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TAREA I

1. Desarrollar 3 conceptos de diferentes autores de AUTOPSIA Y


NECROPSIA, luego sacar una definición final haciendo unos
comparativos.

1.1.- AUTOPSIA:

 La palabra autopsia, etimológicamente proviene del griego


autopsia que significa “ver con los propios ojos”, y con ello se quiere
expresar la serie de investigaciones que se realizan sobre el
cadáver, encaminadas al estudio de las causas de la muerte, tanto
directas como indirectas.

AUTOR: Gisbert Calabuig, J. A. Villanueva, E. (2004): Medicina


Legal y Toxicología (6ª edición). Editorial Massón, Barcelona.

 La autopsia es la que se realiza en los Hospitales, puede ser de los


pacientes ingresados en el propio hospital: autopsias clínicas
hospitalarias, de pacientes provenientes de urgencias, domicilios o
bien de otros hospitales.

Es un procedimiento médico que emplea la disección, con el fin de


obtener información anatómica sobre la causa, naturaleza,
extensión y complicaciones de la enfermedad que sufrió en vida el
sujeto autopsiado. Recordando que la autopsia es "la última
consulta del paciente".

AUTOR: Núñez de Arco J., “La Autopsia”, Ed. GTZ, Sucre-


Bolivia. 2005

 Desde el punto de vista etimológico, la palabra autopsia procede


del griego y, en concreto, de las voces "autos(yo mismo)" y "opsis
(vista)", por lo que en sentido estricto significa "visto por sí mismo".
En la práctica cotidiana se llama autopsia a toda la serie de
observaciones y de intervenciones efectuadas sobre el cadáver,
que tienen por objeto el esclarecer la causa de la muerte. Este
estudio puede extenderse a todo el cadáver (autopsia completa) o
a una parte de él (autopsia parcial).

AUTOR: Benjamín García Espinosa, “Generalidades sobre la


autopsia”, EJAutopsy 2008

1.2.- NECROPSIA:

 Usualmente se usa de forma sinónima a las autopsias, más aún en


diversos países no se las distingue y hay estudiosos que
propugnan que es lo mismo que la autopsia. Autopsia según el
diccionario de la Lengua Española es la acción de mirar a uno
mismo y dice también es el examen anatómico del cadáver. La
necropsia es la autopsia o examen de los cadáveres.

AUTOR: Núñez de Arco J., “La Autopsia”, Ed. GTZ, Sucre-


Bolivia. 2005

 La necropsia anatomoclínica o anatomopatológica o no judicial es


un procedimiento médico en el que se emplea la disección del
cadáver con el fin de obtener información sobre la naturaleza, la
extensión y las complicaciones de la enfermedad que sufrió en vida
el sujeto autopsiado.

AUTOR: Benjamín García Espinosa, “Generalidades sobre la


autopsia”, EJAutopsy 2008

 La Necropsia Médico Legal es el conjunto de actos científico-


técnicos que contribuyen a la investigación judicial en casos de
muertes violentas o sospechosas de criminalidad, muertes sin
certificación o en casos de responsabilidad sanitaria. Exige abrir
por lo menos tres cavidades corporales (cabeza, tórax y abdomen).
Lo realizan el Médico general, los especialistas en Medicina Legal
o Anatomopatólogos en función Médico Legal. Este estudio tiene
el Auxilio de expertos en Criminalística, Patólogos,
Quimicofarmacéuticos toxicólogos, Biólogos, Radiólogos,
especialistas en ADN, Antropólogos y Odontólogos.

AUTOR: Dr. Wilmer Atilio Segura Vílchez Médico Legista,


Anatomopatólogo, Médico Auditor, Maestría en Salud
Pública.

1.3 COMPARACION ENTRE AUTOPSIA Y NECROPSIA

Etimológicamente los términos autopsia y necropsia pueden parecer


sinónimos (el primero viene definido como " examen anatómico de un
cadáver", mientras que el segundo denomina el hecho de "examinar
o ver un cadáver"), pero lo cierto es que en su uso diario, existen
muchas dudas sobre el uso correcto de estos términos
La autopsia es el procedimiento médico que utiliza la disección para
obtener información anatómica sobre la causa, naturaleza, extensión
y complicaciones que han provocado la muerte de un sujeto. Tiene
por tanto el objetivo de identificar las causas y el momento exacto de
la muerte.
Generalmente viene realizada por un médico especialista
denominado patólogo.
Hay quien establece la diferencia afirmando que la autopsia es el
examen del cadáver antes de su entierro, mientras que la necropsia
implica la exhumación del cuerpo a examinar.
Otros determinan que la necropsia se realiza para confirmar las
causas de la defunción en un Hospital y la autopsia para averiguar las
causas cuando fallecen de forma súbita y sin enfermedad aparente.
Existen igualmente grupos que contraponen la necropsia a la
autopsia, afirmando que la primera viene reservada únicamente a los
animales.
Lo cierto es que, en cualquier caso, el motivo por el cual se realiza
una necropsia o una autopsia en humanos es conocer las causas
exactas de la muerte de una persona.
2. Ética médica, bioética

2.1.- BIOETICA:

 La Bioética es una disciplina reciente, que nació en el seno de la


cultura norteamericana como respuesta a la necesidad social y
profesional de encontrar una solución para los nuevos dilemas
éticos que surgían a causa del avance tecnológico. De acuerdo con
la definición otorgada por la Enciclopedia de Bioética, la
entenderemos como “estudio sistemático de la conducta humana
en el área de las ciencias de la vida y el cuidado de la salud, en
cuanto que dicha conducta es examinada a la luz de los valores y
principios morales”.

AUTOR: Alberto Rojas O. y Libia Lara C. “¿Ética, bioética o


ética médica?”- 2014

 La bioética es un área de reflexión ética acerca de las múltiples


implicaciones de las relaciones del hombre con el fenómeno de la
vida en general y con el fenómeno de la vida humana en particular.
Siendo la bioética un campo de reflexión tan amplio, se debe
señalar que los temas y problemas que aborda incluyen por lo
menos tres categorías: los que corresponden a las implicaciones
naturales y sociales de la relación del hombre con los ecosistemas,
particularmente con la biosfera; los que tienen que ver con las
implicaciones de los avances de la ciencia y la tecnología, y los que
se generan en el ámbito de la atención a la salud.

AUTOR: Joaquín Ocampo Martínez “Bioética y ética médica:


Un análisis indispensable”- Rev Fac Med UNAM Vol.50 No.1
Enero-Febrero, 2007

 El término «bioética» (del griego bios, vida y ethos, ética) es un


nombre nuevo, utilizado por vez primera por el oncólogo
estadounidense Van Rensselaer Potter en su libro Bioética: un
puente hacia el futuro (1971), en el que propone la siguiente
definición de su neologismo: «Puede definirse como el estudio
sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias
humanas y de la atención sanitaria, en cuanto se examina esta
conducta a la luz de valores y principios morales». Sin embargo,
debe tenerse en cuenta que estamos ante un término nuevo para
afrontar una realidad ya antigua

AUTOR: “Bioética Origen y concepto”

 "La Bioética es el estudio sistemático de la conducta humana en el


campo de las ciencias de la vida y del cuidado de la salud, en
cuanto que esta conducta es examinada a la luz de los valores y
principios morales"

AUTOR: Francisco Javier León “Dignidad humana, libertad y


bioetica”-2015

2.2.- ETICA MÉDICA:

 Ética médica según el Dr. Ruy Pérez Tamayo, se trata de “el


conjunto de valores, principios morales y de acciones relevantes
del personal responsable de la salud (médicos, enfermeras,
técnicos y funcionarios) dirigidos a cumplir con los objetivos de la
medicina”.

AUTOR: Pérez TR: Ética médica laica. Primera edición. México,


DF. Fondo de Cultura Económica 2002: 9-133.

 En cuanto a la ética médica y su fundamento, proviene en gran


parte desde la propia actividad de los médicos, ya que a diario
enfrentan problemas clínicos. La solución de ellos dependerá, en
gran medida de conocimientos y habilidades que han adquirido a
lo largo de la formación y experiencia. Sin embargo, estos
problemas clínicos, a menudo, vienen acompañados de dilemas
éticos, para los cuales no existe una simple respuesta y cuya
complejidad va más allá de normas o tecnicismos.
AUTOR: Alberto Rojas O. y Libia Lara C. “¿Ética, bioética o
ética médica?”- 2014

3. Relación médico paciente

 La relación médico-paciente era tan natural en la práctica de la


medicina que no se hablaba de ella. No se escribía. Se consideraba
un hecho su existencia como base del trabajo del médico con el
enfermo, principio de lo que después se describió como el
encuentro de una conciencia con una confianza. La relación de
confianza entre dos seres humanos ha sido capaz de lograr
muchas curaciones.

AUTOR: Víctor Manuel Arrubarrena Aragón “La relación


médico-paciente” Cirujano General Vol. 33 Supl. 2 - 2011

 Es la interacción que se establece entre el médico y el paciente


durante el curso de la enfermedad (aguda o crónica). Es una
relación interpersonal de tipo profesional que sirve de base a la
gestión de salud. Esta relación puede influir en el curso de la
enfermedad y en la eficacia del tratamiento.

AUTOR: Dra. Sagrario Bustabad, Servicio de Reumatología


Hospital Universitario de Canarias

 La Relación Médico Paciente ( RMP) es una relación al menos


entre dos personas, dos historias de vida, dos mundos. Cuando un
paciente entra en contacto con un médico y se establece una
relación terapéutica, se desarrolla un sistema que tiene por objeto
la interacción en el que tanto uno como otro, se han de encontrar
comprometidos con una causa que promueve a ambos en la
consecución de un fin. En la relación médico paciente se tiene
como fin inmediato restaurar la salud del enfermo. Conlleva
responsabilidad compartida, el médico tiene responsabilidad con el
paciente y consigo mismo, el paciente tiene responsabilidades con
el médico y consigo mismo.

AUTOR: Mejía Estrada A, Romero Zepeda H. La relación


médico paciente: el desarrollo para una nueva cultura médica.
Rev Méd Electrón [Internet]. 2017 Supl 1:S832-842.

4. Secreto profesional

 El secreto profesional es un tema apasionante y siempre de


actualidad, pues atañe prácticamente a todo profesional a quien,
directa o indirectamente, se hacen de su conocimiento hechos o
acciones cuya revelación podría causar un perjuicio real o un
justificado disgusto a la persona misma o a sus familiares.

AUTOR: Espinosa de los Reyes VM (ed). El secreto


profesional. Medicina y Etica 1994: 301-314.

 Todo médico debe tener presente, así como su personal auxiliar,


que tienen obligación de guardar secreto, entendido éste como “lo
que cuidadosamente se tiene reservado y oculto” sobre hechos
que conozca en el ejercicio de su profesión séanle o no revelados.
El derecho del paciente a que la información que proporciona al
médico se mantenga en forma confidencial es una premisa
fundamental de la atención médica

AUTOR: Villalpando GJ. Ética médica. Rev Med IMSS (Mex)


1991; 29: 5-12.

 El secreto profesional es la obligación ética que tiene el médico de


no divulgar ni permitir que se conozca la información que directa o
indirectamente obtenga durante el ejercicio profesional sobre la
salud y vida del paciente o su familia, obliga al médico aun después
de que el paciente haya muerto y no se limita sólo a lo que éste
comunique al médico, sino lo que él vea y conozca, directa o
indirectamente, sobre el proceso patológico y su vida,
extendiéndose a su familia

AUTOR: Velez CLA (ed). Ética médica. Medellín, Colombia:


Corporación Investigaciones Biológicas, 1987: 157-167.

5. Derechos humanos y salud, investigación en los seres humanos, la


medicina frente a la muerte, eutanasia.

5.1.- Derechos humanos y la salud

La salud es mucho más que ausencia de enfermedad o tener acceso


a la atención médica; es un derecho fundamental que toca todos los
aspectos de la vida y por eso es tan importante entender la salud del
modo más amplio posible. La Organización Mundial de la Salud
estableció como definición de salud el “estado de completo bienestar
físico, mental y social”. A esta definición de salud se han ido
incorporando otras dimensiones, como la capacidad de funcionar o
la salud como un fenómeno continuo y dinámico a lo largo del
tiempo, hasta llegar a instaurarse la idea de que la salud es un
fenómeno multidimensional. Así pues, se constata que la noción de
salud ha ido evolucionando a lo largo de la historia desde un enfoque
médico-biológico hasta un concepto global e integral que incorpora
el paradigma socio-ecológico (Frutos y Royo, 2006). El artículo 25
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos consagra el
derecho a la salud en los siguientes términos: “Toda persona tiene
derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su
familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el
vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales
necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de
desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de
pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias
independientes de su voluntad.” Como vemos en el artículo 25, son
muchos los componentes necesarios para lograr el bienestar. En el
derecho a la salud, como en otros derechos humanos, se observa la
interdependencia entre los derechos, por lo tanto, en una sociedad
en la que no se respeten los derechos fundamentales no puede
haber bienestar físico, mental y social, o lo que es lo mismo, vida
saludable para las personas que son las titulares del derecho.

El derecho a la salud está desarrollado en el Pacto Internacional de


Derechos Económicos, Sociales y Culturales, cuyo artículo 12
establece que los Estados partes en el pacto reconocen el derecho
de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física
y mental y en el segundo párrafo describe algunas de las medidas
que se deberán adoptar para garantizarlo. El problema es que la
obligación de adoptar medidas es laxa, es decir, se deberán “adoptar
medidas” creando condiciones para facilitar la promoción de esos
derechos de “forma progresiva” y “en la medida de los recursos
disponibles”. El derecho a la salud debe entenderse como un
derecho al disfrute de toda una gama de facilidades, bienes,
servicios y condiciones necesarios para alcanzar el más alto nivel
posible de salud.
5.2 .- Investigación en los seres humanos

 La investigación científica, compromete terrenos muy vastos del


conocimiento y cada uno de ellos determina un ámbito de debate
acerca de las perspectivas éticas que deberían establecer qué es
lo correcto y qué no lo es. Estos aspectos éticos representan una
amplia área temática que se relaciona con la vida misma del
hombre, entendida la investigación como una actividad humana
que por ello compromete distintas cuestiones de valores. Se parte
entonces de la consideración que “la ciencia está íntimamente
ligada a la cultura humana de la que forma parte a punto tal que
sus descubrimientos están desprovistos de significado fuera de su
contexto”

Meeroff, Marcos. Medicina Antropológica. Asociación Médica


Argentina. La Prensa Médica Argentina. Buenos Aires, 1992.

 La noción de qué se entiende por investigación científica ha sido


acabadamente desarrollada en este tratado. se hará referencia a
una parte del tema de la investigación científica, los aspectos éticos
de los estudios médicos y conductuales concernientes a la salud
humana y dentro de ellos los que comprometen en algún momento
de su desarrollo la experimentación en seres humanos, es decir en
la cual el “sujeto” de estudio es el ser humano, entendido como
sujeto de investigación, tanto la que se lleva a cabo conjuntamente
con la atención del paciente, (investigación clínica) como aquella
que se desarrolla en pacientes u otras personas o con datos
pertinentes a ellos, exclusivamente para contribuir a los
conocimientos generalizables, (investigación biomédica no clínica)

Pautas éticas internacionales para la investigación y


experimentación biomédica en seres humanos. Consejo de
Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas,
(CIOMS). Organización Mundial de la Salud. (OMS), 1996

 Por investigación clínica entonces se entiende el proceso de


validación de distintas prácticas en la atención de la salud que se
realizan en “sujetos humanos”. La validación clínica es entonces la
fase experimental que se realiza en seres humanos

Gracia, Diego. Conferencia dictada en el “Taller y


Conferencias de Bioética”. Hospital Italiano de Bs. As. Dto.
De Docencia e Investigación. 4 al 7 de Setiembre, 1995.

 La investigación en seres humanos permite mejorar el diagnóstico


y el tratamiento de las enfermedades. Sin perjuicio de los
beneficios indudables para la humanidad, se debe tener presente
que la historia de este tipo de investigación muestra que cada vez
que su práctica se separó de la reflexión moral y del control social,
se produjeron hechos aberrantes y diversos atropellos a los
derechos humanos (antes, durante y después de la Segunda
Guerra Mundial). Actualmente se asiste a un vivo debate entre las
tendencias favorables a una flexibilización ética, que permita abatir
los tiempos y los costos de la experimentación, y las contrarias,
que sostienen que es inaceptable permitir un doble estándar ético
que convertiría a personas y poblaciones vulnerables en meros
medios para el logro de un beneficio para la humanidad o la ciencia.
El debate se centra en abrir la puerta o no al uso de placebo en
ensayos clínicos controlados cuando existe un tratamiento
conocido y en asegurarle o no a los participantes los beneficios de
tratamientos sin costo. Hasta el momento, la legislación nacional
en la materia (decreto 379/008) ha resistido la tendencia a la
flexibilización

Kottow M. Conflictos en ética de investigación con seres


humanos. Cad Saúde Pública 2005; 21(3): 862-9.

5.3 .- La medicina frente a la muerte

 Conviene a la conciencia y a la conducta, tanto del enfermo como


de sus familiares y, evidentemente, a la del propio médico, actores
todos del drama que va a aparecer más o menos inmediatamente.
En cuanto a éste, que ha diagnosticado el proceso y que ha
establecido un fatal pronóstico, va a ser el centro de atención de
todos, porque de él, en gran parte, van a partir las decisiones a
tomar en cuanto a la comunicación de la noticia, primer paso en su
actuación. Vaya por delante que, en general, el médico se
encuentra incómodo, en estas situaciones por falta de preparación
específica ya que, formado para curar enfermos, se encuentra, de
pronto, enfrentándose a la muerte, postura que, incluso puede
crearle7 la tentación de evadirse del problema. Más, casi siempre,
triunfará su profesionalidad y su humanitarismo, colocándose en el
centro de la escena y erigiéndose en el “maestro de ceremonias”,
que señalará el protocolo de actuación de todas las partes
implicadas. Representará el papel de médico-amigo, que
trasciende la amistad con su aportación profesional, en un papel
casi mítico, semejante al de los hechiceros de las tribus primitivas.
Afirma el Dr. García-Sabell al respecto: “Somos los que
acompañamos al enfermo sin poseer todas las claves de sus
padecimientos; sin llegar a la realidad última y alquitarada de lo
morboso. Por eso, nuestra compañía tiene más valor. Somos los
que dan la mano”. Esa mano que simboliza mejor que ningún otro
signo cuál debe ser el verdadero lugar del médico en esos
momentos

AUTOR: LEÓN, A., La muerte y el morir, Ed. Lagoven, Caracas


1980, p. 201.

 La muerte es imprevista, solitaria, personal, inclasificable,


incomparable e inevitable. Sin embargo, se evita hablar de ella, en
la mayoría de las culturas. Es por esto que se debe crear
conciencia en cuanto a ella, para así facilitar la comunicación entre
el médico y el paciente. El ser humano envejece desde el instante
mismo de la concepción. De la relación con su medio ambiente y
de los cuidados médicos dependerá que sus últimos años de vida
sean de gran utilidad y provecho, en lugar de tristes, solitarios y
dolorosos. El personal de salud ha de considerar que la medicina
tiene un propósito curativo, pero también otro aliviador o paliativo.
Para lograr esto, se deben tomar en cuenta dos grandes preceptos
tomados del Hcibeas Hippocraticus: No hacer daño y no prolongar
el sufrimiento. Profundos principios éticos, morales y humanos que
contribuyen a brindar al enfermo una supervivencia digna, con
calidad de vida útil para sí y sus semejantes. Un compromiso ético
consiste en acompañar a un paciente durante el trayecto de su
enfermedad, sin importar su desenlace. Para el -o la- paciente,
morir en una unidad de cuidados representa el abandono a las
buenas intenciones y a los alcances tecnológicos de un equipo
profesional, pero ajeno e impersonal. El equipo de salud en general
debe tener presente curar algunas veces, aliviar con frecuencia v
consolar siempre. Todo ser humano tiene derecho a ser informado
en cuanto a su diagnóstico y pronóstico. Se debe establecer una
relación con el paciente, tomarle en cuenta, sonreírle, mirarle a los
ojos, acercarse a su cama y saludarle de una manera más
personal. Asimismo, se debe aceptar su voluntad y deseos, los
cuales deben ser protegidos y respetados, como la expresión de
su autonomía humana. Por supuesto, lo ideal es que exista una
decisión reflexiva tomada por el enfermo y el médico; y apoyada,
en segundo término, por la familia.

AUTOR: Profesionales de la salud ante la muerte María del


Pilar Maqueo Velasco1 y Ana María Espinoza Salas

5.4 .- Eutanasia

 La palabra eutanasia procede del griego eu= bueno y thanatos=


muerte. La utilización de este término, “buena muerte”, ha
evolucionado y actualmente hace referencia al acto de acabar con
la vida de una persona enferma, a petición suya o de un tercero,
con el fin de minimizar el sufrimiento.

AUTOR: Abellán Salort JC. Bioética, Autonomía y Libertad.


Fundación Universitaria Española. 2007.

 La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la eutanasia


como aquella “acción del médico que provoca deliberadamente la
muerte del paciente”. Esta definición resalta la intención del acto
médico, es decir, el querer provocar voluntariamente la muerte del
otro. La eutanasia se puede realizar por acción directa:
proporcionando una inyección letal al enfermo, o por acción
indirecta: no proporcionando el soporte básico para la
supervivencia del mismo. En ambos casos, la finalidad es la misma:
acabar con una vida enferma. Esta acción sobre el enfermo, con
intención de quitarle la vida, se llamaba, se llama y debería seguir
llamándose homicidio. La información y conocimiento del paciente
sobre su enfermedad y su demanda libre y voluntaria de poner fin
a su vida, el llamado homicidio asistido, no modifica que sea un
homicidio, ya que lo que se propone entra en grave conflicto con
los principios rectores del Derecho y de la Medicina hasta nuestros
días.

AUTOR: Henk ten Have, Secretario de la European Society for


Philosophy of Medicine and Health Care, Conferencia
pronunciada en Fundación de Ciencias de la Salud
“Eutanasia: La experiencia holandesa”. 25/10/1995. Madrid.

 El término eutanasia1 deriva del griego: "eu" (bien) y "thánatos"


(muerte). Es todo acto u omisión cuya responsabilidad recae en
personal médico o en individuos cercanos al enfermo, y que
ocasiona la muerte inmediata de éste con el fin de evitarle
sufrimientos insoportables o la prolongación artificial de su vida.
Cabe inicialmente destacar dos datos relevantes: para que la
eutanasia sea considerada como tal, el enfermo ha de padecer,
necesariamente, una enfermedad terminal o incurable, y en
segundo lugar, el personal sanitario ha de contar expresamente
con el consentimiento del enfermo.

AUTOR : EUTANASIA: CONCEPTO LEGAL RAMÓN MACIÁ


GÓMEZ Magistrado Jubilado Junio de 2.008
6.- Desarrollar cada uno de los códigos que se muestran en el siguiente
esquema; agregar el código y deontología de Enfermería. (de manera
resumida)

6.1 CÓDIGO DE NÚREMBERG

Tribunal Internacional de Núremberg, 1947 Experimentos médicos permitidos


Son abrumadoras las pruebas que demuestran que algunos tipos de
experimentos médicos en seres humanos, cuando se mantienen dentro de
límites bien definidos, satisfacen -generalmentela ética de la profesión médica.
Los protagonistas de la práctica de experimentos en humanos justifican sus
puntos de vista basándose en que tales experimentos dan resultados
provechosos para la sociedad, que no pueden ser procurados mediante otros
métodos de estudio. Todos están de acuerdo, sin embargo, en que deben
conservarse ciertos principios básicos para poder satisfacer conceptos morales,
éticos y legales:

1) El consentimiento voluntario del sujeto humano es absolutamente esencial.


Esto quiere decir que la persona implicada debe tener capacidad legal para dar
su consentimiento; que debe estar en una situación tal que pueda ejercer su
libertad de escoger, sin la intervención de cualquier elemento de fuerza, fraude,
engaño, coacción o algún otro factor coercitivo o coactivo; y que debe tener el
suficiente conocimiento y comprensión del asunto en sus distintos aspectos para
que pueda tomar una decisión consciente. Esto último requiere que antes de
aceptar una decisión afirmativa del sujeto que va a ser sometido al experimento
hay que explicarle la naturaleza, duración y propósito del mismo, el método y las
formas mediante las cuales se llevará a cabo, todos los inconvenientes y riesgos
que pueden presentarse, y los efectos sobre su salud o persona que puedan
derivarse de su participación en el experimento. El deber y la responsabilidad de
determinar la calidad del consentimiento recaen en la persona que inicia, dirige,
o implica a otro en el experimento. Es un deber personal y una responsabilidad
que no puede ser delegada con impunidad a otra persona.

2) El experimento debe realizarse con la finalidad de obtener resultados


fructíferos para el bien de la sociedad que no sean asequibles mediante otros
métodos o medios de estudio, y no debe ser de naturaleza aleatoria o
innecesaria.

3) El experimento debe diseñarse y basarse en los resultados obtenidos


mediante la experimentación previa con animales y el pleno conocimiento de la
historia natural de la enfermedad o del problema en estudio, de modo que los
resultados anticipados justifiquen la realización del experimento.

4) El experimento debe ser conducido de manera tal que evite todo sufrimiento
o daño innecesario físico o mental.

5) No debe realizarse experimento alguno cuando hay una razón a priori para
suponer que puede ocurrir la muerte o una lesión irreparable; excepto, quizá, en
los experimentos en los que los médicos investigadores son también sujetos de
experimentación.

6) El riesgo tomado no debe exceder nunca el determinado por la importancia


humanitaria del problema que ha de resolver el experimento.

7) Se deben tomar las precauciones adecuadas y disponer de las instalaciones


óptimas para proteger al sujeto implicado de las posibilidades incluso remotas
de lesión, incapacidad o muerte.

8) El experimento debe ser conducido únicamente por personas científicamente


calificadas. En todas las fases del experimento se requiere la máxima precaución
y capacidad técnica de los que lo dirigen o toman parte en el mismo.

9) Durante el curso del experimento el sujeto humano deber tener la libertad de


poder finalizarlo si llega a un estado físico o mental en el que la continuación del
experimento le parece imposible.

10) En cualquier momento durante el curso del experimento el científico que lo


realiza debe estar preparado para interrumpirlo si tiene razones para creer -en el
ejercicio de su buena fe, habilidad técnica y juicio cuidadoso- que la continuación
del experimento puede provocar lesión incapacidad o muerte al sujeto en
experimentación.

6.2 DECLARACION DE HELSINKI

I. Principios básicos
1. La investigación biomédica que implica a personas debe concordar con
los principios científicos aceptados universalmente y debe basarse en una
experimentación animal y de laboratorio suficiente y en un conocimiento
minucioso de la literatura científica.

2. El diseño y la realización de cualquier procedimiento experimental que


implique a personas debe formularse claramente en un protocolo
experimental que debe presentarse a la consideración, comentario y guía
de un comité nombrado especialmente, independientemente del
investigador y del promotor, siempre que este comité independiente actúe
conforme a las leyes y ordenamientos del país en el que se realice el
estudio experimental.

3. La investigación biomédica que implica a seres humanos debe ser


realizada únicamente por personas científicamente cualificadas y bajo la
supervisión de un facultativo clínicamente competente. La responsabilidad
con respecto a las personas debe recaer siempre en el facultativo
médicamente cualificado y nunca en las personas que participan en la
investigación, por mucho que éstas hayan otorgado su consentimiento.

4. La investigación biomédica que implica a personas no puede llevarse a


cabo lícitamente a menos que la importancia del objetivo guarde proporción
con el riesgo inherente para las personas.

5. Todo proyecto de investigación biomédica que implique a personas debe


basarse en una evaluación minuciosa de los riesgos y beneficios previsibles
tanto para las personas como para terceros. La salvaguardia de los
intereses de las personas deberá prevalecer siempre sobre los intereses
de la ciencia y la sociedad.

6. Debe respetarse siempre el derecho de las personas a salvaguardar su


integridad. Deben adoptarse todas las precauciones necesarias para
respetar la intimidad de las personas y reducir al mínimo el impacto del
estudio sobre su integridad física y mental y su personalidad.

7. Los médicos deben abstenerse de comprometerse en la realización de


proyectos de investigación que impliquen a personas a menos que crean
fehacientemente que los riesgos involucrados son previsibles. Los médicos
deben suspender toda investigación en la que se compruebe que los
riesgos superan a los posibles beneficios.

8. En la publicación de los resultados de su investigación, el médico está


obligado a preservar la exactitud de los resultados obtenidos. Los informes
sobre experimentos que no estén en consonancia con los principios
expuestos en esta Declaración no deben ser aceptados para su
publicación.

9. En toda investigación en personas, cada posible participante debe ser


informado suficientemente de los objetivos, métodos, beneficios y posibles
riesgos previstos y las molestias que el estudio podría acarrear. Las
personas deben ser informadas de que son libres de no participar en el
estudio y de revocar en todo momento su consentimiento a la participación.
Seguidamente, el médico debe obtener el consentimiento informado
otorgado libremente por las personas, preferiblemente por escrito.

10. En el momento de obtener el consentimiento informado para participar


en el proyecto de investigación, el médico debe obrar con especial cautela
si las personas mantienen con él una relación de dependencia o si existe
la posibilidad de que consientan bajo coacción. En este caso, el
consentimiento informado debe ser obtenido por un médico no
comprometido en la investigación y completamente independiente con
respecto a esta relación oficial.

11. En el caso de incompetencia legal, el consentimiento informado debe


ser otorgado por el tutor legal en conformidad con la legislación nacional.
Si una incapacidad física o mental imposibilita obtener el consentimiento
informado, o si la persona es menor de edad, en conformidad con la
legislación nacional la autorización del pariente responsable sustituye a la
de la persona. Siempre y cuando el niño menor de edad pueda de hecho
otorgar un consentimiento, debe obtenerse el consentimiento del menor
además del consentimiento de su tutor legal.
12. El protocolo experimental debe incluir siempre una declaración de las
consideraciones éticas implicadas y debe indicar que se cumplen los
principios enunciados en la presente Declaración.

6.3 DECLARACIÓN DE GINEBRA

Adoptada para la Asamblea General de la Asociación Médica Mundial, Ginebra,


Suiza, Setiembre 1948 y enmendada por la 22a Asamblea Mundial, Sidney,
Australia, 1968 y la 46a Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre 1983
y la 46a Asamblea General de AMM, Estocolmo, Suecia, Setiembre 1994. Al
integrarme como miembro de la comunidad médica, juro solemnemente:

• consagrar mi vida al servicio de la humanidad;

• tratar con respeto y gratitud a mis maestros;

• cumplir mi deber profesional a conciencia y con dignidad;

• preocuparme ante todo por la salud de mis pacientes;

• guardar los secretos que me fueran confiados por el paciente, aun después de
su muerte; mantener por todos los medios que están a mi alcance, el honor y las
nobles tradiciones de la profesión médica;

• tratar a mis colegas como hermanos;

• no permitir que circunstancias vinculadas con la edad, el estado de salud, el


credo, el origen étnico, el sexo, la nacionalidad, las convicciones políticas, la
orientación sexual o la posición social me impidan el cumplimiento de mi deber
para con el paciente;

• mantener el mayor respeto para la vida humana desde sus comienzos, aun
bajo amenazas, y no utilizar los conocimientos médicos en contra de las leyes
de la humanidad. Hago estas solemnes promesas libremente, y juro cumplirlas
por mi honor.

6.4 CÓDIGO INTERNACIONAL DE ETICA MÉDICA

El Código de Ética en Medicina es el conjunto de disposiciones inspiradas en


principios éticos universales, que regula la conducta médica en el ejercicio de su
profesión y en su relación con la sociedad. Los códigos de ética son el resultado
de una larga evolución histórica y doctrinal que ha durado más de dos mil años.
Uno de los códigos médicos más antiguos fue el de las mil prescripciones de oro
de Sun Szu-miao, redactadas en china en el siglo VI d.C. En occidente, los
códigos sistemáticos de ética médica aparecieron durante el siglo XIX
patrocinado por las asociaciones médicas, en el contexto de las luchas por el
monopolio médico y el autocontrol profesional.

El primer código contemporáneo de ética fue promulgado por la Asociación


Médica de Boston en 1.808. Pero el código más famoso fue el que elaboró en
1.847 la recién fundada Asociación Médica Americana. La Asociación Médica
Mundial también propuso en 1.949 un Código Internacional de ética médica.
América latina no ha sido ajena a la apropiación de este código, ya que se han
implementado muchos códigos de ética y deontología médicas, los mismos que
están vigentes en nuestro país en su última versión luego de su aprobación
mediante Resolución No. 0622 de 25 de julio de 2008 por el Ministerio de Salud.

Los códigos de ética han ofrecido garantías a la sociedad; han reforzado la


medicina científica; han suavizado los conflictos entre los profesionales médicos
y han fomentado sus legítimos intereses. Han servido de ennoblecerla y
motivarla éticamente. Definieron al auténtico profesional de la medicina y lo
diferenciaron de los impostores y charlatanes. Propagaron la noble imagen del
médico virtuoso consagrado a su profesión, compasivo y humano. Estos códigos
también sirvieron para afianzar los llamados principios de beneficiencia y no
maleficiencia.

6.5 DECLARACIÓN DE LISBOA

La relación entre los médicos, sus pacientes y la sociedad toda ha sufrido


importantes cambios en los últimos años. Aunque el médico siempre debe actuar
de acuerdo a su conciencia y en el mejor interés del paciente, se deben hacer
los mismos esfuerzos a fin de garantizar la autonomía y justicia con el paciente.
La siguiente Declaración representa algunos de los derechos principales del
paciente que la profesión médica ratifica y promueve. Los médicos y otras
personas u organismos que proporcionan atención médica, tienen la
responsabilidad conjunta de reconocer y respetar estos derechos. Cuando la
legislación, una medida del gobierno, o cualquier otra administración o institución
niega estos derechos al paciente, los médicos deben buscar los medios
apropiados para asegurarlos o restablecerlos.

PRINCIPIOS

1. Derecho a la atención médica de buena calidad


2. Derecho a la libertad de elección
3. Derecho a la autodeterminación
4. El Paciente inconsciente
5. El Paciente legalmente incapacitado
6. Procedimientos contra la voluntad del paciente
El diagnóstico o tratamiento se puede realizar contra la voluntad del
paciente, en casos excepcionales sola y específicamente si lo autoriza la ley
y conforme a los principios de ética médica.
7. Derecho a la información
8. Derecho al secreto
9. Derecho a la Educación sobre la Salud
Toda persona tiene derecho a la educación sobre la salud para que la ayude
a tomar decisiones informadas sobre su salud personal y sobre los servicios
de salud disponibles. Dicha educación debe incluir información sobre los
estilos de vida saludables y los métodos de prevención y detección
anticipada de enfermedades. Se debe insistir en la responsabilidad personal
de cada uno por su propia salud. Los médicos tienen la obligación de
participar activamente en los esfuerzos educacionales.
10. Derecho a la dignidad
11. Derecho a la Asistencia Religiosa
El paciente tiene derecho a recibir o rechazar asistencia espiritual y moral,
inclusive la de un representante de su religión.
6.6 CÓDIGO DE ÉTICA Y DEONTOLOGÍA DEL COLEGIO MÉDICO DEL
PERÚ

Tradicionalmente, los códigos de ética son códigos deontológicos que se basan


en ciertos principios sustentados en la teoría ética vigente. Así, el primer Código
de Ética y Deontología del CMP, establecía que los principios de carácter moral
aseguran una práctica honesta y honorable por parte de los médicos; señalaba
la singular nobleza de los ideales de la medicina, sobre todo el respeto de la vida
y la persona humana; señalaba que el médico debe promover el derecho a la
salud, que se sustenta en los principios de equidad, solidaridad, universalidad e
integridad de la atención de salud, pues es el legítimo defensor del ser humano
ante el dolor, el sufrimiento y la muerte; abogaba por una medicina realmente
humana, basada en el secreto médico, y por la realización en la vida del médico
del decoro, la honestidad, el desinterés y la integridad moral.

En la segunda versión del Código, se destacan, ahora explícitamente, los


principios de beneficencia y de no maleficencia, como principios tradicionales de
la medicina, y se incluyen los principios de autonomía y justicia, en clara
respuesta a la teoría bioética principialista que se venía desarrollando y
aplicando en el ámbito anglosajón y latinoamericano desde unas décadas atrás.
Incluye, también en forma más explícita la obligación de respetar los derechos
humanos del paciente, y se da la mayor importancia al consentimiento informado
para el cumplimiento de toda prescripción médica

6.7 DECLARACIÓN DE LA ASOCIACIÓN MÉDICA MUNDIAL SOBRE LA


NEGLIGENCIA MÉDICA

En esta declaración, la Asociación Médica Mundial desea informar a las


asociaciones médicas nacionales sobre algunos de los hechos y problemas
relacionados con las demandas por negligencia médica. Las leyes y los sistemas
jurídicos en cada país, como las tradiciones sociales y condiciones económicas,
influirán en la aplicación de ciertos elementos de esta declaración para cada
asociación médica nacional. Sin embargo, la Asociación Médica Mundial estima
que esta declaración debe ser de interés para todas las asociaciones médicas
nacionales.
1. El aumento de demandas por negligencia médica puede ser el resultado,
en parte, de una o más de las siguientes circunstancias:
2. Se debe hacer una distinción entre la negligencia médica y el accidente
durante la atención médica y el tratamiento, sin que haya responsabilidad
del médico.
3. La indemnización de los pacientes víctimas de accidente médico puede
ser determinada hasta el punto que no existan leyes nacionales que
prohiban esto, por sistemas diferentes si se trata de una negligencia
médica o de un accidente desafortunado que ocurre durante la atención
médica y el tratamiento.
4. Las asociaciones médicas nacionales deben considerar algunas o todas
de las siguientes actividades, a fin de proporcionar un tratamiento
equitativo y justo a pacientes y médicos:

6.8 El Código deontológico del CIE

Para la profesión de enfermería, revisado reciéntemente en el año 2012, es una


guía para la acción basada en los valores y necesidades sociales. El Código ha
servido de norma para las enfermeras de todo el mundo desde su adopción en
1953. El código es regularmente revisado, respondiendo a las realidades de la
enfermería y de la atención de salud en una sociedad cambiante.

El Código establece claramente que el respeto de los derechos humanos, con


inclusión del derecho a la vida, el derecho a la dignidad y el derecho a ser tratado
con respeto, es inherente a la enfermería. El Código de ética del CIE orienta a
las enfermeras en sus opciones de cada día y sostiene su negación a participar
en actividades contrarias a la prestación de cuidados y a la curación.

1. La enfermera y las personas La responsabilidad profesional primordial de la


enfermera será para con las personas que necesiten cuidados de
enfermería. Al dispensar los cuidados, la enfermera promoverá un entorno
en el que se respeten los derechos humanos, valores, costumbres y
creencias espirituales de la persona, la familia y la comunidad. La enfermera
se cerciorará de que la persona reciba información precisa, suficiente y
oportuna, de manera culturalmente adecuada, en la cual fundamentará el
consentimiento de los cuidados y el tratamiento correspondiente. La
enfermera mantendrá confidencial toda información personal y utilizará la
discreción al compartirla. La enfermera compartirá con la sociedad la
responsabilidad de iniciar y mantener toda acción encaminada a satisfacer
las necesidades de salud y sociales del público, en particular las de las
poblaciones vulnerables. La enfermera defenderá la equidad y la justicia
social en la distribución de los recursos, en el acceso a los cuidados de salud
y en los demás servicios sociales y económicos. La enfermera demostrará
valores profesionales tales como el respeto, la disponibilidad, la compasión,
la confianza y la integridad.

2. La enfermera y la práctica La enfermera será personalmente responsable y


deberá rendir cuentas de la práctica de enfermería y del mantenimiento de
su competencia mediante la formación continua. La enfermera mantendrá un
nivel de salud personal que no compro-meta su capacidad para dispensar
cuidados. La enfermera juzgará la competencia de las personas al aceptar y
delegar responsabilidad.

3. La enfermera y la profesión A la enfermera incumbirá la función principal al


establecer y aplicar normas aceptables de práctica clínica, gestión,
investigación y formación de enfermería. La enfermera contribuirá
activamente al desarrollo de un núcleo de conocimientos profesionales
basados en la investigación, que favorezca la práctica basada en pruebas.
La enfermera participará en el desarrollo y en el sostenimiento de un
conjunto de valores profesionales.

4. La enfermera y sus compañeros de trabajo La enfermera mantendrá una


relación respetuosa de cooperación con las personas con las que trabaje en
la enfermería y en otros sectores. La enfermera adoptará las medidas
adecuadas para preservar a las personas, familias y comunidades cuando
un compañero u otra persona pongan en peligro su salud. La enfermera
actuará adecuadamente para prestar apoyo y orientar a las personas con las
que trabaja, para fortalecer el comportamiento ético.

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