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EL

PROBLEMA
DEL MAL
UNIVERSIDAD PRIVADA DE PUCALLPA
FACULTAD
CIENCIAS CONTABLES FINANCIERAS Y ADMINISTRATIVAS

ESCUELA
CIENCIAS CONTABLES Y FINANCIERAS

ASIGNATURA
ÉTICA PROFESIONAL

“EL PROBLEMA DEL MAL”

AUTORES:
DIAZ WESEMBER, JUVER ISAAC
PEZO REÁTEGUI, JUAN ANDRÉS

DOCENTE
BONIFACIO SOLIS, BELY

CICLO
II

TURNO
NOCHE

PUCALLPA, 26 DE ABRIL DEL 2018

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DEDICATORIA
Este trabajo va dedicado a la
persona más maravillosa de
mundo: Mamá.

3
ÍNDICE

DEDICATORIA ................................................................................... 3

ÍNDICE ................................................................................... 4

RESUMEN ................................................................................... 5

INTRODUCCIÓN ................................................................................... 6

EL PROBLEMA DEL MAL


I. ANTECEDENTES ................................................................................... 7

II. ARGUMENTOS DETALLADOS .................................................................. 8

III. RESPUESTAS, DEFENSAS Y TEODICEAS .............................................. 9

IV. POR RELIGIÓN ................................................................................. 15

CONCLUSIONES .................................................................... 18

RECOMENDACIONES .................................................................... 19

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ................................................................ 20

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RESUMEN

La presente monografía denominada EL PROBLEMA DEL MAL, tuvo como


objetivo general Informar sobre el origen del mal, así como, los planteamientos
y teodiceas.

Asimismo, el método utilizado en esta monografía fue de compilación, que nos


permitió concluir que:

 El mal, propiamente dicho, no existe, sino es un paradigma mental que


está presente desde el origen de la humanidad.

 La existencia del bien y el mal, es creada por la humanidad, por lo tanto,


se basa omnisciencia, omnipotencia u omnibenevolencia, los cuales, son
conceptos muy ambiguos y generales.

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INTRODUCCIÓN

Dentro de la filosofía de la religión, el problema del mal es el problema de


conciliar la existencia del mal y del sufrimiento en el mundo con la
existencia de una deidad que sea omnisciente, omnipresente,
omnipotente y omnibenevolente.

De aquí que se elaboren argumentos que buscan demostrar que la


coexistencia entre el mal y tal deidad sería imposible o improbable.

Los intentos por afirmar lo contrario han sido encuadrados


tradicionalmente bajo el nombre de teodicea.

Además muchas discusiones sobre el mal y problemas relacionados en


otros campos filosóficos, tales como la ética secular o la ética
evolucionista, pero en el sentido ordinario se trata dentro del contexto
teológico.

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EL PROBLEMA DEL MAL

I. ANTECEDENTES
Algunos cristianos creen que la condenación del mal por Dios fue
ejecutada y expresada en la creación del mundo; un juicio que es
inexorable debido a la omnipotencia de Dios, voluntad increada; un
constante y eterno juicio que será anunciado y comunicado a las personas
en el Juicio Final. En esta explicación (predestinación), Dios se le estima
benévolo debido a que su ajusticiamiento del mal es un buen juicio.

Otras explicaciones incluyen considerar al mal como el resultado de un


abuso del libre albedrío de las criaturas de Dios, la postura de que se
requiere sufrimiento para el crecimiento espiritual, y escepticismo
respecto a la habilidad de los humanos para entender las razones de Dios
para permitir la existencia del mal. La idea de que el mal provenga de un
mal uso de la libre voluntad podría también ser incompatible con una
deidad que conoce todos los eventos futuros, ya que eliminaría nuestra
capacidad de "hacer otra cosa" en cualquier situación y por tanto el libre
albedrío.

¿Es que Dios quiere prevenir el mal, pero no es capaz?


Entonces no es omnipotente.

¿Es capaz, pero no desea hacerlo?


Entonces es malévolo.

¿Es capaz y desea hacerlo? ¿De dónde surge entonces


el mal?
¿Es que no es capaz ni desea hacerlo? ¿Entonces por
qué llamarlo Dios?

PARADOJA DE EPICURO

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II. ARGUMENTOS DETALLADOS
Se han formulado numerosas versiones del problema del mal, las que
incluyen formulaciones filosóficas, teológicas y bíblicas.

2.1 PROBLEMA LÓGICO DEL MAL

Se ha atribuido al filósofo griego Epicuro la formulación original del


problema del mal, y este argumento puede esquematizarse como
sigue:

 Si una deidad omnipotente, omnisciente y omnibenevolente


existe, entonces el mal no existe.
 Hay maldad en el mundo.
 Por lo tanto una deidad omnipotente, omnisciente y
omnibenevolente no existe.

Este argumento del tipo modus tollens es lógicamente válido y en


consecuencia si las premisas son ciertas, la conclusión
necesariamente también debe serlo. Sin embargo, no es claro
exactamente cómo la existencia de una deidad todopoderosa y
perfectamente buena garantiza la inexistencia de la maldad. Esto
es, no es claro si la primera premisa es cierta. Para mostrar que es
plausible, las versiones posteriores tienden a desarrollarla, tal como
el siguiente ejemplo moderno:

 Dios existe.
 Dios es omnipotente, omnisciente y omnibenevolente.
 Un ser omnibenevolente querría evitar todo los males.
 Un ser omnisciente conoce todas las formas en que el mal
puede originarse.
 Un ser omnipotente tiene el poder de prevenir que el mal se
origine.
 Un ser que conoce cada forma en que el mal pueda
originarse, es capaz de prevenir su existencia, y quiere
hacerlo, prevendría la existencia del mal.
 Si existe un ser omnipotente, omnisciente y
omnibenevolente, entonces la maldad no existe.
 El mal existe (contradicción lógica).

2.2 PROBLEMA EVIDENCIAL DEL MAL

La versión evidencial del problema del mal (también llamado como


la versión probable o inductiva), busca mostrar que la existencia del
mal, aunque lógicamente consistente con la existencia de tal

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deidad, va en contra y disminuye las probabilidades de que el
teísmo sea cierto.

Como ejemplo, un crítico de la idea de Platinga de "un poderoso


espíritu no humano" que causa males naturales puede conceder
que la existencia de tal ser no es lógicamente imposible pero
argumentaría que debido a la falta de evidencias científicas para tal
existencia, esto es muy improbable y por tanto no es un explicación
convincente de la presencia de los males naturales. A continuación
se presentan las versiones absolutas y relativas del problema
evidencial del mal.

Versión de William L. Rowe:

 Existen instancias de intenso sufrimiento en que un ser


omnipotente y omnisciente podría haber previsto sin por ello
perder algún bien superior ni permitir algún mal igualmente
malo o peor.

 Un ser omnisciente, totalmente bueno podría haber


prevenido la ocurrencia de cualquier intenso sufrimiento si
pudiese, a menos que esto perjudicara a un bien superior o
permitiese un mal igualmente malo o peor.

 Por lo tanto, no existe un ser omnipotente, omnisciente y


totalmente bueno.

2.3 OTROS ARGUMENTOS

Las doctrinas del Infierno, particularmente aquellas de sufrimiento


eterno, plantean formas particularmente fuertes del problema del
mal al defender la existencia de un castigo divino de tortura infinita
(véase problema del infierno). Al considerar males la no creencia,
creencias equivocadas y el diseño precario de los seres vivientes,
los argumentos de la no creencia, de las revelaciones
inconsistentes y del mal diseño son otros ejemplos de que la
coexistencia entre el mal y tal deidad es improbable o imposible.

III. RESPUESTAS, DEFENSAS Y TEODICEAS


Las respuestas al problema del mal en ocasiones han sido clasificadas en
defensas o teodiceas. Sin embargo, los autores difieren de sus
definiciones precisas.

Generalmente, una defensa se refiere al intento de resolver el problema


lógico del mal al mostrar que no hay una incompatibilidad lógica entre las
existencias del mal y de tal dios.

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Esta tarea no requiere proveer una explicación plausible del mal y es
exitosa si logra compatibilizarlos.

Ni siquiera necesita ser verdadera, debido a que una explicación falsa,


aunque coherente, sería suficiente para conciliarlas.

Por el otro lado, una teodicea, es más ambiciosa, debido a que intenta dar
una justificación plausible (una razón moral o filosóficamente suficiente)
para la existencia del mal y por tanto rebatir el argumento evidencial del
mal.

Richard Swinburne sostiene que no tiene sentido asumir que existen


bienes superiores que justifican la presencia del mal en el mundo a menos
que se identifiquen cuáles son, de lo contrario no se puede lograr una
teodicea exitosa.

Asimismo, algunos autores consideran que apelar a demonios o la caída


del hombre son en verdad hipotéticamente posibles, pero no muy
plausibles dado nuestro conocimiento del mundo, y por lo tanto estiman
estos argumentos como defensas, mas no buenas teodiceas.

3.1 NEGACIÓN DE LA OMNISCIENCIA, OMNIPOTENCIA U


OMNIBENEVOLENCIA

Si un dios carece de cualquiera de estas cualidades, entonces la


existencia del mal puede ser explicada y por lo tanto el problema
del mal puede ser enfrentado por medio de una formulación o
doctrina alternativa de teología.

En el politeísmo las deidades individuales normalmente no son


omnipotentes u omnibenevolentes ya que sus poderes están
distribuidos entre diversos dioses. Sin embargo, si una de las
deidades tiene estos atributos, el problema del mal resurge.
Sistemas de creencias con varias deidades omnipotentes
conducirán a contradicciones lógicas y conflictos.

El diteísmo (un tipo de dualismo) explica que el problema del mal a


partir de la existencia de dos fuentes, pero no omnipotentes,
deidades que se oponen mutuamente.

3.2 RESPUESTA DEL "BIEN SUPERIOR"

Las paradojas de la omnipotencia, donde el mal persiste aun con la


presencia de un dios todopoderoso, plantean interrogantes
respecto a la naturaleza de la omnipotencia divina. Algunas
soluciones proponen que la omnipotencia no implica la habilidad de
realizar lo lógicamente imposible.

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Las respuestas del "bien superior" responde al problema al usar
esta perspectiva para argumentar que la existencia de bienes de
mayor valía que un dios no puede lograr sin permitir el mal, y por
tanto existen males que él no puede prevenir a pesar de ser
omnipotente. Una de las versiones más populares es la apología
del libre albedrío.

3.2.1 LIBRE ALBEDRÍO

El uso del término libre albedrío crea confusión a menos que


sea claramente definido.

Para esto, Mortimer Adler propuso la delineación de tres


tipos de libertad:

 "Libertad circunstancial" es la "libertad frente a la


coerción o ataduras" que previene actuar según la
propia voluntad.

 "Libertad natural" es la libertad de hacer lo que se


desea. Este libre albedrío natural es inherente al ser
humano.

 "Libertad adquirida" es la libertad "de vivir como se


debería". Alcanzar la libertad adquirida requiere un
cambio en el que se adquiere un deseo de vivir de
acuerdo a cualidades como la bondad o la sabiduría.

3.2.2 FORMADOR DEL ESPÍRITU O TEODICEA DE IRENEO

La teodicea del mal como formador del espíritu se


caracteriza por afirmar que el mal y el sufrimiento son
necesarios para el crecimiento espiritual.

La teología consistente con este tipo de teodicea fue


desarrollada por el teólogo cristiano del siglo II Ireneo de
Lyon, y su más reciente defensor ha sido el filósofo de la
religión John Hick.

Una deficiencia notada es que muchos males no parecen


promover ese crecimiento, aún pueden ser extremadamente
destructivos para el espíritu humano.

Hick reconoce que este proceso a menudo falla en el mundo.


Un segundo problema se refiere a la distribución de los
males sufridos: si fuese cierto que un dios permite el mal

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para facilitar el crecimiento personal, entonces se esperaría
que el mal recayese principalmente en aquellos con pobre
salud espiritual.

Este no parece ser el caso, ya que los inmorales disfrutan de


una vida de lujo que los protegen del mal, mientras que
muchos de los honestos son pobres y están familiarizados
con los males del mundo.

Un tercer defecto es que las cualidades desarrolladas


mediante la experiencia del mal son útiles precisamente
porque son eficaces en enfrentar al mal. Pero si no existiese
tal mal, entonces no habría valor en poseer tales atributos, y
por consiguiente tampoco habría necesidad de que un dios
permitiese el mal en primer lugar. Contra este último punto,
podría sostenerse que los rasgos desarrollados son
intrínsecamente valorables, pero esta idea requiere una
justificación.

3.2.3 EL MÁS ALLÁ

También se ha usado la vida después de la muerte como


justificación del mal. El teólogo cristiano Randy Alcorn
defiende que la dicha del Cielo compensará los sufrimientos
terrenales y escribe:

Sin la perspectiva de la eternidad, asumimos que las


personas que mueren jóvenes, los minusválidos,
quienes sufren hambre y aquellos no se casan o no
tienen hijos, o quienes no hacen esto o aquello se
perderán de lo mejor que la vida puede ofrecer. Pero la
teología que destaca estas suposiciones tienen un error
fatal. Presume que nuestra Tierra, cuerpos, cultura,
relaciones y vida presentes son todo lo que hay... [pero]
El Cielo traerá mucha más compensación para nuestros
sufrimientos presentes.

El filósofo Stephen Maitzen ha llamado a este razonamiento


la teodicea de "El Cielo acalla todo" (Heaven Swamps
Everything) y argumenta que es engañoso debido a que
confunde compensación con justificación.

[Este razonamiento] puede surgir al imaginar un estado


mental de éxtasis o misericordia por parte de la dicha:
en el Cielo nadie guarda resentimientos, incluso los
sufrimientos terrenales más horribles no son nada
comparados con la dicha infinita, todos los errores
pasados son perdonados. Pero "ser perdonados" no

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significa "estar justificados"; la ciega reticencia de
afligirse por el sufrimiento no implica que un ser
perfecto estuviese justificado en permitir el sufrimiento
todo este tiempo. Por la misma razón, nuestras prácticas
morales reconocen legítima la denuncia sobre un abuso
infantil incluso si, al crecer, la víctima resulta consumir
drogas que la vuelve indiferente a su pasado. Incluso si
el cielo acalla todo, no significa que justifique todo.

3.3 KARMA Y VIDAS PASADAS

La hipótesis del karma sostiene que los actos buenos conllevan al


placer y los actos malos en sufrimiento. Así acepta que existe el
sufrimiento en el mundo, pero mantiene que no hay sufrimiento
inmerecido, y en que en ese sentido, no hay mal.

La objeción obvia es que las personas también sufren desgracias


injustas es enfrentada con la combinación de las ideas del karma y
la reencarnación, por lo que tal sufrimiento sería el resultado de
malas acciones en vidas pasadas.

En este caso, el problema del mal surge de la posibilidad de invertir


la ley del karma al causar sufrimiento al inocente y placer
gratificante al culpable como ley dominante.

3.4 TEÍSMO ESCÉPTICO

Los teístas escépticos argumentan que debido al conocimiento


limitado de la humanidad, no podemos pretender entender a un
dios o su máximo plan. Cuando un padre lleva su hijo al médico a
una vacunación regular para prevenir enfermedades, se debe a que
lo ama y se preocupa por él. El niño sin embargo no podrá apreciar
esto.

Se ha defendido que al igual que un infante posiblemente no puede


entender los motivos del actuar de su padre debido a sus
limitaciones cognitivas, así también la humanidad es incapaz de
comprender la voluntad de un dios en su estado actual.

Dada esta postura, es esperable la dificultad o imposibilidad de


encontrar una explicación plausible para el mal en un mundo
creado por un ser superior, y en consecuencia el argumento del mal
fracasa a menos que pueda probarse que las razones divinas
puedan ser comprensibles por nosotros.
Una respuesta relacionada es que el bien y el mal están totalmente
fuera de la comprensión humana. Ya que nuestros conceptos del
bien y mal nos son inculcados por un dios solo con el objeto de
facilitar nuestro comportamiento ético en nuestras relaciones con

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otras personas, no deberíamos pretender que nuestras nociones
sean acertadas más allá de esta función, y por lo tanto no podemos
presumir que sean adecuadas para determinar que lo que
llamamos mal realmente lo sea.

3.5 NEGACIÓN DE LA EXISTENCIA DEL MAL

3.5.1 MAL COMO AUSENCIA DE BIEN

El teólogo del siglo V Agustín de Hipona mantuvo que el mal


solo existía como privación o ausencia de bien. La
ignorancia es un mal, pero solo es la ausencia de
conocimiento, que es bueno; así mismo la enfermedad es la
ausencia de salud y la crueldad lo es de compasión.

Dado que el mal no tiene realidad positiva per se, no puede


causarse su existencia, por lo que Dios no es el responsable
de ella. En su forma más fuerte, este principio identifica al
mal como ausencia de Dios, que sería la única fuente de
todo lo que es bueno.

Una opinión similar utiliza el concepto taoísta del yin-yang,


que permite que tanto el bien y el mal tengan una realidad
positiva, pero sostiene que son opuestos complementarios
tal que la existencia de cada uno es dependiente de la
existencia del otro.

La compasión, como virtud, solo puede existir si hay


sufrimiento del que compadecerse; la valentía solo existe si
enfrentamos el peligro; el altruismo solo es preciso cuando
hay los otros son necesitados. A veces es llamado el
"argumento por el contraste".

Quizás la crítica más importante de estos argumentos es


que, aun si se concede su victoria frente al argumento del
mal, son inútiles contra un "argumento de la ausencia de
bien" que puede esgrimirse en su reemplazo, por lo que la
repuesta solo es superficialmente eficaz.

3.5.2 MAL COMO ILUSIÓN

Es posible argumentar que los males como el sufrimiento o


la enfermedad son meras ilusiones y que son consideradas
erróneamente expresiones del mal. Esta perspectiva es
aceptada por algunas filosofías religiosas orientales, como
el hinduismo y budismo, y la Ciencia cristiana. Es casi
plausible cuando nuestros conocimientos de los males son

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geográfica o temporalmente distantes, por lo que pueden no
ser reales después de todo.

Sin embargo, cuando consideramos nuestras propias


sensaciones de dolor y angustia, no parece haber
desacuerdos en comprender que se está afligido por tales
malestares y sufrimientos bajo la influencia externa. Dadas
esas experiencias, no parece razonable descartar todos los
males considerándolos ilusorios.

IV. POR RELIGIÓN


4.1 GNOSTICISMO

El gnosticismo se refiere a las varias creencias que ven a la maldad


debido a la creación del mundo por un dios imperfecto, el demiurgo
y que es contrastado por una entidad superior. Sin embargo, esto
por sí mismo no resuelve el problema del mal si la entidad superior
es omnipotente y omnibenevolente. Creencias gnósticas distintas
pueden dar variadas respuestas, como el maniqueísmo, el cual
adopta el dualismo, en oposición a la doctrina de la omnipotencia.

4.2 CRISTIANISMO

4.2.1 TEODICEA DE IRENEO

La teodicea de Ireneo, planteada por Ireneo de Lyon (n.


Esmirna Asia Menor, c. 130 - m. Lyon, c. 202) y reformulado
por John Hick, sostiene que no se puede alcanzar virtud
moral o amor por Dios si no existe maldad y sufrimiento en
el mundo.

El mal es una formadora del alma y conduce a la verdadera


moral y cercanía a Dios. Dios guardó una distancia
epistémica tal que no fuese cognoscible directamente, por lo
que se pueda luchar para conocerlo y de esta forma
convertirse en realmente buenos. El mal sería pues un
camino a lo bueno por tres razones:

 Medio de conocimiento. El hambre conduce al dolor


y causa la apetencia de comida. El conocimiento del
dolor provoca la empatía por quienes sufren.

 Formador del carácter. El mal ofrece la oportunidad


de crecer moralmente. "Nunca podríamos haber
aprendido el arte del bien en un mundo diseñado en
un paraíso hedonista"- Richard Swinburne.

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 Medio predecible. El mundo sigue a una serie de
leyes naturales. Estas son independientes de
cualquier habitante del universo. El mal solo ocurre
cuando estas leyes naturales chocan con nuestras
necesidades. Esto no es inmoral en lo absoluto.

4.2.2 PELAGIANISMO

Las consecuencias del pecado original fueron cuestionadas


por Pelagio y San Agustín de Hipona.

Pelagio defiende la inocencia original, mientras que Agustín


acusa a Adán y Eva por el pecado original.

El pelagianismo es la creencia de que el pecado original no


corrompió a toda la humanidad y que el libre albedrío mortal
es capaz de elegir el bien o mal sin ayuda divina.

La posición de Agustín, y posteriormente la de esa rama del


cristianismo, es que Adán y Eva tuvieron el poder de
derrumbar el orden perfecto de Dios, por lo que cambiaron
la naturaleza al traer el pecado al mundo, pero la aparición
del pecado limitó a partir de entonces el poder de la
humanidad de evitar las consecuencias sin ayuda divina.60

La teología de la Iglesia ortodoxa sostiene que la humanidad


heredó la naturaleza del pecado pero no la culpa de Adán y
Eva por su pecado que resultó en el destierro.

4.2.3 TEODICEA AGUSTINIANA

Agustín de Hipona (354 AD – 430) en su teodicea se centra


en la historia del Génesis en que en esencia afirma que Dios
creó el mundo y "miró todo lo que había hecho, y vio que era
muy bueno".

El mal es meramente una consecuencia de la desobediencia


y destierro humano debido al pecado original. San Agustín
afirma que la maldad natural (sufrimiento causado por
desastres naturales) es causada por los ángeles caídos,
mientras que la maldad moral (causada por la conducta
humana) es el resultado del distanciamiento del hombre con
Dios y su elección de desviarse por su camino elegido.

Agustín sostuvo que Dios no podía haber creado el mal en


el mundo, ya que fue creado bueno, y que todas las nociones

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de maldad son simples desviaciones o privaciones de Dios,
por lo que la maldad no podía ser separada en una única
sustancia.

Por ejemplo, la ceguera no es una entidad independiente,


sino que es meramente la carencia de la visión. De esta
forma la teodicea agustiniana argumentaría que el problema
del mal y sufrimiento es inválido, ya que Dios no creó el mal;
fue el hombre quien se desvió de la perfección.

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CONCLUSIONES

 El mal propiamente dicho no existe, sino es un paradigma mental que está


presente desde el origen de la humanidad.

 La existencia del bien y el mal, es creada por la humanidad, por lo tanto,


se basa omnisciencia, omnipotencia u omnibenevolencia, los cuales, son
conceptos muy ambiguos y generales.

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RECOMENDACIONES

 Informar de manera objetiva y directa el problema del mal en las aulas


universitarias, porque de esta manera, se incurre a la lectura filosófica
de los diversos autores que mencionan el tema.

 Practicar los buenos valores y ética, porque no importa de qué religión


seas, lo importante es ser mejor persona con el prójimo.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 VARIOS (ENERO, 2016). PROBLEMA DEL MAL. ABRIL, 25 2018, de


WIKIPEDIA.ORG Sitio web: https://es.wikipedia.org/wiki/Problema_del_mal

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