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Materialismo histórico

La concepción materialista de la historia (también conocida como materialismo histórico)


es un término acuñado por el marxista ruso Gueorgui Plejánov, que alude al marco conceptual
identificado por Karl Marx y usado originalmente por él y Friedrich Engels para comprender la
historia humana.1
Aunque el materialismo histórico se halla estrechamente ligado al comunismo marxista;
historiadores, sociólogos e intelectuales no ligados al comunismo marxista han tomado
elementos de aquel para elaborar sistemas y enfoques materialistas para el estudio de la
historia.
...en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e
independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de
desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la
estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y
política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la
vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia
del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia.
Karl Marx, Prólogo a la Contribución a la crítica de la economía política (1859)

Índice
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 1Antecedentes
 2La génesis del materialismo histórico
 3La aplicación científica y política
 4El devenir posterior del materialismo histórico en el marxismo
o 4.1Engels y el materialismo histórico
o 4.2De teoría revolucionaria del proletariado a ciencia positiva
 5Otros enfoques materialistas de la historia
 6Véase también
 7Referencias

Antecedentes[editar]
La teoría materialista de Marx reconoce múltiples influencias intelectuales y sociales:2

 Del filósofo alemán Hegel, su método dialéctico.3


 De los filósofos materialistas de la Ilustración, la idea de la influencia de las circunstancias
y de la educación sobre las personas.
 De los historiadores franceses del periodo de la Restauración, los conceptos de clase
social y lucha de clases.4
 Del economista inglés David Ricardo la fundamentación económica de las
contraposiciones de clase y la teoría del valor-trabajo.
 Del socialista francés Proudhon el énfasis en el proletariado como la clase revolucionaria
de la época.
 Del socialismo reaccionario, la crítica amarga de los ideales del liberalismo.
 Del socialismo de Sismondi, la crítica de las consecuencias antisociales del régimen
burgués.
 De la izquierda hegeliana y del filósofo Feuerbach, la crítica de la filosofía especulativa y
la idea de la religión como resultado de la autoenajenación de la esencia humana.5
 De la revolución francesa y de Blanqui, la doctrina de la dictadura revolucionaria.
 De los cartistas ingleses, la importancia de la lucha política para la clase obrera.
 Del socialismo utópico, sus objetivos últimos: abolición de las clases sociales.

La génesis del materialismo histórico[editar]


El propio Marx detalló, en su Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía
Política (1859),6 el itinerario de sus estudios que lo llevaron a formular su concepción de la
historia y a desarrollarla con su amigo y colaborador Engels.
El primer trabajo emprendido para resolver las dudas que me azotaban, fue una revisión crítica de la
filosofía hegeliana del derecho, trabajo cuya introducción apareció en 1844 en los “Anales
francoalemanes”, que se publicaban en París. Mi investigación me llevó a la conclusión de que, tanto las
relaciones jurídicas como las formas de Estado no pueden comprenderse por sí mismas ni por la
llamada evolución general del espíritu humano, sino que, por el contrario, radican en las condiciones
materiales de vida cuyo conjunto resume Hegel siguiendo el precedente de los ingleses y franceses del
siglo XVIII, bajo el nombre de “sociedad civil”, y que la anatomía de la sociedad civil hay que buscarla en
la economía política.
En Bruselas a donde me trasladé a consecuencia de una orden de destierro dictada por el señor Guizot
proseguí mis estudios de economía política comenzados en París.

Marx también detalla en el mismo texto, el desarrollo de esta nueva concepción de la historia a
partir de su cooperación intelectual con Engels. Cita como textos que utilizan esta concepción
a:

 El bosquejo de Engels sobre la crítica de las categorías de la economía política (publicado


en los Anales franco-alemanes).
 El libro de Engels La situación de la clase obrera en Inglaterra (1845).
 La ideología alemana, primer texto de Marx y Engels, inédito (1846).
 El Manifiesto del Partido Comunista, de 1848, junto con Engels.
 Discursos sobre el librecambio.
 La miseria de la filosofía, obra polémica publicada en 1847 y dirigida contra el libro
de Proudhon Filosofía de la Miseria.
Entre las categorías teóricas centrales del materialismo histórico se encuentran: fuerzas
productivas, relaciones de producción, modo de producción, explotación, alienación,lucha de
clases, plusvalor, y fetichismo de la mercancía.

La aplicación científica y política[editar]


El materialismo histórico investiga la sociedad humana, tratando de hacerlo sin presupuestos
ideológicos, partiendo de los individuos empíricos y las relaciones que establecen entre
ellos.7 A diferencia de los enfoques que muestran al capitalismo como un sistema estático o
como el producto de una evolución "natural" del ser humano, la investigación histórico-
materialista revela su carácter histórico y por lo tanto transitorio en el desarrollo de la
humanidad.
Marx y Engels aplicaron esta nueva concepción de la historia al análisis de los hechos
políticos y sociales del pasado y de su época y a la creación de una nueva corriente del
socialismo, que a la toma de partido por el comunismo y la lucha de clases proletaria sumaba
el estudio científico de la sociedad burguesa y de la transición de ésta a la sociedad
comunista.8 Al explicar las revoluciones políticas y sociales por la contradicción entre
las fuerzas productivas y las relaciones de producción y por la lucha de clases, Marx y Engels
combatieron tanto la visión burguesa de la historia basada en la historia de las ideas y de los
"grandes hombres" como las corrientes socialistas que deducían la lucha por el socialismo de
los ideales abstractos de Justicia, Libertad e Igualdad.9 El desarrollo revolucionario de las
fuerzas productivas bajo el comunismo hacía posible que todas las necesidades humanas
fueran satisfechas, y que el desarrollo de la producción prescindiera de la división de la
sociedad entre clases explotadoras (poseedoras de losmedios de producción sociales) y
clases explotadas (obligadas a mantener a las clases explotadoras mediante el plustrabajo).
Con este planteo, el comunismo podía concebirse como necesidad histórica en vez de como
aspiración utópica, ya que las mismas contradicciones internas del capitalismo generaban la
necesidad de revolucionar las relaciones de producción burguesas y creaban al sujeto
histórico capacitado para tal misión: el proletariado.10
De esta manera, el materialismo histórico, tal como lo formuló Marx, se encuentra
indisolublemente vinculado a la lucha de la clase proletaria por el comunismo.11 Esto no
significa que sus conclusiones (sobre todo en el campo económico) no sean científicas, sino
que no están dirigidas a constituir una ciencia positiva "neutral", sino un conocimiento
científico útil para la emancipación proletaria.12

El devenir posterior del materialismo histórico en el


marxismo[editar]
Engels y el materialismo histórico[editar]
Tras la muerte de Marx, Engels prosiguió con su actividad política y con su actividad
intelectual en la aplicación y la divulgación de la concepción de la historia desarrollada por
Marx y él. En su obra Del socialismo utópico al socialismo científico de 1880,13 dice:
La concepción materialista de la historia parte de la tesis de que la producción, y tras ella el cambio de
sus productos, es la base de todo orden social; de que en todas las sociedades que desfilan por la
historia, la distribución de los productos, y junto a ella la división social de los hombres en clases o
estamentos, es determinada por lo que la sociedad produce y cómo lo produce y por el modo de
cambiar sus productos. Según eso, las últimas causas de todos los cambios sociales y de todas las
revoluciones políticas no deben buscarse en las cabezas de los hombres ni en la idea que ellos se forjen
de la verdad eterna ni de la eterna justicia, sino en las transformaciones operadas en el modo de
producción y de cambio; han de buscarse no en la filosofía sino en la economía de la época de que se
trata. Cuando nace en los hombres la conciencia de que las instituciones sociales vigentes son
irracionales e injustas, de que la razón se ha tornado en sinrazón y la bendición en plaga, esto no es
más que un indicio de que en los métodos de producción y en las formas de cambio se han producido
calladamente transformaciones con las que ya no concuerda el orden social, cortado por el patrón de
condiciones económicas anteriores. Con ello queda que en las nuevas relaciones de producción han de
contenerse ya -más o menos desarrollados- los medios necesarios para poner término a los males
descubiertos. Y esos medios no han de sacarse de la cabeza de nadie, sino que es la cabeza la que
tiene que descubrirlos en los hechos materiales de la producción, tal y como los ofrece la realidad.

Sin embargo, ya en vida de Marx hubo epígonos que distorsionaron esta concepción
convirtiéndola en un mero determinismo económico. Engels denuncia esta situación en su
carta a Joseph Bloch de 1890, en la cual, si bien reivindica que la causa última de los cambios
sociales se encuentra en las condiciones económicas, esto no significa que esta influencia sea
unilateral e inmediata ni que pueda explicarse cada cambio social a partir de la economía.
Engels admite que esta malinterpretación economicista del materialismo histórico se debe a
que, en su polémica con los socialistas utópicos y con otros sectores que negaban la
influencia de la economía, Marx y él se vieron obligados a resaltar el rol de las condiciones
económicas sin darle la importancia que se merecía a las condiciones extra-económicas.14
De teoría revolucionaria del proletariado a ciencia positiva[editar]
Karl Korsch ha argüido en sus obras Marxismo y filosofía (1923) y Karl Marx (1938) que el
materialismo histórico marxiano tal como fue heredado por la socialdemocracia alemana dejó
de ser una teoría crítica con finalidades prácticas para pasar a ser una doctrina de análisis
positivo de la realidad y, por lo tanto, el fundamento de una ciencia positiva. Según Korsch,
esta desviación dogmática tiene su raíz en el marxismo original, debido a su dependencia de
la filosofía heredada de la burguesía y la influencia en Marx y Engels de la tradición
revolucionaria jacobina de la revolución francesa.
Debido a esta disociación entre la teoría histórico-materialista y su aplicación para la lucha de
clases proletaria, se cimentó la creencia de que la dialéctica materialista marxiana podía ser
utilizada como elemento para la investigación científica positiva incluso fuera de las ciencias
sociales. Un ejemplo de esto es la obra de Engels Dialéctica de la naturaleza.

Otros enfoques materialistas de la historia[editar]


Fuera del campo del materialismo histórico de Marx, existen otros métodos de investigación
histórica para los cuales los rasgos definitorios de las sociedades humanas y la evolución
histórica de las mismas ha estado determinada o fuertemente condicionada ante todo por
factores materiales (tecnología disponible, sistema de producción, características geográficas
y climáticas). Debido al intento de establecer las ideas del materialismo histórico de modo
independiente a la versión marxista del mismo, se han acuñado términos nuevos
como: materialismo cultural, funcionalismo ecológico, determinismo geográfico, determinismo
económico, y otros, que pueden ser considerados como concepciones materialistas de la
Historia. Diversos autores académicos como Jared Diamond o Marvin Harris han tratado en
detalle la evolución histórica de extensas áreas geográficas, y tratado de explicar rasgos
definitorios de la sociedad a partir de factores materiales, señalando que este tipo de factores
son los preponderantes cuando se trata de entender la evolución de las sociedades y las
civilizaciones.
Maurice Godelier, entre otros tantos, se proponía mostrar cómo el marxismo constituía el
modo adecuado de abordar la historia de forma científica. Y con ese objetivo, intentaba
satisfacer todas las exigencias epistemológicas, todos los requisitos formales para la
comprobación del estatuto científico del campo de la historia.
«El materialismo histórico no es un modelo más de la historia, no es una filosofía de la historia;
constituye ante todo una teoría de la sociedad, cuya hipótesis sobre la articulación de sus
niveles internos y sobre la causalidad específica y jerarquizada de cada uno de sus niveles.
Haciendo posible el descubrimiento de la forma y de los mecanismos de esa causalidad y de
la articulación, demostrará el marxismo su capacidad de ser el instrumento de una verdadera
ciencia de la historia».15

Véase también[editar]
 Marxismo
 Karl Marx
 Filosofía marxista soviética
 Materialismo dialéctico
 Materialismo cultural

Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ "Que antes y durante los cuarenta años de mi colaboración con Marx tuve una
cierta parte independiente en la fundamentación y, sobre todo, en la elaboración de la teoría,
es cosa que ni yo mismo puedo negar. Pero la parte más considerable de las principales ideas
directrices, particularmente en el terreno económico e histórico, y en especial su formulación
nítida y definitiva, corresponden a Marx." Friedrich Engels, Feuerbach y el fin de la filosofía
clásica alemana (1880)
2. Volver arriba↑ "...el material intelectual acumulado por Hegel es solo una de las corrientes que
Marx y Engels han hecho desembocar en el ancho río de su nueva teoría materialista de la
sociedad. Tomaron de los historiadores burgueses del período de la restauración el concepto
de clase social y el de lucha de clases, de Ricardo la fundamentación económica de las
contraposiciones de clase, de Proudhon la proclamación del proletariado moderno como única
clase realmente revolucionaria, de los acusadores feudales y cristianos opuestos al nuevo
orden económico nacido de la revolución del siglo XVIII el desenmascaramiento sin
contemplaciones de los ideales liberal-burgueses, la invectiva llena de odio que da en el
blanco; del socialismo pequeño-burgués de Sismondi la aguda descomposición de las
contradicciones irresolubles del moderno modo de producción; de los iniciales compañeros de
viaje de la izquierda hegeliana, particularmente de Feuerbach, el humanismo y la filosofía de la
acción; de los partidos políticos obreros contemporáneos -los reformistas franceses y los
cartistas ingleses- la importancia de la lucha política para la clase obrera; de la Convención
francesa, de Blanqui y de los blanquistas la doctrina de la dictadura revolucionaria; de Saint
Simon, Fourier y Owen todo el contenido de sus metas socialistas y comunistas: la subversión
total de los fundamentos de la existente sociedad capitalista, la eliminación de las clases y de
las contraposiciones de clase y la trasformación del Estado en una mera administración de la
producción." - Karl Korsch, Karl Marx (1938)
3. Volver arriba↑ "Mi método dialéctico no sólo es fundamentalmente distinto al método de Hegel,
sino que es, en todo y por todo, la antítesis de él. Para Hegel, el proceso de pensamiento, al
que el conviene incluso, bajo el nombre de Idea, en sujeto con vida propia, es el demiurgo de lo
real; y lo real constituye únicamente la forma externa en que la idea toma cuerpo. En cambio,
para mí lo ideal no es más que lo material transferido y traducido en el cerebro de los hombres
(...) El hecho de que la dialéctica sufra en manos de Hegel una mistificación no obsta para que
haya sido él quien primero supiera exponer de un modo amplio y consciente sus formas
generales de movimiento. Lo que ocurre es que en la dialéctica aparece en él invertida, puesa
de cabeza. No hay más que darle la vuelta, mejor dicho, ponerla de pie y en seguida se
descubre bajo la corteza mística la semilla racional. La dialéctica mistificada llegó a ponerse de
moda en Alemania porque parecía transfigurar lo existente. Pero en su forma racional provoca
la cólera de la burguesía (...) ya que en la comprensión y explicación positiva de lo existente
incluye la inteligencia de su negación y muerte forzosa: al ser esencialmente crítica y
revolucionaria, capta las formas actuales en pleno movimiento sin omitir su caracter
perecedero." - Karl Marx, Prólogo a la segunda edición de El Capital
4. Volver arriba↑ "Por lo que a mí se refiere, no me cabe el mérito de haber descubierto la
existencia de las clases en la sociedad moderna ni la lucha entre ellas. Mucho antes que yo,
algunos historiadores burgueses habían expuesto ya el desarrollo histórico de esta lucha de
clases y algunos economistas burgueses la anatomía económica de éstas." - Karl Marx, Carta
a Joseph Weydemeyer (5 de marzo de 1853). http://www.marxists.org/espanol/m-e/cartas/m5-
iii-52.htm
5. Volver arriba↑ "Sólo habiendo vivido la acción liberadora de este libro [La esencia del
cristianismo de Feuerbach], podría uno formarse una idea de ello. El entusiasmo fue general: al
punto todos nos convertimos en feuerbachianos. Con qué entusiasmo saludó Marx la nueva
idea y hasta qué punto se dejó influir por ella —pese a todas sus reservas críticas—, puede
verse leyendo La Sagrada Familia." F. Engels, Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica
alemana (1886). http://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/feuer/index.htm
6. Volver arriba↑ marxists.org
7. Volver arriba↑ "Las premisas de que partimos no son arbitrarias, no son dogmas, sino premisas
reales, de las que sólo es posible abstraerse en la imaginación. Son los individuos reales, su
acción y sus condiciones materiales de vida, tanto aquellas con que se han encontrado ya
hechas, como las engendradas por su propia acción. Estas premisas pueden comprobarse,
consiguientemente, por la vía puramente empírica." Karl Marx y Friedrich Engels, La ideología
alemana (1846). http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/feuerbach/1.htm
8. Volver arriba↑ Karl Marx, Crítica al Programa de Gotha (1875)
9. Volver arriba↑ Friedrich Engels, Anti-Dühring (1878)
10. Volver arriba↑ Friedrich Engels, Del socialismo utópico al socialismo científico (1880)
11. Volver arriba↑ Karl Korsch, Marxismo y filosofía (1923)
12. Volver arriba↑ Karl Korsch, Karl Marx (1938)
13. Volver arriba↑ marxists.org
14. Volver arriba↑ marxists.org
15. Volver arriba↑ Ignacio Lewkowicz. La historia sin objeto.

Materialismo histórico o interpretación materialista de la


historia
Materialismo histórico o interpretación materialista de la historia

El materialismo histórico es la doctrina del marxismo-leninismo sobre las leyes que rigen
la evolución de la Sociedad humana. El materialismo histórico es la aplicación consecuente
de los principios del materialismo dialéctico al estudio de los fenómenos sociales. Antes de
Marx imperaba en la ciencia la interpretación idealista de la historia. La creación de la
teoría del materialismo histórico está vinculada al descubrimiento más grande hecho por
Marx en cuanto a la interpretación de la historia y de los sucesos históricos. “Así como
Darwin descubrió la ley de la evolución del mundo orgánico, Marx descubrió la ley de la
evolución de la historia humana; el hecho tan sencillo, pero oculto hasta entonces bajo la
maleza ideológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo
y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, &c.; que por tanto la
producción de los medios materiales inmediatos de vida y, por consiguiente, la
correspondiente fase de la evolución económica de un pueblo o de una época son la base
sobre la que se han desarrollado las instituciones estatales, las concepciones jurídicas, el
arte y también las ideas religiosas de los hombres, con arreglo a la que por tanto deben
explicarse y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo” (Engels). El
materialismo histórico ve en el desarrollo de los modos de producción de los bienes
materiales necesarios para la existencia de los hombres, la fuerza principal que determina
toda su vida social, condicionando también la transición de un régimen social a otro. Sin
producir bienes materiales no puede existir ninguna Sociedad. El hombre, con la ayuda de
los instrumentos de trabajo, de la técnica, en el proceso de producción influye sobre la
Naturaleza, obteniendo lo necesario para subsistir. El progreso de la Sociedad depende del
perfeccionamiento del proceso de evolución de la producción material. La historia de la
Sociedad humana comienza desde el momento en que el hombre se eleva hasta el empleo
de implementos, convirtiéndose en “un animal que produce instrumentos”. El aumento del
dominio que el hombre ejerce sobre la Naturaleza halla su expresión en la evolución de las
fuerzas productivas de la Sociedad. Y con la evolución de éstas, cambia también el otro
aspecto necesario de la producción material: las relaciones de los hombres en el proceso de
la producción, las relaciones de producción; cambia el régimen económico-social. El
cambio de las formaciones económico-sociales (ver) en la historia (el régimen de
comunismo primitivo, el régimen esclavista, el feudal, el burgués, el socialista) es, ante
todo, la substitución de unas relaciones de producción por otras más progresistas. Este
cambio es siempre la consecuencia, necesaria y sujeta a leyes, de la evolución de las
fuerzas productivas de la Sociedad. El afianzamiento de las nuevas relaciones de
producción suele tener lugar con el derrocamiento revolucionario de las viejas relaciones de
producción. Los méritos más grandes de la teoría del materialismo histórico de Marx
radican, por consiguiente, en haber puesto ante todo, su atención en las condiciones
objetivas de la producción material, en las leyes económicas que rigen la vida de la
Sociedad y que son el fundamento de toda la actividad histórica de los hombres. Gracias a
la teoría de Marx, “el caos y la arbitrariedad que imperaban en las opiniones sobre la
historia y sobre la política dejaron el puesto a una teoría científica asombrosamente
compleja y armónica, que revela cómo de un sistema de vida social, al crecer las fuerzas
productivas, se desarrolla otro más alto, cómo de la servidumbre de la gleba, por ejemplo,
nace el capitalismo” (Lenin). Descubrir en la producción material el verdadero fundamento
de toda la vida y de la evolución de la Sociedad, permitió comprender por vez primera el
gran papel creador que las masas populares y trabajadoras desempeñan en la historia. La
historia de la evolución social fue comprendida por primera vez como “la historia de los
propios productores de bienes materiales, la historia de las masas trabajadoras, que son el
factor fundamental del proceso de producción y las que llevan a cabo la producción de los
bienes materiales necesarios para la existencia de la sociedad. Esto quiere decir que la
ciencia histórica, si pretende ser una verdadera ciencia, no debe seguir reduciendo la
historia del desarrollo social a los actos de los reyes y de los caudillos militares, a los actos
de los “conquistadores” y “avasalladores” de Estados, sino que debe ocuparse, ante todo, de
la historia de los productores de los bienes materiales, de la historia de las masas
trabajadoras, de la historia de los pueblos” (Stalin). En dependencia del modo de
producción existente, de la existencia material de la Sociedad, se estructura también un
determinado carácter histórico de todo el régimen social, de las instituciones políticas, la
manera de pensar de los hombres, sus concepciones, ideas y teorías. La existencia social
determina la conciencia social. No es posible comprender correctamente la esencia de las
instituciones políticas, de las ideas y teorías, si se pierde de vista la base material de su
origen: la estructura económica de la vida de la Sociedad. No se puede comprender por qué
en una época determinada nacen unas instituciones e ideas, y otras en distinta época, si se
toman como punto de partida las propias instituciones e ideas y no el modo de producción.
Por ejemplo, las formas del Estado explotador (el Estado esclavista, feudal y capitalista)
siempre dependieron de la división de la sociedad en clases: esclavistas y esclavos, feudales
y siervos, burgueses y proletarios. También las formas de la conciencia social (las
concepciones políticas, la filosofía, la ciencia, la religión, &c.), dependen siempre, en
última instancia, de las relaciones de producción imperantes entre los hombres, formas que
cambian radicalmente al cambiar el modo de producción, al cambiar el régimen económico.
Al explicar el origen y la dependencia de las instituciones políticas, ideas y teorías respecto
del modo de producción, la teoría del materialismo histórico no niega, ni mucho menos, la
importancia de las primeras en la vida de la Sociedad. Al contrario, el materialismo
histórico subraya su enorme papel social. Y con ello, difiere de raíz del materialismo
económico) (ver). Una vez surgidas, las instituciones e ideas políticas y sociales se
convierten en una fuerza que influye sobre las propias condiciones que las habían
engendrado. Actúan como fuerzas reaccionarias al servicio de los sectores y clases
atrasados de la Sociedad, frenan el desarrollo social; o bien, sirviendo a las clases
avanzadas y revolucionarias, impulsan ese desarrollo. El materialismo y el historicismo
consecuentes están íntima e indisolublemente unidos en la teoría del materialismo histórico.
Por eso, precisamente, con el descubrimiento de la teoría del materialismo histórico, la
ciencia social se ha convertido por vez primera en la auténtica ciencia sobre las leyes que
rigen la evolución de la Sociedad humana.
Diccionario filosófico marxista · 1946:205-207

Materialismo histórico o concepción materialista de la historia

Extensión de los principios del materialismo dialéctico al estudio de la vida social;


aplicación de esos principios a los fenómenos sociales; ciencia de las leyes generales de la
evolución social.

Antes de Marx, dominaba en la ciencia la concepción idealista de la historia. La teoría


del materialismo histórico es el fruto del gran descubrimiento que hizo Marx en la
interpretación de la historia. “Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la
naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho
tan sencillo, pero oculto hasta él bajo la maleza ideológica, de que el hombre necesita, en
primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia,
arte, religión, &c.; que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos,
materiales, y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un
pueblo o de una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones
políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los
hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse; y no al revés, como hasta
entonces se había venido haciendo” (Engels, “Discurso ante la tumba de Marx”, en
Marx/Engels, Obras escogidas, t. II, p. 155, Ed. esp., Moscú, 1952).
El desarrollo de los modos de producción de los bienes materiales (ver), necesarios a la
existencia del hombre, tal es la fuerza esencial que determina toda la vida social y
condiciona el pasaje de un régimen social a otro. Ninguna sociedad puede existir sin
producir bienes materiales. Con ayuda de los instrumentos de trabajo, el hombre obra sobre
la naturaleza y se procura lo que le hace falta. De la evolución de la producción material
depende el progreso de la sociedad. La historia de la sociedad comienza a partir del instante
en que el hombre llegó a fabricar y utilizar instrumentos de producción. Cuanto mayor es el
nivel de las fuerzas productivas (ver), mayor es el dominio del hombre sobre la naturaleza.
Conjuntamente con el progreso de las fuerzas productivas, cambia el segundo aspecto de la
producción material: las relaciones de producción (ver), y se transforma el régimen
económico y social. Las nuevas relaciones de producción que surgen sobre la base de las
fuerzas productivas y que les corresponden plenamente, constituyen la condición principal
y decisiva que determina el auge continuo e impetuoso de las fuerzas productivas. La
sucesión de formaciones económicas y sociales en la historia (la comuna primitiva, la
esclavitud, el feudalismo, el capitalismo, el socialismo) significa la substitución de
relaciones de producción dadas por relaciones de producción más progresivas. Esta
sucesión es siempre la consecuencia necesaria de la ley del desarrollo de las fuerzas
productivas de la sociedad. El establecimiento de nuevas relaciones de producción se
efectúa generalmente por medio del derrocamiento revolucionario de las viejas relaciones.
El mérito de Marx y de Engels, por consiguiente, consiste en haber fijado la atención,
ante todo, en las leyes económicas de la vida social, en las condiciones objetivas de la
producción material, base de toda la actividad histórica de los hombres. Con el
materialismo histórico, “…el caos y la arbitrariedad que imperaban en las opiniones sobre
la historia y sobre la política, cedieron su puesto a una teoría científica asombrosamente
completa y armónica, que revela cómo de una forma de vida social se desarrolla, al crecer
las fuerzas productivas, otra más alta, cómo de la servidumbre de la gleba, por ejemplo,
nace el capitalismo” (Lenin, “Tres fuentes…”, en Obras escogidas, t. I, p. 67, Ed. esp.,
Moscú, 1948).

El materialismo histórico terminó de una vez por todas con las teorías idealistas para las
cuales la historia de la sociedad era el resultado de la actividad desordenada y arbitraria de
los individuos, la resultante de las voluntades y de los deseos de los hombres. La evolución
de la sociedad, como la de la naturaleza, no está determinada por deseos subjetivos, sino
por leyes objetivas que no dependen ni de la voluntad ni de la conciencia de los hombres.
Éstos pueden descubrir las leyes objetivas, estudiarlas, conocerlas, tenerlas en cuenta en sus
actos, utilizarlas en su interés, limitar la acción de algunas y dar libre curso a otras, pero no
pueden modificarlas o abolirlas. Y menos aun, crear nuevas. El inmenso significado del
materialismo histórico, reside en que ha descubierto y explicado las leyes del desarrollo
social y que ha pertrechado así al proletariado y a su partido con el conocimiento de las vías
que conducen a la transformación revolucionaria de la sociedad. Como lo señala Lenin, la
concepción materialista de la historia ha reducido las acciones de los individuos a las
acciones de las clases, cuya lucha determina el desarrollo de la sociedad.

La producción material es, pues, el fundamento de la vida y del devenir de la sociedad.


Este descubrimiento revela el gran papel creador de las masas trabajadoras en la historia, y
así quedó demostrado que la historia del desarrollo social es la historia de los productores
inmediatos, de las masas trabajadoras, fuerzas esenciales en la producción de bienes
materiales, indispensable a la existencia de la sociedad.

El modo de producción, la vida material de la sociedad condiciona el carácter de un


régimen social, de las instituciones políticas, la mentalidad de los hombres, sus opiniones,
sus ideas, sus teorías. La existencia social determina la conciencia social. Imposible
comprender la esencia de las instituciones políticas, de las ideas, de las teorías, si se olvida
su origen material: el régimen económico de la sociedad. Imposible comprender por qué en
tal época aparecen tales instituciones políticas e ideas, por qué en otra época aparecen otras,
si se parte de las propias instituciones políticas e ideas, y no de la base económica
(Ver Base y superestructura). La conciencia social –opiniones políticas, concepciones del
derecho y del arte, filosofía, religión y otras formas de ideología– está en función de las
relaciones de producción dominantes, y cambia radicalmente con la transformación de la
base, del régimen económico. Aunque mostrando que las instituciones políticas, las ideas,
las teorías, extraen su origen y dependen de la base, la teoría del materialismo histórico no
niega en absoluto la importancia considerable de aquéllas en la vida social. En oposición al
materialismo económico que reduce a nada el papel de las ideas, el materialismo histórico
subraya su papel inmenso. Una vez surgidas, las instituciones sociales y políticas así como
las ideas, se convierten ellas mismas en una fuerza que actúa sobre las condiciones que las
han engendrado. O bien frenan el desarrollo social desempeñando el papel de fuerzas
reaccionarias que sirven a las capas y clases retardatarias de la sociedad, o bien contribuyen
al progreso sirviendo a las clases avanzadas, revolucionarias.

Gracias al materialismo histórico, la ciencia de la sociedad se ha convertido en una


ciencia exacta comparable a la biología. El materialismo histórico tiene una gran
importancia para la actividad práctica del partido comunista. Para no equivocarse en
política, el partido del proletariado debe fundar su acción no en principios abstractos, los
“principios de la razón humana”, sino en las condiciones concretas de la vida material, en
las necesidades reales de la sociedad.

En el prólogo de su obra Contribución a la crítica de la Economía Política, Marx


formuló la esencia del materialismo histórico: “…en la producción de su vida, los hombres
contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de
producción, que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus formas
productivas. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica
de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a
la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de
la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No
es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social lo
que determina su conciencia. Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas
productivas materiales de la sociedad chocan con las relaciones de producción existentes, o,
lo que no es sino la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las
cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas,
estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre así una época de revolución social.
Al cambiar la base económica, se revoluciona, más o menos rápidamente, toda la inmensa
superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas revoluciones, hay que distinguir
siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones económicas de
producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las
formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra, las formas
ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por
resolverlo. Y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa
de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de revolución por su conciencia, sino que,
por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones de la vida
material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de
producción. Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las
fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más altas
relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan
madurado en el seno de la propia sociedad antigua. Por eso, la humanidad se propone
siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar, pues, bien miradas las cosas, vemos
siempre que estos objetivos sólo brotan cuando ya se dan o, por lo menos, se están gestando,
las condiciones materiales para su realización” (Marx, Op. cit., en Marx/Engels, Obras
escogidas, t. I, p. 332, Ed. esp., Moscú, 1951).

La teoría del materialismo histórico, creada por Marx y Engels, fue desarrollada y
enriquecida por Lenin y Stalin, gracias al análisis de las nuevas condiciones históricas en la
época del imperialismo y de las revoluciones proletarias, en la época de la edificación del
socialismo.
Diccionario filosófico abreviado · 1959:337-339

Materialismo histórico

Parte componente de la filosofía marxista-leninista; ciencia que investiga las leyes


generales del desarrollo de la sociedad humana y las formas de su realización en la
actividad histórica de los hombres. El materialismo histórico es la sociología científica,
proporciona la base teórica y metodológica de las investigaciones sociológicas concretas y
de todas las ciencias sociales. Los filósofos premarxistas, sin excepción, incluidos los
materialistas, eran idealistas en la concepción de la vida social, pues no pasaban de
observar el hecho de que, a diferencia de lo que sucede en la naturaleza, donde actúan
fuerzas ciegas, en la sociedad actúa el hombre, ser consciente que se rige en su hacer por
estímulos ideales. Acerca de este particular indicaba Lenin que la idea misma del
materialismo en sociología había sido una idea genial (véase t. I, pág. 121). La creación del
materialismo histórico significó un cambio radical en el desarrollo del pensamiento social.
Permitió, por una parte, aplicar consecuentemente la concepción materialista al mundo en
su conjunto, no sólo a la naturaleza, sino, también, a la sociedad. Por otra parte permitió
descubrir la base de la vida social y las leyes que determinan su desarrollo lo mismo que,
por consiguiente, el desarrollo de todas las demás facetas de la vida social, determinadas
por la base material indicada. Subrayaba Lenin (t. 1, pág. 120) que Marx había elaborado su
idea fundamental sobre el proceso histórico-natural del desarrollo de la sociedad
destacando de las distintas esferas de la vida social la económica; de todas las relaciones
sociales, las relaciones de producción como fundamentales y determinantes de todas las
demás relaciones. Después de tomar como punto de partida el hecho fundamental de toda
sociedad humana: el modo de obtener los medios de vida, el marxismo puso en conexión
con él aquellas relaciones en las que los hombres entran en el proceso de producción de su
vida, y en el sistema de estas relaciones de producción vio el fundamento –la base real de
cada sociedad determinada– el que se reviste de superestructuras político-jurídicas y de
diversas corrientes del pensamiento social. Cada sistema de relaciones de producción,
surgido en un determinado estadio del desarrollo de las fuerzas productivas, está
subordinado a las leyes que rigen la aparición, el funcionamiento y el paso a la forma
superior, tanto a leyes que son generales para todas las formaciones, como a las que son
especiales, propias sólo de una formación dada. Las acciones humanas en los límites de
cadaformación económico-social –infinitamente diversas, individualizadas, no susceptibles,
al parecer, de cálculo ni sistematización alguna– fueron generalizadas y reducidas a las
acciones de las grandes masas, a las acciones de las clases sociales en la sociedad dividida
en clases; masas y clases que, con sus actos, realizan las necesidades que han madurado del
desarrollo social. El descubrimiento del materialismo histórico acabó con dos insuficiencias
capitales de todas las teorías sociológicas premarxistas, las cuales, en primer lugar, eran
idealistas, dado que se limitaban al estudio de los motivos ideológicos de la actividad
humana sin investigar a qué se debían tales motivos, qué causas materiales los
engendraban; en segundo lugar, tomaban en consideración únicamente el papel de las
personalidades históricas descollantes sin abarcar la acción de las masas populares,
auténticas creadoras de la historia. El materialismo histórico ha descubierto el carácter
materialmente condicionado del proceso histórico-social, y en contraposición a las teorías
del materialismo vulgar –que niegan el papel de las ideas, de las instituciones y
organizaciones políticas y de otras clases–, subraya su activa influencia inversa sobre la
base material que las ha engendrado. El materialismo histórico constituye el fundamento
histórico-científico del marxismo, que arma a los partidos marxistas-leninistas, a la clase
obrera y a los trabajadores todos con el conocimiento de las leyes objetivas del desarrollo
de la sociedad, les permite comprender la importancia del factor subjetivo –la conciencia y
organización de las masas, sin lo cual es imposible la realización de las leyes de la historia.
Los rasgos fundamentales del materialismo histórico fueron expuestos por primera vez por
Marx y Engels en su trabajo La ideología alemana. Se da una formulación genial de la
esencia de esa parte del marxismo en el prefacio de la Contribución a la crítica de la
economía política (1859). Pero el materialismo histórico se convirtió en “sinónimo de
ciencia social” sólo cuando El Capital vio la luz (véase Lenin, t. 1. pág. 125). A medida que
la historia avanza y se va acumulando nueva experiencia del desarrollo histórico, también
se desarrolla y enriquece, necesariamente, el materialismo histórico, así como el marxismo
en su conjunto. Lenin dio un magnífico ejemplo de este desarrollo en la época del
imperialismo, de las revoluciones proletarias. En la época actual, época del tránsito del
capitalismo al socialismo, cuando en la U.R.S.S. se ha planteado ya prácticamente el
problema de la edificación de la sociedad comunista en todo el frente, la generalización de
la nueva experiencia del movimiento comunista mundial y, en particular, de la experiencia
de la lucha por el comunismo en la U.R.S.S., se da en el nuevo Programa del Partido,
adoptado en el XXII Congreso del P.C.U.S. En el programa se encuentra desarrollada la
teoría de la formación económico-social, después de haber formulado la caracterización
concreta de la formación comunista, las leyes a que obedecen su formación y desarrollo;
también se profundiza la teoría sobre el Estado, sobre el Partido y muchas otras cuestiones.
El Programa del P.C.U.S. proporciona al pueblo soviético el plan claramente delineado de
la edificación de la sociedad comunista, plan que comprende una triple tarea: crear la base
material y técnica del comunismo, formar relaciones sociales comunistas y educar al
hombre de la sociedad comunista.
Diccionario filosófico · 1965:302-304

Materialismo histórico

Parte integrante de la filosofía marxista-leninista y ciencia filosófica sobre la sociedad,


que resuelve de modo materialista el problema fundamental de la filosofía aplicado a la
historia y que investiga sobre esta base las leyes sociológicas generales del desarrollo
histórico y las formas de su realización en la actividad de los hombres. El materialismo
histórico constituye la base teórica y metodológica de lasociología y demás ciencias
sociales. Todos los filósofos premarxistas, comprendidos los materialistas, eran idealistas
en la intelección de la vida social, pues se limitaban a constatar el hecho de que, a
diferencia de la naturaleza, donde actúan fuerzas ciegas, en la sociedad actúan los hombres,
seres conscientes, que se guían en su proceder por motivos ideales. El surgimiento del
materialismo histórico constituyó una revolución radical en el desarrollo del pensamiento
social. Por una parte, permitió enfocar de modo consecuentemente materialista el mundo en
su conjunto, no sólo la naturaleza, sino también la sociedad, y por la otra, descubrir la base
material de la vida social y las leyes que determinan su desarrollo. Marx formuló su idea
principal sobre el proceso histórico-natural del desarrollo de la sociedad, destacando la
esfera económica de las diversas esferas de la vida social, y de todas las relaciones sociales,
las relaciones de producción, como principales y determinantes entre las demás relaciones.
Tomando como punto de partida el hecho principal para toda sociedad humana –la
obtención de los medios de vida–, el marxismo vinculó con este hecho las relaciones que
los individuos contraen en el proceso de inducción de su vida, y advirtió en el sistema de
estas relaciones de producción la base real de cada sociedad determinada, la cual se reviste
de superestructuras jurídico-políticas y diversas formas del pensamiento social. Cada
sistema de relaciones de producción, que surge en determinado grado de desarrollo de
las fuerzas productivas, se subordina tanto a las leyes del surgimiento, funcionamiento y
tránsito a una forma superior, comunes a todas las formaciones sociales, como a las
específicas, inherentes sólo a una de ellas. Las acciones de los individuos en el marco de
cada formación socio-económica –infinitamente diversas, individualizadas y, al parecer, no
sujetas a registro alguno ni a sistematización– fueron sintetizadas y reducidas a las acciones
de las grandes masas; en la sociedad dividida en clases, a las acciones de las clases que
realizan en ellas las necesidades maduras del desarrollo social. El descubrimiento del
materialismo histórico eliminó los dos defectos principales de todas las teorías sociológicas
premarxistas, que, en primer lugar, eran idealistas, pues se limitaban al examen de los
motivos ideológicos de la actividad humana y no investigaban las causas materiales que los
engendraban y, en segundo lugar, estudiaban en lo fundamental tan sólo el papel de las
personalidades destacadas en la historia, sin prestar atención a las acciones de las masas
populares, verdaderos artífices de la historia. Al poner de relieve el condicionamiento
material del proceso socio-histórico, el materialismo histórico, en contraposición a las
teorías materialistas vulgares, que niegan el papel de las ideas, las instituciones y
organizaciones políticas y otras, subraya la influencia inversa y activa de éstas sobre la base
que las ha engendrado y revela el inmenso papel del factor subjetivo: las acciones de los
hombres, clases y partidos y el grado de conciencia y de organización de las masas. El
materialismo histórico repugna tanto el fatalismo como elvoluntarismo. Los hombres
mismos hacen su historia, pero no la pueden hacer a su libre albedrío, pues cada nueva
generación actúa en determinadas condiciones objetivas, creadas antes de su aparición.
Estas condiciones y las leyes que actúan sobre su base brindan las diversas posibilidades
para la actividad de los hombres. La realización de estas posibilidades y, por tanto, el curso
real de la historia depende de los hombres, de su actividad e iniciativa y del grado de
organización y cohesión de las fuerzas progresistas. Marx y Engels expusieron por vez
primera los rasgos fundamentales del materialismo histórico en la obra La Ideología
Alemana. A la par que se acumulan nuevas experiencias del desarrollo histórico, se
desarrolla y enriquece necesariamente el materialismo histórico, al igual que el marxismo
en su conjunto. Lenin ofreció un magnífico ejemplo de tal desarrollo. El materialismo
histórico está estrechamente ligado a las tareas de la lucha revolucionaria de clase del
proletariado, a las necesidades de la edificación del socialismo y del comunismo y al
desarrollo de las ciencias. En las condiciones actuales, el materialismo histórico se
enriquece gracias a los esfuerzos colectivos del PCUS, de los partidos comunistas y obreros
de otros países y de los científicos marxistas del mundo entero.
La filosofía de Marx

(1818-1883)
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y 4. El materialismo histórico
Frente a las concepciones de la historia que hacen depender de las
ideas la realidad práctica, material, del ser humano, (o de los ideales
políticos, filosóficos o religiosos, de los "grandes protagonistas de la
historia"), el materialismo histórico se propone explicar la historia
desde la producción práctica de la existencia, invirtiendo la relación,
tradicional en la época de Marx, entre la existencia real y la idea que
los seres humanos se hacen de su existencia, (o los ideales que
conciben en torno a su realización). La historia no es, para Marx, ni
una colección de hechos, como parecían concebirla los empiristas, ni
una sucesión de categorías, como la concebían los idealistas; tampoco
el resultado de la acción aislada de los considerados "personajes
históricos". La historia es el resultado del modo en que los seres
humanos organizan la producción social de su existencia. "Toda la
concepción histórica, hasta ahora, ha hecho caso omiso de esta base
real de la historia, o la ha considerado simplemente como algo
accesorio, que nada tiene que ver con el desarrollo histórico. Esto hace
que la historia deba escribirse siempre con arreglo a una pauta situada
fuera de ella; la producción real de la vida se revela como algo
protohistórico, mientras que la historicidad se manifiesta como algo
separado de la vida usual, como algo extra y supraterrenal."( La
Ideología alemana, I, A, 2)
La concepción materialista de la historia
Si el materialismo dialéctico se ha considerado tradicionalmente como
la expresión "filosófica" del pensamiento de Marx y Engels, el
materialismo histórico, la explicación materialista de la formación y
desarrollo de la sociedad, ha sido presentado como la expresión
científica de su pensamiento. La sociedad y su historia, al ser
concebidas como el resultado de la actividad productiva, práctica, del
ser humano, encuentran en tal actividad un elemento objetivo, material,
mensurable, del que se pueden extraer leyes tan objetivas como las que
puede aspirar a formular cualquier otra ciencia. Resulta significativo, a
este respecto, que la actividad intelectual de Marx, después de este
hallazgo, que constituye una de sus mayores aportaciones, se haya
centrado en el análisis de la actividad productiva del ser humano,
ofreciendo como resultado del mismo varias de sus obras más
significativas, entre las que se encuentra su obra cumbre: "El Capital".
La concepción materialista de la historia la resume Marx, con estas
palabras, en un breve párrafo de la "Contribución a la crítica de la
economía política":
En la producción social de su existencia, los hombres entran en
relaciones determinadas, necesarias e independientes de su voluntad,
en relaciones de producción que corresponden a un grado
determinado de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El
conjunto de estas relaciones constituye la estructura económica de la
sociedad, o sea, la base real sobre la cual se alza una superestructura
jurídica y política y a la cual corresponden formas determinadas de la
conciencia social. En general, el modo de producción de la vida
material condiciona el proceso social, político y espiritual de la vida.
No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino al
contrario, su ser social es el que determina su conciencia. En un
determinado estadio de su desarrollo las fuerzas productivas
materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones
de producción existentes o, por usar la equivalente expresión jurídica,
con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se habían
movido hasta entonces. De formas de desarrollo que eran las fuerzas
productivas, esas relaciones se convierten en trabas de las mismas.
Empieza entonces una época de revolución social.

Hasta entonces se había creído que la forma en que se organizaba la


producción dependía exclusivamente de la voluntad de los seres
humanos, al igual que las formas de organización social y política y,
por supuesto, de la conciencia. Marx afirma lo contrario: las relaciones
de producción son independientes de la voluntad de los seres humanos,
y el modo en que los seres humanos producen la vida material
"condiciona el proceso social, político y espiritual de la vida".
Para garantizar su supervivencia, el ser humano ha de conseguir los
medios de subsistencia mediante el trabajo, mediante una actividad
productiva. Pero el ser humano tiene una existencia social, por lo que
su actividad productiva no constituye un acto aislado, sino un acto
social, por el que entra en relación con otros seres humanos. Ahora
bien, estas relaciones se caracterizan no sólo son por ser necesarias
para producir los medios de subsistencia, sino también por ser
independientes de la voluntad de quienes entran en relación, estando
determinadas por el grado de desarrollo de las fuerzas productivas
materiales: la actividad humana (o fuerza de trabajo) y los medios de
trabajo (utensilios, herramientas, máquinas, etc.). Las relaciones que se
establecen en este proceso son llamadas por Marx relaciones de
producción, y constituyen la estructura económica de la sociedad, la
base sobre la que se asientan los elementos jurídicos y políticos, así
como las formas de la conciencia social.
El conjunto de los elementos relacionados con la producción, así como
los elementos socio-políticos e ideológicos, es decir, el conjunto de los
elementos que forman parte de una sociedad, en un momento
determinado de su desarrollo histórico, constituyen una determinada
formación social, una totalidad social concreta, históricamente
determinada.

1. El modo de producción
A cada formación social le corresponderá un determinado modo de
producir socialmente los bienes necesarios para la existencia, un
determinado modo de producción, es decir, una determinada estructura
productiva, compuesta por el conjunto de los elementos relacionados
con la producción material de la existencia, que constituyen la base
sobre la que se asientan, y de la que derivan, el conjunto de elementos
jurídico-políticos e ideológicos, que forman la superestructura de dicha
formación social. El concepto de modo de producción se refiere, pues,
siguiendo a Marta Harnecker, (en "Los conceptos elementales del
materialismo histórico"), "a la totalidad social global, es decir, tanto a
la estructura económica como a los otros niveles de la totalidad social:
jurídico-político e ideológico".
El modo de producción es el resultado de la síntesis de tres elementos
estructurales: la estructura económica, la superestructura jurídico-
política y la superestructura ideológica. En el modo de producción
podemos distinguir, pues, una estructura con dos elementos
constitutivos: las fuerzas productivas y las relaciones de producción,
entre los que se da un mutuo condicionamiento; y una superestructura
en la que se pueden distinguir dos niveles: la superestructura jurídico-
política, constituida por los instrumentos de control sociales y políticos
correspondientes a las relaciones sociales de producción; y la
superestructura ideológica, por la que se justifica el orden establecido
mediante una falsa conciencia que enmascara la verdadera realidad.
Ambas superestructuras están condicionadas por la estructura
económica de la sociedad. /p>
1.a. Estructura económica
Fuerzas productivas y relaciones de producción.
Por fuerzas productivas entiende Marx, en primer lugar, la materia
objeto de transformación, (materia bruta si no ha sido previamente
manipulada, y materia prima si es artificial o ha sido previamente
manipulada) a partir de la que se espera obtener un producto
determinado. En segundo lugar, la actividad del trabajador, su
capacidad de trabajo, que es denominada fuerza de trabajo, y que
alcanza un determinado grado de desarrollo en una formación social
determinada (como simple fuerza física, o como habilidad técnica o
intelectual). En tercer lugar, los medios para realizar el trabajo (útiles,
herramientas, máquinas, etc.) necesarios para obtener los productos
deseados.
Los seres humanos, en cuanto agentes del proceso de producción,
entran en determinadas relaciones para poder llevar a cabo la
producción de los bienes deseados, denominadas relaciones de
producción. Estas relaciones pueden tener un carácter técnico o social.
Las relaciones técnicas de producción derivan de la relación
existente entre el agente productivo y el control que posee sobre los
medios de trabajo y sobre el proceso de trabajo en general.
Las relaciones sociales de producción derivan de la clasificación que
podemos establecer entre los agentes que participan en el proceso de
producción en cuanto a la propiedad o no de los medios de producción,
es decir, si son propietarios o no son propietarios de los medios de
producción. En este sentido, se pueden establecer relaciones sociales
de colaboración (si todos son propietarios de los medios de producción,
en cuyo caso ningún sector de la sociedad vive de la explotación de
otro), o relaciones de explotación, de exclusión, de dominación (si
unos son propietarios de los medios de producción y otros no). En este
último caso la relación de dominación es una relación explotador-
explotado, en la medida en que los propietarios de los medios de
producción viven del trabajo de los no propietarios. Para Marx, esta
relación de explotación es la típica de las sociedades clasistas: la
sociedad esclavista, la feudal y la capitalista.
Las relaciones de producción favorecen inicialmente el desarrollo de
las fuerzas productivas; pero a medida que las fuerzas productivas se
van desarrollando, terminan por entrar en contradicción con las
relaciones de producción existentes, convirtiéndose éstas en una traba
para el desarrollo de aquellas, lo que provoca una revolución social,
que concluye en la sustitución de las viejas relaciones de producción
por otras nuevas, adecuadas al grado de desarrollo de las fuerzas
productivas. Tales contradicciones, y la resolución de las mismas,
determinadas por procesos estrictamente materiales, constituyen el
elemento configurador de la sociedad y el motor de la historia.
1.b. Superestructura jurídico-política
La superestructura jurídico-política está formada por el conjunto de
normas, leyes, instituciones y formas de poder político que,
condicionadas por la estructura productiva, ordenan y controlan el
funcionamiento de la actividad productiva de los ciudadanos. Las
formas del Estado no son, pues, la realización del Espíritu Absoluto,
sino los instrumentos a través de los cuales las clases dominantes
ejercen su poder sobre las clases sometidas. Lejos de convertirse en los
garantes de la realización humana y la libertad de los individuos, como
pensaba Hegel, se convierten en agentes de represión y sometimiento,
de alineación y esclavitud, en función de las exigencias de las
relaciones de producción, de las que derivan y a las que sirven.
1.c. Superestructura ideológica
El primer uso del término "ideología" se atribuye al conde Destutt de
Tracy, a finales del siglo XVIII, con el significado de "estudio de las
ideas", aunque pronto adquirió una connotación peyorativa. En Marx,
el término es usado con el significado de "falsa conciencia", y lo aplica
a los sistemas filosóficos, jurídicos, políticos y religiosos, en la medida
en que considera que no se basan en la realidad, sino en ilusiones sobre
la realidad. Las ideologías no sólo desvirtúan la realidad, sino que se
presentan también como sistemas de justificación de la misma realidad
que desvirtúan. La superestructura ideológica la constituyen, pues, el
conjunto de las ideas, creencias, costumbres, etc., plasmadas en las
formas ideológicas de la cultura, la religión, la filosofía, etc., con las
que se justifica la "naturalidad" y "legitimidad" del modo de
producción del que derivan y cuya realidad social enmascaran.
La superestructura jurídico-política e ideológica está condicionada por
la estructura económica. Ello se ha entendido, a veces, como un
determinismo puro en una sola dirección, que no deja ninguna opción
a la posible acción de la superestructura sobre la estructura. Si esto
fuera así, no se comprendería el papel de la lucha social y del combate
político e ideológico entablado por Marx y Engels contra el modo de
producción capitalista, ni sus reiteradas llamadas a una revolución
social: tal revolución sería inevitable, según la dialéctica de la historia,
hubiera o no movimiento obrero, por lo que la lucha social sería
innecesaria e inútil. Engels declaró al respecto que habían tenido que
subrayar el papel determinante de la estructura económica para
enfrentarse a sus adversarios, por lo que otros aspectos de la
interacción humana fueron dejados de lado. Pero tampoco fue mucho
más explícito respecto a las características de la acción de la
superestructura sobre la estructura económica.
No obstante, sus referencias a la lucha de clases parecen sugerir que es
éste el terreno en el que dicha interacción puede tener lugar. Las clases
sociales derivan de la división social del trabajo impuesta por la
estructura económica, y en función de tal división participan
distintamente del conjunto de derechos, creencias y formas de
organización política de la sociedad, objetivándose en ellas, pues, tanto
la estructura económica como las superestructuras jurídico-política e
ideológica. En la lucha de clases encontraríamos, así, el terreno
propicio para tal interacción. En el capitalismo, pese a que Marx
reconoce la existencia de otras clases sociales, la lucha de clases se da
entre la burguesía y el proletariado. Ahora bien, el proletariado está
sometido a los elementos ideológicos, no teniendo, pues, conciencia de
su situación real. El desarrollo de una conciencia de clase le librará del
dominio de la ideología y le llevará a reivindicar el fin de la alineación
y de la explotación en el trabajo.

2. Los modos de producción históricos


Según Marx, a lo largo de la historia de la humanidad se han sucedido
varios modos de producción que, de acuerdo con las tesis del
materialismo histórico, son los auténticos determinantes de la
evolución histórica de la humanidad, por lo que la historia debería ser
explicada en función de ellos, y no de acontecimientos externos, como
la sucesión de dinastías o los dramatizados en el culto a los "héroes".
Esa evolución histórica, de la que son protagonistas los seres humanos
en su actividad cotidiana, partiría del comunismo tribal primitivo y,
pasando por el modo de producción antiguo y el feudal, llegaría al
modo de producción capitalista, (en plena expansión en la segunda
mitad del siglo XIX), por lo que respecta a la historia de Occidente; y
al modo de producción asiático, respecto a la historia de Oriente.
Clasificación de los Modos de producción con las correspondientes Relaciones de producción,
Formas de explotación y Formas de apropiación del trabajo ajeno.
Modo de Relaciones de Forma de apropiación del trabajo
Forma de explotación
producción producción ajeno
Comunismo
Comunitarias ------ ------
primitivo
Imposición de tributos colectivos en
Funcionarios—
Asiático Esclavitud general especie y trabajo (con coacción
comunidad de aldea
extra-económica)
Apropiación privada del trabajador
Antiguo Amo— esclavo Esclavitud
(con coacción extra-económica)
Servidumbre
Apropiación privada del excedente
Feudal Señor— siervo (dependencia
(con coacción extra-económica)
personal)
Apropiación privada de la plusvalía a
Capitalista— Trabajo asalariado
Capitalista través del “mercado” (sin coacción
proletario (formalmente libre)
extra-económica)
Entre libres
Socialista ------- -------
asociados

El modo de producción tribal. La sociedad tribal primitiva era una


sociedad en la que no se daba la propiedad privada de los medios de
producción, sino la propiedad colectiva, por lo que Marx llamará a este
modo de producción "comunismo primitivo": un modo de producción
en el que las relaciones sociales establecidas eran relaciones de
colaboración, y los medios de trabajo y los productos obtenidos
pertenecían a la sociedad.
El modo de producción asiático (en Oriente). Marx consideró que el
modo de producción asiático no podía ser asimilado ni al antiguo ni al
feudal, por lo que lo calificó de "asiático" u "oriental". Al depender del
riego de las tierras, que exige un control centralizado de los recursos
hidráulicos, se provoca la creación de gobiernos centralizados que se
imponen sobre las dispersas comunidades agrícolas. Por otra parte, la
simplicidad de la organización económica la convierte prácticamente
en inmutable, de donde se explica su persistencia a través de los siglos.
El modo de producción antiguo. La sociedad antigua es una sociedad
civilizada, pero basada en un sistema esclavista de producción. Las
relaciones sociales en el régimen esclavista son, pues, de dominio y
sometimiento. El agente propietario, el amo, ejerció dominio completo
sobre las fuerzas productivas (mano de obra - el esclavo-, y medios de
producción), de las que era propietario.
El modo de producción feudal. La sociedad feudal posee muchas
características similares a las de la sociedad antigua. Las relaciones
sociales de producción son también semejantes a las del modo de
producción esclavista. Pero, pese a que el señor feudal posee la
propiedad completa sobre los medios de producción, sólo en parte la
posee sobre el trabajador (siervo), con el que establece una relación de
servidumbre o vasallaje.
El modo de producción capitalista. Su base es la propiedad privada
de los medios de producción, aunque el trabajador es jurídicamente
libre. La fuerza de trabajo es la única propiedad que posee el
trabajador. El trabajo genera una plusvalía que no revierte sobre el
salario del trabajador, sino que es apropiada por el capitalista,
generando capital, por lo que la relación capitalista-proletario es una
relación de explotación.
El capitalismo deberá dejar paso al modo de producción socialista,
siguiendo la dialéctica de la historia, por la que la humanidad
recuperará, superándolo, el modo de producción del comunismo
primitivo. El modo de producción socialista se basa en un régimen de
propiedad colectiva, lo que supone la abolición de la propiedad
privada de los medios de producción. En consonancia con ello, las
relaciones de dominio y sometimiento se sustituyen por las de
cooperación recíproca.
Modos de Producción, Clases Sociales y Formas de explotación en Oriente y Occidente hasta
finales del siglo XIX
Modos de
En OCCIDENTE Clases Sociales Formas de explotación
Producción
Modos de producción
m. de p. antiguo amos/esclavos esclavitud
tradicionales
m. de p. feudal señores/siervos servidumbre
Modos de producción m. de p.
burgueses / proletarios trabajo asalariado
modernos capitalista
Modos de
En ORIENTE Clases Sociales Formas de explotación
Producción
Modos de producción funcionarios del Estado /
m. de p. asiático esclavitud general
tradicionales comunidad de aldea

MATERIALISMO HISTÓRICO

TEORÍA MARXISTA DE LA HISTORIA. CREE POSIBLE ENTENDER LOS CAMBIOS SOCIALES Y


POLÍTICOS A PARTIR DE LOS CAMBIOS QUE SE DAN EN LA BASE MATERIAL DE LA SOCIEDAD, EN
LOS MODOS DE PRODUCCIÓN.

El materialismo histórico quiere ser una teoría científica sobre la formación y


desarrollo de la sociedad. Mediante una teoría económica, histórica y filosófica intenta
descubrir las leyes que rigen el cambio social y presenta un método para la
interpretación de los conflictos sociales y su transformación. La característica
definitoria del materialismo histórico (abreviado a veces con la fórmula "Hismat")
consiste en la afirmación de que son las bases económicas y los modos de posesión de
los bienes materiales los que se encuentran a la base de toda transformación social. La
estructura social y el motor del cambio no son las voluntades de las personas tomadas
individualmente, ni las ideas, ni mucho menos la voluntad divina, sino lo material, la
vida económica y social reales del hombre, las necesidades económicas y los intereses
económicos de los distintos grupos sociales.
Se suele incluir al materialismo histórico en lo que se ha llamado “teorías o
filosofías de la sospecha”: las “filosofías de la sospecha” mantienen que para
comprender la conducta de un individuo o de un grupo social no es adecuado atender a
la explicación que dicho individuo o grupo da, pues dicha explicación no es objetiva,
está mediatizada, es consecuencia de los intereses del individuo o grupo. Para
entender a un individuo o grupo es necesario “sospechar” de la comprensión que él
tiene de sí mismo y remitirse a otro nivel de realidad distinto al de la propia conciencia.
Los filósofos de la sospecha han sido Freud que destaca la motivación inconsciente en
la conducta humana, Nietzsche, para el que la cultura occidental esconde su carácter
antivital, y el marxismo, según el cual el fundamento verdadero de la conducta social
no está en el nivel de la comprensión que los hombres tienen de sí mismos,
comprensión que se sitúa en el nivel de las ideologías, sino en el nivel de los intereses
económicos y políticos del grupo dominante.
Marx nunca utilizó los términos "materialismo histórico" o "materialismo
dialéctico"; Marx y Engels utilizaron más bien las expresiones "método dialéctico" o
“teoría materialista de la historia”.

Clásico texto marxista que presenta la lucha de clases como el motor de la historia.

"En toda época histórica, el modo económico predominante de producción e intercambio, y la


estructura social que deriva necesariamente de él, constituye el fundamento sobre el cual se
basa la historia política e intelectual de una época, y únicamente a partir de él puede
explicársela; (...), en consecuencia, toda la historia de la humanidad (desde la abolición del
orden gentilicio, con su propiedad común de la tierra) ha sido una historia de luchas de clases, de
luchas entre clases explotadoras y explotadas, dominantes y dominadas; (...) la historia de esas
luchas de clases constituye una serie evolutiva que ha alcanzado en la actualidad una etapa en la
cual la clase explotada y oprimida el proletariado ya no puede lograr su liberación del yugo de la
clase explotadora y dominante la burguesía sin liberar al mismo tiempo a toda la sociedad, de
una vez por todas, de toda explotación y opresión, de todas las diferencias y luchas de clases."

Marx, Engels, Manifiesto del partido comunista, Prólogo de 1888

El materialismo histórico
Es un error afirmar que el materialismo de Marx se basa en la afirmación 'todo es
materia'. En efecto, Marx se abstiene de realizar afirmaciones metafísicas en ese
sentido. Así, el materialismo que postula tiene una significación práctica que lo
opone simultanemante al idealismo de Hegel pero también
al materialismo'clasico'.

1. La prioridad del ser sobre el pensamiento: contra Hegel, Marx} se ubica en


una posición cercana a Feuerbach quien criticaba a Hegel por haber
convertido al hombre en puro espíritu en lugar de considerarlo un ser real y
concreto.

2. Materialismo dialéctico: Demócrito y los materialistas franceses del siglo XVIII,


representan el materialismo clásico que Marx criticará por considerarlo
abstracto y mecanicista, reduciendo la materia a leyes mecánicas (el
mecanicismo estricto parecía superado por la ciencia del siglo XIX con la
química, la biología y la teoría de la evolución). También señalará que
el materialismo clásico carece de un caracter dialéctico e histórico. Pero el
aspecto diferencial más importante es que considera a la realidad únicamente
como objeto de contemplación, en tanto el pensar es posterior al ser y las ideas
son puro reflejo de la realidad de modo tal que el hombre e sun ser pasivo y
contemplatitivo.

Así pues:
1. Contra el idealismo: afirma la independencia de la naturaleza exterior respecto
al pensamiento.

2. Contra el materialismo mecanicista y Feuerbach: afirma que no es posible


separar la Naturaleza respecto del hombre. El hombre no es contemplativo sino
activo, transforma la naturaleza y la naturaleza real es la transformada por el
hombre de manera que se introduce en el devenir histórico.

El materialismo histórico de Marx supone la negación de la autonomía de las


ideas respecto de las condiciones de la existencia humana y también el carácter
dialéctico e histórico de esa base material. Engels lo define de la siguiente manera:

La concepción de la historia universal que ve la causa final y la fuerza propulsora


decisiva de los acontecimiento históricos importantes en el desarrollo económico de
la sociedad, en las transformaciones del modo de producción y de cambio, en la
consiguiente división de la sociedad en distintas clases, y en las luchas de estas clases
entre síEngels, Del socialismo utópico al socialismo científico.

Engels, en efecto, considera que Marx es el creador de este materialismo y (junto a


la teoría de la plusvalía) conforma su mayor hallazgo científico. En rigor, no se
trata de una teoría filosófica sino sociológica.
1. La
estructura económica constituye la base real de la sociedad.

1. Tal estructura está constituída por las bases de producción, que son las
relaciones que se establecen entre los hombres de acuerdo con su situaicón
respecto a las fuerzas de producción. Jurídicamente se expresan a través de las
relaciones de propiedad. Dentro de un sistema capitalista, la burguesía es la
propietaria de los medios de producción, y el trabajador solo posee la fuerza de
trabajo (relaciones que son diferentes en un régimen de exclavitud o
servidumbre)

2. Las fuerzas productivas están dados por el trabajo y los medios de producción.
Las fuerzas productivas se mueven dentro del marco formado por las relaciones
de producción.

3. La estructura económica determina o condiciona una superestructura


constituída por las formas de conciencia o formas ideológicas que no son sino
el co njunto de representaciones (ideas, mitos, símbolos) y valores de la
sociedad en un momento en particular. La ideología dominante en cada
momento corresponde a la idelogía de la clase también dominante de manera
tal que justifica la estructura económica de ese momento.
4. El conflicto aparece en función del desarrollo normal de las fuerzas productivas,
las cuales ya no encuentran un contexto adecuado sino solo problemas en las
relaciones de producción. De se modo aparece la fase de revolución social que
transformará la superestructura ideológica. Marx postula que el desarrollo del
sistema capitalista de producción conduce inevitablemente a la superación de
la sociedad burguesa y de la propiedad privada.

5. No es la razón lo que conduce la historia como puntualiza Hegel, sino que es


conducida principalmente (aunque no exclusivamente) por las fuerzas de
producción, especialmente, el trabajo humano. En síntesis, el hombres es el
principial actor de la historia, historia que solo puede avanzar a través de las
contradicciones y luchas. Y en esa lucha, las fomras de conciencia (la conciencia
de clase) tiene un papel significativo (aunque no excluyente ni prioritario)

El materialismo histórico
Karl Marx, no podría considerase con rigor un filósofo, puesto que más bien fue
economista y sociólogo que dedicó su vida a otros campos como la política, el
derecho la historia, la estética y, por supuesto, la filosofia. Y en este sentido, resulta
obligado mencionar el materialismo histórico como el marco teórico que
sustentará su pensamiento.
Photographic Visiting Card of Karl Marx with His Signature , French School
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;Materialismo histórico:Se denomina materialismo histórico a la doctrina


sustentanda por Marx yEngels según la cual no es el espíritu el que determina la
historia (como en Hegel) sino que toda la vida espirtual es unasuperestructura de
la estructura fundamental representada por las relaciones económicas de
producción.

Desde un punto de vista gnoseológico, no puede decirse de Marx que fuera un


materialista metafísico capaz de afirmar dogmáticamente que 'todo es materia', su
materialismo se circunscribe a una significación polémica y práctica que se
opondrá a Hegel, pero también al materialismo clásico y mecanicista de Fuerbach.

Después de Marx
La teoría política de Marx ha sido el centro de un permanente debate que ha
enfrentado a 'ortodoxos' y 'revisionistas'. El debate, se centra en la transformación
de las condiciones socio-políticas y económicas, que no parece desencadenar el
colapso del capitalismo que había predicho Marx. Los marxistas debatirán sobre la
crisis del capitalismo, el imperialismo, el futuro rol del Estado y si la revolución es o
no inevitable.

Desde el punto de vista filosofico, el debate se centrará alrededor de la concepción


dialéctica marxista. Por una lado, la tendencia 'cientista' que dará prioridad
dialéctica a la Naturaleza sobre la Historia y concibe los procesos dialécticos e
históricos como necesarios, mientras que por el otro, reconocerán la importancia
de los procesos históricos de la superestructura pero rechazarán una concepción
determinista de la dialéctica.

El materialismo histórico
Es un error afirmar que el materialismo de Marx se basa en la afirmación 'todo es
materia'. En efecto, Marx se abstiene de realizar afirmaciones metafísicas en ese
sentido. Así, el materialismo que postula tiene una significación práctica que lo
opone simultanemante al idealismo de Hegel pero también
al materialismo'clasico'.

1. La prioridad del ser sobre el pensamiento: contra Hegel, Marx} se ubica en


una posición cercana a Feuerbach quien criticaba a Hegel por haber
convertido al hombre en puro espíritu en lugar de considerarlo un ser real y
concreto.

2. Materialismo dialéctico: Demócrito y los materialistas franceses del siglo XVIII,


representan el materialismo clásico que Marx criticará por considerarlo
abstracto y mecanicista, reduciendo la materia a leyes mecánicas (el
mecanicismo estricto parecía superado por la ciencia del siglo XIX con la
química, la biología y la teoría de la evolución). También señalará que
el materialismo clásico carece de un caracter dialéctico e histórico. Pero el
aspecto diferencial más importante es que considera a la realidad únicamente
como objeto de contemplación, en tanto el pensar es posterior al ser y las ideas
son puro reflejo de la realidad de modo tal que el hombre e sun ser pasivo y
contemplatitivo.

Así pues:
1. Contra el idealismo: afirma la independencia de la naturaleza exterior respecto
al pensamiento.

2. Contra el materialismo mecanicista y Feuerbach: afirma que no es posible


separar la Naturaleza respecto del hombre. El hombre no es contemplativo sino
activo, transforma la naturaleza y la naturaleza real es la transformada por el
hombre de manera que se introduce en el devenir histórico.

El materialismo histórico de Marx supone la negación de la autonomía de las


ideas respecto de las condiciones de la existencia humana y también el carácter
dialéctico e histórico de esa base material. Engels lo define de la siguiente manera:

La concepción de la historia universal que ve la causa final y la fuerza propulsora


decisiva de los acontecimiento históricos importantes en el desarrollo económico de
la sociedad, en las transformaciones del modo de producción y de cambio, en la
consiguiente división de la sociedad en distintas clases, y en las luchas de estas clases
entre síEngels, Del socialismo utópico al socialismo científico.

Engels, en efecto, considera que Marx es el creador de este materialismo y (junto a


la teoría de la plusvalía) conforma su mayor hallazgo científico. En rigor, no se
trata de una teoría filosófica sino sociológica.
1. La
estructura económica constituye la base real de la sociedad.

1. Tal estructura está constituída por las bases de producción, que son las
relaciones que se establecen entre los hombres de acuerdo con su situaicón
respecto a las fuerzas de producción. Jurídicamente se expresan a través de las
relaciones de propiedad. Dentro de un sistema capitalista, la burguesía es la
propietaria de los medios de producción, y el trabajador solo posee la fuerza de
trabajo (relaciones que son diferentes en un régimen de exclavitud o
servidumbre)

2. Las fuerzas productivas están dados por el trabajo y los medios de producción.
Las fuerzas productivas se mueven dentro del marco formado por las relaciones
de producción.

3. La estructura económica determina o condiciona una superestructura


constituída por las formas de conciencia o formas ideológicas que no son sino
el co njunto de representaciones (ideas, mitos, símbolos) y valores de la
sociedad en un momento en particular. La ideología dominante en cada
momento corresponde a la idelogía de la clase también dominante de manera
tal que justifica la estructura económica de ese momento.
4. El conflicto aparece en función del desarrollo normal de las fuerzas productivas,
las cuales ya no encuentran un contexto adecuado sino solo problemas en las
relaciones de producción. De se modo aparece la fase de revolución social que
transformará la superestructura ideológica. Marx postula que el desarrollo del
sistema capitalista de producción conduce inevitablemente a la superación de
la sociedad burguesa y de la propiedad privada.

5. No es la razón lo que conduce la historia como puntualiza Hegel, sino que es


conducida principalmente (aunque no exclusivamente) por las fuerzas de
producción, especialmente, el trabajo humano. En síntesis, el hombres es el
principial actor de la historia, historia que solo puede avanzar a través de las
contradicciones y luchas. Y en esa lucha, las fomras de conciencia (la conciencia
de clase) tiene un papel significativo (aunque no excluyente ni prioritario)

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