Nos acercamos al final del libro, ya el próximo lunes
cerramos el club de lectura con la finalización de una novela que no tuvo una gran acogida pero que ha resultado ser fantástica a todos los niveles. A gustado su lectura y a nivel literario se puede considerar un tesoro de la literatura universal.
La causa de que la acogida del libro no fuese la mejor es
las ideas preconcebidas que a menudo tenemos sobre temas de los que desconocemos y nos cargan de prejuicios. Sospechamos de Benito como de un reaccionario y que la lectura sería pesada y tediosa, pero como suele pasar con los prejuicios, no teníamos ni idea.
En Fortunata tenemos a un Benito divertido, socarrón,
en mi opinión moderno y feminista. Una novela escrita en el XIX que muchos autores contemporáneos todavía no son ni la mitad de modernos y liberales en la manera de pensar de lo que resulta Galdós.
Una novela sobre mujeres que nos muestra al ser
humano en todo su esplendor, a esos hijos/as de su tiempo y de las circunstancias, un narrador que no juzga, el hombre en un segundo plano, aunque no sin importancia, un retrato del Madrid de la época, las calles, los comercios, los avances en la ciencia, la política en la historia de España.
Bien sirve este libro para aprender sobre la historia de
España, desde Prim hasta la llegada de Alfonso. La república, los carlistas, los isabelinos, los liberales, los franceses en España,… un libro de historia sin querer serlo.
Lo que más destacaría de la novela es el excepcional
juego dialectico. Por un lado la historia de España es reflejo de la historia de los protagonistas, ya podemos sospecharlo en el titulo de algunos de sus capítulos: restauración vencedora (coincide con la llegada de Alfonso XII), revolución vencida (el rey ha llegado para quedarse), otra restauración, este paralelismo se da en la Parte Tercera de la novela.
Los personajes también tienen ese juego de las dos caras,
de los opuestos y los similares. Por ejemplo: los dos matrimonios de conveniencia, el de Fortunata y el de Jacinta, una del pueblo y otra de la burguesía; en ambos matrimonios hay un tercero, aunque en Fortunata prima lo carnal y en Jacinta lo platónico. También en las protagonistas se ve ese antagonismo y similitud; la belleza sin pulir (Fortunata), la belleza recatada de la burguesía (Jacinta). Las dos se compadecen de la otra y a la vez se envidian y sienten cierto rencor la una por la otra.
Los personajes femeninos que adoptan un rol masculino:
Lupe la de los pavos: la prestamista, el matriarcado sin ser madre. Guillermina (La Santa o la rata) que crea hospicios en Madrid sin ayuda de ningún hombre y su obra no deja de crecer por toda la villa. Los hermanos de Maxi (el cura y el liberal). Por otro lado también hay personajes masculinos que adquieren un rol femenino como Maxi (recordamos como le fascinaba ver a los soldados desenvainando y su espada a la que no podía quitar ojo).
La utilización del símbolo también resulta digno de
mención: los cuadros de Napoleón sobre Mauricia la Dura o los de San José sobre el primo.
Bueno no quiero extenderme más y os invito a que os
animéis con esta novela que bien merece la pena ser leída.