Professional Documents
Culture Documents
Dependiendo de cuáles sean las células afectadas, los síntomas pueden incluir:
pérdida del control motor (pérdida de equilibrio, epilepsia, temblores, etc.),
debilidad muscular y dolor, desórdenes gastrointestinales y dificultades para
tragar, retardo en el crecimiento, enfermedad cardíaca, enfermedad hepática,
diabetes, complicaciones respiratorias, crisis, problemas visuales (ceguera,
catarátas, entre otros) y auditivos (sordera-a menudo afectando a ambos oídos-
), acidosis láctica, retrasos en el desarrollo, susceptibilidad a las infecciones,
problemas de fertilidad (sobre todo en el sexo femenino), problemas hormonales
y dificultad al tragar y al absorber nutrientes (conllevando a una pérdida de peso,
entre otras muchas patologías observadas.
OBJETIVOS:
Estos dos últimos puntos hacen que la tasa de mutación llegue a ser diez veces
mayor que en el núcleo, lo que explica la gran cantidad de enfermedades
genéticas de origen mitocondrial.
Herencia materna
Y en el caso de que un hijo muestre los síntomas, la enfermedad puede ser muy
diferente respecto de sus hermanos dependiendo del porcentaje de mtDNA
mutante en cada región del cuerpo.
Heteroplasmia y homoplasmia
El número de mitocondrias por célula varía según el tipo de célula de que se trate
pudiendo llegar a existir más 500 mitocondrias por célula. Además, cada una de
ellas puede tener entre 2 y 10 copias de ADN mitocondrial.
Este hecho puede hacer que dentro de una misma célula existan distintas
poblaciones de mitocondrias.
Puede ser que la persona tenga en todas sus células los dos tipos
mitocondriales o que esté más restringido y tenga un tipo de mitocondria
en un tejido, y el otro tipo en otro tejido diferente.
La heteroplasmia puede acabar en sustituciones de poblaciones por fenómenos
de deriva o selección.
Por tanto, a partir de estos dos conceptos podemos clasificar dos tipos de
herencia materna:
Por otro lado, como un varón solo tiene un cromosoma X, si este es mutado, no
tendrá ninguna copia normal y desarrollara la enfermedad.
Si una mujer portadora tiene hijos, habrá un 50% de probabilidad de que pase el
gen defectuoso a su descendencia.
Sin embargo en todas las enfermedades ligadas al X, los varones y las mujeres
son afectados de forma diferente, con los varones siempre afectados en forma
más grave que las mujeres.
Esto significa que las personas que sufren de la enfermedad, tienen un 50% de
pasar el gen defectuoso a un individuo de su descendencia. Sin embargo, con
un gen normal y uno mutado, estos individuos podrán mostrar o no síntomas de
la enfermedad. Y de mostrar síntomas, la gravedad puede variar ampliamente.
Entre las enfermedades mitocondriales, una forma rara del síndrome de Kearns-
Sayre es de herencia autosómica dominante.4
En estos casos todos los afectados serán heteroplásmicos, ya que siempre que
parece de forma espontánea una enfermedad mitocondrial es heteroplásmica.
Con esta técnica se realizan estudios de hibridación con ADN genómico, así
como RFLP.
Las mutaciones cas siempre alteran el patrón de corte de las enzimas, dado que
se modifican las dianas o la longitud de los fragmentos digeridos.
En este caso se amplifica la región de ADN de interés por PCR y luego se aplica
disgestión con restrictasas, igual que en el caso anterior, para estudiar el
polimorfismo de la longitud de los fragmentos (RFLP).
Complicaciones
La gravedad de la enfermedad no correlaciona con el grado de
heteroplasmia: no se puede hacer diagnóstico predictivo por
amniocentesis ni estudiar si los hijos van a tener o no la enfermedad, sólo
se pueden hacer estudios para confirmar la enfermedad una vez que ya
la padece.
Puede haber una expresión variable en miembros de una familia con una
mutación en homoplasmia.
Todas las características anteriores hacen que el consejo genético en este tipo
de enfermedades sea bastante turbio.
Ambas técnicas pueden servir para descartar embriones cuya carga mitocondrial
mutada sea elevada, de forma que se presuma que en el futuro se desarrollará
la enfermedad mitocondrial en cuestión.
En tales casos, se puede practicar una interrupción voluntaria del embarazo
(IVE). No obstante, también puede darse el caso de que un embrión con mayor
cantidad de ADN mitocondrial mutado, sea descartado en el procedimiento de
IVF, cuando podría no haber tenido la enfermedad.
Este hecho hace que el consejo genético para estas parejas afectadas que
deseen tener hijos, se límite a presentar la posibilidad de que su futuro hijo
desarrolle la enfermedad, así como las alternativas clínicas de las que disponen,
siendo imposible predecir la gravedad de la enfermedad.
Cabe mencionar, que los casos en los que la madre es portadora de una
mutación homoplásmica son los más complejos a la hora de concebir.
Dado al carácter homoplásmico de la mutación, todos los hijos que tenga dicha
mujer portarán las mitocondrias afectadas y, consiguientemente, padecerán la
enfermedad (salvo raras excepciones).
De esta manera, la única alternativa que se le plantea para tener hijos es recurrir
a la adopción o a la donación de óvulos de una donante sana.
Para muchas parejas esto último se plantea como un grave conflicto, puesto que
desean enormemente tener hijos relacionados genéticamente.
Sin embargo, existen evidencias para creer que estas nuevas aproximaciones
constituyen la única alternativa para que parejas con enfermedades
mitocondriales en la línea materna, puedan concebir hijos sanos genéticamente
relacionados con ambos progenitores.
Según las características del caso, puede haber un órgano afectado, más de
uno, o inclusive todos los órganos pueden estar afectados.
CONCLUSIONES:
BIBLIOGRAFÍA: