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Introducción
Teniendo en cuenta que la responsabilidad social es ante todo eso: un deber ético
de internalizar las externalidades, una obligación moral y epistemológica, sabemos
que la mayoría de las instituciones tienden a encerrarse en sí mismas para poder
construirse y autoafirmarse, en una suerte de burbuja, calificando a todo lo demás
como “externalidades”, razón por la cual hay que considerar los impactos
colaterales internos y externos de dicha gestión, para la sostenibilidad tanto de la
organización como de su entorno”. Esto es, si bien una institución necesita
concentrarse en sí misma para poder formarse, esta no puede ser ajena por
siempre a lo que sucede a su alrededor, ya que estas externalidades también
repercuten en la propia institución y viceversa.
Incluso las malas prácticas en cultivos deben ser normadas por un plan general
que vea el beneficio para todos y no solo para una empresa o individuos como el
sembrar arroz en un desierto, (cultivo intensivo en requerimientos de agua escasa)
mientras en la selva, esta abunda sin mengua y más bien se siembra cultivos
extensivos favoreciendo la deforestación para la exportación (palma aceitera) o
se introducen especies exóticas que requieren gran cantidad de agua y compiten
con la flora nativa impidiendo su desarrollo (tipo eucaliptos).
En las partes bajas de la costa especialmente en los nuevos suelos ganados por
los grandes proyectos hidroenergéticos, debe priorizarse, cultivos con baja
demanda hídrica y con requerimientos nutritivos poco exigentes, aun en contra de
la imposición del sector privado, debe aumentarse el aprovechamiento de la
energía producida favoreciendo la presencia de polos agroindustriales.
Debe equilibrarse el uso del agua superficial con la del agua subterránea teniendo
la precaución de llenar los acuíferos y sobre todo impedir la salinización del
terreno. Cuidar y prevenir las descargas periódicas de agua en forma intensa, que
se van a seguir realizando pero que no se tiene la suficiente previsión de ello pesar
de ser inmemoriales y casi calendáricas.
Se debe utilizar cultivos con alta rentabilidad que compensen la escasa área
utilizable y rehabilitar los andenes, manera simple de extender la frontera agrícola
en varios cientos de miles de hectáreas aprovechables de alto valor productivo
por haber estado en barbecho o descanso durante cientos de años, aprovechando
el aumento de temperatura. El sembrar estos terrenos ganados al abandono con
productos de alto valor nutritivo y alta necesidad de mano de obra significará
recuperar el alto puesto que se tenía como país agrícola autosuficiente en
cantidad y calidad alimenticia. Y recuperar la primacía en productos que marcaban
la diferencia y ahora tienen un mayor valor como es el algodón nativo resistente a
plagas y frutales y plantas nativas de alto valor vitamínico, nutricional y medicinal.
E incluso debemos cambiar la producción de plantas y vegetales agro comerciales
pero que su reemplazo por otros cultivos más extensivos de menos
requerimientos hídricos puede ser más rentable para el estado y la sociedad,
aunque el empresario en cuestión se oponga momentáneamente por creerse
afectado.
Para que se pueda aprovechar de manera integral las ventajas supuestas se debe
implementar un correcto plan de vías y medios de transporte, barato, eficiente y
amigable con el ambiente, siendo el menos destructor, el ferrocarril.
Y por último, aunque no lo último, es el costo que debe tener el agua para todos
los usuarios, debe haber tarifas preferenciales, de trueque a cambio de labor como
se hacía ancestralmente para los medianos y pequeños usuarios, y aplicar tarifas
que incluyan un aporte solidario para los consumidores más intensos y
contaminantes. En general el uso del agua debe ser auto sostenible incluyendo
los sobrecostos en descontaminar las fuentes de agua y en obtener una calidad
de agua segura para bebida.
Este momento es apropiado para explicitar políticas que puedan servir para todos
y solucionar los problemas esbozados, Se requiere una visión holística de los
problemas del agua que están imbricados con casi todos los problemas de la
sociedad. Es importante encontrar soluciones que satisfagan a todos, aunque
algunos parezcan perder y otros ganar no es tal y es el momento apropiadísimo
ya que se ingresa a una etapa de cambio político. El agua al ser un elemento vital
debe ser objeto de nuestra máxima prioridad por irnos en ello la vida y el futuro.
El agua tiene una prioridad única pues es necesaria para el desarrollo de la vida
no solo del hombre sino de la naturaleza que lo rodea. Incluso el “derecho humano
al agua”, debe ser reemplazado por el “Derecho Natural al Agua “o sea para todo
ser vivo, ya que existe una cadena trófica en que todos aprovechamos y el hombre
también forma parte de ella, entonces debe velar por su mantenimiento y tener
condiciones y oportunidad de agua para todos.
Aún antes del impacto del Fenómeno El Niño Costero en Perú, ocho millones de
peruanos carecían de los servicios de agua potable y alcantarillado. La cifra de la
Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) grafica el
grado de exclusión de personas que vieron pasar una década de crecimiento
económico que no resolvió sus necesidades básicas. Durante ese periodo, el Perú
tuvo una alta tasa de crecimiento (entre 2002 y 2013 fue de 6,5 %) y una reducción
sustantiva de la pobreza (de 54,7 % en 2001 a 22, 7 % en 2014). Sin embargo, el
'milagro peruano' no cumplió los deseos de todos.
Una persona necesita mínimo 50 litros de agua al día para beber y asearse, según
la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero mientras a algunos en Lima le
sobra, a la mayoría le falta. El consumo medio en el distrito de Lurigancho-Chosica
era en 2011 de 15,2 litros, en San Isidro se gastaba 447,5 litros.La inequidad en
la distribución de los recursos hídricos golpea el bolsillo de los pobres que viven
en los asentamientos humanos de la capital, donde una familia gasta S/. 90 al mes
por el agua que suministran los camiones cisterna. La Superintendencia Nacional
de Servicios de Saneamiento (Sunass) revela que un hogar limeño que no cuenta
con agua potable paga seis veces más que uno con acceso a ese recurso. Esta
inequidad, pese a que el Perú ocupa el octavo lugar mundial en recursos hídricos,
es una fuente más de división.
Manuel Benza (2016) explica que hay una “correlación matemática” entre la
desigualdad económica y el abastecimiento del recurso hídrico. “Las personas con
escasos recursos tienen que gastar mucho más de su precario ingreso familiar
en agua que todos aquellos que tienen conexiones domiciliarias”. Un informe de
2002 de la Organización Panamericana de la Salud señala que el 10% más pobre
de los centros urbanos del país pagaba el doble que el 10% más rico por el uso
del agua. Otro estudio, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), dice que el Perú es el país latinoamericano con mayores
niveles de desigualdad en cuanto al acceso al agua potable en el hogar. Benza
dice que la asimetría en esta dimensión perjudica la salud de las familias que
sufren por no tener agua limpia. “Y esto repercute en el desarrollo físico e
intelectual de las personas”.
VI. Anexos
6.1. Árbol de problemas
ARBOL DE PROBLEMAS
1. Inadecuado 3. Contaminación
2. Residuos químicos 4. Uso incontrolado de 5. Derrames de
manejo del atmosférica:
de metalesGESTIÓN
INADECUADA pesadosDELyCURRÍCULO PARA LA ENSEÑANZA EFECTIVA EN LA INSTITUCIÓN
fertilizantes EDUCATIVA.
químicos. petróleo.
Alcantarillado: Acumulación de gases.
Eliminación de los desechos industriales.
residuos de aguas.
INADECUADA GESTIÓN DEL CURRÍCULO PARA LA ENSEÑANZA EFECTIVA EN LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA.