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Índice
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1Antecedentes
2La génesis del materialismo histórico
3La aplicación científica y política
4El devenir posterior del materialismo histórico en el marxismo
o 4.1Engels y el materialismo histórico
o 4.2De teoría revolucionaria del proletariado a ciencia positiva
5Otros enfoques materialistas de la historia
6Véase también
7Referencias
Antecedentes[editar]
La teoría materialista de Marx reconoce múltiples influencias intelectuales y sociales:2
Marx también detalla en el mismo texto, el desarrollo de esta nueva concepción de la historia a
partir de su cooperación intelectual con Engels. Cita como textos que utilizan esta concepción
a:
Sin embargo, ya en vida de Marx hubo epígonos que distorsionaron esta concepción
convirtiéndola en un mero determinismo económico. Engels denuncia esta situación en su
carta a Joseph Bloch de 1890, en la cual, si bien reivindica que la causa última de los cambios
sociales se encuentra en las condiciones económicas, esto no significa que esta influencia sea
unilateral e inmediata ni que pueda explicarse cada cambio social a partir de la economía.
Engels admite que esta malinterpretación economicista del materialismo histórico se debe a
que, en su polémica con los socialistas utópicos y con otros sectores que negaban la
influencia de la economía, Marx y él se vieron obligados a resaltar el rol de las condiciones
económicas sin darle la importancia que se merecía a las condiciones extra-económicas.14
De teoría revolucionaria del proletariado a ciencia positiva[editar]
Karl Korsch ha argüido en sus obras Marxismo y filosofía (1923) y Karl Marx (1938) que el
materialismo histórico marxiano tal como fue heredado por la socialdemocracia alemana dejó
de ser una teoría crítica con finalidades prácticas para pasar a ser una doctrina de análisis
positivo de la realidad y, por lo tanto, el fundamento de una ciencia positiva. Según Korsch,
esta desviación dogmática tiene su raíz en el marxismo original, debido a su dependencia de
la filosofía heredada de la burguesía y la influencia en Marx y Engels de la tradición
revolucionaria jacobina de la revolución francesa.
Debido a esta disociación entre la teoría histórico-materialista y su aplicación para la lucha de
clases proletaria, se cimentó la creencia de que la dialéctica materialista marxiana podía ser
utilizada como elemento para la investigación científica positiva incluso fuera de las ciencias
sociales. Un ejemplo de esto es la obra de Engels Dialéctica de la naturaleza.
Véase también[editar]
Marxismo
Karl Marx
Filosofía marxista soviética
Materialismo dialéctico
Materialismo cultural
Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ "Que antes y durante los cuarenta años de mi colaboración con Marx tuve una
cierta parte independiente en la fundamentación y, sobre todo, en la elaboración de la teoría,
es cosa que ni yo mismo puedo negar. Pero la parte más considerable de las principales ideas
directrices, particularmente en el terreno económico e histórico, y en especial su formulación
nítida y definitiva, corresponden a Marx." Friedrich Engels, Feuerbach y el fin de la filosofía
clásica alemana (1880)
2. Volver arriba↑ "...el material intelectual acumulado por Hegel es solo una de las corrientes que
Marx y Engels han hecho desembocar en el ancho río de su nueva teoría materialista de la
sociedad. Tomaron de los historiadores burgueses del período de la restauración el concepto
de clase social y el de lucha de clases, de Ricardo la fundamentación económica de las
contraposiciones de clase, de Proudhon la proclamación del proletariado moderno como única
clase realmente revolucionaria, de los acusadores feudales y cristianos opuestos al nuevo
orden económico nacido de la revolución del siglo XVIII el desenmascaramiento sin
contemplaciones de los ideales liberal-burgueses, la invectiva llena de odio que da en el
blanco; del socialismo pequeño-burgués de Sismondi la aguda descomposición de las
contradicciones irresolubles del moderno modo de producción; de los iniciales compañeros de
viaje de la izquierda hegeliana, particularmente de Feuerbach, el humanismo y la filosofía de la
acción; de los partidos políticos obreros contemporáneos -los reformistas franceses y los
cartistas ingleses- la importancia de la lucha política para la clase obrera; de la Convención
francesa, de Blanqui y de los blanquistas la doctrina de la dictadura revolucionaria; de Saint
Simon, Fourier y Owen todo el contenido de sus metas socialistas y comunistas: la subversión
total de los fundamentos de la existente sociedad capitalista, la eliminación de las clases y de
las contraposiciones de clase y la trasformación del Estado en una mera administración de la
producción." - Karl Korsch, Karl Marx (1938)
3. Volver arriba↑ "Mi método dialéctico no sólo es fundamentalmente distinto al método de Hegel,
sino que es, en todo y por todo, la antítesis de él. Para Hegel, el proceso de pensamiento, al
que el conviene incluso, bajo el nombre de Idea, en sujeto con vida propia, es el demiurgo de lo
real; y lo real constituye únicamente la forma externa en que la idea toma cuerpo. En cambio,
para mí lo ideal no es más que lo material transferido y traducido en el cerebro de los hombres
(...) El hecho de que la dialéctica sufra en manos de Hegel una mistificación no obsta para que
haya sido él quien primero supiera exponer de un modo amplio y consciente sus formas
generales de movimiento. Lo que ocurre es que en la dialéctica aparece en él invertida, puesa
de cabeza. No hay más que darle la vuelta, mejor dicho, ponerla de pie y en seguida se
descubre bajo la corteza mística la semilla racional. La dialéctica mistificada llegó a ponerse de
moda en Alemania porque parecía transfigurar lo existente. Pero en su forma racional provoca
la cólera de la burguesía (...) ya que en la comprensión y explicación positiva de lo existente
incluye la inteligencia de su negación y muerte forzosa: al ser esencialmente crítica y
revolucionaria, capta las formas actuales en pleno movimiento sin omitir su caracter
perecedero." - Karl Marx, Prólogo a la segunda edición de El Capital
4. Volver arriba↑ "Por lo que a mí se refiere, no me cabe el mérito de haber descubierto la
existencia de las clases en la sociedad moderna ni la lucha entre ellas. Mucho antes que yo,
algunos historiadores burgueses habían expuesto ya el desarrollo histórico de esta lucha de
clases y algunos economistas burgueses la anatomía económica de éstas." - Karl Marx, Carta
a Joseph Weydemeyer (5 de marzo de 1853). http://www.marxists.org/espanol/m-e/cartas/m5-
iii-52.htm
5. Volver arriba↑ "Sólo habiendo vivido la acción liberadora de este libro [La esencia del
cristianismo de Feuerbach], podría uno formarse una idea de ello. El entusiasmo fue general: al
punto todos nos convertimos en feuerbachianos. Con qué entusiasmo saludó Marx la nueva
idea y hasta qué punto se dejó influir por ella —pese a todas sus reservas críticas—, puede
verse leyendo La Sagrada Familia." F. Engels, Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica
alemana (1886). http://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/feuer/index.htm
6. Volver arriba↑ marxists.org
7. Volver arriba↑ "Las premisas de que partimos no son arbitrarias, no son dogmas, sino premisas
reales, de las que sólo es posible abstraerse en la imaginación. Son los individuos reales, su
acción y sus condiciones materiales de vida, tanto aquellas con que se han encontrado ya
hechas, como las engendradas por su propia acción. Estas premisas pueden comprobarse,
consiguientemente, por la vía puramente empírica." Karl Marx y Friedrich Engels, La ideología
alemana (1846). http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/feuerbach/1.htm
8. Volver arriba↑ Karl Marx, Crítica al Programa de Gotha (1875)
9. Volver arriba↑ Friedrich Engels, Anti-Dühring (1878)
10. Volver arriba↑ Friedrich Engels, Del socialismo utópico al socialismo científico (1880)
11. Volver arriba↑ Karl Korsch, Marxismo y filosofía (1923)
12. Volver arriba↑ Karl Korsch, Karl Marx (1938)
13. Volver arriba↑ marxists.org
14. Volver arriba↑ marxists.org
15. Volver arriba↑ Ignacio Lewkowicz. La historia sin objeto.
El materialismo histórico es la doctrina del marxismo-leninismo sobre las leyes que rigen
la evolución de la Sociedad humana. El materialismo histórico es la aplicación consecuente
de los principios del materialismo dialéctico al estudio de los fenómenos sociales. Antes de
Marx imperaba en la ciencia la interpretación idealista de la historia. La creación de la
teoría del materialismo histórico está vinculada al descubrimiento más grande hecho por
Marx en cuanto a la interpretación de la historia y de los sucesos históricos. “Así como
Darwin descubrió la ley de la evolución del mundo orgánico, Marx descubrió la ley de la
evolución de la historia humana; el hecho tan sencillo, pero oculto hasta entonces bajo la
maleza ideológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo
y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, &c.; que por tanto la
producción de los medios materiales inmediatos de vida y, por consiguiente, la
correspondiente fase de la evolución económica de un pueblo o de una época son la base
sobre la que se han desarrollado las instituciones estatales, las concepciones jurídicas, el
arte y también las ideas religiosas de los hombres, con arreglo a la que por tanto deben
explicarse y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo” (Engels). El
materialismo histórico ve en el desarrollo de los modos de producción de los bienes
materiales necesarios para la existencia de los hombres, la fuerza principal que determina
toda su vida social, condicionando también la transición de un régimen social a otro. Sin
producir bienes materiales no puede existir ninguna Sociedad. El hombre, con la ayuda de
los instrumentos de trabajo, de la técnica, en el proceso de producción influye sobre la
Naturaleza, obteniendo lo necesario para subsistir. El progreso de la Sociedad depende del
perfeccionamiento del proceso de evolución de la producción material. La historia de la
Sociedad humana comienza desde el momento en que el hombre se eleva hasta el empleo
de implementos, convirtiéndose en “un animal que produce instrumentos”. El aumento del
dominio que el hombre ejerce sobre la Naturaleza halla su expresión en la evolución de las
fuerzas productivas de la Sociedad. Y con la evolución de éstas, cambia también el otro
aspecto necesario de la producción material: las relaciones de los hombres en el proceso de
la producción, las relaciones de producción; cambia el régimen económico-social. El
cambio de las formaciones económico-sociales (ver) en la historia (el régimen de
comunismo primitivo, el régimen esclavista, el feudal, el burgués, el socialista) es, ante
todo, la substitución de unas relaciones de producción por otras más progresistas. Este
cambio es siempre la consecuencia, necesaria y sujeta a leyes, de la evolución de las
fuerzas productivas de la Sociedad. El afianzamiento de las nuevas relaciones de
producción suele tener lugar con el derrocamiento revolucionario de las viejas relaciones de
producción. Los méritos más grandes de la teoría del materialismo histórico de Marx
radican, por consiguiente, en haber puesto ante todo, su atención en las condiciones
objetivas de la producción material, en las leyes económicas que rigen la vida de la
Sociedad y que son el fundamento de toda la actividad histórica de los hombres. Gracias a
la teoría de Marx, “el caos y la arbitrariedad que imperaban en las opiniones sobre la
historia y sobre la política dejaron el puesto a una teoría científica asombrosamente
compleja y armónica, que revela cómo de un sistema de vida social, al crecer las fuerzas
productivas, se desarrolla otro más alto, cómo de la servidumbre de la gleba, por ejemplo,
nace el capitalismo” (Lenin). Descubrir en la producción material el verdadero fundamento
de toda la vida y de la evolución de la Sociedad, permitió comprender por vez primera el
gran papel creador que las masas populares y trabajadoras desempeñan en la historia. La
historia de la evolución social fue comprendida por primera vez como “la historia de los
propios productores de bienes materiales, la historia de las masas trabajadoras, que son el
factor fundamental del proceso de producción y las que llevan a cabo la producción de los
bienes materiales necesarios para la existencia de la sociedad. Esto quiere decir que la
ciencia histórica, si pretende ser una verdadera ciencia, no debe seguir reduciendo la
historia del desarrollo social a los actos de los reyes y de los caudillos militares, a los actos
de los “conquistadores” y “avasalladores” de Estados, sino que debe ocuparse, ante todo, de
la historia de los productores de los bienes materiales, de la historia de las masas
trabajadoras, de la historia de los pueblos” (Stalin). En dependencia del modo de
producción existente, de la existencia material de la Sociedad, se estructura también un
determinado carácter histórico de todo el régimen social, de las instituciones políticas, la
manera de pensar de los hombres, sus concepciones, ideas y teorías. La existencia social
determina la conciencia social. No es posible comprender correctamente la esencia de las
instituciones políticas, de las ideas y teorías, si se pierde de vista la base material de su
origen: la estructura económica de la vida de la Sociedad. No se puede comprender por qué
en una época determinada nacen unas instituciones e ideas, y otras en distinta época, si se
toman como punto de partida las propias instituciones e ideas y no el modo de producción.
Por ejemplo, las formas del Estado explotador (el Estado esclavista, feudal y capitalista)
siempre dependieron de la división de la sociedad en clases: esclavistas y esclavos, feudales
y siervos, burgueses y proletarios. También las formas de la conciencia social (las
concepciones políticas, la filosofía, la ciencia, la religión, &c.), dependen siempre, en
última instancia, de las relaciones de producción imperantes entre los hombres, formas que
cambian radicalmente al cambiar el modo de producción, al cambiar el régimen económico.
Al explicar el origen y la dependencia de las instituciones políticas, ideas y teorías respecto
del modo de producción, la teoría del materialismo histórico no niega, ni mucho menos, la
importancia de las primeras en la vida de la Sociedad. Al contrario, el materialismo
histórico subraya su enorme papel social. Y con ello, difiere de raíz del materialismo
económico) (ver). Una vez surgidas, las instituciones e ideas políticas y sociales se
convierten en una fuerza que influye sobre las propias condiciones que las habían
engendrado. Actúan como fuerzas reaccionarias al servicio de los sectores y clases
atrasados de la Sociedad, frenan el desarrollo social; o bien, sirviendo a las clases
avanzadas y revolucionarias, impulsan ese desarrollo. El materialismo y el historicismo
consecuentes están íntima e indisolublemente unidos en la teoría del materialismo histórico.
Por eso, precisamente, con el descubrimiento de la teoría del materialismo histórico, la
ciencia social se ha convertido por vez primera en la auténtica ciencia sobre las leyes que
rigen la evolución de la Sociedad humana.
Diccionario filosófico marxista · 1946:205-207
El materialismo histórico terminó de una vez por todas con las teorías idealistas para las
cuales la historia de la sociedad era el resultado de la actividad desordenada y arbitraria de
los individuos, la resultante de las voluntades y de los deseos de los hombres. La evolución
de la sociedad, como la de la naturaleza, no está determinada por deseos subjetivos, sino
por leyes objetivas que no dependen ni de la voluntad ni de la conciencia de los hombres.
Éstos pueden descubrir las leyes objetivas, estudiarlas, conocerlas, tenerlas en cuenta en sus
actos, utilizarlas en su interés, limitar la acción de algunas y dar libre curso a otras, pero no
pueden modificarlas o abolirlas. Y menos aun, crear nuevas. El inmenso significado del
materialismo histórico, reside en que ha descubierto y explicado las leyes del desarrollo
social y que ha pertrechado así al proletariado y a su partido con el conocimiento de las vías
que conducen a la transformación revolucionaria de la sociedad. Como lo señala Lenin, la
concepción materialista de la historia ha reducido las acciones de los individuos a las
acciones de las clases, cuya lucha determina el desarrollo de la sociedad.
La teoría del materialismo histórico, creada por Marx y Engels, fue desarrollada y
enriquecida por Lenin y Stalin, gracias al análisis de las nuevas condiciones históricas en la
época del imperialismo y de las revoluciones proletarias, en la época de la edificación del
socialismo.
Diccionario filosófico abreviado · 1959:337-339
Materialismo histórico
Materialismo histórico
(1818-1883)
Biografía Obras Filosofía Textos Ejercicios Curiosidades
y 4. El materialismo histórico
Frente a las concepciones de la historia que hacen depender de las
ideas la realidad práctica, material, del ser humano, (o de los ideales
políticos, filosóficos o religiosos, de los "grandes protagonistas de la
historia"), el materialismo histórico se propone explicar la historia
desde la producción práctica de la existencia, invirtiendo la relación,
tradicional en la época de Marx, entre la existencia real y la idea que
los seres humanos se hacen de su existencia, (o los ideales que
conciben en torno a su realización). La historia no es, para Marx, ni
una colección de hechos, como parecían concebirla los empiristas, ni
una sucesión de categorías, como la concebían los idealistas; tampoco
el resultado de la acción aislada de los considerados "personajes
históricos". La historia es el resultado del modo en que los seres
humanos organizan la producción social de su existencia. "Toda la
concepción histórica, hasta ahora, ha hecho caso omiso de esta base
real de la historia, o la ha considerado simplemente como algo
accesorio, que nada tiene que ver con el desarrollo histórico. Esto hace
que la historia deba escribirse siempre con arreglo a una pauta situada
fuera de ella; la producción real de la vida se revela como algo
protohistórico, mientras que la historicidad se manifiesta como algo
separado de la vida usual, como algo extra y supraterrenal."( La
Ideología alemana, I, A, 2)
La concepción materialista de la historia
Si el materialismo dialéctico se ha considerado tradicionalmente como
la expresión "filosófica" del pensamiento de Marx y Engels, el
materialismo histórico, la explicación materialista de la formación y
desarrollo de la sociedad, ha sido presentado como la expresión
científica de su pensamiento. La sociedad y su historia, al ser
concebidas como el resultado de la actividad productiva, práctica, del
ser humano, encuentran en tal actividad un elemento objetivo, material,
mensurable, del que se pueden extraer leyes tan objetivas como las que
puede aspirar a formular cualquier otra ciencia. Resulta significativo, a
este respecto, que la actividad intelectual de Marx, después de este
hallazgo, que constituye una de sus mayores aportaciones, se haya
centrado en el análisis de la actividad productiva del ser humano,
ofreciendo como resultado del mismo varias de sus obras más
significativas, entre las que se encuentra su obra cumbre: "El Capital".
La concepción materialista de la historia la resume Marx, con estas
palabras, en un breve párrafo de la "Contribución a la crítica de la
economía política":
En la producción social de su existencia, los hombres entran en
relaciones determinadas, necesarias e independientes de su voluntad,
en relaciones de producción que corresponden a un grado
determinado de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El
conjunto de estas relaciones constituye la estructura económica de la
sociedad, o sea, la base real sobre la cual se alza una superestructura
jurídica y política y a la cual corresponden formas determinadas de la
conciencia social. En general, el modo de producción de la vida
material condiciona el proceso social, político y espiritual de la vida.
No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino al
contrario, su ser social es el que determina su conciencia. En un
determinado estadio de su desarrollo las fuerzas productivas
materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones
de producción existentes o, por usar la equivalente expresión jurídica,
con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se habían
movido hasta entonces. De formas de desarrollo que eran las fuerzas
productivas, esas relaciones se convierten en trabas de las mismas.
Empieza entonces una época de revolución social.
1. El modo de producción
A cada formación social le corresponderá un determinado modo de
producir socialmente los bienes necesarios para la existencia, un
determinado modo de producción, es decir, una determinada estructura
productiva, compuesta por el conjunto de los elementos relacionados
con la producción material de la existencia, que constituyen la base
sobre la que se asientan, y de la que derivan, el conjunto de elementos
jurídico-políticos e ideológicos, que forman la superestructura de dicha
formación social. El concepto de modo de producción se refiere, pues,
siguiendo a Marta Harnecker, (en "Los conceptos elementales del
materialismo histórico"), "a la totalidad social global, es decir, tanto a
la estructura económica como a los otros niveles de la totalidad social:
jurídico-político e ideológico".
El modo de producción es el resultado de la síntesis de tres elementos
estructurales: la estructura económica, la superestructura jurídico-
política y la superestructura ideológica. En el modo de producción
podemos distinguir, pues, una estructura con dos elementos
constitutivos: las fuerzas productivas y las relaciones de producción,
entre los que se da un mutuo condicionamiento; y una superestructura
en la que se pueden distinguir dos niveles: la superestructura jurídico-
política, constituida por los instrumentos de control sociales y políticos
correspondientes a las relaciones sociales de producción; y la
superestructura ideológica, por la que se justifica el orden establecido
mediante una falsa conciencia que enmascara la verdadera realidad.
Ambas superestructuras están condicionadas por la estructura
económica de la sociedad. /p>
1.a. Estructura económica
Fuerzas productivas y relaciones de producción.
Por fuerzas productivas entiende Marx, en primer lugar, la materia
objeto de transformación, (materia bruta si no ha sido previamente
manipulada, y materia prima si es artificial o ha sido previamente
manipulada) a partir de la que se espera obtener un producto
determinado. En segundo lugar, la actividad del trabajador, su
capacidad de trabajo, que es denominada fuerza de trabajo, y que
alcanza un determinado grado de desarrollo en una formación social
determinada (como simple fuerza física, o como habilidad técnica o
intelectual). En tercer lugar, los medios para realizar el trabajo (útiles,
herramientas, máquinas, etc.) necesarios para obtener los productos
deseados.
Los seres humanos, en cuanto agentes del proceso de producción,
entran en determinadas relaciones para poder llevar a cabo la
producción de los bienes deseados, denominadas relaciones de
producción. Estas relaciones pueden tener un carácter técnico o social.
Las relaciones técnicas de producción derivan de la relación
existente entre el agente productivo y el control que posee sobre los
medios de trabajo y sobre el proceso de trabajo en general.
Las relaciones sociales de producción derivan de la clasificación que
podemos establecer entre los agentes que participan en el proceso de
producción en cuanto a la propiedad o no de los medios de producción,
es decir, si son propietarios o no son propietarios de los medios de
producción. En este sentido, se pueden establecer relaciones sociales
de colaboración (si todos son propietarios de los medios de producción,
en cuyo caso ningún sector de la sociedad vive de la explotación de
otro), o relaciones de explotación, de exclusión, de dominación (si
unos son propietarios de los medios de producción y otros no). En este
último caso la relación de dominación es una relación explotador-
explotado, en la medida en que los propietarios de los medios de
producción viven del trabajo de los no propietarios. Para Marx, esta
relación de explotación es la típica de las sociedades clasistas: la
sociedad esclavista, la feudal y la capitalista.
Las relaciones de producción favorecen inicialmente el desarrollo de
las fuerzas productivas; pero a medida que las fuerzas productivas se
van desarrollando, terminan por entrar en contradicción con las
relaciones de producción existentes, convirtiéndose éstas en una traba
para el desarrollo de aquellas, lo que provoca una revolución social,
que concluye en la sustitución de las viejas relaciones de producción
por otras nuevas, adecuadas al grado de desarrollo de las fuerzas
productivas. Tales contradicciones, y la resolución de las mismas,
determinadas por procesos estrictamente materiales, constituyen el
elemento configurador de la sociedad y el motor de la historia.
1.b. Superestructura jurídico-política
La superestructura jurídico-política está formada por el conjunto de
normas, leyes, instituciones y formas de poder político que,
condicionadas por la estructura productiva, ordenan y controlan el
funcionamiento de la actividad productiva de los ciudadanos. Las
formas del Estado no son, pues, la realización del Espíritu Absoluto,
sino los instrumentos a través de los cuales las clases dominantes
ejercen su poder sobre las clases sometidas. Lejos de convertirse en los
garantes de la realización humana y la libertad de los individuos, como
pensaba Hegel, se convierten en agentes de represión y sometimiento,
de alineación y esclavitud, en función de las exigencias de las
relaciones de producción, de las que derivan y a las que sirven.
1.c. Superestructura ideológica
El primer uso del término "ideología" se atribuye al conde Destutt de
Tracy, a finales del siglo XVIII, con el significado de "estudio de las
ideas", aunque pronto adquirió una connotación peyorativa. En Marx,
el término es usado con el significado de "falsa conciencia", y lo aplica
a los sistemas filosóficos, jurídicos, políticos y religiosos, en la medida
en que considera que no se basan en la realidad, sino en ilusiones sobre
la realidad. Las ideologías no sólo desvirtúan la realidad, sino que se
presentan también como sistemas de justificación de la misma realidad
que desvirtúan. La superestructura ideológica la constituyen, pues, el
conjunto de las ideas, creencias, costumbres, etc., plasmadas en las
formas ideológicas de la cultura, la religión, la filosofía, etc., con las
que se justifica la "naturalidad" y "legitimidad" del modo de
producción del que derivan y cuya realidad social enmascaran.
La superestructura jurídico-política e ideológica está condicionada por
la estructura económica. Ello se ha entendido, a veces, como un
determinismo puro en una sola dirección, que no deja ninguna opción
a la posible acción de la superestructura sobre la estructura. Si esto
fuera así, no se comprendería el papel de la lucha social y del combate
político e ideológico entablado por Marx y Engels contra el modo de
producción capitalista, ni sus reiteradas llamadas a una revolución
social: tal revolución sería inevitable, según la dialéctica de la historia,
hubiera o no movimiento obrero, por lo que la lucha social sería
innecesaria e inútil. Engels declaró al respecto que habían tenido que
subrayar el papel determinante de la estructura económica para
enfrentarse a sus adversarios, por lo que otros aspectos de la
interacción humana fueron dejados de lado. Pero tampoco fue mucho
más explícito respecto a las características de la acción de la
superestructura sobre la estructura económica.
No obstante, sus referencias a la lucha de clases parecen sugerir que es
éste el terreno en el que dicha interacción puede tener lugar. Las clases
sociales derivan de la división social del trabajo impuesta por la
estructura económica, y en función de tal división participan
distintamente del conjunto de derechos, creencias y formas de
organización política de la sociedad, objetivándose en ellas, pues, tanto
la estructura económica como las superestructuras jurídico-política e
ideológica. En la lucha de clases encontraríamos, así, el terreno
propicio para tal interacción. En el capitalismo, pese a que Marx
reconoce la existencia de otras clases sociales, la lucha de clases se da
entre la burguesía y el proletariado. Ahora bien, el proletariado está
sometido a los elementos ideológicos, no teniendo, pues, conciencia de
su situación real. El desarrollo de una conciencia de clase le librará del
dominio de la ideología y le llevará a reivindicar el fin de la alineación
y de la explotación en el trabajo.
MATERIALISMO HISTÓRICO
Clásico texto marxista que presenta la lucha de clases como el motor de la historia.
El materialismo histórico
Es un error afirmar que el materialismo de Marx se basa en la afirmación 'todo es
materia'. En efecto, Marx se abstiene de realizar afirmaciones metafísicas en ese
sentido. Así, el materialismo que postula tiene una significación práctica que lo
opone simultanemante al idealismo de Hegel pero también
al materialismo'clasico'.
Así pues:
1. Contra el idealismo: afirma la independencia de la naturaleza exterior respecto
al pensamiento.
1. Tal estructura está constituída por las bases de producción, que son las
relaciones que se establecen entre los hombres de acuerdo con su situaicón
respecto a las fuerzas de producción. Jurídicamente se expresan a través de las
relaciones de propiedad. Dentro de un sistema capitalista, la burguesía es la
propietaria de los medios de producción, y el trabajador solo posee la fuerza de
trabajo (relaciones que son diferentes en un régimen de exclavitud o
servidumbre)
2. Las fuerzas productivas están dados por el trabajo y los medios de producción.
Las fuerzas productivas se mueven dentro del marco formado por las relaciones
de producción.
El materialismo histórico
Karl Marx, no podría considerase con rigor un filósofo, puesto que más bien fue
economista y sociólogo que dedicó su vida a otros campos como la política, el
derecho la historia, la estética y, por supuesto, la filosofia. Y en este sentido, resulta
obligado mencionar el materialismo histórico como el marco teórico que
sustentará su pensamiento.
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Después de Marx
La teoría política de Marx ha sido el centro de un permanente debate que ha
enfrentado a 'ortodoxos' y 'revisionistas'. El debate, se centra en la transformación
de las condiciones socio-políticas y económicas, que no parece desencadenar el
colapso del capitalismo que había predicho Marx. Los marxistas debatirán sobre la
crisis del capitalismo, el imperialismo, el futuro rol del Estado y si la revolución es o
no inevitable.
El materialismo histórico
Es un error afirmar que el materialismo de Marx se basa en la afirmación 'todo es
materia'. En efecto, Marx se abstiene de realizar afirmaciones metafísicas en ese
sentido. Así, el materialismo que postula tiene una significación práctica que lo
opone simultanemante al idealismo de Hegel pero también
al materialismo'clasico'.
Así pues:
1. Contra el idealismo: afirma la independencia de la naturaleza exterior respecto
al pensamiento.
1. Tal estructura está constituída por las bases de producción, que son las
relaciones que se establecen entre los hombres de acuerdo con su situaicón
respecto a las fuerzas de producción. Jurídicamente se expresan a través de las
relaciones de propiedad. Dentro de un sistema capitalista, la burguesía es la
propietaria de los medios de producción, y el trabajador solo posee la fuerza de
trabajo (relaciones que son diferentes en un régimen de exclavitud o
servidumbre)
2. Las fuerzas productivas están dados por el trabajo y los medios de producción.
Las fuerzas productivas se mueven dentro del marco formado por las relaciones
de producción.