas, etc. STYCHIN, C. (2000:606) denuncia cómo los estudios de las migraciones
homosexuales normalmente se están centrando en este tipo de personas7, sin entrar a
analizar cómo los nuevos barrios homosexuales pueden constituirse en términos de
exclusión de diversos tipos.

“Lo de Chueca me decepciona porque todo es muy costoso, y parece que


nos cobraran un plus por ser lesbianas o gays y no me parece. No me
parece bien. Es el mito de que por ser lesbianas o gays tenemos menos
obligaciones económicas, eso es una farsa.” Antonia

Sería ingenuo pensar que todos los procesos de migración de gays y lesbianas constituyen
una especie de camino a la tierra prometida sin dificultades de por medio o sin
decepciones a la llegada. Como en cualquier proceso migratorio, se dan las dificultades
propias de la adaptación a la ciudad y a un nuevo contexto social y cultural.
Otras dificultades pueden venir generadas por la comparación entre las altas expectativas
antes de partir y la nueva realidad: en el caso de las migraciones por opción sexual
podemos hablar de la sordidez de determinados lugares de encuentro, la
despersonalización de las relaciones sexuales, la transmisión de enfermedades, así como la

racialized , and classed”. (1995:270)


7
“in analyzing gay migration processes, there is a constant dander of `centring´ the affluent, more likely
male, middle-class, able-bodied, healthy, `cosmopolitan´ citizen.”

14
violencia que la ciudad engendra (muchas veces específica contra gays y lesbianas:
agresiones homófobas, acoso, etc.). Pero también las decepciones derivadas de no
encontrar lo que se venía buscando: redes sociales, acogida…

“Cuando salí por el ambiente me pareció espantoso. Me pareció que si


iba a huir de la intransigencia de Málaga encontré más intransigencia
aquí. […] El no conocer gente a mí me decepcionó muchísimo. Yo no he
encontrado un grupo de mujeres con las que sentirme a gusto. A mí por
lo menos, el ambiente aquí me ha decepcionado mucho.” María

La propia migración también genera exclusión, especialmente en aquellas personas que se


encuentran marginadas por su condición de inmigrantes sin papeles, pero también la
discriminación derivada del género, de la etnia, de la cultura (idioma, costumbres…). Se
produce así la paradoja de huir hacia la libertad y encontrarse con que a la exclusión por
opción sexual se une la exclusión por ser inmigrante, quedando fuera por uno o ambos
motivos (por ejemplo, el no tener derecho a la reunificación familiar con tu pareja).

“Por ser inmigrante he sentido una exclusión rara, como una


aceptación tonta. No se acepta a una persona por lo que es.” Antonia

Migración e identidad

“Tu condición sexual te marca en tu ámbito laboral, en tu ámbito social.


Cuando dices que eres gay haces que te cambie todo.” César

Según STYCHIN, C. (2000:603) la identidad nómada o diaspórica forma parte de los


significantes comunes de gays y lesbianas, ya que para muchos de ellos el proceso de ser
realmente uno mismo comienza cuando se hace el viaje de abandonar “el campo cerrado y
sofocante de la heterosexualidad” (ERIBON, D., 2001:49) hacia otro lugar:

“Es como estar dentro de un cuenco y no consigues desarrollarte al


margen de esa sociedad. Parece que tienes que ir en paralelo y no
puedes. Entonces yo si salí de allí agobiada, agobiada.” María

En este sentido la migración no constituiría una huida, sino una auténtico viaje al

15
verdadero hogar. Durante este viaje, gays y lesbianas cruzan fronteras, a veces fronteras
entre estados, pero siempre fronteras entre lo normal y lo anormal, lo permitido y lo
prohibido, lo normativo y lo subversivo… Y ese cruce de fronteras es el que permite vivir
una sexualidad transformada8. En cualquier caso, el cruce de fronteras no sólo permite una
nueva sexualidad, sino también crear y recrear una nueva identidad, volver a definir la
propia subjetividad y reinventarse a uno mismo, escapando del encorsetamiento y la
presión que tanto las estructuras sociales como el propio estado producen para mantener y
reproducir el orden social: a veces con la violencia y la fuerza y otras a través de los
marcos culturales, de los habitus…

Basándonos en STYCHIN, C. (2000:607-609) podemos rastrear las similitudes en la


construcción del discurso oficial sobre los inmigrantes y sobre la homosexualidad que nos
llevan, en primer lugar, al interés por controlar a los sujetos que no están “en su lugar”,
puesto que constituyen per se un posible foco de desorden al poner en cuestión el orden
social. Por ello es necesario el control de la homosexualidad, de los diferentes, de las
fronteras y de las personas que rebasan esas fronteras o límites (geográficos y/o sociales).
Tanto a gays y lesbianas como a inmigrantes se les considera fuera de las fronteras, de los
límites, de la normalidad de la ley... Al transgredir las fronteras, los homosexuales y los
inmigrantes ponen en cuestión la “identidad nacional”, ya que unos ponen en riesgo el
concepto tradicional de familia heterosexual y otros la herencia cultural del estado nación
¿O quizás ambos ponen en cuestión los dos elementos?.

Transnacionalismo y globalización

“Empecé a chatear con gente homosexual de todo el mundo. Yo he


establecido relaciones de amistad a través del chat.” Diego

CARDÍN, A. (1987) presenta la teoría de que no hay subcultura presente en la aldea-


mundo occidental con un carácter de globalidad comparable al de la cultura gay. Esta
especie de comunidad ha llegado incluso a crear su propio espacio transnacional, algo que
no es nuevo, sino que comienza con la huida a la ciudad de los homosexuales desde finales
del siglo XIX (ERIBON, D. 2001:34-35).

8
“the crossing of borders through migration provides the space and `permission´ to cross boundaries and

16
Al tiempo que se da esta migración de gays y lesbianas a las ciudades, a determinadas
ciudades, se crea una especie de comunidad deslocalizada y transnacional de la que
forman parte una red mundial de ciudades gay que tienen ciertos rasgos comunes y
mantienen determinada homogeneidad en el tiempo y el espacio (STYCHIN, C.,
2000:604). Si en el mundo forman parte de esta red localidades como Nueva York, París,
Berlín, Río de Janeiro o Los Ángeles, en España podríamos hablar de Madrid, Barcelona,
Sevilla, Torremolinos, Sitges, Playa del Inglés, Ibiza… lugares que se han convertido es
una especie de “mecas gay-lésbicas” a las que acuden gays y lesbianas del resto del país y
de otras partes del mundo, bien sea para establecerse, para pasar unos días o sencillamente
unas vacaciones.

Se crea así una comunidad transnacional que va más allá de los estados nación pero que no
está completamente desterritorializada. O, mejor dicho, no lo estaba, porque con la
extensión de las nuevas tecnologías e Internet se crea una comunidad transnacional que ya
ni siquiera necesita una ubicación geográfica concreta9. Las posibilidades de Internet son
tan grandes que incluso pueden llegar a cubrir determinadas carencias o necesidades que
llevan a migrar a algunas personas homosexuales: anonimato; posibilidad crear y recrear
su propia identidad; conocer iguales; acceso a espacios (ciberespacios) de encuentro;
posibilidad de mantener relaciones sexuales (cibersexuales); escapar al control social sin
tener que modificar necesariamente la identidad pública… Está por ver en qué medida el
participar de todas estas posibilidades de Internet modifica la autopercepción e identidad
de las personas homosexuales e, incluso, en si se pueden convertir en cauces para
promover migraciones, viajes, encuentros.

A las redes formales e informales (amigos, parejas, asociaciones, guías y revistas) viene
ahora a unirse Internet como un recurso más para preparar un viaje o comenzar un proceso
migratorio definitivo. Basta con entrar desde cualquier lugar del mundo a uno de los chat
gays o lésbicos de la localidad de destino (muchos de ellos subdivididos por edades,
zonas, gustos…) para conseguir información, establecer contactos, etc.

“En Argentina ya empecé a entrar en chats españoles. Era lo más

transform their sexuality and sex roles” (Espín en STYCHIN, C., 2000:604)
9
“one of the most common benefits of the Internet to the gay community […] is that it permits
geographically dispersed minority individuals to interact with one another as if they were a local majority”

17
rápido para enterarme de los sitios. Conocí unos chicos por un chat y
nos vimos en Chueca y nos quedamos charlando, nos dejamos nuestro
número de teléfono y a partir de ahí empecé a salir.” Diego

La lucha por la liberación de gays y lesbianas tiene también un importante componente


global y forma parte de un proceso transnacional en el que participan asociaciones con sus
redes nacionales y transnacionales (ILGA: International Lesbian and Gay Association,
IGLHRC: International Gay and Lesbian Human Rights Commission…) y un gran interés
en participar en foros y centros de decisión internacionales10. Una de las principales luchas
en este proceso es el reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo, cuya conexión
con los derechos migratorios, la movilidad y los viajes están estrechamente relacionados
con los procesos de globalización y transnacionalismo.

Los procesos de la globalización (facilidad de las comunicaciones, los viajes, Internet)


pueden favorecer no sólo la migración por motivos de comprensión del espacio-tiempo y
la mayor movilidad laboral (STYCHIN, C., 2000:604), sino también por la apertura de
horizontes que puede suponer: si no eres feliz a causa de tu sexualidad en el lugar en el
que vives, vete a otro lugar donde podrás serlo. Los procesos de migración,
transnacionalismo y globalización también plantean el riesgo de que el modelo anglosajón
de liberación para las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo se imponga en
todo el mundo como el único posible, cuando las relaciones entre personas del mismo sexo
se articulan, conciben y viven de modo distinto según los diversos contextos culturales.
Este modelo anglosajón se articula en torno a “el armario” y la salida del mismo, la
comunidad, el consumismo... y la construcción de una determinada “identidad gay”11. En
definitiva, un modelo que no es accesible en igual medida para todos y que genera

(Weinrich en STYCHIN, C., 2000:605)


10
A pesar de ello y de los muchos intentos por incluirlas “ninguno de los documentos sobre derechos
humanos aprobados por los organismos internacionales hacen mención explícita a las preferencias sexuales
en sus contenidos y disposiciones sobre la igualdad, la no discriminación y otros derechos […] por la férrea
oposición de los gobiernos fundamentalistas y conservadores” (HINOJOSA et al., 2001). A este grupo de
gobiernos fundamentalistas se ha unido en la última ocasión el Gobierno Español al votar el jueves 2 de
mayo de 2002 contra la entrada de la ILGA en el grupo de ONG que asesoran al Consejo Económico y
Social de la ONU. Entre los países que también se votaron en contra se encuentran Irán y Sudán, que
castigan con la pena de muerte las relaciones consentidas entre personas del mismo sexo, y otros gobiernos
homófobos como Egipto, Zimbabwe, Uganda o Qatar. (El País, 05 mayo 02)
11
“... globalization has facilitated the emergence of transnationalism in the politics of sexual citizenship.
However, that development clearly centres the already privileged within the lesbian and gay communities;
which reproduces the construction of lesbians and gays as affluent, independent, unconstrained by family
and selfish” (STYCHIN, C., 2000:624)

18
exclusión en función de la clase social, el género, la etnia, etc.

Consideraciones finales

“Lo principal cuando yo salí de Málaga era aceptarlo. A toro pasado


me veo una persona distinta.” María

Aunque en este artículo no se incluyen algunos factores relevantes a tener en cuenta al


estudiar las migraciones en relación con la opción sexual, creo que se alcanza el objetivo
de visibilizar la realidad de que muchas personas gays y lesbianas se ven empujadas a
migrar por su opción sexual y mostrar algunas de las motivaciones que pueden estar detrás
de esta decisión.

No obstante, queda pendiente un análisis más extenso sobre la especificidad de las


migraciones por opción sexual y así como del papel que la opción sexual juega en las
personas que migran por otra serie de motivos (políticos, económicos, etc.) pero viven una
sexualidad distinta a la normativa. También sería esclarecedor un análisis cuantitativo
sobre este asunto: cuánta gente emigra por opción sexual, de dónde a dónde, etc. con todas
las dificultades que una problemática como la homosexualidad encierra para este tipo de
estudios (estigmatización, ocultamiento, invisibilización...).

Estos análisis no sólo servirían para que la opción sexual se tenga en cuenta en los ámbitos
en los que se estudia y trabaja con migrantes, sino que el estudio de las migraciones de
personas homosexuales puede también iluminar determinados aspectos en el análisis de la
inmigración en general: el control social, la identidad, la transgresión de los espacios
asignados... Al tiempo que la movilidad se convierte en denuncia de opresiones (sexuales,
pero también económicas, de género, etc.) pone en cuestión conceptos como los de
refugiado, migración, ciudadanía, etc.

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