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Para que la valoración moral de un acto sea objetiva se requieren tres elementos
fundamentales: Objeto, fin y circunstancias.
c) Según la advertencia: En razón de la conciencia que se tenga del objeto de los actos
humanos. -Material, -Formal.
3.1.1.2 Principios
I. Si el acto moral se especifica por su objeto, resulta que existen acciones en sí mismas
malas, por lo que los que las cometen, excepto en caso de ignorancia no responsable,
son culpables.
II. No se justifica la moral de intenciones, es decir, una acción mala por su objeto no
se debe realizar, aunque el fin sea bueno.
Se entiende por fin, la intención del sujeto tiene al realizar una acción. Aquello por lo
que se ejecuta.
3.1.2.1 Principios
III. El fin del agente hace buena o mala una acción de suyo indiferente.
IV. El fin del agente puede hacer que una acción sea mejor o peor, ya buena o mala
de por sí.
V. Nunca puede convertirse en buena una acción de suyo mala solo por la finalidad
que se persigue. (El fin no justifica los medios).
VI. Un fin gravemente malo (finis operantis) corrompe una acción de suyo buena
(finis operis), según sea o no el motivo del obrar.
VII. En un acto con varios fines de naturaleza diversa, se llega a viciar toda o
parcialmentela buena acción, según sea o no el motivo exclusivo de obrar.
Las condiciones que acompañan la acción y que tienen una referencia directa a su
valoración moral.
Gravedad, especie y multiplicidad: Hay circunstancias que pueden cambiar la
gravedad y la especie del pecado, incluso un acto en sí mismo malo puede conducir a
dos más, también malos, específicamente distintos.
1° Quién (Quis): Alude a ala cualidad o condición de la persona que realiza la acción.
3° Dónde (Ubi): Las circunstancias del lugar donde se realiza la acción puede
modificar la bondad o malicia de un acto.
4° Con qué medios (quibus auxiliis): Considera los medios con los cuales se ha
realizado una acción.
6° Cuándo (quando): Considera el tiempo en que se realiza una acción y tiene que ver
con su moralidad. Contempla también la duración o permanencia.
Principios:
III. Una cosa es que cambien la gravedad moral y otra que cambien la moralidad de
un acto en sí mismo malo.
Es conveniente tener siempre presente los fines de una acción humana. La teleología
es fundamental en la teología moral pues una acción humana tiene como primer
elemento elegido el fin.
En la relación entre teleología y deontología, se piensa que las normas, paso a paso,
conducen a la persona hacia una particular formación moral.
3) Para santo Tomás, la circunstancia, es “todo lo que rodea a”. Las circunstancias
son accidentales, tanto en lo ontológico como en lo ético.
El tema que está de fondo es si en la teología moral se dan normas absolutas que no
admitan excepción o si estas normas deben ser interpretadas en razón del fin y de las
circunstancias.
b) La ley mosáica: Código ético fundamental, con fin de conducirles a una devida
convivencia humana. Marcaba normas que les llevaran a asumir una conducta
respecto a la naturaleza, los demás hombres y Dios.
4. La conciencia moral