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El gobierno y

la ciudadanía

Asuntos de
gobierno

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E-gobierno

Uno de los aspectos que más se están desarrollando y nosotros no


podemos dejar de atender, es el gobierno electrónico y la utilización de las
nuevas tecnologías al ámbito gubernamental, particularmente para el
desarrollo de la gestión de políticas públicas.

Así, Hannia Vega, en su apunte “La Comunicación de Gobierno e Internet”,


parte de la bibliografía de la materia, nos va demostrando los diversos
aspectos y la importancia radical que tiene el incluir el gobierno electrónico
en el ámbito estatal, y en esto me permito mencionar a los tres Poderes del
Estado (Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial).

Vega nos plantea la importancia que tiene la utilización de Internet en la


esfera gubernamental y nos destaca los siguientes puntos, entre otros:

 Para el caso de una estrategia de comunicación esta red (Internet)


permitirá que el gobierno en general y cada una de sus instituciones
en particular puedan definir aquella información o prestar los
servicios on line que consideren apropiados y que de esta manera
puedan acceder los ciudadanos. (Por supuesto, nos permitimos
agregar, los ciudadanos que tengan acceso y sepan utilizar
Internet).

 Identificar para cada actor social o público cuál es la información y


servicio más pertinente que éste precisa y cuya gestión se lo puede
canalizar por Internet.

 Esta herramienta multimedial permite no sólo la gestión online sino


el traspaso de información no sólo hecha a través de documentos
de textos, sino también de audios y videos.
La Comunicación con la Ciudadanía

En este punto del plan de estudios, se vincula a la comunicación de


gobierno con uno de sus actores principales, el receptor de toda la
actividad: el ciudadano.

Así, James Garnett, nos va mostrando como se realizan los contactos con el
ciudadano de la manera más eficiente y óptima, tanto para comprender los
mensajes emitidos, como así también para lograr el posicionamiento
necesario en la sociedad.

Uno de los factores esenciales al momento de comunicar la actividad de


gobierno es saber segmentar las audiencias. La segmentación es un
concepto proveniente del marketing y nos indica concretamente que es el
agrupamiento de grupos con características similares, que en el caso de la
comunicación, nos puede ser de utilidad para enviar un mismo mensaje.

Cabe preguntarnos, ¿por qué es tan importante segmentar la audiencia? Y


llegamos a la conclusión que la comunicación gubernamental, en este
aspecto, es mucho más compleja, por ejemplo, que la de un producto
comercial. Esto radica en que el gobierno debe comunicar y dirigirse a toda
la sociedad, con toda la heterogeneidad social, cultural y económica de los
grupos que la componen. Es por ello que nosotros, trabajando en una
gestión de gobierno, no podemos emitir de la misma manera mensajes
para la sociedad entera ya que posiblemente existan receptores que, o no
comprendan o no les interese lo que se ha emitido. Para lograr esta
comprensión y captar el interés, es necesario segmentar las audiencias,
buscar los puntos en común y construir un mensaje que sea de interés para
ese grupo seleccionado y analizar cómo decir lo mismo, pero de qué mejor
manera para otros grupos con otras inquietudes y otras situaciones
sociales, culturales y económicas.

Ahora bien, es preciso desde el gobierno, ser conscientes de que estos


segmentos de audiencia son personas, son grupos de personas que viven
intensamente y les afecta por completo cualquier decisión gubernamental.
Garnett nos manifiesta: “Los administradores públicos debieran tratar de
entender y ponerse en el lugar de los ciudadanos que intentan
comunicarse con el gobierno”.
Los actores en la formación de la opinión pública

Para el análisis de este punto nos es de gran interés abordar un caso


práctico que nos mostrará cómo abordar la “opinión publicada”, para de
esta manera pensar en la formación de la “opinión pública”.

Sin considerar para qué organización se realizó el estudio, ni los resultados


que arrojó, podremos ser testigos de cómo dos actores en la formación de
la opinión pública intervinieron. En este caso los medios gráficos de
comunicación y la institución Poder Judicial, particularmente el Tribunal
Superior de Justicia de la provincia de Córdoba.

Dado el avance de la tecnología en general y el desarrollo de los medios


masivos de comunicación en particular, con la consecuente
“mediatización” de las relaciones sociales, institucionales e inter–
individuales, es la misma realidad la que aparece proyectada, relatada o
descripta a través de la palabra impresa.

Los organismos públicos conforman en alguna medida una parte


importante de esa realidad de la que no son ajenos; por lo que deben ser
conscientes ya no sólo de su accionar concreto, sino también de cómo éste
es mediado por las empresas informativas.

El Tribunal Superior de Justicia (TSJ), como máximo órgano del Poder


Judicial, debe conocer cuál es su imagen proyectada socialmente, cómo es
tratado mediáticamente por quienes muestran “la realidad”.

Valga el minucioso análisis que se expone a continuación como una


muestra del tratamiento de esta temática por los tres medios gráficos más
importantes de comunicación cordobeses.

El presente trabajo consiste en un análisis descriptivo acerca de cómo


diversos medios gráficos de comunicación publicaron diferente
información concerniente al Tribunal Superior de Justicia de la provincia de
Córdoba.

Para ello, a través de diferentes tablas, abarcando los diarios cordobeses


“La Voz del Interior”, “La Mañana de Córdoba” y “Comercio y Justicia”, se
determinaron cantidad y tipos de menciones que ellos hicieron del TSJ en
el espacio comprendido por los meses de abril y mayo del presente año.

En dicho lapso, el TSJ de Córdoba fue mencionado 278 veces en total, en


los diarios La Voz del Interior, La Mañana de Córdoba y Comercio y Justicia.

Cantidad de Menciones

Para calificar las menciones se determinó la siguiente tipología: menciones


positivas, negativas y neutras. Advertimos que para explicar estos
conceptos lo mejor es acudir a ejemplos:

A nivel imagen no es lo mismo un titular sin adjetivación que con algún tipo
de calificación.

La frase: “El Tribunal Superior de Justicia resolvió sobre ´x´ cuestión”,


debido a que no tiene ningún calificativo y su mensaje es meramente
informativo, debemos considerarla como una mención “neutra”.
En el caso en que la frase sea: “El Tribunal Superior de Justicia resolvió
lenta e incorrectamente sobre ´x´ cuestión”, donde hay una adjetivación de
la acción realizada por el TSJ, calificación que no es favorable para el
organismo; debemos considerarla como mención “negativa”.

Por último, si la frase publicada fuera: “El Tribunal Superior de Justicia


eficazmente resolvió sobre ´x´ cuestión”. Contrariamente a la anterior, el
calificativo utilizado es favorable para el Alto Cuerpo, por lo que debe
considerarse como una mención “positiva”.

Generalmente, este tipo de análisis se realizan en empresas privadas, en


donde el tener menciones positivas es el ideal y el objetivo a conseguir.

Desde nuestro punto de vista, al ser el Poder Judicial y dentro de él, el TSJ,
un órgano estatal con potestad pública, donde la imparcialidad e
independencia son los ejes para el correcto funcionamiento; que las
menciones sean neutras, es decir meramente informativas, sin ningún tipo
de calificación, es lo favorable para la formación de imagen del Poder
Judicial en la opinión pública. Si bien las menciones positivas no son
desfavorables, se debe apuntar a construir mensajes meramente
informativos y neutros; más aún, si tal calificación es construida a partir del
análisis de la función jurisdiccional del TSJ, pues sus resoluciones no deben
ser cuestiones opinables, sino que se las debe considerar tal como son.

En lo que respecta a lo institucional o meramente administrativo, el que


existan menciones positivas es un gran valor para la imagen social de la
organización. Es por ello que advertimos de la importancia en que exista un
Plan estratégico de Relaciones Públicas donde a través de los medios de
comunicación se pueda ir forjando y construyendo una necesaria buena
imagen, aunque generalizadamente ausente en estos tiempos.

En el presente trabajo y con respecto a la tipología de menciones, los


resultados fueron los siguientes:

Tipo de Mención
A raíz de los resultados obtenidos, podemos decir que el tratamiento en los
medios de comunicación del TSJ no fue desfavorable.

En los dos últimos meses sólo el 4% de las menciones fueron negativas.

La sociedad muchas veces confunde lo que es la Justicia Federal con la


Provincial; la Corte con el Tribunal Superior, la Policía con los fiscales;
generalizando cada una de estas instituciones en la formación de un
concepto inclusivo de “La Justicia”.

Por lo que trabajar construyendo una buena imagen a través de los medios
de comunicación es realmente un imperativo de los tiempos para evitar
ese “contagio” en la percepción de la Justicia con nuestro caso: Córdoba.

En lo que respecta a los tipos de menciones por diario, los resultados


fueron los siguientes.

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Por otro lado, hemos realizado un análisis de aquellos temas por los que es
mencionado el TSJ, considerando tres variables a tener en cuenta:

Temas Judiciales - Temas Políticos /Legislativos - Otros

Por último, cabe mencionar que no es lo mismo salir en la tapa de un diario


que en secciones especializadas, o incluso, ser mencionado por casualidad
en secciones que no son específicas del tema.

Si bien los matutinos tienen diferentes secciones, hemos determinado


áreas generales para un claro entendimiento:

 Tapa.
 Política / Información General.
 Policiales / Judiciales.
 Otros.

En el caso que nos atañe, el TSJ, en los tres diarios investigados, apareció
en:
Concluyendo, podemos afirmar que si bien el tratamiento que los medios
de comunicación hacen del TSJ no es desfavorable para éste, ya que el 92%
de las menciones son neutras y meramente informativas, es importante
elevar el 4% de menciones positivas a través de diferentes acciones
institucionales, capaces de optimizar la imagen social de este máximo
Cuerpo Judicial.

Así de esta manera, si integramos esta lectura junto a la bibliografía,


podremos ver cómo tanto los medios de comunicación, como así también
los diferentes actores que “colaboran” en la formación de la noticia (a
modo de ejemplo, se pueden mencionar las fuentes de información de los
periodistas, voceros de gobierno, entre otros) interactúan cotidianamente.

En este caso particular, tenemos la posibilidad de realizar un análisis


concreto sobre un hecho determinado que nos permite conocer cómo
abordar un clipping de medios y saber qué se publica acerca de nosotros
(nosotros, institución).

El Lobbismo
Naturaleza del Lobbismo

Llegando a este punto de estudio del programa académico, se aborda el


concepto de una actividad que en todos los países del mundo se lleva a
cabo y la cual se mal entiende por un error de concepto (creado por
algunos irresponsables que se han manejado en esta actividad) y que para
nuestra materia es preciso clarificar.

Dennis Wilcox en su libro “Relaciones Públicas”, nos menciona que “el


lobbismo” está estrechamente vinculado con las relaciones
gubernamentales, y expresa una definición de lobbista como “... la persona
que procura influir en las votaciones legislativas o en las decisiones de los
administradores gubernamentales”.

Ahora bien, esto hay que entenderlo como aquella persona que intenta
influir para obtener beneficio de su representado (una empresa por
ejemplo), pero siempre debe comprenderse que esto se realiza también
porque se está seguro que además de beneficiarse el privado, su actividad
también brindará un gran aporte a la sociedad.

Es justamente aquí cuando el concepto de lobby comienza a tomar otro


camino, y es por lo cual en muchas oportunidades esta actividad es
relacionada con manejos irresponsables, o hasta casi corruptos entre un
privado y el Estado.
Muchas veces se piensa (y en realidad se piensa porque en la práctica ha
sucedido), que el lobby está vinculado a coimas para que, por ejemplo, un
grupo de legisladores sancionen una ley que beneficie a tal o cual sector
empresario. Pero es necesario aclarar que el lobby, en su término puro y
actividad transparente, en realidad pasa porque un privado demuestre la
importancia en la sociedad; por ejemplo, que se sancione una normativa
específica (en la cual ese privado interviene). En definitiva, la empresa es la
principal interesada, ya que supongamos puede hacer un buen negocio,
pero siempre fundamentándose en el beneficio integral a la sociedad que
tiene para que tanto una normativa como el diseño de una política pública
la contenga.

El tráfico de influencias
Uno de los aspectos que también se mezclan con el lobby y que
lamentablemente hacen de él las “malas prácticas” es el tráfico de
influencias. Muchos ex funcionarios de un Poder Ejecutivo como así
también ex legisladores (particularmente en EE.UU), aprovechan la
oportunidad que han tenido para hacer contactos y relaciones en ciertos
círculos de poder y cobran grandes sumas de dinero para realizar “lobby”
(en el concepto mal usado o interpretado).

A modo de ejemplo, Wilcox nos señala que la Ley de Ética en el Gobierno


de los Estados Unidos (Ethics in Government Act), prohíbe a los
funcionarios gubernamentales a ejercer el lobbismo ante sus antiguas
agencias durante un año después de haber abandonado el cargo.

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