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1. DROGAS: Definición
Si bien existen diversos conceptos sobre lo que es una droga, todos
mayoritariamente coinciden con la definición que la OMS propone, es decir, toda
sustancia que introducida en el organismo por cualquier vía de administración
produce una alteración del natural funcionamiento del sistema nervioso central y
es, además susceptible de generar dependencia, ya sea psicológica, física o
ambas. Los nuevos conocimientos y los avances investigativos en el campo de
las conductas adictivas han dado mucho más luces al respecto; así, se sabe que
las drogas actúan a nivel del proceso químico de la trasmisión sináptica. Esa
modificación continuada, por los efectos inmediatos (psicoactivos) o persistentes
(crónicos), predispone a una reiteración continuada en el uso de la sustancia. Su
capacidad de crear dependencia física o psíquica en el consumidor es,
precisamente, una de las características más importantes a la hora de definir
una sustancia como droga.
Dentro de la denominación genérica de droga se acostumbra a incluir una serie
de elementos de origen vegetal como de naturaleza sintética, que son capaces
de alterar la conducta de las personas que las consumen, danto lugar a un
estado de dependencia hacia dichas sustancias si su ingesta ha sido frecuente.
Cada droga produce síndromes diferentes y efectos variados en el consumidor,
en función de sus particularidades individuales.
El problema de la farmacodependencia o drogadicción es un fenómeno social,
medico y psicológico que preocupa a la familia, entidades de gobierno e
inclusivo a organismos internacionales, siendo su crecimiento cada vez más
notorio. El consumo de estas sustancias, sin embargo, tiene también
antecedentes muy remotos, se sabe así que ya los antiguos egipcios empleaban
el opio, así como los griegos y otras tantas culturas de la antigüedad, y
posteriormente a los largo de su evolución histórica se siguió usando dichas
sustancias. Actualmente el aumento en la ingesta de diversas drogas se viene
acentuando en las últimas décadas.
El consumo personal de estas sustancias puede llegar hasta el grado de
farmacodependencia, llamado también adicción o toxicomanía. En algunos
casos en forma rápida, brusca o compulsiva, o bien en forma gradual o
paulatina.
2. Prevención especial
Dentro de lo que denominamos prevención especial, no dejan de
tener importancia una multiplicidad de medidas que se orientan
hacia determinados aspectos o fenómenos particulares, para
disminuir o atenuar la farmacodependencia.
Desde la perspectiva medico-psiquiátrica se habla de prevención
primaria, secundaria y terciaria:
- Prevención primaria orientada a combatir las condiciones
sociales causantes de la problemática de la adicción.
- Prevención secundaria dirigida a la identificación temprana
del adicto y a su rápido y adecuado tratamiento.
- Prevención terciaria orientada a disminuir los efectos
residuales del problema, descansando en las acciones de
rehabilitación.
1.4.4. TOLERANCIA
Es la capacidad de resistir o asimilar los efectos de la droga en el
organismo; en ese sentido, la persona necesitará cada vez mayor
cantidad de droga para sentir los efectos iniciales. En el gráfico 1.1 se
presenta de manera didáctica el concepto farmacológico de tolerancia, se
hacen diferencias desde la perspectiva de la sustancia y del individuo,
apreciándose una clasificación de los diferentes tipos de tolerancia.
1.5. FORMAS DE CONSUMO DE DROGAS
Se distinguen las siguientes formas de consumo de drogas:
a) Experimental: es un consumo fortuito o durante un periodo de tiempo
muy limitado o en cantidad muy reducida. La droga se puede probar una
vez o incluso varias veces, pero ya no se vuelve a consumir. La elección
de la droga suele ser bastante indiscriminada y determinada por la oferta
de los amigos o compañeros. Es un patrón inicial y común a todas las
drogodependencias. Los motivos de este consumo es variado, entre
ellos, tenemos; la curiosidad (conducta adolescente), el sentirse adulto
(conducta iniciática), el sentirse parte de un grupo (conducta de
integración) etc.
b) Ocasional: es un consumo intermitente de cantidades, a veces,
importantes, cuya principal motivación es la integración grupal, a través
de mayores niveles de desinhibición personal. También pueden darse
propósitos concretos como el deseo de abstención de un mayor
rendimiento deportivo, académico, resistencia física en una actividad
lúdica, goce sexual, etc. Este consumo se caracteriza porque a persona
discrimina cual es el tipo de droga que prefiere y donde quiere usarla. Si
estas circunstancias se dan con frecuencia, aumenta el peligro de
desarrollar una drogodependencia. Este comportamiento, en si mismo,
puede significar un trastorno por abuso de sustancia psicoactiva.
c) Habitual: es un consumo que tiene lugar a diario y presenta un doble
propósito. Por un lado, aliviar el malestar psicoorganico que la persona
padece (dependencia psicológica y/o física) y, por otro, el mantener un
rendimiento (caso de los consumidores diarios de cocaína). Las
alteraciones del comportamiento son menores; no obstante, la persona
dedica gran parte de su tiempo a pensar en la droga, buscarlo y
autoadministrarsela.
d) Compulsivo: es un consumo muy intenso, que se produce varias veces
al día. Existe un trastorno muy importante del comportamiento que da
lugar a un sin número de consecuencias sociales (perdida de trabajo,
rupturas afectivas, vagabundeo, actos delictivos, etc.). El consumidor
tiene una incapacidad de enfrentarse a los problemas básicos de la vida
diaria. El consumo de la droga se hace aislado de los demás y su
propósito es mantener “su funcionamiento basal” y aliviar los síntomas de
abstinencia que aparecen al dejar de consumir. Las dos primeras son
formas episódicas de consumo y las dos últimas son formas crónicas en
las cuales existen características de dependencias claras. Los consumos
habituales y compulsivos también reciben el nombre de consumos
sistemáticos. La persona con este tipo de consumo cumple criterios de
trastorno por dependencia y, en general, sino encuentran la droga
escogida, emplean otras afines. El consumo ocasional puede ser de dos
tipos, socio-recreativo está ligado a una “facilitación del comportamiento
social”. El ejemplo más claro es la ingesta de alcohol. El consumo
circunstancial-situacional es auto limitado y, generalmente, está unido a
deseos de incrementar los rendimientos de tipo deportivo, laboral o
sexual, el consumo de cocaína en su etapa inicial, se encuentra
frecuentemente en este contexto.
2. DROGAS EN EL PERÚ
2.1. Cultivo y Producción
En el Perú, sin lugar a dudas el negocio de las drogas concentra toda su
atención y mantiene una fuerte presencia en aquellos territorios que se
caracterizan por producir en condiciones ventajosas la materia prima que
se requiere para producir drogas cocaínicas y opiáceos; convirtiéndose
en un verdadero problema, principalmente por las consecuencias
sociales, ambientales y económicas que representa esta actividad ilícita.
Ya han pasado varias décadas en el Perú desde que se distorsionó el
uso ancestral que se le daba a la hoja de coca, donde los antiguos
peruanos las empleaban para rituales y consumían directamente la hoja
atribuyéndole propiedades benéficas, otorgándole posteriormente usos
industriales y médicos. Este uso lícito de la hoja de coca fue
distorsionándose al transformarla en drogas cocaínicas, motivado
principalmente por la rentabilidad para las organizaciones de
narcotraficantes, quienes no escatiman esfuerzos ni recursos para
promover el incremento del volumen de producción de coca y nuevas
zonas de cultivo, pues el cultivo de coca no está penado en el Perú,
convirtiéndose en delito a partir de la elaboración de drogas cocaínicas,
que la ley peruana sanciona drásticamente. El cultivo de amapola del
opio a diferencia del cultivo de coca sí está penado en el Perú. Las leyes
son muy severas para los que se dedican a cultivar amapola con fines
ilícitos, principalmente para no alcanzar los niveles a los que ha llegado el
cultivo de coca y por el riesgo que representa esta actividad para la
estabilidad social y económica del país y especialmente de las
poblaciones que viven en los valles productores porque sus posibilidades
de desarrollo son escasas.
- Lorenzo Fernandez, P., Ladero Quesada, J. M., Leza Cerro, J., & Lizasoain
Hernadez, I. (2000). Drogodependencias. Bogota: Panamericana.