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INDICE
I.TITULO……………………….………………………………………………………...2
II .INTRODUCCIÓN………………………...………………………………………….5
III.OBJETIVOS………………………………………………………………………….7
IV.JUSTIFICACION……………………………………………………………….……7
V. MARCOTEORICO…………………………………………………………………..8
1.1. Ecosistemas……….…………………………………………………………..8
3
CAPÍTULO III: REGENERACIÓN DE ECOSISTEMAS...………………….….....26
VI .METODOLOGÌA……………………………………………...……………….......45
7.1 Conclusiones……………………………………………………......……….………47
7.2 Recomendaciones…………...………………………………………..……………..48
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II. INTRODUCCIÓN
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naturales de funcionamiento de los sistemas forestales, poniendo en marcha los
componentes críticos de recuperación y siguiendo las pautas de la sucesión secundaria.2
6
III. OBJETIVOS
IV. JUSTIFICACION
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V. MARCO TEORICO
Un ecosistema está formado por todos los organismos que viven en una comunidad y
por todos los factores abióticos con los que estos interactúan. El ecosistema se puede
definir como la unidad básica funcional de la ecología, constituido por dos
componentes bien definidos. Biotopo o medio físico y la biocenosis o conjunto de
seres vivos que lo habitan. Entre estos dos componentes se establecen numerosas y
con frecuencia complejas interacciones. Según Abellán, el ecosistema se define como
“la comunidad biótica y su ambiente abiótico funcionando como un sistema”
(Abellán, 2006).
8
punto de visto topográfico, climático, zoológico, botánico, edafológico, hidrológico y
geoquímico. Por tanto, se puede identificar simultáneamente como unidad y sistema.1
Sin embargo, dicha delimitación no significa que los ecosistemas se suceda de forma
brusca en la naturaleza, por el contrario ocurre con más frecuencia que los cambios en
las condiciones físicas o biológicas que anuncia el paso de un ecosistema a otro tengan
lugar de forma progresiva. Se suele hablar así de ecotono, como la zona de transición
entre dos ecosistemas; en esta zona el número de taxones suele incrementar, al confluir
condiciones procedentes de los dos ecosistemas que entran en contacto. 1
Según (Abellán, 2006), los ecosistemas, si bien tienen delimitación propia, no dejan
de ser sistemas abiertos. Además mantienen constantemente cambios de materia y
energía con el exterior. El ingreso de luz solar como fuente principal energética, la
participación de los ecosistemas en los ciclos biogeoquímicos, la emigración e
inmigración de organismos constituyen en la mayor parte de los casos, intercambios
imprescindibles para la supervivencia del ecosistema.
El medio físico constituye el marco donde han de vivir los organismos, por lo que
su vida queda determinada por las condiciones impuestas por este: todas las
acciones y funciones vitales de los organismos están expuestas a dicha acción
ambiental.2
9
Un organismo está adaptado a un ambiente cuando es capaz de sobrevivir, crecer y
reproducirse bajo las condiciones expuestas a dicho ambiente. A pesar de la
naturaleza ambiente del medio físico, los organismos necesitan en general un
ambiente interno relativamente constante. Esto se consigue a través de un
intercambio continuo de materia y energía entre el organismo y su ambiente físico
externo. El mantenimiento de las condiciones internas dentro de un rango que el
organismo puede tolerar se denomina homeostasis. 1
En el caso del biotopo los factores ecológicos que mayor relevancia tienen a la hora
de determinar los patrones de distribución y adaptaciones de plantas y animales son:
la temperatura, disponibilidad de agua y condiciones de luz y en el caso de los
vegetales, factores edáficos. La modificación de cualquiera de estos factores
conlleva a cambios en la frecuencia y abundancia de las especies y en la
composición de la comunidad biológica que habita en un ecosistema. 1
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dominante de una zona está condicionada por el tipo de régimen hídrico. Por el
contrario será la temperatura el factor determinante de las asociaciones
(comunidades definidas por similitud florística) dentro de una formación. Entonces,
la temperatura definirá la selva o la taiga, la sabana o la estepa.
Las afecciones físicas se refieren al daño mecánico que puede ocurrir sobre los
ecosistemas, y que afecta a uno o más de sus componentes. Un ejemplo de estrés físico
provocado de forma natural es el causado por los huracanes, mientras que uno
provocado por el hombre es la fragmentación de los ecosistemas.4
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Las afectaciones químicas son provocadas por la presencia de compuestos químicos
ajenos a los que se presentan de forma natural en los ecosistemas. Estos compuestos o
contaminantes son sustancias que ocurren en el ambiente como resultado, al menos en
parte, de las actividades del hombre y que tienen un efecto nocivo en los organismos
vivos. 4
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Otro ejemplo puede ser la eliminación de ciertas especies reguladoras de la estructura
vegetal, que controlan el tamaño poblacional de otras especies, o que influyen en la
estructura de las comunidades vegetales o animales como por ejemplo, los grandes
herbívoros o carnívoros.4
En el caso de las especies invasoras, ocurren un proceso mediante el cual una o más
especies introducidas se propagan dentro de un ecosistema y desplazan o incluso
eliminan a las especies nativas locales, modificando la estructura de la comunidad y la
dinámica del ecosistema, e incluso alterando la estructura del medio físico. Este tipo
de afección puede cambiar un hábitat entero, haciendo inhóspito incluso, para la
comunidad natural original.3
Así mismo, las plantas y animales recién llegados no tienen enemigos naturales que
limiten su desarrollo en los nuevos sitios y su multiplicación puede ser explosiva. Otras
veces las nuevas especies están mejor adaptadas a las condiciones del nuevo ambiente
que las propias especies que ahí evolucionaron, y acaban desplazando a éstas,
poniendo en peligro la existencia de especies autóctonas y de alto valor cultural
(Sánchez, 2005).
Entre las plantas introducidas, uno de los ejemplos más impresionantes es el del pirú
(árbol muy abundante en el altiplano mexicano), sobre todo en suelos derivados de
cenizas volcánicas. Se dice que esta planta fue introducida desde el Perú por el virrey
Antonio de Mendoza durante el siglo XVI; se adaptó tan perfectamente a las
condiciones del altiplano mexicano que ahora es prácticamente el único árbol que se
puede encontrar sobre enormes extensiones dedicadas a la agricultura en valles como
el de Puebla y Pachuca. Es posible que esta planta haya sido en parte responsable de
la desaparición de la flora arbórea nativa de estas regiones, ya que sus semillas son
eficientemente dispersadas por algunas aves migratorias que regurgitan las semillas
13
después de que han solubilizado los azúcares que las cubren (Vásquez & Orozco,
1996).
Las propiedades del ecosistema que están directamente relacionadas con su respuesta
ante las perturbaciones son la resilencia, resistencia, elasticidad y fragilidad, aunque
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estas propiedades varían dependiendo de las características particulares de cada
ecosistema.3
En algunos casos, los daños ocasionados al ecosistema son demasiado severos debido
a que la o las perturbaciones son demasiado intensas o se prolongan por demasiado
tiempo y afectando seriamente los procesos sucesionales, lo cual disminuye la
habilidad para recuperarse en forma natural. En estos casos, cuando la perturbación es
demasiado intensa, la remoción de la causa perturbadora puede no bastar para lograr
su recuperación si la frecuencia e intensidad de las perturbaciones es demasiada las
propiedades del ecosistema pueden verse seriamente modificadas o afectadas, incluso
puede causar deficiencias en la disponibilidad de agua, pérdida de la capa de suelo con
el subsecuente detrimento en nutrientes y materia orgánica lo que provoca la
degradación del ecosistema.3
En general, las perturbaciones que sufren los ecosistemas son producidas por las
actividades humanas, por procesos naturales (causas biogeofísicas), o por una
combinación de ambas. Sin embargo, en la actualidad, las actividades humanas han
llegado a convertirse en la causa principal de esta degradación (Vásquez & Orozco,
1996). Esta afectación puede ocurrir de forma directa o indirecta a los ecosistemas a
través de actividades tales como:
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La ganadería extensiva y la agricultura, tanto itinerante como intensiva, junto con
los impactos que de ellas se derivan, se cuentan entre las causas principales del avance
de la frontera agrícola sobre los bosques. Estas causas contribuyen a la degradación de
los ecosistemas aumentando la deforestación. Más tierra está siendo deforestada para
la agricultura y ganadería comercial y debido a la sobreexplotación de los bosques para
madera y electricidad.6, 3
16
boscosas se han librado de la degradación, especialmente en las zonas áridas y
semiáridas. 6
17
CAPITULO II. LA REGENERACIÓN: PUERTA DE ACCESO PARA
LA RESTAURACIÓN DE LOS ECOSISTEMAS
18
parecido posible a su condición natural y sin que necesite en el futuro de más
intervenciones humanas; debe estar integrado en el entorno y ser autosuficiente.
Algunos ecosistemas son capaces de recuperarse por sí mismos, simplemente con la
eliminación del factor causante de la perturbación, pero en otros casos, en los que la
degradación ha sido mayor, es necesario diseñar estrategias de restauración. Es posible
también, que el ecosistema haya sido tan extremamente perturbado que no sea posible
su restauración completa.8
Los ecosistemas deteriorados pueden producir bienes y servicios para la sociedad, tal
como sucede con los cultivos. Un ecosistema degradado pierde toda capacidad de
generar bienes o servicios e impulsa la alteración de nuevos ecosistemas para satisfacer
las necesidades de poblaciones crecientes tal como ocurre con las tierras marginales o
desertizadas.8
Con base en esta selección puede afirmarse que existen dos condiciones "ideales"
en el desarrollo de proyectos de restauración: se restauran las áreas en que se pueda
a partir del nivel de alteración, las limitaciones de tiempo y presupuesto y se
restauran áreas en que se deba a partir de su importancia en el sostenimiento de las
comunidades locales y regionales y de la biota en general. Debe aclararse que en
realidad surge una variante y es que se restaura lo que se quiera con base en la
voluntad de los actores sociales que influyen en la región donde se va a intervenir.
No está de más mencionar que esta variante debería ser coherente con las dos
condiciones anteriormente citadas.8
19
2.2 ESTRATEGIAS DE MITIGACIÓN:
20
Sin embargo, en este caso no se considera el efecto que este proceso pueda tener sobre
los remanentes de vegetación nativa o sobre los ecosistemas locales supervivientes. 9, 14
Las estrategias que se apliquen en cada caso para controlar problemas de degradación
dependerán de características y/o procesos que se busque recuperar dentro de un
ecosistema. Es importante señalar que cada caso debe analizarse en lo particular, dado
que no hay dos ecosistemas que sean iguales.
Funcionamiento
del ecosistema Restauración
Ecológica
ECOSISTEMA Recreación o ECOSISTEMA
DISTINTO AL reemplazamient ORIGINAL
ORIGINAL o
Biomasa Y Contenido De Nutrientes
Representación
Reclamación o
saneamiento de las distintas
estrategias para
Rehabilitación controlar los
procesos de
degradación en
Recubrimiento vegetal o
ecológico los ecosistemas
y su relación
con la
recuperación
del ecosistema
Especies Y Relieve
Remediación
ECOSISTEMA
DEGRADADO
Negligencia
Negligencia Estructura
Del
Ecosistema
Representación de las distintas estrategias para controlar los procesos de degradación en los ecosistemas y su
relación con la recuperación del ecosistema.
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2.3 LA ECOLOGÍA, BASE DE LA RESTAURACIÓN ECOLÓGICA:
Considerando los distintos tipos de afectaciones que influyen sobre los ecosistemas,
es posible entender porqué muchos de los problemas ocasionados por las actividades
humanas, y que debe enfrentar la restauración ecológica, no pueden resolverse sólo a
la luz de la teoría ecológica, sino que, en muchos casos, deben considerar
conocimientos desarrollados por otras disciplinas que buscan específicamente
controlar, mitigar y/o revertir los efectos de la degradación en los ambientes naturales,
y que cuentan con los conocimientos adecuados para propagar, reincorporar y manejar
las especies de regreso en su ambiente. Por tal motivo, es indispensable comprender
los conocimientos provenientes de la ecología para restaurar un ecosistema, pero no
debemos restringirnos sólo a la teoría ecológica en la resolución de problemas de
restauración.
22
condiciones naturales y distintos niveles de organización (individuo, especie,
población, comunidad y ecosistema), respecto de las afectaciones producidas por
procesos naturales como caída de árboles, huracanes, incendios naturales, entre otros.
Por tal motivo, en general, los estudios relacionados con los efectos producidos como
consecuencia de afectaciones ocasionadas por actividades humanas como la
contaminación sólida o líquida, el cambio de uso del suelo, la propagación de especies
invasoras, el efecto de especies introducidas, la eliminación selectiva de una especie,
incendios provocados, entre otros, se encuentran con menor desarrollo dentro del
campo de la ecología. Sin embargo, y afortunadamente, estos temas han sido
abordados por otras disciplinas como la biología de la conservación, la ecotoxicología,
la agronomía, las ciencias forestales, la ingeniería ambiental y la ingeniería química,
entre otras.
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La susceptibilidad a la invasión de especies o invisibilidad, que involucra la resistencia
del nuevo sistema a la llegada y propagación descontrolada de especies exóticas o
provenientes de la misma comunidad.
Las interacciones biológicas, que deben ser similares dentro de la comunidad restaurada
respecto de las del ecosistema original.
Los atributos que presentan durante su ciclo de vida los distintos organismos nativos que se
busca introducir y los posibles efectos que puede tener esa acción, planificando los
mecanismos más adecuados para su manejo.
Los regímenes de disturbio naturales que formen parte de la dinámica natural del ecosistema;
como por ejemplo, la presencia de incendios naturales que pudieran intervenir en la
regulación de las poblaciones de algunas especies y que, de no presentarse, podrían provocar
que las especies sean potencialmente invasoras; o bien, si la presencia de esas
conflagraciones promueve la germinación de semillas de otras especies.21,20
24
Los efectos de ladera que puedan influir en la estructura y composición de especies, por
ejemplo, los efectos de la inclinación y la orientación de las laderas respecto al sol.22
Las relaciones al nivel del paisaje entre el ecosistema y los ecosistemas aledaños, así como
las relaciones dinámicas dentro del mismo y que pueden abordarse con el enfoque de la
ecología del paisaje. 23
Durante los trabajos de restauración podemos mencionar, en general, cinco pasos que
pueden seguirse. 24
1) terminar con la causa de la afectación
2) mitigar los efectos producidos por la misma.
3) llevar al sistema a condiciones semejantes a las que se presentaban en algún
estadio sucesional previo
4) reincorporar elementos bióticos o abióticos originales al sistema y,
5) monitorear y modificar de forma iterativa los trabajos de restauración,
dirigiendo el proceso sucesional de manera congruente con el objetivo de ésta.
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sido vertidas en un medio físico como el agua, el suelo o el aire, independientemente de
si se trata de un área natural conservada o modificada por el hombre. 26
26
CAPÍTULO III. LA REGENERACIÓN DE ECOSISTEMAS
27
3.1.2 Beneficios directos e indirectos:
Los beneficios que los seres humanos obtienen de los ecosistemas pueden ser
directos e indirectos. Los beneficios directos se extraen principalmente de las
plantas y animales de un ecosistema en forma de alimentos y materias primas. Estos
son los “productos” más familiares de un ecosistema: cultivos, ganado, carne de
raza, madera, leña y forraje. Los recursos genéticos provenientes de la
biodiversidad de los ecosistemas también proporcionan beneficios directos en la
medida en que aportan los genes que pueden mejorar el rendimiento de un cultivo
o hacerlo resistente a las enfermedades, o con los cuales es posible desarrollar
medicinas y otros productos.
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Los empleos asociados con la agricultura y el turismo constituyen también
beneficios locales. Los parques urbanos y periféricos, los sitios para rvar el paisaje,
y el disfrute que proporciona el tener un bosquecillo e incluso especies de fauna
silvestre en la parte de atrás de la casa son todos servicios locales que definen
nuestro sentido de pertenencia.
Dado que muchos de los bienes y servicios que proporcionan los ecosistemas se
aprovechan en el lugar, es evidente que son los habitantes locales los que más sufren
cuando se pierden estos beneficios. Al mismo tiempo, son estas comunidades las
que por lo general tienen mayores incentivos para preservar los ecosistemas de los
cuales dependen. De hecho, las comunidades de la localidad tienen un enorme
potencial para gestionar los ecosistemas de manera sostenible, aunque también
pueden causales daño si lo usan de forma descuidada. Estas comunidades por lo
general ejercen un control pleno de los ecosistemas en que habitan; sin embargo, a
medida que el mercado de bienes que generan los ecosistemas se toma más global,
las fuerzas económicas y políticas oficiales externas pueden acabar con las mejores
intenciones comunitarias.
Desde los albores de la agricultura sedentaria, los humanos han venido alterando el
paisaje para garantizarse el alimento, crear asentamientos y desarrollar el comercio y la
industria. Tierras de cultivo, pastizales, áreas urbanas y suburbanas, zonas industriales
y las áreas ocupadas por vías, embalses y otras obras de infraestructura implican
conversión de los ecosistemas naturales.
Estas transformaciones del paisaje constituyen la marca de los humanos en los
ecosistemas de la tierra y producen la mayor parte de los alimentos, energía, agua y
riqueza de los que disfrutamos, aunque también representa la principal fuente de
perturbaciones para ellos.
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complejas interacciones que tipificaron el ecosistema original. En muchos casos, el
ecosistema transformado tiene una estructura más simple y es biológicamente menos
diverso. De hecho, la perdida de habitad originada en la conversión de ecosistemas
naturales constituye la principal fuerza motriz de la perdida de la diversidad biológica
en todo el mundo (Vitousek 1997).
En todo el mundo, los humanos han convertido aproximadamente el 29% del área
terrestre cerca de 3.800 millones de hectáreas a la agricultura y a áreas urbanas o
edificadas.
Las áreas urbanas y edificadas ocupan en la actualidad más de 471 millones de hectáreas
o el 4% del área terrestre. Cerca de la mitad de la población del mundo,
aproximadamente 3.000 millones de personas vive en ciudades. La población urbana
crece a un ritmo de 160.000 personas al día, lo cual aumenta la presión para que se
expandan los limites urbanos. El desarrollo suburbano desordenado magnifica el efecto
del crecimiento de la población urbana, particularmente en América del norte y en
Europa. En estados unidos, el porcentaje de personas que viven en áreas urbanas
aumento del 65% de la población total en 1950 al 75% en 1990, mientras que el tamaño
del área ocupada por ciudades básicamente se duplico durante el mismo periodo.
30
Es difícil predecir las tendencias futuras en materia de conversión de superficie terrestre,
pero las proyecciones basadas en el modelo de crecimiento poblacional de rango
intermedio de las naciones unidas sugieren la posibilidad de que durante los próximos
100 años se convierta otro tercio de la superficie terrestre existente (Walker 1999).
Imagen: un espacio degradado ofrece una imagen deplorable de los tres tipos de agentes
implicados en la degradación: los causantes directos, las autoridades responsables y la
población afectada, que propicia la desconfianza.
31
cantidad de materia prima y utilizando mano de obra muy cualificada obtienen un
elevado valor añadido.
Yacimiento de empleo, directo e indirecto: por las razones señaladas en los puntos
anteriores.
Componente de la calidad de vida para la población: la calidad ambiental es un
componente importante de la calidad de vida.
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Una de las principales causas de la actual crisis ha sido la incapacidad de reconocer y
valorizar el trabajo que la naturaleza brinda al servicio de la humanidad. Solamente una
consideración global de las condiciones y de la dinámica del ecosistema forestal nos
permite aprovechar en forma óptima y gratuita los procesos productivos naturales del
bosque y dirigirlos con bajos costos hacia un objetivo silvicultural (Leibundgut, 1981).
Uno de los procesos naturales productivos que más interesan al técnico forestal es el
establecimiento y desarrollo de la regeneración natural (Pedroni, 1991), sin embargo,
lamentablemente para la planificación del manejo forestal sostenible, en los trópicos
este raramente ha sido tomando en cuenta con la debida consideración.
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CONCLUSIONES
El grado de regeneración que alcanzan los ecosistemas está determinado por la magnitud
de la degradación que ha sufrido.
Las leyes vigentes en cuanto a la regulación y control del uso de los recursos naturales no
se cumplen y la sociedad civil participa de manera limitada, y en muchos caso muy
tímidamente o con marcada apatía, en el control del uso y aprovechamiento de los recursos
naturales.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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Edición para América Latina patrocinada por el BANCO INTERAMERICANO DE
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