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Parte primera
I.1. La paradoja de la soberanía se enuncia así: <El soberano está, al mismo tiempo, fuera y
dentro del ordenamiento jurídico>. Si soberano es, en efecto, aquel a quien el orden jurídico
reconoce el poder de proclamar el estado de excepción y de suspender, de este modo, la
validez del orden jurídico mismo, entonces <cae, pues, fuera del orden jurídico normalmente
vigente sin dejar por ello de pertenecer aél, puesto que tiene competencia para decidir si la
Constitución puede ser suspendida “in toto” (SchmittI, p. 37). La precisión “al mismo tiempo”
no es trivial: el soberano al tener el poder legal de suspender la validez de la ley, se sitúa
legalmente fuera de ella. Y esto significa que la paradoja de la soberanía puede formularse
también de esta forma: <La ley está fuera de sí misma>, o bien: <Yo, el soberano, que estoy
fuera de la ley, declaro que no hay un fuera de la ley>.
Vale la pena reflexionar sobre la topología implícita en la paradoja, porque sólo una vez que se
haya comprendido su estructura, quedará claro en qué medida la soberanía marca el límite (en
el doble sentido de fin y de principio) del orden jurídico. Schmitt presenta esta estructura
como la de la excepción (Ausnabme):
Lo excepcional es lo que no se puede subsumir; escapa a toda determinación general, pero, al mismo, tiempo, pone
al descubierto en toda su pureza un elemento específicamente jurídico, la “decisión”. … Toda norma general
requiere que las condiciones de vida a las cuales ha de ser aplicada efectivamente y que han de ser sometidas a
regulación normativa, tengan configuración normal. La norma exige un medio homogéneo. … no existe una sola
norma que pueda aplicarse a un caos. … Es necesario de todo punto implantar una situación normal, y soberano es
quien con carácter definitivo decide si la situación es, en efecto, normal. El derecho es siempre “derecho de una
situación determinada”. El soberano crea esta situación y la garantiza en su totalidad. Él asume el monopolio de la
última decisión. En lo cual estriba precisamente la esencia de la soberanía del Estado, que más que monopolio de la
coacción o del mando es monopolio de la decisión, …El caso excepcional transparenta de la manera más luminosa la
esencia de la autoridad del Estado. Vemos que en tal caso la decisión se separa de la norma jurídica y , si se nos
permite la paradoja, la autoridad demuestra que para crear derecho no necesita derecho…La excepción es más
interesante que el caso normal. Lo normal nada prueba, la excepción, todo; no solo confirma la regla, sino que ésta
vive de aquella…